Cano 2015 - Informe Tecnico Estudio de Impacto Arqueologico - Rally Dakar 2015 Trayecto Motos Colalao-hualinchay 2

INFORME TÉCNICO:

EVALUACION DE IMPACTO ARQUEOLÓGICO

RALLY DAKAR ARGENTINA 2015 –- TUCUMAN - CIRCUITO DE MOTOS Y

CUATRICICLOS (ETAPA 11) - TRAMO COLALAO DEL VALLE –YASYAMAYO-HUALINCHAY-LAS

TACANAS

Sergio Fabian Cano Arqueólogo (MP 00-036)

San Miguel de Tucumán Enero de 2015

Estudio de Impacto Arqueológico Arqueólogo: Sergio F. Cano

Dakar Argentina 2015 – Trayecto Tucumán

Motos y Cuatriciclos – Colalao del Valle - Hualinchay

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ÍNDICE Pág. 1-INFORMACIÓN GENERAL…………………………..…………..… 3

1.1- Datos de la parte contratante……………….………………... 3 1.2- Equipo de trabajo arqueológico……………………………… 3 1.3- Jurisdicción implicada…………………………………….…… 3 1.4- Condiciones y términos del contrato……………………….... 3 1.5- Objetivos y justificación…… 3 1.6- Resumen ejecutivo………….………………………….….……. 4

2- DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO DE COMPETENCIA……….... 6 2.1- Características generales del proyecto……………………….... 6

3- LEGISLACIÓN IMPLICADA………………………………………….. 9

4- MARCO REFERENCIAL……………………………………..………. 9

5- DESCRIPCIÓN DEL MEDIO………………………………………… 10 5.1- Características ambientales del área de estudio……….….. 10 5.2- Características generales del circuito analizado………….…. 12 5.2- Características socio-culturales relevantes al estudio………. 14 5.3- Características arqueológicas…………………………….......... 14

6- PLAN DE TRABAJO Y METODOLOGÍA……....………………..….. 19 6.1- Descripción y fundamentación de la metodología

Implementada……………………………………………………. 19

7- DECLARACIÓN PREVIA……………………………………..………. 22 7.1- Condiciones y características de la traza al inicio de

la investigación arqueológica…………………………….…..… 22

8- RESULTADOS………………………………………………..….…. 32 8.1- Resultados del análisis de teledección del área de estudio ……………….....……………………….…. 32 8.2- Resultados de las tareas de inspección y prospección superficial …………..…………………………….. 34

9- INTERPRETACIÓN Y CONCLUSIONES……….……….…………. 39

10- PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES………………….…… 40

11-ANEXO………………...………………………………………….…. 42 11.1- Fotos

12- BIBLOGRAFÍA REFERENCIADA………………………….…..… 50

13- CD (copia del presente informe en su versión digital)….…… 58

14- Visado del Colegio de Profesionales en Arqueología de Tucumán…………………………………..………………..….. 59




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1- INFORMACIÓN GENERAL

1.1- Datos de la parte contratante:

Solicitante: Organización del Rally Dakar Argentina 2015 a través del Ente Tucumán Turismo y de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia de Tucumán.

Área de actividad a analizar: análisis del impacto arqueológico del circuito de competición de motos y cuatriciclos del Rally Dakar 2015 en la provincia de Tucumán (Etapa 11), a realizarse el 15 de enero de 2015 por la Ruta Provincial n° 352, entre las localidades de Colalao del Valle (Dpto. Tafí del Valle) y Hualinchay-Tacanas (Dpto. Trancas).

1.2- Equipo de trabajo arqueológico:

Encargado del Estudio: Arql. Sergio F. Cano.

1.3- Jurisdicción implicada:

Comuna de Colalao del Valle (Dpto. Tafí del Valle), Comuna de San Pedro de Colalao y Comuna de Choromoros (Dpto. Trancas), Prov. de Tucumán. Parte del recorrido también abarca territorios de la Comunidad Indígena de Amaicha (sector de la ruta 352 comprendido entre la margen derecha del Río Santa María y las Cumbres Calchaquíes).

1.4- Condiciones y Términos del contrato:

El acuerdo entre las partes, con conocimiento del Ente Tucumán Turismo y la Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia de Tucumán, consistió en planificar y ejecutar el estudio de impacto arqueológico por parte del profesional arqueólogo y, por parte de los organizadores del Rally Dakar 2015, en asumir el traslado y los costos de los gastos que implica la realización de dicho estudio, comprometiéndose a su vez a respetar y acatar las recomendaciones arqueológicas que pudieran surgir del presente estudio; incluyendo la responsabilidad de la organización del evento en realizar el correspondiente seguimiento arqueológico del recorrido al finalizar el mismo. Se acordó analizar sólo el trayecto comprendido entre Colalao del Valle (Dpto. Tafí del Valle) y Hualinchay-Las Tacanas (Depto. Trancas), ya que el tramo comprendido entre esta última localidad y Choromoros ya fue evaluado en otro informe anterior (Rendace 2013). Esto fue acordado con la anuencia tanto, del Ente Tucumán Turismo, como de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia.

