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Buen Pastor

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El LIBRERÍAMINUTO DE DIOS

¿Cómo pastorear?

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Colección Crecer

Con su estilo pedagógico, el padre Diego Jaramillo retorna la imagen bíblica del buen Pastor para invitar a los coordinadores y servidores de grupos y comunidades y, en general, a quienes tienen alguna responsabilidad de acompañamiento y guía espiritual sobre otras personas en la Iglesia, a ser pastores según el Corazón de Dios.

Con textos bíblicos, citas de autores espirituales y ejemplos, elpadre Jaramillo analiza los rasgos de ese buen Pastor y propone cómo pastorear hoy.

Orientaciones, citas bíblicas y cantos complementan cada tema, de

manera que el lector realiza todo un ejercicio de apropiación,

experiencia y oración para configurarse con Jesús y trabajar con

entusiasmo en la construcción del Reino de Dios.

¿Cómo pastorear?

Diego Jaramillo, cjm

1-J

¿Cómo pastorear?

Cuarta edición

Colección Crecer No. 16 Corporación Centro Carismático Minuto de Dios

Bogotá, D.C., Colombia 2014

EL SENORES M PASTOR

Con las debidas licencias© Corporación Centro Carismático Minuto de Dios • 2014

Carrera 73 No. 80-60PBX: (571) 7343070Bogotá, D.C., ColombiaCorreo electrónico: [email protected]

ISBN: 978-958-735-148-4

Cuarta edición: 29 de abril de 2014

Impreso en Colombia por Grupo Alba Impresores

Ltda. Impresión de 500 ejemplares

Reservados todos los derechos.Prohibida la reproducción total o parcial de este libro, por cualquier medio.

DIEGO JARAMILLO, CJM

rEn los grupos de oración, en las comunidades

carismáticas y en la Iglesia Católica en general se

utilizan los nombres de "pastor" y "pastoreo" y con ellos

se designa al ministerio de acompañamiento y guía

espiritual. Normalmente, el nombre de pastor se reserva

a los obispos y a los párrocos. Por extensión y en un

sentido más amplio, lo referimos aquí a las personas

que en la Iglesia ayudan a sus hermanos a crecer en la

gracia y el conocimiento del Señor.

Comencemos recordando algunos textos bíblicos importantes

que nos permitan conocer el oficio de los pastores y que nos

ayuden a comprender el servicio de pastoreo en los grupos

carismáticos.

LOS LIBROS HISTÓRICOS

En el Antiguo Testamento, el pastorear rebaños era una

actividad propia de los patriarcas, y su uso frecuente revela

que no sólo ellos, sino muchas gentes de su tiempo vivían de

la ganadería en Palestina. Recordemos algunos ejemplos.

Abel ofrecía a Dios sus mejores ovejas en sacrificio (cf Gén

4, 4); Yabal o Jabel es considerado padre de los que

habitan en tiendas y crían ganado (cf Gén 4, 20); Abraham

poseía numerosos ganados y lo mismo se dice de su

sobrino Lot (cf Gén 12, 16; 13, 1-12). También eran

ganaderos los parientes de Abraham: Labán, Betuel y

Rebeca (cf Gén 24, 15-26).

Las vidas de Jacob y de Esaú se desarrollan en el cuidado de

las ovejas y las cabras (cf Gén 31, 1-21; 32, 14-22). Con razón

El Señor es mi pastor

DIEGO JARAMILLO, CJM

Jacob, recordando su experiencia, la elevará al plano

espiritual y exclamará: "Dios ha sido mi pastor desde que

existo hasta el presente día" (Gén 48, 15). Dios es el pastor

(cf Gén 49, 24).

La esclavitud en Egipto, que duró cuatro siglos, no cambió

las prácticas de Oriente. Moisés ocupaba su tiempo

apacentando los rebaños de su suegro (cf Éx 3, 1).

Recordando quizá sus experiencias, cuando ya se acerca su

fin, ora así a Yahvé: "Que Dios ponga un hombre al frente de

esta comunidad, uno que salga y entre delante de ellos y que

los haga salir y entrar para que no quede la comunidad de

Yahvé como rebaño sin pastor" (Núm 27, 16-17).

Avanzando en el correr de los años, vemos a David, quien

cuando era un muchacho cuidaba los rebaños y se

enfrentaba con osos y leones para defender sus ovejas (cf

1 Sam 16, 11; 17, 34-38). Dios se lo recuerda: "Yo te he

tomado del pastizal, de detrás del rebaño, para que seas

caudillo de mi pueblo Israel" (cf 2 Sam 7, 8; Crón 17, 7).

DIEGO JARAMILLO, CJM

MENSAJE DE LOS PROFETAS

Los profetas se sirvieron con frecuencia de la realidad pastoril

de Israel para dar sus mensajes y reprochar al pueblo su

infidelidad o para anunciar al buen Pastor que habría de

venir. Citemos algunos textos, empezando por el profeta

Isaías:

Is 40, 11: "Como un pastor, pastorea su rebaño; recoge en

brazos los corderitos, en el seno los lleva y trata con cuidado

a las paridas".

Is 53, 6: "Todos nosotros, como ovejas errantes, cada uno

marchó por su camino. Yahvé descargó sobre él la culpa de

todos nosotros. Fue oprimido, y él se humilló y no abrió la

boca. Como un cordero al degüello era llevado, y como oveja

que ante los que la trasquilan está muda, tampoco él abrió la

boca".

Is 63, 14: "Cual ganado que desciende al valle, el espíritu de

Yahvé los llevó a descansar".

¿Cómo pastorear? El Señor es mi pastor

De los datos que aparecen en los libros del Antiguo

Testamento, se puede deducir que entre los hebreos un

rebaño solía contar con veinte cabezas de ganado, como

mínimo, y hasta unas quinientas en los mayores. Un rebaño

de trescientas ovejas ya era importante. Se dice que Job tenía

siete mil ovejas, tres mil camellos, mil bueyes y quinientas

burras (cf Job 1, 3) y esos animales después le fueron

duplicados (cf Job 42,12).

Muchas ovejas y novillas debería haber en Israel, pues se

dice que Salomón inmoló ciento veinte mil (cf 2 Crón 7, 5) y

que se sacrificaron un día setecientos bueyes y siete mil

ovejas (cf 2 Crón 15,11).

El profeta Jeremías repite parecidos mensajes, con énfasis en

los malos pastores:

Jer 11, 19: "Yo estaba como cordero manso llevado al

matadero, sin saber lo que intrigaban contra mí".

Jer 23, 1-4: "Ay de los pastores que dejan perderse y

desparramarse las ovejas de mis pastos... Así dice Yahvé,

tocante a los pastores que apacientan a mi pueblo: Ustedes

han dispersado las ovejas mías, las empujaron y no las

atendieron. Pues voy a pasarles revista por sus malas obras...

Yo recogeré el resto de mis ovejas de todas las

DIEGO JARAMILLO, CJM DIEGO JARAMILLO, CJM

tierras adonde las empujé, las haré tornar a los pastos,

criarán y se multiplicarán. Y pondré al frente de ellas pastores

que las apacienten, y nunca más estén medrosas ni

asustadas, ni faltará ninguna".

Jer 31, 10: "El que dispersó a Israel lo reunirá y lo guardará

cual un pastor su hato".

Jer 50, 6.17: "Ovejas perdidas era mi pueblo. Sus pastores las

descarriaron, extraviándolas por los montes. De monte en

collado andaban, olvidaron su aprisco... Rebaño disperso es

Israel, leones lo ahuyentaron".

Quizá es Ezequiel el profeta que con mayor amplitud usa la

comparación del pueblo de Israel con un rebaño regido por

malos pastores. Es famoso el capítulo 34 de sus profecías,

en donde se suceden: la diatriba contra los malos pastores

(cf Ez 34, 1-10), la promesa del pastoreo que hará el mismo

Dios (cf Ez 34, 11-16), la promesa de un pastor,

personificado en David, que apacentará el rebaño. Todo se

puede resumir en esta frase: "Ustedes, ovejas mías, son el

rebaño humano que Yo apaciento, y Yo soy su Dios" (Ez 34,

31).

El profeta Miqueas también usa esa imagen en varias ocasiones:

Miq 4, 6-7: "Yo reuniré a la oveja coja, reuniré a la

descarriada y a la que Yo he maltratado. Con las cojas

formaré un resto; con las alejadas, una nación fuerte".

Miq 5, 1-3: "Belén Efratá... de ti saldrá el gobernador de

Israel... Pastoreará firme con la fuerza de Yahvé...".

10 ¿Cómo pastorear? El Señor es mi pastor 11

El libro primero de los Reyes nos narra unas palabras de

Miqueas: "He visto todo Israel en desbandada por los montes,

como rebaño sin pastor..." (1 Rey 22, 17). De Amós se cuenta

que era pastor (cf Am 1, 1).

Veamos, finalmente, el mensaje del profeta Zacarías.

Habla del pastor que reúne al rebaño con sus silbidos (cf

Zac 10, 5-8), luego habla del comercio que hacen los

pastores, del pastor malo y el pastor bueno (cf cap 11) y

concluye con una profecía mesiánica, recordaba por el

evangelio de san Mateo: "Hiere al pastor, que se dispersen

las ovejas; yo volveré mi mano contra los corderos" (Zac

13, 7).

LOS LIBROS SAPIENCIALES

El tema del rebaño aparece en los Proverbios, por ejemplo en

el capítulo 27, 23-27: "Conoce bien el estado de tu ganado y

presta atención a tus rebaños; porque la riqueza no es eterna

ni la fortuna dura siempre. El heno asoma, el pasto aparece y

se recoge la hierba de los montes; los corderos te darán

vestido; los cabritos, dinero para un campo; y las cabras,

leche abundante para tu alimento, para alimentar a tu familia

y mantener a tus criadas".

El libro del Eclesiástico, por su parte, afirma que "Dios

reprende, adoctrina y enseña y guía, como un pastor a su

rebaño" (Eclo 18,13).

Pero son los salmos lo que abundan en bellas afirmaciones

y súplicas. De modo especial, el salmo 23, uno de los más

preciosos del salterio, que vale la pena recordar en su

primera parte:

DIEGO JARAMILLO, CJM

"Yahvé es mi pastor, nada me falta. En verdes prados me hace recostar. Me conduce a fuentes tranquilas, allí reparo mis fuerzas. Me guía por cañadas seguras, haciendo honor a su nombre. Aunque fuera por valle tenebroso, ningún mal temería, porque Tú vienes conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan".

Es Dios el que nos guía y nos conduce por sendas rectas. Cuando hay valles tenebrosos, Él va adelante, sólo hay que seguirle. Él lleva su vara fuerte y gruesa para defendernos, y su cayado largo para apoyarse y para guiarnos.

