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COORDINACIÓN:Marusia López Cruz y Luz MaceiraOchoa

COLABORACIÓN: Cindy G. Flores Dávalos, Aura GutiérrezZárate, Elizabeth Plácido Ríos, RosaSalazar Pérez, Perla Vázquez Díaz

DISEÑO:ima diseño

IILUSTRACIONES:Jorge Hugo López Vélez

México, D. F., diciembre 2003

AGRADECEMOS EL APOYO PARA ESTAPUBLICACIÓN DE:Fundación MacArthurFondo de Coinversión Social delGobierno del Distrito Federal

ÍÍNNDDIICCEEÍNDICE

INTRODUCCIÓN 7PRESENTACIÓN 9

¿ESTE MANUAL PARA QUÉ SIRVE? 9 ¿A QUIÉN ESTÁ DIRIGIDO? 10¿CUÁL ES EL CONTENIDO DEL MANUAL? 11

1. EJES CONCEPTUALES DE ESTA PROPUESTA 13I.DERECHOS HUMANOS 15II.GÉNERO 19III.IDENTIDADES JUVENILES 20

2. DOCUMENTACIÓN DE VIOLACIONES A NUESTROS DERECHOS SEXUALES Y DERECHOS REPRODUCTIVOS 23

3. CONSTRUCCIÓN DE DEMANDAS JUVENILES Y DE AGENDA PÚBLICA PARA DEFENDER NUESTROS DERECHOS 33

4. VÍAS PARA LA DEFENSA Y PROMOCIÓN DE LOS DERECHOS SEXUALES Y DERECHOS REPRODUCTIVOS 41I. CANALIZACIÓN 43

a. Psicológica 44b. Médica 45c. Jurídica 46

II. DENUNCIA PÚBLICA 48a. A nivel comunitario o local 48b. Denuncia vía internet y activismo en línea: una alternativa económica y glocal 52

III. INCIDENCIA 60a. En programas públicos 64b. Legislativa 67

BIBLIOGRAFÍA 71

ANEXOS 751. ACTIVIDAD PARA LA DOCUMENTACIÓN DE VIOLACIONES A LOS DS Y DR DE LAS Y LOS JÓVENES.2. CUESTIONARIO PARA EL SONDEO SOBRE LA SITUACIÓN DE LOS DS Y DR DE LAS Y LOS JÓVENES.3. EJEMPLO DE LLAMADO URGENTE. 4. SITUACIÓN JURÍDICA SOBRE LOS DERECHOS SEXUALES Y DERECHOS REPRODUCTIVOS DE LAS Y LOS JÓVENES.5. DIRECTORIO.

i n t r oDUCC IÓN

ELIGE, Red de Jóvenes por los DerechosSexuales y Reproductivos es una organi-zación civil feminista de mujeres y hom-

bres jóvenes creada en 1996. Desde su inicio,en ELIGE hemos tenido como misión el empo-deramiento juvenil, a través de la promoción ydefensa de nuestros derechos sexuales yreproductivos de la gente joven.

Para lograr nuestra misión, en ELIGE desarro-llamos iniciativas de capacitación, de investi-gación y de incidencia.

Mediante ellas, hemos diseñado metodologíasde capacitación especiales para jóvenesdesde un enfoque feminista, juvenil y de dere-chos humanos a partir de las cuales desarro-llamos procesos formativos, hemos generadoinformación para dar cuenta de la situación delas y los jóvenes respecto a nuestros derechosen temas específicos como la violencia contramujeres jóvenes activistas, la violencia contramujeres jóvenes en Ciudad Juárez y la situa-ción jurídica de la juventud en México respec-to a sus derechos sexuales y derechos repro-ductivos, además, hemos promovido el lide-razgo juvenil y la conformación de la juventuden actor social capaz de incidir en la toma dedecisiones que le afectan.

De este modo, llegamos a numerosos y diver-sos jóvenes y colectivos juveniles y hemostenido logros importantes, ELIGE es hoy unaorganización feminista consolidada de y parajóvenes con un discurso propio que busca elempoderamiento juvenil, que, entre otrascosas, ha posicionado diversas problemáticasy perspectivas juveniles relacionadas

con el ejercicio de los derechos sexuales yreproductivos en el ámbito público, y contribu-ye al reconocimiento de la juventud comosujeto pleno de derechos y actor social rele-vante para el desarrollo de nuestro país.

Consideramos que nuestro trabajo es funda-mental y los retos son muchos, pues lo des-arrollamos en un contexto de falta de recono-cimiento social a la capacidad organizativa, depropuesta y de toma de decisiones de lapoblación juvenil, así como de avance de polí-ticas conservadoras a nivel nacional y mundial,que pretenden controlar la sexualidad de lajuventud y restringir sus derechos; de ahí lanecesidad de difundir entre la gente joven susderechos y dotarla de herramientas paradefenderlas tanto a nivel privado como públi-co, de fortalecer su capacidad de participa-ción, liderazgo e inserción en el espacio públi-co.

El material que tienes en tus manos es uno delos medios, fruto de un trabajo colectivo y cre-ativo, por el que compartimos nuestra pro-puesta de trabajo y buscamos seguir fortale-ciendo la formación y la acción de las y losjóvenes para la defensa de nuestros derechossexuales y derechos reproductivos.

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manual especial para que defendamos estosderechos, o incluso, si es necesario trabajar afavor de estos derechos cuando las y los jóve-nes enfrentamos problemas tan graves comoel desempleo, la dificultad de acceso a la edu-cación, la falta de espacios de expresión, etc.pero, como verás en la parte de “Ejes concep-tuales”, los derechos sexuales y reproductivosson parte inherente de nuestros derechoshumanos, por lo que están conectados con losderechos laborales, civiles, políticos, económi-cos, culturales, etc. Esto significa que si deja-mos de lado este grupo de derechos, estamosafectando a los demás.

En nuestro país son diversas las causas porlas que es importante que las y los jóvenesluchemos por una sexualidad y capacidadreproductiva plenas, entre estas se encuentranlas siguientes:

Hay violaciones sistemáticas a los DS y DR delas y los jóvenes. Si bien todos los derechosde las y los jóvenes son poco respetados ennuestro país, en lo que respecta a los dere-chos necesarios para tener una vida sexual ycapacidad reproductiva plenas, somos aúnmás vulnerables. Esto se debe, por un lado, aque estos derechos no están reconocidos sufi-cientemente en nuestra sociedad y no secuenta con mecanismos legales que nos per-mitan exigirlos; por otro lado, culturalmente sesigue considerando la sexualidad juvenil comoalgo peligroso que debe ser controlado por lafamilia y las instituciones, bajo el supuesto deque las y los jóvenes somos incapaces detomar nuestras propias decisiones, no sólo enel terreno de la sexualidad sino en todos losaspectos de nuestras vidas.

