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3ras JORNADAS LATINOAMERICANAS DE PATRIMONIO Y DESARROLLO
EL PAISAJE INTERSERRANO BONAERENSE, EL CAMINO FORTINERO Y NUEVAS DINAMICAS
COMUNITARIAS.
CEJAL-Municipalidad de Azul: Arq. Mg. Alicia Lapenta
Municipalidad de Benito Juarez: Arq. Ana Julia Bellochi, Tec. Lidia Vieytes
CEJAL, Azul, Bolivar 481, CP7300
02281-15655151
Resumen
Camino Fortinero: proponemos un plan particularizado de desarrollo endógeno, que enlaza patrimonio,
paisaje y pluriactividad económica en un nuevo modelo de asociación intermunicipal como consorcio turístico,
productivo y cultural.
Un recorrido minucioso de nuestro territorio, desde lo turístico, cultural y productivo, organizado en función
del estímulo a un turismo conservacionista, el fomento y creación de nuevas actividades económicas, nuevos
mecanismo de diálogo y nuevas relaciones institucionales, de manera de contribuir a fortalecer la base social
y económica de la vida de nuestros pueblos asociados a la ruralidad, reforzando la integración y participación
protagónica de sus habitantes, la confianza en el futuro y el sentido de pertenencia, junto a la salvaguarda de
paisajes, y ambientes naturales y culturales como recursos turísticos identitarios.
Palabras clave: Patrimonio rural, Patrimonio invisibilizado, Patrimonio y comunidad, turismo y ruralidad,
desarrollo endógeno.
Así como un día los europeos colocaron la idea de catequizar y colonizar el mundo, ahora quieren
desarrollarlo, esto es, conducir a todo el mundo hacia su idea de desarrollo. El desarrollo es una idea colonial
en el sentido más preciso de la palabra. En este sentido, desarrollar es no concebir su propio ambiente por
tanto es desterritorializar. y la crisis del desarrollo viene junto con el debate acerca del territorio y de las
territorialidades (Oporto-Gonçalves, 2001).
Presentación:
Desde hace ya algunos años, presentamos a debate político y comunitario, el Camino Interserrano, hoy,
desde un grupo de profesionales de Azul y Benito Juárez, estamos trabajando en un nuevo recorrido turístico-
cultural y productivo: el Camino Fortinero.
Un espacio de territorio que enlaza los Municipios de Azul y Benito Juárez en un recorrido que aúna fortines
con la estancia avanzada de frontera El Sol Argentino. Estancia que fue declarada desde hace años
Monumento Nacional, donde el Municipio de Benito Juárez está trabajando para convertirla en un Museo de
Sitio que permitirá comprender la cotidianidad del territorio fortinero, sin espectacularización, como el reflejo
de una vida en el área rural en connivencia con el indio; en el concepto de que el patrimonio es ese bien
común que todos disponían, y que formaba parte del vivir diario de los pueblos.
Un recorrido, en que conoceremos el paisaje bonaerense, una estepa herbácea infinita, sin árboles, escasos
cursos de agua…. Y como sobre él, se fueron dibujando los sucesos, y las cosas.
De las primeras vaquerías, de la vida del indio y del gaucho, los fortines, las primeras estancias, la historia del
trabajo... los primeros arboles…. De la tipología musical producto de un mundo introspectivo frente a la
amplitud del horizonte. Diferente a todo.
Un territorio que describe el siempre vigente Martin Fierro, las acuarelas de Palliere, el renacer de Molina
Campos, y la milonga campera, quizás demasiado melancólica para ponerse de moda.
Batallas y conflictos, historia y paisaje, los modos de apropiación del territorio, y la búsqueda del
“GeniusLoci”….Donde el reconocimiento y valorización comunitaria son el primer objetivo.
¿Cómo recuperar la atmosfera particular del paisaje interserrano bonaerense? ¿Cómo recuperar la
autoestima en una historia de aniquilación indígena, de estepa herbácea monótona, sin grandes testimonios
arquitectónicos, y generadora de nostalgias? La cultura ecuestre mutada en el reino del monocultivo
transgénico, explotación minera sin miramientos, perdida de pueblos y población rural. Y ciudades de
“urbanización polarizada” donde reina el modelo “inversión inmobiliaria”, mientras se discute por patrimonio
fetiche…….
¿Quién decide lo que es o no patrimonio?, ¿la sociedad en su conjunto o el poder político? La realidad es que
en la mayoría de los casos nosotros, los estudiosos /investigadores, junto al poder estatal con sus intereses y
simbolismos asociados, somos los que determinamos la patrimonialización de ciertos elementos. En este
accionar se realiza un recorte de aquellos bienes y manifestaciones de la cultura o la naturaleza (historia,
naturaleza e inspiración creativa) que se consideran más relevantes y que se encuentran asociados a una
ideología, o que albergan cierto peso en el imaginario urbano-rural y que cuentan con consenso social en su
representación. Ante esta supremacía asociada Estado/Academia, y en algunos casos con apoyo de los
organismos supranacionales, la sociedad adquiere un papel mayormente pasivo al funcionar como
legitimadora de lo legitimado.
