¿Burla a la ley? Los Tentáculos del Monstruo del Espaguetti Volador contra el Leviatán del Estado

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Texto sobre la polémica legal de la religión pastafari.

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  • BURLA A LA LEY?

    Los Tentculos del Monstruo del Espagueti Volador contra el Leviatn del Estado

    En los ltimos aos un grupo de rasgos estrambticos procuran legalizar una supuesta nueva religin: el pastafarismo. El resultado ha sido la negacin por parte de las autoridades, alegando argumentos tales como la falta de una base de Fe y, en ltima instancia, contener elementos ofensivos o burlescos. No vamos a entrar en qu consiste el pastafarismo, pues hay muchos espacios donde se explica detalladamente; pero s mencionaremos que suele sorprender a aquellos que an no conocan previamente la existencia de esta religin, y no es para menos: estamos hablando de un sistema de creencias que afirma, entre otras cosas, la existencia de un Dios con forma de espaguetis con albndigas, que levita, que a su vez exige a sus seguidores portar un colador como sombrero, con una Iglesia que afirma que el calentamiento global est relacionado con el nmero de piratas en el mundo. Suena, como mnimo, a broma. De tal modo,el Estado ha denegado la solicitud de inscripcin de esta nueva religin, y el servicio de Correos ha rechazado hacer un sello con un modelo del pastafarismo.

    No es mi intencin entrar en los detalles de la doble moral del que se hace gala cuando pensamos en los absurdos que se contienen en otras religiones, cuyos libros sagrados no son asumidos literalmente ni tan siquiera por sus propios seguidores. Asimismo, sobre la cuestin de la ofensa alegada por las autoridades, todos conocemos a personas que les molesta el cristianismo o el Islam, y que las autoridades pblicas a menudo ejercen ofensas similitares a colectivos enteros1. Tampoco entrar demasiado en los elementos tericos y justificadores de una nueva religin, an de su supuesta absurdez, ya que de un modo brillante ha sido expuesto por el catedrtico Jess Zamora2. Pero s quisiera entrar en varios conceptos elementales para el funcionamiento de una sociedad, tal como es la tolerancia; as como profundizar en la funcin del Estado en relacin a la religin, que dependiendo de su carcter podemos desprender si se puede entender los propsitos de las religiones como burlas a la ley o simples manifestaciones independientemente de la opinin de las instituciones pblicas.

    Tolerancia no es aceptacin

    El tener que tolerar algo no significa que hay que aprobarlo. () Tolerar significa soportar: toleras el llanto de un nio sentado a tu lado en un

    avin, o un fuerte resfriado... Porque eso jode mucho! Se trata de aguantar!

    Seor Garrison (South Park)3

    El Estado -y la sociedad- no tiene por qu, ni debe, aceptar todo lo que pasa en su seno. Pero s a tolerarlo, como expresin de la realidad, y como derecho de cada persona que integra la nacin o conjunto de la poblacin que rige la estructura estatal. La aceptacin no es tolerancia: la primera conlleva una asimilacin basada en la propia conviccin; la segunda consiste en respetar algo que incluso puede molestar o contrariar. El Estado, en su propia teora, tiene el deber de proteger la integridad y derechos de las personas que estn bajo su jurisdiccin, y puede establecer una serie de normas con el nico fin de la convivencia de las personas en su sociedad. El personal funcionario y

    1 Un sello de Correos sobre el Puente de los Santos que une a Asturias con Galicia ha ofendido a numerosos asturianos: en la imagen la parte gallega ha sido claramente favorecida respecto a la astur, donde sus localidades han sido literalmente borradas, sustituidas por un campo llano verde.

    2 https://iglesiapastafari.wordpress.com/2015/04/07/532/ (Consultado el 9 de Abril de 2015).3 South Park, temporada 6, episodio 14: El Campamento de la Tolerancia.

  • la Administracin debe funciona bajo los principios de objetividad4. Nunca jams entra a valorar en las cuestiones personales de cada individuo, al menos en lo que es un Estado democrtico. Hacerlo sera entrar directamente en los trminos de lo que se entiende como Estado totalitario.

