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Cadencia Mag #7

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Mundiales Mountain Bike en Andorra. Descenso en Cap-d'Ail. Una isla en los Pirineos. Safari fotográfico. Opinión // Mountain Bike World Championships in Andorra. Downhill in Cap-d'Ail. An island in the Pyrenees. Photo Safari. Opinion.

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OTOÑO 2015 Índice nummer SIEBEN

RUTA EXPRESS Entre España y Francia

PORTADA Mundiales de Andorra

viaje Cap-d’Ail

imágenes Fotografía de naturaleza

Escena de bicis ET, el extraterrestre (1982).

No podía faltar una de las esce-nas más famosas del cine. Mi-

llones de niños de todo el mun-do quisieron tener una de esas

Kuwahara con la que Elliot y el bichejo marciano despegan por

el cielo. La escena da incluso para una pequeña toma en un

circuito improvisado, con la que el BMX se hizo famoso en

todo el mundo.

Editorial VIVE LA FRANCE!

No me considero un patrio-

tero fanático. Intento criti-

car constructivamente las

cosas malas que veo en Es-

paña pero también valoro

las muchas buenas que te-

nemos. Y al mismo tiempo,

admiro a países que hacen

muy bien las cosas que ha-

cen bien.

Por ejemplo, a Francia. Hay

que reconocer que son muy

buenos en muchas cosas. Primero, Francia y los franceses se respetan a

sí mismos. No esconden sus símbolos, aunque sean estereotipos. Gente

reunida en un parque a media tarde tomando un picnic de queso y vino,

con fulards al cuello, al estilo del anuncio de quesos “Président”. Exis-

ten y no son una invención de la publicidad.

Y así sucede también en el ciclismo. Francia siempre ha sido y sigue

siendo una potencia top 3 mundial en el mundo de la bici. Y lo es por

muchas razones. La principal, en mi opinión, porque cuidan y valoran

la bicicleta. No tienen una geografía o un clima especialmente mejor

que el nuestro, y sin embargo la gente utiliza la bici. No tienen el pre-

juicio que aquí hasta hace poco existía de considerar a la bici o al ciclista

como un vehículo de segunda clase y propio casi de indigentes. De la

misma manera que los franceses no necesitan lucir un cochazo para

aparentar prestigio social. Puedes ver colecciones enteras de Dos Caba-

llos y Renaults 4 nada más cruzar los Pirineos, y sus dueños no son pa-

letos de campo, sino gente normal y corriente.

Cuidan y respetan a la bici. Y también, por supuesto, a los ciclistas. Or-

ganizan las cosas. Caminos, senderos, rutas. Escuelas, carreras, campeo-

natos. Así se dan las condiciones para que surjan grandes campeones.

Nicolas Vouilloz, Julien Absalon, Loïc Bruni. Ciclistas que han ganado

16 campeonatos del mundo entre los tres, que se dice pronto. Así pues,

un respeto a los amigos gabachos, y a ver si aprendemos nosotros.

Happy trails. Alfonso.

Cadencia

Los Pirineos son fascinantes. Son la fronte-ra natural entre España y Francia, pero es-conden rincones como la Cerdaña, el Valle de Arán o el Valle de Roncal. Uno de estos rincones es un pequeño islote que pertene-ce a España pero que está dentro de Fran-cia. Es un pueblo llamado Llivia, una espe-cie de Gibraltar a la inversa. Te propone-mos conocerlo mediante una ruta en bici, ya que además es una zona extraordina-ria para montar. En medio de la Cerdaña catalana, Llivia es uno de esos absurdos legados de la historia que ponen en ridícu-lo las fronteras entre países o territorios.

RUTA EXPRESS

UN POCO DE HISTORIA

En el siglo XVII España y Francia estaban a malas

desde la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), en

la que España había perdido Flandes, Nápoles y Sici-

lia. Después de firmarse la paz por esta guerra, Espa-

ña y Francia siguieron otros 10 años dándose tortas,

hasta que en 1659 se firma el Tratado de los Piri-

neos, por medio del cual Francia, que había apoyado

la sublevación catalana, se quedó con la Cerdaña

(hasta entonces española). Este cuadro representa la

firma de la paz entre Felipe IV y Luis XIV.

