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Caja de empleados particulares y leyes chilenas de previsión

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Caja de empleados particulares y leyes chilenas de previsión. Rodolfo Gamboa. 1933.

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CAJA DE EMPLEADOS PARTICULARES

LEYES CHILENAS DE PREVISION

DELICIAS 1158

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RODOLFO GAMBOA

CAJA DE EMPLEADOS PARTICULARES

LEYES CHILENAS DE PREVlSlON h ----- -----

EDITORIAL "ORGANIZACION" DELICIAS 1158

Page 3: Caja de empleados particulares y leyes chilenas de previsión

A Zo:, seíiores don Luis OvaZle, Ac71-iarto Jobef,

Ho?zorio Pa~rlse?~, Gzcillernzo Jiwnélzex y Al fonso Pé-

rez, e s 1*é>~.,uei~c70 ci'e co~?t?c?aes esfltel-20s y afanes.

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Pocas persolzas tiene% jsucio suficiente para

prefevir la censqcra &ti1 a la alabanza q ~ t r les

t~a ic iona ,

LA ROCAEPOUCAULD.

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Apostillas breves a una conferencia larga Amigos bondadosos han creíldo necesario que prologiie la publicación

de la confei~erncia q~ii? recieiiteniente dictana sobPei algunos aspectos de las beyes chilenas de P~evisión, con iirias cuantas anotaciones exentas de aus- teridad técnica, acaso por aqiwllo de que el profesional, en nii caso, fué Consejero de la Caja cie Preivisión de Empleados Particulares y hubieron de #marchar unidos, .eii consecuencia, el sentido comíili aplicado a los pro- blemas m~ediatos, y la ,apreciación subjetiva de, cosas y de lieclios, frente a motivos y circiinstaiicias qire; aobrepasanclo a menudo el alcance del axio- ma melcánico y elemental, diesgrana y se -extieiide eii toda elaint cle siigierien- cias más ~elevaid'as.

Convengo eii la coiiveiii~enicia n i 2 estas apostillas, porclue el problema técnico que se desarrolla en la conderencia representa la iexpoaicióii sucinta de iiii razonamiento continuado clte lógica y ,de métoldo, derivado de pre- misas más generales todavía de ciencia económica y administrativa.

El crítico no Iia incurrido en injusticia para eon la, obra ajena, ha- cilendo blanco de ataques a ,materias que sólo son objlerto clle personales pne- ferlenciars, ni ha opbaldio por el calnino cómodo de referime a lo que otros han ejecutado sin pensar seriamlenti?. lea lo que él liabría liecho ,en igiiales condicionies .

Tampoco, sintiéndoslei c11i~ vienas ante iel público, dirá lo que otros qiii- sieran quie dijera : tiene conciencia de que estos problemas son demasiado im~ortantes para que puedan tratarse con ánimo l i g e ~ o ; y care)cie del ( e s a habilidad común para acomodarse a l ambiente qua domina, lictfiaiido, en p~emisas subrepticias o prestadas, el miedio con el cual sei concita le1 aplau- so dle una cortesía obligatoria.

Parécele más varonil y más fitil llamar las cosas por sil nombre, e innnocesario, a la vez, repetir que rleepleita la tradición y lasi tendlencias opuieatm en la persona dle quienes las representan, pero no mí $erigidas en sirstiemai que resiste las innovaloiones a despecho, por impotencia, por pre- juicio, o porque partien de tienda que no lesi suya.

ESPECTACULO RENOVADO Y SIN EMOCIONEB

Es francamentre difícil advertir en la marcha d8e nuestros negocios pÚb1ic.m o en el de nuestras granda ins~titucionles, adhesión alguna a prin-

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~ i p i o s y doctrinas sconómicas fundamentales, o a método uniforme que se siga de acuerdo con u n plan trazado de, antemano. iSi la doctrina o el plan iexistie, yuxtapuesto a l a institución de cualquie~ modo, obsérvase, en seguida, el lespectáculo renovaldo incesantemente y falto de. emoción, del abrazo lentusiasta o del repudio vehiememte de %esas normm o directivas pri- marilas, s e g h convenga a intereses o cincunstancias prevkibles. Falta l a emoción, aiii dnd'a, porque no se trata de mutaciones !en un credo político o ~e~~onórnico, sino de un vaivén que es fruto de la cal-encia de principios, frecuenteniente, dk ideas claras y definidas, aeenca del por qué o dul pam qué de las cosas.

De aquí resultan los planes, caaado los hay, miopes; las actividsdes unilateralets; IFI coiijunto eiiano y chato.

Y, porque 110 hubo ruta señalizada para eiuprender el viaje p todo se improvisó o' se confió al azar, resulta cierto el a~forisrno famoso tckl pa- dne Isla, de qiie es 'el hoinbrie el único aniaal que tropieza dos vteces con la misma piedra.

ESTAfifOS DE ACUERDO I

En verclad, n.o se re'ciierda que eii la Caja de Pnevisión cle E~nple~a- dos Particulares liaii pasado iniichas cosas - mnclias ; algunas descritas en inforrnies oficial.^:^, otras - las más - relegadas oportunameiite al olvido discrreto, porque siempne hiibo misterio y iecopiiniento en las ia,ctnacioiies.

Pero clebeiiios estar de aceerido en que es iiuperioiso aprovechar esa experiencia, jr eii cliie se precisa partir de las grandes definiciones p desdie los grande6 errores para extraer a los detalles sii significado ínt.irno.

Tengamos el criterio que siel quiera aclesca cle lestos asuntos, pero no llegne nuestra oontuinacia a transformarse en piedra berroqueiía que nos cierre yor entero y con doblie, llavle liacia toclo i~e~conocirniento he1 fallas y defectos.

EN OT8AS PARTES SE ESTUDIA

No ee piieide esperar que la accióii legislativ,a, y aún la ejeicutiva, tengan alcaiices tan vastos que abarquen por igual los 'aspectos políticos, aid~ninistrativos y técnicos dle los l~roblernas qive deben ~esolver .

Al contrario, como norma, Ia consideración inelddible y pr.eferente que deb4en pi-estar a alguno de ellos las provee de anteojlelrta respecta de los otros.

Por eso Norte América estudia estas materijaa, desde cincuenta años, en forma regula*, aasi permanente y ciientíficamentie. en le1 Instituto de Invesltigaciones Administrativas (1) , pese a l a cincumtancia de que "mien- t r m (en los Estados europeos, ren todas las épocas d!e su histo~ia, l a pne,ocu- pación ~existreinte Iera Lal #de encontrar l a forma de obtener los recur8os ne- cesarios para' cubrir los gastos, ien a t a d o s Unidos, durante muchos años Ia

(1) Vhase "Organized Effokts for t.he Iifiprovement of Methods of Adiniiiia- tmtion i n the United Btates", G. 8 . Weber.

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preocupación del Congreso era la de, buscar gastos nuevos, en forma de iiti- lizar, o inejor diclio absorber, los ex'cedenbes considenablies del yresupuies- to". (1)

A nosotros la bonanza ha orieiitado jiistaniente ten sentZo inwrso y de es$e pieaadol participan hasta nuestras instituciones parti~ul~ares, .en donace el nuevo rico lZega a la extravagancia. No se piie.vé, ni se organi- za; ni se aprovecha el crecimiento para robiistecerse en espera dei iin ma- ñana más exigente.

Estas son sólo reflexiones generales que atañen, aunque1 no se area, directamente. a los problemas cle que nos ocupamos y constitnyeii, por de.- cirlol así, la antesala meiios sie~veTa que ha siclo posible liallar para la con- Serencia que sigue.

'=UlOS Esperamos que la forma no nos traicione en el esfuerzo que liac, de ser claros y ~onfi~amos, por fin, ien que, inberpretaremos miiclias espe- ranzas de mejora de los servicios a que se alude, que, aunque coiitenidas por la 'carelicia de meidios de publicidad, son iiii aiibelo kgítiino y reitlerab do de todos los 'empleados particulares clel país.

ECONOMIA SOCIAL Y POLITICA

La falla más notable que se advierte ieii todo iiwestro réginiieii de cconomía social es, a primera vista, su falta cle concordancia coi1 los priii- cipios de la Economía Política y le1 inecanisino de l a adininistracióii cien- tífica. Y, si bien reste netparo puclclie hacerse por igual, salvo diferencias in- significantes, a los sistemair, de cualesquieral otros paíss, es evidente que en (el nuestro adquilerei caractierísticas que l'e soii propias, debido a las pala- ticularísiinas covdicionels de iiwestne leconomía nacioiial.

Llamainos Econoiuía Política, 'en general, a la ciencia que, estudia las necesidades materialiee d~ei la humanidacl y los medios que se empltaan pa- r a satisfaaerlas, junto a los fenómenos que derivan de las acciones y reac- ciones que con estie juego se lestablecen, y Economía1 Social a la rama que estudia, a sil vez, las relaciones contractuales, cuasi contractuales o lega- l e s - y aún morales y psicológicas - que forman entre sí los Iiombrrs en orldien a procuxarse mayores falcilidades de existencia, más seguridad para el mañana y justicia más estricta. (2)

Existe, naturalmente, un nexo d e íntima comunidad entw ambm - y una contradicción que. también nos empeñaremos (en demostrar - que, aparen$emente, no se han estudiado bastante:. Porque i@, sin diida evlden- t e que, si la Ecoiioinía Polítioa se limita niás a los problelmas de l a pro- ducción y la1 Social se especializa len aquellos relacionados con la distl'ibu- ción, h t a , ?n particular, debe1 adherir forzosameiite a notmas que la poil-

(1) <<Revue de Scienoe e t de Legislstion Financieres", André Boac. (2) Charles Gide: '<Las Instituciolies de Progreso S6cial9 '.

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gan a cubierto de las alte~nativas idesfavonables de aquélla y de siu crisis peribdicas. Esta necesidad adquiera tanta mayor relieve en donde, mdedian- te loa planes de previsión, como los seguros d e vida, tcalculados a largo plazo hacia adelante, sie precisa ir acumulando rendimientos permanentes y uniformes - acumuIativos, en la mayoría de los oasos - hasta la ci£ra prefj jada Cbe reserva.

La Economía Social, ien consecuencia, no debe n i piiede ser antídoto de la política en cuant*o, fruto oomo es la distribución del trabajo y de la producción, contravendría sus fines intrínsecos mevlgulando a estos iiltimos de cualquier modo.

Teaelmos, asimismo, que la Economía Social h a mlenester sel. dir:gi- d a y ajustadal ie~trecham~ente a, sistema y a método, lo cual contradice el esfuerzo que renaae cle la economía liberal del máximo de libertad mer- cantil como fomento verdadero de la producción.

Examinando; el caso ,especial de la Ley de Empleados Partictilarea en su coniexi6n con lae premisas. pre~eid~enties - caso que se repite en las otras leyes de previsión chilemas que comprendlen una oontribucijn patronal pa- ra l a ~ formación de los fondos respectivos - se halla que lese aport.2 pa- tronal no afecta (esencialmeate a las finanzas de los lemple~adores, pues és- tos consideran ese clesembolso, casi sin excepciones, en la ~e~muneración del empleado.

3 1 aporte patronal les para éstos, # e n realidad, sólo teórico, toda vez que, deducido en una u otra forma ide los emolumentos del servjclor, salle del bolsillo de los últimos.

Pero, las s acumulaciones de ese aborro forzoso - coino acliiéllas de todas las entidadleis similames - llega a empozar capitales considerables, que se restan a lai circulación y, por ende, R la prodncción, invertidos, eolllo 5c hallan pn su ,miayor parte, en títulos del crédito hipo%efcario chileno.

Xe ha demostrado fehacientementie que se ha abusado de este crédi- to pana propósitos del todo ajenos a la producción, se@ por la estadhtica de las operaciones, @ea porque su base d'ecscansa en el avaliío propio de los predios y no en razón alguna del rendimiento productor de los mismos, o por la comprobación ulterior d~el que la posición financiera de tales deu- ílores no ba guardaido paralelismo con el alza d~e los pliacios de los fru- tos de la lagriciiltura, !siempre superior al aumento de los cl'e, la industria, n i con la desvalorización coiitinua de la moneda, capaz, por sí sola, de amortizar tales ,créditos.

Per.0, aúii cuando este abuso no existiera, quedan en pie, con toda '$11 importancia para l a ~eJación econólmica que estudiamos en concordaa- cía con las leyes cle previsión, lo que ataíiei al plazo de estos títulos y a su interés relativo.

En trbeinta anos, que podríamos tqmar como medida inedia i lr . l a to- tal amortización de mos bonos, su interés fluctúa entne t6rininos dtel 6 al 18 por ciento, tasas que no guardan armonía, naturalmente, con ev~entos pecdliares de l a producción, sino con el movimiento del mercaclo burshtil ~especto lexclusivan~ente de antemes.

de negar, pues, que, el empozrzmi~ento de capitales, principal- mente en esas cédulas, constituya, de algún modo, el alimento económico

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que ha menester la previsión social para funclamentarse sobne bases sóli- das, puesto que la iesperanza PS remota y pueril de que un grupo reducidi- simo de hombres en mediocre actividad productora sostenga el valor y el ren&mi,ento de las acumulaciones y reservas de otra época mejor, para sub- venir Las necesidades del enomei orfelinato que se crea.

Y negamos,, también, que dentro de variaciones tan grandes Ze ren- tabilidad como deJ 6 ,al 18 por {ciento, haya posibilidad de ejecutar cálculos actuariales en donde son efiectivamente de menester, y más aún,, cuando el cumpl!imiento de las flinalidades postreras diei la previsión resi&el !en la justeza que conserven el capital y su rendirnilento con id coisto de l a vidal -en el momento mismo #en qiie la previsión lesté actuando. Si no, sucederá como con las pensiones de los vebesanos del 79, acaso suficientes veinte años atrás, pero absu~das hoy.

Es que la moneda, !en principie+, es solamentle. una medida de vslo- m, <así sea que la materia cle que )esté fabricada posea valm propio e jn- trínseco; y el título d e crédito no es sino un sucsclánles de la !moneda, ten- ga o no garantías tras de si.

Lo único tangible siempne slerá el bien físico, cuya permanencia de valor será paralela a la distancia que mantenga con la aatisfaicción pea1 de necesidades humanas efectivas, constantes #e ineludibles.

La Econouíai Polítiaa dice, pilles, a la Ecoiioniía So fija1 qiie, para fi- nes de previsión, debe reralizar sus operaciones financiena~s con un sentido ecoluómico, porque le advierte cliie la medida &el valor y sus suae.dáneos son lielativos, de la misma manera que los bienes apreciaidos .en un ino~nien- to enalquiera1 a blase da .esa medida, son clistintos y mucho menos impor- tantes que la facultad o posición cle crear, construir o reemplazar dichos bienes.

La ,escuela liberal cle iecoiiomía popularizada en Chile, tiivo ide Den- tores, a través de discípulos brillantes de otros tiemnpos, a quienes, como Acliam Smith y J. B. ~Say, dejaron de alhonidar debidamente respecto a lo que consthi1'i.e la causa de la siqueza, entendiéndose por tal a los medio$ con los cuales satisfacer necesicladies.

Distíngaesle. claramente en qiie la riqueza es distinta a la "causa" qiie ia crea. Porque1 aquélla llega a !agotarse con facilidad cuando no se reemplaza en su iiso o clesgaste, o éstos son superiores a la cuantía de la prodneciSn. Los individuos, toinados aisladamleaibe; pueden llegar a vivir de llae rentas cle su capital, siempre cluLe, esas ren ta , representadas común- mente por un interés,, no desci~enclan al punto de exigir consiilmo del capi- tal mismo.

Pero las instituciones cle servicio social, como las Cajas de Pne.visión, no pueden confiar leii vivir exclusivamenta cle las rentas variables de m capital fijo, salyo que esté entre siis proyectos transformarse en micidas .

Deben crear; y esta creación, a la. par que las coloca en la afor- tunada situación cle crecey y engrande~er~se, de subvenir a sus pérdidas. de levantarse sobre sus propios escombros, la6 permitirá dar trabajo y bienestar.

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La teoría que sustentamos difilere también, pues, de los postulados a que &e lia aludido, $en que, ien l a apreciación de l a importancia respec- tiva de "riqueza" y "causa de la riqueza", niega preponderancia al conoep- t o vulgar e intrínseco de "valor de cambio" de la materia de qu'e se trate.