Existe dificultad para definir demandas respec-to a nuestra vida sexual y capacidad reproduc-tiva. La falta de reconocimiento de nuestros

El manual que tienes en tus manos reúneuna serie de herramientas y conceptosque buscan facilitar la defensa y promo-

ción que los y las jóvenes de manera organiza-da, podemos hacer de nuestros derechossexuales y derechos reproductivos (DS y DR).

Quizá te preguntes por qué es necesario un

PRESENTACIÓN

¿PARA QUÉ SIRVE?

derechos sexuales y derechos reproductivosgenera que como jóvenes, aunque enfrente-mos problemas tales como embarazos nodeseados, violencia sexual, falta de informa-ción sobre nuestra sexualidad, dificultad paraacceder a métodos anticonceptivos adecua-dos, infecciones de transmisión sexual, discri-minación por nuestra orientación sexual, etc.,no ubiquemos que estos problemas son viola-ciones a nuestros derechos humanos. Muchasveces, todas estas situaciones las vivimos ensoledad como algo privado y sin claridadsobre quiénes pueden y tienen la responsabi-lidad de apoyarnos.

Tenemos poca incidencia en las decisionesque afectan nuestra vida sexual y reproductiva.Como mencionamos anteriormente, se consi-dera que las y los jóvenes no tenemos la expe-riencia y capacidad para tomar decisionesadecuadas sobre nuestra vida sexual y capaci-dad reproductiva, esto genera que tanto en lafamilia como en las instituciones como laescuela, la clínica, la farmacia, los medios decomunicación, etc., se considere que perso-nas adultas deban decidir "qué es lo mejorpara nosotras y nosotros": con quién relacio-narnos, cuándo iniciar nuestras relacionessexuales, cuándo y qué tipo de informaciónnecesitamos, etc. Incluso se considera queson las personas adultas las que mejor sabencuáles son nuestros problemas. Ante esto,tenemos pocos márgenes de decisión yacción, raras veces podemos decidir quéhacer y menos decidir sobre las políticas y pro-gramas públicos de atención a nuestra vidasexual y reproductiva.

Hay pocos grupos y colectivos juveniles traba-jando en este tema.

Estas son algunas de las razones por las quedesde ELIGE consideramos importante quecada vez más jóvenes nos articulemos paradefender nuestro derecho primordial a decidirlibremente y con todas las condiciones nece-sarias sobre nuestra vida sexual y capacidadreproductiva.

¿A qquién ESTÁ DIRIGIDO?

Este manual está dirigido a todos y todaslas jóvenes que tengan interés en lucharpor una vida sexual y reproductiva más

plena que nos permita tener un mejor desarro-llo como personas y como sociedad.

Sin embargo, consideramos que esta lucha esimportante que la hagamos no sólo individualsino también colectivamente, ya que esta-mos hablando de problemas que nosafectan a todos y todas y que involucrana diversas personas e instituciones. Porotro lado, es evidente que de maneraarticulada tendremos más fuerzapara exigir nuestras demandas ypromover nuestras propias pro-puestas.

No se trata necesariamente de crearun grupo especial para la defensa ypromoción de los derechos sexuales yreproductivos de la gente joven; las y losjóvenes hemos creado muchas formas dearticulación que van desde el grupo de cua-tes o cuatas, hasta organizaciones estudian-tiles, de barrio, culturales, deportivas, eclesia-les, de apoyo a diversos grupos, etc., así quedesde los grupos en los que ya participamospodemos emprender acciones a favor deestos derechos.

Por lo anterior, este manual está dirigido funda-mentalmente a grupos y colectivos juvenilesque quieran reflexionar sobre este tema y defi-nir si les es útil y necesario articularlo a susluchas.

Como pudiste ver en la presentación, ELIGE,es un grupo juvenil que trabaja por esta causa,por lo que nos interesa que junto con otrosgrupos juveniles podamos llevar a cabo accio-nes que faciliten el ejercicio de nuestros dere-chos sexuales y derechos reproductivos. Espor esto que si este manual te es de utilidad yquieres contactarte con nosotras para reflexio-nar sobre algún tema e impulsar algunaacción, no dudes en comunicarte a nuestraorganización.

¿¿CCuuááll eess eell CONTENIDO DEL MANUAL?

Para defender y promover los derechossexuales y los derechos reproductivos(DS y DR) hay muchas acciones que se

pueden desarrollar. En este manual te compar-timos la estrategia que desde ELIGE hemosdiseñado y las herramientas que considera-mos necesarias para poderla llevar a cabo.Muchas de estas propuestas, sin embargo, lasrecuperamos de la experiencia y conocimien-tos de organizaciones y personas comprome-tidas en esta lucha, que han compartido susconocimientos con nosotras y han enriquecidonuestra reflexión y propuesta, tales como: LiliaMoreno, del Centro de Derechos HumanosMiguel Agustín Pro Juárez, Iván Garate, delCentro de Derechos Humanos Fray Franciscode Vitoria, Adriana Carmona y Ximena Andino,de la Comisión Mexicana de Defensa yPromoción de Derechos Humanos, JuliaPérez, de Vereda-Themis, Lydia Alpízar, aseso-ra de ELIGE, Pilar Muriedas, de SIPAM, OrfeCastillo, Coordinadora General de Consorciopara el Diálogo Parlamentario A. C., FlorSugey, asesora de la Senadora Leticia Burgos,y Regina Tamez, de la Oficina del AltoComisionado para Naciones Unidas.

En este apartado explicaremos de manerageneral la estrategia de ELIGE para la promo-ción y defensa de los DS y DR de las y los jóve-nes así como las distintas partes que confor-man este manual.

LLaa eesstt rraatteeggiiaa ssuuppoonnee.. .. ..

1.1. Ubicar la importancia de partir de una pers-pectiva de género, de identidades juveniles yde derechos sexuales y reproductivos,desde el marco de los derechos humanos.

