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   44.1   44.1      4      4   .      C      A      L      I      D      A      D      D      E      L      A      I      R      E      I      I      N      T      E      R      I      O      R CALID AD DE L AIR E INT E R IOR  RIE SGOS GENERAL E S Dire ctor de l ca pítu lo  Xa v ie r Gu a rd in oSo 4 4 Sumario Ca lida ddel a ire interior: intro du cc ión  Xa v ie r Gu ard inoSolá ................................. 4 4.2 Nat uralez a y fue nte s delos con tam inante s químico s en e l inte rior De rri c k Cr u m p ..................................... 44.6 Radón  Ma ríaJ o s éBere n g u e r  ................................ 4 4 .11 Hum o deta ba co Di e trichH o ffm a n n y E rnst L. Wyn d e r   .. .................... 4 4.12 Reg ulación de l cons um o detab ac o  Xa v ie r Gu ard inoSolá ................................ 4 4 .16 Determinación y va lorac ión delosco nta m inan te s químicos  M. Gra c ia Ro s e ll Fa rrá s ............................... 44.17 Conta m inación biológica Br ianFlan n i ga n .................................... 44.22 Reg lame ntos , recom end aciones, normasy patrone s  Ma ríaJ o s éBere n g u e r  ................................ 4 4 .28 SUMARIO

Calidad de Aire Interior

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E N C I C L O P E D I A D E S A L U D Y S E G U R I D A D E N E L T R A B A J O   44.1 S U M A R I O   4 4 . 1

     4     4  .

      C      A      L      I      D      A      D      D      E      L      A      I      R      E      I      I      N      T      E      R      I      O      R

CALIDA D DEL AI RE IN TERIO RRIESGO S GEN ERALES

Director del capítuloX avier Guardino Solá 

44Sumario

Calidaddel aire interior: introducción

X avier Guardino Solá  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44.2Naturalezay fuentesdeloscontaminantesquímicosen el interiorDerrick Crump  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44.6

RadónM arí a JoséB erenguer  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44.11

Humo detabacoDietrich H offmann y Ernst L. Wynder  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44.12

Regulación del consumo detabacoX avier Guardino Solá  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44.16

Determinación y valoración deloscontaminantesquímicosM . G racia Rosell Farrás . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44.17

Contaminación biológica

Brian Flannigan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44.22Reglamentos, recomendaciones, normasy patrones

M arí a JoséB erenguer  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44.28SUMARIO

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• CALIDAD DEL AIRE INTERIOR:

INTRODUCCIONINTRODUCCION

 Xavier Guardino SoláLa conexión entre el uso de un edificio como lugar de trabajo ovivienda y la aparición, en algunoscasos, de molestiasy síntomasque responden a la definición de una enfermedad es un hechoque ya no puede cuestionarse. La principal responsable es lacontaminación dediversostipospresente en el edificio, que sueledenominarse “mala calidad del aire en interiores” . Los efectosadversos debidos a esa deficiente calidad del aire en espacioscerradosafecta a muchaspersonas, ya quese ha demostrado quelos habitantes de lasciudades pasan entre el 58 y el 78 % de sutiempoen un ambienteinterior queseencuentra contaminado enmayor o menor grado. Esun problema quese ha visto agravadopor la construcción de edificios diseñados para ser más hermé-ticos y que reciclan el aire con una proporción menor de airefresco procedente del exterior con el fin de aumentar su rentabi-lidad energética. Actualmente se acepta de forma general que losedificios que carecen de ventilación natural presentan riesgo deexposición acontaminantes.

El término aire interior  suele aplicarse a ambientes de interiorno industriales: edificios de oficinas, edificios públicos (colegios,hospitales, teatros, restaurantes, etc.) y viviendas particulares.Lasconcentracionesdecontaminantesen el aire interior de estasestructurassuelen ser de la misma magnitud que lasencontradashabitualmente al aire exterior, y mucho menores que las exis-tentesen el medio ambiente industrial, donde se aplican normasrelativamente bien conocidascon el fin de evaluar la calidad delaire. Aun así, muchos ocupantes de edificios se quejan de lacalidad del aire que respiran, por lo que es necesario investigaresta situación. La calidad del aire interior comenzó a conside-rarse un problema a finales del decenio de 1960, aunque losprimeros estudios no se llevaron a cabo hasta unos diez añosdespués.

Aunque parecería lógico pensar que para que la calidad delaire sea buena, éste debe contener los componentes necesariosen proporciones apropiadas, en realidad esa través del usuario(de su respiración), cómo mejor puede valorarse su calidad.La razón está en que el aire inhalado se percibeperfectamente através de los sentidos, ya que el ser humano es sensible a losefectos olfativos e irritantes de cerca de medio millón decompuestos químicos. Por consiguiente, si los ocupantes de unedificio están todossatisfechoscon el aire, se dice que éste es dealta calidad, y de mala calidad si sucede lo contrario. ¿Significaesto queesposible predecir cómo se percibirá el aire a partir desu composición?Sí, pero sólo en parte. Esun método quepuede

aplicarse a ambientes industriales, donde los compuestosquímicos específicos relacionadoscon la producción se conocen,se determinan sus concentraciones y se comparan con valoreslímite umbral. Pero en edificios no industriales donde puedehaber millaresde sustanciasquímicasen el aire pero en concen-traciones tan bajasque, quizá, sean miles de veces menores quelos límites establecidos para el medio ambiente industrial, lasituación es diferente. En la mayoría de estos casos la informa-ción sobre la composición química del aire interior no nospermite predecir cómo se percibirá el aire, ya que el efectoconjunto de milesde estoscontaminantes, junto con la tempera-tura y la humedad, pueden producir un aire que se percibecomo irr itante, viciado o enrarecido, es decir, de mala calidad.Algo parecido sucede con la composición detallada de unalimento y su sabor: el análisis químico es insuficiente para

predecir si el alimento tendrá un sabor bueno o malo. Por estemotivo, cuando se planifica un sistema de ventilación y su

mantenimiento periódico, rara vez se requiere un análisisquímico exhaustivo.

Existe otro punto de vista que considera a las personascomoúnica fuente de contaminación del aire interior. Y no sería equi-vocado si estuviéramostratando con materialesde construcción,muebles y sistemas de ventilación como los utilizados hace50 años, cuando predominaban el ladril lo, la madera y el acero.Ahora bien, con los materiales modernos la situación hacambiado. Todoslosmaterialesgeneran contaminación, unosenpequeña y otrosen gran cantidad, y juntos contribuyen al dete-rioro de la calidad del aire interior.

Loscambiosen el estado desalud deunapersonadebidosa la

mala calidad del aire interior pueden manifestarse en diversossíntomasagudosy crónicosasí como en forma de diversasenfer-medades específicas. Todos ellos se ilustran en la Figura 44.1.Aunque los casos en que la mala calidad del aire interior dalugar al desarrollo completo de una enfermedad son pocos,puede causar malestar, estrés, absentismo laboral y pérdida deproductividad (con aumentos paralelosde los costesde produc-ción); además, lasacusacionessobre problemasrelacionadosconlos edificios pueden generar rápidamente un conflicto entre losocupantes, susempresasy lospropietariosde losedificios.

Por lo común resulta difícil establecer con precisión en quémedida la mala calidad del aire interior puedeafectar a la salud,ya queno se dispone desuficiente información con respecto a larelación entre la exposición y el efecto a las concentraciones alas que suelen estar presentes los contaminantes. Por tanto, es

necesario obtener información en condicionesde dosis elevadas(como las de las exposiciones en el entorno industrial) y

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Figura 44 .1 Síntomas y enfermedades relacionados conla calidad del aire interior.

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extrapolarla a dosis mucho más bajas con el margen de errorcorrespondiente. Por otro lado, aunque se conocen bien losefectos de la exposición aguda a muchos contaminantespresentes en el aire, existen importantes lagunas en los datos

relativosa lasexposicionesa largo plazo a concentracionesbajasy a mezclasde diferentescontaminantes. Losconceptosde nivelsin efecto (NSE), efecto nocivo y efecto tolerable, confusosincluso en el ámbito de la toxicología industrial, son aquí aúnmásdifíciles de defini r. Se han realizado pocos estudios conclu-yentes sobre este tema, tanto relativos a edificios públicos yoficinascomo a viviendasparticulares.

Existen normaspara la calidad del aire en el exterior estable-cidascon el fin de proteger a la población general. Se han obte-nido determinando los efectos adversos sobre la salud debidosa la exposición a contaminantes en el medio ambiente. Sonútiles como directrices generales para conseguir una calidadaceptable del aire interior; las propuestas por la OrganizaciónMundial de la Salud son un ejemplo de estas normas. Se hanestablecido criterios técnicos [como el valor límite umbral

de la conferencia Americana de Higienistas Industriales delGobierno (American Conference of Governmental IndustrialHygienists, ACGIH ) deEstadosUnidosy losvaloreslímite legal-mente establecidos para ambientes industr iales en diferentespaíses, para los trabajadores adultos y para duraciones especí-ficasde exposición que, por lo tanto, no pueden aplicarsedirec-tamente a la población general. La Sociedad Americana deIngenieros de Calefacción, Refrigeración y Acondicionamientodel Aire (American Society of Heating, Refrigeration and AirConditioning Engineers, ASHRAE) de Estados Unidos haelaborado una serie de normas y recomendaciones, muy utili-zadaspara la valoración de la calidad del aire interior.

Otro aspecto quedebe considerarsecomo parte de la calidaddel aireinterior essu olor, yaqueéstesueleser el parámetro defini-torio. La combinacióndeun cierto olor con el leveefectoirritante

de un compuesto en el aire de un interior puede conducirnosadefinir su calidad como “fresca” y “ limpia” o como “viciada” y“ contaminada” . Por consiguiente, el olor es muy importante aldefini r la calidad del aire interior. Aunque los olores dependenobjetivamente dela presencia decompuestosen cantidadessupe-riores a sus umbrales olfativos, a menudo se evalúan desde unpunto de vista estrictamente subjetivo. Debe tenerse en cuentaquela percepción deun olor puededebersea losoloresde nume-rososcompuestos diferentesy que la temperatura y la humedadtambién pueden modificar suscaracterísticas. Desde el punto devista de la percepción, son cuatro las características que nospermiten definir y medir losolores: intensidad, calidad, tolerabi-lidad y umbral. Con todo, esmuy difícil “ medir” losoloresdesdeun punto de vista químico en el aire interior. Por esa razón latendenciaeseliminar losolores“malos” y utilizar, en su lugar, los

consideradosbuenos con el fin de dar al aire una calidad agra-dable. El enmascaramiento de losmalosolorescon otrosagrada-bles suele fracasar, ya que pueden reconocerse por separadooloresde muy diferentescalidades, y el resultado esimprevisible.

Cuando más del 20 % de los ocupantes de un edificio sequejan de la calidad del aire o presentan síntomas claros sepuede afirmar que existe el fenómeno conocido como síndrome del edificio enfermo . Se manifiesta en diversos problemas físicos yambientales asociados a interiores no industriales. Los casos desíndrome del edificio enfermo suelen ir acompañados de lascaracterísticas siguientes: las personas afectadas presentansíntomasindeterminados, similaresa losdel resfriado común o alos de lasenfermedades respiratorias; los edificios son eficientesen ahorro de la energía y tienen un diseño y una construcciónmodernos o han sido remodelados recientemente con mate-riales nuevos, y los ocupantes no pueden controlar la tempera-tura, la humedad ni la iluminación de su lugar de trabajo. La

distribución porcentual estimada de lascausasmásfrecuentesdesíndrome del edificio enfermo es: venti lación insuficiente debidaa falta de mantenimiento, distribución deficiente y entrada insu-ficiente deaire fresco (50 a 52 %); contaminación generadaen el

interior, como la producida por lasmáquinasdeoficina, el humodel tabaco y los productos de limpieza (17 a 19 %); contamina-ción procedente del exterior del edificio debida a una disposi-ción inadecuada de lasentradas de aire y de los respiraderosdeaspiración (11%); contaminación microbiológicadel agua estan-cada en los conductos del sistema de ventilación, humidifica-dores y torres de refrigeración (5 %), y formaldehído y otroscompuestos orgánicos emitidos por los materiales de construc-ción y decoración (3 a 4 %). Por tanto, en la mayoría deloscasossecita la ventilación como importante causa originaria.

Otra cuestión de naturaleza diferente es la de las enferme-dades relacionadascon los edificios, más graves aunque menosfrecuentes, quevan acompañadasde síntomasclínicosmuy defi-nidos y resultados de laboratorio claros. Algunos ejemplos deestas enfermedades son la neumonitis por hipersensibilidad, la

fiebre del humidificador, la legionelosis y la fiebre de Pontiac.Una opinión bastante generalizada entre los investigadores esque estas enfermedades deben considerarse independientes delsíndromedel edificio enfermo.

Se han llevado a cabo estudios para confirmar las causasdelosproblemasde calidad del aire y susposiblessoluciones. En losúltimosaños, el conocimiento de loscontaminantespresentesenel aire interior y de los factores que contribuyen al deterioro desu calidad ha avanzado de forma considerable, aunque quedatodavía mucho camino por recorrer. Los estudios realizados enlos últimos20 añoshan demostrado que la presencia de conta-minantes en muchos ambientes de interior es superior a laprevista y, además, sehan identi ficado contaminantes diferentesa los presentesen el aire exterior. Lo cual contradice la suposi-ción de que los interiores sin actividad industrial carecen hasta

cierto punto de contaminantesy que, en el peor de los casos, sucomposición podría ser equivalente a la del aire libre. Losconta-minantes como el radón y el formaldehído se identifican casiexclusivamente en el medio ambiente interior.

La calidad del aire interior, incluida la de lasviviendas, se haconvertido en un problema desalud ambiental, como el controlde la calidad del aire en el exterior o la exposición en el trabajo.Ahora bien, ya se ha comentado que una persona residente enun área urbana pasa entre el 58 y el 78 % de su tiempo en unmedio ambiente de interior, y las personas más susceptibles(esto es, losancianos, losniñospequeños y los enfermos) son lasque más tiempo están en esas condiciones. Es un asunto quecomenzóa preocupar a parti r de1973 cuando, debido a la crisisenergética, losesfuerzosdirigidosa la conservación deenergía seconcentraron en la reducción dela entradadel aireexterior a los

espacios interiores en la mayor medida posible, con el fin dedisminuir los costes de calefacción y refrigeración de los edifi-cios. Aunqueno todos losproblemasrelacionadoscon la calidaddel aire interior son consecuencia de medidas en materia deahorro de energía, es evidente que conforme fue generalizán-dose ese principio, comenzaron a aumentar las quejas sobre lacalidad del aire interior y a surgir todoslosproblemas.

Otro asunto digno de atención esla presencia de microorga-nismos en el aire interior, lo que puede causar problemas decarácter infeccioso y alérgico. No debe olvidarse que los micro-organismos son un componente normal y esencial de los ecosis-temas. Por ejemplo, en el suelo y en la atmósfera suelen hallarsediversos hongos y bacteriassaprófitos que se nutren de materiaorgánica muerta del medio ambiente, los cuales se han detec-tado también en el medio ambientede interiores. Losproblemasde contaminación biológica en interiores han sido objeto deinterésen losúltimosaños.

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El brote de enfermedad del legionario de 1976 es el caso quemásha llamado la atención de una enfermedad causada por unmicroorganismo en el medio ambiente de interiores. Otros

agentes infecciosos, como los virus que pueden causar enferme-dades respiratorias agudas, también son detectables en inte-riores, especialmente si la densidad de ocupación esalta y existeuna recirculación de aire importante. En realidad, no se conoceen qué medida los microorganismos o sus componentes estánimplicados en la aparición de enfermedades asociadas a losedificios. Se han desarrollado protocolos(sólo en cierta medida)para demostrar y analizar numerosos tipos de agentes micro-bianos, y aún así, la interpretación de los resultados es enocasionesincoherente.

Aspectos del sistema de ventilaciónLa calidad del aire interior en un edificio dependede unaserie devariables, como la calidad del aire del exterior, el diseño delsistema de ventilación y acondicionamiento del aire, las condi-

ciones en que opera y se mantiene este sistema, la división encompartimentos del edificio y las fuentes interiores de contami-nantesy su magnitud (véase la Figura 44.2). En suma, puedeafir-marse que los defectos más frecuentes son consecuencia de unaventilación inadecuada, de la contaminación generada en el inte-rior y de la procedente del exterior.

Con respecto al primero de estos problemas, las causas deventilación inadecuada pueden ser: una entrada insuficiente deaire fresco debido a un nivel alto de recirculación del aire o a unbajo volumen deentrada; la colocación y orientación incorrectasen el edificio de los puntos de entrada del aire exterior; unadistribución deficiente y, en consecuencia, una mezcla incom-pleta con el aire del edificio, lo que puede originar estratifica-ción, zonasno ventiladas, diferenciasde presión no previstasqueoriginan corr ientesde aire y cambioscontinuosen lascaracterís-

ticas termohigrométricas (que advierte el ocupante al moversepor el edificio) y filtración incorrectadel aire debidaa la falta de

mantenimiento o a un diseño inadecuado del sistema de fil trado(una deficiencia particularmentegravecuando el aire exterior esdemalacalidad ocuando el nivel de recirculación eselevado).

Or igen de l os contami nantesLa contaminación en el interior tiene diferentes orígenes: lospropios ocupantes, los materiales inadecuados o con defectostécnicosutilizadosen la construcción del edificio; el trabajo reali-zado en el interior; el uso excesivo o inadecuado de productosnormales (plaguicidas, desinfectantes, productos de limpieza yencerado); losgasesde combustión (procedentesdel tabaco, delascocinas, de lascafeteríasy de loslaboratorios); y la conjunción decontaminantesprocedentesde otras zonas mal ventiladasque sedifunde hacia áreasvecinas, afectándolas. Téngase en cuenta quelas sustancias emitidas en el aire interior tienen muchas menosoportunidades de diluirse que las emitidas en el aire exteriordebido a lasdiferenciasde volumen de aire disponible. En lo querespecta a la contaminación biológica, su origen se debe funda-

mentalmente a la presencia de agua estancada, de materialesimpregnados con agua, gases, etc., y a un mantenimiento inco-rrecto deloshumidificadoresy lastorresderefrigeración.

Por último, debe considerarse también la contaminaciónprocedente del exterior. Con respecto a la actividad humana,hay tres fuentesprincipales: la combustión en fuentesestaciona-rias (centrales energéticas), la combustión en fuentes móviles(vehículos) y los procesos industriales. Los cinco contaminantesmás importantesemitidospor estasfuentesson: el monóxido decarbono, los óxidos de azufre, de nitrógeno, los compuestosorgánicos volátiles (incluidos los hidrocarburos), los hidrocar-buros aromáticos policíclicos y las partículas. La combustióninterna de los vehículos es la principal fuente de monóxido decarbono e hidrocarburos y una fuente importante de óxidos denitrógeno. La combustión en fuentesestacionariasesel principal

origen de los óxidos de azufre. Los procesos industriales y lasfuentesestacionariasde combustión generan másde la mitad de

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Figura 44 .2 • Diagrama de un edificio que muestra diversas fuentes de contaminantes de interior y de exterior.

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las partículas emitidas al aire por la actividad humana, y losprocesosindustrialespueden ser fuente de compuestos orgánicosvolátiles. También hay contaminantes generados de formanatural propulsados a través del aire, como las partículas de

polvo volcánico, la sal de suelo y de mar, lasesporasy losmicro-organismos. La composición del aire exterior varía de un lugar aotro, en función de la presencia y la naturaleza de lasfuentesdecontaminación circundantesy de la dirección del viento predo-minante. En el aire exterior “ limpio” (sin fuentesde contamina-ción) suele hallarse la siguienteconcentración de contaminantes:dióxido de carbono, 320 ppm; ozono, 0,02 ppm; monóxido decarbono, 0,12 ppm; óxido nítrico, 0,003 ppm; y dióxido denitrógeno, 0,001 ppm. Ahora bien, estosvaloresaumentan nota-blemente en el aire urbano.

Al margen de los contaminantes generadosen el exterior, enocasiones ocurre que el aire contaminado procedente deledificio sale al exterior y penetra de nuevo a través de lasentradasdel sistema de aire acondicionado. O bien se infiltra através de los cimientosdel edificio (p. ej., el radón, los gases de

combustibles, los efluviosde lasalcantaril las, los fertil izantes, losinsecticidas y desinfectantes). Se ha observado que cuandoaumenta la concentración de un contaminante en el aire exte-rior, lo hace también en el interior, aunque de forma más lenta(la relación es simi lar cuando la concentración disminuye); porconsiguiente, puedeafirmarseque los edificiosejercen un efectode escudo frente a los contaminantes externos. Con todo, elmedio ambiente del interior de un edificio no es, naturalmente,un reflejo exacto de lascondicionesdel exterior.

Los contaminantes presentesen el aire interior se diluyen enel aire exterior que entra en el edificio y lo acompañan al salir.Cuando la concentración de un contaminante es menor en elaire del exterior que en el del interior, el intercambio de amboscausará la reducción de la concentración del contaminante en elaire interior del edificio. Si un contaminante se origina en el

exterior y no en el interior, ese intercambio producirá unaumento de su concentración en el interior, como se comentóanteriormente.

Los modelos para el equilibrio de lascantidades de contami-nantesen el aire interior se basan en el cálculo de su acumula-ción, en unidadesde masa con respecto al tiempo, a partir de ladiferencia entre la cantidad queentra másla quese genera en elinterior, y la que sale con el aire más la que se elimina por otrosmedios. Si se dispone de valores apropiados para cada uno delos factoresde la ecuación, podrá estimarse la concentración enel interior para varias condiciones. El uso de esta técnicapermite comparar las diferentes alternativas de control de lacontaminación en interiores.

Los edificios con bajas tasasde intercambio con el aire exte-rior se clasifican como estancos o energéticamente eficaces.

Y este último calificativo se debea queen invierno entra en ellosmenosaire frío, reduciendo la energía necesaria para calentar elaire hasta la temperatura ambiente, recortando así loscostesdecalefacción. A la par, cuando hace calor, también se uti lizamenos energía para enfriar el aire. Los edificios que no tienenestascaracterísticas se ventilan abriendo puertasy ventanas porun proceso natural. Ahora bien, aun estando cerradas, lasdife-rencias de presión debidas al viento y al gradiente térmico exis-tente entre el interior y el exterior, fuerzan la entrada del aire através de las grietas y hendiduras, de las juntas de ventanas ypuertas, de la chimeneasy de otrasaberturas, lo que origina ladenominada ventilación por infi ltración.

La ventilación de un edificio se mide en renovaciones porhora. Una renovación por hora significa que cada hora entradesde el exterior un volumen de aire igual al volumen deledificio; de la misma forma, cada hora se expulsa al exterior unvolumen similar de aire interior. Si no hay ventilación forzada

(con un ventilador), este valor esdifícil de determinar, aunque seconsidera que varía entre 0,2 y 2,0 renovacionespor hora. Si losotros parámetros no varían, la concentración de contaminantesgenerados en el interior será menor en edificios con valores

elevados de renovación, aunque estos valores no son unagarantía de calidad del aire interior. Salvo en áreas con unacontaminación atmosférica considerable, los edificios másabiertos tienen una concentración de contaminantes menor enel aire interior que los construidos más herméticamente. Contodo, losedificiosmásabiertos tienen menor eficacia energética.El dilema entre la eficacia energética y la calidad del aire tienegran importancia.

Muchas de las medidas para reducir los costes de energíaafectan a la calidad del aire interior en mayor o menor grado.Ademásde reducir la velocidad con la queel aire circula dentrodel edificio, los esfuerzos para aumentar el aislamiento y laimpermeabilidad de éste requieren la instalación de materialesque pueden ser fuentes de contaminación en el interior. Otramedida, como añadir a losviejossistemasdecalefacción central,

a menudo ineficaces, fuentes secundarias que calientan oconsumen el aire interior pueden elevar también los niveles decontaminación en el interior.

Entre los contaminantes más habituales en el aire interior seencuentran, aparte de losprocedentesdel exterior, losmetales, elamianto y otros materiales fibrosos, el formaldehído, el ozono,los plaguicidasy loscompuestos orgánicosen general, el radón,el polvo doméstico y los aerosoles biológicos. A ellos se añadeuna amplia variedad de microorganismos, como los hongos, lasbacterias, losvirus y losprotozoos, de loscuales loshongosy lasbacterias saprófitos son los que mejor se conocen, probable-mente debido a que se dispone de la tecnología necesaria paramedirlos en el aire. No puede decirse lo mismo de los virus, lasrickettsias, lasclamidias, losprotozoosy muchoshongosy bacte-rias patógenos, para cuyo muestreo y recuento no se dispone

todavía de la metodología apropiada. Entre los agentes infec-ciosos merecen especial mención los siguientes: Legionella pneu- mophila , M ycobacteri um avium, virus, Coxiell a burnetii  e H istoplasma capsulatum ; y entre los alergenos: Cladosporium , Penicillium  yCytophaga .