La moneda zesulta ser, ea nulestro régimen económico I& hoy, e l úni- co instrumento de a~dquisición directo y le1 exclusivo, además, de l a libe- ración legal de toda clase d.e, obligaciones. Posee un "valor del cambio" co- rrespondirente con iestrictez a lo que se dá e n llamar "poder adquisitivo", proporcional, por consecuencia, al precio dael las mercaderías o servicios qae !ese desee adquirir.

Bs así cóino, para medir la permanencia cle una inv~ersión e n caan- to atañe a l a cantidad y al tielmlpo, ha de pemarse #en un "medio de con- servación d+el valor", Zalcultad de que el numerario está. dlesprovisto, por- que l a depreciación de l a moneda metálioa, es iin hecho demostrado por to- dos los documentos históricos, cuando menos desde haoe uii millar &e años (1); y la del circulailte fiduciario eci, función d~e su aburidaiicia o esoasez,, o, lo que es lo mismo, d'e su poder adquisitivo frente al nivel de los pre.cios cle las materias 'esenciales para ,el consiirno de la sociedad ci- vilizada.

La clepreciación de l a inoiieda tiene por consecn~ncia natural el alza de precios. Eii realidad, l a relación de causa a efecto ei i leste Eenó'meno, dkcutida ardientemente a menudo, queda resuelta en la práctica (en que, siendo la moneda el medio, subrogado a las influeiicias superiores de las caiisas cleitermi~iantea de sil facultad adquisítiva, esta les !el índicue de rnedi- cióii de los valores y cle las prestaciones de servicios, ya que el fin ulterior ide l a actividad huinana consiste en obtener remuneraciones que, apreciadas o no len dinero ainonedado be, ciialquier valor propio o relativo, sean snfi- ci~eutes liara sns necesidiades.

E l alza de los ypecios eis un estimulante poderoso para la produc- ción; favorece a los deiidores, pero perjudica a loa acreedores y a los con- suinidores.

A leste respecto, se dice que "aún este Último perjuicio es iiu bien, porque, leii lo que hace al consitinidor, si es igualmente productor, se re- sarce fácilin.elit~e de los gastos por la sripervalía de sus productos o de sus salarios".

Y, asiinisino, "si consume! sin prod~zcir riada, peor para él; porqiie l a subida de los pnecios le impone un jugto recargo. En cuanto al ac?eedoi., si su crédito es a corto plazo, poco le iinport,a l a clepreciación &e la mo-

(1) Gide: <iCurso de Economía Política". Por cierto que iio ha seguido un orden negular l a baja, y con frecueiioia el valor de la monleda ha vuelto a subir. Re aquí l a máxinia y mínima de la curva histórica, s e g h dJAvenel.

El hecho más saliante, puesto de manifiesto por estas cifras, es la eqida ienor- me del valor del numerario ,en ,el transcurso del siglo XVI, en ~omsecuencia del des- cubrimiento dk América.

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nteda; si #es a largo plazo o perpetuo, lentonces conviene que la seducción creciente b e sus rentas be haga saber que desempeña e n este mundo el paprl de parásito".

L a perspectiva curiosa qiile presenta #a la consideracijn de quiten es- tudia estos problemas el caso dle. las instituciones cl~e previsión, es que sus beneficiarios desempeñan in~equívocamente un rol de acreedores, siendo a l a vez, como son sin albernativas en la actualidad. consumidores. El alza de los precios, en consecuencia, los perjudica en ,este doble papel, con l a mayor desventaja, todavía, s i han dejado de: percibir una remiineración por ejercicio activo de ocupaciones - coino ocurrei con los pensionados O

jubilados - y !están recibiendo solamente aquéllo que les procura el a&- $e.m,a de prev:sión a que sz adhirieron, de no seguir, siquiera en la cuan- tía reducida q11,e los salarios al aumento de los precios, proporcióil algii- na con el costo de la vida..

Evid!entelmente, tampoco se conservará propoicioues entre los ingre- sos de la8 entidades cle previsión con .el nusevo costo de los servicios que deban prestar, aparte d1e1 jubilaciones y montepíos, tales como as!st~vicia méclica y otros; y toclo el anclamiaje; constriiíclo trabajosamente a costa cle (esfuerzos que importan a menudo sacrificios y abeegaciones grande&, ireaultará enano para alcanzar los nuevos contorno;: clel pr?supiiesto crcci- do o inflado,

LOS períodos dte prosperidad ieconómica han sido, en Chile, la con- secuencia esporádica de circunstancias ajenas a las directrices clle s i l go- b i e ~ n o o a las de los mentores d~e su economia. Por eso, t a l vez, la abilii- dancia nos encauzó hacia el derroche; y el caso se cita respecto iclfe 11as Ca,jas de Previsión, proyectadas parsal ~e~al iaar propósitos financieros -en épo- cas de auge, dentro de las norma8 m& el~ementales y sencillas, con zin de- rroche también de caudales y de posibilidades.

Casi con toda probabilidaid', no tuvieron sne6os cle grandeza niiestros antepasados antes cle la guerra de 1879. Y, si como resultado de la con- quista obtuvieron le1 premio gordo del esa lotería única, de todo, sin em- bargo, nada queda\ a excepción ' dd romántico rccuerclo de que siempre el tiempo pasado fué m 'e j or.

Insisto en qiie éste ~s )el calnino que, Ilae,va la previsión social chi- lena, a menos que cambie fumdlamenbdm~ente de orientaciones económicas, y, colmo derivado, del financieras.

Por ello les que, en l a aonferencia que prologo con 'eistas anotaciones, e l esfulerzo principal consiste en8deliflear con precisión los contornos del organismo y relatar algunos de sus e$ectos, poniendo énfasis, también, en algo de lo mucho) que pudiera haoersp para corne@rlos.

EL ABTE DEL BUEN CONSEJERO Reconozco h~uiild~emente que mlejor habría sido no esci-ibir estas pá-

ginas, consciente, como me hallo, de su absoluta inutilidad; porque el arte del buen consejero, como la armonía de las fugas musicales, radica en el encanto sugerente de lo8 silencios.

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Aspectos de las leyes chilenas de previsión, y en especial de la de Empleados Particulares (Conferencia dictada por su autor en el Imtituko de Contadores de Chile,

Junio 6 de 1933)

Bepito por milésiiaa vez, ,acaso, 10s coiicel~tos que lbe llegado a for- mar acerca de los aspectos administrativos. y numéricos cle las leyes de previsión chilenas y en especial de la de eivpleados partictilares. Ahora, eso si, en el lenguajle técnico cjue precisa mi comparecencia, ante selecto aiid1itorio pro£esional, el cliie eslr~ira será j~i,ea superior para dirimir la con- tienda qiie doquiera se entabla ~eu. todm los tonos: de si {estas leyes kiie- nen como finalidad exclusiva coi~stituir organismos burocráticos - lestable- cidos favor de cierto1 níiiiiero de frincionarios o institucioiies - y no la super:or y permanente d e rendir a la masa anónima de sus beiieficiitrios el máxinio de servicios.

Tengo 1a pretension de creer cjue la posieióii de Iioy de estas leyes, y de los organ:siilos que eoii s t ~ s iej~ietitores, correspoilde bien a la sitiíación administrativa general, de lo cual resnlta qQer encaja mejor todavía en $1 ambiente a qiie, por razones cualesquiera, nos acostuinbramos, £alto de rum- bos, de, orientaciones, de planes defim'dos, de esperanzas que se formulan, pero que rio se ciimplen; y, dicho sin ambages, de desonden y ausencia de conti.01.

Bien véis, mis ~estimadw colegm, que no eludo la discusión, porque soy un conve~icido de que, contándoha cornio me cuento, entre los que re- man contra la corriente, habría de ,darme por satisfecho sí, como resulta- do de mis es£ii~rzos modestos, se' demostrara que no son efectivm tantos erropes y quedara yadinariamente tde relieve que las leyes e institucionei; a que me, ~.efiaero son,, como se dice y se pretiende, buenas, iítiles, eficientes y económicas.

Y sin .rnayor.es preámbulos S* ine permitirá que entre en materia, ha- ciendo profesión de fe de fijar los términos, como los factores de una .ecua- ción, con meridiana claridad; de definir, a la usanza corriente de la in-

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vestigación científica, excluyendo lo inútil ~y,,iiegando lo falso, para al- 'canzar la realidad y la reducción de nuustras conjeturas, si es posible, a una sola. . .

1) La Ley y el Estado Social:

Observadores agudos de nuestro estado social han señalado muclias veces cuáles son las razones de una crisis tan nuestra que, más que liada, cs moral, y que ha podido llamarse, con jusbicia, 'en boca de un autor de estos días, la Eterna Crisis Chilena. Casi sin excepción, el análisis revela que .empieza por existir dlesorientación en la ienseñanza pública y qee, ro- mo consecmacia primaria de esa falta lde rumbos, nuestra juventud corre a la der;va, exenta d~e causa y hasta d~e ambiciones plamibles y lioaestas. para llegar, en resamen, a un verdadero pauperismo intelectual qnei les ca(usa dle los ii~ales que nos aqu'ejan.

Recuerdo con in~ist~encia la teoría de Ftederico List, relativa a la distribución económica cle las actividades individuales de un país, para !le- gar la la conclusión que, leiitre nosotros, falta pl.:ucipalrneuDs la idiscipliua del sentido &el realidades que importan las matemáticas, la iiocióii de las proporcioneis, el criterio constructivo de la experimcia; la síntesis que, para proceder con iiiétodo e inteligencia, no ajnsta la realidad a la liipó- tesis .

Y ~ecilerdo tanibién, frecuentemfente, el iiiteresantísiino libro italia- no i Troppi Avocati ! de Pietro ~Calamaiidri, traclncido al castellano con el título d8e j Demasiado Abog,ados !

No creo que1 haya sitstre,ma alguno de medida más 8eficieiitle para aquilatar los resultados de una tendencia, ssceela o doctrina que el balan- ce serio, honrado y sinoeao d.el rendimiento verdaldero que produoe. P así, mientras se Iiallaba que en Italia, en Agosto die, 1925, el número cle aboga- dos llegaba a 30,000 y que la comparación 8d1a los registros d? 1880 con los de 1913 demostraba un aiim~ento de 67%, en circunstancia que la 11obLa- ción masculina mayor de edad sólo habría acrecido Icn iin 13%) no dispo- nemm en Chile todavía de antecedente fidledigno que nos (diga cóiiio y liasta~ dónde la 1-cy, fruto a ii~emud~o dle, La plétora abogadil, es más obra dlel acaso, de las circunstancias próximas y mediatas, del afán de proporcio- liar leinpleo, afirmar posiciones débiles o desccxsidas, que del estudio sereno de las realidades a que antes he aludido.

R u ~ ~ g o qne se me perdone la 'disgresión, no obstante que procuro seii- tar aqiii la doctrina que, informa mi criberio de apreciación del conjunto de los problemas que habnemos dle considerar más adelante en sus detalles particurares. A la vez, todo esto constituye una reparación refleja para el abandoiio a que ha &ido relegada nuestra profesión d e contadoiies por los pod~eres públicos. Aparentemente, no se ha visto en 'ella sino el ama- nueme, sin perspectiva. Lo que ocurre, por su parte, demuestra que, de haber habido un conocimiento elelmental de números para la dictación de las leyes d.e previsión, éstas habrían sido menos malas; y, asimismo, que si en la creación de las lentidadcs hubiera existido lo que, con enbera pro-

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piedad se dá en llamar "práctica &e ~dmipistración", no se habrían verifi- cado tantas col~sion~es, tantas contradicciopes, tantos pasos ED falso, tantos ires y venires.

Mi contención es, señores colegas, que en nuestro país se sueña, tal vez, pera no se piensa, y que s e calcula, pero no en ,el sentido estricto de las matemáticas, sino el del personal benneficio. Todo, sin duda, porque 13 burocracia profesional clesborcla los límites y las posibilidacl~es cle su libre le'jercidio .

Si 'ES éste nuestro estado social, convengamos en decir con dlescon- suelo; cuánto malgaste icle energías y cuánto derroche de esfiierzos!

2) E~amin~emos ahora, la Ley de Empleados Particulares, y establez- camos la característica sobresaliente que es peculiar de la, Caja: sil caren- cia absoluta de capital. Tenemos, pues, un hecho de: realidad y de verdad en aquello de que un día cualquier,a se creó este! organismo para recibE!r depósitos, sin otra responsabilidad tras d'e sí, que aquélla que él mismo fuera formando con *el curso idel tiempo.

Faltando el capital, conio decimos, circiiiistancial que ,me atrevo ,a recalcar, convendremos en qiile la propiedad total y completa del Activo es de los imponentes, cuya suma de imposicliones está representada, por la otra parte, por el monto equivalente del Pasivo de la Institución.

Siendo el Activo cle propiedacl individualizada de todos aquellos de- nominaclos en el Pasivo, poselen el mismo título o derecho respecto del r~en- climiento de las invc~rsion~es, a excepción iínica de los gastos jiilstos de ad- ministración económica.

He aquí el prim'er punto que habremos de s~ecorda~r a menudo. En seguida, la institución se caraclberiza por su recepción d e dep6si-

tos continuos a plazo indeterminados, cuyas únicas causales d'e retiro son: a) Cunip1,idos 50 años dte edacl o 30 de servicios colmo iempleado, re-

se~vándose le1 Consejo la facultad de reintegrar lese capital, o de constituir con él una pensión a favor de su propietario;

b) Para cancelar dieuda exigida judicialmente; C) Para {expensas matrimoniales, efectuándose le1 pago después de

contraído e l enla'ce ; d) Para gastos de enfermedad comprobada, o polr incapacidad per.

maniente ; c) Para adquisición clei bien raíz. Tenemos algunos hechos fundamentalee de qué alejar constancia pa-

ra las definiciones que nos interesa hacer: 1 9 ) Vl ,ahorro que consagra la Ley &e Empleados Particulares es for-

zoso; . 2 9 ) Es obliaatoriol dlepositarlo en una sola y .exclusivai institiicián de-

terminada ; 3 9 ) Se constituye a plazo ilimitado; y ,frente a la causal de reinte,

8r0, la Caja se rwerva el d.erecho de devol~~er el capital, o dz constituir con 61 pension~s.

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A esto tenemos que agre~gar; Qne la prescripción oyiginal del legislador de que debiera pagarse a

los imponentes el interés más alto abonado por las Galj,as de Ahorro eli. sus depósitos a plazo, iué cambiado (no hace al caso cómo) por otra qwa axitoriza al Consejo para fij,arlo; £aaultad que .el Consejo mó, natiiralmen- te, para ~educirlo;

Que los préstamos ordjnarios conaedidos a los iinpoiientes no son ta- les, sino giros clirectos de sus propios fondos, no siiperiorea al 50% de los mismos, ~obne los cuales, iio obstante, la institución cobra iin interés an- ticipado c~iisicle~~ablemente siipleirjor al que l e abona en sns cnentas;

Que los prQtamos hipotecarios constituyen colocacioneis provechosas ])ara la institución, ,en las cuales, por lo mlenos, cobra unal ,a~mortización el cloble mayor que aquélla de las cédulas hipotecarias del mercado.

Dijimos que la ley había inandaldo abonar a .las cuentas de , los impo- On sus nentes iel tipo dle in terk más alto qiie pagarán las Cajas &e Ahorro 1-

clepósitos a plazo, y que esta clisposicijn había sido modificada posterior- mente, para1 entregas al Consejo la facultad de fijar ese interés.

La institución había de financiai.se, en conseciilencia, con la ~diferen- cia entre el iiiter=& percibido sobre sus inmessioiles, co~locaciones y pseuclos préstamos y aquellos que clebía abonar a sus iniponenteü, 8cle,r;contados, por cierto, sus gastos.

Pero la1 ley mandaba, a la vez, constituir ciertos fondos para otras finalidad.es; y de este conjunto arbitrario y contradiclorio de disposicio- nes se suscitan los prim~eros problem,as báisicos que es menest~e~ resolver.

Nunca se liabló de Beservas para ningún objeto. Hasta hoy mismo la ley no conte,rnplar ni la n.ecesidad d e constituirlas, ni la facultad del Consejo o la A ~ l ~ h i s t r a c i ó n para 'c~earlais.