Todo depende del cristal con que se mire, poresto es importante que para empezar ubique-mos los enfoques que necesitamos para gene-rar estrategias efectivas de defensa y promo-ción de nuestros derechos sexuales y dere-chos reproductivos. Desde nuestra percepciónno se pueden defender y promover estos dere-chos si no lo hacemos desde tres perspecti-vas:

-Derechos humanos, que nos permite consi-derar como derechos muchas de las deman-das y necesidades que tenemos, identificarcómo distintos grupos han sido excluidos de laconstrucción de los derechos humanos o sonparticularmente vulnerables a la violación deéstos, reconocer cómo acciones sociales, polí-ticas, económicas y culturales tienen efectosen el ejercicio de los derechos, así como elcarácter discriminatorio de muchas situacio-nes, y además, nos plantea en una lógica debúsqueda del reconocimiento de los derechoshumanos de todas las personas. Desde estemarco de derechos humanos comprendemoslos derechos sexuales y derechos reproducti-vos, y podemos reconocer que tener una vidasexual y capacidad reproductiva plenasrequiere del ejercicio de una gran can t idadde derechos, muchos que ya han sido recono-cidos en instrumentos legales y otros muchosque falta que la sociedad y el Estado reconoz-can y que se generen los mecanismos necesa-rios para su cumplimiento.

-Género, que nos permite entender las dife-rentes formas en las que hombres y mujeresvivimos nuestra sexualidad y el impacto queen unos y otras tiene los controles, mitos,estereotipos y tabúes que la sociedad nos haimpuesto.

-Identidades juveniles, que nos permiteentender a las y los jóvenes como sujetos dederechos, que son de una gran diversidad,

que se enfrentan cotidianamente con diversosestereotipos impuestos por la sociedad adultay que generan sus propias demandas y alter-nativas a sus problemas.

Por lo tanto, en la parte 1 de este manual, quehemos titulado "Ejes conceptuales de esta pro-puesta" desarrollaremos las perspectivas men-cionadas anteriormente.

2.2. Reconocer nuestras necesidades para ejer-cer de manera plena nuestros DS y DR, a tra-vés de la documentación de situaciones quefacilitan y obstaculizan este ejercicio.

Impulsar una lucha por nuestros derechossexuales y derechos reproductivos requiereque identifiquemos cuáles son nuestras nece-sidades como jóvenes respecto a este tema yqué derechos se están violando. Este recono-cimiento adquiere más fuerza en cuanto invo-lucra a diversas personas jóvenes, por lo tanto,antes de lanzarnos a proponer formas deimpulsar nuestros DS y DR, es fundamentalque documentemos las situaciones que en unterritorio o grupo determinado afectan o facili-tan su ejercicio.

Documentar es registrar, mirar la realidad,reconocer en otros y otras jóvenes problemascomunes. Cuando una lucha está basada enuna mirada sistemática de la realidad que que-remos cambiar o fortalecer, adquirimos mayorlegitimidad y claridad para construir alternati-vas, ya que nos permite saber qué es lo queexactamente necesitamos transformar y quié-nes están involucrados tanto en la problemáti-ca como en su solución.

De esta manera, la parte 2 del manual se titula"Documentación de violaciones a nuestrosderechos sexuales y reproductivos" y en ella

explicaremos qué es la documentación, lostipos de documentación que existen y las for-mas a través de las cuales podemos hacer unadocumentación.

3.3. Definir nuestras demandas y priorizar lasproblemáticas que queremos enfrentar, através de construir nuestra agenda de acción.

Ya que documentamos la información sobre larealidad que queremos transformar, despuésde haber ubicado los principales obstáculosque como jóvenes enfrentamos para ejercernuestros DS y DR, es importante que hagamosuna priorización de aquellas problemáticasque queremos enfrentar colectivamente, yasea porque son las más urgentes, porque soncon las que más nos identificamos o por cual-quier otra razón. Esta lista de prioridades seconstituirá en nuestra propia agenda, serácomo nuestro pliego petitorio, que además,podrá ser la base para construir una agendapública.

La parte 3 del manual se titula "Construcciónde demandas juveniles y de agenda públicapara defender nuestros derechos" y en éstadaremos algunas claves útiles para, con baseen la información documentada, identificarnuestras demandas y construir una agenda.

4.4. Diseñar e implementar nuestras propiasestrategias para defender y promover estosderechos, en articulación con otros grupos,personas e instituciones y a través de la cana-lización, denuncia e incidencia pública.

Conocer la realidad y definir una agendacolectiva son insumos para generar nuestraspropias estrategias. Teniendo claras y funda-mentadas nuestras demandas respecto anuestra sexualidad y capacidad reproductiva,

podremos definir qué acciones debemosimpulsar. Desde la experiencia de ELIGE, con-sideramos que es importante que pensemosen estrategias para canalizar a las personasque lo requieran, denunciar públicamente lassituaciones sobre DS y DR de las y los jóve-nes, y elaborar propuestas públicas que facili-ten el ejercicio de nuestros DS y DR:

Canalizar implica ubicar y conocer los diver-sos servicios que un o una joven pueden nece-sitar cuando uno de sus derechos sexuales oreproductivos ha sido violado. Dependiendodel caso, las y los jóvenes cuyas situacionesdocumentamos, pueden requerir atenciónmédica, métodos anticonceptivos, atenciónlegal, atención psicológica, etc. por lo que esimportante que ubique-mos estos servicios yque identifiquemos cuáles son sensibles a lasnecesidades de la gente joven.

Por denuncia pública entendemos todaacción a nivel local, nacional, regional o inter-nacional que tenga por objeto dar a conocerlas violaciones a los DS y DR que las y losjóvenes enfrentamos y pudimos detectar a tra-vés de la documentación, a los grupos y per-sonas responsables de estas violaciones, y losefectos que éstas tienen en la vida de hombresy mujeres jóvenes.

Partiendo de la experiencia de ELIGE y deotras organizaciones que han impulsado ini-ciativas de denuncia pública, ubicamos queésta se puede hacer de manera sencilla a tra-vés de acciones a nivel comunitario y a tra-vés del Internet y otros medios de comunica-ción.

Finalmente, la elaboración de propuestasmediante la incidencia pública es un pasofundamental para pasar de la denuncia al dise-ño de mecanismos que resuelvan las violacio-

nes existentes y prevengan futuras v i o l a c i o -nes a nuestros derechos. Algunos tipos depropuestas que nos parecen importantes, aun-que no son las únicas, son las que hacemospara que los programas y proyectos delgobierno dirigidos a la juventud o que laimpactan realmente respondan a nuestrasnecesidades y nos doten de las condicionesnecesarias para poder ejercer nuestros dere-chos, así como las que hacemos al poderlegislativo tanto local como federal para quelas leyes realmente protejan nuestros DS y DR.

La parte 4 del manual se titula "Vías para ladefensa y promoción de los derechos sexualesy derechos reproductivos" y contiene una seriede pistas útiles para canalizar, denunciar y ela-borar propuestas.

Como puedes observar, las herramientas yconceptos contenidos en este manual formanparte de una estrategia. Esta estrategia es laque hemos diseñado las mujeres y hombresjóvenes que integramos ELIGE y busca seruna respuesta de y para jóvenes para promo-ver nuestra autonomía y capacidad de tomardecisiones, pero sobre todo, que nos permitacontribuir a la construcción de una sociedadsin discriminación ni exclusión, en la que lasexualidad y capacidad reproductiva seanaspectos que promuevan nuestro desarrollo, yno que restrinjan nuestros derechos huma-nos.

