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Buxi Revista de Bibliofilia No 2

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Diciembre 2010

1,000 ejemplares numerados

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ÍNDICEÍNDICEÍNDICEÍNDICE

EL PAPEL DEL PAPELEL PAPEL DEL PAPELEL PAPEL DEL PAPELEL PAPEL DEL PAPELVicente Quirarte

HYPNEROTOMACHIA POLIPHILIHYPNEROTOMACHIA POLIPHILIHYPNEROTOMACHIA POLIPHILIHYPNEROTOMACHIA POLIPHILIUn sueño que cumple quinientos añosPilar Pedraza

EL BIBLIÓMANOEL BIBLIÓMANOEL BIBLIÓMANOEL BIBLIÓMANOCharles Nodier

LA INVENCIÓN DEL PAPELLA INVENCIÓN DEL PAPELLA INVENCIÓN DEL PAPELLA INVENCIÓN DEL PAPELSvend Dahl

BREVE TRATADO SOBRE LA ENCUADERNACIÓNBREVE TRATADO SOBRE LA ENCUADERNACIÓNBREVE TRATADO SOBRE LA ENCUADERNACIÓNBREVE TRATADO SOBRE LA ENCUADERNACIÓNJoseph William Zaehnsdorf

ANTONIO DE ESPINOSAANTONIO DE ESPINOSAANTONIO DE ESPINOSAANTONIO DE ESPINOSAEl segundo impresor mexicanoAlexandre A. M. Stols

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����� Diciembre 2010Reserva de derechos al uso exclusivo de título

04-2010-031017534800-102 México

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Año: Primero - Número: 2

Diciembre 2010México

Buxi Revista de Bibliofilia es una publicación trimestral.Tiraje: 1,000 ejemplares numeradosEditor responsable: Héctor Fernández Gascón

Dirección:Pedregoso 15 Coyoacán México, DF CP 04321 México

Teléfono: [email protected]

Reserva de derechos al uso exclusivo de título 04-2010-031017534800-102

Precio de venta: $50 MNSuscripción a 6 números: $300 MN Incluye gastos de envío para la República Mexicana

ImpresiónExpertos en Impresión, S.A. De C.V.Av. Alfredo Robles Domínguez 4 int. 104Col. Industrial Del. Gustavo A. MaderoCP 01870 México D.F.www.exima.com.mx

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Derechos Reservados: Héctor Fernández Gascón. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseñode la portada, puede reproducirse, almacenarse o transmitirse de ninguna forma ni por ningún mediosin previa autorización.

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EL PAPEL DEL PAPELEL PAPEL DEL PAPELEL PAPEL DEL PAPELEL PAPEL DEL PAPELVicente Quirarte

El papel está en todas partes. Acompaña cada momento, grave o fútil,de nuestra vida privada o pública. Fija y transmite: es la memoria de lalengua y de la nación. El papel atestigua: es la prueba y el derecho.Circula, comunica: es el soporte esencial de los lazos intelectuales yeconómicos de nuestro tiempo. El papel viste, condiciona: es la seduccióndel producto, el alma de la sociedad de consumo.

Pierre-Marc de Biasi

s flexible, es sólido, es ligero. Fuerte como la memoria, existe en nuestra vidadesde antes de que tengamos uso de razón. Sobre él se registran nuestros pri-meros hechos sobre el planeta. En uno similar se da cuenta del fin de nuestraaventura. Acompaña a nuestro nacimiento y sin su existencia no somos para

el mundo. Se parece a su nombre, limpio y breve, labial y líquido: papel. Transformadoen plural, adquiere peso, poder, prestigio, Sus papeles, exige la autoridad desde sus múlti-ples rostros como justificación de nuestros actos rituales o de aquellos que, voluntaria-mente, realizamos para la modificación de la realidad. Los papeles de un escritor son tanvitales como los papeles de un financiero. Cada uno defenderá hasta la muerte el valor yla vigencia de ambos.