I nvestigación de la calidad del air e interiorLa experiencia indica que las técnicas tradicionalesutilizadas enla higiene industrial y en la calefacción, la ventilación y el acondi-cionamiento del aire no siempre proporcionan resultadossatisfac-torios para resolver los problemas actuales, ni aún los máscomunes, en materia de calidad del aire interior, aunqueel cono-cimiento básico de estas técnicas permite una buena aproxima-ción para tratar o reducir los problemas de forma rápida ybarata. La solución a losproblemasde la calidad del aire interior

requiere a menudo, además de uno o más expertos en calefac-ción, ventilación y acondicionamiento del aire e higiene indus-trial, de especialistasen el control de la calidad del aire interior,en química analítica, en toxicología, en medicina ambiental, enmicrobiología, en epidemiologíay en psicología.

Cuando se realiza un estudio sobre la calidad del aire interior,losobjetivosestablecidosinfluirán profundamente en su diseño yen las actividades dirigidas a la toma de muestras y la evalua-ción, ya que en algunos casos se primarán los procedimientosque proporcionen una respuesta rápida, mientras que en otrosserán los valores globales. La duración del programa estarádictada por el tiempo necesario para obtener muestrasrepresen-tativas, y dependerá también de la estación y de lascondicionesmeteorológicas. Si el objetivo es realizar un estudio de exposi-ción y efecto, además de muestras a largo y corto plazopara evaluar picos, será necesario tomar muestras personalespara confirmar la exposición directa de laspersonas.

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Para algunoscontaminantesexisten métodos validadosy muyutil izados, pero sólo son unospocos. Las técnicaspara medir losniveles de muchos de los contaminantes presentes en interioresnormalmente están basadas en aplicaciones de higiene indus-

trial; pero dado que lasconcentraciones que nos interesan en elaire interior suelen ser mucho menores que las presentes enambientes industr iales, esos métodos suelen ser inadecuados.En losmétodosde medición de la contaminación atmosférica seuti lizan márgenesde concentraciones simi lares, pero son pocoslos contaminantesa los que pueden aplicarse; además, el uso deestos métodos en el aire interior presenta dificultades: porejemplo, un instrumento de muestreo de gran volumen paradeterminar partículasno sólo sería demasiado ruidosos, sino quepodría modificar la propia calidad del aire interior.

En la determinación de contaminantes en el aire interior seutil izan diferentesprocedimientos: monitorescontinuose instru-mentos de muestreo (activos de tiempo completo, pasivos detiempo completo, directos y personales). Actualmente existenprocedimientos adecuados para medir los niveles de formalde-

hído, de óxidos de carbono y nitrógeno, de compuestos orgá-nicos volátiles y de radón, entre otros. Los contaminantesbiológicosse determinan mediante técnicasde sedimentación enplacas de cultivo abiertas; actualmente se util izan cada vezmás los sistemas activos que hacen que el aire choque contrauna placas con nutrientes que se cultivan posteriormente.La cantidad de microorganismos presentes se expresa enunidadesdeformación decoloniaspor metro cúbico.

Al investigar un problema de calidad del aire interior de unedificio suele elaborarsepreviamente una estrategia práctica queconsiste en una aproximación en fases. La primera, la investiga-ción inicial, puede realizarse utilizando técnicas de higieneindustrial y debe estructurarse de forma que el investigador nonecesite ser un especialista en el campo de la calidad del aireinterior. Se lleva a cabo una inspección general del edificio y se

comprueban sus instalaciones, en particular las que afectan a laregulación y al funcionamiento correcto del sistema de calefac-ción, ventilación y acondicionamiento del aire, de acuerdo conlas normas establecidas en el momento de su instalación. Esimportante a este respecto considerar si las personas afectadasson capaces de modificar las condiciones de su entorno. Si eledificio no tiene sistemasde ventilación forzada, debe estudiarseel grado deeficacia de la ventilación natural de la que dispone.Si después de su revisión (y ajuste en caso necesario), lascondi-cionesde funcionamiento de lossistemasdeventilación cumplenlas normas, y aun así continúan las quejas, deberá llevarse acabo una investigación técnica de tipo general para determinarel grado y la naturaleza del problema. La investigación inicialtambién debe permiti r una valoración de si los problemas hande considerarse únicamente desde el punto de vista del edificio,

o si será necesaria la intervención de especialistas en higiene,psicología y otrasdisciplinas.

Si el problemano se identifica y resuelve en esta primera fase,hay otrasposteriores en las que se realizan investigaciones másespecializadasque se ocupan de los problemaspotenciales iden-tificados en la primera fase. Talesinvestigacionespueden incluirun análisis másdetallado del sistema decalefacción, ventilacióny acondicionamiento del aire del edificio, una evaluación másamplia de losmaterialesde losquese sospechaqueemiten gasesy partículas, un análisis químico detallado del aire ambiente enel edificio y evaluaciones médicas o epidemiológicas paradetectar síntomasde enfermedad.

En lo que respecta al sistema de calefacción, ventilación yacondicionamiento del aire, debe revisarse el equipo de refrige-ración para comprobar la ausencia de crecimiento microbiano yde acumulación de agua en sus bandejas de goteo, debencomprobarse las unidades de ventilación para verificar que

funcionan correctamente, deben examinarse los sistemas deentrada y retorno del aire en varios puntos para comprobar suhermeticidad, y debe comprobarse el interior de los conductossuficientemente como para confirmar que no hay microorga-

nismos. La última consideración es fundamental cuando seutil izan humidificadores, aparatos que requieren programas demantenimiento, funcionamiento e inspección especialmentemeticulosos con el fin de prevenir el crecimiento de microorga-nismos, los cualespueden propagarsea travésdel sistema de aireacondicionado.

Lasmedidasquesuelen adoptarse por lo común para mejorarla calidad del aire interior deun edificio son: la eliminación delafuente, su aislamiento o ventilación independiente, la separaciónentre la fuente y las personas a las que afecta, la limpiezageneral del edificio y un mayor nivel de comprobación y mejoradel sistema de calefacción, ventilación y acondicionamiento delaire. Lo cual puede implicar desde modificaciones en puntosconcretos hasta un nuevo diseño. El proceso suele ser repetitivo,por lo que el estudio debe reiniciarse varias veces, util izando

técnicas más avanzadas en cada ocasión. En el capítulo 45 deesta Enciclopedia  se ofrece una descripción más detallada de lastécnicasde control.

Por último, es de destacar que ni aun con las investigacionesmáscompletas sobre la calidad del aire interior es posible esta-blecer una relación clara entre las características y la composi-ción del aire interior y la salud y el bienestar de sus ocupantes.Sólo la experiencia, por un lado, y el diseño racional de la venti-lación, de la ocupación y de la división en compartimentos delos edificios, por el otro, son posibles garantías desde un prin-cipio de que la calidad del aire interior será adecuada para lamayoría de susocupantes.

•NATURALEZA Y FUENTES DE LOS

CONTAMINANTES QU IMICOS EN

EL INTERIORNATURALEZA DELOSCONTAMINANTESQUIMICOS

 Derrick Crump

Contami nantes quími cos característicosLos contaminantes químicos del aire interior pueden tomarforma de gases y vapores (inorgánicos y orgánicos) y de partí-culas, y pueden haber penetrado al interior desde el ambienteexterior o bien haberse formado dentro del edificio. La impor-tancia relativa del origen interior o exterior varía según losdistintoscontaminantesy en función del tiempo.

He aquí los contaminantes químicos principales y más

comunesen el aire interior:1. dióxido de carbono (CO2), un producto metabólico que se

utiliza a menudo como indicador del nivel general de conta-minación del aire en relación con la presencia de sereshumanosen el interior;

2. monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx) ydióxido de azufre (SO2), gases de combustión inorgánicosformados fundamentalmente durante la combustión decombustibles y de ozono (O3), producto de reacciones foto-químicasen atmósferascontaminadasaunquetambién puedeser liberado por algunasfuentesde interiores;

3. compuestos orgánicos que se originan a partir de diversasfuentesinterioresy del exterior. En el aire interior hay cientosde compuestos químicos orgánicos, aunque la mayoría estánpresentes a concentraciones muy bajas. Tales compuestospueden agruparse en función de su punto de ebulli-ción; en la Tabla 44.1 se muestra una clasificación muy

4 4 . 6 N A T U R A L E Z A D E L O S C O N T A M I N A N T E S Q U I M I C O S E N C I C L O P E D I A D E S A L U D Y S E G U R I D A D E N E L T R A B A J O  

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utilizada que identifica cuatro grupos de compuestos orgá-nicos: a) compuestos orgánicos muy volátiles (COM V);b) compuestosorgánicosvolátiles(COV); c) compuestos orgá-nicos semivolátiles (COSV), y d) compuestos orgánicosasociados a partículas (COAP). Los compuestos orgánicosdefase particulada se disuelven o adsorben en partículas.Pueden transformarse en vapor o en partículas, dependiendode su volatil idad. Por ejemplo, loshidrocarburos poliaromá-ticos (HPA) constituidos por dos anil los de benceno fusio-nados(p. ej., el naftaleno) se encuentran principalmente en lafase de vapor y los constituidos por cinco anillos (p. ej., elbenz[a ]pireno) predominantemente en la paseparticulada.

Una característica importante de los contaminantes del aireinterior es que sus concentraciones varían espacial y temporal-mente másquelasdel exterior. Esto esdebido a la gran variedadde fuentes, al funcionamiento intermitente de algunas de ellasyen losdiversosdesagüesexistentes.

Las concentraciones de contaminantes generados principal-mente por fuentes de combustión están sometidas a grandesvariaciones temporales y tienen un carácter intermitente. Las

liberaciones esporádicas de compuestos orgánicos volátilesdebidasa actividades humanascomo la pintura, también varíanenormemente con el tiempo. Otras emisiones, como la libera-ción deformaldehído a partir deproductoscon base demadera,varían con los cambios de temperatura y de humedad deledificio, pero tienen un carácter continuo. La emisión decompuestos químicos orgánicos a partir de otros materialespuede depender menos de las condiciones de temperatura yhumedad, pero sus concentraciones en el aire interior depen-derán en gran medida de lascondicionesdeventilación.

Lasvariacionesespacialesdentro deuna habitación suelen sermenos pronunciadas que las temporales. Dentro de un edificiopuede haber grandes diferenciaspor lo que se refiere a fuenteslocalizadas: es el caso de las fotocopiadoras en una oficinacentral, los hornos de gas en la cocina de un restaurante y las

zonasrestringidaspara el consumo de tabaco.

Fuentes dentro del edificioLos niveles elevados de contaminantes generados por combus-tión, en particular de dióxido de nitrógeno y monóxido decarbono en espacios interiores, suelen proceder de aparatos decombustión mal ventilados o con un mantenimiento deficiente ydel consumo de tabaco. Los calentadores de queroseno y de gasno ventiladosemiten cantidades importantes de CO, CO2, NOx,SO2, partículas y formaldehído. Las cocinas y hornos de gastambién liberan estos productos directamente al aire interior.En condicionesde funcionamiento normales, loscalentadoresdeaire a presión con calefacción por gasy loscalentadoresde aguano deben liberar productos de combustión al aire interiordel edificio. Ahora bien, puede producirse un escape y reflujode gases de combustión en aparatos defectuosos cuando la

habitación está despresurizada debido a la confluencia de lossistemasde escapey a ciertascondicionesmeteorológicas.

 Humo de tabaco ambiental La contaminación del aire interior por el humo de tabacoprocededel flujo lateral y del flujo principal dehumo exhalado, ygeneralmente recibe el nombre de humo de tabaco ambiental(HTA). Se han identificado variosmillares de componentes dife-rentesdel humo del tabaco, cuyas cantidades individualesvaríanen función del tipo de cigarri llo y de lascondiciones de produc-ción de humo. Los principales compuestosquímicosasociados alHTA son: nicotina, nitrosaminas, HPA, CO, CO 2, NOx, acro-leína, formaldehído y cianurodehidrógeno.

 Materiales y mobiliario de edificiosLos materiales que más interés han despertado como fuentes decontaminación del aire interior han sido los tableros a base demadera que contienen resina de formaldehído ureico (FU) ylos aislantes de paredes mediante una cámara de aire con FU.El formaldehído que emiten estos productoseleva losnivelesdelmismo en losedificios, fenómeno quese ha asociado a numerososcasosde mala calidad del aire interior en paísesdesarrollados, enparticular a finalesdel decenio de 1970 y principiosdel de 1980.En la Tabla 44.2 se presentan ejemplosde materialesque liberanformaldehído en los edificios, y se muestra que las tasas máselevadasde emisión pueden estar asociadasa los objetos con basede madera y losaislantesdeparedescon FU, de uso muy común.

E N C I C L O P E D I A D E S A L U D Y S E G U R I D A D E N E L T R A B A J O   44.7 N A T U R A L E Z A D E L O S C O N T A M I N A N T E S Q U I M I C O S   4 4 . 7

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     4     4  .

      C      A      L      I      D      A      D      D      E      L      A      I      R      E      I      I      N      T      E      R      I      O      R

Categor ía Descr ipci ón Abr ev iatur a Rango de ebul li ci ón ( ºC) Métodos de muest reo ut il izados habi tu al menteen estudios de campo

1 Compuestos orgán icos muy volát i les (gaseosos) COMV <0 a 50-100 Muest reo de lotes; adsorción en carbón vegetal

2 Compuest os orgánicos volát iles COV 5 0-1 00 a 2 40 -2 60 Adsorción en Tenax, negro de humo molecular ocarbón vegetal

3 Compuestos orgánicos semivolát il es COSV 240-260 a 380-400 Adsorción en espuma de pol iuretano o XAD-2

4 Compuestos orgánicos asociados a partículaso materia orgánica particulada MOP 380 Filtros de recogida

Tabla 44 .1 • Clasificación de los contaminantes orgánicos en interiores.

Rango de tasas de emisión deformaldehído (µg/ m 2 / día)

Paneles de fibras de densidad media 17.600-55.000Paneles de pared de contrachapado

de madera dura1.500-34.000

Aglomerado 2.000-25.000

Aislamiento de espuma deurea-formaldehído

1.200-19.200

Cont rachapado de madera b landa 240-720

Productos de papel 260-680

Product os de f ibra de vidrio 4 00 -4 70

Telas 35-570

Suelo flexible <240

Alfombras 0-65

Tapicería 0-7

Tabla 4 4.2 • Tasas de emisión de formaldehído dediversos materiales de decoración yproductos de consumo.

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El aglomerado se fabrica a partir de partículas finas de madera(aproximadamente de 1 mm) que se mezclan con resinasde FU(entre 6 y 8 % del peso) y se prensan en forma de paneles demadera. Se utiliza mucho para suelos, panelesde pared, estante-

ríasy piezasde armariosy muebles. Lasláminasde madera duraestán unidascon resina de FU y se utilizan habitualmente parapanelesde pared decorativosy piezasde muebles. Los panelesdefibra de densidad media (PFDM) tienen partículas de maderamás finas que lasutilizadas en losaglomerados, y también estánunidas con resina de FU. Los PFDM se utilizan sobre todo en lafabricación de muebles. La fuente principal de formaldehído entodosestos productoses el que queda atrapado como residuo enel proceso de fabricación de la resina, en el que se requierencantidades excesivas de formaldehído para que reaccione con laurea. Por consiguiente, cuanto más nuevo esel producto, mayorserá la emisión, que irá disminuyendo en función del grosor delproducto, dela fuerza de emisión inicial, de la presencia de otrasfuentesdeformaldehído, del clima local y del comportamiento delos ocupantes. La tasa de descenso inicial de lasemisionespuede

ser del 50 % durante los primeros ocho o nueve meses, tras loscuales el proceso se va haciendo mucho más lento. Puedenproducirse emisiones secundarias debidas a la hidrólisis de laresina de FU, por lo que las tasasde emisión aumentan duranteperíodos de temperatura y humedad elevadas. Tras grandes

esfuerzos por parte de los fabricantes, se han elaborado mate-riales de emisión reducida utilizando en la producción de resinauna relación más baja (próxima a 1:1) de urea y formaldehído,además de eliminadores de formaldehído. Su regulación y la

demanda por parte de losconsumidoreshan dado lugar a un usoextendido deestosproductosen algunospaíses.Los materiales de construcción y losmueblesliberan muchos

otrosCOV quehan despertado cada vez másinterésdurante losdecenios de 1980 y 1990. La emisión puede corresponder a unamezcla compleja de compuestos, aunque algunos de ellospueden ser predominantes. En un estudio de 42 materiales deconstrucción se identi ficaron 62 especies químicas diferentes.Los COV eran principalmente hidrocarburosalifáticosy aromá-ticos, sus derivados de oxígeno y terpenos. Los compuestos conmayores concentraciones de emisión continuada, en ordendecreciente, fueron: tolueno, m -xileno, terpeno, n -butilacetato,n -butanol, n -hexano, p -xileno, etoxietilacetato, n -heptano yo -xileno. La complejidad de la emisión hace que los informessobre las emisionesy concentraciones en el aire se basen en la

concentración o la liberación de los compuestos orgánicosvolá-tiles totales (COVT). En la Tabla 44.3 se dan ejemplos de lastasasde emisión de COVT para varios materialesde construc-ción. En ellos se observa que existen diferenciasimportantesenlasemisionesentre unosproductosy otros, lo quesignificaquesise dispusiera de datos suficientesse podrían elegir los materialesadecuadosen la fase de planificación para reducir al mínimo laliberación de COV en edificiosde nueva construcción.

Se ha demostrado que losconservantesde la madera son unafuente de pentaclorofenol y lindano en el aire y en el polvo delinterior de los edificios. Se utilizan fundamentalmente para laprotección de la madera frente a la exposición atmosférica ytambién en biocidas aplicados para evitar la desecación de lamadera y el control delosinsectos.

 Productos de consumo y otras fuentes de contaminación interiorLa diversidad y número de productos de consumo y domésticosvaría constantemente, y sus emisiones químicas dependen decómo se utilizan. Entre los productos que pueden influir en losnivelesdeCOV en el interior se encuentran losaerosoles, losartí-culos de higiene personal, los disolventes, los adhesivos y laspinturas. En la Tabla 44.4 se muestran los principales compo-nentesquímicospresentesen variosproductosde consumo.

Otros COV se han asociado a otras fuentes. El cloroformo seintroduce en el aire interior principalmente a consecuencia de ladispensación o calentamiento de agua corriente. Las copiadorasde proceso líquido liberan isodecanos al aire. Está muy exten-dido el uso de insecticidas para combatir las cucarachas, lastermitas, las pulgas, las moscas, las hormigas y los ácaros, y se

encuentran en forma de pulverizadores, nebulizadores, polvos,tiras impregnadas, cebos y collares para animales. Algunos delos compuestos son diazinón, paradiclorobenceno, pentacloro-fenol, clordano, malatión, naftaleno y aldrín. También sonfuentesdecontaminación los ocupantesde la oficina (dióxido decarbono y olores), los materialesde oficina (COV y ozono), losmohos(COV, amoníaco, dióxido de carbono), la tierra contami-nada (metano, COV), los depuradores de aire eléctricos y losgeneradoresde ionesnegativos(ozono).

 Intervención del medio ambiente exteriorEn la Tabla 44.5 se muestran las relaciones interior-exteriortípicaspara losprincipalestiposde contaminantespresentesen elaire interior y las concentraciones medias observadas en el aireexterior deáreasurbanasen el Reino Unido. El dióxido deazufrepresente en el aire interior procede normalmente del exterior,tanto de fuentes naturalescomo antropogénicas. La combustión

4 4 . 8 N A T U R A L E Z A D E L O S C O N T A M I N A N T E S Q U I M I C O S E N C I C L O P E D I A D E S A L U D Y S E G U R I D A D E N E L T R A B A J O  

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Tipo de mater ial Concentraciones(mg/ m3)

Tasa de emisión(mg/ m2h)

Papel de pared

Vinilo y papel 0,95 0,04

Vinilo y fibra de vidrio 7,18 0,30

Papel pintado 0,74 0,03

Recubrimi ento de pared

Hessian 0,09 0,005

PVCa 2,43 0,10

Textil 39,60 1,60

Textil 1,98 0,08

Recubrimi ento de suelo

Linóleo 5,19 0,22

Fibras sintéticas 1,62 0,12Goma 28,40 1,40

Plástico blando 3,84 0,59

PVC homogéneo 54,80 2,30

Revestimiento

Látex acrílico 2,00 0,43

Barniz, epoxitransparente

5,45 1,30

Barniz, poliuretano,dos componentes

28,90 4,70

Barniz, endurecidocon ácido

3,50 0,83

a PVC, polivinil cloruro.

Tabla 4 4.3 • Concentraciones de compuestos orgánicosvolátiles totales (COVT) y tasas de emisiónasociadas a los diversos recubrimientos yrevestimientos de suelos y paredes.

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de combustibles fósiles que contienen azufre y la fundición demineralesde azufre son fuentesimportantesde dióxido de azufreen la troposfera. Losnivelesde fondoson muy bajos(1 ppb), peroen áreasurbanaslas concentraciones máximaspor hora puedenser de 0,1 a 0,5 ppm. El dióxido de azufre puede penetrar en unedificio a travésdel aire utilizado para la ventilación o infiltrarseatravésdepequeñasgrietasen la estructura del edificio, en funciónde la hermeticidad del edificio, de lascondicionesmeteorológicasy de lastemperaturasinternas. Una vez en el interior, se mezcla yse diluye con el aire interior. El dióxido de azufre que entra encontacto con los materiales del edificio y los muebles es adsor-bido, lo cual puedereducir deforma importante la concentraciónen el interior con respecto a la existente en el exterior, en parti-cular cuando los niveles de dióxido de azufre en el exterior sonelevados.

Los óxidos de nitrógeno proceden de la combustión, y entresusfuentesmásimportantesse encuentran losgasesde escape delos automóviles, los generadores eléctricos calentados concombustibles fósiles y los calentadores domésticos. El óxido

nítrico (NO) es poco tóxico, pero puede oxidarse y producirdióxido de nitrógeno (NO2), en particular en casos de contami-nación fotoquímica. Lasconcentracionesdefondo dedióxido denitrógeno son de aproximadamente 1 ppb, pero puedenalcanzar las0,5 ppm en áreasurbanas. El exterior esla principalfuente de dióxido de nitrógeno en los edificios sin aparatos decombustible no ventilados. Como en el caso del dióxidode azufre, la adsorción por las superficies internas reduce laconcentración en el interior con respecto a la existente en elexterior.

El ozono se produce en la troposfera por reacciones fotoquí-micasen atmósferascontaminadasy su formación dependede laintensidad de la luz del sol y de la concentración de óxidos denitrógeno, hidrocarburos reactivos y monóxido de carbono. Enlugares remotos, las concentracionesde fondo de ozono son de

10 a 20 ppb y pueden superar las 120 ppb en áreas urbanasdurante los meses de verano. Lasconcentraciones en el interiorson significativamente más bajas debido a la reacción con lassuperficiesdel interior y a la falta defuentespotentes.

Se estima que la liberación de monóxido de carbono comoresultado de actividades antropogénicas origina el 30 % de laconcentración presente en la atmósfera del hemisferio norte. Losniveles de fondo son de aproximadamente 0,19 ppm, y en lasáreasurbanasexiste un nivel diurno de concentracionesrelacio-nado con el uso de vehículosde motor, con nivelesmáximosporhora que oscilan entre 3 ppm y 50 a 60 ppm. Es una sustanciarelativamente no reactiva, por lo que no su concentración nodisminuye por reacción o adsorción en las superficies de inte-riores. Por tanto, al nivel de fondo originado por el aire del exte-rior hay que añadir lasfuentes de interior, como losaparatosde

combustible no ventilados.La relación entre interior y exterior en loscompuestosinorgá-

nicos depende del compuesto en cuestión y puede variar conel tiempo. Para los compuestos con fuentes importantes en elinterior, como el formaldehído, suelen ser mayores las concen-traciones en el interior. En el caso del formaldehído, las

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     4     4  .