En otros salmos, el autor inspirado pregunta a Dios por qué está airado contra su rebaño (cf Sal 74, 1), si Él sacó a Israel como a un ganado y lo guió por el desierto como un rebaño (cf Sal 78, 52). "Nosotros, dice el salmista, somos ovejas de tu pasto" (Sal 79, 13). Y llama a Dios "Pastor de Israel", que guía a José como a un rebaño (cf Sal 80, 2). Somos el rebaño de sus pastos (cf Sal 95, 7); esa idea se repite luego (cf Sal 100, 3). El salmo 119 concluye con esta frase: "Me he descarriado como oveja, ven en busca de tu siervo" (119, 176).

DIEGO JARAMILLO, CJM

CONCLUSIÓN

Podríamos resumir las ideas anteriores, diciendo:

El término "pastor" se aplicaba a quien apacentaba rebaños de ovejas, cabras y ganado en general.

Servía también ese término para aludir a los jefes de los pueblos, sea en el ámbito político, sea en el ámbito religioso o de guías espirituales.

El gran Pastor de Israel es Dios.

Dios pastorea a su pueblo a través de pastores o guías religiosos.

Con frecuencia los guías religiosos defraudan a Dios, pues en vez de cuidar, descuidan el rebaño.

Dios eliminará a los malos pastores y suscitará a un buen Pastor, que cuide de su pueblo.

El buen Pastor cuidará a las ovejas enfermas y débiles, y reunirá el rebaño de Dios.

CÓMO PASTOREAR HOY

12 ¿Cómo pastorear? El Señor es mi pastor 1

Reconocer que todo pastor es oveja de Dios (cf Sal 23).

Pedir al Señor buenos pastores para su Iglesia (cf Jer 3,

15).

Acoger con respeto a los pastores de la Iglesia: papa, obispos, párrocos (cf 1 Tim 4, 12-16).

Suplicar a Dios sabiduría para dirigir a su pueblo (cf 1 Rey 3, 5-14).

LITERATURA GRECO-ROMANA

También la literatura extra bíblica usó las figuras del pastor y del rebaño para referirse a los reyes y a los pueblos. A los jefes, la Ilíada los suele llamar "pastores de hombres". Para los griegos, era hermoso cuidar animales, aunque se tratase de cerdos. Así, a Eumeno se le da el título de porquerizo divino, porque vigilaba las piaras de Ulises'. En las Bucólicas de Virgilio, son famosos los diálogos entre los pastores Títiro y Melibeo.

1. Odisea, canto 14.

DIEGO JARAMILLO, CJM

CANTO

S

Eres mi Pastor

Eres mi Pastor, oh Señor, nada me faltará si me llevas Tú.

En tus verdes campiñas me hiciste reposar, y en tus límpidas aguas, mi sed puedo calmar.

Senderos de justicia trazaste para mí; ellos son el camino para llegar a Ti.

Hazme volver

Preparas un banquete frente a los que me odian. La mesa está ya lista, la copa se desborda.

Bondad, misericordia me siguen por doquier. Habite yo en tu casa por los siglos. Amén.

EL BUEN PASTOR

iHa7me volver a tu río, Señor!

iHazme beber de tu río, Señor!

iHazme vivir de tu río, Señor!iHazme volver! iHa7me beber! iHazme vivir!

Volviendo estoy a tu río, Señor.

Bebiendo estoy de tu río, Señor.

Viviendo estoy en tu río, Señor.

iVolviendo estoy, bebiendo estoy, viviendo estoy!

14 ¿Cómo

pastorear?

DIEGO JARAMILLO, CJM

JESÚS, PASTOR

Las figuras de los pastores y de las ovejas, tan comunes en

los libros de la Antigua Alianza, siguieron usándose en los

escritos del Nuevo Testamento, para aludir sea a Jesús, sea a

sus discípulos.

Jesús nace en su pesebre y es visitado por pastores (cf Luc 2,

1-8). Viene a salvar las ovejas perdidas de la casa de Israel

(Mt 10, 6); esa misión suya se expresa bellamente en la

parábola de la oveja perdida, a la que busca el pastor,

dejando las noventa y nueve que no extraviaron, y por la que

siente, al hallarla, una gran alegría (cf Mt 18, 12; Luc 15, 3-7).

Como de paso, se menciona que Jesús hizo un milagro junto a

la puerta de las ovejas (cf Jn 5, 2) o que expulsó del templo a

los vendedores de ovejas (cf Jn 2, 14).

En el pueblo de Israel, ansioso de escuchar la Palabra de

Dios, ve Jesús un rebaño sin pastor (cf Mc 6, 34; Mt 9, 36). Por

eso, para reunirlo, guiarlo, alimentarlo y defenderlo, Jesús se

comporta como un pastor bueno, perfecto, cabal. Es el Pastor

hermoso, el modelo, el ejemplo de pastores, de acuerdo con

las expresiones que, para describirlo, emplea el evangelio de

san Juan (cf Jn 10, 1-18).

Jesús está dispuesto a morir para congregar a su rebaño (cf Jn

11, 52); cuando es apresado, ve que sus discípulos se

dispersan como lo hacen las ovejas cuando cae el pastor (cf

Mc 14, 27: Mt 26, 31-32). Con un cordero se compara Jesús,

silencioso y sin protestar, cuando es llevado a la muerte (cf

Hech 8, 32). Pero al resucitar, congrega a su rebaño, al que

juzgará un día según las leyes del amor, separando las ovejas

de las cabras (cf Mt 25, 31).

El buen Pastor 17

DIEGO JARAMILLO, CJM

Esos acontecimientos de la vida del Señor los recordamos los

cristianos, representando en cada diciembre escenas de

navidad en los "pesebres", de los que no pueden faltar

algunos rebaños con sus pastores; o entonamos villancicos

que evocan sucesos pastoriles: "Los zagales y zagalas al Niño

vamos a ver...", "Vamos, pastores, vamos...", ¿Dónde será,

pastores...?".

Son múltiples las imágenes de Jesús que ha representado el

arte cristiano y, entre ellas, una muy frecuente y popular es

la del buen Pastor que guía a su rebaño o que busca a la

oveja extraviada.

Lastimosamente, algunas de esas imágenes son muy

sentimentales y de mal gusto. Con razón Van Allmen

escribió: "Es preciso deshacerse de la imaginería ridícula,

que nos hace creer fácilmente que el oficio de pastor es

una actitud acaramelada y que la pertenencia a un rebaño

es una invitación a balar como un tierno corderillo".

LOS DISCÍPULOS Y EL PASTOREO

Algunos discípulos de Jesús fueron invitados a participar

en la función pastoral de su Maestro. Él lo había

manifestado a sus seguidores, al decirles: "No he sido

enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de

Israel" (Mt 15, 24).

Ya resucitado, Jesús confió a Pedro la misión de pastorear y

apacentar a su rebaño. El apóstol participaría así de la

misión de Jesús, pero los corderos y las ovejas seguirían

perteneciéndole a Jesús. Por eso le dice: "Apacienta mis

corderos", "Pastorea mis ovejas" (Jn 21, 15-17).

DIEGO JARAMILLO, CJM

Jesús seguirá siendo el gran Pastor de las ovejas (cf 1 Ped 2,

25), el supremo Pastor y Príncipe de los pastores (cf 1 Ped

5, 4), el Pastor y Guardián de las ovejas, antes descarriadas

y ahora reunidas en el redil (cf Heb 13, 20-21). Él es el

Pastor que apacienta, apoyado en su vara de hierro (cf Ap

2, 27; 12, 5; 19, 15). El que está en medio del trono será el

Pastor que conduzca "a las ovejas hasta las fuentes" (Ap 7,

17).

Él es el Pastor de quien bellamente escribió fray Luis de

León: "No ocupa su cargo por caso o por suerte, sino

nacido y destinado por el Padre para ello; no guarda el

ganado que halla, sino que Él mismo se hace su rebaño, y

de animales fieros nos torna ovejas; murió por nosotros y

no nos da otro pasto que a Sí mismo; Pastor, finalmente,

ahora y siempre por los siglos de los siglos".

Con ese modelo de Pastor, los discípulos recuerdan que

Dios mismo había anunciado que daría a su pueblo

pastores que le fuesen fieles y que ejerciesen su oficio

con inteligencia y sabiduría (cf Jer 3, 15) y reconocen que

a algunos de ellos les competía ejercer ese ministerio de

pastoreo a favor del rebaño del Señor (cf Ef 4, 11) y que

el mismo Jesús, por su Espíritu, les confiaba esa faena (cf

Hech 20, 28-31).

Si concentramos nuestra mirada en los escritos del

Nuevo Testamento, podemos decir que en ellos la

palabra "pastor" aparece 18 veces; y el verbo

"pastorear", once veces. Las voces "rebaño" y "rebañito"

se encuentran cinco veces cada una. El verbo

"apacentar", dos veces. El sustantivo "oveja", 35 veces

en los evangelios y dos veces más en las epístolas; el

diminutivo "ovejita", dos veces; y "corderito", una vez. A ello podríamos

18 ¿Cómo pastorear? El buen Pastor 19

DIEGO JARAMILLO, CJM DIEGO JARAMILLO, CJM

20 ¿Cómo pastorear? El buen Pastor 21

añadir la palabra "Cordero", aplicada a Cristo, que aparece

16 veces. "Ese Cordero, que está junto al trono de Dios,

será el Pastor. Bajo su guía, las ovejas no pasarán hambre

ni se fastidiarán con el calor del sol y el bochorno, sino que

irán a las fuentes de agua viva" (Ap 7, 17).

Todos esos términos antes citados suelen referirse a

pastores, propiamente dichos, a Dios, a Jesucristo, a la Iglesia

y a los jefes de la comunidad cristiana.

¿UNA METÁFORA SUPERADA?

Algunos escritores han sugerido que las figuras de pastores

y rebaños eran propias de una civilización rural ya

prácticamente desaparecida y, por lo tanto, no podrían decir

nada al hombre moderno, que se mueve en un mundo

urbanizado y técnico. Aceptan que en algunos lugares del

planeta todavía hay ovejas y rebaños, pero que son

explotados a gran escala y con métodos que nada tienen

que ver con el pastoreo de los antiguos. Es cierto que en

algunos campos todavía se ven campesinos que poseen

ovejas, pero viven en lugares alejados del gran público.

Por eso opinan que para comunicar el pensamiento bíblico,

transmitido con imágenes pastoriles, ha de buscarse un

vocabulario diferente que hable de Dios con ideas y

palabras propias del siglo XXI, y sugieren voces como

"general", "presidente", "gerente"; y hasta algún autor

habla de un celador de parqueadero para referirse a la

oveja perdida y al pastor que quiere hallarla, como si se

tratase de un automóvil robado que la policía busca hasta

que lo recupera.