Como advierte Roland Barthes, la escritura autógrafa es lacercanía más próxima que el lector puede tener con el cuerpo del queescribe. Desde la mano que en la caverna de Lascaux imprimió suhuella para dejar testimonio del paso de su dueño, la humanidad seha empeñado en encontrar materiales y soportes que guarden de me-jor manera los signos de la comunidad que en ellos se reconoce. Enel tercer milenio, y a pesar del avance asombroso de las comunicacio-nes electrónicas, no podemos concebir una sociedad sin papel. Hastaahora, nadie ha demostrado que los medios electrónicos tengan ga-rantizada su existencia futura. En cambio, la odisea del papel ha resistido el paso de lossiglos. Otros materiales han tenido, en el uso corriente, una vida igualmente prolonga-da. El papiro, fabricado a partir de una planta que crece a orillas del río Nilo, fue utiliza-do desde el tercer siglo de nuestra era hasta una bula papal del siglo XIII. Ocupa, prácti-camente, toda la historia de la antigüedad. Los griegos lo denominaron Biblos porque talera el nombre de la ciudad fenicia desde la cual se exportaba el artículo. De ahí se derivala palabra Biblia, que significa El Libro, y el resto de la etimologías que tienen relacióncon su universo. El libro impreso, tal como hoy lo concebimos y que transformó radi-calmente el uso del papel, tiene entre nosotros un poco más de 500 años. Sobre papeltrazó Leonardo da Vinci bocetos de máquinas voladoras. En un material semejante,

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DIRECTORIODIRECTORIODIRECTORIODIRECTORIO

PILAR PEDRAZA. Es doctora en Historia, pro-fesora de Historia del Arte en la Universidad deValencia y escritora. Ha traducido y editado obrasenigmáticas del Renacimiento, como el Sueño dePolifilo (Acantilado, 1999), el Tratado de Arquitec-tura de Filarete o La fuga de Atalanta. Hasta elmomento ha publicado ocho novelas, entre ellasLas joyas de la serpiente, La fase del rubí, Las noviasinmóviles, Piel de Sátiro, Arcano trece y La perra deAlejandría, además de numerosos ensayos sobrecine y sobre lo femenino en la cultura, así comodiversas antologías. En 2004 se encargó, junto conRoger Bartra, de la exposición El salvaje europeo,producida por el Centro de Cultura Contemporá-nea de Barcelona.

VICENTE QUIRARTE. Es doctor en Literatu-ra Mexicana por la Facultad de Filosofía y Letrasde la UNAM. Fue director general de publicacio-nes de la UNAM, fundador de la colección El Aladel Tigre y director de la Biblioteca Nacional. Harecibido el Premio Nacional de Ensayo Literario,el Xavier Villaurrutia, el de Dramaturgia SergioMagaña y la Distinción Universidad Nacional. Esintegrante del Consejo de la Crónica de la Ciudadde México y miembro de número de la AcademiaMexicana de la Lengua. Algunos de sus títulosson: La poética del hombre dividido en la obra deLuis Cernuda, Vergüenza de los héroes, Elogio de lacalle, Biografía literaria de la Ciudad de México,Del monstruo considerado como una de las bellas ar-tes e Invitación a Gilberto Owen. El fantasma delHotel Alsace. Los últimos días de Oscar Wilde, Retra-to de la joven monstruo y Hay mucho de Penélope enUlises.

CHARLES NODIER (1780-1844). Cuentista,poeta, periodista crítico(en 1802 fue encarceladopor publicar el panfleto La Napoléone, en dondecritica a Napoleón), entomólogo aficionado, bi-bliotecario de enorme prestigio y bibliófilo. Diri-

gió la Bibliothèque de l'Arsenal. Promovió el naci-miento del Romanticismo en Francia. En 1833 eselegido miembro de la Academia Francesa y fundael Bulletin du Bibliophile. En 1843 es nombradomiembro de la Legión de Honor. Por su tertuliapasaron Alfred de Musset, Alejandro Dumas,Théophile Gautier, Alfred de Vigny. De personali-dad magnética y encantadora, Nodier fue para laliteratura francesa lo que Poe fue para la inglesa.Su obra ha perdurado en el tiempo, es mayormen-te narrativa y de corte sobrenatural, predominan-do en ella un atractivo tono añejo. Entre sus textosestán: La monja sangrienta, El vampiro Arnold-Paul, El espectro de Olivier, Las aventuras de Thi-baud de la Jacquière, El tesoro del diablo, El apareci-do rojo, El bibliómano.