      C      A      L      I      D      A      D      D      E      L      A      I      R      E      I      I      N      T      E      R      I      O      R

Fuente Compuesto Tasa de emisión

Agentes de limpiezay plaguicidas

Cloroformo1,2-Dicloroetano1,1,1-TricloroetanoTetracloruro de carbonom -Diclorobencenop -Diclorobencenon -Decanon -Undecano

15 µg/ m2.h1, 2 µg/ m2.h37 µg/ m2.h71 µg/ m2.h0,6 µg/ m2 .h0,4 µg/ m2 .h0, 2 µg/ m2.h1, 1 µg/ m2.h

Antipolilla p -Diclorobenceno 1 4.0 00 µg/ m2.h

Ropas limpiadas enseco

Tet racloroet ileno 0 ,5 -1 mg/ m2 .h

Cera de suelo líquida COVT (t rimetilpenteno e

isómeros de dodecano)

96 g/ m2 .h

Cera en pasta para piel COVT ( pineno y 2-metil-1-propanol)

3,3 g/ m2 .h

Detergente COVT ( l imoneno, pinenoy mirceno)

240 mg/ m2 .h

Emisiones humanas AcetonaAcetaldehídoAcido acéticoAlcohol metílico

50,7 mg/ día6,2 mg/ día

19,9 mg/ día74,4 mg/ día

Papel de copia Formaldehído 0,4 µg/ hoja

Humidificador de vapor Dietilaminoetanol,ciclohexilamina

 —

Fotocopiadora húmeda 2,2 ,4-Trimetilheptano —

Disolventes domésticos Tolueno, etil benceno —

Quitapinturas Diclorometano, metanol —

Quitapinturas Diclorometano, tolueno,propano

 —

Protector de tela 1,1,1-Tricloroetano,propano, destilados delpetróleo

 —

Pintura de látex 2-Propanol, butanona,etilbenceno, tolueno

 —

Refrescador dehabitación

Nonano, decano, etil-heptano, limoneno

 —

Agua de ducha Cloroformo, tricloroetileno —

Tabla 44 .4 • Componentes y emisiones de productosde consumo y otras fuentes de compuestosorgánicos volátiles (COV).

Sustancia/ grupode sustancias

Relación de concentracionesinterior/ exterior

Concentracionestípicas urbanas

Dióxido de azufre ~0,5 10-20 ppb

Dióxido de nitrógeno ≤5-12 (fuentes de interior) 10-45 ppbOzono 0,1-0,3 15-60 ppb

Dióxido de carbono 1-10 350 ppm

Monóxido de carbono ≤5-11 (fuente de interior) 0,2-10 ppm

Formaldehído ≤10 0,003 mg/ m3

Otros compuestosorgánicos

ToluenoBencenom -y p -xilenos

1-505, 2 µg/ m3

6, 3 µg/ m3

5, 6 µg/ m3

Partículas en suspensión 0,5 -1 (excluido el TAa)2-10 (incluido el TA)

50-150 µg/ m3

a TA, tabaquismo ambiental.

Tabla 44.5 • Principales contaminantes químicos del aireinterior y sus concentraciones en el mediourbano del Reino Unido.

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concentraciones en el exterior suelen ser inferiores a los0,005 mg/ m3 y las concentracionesen el interior son diez vecesmayoresque lasdel exterior. Otroscompuestoscomo el bencenotienen fuentes importantes en el exterior, particularmente los

vehículosde motor degasolina. Entre lasfuentesde benceno enel interior está el HTA, que da lugar a concentraciones mediasen los edificios del Reino Unido 1,3 veces mayores que laspresentes en el exterior. El medio ambiente de interiores noparece ser un medio de eliminación importante de estecompuesto, por lo que no protege frente al benceno procedentedel exterior.

Concentraciones típi cas en edificiosLas concentraciones de monóxido de carbono en interioressuelen variar entre 1 y 5 ppm. En la Tabla 44.6 se resumen losresultados de 25 estudios. Las concentraciones aumentan con elhumo de tabaco ambiental, aunque es excepcional que superenlas15 ppm.

Las concentraciones de dióxido de nitrógeno en el interior

suelen ser de 29 a 46 ppb. Si hay fuentes específicas, comoestufas de gas, lasconcentraciones pueden aumentar significati-vamente, y el consumo de tabaco puede tener un efecto cuantifi-cable (véase la Tabla44.6).

MuchosCOV están presentes en el medio ambiente de inte-rior a concentraciones que varían entre aproximadamente 2 y20 mg/ m3. En la Figura 44.3 se resume una base de datos deEstados Unidos con 52.000 registros sobre 71 productosquímicos en viviendas, edificios públicos y oficinas. En losambientesen los queel consumo de tabaco es intenso o la venti-lación deficiente se generan concentraciones de HTA elevadas,quepueden producir concentracionesdeCOV de entre 50 hasta200 mg/ m3. Los materiales de construcción contribuyen deforma importante a las concentraciones de contaminantes en elinterior, y en las casas nuevas probablemente haya mayor

número de compuestos que superen los 100 mg/ m3. Lasreformas y la pintura contribuyen a la producción de niveles

significativamente más altos de COV. Las concentraciones decompuestos, como el acetato etílico, el 1,1,1-tricloroetano y ellimoneno, pueden superar los 20 mg/ m3 en los períodosen queel edificio está ocupado, mientras que en ausencia de los resi-dentes la concentración de diversos COV puede disminuir en

cerca del 50 %. Se han descrito casos específicosde concentra-ciones elevadas de contaminantes debidas a los materiales y al

4 4 . 1 0 N A T U R A L E Z A D E L O S C O N T A M I N A N T E S Q U I M I C O S E N C I C L O P E D I A D E S A L U D Y S E G U R I D A D E N E L T R A B A J O  

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Lugar Valores de NOx

(ppb)Valores mediosde CO (ppm)

Oficinas

TabacoControl

42-51 —

1,0-2,81,2-2,5

Otros lugares de trabajo

TabacoControl

NDa-8227

1,4-4,21,7-3,5

Transporte

TabacoControl

150-330 —

1,6-330-5,9

Restaur antes y cafeterías

TabacoControl

5-1204-115

1,2-9,90,5-7,1

Bares y tabernas

TabacoControl

19 54-115

~3-17~1-9,2

a ND = no detectado.

Tabla 44 .6 • Resumen de las determinaciones de campode óxidos de nitrógeno (NO x) y monóxidode carbono (CO).

Figura 44 .3 • Concentraciones diarias de diversoscompuestos en ambientes de i nterior.

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mobiliario, a parti r de las quejas de los ocupantes del edificio.Entre estos contaminantes se encuentran la trementina mineralresultantede la inyección dehiladashidrófugaspara aislamientode muros, el naftaleno de productos que contienen alquitrán

mineral, el etilhexanol procedente desuelosvinílicosy el formal-dehído liberado en productosa basedemadera.El gran número de COV presentes en los edificios dificulta

detallar las concentraciones de algunos compuestos seleccio-nados. El concepto deCOVT se ha utilizado como medida de lamezcla de compuestos presentes. No existe ninguna definiciónde uso generalizado de los compuestos que representan losCOVT, pero algunos investigadoreshan propuesto que la limita-ción de las concentraciones por debajo de 300 mg/ m3 deberíareducir lasquejas de los ocupantescon respecto a la calidad delaire interior.

Los plaguicidasutilizadosen el interior tienen una volatilidadrelativamente baja y sus concentraciones se encuentran en unnivel bajo (microgramos por metro cúbico). Los compuestosvolatilizadospueden contaminar el polvo y todas las superficies

del interior debido a sus bajas presiones de vapor y a latendencia a ser adsorbidos por los materiales del interior. Lasconcentraciones de HPA en el aire también dependen en granmedida de su distribución entre las fases de gas y deaerosol. El consuno de tabaco por los ocupantes puede tenerun efecto importante sobre las concentraciones en el aire inte-rior. Las concentraciones de HPA varían normalmenteentre0,1y 99ng/ m3.

• RADONRADON

 María José Berenguer

La mayor parte dela radiación a la queseexponeun ser humanodurantesu vida procede de fuentes naturales del espacio exterioro de materiales presentes en la corteza de la T ierra. Los mate-riales radiactivos pueden afectar al organismo desde fuera o, sison inhalados o ingeridos con alimentos, desde dentro. La dosisrecibida es muy variable, porque depende, por un lado, de lacantidad de mineralesradiactivospresentesen el áreadel mundoen la quevive la persona —queestá relacionada con la cantidadde radioisótopos presentes en el aire y con la cantidad existenteen los alimentosy sobre todo en el agua potable— y, por el otro,del uso de ciertos materiale s de construcción y de la utilizacióndegaso carbón como combustible, así comodel tipo deconstruc-ción empleado y de loshábitostradicionalesde laspersonasde lalocalidad en cuestión.

En la actualidad, el radón se considera la fuente másfrecuente de radiación natural. Junto con sus “hijos” , los radio-isótopos formados durante su desintegración, el radón consti -tuyeaproximadamente trescuartaspartesde la dosiseficaz equi-valente a la que los seres humanos están expuestos debido afuentesterrestresnaturales. La presencia de radón se asocia a unaumento de la incidencia de cáncer de pulmón debido al depó-sito desustanciasradiactivasen la región bronquial.

El radón es un gas incoloro, inodoro e insípido con un pesosiete veces superior al del aire. Existen normalmente dosisótopos. Uno es el radón 222, un radioisótopo presente enla serie radiactiva relacionada con la desintegración deluranio 238; su fuente másimportante en el medio ambiente sonlas rocas y la tierra, en las que se forma el elemento que leprecede, el radio 226. El otro esel radón 220, perteneciente a laserie radiactiva del torio, y cuya incidencia es menor que la delradón 222.

El uranio está muy extendido en la corteza terrestre. Laconcentración media del radio en el suelo es del orden de25 Bq/ kg. Un becquerel (Bq) es la unidad del sistema interna-cional y representa una unidad deactividad radioisotópica equi-

valente a una desintegración por segundo. La concentraciónmedia de gas radón en la atmósfera en la superficie terrestre esde 3 Bq/ m3, con unos valores que oscilan entre 0,1 (sobre losocéanos) y 10 Bq/ m3. El nivel depende de la porosidad delsuelo, de la concentración local de radio 226 y de la presiónatmosférica. Dado que la semivida del radón 222 es de3.823 días, la mayor parte de la dosis no está causada por el gas,sino por sus“ hijas” .

El radón se encuentra en materiales existentes y fluye de latierra en cualquier lugar. Debido a suscaracterísticas, sedispersafácilmente en el exterior, pero tiene tendencia a concentrarseenespacios cerrados, sobre todo en fosos y edificios, y en especialen espaciosmaspequeñosen losque su eliminación esdifícil sinuna ventilación adecuada. En regiones cálidas se estima que lasconcentraciones de radón en interioresson ocho veces mayores

que lasconcentracionesen el exterior.Así pues, la exposición al radón para la mayor parte de lapoblación tiene lugar principalmente en el interior de los edifi-cios. La media de lasconcentracionesderadón depende, básica-mente, de las características geológicas del terreno, de losmateriales de construcción uti lizados y de las características deventilación del edificio.

La principal fuente de radón en los espacios interiores es elradio presente en el suelo sobre el que descansa el edificio o losmateriales uti lizados en su construcción. Otras fuentes impor-tantes—aunque su influencia relativa esmucho menor— son elaire exterior, el agua y el gas natural. En la Figura 44.4 semuestra la aportación decada fuente al total.

Los materiales de construcción más comunes, como lamadera, los ladrillos y los bloques de hormigón de escoria,

emiten relativamente poco radón, a diferencia del granito y dela piedra pómez. Con todo, los principales problemas estáncausadospor el uso de materialesnaturales, como la pizarra de

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     4     4  .

      C      A      L      I      D      A      D      D      E      L      A      I      R      E      I      I      N      T      E      R      I      O      R

Figura 44. 4 • Fuentes de radón en el medio ambientede interior.

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alumbre, en la producción de materiales de construcción. Otrafuente deproblemasha sido el uso desubproductosrelacionadoscon el tratamiento de los minerales de fosfato y con la produc-ción de aluminio, así como con el uso de la escoria resultante del

tratamiento del mineral de hierro en altos hornos y de lascenizas originadas en la combustión del carbón. Además, enalgunos casos también se util izaron en la construcción residuosprocedentesde la minería del uranio.

El radón puede penetrar en el agua y en el gas natural delsubsuelo. El agua uti lizada para abastecer un edificio, sobre todosi procede de pozos profundos, puede contener cantidadesimportantes de radón. Si esta agua se utiliza para cocinar, lacocción puede liberar gran parte del radón que contiene. Si elagua se consume fría, el cuerpo elimina el gas rápidamente, porlo que su ingestión no suele entrañar un riesgo importante.La combustión del gasnatural en estufassin chimenea, en calen-tadores o en otros aparatos puede causar también un aumentode radón en espacios interiores, especialmente en las viviendas.El problema se agrava a vecesen los cuarto de baño, debido a

que el radón contenido en el agua y en el gas natural util izadopara el calentador del agua se acumula si la ventilación no essuficiente.

Dado que los posiblesefectos del radón sobre la población engeneral no se han conocido hasta hace pocos años, los datosdisponiblessobre lasconcentracionesexistentesen espacios inte-riores se limitan a los países que, debido a sus características ocircunstancias especiales, están más sensibi lizados con esteproblema. Lo que sí se sabe es que en una misma región esposible encontrar concentraciones en espacios interiores muysuperiores a las concentraciones del exterior. En Helsinki(Finlandia), por ejemplo, se han encontrado concentraciones deradón en el aire interior 5.000 vecesmayores que lasconcentra-ciones existentes normalmente en el exterior. En parte puededeberse a medidas de ahorro de energía que contribuyen nota-

blemente a la concentración de radón en espacios interiores, enparticular si el edificio está bien aislado. En los edificios estu-diadoshasta ahora en diferentespaísesy regionesse observa quelasconcentracionesde radón en su interior presentan una distri-bución que se aproxima a la log-normal. Esde destacar que unpequeño número de edificios de cada región muestran concen-traciones diez veces superiores a la media. Los valores de refe-rencia para el radón en espacios interiores y lasrecomendaciones de corrección de diversas organizaciones semuestran en el apartado “Reglamentos, recomendaciones,normasy patrones” de este capítulo.

Como conclusión, la principal forma de prevenir las exposi-ciones al radón es evitar la construcción en áreas que, por sunaturaleza, emiten una gran cantidad de radón al aire. En loscasos en que esto no sea posible, los suelos y lasparedes deben

aislarse de forma apropiada, y no deben uti lizarse materialesdeconstrucción que contengan elementos radiactivos. Losespaciosinteriores, especialmente los sótanos, deben tener una venti la-ción suficiente.

• HUMO DE TABACOHUMO DETABACO

 Dietrich Hoffmann y Ernst L. Wynder

En 1985, el inspector general de Sanidad del Public HealthService de EstadosUnidosrevisó lasconsecuenciassanitariasdelconsumo de tabaco en el lugar de trabajo con respecto al cáncery a lasenfermedadespulmonarescrónicas. La conclusión a la quellegó fue que para la mayoría de los trabajadores de EstadosUnidos, el consumo decigarr illosrepresenta unacausa demuerte

y discapacidad mayor que su entorno de trabajo. Con todo, elcontrol del consumo de tabaco y la disminución de la exposicióna agentespeligrosos en el lugar de trabajo son esenciales, ya quecon frecuencia estos factores actúan de forma sinérgica con el

consumo detabacoen la inducción y en el desarrollo deenferme-dades respiratorias. Se ha demostrado que algunas exposicionesprofesionales inducen al desarrollo de bronquitis crónica en lostrabajadores. Entre ellas se encuentran las exposiciones al polvode carbón, cemento y grano, a los aerosoles de sílice, a losvaporesproducidosdurante lassoldadurasy al dióxido de azufre.La bronquitis crónica en los trabajadores de estas profesiones amenudo se agrava por el consumo de cigarr illos (inspectorgeneral deSanidad deEE.UU. 1985).

Los datos epidemiológicos han demostrado claramente quelosminerosdel uranio y lostrabajadoresdel amianto que fumancigarril los presentan un riesgo de padecer cáncer del aparatorespiratorio significativamente mayor que los trabajadores deestasprofesionesque no fuman. El efecto cancerígeno del uranioy del amianto y del consumo de cigarrillos no sólo es aditivo,

sino también sinérgico en la inducción del carcinoma de célulasescamosas de pulmón (inspector general de Sanidad deEE.UU. 1985; Hoffmann y Wynder 1976; Saccomanno, Huth yAuerbach 1988; H ilt y cols. 1985). Losefectoscancerígenosde laexposición al níquel, al arsénico y sus compuestos, al cromatoy a los éteres de clorometilo, y los del consumo de cigarrillosson aditivos (inspector general de Sanidad de EE.UU. 1985;Hoffmann y Wynder 1976; IARC 1987a; Pershagen ycols. 1981). Se podría aceptar quelostrabajadoresde loshornosde coque que fuman tienen un riesgo más elevado de padecercáncer de pulmón y de riñón que lostrabajadoresde esta profe-sión no fumadores; sin embargo, carecemos de datos epidemio-lógicosquerespalden esta hipótesis (IARC 1987c).

El propósito deeste artículo esevaluar losefectostóxicosde laexposición de los varones y las mujeres al humo de tabaco

ambiental (TA) y al humo de flujo central (HC), en el lugar detrabajo. Por supuesto, el hecho de restringir el consumo detabaco en el lugar de trabajo beneficiará a los fumadoresactivosal disminuir su consumo de cigarri llos durante la jornadalaboral, aumentando de ese modo la posibilidad de que seconviertan en exfumadores; pero el cese del consumo de tabacotambién será beneficioso para aquellosno fumadoresalérgicosalhumo de tabaco o que ya tienen enfermedades de pulmón o decorazón.

Natur aleza fisicoquímica de humo de tabacoambiental

 Humo de flujo central y de flujo lateral El HTA se define como el material presente en el aire interior

procedente del humo de tabaco. En general, la fuente principaldel HTA es el humo de los cigarrillos, aunque también contri-buyen el humo de tabaco de pipa y de puros. El HTA es unaerosol compuesto que emana principalmente del cono decombustión de un producto del tabaco entre las aspiraciones. Laemanación se denomina humo de flujo lateral (HL). En menorproporción, el HTA también contiene componentes de humo deflujo central (HC), esdecir, aquellosque exhala el fumador. En laTabla 44.7 se muestran las proporciones de los agentes tóxicosprincipales y de los agentes cancerígenos en el humo inhalado,en el humo de flujo central y en el humo de flujo lateral(Hoffmann y Hecht 1990; Brunnemann y Hoffmann 1991;Guerin y cols. 1992; Luceri y cols. 1993). La Agencia Interna-cional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) reconoce loscomponentesdel humo marcadoscon C en su epígrafe “Tipo detoxicidad” como cancerígenosanimales. Entre estos se encuentrael benceno, la β-naftilamina, el 4-aminobifenilo y el polonio-210,

4 4 . 1 2 H U M O D E T A B A C O E N C I C L O P E D I A D E S A L U D Y S E G U R I D A D E N E L T R A B A J O  

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que también son cancerígenoshumanosconocidos(IARC 1987a;IARC 1988). Cuando se fuman cigarr illos con filtro, algunoscomponentes volátiles y semivolátiles son eliminados de formaselectiva del HC por el filtro (Hoffmann y Hecht 1990). Ahorabien, estos compuestos aparecen en cantidadesmuy superioresenel HL no diluido en comparación con el HC. Además, loscomponentesdel humo cuya formación se ve favorecida durantela incandescencia en la atmósfera reductora del cono de

combustión, se liberan al HL en mayor grado queal HC. Entreellosseencuentran gruposdecancerígenoscomolasnitrosaminasvolátiles, las nitrosaminas específicas del tabaco (NAET) y lasaminasaromáticas.

 HTA en el aire interiorAunque el HL no diluido contiene cantidades más elevadas decomponentes tóxicosy cancerígenosque el HC, el HL inhaladopor los no fumadores se encuentra muy diluido en el aire y suspropiedadesestán alteradasa causa de la degradación de algunasespeciesreactivas. En la Tabla 44.8 se exponen datos referidosaagentestóxicosy cancerígenospresentesen muestrasde aire inte-rior con varios grados de contaminación por humo de tabaco(Hoffmann y Hecht 1990; Brunnemann y Hoffmann 1991;Luceri y cols. 1993). La dilución del HL en el aire t iene unimpacto significativo sobre las características físicas de esteaerosol. En general, la distribución de diversos agentes entre lafase de vapor y la fase particulada está alterada a favor de laprimera. Laspartículasen el HTA son máspequeñas(<0,2µ) que

en el HC (∼0,3 µ) y los valores pH del HL (pH 6,8 − 8,0) y delHTA son mayoresque el pH del HC (5,8 − 6,2; Brunnemann yHoffmann 1974). En consecuencia, entre el 90 y el 95 % de lanicotina está presente en la fase de vapor del HTA (Eudy ycols. 1986). De forma similar, otros componentes básicos, comolos alcaloides menores de la Nicotiana , así como las aminas y elamoníaco, están presentes sobre todo en la fase de vapor delHTA (Hoffmann y Hecht 1990; Guerin y cols. 1992).

I ndicadores biológicos de la captación de H TApor las personas no fumadorasAunque muchos trabajadores no fumadores están expuestos alHTA en el lugar de trabajo, en restaurantes, en suspropiosdomi-cilios o en otros espacios cerrados, es prácticamente imposiblevalorar la captación real de HTA por un individuo. La exposición

al HTA puede determinarse de forma más exacta cuantificandolos constituyentes específicos del humo de tabaco o sus metabo-litos en los líquidos fisiológicos o en el aire exhalado. Si bien sehan examinado varios parámetros, como el CO en el aire exha-lado, la carboxihemoglobina en sangre, el tiocianato (un metabo-lito del cianuro de hidrógeno) en la saliva o en la orina, o lahidroxiprolinay la N-nitrosoprolinaen la orina, sólo tresdetermi-nacionesson en realidad úti lespara evaluar la captación de HTApor laspersonasno fumadoras, lascualesnospermiten distinguirla exposición pasiva al humo de tabaco de la exposición de losfumadoresactivosy de losno fumadoresno expuestosal humo detabaco.

El indicador biológico más util izado para la exposición alHTA de losno fumadoresesla cotinina, un metabolito principalde la nicotina. Se determina mediante cromatografía de gases o

por radioinmunoanálisis en sangre o, preferiblemente, en orina,y refleja la absorción de nicotina a través del pulmón y de lacavidad oral. Unospocosmilil itros de la orina de los fumadorespasivosson suficientespara determinar la cotinina mediante unode los dos métodos. En general, un fumador pasivo presentaunos nivelesde cotinina de 5 a 10 ng/ ml de orina; no obstante,en ocasiones se han encontrado valores superiores en no fuma-dores que estuvieron expuestos a altas concentraciones de HTAdurante un período de tiempo prolongado. Se ha establecidouna respuesta a la dosis entre la duración de la exposición alHTA y la excreción urinaria de cotinina (Tabla 44.9, Waldy cols. 1984). En la mayoría de los estudios de campo, la coti-nina urinaria de los fumadores pasivos alcanza nivelesde entreel 0,1 y el 0,3 % de las concentraciones medias encontradasenla orina de los fumadores; con todo, en exposiciones prolon-gadas a altas concentraciones de HTA, los niveles de coti-nina han alcanzado valores de hasta el 1 % de los niveles

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     4     4  .

      C      A      L      I      D      A      D      D      E      L      A      I      R      E      I      I      N      T      E      R      I      O      R

Compuesto Tipo detoxicidada

Cantidad en elhumo de flujolateral porcigarrillo

Relación delhumo lateralrespecto alhumo central

Fase de vapor

Monóxido de carbono T 2 6,8 0-6 1 mg 2 ,5 -1 4,9

Carbonil sulfuro T 2-3 µg 0 ,0 3-0 ,1 3

1,3-Butadieno C 200-250 µg 3,8-10,8

Benceno C 240-490 µg 8-10

Formaldehído C 300-1.500 µg 10-50

Acroleína T 40-100 µg 8-22

3-Vinilpiridina T 330-450 µg 24-34Cianuro de hidrógeno T 14-110 µg 0,06-0,4

Hidrazina C 90 ng 3

Oxidos de nitrógeno (NOx) T 500-2.000 µg 3,7-12,8

N -Nit rosodimet ilami na C 2 00 -1 .0 40 ng 1 2-4 40

N -Nitrosodietilamina C NDb-1 .0 00 ng < 40

N -Nitrosopirrolidina C 7-700 ng 4-120

Fase particulada

Alquitrán C 14-30 mg 1,1-15,7

Nicotina T 2,1-46 mg 1,3-21

Fenol IT 70-250 µg 1,3-3,0

Catecol CoC 58-290 µg 0 ,6 7-1 2,82-Toluidina C 2,0-3,9 µg 18-70

β-Naftilamina C 19-70 ng 8,0-39

4-Aminobifenilo C 3,5-6,9 ng 7,0-30

Benz[ a ] antraceno C 40-200 ng 2-4

Benzo[ a ] pireno C 40-70 ng 2 ,5-20

Quinolina C 15-20 µg 8-11

NNNc C 0,15-1,7 µg 0,5-5,0

NNKd C 0,2-1,4 µg 1,0-22

N -Nitrosodietanolamina C 43 ng 1,2

Cadmio C 0,72 µg 7,2

Níquel C 0,2-2,5 µg 13-30

Zinc T 6,0 ng 6,7

Polonio-210 C 0,5-1,6 pCi 1,06-3,7

a C=cancerígeno; CoC=cocancerígeno; T=tóxico; IT=inductor tumoral. b ND=no detectado.c NNN=N ‘-nitrosonornicotina. d NNK=4-(metilnitrosamino)-1-(3-piridil)-1-butanona.