1. eejes cconceptualesDE ESTA PROPUESTA

¿DESDE QUÉ ENFOQUE SE ELABORA LA PRO-PUESTA PARA LA PROMOCIÓN Y DEFENSA DE

LOS DS Y DR DE LAS Y LOS JÓVENES?

Como ya se explicó, son tres los princi-pios o enfoques que sustentan la pro-puesta:

I. Derechos humanos II. GéneroIII. Identidades juveniles

II.. ppeerrssppeeccttiivvaa ddeeDERECHOS HUMANOS

LLooss ddeerreecchhooss hhuummaannooss.. .. ..

Se basan en el reconocimiento de necesi-dades básicas de todas las personas,estén o no enmarcadas en términos lega-

les, en necesidades humanas, sean políticas,civiles, económicas, laborales, sociales, cultu-rales, sexuales, ecológicas, etc. que la personanecesita cubrir para desarrollarse como tal, deahí que los derechos humanos sean integralespues responden a necesidades básicas que lasociedad acepta que son fundamentales parala vida digna, aceptación que está mediada porlas condiciones sociohistóricas. Por ejemplo,todas las personas, y particularmente las másjóvenes, necesitamos acceder a la educaciónpara poder desarrollarnos plenamente, por lotanto, la educación, al ser una necesidad fun-damental para nuestra vida, es un derechohumano pues todas las personas, indepen-dientemente de nuestra edad, sexo, religión,orientación sexual, etc. necesitamos condicio-nes que nos permitan aprender, crecer, des-arrollarnos, contar con medios que nos permi-

tan acceder un trabajo, es decir, vivir de mane-ra digna y plena.

Son integrales (pues responden a las distintasnecesidades básicas que completan un con-junto de posibilidades y condiciones huma-nas), indivisibles (no hay jerarquía o grado deimportancia entre los derechos, todos sonigual de importantes), inalienables (no puedenser anulados o derogados), interconectadose interdependientes (los derechos interactú-an en un intercambio dinámico reforzándoseentre sí, la negación de un derecho afecta lacapacidad de la persona para ejercer losdemás derechos), y universales (todas laspersonas tienen todos los derechos huma-nos). Este concepto de universalidad se com-plementa con el de la igualdad en la diferencia,o sea, el reconocimiento de la diversidadcomo algo característico de lo humano por loque todas las personas, a pesar de las diferen-cias que existen, tienen igualdad de derechos.

No siempre es fácil que nos reconozcamoscomo sujetos de derecho y que nos relacio-nemos en la sociedad como tales, frecuente-mente no sabemos distinguir entre favores,concesiones gubernamentales y nuestrosderechos, ni tampoco ubicamos quiénes sonresponsables de generar las condiciones paranuestro pleno desarrollo, pues suele pensarseque es una responsabilidad individual cubrirnuestras necesidades básicas, lo cual, comoya dijimos, no es así pues ser humana o huma-no, y además, ciudadana o ciudadano de unpaís, supone ser parte de una sociedad y deun Estado, lo cual conlleva ciertas responsabi-lidades y derechos. Tener derecho a algo sig-nifica tener las facultades de poseer y disfrutarese algo y por lo tanto, se tiene la autoridadlegítima o poder de demandarlo o exigirlo.

LLaa ppeerrssppeecctt iivvaa ddee ddeerreecchhooss hhuummaannooss.. .. ..

Es un marco ético para la acción, es decir,esta perspectiva centra nuestra acción en prin-cipios y aspiraciones universales como la liber-tad, justicia y dignidad para todas las perso-nas.

Afirma que las personas tienen el derecho atener voz en las decisiones que influenciansu calidad de vida y también que la responsa-bilidad del Estado para la satisfacción de susnecesidades básicas o para garantizar las con-diciones para que puedan ser satisfechas esasnecesidades, no es ningún tipo de privilegioespecial o de concesión, sino que son dere-chos fundamentales. Tener derecho a algo sig-nifica tener las facultades de poseer y disfrutarese algo y por lo tanto, se tiene la autoridad opoder de demandarlo o exigirlo.

Reconoce y retoma la legitimidad que distin-tos derechos han ganado a través de su reco-nocimiento en convenciones y acuerdos inter-nacionales en el contexto de las NacionesUnidas y de otros sistemas de protección delos derechos humanos regionales y naciona-les, como el Sistema Interamericano deProtección de los Derechos Humanos, laslegislaciones nacionales o las Comisiones deDerechos Humanos locales.

Asume que los derechos humanos siempreestán en construcción. Las ideas sobre losderechos humanos, así como las declaracio-nes de derechos humanos se basan en valo-res filosóficos y políticos, en una visión de lapersona; sin embargo, estos valores no sonneutros ni fijos, son producto de un procesohistórico, de un contexto sociocultural, econó-mico, tecnológico y político, y las concepcio-nes y aspiraciones respecto a la persona evo-lucionan. Reconocer que los derechos huma-

nos son un producto cultural de un contextodado, implica asumir que el paradigma tradi-cional de los derechos humanos ha sido par-cial y androcéntrico, pues las visiones que ledieron vida partían de una visión del mundocentrada desde la perspectiva masculina úni-camente, tenían como referencia de lo huma-no y como universal al varón heterosexual o,cuando mucho, a las necesidades que elvarón cree que tiene la mujer1. Esto implicaque es necesario un trabajo -que ya ha comen-zado a hacerse- de reconceptualización, revi-sión, crítica y ampliación de los derechoshumanos para que sean de verdad cada vezmás universales.

LLooss ddeerreecchhooss sseexxuuaa lleess yy rreepprroodduucc tt ii vvooss .. .. ..

Son parte de los derechos humanos puescomprenden todas aquellas necesidades de lapersona relacionadas con el libre ejercicio dela sexualidad y la reproducción, reivindican laimportancia de ampliar el marco de posibilida-des para su ejercicio, y de que cada personapueda tomar libremente decisiones sobre sucuerpo de manera autónoma con independen-cia de la edad, sexo, raza, condición social,religión, etc., sin que esto genere discrimina-ción o violencia.

1 Un ejemplo de que los instrumentos que enuncian y protegen los derechos humanos tienen como parámetro al varón heterosexual, son su lenguaje y contenido, los cuales dejan fuera a las muje-res y a otros grupos que no participaron en la definición de las necesidades básicas y en los derechos que requiere su satisfacción.

