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Campañas del Sur Las Campañas del Sur es el nombre con que se conocen a una serie de campañas militares que emprendió la Gran Colombia al sur de su territorio entre 1821 y 1826 contra el dominio español en la América del Sur y que tuvieron una importancia decisiva para la independencia de las actuales repúblicas de Ecuador, Perú y Bolivia. La definición de que hechos comprendieron las campañas del Sur varía, tal que algunos historiadores llaman así a las campañas libertadoras de Quito y Pasto entre 1820 y 1822, mientras que otros se refieren a las operaciones militares desde 1821 hasta 1826 cuando capituló la fortaleza de El Callao. Sin embargo, se puede decir a ciencia cierta que las campañas del Sur tuvieron por objeto finalizar la guerra de independencia americana, y como resultado el auge de la influencia y el poder de la Gran Colombia que bajo la presidencia de Simón Bolívar buscaba la unión de los nuevos estados hispanoamericanos. Campaña de Quito Tras la revolución del 9 de octubre de 1820 la ciudad de Guayaquil se había constituido como un estado independiente, la Provincia Libre de Guayaquil, pero pronto se encontró en una delicada situación militar luego de ser derrotados los guayaquileños en la Primera Batalla de Huachi y la Batalla de Tanizagua. José Joaquín Olmedo solicito ayuda militar a la Gran Colombia para defender la ciudad y para liberar la Real Audiencia de Quito. Bolívar envía a su mejor General, Antonio José de Sucre a principios de 1821 a Guayaquil en reemplazo del general José Mires. Sucre llegó el 6 de mayo de 1821 con unos 650 soldados colombianos a los que sumo unos 1400 ecuatorianos. Las instrucciones de Sucre eran: tomar el mando de las tropas que se encontraban en Guayaquil, asegurar la incorporación de la provincia a Colombia y preparar en conjunción con el Libertador las operaciones que habrían de liberar Quito.

Campañas Del Sur - Don José de San Martin - La expedición Libertadora

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Campañas Del Sur - Don José de San Martin - La expedición Libertadora- Indepencia del Perú

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Campañas del Sur

Las Campañas del Sur es el nombre con que se conocen a una serie de campañas militares que emprendió la Gran Colombia al sur de su territorio entre 1821 y 1826 contra el dominio español en la América del Sur y que tuvieron una importancia decisiva para la independencia de las actuales repúblicas de Ecuador, Perú y Bolivia.

La definición de que hechos comprendieron las campañas del Sur varía, tal que algunos historiadores llaman así a las campañas libertadoras de Quito y Pasto entre 1820 y 1822, mientras que otros se refieren a las operaciones militares desde 1821 hasta 1826 cuando capituló la fortaleza de El Callao. Sin embargo, se puede decir a ciencia cierta que las campañas del Sur tuvieron por objeto finalizar la guerra de independencia americana, y como resultado el auge de la influencia y el poder de la Gran Colombia que bajo la presidencia de Simón Bolívar buscaba la unión de los nuevos estados hispanoamericanos.

Campaña de Quito

Tras la revolución del 9 de octubre de 1820 la ciudad de Guayaquil se había

constituido como un estado independiente, la Provincia Libre de Guayaquil,

pero pronto se encontró en una delicada situación militar luego de ser

derrotados los guayaquileños en la Primera Batalla de Huachi y la Batalla de

Tanizagua. José Joaquín Olmedo solicito ayuda militar a la Gran Colombia para

defender la ciudad y para liberar la Real Audiencia de Quito. Bolívar envía a su

mejor General, Antonio José de Sucre a principios de 1821 a Guayaquil en

reemplazo del general José Mires. Sucre llegó el 6 de mayo de 1821 con unos

650 soldados colombianos a los que sumo unos 1400 ecuatorianos. Las

instrucciones de Sucre eran: tomar el mando de las tropas que se encontraban

en Guayaquil, asegurar la incorporación de la provincia a Colombia y preparar

en conjunción con el Libertador las operaciones que habrían de liberar Quito.

Operaciones de Sucre en Ecuador

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El Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre.

Tras la revolución del 9 de octubre de 1820 la ciudad de Guayaquil se había

constituido como un estado independiente, la Provincia Libre de Guayaquil,

pero pronto se encontró en una delicada situación militar luego de ser

derrotados los guayaquileños en la Primera Batalla de Huachi y la Batalla de

Tanizagua. José Joaquín Olmedo solicito ayuda militar a la Gran Colombia para

defender la ciudad y para liberar la Real Audiencia de Quito. Bolívar envía a su

mejor General, Antonio José de Sucre a principios de 1821 a Guayaquil en

remplazo del general José Mires. Sucre llegó el 6 de mayo de 1821 con unos

650 soldados colombianos a los que sumo unos 1.400 ecuatorianos.1Las

instrucciones de Sucre eran: tomar el mando de las tropas que se encontraban

en Guayaquil, asegurar la incorporación de la provincia a Colombia y preparar

en conjunción con el Libertador las operaciones que habrían de

liberar Quito.2 Quito estaba fuertemente guarnecida, a pesar de que las tropas

realistas habían disminuido a la mitad en los últimos años, de cuatro a dos

mil.3 4

Al llegar Sucre a Guayaquil se dedica a organizar y entrenar las tropas.5 El 15

de marzo firmo un convenio con la Junta de Gobierno de la ciudad, el cual

estipulaba que la Provincia de Guayaquil quedaría bajo la protección y tutela de

Colombia, anulando así el tratado firmado con los agentes peruanos. Sucre

coloco a sus tropas en San Borondón y Babahoyo para bloquear la entrada a la

provincia a los realistas. El 17 de julio de ese año ocurrió una rebelión

anticolombiana y pro-realista que fue reprimida con éxito.