Tabla 44 .7 • Algunos agentes tóxicos y tumorígenos enel humo de flujo lateral de los cigarrillosno diluido.

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cuantificadosen la orina de los fumadores activos(US NationalResearch Council 1986; IARC 1987b; US EnvironmentalProtection Agency 1992).

El cancerígeno de la vejiga urinaria 4-aminobifenilo, que setransfiere del humo del tabaco al H TA, ha sido identificadocomo un aducto de la hemoglobina en los fumadores pasivosen concentraciones de hasta el 10 % del nivel medio deaductos hallado en los fumadores (Hammond y cols. 1993).En la orina de sujetos no fumadores que han estado expuestosen un laboratorio de ensayo a altas concentraciones de HL se

han determinado valores de hasta el 1 % de los nivelesmediosde un metabolito del cancerígeno derivado de la nicotina

4-(meti lni trosamina)-1-(3-piridilo)-1-butanona (NNK), presenteen la orina de los fumadoresde cigarr illos(Hecht y cols. 1993).Aunque el último método de indicadores biológicos no ha sidoaplicado todavía en estudios de campo, se muestra prometedorcomo indicador apropiado de la exposición de los sujetos nofumadoresa un cancerígeno pulmonar específico del tabaco.

H umo de tabaco ambiental y salud humana

Otros trastornos además del cáncerLa exposición prenatal al HC, al HTA, o a ambos, y la exposi-ción posnatal precoz al HTA aumentan la probabilidad de que

aparezcan complicaciones durante las infecciones respiratoriasviralesen losniñosdurantesu primer año devida.En las publicaciones científicas se hallan varias docenas de

informes clínicos procedentes de varios países, en los que seobserva que los hijos de padres fumadores, sobre todo losmenores de dosaños de edad, presentan un aumento de la inci-dencia de enfermedades respiratorias agudas (US Environ-mental Protection Agency 1992; Inspector general de Sanidadde EE.UU. 1986; Medina y cols. 1988; Riedel y cols. 1989).En otros estudios también se describe un aumento de las infec-cionesdel oído medio en niñosexpuestosal humo de loscigarr i-llos consumidospor lospadres. La elevación de la prevalencia dederramedel oído medio atribuible al HTA causó un aumento dela hospitalización de niños pequeñospara ser sometidosa inter-vención quirúrgica (US Environmental Protection Agency 1992;

Inspector general de Sanidad deEE.UU. 1986).En los últimos años, debido a la existencia de suficiente

número depruebasclínicas, se ha llegado a la conclusión de queel tabaquismo pasivo está asociado a un aumento de la gravedaddel asma en losniñosque ya padecen laenfermedad, y dequeesmás probable la aparición de nuevos casos de asma infantil(USEnvironmental Protection Agency 1992).

En 1992, la US Environmental Protection Agency (1992)revisó de forma exhaustiva losestudios sobre síntomasrespirato-rios y función pulmonar en adultos no fumadores expuestos aHTA y se llegó a la conclusión de queel tabaquismo pasivo tieneefectos suti les pero estadísticamente significativos sobre la saludrespiratoria delosadultosno fumadores.

Laspublicacionesacercadel efecto del tabaquismopasivo sobrelas enfermedades respiratorias o coronarias en trabajadores son

muy escasas. Los varones y las mujeresexpuestos al HTA en ellugar de trabajo (oficinas, bancos, institucionesacadémicas, etc.)

4 4 . 1 4 H U M O D E T A B A C O E N C I C L O P E D I A D E S A L U D Y S E G U R I D A D E N E L T R A B A J O  

RIESGO S GEN ERALES

Contaminante Lugar Concentración/ m3

Oxi do nít ri co Sal as de t rabaj oRestaurantesBaresCafeterías

50-440 µg17-240 µg80-250 µg2,5-48 µg

Dióxido de nitrógeno Salas de trabajoRestaurantesBaresCafeterías

68-410 µg40-190 µg

2-116 µg67-200 µg

Cianuro de hidrógeno Cuartos de estar 8-122 µg

1,3-Butadieno Bares 2,7-4,5 µg

Benceno Lugares públicos 20-317 µg

Formaldehído Cuar tos de estarTabernas

2,3-5,0 µg89-104 µg

Acroleína Lugares públicos 30-120 µg

Acetona Cafés 910-1.400 µg

Fenoles ( volátiles) Cafés 7,4-11,5 ng

N -Nitrosodimetilamina Bares, Restaurantes, oficinas <10-240 ng

N -Nitrosodietilamina Restaurantes <10-30 ng

Nicotina ResidenciasOficinasEdificios públicos

0,5-21 µg1,1-36,6 µg

1,0-22 µg

2-Toluidina OficinasSalón de cartas con fumadores

3,0-12,8 ng16,9 ng

β-Naftilamina OficinasSalón de cartas con fumadores 0,27-0,34 ng0,47 ng

4 -Am inobi feni lo Of ici nasSalón de cartas con fumadores

0,1 ng0,11 ng

Benz( a) antraceno Restaurantes 1,8-9,3 ng

Benzo( a) pireno Rest aurant esSalas de fumadoresCuartos de estar

2,8-760 µg88-214 µg

10-20 µg

NNNa BaresRestaurantes

4,3-22,8 ngNDb-5,7 ng

NNKc BaresRestaurantesCoches con fumadores

9,6-23,8 ng1,4-3,3 ng

29,3 ng

a NNN=N ‘-nitrosonornicotina.b ND=no detectado.c NNK=4-(metilnitrosamino)-1-(3-piridil)-1-butanona.

Tabla 44.8 • Algunos agentes tóxicos y tumorígenosen ambientes de interior contaminadoscon humo de tabaco.

Duración de la exposición

Quint i l Lími tes (hs) Número Cotinina ur inar ia (media ± DE)(ng/ ml)a

1º 0,0-1,5 43 2,8±3, 0

2º 1,5-4,5 47 3,4±2, 7

3º 4,5-8,6 43 5,3±4, 3

4º 8,6-20,0 43 14,7±19,5

5º 20,0-80,0 45 29,6±73,7

Todos 0,0-80,0 221 11,2±35,6

a La tendencia al aumentar la exposición fue significativa (p< 0,0 01 ).

Fuente: Basado en Wald y cols. 19 84 .

Tabla 44 .9 • Cotinina urinaria en no fumadores en funcióndel número de horas notificadas deexposición al humo de tabaco de otraspersonas en los siete días previos.

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durante diez o másañospresentaban un deterioro de la funciónpulmonar (Whitey Froeb1980;Masi ycols.1988).

Cáncer de pulmón

En 1985, la Agencia Internacional para la Investigación sobre elCáncer (IARC) revisó la asociación entre la exposición pasiva alhumo de tabaco y el cáncer de pulmón en laspersonasno fuma-doras. Si bien en algunos estudios todos los no fumadores concáncer de pulmón que habían comunicado exposición al HTAfueron entrevistados personalmente y habían proporcionadoinformación detallada sobre la exposición (US National ResearchCouncil 1986; US EPA 1992; US Inspector general de Sanidadde EE. UU. 1986; Kabat y Wynder 1984), la I ARC llegó a lasiguiente conclusión:

Lasobservacionesquese han hecho hasta ahora sobre laspersonasno fumadorasson compatiblescon un aumento delriesgo por tabaquismo ‘pasivo’ o una ausencia de riesgo.Con todo, el conocimiento de la naturaleza del humo deflujo central y del humo de flujo lateral, de los materialesabsorbidos durante el tabaquismo ‘pasivo’ y de la relacióncuantitativa entre la dosis y el efecto que habitualmente seobserva en la exposición a cancerígenoslleva a la conclusiónde que el tabaquismo pasivo da lugar a un cierto riesgo depadecer cáncer (IARC 1986).

Por tanto, existe una dicotomía evidente entre los datos expe-rimentales que respaldan la idea de que el HTA entraña unriesgo de padecer cáncer, y los datos epidemiológicos, que noson concluyentesen lo quese refiere a la exposición al HTA y elriesgo de cáncer. Los datosexperimentales, incluidos losestudioscon indicadores biológicos, han reforzado aún más la teoría deque el HTA es cancerígeno, como se comentó anteriormente.Analizaremos ahora hasta qué punto los estudios epidemioló-gicos que se han completado desde el citado informe de la

IARC han contribuido a aclarar la cuestión del cáncer depulmón y el HTA.

Basándose en losprimerosestudiosepidemiológicosy en unos30 estudios publicadosdespués de 1985, la exposición de los nofumadores al H TA constituyó un factor de riesgo de cáncer depulmón inferior a2,0, en relación con el riesgodeun no fumadorsin exposición importanteal HTA (US Environmental ProtectionAgency 1992; Kabat y Wynder 1984; IARC 1986; Brownson ycols. 1992; Brownson y cols. 1993). Pocos o ninguno de estosestudios epidemiológicos cumplen los criteriosde causalidad enla asociación entre un factor ambiental o profesional y el cáncerdepulmón. Loscri teriosquecumplen estosrequisitosson:

1. un grado deasociación bien establecido (factor deriesgo ≥3);2. capacidad dereproducción de la observación en una serie de

estudios;3. concordancia entre la duración dela exposición y el efecto,4. verosimili tud biológica.

Una de las mayores dudas acerca de los datos epidemiológicosrecae en la limitada fiabilidad de las respuestas obtenidas alpreguntar sobre los hábitos fumadores a los sujetos objeto deestudio o a susfamiliares. Habida cuenta de lashistoriasde taba-quismo queproporcionan loscasosy controles, pareceexistir unaconcordancia general entre lasde lospadresy lasde loscónyuges;no obstante, lastasasde coincidencia con respecto a la duración yla intensidad del consumo de tabaco son bajas (Brownson y cols.1993; M cLaughlin y cols. 1987; McLaughlin y cols. 1990). Variosinvestigadores han desafiado la fiabilidad de la informaciónproporcionada por los sujetos sobre su hábito de fumar. Comoejemplo deello, cabecitar la investigación a gran escala realizadaen el sur de Alemania. La población del estudio, seleccionada alazar, estabaformada por másde3.000 mujeresy varones, de25 a

64 añosde edad, a quienes se preguntó sobre sus hábitos fuma-doresen tresocasiones: en 1984-1985, en 1987-1988 y de nuevoen 1989-1990, recogiendo lastresveces una muestra de orina decada probando y analizando losnivelesde cotinina. Se consideró

fumadores a los voluntarios con niveles de cotinina superiores a20 ng por ml deorina. Entre los800 exfumadoresqueafirmabanser no fumadores, el 6,3 %, el 6,5 % y el 5,2 % presentabanniveles de cotinina superiores a 20 ng/ ml durante los tresperíodos de tiempo ensayados. El porcentaje de sujetos que afir-maban no haber sido nunca fumadoresy quefueron identificadoscomo fumadores, de acuerdo con los análisis de cotinina, era del0,5%, 1,0% y 0,9 % respectivamente(Heller y cols. 1993).

La reducida fiabilidad delosdatosobtenidosa travésdel cues-tionario y el número relativamente limitado de no fumadorescon cáncer de pulmón que no estuvieron expuestos a cancerí-genosen suslugaresde trabajo indican que esnecesario realizarun estudio epidemiológico prospectivo con valoración de indica-dores biológicos (p. ej., cotinina, metabolitos de hidrocarburosaromáticos polinucleares o metabolitos de la NNK en la orina)

para llevar a cabo una evaluación concluyente de la cuestión dela causalidad entre el tabaquismo involuntario y el cáncer depulmón. Aunque estos estudios prospectivos con indicadoresbiológicos suponen un esfuerzo importante, son fundamentalespara responder los interrogantesen materia de exposición cuyasimplicacionessobre la salud pública son notables.

H umo de tabaco ambiental y medio ambienteen el trabajoAunque los estudios epidemiológicos no han demostrado hastaahoraunarelacióncausal entrelaexposiciónal HTA y el cáncer depulmón, esconvenienteproteger alostrabajadoresdelaexposiciónal humodetabacoambiental en el lugar detrabajo.Tal conceptoseapoya en la observación de que la exposición prolongada depersonasno fumadorasal HTA en el lugar detrabajo puedecausarun deterioro dela funciónpulmonar. Además, en ambientesprofe-sionalesconexposición acancerígenos, el tabaquismo involuntariopuede aumentar el riesgo decáncer. En EstadosUnidos, la Envi-ronmental Protection Agencyhaclasificadoel HTA comocancerí-geno del grupo A (cancerígenos humanos conocidos); porconsiguiente, en Estados Unidosla ley exige la protección de lostrabajadoresfrentea la exposición al HTA.

Pueden adoptarse variasmedidaspara proteger a laspersonasno fumadorasde la exposición al H TA: prohibir el consumo detabaco en el lugar de trabajo, o al menos separar a los fuma-dores de los no fumadores donde sea posible, y asegurarse deque lashabitaciones para fumadores tengan un sistema de aspi-ración de humos independiente. El enfoque más gratificante y,con mucho, más prometedor es ayudar a los trabajadores que

fumen cigarr illosa intentar que abandonen su hábito.El lugar detrabajo proporciona unaexcelente oportunidad deaplicar programaspara dejar de fumar; de hecho, en numerososestudios se ha demostrado que los programas en lugares detrabajo tienen resultadosmássatisfactoriosque losprogramasenclínicas, debido a que losprogramaspatrocinadospor el empre-sario son másintensosy ofrecen incentivoseconómicoso deotrotipo (Inspector general deSanidad deEE. UU. 1985). También seha afirmado quela eliminación de lasenfermedadespulmonarescrónicasy del cáncer profesionalesexigeun intento deconverti r alos fumadoresen no fumadores. Además, las intervencionesen ellugar detrabajo, comolosprogramasparadejar defumar,puedenoriginar cambiosduraderosen la reducción dealgunosfactoresderiesgo cardiovascular para lostrabajadores(Gomel y cols. 1993).

Agradecemos profundamente a I lse Hoffmann su colaboración en el aspecto

editorial, y a Jennifer Johnting por la preparación de este manuscrito. Sonestudios financiados por las becas USPHS CA-29580 y CA-32617 delNational Cancer Institute.

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• REGULACION DEL CONSUMO DE

TABACOREGULACION DEL CONSUMO DETABACO

 Xavier Guardino Solá

Por lo que se refiere a la adopción de medidaspara disminuir elconsumo de tabaco, los gobiernos deberían tener en considera-ción queaunquedejar de fumar esuna decisión que laspersonastoman por sí mismas, es responsabilidad del gobierno adoptartodas las medidas necesarias para animarles a ello. Los legisla-dores y los gobiernos de muchos países han dado pasos dubita-tivos, debido a que aunque la disminución en el consumo detabaco es una mejora indiscutible de la salud pública, con elconsiguiente ahorro en el gasto sanitario público, habría una seriede pérdidas y trastornos económicos en muchos sectores, almenos de forma temporal. La presión que las organizaciones yagencias internacionales para la salud y el medio ambientepueden ejercer en este sentido esmuy importante, yaquemuchos

países podrían suavizar sus medidas en contra del consumo detabaco debido a problemas económicos, especialmente si eltabaco esuna fuente importantede ingresos.

En el presente artículo se describen de manera concisalas medidas reguladoras que pueden adoptarse para disminuirel consumo de tabaco en un país.

Advertencias en los paquetes de cigarr illosUna de las primeras medidas adoptadas en muchos países esexigir que lospaquetes de cigarri llos muestren de forma clara laadvertencia de que el consumo de tabaco perjudica seriamentela salud del fumador. El objetivo no es ejercer un efecto inme-diato sobre el fumador, sino más bien demostrar que el gobiernoestá preocupado por el problemay queestá creando un ambientepsicológico que favorecerá la adopción de medidas posteriores

con las que, de otra manera, podría sentirse agredida la pobla-ción fumadora.

Algunosexpertos defienden la inclusión de estasadvertenciasen lospurosy en el tabaco de pipa. Pero la opinión másgenerales que tales medidas son innecesarias, ya que las personas queutilizan esta clase de tabaco no suelen inhalar el humo, y a loque conduciría probablemente la ampliación de este tipo deadvertencias es a un descuido de los mensajes en su conjunto.Por eso la opinión que prevalece es que las advertencias debenaplicarse sólo a los paquetes de cigarr il los. Por el momento, nose ha considerado la referencia al humo pasivo, pero es unaopción que no debedescartarse.

Restr icciones del consumo de tabaco en lugarespúblicosLa prohibición defumar en loslugarespúblicosconstituyeuno delos instrumentos reguladores más eficaces. Las prohibicionesdisminuyen de forma significativa el número de personasexpuestas al humo pasivo y, además, pueden reducir el consumodiario decigarr illosen losfumadores. Lasquejashabitualesde lospropietarios de localespúblicos, como hoteles, restaurantes, insta-laciones recreativas, salones de baile y teatros, entre otros, sebasan en el argumento de que estas medidas ocasionarán unapérdida de clientes. Ahora bien, si los gobiernos aplican estasmedidas de forma global, el impacto negativo de la pérdida declientes aparecerá sólo en la primera fase, ya que al final laspersonasseadaptarán a la nueva situación.

La creación de espacios para fumadores es otra posibilidad.La separación de losfumadoresde losno fumadoresdebería sereficaz para conseguir los efectos beneficiosos deseados, al crearbarreras que evitan que los no fumadores inhalen el humo deltabaco. Por tanto, la separación debe ser física y, si el sistema de

aire acondicionado utiliza aire reciclado, el aire procedente delaszonasde fumadores no deberá mezclarse con el de laszonasde no fumadores. Por consiguiente, la creación de espacios parafumadores implica gastosde construcción y división en compar-

timentos, pero podría ser una solución para aquellos que deseanofrecer susserviciosal público fumador.Aparte de los lugaresen los que es obvio que el consumo de

tabaco esté prohibido por razones de seguridad, debido a laposibilidad de que se produzca una explosión o un incendio,también deberían existir zonas en las que no se permita elconsumo detabaco aunque no exista esa clase de riesgospara laseguridad, como los centros de asistencia sanitaria, las instala-cionesdeportivas, loscolegios y lasguarderías.

Restricción del consumo de tabaco en el tr abajoLas restricciones del consumo de tabaco en el lugar de trabajotambién podrían ser consideradasa la vista de lo citado anterior-mente. Losgobiernosy lospropietariosde negocios, junto con lossindicatos, pueden elaborar programas para reducir el consumodetabaco en el trabajo cuyascampañassuelen tener éxito.

Siempre que sea posible, se recomienda crear zonas de nofumadoresa fin de establecer una política contra el consumo detabaco y apoyar a los que defienden el derecho a no ser fuma-dores pasivos. En caso de conflicto entre un fumador y un nofumador, las normativassiempre deben permiti r que prevalezcael no fumador, y cuando no puedan estar separados se deberáexigir al fumador que se abstenga de fumar en el puesto detrabajo.

Además de los lugares en los que debe prohibirse el consumode tabaco por razones de salud o de seguridad, tampoco debeignorarse en otrasáreasla posible sinergia entre losefectosde lacontaminación química en el lugar de trabajo y el humo deltabaco. El peso de tales consideracionesdará lugar, sin duda, auna notable ampliación de las restricciones del consumo detabaco, sobre todo en loslugaresde trabajo industriales.

M ayor presión económi ca contra el tabacoOtro de los instrumentos reguladores en los que confían losgobiernospara frenar el consumo detabaco esla elevación delosimpuestos, sobre todo de los cigarr il los. Es una política encami-nada a disminuir el consumo de tabaco, que justificaría la rela-ción inversa entre el precio del tabaco y su consumo, y quepuededeterminarse comparando la situación en diferentes países.La medida se considera eficazcuando la población está advertidade los peligros del consumo de tabaco y aconsejada acerca dela necesidad de dejar de fumar. Un aumento en el precio deltabaco puede ser un motivo para dejar de fumar. Con todo, estapolítica tiene muchosdetractores, cuyascríticasse basan en argu-

mentosquesecomentan brevemente a continuación.En primer lugar, según muchos especialistas, el aumento del

precio del tabaco por razones fiscales va seguido de una reduc-ción temporal del consumo de tabaco, tras lo cual se produceuna vuelta gradual a los niveles de consumo previos a medidaque los fumadores se acostumbran al nuevo precio. En otraspalabras, los fumadores asimilan un aumento en el precio deltabaco de la misma manera que la gente se acostumbra a otrosimpuestoso a la subidadel coste de la vida.

En segundo lugar, también se ha observado un cambio en loshábitos de los fumadores, quienes, al subir los precios, tienden abuscar marcas más baratas de menor calidad que probable-mente supongan también un riesgo mayor para su salud (porquecarecen de filtro o porque tienen cantidades más elevadas dealquitrán y nicotina). Tal cambio podría llegar a inducir a losfumadores a hacerse sus propios cigarri llos, lo que eliminaríapor completo cualquier posibilidad de controlar el problema.

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En tercer lugar, muchos expertos opinan que las medidas deeste tipo tienden a afianzar la creencia de que el gobiernoacepta el tabaco y su consumo como otra manera más derecaudar impuestos, lo que conduce a la idea contradictoria de

quelo queel gobierno pretendeen realidad esquela gente fumepara poder recaudar más dinero con los impuestos especialessobre el tabaco.

Limitación de la publicidadOtro instrumento utilizado por los gobiernos para reducir elconsumo detabaco esrestringir o, simplemente, prohibir la publi-cidad del producto. Losgobiernosy muchasorganizacionesinter-nacionales tienen una política de prohibir la publicidad deltabaco en ciertas esferas, como los deportes (al menos algunosdeportes), la asistencia sanitaria, el medio ambiente y la educa-ción. Losefectos beneficiosos incuestionablesde esta política sonespecialmente eficaces cuando se elimina la publicidad enentornos que influyen en las personas jóvenes en un momentoen el queesprobable queadopten el hábito defumar.

Programas públicos para animar a las personasa dejar de fumarLa utilización de campañas antitabaco como práctica normal,adecuadamente establecida y organizada como norma deconducta en ciertas esferas, como el mundo del trabajo, hademostradoser muy eficaz.

Campañas para educar a l os fumadoresComplementando lo anteriormente comentado, otro de losinstrumentos de que disponen los gobiernos para reducir losefectos adversos del consumo de tabaco sobre la salud en lapoblación es la educación de los fumadores con el fin de quefumen “mejor” y de que reduzcan su consumo de cigarr illos.Tales medidas deben ir encaminadas a disminuir el consumodiario de cigarri llos, a inhibir la inhalación de humo en la mayormedida posible, a no fumar las colillas de los cigarrillos (la toxi-cidad del tabaco aumenta hacia el final del cigarr illo), a nomantener el cigarr illo constantemente en los labios y a adoptarpreferencias por marcas con menor contenido de alquitrán ynicotina.

Es un tipo de medidas que evidentemente no reducen elnúmero de fumadores, pero sí el daño sufrido por éstos por suhábito. Se han propuesto argumentosen contra de esta clase demedidasdebido a quepueden dar la impresión de quefumar noes un hábito intrínsecamente malo, ya que se dice a los fuma-dorescómo se fumamejor.

Consider aciones finalesLa acción normativa y legislativa de los diferentes gobiernos eslenta y no suficientemente eficaz, sobre todo en comparación conlo que sería necesario considerando los problemas causados porel tabaco. A menudo las causasson los obstáculos legalescontrala aplicación de estas medidas, los argumentos contra la compe-tencia desleal o incluso la protección de los derechos del indi-viduo a fumar. Los progresos en la aplicación de leyes han sidolentos pero constantes. Por otro lado, debe tenerse en cuenta ladiferencia entre los fumadores activos y los fumadores pasivos o“de segunda mano”. Todas lasmedidasque ayudarían a alguiena dejar de fumar, o al menosa reducir su consumo diario, debenir dirigidas al fumador; todo el peso de las normativas deberecaer en combatir este hábito. Deben proporcionarseal fumadorpasivo todoslos argumentos posibles para defender sus derechosa no inhalar humo de tabaco y a disfrutar del uso de entornoslibresdetabaco en el hogar, en el trabajo y en el ocio.