1.5- Justificación y Objetivos:

De acuerdo con la sectorización elaborada por la Dirección de Patrimonio Arqueológico de la Provincia de Tucumán, toda la región por donde se planea realizar la Etapa 11 del circuito de competencia de motos y cuatriciclos del Rally Dakar Argentina 2015, corresponde a áreas de Alta Sensibilidad Arqueológica para la provincia, ya que la misma presenta importantes yacimientos arqueológicos, muchos de ellos ni siquiera aún estudiados. De hecho, mediante Resolución n° 1088-01 del ECT (2012) se declara como Áreas Arqueológicas Protegidas a toda la jurisdicción comprendida por los Dptos. de Tafí del Valle y de Trancas, exigiéndose




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la obligatoriedad de realizar Estudios de Impacto Arqueológico previos ante cualquier tipo de actividad, o evento, que se desarrolle sobre dichas jurisdicciones y que pudiera generar algún tipo de impacto directo o indirecto sobre dicho patrimonio.

Cabe aclarar que los estudios de impacto arqueológico consisten en un proceso de trabajo y análisis científico efectuado por arqueólogos profesionales con el objeto principal de diagnosticar el impacto que podría sufrir el patrimonio arqueológico de un determinado lugar, región o trayecto, por causa directa o indirecta del desarrollo de un determinado proyecto, obra y/o actividad humana que pudiera afectarlo; y, en consecuencia, proponer las medidas correctoras necesarias para tratar de mitigar, evitar, estabilizar, paliar y/o compensar dicho impacto.

Teniendo en cuenta lo antes mencionado, el estudio aquí implementado tiene por objetivos:

- Identificar y evaluar el impacto arqueológico que podría ocasionar el desarrollo la competencia de motos y cuatriciclos del Rally Dakar Argentina 2015 en el recorrido programado en Tucumán para el día 15 de enero de 2015, por Ruta Provincial n° 352, entre Colalao del Valle (Dpto. Tafí del Valle) y Hualinchay-Las Tacanas (Depto. Trancas), así como sobre las zonas de ubicación del público programadas por la organización para dicha competencia.

- Detectar, caracterizar y registrar cualquier tipo de evidencia de interés arqueológico que pudiera estar presente sobre el recorrido afectado por la competencia y las áreas programadas para el público.

- En base a dichas evidencias, evaluar el grado de relevancia arqueológica del tramo de competencia analizado y el impacto arqueológico que podría generar el desarrollo de la misma.

- Proponer medidas relativas al manejo y protección del patrimonio arqueológico que pudiera ser detectado en el área de estudio, incluyendo en dichas medidas la preservación del paisaje cultural.

1.6- Resumen ejecutivo:

El presente estudio de impacto arqueológico del trayecto Colalao del Valle – Hualinchay-Las Tacanas en la provincia de Tucumán para la competencia de motos y cuatriciclos del Rally Dakar 2015 (Etapa 11) se llevó a cabo por pedido del Ente Tucumán Turismo y de la Dirección de Patrimonio Cultural, con el objeto de cumplir con los requisitos establecidos por las leyes y normativas vigentes para la protección del patrimonio arqueológico en la provincia de Tucumán (Ley Nacional N° 25.743, Ley Provincial N° 7500 y normas complementarias). Normativas que exigen la obligatoriedad de realizar este tipo de estudios ante cualquier tipo de actividad que pueda implicar algún tipo de daño al patrimonio arqueológico de su jurisdicción. En consecuencia, el objetivo principal de este tipo de estudios consiste en evaluar el potencial arqueológico de un área, o trayecto determinado, para tratar de evitar y/o mitigar los posibles daños que una determinada actividad humana pudiera ocasionar sobre dicho patrimonio arqueológico.




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Para nuestro caso particular, el presente Estudio de Impacto Arqueológico dio como resultado que el desarrollo del evento competitivo de motos y cuatriciclos sobre el trayecto programado no estaría afectando en forma directa ningún tipo de evidencias arqueológica superficial, ya que: 1) en base a los relevamientos realizados y con la excepción del área de Yasyamayo, no se detectaron ningún tipo de evidencias arqueológicas sobre el resto del recorrido, ni en las zonas programadas para la permanencia del público; 2) el evento se desarrolla íntegramente sobre rutas provinciales previamente consolidadas, y 3) el acceso del público a dicho recorrido estará restringido por autoridades gubernamentales y civiles durante las 48 hs. previas al inicio del evento, conforme al plan de seguridad elaborado por el departamento de Operaciones Policiales de la Jefatura de Policía de Tucumán.

