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 BHUTAN El reino de la felicidad Un reino mítico enclavado entre montañas sibilinas y eternas

Butan El Reino de La Felicidad

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guia turistica de la cultura y esencia de butan, sus ricas tradiciones y notables paisages que nos transportan al misticismo y la magia de asia y oriente

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  • BHUTAN El reino de la felicidad

    Un reino mticoenclavado entre montaassibilinas y eternas

  • Como un reino mtico enclavado entre montaas sibilinas y eternas, como un feudo

    antiguo enraizado entre la tradicin y la niebla, lo primero que sorprende de Bhutan

    es su misterio, su condicin de pas escurridizo e inexplorado. Desde que, tras una

    complicada acrobacia area, a la altura de un selecto puado de pilotos, aterrizo en el

    aeropuerto de Paro, me invade la persistente sensacin de estar habitando un territorio

    prohibido, de estar irrumpiendo en un incontaminado reducto de virginidad.

    TB I Bhutan 2

  • Una decena de hombres, corpulentos y lustrosos, juegan al deporte nacional, el tiro con arco. Llevan atuendos tradicionales

    y modernas zapatillas de deporte. Uno podra pensar que sus arcos son de madera y han sido fabricados siguiendo patrones

    artesanales. Sin embargo, son arcos de competicin. La combinacin me provoca estupor y un esbozo de sonrisa. Son un

    punto extravagantes pero, sin duda, fascinantes. Son una muestra viviente de las convulsiones entre pasado y presente que

    azotan ste reducto oriental.

    Camino con pies de plomo por las calles de Paro. En una mezcla de alerta y

    admiracin, marco mis primeros pasos por esta diminuta ciudad, procurando

    descubrir las calles e intersecciones de un mapa invisible. Nias jugando a una

    suerte de versin asitica del juego de la gallina ciega, mujeres comprando

    en carniceras de luz lgubre y angular, monjes adolescentes holgazaneando

    y deambulando, exhibiendo su ingenuidad en gestos torpes y ralentizados.

    No es difcil adivinar que la honestidad y la integridad son seas de identidad

    de ste pueblo peculiar y amable, de estas gentes de Druk Yul o la tierra

    del dragn de truenos. Si bien las leyendas autctonas atribuyen al dragn

    una participacin inestimable en la configuracin del espritu local, a base

    de truenos rugientes y estrepitosos, cuando serpenteas entre sus habitantes

    y tomas el pulso a sus agrestes caminos, el silencio, la neblina y una paz

    primitiva invaden, lentamente, tus sentidos.

  • Edad Media y democracia

  • Este nfimo pas, flanqueado por las altas cordilleras de los Himalayas, ha

    vivido en un limbo histrico, apenas violado por algn alto funcionario

    de la Corona Britnica en el siglo XIX e intrpidos viajeros europeos que

    desconocan, si ese terreno montaoso y de exuberante vegetacin,

    perteneca a la imperial China, a la extica India o gozaba de algn tipo

    de entidad propia. Esa carencia de agentes externos ha provocado una

    fantstica conservacin de las tradiciones y costumbres autctonas, un

    recelo firme y cauteloso, hacia cualquier forma de contaminacin externa,

    que pudiese oscurecer o hacer languidecer sus ritos y costumbres arcaicas.

    A causa de la invasin China de Tbet en 1959, y la posterior llegada de

    refugiados tibetanos a territorio butans, el Estado decidi quebrantar su

    aislamiento milenario y abrir sus puertas al mundo.

    De ste modo, lo que, anteriormente, podra ser definido como una

    monarqua feudal, inici una andadura, pausada pero decidida, haca

    un Estado actual, un Estado que instaurara un equilibrio, prolongado y

    complejo, entre tradicin y modernidad. He visitado otros pases que, al

    menos tericamente, pretendan alcanzar semejante objetivo, pero he de

    decir que, por lo que han visto mis ojos, ninguno lo ha hecho con el acierto

    y virtuosismo de Bhutan.

    La hoy Monarqua Constitucional de Bhutan, est regentada por el Rey

    Jigme Singye Wangchuck, el cual alcanz el trono tras la abdicacin del

    llamado Padre de la Nacin, Jigme Dorji Wangchuck. A pesar de haberse

    independizado de la India, Bhutn mantiene un acuerdo en virtud del cual

    las relaciones exteriores del pas son gestionadas por Gran Bretaa, si bien

    sta se compromete a no interferir en sus asuntos internos. As las cosas,

    los butaneses festejaron, con una mezcla de prudencia y regocijo, sus

    primeras elecciones democrticas en 2008. Quizs sus habitantes atesoran

    la sensacin de haber pasado de la Edad Media a la Democracia en un lapso

    de tiempo excesivamente corto, en un abrir y cerrar de ojos, en un plazo tan

    breve, que los ha dejado estupefactos y satisfechos, con un pie puesto en el

    pasado y otro intentando dilucidar el sendero del futuro.