ALEXANDRE A. M. STOLS (1900-1973).Editor, diseñador tipográfico y bibliógrafo holan-dés. Nace en Maastricht, hijo de impresor y amigocercano de Charles Nypels quién lo introdujo alestudio de los “libros bellos”. Bajo la firma deA.A.M. STOLS llegó a publicar más de 1,000 edi-ciones en menos de 4 décadas lo que lo convirtióen el impresor más prominente de su país. Uno desus mayores logros fue la publicación de la esplén-dida revista tipográfica Halcyon. En 1951 llega aEcuador por encargo de la UNESCO y despuésviaja a México en 1956 donde trabajó como asesory diseñador en la Escuela de Artes Gráficas y parael Fondo de Cultura Económica.

JOSEPH ZAEHNSDORF (1816-1886). Na-tivo de Budapest llegó a ser uno de los más famo-sos encuadernadores de Europa. Fundó su taller enLondres en 1842 y floreció creando una gran va-riedad de encuadernaciones tradicionales e innova-doras. Fue un encuadernador pragmático, su tra-bajo se caracteriza por la pulcritud y fineza de susacabados. Su libro The Art of Bookbinding publica-do en 1880 se convirtió en la Biblia de la encua-dernación siendo una referencia obligada paratodo aprendiz del oficio o estudioso del tema.

SVEND DAHL (1887-1963). Fue director dela Biblioteca Real de Copenhage y miembro hono-rario de la Asociación de Bibliotecarios de biblio-tecas científicas y académicas. En 1927 escribióHistoria del Libro, un texto básico para libreros,editores, bibliotecarios, coleccionistas y aficiona-dos al libro.

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HYPNEROTOMACHIA POLIPHILIHYPNEROTOMACHIA POLIPHILIHYPNEROTOMACHIA POLIPHILIHYPNEROTOMACHIA POLIPHILIUn sueño que cumple quinientos años

Pilar Pedraza

A Santiago Sebastián, in memoriaml año de 1999 la Hypnerotomachia Poliphili o Sueño de Polifilo (Venecia,1499) cumplió medio milenio.1 No queremos dejar pasar la ocasión de se-ñalar una vez más su interés, que, como el de todas las grandes obras, crecea medida que se enriquece nuestra visión del Renacimiento. Muy aprecia-do aunque no siempre bien conocido por los estudiosos del arte y la litera-

tura, es uno de los libros más curiosos y enigmáticos salidos de unas prensas. Todavíaestá envuelto en misterios: sólo se conoce a su autor por conjeturas,2 se ignora el nombredel artista que diseñó los grabados y la razón que impulsó al mecenas, Leonardo Grassi,a sufragar la edición. El mismo Aldo el Viejo, el impresor, no dejó su nombre más queen el último folio, en una fe de erratas que falta en algunos ejemplares.

Los enigmas de la Hypnerotomachia comienzan en su estructura misma. Se divide en doslibros asimétricos en cuanto a extensión, escritos con distinta técnica literaria y de con-tenido aparentemente contradictorio, aunque sin duda salieron de la misma pluma. Enel primero, el protagonista de ambos, Polifilo, narra un complicado viaje en sueños através de regiones y construcciones alegóricas de carácter amoroso. En el segundo, quese enmarca dentro del mismo sueño del personaje, el relato está en boca de su amadaPolia, que cuenta su propia historia. Cuando la narración de Polia termina, Polifilo des-pierta y maldice la luz del nuevo día, que le arrebata las delicias y los tormentos delamor.