Dentro de esa línea, Harvey Cox opinaba que "el que se

empeña en seguir llamando a Dios pastor, en una sociedad

industrializada, podrá parecer religioso, pero es en

realidad incrédulo como el que más".

A pesar de reconocer la buena fe de esos pensadores,

creemos que la imagen del buen Pastor es y será

insustituible. La literatura y el arte eclesiales y las

oraciones litúrgicas la han grabado en la conciencia de la

Iglesia, desde las catacumbas hasta nuestros días. Por eso,

las palabras dichas en abril de 1953 por Pío XII parecen

conservar toda su fuerza: "La Iglesia es comparada a un

edificio, a un reino, a un cuerpo. Mas, para mí, la metáfora

más grata es la del rebaño y el Pastor".

CONCLUSIÓN

Cuando en la Biblia se usa la palabra "pastor", a veces

designa a un grupo de trabajadores rurales ("los pastores

de Belén") o al Dios Padre amoroso del cielo ("Tú eres mi

pastor", Sal 23) o a Jesús, buen Pastor (cf in 10, 1-10) o a

los jefes de la comunidad (cf Ef 4, 11; Jn 21, 16; Hech 20,

28; 1 Ped 5, 1-2).

En el Nuevo Testamento, se usan con frecuencia las

palabras "pastor" y "ovejas" para aplicarlas a las

realidades cristianas.

Jesús aparece como el buen Pastor; los textos del Antiguo Testamento que afirman que Dios es nuestro Pastor se le pueden aplicar a Jesús.

Ser pastor es un oficio difícil y comprometedor; no un clisé sentimental.

DIEGO JARAMILLO, CJM

DIEGO JARAMILLO, CJM

CANTOS

Jesús es mi Pastor_____________________)

Jesús es mi Pastor,

yo voy con Él hasta el fin

(2). Con Él yo voy,

yo voy con Él hasta el fin (2).

Jesús salva mi alma...

Jesús es el camino...

Jesús nos lleva al

Padre... Jesús nos da

su Espíritu

Algunos discípulos de Jesús reciben de su Maestro el encargo de pastorear a los demás discípulos.

La imagen del pastor sigue siendo actual para hablar de Jesús,

pues está arraigada en la mente y en el lenguaje de los cristianos.

CÓMO PASTOREAR HOY

Tener los ojos fijos en Jesús, autor de nuestra salvación (cf 2 Tim 2,

8-13; Heb 12, 2; Col 1, 15-20).

Orar y suplicar a Jesús la gracia para dirigir el rebaño (cf 2 Cor 1, 3-

7; Ef 3, 14-19).

Prestar su servicio no como dominadores, sino como siervos de Jesús

(cf 1 Ped 5, 1-4).

22 ¿ Cómo pastorear? El buen Pastor 23

Esforzarse hasta que todos, pastores y rebaño, alcancen la meta (cf 1 Ped 2, 21-25).

El pastor guiará a sus ovejas en la lectura de los

evangelios como ruta ideal para conocer a Jesús.

He decidido seguir a Cristo

(3) sin retornar (2).

La cruz delante y el mundo atrás (3)...

¡Jesús es grande! ¡Jesús real!

(3) ¡Jesús es bueno: es la

bondad!

Y gloria, gloria y aleluya (3).

Esta alabanza no ha de

acabar.

JESÚS CONOCEA SUS OVEJAS

DIEGO JARAMILLO, CJM

/ amos a analizar algunos comportamientos de Jesús como buen Pastor. Esas conductas del Señor serán la base de las que cualquier pastor debe asumir en la guía del rebaño que Dios le ha confiado.

En el evangelio de Juan leemos: "Las ovejas le siguen porque conocen su voz" Un 10, 4) y "Yo soy el buen Pastor y conozco mis ovejas y las mías me conocen a Mí como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre" Un 10, 14-15).

Jesús nos conoce personalmente por nuestro nombre. Esa es una hermosa realidad. En la Biblia se habla del conocimiento que Dios tiene de los hombres. El salmo 139 dice que el Creador nos conoce desde que se está tejiendo nuestro cuerpo en las entrañas maternas. Él sabe en detalle toda nuestra vida, nuestras entradas y nuestras salidas, estemos sentados o estemos de pie, sea de día o de noche, que vayamos a las alturas o a los abismos. Él conoce nuestros pensamientos antes de que nuestros labios los puedan expresar.

Él es el que todo lo crea, el que todo lo sabe, el que todo lo puede, el que todo lo da y todo lo perdona. Él es el Pastor que conoce su rebaño. Esa revelación que el Antiguo Testamento hizo del Padre celestial el Nuevo Testamento la aplica a Jesús, el buen Pastor.

Jesús nos conoce para liberarnos. San Agustín lo comentó con estas frases: "A veces se encuentran muchas ovejas de Cristo sin que ellas mismas lo adviertan, siendo así que Dios, en los secretos de su predestinación las ha elegido. Deshonestos que serán futuros castos, blasfemos de Cristo que después creerán en Él. Cristo los conoce a todos".

Un clásico español, fray Luis de León, se ocupó de un tema parecido de la siguiente manera: "Rige y apacienta, acomodándose a la

Jesús conoce a sus ovejas 27

DIEGO JARAMILLO, CJM

necesidad de cada uno, por lo que puede decir que conoce por su nombre a sus ovejas. Que Cristo tiene su estilo con los flacos y el suyo con los crecidos... La perfecta gobernación es la luz viva, que se ajusta siempre a lo particular. Sólo Cristo, con su infinita bondad y sabiduría, puede gobernar de ese modo...".

DIEGO JARAMILLO, CJM

Esa reacción de la gente ante quien los identifica la podemos

tener con Jesús, que no tiene necesidad de pedirnos la cédula

para leer nuestros datos, pues Él sabe lo que hay en el

hombre (cf in 2, 24-25).

MIS OVEJAS ME CONOCEN A MÍ

28 Cómo pastorear? Jesús conoce a sus ovejas 29

IMPORTANCIA DE CONOCERSE

En las relaciones humanas, es muy importante conocer a las personas, saber sus nombres. Por eso suelen repartirse tarjetas, escarapelas o gafetes, en donde se resalta el nombre del que la lleva, de modo que quien se encuentre con esa persona pueda hablarle, llamándola apropiadamente. Ese sistema lo suelen emplear en las Fuerzas Armadas, para los soldados, y en muchas empresas, para identificar a los empleados y oficinistas.

Esa es una excepción, porque el mundo actual favorece el anonimato. Las personas se hunden en la marea humana, en donde nadie es conocido ni nadie conoce.

Nemo noscit: nadie conoce, era la expresión latina para aludir a los desconocidos. "NN" es la sigla con la que se designa a las personas de las que nada se sabe. Así clasifican a los cadáveres no identificados en la morgue, mientras a los presos de las cárceles o a los enfermos de los hospitales los rebautizan con un número.

Quizá muchos hayan percibido las expresiones de agrado o las de sorpresa que manifiestan algunas personas cuando un desconocido las llama por su propio nombre. Es tanta la extrañeza de algunos, que hasta preguntan cómo hicieron para conocerlos, sin darse cuenta de que ellos mismos llevan su nombre escrito con caracteres legibles, colgado del cuello o prendido al pecho.

Los discípulos de Jesús conocen su voz. No sólo su llamado, el

silbido con que convoca su rebaño, sino que conocen a Jesús

y creen en Él: en su divinidad y su humanidad, en su vida y

su doctrina, en su amor y su misericordia, en su sabiduría y

su poder.

El evangelio nos habla de cómo Jesús fue conocido por los

pastores (cf Luc 2, 16) y por los magos (cf Mt 2, 11) que lo

adoraron, cómo lo recibieron Simeón y Ana (cf Luc 2, 26-

38). Cómo la Virgen María conservaba todas las cosas

cuidadosamente en el corazón (cf Luc 2, 51), cómo los

apóstoles fueron llamados por Jesús (cf Mc 1, 16-20; 2,

14), cómo la samaritana descubrió que Jesús era el Mesías

(cf Jn 4, 25-26), cómo Zaqueo se oyó llamado por su

nombre (cf Luc 19, 5-6), cómo un ladrón fue invitado al

paraíso (cf Luc 23, 43), cómo el centurión romano se dio

cuenta de que Jesús era en verdad Hijo de Dios (cf Mt 27,

54), cómo María Magdalena escuchó la voz inconfundible

de su Pastor (din 20, 16), cómo lo reconocieron los dos

discípulos que iban a Emaús (cf Luc 24, 30-31), cómo se

dio cuenta el discípulo amado de que era Jesús el

desconocido que hablaba desde la playa y orientaba a los

siete pescadores frustrados, que estaban pasando la

noche en vano (cf Jn 21, 7).

Esa experiencia fue similar a la de Pablo cuando, caído en

tierra, escuchó: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues" (Hech 9,

5).

DIEGO JARAMILLO, CJM DIEGO JARAMILLO, CJM

CANTOS

O ¿ Cómo pastorear? Jesús conoce a sus ovejas 31

Me llamaste, Jesucristo

Me llamaste, Jesucristo,

tras de Ti a caminar,

a dejar barcas y redes

sin volver la vista atrás.

iCuán largo que es el camino,

qué gran trecho a recorrer!,

mas al atardecer

en el cielo yo estaré.

Jesucristo, me has

enviado tu evangelio a

predicar: un mensaje

de alegría, de justicia,

amor y paz. ¡Cuán

intensa es mi faena:

todo un mundo por

salvar!, mas al

Esa es la misma experiencia espiritual que pueden tener hoy los seguidores de Jesús, que escuchan en el corazón la voz del Pastor y reconocen que es Él quien los llama, para que estén con Él y caminen con Él.

CONCLUSIÓN

El evangelio nos dice que Jesús conoce a sus ovejas y es

conocido por ellas.

Como Dios, su Padre, también Jesús nos conoce

individualmente. Para Jesús, no somos seres anónimos,

sino personas concretas.

Los cristianos debemos tener la experiencia de conocer a

Jesús, como lo hicieron muchos personajes del evangelio.

Jesús nos invita a que estemos con Él y caminemos con Él.

CÓMO PASTOREAR HOY

Conocer las ovejas (cf Jn 10, 14-15).

Trabar relaciones personales con los fieles (cf Rom 15, 22-

29; Col 4, 10-18).

Estar disponibles al diálogo espiritual (cf 1 Tes 3, 6-13).

Discernir los carismas que Dios ha dado a cada uno (cf 1

Tes 5, 19-21).

El pastor recomendará la lectura de buenos libros de

doctrina y espiritualidad que contribuyan al crecimiento

espiritual de sus ovejas.

DIEGO JARAMILLO, CJM

2 ¿Cómo pastorear?

Enséñame a conocerte

Enséñame a conocerte,

oh mi buen Jesús.