•DETERMINACION Y VALORACION DE

LOS CONTAMINANTES QUIMICOSCONTAMINANTESQUIMICOS

 M. Gracia Rosell FarrásDesde el punto de vista de la contaminación, el aire interior noindustrial muestra varias características que lo diferencian delaire exterior, o aire atmosférico, y del aire del medio ambienteindustrial. Además de los contaminantes presentes en el aireatmosférico, el aire interior también contiene contaminantesgeneradospor losmaterialesdeconstrucción y por lasactividadesque tienen lugar en el interior del edificio. Las concentracionesde contaminantes en el aire interior tienden a ser igualeso infe-riores a las existentes en el aire atmosférico, dependiendo de laventilación; los contaminantes generados por los materiales deconstrucción suelen ser diferentes de los presentes en el aireatmosférico y pueden encontrarse a concentraciones elevadas,mientrasque losgeneradospor lasactividadesdesarrolladasen elinterior del edificio dependen de la naturaleza de estas activi-dadesy pueden tener concentracionessimilaresa lasexistentesenel aire atmosférico, como en el caso del CO y el CO 2.

Por estemotivo,el númerodecontaminantespresentesenel aireinteriornoindustrial esamplioyvariabley losnivelesdeconcentra-ciónson bajos(salvo en loscasosen losqueexiste unaimportantefuente de producción); varían según las condiciones atmosfé-ricas/ climatológicas, el tipo o las características del edificio, suventilación y lasactividadesdesarrolladasen su interior.

AnálisisGran parte de la metodología utilizada para estimar la calidaddel aire interior deriva de la higiene industrial y de determina-ciones de inmisión del aire atmosférico. Existen pocos métodosanalíticos específicamente validados para este tipo de análisis,

aunque algunasorganizaciones, como la Organización Mundialde la Salud y la Environmental Protection Agency de EstadosUnidos están realizando investigaciones en este campo. Otroobstáculo es la escasez de información sobre la relación exposi-ción-efecto con respecto a exposicionesprolongadasa concentra-cionesbajasde contaminantes.

Los métodos analíticos utilizados para la higiene industrialestán diseñadospara determinar concentracioneselevadas, y nose han definido para muchos contaminantes, mientras que elnúmero de contaminantesen el aire interior puedeser elevado yvariado y losnivelesde concentración pueden ser bajos, salvo enciertos casos. La mayoría de los métodos empleados en lahigiene industrial se basan en la toma de muestras y susanálisis;muchos de estos métodos pueden aplicarse al aire interior si seconsideran varios factores: ajustar los métodos a los niveles de

concentración habitualesen el aire interior, aumentar su sensibi-lidad sin reducir la precisión (por ejemplo, aumentando elvolumen del aireensayado)y validar su especificidad.

Los métodosanalíticosutil izadospara determinar lasconcen-tracionesde contaminantesen el aire atmosférico son similaresalosempleadospara el aire interior, deforma quealgunosdeellospueden util izarse directamente para el aire interior mientrasqueotros pueden adaptarse fácilmente. Ahora bien, es importantetener en cuenta que algunosmétodos están diseñadospara unalectura directa de una muestra, mientras que otros requierenuna instrumentación voluminosa y, en ocasiones, ruidosa yademás uti lizan grandes volúmenes de aire en la toma demuestra quepueden distorsionar la lectura.

Planificación de las lecturasPara mejorar la calidad del aire interior puede utilizarse el proce-dimiento tradicional en el campo del control ambiental en el

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lugar de trabajo, que consiste en identificar y cuantificar unproblema, proponer medidas correctoras, asegurarse de que seponen en práctica estas medidasy valorar su eficacia despuésdeun período de tiempo. Se trata deun procedimiento habitual que

no siempre esel másadecuado, ya quea menudo no esnecesariauna evaluación tan exhaustiva mediante la toma de numerosasmuestras. Las medidas exploratorias, que pueden variar desdeuna inspección visual al análisis del aire ambiente por métodosdelectura directa, y que pueden proporcionar una concentraciónaproximada de contaminantes, son suficientes para resolvermuchosde los problemasexistentes. Una vez que se han tomadolasmedidascorrectoras, pueden evaluarse los resultadoscon unasegunda determinación, y sólo cuando no exista una claraevidencia de mejoría se realizará una inspección másexhaustiva(con determinaciones en profundidad) o un estudio analíticocompleto (FondoSuecopara el AmbientedeTrabajo 1988).

Las principales ventajas de este procedimiento sobre elmétodo más tradicional son el coste, la velocidad y la eficacia,pero requiere personal competente, con experiencia, y la

utilización del equipo apropiado. En la Figura 44.5 se resumenlosobjetivosde lasdiferentesfasesdeeste procedimiento.

Estr ategia de la toma de m uestr asEl control analítico de la calidad del aire interior debe conside-rarse como un último recurso cuando la inspección previa deexploración no proporciona resultados positivos, o si son nece-sariosuna evaluación oun control de losensayosiniciales.

Suponiendo un cierto conocimiento previo de las fuentes decontaminación y de los tipos de contaminantes, las muestras,incluso cuando sea un número limitado, deben ser representa-tivas de los diversos espacios estudiados. La toma de muestrasdebe planificarse para responder las preguntas ¿Qué? ¿Cómo?¿Dónde?y ¿Cuándo?

QuéLos contaminantes en cuestión deben ser identificados de ante-mano y, considerando los diferentes tipos de información quepueden obtenerse, debe decidirse si realizar determinación deemisión o de inmisión .

Las determinaciones de la emisión para la calidad del aireinterior permiten conocer la influencia de diferentes fuentesde

contaminación, de las condiciones climáticas, de las caracterís-ticas del edificio y de la intervención humana, lo que nospermite controlar o reducir lasfuentesde emisionesy mejorar lacalidad del aire interior. Existen diferentestécnicaspara realizar

este tipo de determinación: colocar un sistema de captación junto a la fuente de emisión, definir un área de trabajo l imitaday estudiar las emisiones como si representaran las condicionesreales de trabajo, o trabajar en condiciones forzadas aplicandosistemasde control que sebasan en el espacio de la cabeza.

Lasdeterminacionesde la inmisión nospermiten establecer elnivel de contaminación del aire interior en las diferentes áreasdel edificio divididas en compartimentos, haciendo posible lacreación de un mapa de la contaminación de toda la estructura.Util izando estas determinaciones, identificando las di ferentesáreas en las que las personas han realizado sus actividades ycalculando el tiempo que han pasado realizando esa tarea, seráposible establecer los niveles de exposición. Otra forma dellevarlo a cabo es hacer que los trabajadores lleven dispositivosdecontrol duranteel trabajo.

Si el número de contaminantesesamplio y variado puede sermáspráctico seleccionar algunassustancias indicativasde formaquela determinación sea representativa y no demasiado cara.

CómoLa selección del tipo de determinación dependerá del métododisponible (lectura directa o toma de muestras y análisis) y de latécnicademedición: emisión o inmisión.

 DóndeEl lugar elegido debe ser el másapropiado y representativo paraobtener muestras. Para ello debeconocerseel edificio que se estáestudiando: su orientación con respecto al sol, el número dehorasquerecibe luz solar directa, el número depisos, el tipo dedivisiónen compartimentos, si la ventilación es natural o artificial, si

pueden abrirse lasventanas, etc. También esnecesario conocer elorigen de lasquejasy los problemas; por ejemplo, si se producenen los pisos superiores o inferiores, o en las áreas próximaso distantes a las ventanas, o en las áreas con una ventilación oiluminación deficientes, entre otros. La selección de los mejoreslugares para tomar las muestras se basará en toda la informa-ción disponible con respecto a los criterios anteriormentemencionados.

CuándoDecidir cuándo realizar lasdeterminacionesdependerá de cómocambien las concentraciones de contaminantes del aire en eltiempo. La contaminación puede detectarse inicialmente por lamañana, durante la jornada de trabajo o al final del día; puededetectarse al comienzo o al final de la semana; durante el

invierno o el verano; cuando el aire acondicionado está conec-tado o desconectado; o bien en otrosmomentos.

Para abordar estos aspectoscorrectamente, debe conocerse ladinámica del ambiente interior en cuestión. También es nece-sario conocer el objetivo de las muestras, que se basará en lostipos de contaminantes que interese investigar. En la dinámicadel ambiente interior influyen la diversidad y variabilidad delasfuentes de contaminación, las diferencias físicas de los espaciosestudiados, el tipo de compartimentación, el tipo de ventilacióny climatización util izada, lascondiciones atmosféricas exteriores(viento, temperatura, estación, etc.) y las características deledificio (número de ventanas, su orientación, etc.).

Los objetivos de las determinaciones definirán si la toma demuestrasse llevará a cabo durante intervalosde tiempo cortosolargos. Si se cree que los efectos de los contaminantes en cues-tión sobre la salud son prolongados, deberán determinarse lasconcentraciones promedio durante períodos largos de tiempo.

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RIESGO S GEN ERALES

Figura 44 .5 • Planificación de las determinaciones parauna evaluación de exploración.

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Para las sustancias con efectos agudos pero no acumulativos,bastará realizar determinaciones durante períodos cortos detiempo. Si sesospechan emisionesintensasde corta duración, serequerirán tomas de muestras frecuentes durante períodos

cortos para detectar el tiempo de emisión. Con todo, no debeolvidarse que en muchos casos las opcionespara utili zar uno uotro tipo de método de toma de muestras depende de losmétodosanalíticosdisponibleso exigidos.

Si después de considerar todas estas cuestiones no está sufi -cientemente claro cuál esel origen del problema, o cuándo tienelugar con mayor frecuencia, la decisión con respecto a cuándo ydónde tomar muestras deberá realizarse al azar, calculando elnúmero demuestrasen función de la fiabilidad y loscostesdelasmismas.

Técnicas de determinaciónLos métodos disponibles para tomar muestras del aire interiorpara su análisis pueden agruparse en dostipos: métodosbasados

en una lectura directa y métodos en los que se toman muestraspara un posterior análisis.Los métodos basados en una lectura directa son aquellos en

los que la toma de la muestra y la determinación de la concen-tración de contaminantes se realizan de forma simultánea; sonrápidos y las determinaciones son instantáneas, por lo queproporcionan datosprecisosa un coste relativamente bajo. Entreestos métodos se incluyen los tubos colorimétricos  y los monitores específicos .

El uso de tuboscolorimétricos se basa en el cambio de colorde un reactivo específico al entrar en contacto con un contami-nante concreto. Los más utilizados son los tubos que contienenun reactivo sólido, por los que se hace pasar el aire medianteuna bomba manual. La valoración de la calidad en el aire inte-rior con tubos colorimétricos sólo es útil para determinaciones

de exploración y para determinar emisionesesporádicas, ya quesu sensibi lidad suele ser baja, salvo para algunoscontaminantescomo el CO y el CO2, que pueden estar presentesa concentra-ciones elevadas en el aire interior. Es importante tener encuenta que la precisión de este método es baja y que a menudoexisten interferencias por contaminantes que no están siendoinvestigados.

En el caso de losmonitoresespecíficos, la detección de conta-minantesse basa en principios físicos, eléctricos, térmicos, elec-tromagnéticos y quimioelectromagnéticos. La mayoría de losmonitoresde este tipo pueden util izarse para realizar determina-cionesde corta o largaduración y obtener un perfil de contami-nación en un lugar concreto. Su precisión viene determinadapor sus respectivos fabricantes, y su uso correcto requiere cali-bracionesperiódicasmediante atmósferascontroladaso mezclas

de gas certificadas. La precisión y la sensibilidad de los moni-tores es cada vez mayor. Muchos de ellos poseen memoriainterna para almacenar laslecturas, queposteriormente puedentransferirse a ordenadores para la creación de bases de datos ypara una organización y recuperación sencilla de losresultados.

Los métodosde toma de muestrasy losanálisis pueden clasifi -carse en activos  (o dinámicos) y pasivos , dependiendo de latécnica.

Con los sistemas activos, los contaminantes pueden captarsehaciendo pasar el aire a travésdeun soporte en losque se atrapael contaminante, concentrando así la muestra. El proceso selleva a cabo con fil tros, sólidos adsorbentes y soluciones absor-benteso reactivascolocadasen borboteadoreso impregnadasenmaterial poroso, a través de los cualesse hace pasar el aire y seanalizan los contaminantes o los productos de reacción. Para elanálisis de lasmuestrasde aire obtenidas por sistemas activos serequiere un captador, una bomba para mover el aire y un

sistemapara medir el volumen de aire muestreado, bien directa-menteo bien utilizando datossobre el flujo y la duración.

El flujo y el volumen de aire muestreado se especifican en losmanualesde referencia o deben determinarse mediante ensayos

previos, y dependerán de la cantidad y del t ipo de absorbente oadsorbente utilizado, de los contaminantes que se estánmidiendo, del tipo de determinación (emisión o inmisión) y delestado del aire ambiente durante la toma de la muestra(humedad, temperatura, presión). La eficacia de la recogidaaumenta al disminuir el caudal de aire en la captación o alaumentar la cantidad de captador utilizado, bien directamente ocolocando captadoresen serie.

Otro tipo demuestreo activo esla toma directadeaire en unabolsa u otro tipo de contenedor inerte, impermeable y hermé-tico. Este tipo de toma de muestrasse utiliza para algunosgases(CO, CO2, H2S, O2) y resulta útil como una medida deexploración cuando se desconoce el tipo de contaminante.El inconveniente es que al no concentrar la muestra la sensibi-lidad puede ser insuficiente, por lo que podría ser necesario un

procesamiento máscomplejo en el laboratorio para aumentar laconcentración.Los sistemas pasivos capturan contaminantes por difusión o

permeación sobre una base que puede ser un adsorbente sólido,bien solo o impregnado con un reactivo específico. Son sistemasmás cómodos y fáciles de util izar que los sistemas activos.No requieren bombas para tomar la muestra ni personal muypreparado. Lostiemposde toma demuestra pueden ser largos, ylosresultadosson concentracionesmedias. Esun método quenopuede utilizarse para medir concentraciones máximas; en estoscasos deben utilizarse sistemas activos. Para emplear correcta-mente sistemas pasivos es importante conocer la velocidad a laque se capta cada contaminante, que dependerá del coeficientededifusión del gaso vapor y del diseño del monitor.

En la Tabla 44.10 se muestran lascaracterísticas másimpor-

tantesdecada método demuestreo y la Tabla 44.11 presenta losdiversosmétodosutil izados para obtener y analizar lasmuestraspara loscontaminantesdel aire interior másimportantes.

Selección del métodoPara seleccionar el mejor método de muestreo, en primer lugardebe determinarse queexisten métodosvalidadospara losconta-minantes en estudio y comprobarse que se disponede los instru-mentos y materiales apropiados para recoger y analizar elcontaminante. Generalmente esnecesario saber cuál será el costey la sensibilidad requerida para el trabajo, así como conocer loselementos que pueden interferir en la determinación, depen-diendo del método escogido.

La estimación de las concentraciones mínimas de lo que seespera medir resulta muy útil al evaluar el métodoutil izado para

analizar la muestra. La concentración mínima requerida estádirectamente relacionada con la cantidad de contaminante quepuede recogerse considerando las condiciones especificadasporel método empleado (es decir, el t ipo de sistema uti lizado paratomar la muestra, o la duración de la toma de muestras y elvolumen de aire muestreado). Tal cantidad mínima es la quedetermina la sensibilidad requerida del método util izado para elanálisis; puede calcularse a part ir de datos de referencia publi -cados para un contaminante o grupo de contaminantesespecí-fico, siempre que estos datos se hayan obtenido mediante unmétodo simi lar al que se va a uti lizar. Por ejemplo, si en el áreaen estudio se encuentran generalmente concentraciones dehidrocarburos de 30 (µg/ m3), el método analítico empleadodebe permiti r la determinación de estas concentraciones sindificultad. Si la muestra se obtiene con un tubo de carbón acti-vado durante cuatro horas y con un flujo de 0,5 litros porminuto, la cantidad de hidrocarburos recogida en la muestra se

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calcula multiplicando el flujo de la sustancia por el períodode tiempo de monitorización. En el ejemplo anterior, esto equi-vale a:

µg dehidrocarburos≥ µg/ m3 / 103 × 4h × 60 min × 0,5 l/ min ≥ 3,6 µg

Para esta aplicación puede utilizarse cualquier método paradetectar hidrocarburosque requiera que la cantidad presente enla muestra sea inferior a 3,6 µg.

Otra estimación podría calcularse a partir del límite máximoestablecido como límite permisible para el aire interior con

respecto al contaminante que se está determinando. Si noexisten estas cifras y no se conocen las concentraciones habi-tualespresentesen el aire interior ni la tasa a la quese está libe-rando el contaminante al espacio, pueden utilizarse

aproximaciones basadas en los niveles potenciales del contami-nante que pueden afectar de forma negativa a la salud.El método elegido debe ser capaz de medir el 10 % del límiteestablecido o dela concentración mínima quepuede afectar a lasalud. Aún si el método de análisis elegido tiene un grado desensibi lidad aceptable, es posible encontrar concentracionesde contaminantespor debajo del límite inferior de detección delmétodo elegido. Es algo que debe tenerse en cuenta al calcularlas concentraciones promedio. Por ejemplo, si de diez determi -naciones realizadas, tresse encuentran por debajo del límite dedetección, deberán calcularse dospromedios: uno asignando unvalor de 0 a estas tres determinaciones y otro asignándoles ellímite de detección más bajo, lo cual proporciona un promediomínimo y un promedio máximo. El promedio determinado realseencontrará entre estosdosvalores.

Procedimientos analíti cosEl número decontaminantesdel aire interior eselevado y éstosseencuentran presentes en concentraciones bajas. La metodologíadisponible hasta ahora se basa en la adaptación de métodosutili-zadospara controlar la calidad del aire atmosférico o del exteriory la del aire del medio ambiente industrial. La adaptación deestosmétodospara el análisisdel aire interior implica cambiar elrango dela concentración buscada, cuando el método lo permite,utilizando tiempos de muestreo más largos y cantidades mayoresde absorbentes o adsorbentes. Todos estos cambios son apro-piados cuando no conllevan una pérdida de fiabilidad o preci-sión. La determinación deunamezcla decontaminantessuele ser

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Características Activa Pasiva Lecturadirecta

Determinaciones a intervalos de tiempo + +

Determinaciones a largo plazo + +

Monitorización +

Concentración de la muestra + +

Determinación de inmisión + + +

Determinación de emisión + + +

Respuesta inmediata +

Significa que el método dado es adecuado para el método de determinación o los criterios

de determinación deseados.

Tabla 4 4.10 • Metodología pa ra la toma de muestras.

+

Contaminan te Lectura d irecta Métodos Análisis

Captura por difusión Captura porconcentración

Captura directa

Monóxido de carbono Célula electroquímicaEspectroscopia de infrarrojos

Bolsa o contenedor inerte CGa

Ozono Quimioluminiscencia Borboteador UV-Visb

Dióxido de azufre Célula electroquímica Borboteador UV-Vis

Dióxido de nitrógeno QuimioluminiscenciaCélula electroquímica

Filtro impregnado con unreactivo

Borboteador UV-Vis

Dióxido de carbono Espectroscopia de infrarrojos Bolsa o contenedor inerte CG

Formaldehído — Filtro impregnado con unreactivo

BorboteadorSólidos adsorbentes

CLARc

PolarografíaUV-Vis

COV CG portátil Sólidos adsorbentes Sólidos adsorbentes Bolsa o contenedor inerte CG ( DCEd-DILe-DNPf-DFIg)CG-EMh

Plaguicidas — Sólidos adsorbentesBorboteadorFiltroCombinaciones

CG( DCE-FPD-DNP)CG-EM

Partículas — Sensor óptico Filtro ImpactorCiclona

GravimetríaMicroscopia

 — = Método no adecuado para el contaminante.a

CG= cromatografía de gas.b

UV-Vis = espectrofotometría ultravioleta visible.c

CLAR = cromatograf ía líquida de alta resolución.d

CDE = detecto r de captura de electrones.e DIL = detector de ionización de llama. f DNP = detector de nitrógeno/ f ósforo. g DFI = detector de fotoionización. h EM = espectrometría de masa.

Tabla 44 .11 • Métodos de detección de gases en el aire interior.

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cara y los resultados obtenidos imprecisos. En muchos casos, loúnico que se garantizará será la obtención de un perfil de conta-minación que indicará el nivel de contaminación durante losintervalosde muestreo, en comparación con el aire limpio, con elaire atmosférico o con otros espacios de interior. Los monitoresde lectura directa se utilizan para controlar el perfil de contami-nación, pero pueden no ser adecuadossi son demasiado ruidososo grandes. Actualmente se están diseñando monitores máspequeños y más silenciosos con una mayor precisión y sensibi-lidad. En la Tabla 44.12 se muestra un esquema del estado actualde los métodos utilizados para medir los diferentes tipos decontaminantes.

 Análisis de gasesLos métodos activos son los más util izados para el análisis degases, y se llevan a cabo utilizando soluciones absorbentes osólidosadsorbentes, o tomando directamente una muestra deairecon una bolsa u otro contenedor inerte y hermético. Paraprevenir la pérdida de parte de la muestra y aumentar la exac-titud de la determinación, el volumen de la muestra debe sermenor y la cantidad de absorbente o adsorbente utilizado debeser mayor que para otrostipos de contaminación. También debetenerse cuidado al transportar y almacenar la muestra (conser-vándola a baja temperatura y reduciendo el tiempo transcurridohasta su análisis). Los métodos de lectura directa se utilizan congran frecuencia para medir gases, por la considerable mejora delas prestaciones de los monitores modernos, más sensibles y

precisosqueantes. Debido a su facilidad deuso y al nivel y el t ipode información que proporcionan, están sustituyendo de formaprogresiva a los métodos tradicionales de análisis. En laTabla 44.13 se muestran los niveles mínimos de detección paralosdiversosgasesestudiadosconsiderando el método demuestreoy el análisisutilizado.

Monóxido y dióxido de carbono, contaminantes habitualesdel aire interior, se determinan utilizando monitores que losdetectan directamente por medios electroquímicoso infrarrojos,aunque los detectores por infrarrojos no son muy sensibles.También pueden determinarse tomando muestrasde aire direc-tamente con bolsas inertes y analizando la muestra mediantecromatografía de gases con un detector de ionización de llama,que transforma los gases a metano por medio de una reaccióncatalítica antesde su detección. Losdetectoresde conductividadtérmica suelen ser suficientemente sensibles para determinarconcentracioneshabitualesdeCO2.

DióxidodenitrógenoSe han desarrollado diversosmétodospara detectar el dióxido denitrógeno, NO2, en el aire interior utilizando monitorespasivosytomando muestraspara un análisis posterior, pero estos métodoshan mostrado problemas de sensibilidad que probablemente seresolverán en el futuro. El método más conocido es el tubo dePalmes, que tieneun límite dedetección de 300 ppb. En el marcono industrial, se deberán tomar muestras durante un mínimo decinco días para obtener un límite de detección de 1,5 ppb, tresveces superior al valor del blanco para una exposición de unasemana. También se han desarrollado monitores portátiles condetección en tiempo real basadosen la reacción quimicolumínicaentre el NO2 y el reactivo luminol, pero los resultados obtenidoscon este método pueden modificarse por la temperatura y sulinealidad y sensibilidad dependen de las características de lasolución de luminol uti lizada. Losmonitorescon sensoreselectro-químicosposeen una sensibilidad mayor, pero pueden sufri r inter-ferenciaspor loscompuestosquecontienen azufre (Freixa 1993).

Dióxidodeazufre

Para determinar el dióxido deazufre, SO2, en un ambiente inte-rior se utiliza un método espectrofotométrico. Se hace borbotearla muestra de aire a través de una solución de tetracloromercu-riato para formar un complejo estableque, a su vez, sedeterminaespectrofotométricamente despuésde reaccionar con pararosani-lina. Otros métodos se basan en la fotometría de llama y en lafluorescencia ultravioleta pulsante, y también existen métodosbasados en la derivación de la determinación antes del análisisespectroscópico. Esun tipo dedetección uti lizado para monitoresde aire atmosférico, aunque no es adecuado para el análisis delaire interior debido a la falta de especificidad y a quemuchosdeestosmonitoresrequieren un sistema de ventilación para eliminarlos gases que generan. Dado que se han reducido enormementelas emisiones de SO2 y a que este compuesto no es considerado

un contaminante importante del aire interior, el desarrollo demonitorespara su detección no ha avanzado mucho. Ahora bien,existen instrumentos portátiles en el mercado que puedendetectar el SO2 basándose en la detección de pararosanilina(Freixa 1993).