UN ISLOTE ESPAÑOL EN FRANCIA

UN POCO DE HISTORIA II

El Tratado de los Pirineos no dejó claro el reparto de la Cerdaña, así que en 1660 se completa la paz con el Tratado de Llivia, estipulando que Francia recuperaba to-dos los pueblos del lado norte de los Piri-neos, en el Capcir y el Carol. Todos los PUEBLOS, que no villas. Y villas como tal sólo existía una: Llivia. Así que por una cuestión de nomenclatura (pueblo o vi-lla), la historia quiso que un pequeño re-ducto quedara en tierra francesa pero soberanía española.

BARCELONA-LLIVIA

La conexión Barcelona-Llivia puede hacerse en tren. De hecho, es divertido y curioso hacerlo así, ya

que el tren que se coge en Plaza Catalunya llega hasta un pequeño pueblo francés donde existe una

estación internacional de ferrocarril: Latour de Carol. Esta línea histórica de Cataluña no unió España

y Francia hasta 1929. La línea pasa por La Molina, y los vagones están adaptados para bicis, para ale-

gría y regocijo de nosotros los sufridos ciclistas.

NO, NO HAY ADUANAS

Una de las cosas más graciosas de esto de las fronte-

ras es que los pasos de aduanas ya no existen. Uno

pasa de España a Francia como el que pasa de Sego-

via a Madrid. Por ejemplo, vas a comprar el pan a

Puigcerdá, te tomas un café en Llivia y una cerveza

en Bourgmadame, y como si nada.

Por supuesto es comodísimo, pero se ha perdido ese

romanticismo de pasar por delante de los gendar-

mes, enseñar el pasaporte y toda esa parafernalia

que ahora parece trasnochada.

ERR, LLO Y EYNE

Los sugerentes pueblos de Err, Vedrignans y Llo se

encuentran en el camino que asciende suavemente

por prados y laderas hasta la estación de Eyne. Pe-

queños pueblos con su Mairie, el ayuntamiento local,

su pequeña iglesia de piedra y su monumento a los

caídos en las guerras. Todo muy francés y muy pa-

triótico. Hay que tener en cuenta que el catalán no

es idioma oficial en este departamento, mayoritaria-

mente catalán; en Francia sólo hay un idioma oficial.

Y no podía ser otro que el francés. Cosas suyas, su-

pongo.

DE RUTA POR DOS PAÍSES

Nada más salir de Llivia se entra en Francia (aunque

no se ve la frontera), y comienza una red de caminos

que recorren algunos pueblecitos del Capcir y la

Cerdaña. Son caminos que utilizaron durante años

los contrabandistas primero, y los maquis después.

Vías de acceso y huída para los muchos que escapa-

ban de la guerra civil. Y es que esta zona, como todas

las tierras fronterizas, esconden leyendas e historias

fascinantes, muchas de ellas enterradas para siem-

pre entre estos bosques.

RUTA EXPRESS

CAMPOS Y PRADERAS INTERMINABLES

Los franceses, que son muy sagaces, tienen una red

de miles de kilómetros de rutas para MTB (allí VTT).

Todas o casi todas, perfectamente señalizadas y bali-

zadas. Forman parte de los más de 180 Centros VTT

repartidos por todo el país. Nuestros vecinos hacen

las cosas bien cuando se refiere a la bici, y claro eso

se nota. Da gusto recorrer las pistas y caminos bien

cuidados, con sus señales visibles y apenas ninguna

puerta de cercados o fincas que cruzar. Verdadera-

mente, se lo curran.

UN POCO DE DESCENSO

Desde la estación de esquí de Eyne parten varios

senderos de bajada hasta el pueblo. Entre el frondo-

so bosque de pinos y abetos, alguien o “álguienes” ha

trabajado mucho para diseñar un recorrido fantásti-

co de enduro. Con distintos niveles de dificultad

(verde, roja o negra), tres senderos conducen al valle

por una bajada excelente. Después se toma parte de

uno de los muchos ramales del Camino de Santiago.