Enséñame a vivirte, oh

mi buen Jesús.

Enséñame a predicarte,

que tu voz sea mi voz y

tu aliento mi existencia,

oh mi buen Jesús.

JESÚSES NUESTRO GUÍA

DIEGO JARAMILLO, CJM

Jesús es el buen Pastor que guía a su rebaño. Él sabe de dónde venimos y para dónde vamos. Él conoce el camino y, como buen conductor, orienta a su grey, que es la Iglesia, hacia la meta definitiva, la patria celestial.

Él llega hasta el redil, empuja y abre la puerta porque no es un salteador que escala los muros o fuerza las ventanas. Él es el Pastor-portero, que no necesita de llaves ni de candados. Él mismo es la Puerta del redil. Él entra y sale cuando quiera. No es un extraño. Por eso las ovejas no huyen de Él (cf in 10, 2-3).

Jesús se compara con los pastores palestinos. A éstos les correspondía conducir sus rebaños a través de las tierras áridas y desérticas de Judea hasta que encontrasen valles de hierba verde. En el yermo, el sol de medio día es abrasador; los pastores debían conocer los caminos que les permitiesen llegar a las aguas claras para abrevar la sed de sus ganados. Ellos no podían darse el lujo de extraviarse en los calientes arenales.

Como esos pastores de Oriente, Jesús conoce los caminos de la vida. Él mismo es el Camino que conduce hasta el Padre. Él no se contenta con indicar la ruta, sino que encabeza la marcha. Él va delante de su rebaño, sin dejarse rebasar por las ovejas; éstas sólo tienen que seguir tras sus pisadas, sin aventurarse en senderos peligrosos. Como dice el profeta Isaías: "Ese es el camino, vayan por él" (Is 30, 21).

Él es el Pastor que llama a las ovejas, y éstas lo escuchan y lo siguen. Es "el que los guía, el que irá a la cabeza, abrirá el camino y pasarán por la puerta de salida; su Rey irá primero y

el Señor a su cabeza". Es el mensaje del profeta Miqueas (2, 13).

Jesús es nuestro guía 35

DIEGO JARAMILLO, CJM DIEGO JARAMILLO, CJM

Las ovejas de Cristo se sienten atadas a su Guía como por correas de amor (cf Os 7). Él las orienta. Él les marca siempre el norte que es Dios. Su cayado encamina a las descarriadas, atrae a las desviadas y aguijonea a la tropa cuando aminora la marcha. Eso lo hace, como dice el salmo 23, "llevando a su rebaño por cañadas seguras, haciendo honor a su nombre".

EL COMPROMISO DE JESÚS

Para cumplir su oficio, Jesús recorrió el "valle tenebroso" y el "camino estrecho" que lo llevó hasta la cruz y hasta la muerte, pues "convenía que Aquel, por quien es todo y para quien es todo, llevara muchos hijos a la gloria, perfeccionando mediante el sufrimiento al que iba a guiarlos a la salvación" (Heb 2, 10).

Ese lenguaje bíblico nos presenta a Jesús como el pastor, el líder, el jefe, la cabeza del rebaño. Las palabras pueden variar, pero el sentido no cambia. Todas esas expresiones quieren decir que Jesús es quien manda, que Él tiene la autoridad, que es el Rey y el Señor, que no se contenta con meras sugerencias o consejos, que no es un asesor, sino el timonel, el superior, el principal.

Él habla y las ovejas le oyen, Él camina y el rebaño le sigue, É dispone y la manada acata sus indicaciones. Pero su señorío no es dominio, sino servicio. La orientación que da no es fruto de un capricho, sino expresión de su compromiso con el Padre, que lo envió, y con los hombres, a quienes quiso salvar.

Él no es un ciego que guía a otro ciego (cf Luc 6, 39). Él es Dios, que nos guía para siempre (cf Sal 48, 15). Él es el que nos conduce por el camino eterno (cf Sal 139, 24).

36 ¿ Cómo pastorear? Jesús es nuestro guía 37

"Dime Tú, amor de mi vida, dónde estás descansando, dónde llevas el ganado a medio día, para que yo no ande perdida por los rebaños de tus compañeros... Si no lo sabes tú, sigue el rastro de las ovejas y lleva a pastar los cabritos junto a las chozas de los pastores", son comentarios a las palabras del Cantar de los Cantares (1, 7-8).

A ese Pastor que siempre nos guía le podemos decir, con el

poeta mexicano Amado Nervo:

Pastor, te bendigo por lo que me

das. Si nada me das, también te

bendigo. Te sigo, riendo, si entre

rosas vas. Si vas entre cardos y

zarzas, te sigo. iContigo en lo

menos, contigo en lo más y

siempre contigo!

CONCLUSIÓN

Jesús nos guía por sendas seguras, como un pastor que conduce su rebaño.

Él es el único Pastor. Los que no actúan en su nombre son ladrones y salteadores.

Jesús es la Puerta y es el Camino: por Él y sólo por Él, llegaremos hasta el Padre.

El liderazgo de Jesús no es dominación, sino servicio; no es capricho, sino compromiso.

Oír y seguir a Jesús Pastor es la vocación de los cristianos.

DIEGO JARAMILLO, CJM

DIEGO JARAMILLO, CJM

38 ¿ Cómo pastorear?

Jesús es nuestro guía 39

CÓMO PASTOREAR HOY

Orientar a todos y a cada uno hacia la perfección

espiritual (cf Heb 13, 17-19; Filp 1, 3-11).

Impulsar y timonear a la comunidad cristiana (cf Éx 18,

13-26).

Formar en el discipulado (cf 1 Tim 1, 18-20; Tit 3, 8-11).

Enviar a la misión (cf Hech capítulos 8, 9,10 y 11; Mt 28, 19-20).

El pastor procurará que sus ovejas frecuenten el

sacramento de la penitencia en actitud de

arrepentimiento y conversión.

CANTOS

Tomado de la mano

Tomado de la

mano con Él yo

voy (3) por donde

Él va.

Si Jesús me

dice: "Amigo,

deja todo y ven

conmigo", yo

mi mano

p

o

n

g

o

e

n

l

a

s

u

y

a

y

v

o

y

c

o

n

É

l

.

Muéstrame, Señor

Muéstrame, Señor, tus caminos.

Haz que tus sendas pueda encontrar; porque yo ya

estoy cansado de los míos y no quiero ya luchar.

Si quieres venir conmigo____________________________.)

Si quieres venir conmigo a una tierra más feliz,

vende todo lo que tienes, pon tus ojos sólo en Mí. Si quieres venir conmigo, si quieres seguirme a Mí.

Caminaremos los dos a un mundo de paz,construiremos los dos el amor.

Si te pesa lo que tienes, si te cuesta decidir, te libero de la carga, te regalo el primer sí. Si te pesa lo que tienes, si te cuesta decidir.

Abandona la tristezay comienza a sonreír,que, aunque con tu cruz a cuestas,Yo te quiero hacer feliz.Si por Mí pierdes la vida,Yo te enseñaré a vivir.

JESÚS CONGREGASU REBAÑO

DIEGO JARAMILLO, CJM

a palabra "grey" significa rebaño y se aplica a la Iglesia,

pastoreada por Jesús. Los feligreses son los fieles que

configuran la grey eclesial.

De la palabra "grey" se derivan también las voces:

"congregar", que significa reunir en un grupo o congregación:

"agregar", que quiere decir añadir a un rebaño; y los verbos

opuestos: "disgregar" y "segregar", que expresan separación.

Igualmente, la voz "gregario", que se aplica, a veces en

sentido peyorativo, a los integrantes de los grupos, y el

adjetivo "egregio", que se refiere a quien emerge del común y

sobresale entre sus semejantes.

Entre sus faenas más importantes, un pastor debe reunir a

las ovejas y congregarlas en la grey. Esa función se le

atribuye a Jesús y la realizan también quienes, en nombre

del supremo Pastor, guían a los feligreses.

En el Antiguo Testamento se oyen quejas contra los pastores

que permiten a las ovejas dispersarse. Así lo escuchamos de

Jeremías: "Ay de los pastores que dejan perderse y

desparramarse las ovejas de mis pastos" (Jer 23, 1).

Felizmente, Dios interviene a favor de su pueblo: "Yo

recogeré el resto de mis ovejas, de todas las tierras adonde

las empujé, las haré tornar a sus pastos, criarán y se

multiplicarán. Y pondré al frente de ellas pastores que las

apacienten, y nunca más estarán medrosas y asustadas, ni

faltará ninguna" (Jer 23, 3-4).

Parecido es el vaticinio del profeta Miqueas: "Yo te reuniré,

Jacob, todo entero reuniré el resto de Israel; los reuniré como

rebaño en

Jesús congrega su rebaño 43

DIEGO JARAMILLO, CJM

el aprisco, como rebaño en la pradera, y no tendrán miedo de

nadie" (Miq 2, 13).

Cuando Dios interviene, el pueblo, agradecido, reconoce a su

único Pastor (cf Sal 79, 13; 95, 7; 100, 3; Is 40, 11).

JESÚS, BUEN PASTOR

Lo que en el Antiguo Testamento se vaticinaba se realizó

plenamente en tiempos de Jesús. De Él se nos dice que sentía

compasión por las gentes que andaban como ovejas sin

pastor, dispersas y abatidas (cf Mc 6, 34; Mt 9, 36). Para

atender a esas ovejas perdidas

o enfermas, Jesús se compara con un pastor que busca a las

extraviadas y se empeña en reunirlas. Sabe que hay ovejas

que no están en su redil. A esas las quiere guiar de modo que

no haya sino un solo rebaño y un solo Pastor (cf in 10, 16).

Para lograr su empeño, Jesús se enfrenta a la muerte. Él

anuncia que cuando lo aprisionen, sucederá como cuando

hieren al pastor: entonces se dispersan las ovejas. Así lo

afirma el señor Jesús en san Marcos y san Mateo (cf Mc 14,

27; Mt 26, 31). Esos textos son cita del profeta Zacarías (13,

7).

El evangelista Juan presenta como objetivo de la muerte de

Jesucristo el congregar en la unidad a todos los hijos de

Dios, que andaban dispersos (cf Jn 11, 52). Esa es la

explicación del discípulo ante la profecía de Caifás: "Es

necesario que muera un hombre para conseguir la

salvación del pueblo".

Al morir, Jesús cumple su oficio de unificar, de congregar a su

rebaño.

DIEGO JARAMILLO, CJM

UN REBAÑO UNIDO

A imitación de Jesús, los pastores de la Iglesia deben ser

factores de unidad, procurando el diálogo, la comprensión y

el entendimiento entre los feligreses.