  • Pregunto a nuestro gua por su nacin. Viste con el traje tradicional butans, calcetines altos

    de lana y zapatos a juego. Lleva gomina, sonre como un galn del Hollywood de los cincuenta

    y habla un ms que correcto ingls. Me cuenta que la mayora del pas vive de la agricultura

    y ganadera. Es una economa de subsistencia que apenas est comenzando a dimensionarse.

    Exportan energa hidroelctrica a la India y sus sellos son piedras preciosas, orfebrera postal

    codiciada por vidos coleccionistas occidentales. El Turismo se afianza como una relevante

    fuente de ingresos, si bien est fuertemente regulado por el Gobierno, que no quiere ver

    alterado el equilibrio medioambiental y cultural de su nacin.

    Tradicin y GominaEn un pequeo comercio de Thimphu, un joven me muestra con desparpajo, imitaciones

    de prendas deportivas. Su ordenador tiene conexin a Internet. Podra estar en Bangkok

    o en Hanoi. Sin embargo, cuando salgo de nuevo a la calle, adivino una especie de recelo

    velado en los mayores, sus miradas muestran un punto de desconfianza y extraeza. Disparo

    extasiado mi objetivo, mientras un grupo de nias me pide que las retrate, y posan, coquetas

    y sonrientes, esmeradas e inocentes, ante la cmara. Luego me escriben en un trozo de papel

    la direccin de su escuela para que les enve las fotografas.

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  • Las autoridades butanesas han orientado su turismo hacia un pblico

    selecto. Esperan que los viajeros gasten al menos cien dlares diarios.Libre albedro regulado

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  • En el pas, cohabitan resorts exclusivos como Amankora o Uma Paro, que

    albergan habitaciones de diseo, decoradas con un exquisito minimalismo,

    con hoteles bsicos y correctos, que nicamente satisfacen las necesidades

    bsicas del viajero. Dorm en los segundos, reponiendo fuerzas para el ajetreo

    del da siguiente y visit los primeros, constatando que la yuxtaposicin de

    lujo y sencillez, de nobleza y exclusividad, estaba realmente lograda. En todo

    momento, un gua y un conductor, tutelaron mis visitas y reglamentaron mi

    curiosidad. Respetuosos y gentiles hasta un extremo difcilmente imaginable

    en Occidente, marcaban los lmites de mi libre albedro.

    En Bhutan, todo viaje ha de ser organizado, ya que un organismo regulador

    controla los aspectos principales del mismo como itinerario, pago de tasas

    o alojamiento. Es la denominada Bhutan Tourism Corporation. El Gobierno

    tiene la creencia de que determinados valores occidentales pueden influir

    negativamente en la sociedad butanesa y, por ello, blinda a su pueblo contra

    los mismos. La reglamentacin gubernamental es, en mi opinin, un gran

    acierto, ya que, el efecto que la cara oscura de Occidente ha provocado en

    pequeas comunidades asiticas o africanas ha sido demoledor.

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  • Otro elemento, nico y portentoso, de Bhutan son los Dzong. Majestuosas fortalezas, mximo exponente de la arquitectura tradicional y centros religiosos, militares y administrativos.

    Simbolizan la particular identidad de Bhutan y son de una belleza conmovedora. Se alzan, mastodnticos y refinados, entre las verdes colinas y valles. Son el mximo exponente de

    Bhutan, del territorio que algunos denominan el ltimo Shangri-La. Fue el militar de origen tibetano Shabdrung Ngawang Namgyal el que inici en el S. XVII la construccin de stos

    Castillos del Himalaya, instaurando un sistema poltico-religioso, que con puntuales modificaciones, se ha mantenido hasta nuestros das.

    Los Castillos del Himalaya

  • Una porcin del imponente Dzong de Thimpu alberga las oficinas del Rey de Bhutan mientras que, en el lado opuesto, se encuentra un centro monstico. Los funcionarios reales se

    confunden y entremezclan con los apaciguados monjes, dando el mejor ejemplo de la doble funcin, poltico-militar y religiosa, de estas grandiosas estructuras. Paseo con parsimonia por

    ambos enclaves. Los monjes ni siquiera reparan en mi presencia.

  • Caminan envueltos en un halo de misticismo y sobriedad. Los funcionarios, por su parte, acaban

    joviales su jornada laboral, como nios maduros y educados que han finiquitado un da ms de

    colegio.

  • Mientras que los estados occidentales compiten entre ellos en trminos de PIB,

    Producto interior Bruto, Bhutan se desmarc de sta corriente universal, midiendo

    su riqueza en funcin de su FIB, Felicidad Interior Bruta (Gross National Happiness).