Porque, evidentemente, si los d~epositantes son dueños incliibitables de todo el patrimoniol y, por ende, ide su r.endin~ieato, gcómo sub~traerl~es irna parte a pretexto de ~formai* una Iteserva que no puede dlecirse qize si- quiera event~i~allrnente va a beneficiar a quienes han contribuído a crearla?

El catso e s curioso y digno d e meciitación. La Caja de Ewpleados Particulares mantiene cuentas de propiedad entera y ia,bsolutainentei indi- vidual. Entre los imponleiites no hay naidia de comím. E l dilema, entonces, respecto a las lexacciones que significan las substracciones de intereses a las cuentas individuales, ee resuelve en posibilidades bien escasas :

Si la institución progresa, ,el sacrificio para quienes foriiiaron el fon- clo o la meserva, es estéril, máxime cuando no hay fijeza ni eegiiridacl al- guna que sean ellos quienes vayaln a gozar del beneficio;

Si no progresa, sino, al contrario, camina hacia, atrás, dirán aqué- llos que lograron r.etirar oportnnamentei sus fondos i delices de nosotros! y

consagrará en prkctica be1 idieeeo de retir(air1os cualito antes, afih a costa de cualesquiera sacrificios o esfiterzos;

Y, ed todo caso, el fondo o la PeseTva para la institizeión como ins- titución, lexelita de capital y de mancomilnidad entre sus imp~n~enteis de cualquieral época, quedará allí, para provecho de si misma, restado a su legítimo pi.opi.eta~io.

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Estos fondos, .cm la actualidad, están representadw por las cuentas que cito a continuación y ,cuyo monto ascendía, en 31 de Diciembre ids 1932, a las cifras que también indico:

Fondo de Adquisición de Propiedades . . $ 1.262,&5.75 F w d o ~dlo Bonifica'cion~es . . . . . . . . 786,207.49 Fondo de, Previsión . . . . . . . . . . 649,874.23 Fondo de Auxilios . . . . . . . . . . 551,724.60

$ 3.250,662.07

Comta en actas del Conaejo de la Caja (9 de Septiembre de 1932), que el dcance o finalidad del primero d~el erstos fondos ,ha constituído un misterio, pues, no lexiste disposición legal ni reglamentaria que lo debermi- ne o &iquierat permita prmumirlo .

Riespecto {del Fondo de Bon$icaciones, tampoco hay ~eglamientación, aún cuando se presume que estuviera dmtinado a prorratearse entre las cuentas de los1 imponlentes. Rero, hasta ahora no se ha hecho distribución alguna, pues, den primer término, €11 cambio continuo de: fisonomía, de mon- to y hastia de existencia de las cuentas individuales, impide que me prorra- teo a pwteriori del resultado d.e muchos ejercicios sucesivos pueda h a ~ r - se con equidad.

Y el Fondo de Previsión, creado por ley posterior, tampoco tiene reiglamtentación, ni se ha usado jamás.

El Fondo de Auxilios tiene por objeto socorrer a las £a.milias de los empleados £allecidos, pero, a falta de reglamentación, ha tenido esca- se movimiento, por no decir iiinguno. Al contrario, dado que ?a ley de em- pleados particulares excluye de derecho al fondo del fallecido a los cola- eral les e ilegítimos, se practicaba la ayuda, hasta haee poco, coneeldiéndoles la suma yace'nte menos algunos pocos pesos o centavos que, 'de toclas ma- neras, incr~lnrentaban !este fondo fementido.

Mis amables oyentes advertirán, desde luego, que la falta absoluta de orientación ha sido grande. Inteaesa, $el todos modos, establecer cuáles son las sumas substraídas a los imponentes mediante constitución de reser- vas o fondos, y para ello me serviré del infornie sobre el Balance al 31 de Diciembre de 1932, que, es el último. 81 gua~ismo a que llegue como con- elusión, eetá miiy lejos de re~pneseiitar el monto toba1 de eeta exacción des- de que La institución lexiste, pues antes los Balanees adolecieron de defec- tos tan graves de confección y veracidad, qulei los hacen inútiles para fun- idamentar en ellos ningunas apreciación. n'Ii cálculo, como repito, se basa exclueivamente en (el iiiforme sobre el Balance último.

A la ciha ya vista de! . . . . . . . . . $ 3.250,662.07 habría qulc agregar:

Reserva para Fluctuación de Valores . . 2.817,976.62 Diferencia cuenta Fondo de Previsión. . 4.853,923.16 Diferencia dle. oaunbio conversión dólares . 507,023.27 Di£ ereneia de cambio conversión libras . 95,330.22

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3) Aquí se precisa, para la mejor comprensión, un alcance a iai te- sis ya e q u e s t a de la propiejdad del Activo íntegro y de su rendidento total por parte da los imponentes, qiie trata1 del la naturalena y caracte- h t i c a de las inversiones. . .

La ley dice: ''h hakres acumulados en [el fondo de retiro se in- vertirán: en bonos d~ed Estado o garantizados por el Estado, y 'en emprhti- tos municipales privilegiados; $en letras .de la Caja de Crédito Hipotecario o de Bancos Hipotecarios regidos por la ley de 1855; en préstamos hipote- carios a corto plazo; y, hasta un 40% en préstamors a los empleados que deseen invertir parte o el total de üii fonda de ~ e t i r o en la adquisición de un bien raíz dentro del territorio ilacional".

Los únicos valores dei liqnidabilidad a plazo aproximadamente bre- ve serían aquellos bonos fiscales o municipales con (alto tipo de ammtiza- ción, de los cuales, en realidad, iio ae tiene recuerdo; y los préstamos lii- potecarios a corto plazo coileedidos a los imponentes.

Otra circunstancia. que conviene anotar, igualmente, les que, en clase de inversiones se consignan sólo dos: bonos municipales o del Estado; y bonos u operaciones hipotecarios.

Y se observa, también de !inmediato, qu.e sólo se , fija porcentaje de limitación en el caso de Lae adquisiciones de bienes raíces por los imponen- bers, sin repaaar qule, en estas operacion~, hay razones permanentes de con- veniiencia para la i~ t i t i i c ión , fuera de aquella involucrada en siervir, siquie- na dte este nicnd'o, a sus clientes, a saber:

1) Porqu~e,, abligado el imponente a contribuir con una cuota ;al aon- tado para la adquisición de propiledads, esa cuota al contado. que la pro- porciona mediante u n giro a~ s u fondo de retiro, constituye una dieminución del Pasivo exigible del organismo ;

2) Porque el iConstej@ de la Caja está facultado para fijar la tasa da amortización ide la deuda .hipotecaria, o, como sucede a menudo, los mis- mos adquirentes proponen una superior a la común, y s2. distribuyen así, de alguna mauera, los plazos de liquidabilidad normal ,de lae invlemiones;

3) Porque el servicio1 se1 hace mensuia~lmente, y l a institución cuenta, así, con ingresos a plazos breves, qne le ahorran gastos, junto con permi- tirle holgura para sus .colmpromisos o para las exigencias inesperadas de ayudar 'a' los impoiilentes cuando éstos efe~t iva~einte lo requiezan;

4) Porque la Caja cwbra a los adquirentes de bienw raíces una co- misión, ,que no es baja, poy la inspección de las obras, y otra por las ta- sa~cionbes, con la primera de las cuales, más los sobneiprecios que ha perci- bido lel i )edificios y terrenos, ha 1-eali~zaido utilidades de bastante importan- cia; y

5 ) Para concliiir una enumeración qu.e sería larga, porque el inte- rés producido por testa clase de préstamos lestá exento del impuesto qiie gnava al de las cédulas hipotecarias (14%) y libre d~e los gastos de ciis- todia.

Para examinar con método las posiciones que hasta iaquí hemos es- tablecido, es menester, como nos propusimos ten un comienzo, negar 10 falso.

La inversión de la totalidad casi absoluta del lpatrimonio en títulos a largo pkzo, iderir ia la esperanza de no tener que realizarlos para iaten4er

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necesidades ordinarias; del niismo modo que la suficiencia de la renta pro- ducida por ,mas inversiones, en sus plazos correspondientes, para ateiider todos los gastos. (Porque, además, ten abono de esta contención, clehe agre- garse que las clases de inversiones son s5lo dos. E n consec~iencia, frente a la disposición 1~1g1ail cle que "las inversiones leni esos títulos deben efecti~arse a maedida qiie se reaaiideu los dineros qulel constituyeii ~d fondo cle retiro", se tiene:

a ) La i~enta del Activo deble procliicir lo necesario para los gastos de toda índole y le1 (encaja eii efectivo cle iiieiiester para los reembolsos cle fondos; y

b) Sólo podría veiiclerse bieiie,s activos eii proporción estricta y inate- mática ia disminuciones del Pasivo, para qiie ambos estimieran sieinpre com- pensados.

c) Se 9eJimina totalinente l a posibil;dacl de déficits; se obliga a ver rificar Eals inversiones a tipo cle interés, sea iínicamente el nominal eii com- pras a la par o el efectivo en adqiiisiciones a precios clist<ntos, que costele los gastos en su integridad; y, excepto que es1 lesos gastos se1 consulte $8

antemano la constitiición de- Rese~rvas, se iexclnye a éstas en razón de su im- posibilidad de financiamiento .

1Es esto posible, o aiqiiieca ineidianainente realizable? Si desde el momento ~t.ii que l a recepción cle iin depósito iinplica aii-

mento del Pasivo exigible, y la, renta, descontados l o s gastos clirectos, lestá destinada de antieiriiano para la coilstitución del los fondos a qiie antes lie- mos hecho reflelrencia, e l critmio m& !elemental de organizacióii iilclica que &e precisa efectuar ihversiones relalizables a corto plazo oi con facilidad.

iSi, la vez, existe diferencia de tiempo .entre la perc~cpción cl'el ren- tljmiento del Activo respecto cle la exigibilidad de8 P,asivo o capitalización de los intereses ,abonados a las cuentas de los imponelites, #es también fun- d a ~ e n t a l espezar un déficit eii la rentabilidad de l a cartera coimparada con- la suma d8e, gastos totales, iiicliiídos los intereses.

P si a esto s e agrega que, a fialta de encaje; la institiicióii consiiinie las nuevas inlposiciones para gastos ordinarios, sobre las cuales iinposicio- nes debe pagar int~ereses clesde citando se las cleposita, -hallanlos, en conclu- sión, que, al finaiiciainiento previsto por la I~ey carece ,de base .

Sin embargo, debe dielcirse que la ley, a l limitar Jas clases de iiiver- siones ial dos, incide en 'el error ide principio cle ligar los inteprises particii- lares concentrados en la Gaja de Previsión a los de otra entidad, primero; yd en se,guida, no tan sólo a las flnctiiaciones de cotizacióii de los tít i~lo~s~, sino a la de. una 'morteda lea particular. Las razones hiiie~lgaii.

El bono hipotecario no representa otra cosa que iiii instriimento cle crédito cuya cotización está sujeta a la tasa intereses corriente en el mer- cado; y la tasa de intereses, a s u vez, no es sino 9 n t o directo cl. la posi- ción monetaria del país.

Las crisis monetarias, de consiguiente, lo afectan de manera cljstin- t a que a los títulos de entidades que producen o co,m,ercian en bienes suscep- tibles (de cambio; o m& bien, ten alquéllos que se refieren a la producción o distkibución de .la riqueka. E n buen romance, le1 boilo, co'mo título $e cré- dito, no Fepresenta un bilea intrímeco Iqne fliictiie a d i apa~ón iclistinto Que

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la tasa de intereses y posición iiionetaria clel país, y, para la Caja de Pw- yisión constityye, coiiia ocurre, uiia inveriión qnei no ;protege.

Bien se verá que no existen elementos para cálculo alguiio de pro- babilidades respecto a las iuveisiones cuando sólo se cuenta con dos facto- res, que, coino 'hemos visto, son similarísiinm.;. Ni tampoco se podrían apli- car lais teorías estadísticas ide los términos [medios, porqu~ei no hay medidas medias de alguna significación que tomar .e@ cuentla.

La oesación de pago de los cupoii2~ hipote~~arios es, para la Caja de Pr.evisión, cesación de sus servicios y ausencia de financiamiento aún para su propia sppervivencia; y e l descenso de cotización de los mismos, su nin- guna posibilidad de liquidarse.

4) Volvainos atrás 'en l a pl~~sfiiltación idle la Caja frente a los impo- neiites. La fisonomía ya expuesta de inversionista y monopolizante única del a.horro forzoso de los ierinpleados, la podría identificar, p o ~ similitud fi- n3,nc;iera, a las entidaides tan conocidas corno Investment Trusts. Sin duda, para no inventar nada y para beneficiaiasei con la experiencia ajena, san- cionada por 1111 éxito iiicucstionable, SR puclo tomar como ejemplo y 'mode- lo las bases de organización de esas imtitnciones. De hacerlo, se kabría hallado miichas directivas provecliosas coino ser: (1)

Invertir sólo un porcentaje muy peque60 de las disponibilidades lea una clase partienlar de valores o en iin país determinado, o isea, establece^ una distribucióii amplísima de los riesgos tea niuchas industr;lqs y paises. En estiei sentido, la mayor parte de las \Compañías Britániclas limita la in- versión e a cualquier papel determinado a 1/20 de s u capital pagado y ob- benido en préstamo mediante debleiitures. P a esto se a p e g a una mayor restricción todavía, o completa elirninacióii, de iiiversiones en pal~elee de ¡entidades cuyo Rasivo es iliinitado~.

Como se verá, aquí opera con todas sus ventajas le1 principio de los términos m~edios, pues !las fluctuaciones de un dividendo en particular ac- túan en proporción muy insipiiificante sobre le1 toba1 ,de las inversiones dlel Tiust; y, aparte de que, en estas condiciones, el Trust no está inde6ectible- mente ligado a l a alternativa del una sola inlstitución, o a la .tendencia de qn solo mericado, o a las fluctuaciones del una moneda, consagra la indieipen- deneia de su vida y de SUS finanzas, confiando a l a venta favorablie, de va- lores de s u cai-ter,a la creación dlei reservaa para dividendos fiituros.

E l iaserto patético del autor a quien consiilto eobrel esas materias, concluye : "así el invei-sionista pone los huevos eii más de un canasto, aun- que, hablando e ~ t r i c t a ~ ~ n t e , conduzca sólo uno".

La {antítesis ide esta situación con l a de l a Caja de Empleados P'a~r- ticulaiies, es quei ésta tiene en las mismas inversiones, fuera del Activo que responde al Fondo de Getiio, sus varios otros fondos para servicios que no

(1) "Participating ,&qries i n Britislti Investmeiit Trusts9>. Frederic E. Lee. Bu- reau of Foreing and Domeutie Oommerce. S. U. Department of Commercie. 9

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ee han prerYtiado y su Riewva para Fluctuación de Valores, garantizando, así, #con bonos, las fluctua!ciones de los bonos.

No se crea que .el capital de los 1nviestm.ent Trwts Brithnicos es a l t ~ , o, kn todo caso, siquiera aproximado a l a cuantía de los Tonhos que1 acumu- l ó la Cajla de, Previ~ión dme Empleados Particulares al cambio fijo [de 6 pe- niques, o que su crecimiento mediante Rwervas inútiles, o Fondos no uti- Eaados, ,en anormal. El mamen del 136 Compañíias indica las variaciones siguientes en los aiíos que se mlencionan:

1912 Tlm. del capital circulante . . . . £ 1.200.000.0.0 1922 T/m. del capital circulante . . . . £ 1.300.000.0.0 1927 T/m. del capital circulante . . . . £ 1.170.000.0.0

Los dividendos que han pagado han sido supe~iores, (1 menudo; al término medio ,de los recibidos sobre sus inversionesl; y el análisis del 48 Compañías demuestra :

Añioe T/m. üividenüo anual Número de Compañías

1912/192.1 15% o más 2 9 9 10% 7 9 9 8 a 10 6

1918 adelante 7 15 9 9 6 j 7 6

1912/1921 menos de 6 12 -

48

E1 término medio cle dividendos de las 48 Compañías fué superior al 776 en el período 1912 a 1914, incliiisive, 6y2% durante la guerra europea y sobnel 8% en los tres años subsiguientes. Aún cuando su capital sufrió constreñimiento durante La gueTnai y los dos años posteriores! hoy ha reco- brado su antiguo nivel y está intacto.