Consecuentemente, se considera que la mayor parte del trayecto específico en cuestión y las zonas específicas destinadas el público, poseen una relevancia arqueológica baja (a excepción del área ubicada en las inmediaciones de Yasyamayo), por lo que el desarrollo del evento deportivo sobre el recorrido estudiado, con las recomendaciones y medidas de restricciones de acceso del público y de seguridad programadas, no estaría produciendo ningún tipo de Impacto Arqueológico directo sobre el patrimonio arqueológico regional en el área estudiada, a excepción del área ubicada en las proximidades de Yasyamayo donde se localiza un importante yacimiento arqueológico, la cual deberá estar acordonada y custodiada durante todo el desarrollo de la competencia. Para asegurar tal condición de resguardo, se debe garantizar la absoluta restricción de acceso del público y de competidores al área arqueológica de Yasyamayo y a todo el recorrido de competencia por lo menos 48 hs. previas al desarrollo del evento (lo ideal serían 72 hs. antes), así como la permanencia de dicho público sólo en las zonas predeterminadas para tales fines (sectores delimitados en Colalao del Valle y en Las Tacanas), durante todo el desarrollo de la competencia, tal como está programado por la organización y por las autoridades gubernamentales y civiles de la provincia de Tucumán.

No obstante, como medida de prevención y protección del patrimonio arqueológico, también se deja planteado el procedimiento a seguir ante la posible ocurrencia de hallazgos arqueológicos que pudieran ser afectados negativamente durante el desarrollo de la competencia. Asimismo, se deja asentado- conforme a las reglamentaciones vigentes-, que es responsabilidad exclusiva de la organización del evento y/o sus promotores salvaguardar el área arqueológica detectada en la zona de Yasyamayo, además de realizar el correspondiente seguimiento arqueológico posterior al desarrollo de la competencia.




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2- DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO DE COMPETENCIA

2.1- Características generales del proyecto:

El proyecto consiste en el desarrollo de un circuito de competición de motos y cuatriciclos del Rally Dakar 2015 por la provincia de Tucumán (Etapa 11), a realizarse el día 15 de enero de 2015, entre las localidades de Colalao del Valle (Dpto. Tafí del Valle) y Choromoros (Dpto. Trancas) a través de las rutas provinciales n° 352, 311 y 312 (fig. 1). El tramo analizado en este estudio abarca solamente desde Colalao del Valle hasta la Localidad de Hualinchay y las Tacanas y atraviesa en su totalidad el cordón montañoso de las Cumbres Calchaquíes a través de la Ruta Provincial n° 352 (Fig. 2). El tramo restante del recorrido, entre las localidades de Las Tacanas y Choromoros, por Rutas n°s 311 y 312, fue analizado oportunamente en un informe de Impacto arqueológico previo (Rendace 2013), por lo que a criterio del Ente Tucumán Turismo y de la Dirección de Patrimonio Arqueológico de la provincia, no es evaluado en este estudio. La longitud total del tramo de recorrido aquí analizado abarca una extensión de 94 kilómetros y se desarrolla íntegramente sobre caminos consolidados o semi-consolidados, con un ancho de camino variable entre 12 y 3 metros. Se prevee un tiempo de competencia por el circuito de cerca de 9 hs. a partir de las 10:00 AM del día 15 de enero de 2015. El circuito programado que se analiza en el presente informe sólo incluye dos zonas de espectadores (ZE). La primera ubicada en el punto de partida del circuito sobre la margen derecha del Río Santa María, frente a la localidad de Colalao del Valle (Dpto. Tafí del Valle), y la otra ubicada en las adyacencias del puente sobre el Río Tacanas (Depto. Trancas) en el empalme de las Rutas Provinciales n°s 352 y 311. Estas zonas de espectadores abarcan un radio aproximado de 500 metros cada una, dependiendo de la topografía local, y estarán debidamente acordonadas por la organización del evento y controladas por la Policía Provincial y Gendarmería Nacional. No se prevee ningún puesto de control, ni de asistencia terrestre sobre el recorrido de competencia aquí analizado. El detalle del recorrido de la competencia recién será dado a conocer al público con 72 hs de anticipación y de acuerdo con el informe de seguridad elaborado por el Departamento de Operaciones Policiales de la Jefatura de Policía de la Provincia, se acordonará y restringirá el acceso del público al circuito de competencia con 48 hs de anticipación. Sólo se permitirá la presencia de público en las zonas de espectadores programadas antes mencionadas




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Figura 1. Mapa oficial del recorrido completo del Rally Dakar 2015, Etapa 11 (competencia de motos y cuatriciclos) programada para el 15 de enero de 2015 en la Provincia de Tucumán.