Lograr la unidad del rebaño debe ser uno de sus propósitos

básicos. La unión es un signo privilegiado de los discípulos

de Jesús. Cuando a la palabra "Iglesia", que significa "la

congregada, la reunida", le añadimos el adjetivo de

"católica", estamos diciendo que ella es universal, abierta

a todos, sin importar razas, idiomas

o culturas.

Para lograr esa unidad espiritual, no sólo a nivel de todo el

orbe, sino en cada diócesis, en cada parroquia, en cada

comunidad cristiana, en cada grupo de oración y en cada

familia, hay que controlar los elementos disociadores, las

divisiones y el egoísmo, que debilitan la grey y son

antitestimonio ante los no creyentes.

Por eso se pide a los pastores que no tomen posiciones que

favorecen a unos partidos en detrimento de los otros, salvo

cuando se vulneran aspectos de la fe o del amor. Entonces

sí, su deber pastoral los obliga a empuñar el cayado y

evitar que se perjudique al rebaño.

El pastor debe ser el hombre de la unión y de la paz, el que

escucha a todos, atiende a todos, ayuda a todos. Su principal

carisma debe caracterizarlo como un artesano de la unidad.

44 Cómo pastorear? Jesús congrega su rebaño 45

DIEGO JARAMILLO, CJM

CONCLUSIÓN

DIEGO JARAMILLO, CJM

CANTOS

A edificar la Iglesia

A edificar la Iglesia (2),

A edificar la Iglesia del Señor.

Hermano, ven, ayúdame

(2) a edificar la Iglesia del

Señor.

Yo soy la

Iglesia, tú eres

la Iglesia,

somos la Iglesia del Señor.

Los pobres son la Iglesia,

los ricos son la Iglesia,

somos la Iglesia del

Señor.

Los blancos... los

Jesús da la vida para congregar a los hombres en la

unidad. La Iglesia es el rebaño de Jesús, congregado por

Él.

Jesús sentía compasión por su pueblo, que comparaba a

un rebaño sin pastor.

Un trabajo importantísimo de los pastores de la Iglesia es

procurar la unidad, la comprensión y el entendimiento

entre todas las ovejas de Cristo.

Todo pastor en la Iglesia debe ser factor de unión y de paz.

CÓMO PASTOREAR HOY

• Fomentar la vida comunitaria (cf Hech 2, 42-47; 4, 32-37).

• Procurar el amor y la unidad (cf in 13, 34-35; 17, 20-21; Ef 4, 1-6).

• Crear un clima de perdón (cf Mt 18, 21-35; in 21, 15-17).

• Procurar a todos el bautismo en el Espíritu Santo (cf Luc 11, 13;

Hech 1, 5-8).

Renovar el ejercicio de los carismas (cf 1 Cor 12, 31; 1

Tim 4, 1-4; 2 Tim 1, 6).

El pastor fomentará la vida comunitaria, a base de

comprensión, perdón y amor, y descubrirá los carismas y

ministerios de cada uno.

46 ¿Cómo

pastorear?Jesús congrega su rebaño 47

DIEGO JARAMILLO, CJM

JESÚS ALIMENTA

SU REBAÑO

48 ¿Cómo

pastorear?

juntos para soñar

Juntos para soñar

nuevas eternidades,

juntos para marcar

ritmos de eterno

amor.

Juntos miramos la vida,

juntos al amanecer,

juntos formamos la espiga

del día nuevo que va a nacer.

Juntos alzamos la copa

llena hasta el borde de

luz, juntos bebemos

estrellas en brindis

nuevo de juventud.

Juntos marchamos en vida

como escuadrón del amor,

juntos templamos en forja

la paz de un mundo nuevo y mejor.

Juntos tendemos los ojos

sobre el espejo de Dios,

juntos sentimos la tierra

mientras cantamos: Dios es amor.

DIEGO JARAMILLO, CJM

I salmo 23 nos cuenta que Dios, como buen Pastor del

pueblo elegido, conduce a su rebaño hacia las aguas

frescas y las hierbas abundantes. Esas ideas del Antiguo

Testamento se aplican en la Nueva Alianza a Jesús, en

quien reconocemos al Pastor que el Padre celestial nos dio.

Es Jesús quien nos lleva a pastar en los más verdes y frescos

pastos. Esas son figuras poéticas para expresar que Dios

Padre y Jesús cuidan de nosotros. Fray Luis de León, un monje

agustino del siglo XVI, expresó esa idea del siguiente modo:

"Su regir es dar gobierno y sustento y guiar siempre a los

suyos a las fuentes del agua, que es, en la Escritura, la gracia

del Espíritu, que refresca y cría y engruesa

sustenta".

E. pasto que da nuestro Maestro es la gracia del Espíritu

Santo, y también la Palabra revelada, la ley del amor y los

sacramentos de la Iglesia.

De manera concreta, nos cuenta san Marcos que al ver Jesús

a la multitud hambrienta del pan material y del espiritual,

enseñó muchas cosas y, luego, hizo recostar a la gente por

grupos sobre la hierba verde (cf Mc 6, 34 sgs).

PASTOR Y PASTO

Para nutrir a sus ovejas hambreadas, Jesús mismo se hizo

alimento. uiso ser un pastor comido por sus ovejas. Para

lograrlo nos dio su Cuerpo y su Sangre en forma de pan y

vino.

Jesús alimenta su rebaño 51

DIEGO JARAMILLO, CJM

"El Buen Pastor, decía san Gregorio de Nisa, se hace hierba de pasto, agua fresca, alimento, tienda, guía, todo": Él no ofrece hierbas malas ni pasto resecado por el ardiente sol de Canaán, ni hace beber en cisternas fangosas, sino en el manantial claro del agua de su Espíritu (cf Jn 4, 10-14; 7, 37-39).

Esa idea recuerda lo anunciado por el profeta Isaías: "No tendrán hambre ni sed, ni les dará el bochorno ni el sol, pues el que tiene piedad de ellos los conducirá, y a manantiales de agua los guiará" (Is 49, 10). Ese es un texto que el Apocalipsis aplica a Jesús, al afirmar: "Ya no tendrán hambre ni sed; ya no les molestará el sol ni bochorno alguno, porque el Cordero que está en medio del trono los apacentará y los guiará a los manantiales de la vida" (Ap 7, 16-17).

DIEGO JARAMILLO, CJM

donde me subió tu amor; si prenda quieres mayor, mis obras hoy te la den.

Pasto al fin yo tuyo hecho, ¿cuál dará mayor asombro, el traerte yo en el hombro, o traerme tú en el pecho? Prendas son de amor estrecho que aun los más ciegos las ven.

Oveja perdida, vensobre mis hombros; que hoy no sólo tu pastor soy, sino tu pasto también.

52 Cómo pastorear? Jesús alimenta su rebaño 53

Eso lo había vivido el Maestro, cuando hizo recostar a la gente en un sitio donde había mucha hierba y en donde multiplicó los panes y los peces. Luego, en Cafarnaúm, comentando el anterior suceso, dijo que Él es "un pan vivo, bajado del cielo" y que su carne "es verdadera comida" y su sangre "verdadera bebida" y que quien coma y beba de esos alimentos vivirá para siempre (cf Jn 6, 53-58).

El gran poeta Luis de Góngora lo expresa en estos versos:

Oveja perdida, vensobre mis hombros; que hoy no sólo tu Pastor soy, sino tu pasto también.

Por descubrirte mejor cuando balabas perdida, dejé en un árbol la vida,

EL BUEN PASTO DE JESÚS

Los pastores, puestos por el Espíritu Santo para pastorear el rebaño de Cristo (cf Hech 20, 28) deben ser instrumentos para que el Señor Jesús continúe su misión de alimentar a sus ovejas.

Jesucristo escogió a quienes quiso y los envió para gobernar, guiar, enseñar y nutrir a su rebaño. Por supuesto que esos pastores no podrán escoger otro alimento que el establecido por el Pastor supremo. Es decir, que habrán de servir a los feligreses, por manjar, al mismo Señor Jesús.

Por eso, invitarán a su rebaño a que se renueve en la gracia del Espíritu Santo, quien necesariamente lleva a conocer a Jesús, creer en Él, testimoniar de Él y transformarse en Él.

DIEGO JARAMILLO, CJM

Movidos por ese Espíritu divino, procurarán los pastores de

la Iglesia que el pueblo cristiano beba de la Palabra

revelada, en sus dos copas, la del Antiguo y la del Nuevo

Testamento, porque en la primera Jesús está de manera

latente, y de modo patente en la segunda.

Esa Palabra, leída en sus textos originales, comentada por

los maestros y doctores, aplicada a la vida concreta por la

autoridad eclesial, hecha fuente de espiritualidad en los

libros de los escritores santos, y explicada en detalle por los

catequistas, nutre la fe del pueblo de Dios. En el manantial

de la Revelación, los cristianos pueden informarse,

formarse, reformarse y transformarse según el querer

divino.

DIEGO JARAMILLO, CJM

las dos mesas en las que podemos participar del Cuerpo y de

la Sangre del Cordero inmolado.

Los cristianos, conocedores de la Palabra, podrán dar

razón de su fe, sabrán con Quién se han comprometido, y

abrirán su corazón a la voz del Maestro interior, que

escribirá allí la ley del amor, de manera más perfecta e

indeleble que lo fue la ley de Dios en las tablas de piedra

grabadas por Moisés.

También ellos, nutridos con el pan de los ángeles, sembrarán

en su espíritu semillas de inmortalidad y se irán asemejando

a Jesús hasta tener sus sentimientos y poder exclamar que ya

no son ellos los que viven, sino Cristo Jesús el que vive en

ellos (cf Gál 2, 20).

CONCLUSIÓN

Jesús nos alimenta con la gracia del Espíritu, con su

Palabra viva, con el pan de su cuerpo y su sangre.

Jesús es Pastor y Pasto, es quien nos nutre y quien se

hace alimento para todos.

Los pastores, a imitación de Jesús, deben nutrir al pueblo

cristiano con la Palabra revelada.

La vida sacramental es un objetivo que los pastores

deben buscar para sus feligreses.

Todo alimento espiritual debe orientarse hacia la

participación eucarística.

Jesús alimenta su rebaño 55

Esa Palabra viva conduce a los sacramentos, que son fuente

de gracia y encuentro privilegiado con el Señor Jesús; al

bautismo, puerta de ingreso en la Iglesia; a la confirmación,

don del Espíritu Santo; a la reconciliación, sacramento de la

alegría y del reencuentro; a la unción, oración de fortaleza y

de salud. También a los sacramentos del servicio social, que

son el orden sagrado y el matrimonio. Pero de manera

especial, la Palabra de Dios lleva al creyente hacia la

eucaristía, "sagrado banquete en el cual comemos a Cristo,

hacemos memoria de su pasión, el alma se llena de gracia y

recibe una prenda de la gloria futura".