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EL BIBLIÓMANOEL BIBLIÓMANOEL BIBLIÓMANOEL BIBLIÓMANOCharles Nodier

Todos ustedes saben quién fue el buen Te-odoro sobre cuya tumba ahora arrojo flo-res, rogándole al cielo que la tierra le sea li-gera. Con estos dos jirones de frase intentodedicarle algunas páginas de nota necroló-gica o de oración fúnebre.Desde hacía veinte años que Teodoro sehabía retirado del mundo para no trabajaro no hacer nada: cuál de estos dos propósi-tos era el verdadero es un gran secreto. En algo pensaba, pero nadie sabía en qué. Pasaba la vida en medio de libros y ocupa-do solamente con libros, lo que había he-cho que algunos pensasen que estaba com-poniendo uno que haría que todos losotros fuesen inútiles; pero evidentementese equivocaban. Él supo aprovechar sufi-cientemente sus estudios y no ignorabaque tal libro ya había sido escrito hace tres-cientos años; es el decimotercer capítulodel Libro Primero de Rabelais.

Teodoro ya no hablaba, no reía, no se di-vertía, no comía, no iba al baile ni al tea-tro. Las mujeres que tanto había amado en sujuventud ya no atraían sus miradas, ocuando mucho no les miraba más que alos pies; y si un elegante par de zapatos decolores brillantes atraía su atención: -¡Ay! -exclamaba, arrancando de su pechoun profundo gemido- ¡cuánto cuero finodesperdiciado!

Antaño había seguido la moda; las cróni-cas de la época nos dicen que fue el prime-ro en anudarse la corbata del lado izquier-do, a pesar de la autoridad de Garat que laanudaba del lado derecho y menosprecian-do al pueblo que se obstina en anudarla almedio. Teodoro ya no se ocupaba de lamoda. Sólo en un una ocasión se peleócon su sastre:-Señor -le dijo un día-, éste es el últimotraje que recibo de usted si vuelve a olvi-darse de cortar los bolsillos in-quarto.

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LA INVENCIÓN DEL PAPELLA INVENCIÓN DEL PAPELLA INVENCIÓN DEL PAPELLA INVENCIÓN DEL PAPELSvend Dahl

l tiempo que el rollo de papiro y el códice de pergamino prosperaban conti-guos en las bibliotecas del Imperio romano, se producía en China un inventoque más tarde tendría una importancia capital para el libro de Occidente. Loschinos, tras la pira de libros en 213 a. de C. comenzaron a utilizar la seda para

los libros, pero naturalmente se trataba de un material costoso, por lo que se intentó laproducción de otro, totalmente nuevo, que partiendo de las hilachas de seda, deshechasy maceradas hasta convertirlas en una fina pasta que, despuésde secarse, daba una especie de papel fino. Pero aún así resulta-ba demasiado caro para obtener una amplia difusión, por loque se intentaron métodos más económicos.Según la tradición, el problema se resolvió el año 105 cuandoTsai Lun inventó el papel, al emplear como materia prima, envez de restos de seda, otros materiales mucho más baratos: cor-tezas vegetales, en especial fibra de morera, pero también restosde tejido de algodón, viejas redes de pesca, etc. Su invento reci-bió inmediata aprobación general y no hay duda de que en los primeros siglos siguientesse escribieron numerosos manuscritos sobre papel; pero ninguno se ha conservado de

aquellos tiempos. Sven Hedin descubrió en una pequeñaciudad del oasis de Lop-nor, en el desierto del Tibet, unospapeles que quizá sean los más antiguos que existen -sesupone que datan de los siglos II al III de nuestra era-, yen el templo de Tun Huang, en Turquistán, se descubrióen una pared una cantidad de manuscritos en papel, par-te de los cuales se conserva en el British Museum de Lon-dres, parte en la Bibliothèque Nationale de París; al igualque los libros de papiro, tienen forma de rollos.