    Esto nos lleva a la idea de la Tolerancia: las personas pueden hacer lo que consideren oportuno, aunque parte del resto de la sociedad o de las propias autoridades institucionales estn en desacuerdo. Por ejemplo, las crticas sarcsticas y de carcter pblico que se lanza desde la televisin hacia determinadas personas ejercen ese sarcasmo y actitud burlesca, tolerada socialmente independientemente si es justo o no. El debate poltico y social en el seno de una sociedad con valores democrticos puede llegar a terrenos que se consideren ofensivos, al menos para unos. Naturalmente, no se asumen todos los extremos, y esta frontera se marca cuando llegamos a los ataques y a hechos que pongan en riesgo a alguien o a las propias personas, y/o sus derechos y libertades. Lo que no se puede pretender es que las autoridades hagan una interpretacin unilateral en una cuestin donde entran muchas interpretaciones subjetivas en un contexto del ejercicio de derechos fundamentales.

    La postura religiosa del Leviatn

    Ah est el mar, inmenso y grande,en el que se mueven un sinfn de animales grandes y pequeos;

    por l van y vienen los navosy Leviatn, al que hiciste para que en l jugase.

    Salmos 104, 25-265

    Es conocida la alegora de Hobbes al Leviatn como smbolo del Estado: ambos eran majestuosos y detentaban el poder absoluto. Nuevamente, quiero incidir en que no pretendo profundizar en los debates acerca de la naturaleza y conveniencia del Estado, por lo que voy a referirme a ello como un hecho poltico asentado en el presente. S me referir en cuanto su relacin con las religiones, y con los individuos con sus correspondientes creencias.

    Para empezar, debemos mencionar una distincin fundamental, que es la referida al carcter confesional, aconfesional y laico del Estado. Sabemos que es confesional cuando asume una religin como la oficial del Estado. Es laico aquel Estado que no se adhiere a ninguna religin y se declara independiente de cualquier organizacin religiosa, y por tanto, no se inmiscuye en los asuntos religiosos, ni permite que las religiones influya en su ser. El Estado aconfesional se distingue porque, aunque mantiene su postura de independencia respecto a todas las religiones, llega a una serie de acuerdos con las organizaciones religiosas, por motivos pblicos. El caso de Espaa, como vemos, es este ltimo6.

    Este espritu es consecuente con la libertad religiosa que se dan a las personas. Reconocida la libertad de creencias, el Estado debe constituirse y obrar en coherencia: cualquier accin realizada bajo la influencia de alguna confesin religiosa supondra una preferencia de una religin sobre las dems, y habiendo tantas, resultara imposible actuar respetando la igualdad entre las diversas religiones o corrientes de creencias. Violar esto constituira no solo un ataque contra grupos de personas, sino un absurdo para el concepto moderno del Estado, que entrara en una poltica de privilegios, con peligrosos rasgos totalitarios.

    4 En el caso espaol: Constitucin espaola de 1978. Ed. Tecnos, 2001, p. 86, artculo 103.5 La Santa Biblia. Trad. del equipo de Evaristo Martn Nieto. Ed. Paulinas, 1989, p. 818.6 Constitucin Espaola de 1978, p. 36, artculo 16.3.

  • El nimo proselitista de algunas religiones, que se ven a s mismas como las portadoras de una verdad frente a un mundo ignorante, decadente, corrupto y/o dbil, las mueve naturalmente a procurar influir en el Estado, independientemente de si es laico, aconfesional, confesional, o lo que sea. Les resulta indiferente, y en el marco de la dinmica propia de la sociedad, es hasta comprensible que lo intenten y procuren. En la mayora de los casos su propia creencia, fundada en conceptos de revelacin y salvacin, les determina a tal impulso.

    El problema surge cuando el Estado cede, y siendo ya sangrante esto, lo es an ms en sociedades multireligiosas como son la espaola o la estadounidense. Es as cmo se origin la idea del Monstruo del Espagueti Volador: durante el ao 2005, en Kansas (Estados Unidos), se aprob la enseanza, en las escuelas pblicas de aquel Estado, de la teora del creacionismo, doctrina que introduce en las explicaciones cientficas del origen del universo a una Inteligencia Superior abstracta, un Diseo Inteligente, eufemismo en ambos casos de Dios, que por supuesto, adquiere rpidamente los atributos del dios descrito en el relato bblico7. Bobby Henderson, licenciado en Fsica, escribi una propuesta, para que se enseara tambin en las escuelas pblicas, de una peculiar explicacin del origen del Universo, usando los mismos argumentos que el creacionismo y con las mismas argucias para que no se considerase enseanza religiosa, pero diciendo lo mismo, que es la caracterstica principal del creacionismo y que determina su carcter de pseudo-ciencia8. Pero, aqu viene la sorpresa que dej en jaque a las autoridades pbliccas que aprobaron el Creacionismo, en lugar de colocar los atributos del Dios cristiano, puso unos tan descabellados que hicieron ver lo absurdo y arbitrario de todo aquel asunto, que solo se podan impedir con la necesidad de remitirse a hechos verificados para una enseanza no partidista en las escuelas pblicas. La decisin del Consejo de la Educacin de Kansas, un ao despus, fue revocar su acuerdo de permitir la enseanza del creacionismo. Henderson tuvo xito, y fue una proeza en su momento, pues es conocida la poltica religiosa tan fuerte que se vive en los Estados Unidos.