Los realistas al conocer la rebelión se dispusieron a apoyarla, el gobernador

Aymerich marchó al sur con 2.000 hombres, mientras que el coronel González

marchó desde Cuenca hacia Guayaquil amenazando las comunicaciones de

Sucre quien se dirigía a combatir a Aymerich. Enterado Sucre del movimiento

retrocedió para enfrentar a González y lo batió el 12 de agosto en la Batalla de

Yaguachi, tras lo cual Sucre volvió al norte a enfrentar a Aymerich pero este se

retiraba al norte. El ejército persiguió a los realistas un largo trecho pero la

situación política en Guayaquil obligó a Sucre a regresar.

Tras calmarse la situación política en la ciudad Sucre se dirige de vuelta a la

cordillera con 900 infantes y 70 jinetes, en busca de Aymerich. Durante varios

días maniobra en contra de este, atraviesa el Chimborazo y llega el 11 de

septiembre al Valle Alto del río Ambato. Sucre es renuente a bajar de la

cordillera por la ventaja numérica de la caballería española, pero hostigado por

sus compañeros desciende el 12 a Santa Rosa ocupando posiciones

defensivas mientras que Aymerich avanzaba hacia Ambato. Sucre dispuso una

sólida formación defensiva pero al atacar los realistas el general Mires se

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adelantó a la contraofensiva y tras ser rechazado su ataque el ejército patriota

fue envuelto y casi destruido.

De regreso a Guayaquil Sucre necesita urgentemente refuerzos para reponerse

de la derrota de Huachi, para lo cual solicita a Santander el envío de tropas

pero este prefiere reforzar a la división de Pedro León Torres quien debía

dirigirse por tierra vía Popayán - Pasto - Quito. En tales circunstancias Sucre

dirige una carta al Protector del Perú José de San Martín reclamando el

batallón Numancia, excelente unidad formada en Venezuela en 1813 y enviada

por Morillo al Perú en 1816, en 1820 se había pasado a las fuerzas del

Protector y deseaban volver a casa. San Martín no deseaba renunciar

al Numancia que era el mejor batallón del que disponía y en su lugar mando a

algunas fuerzas al mando del coronel Santa Cruz.

Con las fuerzas de Santa Cruz y la leva impuesta, Sucre volvió a contar con

unos 1.200 efectivos aunque en su mayoría sin ninguna experiencia militar

exceptuando el batallón Trujillo con algo de instrucción y el escuadrón de

Granaderos a Caballo de 90 hombres veteranos al mando de Lavalle.

Sucre decidió reanudar la campaña desde el sur de Guayaquil, para lo cual

envió pequeños destacamentos en varias direcciones con el fin de desinformar

a los realistas de la ruta que tendría su ofensiva mientras que él se embarcaba

con el ejército en Guayaquil y se dirigía por mar hacia Machala. Luego de

desembarcar a sus tropas marchó hacia Saguro, donde se reunió con los

peruanos de Santa Cruz, tras lo que marchó a Cuenca, llegando a está el 23 de

febrero de 1822, donde esperó la fecha acordada por Bolívar para iniciar la

ofensiva. Mientras tanto aumentó sus fuerzas con algunos refuerzos llegados

de Guayaquil.

Llegada la autorización de Bolívar, Sucre avanzó hacia Alausi a principios de

abril. Disponía ahora de unos 2.000 infantes y 400 de caballería.6 Las fuerzas

realistas eran unos 2.000 soldados de línea,7 además de centenares de

milicianos. El 20 de ese mes fueron emboscados por los españoles ero estos

fueron rechazados. Al día siguiente se toparon con que los realistas habían

fortificado el camino por lo que Sucre flanqueo dicha posición y ofreció batalla

pero los españoles prefirieron retirarse. Sucre ordeno al coronel Diego Ibarra

que atacara con su caballería a los realistas quienes se encontraban

retirándose de la villa de Riobamba, los españoles a su vez enviaron a su

caballería para proteger su retirada. Los Dragones de Colombia y

los Granaderos de San Martín triunfaron en la Batalla de Riobamba.

El ejército partió de Riobamba el 28 de abril hacia Latacunga ciudad a la que

llegaron el 2 de mayo, y donde se incorporaron 200 hombres del

batallón Magdalena del coronel José María Córdoba que venían desde

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el Cauca. El resto del Magdalena (unos 400) se encontraban en Guayaquil y en

Cuenca enfermos y cansados. Los realistas se encontraban en Machachi con

unos 2.200 infantes de Nicolás López y unos 300 de caballería dirigidos por el

coronel Tolrá que cubrían los pasos de Jalupana y la Viudita.

En el volcán Pichincha se decidiría la independencia de Ecuador.

Sucre decidió evadir la posición realista por la derecha. El 13 marchó por el

camino de Limpiopongo, ascendió a las faldas del volcán Cotopaxi donde

acampó. El 17 descendió al valle de Chillo. El coronel Nicolás López, al tanto

de estos movimientos, retrocedió el 16 hasta Quito.

El 20 cruzó la colina de Puengasí y al día siguiente descendió al llano de

Turubamba, ofreciendo batalla en un terreno favorable a los españoles pero

estos no la aceptaron. Luego de varias maniobras para atraer a los realistas,

Sucre flanqueó a los españoles por la derecha y se colocó en el pueblo

de Pasto. Sucre comenzó la marcha en la noche del 23 y a las 08:00 del 24 se

encontraba en las alturas del Pichincha desde donde dominaba la ciudad de

Quito. Los españoles, al verse rodeados, subieron a su vez el volcán. Por la

dificultad del terreno, ambos ejércitos se ven obligados a combatir por oleadas.