Cad*

EL PLATO FINAL, UNA GARGANTA

Una antigua canalización de agua entre valles fue la

excusa para abrir un estrecho sendero colgado de

una montaña. Al fondo de la garganta, de unos 50 o

60 metros, transita el río L’Angust (el angosto). Un

sendero de unos ocho km, técnico y no apto para los

que padecen de vértigo, conduce hasta Bajande y

después a Llivia, cerrando una ruta y un bucle es-

pectacular por la comarca del Capcir y la Cerdaña.

caminospain.com

Lto más importante del ciclis-mo a nivel internacional. Una sola carrera para alzar al me-jor, ese día, durante toda temporada. Este año, por se

CAMPEONATOS DEL MUNDO MTB & TRIAL VALLNORD, ANDORRA. 2-6 SEPTIEMBRE 2015

Héroes por un día

portada

Los mundiales son el even-

to más importante del ciclis-mo a nivel internacional. Una sola carrera para alzar al me-jor, ese día, durante toda una temporada. Este año, por se-

gunda vez en la historia, se ce-lebraban unos mundiales de Mountain Bike en un lugar de la península. Los anteriores fueron en Sierra Nevada 2000. Estos, en la otra punta.

El Mundial no es una carrera más. Es una fies-

ta internacional y la culminación de una tem-

porada y la prueba que encumbra a uno sólo de

entre los cientos de participantes de todos los

países, en el portador del legendario maillot ar-

co iris durante el año siguiente.

Una carrera que vale por todo un año de copas

del mundo.

Este año en Andorra los favoritos en Descenso

cabían en una de esas barajas de cartas que uti-

liza el ejército de Estados Unidos para identifi-

car a los enemigos yihadistas. El as de Picas

era Greg Minaar. Tres veces campeón del

mundo y puede que en su mejor momento pa-

ra ganar un cuarto maillot que le encumbre co-

mo uno de los mejores descenders de la histo-

ria.

1. Línea de salida en Vallnord 2. Aaron Gwin. Los mundiales no son lo suyo, por ahora 3. La V10 de Greg Minaar”World Champs

El ambiente en Vallnord fue excelente toda la semana. A pesar del mal tiempo los primeros días, el sábado y el domingo se sec

los favoritos en Descenso

cabían en una de esas barajas de cartas que uti-

liza el ejército de Estados Unidos para identifi-

mundo y puede que en su mejor momento pa-

ra ganar un cuarto maillot que le encumbre co-

mo uno de los mejores descenders de la histo-

As de Diamantes: Josh Bryceland. Compañero

de Minaar en el Team Santa Cruz Syndicate,

el locuaz inglés que vive en un barco se le es-

capó el mundial el año pasado, cuando se hizo

trizas el pie al aterrizar mal en el último salto

de una carrera que tenía ganada.

As de Tréboles. Gee Atherton. Ganador el año

pasado, y otros dos anteriormente, Atherton

no ha hecho una buena temporada y es espe-

cialista en ganar carreras de un día bajo pre-

sión.

As de Corazones. El “Gerónimo” de la baraja.

Aaron Gwin, el dominador implacable de la

temporada a quien se le resiste el único gran

logro que aún no ha conseguido: un Mundial.

Así las cosas, la contienda estaba servida y se-

ría emocionante. Continúa

2. Aaron Gwin. Los mundiales no son lo suyo, por ahora 3. La V10 de Greg Minaar”World Champs Edition” 4. El casco del 4 veces campeón del mundo 5. Sam Hill no tuvo su día.

El ambiente en Vallnord fue excelente toda la semana. A pesar del mal tiempo los primeros días, el sábado y el domingo se secó el trazado, pues se había convertido en un barrizal tremendo.

El impresionante “Muro” antes de meta, una zona técnica que Aaron Gwin intenta lidiar.

El bravo colombiano Marcelo Gutiérrez tuvo su mejor actuación en unos mundiales(5º)

Bryceland ya tiene la plata y el bronce.

Greg Minaar no pudo ser campeón del mundo por cuarta vez, pero estuvo a punto.

Loic Bruni (Niza, 1994) es el simpático nuevo

campeón del mundo de descenso. Con Lapierre,

el francés ha firmado dos temporadas magistra-

les. Este año en la Copa del Mundo ganó las cla-

sificatorias en Lourdes, Fort William y Lenzer-

heide, pero no había ganado nunca la manga fi-

nal.