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Figura 2. Mapa de los tramos de recorrido del Rally Dakar 2015 analizados en el presente estudio. En línea amarilla gruesa figuran los tramos aquí analizados (todos los mapas están orientados hacia el Norte magnético).




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3- LEGISLACIÓN IMPLICADA

El detalle de la legislación específica para este caso es el que se expone a continuación:

- Constitución Nacional (Art. 41).

- Ley Nacional Nº 25.743 de “Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico”.

- Decreto PEN Nº 1.022/04, reglamentario de la Ley Nacional Nº 25.743.

- Ley Provincial Nº 7.500 sobre el “Sistema de Protección del Patrimonio Cultural” (Prov. de Tucumán).

- Ley Provincial Nº 7.801 declaratoria de Área Natural Protegida “Valles Calchaquíes Tucumanos”.

- Resolución 2753/01 del Ente de Cultura de Tucumán que establece la obligatoriedad de hacer Estudios de Impacto.

- Resolución Nº 1088/01 del Ente de Cultura de Tucumán (año 2012). “Área Arqueológica Protegida para los Dpto. de Tafí del Valle y Trancas” donde se instituye la obligatoriedad de llevar adelante EIAr.

- Ley Provincial N° 8.337 del Colegio de Profesionales en Arqueología de Tucumán.

- Leyes provinciales Nº 8.304 y Nº 26.331 de Ordenamiento territorial de los bosques nativos de la provincia.

4- MARCO REFERENCIAL1

Evidencia Arqueológica comprende todo indicio material que pueda ser estudiado por medio de una metodología arqueológica, es decir, por un conjunto de métodos y técnicas que nos permiten acceder a interpretaciones sobre eventos o sucesos del pasado humano (Ratto 2007, en Corbalán 2011).

Por consiguiente, un estudio de impacto arqueológico busca visualizar e identificar en un determinado lugar, región o recorrido, la posible ocurrencia de evidencias arqueológicas de toda índole, a fin de mitigar el impacto que pudieran sufrir por la ejecución de una actividad determinada como la aquí analizada.

Puesto que el objetivo de este estudio es identificar el impacto arqueológico que pudiera ocasionar el desarrollo de la competencia de motos y cuatriciclos del rally Dakar 2015 sobre el recorrido programado y áreas adyacentes y, en consecuencia con ello, proponer medidas relativas al manejo y protección del patrimonio arqueológico, entonces se hace necesario definir qué se entiende por impacto arqueológico.

En el marco de una gestión de los recursos culturales, se puede definir el impacto arqueológico como cualquier tipo de incidencia física originada por causas humanas actuales que pueda afectar de algún modo al patrimonio arqueológico de una región o lugar determinado. Como se observa, esta incidencia puede tener

1 Modificado de Cano 2014a, 2014b.




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distintos grados o niveles de afectación sobre el patrimonio, lo que a su vez permite dimensionar en mayor profundidad el impacto arqueológico.

Tomando la propuesta de Llavori (1998) y adaptándola a la problemática arqueológica local y a las características del evento deportivo programado, se pueden clasificar los distintos tipos de impactos de siguiente manera:

Impacto arqueológico bajo o compatible cuando existe una ausencia de impactos directos o indirectos sobre el patrimonio arqueológico en el área de afectación del proyecto o actividad programada.

Impacto medio o moderado: implica la afectación colateral o indirecta de la competencia sobre el patrimonio arqueológico.

Impacto alto o severo: implicaría la destrucción parcial del patrimonio arqueológico presente en el trayecto y/o áreas aledañas sobre el cual se desarrollará la competencia.

Impacto muy alto o crítico: significaría la destrucción total del patrimonio arqueológico presente en el medio sobre el cual se desarrollará el evento.

A su vez, los criterios de Relevancia Arqueológica empleados en este trabajo son los siguientes (modificado de Rendace 2013):

Relevancia Arqueológica Muy Alta: Presencia de concentraciones de estructuras y/o restos arqueológicos muebles en superficie y/o sub-superficialmente.

Relevancia Arqueológica Alta: Presencia dispersa de estructuras constructivas y/o restos arqueológicos muebles en superficie

Relevancia Arqueológica Media: Presencia escasa de restos muebles en superficie y/o sub-superficie.

Relevancia Arqueológica Baja: presencia muy escasa y dispersa de restos arqueológicos muebles en superficie y/o a poca profundidad.

Relevancia Arqueológica Muy Baja: cuando se constata la ausencia de evidencias arqueológicas.

Por consiguiente, es de suponer que cada uno de estos niveles o grados de impacto y relevancia arqueológica necesitarán diferentes acciones como medidas correctoras relativas al manejo y protección del patrimonio arqueológico.