Tras la victoria patriota en la batalla de Pichincha Quito es ocupada por el

Ejército Libertador y el Ecuador queda en manos de los independentistas.

Pocos días después de la capitulación española, el 29 de mayo la

Municipalidad de Quito proclamó la integración de la antigua Real Audiencia de

Quito a Colombia.

Entre septiembre de 1821 y mayo de 1822 el gobierno de la Gran Colombia

había enviado 137 oficiales y 7.314 soldados a apoyar las operaciones

del Libertador, excluyendo los contingentes enviados a Guayaquil para auxiliar

a Sucre, pero solo 2.000 estaban activos y otro tanto hospitalizados.8

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Operaciones de Bolívar contra Pasto

Campañas de independencia en Venezuela, Nueva Granada y Ecuador entre

1821 y 1823.

Luego de Carabobo, el Congreso Constituyente de Cúcuta nombró a Bolívar

Presidente de la República, y a Santander como Vicepresidente.9 Bolívar

realiza los preparativos ese mismo año: organiza un ejército de cuatro mil

soldados, encarga la Presidencia a Santander y marcha al sur.10 Inicialmente

el Libertador quería transportar la tropa por mar en tres bergantines; cuando se

encontraba embarcándose por el puerto de Buenaventura, apareció una

escuadra española enviada por Juan de la Cruz Mourgeon y Achet desde la

actual costa septentrional del Ecuador, estaba conformada por una corbeta,

cuatro goletas y tres transportes.11 La debilidad de la armada colombiana en

el Pacífico en comparación a la española lo obliga a tomar la ruta terrestre, más

ardua por la dificultad del terreno que presenta los Andes, que junto a las

enfermedades producen mayores bajas en el ejército de lo previsto y que no

puede reponer con los contingentes que encuentra en el camino. Al llegar

a Popayán, se refuerza con 1.200 hombres, pertenecientes a la división del

General Pedro León Torres. Espera en la provincia de Popayán refuerzos que

había pedido al gobierno, pero al no serles concedidos sigue hacia Pasto.

El Libertador deseaba evitar Patía y Pasto, conocedor de los desastres sufridos

por otros comandantes en los años anteriores. Prefería atacar Quito

transportando por mar su ejército hasta Guayaquil.12 También esperaba contar

con el apoyo del gobierno chileno13 y de San Martín14 para liberar Quito. En una

carta fechada el 24 de agosto de 1821 y dirigida a San Martín, considerando

que los realistas venezolanos, aplastados en Carabobo pronto encontrarían su

fin en Puerto Cabello, se podrían destinar los recursos a que la poderosa

escuadra chilena de Lord Cochrane transportara su ejército.15 En octubre de

ese año 4.000 soldados colombianos zarparían de Santa Marta rumbo a

Panamá donde se les uniría otro tanto de efectivos, de ahí ambos contingentes

navegarían hasta Guayaquil, donde 3.000 republicanos estaban acantonados.

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Por último, más de 4.000 unidades saldrían de Buenaventura para reforzar el

actual puerto ecuatoriano, con dos o tres millares de fusiles de reserva. La

fuerza contabilizaría un total de 10.000 a 12.000 elementos.10 Sin embargo, la

lejanía de las costas peruanas y ecuatorianas de sus bases impedía actuar a

Cochrane.16 Finalmente, Bolívar se conformó, abandono sus planes y empezó

a idear el avance de unos 4.000 hombres sobre Patía y Pasto.17

La ciudad de Pasto había sido un bastión realista desde el comienzo de la

emancipación neogranadina. El territorio entre Quito y Popayán estaba en

poder de las guerrillas pastusas, quienes en el pasado habían destruido varios

ejércitos neogranadinos enviados a pacificar la región. La resistencia de la

población, unida a la dificultad del terreno, hacían a la región una posición de

gran capacidad defensiva donde las guerrillas realistas conducidas por el

general mestizo pastuso Agustín Agualongo lograron mantener su resistencia

por mucho tiempo. A manera de ejemplo, tras la batalla de Boyacá (7 de

agosto de 1819) el comandante realista Sebastián de la Calzada que guarnecía

la ciudad de Santa Fe de Bogotá se retiró a los dos días hacia Pasto donde

logro organizar un ejército de 4.000 hombres y ataco Popayán (24 de enero de

1820).18 Tras algunos enfrentamientos en el Valle del Cauca Calzada fue

relevado de su mando y enviado a Venezuela mientras que los pastosos

continuaron la resistencia.

Luego de cruzar el río Mayo, el ejército se desvió del camino de Berruecos (el

más directo a Pasto) y tomó en su lugar el de la derecha, con el objetivo de

flanquear las las posiciones de los españoles, ubicadas detrás del río

Juanambú. Luego de varios cruces falsos, los colombianos lograron cruzar el

río por el paso del Burrero casi sin resistencia, tras lo que acamparon en el

Pañol, zona abundante en productos agrícolas y en la que aprovecharon para

reorganizar sus fuerzas.

El 2 de abril, el ejército siguió la marcha, y acosado por las guerrillas realistas

cruzaron la quebrada de Molinos de Aco, acampando en Cerro Gordo. El

ejército se había reducido por las bajas y las guarniciones a 2.100 efectivos.

Luego de un día de descanso, Bolívar reanudo la marcha el 4 de abril por el

camino hacia Pasto, pero al llegar a la Cumbre cerca de Genoy, en donde los

realistas habían fortificado el camino, convergieron a la derecha hacia

Mombuco. El mismo día fueron atacados por guerrillas realistas, pero están

fueron batidas por el batallón Bogotá y se encerraron en las fortificaciones de

Genoy. Al día siguiente se repitieron los ataques de las guerrillas, luego de

repelerlos el ejército siguió por el Trapiche de Matacuchos y acamparon el 6 en

el pueblo de Consacá muy cerca de Pasto, mientras el batallón Bogotá acampo

como vanguardia más adelante, en la hacienda de Bomboná.