Durante casi setecientos años consiguieron los chinos mantener en secreto la fa-bricación del papel, pero cuando los fabricantes chinos cayeron prisioneros de los árabesa mediados del siglo VIII, quedó revelado el secreto y a partir de entonces comenzó laperegrinación del papel a través del imperio árabe, hasta que, hacia 1100, alcanzó Euro-pa, cuando los árabes lo introdujeron en España; entre los primeros lugares de produc-ción se encontraba el centro literario de la época, Toledo, pero el más antiguo conocidose encontraba en las proximidades de Valencia (Játiva), hubo otra fábrica pronto en Ge-rona y de aquí se propagó a Periñan, Montpellier, Troyes, etc., llevando consigo el voca-blo paper (de donde procede fr. Papier). En el siglo XIII aún se confundía el nombre“pergamino de trapo” o “pergamino de paper”.

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BREVE TRATADO SOBRE LA ENCUADERNACIÓNBREVE TRATADO SOBRE LA ENCUADERNACIÓNBREVE TRATADO SOBRE LA ENCUADERNACIÓNBREVE TRATADO SOBRE LA ENCUADERNACIÓNJoseph William Zaehnsdorf

l arte de la encuadernación nos traslada a los tiempos en que las tabletascon jeroglíficos inscritos eran unidas con anillos formando la unión de losvolúmenes. Y podríamos ir aún más atrás, cuando las tablillas de arcilla concaracteres cuneiformes eran encapsuladas una dentro de la otra, de modoque si la cubierta de uno se rompía o se dañaba aún quedaba otra cubrién-

dola; mediante estos cuidados la Historia se ha podido transmitir de generación en ge-neración.

Al principio, la unión de las tablillas se hacía con anillosque las entrelazaban y mantenían unidas; más tarde la cubiertasimple de piel constituía la cobertura que conservaba el volumen.Posteriormente se empiezan a atar con tiras de pergamino en unalínea continua con un nudo en cada extremo. El lector iba desa-nudando un extremo y enrollando el otro a medida que descubríael texto. Los libros, clasificados por su rareza, su carácter religiosoo valor, se guardaban en una caja redonda o en un estuche de talmanera que la biblioteca de la Antigua Jerusalén semejaba másbien una colección de canastos o cilindros.

Posteriormente surgió la necesidad de acomodar va-rias hojas sueltas en un solo paquete uniéndolas por unextremo formando el lomo y cubriendo la totalidad de laobra a manera de protección en su forma mas simple afin de conservar la hojas en una secuencia determinada.Pienso que la forma más antigua de los libros formadospor hojas individuales se encuentra en los libros sagradosde Ceilán, hechos de hojas de palma escritas con unapuntilla metálica y unidas con un cordón de seda atadopor un extremo de una manera suficientemente floja conel fin de permitir que cada hoja, al descubrirla, quedaraexpuesta sobre la superficie plana. Para preservar los ma-nuscritos hechos en pergamino o vitela estos simplemen-te se envolvían en un trozo de piel y eran amarrados conuna cuerda. Estos no se ligaban por los extremos sino que

se acomodaban en un estuche con unas tablillas de madera que colgaban exteriormentey tenían escrito en ellas el título del texto.

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ANTONIO DE ESPINOSA ANTONIO DE ESPINOSA ANTONIO DE ESPINOSA ANTONIO DE ESPINOSA El segundo impresor mexicano

Alexandre A. M. Stolsntonio de Espinosa, el segundo impresor establecido en la Ciudad de Méxi-co, nace en Jaén, España entre 1526 y 1532. Aprendió el oficio de impresor,cortador de punzones y grabador. En 1550 se incorporó al taller de Juan Pa-blos. El uso de tipos romanos y cursivos y de nuevos grabados en madera in-dica que Antonio de Espinosa tuvo una gran influencia en el desarrollo del

taller, lo que se vería ya después del año de 1554, y la mano del cortador de punzones sehizo sentir también por la superación del estilo tipográfico de los libros impresos en eltaller de Pablos.

Una de las grandes ventajas de que gozaba Juan Pablos consistía en haber obteni-do prórroga a la licencia de los Cromberger para ejercer con exclusividad el arte de laimprenta en la Nueva España: el virrey don Antonio de Mendoza le había otorgado elmonopolio por ocho años, prolongándolo luego cuatro años más.