El patrimonio territorial reúne el conjunto de componentes naturales y culturales que forman parte de un
determinado espacio geográfico. La connotación territorial es otorgada por la apreciación o valorización que
realiza la sociedad sobre este conjunto de elementos. Es decir, que sin el lazo de reconocimiento por parte de
una comunidad solo se está en presencia de meros componentes portadores de atributos, pero carentes de
significado social.(E. Schenkel y A Pinassi 2015).
La relación entre patrimonio, identidad, cultura y territorio, está entonces en pleno debate, y reflejado en
numerosos proyectos de investigación/acción. Hoy reflexionamos sobre las dimensiones ideológicas
implicadas en las versiones de identidad y cultura que, en tanto dominantes, son expresadas en nuestra
provincia bonaerense por un patrimonio que ha sido utilizado para esconder la diversidad en todos sus
sentidos, minimizar la pobreza, ignorar a los marginados, a los desplazados y a la historia humilde del trabajo.
Y, en simultaneo, nos interrogamos también por las identidades que, pese a ser campo de investigaciones y
publicaciones, son inexistentes en las políticas públicas asociadas al patrimonio cultural, y quedan
subsumidas y destinadas al olvido.
Conocemos que existe una gran demanda de desarrollo turístico local basado en el patrimonio de lugares
aparentemente inviables desde el punto de vista económico. En simultáneo, existen proyectos patrimoniales
de carácter local que no tienen una orientación turística, sino que vienen a constituirse como elementos
complementarios de otras actividades del sector, y tienen por objetivo, por ejemplo, visibilizarlos y/o ponerlos
en valor con fines culturales y educativos (Prats, 2011: 253).
Algo que finalmente se transforma con una inteligente puesta en mercado, en máximo “interés turístico”,
precisamente por su valor de autenticidad.
La relación entre oferta de turismo ambientalmente sustentable y demanda de atractivos naturales hace que
el mercado comience a valorar áreas tradicionalmente no turísticas.
Y hoy lo rural trasciende lo agropecuario, y mantiene nexos fuertes de intercambio con lo urbano, en la
provisión no sólo de alimentos sino también de gran cantidad de bienes y servicios, entre los que vale la pena
destacar la oferta y cuidado de recursos naturales y culturales, los espacios para el descanso, y los aportes al
mantenimiento y desarrollo de la cultura.
El patrimonio, como integrante indisoluble del ambiente y la naturaleza, son bienes no renovables. La gestión
del patrimonio, hoy trabaja en proyectos cuyo destino es el bien común. El valor patrimonial es un bien
común; y en este sentido, buscamos dar un paso más allá, desde la concedida tutela administrativa, a la
asunción de la responsabilidad social y la neo-apropiación comunitaria del patrimonio cultural.
Debemos responsabilizarnos de su transmisión a generaciones futuras así como la reafirmación de un
compromiso con la defensa del bien común y de los nuevos patrimonios.
Mucho para trabajar en un mundo que prioriza la competitividad frente a la solidaridad, y la propiedad privada
frente a lo común
A pesar de reconocer un proceso colectivo, hoy el Estado entre nosotros, se constituye en un actor central y
determinante, donde la participación social en el proceso de decisiones públicas es escasa. Y donde el
patrimonio se define desde un poder imperante que lo construye, y la sociedad sin participar plenamente, lo
legitima. Como dice Troncoso (2012: 47), “el patrimonio podría concebirse como un espacio de conflicto,
lucha, tensión y negociación entre diferentes sectores por hacer prevalecer su versión del patrimonio”.
Pero los procedimientos que proponemos en este trabajo, revierten ambas cosas, desde la sacralización del
Estado para generar normas, a redescubrir y asumir que contamos con recursos; para introducirnos
definitivamente, en las maneras colectivas de gestionar estos recursos.
Por eso estamos necesitando nuevas herramientas, sensibles a las repercusiones que en términos de
procesos sociales y de efectos transversales, tienen las políticas públicas en el campo del patrimonio,
identidad, territorio y desarrollo endógeno.
Diseñando nuevos tipos de normas territoriales que incluyan todos los ejes del desarrollo local sustentable:
programas medioambientales: residuos, efluentes, energia renovables, normas constructivas, pluriactividad
economica, turismo, patrimonio, las comunicaciones y servicios, etc. Junto a actos administrativos en
concordancia, (autorizaciones, prohibiciones, aprobaciones); otorgamiento de recursos (subvenciones,
exoneraciones fiscales, créditos), actos de percepción pecuniaria (impuestos, multas); intervenciones de
inspección y control, prestaciones directas y actividades de consultas o medidas organizativas, que serán
diseñadas y pautadas desde el planeamiento participativo y puedan ser desarrolladas por las propias
comunidades.
Que es lo único que permitirá su sostenibilidad.
Fig 1 Fotografías Héctor García
Este es un caso, un recorrido planificado: el Camino Fortinero, que desde el patrimonio territorial, valorización
y recuperación de fortines sitios históricos, y la puesta en valor como museo de sitio la estancia avanzada de
frontera El Sol Argentino, -monumento nacional-, contribuirá en simultaneo dar un nuevo protagonismo y
mayor fortaleza a Chillar -Municipio de Azul-y Tedin Uriburu - Municipio de Benito Juárez-, como las
localidades involucradas más cercanas.