En niiiestro propio país, los proyectistas de, las bases financieras de la Ley de Empleados Particulares pudieron inspirarse en la experiencia do- lorma, de ha carencia de l~egislauión bancaria adecuada hasta la venida de la Misión Nem,rnene~ para los efectos de las muchas refo~mas que sufrió la ley de empleados con postie~ioridad a 1925. Pudieron también infor- mame en la Ley de Bancos ya vigen&., cuya exposición de motivos daba cuenta de las deficiencias {que! con teala se intentaba corregir.

No hicieron nada de esto. Como resultado se; tuvo la ausencia de en- caje y hasta la ausencia dtel presupuesto. En lo primero, acaso sa p e m j que las nuevas imposieiories serían siempre, capacea de producir el efea- tivo de mienessbelr para los dwe~mbolsos corrientes, restringiendo los servi-

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cios de la institución cuando se precisana, pues, la Caja de ~Fmpleados @ascce de .la facultad bancaria #del redescuento y, antiei escasez de efectivo, no tiec ne otros recursos a qué apelar, que liai rlestricción o la suspwión kie ser- vicioo, liquidación de sus valoves activos,, u obtención dec préstamos. En lo segundo, #esto es, falta de pnesupueato, que se extiende hasta hoy, obliga- da la institución como está al pago de un interés fijo sobre el fondo dio retiro, consagra únicamiente el impenativo absoluto del gasto, sin prever de d5nde saldrán los dineros para financiario.

Las instituciones bancarias operan a plalzes brevels que, por norma, no exce,den die 180 días, mientras que, como hemos visto, las inversiones de l a Caja diel Empleados se hallan conlstituídas a plazo no.inflerior a cinco años. Y, de seguir l c l i esbe paralelo sucinto, se1 encuentra, tatabién, que el capital y neservas de los (Bancos debien ascender,, a 10 ldenos, al %% de los depósitos No pueden invertir más del 15% de su capital pagado y reL servas IED bonos ,de una misma institución ni, en conjunto, mas del 30% ien bonos de l a s diversas instituciones hipotecarias.

De veras que nunca antes había tropezado con un organismo finan- ciero que dejase considerar, couio éste, la consonancia imprescindible qulei debe existir entre plazos diel cobranzas o facilidades de l i q ~ ~ i c l a c ~ n de, los bienes activos con la periodicidad y cuantía del Pasivo exigible, más un fac- tor razonable de seguridad, que piievenga toda sorpresa.

E l caso de los préstamos obtienidos por la Caja de Previsión, sugia- re también reflexiones atingente8 a leste mi~mo asunto. Es levidente que, si se trata cle financiar con préstla~mos las neclesidades orclinarias de cir- culantle, es porque la cotizacióii del los valores ten cartera no peimibe~ liqui- darlos, salvo la ocasión, naturalmente improbable, que la ley no contempla, ni autoriza ni prevé, de que el interés $del préstamo sea sensiblemente in- ferior al de las inversiones y se desee beneficiarse con la cliferencia. El juego, sin ,embargo, no podría ser más peligroso para una institución,, como la Caj,a de Empleados Particulares, con sil concentración saturada de 108 mismos papelles.

Juzgamos, pues, que los préstamos se obtienen porque no es coiivie- niente relalizar nada de invier8ionles. Los prestamistas exigen garantías es- timada.; al precio del mercado, que deben mejorarse estrictalmente según esos precios males de liquidación ininleidiata lo hagan menester. fia conce- sión inevitable de esas garantías produce, en conslecuencia, una situación equivalente de descubierto ientiye lo disponibllel y exigible que acentuará, 'en su ]sálvese quién pueda! paza los imponentes de la Caja, le3 deseo de reti- rar los fondos.

5) La exaución de la Caja significa para sus imponentes.

La tesis de qule. la ausencia de capital rsubentiende la, propiie,dad ín- tegra del Activo y su rendimiemto por las culentas de Fondo ide Retiro del hs ivo , nos lleva a considerar dos situacion'es que son sus derivados:

a) La exacción a Las cuentas personales que implica el no reparto compLeto de las utilidades, se justificaría siempre que, con esos fon,dos has-

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t a (ahora inútiles, se rindie~aii servicios del índole colectiva y eficiente, poy cierto ;

b) Transforqzada la entidad en organismo verdadero de tprevkijg, habrían razones poderosas para llegar 3 cualquiera de estas dos soluciopes:

Pagar la las cuentaa de los imponentes iin dividleaido, en lugar de un in terh fijo, o

prescindir en absoluto de todo pago en exceso de las acumiilaciones netas del Fondo ide Retiro.

E n ambos de estos casos arribaríamos al delsiderát~~lm que tanto se ha perseguido de, hacer que contribuyan con cuotas más altas al sosteni- miento dc los fines de previsión a quienes goaan de mayopes remun'eaacio- neis. Y realizaríamos, del mismo modo, en el último, la finalidad superior que, con las utilidades, ten un ts~e~vi~cio~ de pmisión se cnbrea l o s riesgos y no, de manera alguna, aumentos del capital individual.

Es así cómo, en 40s seguros de vida, por ejemplo, s i procecle devo- lución d a primas, sólo se reintegra la porción no consumida por l a cobe~- tura del r i e s~o , al amotio de parte de otros gastos de los aseg~u.ad&es. i

Ciertamente, YO oculto los serios temores que mei asaltan de 'que,, ten la constitución de los servicios a que aludo, se cayera .en errores,, y, lo qule es peor, fileran aquellos la fuente o el origen de gastos idesproporcionad~~i a su cuantía o iiitensidad. Será previo, siii duda, que, 110s verdaderos inte- resadcs en ied inanejo ide estos caudales tomen pols~iciones definitivas y sean capaces de controlarlos sin presiones, librcs de iiifleencias y exeiitos - di- gá~aoslo fnertemeute - de proselitismo.

c) Mientras la braii~fo~mación no se verifique, cualquier propósito honrado de cálciilo y idie formación del p~esupuesto deberá distinguir, res- pecto de amortizaciones, castigos y constitución de fondos, 'entre aquellos que i n v o l ~ c ~ a n gasto neal y efiectivo del patrimonio y los qu6 no, pues. para apreciar escuetamente a cuánto asciende la exacción veadadera que ha sufrido el fovdo d1e1 retiro a base del mero balancca al 31 de Diciembre de 1932, babria que agregar a la cifra antes refierida de $ 11.524,@05.28:

Castigo a Bienes Raíces (en 8 meses) . . . $ 40,000 .O0 Castigo1 a Nuebles . . . . . . . . . . . 18,163.20 Castigo a Materiales . . . . . . . . . . . . 3,645.90 Rewrva para Desaliucio al Pewonal . . . . 248,004.78

$ 309,813.88 - o sea iin total de $ 11.864J(19.16.

d ) Aíui cuando, dfentro de un buleni criterio contable, a'cel~to sin va- cilaciones la imputación dlel castigo de los bienes físicos a los gastos de un ejer::icio, adve~t i~e~mos que la razón por l a cual tomamos s u rsuma. en el total de exacciones, se debla a que1 en l a Caja, hasta ahora, ha habido con- fusión lamgtablei de qué son, ietectivqmente, 'en un conjiinto~ genel-al de xalares, los fondos especiales que se constituyen con fines perfectamehte

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determinados, no obstante ocurra lo que acontece1 en esa institución, que Iw fondos leii referencia jamás se hayan empleado.

E n otras palabras, ,adhiriendo1 la prácticrl. universal, (siempre por cierto, 'en la hipótesis del que los fondo6 no se constituyen arbitrariqrpepte, sino que non consecuencia de un programa claro y definido y obeaecen a cálculo serio) de tratar .esosi 4ondos como partidas con existencia prqpiia dentro del Pasivo del qrganisrno, contraplesadas con inversione~ correspon- dientles de Activo, sin que nuncct se melzcle un fondo con otro, ni se l o utilice caprielios~meiite, o confunda, o,, de c~alquier modo, se t r a s g r a a 108

principios que se , sentó al establecerlos y crearlos, hallaremos: 1 ) Una parte deteaminada del Activo responde! al Pasivo de "Capi-

tal", p o ~ decirlo así, de 19 ins~titiición, o sea, precisamente, a 19 suma de cuentas individuales representadlas por el Fondo de sertiro;

2 ) Otras porciones nesponden a los fondos especiales, a las reservas y a cualesquiera otros ítiems de responsqbilidad del organismo ;

3) A lla utilidad líquida, de ~q~ i : a s t r ; e~ de un eje~cicio a otro, s e ha- brá restado los gastos que no son desembolsos, conlo los castigos, y el cre- aimiento progresivo del patrimonio será distinto, en conseicuencia, ide la propo~ción o equilibrio numérico de libros que exista lentre Valores Acti- vos y Pasivos;

4) Habrá otrm utilidades, fuera de presupiiesto, o, máis bien, iiicon- trolables par,& los lefectog del crecimiento d~el patrimonio,, a menos que !el i~~cvimiento de fondos se establezca solbre1 base eficiente, como :

Tipos iná3 altos de interés que le1 nominal, obtenidos por la imtitu- ción mediante compra de títulos B p1.ecio.s inferiores al nominal;

Cewación de aboiio de intereses a los empleadorels por préstamos de sus propios fondos, llamados de auxilio^; cobro cle interieses penales en las deudas hipotecarias.

Ensayareiizos demostrar estos asertos valiéndon~s del ya tantas ve- oes citado Balance al 31 de Diciembre1 de 1932.

ACTIVO :

1) Fondos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . $ 4,786,564.82 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2) Inviemiones 99,485,753.45

3) Deudores . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.827,923.61 4) Pr6stamos Hipotecarios . . . . . . . . . . 46.079,558.00 5) Opleraciones Hipotecarias en Tramita-

ción . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26,104.49 6) Pobleciones . . . . . . . . . . . . . . . . 3.120,178.91 7) Bieneis Raíces . . . . . . . . . . . . . . . . 803,553.25 8) Operaciones Pemidienks . . . . . . . . 3,733.75 9) Deudores Morosos . . . . . . . . . . . . 2,018.42

. . . . . . . . . . . . . . . . . . 10) Muebkes 163,468.85

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11) Material 69,271.97 12) Fliictualción de Valores . . . . . . . . . 6.744,226 . €42

$ 165.117,356.34

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PASIVO :

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1). Bancos $ 23.925.000 0 0 2) Valores en Tránsito . . . . . . . . . . . . 164.1 00.. 11 3) intereses ~ O T Pagar . . . . . . . . . . 1.016.791.87

. . . . . . . . . . . . 4) Cuentas Corrientes 1.914.055.82 . . . . 5) Conversiones moneda iextranjemil 2.0317.346 -26

6) Eetenciones m Contratistas . . . . . . . . 3.014.72 . . . . . . . . . . . . . . 7) Otras Oficinas 433.806.90

8) Diephitos ten Consignaoión . . # . . . . 2.0112.58 9) Intereses Percibidos y no Ganados .. 440.000.00

. . . . . . . . . . . . . . 10) Fondo de Retiro 130.966.760.04 11) Fondo Adquisición Propiedades . . . . 1.262.855.75 U) Fondo Bonificaciones . . . . . . . . . . 786.207.49 13) (Fondo Previsión . . . . . . . . : . . . 649.874.23 14) Fbndo idle1 Auxilio . . . . . . . . . . . . 551. 724 . '60 15) Fondo Reserva Desahucio )Personal . . 248.004.78

Superávit . . . . . . . . . . . . - 715.8011.69

$ 16'5.117,356.94

Ganan intereses del 41/2°/0 anual

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Bancos $ 23.925.000.00 O t ~ a a Oficinias . . . . . . . . . . . . . . . . . . 433.806.90

. . . . . . . . . . . . . . . . Fondo de Retiro 130:966.760.04 Valores en Tránsito . . . . . . . . . . . . . . . 164.100.11

Inversiones . . . . . . $ 99.48'5.753.45 más : +luctuaciÓn valores. (Interés 'eif ectivo $ 7.277%

(para restableciea pre- - - 7.677.240.67 cio d e costo para 'la - 14% impuesto) 1.074.813.69 Caja. 96. 86%) . . . . 6.744.226.82

106.229.980.27 6.602.426.98 Deudores . . . . . . . . 3.8237.923.61 Pnéstamos Hipotecarios . 46,079,558.00 Openacionea Hip . en Tra-

mitación . . . . . . . 26.104.49 7% 3.496.351.02 Bienes Raíces . . . . . . 803.553.25 ($24. 000- 8. OW) 16.000.00

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La digerencia es, ,como se verá, de $ 3.016,742.99 a favor de l a insti- hción, que corresponlde al residuo entre la rentabilidad media de sus in- vieirsiones, de 6.4421% y el 4.5% que desembolsa sobre una cantidad menor. Descontando el término medio de los gmtos )en efectivo, ide un año, tea- Mamos :

$ 3.016,742.99 menos 2.@'44,2011.06

$ 372,541.93

qule es lo que pertenece entonces, a la renta producida por los valores Ac- tivos que no atingen estricta y exactamente al Pasivo coiistituído p m el Fonda de Retiro.

lia parte proporcional dle la suma indioada, referida al ejlercicio de 8 mesas de que nos preocupamos, seria $ 248,361.28, que, d m t ~ o de un su- perávit líquido d e $ 715,801.19, representa el 34.6%.

Lo que anteced~e difiero dla las condiciones totalmente normales en que la Caja se debiera hallar, de acuerdo con la ley vigente, en aquello que el rubro de Poblaciones del Activo habría de hallarse invertido, o en bo- nos hipotecarios, o en p~éstamos hipotecarios a los imponenties, rindiendo, en el primer caso 6.02% anual, o 7% en 81 segundo, en lugar de sólo im- puestos y gastos como los terrenos le~iazos de e s a poblaciones. A la vez, no debieran existir, en el Pasivo, los sobregiros o prktamos bancarios de que se idá cuenta, pese! a la circunstancia de que, por ahora, existe1 diiferien- cia ventajosa de intereses entre las inversiones dle la institución y SUB )em- préstitos lexternos .

Suponiendo esta condición nonmal, tiendríamos:

Pasivo que: gana intereses . . . . . . $ 155.489,667 .O5 menos sobregiros ban'ca~im . . . . . . 23.9%,01001.00

Activo q i ~ e produce intereses o renta.. $ 156.967,119.62 más Poblaciones . . . . . . . . . . 3.125,178.91

$ 160.092,298.53 menos : Inversion~ers correspondientes a

los sobregiros bancarios . . . . $ 23.925,008.00

~omando ' lm, mismos tipos, la diferencia sle~á:

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o sea, el reiidimiento neto de las fondos ipatile~ es, p ü ~ año:

$ 2.851,623.51 nienos gastos 2.664,aOl. 05

$ 187,422.45

Después de esta ya larga exposición, se llega a la necesidaid de pre- cisar ténminos con exactitud :

a) Los fondos exaccionados a los euiplelados que contribuyerqn a for- marlos, tendrían qua usqme; imprescindiblemenbe, a menos que se deseara consagrar la dicha exacción como1 práctica; pero, todos inodqs, po se salva la injqstbcia ya producida, debido al tiempo que ha mediado entre la acumlilacióii cle esos dinero8 y leJ. empleo posterior que1 del ellos se- haga, que impedirá a miichos de lqiiieiies los constituyeron, recibir ningún bene- ficio ;

b) Se demuestra que1 la ausencia de presuprkesto, para adherir si- quiera al plan Im6niino trazado por la ley, ha contribyído, por su parte, a sancioiiar la falta de rimbos;

c) La niezcla de la rentabilidad cle las invei-siones correspondientes a (los fondos especiales, ha perinitido incluirla en las enti:adas ordinarias, con las cuales se han finaiiciaclo los ggstos geneyales; y no se ha rendido servicios aúii por la suma clel interés devengado por esos fondos;

€1) El nial se agrava en cada ejercicio por cuanto, si no a@ ha con- siderado la renta ;de wos fondos, inenos todavía se la ha capitalizado;

e ) Respieoto a la inversión cle las iitilidaides líquidas de, los balances, se- gíin el artículo 331 del Reglam'eato cle; la Ley, se ha incurriido, basta aliora, en el error de mlezclar y confundir la renta procliicida por los vqloreis acti- vos, con aquella obtenida ide otras fuentes s.