    En la actualidad, vemos problemas semejantes en situaciones diferentes, donde la tarea del Estado se complica al tener que respetar la libertad personal de las personas mientras garantiza la convivencia pblica en la sociedad. De tal modo, tenemos la conocida polmica del velo en Francia, que no result nada fcil: mientras se criticaba la obligacin del velo entre las musulmanas, se mantena una postura de obligar a no llevarlo en los espacios pblicos de las escuelas, en un contexto donde la mujer es siempre pasiva y sujeta al tutelaje de otros, tanto en el caso del problema original, como el de la solucin de las autoridades francesas. Sin duda debe darse el caso de la liberacin de la mujer musulmana, pero debe buscarse el mejor medio, y reflexionar si una solucin es contraproducente. Pero se abren otras cuestiones al respecto: se puede llevar un velo, o un colador, en la cabeza en los documentos de identificacin? Las creencias personales de carcter religioso te exigen que lo debes llevar en determinados lugares, pero el Estado exige la necesidad de una imagen perfectamente reconocible en los documentos utilizados para el fin de la identificacin. En este asunto debemos plantearnos hasta qu punto es necesario la imagen para tal reconocimiento; si es as, el velo no sera posible llevarlo si obstaculiza la comprobacin y se abre un conflicto con la postura religiosa. Pero si no es necesario para la identificacin visual, o el material que lo obstaculiza no es problema, claro que se podra llevar, y por tanto, un colador, que sin duda tapa menos el rostro y la cabeza que un velo, tambin.

    Ciertamente debemos puntualizar que el Estado y el conjunto de la sociedad no puede considerar que cualquier creencia puede ser vlida: creer firmemente que lo ms grande de la existencia exige a sus fieles que se estampen contra un edificio en un avin es un pensamiento que viola los derechos y a la propia persona y vida del resto de la poblacin, as como el estado de bienestar general en la sociedad. Esto se diferencia del velo porque, al final, es la persona quien

    7 http://www.lanacion.com.ar/755009-en-kansas-se-ensenara-la-teoria-creacionista (Consultado el 10 deAbril de 2015).

    8 HENDERSON, Bobby: Open letter to Kansas School Board.

  • considera si lo lleva o no, y aunque haya una clara opresin de los hombres de su familia, de su religin y de su cultura, no se puede dudar que tanto el Estado como la sociedad en su conjunto dan unas garantas de proteger la decisin personal de cada una al respecto, donde la mujer tiene la oportunidad de decidir y salir si quiere, bajo el amparo de la sociedad y el Estado. Por tanto, es una cuestin que se puede tolerar, y solo actuar cuando esa religin agrede la individualidad de alguna mujer que quiere proceder al ejercicio de sus derechos fundamentales, al entender que no es lo que quiere para su vida. Pero el problema nunca ha sido si alguien ha decidido tener una tela encima o un colador, en razn a mandamientos divinos, sino a que si eso supone un dao a alguien de alguna forma.

    Una nueva religin con maneras teolgicas distintas

    En el principio exista aquel que es la Palabra,y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios.