Ozono

El ozono, O3, sólo puedeencontrarse en ambientesde interior ensituaciones especialesen lasque se genera de forma continua, yaquese degrada rápidamente. Se determina mediantemétodosdelectura directa, tuboscolorimétricosy métodosde quimioluminis-cencia. También puede detectarse por métodos uti lizados enhigiene industrial que pueden adaptarse fácilmente para el aireinterior. La muestra se obtiene con una solución absorbente deyoduro potásico en un medio neutral y a continuación se somete

a análisis espectrofotométrico.

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Contaminante Monitor de lectura directaa Muestreo y análisis

Monóxido de carbono + +

Dióxido de carbono + +

Dióxido de nitrógeno + +

Formaldehído – +

Dióxido de azufre + +

Ozono + +

COV + +

Plaguicidas – +

Particulados + +

a ++ = uti lizado con gran frecuencia; + = uti lizado con menor frecuencia; – = no aplicable.

Tabla 44.1 2 • Métodos utilizados para el análisis decontaminantes químicos.

Contaminan te Mon itor de lecturadirecta

Análisis de toma demuestra y activo/ pasivo

Monóxido de carbono 1,0 ppm 0,05 ppm

Dióxido de nitrógeno 2 ppb 1,5 ppb ( 1 semana) b

Ozono 4 ppb 5,0 ppb

Formaldehído 5,0 ppb ( 1 semana) b

a Los monitores de dióxi do de carbono que usan espestroscopia de infrarrojos siempre son suficiente-mente sensibles. b Monitores pasivos (duración de la exposición).

Tabla 44. 13 • Límites inferiores de detección para algunosgases por monitores utilizados para valorarla calidad del aire interior a.

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FormaldehídoEl formaldehído esun contaminante importante del aire interior,y debido a suspropiedadesquímicasy tóxicasse recomienda unaevaluación individualizada. Existen diferentes métodos paradetectar el formaldehído en el aire, todosellosbasadosen la tomade muestras para un análisis posterior, con fi jación activa o pordifusión. El método de captura más apropiado dependerá deltipo de muestra (emisión o inmisión) utilizado y de la sensibil idaddel método analítico. Los métodos tradicionales se basan en laobtención de una muestra haciendo borbotear el aire a través deagua destilada o de una solución de bisulfato sódico al 1 % a5 °C, y a continuación analizándolo por métodosespectrofluoro-métricos. Durante su almacenamiento, también debeconservarsea 5 °C. El SO2 y los componentes del humo del tabaco puedeninterferir en el análisis. Cadavez se utilizan con mayor frecuenciaen el análisis del aire interior sistemas o métodos activos quecapturan contaminantes por difusión con adsorbentes sólidos;constan de una base que puede ser un filtro o un sólido saturadocon un reactivo, como el bisulfato sódicoo la 2,4-difenilhidrazina.

Los métodosque toman el contaminante por difusión, ademásdelas ventajas generalespropias del método, son más sensibles quelos métodos activos debido a que el tiempo necesario paraobtener la muestra esmayor (Freixa 1993).

 Detección de compuestos orgánicos volátiles (COV)Losmétodosutilizadospara medir o monitorizar losvaporesorgá-nicosen el aire interior deben cumplir una seriedecriterios: teneruna sensibil idad del orden departespor billón (ppb) a partesportri llón (ppt), los instrumentos utilizadospara tomar la muestra orealizar la lectura directadeben ser portátilesyfácilesdemanejar, ylosresultadosobtenidosdeben ser precisosy susceptiblesde dupli-cación. Son muchoslosmétodosquecumplen estoscriterios, perolosmásuti lizadospara analizar el aire interior sebasanen la tomademuestrasy el análisis. Existenmétodosdedetección directa que

consisten en cromatógrafos de gases portátiles con diferentesmétodosde detección. Se trata de instrumentoscaros, de manejodifícil y uti lizablessólo por personal preparado. Para compuestosorgánicospolaresy no polaresconun punto deebullición deentre0 °C y 300 °C, el adsorbentemásuti lizado parasistemasdemues-treo pasivos y activos ha sido el carbón activado. También seemplean polímerosporososy resinaspoliméricas, comoTenaxGC,XAD-2 y Ambersorb.El másutilizadodeellosesTenax. Lasmues-tras obtenidas con carbón activado se extraen con disulfuro decarbonoy seanalizan por cromatografíadegasesconionizacióndellama, captura de electrones o detectores de espectrometría demasa,seguidodeun análisiscualitativo y cuantitativo. Lasmuestrasobtenidas con Tenax suelen extraersepor desorción térmica conhelio y secondensan en unatrampa denitrógeno líquido antesdeintroducirlasen el cromatógrafo. Otro método común consiste enobtener muestrasdirectamente, utilizando bolsaso contenedoresinertes, introduciendo el aire directamente en el cromatógrafo degaseso concentrandoprimero la muestra con un adsorbentey unatrampa fría. Loslímitesde detección de estosmétodosdependendel compuesto analizado, del volumen de muestra tomado, de lacontaminación basal y delos límitesdedetección del instrumentoempleado.Debidoa queesimposible cuantificar todosy cadaunode los compuestospresentes, la cuantificación suele realizarseporfamilias, utilizando comoreferencia compuestoscaracterísticosdecadaunadeellas. EnladeteccióndeCOV en el aire interior esmuyimportante la pureza de los disolventes util izados. Si se aplicadesorción térmica, lapurezadelosgasestambiénesimportante.

 Detección de plaguicidas

Los métodos empleadoshabitualmente para detectar plaguicidasen el aire interior consisten en la toma de muestras con

adsorbentes sólidos, aunque no se descarta el uso deborboteadoresy sistemas mixtos. El adsorbente sólido másutili-zado ha sido el polímero poroso Chromosorb 102, aunque cadavez esmásfrecuente el uso deespumasdepoliuretano (EPU) que

pueden capturar un mayor número de plaguicidas. Los métodosde análisis varían de acuerdo con el método de muestreo y elplaguicida. Generalmente se analizan por cromatografía de gasescon diferentes detectores específicos, desde captura de electroneshasta espectrometría de masa. La capacidad de este últimométodo para identificar compuestosesconsiderable. El análisis deestos compuestos presenta variosproblemas, como la contamina-ción de laspartes de vidrio de lossistemasde toma de muestrascon cantidadesmínimasdebifenilospoliclorados(BPC), ftalatosoplaguicidas.

 Detección de polvo o partículas ambientalesPara la captura y análisis de partículas y fibras en el aire sedispone de una gran variedad de técnicas y equipos adecuadospara la valoración de la calidad del aire interior. Los monitores

que permiten una lectura directa de la concentración de partí-culasen el aire utilizan detectoresde luz difusa, mientras que losmétodos basados en la toma de muestras y análisis utilizan lapesada y el análisiscon un microscopio. Esun tipo deanálisis querequiere un separador, como un ciclón o un impactor, paraeliminar las partículasde mayor tamaño antes de poder utilizarun filtro. Los métodos que emplean un ciclón son bastanteprecisos, pero requieren unoscaudalesde aire bajos, por lo quelatoma de muestras requiere mucho tiempo. Losmonitorespasivosofrecen una precisión excelente, pero están influidos por latemperatura ambiente y tienden a dar valoresmás altoscuandolaspartículasson pequeñas.

•CONTAMINACION BIOLOGICA

CONTAMINACION BIOLOGICA

 Brian Flannigan

Características y orí genes de la contami naciónbiológica del aire interiorAunque existe una amplia variedad departículasde origen bioló-gico (biopartículas) en el aire interior, en la mayoría de losambientesde trabajo de interior losmicroorganismos(microbios)tienen gran importancia para la salud. Además de microorga-nismos(como virus, bacterias, hongosy protozoos), el aire interiorpuede contener granosde polen, detritusanimal y fragmentosdeinsectos y ácaros y sus productos de excreción (Wanner y cols.1993). Además de los aerosoles biológicos de estas partículas,también puede haber compuestosorgánicosvolátilesqueemanan

de organismos vivos, como las plantas y los microorganismospresentesen el interior.

 PolenLos granosde polen contienen sustancias(alergenos) que puedencausar respuestas alérgicas en personas susceptibles o atópicas,quese manifiestan generalmente como “ fiebredel heno” o rinitis.La alergia se asocia principalmente al medio ambiente exterior;en el aire interior, lasconcentracionesde polen suelen ser consi-derablemente menores que en el aire atmosférico La diferenciaen la concentración depolen entre el aire exterior y el interior esmayor en el caso de losedificiosen losque lossistemasde calefac-ción, ventilación y aire acondicionado (CVAA) tienen una filtra-ción eficaz en la entrada del aire externo. Las unidades de aireacondicionado de ventana también producen nivelesde polen en

el interior másbajosque losexistentesen edificioscon ventilaciónnatural. El aire dealgunosambientesdetrabajo de interior puede

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llegar a tener un contenido elevado de polen, como en el caso dequeexista un gran número deplantascon f lorespor razonesesté-ticaso en los invernaderoscomerciales.

 DetritusEl detri tus está constituido por partículas finas de piel, pelo yplumas (y saliva y orina desecadas), y es una fuente de potentesalergenos que pueden causar ataques de rinitis o asma enpersonas susceptibles. Las principales fuentes de detritus enambientes de interior suelen ser los gatos y los perros, perotambién son fuentes potenciales las ratas y los ratones (comomascotas, animales de experimentación o vermes), hámsters, jerbos (una especie de rata del desierto), cobayas y pájaros de jaula. El detri tusoriginado por éstosy otrosanimalesde granja yde compañía (como los caballos) puede estar en la ropa, pero enlosambientesdetrabajo la mayor exposición al detri tusprobable-mente tenga lugar en instalaciones de cría de animales y labora-torioso en edificiosinfestadosdevermes.

 InsectosAunque estos organismos y sus productos excretores puedencausar también alergias respiratorias y de otra naturaleza, noparecen contribuir de forma significativa a la carga biológica ensuspensión en el aire en la mayoría de las situaciones. Laspartí-culas de cucarachas (especialmente Bl atell a ger manica  y Periplaneta americana ) pueden ser un componente importante en ambientesdetrabajo insalubres, cálidos y húmedos. Las exposiciones a partí-culas de cucarachas y otros insectos, como langostas, gorgojos,escarabajosy moscas de la fruta, pueden ser causa de problemasde salud entre los trabajadores de instalaciones de cría deanimalesy laboratorios.

 AcarosSon arácnidos que se asocian en particular al polvo, pero puedehaber fragmentosdeestosparientesmicroscópicosde lasarañasyde susproductosde excreción (heces) en el aire interior. El ácarodel polvo de casa, D ermatophagoides pteronyssinus , es la especie másimportante. Junto a sus parientescercanos, es una causa impor-tante de alergia respiratoria. Se asocia principalmente a loshogares, donde abunda en lasropasde cama, pero también estánpresentesen los mueblestapizados. Existen algunas pruebas queindican que estos muebles pueden constituir nichos de ácaros enlasoficinas. Losácaros de almacén asociados a los alimentosy alospiensospara animalesalmacenados, como Acarus , Glyciphagus yT yrophagus , también pueden aportar fragmentos alergénicos alaire interior. Aunqueesmásprobable queafecten a losgranjerosy a trabajadores que manipulan género alimentario a granel,como D. pteronyssinus , puede haber ácarosde almacén en el polvode losedificios, en particular en condicionescalurosasy húmedas.

VirusLos virus son microorganismosmuy importantesen términosdelnivel total de problemas de salud que causan, pero no puedenvivir de forma independiente fuera de células y tejidos vivos.Aunque existen pruebas que indican que algunos de ellos sedesplazan en el aire recirculante de los sistemas CVAA, el prin-cipal medio de transmisión es el contacto entre personas.La inhalación a corta distancia de aerosolesgeneradosal toser oestornudar, como en el caso de los virus del resfriado y de lagripe, también es importante. Por consiguiente, es probable quelas tasas de infección sean mayores en situaciones de aglomera-ción humana. No existen cambiosevidentesen el diseño o gestiónde losedificiosquepuedan modificar esta situación.

 BacteriasSon microorganismos que se dividen en dos categorías princi-pales, dependiendo desu reacción a la tinción deGram. Lostiposgrampositivos másfrecuentes se originan en la boca, la nariz, la

nasofaringe y la piel, y son Staphylococcus epidermidi s , S. aureus  yespecies de Aerococcus , M icrococcus  y Streptococcus . Las bacteriasgramnegativasno suelen ser abundantes, pero en ocasionesespe-ciesde Actinetobacter , Aeromonas , Flavobacterium y especialmente Pseu- domonas  pueden ser importantes. El agente causal de laenfermedad del legionario, L egionell a pneumophil a , puede estarpresente en suministros de agua caliente y en humidificadoresdeaire acondicionado, así como en equiposde terapia respiratoria, jacuzzis , saunasy duchas. Se propaga desde estas instalaciones enaerosoles acuosos, pero también puede entrar en los edificiosen el aire procedente de torres de refrigeración próximas.El tiempo de supervivencia para L . pneumophila  en el aire interiorpareceno ser mayor de15 minutos.

Además de las bacterias unicelulares anteriormente mencio-nadas, también existen tipos filamentososque producen esporas

dispersadas por el aire, los actinomicetos. Parecen estarasociadosa materialesestructuraleshúmedos, y pueden producirun olor a tierra característico. Dosde estasbacteriascapaces decrecer a 60 °C, Faenia rectivirgula  (antiguamente llamada M icro- polyspora faeni ) y T hermoactinomyces vulgari s , pueden estar presentesen humidificadoresy otrosequiposdeCVAA.

 HongosLos hongosse dividen en dosgrupos: el primero, las levadurasymohos microscópicos conocidos como microhongos, y el se-gundo, loshongosdel yeso y de la madera podrida, denominadosmacrohongos, ya que producen esporas macroscópicas aprecia-bles a simple vista. Además de las levaduras unicelulares, loshongoscolonizan sustratosformando redes(micelio) o filamentos(hifas). Los hongosfilamentososproducen numerosasesporasque

se dispersan por el aire a partir de estructuras microscópicas(productoras de esporas en los mohos) y de estructuras grandes(productorasdeesporasen los macrohongos).

Existen esporas de muchosmohosdiferentes en el aire de lascasasy de los lugaresde trabajo no industriales, pero probable-mente losmásfrecuentessean lasespeciesde Cladosporium , Penici- l l ium , Aspergillus y Eurotium . Algunos mohos presentes en el aireinterior, como lasespeciesde Cladosporium , son abundantesen lassuperficies de las hojasy de otras partes de las plantas del exte-rior, en particular en verano. En cualquier caso, aunque lasesporaspresentesen el aire interior pueden originarseen el exte-rior, la Cladosporium  también es capaz de crecer y produciresporas sobre superficies húmedas en el interior, contr ibuyendoasí a la carga biológica del aire interior. Se considera que lasdiversas especies de Penicillium  se originan generalmente en el

interior, al igual que Aspergillus  y Eurotium . En la mayoría delas muestras de aire interior se encuentran levaduras, y enocasiones pueden estar presentes a niveles elevados. Las leva-duras rosas Rhodotorula  o Sporobolomyces  son componentes desta-cados de la flora en suspensión en el aire y también puedenaislarsedesuperficiesafectadaspor mohos.

Los edificios proporcionan numerosos nichos o r incones quecontienen el material orgánico muerto que sirve como nutrientea la mayoría de los hongos y bacterias para su crecimiento yproducción de esporas. Los nutr ientes están presentes en mate-rialescomo lossiguientes: madera; papel, pintura y otros revesti-mientos de superficies; mobiliario como alfombras y mueblestapizados; tierra de macetas; polvo; escamas de piel y secre-ciones de seres humanos y de otros animales; y en alimentoscocinadosy susingredientescrudos. El hechodequetenga lugaro no el crecimiento de estos microorganismosdepende del nivelde humedad. Las bacterias sólo son capaces de crecer en

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superficies saturadas, o en el agua de lasbandejasde drenaje,reservorios y similares de los equipos CVAA. Algunos mohostambién requieren condicionesde casi saturación, pero otrossonmenos exigentes y pueden proli ferar en materiales húmedos

aunque no estén totalmente saturados. El polvo puede ser unlugar de depósito y, si está suficientemente húmedo, un lugar decultivo para los mohos. Por consiguiente, una cantidad impor -tante de esporas entran en suspensión en el aire cuando semueveel polvo.

 ProtozoosLos protozoos, como Acanthamoeba y Naegleri  son animalesunicelu-lares microscópicos que se alimentan de bacterias y otras partí-culas orgánicas presentes en humidificadores, reservorios ybandejas de drenaje de sistemas CVAA. Pueden formarse aero-soles de partículas de estos protozoos, que se han citado comocausasposiblesdefiebre por humidificadores.

Compuestos orgánicos volátiles microbianos

Los compuestosorgánicosvolátilesmicrobianosvarían considera-blemente en su composición química y su olor. Algunos sonproducidos por una amplia variedad de microorganismos, perootros están asociados a especies particulares. El denominadoalcohol del champiñón, 1-octen-3-ol (que posee un olor a cham-piñonesfrescos) se encuentra entre los producidospor numerososmohos diferentes. Otros compuestos volátiles menos frecuentesson la 3,5-dimetil -1,2,4-tritiolona (descrito como “ fétido” ); lageosmina, o 1,10-dimetil-trans-9-decalol (“terroso”); y la 6-pen -til-α-pirona (“ coco”, “ mohoso”). Entre las bacterias, especies dePseudomonas  producen pirazinas con un olor a “ patata mohosa”.El olor de cualquier microorganismo es el producto de unamezcla compleja deCOVM.

H istori a de los problemas microbiológicos de la

calidad del aire interiorDurante más de un siglo se han realizado investigacionesmicrobiológicas del aire en viviendas, colegios y otros edificios.Las primeras investigaciones estaban relacionadas a veces con la“pureza” microbiológica relativa del aire en diferentes tipos deedificios y con la posible relación que pudiera tener con la tasade mortalidad entre los ocupantes. Junto con el prolongadointerés por la diseminación de patógenos en los hospitales, eldesarrollo de muestreadoresvolumétricosmicrobiológicosde aireen los decenios de 1940 y 1950 condujo a investigacionessistemáticas de microorganismos transmitidos por el aire en loshospitales, y posteriormente de mohos alergénicos conocidos enel aire de viviendas y edificios públicos así como en el aireatmosférico. En los decenios de 1950 y 1960 se investigaron lasenfermedades respiratorias profesionales, como el pulmón del

granjero, el pulmón del trabajador dela malta y la bisinosis (entrelos trabajadores del algodón). Aunque la fiebre seudogripal porhumidificadores en un grupo de trabajadores se describió porprimera vez en 1959, transcurrieron entre diez y quince añosantes de que se comunicaran nuevos casos. Con todo, inclusoahora se desconoce la causa específica de esta enfermedad,aunque se ha implicado a los microorganismos en su patogenia.También se han sugerido como posible causa del “ síndrome deledificio enfermo”, pero las pruebas obtenidashasta ahora sobreesta relación son muy escasas.

Aunque actualmente se conocen bien las propiedades alér-gicas de los hongos, el primer informe acerca de problemasdesalud debidosa la inhalación detoxinasmicóticasen un lugar detrabajo no industr ial, un hospital de Quebec, no apareció hasta1988 (Mainville y cols. 1988). Los síntomas de fatiga extremaentre el personal del hospital fueron atribuidosa micotoxinasdetricoteceno en esporas de Stachybotr ys atra  y Tr ichoderma viride , y

desde entonces el “ síndrome de fatiga crónica” causado porexposición a polvo micotóxico fue detectado entre profesores yotros trabajadores de un colegio. El primero ha sido causa deenfermedad en trabajadores de oficina, y mientras que algunos

de los efectos sobre la salud eran de naturaleza alérgica, otroscorrespondían a un tipo asociado más a menudo a una toxicosis(Johanning y cols. 1993). En otroslugares, la investigación epide-miológica ha indicado que podría existir algún factor o factoresno alérgicos asociados a hongosque afectan al estado de saludrespiratorio. Las micotoxinas producidas por especies indivi-duales de mohos podrían desempeñar un papel importante eneste proceso, pero también es posible que otros atributos másgeneralesde loshongosinhaladossean nocivospara el estado desalud del sistema respiratorio.

M icroorganismos asociados a la calidad del aireinteri or y sus efectos sobre l a saludAunque los patógenos son relativamente infrecuentes en el aireinterior, existen numerosos informes que relacionan microorga-

nismosde transmisión aérea con una serie de procesosalérgicos,entre los que se incluyen los siguientes: a) dermatitis alérgicaatópica; b) rinitis; c) asma; d) fiebre por humidificadores, ye) alveolitis alérgica extrínseca (AAE), también conocida comoneumonitispor hipersensibilidad (NH).

Los hongos son considerados másimportantesque las bacte-riascomo componentesde los aerosoles biológicos presentesenel aire interior. Debido a que crecen en superficies húmedas enforma de placasde moho, loshongossuelen poner en evidenciaproblemasde humedad y de riesgo potencial para la salud en unedificio. El crecimiento de moho contribuye tanto en númerocomo en especies a la flora de moho del aire interior, que de locontrario no estaría presente. Al igual que lasbacteriasgramne-gativasy losactinomicetos, loshongoshidrófilos(“amantesde lahumedad”) son indicadores de lugares extremadamente

húmedos de cultivos (visibles u ocultos) y, por consiguiente, demala calidad del aire interior. Entre ellos se encuentran Fusarium ,Phoma , Stachybotrys , Trichoderma , U locladium , levaduras y, conmenor frecuencia, lospatógenosoportunistasAspergil lus fumigatus y Exophiala jeanselmei . Los niveles elevados de mohos que mues-tran grados variables de xerofil ia (“amor por la sequedad” ),al tener una necesidad menor de agua, pueden indicar la exis-tencia de sitiosde cultivo que son menoshúmedos, pero aún asíimportantespara el crecimiento. Losmohos también son abun-dantes en el polvo de las casas, por lo que su presencia ennúmero elevado también puede indicar queexiste una atmósferacon polvo. Varían desde especies de Cladosporium  ligeramentexerófilas (capaces de soportar condiciones de sequedad) a espe-ciesmoderadamente xerófilascomo Aspergil lus versicolor , Penicillium (por ejemplo, P . aurantiogriseum  y P . chrysogenum ) y las extremada-

mente xerófilasAspergil lus penicil li oides , Eurotium y Wallemia .Los patógenos micóticos rara vez se encuentran presentesde

forma abundante en el aire interior, pero A. fumigatus y algunosotros aspergillus oportunistas, que pueden invadir el tejidohumano, crecen en la tierra de lasplantascolocadasen macetas.Exophiala jeanselmei  escapaz de crecer en desagües. Aunque no esprobable que las esporasde éstos y de otros patógenos oportu-nistas, como Fusarium solani  y Pseudall escheri a boydii , sean peli-grosas para la salud, sí pueden serlo para personasinmunodeprimidas.

Los hongosde transmisión aérea son mucho másimportantesque las bacterias como causas de enfermedad alérgica, aunqueparece que, al menos en Europa, los alergenos micóticos sonmenosimportantesque losdel polen, losácarosdel polvo de lascasasy el detritus animal. M uchos tiposde hongos han demos-trado ser alergénicos. En la Tabla 44.14 se muestran algunosdelos hongos presentes en el aire interior citados con mayor

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frecuencia como causa derinitis y asma. Lasespeciesde Eurotium y otros mohos extremadamente xerófilos del polvo de casaprobablemente sean más importantes como causas de rinitis yasma de lo que se había considerado anteriormente. La derma-titis alérgica debida a hongos es mucho menos frecuente que la

rinitis/ asma, y en ella se ha implicado a organismoscomo Alter- naria , Aspergillus y Cladosporium . Loscasosde AAE, relativamenteraros, se han atribuido a diversos hongos, desde la levaduraSporobolomyces  al macrohongo pudridor de la madera, Serpula (Tabla 44.15). Generalmente se considera que el desarrollo desíntomas de AAE en una persona requiere una exposición a,como mínimo, un millón (probablemente, unoscien millones) deesporascon alergenospor metro cúbico de aire. Talesnivelesdecontaminación sólo es probable que existan en edificios en losquehay un crecimiento micótico intenso.