5- DESCRIPCIÓN DEL MEDIO 5.1- Características ambientales del área de estudio Desde el punto de vista ambiental el circuito programado aquí analizado, que se desarrolla por ruta provincial n° 352, atraviesa completamente el cordón montañoso de las Cumbres Calchaquíes abarcando dos grandes regiones ampliamente diferenciadas: el valle de Santa María hacia los faldeos occidentales de las cumbres calchaquíes y la cuenca de Tapia-Trancas, o Valle de Choromoros, hacia los faldeos orientales (figura 3).




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Figura 3. Perfil de elevación regional en sentido Este-Oeste a la altura de las localidades de Quilmes y Choromoros, donde se puede apreciar la variación altitudinal de las Cumbres Calchaquíes desde el Valle de Santa María hasta el Valle de Choromoros.

Como bien señalan Caria y Gómez Augier (2013), en términos de su localización y entorno natural, las Cumbres Calchaquíes, ubicadas en el sector noroeste de la provincia de Tucumán, pueden ser caracterizadas como una zona de transición entre ambientes ecológicamente bien diferenciados: al oeste el seco y árido valle de Santa María, en el medio las elevadas zonas de pasturas de las cumbres y hacia el este la selva de los faldeos orientales; todos estos ambientes se suceden en un rango de tan sólo 40 km en sentido meridiano. Los amplios rangos de altura existentes (desde los 800 m a los 4.000 msnm) posibilitan, asimismo, una marcada zonación biótica vertical. La exposición de las laderas a los vientos húmedos del sur y el fenómeno de “sombra de lluvia” origina ambientes altamente contrastados para las laderas y espacios localizados a cada lado del cordón de Cumbres, especialmente en la cuenca de Tapia-Trancas, con consecuencias notables para el desarrollo de los organismos y las posibilidades de instalación y aprovechamiento humano. Para el área del piedemonte y la ladera occidental de este cordón montañoso (sobre el Valle de Santa María), las unidades de paisaje son de origen estructural-denudativo, fluvial y eólico. Las laderas denudacionales del flanco occidental de Cumbres Calchaquíes presentan pendientes fuertes y pronunciadas, lo que sumado a las características del clima árido, han generado importantes procesos de remoción en masa formando grandes conos en su piedemonte. Otras geoformas importantes son las extensas superficies erosivas aplanadas del piedemonte caracterizadas como glacis de erosión y en gran parte disectadas por cauces temporarios. El clima de esta área se puede definir como desértico, frío, con temperaturas medias anuales de 19° y con lluvias de verano e inviernos secos. Las precipitaciones son de alrededor de 200 mm anuales, por lo que hay un elevado déficit hídrico para el desarrollo natural de la vegetación. Existe además un marcado contraste térmico estacional y diurno. Sin embargo, el clima no es homogéneo y admite variaciones locales, generalmente relacionadas con altura y posición en el relieve. Las comunidades vegetales presentes en el área




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corresponden principalmente a poblaciones de arbustos xerófilos, halófilos y cardonales, con bosques de algarrobos en el fondo del valle y pastizales de altura en las cumbres por arriba de los 2800 msnm (Morello 1958; Perea 1991, 1995; Cano et al. 2006). En cuanto al área del piedemonte y ladera oriental de Cumbres Calchaquíes (cuenca de Tapia-Trancas o Valle de Choromoros) se distinguen tres unidades morfológicas que generan, dentro de la fisonomía uniforme del área, tres regiones particulares: área montana, piedemonte y valles fluviales que se extienden hacia las llanuras orientales. Circundada por cordones montañosos, en toda esta región predomina un clima sub-húmedo a semiárido con precipitaciones que van desde 500 a 1.000 mm de este a oeste. Estas características contribuyen a formar una vegetación propia del Parque Chaqueño en la parte oriental y central del área que transicionalmente pasa al ambiente fitogeográfico del bosque sub-tropical o Yungas hacia el oeste, sobre las laderas de las cumbres. Así, en la proximidad de los ríos y cursos de agua se enriquece con nuevos ejemplares de mayor tamaño, cambiando a monte mesófilo –con algunos ejemplares de la Selva Basal– al entrar en la franja de mayor precipitación anual, que corresponde al faldeo oriental de las Cumbres Calchaquíes (Caria y Gómez Augier 2013).

Figura 4. Perfil de elevación de las cumbres Calchaquíes. A la derecha curva de variaciones paleoclimáticas del Holoceno Tardío (modificado de Caria y Gómez Augier 2013)

5.2- Características generales del circuito analizado: El circuito analizado atraviesa completamente las Cumbres Calchaquíes, desde el fondo del valle del río Santa María hasta el piedemonte de la cuenca de Tapia-Trancas, atravesando alturas superiores a los 3600 msnm. En el Valle Calchaquí el circuito se inicia sobre la margen derecha del río Santa María, frente a Colalao del Valle, a unos 1670 msnm ascendiendo hacia el Este por Ruta Provincial n° 352 a lo largo de todo el piedemonte y la vertiente occidental de las