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El 7 de abril se produce la batalla de Bomboná. A pesar de las desfavorables

condiciones Bolívar decidió atacar pues quería llegar a tiempo a Quito donde lo

estaría esperando Sucre para librar la batalla decisiva. Los realistas, en una

sólida posición infligieron grandes pérdidas a los colombianos. El resultado de

esta batalla fue parejo, con grandes pérdidas para ambos bandos.

Las pérdidas en Bomboná obligaron a Bolívar a esperar en Cariaco, hasta

recibir refuerzos. El 16 de abril, aún sin noticias de algún refuerzo, Bolívar

emprende la retirada. Al día siguiente es atacado por un nutrido grupo de

guerrillas mientras marchaba por el camino de Genoy pero fueron rechazadas

por los colombianos. En la tarde del 19, las guerrillas volvieron a atacar y

fueron de nuevo repelidas.

El 20 de abril, habiendo repuesto sus pérdidas, el comandante español

presenta batalla en el sitio de El Peñol. El combate dura una hora, tras lo que

los realistas se retiran. García se retira a Pasto mientras Bolívar cruza el río

Mayo y acampa en la altura denominada Trapiche. Allí recibe refuerzos, y sus

fuerzas alcanzan nuevamente los 2.000 hombres.

Con el ejército colombiano reforzado de vuelta a la ofensiva y la noticia de la

derrota en Pichincha, el comandante Basilio García capitula ante Bolívar el 8 de

junio al entrar el ejército colombiano a Pasto. Benito Boves huye con gran parte

de la población hacia las montañas. El Libertador ofrece la paz a los pastusos,

entre los términos estaban el respeto a su religión y la exención al servicio

militar y al pago de gabelas obligatorios para el resto de los colombianos.19 El

camino entre Quito y Bogotá está abierto. La causa realista estaba pérdida, sus

últimos defensores estaban aislados de España en la Sierra bajo peruana y en

el Alto Perú por el ejército de San Martín, en Bogotá se esperaba que pronto

capitularan.

Rebelión de Pasto

Hallándose Bolívar y Sucre en Quito, los pastusos se rebelan bajo la dirección

de Boves. Bolívar envía a Sucre a sofocar la insurrección pero los rebeldes

derrotan a Sucre el 24 de noviembre de 1822 en la 1ª Cuchilla del Taindalá.

Sucre se retira perseguido por Boves, pero luego de reorganizarse Sucre se

vuelve y derrota a los pastusos en la 2ª Cuchilla del Taindalá y en la Quebrada

de Yacuanquer.

Boves se retira de vuelta a Pasto, y prepara sus defensas para resistir hasta el

final. En la noche del 24 de diciembre de 1822, el mariscal Sucre toma por

asalto la ciudad, aprovechando la aparente calma de navidad. Los habitantes

de Pasto no se encuentran preparados para dicho combate, y de forma

despiadada el Batallón Rifles comete todo tipo de excesos, asesinando a más

de cuatrocientos civiles, entre mujeres, ancianos y niños, y recluta por la fuerza

Page 8: Campañas Del Sur - Don José de San Martin - La expedición Libertadora

a mil trescientos hombres. Además, se dio la orden de ejecutar secretamente a

catorce ilustres personajes de la ciudad, siendo capturados, atados por la

espalda y arrojados por un precipicio al río Guáitara, siendo este uno de los

episodios más oscuros y menos conocidos en las guerras de independencia

colombianas. De esta manera, el antiguo fortín de la región de Pasto queda

doblegado, y la rebelión se ve aplastada de forma casi definitiva.

Anexión y Entrevista de Guayaquil: 

Entrevista de Guayaquil

San Martín y Bolívar en la entrevista de Guayaquil.

La ciudad de Guayaquil sería la manzana de la discordia entre ambos

Libertadores, y en ella se daría el encuentro que abriría el camino para la

intervención colombiana en la lucha por la independencia peruana.

Al finalizar la campaña por la liberación de Ecuador, la ciudad de Quito y las

demás provincias con excepción de la de Guayaquil constituida como Provincia

Libre desde 1820, habían declarado su anexión a la República de Colombia. En

Guayaquil la opinión pública permanecía dividida entre partidarios de la

anexión, fuera al Perú o a Colombia, y los que deseaban permanecer

independientes de cualquier poder extranjero.

Tanto el Protector como el Libertador deseaban la anexión de la Provincia a

sus estados, pero fue Bolívar el que actuaría con decisión, ocupando

militarmente la ciudad el 13 de julio y proclamando dos días después la anexión

de Guayaquil a Colombia.

Bolívar y San Martín se entrevistaron el 26 de julio, donde debieron tratar los

temas sobre la soberanía de Guayaquil y la guerra en el Perú. Poco tiempo

después de la entrevista, San Martín renuncia al protectorado. No tardaría

Page 9: Campañas Del Sur - Don José de San Martin - La expedición Libertadora

mucho tiempo para que el Perú y Colombia se viesen en necesidad de

emprender juntos la guerra contra los realistas y asegurar sus respectivas

independencias. Como parte de los acuerdos logrados, Bolívar comprometió el

envío de seis soldados colombianos a Perú, el primer contingente de tres mil

hombres llegaría en abril del siguiente año al Callao. Con esto

el Libertador contaba con siete a nueve mil hombres en Perú.

Campañas en el Perú

Antecedentes

José de San Martín.