Confiando en el valor e imprescindibilidad de la gente.
Introducción –Marco Teórico
El territorio es una construcción social que conjuga múltiples variables. En el contexto actual de la
globalización donde todo se “mercantiliza”, el espacio rural deja de ser considerado el sustento de la
producción de alimentos y se reconocen en él múltiples actividades. Lo cierto es que la matriz productiva
extractiva impuesta en el espacio rural, refleja la historia de una transferencia “hacia fuera” de los recursos
naturales.
Un territorio constituye una unidad espacial recortada geográficamente, conformada por una trama social
particular en relación con determinadas formas de producción, consumo e intercambio, organizada en torno a
normas institucionales específicas.
Representa una comunidad de intereses donde los actores sociales le han dado un determinado uso y
significación a su entorno natural y construido, diferenciándose de otros territorios.
El capitalismo contemporáneo impulsa la des-territorialización; mientras que sustentabilidad implica re-
territorializar. Desde esta perspectiva, capitalismo y sustentabilidad son conceptos antagónicos.
Para Leff, “El territorio es el lugar donde la sustentabilidad se enraíza en bases ecológicas e identidades
culturales. Es el espacio social donde los actores sociales ejercen su poder para controlar la degradación
ambiental y para movilizar potencialidades ambientales en proyectos autogestivos generados para satisfacer
necesidades, aspiraciones y deseos de los pueblos, que la globalización económica no puede cumplir.
El territorio es el locus de las demandas y reclamos de la gente para reconstruir sus mundos de vida. El nivel
local es donde se forjan las identidades culturales, donde se expresan como una valoración social de los
recursos económicos y como estrategias para la reapropiación de la naturaleza. Si la economía global genera
el espacio donde las sinergias negativas de la degradación socioambiental hacen manifiestos los límites del
crecimiento, en el espacio local emergen las simetrías positivas de la racionalidad ambiental y de un nuevo
paradigma de productividad ecotecnológica(Leff 1994).
Según Leff, está surgiendo una política del lugar y la diferencia: “Frente al proceso de globalización regido por
la racionalidad económica y las leyes del mercado y junto con los movimientos “globalifóbicos” está
emergiendo una política del lugar, del espacio y del tiempo (Leff 2001: 28-42), movilizada por los nuevos
derechos de identidad cultural de los pueblos (CNDH 1999;Sandoval& García 1999), legitimando reglas más
plurales y democráticas de convivencia social.
La reafirmación de la identidad es también la manifestación de lo real y lo verdadero frente a la lógica
económica que se ha constituido como el más alto grado de racionalidad del ser humano, ignorando a la
naturaleza y a la cultura, generando un proceso entrópico insustentable que gobierna la degradación
ecológica y la existencia humana” (Leff 2002: 205).
El elemento diferenciador de un territorio frente a lo global, radica en que sobre la base de una oferta de
recursos naturales, la sociedad construye un territorio que se posiciona de manera particular en el escenario
global. El territorio, en el contexto dinámico de la globalización, es una unidad espacial que mantiene
cohesionados algunos (o todos) los rasgos que lo constituyen, fundamentalmente la identidad, de cara a las
fuerzas globales que tienden a homogenizar a través de los medios de comunicación, del consumo, de las
fuerzas del mercado, del orden político, etc. Por esto, el territorio con sus múltiples actividades actuales y
potenciales, adquiere una dimensión y una posición potencial relevante en el contexto actual de la
globalización.
Al referirnos a la sustentabilidad, consideramos que no es solo una cuestión del ambiente, del desarrollo o de
la sociedad en general. Remite al propósito de involucrar a la gente y sus múltiples acciones: es un proceso
que involucra las estrategias de participación a escala local, incluyendo las formas de vida y la cultura.
Para pensar en una sustentabilidad “posible” es necesario tener cuenta la escala local como contexto y el
punto de vista de los actores como referentes de las acciones que construyen y/o deconstruyen el territorio.
Esto nos lleva a la identificación de las trayectorias y acciones desarrolladas por los actores en su entorno
inmediato, en su territorio. Así el territorio local se constituye en una unidad espacial socialmente construida,
donde convergen las más diversas acciones y trayectorias, que van articulando a lo largo de un proceso
espacio-temporal, una red de interrelaciones, conformada por distintas esferas de intereses, valores,
conocimientos, y también, distintos grados de poder (Ariño 1997).
El territorio de abordaje, es un espacio del territorio interserrano bonaerense, que no ha sido ajeno al
despoblamiento rural, desmembramiento familiar, y desconexiones comunicacionales ferrocarrileras y viales.
Todo conllevo a su desvitalización, entendiéndose por tal al proceso por el cual, un grupo de gente que ocupa
un espacio rural, ve progresivamente esfumarse su vitalidad demográfica, económica y social.
Pero hoy, la vida urbana, individualista y consumista, ha devuelto la mirada y la esperanza a los pueblos
rurales.