El campeonato del mundo ha sido su primera

victoria en la elite internacional. Y visto lo vis-

mo, la primera de muchas que le quedan.

1. Manon Carpenter fue medalla de plata 2. La esperanza española, Toni Ferreiro, fue 37º 3. Rachel Atherton dominó de princ

La clasificación del sábado puso las cosas en

su sitio y Greg Minaar consiguió el mejor

crono, mientras que Gwin se caía. Otros fa-

voritos como el australiano Troy Brosnan o

el francés Loic Bruni marcaban los siguien-

tes mejores tiempos por detrás de Josh

“Ratboy” Bryceland. En el mundial no cuen-

tan los cronos de entrenamientos para mar-

car los puestos de salida en carrera, sino el

ranking UCI. Así que el día de la carrera los

mejores tiempos no tenían por qué ser los fa-

voritos.

Así fue, y el primer favorito que marcó un

tiempazo fue Greg Minaar. Gee Atherton se

cayó en su bajada, y otros gallos como el co-

lombiano Marcelo Gutiérrez o Connor Fea-

ron no pudieron rebajar el crono del surafri-

cano Minaar. Otro gran favorito local, Remi

Thirion, corriendo con Commençal, tampo-

co había conseguido repetir el triunfo de la

copa del mundo el año pasado aquí en Va-

llnord. Sólo quedaban Bryceland, Bruni ,

Brosnan y el “Gerónimo”, Aaron Gwin.

Ratboy no superaba a su compañero Minaar.

2. La esperanza española, Toni Ferreiro, fue 37º 3. Rachel Atherton dominó de principio a fin el mundial 4. Jill Kintner no tuvo su día y se fue al suelo.

El Hot Seat estaba más caliente que nunca.

Tres corredores por bajar.

Si alguien se merecía hacer una bajada per-

fecta ese día era el francés Loic Bruni, que

había tenido la victoria al alcance en mu-

chas copas del mundo en los dos últimos

años, pero con la mala suerte de tener en-

frente a Aaron Gwin. En el impresionante y

duro circuito de Vallnord, Bruni hizo la ba-

jada de su vida, y destronó a Minaar sabien-

do que iba a ser medalla seguro.

La imagen de las pantallas en línea de meta

exclama un “ooh” cuando se ve a Brosnan

hecho una madeja con su bici y un árbol.

Bruni ya es, de momento, plata, a falta del

“last man on track”. Sale Gwin, y el público

que rebosa la meta de Vallnord se vuelve lo-

co cuando ve por las pantallas al norteame-

ricano fuera de la pista. ¡Loic Bruni cam-

peón del mundo! Los franceses y su moto-

sierra, que llevan animando el paddock todo

el fin de semana, estallan.

El francés no se lo cree, y Aaron Gwin ter-

mina su bajada como puede. Greg Minaar

ha sido plata y su compañero Bryceland,

bronce.

CLASIFICACIONES

Descenso Femenino

1. Rachel Atherton (GBR) 5:08.4

2. Manon Carpenter (GBR) a 3.2

3. Tracy Hannah (AUS) a 9.9

Cross Country Femenino

1. Pauline Ferrand (FRA) 1h52

2. Irina Kalentieva (RUS) a 0.58”

3. Yana Belomoina (UCR) a 1.36”

Descenso Femenino Junior

1. Marine Cabirou (FRA) 6:21.3

2. Viktoria Gimenez (FRA) a 7.02

3. Lillia Megyaszai (HUN) a 26.8

Descenso Masculino

1. Loïc Bruni (FRA) 4:19.5

2. Greg Minaar (RSA) a 2.03

3. Josh Bryceland (GBR) a 4.7

Cross Country Masculino

1. Nino Shurter (SUI) 1h26

2. Julien Absalon (FRA) a 0.10”

3. Ondrej Cink (CZE) a 1.15”

Descenso Femenino Masculino

1. Laurie Greenland (GBR) 4:32.8

2. Martin Maes (BEL) a 3.02

3. Jackson Frew (AUS) a 11.5

¿Y LOS ESPAÑOLES? La gran apuesta española en XC, José An-

tonio Hermida, tuvo que conformarse con la 21º posición,

mientras que Sergio Mantecón fue 19º. Carlos Coloma fue el

mejor de los nuestros, undécimo. En DH, Bernat Guardia que se

despedía de la competicón, fue 36º, mientras que Ángel Suá-

rez, la promesa del descenso nacional, fue 43º. Toni Ferreiro,

37º. En Juniors, uno de los favoritos en las clasificatorias, Alex

Marín, se le escapó la medalla quedando cuarto.