Luego del impulso que significaron para el movimiento emancipador americano

las campañas de José de San Martín en el sur del continente a finales de la

década de 1810 la situación en el cono sur era en extremo preocupante: en

las Provincias Unidas del Río de la Plata los conflictos entre las provincias

y Buenos Aires empezaban a tomar fuerza y los caudillos tendrían rienda suelta

tras la batalla de Cepeda; el Reino Unido de Portugal, Brasil y

Algarve comenzaba una agresiva política de expansión hacia el sur que por su

carácter monárquico representaba un peligro para para la independencia

americana y sus nacientes democracias; en el Perú San Martín buscaba una

solución política para la guerra con la coronación de un príncipe europeo en

América, pero las disputas de poder entre los caudillos, las ambiciones políticas

de la oligarquía y el potente ejército que los españoles mantenían en el país

estaba a punto de desembocar en la mayor de las anarquías. Todas estas

condiciones habían dislocado al movimiento emancipador en pequeños centros

de poder en los cuales las clases dominantes mantenían celosamente el poder,

Page 10: Campañas Del Sur - Don José de San Martin - La expedición Libertadora

resultando en una peligrosa atomización del poder que sería incapaz de resistir

un avance de los españoles desde el Perú, menos aun de atacarlos.25

En el norte por el contrario, habiendo superado las desuniones y aglutinado en

buena parte las distintas clases sociales e intereses al movimiento

emancipador bajo la dirección de Simón Bolívar, dándole un carácter colectivo

que rompiera con los tiempos en que solo interesaba a la aristocracia por

mantener su poder y a la burguesía por alcanzar dicho poder, habían, tras

varias campañas, liberado buena parte del territorio del antiguo Virreinato de

Nueva Granada, que había sido reorganizado como república, la Gran

Colombia, desde la que Bolívar deseaba completar su sueño americanista de

unir a los antiguos dominios españoles en una sola república que tuviera la

fuerza para resistir cualquier intento de recolonización española o de cualquier

otra potencia.

Batalla de Carabobo.

Luego de la Batalla de Carabobo en 1821, el territorio gran colombiano quedó

en buena parte asegurado aun cuando la guerra duraría

hasta 1823 en Venezuela con la caída de Puerto Cabello en manos

republicanas del general José Antonio Páez y proseguirían algunas guerrillas

realistas en Nueva Granada y Venezuela.

Perú solicita la ayuda colombiana

Tras la retirada de San Martín, el Congreso Constituyente nombró al Presidente

de la Junta de Gobierno al general José de La Mar. Este comprometió buena

parte del ejército en campañas ambiciosas que fracasaron en las batallas

de Torata y Moquehua, dejando al gobierno peruano en una delicada condición

militar. Tanto así, que tras saber de la victoria de Pichincha San Martín escribió

a Sucre el 24 de junio de 1822 solicitando la devolución de la división de Santa

Cruz más otra de 1.500 a 2.000 combatientes para finiquitar al Ejército Real del

Perú. Sin embargo, los esperados refuerzos no podrían salir de los recursos

quiteños, como se había especulado, la provincia estaba destruida por la

guerra.

Las derrotas militares y las pugnas políticas entre los patriotas peruanos

debilitaron las fuerzas independentistas peruanas. El gobierno de Riva

Agüero fue presionado por la opinión pública para que solicitara la intervención

Page 11: Campañas Del Sur - Don José de San Martin - La expedición Libertadora

de Bolívar, interesado en intervenir en el Perú, para lo cual era necesario crear

el ambiente para su llamamiento. El Libertador, que se encontraba en

Guayaquil vigilando los acontecimientos en Perú, envió a las primeras

solicitudes peruanas los 6.000 hombres que ya tenía preparados en Ecuador

en dos expediciones sucesivas de 3.000 hombres, con el general Sucre al

mando de las fuerzas y encargado de negociar con el Perú los términos en que

Bolívar intervendría en la guerra.

A finales de febrero de 1823 las fuerzas realistas se componían de 18.000

hombres: 5.000 del Ejército del Norte al mando de Canterac en el valle del

Jauja, 4.000 de la división de Olañeta con la guarnición de Santa Cruz de la

Sierra, 3.000 en Charcas, 3.000 del Ejército del Sur situados

entre Puno y Arequipa, 1.000 en el Cuzco y 2.000 en otras guarniciones. Los

dirigentes revolucionarios, en particular Bolívar, creían que el ejército realista

peruano en 1822 era más poderoso que dos años atrás; en esos momentos se

esperaba que con cinco ó seis mil soldados pudieran vencer a los

monárquicos.

Durante esas fechas el Libertador prometió a los gobiernos limeños de 4.000 ó

4.500 efectivos en apoyo, no los tenía pero esperaba reunirlos en Ecuador, sin

embargo, pronto se dio cuenta que la devastada región no podría aportarle ni

3.000 hombres reclutados a la fuerza, además el ejército reunido en Quito y

Guayaquil apenas alcanzaba los 3.000 combatientes, tendría que contentarse

enviando 1.700 refuerzos.29 Según el general John Miller, hermano de William

Miller, Bolívar había capturado Quito gran cantidad de prisioneros, que

reclutados a la fuerza elevaban su ejército a 9.600 efectivos, pero como no

eran de fiar solo podía apoyar a Lima con 1.070 unidades.30 Se contemplaba

también la posibilidad de darse el caso en que el ejército peruano era vencido

por los realistas antes de arribar los refuerzos, pues los restos se retirarían al