¿¿CCuuáá lleess ssoonn llooss ddeerreecchhooss sseexxuuaa lleess yyddeerreecchhooss rreepprroodduucctt ii vvooss??

La igualdad y equidad sexual, a estar libres detoda forma de discriminación, y respeto a lamultiplicidad y diversidad de las formas deexpresión de la sexualidad humana, sea cualfuera nuestro sexo, género, edad, etnia, clasesocial, religión, orientación sexual o cualquierotra característica que nos hace particulares.

Que todas las parejas e individuos podamos

decidir libre y responsablemente si deseamoso no tener hijo/as, el número y el espaciamien-to de los nacimientos. Especialmente el dere-cho de toda mujer a ejercer o no su capacidadreproductiva.

Ser sexualmente activo/a o no, y a ejercerlibre, plena y responsablemente la sexualidad,independientemente de la reproducción.

Decidir con quién compartir mi vida y misexualidad. Lo que implica el derecho a la libreasociación, a contraer o no matrimonio, disol-ver dicha unión y establecer otras formas deconvivencia a partir de la propia elección librede coerciones.

La participación en condiciones de equidad enla formulación y desarrollo de leyes, políticas yprogramas relacionados con los derechossexuales y reproductivos, en todos los nivelesde toma de decisiones.

El respeto a mi intimidad y mi vida privada, a lacapacidad de tomar decisiones autónomascon respecto a la propia vida sexual y repro-ductiva.

El acceso a métodos anticonceptivos seguros,eficaces, asequibles y adecuados y a poderelegirlos de manera libre e informada.

La participación igualitaria de hombres y muje-res en la vida reproductiva, incluidas las res-ponsabilidades de la vida familiar (crianza dehijos e hijas y mantenimiento del hogar).

Aprovechar los beneficios del progreso cientí-fico y sus aplicaciones para el mejor desarrolloy atención de nuestra salud sexual y reproduc-tiva.

Una educación sexual integral, laica y científi-ca, a lo largo de toda nuestra vida, en un pro-ceso donde intervengan todas las institucionesresponsables.

Servicios de salud integrales y de calidad, quesean sensibles a las condiciones de edad,género, étnica o cualquier otra y que respondanuestras necesidades y expectativas.

Vivir la sexualidad libre de violencia, torturas,coerción, explotación, abusos sexuales y cual-quier otro tipo de violencia, dentro de unmarco de relaciones basadas en la equidad, elrespeto y la justicia.

Ejercer y disfrutar plenamente mi sexualidad.Esto implica el derecho a elegir cualquierexperiencia o expresión sexual y erótica, siem-pre que respete los derechos humanos, comopráctica de una vida emocional y sexual plenay saludable. El derecho a la exploración de lapropia sexualidad sin miedo, vergüenza, cul-pas, falsas creencias y otros impedimentos ala libre expresión de los deseos.

¿¿CCóómmoo ssuurrgg iiee rroonn??

Los derechos sexuales y los derechos repro-ductivos son el resultado de la lucha de dife-rentes organizaciones y movimientos socialescomo el feminista y amplio de mujeres y elmovimiento LGBTT (lésbico, gay, bisexual,transgénero, transexual), así como de los estu-dios en diversos campos (población, salud,estudios culturales, sexualidad); y el surgi-miento de unos y otros es indisociable. Lasexualidad fue abordada en los instrumentosinternacionales fundamentalmente a partir dela situación de las mujeres, cuya vulnerabili-dad derivó en la regulación de aspectos repro-ductivos, en la creciente preocupación por la

violencia y por ese camino, en la incipientenoción de derechos sexuales2.

Los antecedentes de los derechos sexualesy reproductivos datan más recientemente de1968, cuando en la Conferencia sobreDerechos Humanos de Teherán se habló del"derecho de las parejas a decidir sobre elnúmero de hijos y su espaciamiento". Seisaños después, en la Conferencia de Poblaciónde 1974, en Bucarest, se señaló que losEstados deben garantizar este derecho a tra-vés del acceso a información y a métodos decontrol de la natalidad. Fue en 1975, durante laPrimera Conferencia Mundial de la Mujer enMéxico, y en el foro paralelo de lasOrganizaciones No Gubernamentales(ONG´s), donde se acuñó el concepto de"derechos reproductivos". Como parte de ellos

2 Roger Raupp Rios, Apuntes para un derecho democrático de la sexualidad, Universidad de Columbia, Mimeo, 2003.

se mencionan especialmente el derecho a laintegridad física, a decidir sobre el propio cuer-po, a tener diferentes posibilidades del ejerci-cio de la sexualidad y el derecho a la materni-dad opcional; además, durante el foro parale-lo de las ONG´s se abrió el debate sobre elderecho de las lesbianas al ejercicio de susexualidad libres de toda discriminación.

En 1979, con la aprobación de la Convenciónsobre la Eliminación de Todas las Formas deDiscriminación contra la Mujer, se avanza en elreconocimiento de muchos de estos derechos(igualdad de hombres y mujeres en las deci-siones reproductivas y la responsabilidadcompartida que implican los hijos, responsabi-lidad de los Estados para asegurar entre hom-bres y mujeres el acceso a servicios de aten-ción médica y planificación familiar, etc.).

En 1984 se realizó en Ámsterdam el TribunalInternacional de Salud y DerechosReproductivos, y a partir de entonces, tomómayor fuerza la idea de derechos reproducti-vos.

Más recientemente, en la Conferencia Mundialde Derechos Humanos celebrada en Viena en1993, a partir del reconocimiento de la violen-cia contra las mujeres como una violación a underecho humano se pudo aceptar que muchastransgresiones a los derechos humanos de lasmujeres ocurren incluso en el ámbito privado(fuera de la regulación estatal) y que éstas tie-nen un efecto negativo relevante en el avancede los derechos humanos en su conjunto y enel propio desarrollo de las naciones.

En la década de los noventa, Naciones Unidasconvocó a varios eventos internacionales degran trascendencia para el avance de los dere-chos sexuales y reproductivos, como laConferencia Internacional sobre Población yDesarrollo, realizada en El Cairo en 1994, quemarca un cambio importante en el paradigmade las políticas de población y desarrollo, almoverse de una óptica de control poblacional,meramente demográfica, a una perspectiva desalud reproductiva y derechos.

En la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer,realizada en Beijing en 1995, continúa el deba-te sobre estos derechos, se refrendan losacuerdos de El Cairo y además se sientanbases para los derechos sexuales al reconocerque "los derechos humanos de la mujer inclu-yen su derecho a tener control sobre su sexua-lidad, incluida su salud sexual y reproductiva,y decidir libremente al respecto sin coerción,discriminación, ni violencia" 3.