Así aparecen dos nuevas corrientes de poblamiento: el retorno de jóvenes profesionales a su tierra natal y
crecimiento hasta la adolescencia, junto a nuevos grupos sociales, que desde lo individual, a la práctica
colectiva propone nuevos modos de vida y apropiación del ambiente: los neorurales. Un particular
movimiento migratorio que afecta el mundo rural contemporáneo y que exige, comprender y prepararse para
recibirlo con criterios anticipatorios.
Esta corriente migrante voluntaria, impulsa una práctica cotidiana de vida, que repercute sobre la dinámica
social-comunitaria de la cual los nuevos habitantes toman parte, ejerciendo un papel activo-transformador.
Una de las representaciones más significativas tiene que ver con asociar el modo de vida en pueblos y áreas
rurales, con el compromiso de preservar los recursos naturales disponibles, actitud que refuerza la
concepción de lo rural como un espacio digno de conservación y la de vida rural como opción por un mayor
contacto con la tierra, el agua, el aire puro, la fauna y el paisaje.
La adopción de valores socio ambientales como la búsqueda de mayor contacto con la naturaleza, la
preservación de la biodiversidad, valores histórico-culturales y la armonización de las relaciones hombre-
naturaleza-sociedad, entre otros, ilustraría la emergencia de un rural cada vez más formado, permeado y
dinamizado por la referencia ambiental (Jollivet, 2001)
La mirada de estos nuevos migrantes, propició la emergencia de ciertos cuestionamientos en el habitante
originario en relación con sus prácticas, sobre todo agro productivas y de manejo de recursos naturales. En
comparación con las nuevas tecnologías adquiridas, estos tuvieron que reconocer la existencia de tecnologías
de producción alternativas, casi todas fundamentadas en el menor uso de agroquímicos y fertilizantes de
síntesis; el uso de especies vegetales de alto contenido nutricional localmente disponibles, poco valoradas
como comida y alimento; así como con la protección de las fuentes de agua, reforestación, huertas orgánicas,
etc. De este modo se recuperan e introducen viejos -pero de nuevo-, procedimientos de interacción con el
ambiente.
Esta actitud claramente desarrollada, permeó a una parte significativa de los pobladores “de siempre” en
estos pueblos, quienes voluntariamente van optando por unir esfuerzos alrededor de estos proyectos, que
desde la gestión pública, debemos consolidar.
Cultivar sanamente es parte de un proyecto y estilo de vida alternativa que estos nuevos migrantes practican.
Y es parte del proyecto incorporar la agricultura orgánica como una actividad propicia para el rescate,
potenciación y puesta en práctica de valores sustantivos (éticos, morales, estéticos y ambientales) capaces
de contribuir a generar nuevas formas de relacionamiento entre hombre, naturaleza y sociedad.
En el turismo rural sustentable, la cultura rural es aprovechada para promover el desarrollo local a partir del
beneficio que ofrecen las áreas naturales, los diversos sistemas económicos asociados a la ruralidad; el
patrimonio detectado y los paisajes socioculturales, como atracción turística. Con acciones sistemáticas
destinadas a favorecer el desarrollo de las comunidades impulsando modos de producción y consumo
responsable.
Entendemos el turismo en la ruralidad, como una actividad de desarrollo sustentable para la comunidad
anfitriona, su ambiente natural y cultural. Una sustentabilidad que dependerá, entre otras cosas, del alto grado
de participación y compromiso de los habitantes del territorio con el proyecto que se genere.
En este contexto, se producen con impulso del turismo, relaciones de proximidad entre productores y
consumidores adeptos a las ideas de comercio justo, producción agroecológica y consumo consciente, entre
otras, y representarían el fundamento principal de aquel “nuevo tejido social” inspirado en la responsabilidad
socioambiental. Donde el “ecoturista” es la principal demanda y promotor de este modelo, y el apoyo del
Estado es absolutamente crucial.
La regeneración de la sociedad en una nueva ruralidad comunitaria requiere de una mirada propositiva y
estimulante, en términos de nuevas normas territoriales comprensivas de un plan de desarrollo endógeno,
con créditos blandos y beneficios impositivos, recursos humanos con capacitación y sensibilidad, y recursos
económicos dispuestos con ese fin.
En ello, el municipio deberá propiciar la creación de nuevos mercados locales y regionales, basados en los
principios de solidaridad de los mercados de comercio justo.
He aquí el valor indelegable de estos caminos a proyectar, como planes particularizados.
Paisaje y Patrimonio territorial
El paisaje representa una respuesta culturalmente creada y transmitida frente a problemas humanos sólo
expresables en el grupo social concreto, que responde a la permanencia en un lugar. En este sentido, la red
caminera, los sistemas de cultivo, la organización de las grandes extensiones de las primeras estancias en
propiedades privadas de escala menor, y las comunales en servicios asociados al ferrocarril y poblados
rurales, casas, capillas y escuelas en la escala de la arquitectura, centro de vida y trabajo, espacio en el que
se produce el encaje de las partes, espacio que inviste el carácter de las personas que viven y trabajan un
territorio, configuran el sistema paisaje rural interserrano bonaerense: una síntesis entre naturaleza y cultura.