En efecto, clioe. el Reglanieiito: "Las ntilidades líquidas que arroje (el Balance qnnal de los fondos aclrninistrados por el Consejo de Previsión y por cacla iino de los orgaaismoe maiixiliares, consistirán en el saldo que resulte, dediicienclo del inonto total obbeaitdo p o ~ intereses de l a s in~er~sio- nes, la sniua iiecesaria para abonar los intereses a la cyenta de cada em- plleado iinponlente y la invertida en gastos dle, administración, como ser siieldos, arriendo de oficina, gratificación a sus propios empleados, cte."

En iiiforiile e~aciia~clo por la propia Fiscalía de la (Caja, a pedido del Consejo en 7 del Octubre de 1932, se deja constancia que los ingresos colmo intereses sobre préstamos de auxilio, qiiei constituyeln renta derivada de "servicios" y 110 cle "inversiones" soii, en los ~aispeictos admiiristrativoi y jurídicos, de libre inversióii del Consejo, ya que, la ley no prescribe su em- pleo; pero a&eiitrando más en la caracteristica numérica de ieste problema, .hallareinos que en donde se hall invertido en valoi.re,s que producen renta los fondos destinados a servicios, no puede haber duda que ese capital más su renta, son, en íilkiino análisis, los que efectivamenbe deiben olciiparse pa- ra estos fines.

Encontraiiios, también, que existen varios otros ingresos, fuera d~e los intereses sobre préstamos de auxilio, de igual clase y categoría, como: par-

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-hk de los intkresm penales sobre préstamos hipotecarios clitei gravan la por- ción de interés 'del diviclelido; y no la *correspoiicliente~ a amortización; co- niisión cobrada a los adquirefltes 1d1e bienes raícek por inspecciófl téknika durante la const~uc'ción; y el lionorario clie. tasación que también se cobra a dichos adquireiites, aím cuando, coino en la, actualidad, no queda a beee- ficio de la Caja,, así sea que ltl tasa,clor sea eiilpleaclo cle la institución;

f ) E n resumen, l a formacióii clel presiipnesto y la distribución le- gal de las rentas. tenclría que seir:

Beiita cle ltts inversiones correspoiiílientes al F'oiiclo cle Retiro. menos gastos = iitiliclacl,, que debe repartirse:

50% Fondo Adquisiciót~ Propi~dacles, 25 % Z'onclo Bonificacioiies, 25% Fonclo Auxilios.

Para servicios Saldo de arrastre, rnbs ingresos iio pertenecientes a iilversioiies, más acuinulaciones durante eje]-cicio, más rienta de los valores en qiie se Iiayan constitiiíclo los foiidos

= total de fondos disponibles para los servicios, liienos costo cle los servicios prestados ==

Saldo de arrastre para nuevo ejercicio.

Hasta este momento,, en que1 sólo lilernos piiesto éulfasis a mestra ecii- telición de que l a ley les defectuosa, no hemos dicho que, pese a esas clefi- ciencias, pudo prestarsie servicios durante iin breve tiempo de bonanza pa- ra los bonos, 1% cual no se aprovechó; y que, luego, más tarde, clesaparecd- das esas condiciones favorables, esas prestacioiies fueron imposibles por la desvalorización del la cartera.

6) Lo que antewde es la reflexión que sugieis el análisis clel crite- rio ac$ministrativo que 'allí ha caiiipeado dentro cie las disposiciones lega- les vigentes, y de paso, sieinl~rie a base de la existre~cia de las cuentas individuales, ~expondreimos la, otra fase, de la ,exacción que la Caja iiiipor- t a a SUB imponentes comparando el interés máx'imo que haya pagado, con aquel que se obteiiclría, en las inisinas inversiones, en tina iiistitucióii par- ticular.

Si tomamos un técminol inedio de ciepósitos, por imponente, de $ 600 anuales,, dividido en dos parcididades seinestrales iguales al 676, y una devolución o reintegro medio a los 25 años, teiiemos que lo acurüiilado as- ciende~ a $ 33,892.76.

L a progresión del patrimonio ha sido:

600 X 26 = 16,00CI, qiie producen $ 18,982.76,

cbn lo ciihl: 18,892,76 X 100

=5.(438% aciiuiulativo anual. 15,000 tx 25

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La misma suma entregada en custodia o comisión de confianza a una imtituci6n de crédito. para inwt i r se en los *bonos de4 8% que circulabanJ mando la Caja pagaba 6% a sus depositantes, con capitalización @e!aestral, producen, en igual tiempo, adquiridos a un término medio de S%,

$ 47,639.13

La progwsión de.1 patrimonio habría sido : 600 X 25 = 15,000, que produoen $ 47,632.13 descontamos por custodia, etc., Yz% 2,381.60

Decims $ 45,000 y tenemos:,

30,000 X 100 =8% acumulativw anual.

15,000 X 25

De donde,

la Caja ha representado al imponente :

en 25 años 11,107.24

11,107.24 X 100 o sea de la renta: el 74.05%

15,000 que eqniva1,o a la diferencia de intereses: 8% - 5.038% = 2.962%,

o,

Podría suponerse que éste es el costo de la administración, pero no es así. La pérdida para el emplielado es en la prbctilca. mucho m'ayor, pues- to que aumenta en razón ~clireicta de das cesacionm de pago de intewsles B que s e expoiie si se acoge a cualquier préstamo de la institución.

Pulede dlecirse que, en general, una cantidad acumulada con intere- ses compuestos al 676, capitalizados semstralmenbe, permitiría costear un segur0 dota1 la, 25 años por igual suma. Así, con los $ 33,892.00 antes re- feridos y a las tarifas en vigencia, se podría pagar un seguro dotal a 25

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afim por $ 34,000.00 contratado a una edad término medio de 25 afios, con la ventaja indudable, para el Ireme£iciario, de hallarse asegurado en todo el tiempo de vigencia de la p5liza.

Y en el caso da la inversibn diwicta, en custodia pur institucih co- rriente de crédito, bien se ve que sobraría dinero para una póliza dotal por $ Il,OW.(PO con la dilf;er'@ncia entre ambos rendimientos.

E n las pólizas se tjendría, además, la ventaja de los valores garaati- zados, las. cláusulas [de incapacidad, de doblse indemnización, de préstamos y de reparto de utilidades.

También se advertirá que, con la garantía de los títulos deporsitados en custsdia, el iinponemte podria obbener préstamos superiores a los que le concede la (Caja, sin que dejara de percibir, por la otra parte, el interés de los valores mismos.

En este análisis, con el cual intento ubicar, defihir el interpretar la pwición de la Caja fren%e a sus imponentw - sus únicos dueños, por lo demás - cabria decir, con propiedad, que no aexiste armonía alguna entre las obligeciones forzosas y, a menudo dolorosas que: les exige, con el bene- ficio problemático y a larguhimo plazo que les reporta.

7) Otra& leyes de Prwbión.

Quien haya tenido paciencia bastante para acompafiarme hasta aquí, pre,pmtará, seguram<embe, si hay otras tan malas como &tal y si este Doté@ ea la muestra única de flora tan abundante como los alcances, las modifi- oaciones, los agriegados y los manejos de toda suerte que han sufrido es- t a ex~resionies de la voluntaid, soberana !

La respuesta no 'es difícil, y para demostr,arLa sin enunciación casi, echaremos un vistazo ligero a la Ley de la Habitación Barata y su ciim- plimiento .

Las Cooperativas son entidadles jurídiaas responsables del sexvicio de las deudas hipotecarias que contraen por cuenta de sus asociados, para lo cual hevantan un capital en término medio trescientas veces infer'ior a la deuda q m contratan y que tampoco se mantiene )en efectivo. En isegui- da, comtituyen un fondo de garantía para respondes o los dividendos, equi- valente la1 monto de un servicio semestral; y, funcionando ya, cobran a 10s coopenados la parte 'matemáticamente proporcional d dividendo hipo- tecario de la Cooperativa, según sean la flantidad de cases y su valor. Quedan en descubierto, de inmediato, y sólo confiadas m parte a la bmna &e (de los asociados, y a sus pcsibilidades económicas; al tiempo de los ven~im~eatos, obligaciones tan importantes como pavimentación, cont~ibu- ciones, y seguros de. incendio y desgravam'en. Asimismo,, la cobranza única de la proporción del dividendo hipotecario, sin una previsión o cifra regu- !adora de los déficits, presume que nunca habría casas desocupadas, o que' esa cobranza no dejaría jamás de hacerse en su absoluta totalidad y siem- ppe dentro del plazo estrictísimo de su vencimiento.

Porque, de lfallar una sola, respecto de cantidad o de plazo, la Coope-

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rativa quedaba cle inmediato en déficit para sn pago del servicio de u n samesti*e, máxime cuando; en esta eventualidad, no s e hacía liso del fondo del garantía, y se 'empezaban a acuinular intereses plenales, desde ese inomen- to, a velocidacl superior a la3 posibilidades de cobranza de las Coopera- tivas.

E l caso práctico1 es, s in embargo, bastante peor. JJS Coope~ativas, acuinulando los dineros para dividendos a la Caja Hipot~car ia durante seis m&es, disponían 'de esse efielctivo y perdían fácilmente la noción de, SLI fi- nalidad exclusiva, por el cuál motivo los empleaban, a menuclo, para prés- tamos personales, gastos generales, servicios heterolgéneos cle sanidad, de extensión y asistencia, compra de artefactos para los socios; y, en fin, pa- r a cualquiera cosa.

Y la (Caja Hipotecaria, por su parte, aplicaba los clineüoa cliie s e le. entregaban, primero a los seguros de iiicendio, y desgravamen; en seguida, a los intereses penales de dividendos anteriores. El fondo cle garantía n o se usó nunca.

Cuando la situación fiié imostenible, se nombró u n clg~ositario en- cargado de efectuar la cobranza a los cooperados y de llevarla directa- mente a la Caja Hipotecaria, pero, con una remuneración de 10% sobre los dineros recolectados, los mermaba automáticamentie en esa ca~iticlacl, y, aím cuando iio dejara de pagar 1111 solo individuo, o no existiera casa des- ocupada algiiiia, l a Cooperativa, en sii conjunto permanecía eii déficit por el 10% susodicho, s o b e el cual, iiatiiralmente, incurría en intereses pena- les del 18% anual.

El rersultado práctico a que se arribaba, en estas conclicioiies, era el de fomentar la cesación de pagos, puesto quea aquellos que ciliuplíaa sus obligaciones con puntualidad, veían que sus dineros servían apenas para los intereses penales, los gastos varios de la institución, lois préstamos a ter- ceros, las nialversacioncs de toda índole, pero no para amortizar una cleii- d a hipotecaria que era colectiva y que resumltaba, como se expresa, iin tonel d e las Danaides.

Interesa obslervar que, dentro de81 conjunto clie los gastos gtnerales de iina Cooperativa, <el honorario de 10% pana ed depositario, calculado sobre la cobraiiza bruta, tanto para dividendos como para pavimentación e impuestos, representaba cualquier cosa arriba del 100 y liasta del 200%. Se afirma, por lo tanto, que se erraba en el camino dle aliviar a una ms- titiición en falencia, máxime cuando se comagraba con ~cara~cteres de pex- manencia un déficit iilsubsanable entre lo cobrado o posible de cobrar con l a s obligaciones que clevengaban penales d.esde1 su vencimiento.

iSefialaré, al modo de ejemplo, e l caso preciso de la Coloperativa Gre. mial de Peluqueros:

Cuota iiiensual para dividendo hipotecario. . . . $ 184.50 Cuota para gastos generales (térmifio medio) . . 4.60 (Contribubiones fiscales y ~nlinicipales . . . . . . . . 22 .O0 Seguro de ineeadio . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.00 Seguro desgravamen . . . . . . . . . . . . i . . . . . 8.00

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Paviinentacióii . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27.73 Hoiiorario del clepositario (iníiiiino) . . . . . . 18.50

--m-

$ 268.73

Los cooperados son 41. A fines cle 1931, época de mi conociiliiento de siis libros, tenían en cliviclendos iimoliitos alrededor de* $ 300,000.00 so- bre los cilales penales de $ 54,000.00 al aíío. E l valor cle costo 'de las 41 casas era d e aproxirnadainente. $ 1.100,0001.00.

S e advertirá que, para ponerse ,ai día eii u n plazo de 13, meses, los cooperados tendrían que pagar una ciiota ii~~ensiial extraordinaria de $ 719.50, a la cual tendría que snili'arse la ordinaria antes citacla de $ 268.73, o iin total de $ 9188.23, para llegar a la cifra efiectiva, iiiensnal, coiiio se repite; capaz de restablecler el servicio normal de la deucla.

A la vista de estos antecedentes, asisfie justicia cn sostener que s e emplea inal e l vocablo previsión para definir la característica cleb estas le- yes.

E l estiicliante de organizacióiz podría snpo~i~e i rliie se redactaron es- tatutos uniforines para estas Cooperativas, iiiediante. los cuales e l coiiti*ol fuera iexpedito y eficaz; pero no: los hay cliversos, contradictorios, Iiete- rogéneos, tanto1 como las p r ~ n d a s de un bazar; o que, siquiera, hubiera sido obligatorio un registro cle ocii~aciión de las casas, siisoeptible cle iiiclicar, para los traspasos de propiedad, cuál era l a suma precisa cle cleuda que por ella debía reconocer el iiwe,vo adquirente; pero, tampoco: en estricta veadad, los libros de ninguna Colope~ativa producen este dato,, porque se dejó siempre de contabilizar l a cleuda hipotecaria, de inanera qiie-los divi- dendos, en las anotaciones y en el control, se producía? por generación espontánea

Mucho más se podría, agregar. Baste, sin elmbargo, y paseinos, bre- veniente también, a otra de las leyes zarandeadísinias que poseemos, tan- t cv como )aquella diel níímero 4,054 - cuya siiina de guarismos llega a 13, el fatal, según los supersticiosos - y llainada del Seguro Obrero, coinúii- mente. El secreto a gwandes voces es que el servicio leis deficiente, y, a meniido, pésimo. Se. liabla de parturientas que. iiac n luz antes de alcan- zar a obtener la, tarjeta de orden para ser atendidas; do ?ac'ientes - y aquí la palabra adquiere toda la firerza de, su signifieacio intimo - qiie hacen caravana €11 filas ~ ~ i u y largas y inuy dolorosas ten una cliira sucesión de días. No es esto a lo que nos podemos relferir en esta ocasión,, sin embargo, aunque con gusto abandonaríamos la seca austeridad de los 1115- meros.

Estamos señalanclo las contradiccioiies y aquí liallamos qiie, a la inver- sa {del caso de la (Caja de Empleados Particulares, l a característica esencial de la Ley 4,054 es una comunidad absoluta de .los fondos. No importa cuán- to acumule alguien en particular; lo único que interesa, en efecto, es que se recaudle lo suficiente para costear los servicios sociales, sin mengua eii tiempo alguno, permanentemente.

Pero aquí, en donde el fundamento es colectivo y en donde el con-

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trol y las noriiias generales de orgaizización debieron descansar sobre ba- ses colectivas también, para que se abarcara de una vez al inayoi n6.úrne.o~ de Iiombres, son, como no igzonan los colegas qne ine escilclian, individuales. La estructura tocla comienza en una libreta individual, a l a cual se adhie- ren estampillas.

Eii segnida, el control del cumplimiento de la 1 ~ y se liace ínspec- cioiiaiido a la población entera, sin excepción cle aquellos qae la ciinipletu, sieinpre dentro de las posibiliclades inmiiientes cliie se altere la cuantía del jornal, base de las iml~osicion~es, y se burle al inspector en aquello que iio está a su alcance coinl~robar.

P dado que la organización s e asienta sobre ese funclaiuento nlo- vedizo de una libreta, extraviable coino tal, coiiclucicla por obrero nómade por liábito o por ue.cesidad, a la ciid se pegan estanipillas que son espe- cies valoradas, siisceptiblcs de falsificación y cie tocia clase de fraudes, co- mo ocurre, Iia cle iie,currirse al expecliente del canje cle libi'etas para corregir, siquiera aprouiiiiadanzente, lo que no es posible que diga el monto bruto de l a venta de estainpillas - iilgreso inexpresivo para todo cálciilo actiia- rial - y e l cóilipiito del "ticiiipo trabajado" por cada indivicliio, aiitececlea- te iiidispeiisable para el cálculo de las pensiones.