norte para unirse a los colombianos.31

Tratando de cumplir sus promesas Bolívar solicitó a Santander el envío de

3.000 soldados el 29 de octubre de 1822 y el 15 de abril de 1823.32 Tampoco

podía dejar desguarnecidas las provincias de Loja, Cuenca, Quito, Pasto y

hasta Guayaquil, donde el apoyo a la causa real aún era fuerte, podía haber

levantamientos.33 Fue el alzamiento de los pastusos y la resistencia realista en

Puerto Cabello los argumentos para negar nuevos apoyos.34 El 29 de agosto

Bolívar finalmente cesa sus peticiones, el proyectado refuerzo de 4.000

hombres era imposible de mantenerlo una vez llegado en Perú, donde la

mayoría enfermaría o desertaría (especialmente, según él, los reclutas

provenientes de Venezuela, el Istmo y Cartagena), y aun si fueran la mitad era

posible que los necesitaran más en Venezuela,35 dicha tropa solo sería enviada

cuando no la necesitara Caracas.36 Por otra parte, los peruanos estaban

Page 12: Campañas Del Sur - Don José de San Martin - La expedición Libertadora

temerosos de que Bolívar reuniera un ejército demasiado poderoso y

terminaron rechazando el ofrecimiento de ayuda.37

Segunda Rebelión de Pasto

A mediados de 1823, con la región sur de Colombia desguarnecida de

efectivos militares, por encontrarse estos en Perú o embarcándose para allá,

los líderes de la resistencia pastusa Estanislao Merchancano como jefe civil

y Agustín Agualongo como jefe militar, se alzaron en Pasto en favor de la

causa del Rey. Los pastusos fueron derrotados varias veces, entre ellos

en Ibarra, pero tras ser derrotados se retiraban a las montañas donde rehacían

sus fuerzas y volvían a atacar. Finalmente la rebelión acabaría en julio

de1824 con la captura y fusilamiento de Agualongo.

Sucre Jefe Militar Supremo

Al llegar la primera expedición colombiana al puerto de El Callao, Santa

Cruz y Gamarra se encontraban en una ofensiva cerca de La Paz con casi

todas las fuerzas peruanas. Lima había sido dejada casi desguarnecida por el

ejército peruano, situación que aprovecho el brigadier José Canterac para

organizar un ejército de 8.000 hombres en Jaujacon el que marchó sobre la

capital, entrando en Lima el 18 de junio. El congreso nombró a Sucre general

en jefe, quien contando el 18 de junio con solo 3.700 hombres, evacuó la

ciudad para El Callao. Los días siguientes hubo varios encuentros entre las

avanzadas de ambas fuerzas, incluyendo un sangriento combate en el Carrizal

y la Legua el 1 de julio. El 21 de junio el congreso peruano proclamó a Sucre

Jefe Supremo Militar.

El período de 1822-1823 fue uno de contante crisis para la revolución en

Perú.38

Expedición a Intermedios

Primera Campaña de Intermedios

Page 13: Campañas Del Sur - Don José de San Martin - La expedición Libertadora

Campañas de independencia en Ecuador, Perú y Bolivia entre 1823 y 1826.

En una junta de guerra Sucre recomendó enviar una expedición de 4.000

hombres a reforzar las fuerzas peruanas que se hallaban en el Altiplano y para

obligar a Canterac a evacuar Lima.39 El congreso aceptó el proyecto y Sucre

designó al general Rudecindo Alvarado como jefe de su estado mayor quien

partió del Callao el 13 de julio hacia Intermedios con la brigada de Jacinto Lara

compuesta por tres batallones colombianos, y la brigada del general Pinto de

dos batallones chilenos.

Bolívar y San Martín consideraban la campaña demasiado arriesgada,39 pero

sus promotores esperaban con una doble ofensiva de 8.000 soldados aniquilar

los últimos enclaves realistas.40 La tropa republicana era demasiado pequeña

en comparación a las fuerzas enemigas, estimadas en un total de 19.000 a

20.000 hombres que fácilmente podía concentrar diez ó doce millares en

cualquier sitio específico.41

Enterado Canterac de la expedición evacuó Lima el 16 de julio y se dirigió

vía Jauja y Huancavelica hacia el sur, a detener los progresos de Santa Cruz y

evitar una unión de los ejércitos peruanos y colombianos.

Sucre salió del Callao el 20 de julio y llegó al puerto de Chala el 2 de agosto.

Llevaba consigo 4.500 hombres mientras 11.000 veteranos quedaban

guarneciendo Lima. Allí busco la cooperación de Santa Cruz, pero las

desavenencias entre ambos cortaron cualquier esperanza de actuar en

conjunto. De Quilca siguió Sucre hacia Arequipa ciudad que tomo el 18 de

agosto, la guarnición española se retiró a Apo.

Page 14: Campañas Del Sur - Don José de San Martin - La expedición Libertadora

Mientras tanto, en la sierra, las fuerzas de Jerónimo Valdés y el Virrey se

habían reunido. Santa Cruz evitó el combate y se dirigió hacia Oruro a reunirse

con Gamarra. Allí recibieron noticias de que el general Olañeta había llegado

desde Potosí a incorporarse al ejército del virrey.

Sucre recibió un oficio de Santa Cruz el 12 de septiembre invitándolo a reunirse

con él, pero para cuando llegó a Apo tuvo conocimiento de la retirada de Santa

Cruz y Gamarra. Tras dirigirse a Puno, conoció allí que el ejército peruano se

retiraba a la costa y Sucre. Retrocediendo, llegó a Cangallo, punto situado en la

vía de Moquegua, de donde volvió a Arequipa el 29 de septiembre.

Arribo de Bolívar

Bolívar partió de Guayaquil el 6 de agosto de ese año en el

bergantín "Chimborazo" y tras 25 días de navegación en contra de la corriente

del sur atraco el Chimborazo en el puerto de El Callao el 1 de septiembre, y

entró seguidamente a Lima el 10 en medio de grandes celebraciones. El

Congreso peruano lo nombró Director Supremo de la Guerra. En los días que

siguieron continuaron arribando refuerzos colombianos al Callao.