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Cumbres Calchaquíes (y pasando por el valle de Lara) hasta unos 3600 msnm para luego descender por su vertiente occidental hasta unos 1600 msnm en la localidad de Hualinchay. Desde allí, la ruta se dirige hacia el Este, hasta la localidad de Las Tacanas a unos 1200 msnm dentro del húmedo piedemonte tucumano donde empalma con la Ruta Provincial n° 311. El circuito desde allí prosigue hacia el Sur por Ruta Provincial n° 311 hasta empalmar con la Ruta Provincial n° 312 a la altura de Gonzalo y desde allí hacia el Este hasta la localidad de Choromoros (850 msnm), donde finaliza la competencia de motos y cuatriciclos (ver figuras 1, 2 y 5). Como ya se explicó anteriormente, el circuito aquí analizado corresponde a los tramos comprendidos entre Colalao del Valle y la localidad de Las Tacanas. En total, el circuito tiene una extensión de 94 kilómetros y un ancho variable de caminos que oscila entre los 12 y 3 metros. Atraviesa las jurisdicciones de las Comunas de Colalao del Valle, Choromoros y San Pedro de Colalao. También pasa por jurisdicción de la Comunidad Indígena de Amaicha (tramo Colalao del Valle-Valle de Lara). Para este recorrido sólo están programadas dos zonas de espectadores, una ubicada en el punto de largada sobre la margen derecha del Río Santa María, en frente de Colalao del Valle y la otra en la intersección de las rutas n° 352 y 311 a la altura del Seminario Arquidiocesano de Las Tacanas. El área de afectación directa de la competencia a lo largo de este recorrido es sumamente variable, dependiendo de la cantidad de competidores, longitud de los tramos, anchura efectiva de los caminos, grados de consolidación de los mismos, pendiente y topografía que atraviesan, tipo de relieve y vegetación circundante, cercanía a viviendas y áreas productivas y sitios arqueológicos, tamaño de las zonas de espectadores programadas, etc. Todos estos factores limitan en gran medida las posibilidades de que los competidores puedan apartarse, o no, del trayecto original programado para la competencia. Tomando tan sólo la longitud de los tramos programados por el ancho promedio de los caminos analizados (más dos metros aleatorios hacia ambos lados), el área de afectación directa de la competencia sería de aproximadamente 1.057.000 m2 (longitud total del trayecto [94 km] por el ancho promedio de los caminos [7,25 m + 4 m adicionales]), sin contar las dos zonas de espectadores (ZE) que serán ajustadas a un perímetro a determinar según las características de su ubicación en el terreno, pero que pueden ser calculadas en un radio variable de 500 metros cada una.

Figura 5. Perfil de elevación del recorrido entre las localidades de Colalao del Valle (Depto. Tafí del Valle) y Las Tacanas (Depto. Trancas).




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5.3- Características socio-culturales relevantes al estudio:

El circuito de competencia aquí analizado se desarrolla por una zona rural y de montaña de muy baja densidad de población humana. Las principales localidades que atraviesa son Yasyamayo, en el Valle Calchaquí, y Hualinchay y Las Tacanas en la cuenca de Tapia-Trancas. Sobre estas áreas rurales, que presentan una mayor concentración poblacional que otros tramos del recorrido, las viviendas son dispersas y sus áreas productivas se disponen próximas unas a otras en relativa continuidad y cercanía al circuito analizado, especialmente en el tramo comprendido entre Hualinchay y el Seminario de Las Tacanas. En estas zonas rurales también se puede observar una gran cantidad de animales domésticos sobre los caminos (bovinos, equinos, perros y aves de corral), en particular en la zona de Las Tacanas. En la zona de alta montaña, entre Yasyamayo y Hualinchay, se puede apreciar una muy baja densidad poblacional en relación a las zonas antes mencionadas. En esta zona conviven en forma tradicional unas pocas unidades familiares muy dispersas entre sí. Estos grupos familiares dispersos viven de la ganadería de bovinos, ovinos y en algunos casos camélidos y poseen un régimen de movilidad y de trashumancia regional característico muy importante relacionado con la disponibilidad de pasturas, lo que hace que se trasladen estacionalmente de puesto en puesto. Los niños de estas localidades asisten a las escuelas de alta montaña como la escuela 379 de Lara. En toda esta zona, la unidad de vivienda está compuesta por puestos de altura aislados y habitados temporalmente por las mismas familias a lo largo del ciclo anual de estaciones. No existen concentraciones de viviendas y cada puesto puede estar compuesto por dos o más estructuras de viviendas de forma rectangular y corrales circulares asociados, todos construidos en piedra. Las viviendas por lo general son tradicionalmente techadas con paja y vigas de alisos, tienen una disposición a dos aguas y se ubican a distintos pisos altitudinales cruzando incluso ambas vertientes de las Cumbres Calchaquíes. La organización social y el uso del espacio y de los recursos naturales que utilizan estas comunidades aisladas, en particular en la zona del Valle de Lara, ha sido estudiada en detalle por Molinillo (1988, 1993). Estas unidades de viviendas están relativamente alejadas del trazado del camino, aunque algunas de ellas se pueden apreciar desde el mismo. Entre Lara y Hualinchay también se pueden observar la presencia de ganado bovino, equino y ovino sobre el camino, muchas veces obstruyendo la circulación.