Pese a toda la diligencia que gaste la Caja dle. Segiiio Obrero, iel iotal cle libretas caiijeaclas, como hasta lioy, seguirá no guardando rela- ción alguiia coi1 el níimero cle obreros inscritos, y ,ello significa qule se des- conoce el riesgo total que (debe cubrirse y que lio hay cálculo, por lo tan- to, con base de certidiinlbre que justifiyuje o no las reservas que se cons- tituyeii para el inaiíana.

Cabe preguntar, después de todo, Ase t rata cle diseeanir, en estas materias, nada más que lentre los méritos co~para t ivos de dos sistemas ad- ministrativos diferentes ?

Si así fuera, subsistiría cn toda sil fuerza la razóii de. que esbá en el ~~res t ig io de los poderes píiblicos no adherir a normas inadieciiadas s i ~ n - do posible, co11io es, ~eeiiiplazarlas 'con ventajas por otras .qiie satisfacen (e l misino propósito.

Pero, €11 los casos que examinanios, l a iiiiportancia d e la reforma va mucho inás allá. A ella está ligado el porvenir de la idea matriz que emana de estafi leyes; y *está en las inanos, pues, de sus ej~ciitores, hacer de ellas uii fracaso o un éxito que arraigue proifundamente y dé sazón a óptimos frutos.

E l tiempo dirá lo demás.

8) Hacia un objativo : Mi trabajo de revista rápida y crítica sucinta de los fundamentos

numéricos y administrativos de algunas leyes chilenas de previsión, y er, especial de la de empleados p a r t i ~ u l a ~ e s , quedaría muy incainpleto, si no seííalara una razóii niáls, que les elemental y poderosa, acerca de las causas que prodnjeron y producen el estado d~e cosas que se1 juzga.

Coiivengaliios en que, para realizar un programa o ejecutar una la- bor cnalqiiiera es imperioso d,ecidir, de antemano,,qué es lo que sle quiere; precisar con claridad cuál es el motivo de la acción, cuáles sus fines, o,

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eii otras palabras, conocer qué clireccióii lia de toinarse para lllegar al tér- mino clel viaje. Al respecto, l a fnerza del háibito iios lleva a decir que e n el camino se arregla11 las cargas - o , eii cloncle se ofrecen r2paros a iina rutina chmoda, a lo ya establecido por los cánones vulgares y corrientes - que aquello no puecle ser t an malo, invocando como prueba suprema y pal- maria da super+ivencia de la eiiticlad o el organismo, pese a sus defectos!

es verdad. Do'ctores tiene la ciencia de l a amnesia, y más aún aciiiella del Job bíblico, que, cuanclo el coinbate arrecia, y sólo entonces, conceden que piieclel innovarse eii algiín detalle, dejando inmanente el fon- do, coino si iiiia mirada a l espejo fuera capaz de transformar en beldad a quien ya iio lo era, o las reformas, a l fin, liiibieran de limitarse sieinpre a las naclerías clue son obra cle la transacción o del cansancio.

Para iiosotros, reos impeiiitentes cle la redeiicióii del foiiclo, g de la foriiia sólo coino cniiseciieiicia, el problelina es harto más seiicillo.

Quedaiiios aiites en que la Boriiiación de uii presupuesto era ele- liuento indispensable para iiitleipretar las clirectivas trazadas por la Ley de Empleados Particulares. Esta iiecesidacl ineludible obedece, naturalmente, a los reqiierimientos de las finalizas de la imtitución, y, a la vez, a los de las prestacioiies cle servicios. Eviclentementle, entonces, La confeccióii, la aplicación, el coiitrol y los manejos toclos dle~ ese presupulesto deben adherir a las normas corrientes de entidades en que el presupuesto, como tal, coiis- tituye la base en que se apoya la administración para desarrollar el Gcr- cicio o l a gestión. E n otras palabras, el problema de teneduría de libros es subalterno. E l que se presenta sin limitaciones al director es: financiar los gastos fijos &entro de los márgenes más amplios y prestar servicios, en una corporación cle servicios coiilo l a Caja, coi1 le1 máximo del e£iciencia, y economía, junto con mirar hacia adelante, en un esfuerzo superior porque la posición económica se consolide y solidifique más y más.

Esto, por cierto, presiipoiie conceptos claros. 1Se meicesitaba foibzo- sameiite saber qué se quiere y a dóncle s e va . Y en ese sentido me atrevo a afirmar - salvo el interregno despaciadamleste corto de unos pocos me- ses - que no lla liabidol ese conocimiento.

Ensayaré l a demostración refiriéndome simiiltánlearnente a lo que allí Iiay, a lo que1 se propuso y no se practica, a las situaciones finaiicie~as y económicas reales y a lo que slei podría liaoer, eii definitiva, clentro de lo que, a nii juicio, iiidica una técnica más al ta . E n le1 placer que me causa relatar de viva voz lo que fué preocupación preferente ihace poco, no ol- vidaré que el derecho propio limita en donde comienza el ajeno y qute no lo tengo, es claro, pa r a abusar de vuestra benevolencia.

L a Caja de Erinpbeados Particulares, institución de servicios, encima de s u ca~enc ia de presupuesto y de las características ya definidas de ma- l a administradora y monopolizante de un ahorro forzoso, alionda l a confu-' sión y extra,vía más su camino, empezando por usar el sistema dte contabid lidad d e una Caja de3 Aliorros y, al efecto, compra sus libros a l a congéne- re santiilgnina. Veamos claramente qué dicen o qué pueden decir sus BE+; lances, para lo cual lezaniiiiareiiios aqiiéllos al 31 de Diciembre de 1932:

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Las anotacioiies relativas a l i i i~vi in~ei i to cle ionclos no corresponden, precisaineiite, a los iilgresos y egresos de efectivo,, aún cuando el saldo de l a cueiita Caja indica la existencia de iespoiisabilidad 8e.l cajero, n o obstante estar influenciacla por gastos menores y niiichos anticipas.

Ello s e clebe a qiie nunca se lia aclvertidol l a iiecesidad dle determi- n a r l a sitiiación financiera real de la institiición, a (que tampoco jamás s e h a peiisado eii el cálculo de u n encaje, y a que. siempre se lia coiifinclo e11 la disponibilidad cle las iiuevas imposiciones, couiio veremos, para los pro- pósitos ordiiiarios y, aún,, para los extraoiidinarios.

Sería excesivamente largo explicar cóiiio solucionaba lestos probleiiias, en el detalle menor, el sisteina propiiesto por el que habla, qiie proyectó con l a cooperación valiosa - y t a n gratuita como la suya - clle. sus cole- gas, ainigos y socios, Hiimberto Poblete y Eiiiilio Tagle, iiiieiilbros taiilbién d e este Iiistitiito. Blero, rtfiriéiiclose a l Ralaiice iiioclificado, se eilcoiitra- r á qnc, dcl total d. Entradas y Gastos ascciicleiite a $ 3.409,641.93, esta- ban por cobrar:

Eii Iiltei~escs de Ciieiitas Corrientes . . . . $ 19,199 .+2 E n Iiiterescs de Divicleiidos por Cobrar . 1.182,637.01 Eii Iiitereses de Préstamos al Persoiial . . 653.40 Eii Iiitei7eses de Préstaiiios a Corto (Plazo . 129,786.72 E n Intereses sobre Inversionles . . . . . . 1.578,581 .O7 E n Jiitereses Ley 5,090 . . . . . . . . . 262,660.89 Eii Intereses Préstainos de Edificacióii . . 3,277.15

$ 3.176,795.66 - Preguiito, iinteresa o iiol coiiooer cóiiio se va coiisiiinienclo inseilsi-

blemente e l patrimonio si la cobranza íntegra de estos va1or.e~ 110 se reali- za, y c6nio se va perdiendo la noción de las proporciones y hasta de la r#ealiclad más* inmediata ~epresentándose los ingr,esos, en s n arrastre cls "Por Cohrar", en uii creciiniento del Activo? Conste que, hasta hoy, no se h a considerado castigo absoliitaiiieilte alguno, ni hay provisiones para este objieto.

&Acaso iio se ve que siendo el total de gastos de $ 2.693,840.74, se habrían financiado - salvo aquellas partidas nieramente de contabiliilad, que no afectan al inolviiiiieiito dé fondos - $ 2.460B94.47 con las iiuevas imposiciones ?

gNo se repara en que, exceptiiaudo algiiiias coinpensacioiifs cle l as cuentas, l a nueva iinposición invertida en gastos representa iiii gasto adi- cional del 4?h% anual, que es el interés que entra a ganar el nnevo de- pósito desde le1 niomento mismo de su ingreso, que viene a hacerse i iotar en l a próxiiila capitalización de intereses y que sigue permanentemeiite arrastrándose sin lilquidarse en cada nuevo1 Balance?

6Cuál es siquiera en lesta posición qeleinental del ~moviiiiieiito de di- nero, l a visual que .se ofrece a los directores de la institución el sistema que s e critica? Yo diría, o repetiría, más bien: de u n espejismo que enga-

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Ea más a quiea emplea las cifras ciegas que al imponelite que, aun pro- visto de la anteojera de su indiferencia, respecto a fondos que se acostum- br.5 a considerar perdidos, compulsa la cesación de pagos, no obrstante, en l a negación de servicios a que tiene dmerecho!

Un vistazo ligero a Balances anterio~es, dirá que no tan sólo se desorientó ,ai Director, sino que se mixtificó al imponente, asimismo, conta- bilizando diriectamente en cuentas de Reserva, para aumentarlas, algunos ingresos; y en cuentas de Gastos, igualmente, con el propósito de dismi- nuirlos, a otras entradas; que se hicieron traspasos a '(Intereses1' con ante- rioridad a l Balance, para modificar su saldo; que la gratificación para e l personal se llevó en "Consignaciones para Gastos",, cuenta acreedora dle donde se giraban los fondos más tarde, en orden a computarlas con ante- rioridad a la formación de los resultados de Pérdidas y Ganancias; que se disminuyó ,el costo de inversiones abonando a éstas ingresos específicos; que se foimó provisióii para intereses percibidos y no ganarlos con cargo directo a ('Intereses por Cobrar7'; que .se llevaron utilidacles al abaratamien- to de terrenos y que, a1 costo de las Pobla,ciones se cargó gastos de tan dis- tinta índole y ten mezcla t an intima coi1 la cuenta corriente de los contra- tk tas que hoy mismo no se puede determinar el costo intrínseco cle los terrenos o de los edificios.

No liemos recargado las tintas !Se este cuadro. Mi intento es, exclu- sivamente, el de riiostrar con este antecedente retro~pe~ctivo cuál er:a la justificación práctica cle proponer una reforma de fondo, en u n sistema que eliminara d~efinitivainente esos vicios y que, a la par, marcara 1111 naso decisivo de adelaiito técnico.

Henios exaininado la necesidad del control del inoviiniento de fon- dos, y nos resta aliora señalar cuál es el otro requerimiento cle orclen y método en la transforiliación continua del Activo y Pasivo que prociuce la gestión administrativa. Vinios que la, ,ley es explícita respecto del desti- no de los dineros que se recaudan, pero, aíin cuando no lo fitera, liallaría- mos siempre que la institución acumula capitales individuales en aumento continuo producido por niieva~s: imposiciones o por intei3eses que devengan, y que la totalidad absoluta cle gastos debe lsalir de, l a renta de las :ilnverj ~ i o n e s . E l patrimonio de la iustit~~ción, que lo es de sus imponentes, debe variar en razón directa d r la r~sporisabilidad que mantieile eii sil Pasivo como Fondo cle Retiro, y si se acepta que estas miitacioaes de Activo y Pasivo en iin ~eijercicio o gestión constituyeii los liecllios ecoi~ómicos más im- portantes, se concluirá que su control es la ras6n de ser, ,el motivo de existencia y la causa única de todo el maderáinen que* compone la estruc- tura . Resultaría paradojal, evidentemente, que se proyectara sistemas o métodos cuya única virtud fnera la dle ocultar la, verdad mediante sofb- mas más o menos bien encubiertos, de suponer alguna dosis de biiena fe del proyectista, o una ingenuidad e ignorancia infantiles de parte daea qliie- nes pudieran resultar perjudicados.

El substantivo "previsión" agregado no tan sólo a la denominación de estas leyes, sino asimismo, al título de la Caja de, Empleados Particula- res, invita a conjugar el verbo en su tilempo futuro, a f in de que exista

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estiirnulo para los impowentes en no buscar hasta siibterfugios pasa retirar- los, convencidos íntimamente de que se les cautela bien.

Es preciso, pues, distinguir con claridad, en todo momento,, entre pa- trimonio y renta de la institución, para que, aquél pueda ser intocable e intangible,, como es menester; y para que esta filtima pueda emplearse inteligentemente.

Partiendo de los datos proporcionados por el moviiniento de fondos, centralizado en auxiliares con cluie. se reemplazaba al Subsidiario del Dia- rio y al de Traspasos, se sugería el empl~eo de una cuenta, de ajustes y compensacion~es,, denominada ['Tesorería", similar a "Conversión" Ien vna contabilidad de dos iiloneiclas. Las partidas ordinarias serían:

Tesorpría a Varios

Por los ingresos cuyo total proidiiciría una plaiii- lla de moviiniento clme fondos y cuya clasificacióil

daría un Diario de Ingresos.

Vasiob a Tesorería

Por los egresos de acuerclo con la inisina coilipro- bación.

Se, insistió en la necesiclacl de adherir al método de "fondo fijo" o "imprest system" par,a regularizar las anomalías de la Caja, de la instjtu- ción y para facilitar el control vercladero del movimiento de fonclos, por lo ,ciial los asientos anteriores debían completarse con:

Bancos a Tesormía

Por los depósitos seigúii plaililla del movimiento cle fonclos, iitilizábdose ~excliisivainente la columna

"patrimoilio", y

Tesorería a Bancos

Por los giros.

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de donde:

"Patriino~lio" es denclor por $ 500.- y "Renta" es acreedora por igual suma, o sea que, habiendo entrado $ 5,000.00 por concepto de Renta y gasta- do $ 5,500.00 se ha debido usar, para financiar el déficit, esa misma can- tidad (de "Patri~monlio". Más claro t ~ d a ~ v í a , el saldo deúdor de "Patriinonio" es cifra de Activo y el acreeldor de "Renta", de Pasivo y deben tratarse de conformidad pana todos los efeetos de Bdances.

E l Balance modificado al 311 de Dicie.mbae de 1932, prodiice como saldos esta cuenta Tesorería:

Activo $ 738,264.56 *en Patrimonio, y Pasivo $ 738,264.56 en Renta.

o, lo que es lo miismo, durante el ejercicio de oclio meses a que se refiere el Balance, se lempleió esa suma de Patrimonio para gastos,, partiendo1 de la ficción, como ifué inevitable ihacler, idie que to'dos los saldos de arrastre eran Patrimonio, porque los libros de l a iCaja, en s u forma presente, tienen un liorizoiite muy limitado hasta el cual se pueda, penetrar para estudios serios.

Se advertirá, eso sí, que este saldo de "Tesorería" indica 'la posi- ción relativa de "Patrimonio?' y de Renta" considerando todos los ingre- sos rliie se liayan contabilizado y estén percibidos o no. Es decir, dá cnen- ta de l a posición económica de la institución, y se precisa, para determi- nar la financiera exacta, llevar a aabo un aigálisis sencillo.

E l sistema se completa con l a deberm mi nación de los costos por de- partamentos, de que. trataremos más :adelante, y del conjunto del sistema se produce automáticamente el análisis a que me refiero en el párrafo anterior, o sea, se puede identificar con exactitud el d ~ s t i n o dado a cada iiaidad de ingreso para formar la estadística, iestablecer te1 control y clieter- minar los presiipuestos sucesivos, tanto colmo para calcular el encajne.