Eso sí, en los Mundiales Master celebrados la semana anterior,

arrasamos. Tomi Misser, David Vázquez, César Rojo y Carles

Barcons ganaron en sus categorías y dejaron bien claro que

nuestros veteranos siguen siendo unos auténticos CRAKS.

LOS ESPAÑOLES, TODOS MEDALLA DE ORO… EN MASTERS

Cad*

viaje

Sobre unas impresionantes vistas de Mónaco y la Costa Azul, se alza el monte Tête du Chien (cabeza de perro), una roca a 350m sobre el ni-vel del mar, antiguo punto de avistamiento de corsarios en el Mediterráneo. Desde 1993 a 1995, este lugar fue escenario de una de las carreras de descenso más míticas de la copa del mun-do. Bienvenidos a Cap-d’Ail

Descenso en CAP-D’AIL

Downhill de antaño

Los locos años 90 trajeron consigo el grunge, Reservoir Dogs, el Discman y la Grundig. La Copa Grundig era la competición de MTB que llenaba la atención de las revistas, y donde uno podía encontrar las bicis y los componentes más van-guardistas del momento. De entre todas las carreras que se celebraban en la Grundig de Descenso ha-bía una que destacaba. Una sucesión interminable de piedras y curvas de zetas en un paisaje mediterráneo: Cap-d’Ail.

Mira este reportaje vintage de la Copa del

Mundo en Cap-d’Ail 1993, que ganó Vouilloz.

El circuito de las cien curvas, una bajada que parece fácil pero que esconde pequeñas trampas en forma de ángulos

cerradísimos, escalones en curva y pasos algo técnicos.

El circuito de las cien curvas, una bajada que parece fácil pero que esconde pequeñas trampas en forma de ángulos

cerradísimos, escalones en curva y pasos algo técnicos.

En mi friki-búsqueda permanente de lugares especiales para el MTB, me he propuesto conocer de pri-mera mano algunos de los spots más míticos con los que muchos hemos crecido sobre la bici. Y este era uno de ellos. Sobre el trazado retorcido de Cap-d’Ail bajaron con sus bicis personajes como Philippe Perakis, Jimmy Deaton, Mike

King, François Gachet o un pipio-lo Nicolas Vouilloz, cuyo pueblo es vecino de Cap-d’Ail. La Copa del Mundo se celebró aquí entre 1993 y 1995, y después se dejó de organizar. Los nuevos tiempos y los nuevos circuitos, mucho más difíciles y técnicos, dejaron a Cap-d’Ail como un simple sendero de bajada para rutas enduro locales.

El principal peligro en Cap-d’Ail es quedarse embobado

mirando el paisaje y salirse del estrecho sendero.

La caída acaba en el mar.

Se trata de una bajada hoy en día bastante más rota que en los años de la Grundig, pero no deja de ser una bajada que con una bici de trail o enduro es factible. Eso sí, las famosas zetas, esas curvas ce-rradísimas que caracterizaban este descenso, siguen siendo muy ce-rradas. Tanto que en muchas de ellas hay que sacar el pie y colocar la bici en su sitio.

Sólo con la ayuda de unos cuantos vídeos y del glorioso Strava, pude localizar el punto exacto desde donde comienza el descenso. Co-giendo una carretera que sube des-de el pueblo, se llega al cerro Tête du Chien. Milagrosamente, al cabo de un buen rato de subida por esta carretera (preciosa, como todas las que recorren la Costa Azul), llegué a un paisaje que ya me resultaba familiar por las fotos. No hay du-da, es aquí. Las vistas son impre-sionantes, con Mónaco a nuestros pies. Y desde allí está marcado y señalado el sendero, muy utilizado por excursionistas y escaladores, que baja, cruzando dos o tres veces la carretera, hasta Cap-d’Ail. Los primeros compases de la baja-da empiezan con esas típicas cur-vas cerradas. La verdad es que im-ponen, ya que estamos bajando por la falda expuesta de la montaña, y aunque hay unos pequeños “quitamiedos” de piedra, los ángu-los son realmente cerrados. Uno no se explica cómo podían bajar por aquí con bicis que hoy en día serían consideradas de rallye sin más.