Enfrentamiento con Riva Agüero

Bolívar tuvo que hacer frente a las intrigas del expresidente José de la Riva

Agüero, quien destituido por el Congreso, se había retirado antes del arribo de

Bolívar a Trujillo con su ejército de 3.000 hombres y se negaba a someterse a

la autoridad del nuevo presidente Torre Tagle. Ya al día siguiente de su

desembarco en Perú el Congreso había autorizado a Bolívar para que

terminara con las disensiones entre el gobierno presidido por Torre Tagle y

Riva Agüero. El 4 Bolívar dirigió una carta a Riva Agüero increpándole a

someterse al Congreso. Ya con la suprema autoridad militar que le confirió el

Congreso el 10 de ese mes Bolívar tuvo la suficiente amplitud de acción como

para tomar las medidas necesarias tanto políticas como militares.

Bolívar nombró una comisión compuesta por el diputado José María Galdeano

y el general de brigada Luis Urdaneta para tratar con Riva Agüero. El 11 de

septiembre llegaron al cuartel general en Huaraz sin lograr un acuerdo

aceptable con el disidente pues este esperaba noticias favorables del ejército

de Santa Cruz y de las negociaciones que llevaba con los españoles.

Bolívar invito varias veces a Riva Agüero a sumar sus hombres a los 5.000

hombres que el disponía en Paseo con el fin de abrir la campaña que el

conduciría contra los españoles. Mientras tanto Sucre buscaba acercar a Santa

Cruz y así cortar el apoyo de este a Riva Agüero. Bolívar se enteró entonces de

la disolución del ejército de Santa Cruz junto con las alarmantes noticias de que

Riva Agüero buscaba un acuerdo con el Virrey. Agotados los recursos

Page 15: Campañas Del Sur - Don José de San Martin - La expedición Libertadora

diplomáticos el Libertador inicio los preparativos para reducir a Riva Agüero por

la fuerza.

Para finales del mes la situación militar era la siguiente: los realistas estaban

divididos en el Ejército del Norte (6.000 hombres) en la comarca de Cusco al

mando del Virrey y el Ejército del Sur (3.000) en el Alto Perú al mando

de Gerónimo Valdés mientras que los republicanos, al mando de Bolívar, les

quedaban alrededor de 7.000 soldados de los 9.000 a 10.000 con los que

habían iniciado la campaña. Estas numerosas bajas no eran nuevas, entre

mediados de 1818 y junio de 1822 más de 22.000 colombianos habían sido

reclutados pero apenas 600 seguían activos, el resto había muerto, estaba

enfermo o herido o había desertado.

Campaña militar contra Riva Agüero

Los rebeldes se hallaban en Huaraz y Trujillo y el Virrey en Jauja y Cerro de

Pasco. Bolívar decidió enfrentar a ambos ocupando el territorio entre ambos

ejércitos e impedir así que unieran fuerzas. Sucre se había negado a tomar

parte en la campaña contra los rebeldes peruanos, pues creía que no debían

inmiscuirse en los asuntos de dicha nación. Por tanto Bolívar los destino a

contener a los españoles en Jauja y Pasco. La campaña en el sur contra las

fuerzas de Santa Cruz había movilizado 8000 hombres de los que disponía el

Virrey en el norte, dejando solamente 4000 en la zona en donde Bolívar y

Sucre operaban.

Con las tropas colombianas, Bolívar ascendió desde la costa hacia la Cordillera

Negra, siguiendo por los valles de Pativilca y las fortalezas; atravesando la

Cumbre, descendió al callejón de Huaylas. El grueso del ejército marchó hacia

Huaraz, en donde se incorporó Sucre y su división. A Sucre se le encargó

cruzar la cordillera con algunos cuerpos selectos, y dirigirse al sur para

enfrentar a los españoles que se hallaban en las regiones de Huánuco y Pasco;

mientras tanto, Bolívar se dirigía al norte directamente contra Riva Agüero

quien se había retirado a Trujillo. Mientras en la sierra se desarrollaba la

campaña, en la costa el almirante Guisse se pronunció a favor de Riva Agüero,

y estableció el bloqueo de toda la costa peruana desde Cobija hasta Guayaquil.

Riva Agüero evitó el combate con las tropas colombianas, hasta que el 25 de

noviembre fue destituido junto con su segundo, el general Ramón Herrera, por

sus mismos subalternos que estaban en contra de los tratos con los españoles

que llevaba el expresidente. El general La Fuente arrestó a Riva Agüero en

Trujillo, mientras que en Santa hizo lo mismo el coronel Ramón Castilla,

prendiendo al general Ramón Herrera. Bolívar permaneció en la cordillera

occidental persiguiendo a los subalternos de Riva Agüero, que se habían

retirado al Marañón y se iban rindiendo por donde pasaba Bolívar.

Page 16: Campañas Del Sur - Don José de San Martin - La expedición Libertadora

Al finalizar la campaña, el ejército se encontraba desgastado, cansado de

marchar por las altas cordilleras y con su equipo gastado y sin posibilidades de

reponerlo. Bolívar pidió refuerzos a Colombia, pero estos solo empezarían a

llegar cuando la guerra ya estaba prácticamente acabada.

Rebelión de las fuerzas argentinas

Artículo principal: Sublevación del Callao

El 5 de febrero de 1824 se rebelaron en El Callao los soldados del Regimiento

del Río de la Plata, junto con algunas unidades chilenas y peruanas, motivados

por los retrasos en sus pagos. Estos apresaron a sus oficiales, entre ellos el

general Alvarado, gobernador de las fortalezas de la ciudad. Los rebeldes

liberaron al coronel realista español José de Casariego y le dieron el mando de

sus fuerzas. Pocos días más tarde, los Granaderos a Caballo se sumaron a la

rebelión desde Lurín. Un centenar de ellos protestaron la acción y al mando

de José Félix Bogado lograron reunirse al ejército del Libertador, formando un

escuadrón que luchó en Junín y Ayacucho, regresando luego a Buenos Aires.