La 11ropoiciÓn que lestablece este cuaclro se, determina sencillainente en razón de lo que va del total general a cada uno de los rubros de in- gresos. En porcentajie, se hallará que la iiiisma inversión fiié:

Administración :

Coiise.jo y Gerencia. . . . . . . . . . . . . . . . . 1.12 Contacliiría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11.28

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fiscalía O . 36 Secretaría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.45 Control le Iiisl~ección . . . . . . . . . . . . . . 2.59 Servicio Interno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.58 Edificación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . O . 89 Préstamos de Auxilio . . . . . . . . . . . . . . 1.51 Préstamos ~ipobeaarios . . . . . . . . . . . . . . 3 . 5 9 23.37

íkoic io a los Imponentes:

Extensión y Asistencia . . . . . . . . . . . . . . O. 40 0.40

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Intereses a los Imponentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44.48 44.48

Otros Gastos :

Miantenimilento de los Bienes . . . . ,. . . . . 7.90 Descuentos y Comisiones . . . . . . . . . . . . . . 0.31 Amoitizaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.71

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Otros intereses . . . . O . . . . . . . . . . . . . . , . 13.97 Diferencias de Cambio . . . . . . . . . . . . . . . . 0.14 23.06

Supre~áwit . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8.72

Los distinguidos colegas que, me esciiclian me acompañarán, segiira- mente, a poner unucho énfasis en aquello que la determinación exacta del destino dado ,a cada unidad de ingreso es el problema fundamental para el organismo cuyo fin ulterior no les el lucro en provecho de sí mismo y que ha de vivir de la confianza pública. af irmarán conmigo, también, en que esta demostración meridiana de la conformación de l a cuenta Entrla- aiaa y Gastos produce la rendición de cuentas lmás eficiente, y que lleva- da a su último extremo, de una contabilidad de fondos, cuyas caracterís- ticas hemos definido brevemente - en donde se. distinga cuáles son entra- das de las inversiones y cuáles no; cuáles específicamen%e destinadas a un objeto particular, y cuáles las posibles de emplear para !el financiamiento ordinario - procura, como hemos dicho; la estadística en la cual pueda basarse certeramente el desenvohimiento futuro de actividades de toda ín- dole.

Me he esforzado por presentar el cuadro de la inversión cle los iii- gresos efectivos, pero no Ime ha sido posible, aún hurgando pacieiitemente lentne los pormenores que es capaz de prestar para análisis e l sistema de hoy de la Caja. Diremos en conclusi5n, sin embargo, que el cuadro corres- pondiente al movimiiento lfinancilero dielmostrará, respecto del "Pat~imonio": aparte de lo ya visto acerca ,de "Renta" :

a) las inve-rsiones hechas de acuerdo con la ley; b) las colocaciones relacionadas con los servicios de restados a los im-

ponentes ; c) el movimiento general de los valores de Activo y sii concordan-

cia con el Pasivo; .o sea suma de los ingresos = Fondo de Retiro de arrastre, imás los intereses abo- nados al cierre del ejercicio inmediatamente ianterior, más bonificaciones y cualesquiera otxos incrementos, aplicada a los egiiesos como sigue:

Invasiones Colocaciones 1 Fonda Retiro

I I Bonos P. Hipotec. Acciones 1 P. Corto. P1.

I I

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C A J A D E P R E V I S I O N D E E M P L E A D O S P A R T I C U L A R E S BALANCE GENERAL EN 31 DE DICIEMBRE DE 1932

I -

A C T I V O 1 P A S I V O

Patrmomo Renta Total Pat-ONO Benta Total

-1 1. inmovilizado:

Bienes Raiees . . . . . . . . . . . Terrenos disponible~s . . . . . . . . Yobi,liario . . . . . . . . . . . . .

6. No Esigihla: . . 1 803,553.86 503 553.25 . 3.125.178.91 3.185.178.31 F O I L ~ J iie Retiro . . . . . 163,468.85 103.458.85 --. P.%<:ras Lcgolcs:

4.092,211.01 p. Fondo ndquisiaián 13i.a-

2 .. Sraiizabie:

h k t e ~ i a l e s Oficina

piedaden . . . . . Fondo Bonificarioucs .

0b;271,91 F o n d o Pievisión . . . Foiido Auxilio . . . .

Real

Bonos Caja Cr6d. Hipot. ( 100.321,500.00 . . $ 81.608,438.05

Bonoa Eco. Hipotecario ( 2.479,000.00 . . . . 2.18'2,563.60

Bonoa Beneficencia y h i s t e n c i a $ 1.940.00U 4.594.731.80

/ 7 Exigible:

O 3.763,000.00 . . . Acciones Insti tuto Cré-

dito Iudustrisl . . . S:300.~00.!10

Deudores Barios Renta

Cuentas Corrientes. Pa- trimonio: 479,156.25 . 19JY9.42

Dividendos por cobrar Patrimonio: 397,973.74 1.182,687.01

I n t e r ~ d e s por cobrar . l.'iiI(l,OY1.1!1 PrPst.imoa Irnnonenies

8 " monio: 39,936.00 . .

Deudaree niorosai . P2ti.i- . . . monio: 2,01842

. . . . . . 9 . Entradas y @astos

S. Disponible:

Caja, efretiro . . . . . . . . . . . . . . 112,177.50 Beo. Espnñol-mile. Cta. Ctc. . . . . 250,321.76 Caja Naeiounl de Ahorros. Ctu. 21071 506,907.37 Caja Xscianal de Ahorros. Tpsorsiia 1.547,107.70 Xaiional City Eanli . . . . . . . . . . 11,030.40 Caia Nacional di, h l i o r i .~? . <:ti. N.o '1 3.000.000.00

4.786,564. d % --

4.7S6,564.82 -- - -- - - -. -

4. Nominal:

. . . . . . . . Fluctuación de Valores 6.7+1,286 S2 Operaciones Pendientes . . . . . . . . . . 5,733 75 Operasiane~s Hipotei.:irii~s cii Tiaiiiita-

ción . . . . . . . . . . . . . . 26,101.49 Taso~orZa . . . . . . . . . . . . . . . . 7382861 30

5 . TOTAL . . . . . . . . . . . . . . i? l!i?.944,7(i3.?8 1 ?.910,857.62 3 lii5.Sj5,620.90 ( 10. TOTAL . . . . . . . . . . -- -. . - - -- -- - - - -- - -~

ENTRADAS Y GASTOS EN 31 DE DICTEMERE DE 1932

-1 - G A S T O S E N T R A D A S

- - Departamantcs.

Consejo y Gcrenci., . . . . . . . . . . E; 9?,28S 31 Contsauria . . . . . . . . . . . . . . . . 9U;353.6ti Wscalú . . . . . . . . . . . . . 28,408 5s Xecrletaris . . . . . . . . . . . . . . . . 119,054.7:i Control e Insp?~cciúri . . . . . . . . . . 212,491.11. Servicio Interno . . . . . . . . . . . . . . 47,767.88 Edificnoión . . . . . . . . . . . . . . . . 73,166.53 Prématarno Auxilia . . . . . . . . . . . . 124,156.19 Préstamos Hipoteoarinr . . . . . . . . 394,518.52 Yantenirnieii+o de los i?icn,r . . . . 04Y,B10.95 Extensión y .ksisitonei:~. . . . . . . . 3'2,301.49 d 2.50<3,846.91

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . i . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Arriendos $ 11,J20.00

Ccmi? ien~s E,dificzcion 10.684.83

Pol?l+oionas:

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Robra imprevisto 47,502.69

Intere-rs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5,137,731.26

Diferencia de Cambio . . . . . . . 11,163.58

a:mientrrs y Comisiones . . . . . . . . 25,267.05 I Amortizaciones: I

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9) Los sieP7ricios y su costo:

Se requiere abordar, todavía, un aspecto más de las reformas qiie se propusieron,, que e s l a que ha tmerecido, de algunas fuentes, críticas acer- bas que no se han fundado, y los comentarios m$'s curiosos, que hampoeo han visto luz. E l tiempo no alcanza para hacerse cargo cle aquéllas ni de éstos, máxime {cuando fueron pueriles y porque correríainos peligro, en es- t a charla, dle trlamformar la exposicióii que es, en una clase elemental cle tiempos muy pretéritos.

Hablamos cle sistelmas que sugieren en 1933 para satisfacer necesida- des Económicas; entenclienclo por Econoinía la ciencia clue recoge, por l a observación, las reglas generales a que lestán soinetidos los fenómenos que estudia (1) y que1 nada tiene de coinún coi1 lo) cliie se cla en llamar tec- nología. Ya antes dijimos, de iiuestra cosecha, que ( e l problema de teiiedii- r ía de libros les subalterno, porqiie, obtenieiido le1 f in que se intenta coi1 l a ayucla de éste u otro formulario,. poco importa cuál sea, no interesan, tampoco, su color n i l a calidad del papel eii que se imprima.

Pero, siguiendo eii este terreno de las defiiiiciones que nos son in- dispensables para ubicar con claridad los fniidameiitos cle nuestro criterio, se nos pe rmi t i~á que olasificluemos, con un autor coiit'elmporáneo, (2), te1 graclo de iinport'ancia, la calidacl, o, iiiás bien, la gama de nesesidades eco- nómicas que1 es posible distinguir en un análisis brev'e:

"Coiisideramos como las más i~mportant~es las positivas y negativas, aiitóiiomas y Teflejas, verdaderas y falsas, geiierales y p,aiticulares, ordina- rias y extraorclinarias, públicas y privadas, colectivas e individuales. Son necesidades positivas las que caracbesizan iiii estado de orden y de iiorma- lidad, y negativas las ocasionadas por oposiciones, presioiies, situaciones anormales. Dáse le1 nombre de necesidades verdaclleras a las que (están con- formes coi1 nuestra naturaleza y sii satisfacción produce bien, y fakas a las que, mantenidas por el hábito, no responden a aquélla. Se clistingi~en las necesidacles generales cla las particulares, en que aquéllas las sentimos to- dos por igual y éstas se presentan en ciertas iiidividualikd~es o en determi- nadas circunstancias cle lugar o tieiizpo. Y son ne~cesidades ordinarias las que aparecen con periocidad conocida, y ciiaiido ocurre lo contrario se cle- nominan extraordinarias".

La ley, así sea ten su espíritu solaiiiente, !trazó l a finalidad social 37 económica que se persigue. Cae, entonces, a los proyectistas dle la organi- zación ajustarla a método capaz (de resolver los problemas superiores así planteados con un conocimiento del conjunto que sea satisfactorio para, dis- oernir entre los .distintos matices de las necesidades.

E n estas materias, que son de lógica - porque son de método y de raciocinio - poclemos decir que en el manejo cle una cosa pública, como

(1) P. Leroy - Beaulieu - Y sigue: "no nos enseñan cómo se siembra el trigo o se trabaja el hierro, cómo se transpo~ta~n o se transforman lm merreaderlat; conciernen a reglas m b elevagas, mepos variables y m&s niv verse les".

(2) Adolfo Buylla y Alegre - "Economía".

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l a s fiiianzas de la Caja de Previsión, los directores actúan, esencialiiiente, por simple apreciación. Y inás, esa apreciación es casi siempre subjetiva. Resulta imperioso decidir, entre las alternativas que se ofrex&an, ientre lo ve~dadero y lo falso, lo positivo o lo n~eigativo,, Ro genteral o la particular; lo que es o pueda ser, esporádico o perinanente, necesario o accwo~io, pos- tergable o inmeniato.

Y después de beclio, s i no hubo continuidad, ni plan, n i perseveran- cia, ni propósito recto que se pueda exhibir d libre análisis, o que, como aconbece, l a obra enciibi~rta por algún tiempo, no resista más adelante el transcurso de las épocas y pueda así ~manc&rsel~ei con el anatema de las modas que fueron, llégase fatalmente a l a conclusión que no hubo base ade- cuada para estimar los valorcs que se pesaba comparativamiente.

Es por esto rliie, le11 todo proceso de contabilidad científica que nazca de los principios £uiidameiitales de l a Economía - y no, a la , invcrsa, pro- hije la teneduría iliediocre y rutinaria de los libros - se intenta, más que nada, evitar equivocar nuestras pne5erencias respecto a l a superioridad, ~qciiv~aleiicia o inferioridad cle los valores sonueltidos a comparación, pre- sentándolos en tina sucesión, uniformidad, periodicidad y nitidez que permi- t a n ~cle£inir 7 1 , al clefinir, precisas. Porque, conio bien se dice, definir es excliiir y negar; y lctiánta más realidacl pospa lo que delfinainos, más ne- gacioiies y ~excliision~es tenclieiiios que ejecutar.

Este ecl, la mi juicio, el objeto ~ E I los sistelrnas de "presupuesto" y de! costo^" que in% colegas conoceii de sobra; la finalidad de los más noví- siinos del "control de presupuestos", JT la inspiración, asimismo, del niéto- do clc "fonclos" reconiciidaclo a la Caja de Empleados Particulares.

Si no., pongainos las rcspiiestas en boc~a de Pero Grullo: E l presiipii:sto a que tantas veces bemos aludido es la estimación

acuciosa y meditada de los ingresos, y del financiamiento de los egresos posibles de ejeciitar con Ifsas eiitraclas. Tia i~nrl>ericncia de los países que marcliaii a la vangiiarclia del adelanto ac1~ministrativ0, lia Iliegado a dividir el presupuesto en sus dos fases (más sencillas, o spa, presupuesto del inínimc y del máximo. Z n seguicla, en priesupiiesto fiiianciero, o de Caja, y econí5 mico, o genieral; lo refieren, a inennclo, a períodos bastante más largos que iln solo e jercic :~ o lapso entre Balaiices, ciiico aííos, coino norma (1). Cacll cosa con su razón.

En las entidades cuyo fin es le1 lucro, hay u n renditmileato mínimo que producir, así sólo sea el interés del capitad invertido.; y e n los organis- mos cuyo objeto les la prestacióii ide servicios, hay, naturalmente, un mini- mcu de servicios que preistar. Existe una concordancia precisa entr4e esos rendimientos mínimos y los gastos, que podríamos denominar con propile- dad, el punto critico; porque la naturaleza de loa gastos es fi ja o les varia- ble J' es atingente, del mismo modo, a l a ~lasificia~ción que hie~mos expulesta dle las necesidades económicas. Hay, pues, u n punto &e interseoción lentre las curvas do rendimiento y de gastos )en función del monto de las ope- raciones que marca, !hacia, arriba, si hay utilidad para el ieimpresario, o, en

(1) Americaii Gas Association. Department 106 Msiiufacture; Chamber of Commerce of tlie Uníited States.

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e l caso de la entidacl de servicios ,\i su existliiicia se jiistifica ; y iiiás abajo de ese punto que heinos llaiiiado crít:oo, a cu$~ito a,sciendiei l a pérdida dn el primer caso, o a cuánto el desenlbolso iníitil y perjudicial . p n el segun- 30. Hallareinos, también, clóncle ec cortaii las curvas de reducir los gastos o desembarazarse cie algfiii lastre innecesario, como por ejeiriplo :

Aquí tendríamos (e l mínimo en la cuantía cle iiigresos y gastos po- sibles, dentro de ese mínimo, en l'a interseccióii qiie sefiala el plinto crítico clel 73% qiie, coino S? vera, correspoiicle a tina ciilfia balanceacla de ingre- sos y gastos t l i ~ aproximadamente $ 2.175,000. Hacia arriba, tenemos la probabilidad de superávit progresivo segiíii la superficie dle.1 ángulo1 la, b C, 'en razón del annieilto no estrictamente propoicional del iiigresos con gas- tos totales. Hacia abajo, la superficie clel ángulo a d e nos aclvile~te. que, a nienos del inínimo, los gastos fijos influencian la desproporción negativa de los desembolsos rcispecto de ingnesosl. L a línea de trazos cortados, qne inclica iina reclncció~i de gastos, tiaslacla el piiiito crítico a l 58% y seíia1,a las probabilidades dadas *en esa nubeva condición.

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E l presiipiiesto debe irse coiitrolanclo a medida cle su dlesenvolviini~n- to y esta acción va rievelando cóiiio ha de procederse para obtener, pese a las circunstancias a d v ~ ~ s a s que sobrev~engan, los resultados que slel desea, o cómo, si eso es clel toclo imposible, paliar o alminorar los malos ~eifectos, conocidas las causas que los originan.

Es, entoncis necesario conocler e l costo cle los servicios; o más, cla- ro todavía, deiitro de iin costo dado, cuál es la importancia que un íteiu en particular tiene para el conjiinto, y, dentro, otra vez, de la clasifica- cióu de superior, inferior y ecliiivalente, cuál aquel cli11e admite cambio, re- forma o innovacióii para las finalidades del tado.