DEBER DE LOS PASTORES

Todo pastor debe velar porque los fieles conozcan la

Palabra revelada y se nutran sacramentalmente de la

eucaristía. Esas son

54 ¿Cómo pastorear?

56 Cómo pastorear? Jesús alimenta su rebaño 57

DIEGO JARAMILLO, CJM

CÓMO PASTOREAR HOY

Partir el pan de la Palabra (cf 1 Tes 2, 13; 1 Ped 2, 2-3;

Heb 5, 11 - 6, 2).

Fomentar la vivencia eucarística y sacramental (cf in 6,

41- 58; in 3, 5).

Formar en la oración (cf Luc 11, 1-13; Ef 6, 18-20; Col 4, 2-6).

DIEGO JARAMILLO, CJM

CANTOS

Él me invitó a su banquete

Él me invitó a su banquete,

su signo sobre mí es amor

(3). Su signo sobre mí es

amor.

Crear un clima de amor y servicio (cf Hech 2, 44-46; 4, 32; Él me conduce hasta las aguas

claras...1 Tes 3, 12-13). Él me alimenta con la hierba verde...

Él me regala con su eucaristía...

Coordinar y organizar la comunidad (cf Hech 6, 1-7). Él enseña palabras de vida... Él me transporta a lugares celestiales...

Dar ejemplo (cf 1 Cor 11, 1; Ef 5, 1; Filp 3, 12-17; Ahora no hay condenación... 1 Tim 4, 12-13).

El pastor invitará a sus ovejas para que se alimenten asiduamente con el pan eucarístico. Yo soy el pan de vida

Yo soy el pan de vida.

El que viene a Mí no tendrá

hambre, el que cree en Mí no

tendrá sed. Nadie viene a Mí,

mientras mi Padre no lo acepte.

Yo lo resucitaré

(3) en el día

final.

58 ¿Cómo

pastorear?

JESÚS BUSCAA SUS OVEJAS

DIEGO JARAMILLO, CJM

El pan que yo daré

es mi cuerpo, vida del

mundo. El que coma de mi

carne tendrá vida eterna

(2).

Mientras no comas

el cuerpo del Hijo del

Hombre y bebas de su

sangre (2), no tendrá vida Él

en ti.

Yo soy la

resurrección, Yo soy

la vida.

El que cree en

Mí, aunque

muera (2), tendrá

vida eterna.

Sí, Señor, yo creo

que Tú eres el

Cristo, el Hijo de

Dios, que vino al

mundo para

salvarnos.

DIEGO JARAMILLO, CJM

Una de las escenas evangélicas que más ha impresionado a

pintores, músicos y poetas es la que presenta a Jesús como

pastor que busca a la oveja extraviada y la rescata de las zarzas y

del abismo, para luego, radiante de gozo, devolverla al redil.

La historia de la oveja perdida se cuenta en estos versos:

Yo soy la oveja perdida, la

que Tú buscas, Pastor; me

alejé de la majada,

creyendo que era mejor

andar sola y extraviada,

expuesta al lobo feroz o

enredarme entre zarzales

lacerada con dolor.

Con sed y con frío peno,

con hambre estremecedor;

de un ovil no tengo abrigo

ni un cayado protector.

¡Cómo lamento la huida que

en mala hora emprendí!

Hoy me siento lastimada,

triste, sola e infeliz.

Yo quisiera, Jesucristo, me

salieras a buscar. Me

llevaras en tus hombros, me

volvieras al corral,

Jesús busca a sus ovejas 61

DIEGO JARAMILLO, CJM DIEGO JARAMILLO, CJM

y luego me condujeras

al agua del manantial

donde bebe tu rebaño,

lo mismo que al

pastizal de verdes

hierbas y gramas

cultivadas con amor.

Me llamaras por mi

nombre, (iCómo anhelo

oír tu voz!) y me dijeras

muy quedo, hablándome

al corazón, que me sanas

y perdonas porque Tú

eres mi Pastor.

Podríamos citar muchos más poemas que aluden a una

bella parábola de Jesús, transmitida hasta nosotros por san

Mateo y san Lucas. Cuentan esos evangelistas que un

pastor tenía cien ovejas y que una de ellas se extravió. Al

darse cuenta de esa pérdida, el pastor dejó las 99

restantes en los montes, como dice san Mateo, o en el

desierto, como explica san Lucas, y se va a buscar a la

ovejita ausente (cf Mt 18,12-14; Luc 15,4-5).

Por esa oveja, única para el cariño del Pastor, comenta

san Hilario de Poitiers, "hay que entender al hombre, y en

ese hombre único hay que ver la totalidad de los

hombres. Cristo es el que busca, y en Cristo volverá el

hombre perdido a encontrar la alegría del cielo".

El padre La Puente, en sus meditaciones espirituales,

comenta así el drama de la oveja perdida: "No conoce a su

pastor ni los

62 Cómo pastorear? Jesús busca a sus ovejas 63

bienes que tiene Él, ni hace estima de lo que es estar debajo

de su protección y en compañía de los justos. Además,

hácesele pesado oír su voz y guardar sus mandamientos,

teniéndolos por duros; siente mucho seguir los pasos del

Pastor, que son escabrosos, de cruz y mortificación.

"Tiene hastío del pasto de doctrina y sacramentos, y

gusta de los pastos del mundo y de la carne y,

finalmente, quiere para sí la lana, la leche y las crías,

ordenando la hacienda, dignidades, oficios y todas sus

obras para su honra y provecho, amándose a sí misma

con amor propio y desordenado, rehusando dar algo de

esto a Dios. Por estas causas, o algunas de ellas, se sale

del rebaño y se pone en peligro de condenación eterna,

dando en la boca de los lobos infernales, que andan

rabiando por despedazarla y tragarla".

LA ALEGRÍA DE DIOS

La acción abnegada y generosa de Jesús expresa a mil

maravillas el cuidado de Dios por su pueblo escogido. El

Antiguo Testamento nos presenta a nuestro Padre celestial

preocupado por su rebaño, figura poética que representa

al pueblo de Israel y que en las páginas de la Nueva

Alianza se aplica a los discípulos de Jesús, buen Pastor.

En la Biblia abundan los adjetivos que describen a las

ovejas de Israel desoladas, angustiadas, desorientadas,

vejadas, abatidas, enfermas, heridas, dispersas,

desparramadas, errantes y perdidas.

DIEGO JARAMILLO, CJM

"Todos nosotros, como ovejas, andábamos errantes, cada

cual siguiendo su propio camino", leemos en el profeta Isaías

(53, 6).

"Yo mismo cuidaré de mi rebaño y velaré por él. Como

un pastor vela por su rebaño cuando se encuentra en

medio de sus ovejas dispersas, así velaré Yo por mis

ovejas. Las recobraré de todos los lugares donde se

habían dispersado en día de nubes y brumas... Buscaré

a la oveja perdida, tomaré a la descarriada, curaré a la

herida, confortaré a la enferma", dice Ezequiel (34, 11-

12.16).

"Yo recogeré el resto de mis ovejas de todas las tierras a

donde las empujé, las haré tornar a sus pastos, criarán y se

multiplicarán", escribe el profeta Jeremías (23, 3).

La historia de la salvación es la de un Pastor que busca a sus

ovejas, las encuentra, las reúne, las guarda y las alimenta.

Esa es la historia de nuestra eterna relación con Dios.

Cuando el pastor encuentra a la oveja extraviada, se llena

de alegría y se congratula con sus amigos. Así es la

alegría de Dios en el cielo por cada pecador perdonado.

Dios es alegre y su gozo estalla cuando el cordero perdido

retorna al redil. Parece una felicidad absurda, sólo

comprensible si se piensa en la fuente de donde brota: la

inmensa misericordia que Dios siente por nuestra miseria.

No parece lógico que esa emoción supere el gusto por los

99 que no se extraviaron. Quizá porque todos lo han

hecho alguna vez, porque ninguno es verdaderamente

justo, y por ello la misión que el Padre confía a su Hijo es

salvar ovejas y manifestarles la misericordia divina. Él

vino a buscar y salvar lo que se había perdido (cf Luc 19,

10).

64 ¿Cómo

pastorear?Jesús busca a sus ovejas 65

DIEGO JARAMILLO, CJM

LOS PASTORES DE LA IGLESIA

Jesús estableció en la Iglesia pastores que cuidasen de su

pueblo. Él es el único Pastor. Las ovejas son siempre

suyas, pero Él quiso que, en su nombre, hubiese quienes

pastoreasen a sus discípulos. Así lo dijo después de

resucitar (cf in 21, 15-17), así lo manifiesta Pablo (cf

Hech 20, 28), así lo leemos en la carta a los efesios (cf Ef

4, 11) y también en la primera carta de Pedro (cf 1 Ped 5,

2-4).

Un pastor que ejerce su ministerio en nombre de Jesús debe

realizar las funciones que el Señor desempeñó, y una de

ellas, muy importante, es la de buscar a las ovejas

extraviadas y alegrarse al hallarlas.

Esta tarea no está reservada sólo al romano pontífice o

a los obispos o presbíteros, sino a toda la Iglesia,

guardadas las debidas responsabilidades. En ese oficio

pastoral participan también los laicos, los que animan

grupos y comunidades, los que orientan los

movimientos apostólicos, los padres de familia en su

hogar y cada cristiano que debe velar por todos sus

hermanos en la fe.

Qué bueno es lograr que un pecador retorne al redil. Para

eso hay que tenderle puentes de plata para que salve la

brecha que lo separa de Dios, y acogerlo en la comunidad

cristiana con la fiesta y la música con que el hijo pródigo

fue recibido cuando retornó al hogar.

DIEGO JARAMILLO, CJM DIEGO JARAMILLO, CJM

CONCLUSIÓN

Un bello conocimiento de Jesús es ver en Él al buen Pastor.

La misericordia y el amor de Dios se expresan

excelentemente en la parábola del pastor que busca una

oveja extraviada.

El retorno al redil de la oveja perdida causa alegría a

Dios: esa es la historia de lo que sucede con el pecador

que se arrepiente.

A ejemplo de Jesús, los pastores de la Iglesia deben

preocuparse en buscar a quienes han desertado de la

comunidad cristiana.

CÓMO PASTOREAR HOY

Orar por todos y cada uno de los fieles (cf 2 Cor 13, 5-10;

Col 1, 9-14).

Pedir por la sanación integral de cada uno (cf Mc 16, 17-

18; Luc 10, 9; Hech 10, 38).

Dedicar tiempo y energías al diálogo con los que se

fueron (cf 2 Cor 2, 1-11).

Acoger con amor y alegría a los que retornan (cf Luc 15,

11- 32; Film 10-21).

Buscar la renovación permanente de todos (cf Tit 3, 1-7).

El pastor procurará que sus ovejas sean bautizadas en el

Espíritu Santo, lo que les dará fuerza y entusiasmo para

vivir como cristianos.