Como se comentó anteriormente, la inhalación de esporasdeespecies tóxicas supone un riesgo potencial (Sorenson 1989;Mil ler 1993). No son sólo las esporas de Stachybotrys  las quecontienen concentraciones elevadas de micotoxinas. Tambiénlas esporas de este moho, que crece en el papel de pared y

en otros sustratos de celulosa en edificios húmedos y quetambién es alergénico, contienen micotoxinas extremadamentepotentes; otros mohos tóxicos que se encuentran presentescon mayor frecuencia en el aire interior son Aspergillus (especial-mente A. versicolor ), Penicillium  (por ejemplo, P . aurantiogriseum  yP . viridicatum) y Trichoderma . Los datos experimentales indicanque diversas micotoxinas de las esporas de estos mohosson inmunosupresoras y que inhiben intensamente los procesosde depuración y otras funciones de los macrófagos pulmonaresfundamentales para la salud del aparato respiratorio(Sorenson 1989).

Se conocen poco los efectos sobre la salud de los COVMproducidos durante el crecimiento y la esporulación de losmohos, o de sus equivalentes bacterianos. Aunque muchosCOVM parecen tener una toxicidad relativamente baja

(Sorenson 1989), datos aislados indican que pueden provocarcefaleas, molestiasy, quizá, respuestas respiratoriasagudasen elser humano.

Las bacterias presentes en el aire interior generalmente norepresentan un peligro para la salud, ya que en la flora predo-minan losmicroorganismosgrampositivosde la piel y de lasvíasrespiratoriasaltas. Sin embargo, los recuentos elevados de estasbacterias indican exceso de población y mala ventilación. Lapresencia de un gran número de tiposgramnegativoso de Acti- nomycetales  en el aire indica que existen superficies o materialeshúmedos, desagües o, en particular, humidi ficadoresde sistemasCVAA en los que están proliferando. Se ha demostrado quealgunasbacteriasgramnegativas (o endotoxinas extraídasde susparedes) provocan síntomas de fiebre por humidificadores. Enocasiones, el crecimiento en humidi ficadores ha sido suficiente-mente intenso para la producción de aerosoles que conteníanuna cantidad suficiente de células alergénicas, causando

síntomassimilares a losde la neumonía aguda de AAE (véase laTabla 44.15).

En raras ocasiones, los sistemas de recirculación puedendispersar bacterias patógenas como M ycobacterium tuberculosis  en

los núcleos de gotitas procedentes de individuos infectados porun medio ambiente cerrado. Aunque el patógeno Legionella pneu- mophila  ha sido aislado de humidificadores y sistemas de aireacondicionado, la mayoría de los brotes de legionelosis se hanasociado a aerosoles originados en torres de refrigeración oduchas.

I nfluencia de los cambios en el diseño de losedificiosCon el paso de los años, el aumento del tamaño de losedificios junto con el desarrollo de sistemas de tratamiento del aire quehan culminado en los sistemas CVAA modernos, ha originadocambioscuantitativosy cualitativosen la carga biológica del aireen ambientesdetrabajo de interior. En lasdosúltimasdécadas, latendencia al diseño deedificioscon un uso mínimo deenergía ha

dado lugar al desarrollo de edificios con una infil tración y exfil-tración de aire muy reducidas, lo que permite la concentraciónde microorganismos de transmisión aérea y de otros contami-nantes. En este tipo de edificios “herméticos” , el vapor de agua,que anteriormente habría sido ventilado hacia el exterior, secondensa sobre superficies frías, creando las condicionesadecuadaspara el crecimiento demicrobios. Además, lossistemasCVAA, diseñadosúnicamente para conseguir una eficacia econó-mica máxima, a menudo favorecen el crecimiento microbiano yconstituyen un riesgo para la salud de los ocupantesde edificiosgrandes. Por ejemplo, loshumidificadoresqueutilizan agua recir-culada se contaminan rápidamente y actúan como generadoresde microorganismos; los pulverizadores de agua humidificadoresaerosolizan microorganismos, y la colocación de filtros en locali-zación retrógrada en lugar de anterógrada con respecto a estas

áreas de producción y aerosolización de microbios permite latransmisión anterógrada de aerosoles microbianos al lugar de

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     4     4  .

      C      A      L      I      D      A      D      D      E      L      A      I      R      E      I      I      N      T      E      R      I      O      R

Alternaria  Geotrichum Serpula 

Aspergillus  Mucor Stachybotrys 

Cladosporium  Penicillium Stemphylium/ Ulocladium 

Eurotium  Rhizopus Wallemia 

Fusarium  Rhodotorula/ Sporobolomyces

Tabla 44.14 • Ejemplos de tipos de hongos en el aireinterior que pueden causar ri nitis o asma.

Tipo Microorganismo Fuente

Bacterias Bacillus subtilis  Madera podrida

Faenia rectivirgula  Humidificador

Pseudomonas aeruginosa  Humidificador

Thermoactinomyces vulgaris  Aire acondicionado

Hongos Aureobasidium pullulans  Sauna; pared de habitación

Cephalosporium sp. Sótano; humidificador

Cladosporium sp. Baños no ventilados

Mucor sp. Sistema de calefacción de airepulsante

Penicillium sp. Sistema de calefacción de airepulsante; humidificador

P. casei  Pared de habitación

P. chrysogenum/ P. cyclopium  Suelo

Serpula lacrimans  Madera podrida en seco

Sporobolomyces  Pared de habitación; techo

Trichosporon cutaneum  Madera; esteras

Tabla 44.15 • Microorganismos presentes en el aireinterior descritos como causas de alveolitisalérgica extrínseca relacionada con losedificios.

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trabajo. La colocación de entradas de aire próximas a torres derefrigeración u otras fuentes de microorganismos, así como ladificultad de acceso al sistema CVAA para su mantenimiento ylimpieza o desinfección, también son defectos de diseño, opera-

ción y mantenimiento que pueden poner en peligro la salud, yaque exponen a los ocupantes a cifras elevadas de microorga-nismos de transmisión aérea específicos, en lugar de las cifrasbajasde una mezcla de especiesrepresentativa del aire del exte-rior quedebería ser la norma.

M étodos para evaluar la calidad del aire interi or

 Muestreo de microorganismos en el aireAl investigar la flora microbiana del aire en un edificio, porejemplo, para intentar establecer la causa de problemas de saludentre sus ocupantes, es necesario obtener datos objetivos deta-lladosy fiables. Dado que la idea másextendida considera queelestado microbiológico del aire interior debe reflejar el estado en

el aire atmosférico (ACGIH 1989), deben identificarse de formaexacta los organismos y compararse con los existentesen el aireatmosférico en esemomento.

 Muestreadores de aireLos métodos de muestreo que permiten, bien de forma directa obien deforma indirecta, el cultivo debacteriasy hongosde trans-misión aérea viables en agar gel nutritivo proporcionan la mejoroportunidad de identificar las especies, motivo por el cual seutilizan con gran frecuencia. El medio agar se incuba hasta quese desarrollan colonias a partir de laspartículas biológicas atra-padasy se recuentan e identifican, o se subcultivan en otro mediopara un nuevo examen. Los medios agar necesarios para bacte-riasson diferentesde losnecesariospara hongos, y algunasbacte-rias, como Legionella pneumophila , sólo pueden aislarse en medios

selectivosespeciales. Para loshongos, se recomienda el uso de dosmedios: un medio de objetivo general y un medio másselectivopara el aislamiento de hongosxerófi los. La identificación se basaen lascaracterísticasmacroscópicasde lascoloniasy en suscarac-terísticas microscópicas o bioquímicas, y requiere unos conoci-mientosy una experiencia considerables.

Se ha revisado adecuadamente el rango de métodosde mues-treo disponibles(p. ej., Flannigan 1992; Wanner y cols. 1993), yen este estudio sólo se mencionan los sistemas más utilizados.Es posible realizar una valoración provisional recogiendo deforma pasiva losmicroorganismosque gravitan fuera del aire enplacas de Petr i abiertas que contienen medio agar. Los resul-tadosobtenidos util izando estas placas de asentamiento no sonvolumétricos, están influidos intensamente por la turbulenciaatmosférica y favorecen la recogida de esporasgrandes(pesadas)

o grupos de esporas o células. Por consiguiente, es preferibleutilizar un muestreador de aire volumétrico. Un tipo muy utili-zado esel muestreador por impacto, en el que las partículas detransmisión aérea impactan sobre una superficie de agar. Sehace pasar aire a través de una hendidura sobre una placa agaren rotación (muestreadores por impacto de tipo hendidura) o através de un disco perforado sobre la placa agar (muestreadorpor impacto detipo criba). Aunquea menudo se util iza el mues-treador de criba de una fase, algunosinvestigadores prefieren elmuestreador Andersen de seis fases. A medida que el aire pasaen cascada a través de agujeros cada vez más pequeños en susseis seccionesapiladasde aluminio, laspartículasse clasifican endiferentesplacas agar de acuerdo con su tamaño aerodinámico.Por tanto, este muestreador revela el tamaño de laspartículas apartir de las cualesse desarrollarán coloniascuando se incubenposteriormente las placas agar, e indica el lugar del sistemarespiratorio en el que es más probable que se depositen los

diferentes organismos. Un muestreador popular que funcionapor un pr incipio di ferente esel muestreador centrífugo Reuter.La aceleración centrífuga del aire a través de un ventiladorproduce el impacto de las partículas a alta velocidad en un

medio agar colocado en una tira de plástico que recubre elcilindro demuestreo.Otro enfoque para el muestreo es recoger microorganismos

en un filtro de membrana colocado en una carcasa de filtroconectada a una bombarecargablede bajo volumen. El disposi-tivo completo puede sujetarse a un cinturón o arnés pararecoger una muestra personal durante un díanormal de trabajo.Después del muestreo, pueden extenderse pequeñas porcionesde lavados del fil tro y de diluciones de los lavados en diversosmedios agar, incubarse y hacer recuentos de microorganismosviables. Una alternativa al muestreador de filtro es el impactorlíquido, en el que laspartículas en suspensión en el aire (el cualse hace pasar a través de chorros capilares), impactan y seacumulan en el l íquido. A continuación, se tratan porciones dellíquido recogido y de lasdiluciones preparadas a partir de él de

la misma forma queen el caso delosmuestreadoresdefiltro.Una deficiencia importante de estos métodos de muestreo“viable” es que sólo valoran organismosrealmente cultivables, yéstos pueden representar sólo un 1 o 2 % de las esporas totalespresentes en el aire. Por lo demás, pueden realizarse recuentostotales (viables más no viables) uti lizando muestreadores porimpacto en los que las partículas se recogen en las superficiesadherentes de vari llasen rotación (muestreador por impacto debrazo rotatorio) o en la tapa de plástico o el porta de vidriomicroscópico de diferentesmodelosdemuestreador por impactode t ipo hendidura. Los recuentos se realizan al microscopio,pero de esta forma sólo puede identificarseun número relativa-mente bajo de hongos, esdecir, los que tienen esporasbien defi-nidas. Se ha mencionado el muestreador de filtración enrelación con la valoración de microorganismosviables, pero éste

también esun medio deobtener un recuento total. Una parte delos mismos lavados que se colocan en placas en medio agarpuede teñirse y, así, se pueden contar los microorganismos almicroscopio. También pueden realizarse recuentos totales de lamisma forma a partir del líquido recogido en impactoreslíquidos.

 Elección del muestreador de aire y estrategia de muestreoEl muestreador que se vaya a utilizar dependeen gran medida dela experiencia del investigador, pero la elección es importantepormotivoscuantitativos y cualitativos. Por ejemplo, las placasagarde los muestreadores por impacto de una fase se “ sobrecargan”con esporascon mucha mayor facil idad durante el muestreo quelasplacasdeun muestreador de seis fases, dando lugar a un creci-miento excesivo de lasplacasincubadasy a graveserrorescuanti-

tativos y cualitativos en la valoración de la población detransmisión aérea. La forma en que funcionan los diferentesmuestreadores, sus tiempos de muestreo y la eficacia con la queeliminan tamaños diferentes de partículas del aire ambiente, lasextraen del flujo de aire y las recogen en una superficie o en unlíquido, difieren considerablemente. Debido a estas diferencias,no es posible realizar una comparación válida entre los datosobtenidosutilizando un tipo demuestreador en una investigacióncon losobtenidos con otro tipo de muestreador en una investiga-ción diferente.

La estrategia de muestreo y la elección del muestreador sonmuy importantes. No puederecomendarseningunaestrategia demuestreo general; cada caso requiere su propio enfoque(Wanner y cols. 1993). Un problema importante esque la distri-bución demicroorganismosen el aire interior no esuniforme, nien el espacio ni en el tiempo. Dependen profundamente delgrado de actividad en una habitación, en particular, del trabajo

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de l impieza o construcción que levanta el polvo asentado.En consecuencia, existen importantes f luctuaciones en elnúmero de microorganismos en intervalos de t iempo relativa-mente cortos. Además de los muestreadores de filtro y de losimpactores líquidos, que se utilizan durante varias horas, lamayoría de los muestreadores de aire se emplean para obteneruna muestra “ rápida” en sólo unos minutos. Por consiguiente,deberán tomarse muestras en todas las condiciones de ocupa-ción y uso, incluido el muestreo con los sistemas CVAA encen-didos y apagados. Aunque un muestreo extenso puede revelar elrango de concentraciones de esporas viables encontrado en unmedio ambiente de interior, no esposible valorar de forma satis-factoria la exposición de las personas a microorganismos en elmedio ambiente. Ni siquiera las muestras tomadas durante un

día de trabajo con un muestreador de filtro personal propor-cionan un cuadro adecuado, sino sólo un valor promedio, perono revelan lospicosdeexposición.

Además de los efectos claramente demostrados de los aler-genos particulados, la investigación epidemiológica indica quepuedehaber algunosfactoresno alergénicosasociadosa hongos,que afectan al aparato respiratorio. Lasmicotoxinasproducidaspor especies individuales de mohos podrían desempeñar unpapel importante, pero también es posible que intervenganfactores más generales. En el futuro, el enfoque global parainvestigar la carga micótica en el aire interior probablementeserá: a) valorar qué especiesalergénicasy tóxicasestán presentesmediante el muestreo de hongos viables, y b) obtener unamedida de la cantidad total de material micótico al que laspersonas están expuestas en un medio ambiente de trabajo.

Como se comentó anteriormente, para obtener esta últimainformación podrían realizarse recuentos totalesdurante un díade trabajo. En cualquier caso, en el futuro próximo podríanadoptarse de forma másgeneral métodosrecientesdesarrolladospara el análisis del 1,3-β-glucano o ergosterol (Miller 1993).Ambas sustancias son componentes estructuralesde los hongos,por lo queproporcionan una medida de la cantidad de materialmicótico (esdecir, su biomasa). Seha descrito una relación entrelosnivelesde 1,3-β-glucano en el aire interior y los síntomas delsíndromedel edificio enfermo (Miller 1993).

Norm as y directri cesAunque algunas organizaciones han clasificado los niveles decontaminación del aire interior y del polvo (Tabla 44.16), debidoa los problemas con los muestreadores de aire ha habido unaresistencia justificable a definir patrones numéricos o valoresnormativos. Se ha observado que la carga microbiana de

transmisión aérea en los edificios con sistemasde aire acondicio-nado deben ser claramente inferiores a las presentes en el aireatmosférico, mientras que las diferencias entre los edificios conventilación natural y el aire atmosférico son menores. La ACGIH

(1989) recomienda utilizar el orden de rango de las especies dehongosen el aire interior y atmosférico para interpretar losdatosdel muestreo del aire. La presencia o preponderancia de algunosmohosen el aire interior, pero no en el aire atmosférico, podríaser indicio de un problema en el interior de un edificio. Porejemplo, la abundancia de mohoshidrófiloscomo Stachybotrys atr a en el aire interior indica casi siempre un lugar muy húmedo decultivo dentro deun edificio.

Aunqueorganismosinfluyentes, como el Comité de AerosolesBiológicos de la ACGIH, no han establecido directricesnumé-ricas, una guía canadiense sobre los edificios de oficinas(Nathanson 1993), basado en unos cinco años de investigaciónde aproximadamente 50 edificios del gobierno federal con aireacondicionado, incluyealgunasorientacionessobreestosvalores.Entre losprincipalespuntosse encuentran lossiguientes:

1. La flora del aire “normal” debe ser cuantitativamente infe-rior, pero cualitativamentesimilar, a la del aire atmosférico.

2. La presencia deunao másespeciesdehongosa nivelessigni-ficativosen lasmuestrasde aire interior pero no en lasmues-tras del exterior indica la existencia de un cultivo en elinterior.

3. Los hongospatógenoscomo Aspergillus fumigatus , H istoplasma yCryptococcus  no deben estar presentes en cantidadesimportantes.

4. La persistencia de los mohos tóxicoscomo Stachybotrys atra  yAspergillus versicolor  en una cantidad significativa requiere unainvestigación y emprender acciones.

5. Un valor superior a 50 unidades de formación de coloniaspor metro cúbico (UFC/ m3) puede ser preocupante si sóloexiste unaespecie (diferente a loshongoscomunesdeexteriorque habitan en las hojas); un valor de hasta 150 CFU/ m3 esaceptable si lasespeciespresentesreflejan la flora del exterior;un valor de hasta 500 CFU/ m3 es aceptable en verano si loshongos de exterior que habitan en las hojas son el principalcomponente.

Tales valores numéricos se basan en muestras de aire decuatro minutosrecogidascon un muestreador centr ífugo Reuter.Debe destacarseel hecho deque estos valoresno pueden trasla-darse a otrosprocedimientosde muestreo, a otrostiposde edifi-cioso a otras regiones climáticas o geográficas. La norma o loque esaceptable sólo puede basarse en investigacionesextensasde un tipo de edificiosen una región concreta utilizando proce-dimientos bien definidos. No se pueden establecer valores límiteumbral para la exposición a los mohos en general ni a una

especie en particular.

Control de los mi croorganismos en ambientes deinteriorEl determinante fundamental del crecimiento microbiano y laproducción de célulasy esporasque pueden convertirse en aero-solesen ambientesde interior esel agua, y el control debeconse-guirse reduciendo la posibil idad de humedad en lugar de utilizarbiocidas. El control requiere un mantenimiento apropiado y unareparación adecuada del edificio, lo queincluyeun secado rápidoy la eliminación de las causas de escapes e inundaciones(Morey 1993a). Aunque a menudo se cita el mantenimiento de lahumedad relativa de lashabitaciones a un nivel inferior al 70 %como medida de control, ésta sólo es eficaz si la temperatura delas paredes y de otrassuperficies está próxima a la temperaturadel aire. En la superficie de lasparedescon escaso aislamiento, latemperatura puede estar por debajo del punto de condensación,

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RIESGO S GEN ERALES

     4     4  .

      C      A      L      I      D      A      D      D      E      L      A      I      R      E      I      I      N      T      E      R      I      O      R

Categoría decontaminación

UFCa por met ro de ai re Hongos comoUFC/ g de polvo

Bact er ias Hongos

Muy baja <50 <25 <10.000

Baja <100 <100 <20.000

Intermedia <500 <500 <50.000

Alta <2.000 <2.000 <120.000

Muy alta >2.000 >2.000 >120.000

a UFC, unidades formadoras de colonias.

Fuente: Adaptado de Wanner y cols. 1 99 3.

Tabla 44 .16 • N iveles observados de microorganismosen el aire y el polvo de ambientes deinterior no industriales.

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por lo que se desarrolla condensación y crecen hongos hidrófilose inclusobacterias(Flannigan 1993). Una situación similar puedeproducirse en climas tropicales o subtropicales húmedos en losque la humedad del aire que penetra la cubierta de un edificio

con aire acondicionado se condensa en la superficie internadel refrigerador (Morey 1993b). En estos casos, el controldepende del diseño y del uso correcto de las barreras de aisla-miento y del vapor. Junto con rigurosasmedidasde control de lahumedad, los programas de mantenimiento y limpieza debenasegurar la eliminación del polvo y otros productos de desechoque proporcionan nutrientes para el crecimiento y que actúancomoreservoriosdemicroorganismos.

En los sistemas CVAA (Nathanson 1993), debe evitarse laacumulación de agua estancada, por ejemplo, en lasbandejasdedrenaje o debajo de losserpentinesde refrigeración. En loscasosen los que los sistemas CVAA contienen mechas o tanques deagua calentadospara la humidificación, esnecesario limpiarlosydesinfectarlos de forma periódica para limitar el crecimientomicrobiano. La humidificación por vapor seco probablemente

reduceen gran medida el riesgo de crecimiento microbiano. Losfiltros deben sustituirse periódicamente debido a que puedenacumular suciedad y humedad y, por tanto, proporcionar sitiosde cultivo para el crecimiento microbiano. Losmicroorganismostambién crecen en el aislamiento acústico poroso utilizado pararevestir conductos, si éste se humedece. La solución esaplicar elaislamiento al exterior y no al interior; las superficies internasdeben ser lisasy no deben proporcionar un medio ambiente quefavorezca el crecimiento. Tales medidas de control generalescontrolarán el crecimiento de Legionella  en sistemasCVAA, perose han recomendado otras medidas, como la instalación de unfiltro deaire particulado dealta eficacia (HEPA) en la entradadeaire (Feeley 1988). Además, los sistemasde agua deben asegurarque el agua se calientedemanera uniforme a 60 °C, que no hayáreas en las que se estanque el agua y que ningún accesorio

contienematerialesquefavorezcan el crecimiento de Legionella .En loscasosen losque lasmedidasde control han sido insufi-

cientesy se ha producido el crecimiento de moho, es necesariotomar medidasde corrección. Es fundamental eliminar y dese-char todos los materiales orgánicos porosos, como alfombras yotroselementosde decoración blandos, tejasy material de aisla-miento, en losque exista crecimiento. Lassuperficies lisasdebenlavarse con lejía de hipoclorito sódico o un desinfectante apro-piado. No deben utilizarse biocidas que puedan convertirse enaerosolesen lossistemasCVAA.

Durante las medidas de corrección, debe tenerse cuidadosiemprede no aerosolizar losmicroorganismospresentessobre oen materiales contaminados. En los casos de grandes áreas decrecimiento de mohos (10 metros cuadrados o más) puede sernecesario contener el riesgo potencial, manteniendo una presión

negativa en el área de contención durante la corrección y dispo-niendo áreas de bloqueo/ descontaminación del aire entre elárea de contención y el resto del edificio (Morey 1993a, 1993b;Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York 1993).El polvo presente antes de la eliminación del material contami-nado en contenedores herméticos o generados durante esteprocedimiento deben recogerse utilizando una aspiradora conun filtro APAE. Durante su trabajo, el personal especialista encorrección debe llevar protección respiratoria APAE facial totaly ropa, calzasy guantes protectoresdesechables (Departamentode Salud de la ciudad de Nueva York 1993). En los casos deáreasmás pequeñasde crecimientosde mohos, puede util izarseel personal demantenimiento habitual después de una prepara-ción adecuada. En tales casos, no se considera necesaria lacontención, pero el personal debe llevar protección respiratoriacompleta y guantes. En todos los casos, deberá informarse delpeligro a losocupanteshabitualesy al personal queva a llevar a

cabo la corrección. El personal no debepadecer asma, alergia nitrastornos inmunosupresores (Departamento de Salud de laciudad deNueva York 1993).

•REGLAMENTOS, RECOMENDACIONES,

NO RMAS Y PATRONESREGLAMENTOS,RECOMENDACI ONES,NORMAS Y PATRONES

 María José Berenguer

Cr iterios de establecim ientoLa definición de normasy patrones específicospara el aire inte-rior es producto de una política proactiva en este campo porparte de los organismos responsables de su establecimiento y delmantenimiento de la calidad del aire interior a nivelesaceptables.En la práctica, lastareassedividen y comparten entre numerosasentidades responsables de controlar la contaminación, mantener

la salud, garantizar la seguridad de los productos, vigilar lahigieneprofesional y regular la edificación y la construcción.El establecimiento de un reglamento está encaminado a

limitar o reducir losnivelesde contaminación en el aire interior.Tal objetivo puede alcanzarsecontrolando lasfuentesde conta-minación existentes, diluyendo el aire interior con aire exterior ycomprobando la calidad del aire disponible. Se requiere paraello el establecimiento de límites máximos específicos para loscontaminantespresentesen el aire interior.