En la persona de Antonio de Espinosa, buen técnico yhombre inteligente, dejó Pablos entrar en su imprenta al ca-ballo de Troya. No sabemos con certeza cuánto tiempo traba-jó Espinosa con él; es casi seguro que después del período1551-1553 estuviese cuatro años más en México; pero, en elsegundo semestre de 1558 estaba ya Espinosa en la Corte deValladolid. Las gestiones de Espinosa habrán logrado el efectodeseado, porque el 7 de septiembre de 1558 se firma una cé-dula real estipulando que ni Juan Pablos ni ninguna personapodría impedir que Antonio de Espinosa, Antonio Alvarez,Sebastián Gutiérrez y Juan Rodríguez, todos ellos impresoresy vecinos de México, ejercieran el arte de la imprenta en di-cha ciudad.

Al llegar a México, Espinosa exhibe sus cédulas y laspresenta al virrey don Luis de Velasco y a la Real Audiencia el 2 de agosto de 1559, esemismo año debutaba con un libro de muy buena presentación: la Grammatica de frayMaturino Gilberti, O.F.M., autor muy solicitado, del que antes había impreso Juan Pa-blos varios libros. Así pues no debió ser muy grato para Juan Pablos encontrarse con quela nueva obra de fray Gilberti se imprimía en el taller de su rival.

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LA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADALA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADALA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADALA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADARepública de El Salvador 49 Centro Histórico Ciudad de México

La Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada reúne uno de los acervos bibliográficosmás valiosos de América Latina. Además de un núcleo fundamental conformado por lasobras de economía tal como fue pensado por sus fundadores, nuestras colecciones com-prenden obras y documentos que datan de la etapa novohispana y del México indepen-diente; una de las más completas colecciones de periódicos del siglo XIX; un nutridoacervo de folletería y varias colecciones especiales legadas a esta institución por algunosde nuestros más grandes estudiosos e intelectuales. A ello se suma un creciente númerode libros, revistas y periódicos representativos de nuestro tiempo.

El propio edificio de la Biblioteca esuna obra de enorme valor artístico ydocumental, situada en el complejo ar-quitectónico de San Felipe Neri, quedata de fines del siglo XVII. Alberga asu vez un mural preparado por Vlady,

uno de los más grandes artistas plásticos del México contemporáneo.Desde 1791, año en que el Virrey Juan Vicente de Güemes Pacheco, segundo

conde de Revillagigedo, ordena la elaboración de El Libro de Razón General de la RealHacienda a Fabián de Fonseca y Carlos de Urrutia, da comienzo un esfuerzo institucio-nal por reunir y comprender los testimonios -más tarde acervos completos- de la histo-ria de la Hacienda en México. Ese impulso ha sido fructífero, pues alrededor de esa ideay con suerte diversa la Secretaría de Hacienda ha reunido un acervo de enorme relevan-cia para documentar -desde un mirador más alto- múltiples aspectosde la historia de la Nación. Al mirar en conjunto el acervo de la Bi-blioteca Miguel Lerdo de Tejada cada una de las partes que lo inte-gran adquiere un valor especial. El Fondo Histórico de Hacienda An-tonio Ortiz Mena -que se conserva en la antigua sala de fundición dela Casa de Moneda de México en Palacio Nacional- es hoy en día eldepósito mas amplio de noticias sobre la Hacienda Pública en Méxi-co. Es difícil exagerar, por otra parte, la riqueza e importancia delFondo Reservado de la Biblioteca, con obras del siglo XVI al XIX,formado no sólo por iniciativa de la propia administración, sino tam-bién por la incorporación de fondos conventuales franciscanos y jesuitas, entre otros.Las voces y autores de nuestro catálogo es un compendio de luz y maravillas: Esteban deTerreros y Pando, Emmanuel Tesauro, Jerónimo de San José, Francisco de Burgoa, Jeró-nimo Castillo de Bovadilla, Francisco Clavijero, Francisco de Florencia, Lorenzo Hervasy Pandero, Jorge Horno, Justo Lipsio, Juan de Mariana, Juan Navarro, Juan Antonio Pe-

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Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan en el indiferente universo, hasta que da con el lector, con el hombre destinado a sus símbolos.

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