Donde sus reglas de construcción, se fundamentan en una estepa herbácea primigenia, testimonios
indígenas, los primeros fortines, estancias de avanzada de frontera y un "sistema" detectable de ocupación
del territorio, que fue construyendo la provincia de Buenos Aires.
Las políticas de desarrollo desde los 90´s, fueron recogidas a nivel local por los municipios que sin
profesionales experimentados, se vieron forzados a dar respuesta a los problemas socioeconómicos
generados por las políticas nacionales.
Por desconocimiento y despreocupación, se importó e implantó de forma acrítica una matriz conceptual
oriunda del primer mundo; y así, sin más, el desarrollo local se instala entre nosotros ocupando espacios
políticos y académicos. Ignorando o dejando de lado, las redes sociales comunitarias, separando los saberes
“académicos” de la realidad y de la gente, intelectuales del brillo y el prestigio, enquistándose en un poder de
un “saber” cada vez más lejano.
Hoy en un proceso de revitalización de matrices ambientales de salvaguarda planetaria, el concepto de
Desarrollo supone la reincorporación de otros valores a los asociados con lo económico, y propone una visión
diferente de la propia economía que debe reinventarse para estar al “servicio “de las personas. De ahí que
buscamos vincular la búsqueda de soluciones globales –no sectoriales- para el “Desarrollo Local” donde lo
rural está inserto. Y el· “GeniusLoci”, se incorpora.
Así, en recorrido minucioso de nuestro territorio, desde lo turístico, cultural y productivo, organizado en
función del estímulo a un turismo conservacionista, el fomento y creación de nuevas actividades económicas,
de nuevos mecanismo de diálogo y nuevas relaciones institucionales, de manera de contribuir a fortalecer la
base social y económica de la vida de nuestros pueblos asociados a la ruralidad, reforzando la integración
social, la confianza en el futuro y el sentido de pertenencia de la población, junto a la salvaguarda de paisajes,
y ambientes naturales y culturales como recursos turísticos identitarios. Hemos propuesto un nuevo modelo
de asociación intermunicipal como consorcio turístico, productivo y cultural.
Pensando herramientas con los pies en la tierra.
Marco Político-Gubernamental Nacional 2016: Acta acuerdo del COFEPLAN, de donde extraemos los
siguientes articulos.
4to. Propender al equilibrio de los procesos de desarrollo mediante la gestión adecuada de los
recursos naturales, culturales y sociales del territorio
5to. Garantizar a la población el derecho al arraigo como a la emigración en búsqueda de nuevas
oportunidades de progreso
Ejes en la Política Nacional de Desarrollo y Ordenamiento Territorial Plan Federal de Ordenamiento Urbano
Territorial
Fortalecer la identidad territorial y cultural y el sentido de pertenencia al territorio nacional
Alcanzar el desarrollo económico y la realización de proyectos personales sin que ello implique
abandonar el lugar de origen
Vivir en un ambiente sustentable, que garantice la disponibilidad actual y futura de los recursos
Participar plenamente en la gestión democrática del territorio en todas sus escalas
Acceder a bienes y servicios esenciales que permitan el desarrollo personal y colectivo con una
elevada calidad de vida
Tres grandes objetivos de desarrollo y ordenamiento territorial definidos en el Avance I del PET que,
articulados entre sí, constituyeron los fundamentos para la construcción del Modelo Territorial Deseado para
una Argentina equilibrada, integrada, sustentable y socialmente justa:
Mejorar y sostener el crecimiento de la producción en forma equilibrada mediante la construcción de
infraestructura y equipamiento
Garantizar el acceso de la población a los bienes y servicios básicos, promoviendo el desarrollo
equitativo de las regiones y el arraigo de sus habitantes
Contribuir a la valorización de nuestro patrimonio natural y cultural a través de una gestión integrada
y responsable
Fuente: Plan Estratégico Territorial, 2008-2016
En el caso específico del Plan Nacional, para la provincia de Buenos Aires, se determinaron algunos
corredores y áreas turísticas denominados: Paraná, Ventana al Mar-Ventana, Guamini-Adolfo Alsina, Rural
del Atlántico, Bahía San Blas,y suponemos que se da apertura a que municipios asociados generen más y
nuevas propuestas de desarrollo endógeno, donde desde lo local, en cumplimiento estrecho de los “Tres
grandes objetivos de desarrollo y ordenamiento territorial definidos en el Avance I del PET” sean
precisamente, ejes priorizados.
Estamos frente a una situación de oportunidad, el proyecto político existe; y la Asociación intermunicipal,
consorcio turístico, productivo y cultural: Azul-Benito Juárez, generara un replanteo en el diseño de las
políticas territoriales bonaerenses.
Nos hemos propuesto generar instrumentos de planificación y gestión urbano-rural, con el fin de contribuir al
desarrollo equilibrado del territorio; fomentar la ocupación en producción y trabajo diferenciado, bajo el
análisis y propuesta de las múltiples alternativas disponibles.