66 ¿Cómo pastorear?

CANTOS

Eran cien ovejas

Eran cien ovejasque había en el rebaño.

Eran cien ovejasque amante cuidó.Pero en una tarde

al contarlas todas,le faltaba una (2)

y triste lloró.

Las noventa y nueve dejó en el aprisco, y por la montaña a buscarla fue; la encontró gimiendo, temblando de frío, ungió sus heridas (2) y al redil volvió.

Esta misma historia

vuelve a repetirse. Todavía hay ovejas

que errabundas van. Vagan por el mundo, sin Dios, sin consuelo (3) y sin su perdón.

Jesús busca a sus ovejas 67

DIEGO JARAMILLO, CJM

JESÚS DEFIENDEA SUS OVEJAS

68 ¿Cómo pastorear?

En Jesús puse toda mi esperanza

En Jesús puse toda mi

esperanza. Él se inclinó hacia

mí y escuchó mi clamor (2).

Me sacó de la fosa fatal,

del fango cenagoso, puso

mis pies sobre la roca,

mis pasos consolidó.

Puso en mi boca un canto

nuevo, una alabanza a nuestro

Dios. Muchos verán y creerán y

en Jesús confiarán.

En ti se gozan y se alegran

todos los que te buscan.

Te gritan sin cesar:

iQué grande es nuestro Dios!

DIEGO JARAMILLO, CJM

Un pastor debe velar por su rebaño. Es decir, vigilar para

que no sobrevenga ningún mal a sus ovejas y, si se presenta

algún peligro, estar presto a defenderlas.

En la Biblia se habla de pastores que debían enfrentar a

diversas fieras que rondaban queriendo devorar ovejas y

corderos. Para eso se armaban de la vara o garrote de que

habla el salmo 23 (22). Con esa arma arremetían contra los

depredadores.

En el primer libro de Samuel se transcriben unas valientes

palabras de David, dirigidas al rey Saúl: "Cuando tu siervo

apacentaba las ovejas de su padre, y venía un león o un oso

y se llevaba una oveja del rebaño, yo lo perseguía, lo

golpeaba y se la arrancaba de la boca. Si venía contra mí, lo

agarraba por el cuello, lo golpeaba y lo mataba. Tu siervo

ha matado al león y al oso" (1 Sam 17, 34-37).

Esa realidad la asume Jesús, el buen Pastor, hijo de David.

Él afirma que no trabaja como los mercenarios y por eso no

huye, sino que está dispuesto a enfrentar al lobo para

defender al rebaño. En el evangelio de san Juan leemos: "El

asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las

ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el

lobo hace presa de ellas y las dispersa, porque es

asalariado y no le importan las ovejas" (Jn, 12-13).

En otros pasajes del evangelio se narra la solicitud de Jesús

por su rebaño, pues es tal el amor que siente por nosotros,

que nada nos puede separar de Él (cf Rom 8, 35.39). Sus

ovejas no perecerán, pues nadie las puede arrebatar de su

mano (cf Jn 10, 28). Él las asirá fuertemente con sus manos

llagadas y no se perderán. Él da la seguridad, a su "pequeño

rebaño", de que el Padre lo salvará y

Jesús defiende a sus ovejas 71

DIEGO JARAMILLO, CJM

le dará el reino (cf In 10, 29; Luc 12, 32). De nuestra parte

sólo se requiere tomar su mano y no soltarla.

Jesús sabía las dificultades que habrían de sobrevenir a sus

discípulos. Sin embargo, los envió como ovejas en medio

de lobos (cf Mt 10, 16) aunque éstos, para facilitar su

ataque, se disfrazaran de ovejas (cf Mt 7, 15).

De hecho esos ataques de la jauría de los lobos vinieron y

siguen viniendo sobre el rebaño, en arremetidas crueles y sin

cuartel (cf Hech 20, 29), pero Cristo logra la victoria final. Con

razón el poeta Gaspar de los Reyes escribió:

Riesgo mortal ha tenido por

ser Cordero inocente,

Cordero, mas tan valiente

que huye el lobo a su balido.

Jesús fue el pastor insomne (cf Nahúm 3, 18); el que vela, sea

mediodía o medianoche (cf Gén 31, 40), a pesar de que el

ataque de las fieras es duro, pues "como ruge el león y el

cachorro sobre su presa, y cuando se convoca contra él a

todos los pastores, de sus voces no se intimida ni de su

tumulto se apoca" (cf Is, 31, 4).

Con razón Miguel de Cervantes invocó así a Jesús:

A Ti me vuelvo, gran Señor, que

alzaste, a costa de tu sangre y de tu

vida, la mísera de Adán primer caída, y

a donde él nos perdió, Tú nos cobraste.

DIEGO JARAMILLO, CJM

A ti, Pastor bendito, que buscaste de

las cien ovejuelas la perdida, y,

hallándola del lobo perseguida,

sobre tus hombros santos la llevaste.

A Ti me vuelvo en mi aflicción amarga,

y a Ti toca, Señor, el darme ayuda, que

soy cordera de tu aprisco ausente.

Y temo que a carrera corta o larga,

cuando a mi daño tu favor no acuda, me

ha de alcanzar esta infernal serpiente.

VIGILANTES Y DEFENSORES

Desde los primeros tiempos cristianos, a los pastores de la

Iglesia se les designó con el nombre de obispos, que en su

forma original griega significa: vigilantes, custodios.

A los obispos y a sus colaboradores corresponde vigilar

para que su rebaño no se vea atacado. De ellos se puede

decir lo que afirma el profeta Ezequiel acerca de los

centinelas: "Si el centinela ve venir la espada y no toca el

cuerno, de suerte que el pueblo no es advertido y la

espada sobreviene y mata a alguno de ellos, perecerá éste

por su culpa, pero de su sangre yo pediré cuentas al

centinela. A ti, hijo de hombre, te he hecho Yo centinela de

la casa de Israel. Cuando oigas una palabra de mi boca, les

advertirás de mi parte" (Ez 33, 6-7).

72 ¿ Cómo pastorear? I Jesús defiende a sus ovejas 73

DIEGO JARAMILLO, CJM

CONCLUSIÓN

Oficio de un pastor bueno es defender a su rebaño de

cualquier peligro.

Jesús defendió de tal modo a los suyos, que nadie los

pudo arrebatar de sus manos.

Como Jesús, los pastores de la Iglesia deben ser

centinelas insomnes que velen por su rebaño y lo

defiendan.

Toda falla contra la fe o contra el amor debe ser

denunciada por los pastores celosos de su oficio.

Un pastor celoso impide que los criterios mundanos

envenenen su rebaño.DIEGO JARAMILLO, CJM

Como esos centinelas insomnes, siempre alertas deben ser

los pastores de la Iglesia y, guardadas las proporciones, los

líderes de las comunidades y los responsables de los

grupos. Deben ser como perros guardianes que ladran

cuando se aproxima un desconocido, como las alarmas

electrónicas que se activan al ser tocadas por los ladrones.

A ejemplo de Cristo, deben defender a las ovejas del

ataque del lobo. Es lo que san Pablo advierte

pormenorizadamente a sus discípulos Tito y Ti moteo.

Ello implica protestar contra cualquier error doctrinal que se

pueda ofrecer al rebaño. En los grupos, so pretexto de

ecumenismo, se deslizan errores contra la tradición católica

en temas como la presencia eucarística, la intercesión de

CÓMO PASTOREAR HOY

Observar y vigilar (cf Hech 20, 28-31; 1 Tes 5, 12-22).

Denunciar los peligros (cf 2 Tes 3, 6-15; 1 Tim 1, 3-7; Tit 1, 9-14).

Cuidar a los débiles (cf Hech 2, 45; 4, 34-35; Luc 4, 18 sgs).

Proteger del lobo (cf Hech 4, 8; 5, 1-11).

¿Cómo pastorear? Jesús defiende a sus ovejas 75

María y de los santos, el culto a las imágenes, el papel del

papa y los obispos, el sacramento de la reconciliación, etc.

Además, suelen darse divisiones, que son faltas contra el

amor, promovidas por el orgullo, la envidia, la soberbia. El

dividir el rebaño de Jesús es una falla grave, porque Jesús

mismo oró por la unidad. Cuando falsos pastores huyen

del rebaño, llevándose muchas ovejas, el dolor es grande

y la ofensa todavía mayor.

La falla contra las costumbres abre las puertas del redil para

que se infiltre el ambiente nefasto del pecado en los ámbitos

familiares y sociales, o para posibilitar que el mundo infiltre

sus falsos criterios en la comunidad cristiana. Al buen pastor

le corresponde vigilar, advertir y defender.

El pastor procurará que sus ovejas den testimonio de su fe y corregirá con amor las faltas y la relajación de costumbres.

DIEGO JARAMILLO, CJM

DIEGO JARAMILLO, CJM

CANTOS Cristo está conmigo

j

76 ¿Cómo pastorear?

Yo quiero ser un pastor

Yo quiero ser un pastor

según el Corazón de

Dios.

Servidor incansable

de la gracia de Dios,

fuente viva e

inagotable

que nos brinda el Salvador.

Árbol de vida plantado

en la Iglesia del Señor;

árbol por Cristo

sembrado, cuyo fruto

es el amor.

Lámpara que arde

incesante de amor a la

Trinidad, lámpara de luz

radiante que inflama en

caridad.

Testigo fiel del evangelio,

mensajero de la paz,

grande apóstol para el

pueblo al que anuncia la

verdad.

Jesús defiende a sus ovejas 77

Cristo está conmigo, junto a mí va el Señor, me acompaña siempre en mi vida hasta el fin.

Ya no temo, Señor, la tristeza; ya no temo, Señor, la soledad, porque eres, Señor, mi alegría; tengo siempre tu amistad.

Ya no temo, Señor, a la noche; ya no temo, Señor, la oscuridad, porque brilla tu luz en las sombras, ya no hay noche. Tú eres luz.

Ya no temo, Señor, los fracasos; ya no temo, Señor, la ingratitud, porque el triunfo, Señor, en la vida, Tú lo tienes, Tú lo das.

Ya no temo, Señor, los abismos; ya no temo, Señor, la inmensidad, porque eres, Señor, el camino y la vida y la verdad.

Ya no temo, Señor, a la muerte; ya no temo, Señor, la eternidad, porque Tú estás

allá esperando que yo llegue hasta Ti.

JESÚS MUEREPOR LAS OVEJAS

DIEGO JARAMILLO, CJM

jesús dijo que el buen Pastor da la vida por sus ovejas (cf

Jn 10, 11.18.28). Esas palabras no expresaban una ilusionada

exageración, sino que preanunciaban lo que habría Jesús de

realizar. Él fue el Pastor valiente que ofreció su sangre para

salvarnos, porque nos amó. Él antepuso su rebaño a su

propia persona y murió para rescatar a su pueblo y para

reunir en la unidad a todos los hijos de Dios que andaban

dispersos (cf Jn 11, 52).