5.4- Características arqueológicas:

Las características arqueológicas del área de estudio son sumamente variadas y corresponden a dos grandes regiones con diversas tradiciones culturales: Los valles Calchaquíes y las selvas occidentales del piedemonte tucumano.

Los Valles Calchaquíes y en particular el Valle de Santa María, son conocidos en la bibliografía arqueológica desde principios del siglo pasado. Sobre esta región existen numerosos sitios arqueológicos tardíos, muchos de los cuales exhiben una gran cantidad de recintos habitacionales, arquitectura en piedra, extensas zonas de andenerías, además de diferentes áreas de cementerios (fig. 6). El estado del conocimiento iniciado por los estudios clásicos de Francisco Moreno (1890-1891), Hermann Ten Kate (1893), Juan Ambrosetti (1897, 1907) y Carlos




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Bruch (1911) aún sigue siendo válido para la arqueología de la región. Estas publicaciones, en particular los trabajos de Ambrosetti en Quilmes, formaron la base de las investigaciones del siglo XX sobre el área (Debenedetti 1921; Bregante 1926; Bennet et al. 1948; Marquez Miranda 1946; Marquez Miranda y Cigliano 1959; Cigliano 1958; González 1959). A partir de la década de 1960, diversos trabajos sistemáticos dirigidos por Cigliano renovaron esta tradición de investigación empírica en los valles (Cigliano 1960, 1962; Núñez Regueiro y Tarragó 1972; Tarragó 1978, 1980; Perrota y Podestá 1978; Pollard 1983; Weber 1978, 1981), pero no fue hasta fines de 1980 que recién se iniciaron los estudios más profundos y extensos sobre sitios individuales en el área (Baldini 1992, 2003; Baldini y De Feo 2000). Entre estos merecen destacarse, por su trabajo continuo y sistemático el proyecto arqueológico desarrollado en el Alto Valle Calchaquí a cargo de Terence D’Altroy (D’Altroy y Earle 1985; D’Altroy et al. 2000; Earle 1994; Gifford 2003; Lennstrom 1992), los proyectos arqueológicos localizados en Rincón Chico (cerca del actual Santa María), a cargo de la Dra. Miriam Tarragó (1987, 1995, 2000, 2003, 2007) y los Proyectos Sueco-Argentinos focalizados sobre la localidad de El Pichao (Colalao del Valle), a cargo de los Dres. Per Cornell, Per Stenborg y Víctor Núñez Regueiro (Cornell 1990; Cornell y Sjodin 1990, 1991; Johansson1996; Stenborg 2002, 2003; Medina 2002; Cano 2011). Dentro de esta línea, también pueden citarse los estudios sistemáticos realizados en la localidad de Tolombón (Williams 2000, 2003; Chaparro 2002) y en el sitio tardío de Los Cardones, cerca del actual Amaicha del Valle (Rivolta 1999, 2000; Salazar 2006, 2007).

Ahora bien, en el sector específico del recorrido aquí analizado (desde Colalao del Valle hasta Lara) todavía no se han llevado a cabo ningún tipo de investigaciones arqueológicas sistemáticas de campo, a pesar de que en la localidad de Yasyamayo, a la vera de la ruta 352, se ubica un importante yacimiento arqueológico tardío que comparte características arquitectónicas y estilísticas asignables a los grandes sitios santamarianos anteriormente mencionados (Período de los Desarrollos Regionales y posteriores: 900-1660 AD). Entre los antecedentes más próximos que disponemos para este sector en particular, podemos citar las investigaciones realizadas por Sosa (1999) en base a trabajos de teledetección de sitios arqueológicos utilizando para ello fotografías aéreas de la vertiente oriental del Valle de Santa María, Amaicha y alrededores (vertiente occidental de las Cumbres Calchaquíes), donde se buscó detectar nuevos sitios y poner a prueba la metodología de teledetección intensiva. El producto de esta investigación consistió en una cartografía arqueológica (escala 1.50.000) superpuesta con instalaciones contemporáneas, sin embargo, las asociaciones detectadas tuvieron escasos controles de campo. Trabajos de fotointerpretación y cartografía similares a nivel regional, pero desde una óptica geoarqueológica, han sido desarrollados por Sampietro y colaboradores (Sampietro y Neder 2011; Sampietro et al 2012) (fig. 7). Los restantes antecedentes próximos sobre la vertiente occidental de las Cumbres Calchaquíes son los trabajos concentrados en la quebrada de Amaicha y alrededores, como los ya mencionados de Rivolta en el sitio de “Los Cardones”, los de Cohen (Cohen et al. 2002) en “El Remate”; Somonte (2002) en “Campo Blanco” y “Bajo los Cardones”, los de Caria y Gómez Augier en la zona de Ampimpa (Gómez Augier y Caria 2008) y los dirigidos




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por Oliszewski en la zona del Infiernillo, quebrada de Los Corrales (Caria et al 2006; Caria et al. 2009a; Caria et al. 2009b).