Favorecer y revitalizar la vida de los pequeños pueblos, reconstruir sus economías y movilidad local de sus
productos, impulsar modos y rescates de producciones específicas, construir con claridad los conceptos de
alimentos como productos locales y regionales, al igual que flora autóctona como ornamentales, producto
cosméticos y medicinales asociados a la reproducción de flora autóctona; que ya se están promoviendo en la
región, al igual que el movimiento agro turístico, ecoturismo, turismo comunitario, turismo religioso, fiestas
populares, y actividades deportivas y recreativas en la naturaleza.
En un mundo como el de hoy, en crisis económica global, este proyecto apuesta a un desarrollo económico
social estable y equitativo, sustentado en el fortalecimiento y dinamización territorial en municipios asociados,
considerando las normas como estrategia y proponiendo instrumentos económicos, sociales y
comunicacionales, junto con tecnologías e instrumentos de aplicabilidad.
DETERMINACIÓN DE SECTORES Y RECORRIDOS DESDE EL MUNICIPIO DE AZUL CON ENLACE EN
LOS LINDEROS.
Un plan de Desarrollo del Territorio, que asume el equilibrio poblacional en la consolidación y garantía de
calidad de vida de sus poblados, que afianza las rutas y caminos internos como alternativas vehiculares, en
redes conectoras diseñadas y equipadas, debe prever trabajar en la integración proyectual con los municipios
linderos. Así nuestros municipios se proponen iniciar un proyecto conjunto, en el convencimiento que además
estamos construyendo una práctica asociativa y solidaria, con un plan de desarrollo que supera ampliamente
los conceptos de inmediatez y apuesta a un futuro, en armonía y equidad.
La Obra del Arq. Salamone, declarada recientemente Patrimonio Nacional, ha estimulado y generado
numerosos programas de visita y recorridos en el territorio de la Provincia de Buenos Aires.
El Municipio de Azul, depositario de sus mejores obras y como puerta de acceso al sur y sur oeste provincial,
ha considerado la corriente de turismo especializado nacional e internacional, que este patrimonio cultural
genera; como una excelente oportunidad para dar a conocer el complejo y poco conocido territorio
bonaerense, en sus componentes naturales y culturales, del fortín y estancias avanzada de frontera a las
fábricas cementeras; un paisaje evolutivo que hoy puede ser puesto en valor en el mercado del ecoturismo y
turismo cultural, como paisaje interserrrano bonaerense.
Hemos identificado y estudiado, las localidades y parajes, y las rutas provinciales y caminos rurales que van
conformando la red territorial.
Verificamos los conectores alternativos a las rutas habituales, que definen el proyecto y que nos van
enlazando con los municipios vecinos, en un primer abordaje desde la identificación y registro de atractivos
turísticos existentes, y afinidades vecinales. Así surgieron cuatro recorridos claros, y potentes:
Camino Real: Cacharí, por ruta prov. No. 50 Campodónico, Pulpería San Gervasio, Tapalque,
Crotto, harasVadarquehablar, Cantón de Tapalqué, Estancia Uballes, Ariel, Azul.
Camino de los fortines: desde Azul, area de Chillar, el viejo camino La Nutria, enlaza los fortines
Otamendi, y Miñana, llega a la Estancia avanzada de Frontera El Sol Argentino, paraje mariano
Roldán en Benito Juárez.
Camino del Inmigrante, camino de la Piedra: Azul - Chillar - Olavarria: Nievas, Colonia Nievas,
Sierras Bayas, Sierra Chica. La producción minera.
Camino interserrano: diversidad de sierras enlazando por ruta 80, el paraje Pablo Acosta,
TedinUriburu, López, Barker y Villa Cacique, y por ruta 30 Matienzo, El Lenguarz, Lobería-Arenas
Verdes
Estas son los recorridos detectados en nuestro territorio desde modelos de apropiación del territorio y la
filosofía del paisaje; como marcos generales para planes particularizados de ordenamiento territorial y que
aunara a los Municipios involucrados y con el fortalecimiento de caminos rurales en el diseño de rutas e
itinerarios culturales, alternativos y complementarios.
OBJETIVOS
Desde el Municipio de Azul (acción ciudadana), se propone impulsar el desarrollo endógeno y sostenido lo
largo de la ruta 80 y la localidad de Pablo Acosta con un plan particularizado como paraje-localidad de
crecimiento exponencial. Desde allí consolidar los conectores con el camino fortinero, el camino de la piedra y
el camino interserrano.
• Azul a Pablo Acosta por camino viejo a Tandil, Matadero Salamone, estación Lazzarino
• Pablo Acosta, Ruta 80, Barker- Villa Cacique, La Negra, San Manuel, Numancia, Licenciado Matienzo, El
Lenguaraz, Lobería, San José, J. N. Fernandez, Claraz, La Negra, Villa Cacique, Barker, López, Tedín
Uriburu, Camino La Argentina, Pablo Acosta
• Pablo Acosta, Tedín Uriburu, Chillar, 16 de julio, Camino de los Picapedreros, Sierras Bayas, Alemanes del
Volga, Azul.
• Pablo Acosta, Tedín Uriburu, Chillar, Fortin Miñana, 16 de Julio, la Barrancosa-Fortín Otamendi, Fortín
Rivas, Camino de la galera San Julián, Estancia El Sol Argentino, laguna San Antonio. Benito Juárez.