Inmediatamente, Bolívar ordenó sacar de Lima todos los cuerpos militares y

logísticos que se pudiera antes de que llegara el ejército español para apoyar a

los rebeldes del Callao. Ante la grave situación militar el Congreso en

resolución del 10 de febrero lo nombra Dictador con facultades ilimitadas.

Situación militar

Véase también: Caos de Junio

El ejército se componía entonces de tan solo 5.000 hombres, de los cuales

4.000 eran colombianos y 1.000 peruanos; además de ello, unos 750

colombianos se hallaban enfermos por las largas marchas y el "soroche". Para

el 30 de marzo los cuerpos principales del ejército colombiano se hallaban en la

costa y el callejón de Huaylas. Del otro lado de la Cordillera Blanca, un batallón

y un escuadrón colombiano y dos cuerpos peruanos protegían la entrada como

avanzada. Al norte de Trujillo se encontraban tres batallones peruanos y dos

colombianos. El ejército español se hallaba al otro lado de la cordillera, en los

valles de Jauja y Tame, dando así el frente a las fuerzas colombo-peruanas.

Mientras tanto seguían las deserciones en varias unidades peruanas, y Lima,

desocupada por el Ejército Libertador fue ocupada por los realistas el 18 de

junio y la guarnición independentista se refugiaba en el Callao. Esta situación

caótica del gobierno peruano duraría hasta el 16 de julio, cuando la capital fue

ocupada por Sucre tras la evacuación de los soldados y partidarios del realismo

comenzada el día primero de ese mes. La guarnición hasta entonces asediada

en el Callao salió y entró en la ciudad.46Cuatro días más tarde Sucre saldría de

Lima para ayudar a Santa Cruz en la Segunda Campaña de Intermedios.

Page 17: Campañas Del Sur - Don José de San Martin - La expedición Libertadora

Reorganización del Ejército Libertador

Ante la caótica situación político-militar Bolívar actuó con energía para evitar el

colapso del estado peruano que parecía inminente. Las deserciones

continuaban entre las fuerzas peruanas, e incluso el ex-presidente Torre Tagle

se unió a los españoles. Mientras tanto Bolívar reorganizaba sus fuerzas en

base al ejército de Colombia y solicitó refuerzos a Bogotá mientras el

permanecía a la ofensiva. Sucre y Bolívar discutían sobre la estratega militar a

seguir; Sucre deseaba realizar un ataque preventivo tomar Jauja y llegar hasta

el valle de Iscuchaca, y Bolívar prefería ahorrar sus fuerzas hasta recibir

refuerzos, y se oponía a ocupar terreno que no pudiesen consolidar. Los

refuerzos enviados por Páez desde Venezuela llegarían en mayo.

En total, el Libertador había solicitado hasta 37.000 refuerzos durante la

campaña peruana a Bogotá (3.000 el 3 de marzo de 1823, 6.000 el 4 de

agosto, 12.000 el 22 de diciembre y 16.000 el 9 de febrero de 1824), llegando

solo 2.500 (llegaron 500 en diciembre de 1823, 900 el 27 de marzo de 1824 y

1.100 el 22 de mayo). Esta diferencia entre las peticiones y los envíos puede

hallarse desde Carabobo, más de 20.000 hombres se deseaban movilizar en

Nueva Granada pero el ejército republicano era de apenas 6.400. Otro ejemplo

es que principios de 1822 Bolívar solicito a Santander 2.000 refuerzos para

tener 4.000 hombres con los que avanzar desde Popayán a Quito, como nunca

los consiguió el Libertador se conformó con 2.000 combatientes. Las razones

estaban en el poco apoyo del Congreso colombiano y el peligro que

representaba Francisco Tomás Morales, como señalaba en una carta del 29 de

abril de 1823 donde acusaba a los políticos colombianos de abandonar a su

suerte «los 15.000 hombres de cuatro naciones» que combatían en Perú.

Por otra parte, solicito constantemente el apoyo de los gobiernos de Santiago,

Buenos Aires, México y Guatemala. Solo Chile aporto económicamente con un

millón de pesos al Perú, pero también con una tropa auxiliar durante

la Segunda Campaña de Intermedios. Bolívar le solicitaría al gobierno chileno

de Ramón Freire el envío de 3.000 soldados para conquistar el norte del

Callao, desde Supe a Huanchaco, e impedir la victoria realista en el Perú, lo

que afectaba directamente a Santiago, como relata en una carta del 18 de

enero de 1824, sumados a los refuerzos que esperaba de Colombia la victoria

sería segura, pero ni Freire tenía los recursos ni el Congreso chileno estaba

dispuesto a involucrarse en la lucha de facciones que se vivía en el Perú.

Disidencia de Olañeta: ofensiva colombiana

Artículo principal: Rebelión de Olañeta

En Potosí se sublevó el general Olañeta, contrario a las tendencias liberales del

virrey La Serna. El virrey decidió que Bolívar era la menor de las amenazas y

Page 18: Campañas Del Sur - Don José de San Martin - La expedición Libertadora

creyendo que éste seguiría esperando refuerzos sin moverse envió a Jerónimo

Valdés a acabar con Olañeta lo que casi consiguió tras su victoria en la batalla

de Lava. Las fuerzas realistas estaban mortalmente divididas y todo acabaría

para ellas en Ayacucho.