Invito a inis oyentes a que analicemos qué es lo clulef iios dice el Balance cle la Caja de Pr~;visiÓii CIC, E~mpleaclos Particulares que tenelnos a la vlsta, cóilio, irtediante él, poclríanios llegar la dirigir la institucijn eficieilteiiic.nt~e y cómo, tailibién, para las finalidacles superiores, podríaiiios clistiiignir con clariclaid eiitre las 11nater;as diversas qiilei se soineteii a examen.

hTo se confnnda le1 problema que procurainos resolver con aquel rlei bornerciaiite particular, a quien i n t e r ~ s a finicamriite sabler cuánto Iia gnna- do o percliclo, y cuál es su posición al momento clel Balance. No llegue esta coiifiisión al caso especialísimo clel comerciaiite pequefio, clu. n i siquie- ra lia menester priecisar, entre los resiiltados cle s u ejercicio, qué artículo dejó ta l o cual utilidad,, y cómo uno hizo la fueras ien bene£icio del otro.

Tampoco asimilamos la nesolución de estos problemas al criterio de aquel que confía totalmente del azar y ~conduc~e sus empresas con presciii- dencia cle toclo sistema.

L a inezcla cliie existe eiitre las inversiones correspondientes a Fondo cle 13etiro con acluellas propias de los Fondos Especiales, produce la dife- reiicia cliie ya liemos heclio notar a favor de una cuenta de Entradas y Gastos, que ea la lioriiaza en donde ee~ fundet el resultado final de las ope- raciones i Y en qué moldtes!

E l crecimiento del Activo por coiicepto de intiereses por cobrar apre- gados a las cuentas d o Deudores, acreditados a Entradas y Gastos, permite lo que proliibe toda práctica adiiiinistrativa sana, de repartir beneficios o siquiera llevar ten arrastae de iitiliclacles, aqiiéllas que iio se lian efectivaiiien- t e percibido.

Así se llega al siip~a-ávit de $ 715,801.19 que, según 'el Balance 1110-

dificaclo constitiiye eii realidad iiii déficit de $ 7,482,491.38, como sigue :

Pasivo cle Patriinoiiio . . . . . $ 162,944.763.26 Activo . . . . . . . . . $ 162.994,763.29

Fluctiiacióii íle Valores . . $ 6,744,226.82 Teswería . . . . . . . . . 738,264.56 7.482,491.38 155.462,291.90.

Pérclicla de Patrimonlio sin castigo di! Deudores , . $ 7.482,491.38

Eii la sección Renta, &cuánto procedería castigar cuando nlb del 50%

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de los d e u d o i ~ s está en mora y al saldo vigente de Préstainos Hipotecarios a Largo Plazo ,en 31 d,e Dicienlbre de 1932 de $ 34.145,338.80 se agregó l a consolidacióii de deudas por la moratoria concedida por ,la ley N.o 5,090, con un saldo de ,capital ascendenbei a $ 9.051,329.75, más intereses por $ 262,660.90? Con esto el préstamo llegó al 90% de l a tasación. i,TO%? Poco, sin diicla, pero calciileinos con este porsentaje, y tendremos:

Activo de Renta . . . . . . . $ 2,910,857.62 10% . . . . . . l . . . . . . 2911,085.76 $ 2.619,771.86

Pasivo cl~e, Reiita . . . . . . $ 1.456,791.87 . . . . . . . . . Tesoreria 738,264.56 2.195,056.43

$ 715,801.19, como reza el Ealaiice de la Caja, o sea, una diferencia 291, 085.76 o de 68.5% respecto de la cifra verdadera. Ahora, si adherimos a la práctica cle no coiisiderar clispoiiibles las

ades no realizadas, hallaremos :

pasivo ICII:, Itenta . . . . . . . . . . . . . . . . . . $ 2.195,056.43 nienos, Reserva para Inteivses percibidos y

no, ganados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 440,000.00

Déficit . . . . . . . . . . $ 1,755,056.43

Cuando coinpulsaiiios así l a sitiiacióii del orgailismo desde distintos iingulos, encontramos, ciertaineiite, que prescindiendo aún dlel pr,e.siipiiie.sto que hemos lestimado la Iierrainieiita más útil e indispensable de la adminis- tración - coi110 etsperainos liaberlo devnostrado - se1 ba menester los pos- tos, si (ES que se tiene noción de una política admiizistratha y financle'ra que sea coiiseciilencia cle otra econóniica.

P o q u e , i qué nos dice: ahora, la cuenta Entradas y Gastos! Hle aquí iin gráfico pneparado [en la Caja, respecto a los gastos ge-

aerales duraiite los ineses que allí se indica:

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Las fluctuaciones violentísimas de que da cuentn no se1 deben, ni se podrían deber, a causas naturales. Son consecuencia de l desord?n que plecr- mite u n error cle concepto derivado1 d.el la ausencia de costos. Por ejemplo, a la Caja Nacional d~ei Ahorros se paga una asignación d e $ 900,000.00 anua- les por l a atención que ésta prcsta a las culeiitas dle los Ymponlentes, l a cual asignación no se contabiliza con regularidad en razón de que1 no se paga o no sei caiga en cuenta periódicamente. Tampoco se debita con periodici- dad fija, antes dle cada Balance, el consiirno del materiales, quiei es impo-i~. tantie, y hay muchos otros rubros de gastos y con los cuales se sigue l a inisma política. Sucede aquí, como len iniichos aspectos l a contabilidad fiscal - de las administrativas de otro orden que conoceinos - que se r e - gistran en los libros exclnsivam~emte los hechos físicos y no los eco~óinicos, de donde resulta que, junto con desvirtuar el significado de 1 s cuentas en cualquier momento que se l as examine, se permite conducir de encubiert~a comprcumisos de arrastre que puleden corresponder a consumos efectivamien-

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C A T A D E P R E V I S I O N D E E M P L E A D O S P A R T I C U L A R E S

- , .. .... . . . . . . . . . i d o b ~ c t j i o , . . . . . . . . . 24,881.00 2,0ll.00 a,s?G.oo 780.25 2,6l0.25 4,828.75 628.00 3,%SS.50 1,62:25 4.a52.00 400.0"

e. Urn &,>O5 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ,, , ,,,,,,; . . . . . . . . . . . 0,6~j.~o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . VIU.OO .. .:::: ¡,3i3:"0 ::::::.: ..':.::: . :.:::::: :::::::: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. Ley 4,054 . . . . . . . . . . . . . . . . 66.24 86.24 A

e,ozr.uo a.a"o.00 780.25 f840.E5 4,928 75 1,139.00 . . . . . 11,203 50 1,515.21 l.652.00 100.00 18.24 P

COSTOS POR DEPARTAMENTOS

T O T A L E S

- e --

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te verificaidos y que no está al alcance de nadie precisar y comprobar por lo inexacto d~el sistema.

Al hipotético contradictor que nos responda que leo los Balances #e- neral~.s se ajustan todas estas diferencias, diremos que no 'as el objeto de ]a contabilidad modlerna )esperar la ejecución d'ei estos iestados para conocer la posición veraz de la* institución, porque hoy la historia de los beeho~

en número y finanzas, es trivial al lado dlel lméto'do que, ien cada pulsación, nos va indicando, como un índice, dónde estarnos. Provéase e l oyente de una gran dosis d4e buena voluntad y diga cómo ebeictuaría 6on- troI alguno de presupuesto a la vista del gráfico que le exhibimlos.

"Bastos Generales", tal es la denominación genérica de l a cuenta e qu~e sle vacian a baldes llenos todos los dispendios. tEs clasificación de d Iladtsima de su naturaleza lo que se necesita? No oculto que esto e8 10 qule! supone un criterio simplista, que oyendo "costos", cree que se trata de determinar cuánto se gastó en estampilllas, ien teléfono, en rnenwtemg insignificanbes, y que, con este espíritu, pretend'ería multiplicar las c i l m !as y subcuentas hasta el infin'ito.

De moldo alguno. La naturaleza del gasto es, acaso, su característi- ca menm importante para el objeto esencial de los costos. 'Lo que verdade- ramente determina la clasificación es la. "función" ilel gasto, esto les, su correspondencia a un "fin". E insistimos aquí en esa repetición perm&eli- te de que se necesite conocer cuál es e l "fin", cu61 iel '5notivo".

En la Caja de Prelvisión del Empleados Particula~ee .tenemos los si- guientes departamentos administrativos y de servicio:

Consejo Directivo, Gerencia, Contaduría, Fiscalía, Secretarfa, Control e Inspecdbn, . . Servicio Interno, Manbeinimiento de los Bienes, Edificación, Préstamos de Auxilio, Préstamos Hipotecarios, Extensi6n y Asistencia.

La primfera departamentalización lestudiada por el que habla es la que se refiere ,el grMico que sigue, de l a cual se, advertirá que los departa- mentos ad~mtinistrativos, con 44 empl'eados, [consumían el 7&7BO/o dle los siieldos de ;esa época, 7 los de servicio, con 27, e1 27.28%.

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La conclusióii uatural e irltedargüible swia q ~ i e l a administración era e~xcteGvamente card, no obstante qqe el total absoliito de sueldos fuera bajo. :No advierte, el amable oyemte clue ya empezarnos a diferenciar y que dis- tinguimos, por lo uiciios, !entre dos conceptos claros y definidos : administra- ción y servicios? )Repara, asiinismo, que estableceinos la concordancia, la relación que va ?le imo a otro, y que aún frente' a una cifra global que sea lequívoca, procuramos discernir c&l cle las clos secciones es la qne re- cibe el perjuicio y cuál la ventaja de escl espej s-no?

Transmontanclo este umbral d e la primera selección, hallaizemos que los iínicos departam.nitos que atieudeu si1miiltáneam1ente todos los proble,- mas relacionados con la administración pihctica de la eiitidad son el Con- sejo y Gerencia, la Contaduría y la Bcecretaría. Los otro;. como Préstamos de Auxilio e HipotJeaaríos y de Edificación, tienen mislones precisa8 e in- confundibltes. La Fiscalía divide sil labor entre aclniinistración y servicios porque estudia asuntos jurídicos de íil.dole general, e infoima, también, ires- pecto de los títulos para las opepaciunes liipotecarias. E l D~epiaxtamento "Mantenimiento de los Bienes" (1) se' proyectó para recibir $el cargo, de los gastos dleterrninadoe por la conservación intrínseca do los bienes, tales como contribucionles e impuestos, que sle diferencian d ~ e los estipendios or- diniarios de la administración en que no son controlables por la eiitidad misma, ni su cuantía vetá a su arbitrio, pero que aesarían de prodncirsle en el momlento mismo en que s e dispusiera de esos bienes.

El Departamento de Inspecdón y Control es doble: en donde inspec- ciona para hacw cumplir la ley a quimes no lo Iiagan, o para obtener su mejor cumplimiento de parte de quienes la trasgnedan, representa servi- cio cuyo valor estará, como el de euztlesquiera otros, subrogado a su iefiaa- cia y rendimieuito ; y será tadministrativo para los esectos del control del reintegro de préstamos.

Se mantuvo aquello de "8ervicio Interno", que incluye los sueldos de mozos, porteros y similares, para no producir dificultadas de aplicación del sistema en donde. s e le empleaba por primera vez, en mano del perso- nal no acostumbrado ia las disciplinas del análisis, toda vez que los gastos de esa índole colectiva tendrían que prorratearse en función de cantidad de 10s otros Departamentos en la planílla nesumen de costos.

Hago presente que la departamentalización que se indica es 10 que zorrespondei a lo que existe en la Oaja actualmente y no, de rnan1el.a al- guna, a la que se haya estudiado o recomiende en un plan de organización más adecuado para sus neoesidades y sus fines,

Sin embargo, como te presta alguna ayuda a los cesantes indigentes, en la dorma de donaciones voluntarias, se halló necesario crear aquello de "Exkiisión y Bsístencia" pensando en que se daría e~entu~almente ,exten- sión a los servicios más allá, del margen estrecho de l a ley* con los d'ine- ros que1 son de libre administración del Consejo; y asistencia social.

¿No se ve, en esto, la alplicación de la directiva maestra que manda

(1) &Es necesario indicar qu6 "Departameuko~>' es concepto, y no una agrn- pación &e 5empleados e n un sitio fijo, ejecukn o no esos empleados un trabajo similar u orientado hacia fines idbnticosl

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distinguir entre lo v~dinario y extraordinario, y el deseo de no mostrar al obslervador superficial que los gastos comunes no creoen nectsariamen- te mientras más útil procura ser e l organismo?

En segixida, los conceptos de gastos, se clasificaron en:

SUELDOS

Fijos, Extraordinarios, Remuneraciones dteJ Consejo. Asignaciones, Gratificaciones.

Ley. 4,105, Inclemnizaciones,

1 Ley 4,054.

l Ayuda a Cesantes, EXTENSION Y ASISTENCIA Funerales,

Erogaciones.

MATERIALES

Contribuciones,

GASTOS VARIOS

MANTENIMUINTO DE LOS BIENEB

Utiles d e Escritorio, Libros e Impresos, Varios.

Impuestos, Seguros.

Asignación Caja de A h o r r ~ ~ , Arriendo, luz y iaseo, Correo, Telégrafos y Teléfonos, Publi~aciones, Viáticos y Tasaciones. Mantención Equipo dle Oficina, Pasajes, Fletes y Morilización, Comisiones de Cobranza, utastos Notariales, Impuestos Vario,:, Varios.

Así se llega a formas la planilla general d,e costos que se exhibe. Y la cuenta de Entradas y Gastos,, en el Balance, quedará forina-

da como sigue:

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DBBE HABER --- /

Egnwos : Entradas Propias :

Dept. Consejo y Gerencia Dept. Fiscalía Contaduría Edificación Fiscalía Préstamos Auxilio Secretaria Control e Inspeación Produoto de la Bienes y Servicio Interno Cartera: Mantenimiento de los

Bienles Intereses sobre bonos Edificación Iiibereses sobre acciones Préstamos de Auxilio Cntereses sobre préstamos Préstamos Hipoteca- hipotecarios

rios Arriendos, Extensión y asisten- etc.

cia - --e Total

Mayor entrada ---

De aquí derivamos que el costo de los Departamentos con entradas pcopim - que no be confundirían en iel saco grande del Haber de Entra- das y Gatos sin noinenclatura - ieis el gasto menos esos ingresos; y que1 el icosto del administración y de servicios, individualizados en cada uno de sus componenbes, o en conjunto, es le1 gasto total respectivo, al cual no se ha sumado lo ajeno a ambos, y extraordina~io para todo buen entender, como los de~embolsos p o ~ ExDensión y Asistencia.

Los departamentos, obliga,dos a presentar iina memoria acuciosa, u obligados a mantener anotaciones fidedignas del deseimpeño de sus labores, podrían decir - quizás. si con o~gullo e íntima satisfacci6n:

Fiscalía :

tiempo medio newar io para estudiar un titulo y eoato por cada con- cepto, para ello;

costo de las atenciones ordinarias a la administración; costo tramitaciones y juicios contra morosop.

Edificación :

costo y tiempo de atención a pr~pieda~des ya edificadas; costo y tiempo de atención a propiedades edi<ficadas o en curso de

edificación durante el periodo ; costo y tiempo dedicados a proyectos nuevos,

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costo y tiempo de cada visita; costo por unildad de recuperación che, dineros.

Préstamos &e Auxilio :

oantidad de expedientes, ti~eimpo y costo de ti7a:mitación.

ANO es esto hacer le'l Balance inás eciiánime e inteligeiite de la ges- tión administrativa, midiendo a cada 'cual a través de los aeisiiltados que sii labor ha producido f

gNo ,es quitar ~l control y a l a fiscalización todo atributo eiiojose o personal?

Lo que es yo, ante ciiadros claros y siicesivos de. esta especie, qiie perinitman ese medir comparativo dc que tratan los didactas que han vivido la inquietud ,del las definiciones y iel telmor de sentar, aún por medio de observaciones agudas, generalizacionles que pierden exactitud a medidla que se ,agrandan, siento que arribaría a una seriemla, y alta comprensión de las 00989.

Y los problemas rela,cionados coi1 la previsión social merecen - si no fuera dable decir, lexigen - un criterio superior de técnica al servicio de mentes y voluntades bien dispuestas que laboren - como laboran mis com- pañeros :del Consejo de la Claja de Previsión de Empleados Particular* a quienes ruego que acepten la dedicatoria de. esta cron$erencia - Iionrada y decididamente, por el imponenbe, ya que, les el liombre la riealidacl palpi- tantie de la vida económica.

He diclio.