Actualmente, algunos de los DS y DR estánincluidos en varios instrumentos internacio-

nales de protección de derechos humanos delas Naciones Unidas y del SistemaInteramericano de Derechos Humanos (talescomo la Convención para la Eliminación deTodas las Formas de Discriminación contra laMujer, el Pacto Internacional de DerechosEconómicos, Sociales y Culturales, laConvención Americana de DerechosHumanos, entre otros), así como en acuerdosproducidos por conferencias y cumbres de losaños noventa señaladas. Sin embargo, estosderechos están aún en construcción y todavíafalta que su reconocimiento jurídico sea plenoy explícito.

3 Párrafo 96, Plataforma de Acción de Beijing.

EEll eennffooqquuee ddee DDSS yy DDRR ddeessddee llaappeerrssppeecctt iivvaa ddee DDeerreecchhooss HHuummaannoossbbuussccaa::

Promover el respeto a los derechos huma-nos, en este caso, en particular a los derechossexuales y reproductivos, su reconocimiento,cumplimiento y expansión. En el caso de losDS y DR una meta central es lograr su recono-cimiento jurídico.

Apropiarse de la construcción del discurso delos derechos humanos, especialmente, deldiscurso sobre los DS y DR, y darle nuevoscontenidos a estos derechos, aportar elemen-tos para ampliar sus significados, sus interpre-taciones, etc.

Identificar y denunciar formas de discrimina-ción, exclusión y de incumplimiento de losderechos.

Ubicar necesidades de grupos socialescuyos derechos no han sido históricamentereconocidos y/o respetados y luchar para quesus necesidades y derechos se legitimen,reconozcan e incorporen a los derechoshumanos.

Realizar acciones que conduzcan al cambiode las estructuras políticas y económicasque sistemáticamente excluyen a grupossociales del ejercicio de sus derechos.

Integrar la dimensión del ejercicio de lasexualidad de manera plena como un dere-cho humano, contribuyendo a hacer más ricay plural la concepción actual del ser humano,sus expresiones y posibilidades, establecien-do nuevos parámetros de lo humano que con-tribuyen a visibilizar la diversidad y a promovertransformaciones sociales en un marco globalde protección de derechos.

Desmitificar factores que afectan el ejerci-cio pleno de los derechos. En muchas oca-siones los DS y DR están en oposición a tradi-ciones culturales, o las prácticas religiosas yculturales interfieren en las prácticas sexualesy reproductivas, además, es frecuente queesta oposición se utilice políticamente paraoprimir a las mujeres y otros grupos. En estecontexto, puede ser difícil para las personasdistinguir entre fe y prácticas culturales (porejemplo, pensar que tener relaciones sexualesfuera del matrimonio es un pecado, y noentender que esa prohibición es una forma deregulación social), además, la religión y cultu-ra implican una entramada red de identidades,por lo que es muy difícil que las mujeres uotros grupos puedan reconocer o que sepanresolver las tensiones o conflictos que pudieraimplicar la defensa de un derecho individual(por ejemplo la integridad física o la libertad)frente a la realización de una práctica culturalo religiosa (por ejemplo la mutilación genitalfemenina o la condena, como la excomunión,a personas no heterosexuales) que es defendi-da por su valor dentro del grupo o colectividadaunque afecte a las mujeres o a las personashomosexuales, transexuales, etc.

II. ggéneroII. GÉNERO

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El conjunto de ideas, prescripciones,representaciones, atribuciones, prácti-cas, experiencias y valoraciones socia-

les sobre lo masculino y lo femenino. A par-tir de este conjunto, hombres y mujeres cons-truyen su identidad, generalmente, las mujeresa partir de todo aquello relacionado a lo feme-nino, y los hombres, a partir de lo vinculado alo masculino, con lo cual se definen sus pape-les sociales, actitudes, comportamientos, valo-res, habilidades, características, etc. que con-figuran la personalidad.

El conjunto de creencias, rasgos personales,actitudes, sentimientos, valores, conductas yactividades que diferencian al hombre de lamujer a través de un proceso de construcciónsocial que tiene varias características4, entreellas, que, dichos rasgos se jerarquizan, y losque se definen como masculinos, normalmen-te tienen más valor.

Un proceso histórico y cultural, como tal, elgénero se desarrolla a distintos niveles,desde la familia y relaciones interpersonales,hasta en la escuela, medios de comunicación,iglesias, mercado laboral, leyes, el Estado, etc.en donde se construyen, refuerzan, reprodu-cen, y también modifican, los modelos degénero.

Los modelos de género suelen ser muy rígidosy servir como etiqueta o "destino" para las per-sonas, forzando a que sean de una manera y

no de otra, que se comporten de cierta formay no de otra, esto impide el desarrollo pleno detodos los seres humanos y de su individuali-dad.

Tradicionalmente, suele pensarse que las dife-rencias entre hombres y mujeres son natura-les, que la biología establece dichos rasgos ycomportamientos distintos, y no que es la cul-tura la que lo hace, de esta manera, se justifi-can las diferencias de poder y de oportunida-des, el trato diferenciado, las relaciones abusi-vas, y muchas otras formas de subordinaciónque se derivan de esta creencia sobre la "natu-ral" incapacidad o fragilidad de las mujeres,sobre su necesidad de ser dirigidas, protegi-das, relegadas a la esfera doméstica, etc. puesa partir de estas diferencias "naturales" y de lajerarquía establecida, se establecen normas ymorales distintas y relaciones de poder, quenormalmente son de dominación -sumisión,así, la diferencia se convierte en desigualdad.

De acuerdo a la lógica tradicional, debe deexistir una coherencia entre el género y elcuerpo, se establecen parámetros de "normali-dad" que llevan a buscar aunque sea de mane-ra forzada una relación entre el cuerpo y elgénero. Por ejemplo, ahora se están reivindi-cando nuevas identidades: la gay, lésbica,transexual, transgénero, queer, etc. que con-frontan esos modelos rígidos que quierenestablecer una coherencia entre el cuerpo, laidentidad sexual y el deseo, por decirlo de unamanera simple, que establecen que son muje-res aquellas personas que tienen una vagina,por lo tanto, desean ser "femeninas" y sólodesean a los hombres, que son aquellas per-

4 Definición de Lourdes Benería, citada por Soledad Murillo en El mito de la vida privada, de la entrega al tiempo propio, Madrid, Siglo XXI Editores, 1996, p. 14.

Construir la universalidad de los derechos. Launiversalidad no significa uniformidad, por esose reconoce la importancia de debatir en cadacontexto los significados de los DS y DR, deque éstos se construyan y debatan arraigadosen la propia cultura (lo cual no excluye laimportancia del diálogo intercultural).