Él se entregó libremente. Nadie le podía arrebatar la vida.

Sólo Él tenía poder para darla y para recobrarla. Aunque era

el Pastor, se comportó como una oveja silenciosa llevada al

matadero (cf Is 53, 7; Jer 11, 19; Hech 8, 32).

No huyó ante la muerte, porque no era un mercenario,

pues éste "no puede permanecer en el peligro de las

ovejas, pues no las ama, sino que busca su ganancia;

mientras se abraza con el honor, se alegra con las

comodidades temporales y tiembla de oponerse al

peligro para no perder lo que tanto ama", dice san

Gregorio.

Cuando Jesús fue herido, se dispersaron las ovejas, pero Él

llegó hasta la muerte. Y desde la cruz comenzó a atraernos,

pues todas las miradas se fijan en Aquel a quien traspasaron.

A ese Pastor divino, crucificado por los hombres, le cantó

Lope de Vega:

Pastor que con tus silbos

amorosos me despertaste del

profundo sueño; Tú, que hiciste

cayado de ese leño en que

tiendes los brazos poderosos,

Jesús muere por las ovejas 81

DIEGO JARAMILLO, CJM

vuelve los ojos a mi fe piadosos, pues te confieso por mi amor y dueño, y la palabra de seguir, te empeño, tus dulces silbos y tus pies hermosos.

Oye, Pastor, que por amores mueres: no te espante el rigor de mis pecados, pues tan amigo de rendidos eres;

espera, pues, y escucha mis cuidados; pero, ¿cómo te digo que me esperes, si estás, para esperar, los pies clavados?

Pasados el suplicio y la victoria de la cruz, el Pastor resucitó y congregó a sus ovejas y las sigue reuniendo hasta que sólo haya un único rebaño bajo un solo Pastor (cf Zac 13, 7; Mt 14, 27; Jn 10, 16).

EL CORDERO DE DIOS

Desde entonces a Jesús lo llamamos Cordero de Dios, Cordero que quita los pecados del mundo (cf Jn 1, 29.36), Cordero inmolado, Cordero degollado que nos apacienta y que es digno de abrir los sellos del libro (cf Ap 5, 6.12; 6, 16; 7, 1-17; 12, 11; 13, 8; 14, 1.4; 17, 14; 19, 7; 21, 9.23; 22, 3). Él es el Cordero pascual al que no le quebrantaron los huesos.

Él nos adquirió como posesión suya, pagando una factura muy costosa. Fuimos comprados a gran precio (cf 1 Cor 6, 20; 7, 23). "Fuimos rescatados de la vida estéril, heredada de los

mayores, no con bienes perecederos como el oro o la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo, el Cordero sin tacha ni defecto" (1 Ped 1, 18-19).

82 ¿Cómo pastorear?

DIEGO JARAMILLO, CJM

En esa sangre preciosa, las ovejas pueden bañar sus vellones

que, por enlodados que estén, quedarán purificados como si

fueran de nieve (cf Ap 7, 14).

EN LA ESCUELA DEL PASTOR

Resucitado, Jesús confió sus ovejas y sus corderos al

apóstol Pedro (cf Jn, 21, 15-18). Subido al cielo, el Señor

estableció pastores para apacentar el rebaño adquirido al

precio de su sangre (cf Hech 20, 28-30). Él quería

defender a sus ovejas, contra las que vendrían lobos

rapaces. Pero no quería mercenarios, sino pastores según

su corazón.

"No es pastor, sino mercenario, el que apacienta las

ovejas del Señor no por amor sincero, sino por la

ganancia temporal. Es mercenario quien está en lugar del

pastor, pero no busca el provecho de las almas", decía el

papa san Gregario, quien añadía que "algunos pierden el

nombre de pastores, si estiman más a su hacienda que a

las ovejas" y que "debemos entregar en primer lugar

cuanto tenemos a nuestras ovejas y, si es necesario,

llegar hasta la muerte".

El buen Pastor busca pastores que sean como Él, que amen

hasta el extremo, que defiendan y busquen y conozcan y

congreguen y guíen a su rebaño, no por la paga, sino por

amor (cf Ef 4, 11).

Pastores que, como san Pablo, se gasten y se desgasten por

los fieles (cf 2 Cor 12, 15). Pastores que sean valientes y no

huyan ante el peligro. "Huiste porque te has callado, callaste

porque temiste. El temor es la fuga del alma", dijo san

Agustín.

Jesús muere por las

ovejas 83

DIEGO JARAMILLO, CJM

Por lo tanto, Cristo quiere pastores que sean capaces de enfrentar a los lobos, a los hombres injustos y raptores que atacan el rebaño, a los que siembran errores en la doctrina, a los que fomentan divisiones y maltratan la unidad, a los que propician la indisciplina y la desobediencia.

Para ser buen pastor se requiere mirar a Jesús. Aprender del celo con que buscó la oveja perdida, del cariño con que guió a su rebaño, del interés que puso en nutrir con hierbas verdes y aguas frescas a su manada. Todo pastor debe contemplar al gran Pastor de las ovejas (cf Heb 13, 20-21), al Príncipe de los pastores (cf 1 Ped 5,4), al Pastor y guardián de nuestras vidas (cf 1 Ped 2, 25), y necesita decirle a Jesús como le dijo Pedro: "Señor, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo" On 21, 17).

Cuentan de un famoso declamador, de voz tan sonora y pronunciación tan impecable, que cuando recitaba algún poema, resaltaba la belleza poética como si descubriera perlas en un arenal. Un día recitó el salmo 23, y los oyentes estaban entusiastas ante la imagen del buen Pastor que ese hombre presentaba con acentos, emoción y dicción perfectos. Luego, tocó el turno de rezar el mismo salmo a un sacerdote anciano, que al leerlo tartamudeó varias veces. Sin embargo, al concluir la plegaria, alguien dijo: "El artista supo leer el salmo de modo maravilloso, pues conoce el idioma, el valor de cada palabra y su musicalidad, pero el sacerdote demostró que conoce personalmente a ese buen Pastor".

Eso es lo que se necesita para ser buen pastor: ante todo, conocer personalmente a Jesús; sólo así, el anuncio se vuelve testimonio y adquiere una fuerza excepcional; pero ojalá

también se pudiera proclamar el mensaje de la manera más perfecta posible. Eso sería presentar manzanas de oro en bandejas de plata.

84 ¿Cómo

pastorear?Jesús muere por las ovejas 85

DIEGO JARAMILLO, CJM

CONCLUSIÓN

1. Jesús amó a los suyos hasta el extremo de dar la vida por ellos.

2. Jesús entregó la vida porque no era un mercenario, sino el verdadero dueño del rebaño.

3. Los pastores que pastorean en nombre de Jesús deben gastarse y desgastarse por su grey.

4. Para ser buen pastor, hay que amar a Jesús, hay que conocerlo personalmente y comprometerse con Él sin medida, hasta la muerte.

CÓMO PASTOREAR HOY

Dar testimonio, a ejemplo de Cristo y de muchos discípulos (cf Heb 12, 1-4; 1 Ped 5, 8-10).

Ser fieles hasta el fin (cf Jn 21, 18-23; Ap 2, 1-7).

No pretender ser mayores que el Maestro (cf Mt 10, 16-25).

Conf iar p lenamente en e l Espí r i tu Santo de Dios (c f Rom 15, 14-19) .

El pastor despertará en su rebaño anhelos de evangelizar, y animará proyectos encaminados a la

edificación del Reino de Dios, aunque consuman su tiempo, sus energías y sus bienes.

86 ¿Cómo pastorear?

¿Cómo pastorear? 87

DIEGO JARAMILLO, CJM

CANTOS CONTENIDO

Al subirlo a la cruz El Señor es mi pastor.................................................. 5

Los libros históricos......................................................... 7Al subirlo a la cruz, estabas tú (2) Mensaje de los profetas................................................... 9

pensando siempre en Él, tiemblo, tiemblo. Los libros sapienciales..................................................... 11

Al subirlo a la cruz, estabas tú. Literatura greco-romana................................................. 12Conclusión ..................................................................... 13

Al clavarlo en la cruz, estabas tú...Cómo pastorear hoy.........................................................Cantos..............................................................................

1314

Al morir en la cruz, estabas tú...

Al clavarle la lanza, estabas tú... El buen Pastor............................................................ 15Al llevarlo a la tumba, estabas tú...

Jesús, Pastor...................................................................... 17Los discípulos y el pastoreo............................................. 18¿Una metáfora superada?............................................... 20Conclusión ..................................................................... 21

Cordero de Dios Cómo pastorear hoy........................................................ 22

Cantos............................................................................. 23

Cordero de Dios

que quitas el pecado del

mundo, ten piedad de

nosotros...

Jesús conoce a sus ovejas............................................

Importancia de conocerse.................................................

25

28

Danos la paz. Mis ovejas me conocen a Mí............................................ 29Conclusión ..................................................................... 30Cómo pastorear hoy........................................................ 30

Aleluya, aleluya, aleluya. Cantos............................................................................. 31Aleluya, aleluya, aleluya (3)

El Cordero de Dios viene ya. Jesús es nuestro guía.................................................. 33

Él perdona el pecado del mundo (3)...El compromiso de Jesús...................................................Conclusión ......................................................................

3637

Él concede la paz a los hombres (3)... Cómo pastorear hoy........................................................ 38Cantos............................................................................. 38

DIEGO JARAMILLO, CJM

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Jesús congrega su rebaño............................................ 41

Jesús, buen Pastor............................................................. 44Un rebaño unido............................................................. 45Conclusión .................................................................... 46Cómo pastorear hoy....................................................... 46Cantos............................................................................ 47

Jesús alimenta a su rebaño.......................................... 49

Pastor y pasto ............................................................... 51El buen pasto de Jesús.................................................... 53Deber de los pastores ................................................... 54Conclusión .................................................................... 55Cómo pastorear hoy....................................................... 56Cantos............................................................................ 57

Jesús busca a sus ovejas.............................................. 59

La alegría de Dios........................................................... 63Los pastores de la Iglesia................................................ 65Conclusión .................................................................... 66Cómo pastorear hoy....................................................... 66Cantos............................................................................ 67

Jesús defiende a sus ovejas......................................... 69

Vigilantes y defensores.................................................. 73Conclusión .................................................................... 75Cómo pastorear hoy....................................................... 75

Cantos............................................................................ 76

Jesús muere por las ovejas.......................................... 79

El Cordero de Dios.......................................................... 82En la escuela del Pastor.................................................. 83Conclusión ...................................................................... 85Cómo pastorear hoy........................................................ 85Cantos............................................................................. 86

88 ¿ Cómo pastorear?