• Pablo Acosta, Maria Ignacia, Gardey, Tandil, Desde nuestro objetivo de promover municipios débiles,
consideramos que esta es la etapa final del sector de territorio de trabajo.
La ruta 80, tiene una posición estratégica para integrar la totalidad de los recorridos planteados, tomando el tramo Azul-Pablo Acosta, como eje distribuidor, y enfatizando este tramo como un plan particularizado del municipio de Azul.
Fig 2 Laguna El Chifle Almacén Embil
OBJETIVOS ESPECÍFICOS Organización de Equipos conformados por Centros de Investigación/acción de la UNICEN, junto a
profesionales transdisciplinarios, equipos técnicos de ambas municipalidades; que en conocimiento de los
problemas, potencialidades y recursos del territorio, contribuyan a la definición del espacio territorial elegido.
a)
aspectos históricos, geográficos y antropológicos,
cartografía histórica y reciente
Azul como referente, Camino La Nutria, la galera San Julián, fortines: Miñana y La Barrancosa, Sol Argentino (Monumento Nacional), batalla San Antonio, Benito Juárez
b)
estructuras viarias, asentamientos rurales y ferrocarril
Localidades involucradas.
Confección de documentación y generación de equipos para la realización de un Plan de Ordenamiento Territorial desde los lineamientos del Planeamiento Participativo
En el caso del segmento a), destacamos, que no se trata de un estudio del espacio geográfico como conjunto de geosistemas, ni de un estudio antropológico en cuanto a costumbres, modos de vida asociados a la ganadería o aperos de labranza utilizados, ni supone un estudio agronómico relacionado con los cultivos, pero si es necesario el acuerdo de todas estas disciplinas para el entendimiento de la realidad construida sobre este ámbito geográfico. Que incluye una labor de recopilación, de inventario, de lectura catastral en el sentido de ordenación, clasificación y descripción gráfica de cada una de las estructuras configuradoras del territorio en cuestión, del que forman parte integrante los asentamientos, fortines, edificaciones, almacenes, testimonios de apropiación etc. como núcleos básicos de ordenación territorial. Y a través de la sucesión de etapas se produce, el "espacio de paisaje" y definición del camino fortinero elegido.
Hitos y episodios de un único argumento en el que se trama y se resuelve este "espacio de paisaje". Asimismo su transformación en base a nuevas formas de actuación y entendimiento del medio, reflejadas en nuevas estructuras que devienen en indicadores de la definición actual de ese paisaje, hacia un desarrollo sostenible.
Determinación de formas de uso de la tierra que reflejan un largo ajuste evolutivo cultural-ecológico, que van generando escenas paisajísticas que promueven los sentimientos estético/creativos: Fotografías, pinturas, acuarelas, relatos orales heredados, historias compiladas, música y poesías, frente a una gastronomía común al interior pampeano bonaerense. La percepción del paisaje por visitantes turísticos no es la misma que la de los usuarios tradicionales del medio careciendo de las raíces culturales y experiencia profunda de los usuarios tradicionales. Algo que el turista suele apreciar más que el lugareño. Recuperación de autoestima bonaerense en términos de patrimonio y valores identitarios. Para Prats, existe una gran demanda de desarrollo turístico local basado en el patrimonio de lugares estructuralmente inviables desde el punto de vista económico. Es decir que existen proyectos patrimoniales de carácter local que no tienen necesaria y principalmente una orientación turística, sino que vienen a constituirse como elementos complementarios de otras actividades del sector y tienen por objetivo, por ejemplo, visibilizarlos y/o ponerlos en valor con fines culturales y educativos (Prats, 2011: 253).
En el segmento b) abordamos un enfoque multidimensional y multisectorial. El desarrollo local/territorial como “un proceso de construcción social, implementado por los actores del territorio que apunta a la generación de capacidades locales para aprovechar los recursos propios y movilizarlos hacia la satisfacción de las necesidades y los problemas de la comunidad”.
Fig 3
Fig 4
Metodología:
Abordar el territorio. integrando la dimensión económico-productiva, socio-cultural, ambiental y político-
institucional
En ello vincular:
• en términos económicos, la agricultura, la industria y los servicios
• en términos sociales, la integración de los servicios salud, educación, infraestructura, etc. con el
fin de mejorar la calidad de vida y el bienestar de la población que habita ese territorio.
Instrumentos:
Planificación participativa, Normativas, Comunicación interna y externa.
Inventario y Delimitación de áreas
Normas particularizadas en LOTUS
Estímulo fiscal y radicación de usos
Estímulo a la Inversión y Economía del Bien Común
Programas comunicacionales
Normativas:
De intervención: sectores especiales, patrimoniales etc.
Tributarias
Financieras
de Ejecución
de actuación e incumbencia profesional
Con participación comunitaria
Incorporar Servicios Ecosistémicos en el proceso de ordenamiento territorial versus modelo de INTA que
propone negociar el ordenamiento del espacio rural en la convergencia de las políticas públicas para el O.T. y
las acciones de desarrollo rural surgidos de los productores y grupos de interés.