Reconocer la diversidad de prácticas, nece-sidades, demandas, etc. y de sujetos de DS yDR. Esto supone comprender la manera enque distintos grupos se relacionan con estosderechos. Por ejemplo, rara vez se asume quelos varones también enfrenta fenómenos yrelaciones sociales vinculados a los DS y DR,pues su origen ha estado muy ligado a la situa-ción femenina o a las demandas de gruposparticulares (gays, lesbianas, personas sero-positivas), por lo que se busca ampliar y pro-fundizar los sujetos de derechos.

Redefinir las obligaciones del Estado respec-to a las personas o acciones de la esfera "pri-vada". Los comportamientos sexuales estánsocialmente contextualizados y mediados, sonproducto de presión familiar, comunitaria, ysocial, de las determinaciones de los roles degénero, de factores sociales, económicos yculturales que representan limitaciones para ladecisión y para la actuación sexual, por lo queese campo que pareciera tan ajeno a la socie-dad y al Estado, el cuerpo, no lo es tanto. Serequieren "condiciones habilitantes" es decir,condiciones que nos habiliten para ejercernuestra sexualidad de manera plena (coninformación, con seguridad y libertad, sin pre-siones, con posibilidades o recursos económi-cos, etc.) y éstas deben ser garantizadas porel Estado.

sonas que tienen un pene, son "masculinas" ydesean a las mujeres. Esas nuevas identida-des aún no han sido plenamente reconocidasy hay mucha oposición a éstas pues desdeesos modelos de género tradicionales, sonimpensables otras formas de identificación ode deseo.

Como el género se reproduce en toda la socie-dad y sus estructuras, la desigualdad y lasubordinación de las mujeres -y en muchoscasos, de las personas que no se ajustan a la"normalidad"- se vuelve sistemática, atraviesatodas las relaciones sociales y los mecanis-mos por los que éstas se dan.

El ejercicio de la sexualidad y capacidadreproductiva de hombres y de mujeres tam-bién se ven afectadas de manera diferencia-da de acuerdo a esas morales, normas y rela-ciones diferentes y desiguales. Las mujeresestán en una relación subordinada desde lacual tienen muy poco acceso al ejercicio delpoder, normalmente se les atribuyen ciertasvirtudes centrales y "naturales", como la inge-nuidad, la pureza, la maternidad, y ademássuelen estar en una situación de dependenciarespecto a los varones (sean sus hermanos,padres, tíos, parejas, etc.) por lo que ellas, yen especial, las jóvenes, están en desventajaen lo que respecta a su vida sexual y repro-ductiva, principalmente, al ejercicio de susderechos, pues son más vulnerables a la vio-lencia sexual, es más común que no recibanformación ni información adecuadas, que notengan los recursos para poder tomar y reali-zar sus propias decisiones, que carezcan dehabilidades y posición para negociar susdeseos y necesidades sexuales y reproducti-vas, que estén sujetas al peso de restriccionesy tradiciones culturales y religiosas (como elmatrimonio a edad temprana, la creencia deque no pueden o deben sentir placer, de que

deben ser "vírgenes", etc.), además, de vivir ensu cuerpo de manera directa las consecuen-cias de esto, enfrentándose a embarazos noplaneados, a abortos en condiciones insegu-ras, a la mortalidad materna, entre otras.

También en este caso, al igual que con el temade la juventud, las políticas y programasgubernamentales suelen pasar por alto quedicha vulnerabilidad y desigualdad son social-mente construidas y que en el ejercicio sexualy reproductivo están implicados los derechosde las personas jóvenes.

Ante esto, la perspectiva de género que fundaesta propuesta pretende que la desigualdadentre hombres y mujeres deje de pensarsecomo natural, así como que se reconozcanlas distintas formas en que el género y las ins-tituciones, mecanismos y normas que lo repro-ducen afectan el ejercicio de los derechossexuales y reproductivos de hombres y demujeres, afectan la expresión de la diversidadsexual, y afectan la construcción misma de lasexualidad.

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Analizar la realidad para reconocer las rela-ciones sociales y diferencias de poder entrehombres y mujeres, y las raíces de la des-igualdad, comprendiendo que ésta, por ser unhecho cultural, puede y debe ser transforma-da.

"Desnaturalizar" juicios y creencias respec-to a las desigualdades entre hombres y muje-res, es decir, evidenciar su origen histórico ycultural, y no biológico.

Comprender de manera más completa la reali-dad social al tomar en cuenta el peso que tiene

el género para las vidas de hombres y muje-res.

Detectar conductas y sesgos sexistas, asícomo analizar y evitar estereotipos

Reconocer la diversidad sexual.

Establecer relaciones más equitativas entrehombres y mujeres, formas de convivencia yorganización social donde la diferencia sexual(lo biológico) no sea utilizada para establecerdesigualdad.

III. pperspectiva DE IDENTIDADES JUVENILES

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Mirar la juventud de una manera alterna-tiva a como lo hacen muchos discursostradicionales. Los elementos básicos

de nuestro enfoque son:

La juventud es una construcción sociocultu-ral. Reconocemos que en cada tiempo yespacio, la sociedad organiza de maneraespecífica la transición de la infancia a la vidaadulta, y percibe de determinada maneraestos cambios y sus repercusiones. En lajuventud confluyen múltiples condiciones ydistintas instituciones sociales ejercen accio-nes sobre ella.

Por lo tanto ser joven no es algo natural, inscri-to en los genes y que todas las personas jóve-nes vivimos de la misma manera, sino por elcontrario, es producto de la cultura, una cons-trucción arbitraria y por esto, susceptible deser transformada.

La juventud es también una identidad.Poseer determinada identidad significa reco-nocerse y hacerse reconocer como distinto a

las y los otros. Cada sociedad, cada cultura ycada época crea sus propias identidades.

Las identidades son tanto personales comocolectivas. Las marcas con las que se impri-men las identidades nos dicen cómo compor-tarnos, con quién relacionarnos, qué gustostener, qué lenguaje usar, etc., sin embargo,cada persona en su propia experiencia viveestas marcas de manera diferente.

La identidad juvenil difiere de otras identidadescomo la etnia, por su carácter transitorio, tieneuna duración acotada en el tiempo y el espa-cio que se ubica en el ciclo vital de toda perso-na y que varía - así como sus marcas definito-rias - en cada cultura y en cada época.

La identidad es un hecho social pero a la vezun hecho completamente individual, esto sig-nifica que cada persona inscrita en la identidadjuvenil, la vive y se relaciona con esta identi-dad de una manera particular y única. Estogenera que cada joven no reproduzca la iden-tidad juvenil definida socialmente, sino que lamodifique, cuestione y adapte a sus necesida-des individuales.