    Para los budistas, la felicidad consiste en un, profundo y sereno, bienestar que brota

    de la equilibrada fusin de cuerpo y espritu. En ste sentido, el gobierno de Bhutn

    ha primado las polticas focalizadas en la mejora de la sanidad y la educacin de

    sus ciudadanos, frente a la industrializacin o construccin de infraestructuras.

    Lo inmaterial versus lo material. Lo intangible contra lo tangible. El espritu

    imponindose y reinando sobre la carne.

    Invita a la reflexin, observar de primera mano, lo que puede llegar a conseguir un

    gobierno con las polticas y principios adecuados, con un objetivo claro y loable.

    En los Estados Occidentales desarrollados se destinan miles de millones de Euros a

    polticas con apenas repercusin en el da a da de los ciudadanos que slo sirven a

    intereses partidistas o de determinados grupos de presin.

    Algunos de los indicadores de dicha felicidad son la cultura, la educacin, la salud,

    el bienestar psicolgico, el desarrollo sostenible o la diversidad medioambiental.

    Lo que podra calificarse, a simple vista, como una excentricidad de su monarca,

    es tomado muy en serio por sus habitantes, que dicho sea de paso, profesan una

    adoracin cuasi religiosa por su rey. La figura de su monarca es venerada y, en la

    gran mayora de las tiendas o establecimientos del pas, puede verse una fotografa

    del mismo.

    Una expresin prctica de sta doctrina se dio en 2004, cuando Jigme Singye

    Wangchuck prohibi el consumo de tabaco, que fue sustituido entre la poblacin

    por el consumo de Doma, una nuez de areca manchada con polvo de lima y envuelta

    en una hoja de betel. En Bhutan todo el mundo masca Doma, tiendo sus dientes

    de un rojo intenso. Una mujer me acompa a comprar Doma. Senta curiosidad por

    desvelar su sabor. Tard unos segundos en escupirlo y una desagradable sensacin

    nubl mi boca durante varios minutos. El man de Bhutn, y de otras partes de Asia

    y Oceana, no est prescrito para los exquisitos paladares occidentales.

    Felicidad interior Bruta

  • El color de Bhutan es el verde. Montaas, valles y caminos de un brillante verde esmeralda. En materia de conciencia y planificacin medioambiental, los butaneses se encuentran a millas

    de distancia de otros pases de su entorno. Las emisiones de gases son nfimas y ms del 70% de su superficie est conformada por frondosos bosques que absorben el dixido de carbono.

    La regulacin estatal del medioambiente es un perfecto ejemplo de hasta qu punto un gobierno concienciado puede incidir en conceptos como el cambio climtico o la emisin de gases

    de efecto invernadero.

    Cuando has caminado, apenas unos segundos por Paro o Punakha, percibes, con prontitud, el respecto profundo de sus habitantes por la naturaleza. Las calles estn limpias y es, ciertamente

    complicado, encontrar basura o desperdicios en cualquier lugar, incluso en los que se podran considerar ms tursticos.

    El Reino goza de una amplia y formada cohorte de altos funcionarios cuya mxima es la proteccin e implementacin de medidas que redunden en un desarrollo equilibrado del

    medioambiente nacional. No es casual, que el pas se est posicionando como un privilegiado destino de ecoturismo a nivel mundial.

    En la dcada de los noventa se cre la Sociedad Real para la Proteccin de la Naturaleza, que ha promovido programas, reales y palpables, como la proteccin del hbitat de la grulla de

    cuello negro o el fomento del turismo ambiental respetuoso en el Valle de Phobjikha.

    Respeto y Medioambiente

  • El Nido del Tigre

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  • Cuenta la leyenda que el Guru Rinpoche lleg cabalgando a lomos de una tigresa a lo que

    hoy es el Monasterio de Taktshang Goemba, ms conocido como Tiger Nest, el Nido del

    Tigre. El complejo se alza en el Valle de Paro a ms de tres mil metros de altitud. Es un

    recinto sagrado y lugar de peregrinacin para los budistas.

    Inicio una ascensin a pie de unas tres horas, tras las cuales asisto a un espectculo de

    evidente belleza. Un Monasterio colgado, literalmente, de la montaa. Un santuario de paz

    que desafa las leyes de la gravedad y se levanta, diminuto y glorioso, en la espalda de un

    macizo rocoso.

    Este magnfico templo constituye una acertada metfora de lo que es Bhutan, una pequea

    y lejana joya, un tesoro desvanecido por los siglos, un reino celestial y terreno. Si el resto

    de pases del globo miraran en su misma direccin y con sus mismos ojos, el futuro tendra

    un rostro mucho ms esperanzador.

  • Texto y fotografas: Javier Castao Rodrguez

    Diseo: Pedro Laguna