Ecozonas + recursos territoriales + actores sociales: Servicios ecosistémicos con planificación participativa Procuramos Fijar acuerdos con pactos públicos Grupos de apoyo político: areas y funcionarios municipales, provinciales y nacionales
Grupos de apoyo técnico: investigadores: UNICEN, CIC, INTA y externos colaborantes
Grupos apoyo comunitario:
• por sectores sociales
• Por organizaciones existentes
Dinamización sociocultural
• Patrimonio y Creatividad Social
• Nuevas Economías desde la Cultura
• Estímulo a la Capacitación en Participación y Transformación Social a través de la Cultura
(Desarrollo Cultural Comunitario)
• Gestión y generación de proyectos productivos e inversión Economía social y solidaria, Economías
del Bien Común.
• Programas medioambientales, energías renovables, tratamiento de residuos y efluentes, etc.
• Plan Comunicacional. (interno-externo)
Sin ser exhaustivos, ni considerar resuelta o acabada la propuesta, presentamos antecedentemente este
listado de acciones e instrumentos, con los que deberemos contar para desarrollar el trabajo desde la
transdisciplina organizada, junto a equipos técnicos de la gestión pública y comunidades decididas y
participantes.
Abiertos y expectantes a intercambios disciplinarios y voces comunitarias, que en definitiva, esta es la política
pública que estamos proponiendo.
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ANEXOS
CV, síntesis
Alicia Lapenta
Arquitecta, Esp. en Conservación del Patrimonio, acredita los Posgrados Master en: Cultura Argentina, en Políticas y Gestión Cultural, en Gestión Cultural y Comunicación, en Políticas y Gestión Turística, en Planeamiento Territorial y Animación Sociocultural. En Cultura Cubana, y en Credos y Razas en Cuba y el Caribe. Miembro del ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, organismo no gubernamental asesor de UNESCO) actualmente delegada por Provincia de Buenos Aires, Fue por años Delegada por Prov. de Buenos Aires, y Asesora de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos. En Panamá realizo el diseño del Corredor de Turismo Etnoecológico para las etnias Emberá Waunam, Naso Teribe y Kuna Yala, enlazando el Plan de Desarrollo Integral del Darien, y las comarcas indígenas mencionadas, para, la Fundación Kuna, Dobbo Yala. En Cuba, trabajó dos años en el Plan Maestro de La Habana Vieja en Planeamiento Participativo y Cultura Identitaria. Barrio San Isidro, un plan de conservación de patrimonio cultural, como proyecto sociocomunitario, Plan de Rehabilitación Integral, Habana Vieja, Cuba; Premio Andrés Bello 1999 Y ocho años en el Consejo Nacional de Cultura Comunitaria, a cargo de Gestión del Patrimonio, Comunicación y Audiovisuales. Realizo el sistema de Inventario para el Patrimonio Intangible cubano, sistemas de creencias, grupos y personas patrimonio, (Registro y Salvaguarda de la Cultura Popular Tradicional en Cuba, sustentado en el protagonismo y la participación popular, premio Andrés Bello 2003) Estuvo involucrada, y en oportunidades a cargo de proyectos específicos de Desarrollo Local, Participación Comunitaria y Cultura Popular Tradicional • Desarrollo del Territorio y Animación Sociocultural, desde la cultura identitaria. Palma Soriano, Santiago de Cuba, Premio Andrés Bello Año 2005 • Desarrollo del Territorio desde la Cultura Identitaria, Palma Soriano, Santiago de Cuba. El taller Experimental Ennegro. Concurso a las Mejores Prácticas. Naciones Unidas, Dubai. Año 2006 Gano numerosos premios y distinciones en Argentina y el exterior, desde Cuba, lideró equipos que obtuvieron en tres oportunidades el Primer Premio que el Convenio Andrés Bello instituye para Iberoamérica a los mejores proyectos en marcha referentes a Patrimonio y Desarrollo. Desde el año 2008 reside en Azul, donde además de su tarea docente, trabaja como profesional en el Municipio, en la interacción de áreas y proyectos transversales referidos a Patrimonio y Desarrollo Local. En el año 2009, su trabajo obtuvo el segundo lugar en el Concurso Internacional de Cooperación Urbana en Santiago de Compostela, España. Ha realizado documentales y multimedios referente a Cultura Popular Tradicional, en base a investigaciones personales y colectivas, con equipos de especialistas a su cargo. Tiene trabajos publicados en Argentina, Cuba y Méjico. Actualmente es coordinadora del centro de Estudios Jurídicos de Artes y Letras de la Facultad de Derecho, UNICEN, desde donde coordina y organiza las Jornadas Internacionales de Arte y Derecho donde se tratan entre otros temas; Propiedad Intelectual en creación individual y creación colectiva. Gestión cultural y creación. Derechos de Autor, Arte, Cultura y Creación, Saberes Ancestrales y Derechos Humanos. Coordina un proyecto audiovisual “Nuestra Gente”, que aborda el patrimonio, ambiente y creación contemporánea.
IMÁGENES
Fig 1: Fotografia Hector Garcia
Fig 2: Fotografia Hector Garcia
Fig 3
Fig 4