La juventud es diversa. Las y los jóvenes nosomos un grupo homogéneo, más bien existeuna gran variedad de formas o estilos deexpresión diferentes mediante los cuales cadagrupo se apropia de los objetos y lenguajessociales que lo define.

Los estilos juveniles cuentan en mayor omenor medida con sus formas organizativaspropias, con liderazgos particulares, con ritua-les de paso a la vida joven, con lenguajes yvestimentas particulares.

Cada estilo juvenil retoma y/o cuestiona ele-

mentos de la forma en la que otros gruposdominantes, como la población adulta, definenlo juvenil, busca manifestar su identidad, apro-piarse de espacios públicos, crear grupos consus propias reglas, dar significados y valoresdiferentes a distintos elementos de la sociedadadulta, como el tiempo libre, los espacios desocialización, etc.

Como en todo grupo social, las diferencias degénero son definitivas también para los gru-pos juveniles. Hombres y mujeres vivimos demanera diferente la identidad juvenil y nosimpactan de manera distinta las prácticas decontrol de la sociedad adulta. Las mujeresjóvenes enfrentan además del control y la dis-criminación generada por ser jóvenes, aquellaproveniente de su identidad de género. Porejemplo, las mujeres jóvenes somos conside-radas como objeto sexual o como personas en preparación para cuidar una familia y ser espo-

sas y muy difícilmente se nos mira como líde-res estudiantiles, o como chavas banda.

El continuo intercambio de estilos y experien-cias, dota a este sujeto de una gran movilidadque le permite ser un transmisor efectivo delcambio cultural o de la permanencia de estruc-turas de organización y relación social.

La juventud es sujeta de derechos. Comotoda identidad y como todo grupo social, laspersonas jóvenes tenemos necesidades ydemandas propias, por lo que requerimosgozar tanto de los derechos que todas las per-sonas tenemos por el solo hecho de ser huma-nas, como de derechos específicos que res-pondan a nuestras necesidades particulares.

Al contrario de esta visión, las visiones tradicio-nales sobre la juventud suelen pensar a lagente joven como un grupo homogéneo y pro-

blemático, caracterizado por su conductaimpulimpulsiva, inmadurez, falta de capacidadpara tomar sus propias decisiones, extremis-mo (rebeldes sin causa, o soñadores alejadosde la realidad, o apáticos/as e individualistas),etc., por lo tanto se considera a la juventudcomo un grupo que debe ser controlado y seelaboran programas y políticas que buscandicho control, y a veces incluso la coerción.

Esto impacta de manera negativa en nuestrasexualidad y capacidad reproductiva por loque es frecuente que seamos víctimas dediversas formas de violencia y de violaciones anuestros derechos sexuales y reproductivos,puesto que, como se dijo previamente, no senos reconoce ni como sujetos de derechos nicomo sujetos que ejercemos nuestra sexuali-dad, ignorar estos hechos, nos pone en unasituación de vulnerabilidad ante problemáticascomo la alta incidencia de embarazos no pre-vistos, de infecciones por VIH/SIDA y de otrasITS, a la violencia sexual, entre otras situacio-nes asociadas al ejercicio de la sexualidad,pues al no reconocerse que la gente jovenejercemos nuestra sexualidad activamente demanera cotidiana y que tomamos decisionescon respecto a nuestra vida y a nuestro cuer-po, se conduce a que este ejercicio se haga encondiciones poco favorables que influyennegativamente en él (como puede ser la faltade información, el peso de prejuicios o la faltade recursos para hacer lo que se ha decidido).

Ante esto, el enfoque sobre las identidadesjuveniles que se ha adoptado pretende que lajuventud deje de ser vista como un grupo quedebe ser controlado, que es difícilmente tolera-do o continuamente descalificado; y reconoceque las y los jóvenes somos sujetos de dere-chos, así como que deben de existir mecanis-mos para garantizar el ejercicio de nuestrosderechos, en donde la acción del Estado e ins-tituciones sociales como las familias, las igle-

sias, los medios de comunicación, el sistemaeducativo, etc., es fundamental.

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Tomar en cuenta la diversidad factores socia-les, personales, culturales, de género, de ori-gen étnico y otras condiciones de vida quedefinen las expresiones y formas de vivir delas y los jóvenes.

Ubicar las condiciones, características, necesi-dades, visiones y situaciones que limitan ofavorecen el ejercicio de los derechos de lagente joven.

Identificar las diversas demandas y propues-tas juveniles, y defender la capacidad de losgrupos de jóvenes de dar cuenta de lo que nosocurre, así como fortalecer nuestra capacidadde autodeterminación, de tomar decisionessobre nuestras propias vidas y ejercer nues-tros derechos. Esto también supone visibilizarnuestros aportes y estrategias de articulacióny acción y valorar nuestros aportes a la solu-ción de problemas locales, nacionales e inter-nacionales.

Visibilizar a grupos de jóvenes que tradicio-nalmente han sido excluidos de la reflexiónsobre juventud o que han sido estudiados deforma estereotipada, como las mujeres o lajuventud rural.

Ubicar y tratar de erradicar los estereotipos yestigmas más comunes sobre las y los jóve-nes en cada contexto sociocultural, así comofomentar relaciones más equitativas.

Reconocer y valorar los espacios de encuen-tro y vinculación entre las y los jóvenes, seanespacios de articulación formal o informal, yaque en ellos se dan procesos de identificación

y construcción de alianzas.

Favorecer el proceso de empoderamiento delas juventudes y su participación comoactores sociales plenos. El empoderamientoes el proceso individual y colectivo de autoafir-mación en el que las personas jóvenes des-arrollamos nuestra capacidad para tomar deci-siones sobre eventos importantes de nuestravida, y para controlar o cambiar en un momen-to dado su rumbo, usando los recursos delentorno a pesar de la oposición de otras per-sonas o instituciones.

En resumen, desde estos tres enfoques, sebusca comprender la realidad socialcomo unarealidad que construimos, que estácruzadapor relaciones de poder, que está compuestapor discursos que saturan los espacios, lasrelaciones, las instituciones, e incluso la subje-tividad de las personas, y sirven para categori-zar, esencializar, limitar o excluir de ciertosámbitos de decisión y participación a ciertaspersonas, como los discursos tradicionalessobre la juventud, el género o los derechoshumanos, pero que también están en oposi-ción a discursos alternativos que pretendenacabar con esas visiones excluyentes, y es enese sentido que las tres perspectivas que sus-tentan esta propuesta tienen una fuerte impli-cación política que dimensiona nuestra laborde defensa y promoción de nuestros derechossexuales y reproductivos y suponen un grancompromiso de nuestra parte.