    Evangelio segn San Juan 1,19

    Explicadas estas polmicas, considero que el pastafarismo debe considerarse como una religin ms, teniendo en cuenta sus particularidades, propias de su tiempo, como ocurre en cualquier credo. Hay que tener en cuenta las caractersticas generales de la religin. Primero, la religin no se define por su antigedad ni tradicin: pueden surgir en cualquier momento y con la misma legitimidad que cualquier religin milenaria, que tambin tiene fecha de nacimiento reciente en el conjunto de la historia natural del hombre10. Segundo, la religin no se define por el grado de coherencia con la realidad material que percibimos, el relato del gnesis es buen ejemplo de ello, y nuestros dinosaurios no son huesos colocados por alguna entidad maligna. Tercero, la religin no se define tampoco por su tono ni por la tipologa de su mensaje: puede ser de carcter revelador, filosfico, e incluso humorstico-sarcstico; nunca se ha determinado en tal sentido la necesidad de que su discurso y pensamiento sea de una determinada manera, es ms, la risa es una de las principales caractersticas del ser humano11, lo cual debera ser tenido en cuenta por quienes hablan en defensa de las religiones tradicionales, todas ellas antropocntricas, y con manifestaciones absurdas para muchos12. Cuarto, una religin no tiene por qu fundamentarse en un Dios, tal como es el caso del budismo, y en consecuencia, puede llegar a entenderse que el pastafarismo no se basa tanto en la figura del Monstruo del Espagueti Volador como de algo mucho ms profundo, de mucho ms trasfondo: la figura de la libertad y el consecuente respeto en sociedad. S: respeto, aunque pueda parecer contradictorio, por considerarse el pastafarismo como un movimiento irreverente.

    El Monstruo del Espagueti Volador se concebi como una manera de respetar a las personas que no comparten unas determinadas creencias insuficientemente fundamentadas. Fue por medio del sarcasmo, la inteligencia y el humor, el modo de cmo se par una arbitrariedad realizada por los poderes pblicos. Pero el pastafarismo como movimiento masivo surgi posteriormente, como un fenmeno que se retroalimentaba por s solo. Y era lgico: los problemas de las intromisiones religiosas han continuado hasta el da de hoy por todas las partes del mundo. Para quienes creen,

    9 La Santa Biblia, p. 1517.10 La primera religin organizada en la historia (y no referida a simples creencias y supersticiones) surge en Sumeria,

    aproximadamente en torno al 5000 A.C., aunque su registro escrito ms antiguo es mucho ms reciente.11 BERGSON, Henri: La Risa. Ed. Alianza, 2008.12 Los judos jams han entendido cmo se puede aceptar la figura de Jesucristo como el del Mesas prometido. Para

    las religiones, es difcil interpretar cmo un relato centrado en una derrota y una segunda llegada que no se produjo, pueda ser considerada como una manifestacin divina. No en vano, un indio algo bocazas indic, sealando el sol, lo que entienda como una verdadera manifestacin divina que produce la vida, frente a un simple crucificado. Como vemos, no podemos usar nuestros prejuicios para determinar qu es y qu no es religin.

  • quizs casi religiosamente, en las libertades civiles, era natural reaccionar as contra esas injerencias. Y viendo los privilegios que se dan desde el poder a las religiones, es comprensible que decidiesen buscar su propia expresin religiosa a travs del humor, caracterstica que sin embargo no niega una profunda Fe: la constituida por medio de la libertad, la justicia y los derechos civiles. El budismo es una religin sin dios; el pastafarismo es una religin de conceptos como el del Monstruo del Espagueti Volador, como el que tenan los docetistas cristianos, que crean en Jess solo como una apariencia mstica que no existi en el plano terrenal13.

    En este sentido, considero necesario que el pastafarismo sea reconocida como religin oficial, como manifestacin de un sistema de creencias de unos determinados principios que se mediatizan y ordenan estructuralmente en un conjunto de rituales y normas muy explcitos. Considerar que carecen de una base de fe es ignorar el profundo trasfondo del significado de su movimiento. Las personas que integran los poderes pblicos no pueden ignorar ese significado, ni pueden imponer sus criterios subjetivos sobre el resto, pues su trabajo como funcionario debe abarcar las cuestiones con objetividad, es decir, teniendo en cuenta que todas las partes tienen sus propias razones y posiciones, y que no pueden ser despachados unilateralmente. En ello se fundamenta la ms mnima convivencia en la sociedad, y si el Estado no se ajusta a ello, simplemente no se ajusta a la realidad de una parte de la poblacin a la que abarca sus poderes.

    Francisco Jos Fernndez Andjar

    13 SAN IRENEO: Contra los herejes. https://mercaba.files.wordpress.com/2007/10/contra-los-herejes.pdf, en p. 81 (apartado 79).