La concentración de cualquier contaminante en el aire inte-rior sigue un modelo de masa equilibrado expresado en lasiguiente ecuación:

d

d

Ci Q 

V nC aC nC  o i i 

t = + − −

donde:

C i = la concentración del contaminante en el aire interior(mg/ m3);

Q  = la tasa deemisión (mg/ h);V  = el volumen deespacio interior (m3);C o= la concentración del contaminante en el aire atmosférico

(mg/ m3);n  = la tasa deventilación por hora,a  = la tasa dedegradación del contaminante por hora.

Generalmente se observa que, en condiciones estáticas, laconcentración de los contaminantes presentes dependerá enparte de la cantidad del compuesto liberado al aire por la fuentedecontaminación y su concentración en el aire atmosférico, y delos diferentes mecanismos por los que se elimina el contami-nante. Los mecanismos de eliminación incluyen la dilución del

contaminante y su “desaparición” con el tiempo. Todos losreglamentos, recomendaciones, normas y patrones que puedenestablecerse para reducir la contaminación deben considerarestasposibilidades.

Control de las fuentes de contami naciónUna de lasformasmás eficaces de reducir losniveles de concen-tración de un contaminante en el aire interior es controlar lasfuentesde contaminación del interior del edificio. Entre ellas, losmaterialesutilizadosen la construcción y la decoración, lasactivi-dadesquetienen lugar dentro del edificio y lospropiosocupantes.

Si se juzganecesario regular lasemisionesdebidasa losmate-riales de construcción empleados, existen patrones que limitandirectamente el contenido en estos materiales de compuestospara los que se han demostrado efectos nocivos para la salud.Algunosde estos compuestos se consideran cancerígenos, comoel formaldehído, el benceno, algunosplaguicidas, el amianto, la

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4 4 . 2 8 R E G L A M E N T O S , R E C O M E N D A C I O N E S , N O R M A S Y P A T R O N E S E N C I C L O P E D I A D E S A L U D Y S E G U R I D A D E N E L T R A B A J O  

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fibra de vidrio y otros. Otro método es regular las emisionesestableciendo patronesde emisión.

Tal posibilidad presenta muchas dificultades prácticas, entrelas que destacan la falta de acuerdo con respecto a cómo deter-

minar estas emisiones, la falta de conocimiento acerca de susefectossobre la salud y el bienestar de losocupantesdel edificio,y las dificultades inherentes de la identificación y la cuantifica-ción de loscientosde compuestosemitidospor losmaterialesencuestión. Una forma de establecer patrones de emisión es apartir de un nivel aceptable de concentración del contaminantey calcular una tasa de emisión que tenga en cuenta las condi-ciones ambientales —temperatura, humedad relativa, tasa deintercambio de aire, factor de carga, etc.— representativasde laforma en que se uti liza realmente el producto. La principalcrítica a este método es que másde un producto puede generarel mismo compuesto contaminante. Los patrones de emisión seobtienen a partir de determinaciones realizadas en atmósferascontroladas en las que las conducciones estás perfectamentedefinidas. Se han publicado normas para Europa (COST 613

1989 y 1991) y para EstadosUnidos(ASTM 1989). Lascríticasplanteadas habitualmente contra estas normas se basan en lossiguientesaspectos: a) la dificultad para obtener datos compara-tivos, y b) los problemas surgidoscuando un espacio de interiortiene fuentesintermitentesde contaminación.

Con respecto a lasactividadesque pueden tener lugar en unedificio, el principal foco de atención lo constituye el manteni-miento del edificio. En estas actividades, el control puede esta-blecerseen forma de reglamentossobre la realización de ciertastareas, como recomendaciones relativas a la aplicación deplaguicidas o la reducción de exposición al plomo o al amiantodurante la renovación o la demolición de un edificio.

Debido a que el humo del tabaco —generado por losocupantesde un edificio— es muy a menudo causa de contami-nación del aire interior, mereceun tratamiento especial. Muchos

países tienen leyes, a escala estatal, que prohíben fumar enciertos lugares públicos, como restaurantes o teatros, pero sonmuy frecuentes otras disposiciones que permiten fumar enciertaspartesespecialmente diseñadasde un edificio concreto.

Cuando se prohíbe el uso de ciertos productos o materiales,estasprohibicionessebasan en susefectosnocivossobre la saluddeclarados, que están relativamente documentados para losniveles presentes en el aire interior. O tra dificultad es que amenudo no se dispone desuficiente información o conocimientoacerca de las propiedades de los productos que pudieran util i-zarseen su lugar.

Elim inación del contami nanteHay veces en que no es posible evitar las emisiones de ciertasfuentes de contaminación, como en el caso de las emisiones

debidas a los ocupantes del edificio. Entre ellas se incluyen eldióxido decarbono y losefluviosbiológicos, la presencia demate-riales con propiedades no controladas de ninguna manera o larealización de las tareas diarias. En estos casos, una forma dereducir los niveles de contaminación es a través de sistemas deventilación y otrosmediosutilizadospara limpiar el aire interior.

La ventilación esuna de lasopcionesen lasque másse confíapara reducir la concentración de contaminantes en espaciosinteriores. Claro está que la necesidad de ahorrar energíatambién requiere que la entradade aire exterior para renovar elaire interior sea lo menor posible. Existen patrones a esterespecto que especifican tasasde venti lación mínima, basadasenla renovación del volumen de aire interior por hora con aire delexterior, o que establecen una contribución mínima de aire porocupante o unidad deespacio, o quetienen en cuenta la concen-tración dedióxido decarbono considerando lasdiferenciasentrelos espacioscon y sin fumadores. En el caso de los edificioscon

ventilación natural, también se han establecido los requisitosmínimos para las diferentes partes de un edificio, como lasventanas.

Entre las referencias citadas con mayor frecuencia por la

mayoría de los patronesexistentes, tanto nacionales como inter-nacionales —aunque no sean legalmente vinculantes— seencuentran las normas publicadas por la Sociedad Americanade Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Acondiciona-miento del Aire (American Society of Heating, Refrigeratingand Air Conditioning Engineers, ASHRAE). Se formularonpara ayudar a los profesionales del acondicionamiento del aireen el diseño de sus instalaciones. En la norma 62-1989 de laASHRAE (ASHRAE 1989), se especifican las cantidadesmínimasde aire necesariaspara ventilar un edificio, así como lacalidad del aire interior aceptable para sus ocupantescon el finde prevenir efectos adversos sobre la salud. Para el dióxido decarbono (un compuesto que la mayoría de los autores no consi-deran un contaminante dado su origen humano, pero que seutiliza como indicador de la calidad del aire interior para esta-

blecer el correcto funcionamiento de lossistemasdeventilación),esta norma recomiendaun límite de1.000 ppm para cumplir loscriteriosde bienestar (olor). En esta norma también se especificala calidad del aire atmosférico requerida para la renovación delaire interior.

En loscasosen losque la fuente decontaminación —sea inte-rior o exterior— no es fácil de controlar y en los que es nece-sario utilizar un equipo especial para eliminarlo del medioambiente, existen patrones para garantizar su eficacia, como losque definen métodos específicos para comprobar el funciona-mientodeun cierto tipodefiltro.

Extrapolación de las nor mas en materi a dehigiene en el tr abajo a las nor mas sobre calidaddel aire en el interior

Esposible establecer diferentestiposdevaloresde referencia apli-cablesal aire interior en función del t ipo depoblación a la queesnecesario proteger. Los valores pueden basarse en normas decalidad para el aire ambiente, en valores específicos para conta-minantes concretos (como dióxido de carbono, monóxido decarbono, formaldehído, compuestos orgánicos volátiles, radón,etc.), o pueden basarse en normas utilizadas generalmente enhigienedel trabajo. Los últimosson valoresformuladosexclusiva-mente para su aplicación en el medio ambiente industrial. Estándiseñados, sobre todo, para proteger a los trabajadores de losefectos agudos de los contaminantes (como irritación de lasmucosaso delasvíasrespiratoriasaltas), o para prevenir la intoxi-cación con efectos sistémicos. Debido a esta posibilidad, muchosautores, al tratar el tema del medio ambiente de interior, utilizancomo referencia los valores límite de exposición para ambientes

industrialesestablecidos por la Conferencia Americana de Higie-nistas Industriales del Gobierno (ACGIH ) de Estados Unidos.Tales límites se denominan valores límite umbral  (TLV), e incluyenvalores límite para días de trabajo de ocho horas y semanas detrabajo decuarentahoras.

Se aplican índices numéricoscon el fin de adaptar losTLV alascondiciones del medio ambiente de interior de un edificio, ylos valores se reducen habitualmente por un factor de 2,10 oincluso 100, dependiendo de la clase de efectos sobre la saludinvolucradosy del t ipo de población afectada. Entre las razonesdadaspara reducir losvaloresdeTLV cuando seaplican a expo-sicionesde esta clase está el hecho de que en el medio ambienteno industrial el personal está expuesto de forma simultáneaa concentraciones bajas de varias sustancias químicas, normal-mente desconocidas, capaces de actuar de manera sinérgicade una forma que no puede controlarse con facil idad. Por otrolado, generalmente se acepta que en el medio ambiente

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     4     4  .

      C      A      L      I      D      A      D      D      E      L      A      I      R      E      I      I      N      T      E      R      I      O      R

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industrial el número de sustancias peligrosasque deben contro-larse es conocido, y a menudo limitado, aunque las concentra-cionessuelen ser mucho másaltas.

Además, en muchos países las situaciones industr iales se

controlan para asegurar el cumplimiento de losvaloresde refe-rencia establecidos, algo que no se realiza en ambientes noindustriales. Por consiguiente, es posible que en este tipo deambientes, el uso esporádico de algunos productos puedaproducir concentracioneselevadas de uno o varios compuestos,sin ningún control ambiental y sin forma de detectar losnivelesde exposición que se han producido. Por otro lado, se conocen odeben conocerse los riesgos inherentes a una actividad indus-trial, por lo que existen medidas para su reducción o control.Los trabajadores afectados están informados y disponen de losmediospara reducir el riesgo y protegerse. Además, los trabaja-dores de la industria suelen ser adultos con un buen estado desalud y un estado físico aceptable, mientrasque la población delos ambientes de interior presenta, en general, un rango másamplio de estados de salud. El trabajo normal en una oficina,

por ejemplo, puede ser realizado por personas con limitacionesfísicas o susceptibles a reacciones alergénicas que no podríantrabajar en ciertos ambientes industriales. Un caso extremo deesta línea de razonamiento se aplicaría al uso de un edificiocomo vivienda. Por último, como se comentó anteriormente, losTLV, al igual que otros patronesprofesionales, se basan en expo-sicionesde 8 horasal día y 40 horasa la semana, lo cual repre-senta menos de la cuarta parte del tiempo que una personaestaría expuesta si permaneciera continuamente en el mismomedio ambiente o si estuviera expuesta a alguna sustanciadurante las 168 horas de una semana. Además, los valores dereferencia se basan en estudiosque incluyen exposiciones sema-nalesy que tienen en cuenta tiempossin exposición (entre expo-siciones) de 16 horas al día y 64 horas a la semana, lo quedificulta enormemente las extrapolaciones basadas en estos

datos.La conclusión a la que llega la mayoría de los autores es que

para usar lasnormas de higiene en el t rabajo para el aire inte-rior, los valoresde referencia deben incluir un margen de errormuy amplio. Por consiguiente, la norma 62-1989 de laASHRAE sugiere una concentración de una décima parte delvalor TLV recomendado por la ACGIH en ambientes indus-triales para los contaminantes químicos que no tienen suspropiosvaloresde referencia establecidos.

Con respecto a los contaminantesbiológicos, no existen crite-rios técnicos para su evaluación que puedan ser aplicables alambiente industr ial o a espacios de interior, como es el caso delos TLV de la ACGIH para contaminantes químicos. Podríadeberse a la naturaleza de los contaminantes biológicos, quemuestran una amplia variabilidad de características que difi-

cultan el establecimiento de criteriospara su evaluación genera-lizados y validados para una situación concreta. Entre lascaracterísticas se incluyen la capacidad reproductiva del orga-nismo en cuestión, el hecho de que la misma especie microbianapuede presentar varios grados de patogenicidad o el hechodequelasalteracionesen factoresambientalescomo la tempera-tura y la humedad pueden influir en su presencia en un medioambiente determinado. No obstante, a pesar de estas dificul-tades, el Comité de Aerosoles Biológicos de la ACGIH ha desa-rrollado normas para evaluar estos agentes biológicos enambientes de interior: Gui deli nes for the Assessment of B ioaerosols i n the I ndoor E nvironment  (1989). Los protocolos estándar recomen-dadosen estasnormasestablecen sistemasy estrategiasde mues-treo, procedimientos analíticos, interpretación de datos yrecomendaciones para lasmedidas de corrección. Pueden util i-zarse cuando la información médica o clínica sugiere la exis-tencia de enfermedades como la fiebre por humidificadores, la

neumonitis por hipersensibilidad o alergias relacionadas concontaminantes biológicos. Las normaspueden aplicarse cuandosea necesario el muestreo para documentar la contribución rela-tiva de fuentes de aerosoles biológicos ya identificadas o para

validar una hipótesis médica. El muestreo debe realizarse paraconfirmar fuentes potenciales, pero no se recomienda el mues-treosistemático del aire para detectar aerosolesbiológicos.

Normas y dir ectr ices existentesDiferentesorganizaciones internacionales, como la OrganizaciónMundial de la Salud (OM S) y el Consejo Internacional de Inves-tigación de Edificios(International Council of Building Research,CIBC), organizaciones privadas como la ASHRAE, países comoEstados Unidos y Canadá, entre otros, están estableciendonormas y directrices de exposición. Por su parte, la UniónEuropea (UE), a través del Parlamento Europeo, ha presentadouna resolución sobre la calidad del aire en espacios de interior,donde se establece la necesidad de que la Comisión Europeaproponga, lo antesposible, directivasespecíficasqueincluyan:

1. una listadesustanciasque deben prohibirseo regularse, tantoen la construcción como en el mantenimiento deedificios;

2. normas de calidad aplicables a los diferentes tipos deambientesde interior;

3. protocolosde procedimiento para la gestión y mantenimientodelasinstalacionesdeaire acondicionado y ventilación,

4. normas mínimas para el mantenimiento de edificios abiertosal público.

Muchoscompuestos químicostienen olores y cualidades irri-tantes a concentraciones que, de acuerdo con nuestros conoci-mientos, no son peligrosas para los ocupantes de un edificiopero que pueden ser percibidos por un gran número depersonas, para lasque, por tanto, pueden resultar molestas. Losvaloresde referencia actualmente util izadostienden acubrir esta

posibilidad.

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4 4 . 3 0 R E G L A M E N T O S , R E C O M E N D A C I O N E S , N O R M A S Y P A T R O N E S E N C I C L O P E D I A D E S A L U D Y S E G U R I D A D E N E L T R A B A J O  

Concentración promedio

Contaminante µg/ m 3 ppm Intervalo de t iempo paralas exposiciones

Dióx ido de azuf re 80a 0,03 1 año (media aritmética)

36 5a 0 ,1 4 2 4 horasc

1.300b 0,5 3 horasc

Partículas 150a,b   — 24 horasd

50 a,b   — 1 añod (media aritmética)

Monóxido decarbono

10.000a 9,0 8 horasc

40.000a 35,0 1 horac

Ozono 235a,b 0,1 2 1 hora

Dióxido denitrógeno

10 0a,b 0,053 1 año (media aritmética)

Plomo 1,5a,b   — 3 meses

a Norma primaria. b Norma secundaria. c Valor máximo que no debe superarse más de una vez enun año. d Determinada como partículas de diámetro ≤10 µm.

Fuente: US Environmental Protection Agency. National Primary and Secondary Ambient Air Quality Standards. Code of Federal Regulations, Título 40, Parte 50 (julio 199 0).

Tabla 44.17 • Normas en materia de calidad del aire dela Environmental Protection Agencyde Estados Unidos.

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Considerando el hecho de que no se recomienda el uso denormas de higiene profesional para el control del aire interior amenosque se aplique un factor de corrección, en muchos casoses mejor consultar los valores de referencia empleados comonormas o directrices para la calidad del aire ambiente. LaAgencia de Protección Ambiental (Environmental ProtectionAgency, EPA) de Estados Unidos ha establecido normas para elaire ambiente con el fin de proteger, con un margen de segu-ridad apropiado, la salud de la población en general (normasprimarias) e incluso su bienestar (normassecundarias) contra losefectosadversosque puedan preverse debido a un contaminanteespecífico. Por consiguiente, estos valoresde referencia son útilescomo guía general para establecer un patrón aceptable decalidad del aire para un espacio de interior determinado, yalgunasnormas, como lasde la ASHRAE-92, losutil izan como

criterios de calidad para la renovación del aire en un edificiocerrado. En la Tabla 44.17 se muestran los valoresde referenciapara el dióxido deazufre, el monóxido decarbono, el dióxido denitrógeno, el ozono, el plomo y la materia particulada.

Por su parte, la OMS ha establecido normas con el fin deproporcionar una base para proteger la salud pública de losefectosadversosdebidosa la contaminación del aire y aeliminaro reducir hasta un nivel mínimo los contaminantes del aire quese ha demostrado o se sospecha que son peligrosospara la saludy el bienestar humanos (OMS 1987). En estas normas no sehacen distinciones con respecto al tipo de exposición en cues-tión, por lo que cubren exposiciones debidasal aire atmosféricoy a exposiciones que pueden ocurr ir en espacios interiores. Enlas Tablas 44.18 y 44.19 se muestran los valorespropuestos porla OM S (1987) para sustancias no cancerígenas, así como lasdiferenciasentre las que causan efectossobre la salud y las quecausan molestiassensoriales.

Para las sustancias cancerígenas, la EPA ha establecido elconcepto de unidades de riesgo . Representan un factor utilizado

para calcular el aumento de la probabilidad de que un serhumano contraiga un cáncer debido a la exposición durantetosa su vida a una sustancia cancerígena en el aire a una concen-tración de 1 µg/ m3. El concepto es aplicable a sustancias quepueden estar presentes en el aire interior (metales como el arsé-nico, el cromo VI y el níquel; compuestos orgánicos como elbenceno, el acrilonitrilo y los hidrocarburos aromáticos policí-clicos; o materia particulada, como el amianto).

En el caso concreto del radón, en la Tabla 44.20 se muestranlos valores de referencia y las recomendaciones de diferentesorganizaciones. Así, la EPA recomienda una serie de interven-ciones progresivascuando los nivelesen el aire interior superanlos 4 pCi/ l (150 Bq/ m3), estableciendo un esquema de tiempopara la reducción de estos niveles. La UE, basándose en uninforme presentado en 1987 por un grupo de trabajo de la

Comisión Internacional sobre Protección Radiológica (CIPR),recomienda una concentración anual promedio de gas radón,distinguiendo entre los edificios existentes y los de nueva cons-trucción. Por su parte, la OM S hace susrecomendacionesconsi-derando la exposición a losproductosdedegradación del radón,expresada como concentración de equivalentes de radón enequilibrio (EER) y teniendo en cuenta un aumento del r iesgo de

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     4     4  .

      C      A      L      I      D      A      D      D      E      L      A      I      R      E      I      I      N      T      E      R      I      O      R

Contaminan te Valor de referencia(media ponderadaen el tiempo)

Duración de laexposición

Compuestos orgánicos

Di sul furo carbóni co 1 00 µg/ m3 24 horas

1 ,2 -Dicloroetano 0 ,7 mg/ m3 24 horas

Formaldehído 100 µg/ m3 30 minutos

Metilén cloruro 3 mg/ m3 24 horas

Estireno 800 µg/ m3 24 horas

Tetracloroetileno 5 mg/ m3 24 horas

Tolueno 8 mg/ m3 24 horas

Tricloroetileno 1 mg/ m3 24 horas

Compuestos inorgánicos

Cadmio 1-5 ng/ m3

0-20 ng/ m31 año (áreas rurales)1 año (áreas rurales)

Monóx ido de carbono 100 mg/ m3 c

60 mg/ m3 c

30 mg/ m3 c

10 mg/ m3

15 minutos30 minutos

1 hora8 horas

Sul furo de hi drógeno 1 50 µg/ m3 24 horas

Plomo 0,5-1 ,0 µg/ m3 1 año

Manganeso 1 µg/ m3 1 hora

Mercurio 1 µg/ m3 b 1 hora

Di óx ido de ni trógeno 4 00 µg/ m3

15 0 µg/ m31 hora24 horas

Ozono 150-200 µg/ m3

10-120 µg/ m31 hora8 horas

Dióxido de azufre 500 µg/ m3

35 0 µg/ m310 minutos

1 hora

Vanadio 1 µg/ m3 24 horas

a La información contenida en esta tabla debe utilizarse conjuntamente con las explicacionesproporcionadas en la publicación original. b Este valor hace referencia únicamente al aire interior.c La exposición a esta concentración no debe superar el t iempo indicado ni debe repetirse en un plazode 8 horas.

Fuente: OMS 1987.

Tabla 44.18 • Valores de referencia de la OMS paraalgunas sustancias presentes en el aire,basados en los efectos conocidos sobrela salud humana aparte del cáncer o losolores molestosa.

Contaminante Umbral de olor

Detección Reconocimiento Valor de referencia

Disulfurocarbónico 200 µg/ m3  — a 20 µg/ m3 b

Sulfuro dehi drógeno 0 ,2 -2 ,0 µg/ m3 0,6-6,0 µg/ m3 7 µg/ m3

Estireno 70 µg/ m3 210-280 µg/ m3 70 µg/ m3

Tetracloro-etleno 8 mg/ m3 24-32 mg/ m3 8 mg/ m3

Tolueno 1 mg/ m3 10 mg/ m3 1 mg/ m3

a Datos no proporcionados. b En la fabricación de viscosa se acompaña de otras sustancias olorosas,

como el sulfuro de hidrógeno y el carbonil sulfuro.Fuente: OMS 1987.

Tabla 44.19 • Valores de referencia de la OMS paraalgunas sustancias no cancerígenaspresentes en el ai re, basados en losefectos sensoriales o reacciones demolestia durante un promedio de30 minutos.

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contraer cáncer de entre 0,7 × 10-4 y 2,1 × 10-4 para una exposi-ción total durante la vidade1 Bq/ m3 EER.

Por último, debe recordarse que los valores de referencia seestablecen, en general, basándose en los efectosconocidos de las

diferentes sustancias sobre la salud. Aunque esto puede repre-sentar a menudo una ardua tarea en el caso del análisis del aireinterior, no tiene en cuenta los posibles efectos sinérgicos deciertas sustancias. Entre éstas se encuentran, por ejemplo, loscompuestos orgánicos volátiles (COV). Algunos autores hanapuntado la posibilidad de defini r los nivelestotales de concen-tración de compuestos orgánicos volátiles (COVT) al que losocupantesde un edificio pueden comenzar a reaccionar. Una delasprincipalesdificultadesestriba en que, desdeel punto devistadel análisis, la definición de COVT todavía no se ha resueltopara satisfacción detodos.

En la práctica, el futuro establecimiento de valores de refe-rencia en el relativamente nuevo campo de la calidad del aireinterior estará determinado por el desarrollo de políticasambientales. Ello dependerá de los avancesdel conocimiento en

cuanto a losefectosde loscontaminantesy de lasmejoríasen lastécnicas analít icas que puedan ayudarnos a determinar estosvalores. REFERENCIAS

4 4 . 3 2 R E F E R E N C I A S E N C I C L O P E D I A D E S A L U D Y S E G U R I D A D E N E L T R A B A J O  

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Or gani zaci ón Concent raci ón Recomendaci ón

EnvironmentalProtection Agency

4-20 pCi/ l20-200 pCi/ l

≥200 pCi/ l

Reducir el nivel en añosReducir el nivel en mesesReducir el nivel en

semanas o evacuara los ocupantes

Uni ón Europea > 4 00 Bq/ m3 a,b

( edificios existentes)Reducir el nivel

>400 Bq/ m3 a

(nueva construcción)Reducir el nivel

Organización Mundialde la Salud

>100 Bq/ m3 EERc

>400 Bq/ m3 EERcReducir el nivelTomar una acción

inmediata

a

Concentración promedio anual de gas radón.b

Equivalente a una dosis de 20 mSv/ año.c Promedio anual.

Tabla 44 .20 • Valores de referencia para el radón de tresorganizaciones.

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5/10/2018 Calidad de Aire Interior - slidepdf.com

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E N C I C L O P E D I A D E S A L U D Y S E G U R I D A D E N E L T R A B A J O   44.33 R E F E R E N C I A S   4 4 . 3 3

RIESGO S GEN ERALES

     4     4  .

      C      A      L      I      D      A      D      D      E      L      A      I      R      E      I      I      N      T      E      R      I      O      R

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