Cad*

En lo alto del cerro se levanta una especie de observatorio o antiguo fuerte militar de vigilancia, y al la-do hay unas casas abandonadas y un pequeño túnel bajo las rocas. El aspecto del sitio deja un poco que desear, en realidad, si no fuera por las vistas sobre Mónaco y buena parte de la Costa Azul. Una vez metido en faena, el traza-do de la bajada consiste en piedras sueltas y vegetación mediterránea

típica. Hay que estar pendiente de no desviar la vista hacia la costa, porque es fácil irse al vacío. Es espectacular la sensación. Rodar por aquí es tan Old School como llevar un par de acoples en el ma-nillar o licras de colores chillones. A nadie se le ocurriría organizar una carrera de DH aquí hoy en día, pero en realidad esto es un antepasado directo del descenso moderno.

A escasos 3 km de Mónaco se encuentra Cap-d’Ail y esta bajada Old School, que hoy en día se puede hacer

con cualquier bici de doble suspensión.

imágenes

FOTOGRAFÍA DE NATURALEZA

En la sabana castellana

La caza es una práctica que algu-nos intentan equiparar con un de-porte. Yo tengo mis dudas al res-pecto. Sobre lo de ser un deporte. Es cierto que la fauna tiene que estar controlada, y que haypobla-ciones de especies que deben sigue en

pág.43

Un jabalí acude a beber agua a una charca en el monte. Debajo, una garza gris.

Una madre corzo y su cría juguetean.

Crías de gamo pastando.

Cad*

controlarse. Pero el juego sigue consistiendo en “matar animales”. Y eso es lo que me descuadra. Si existiera una “caza amigable” que no implicase la muerte del animal, estaría de acuerdo. Pero básicamente un deporte que busca al animal para darle muerte, para mí no es mucho deporte. Por el contrario, la caza fotográfi-ca la encuentro mucho más edifi-cante y constructiva. Comparte con la caza clásica muchos atribu-tos: buscar al animal, saber sus há-bitos, conocer su entorno. Y por fin, cuando se presenta la ocasión, dispararle. Pero en lugar de hacer-lo con una escopeta, con una cá-mara de fotos para obtener una imagen. La imagen de un animal salvaje que transita por el monte o el bosque. Sin más consecuencia que obtener a cambio una foto, que puede equivaler a un trofeo. La caza de animales en su medio natural por medio de una foto equivale, en este sentido, a atrapar un instante de la vida de ese ani-mal, y guardarlo o conservarlo pa-ra tu disfrute y el de otras perso-

nas. Por eso, en mis rutas en bici por ciertos lugares donde he teni-do la suerte de avistar especies co-mo el corzo, el jabalí o el zorro, ha surgido la idea de retratar esos instantes con sus protagonistas, criaturas que viven en esos mis-mos bosques por donde pasamos con nuestras máquinas, a los que asustamos al pasar de largo por delante de ellos. Y de esta forma intentar devolverles un poco de lo que, de alguna manera, les roba-mos cuando nos metemos en sus casas, en sus hábitats. Fotografiar animales salvajes po-dría, eso sí, ser un deporte comple-mentario al de la bici de montaña. Por cuanto supone de adentrarse en el bosque, en esperar y conocer sus movimientos y sus horarios. Cuándo salen a beber agua a una charca o cuándo están en celo los miembros de una manada. Y evidentemente, estas fotos es-tán hechas utilizando la bici para llegar a los lugares donde habitan. De esta forma se completa una re-lación que suele ser desigual y be-neficiosa para nosotros.

OJO PETACA!

Crónicas absurdas Sin rigor ni objetividad

Política, religión y fútbol

De todo menos ciclismo

Los temas que arruinan cualquier cena familiar

Glacias, Cadencia!!

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