Figura 6. Mapa arqueológico de los Valles Calchaquíes con la ubicación de los sitios arqueológicos conocidos en la región (tomado de Cano 2011).




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Figura 7. Mapa geoarqueológico de la vertiente occidental de las Cumbres Calchaquíes con indicación de las principales áreas arqueológicas de la región (tomado de Sampietro et al. 2012).

La región de las selvas occidentales en el piedemonte tucumano de la cuenca de Tapia-Trancas-Choromoros hacia el Este de las Cumbres Calchaquíes también ha sido investigada arqueológicamente aunque en menor escala que en el Valle de Santa María. Toda esta región, conocida tradicionalmente en la literatura arqueológica como Subárea de Selvas Occidentales, cuenta con investigaciones aisladas desde fines del siglo XIX. Los primeros trabajos que hacen una mención al área son los de Liberani y Hernádez (1877) al describir el Petroglifo de la Ovejería cerca de San Pedro de Colalao. Petroglifo que posteriormente Quiroga (1898) describió con mayor detalle. Una de las primeras obras completas en la región fue la realizada por Schreiter en 1934 quien caracteriza los materiales arqueológicos del área (principalmente estilos cerámicos de urnas funerarias y vasos incisos)




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adscribiéndolos a la denominada cultura Candelaria y establece los límites de su área de desarrollo en el NOA; que estaría comprendido dentro de las Selvas Occidentales o Selva Tucumano-Oranense (Schreiter, 1934). Otro trabajo importante es el de Rydén (1936) quien describe detalladamente tanto los materiales arqueológicos relevados hasta entonces en el área como las características medioambientales del sector. Posteriormente González (1960), en base a excavaciones realizadas en Tafí del Valle, encuentra fragmentos cerámicos a los que considera "intrusivos"2 y los vincula directamente con otros hallados en las tierras bajas de la cuenca Tapia-Trancas; definiendo la Fase 1 de la cultura Candelaria (estableciendo las primeras relaciones entre estas dos culturas) y sus orígenes hacia comienzos de la era cristiana (González 1960). Este era el primer intento de asignar una profundidad cronológica a los materiales arqueológicos cerámicos de la región, ya que hasta ese entonces muchos autores pensaban que sus manifestaciones eran contemporáneas con la llegada de los españoles y probablemente asignables al patrimonio de Tonocotés y Lules históricos (Schreiter 1934, Rydén 1936, Metraux 1946).

Los primeros trabajos sistemáticos en el área recién comienzan a partir de la década de 1960 con las investigaciones de Krapovickas (1968) y de Heredia (1970); trabajos que aún constituyen importantes referencias arqueológicas sobre el área. Krapovickas realizó excavaciones en estructuras de vivienda en los sitios de “Rupachico” y “Molleyaco”, ubicados cerca de San Pedro de Colalao, adscribiéndolas a la Cultura Candelaria. También describió varios yacimientos con cerámica superficial en los sitios de “El Ceibal” (ubicado entre Trancas y San Pedro de Colalao) y “Horco Huasi” (sobre Ruta 9, km 1580) (Heredia 1968b, 1970a, 1970b). Posteriormente en 1968, llevó a cabo investigaciones en “Altos de Medina” en la Sierra de Medinas donde excavó estructuras de piedra de patrón similar a Tafí y cuya cerámica adscribió al estilo Candelaria de la zona (Krapovickas 1968). Sin embargo, uno de los antecedentes más importantes para toda esta área, sigue siendo el trabajo de Osvaldo Heredia (1968, 1974), quien en base a investigaciones de campo previas y propias, realizó una síntesis de toda la arqueología de la región conocida como “Candelaria” a la cual diferenció arqueológicamente en cinco períodos cronológicos con sus respectivas fases que van desde el 0 hasta el 1000 AD (Heredia 1974).

Otros antecedentes de estos trabajos sistemáticos tempranos, están reflejados en las investigaciones en el sitio de “Zarate” realizadas por Berberián y Soria (1970), donde excavaron áreas de cementerios y recintos habitacionales con claras evidencias de ocupaciones santamarianas, hasta entonces exclusivas del Valle de Santa María. Más tarde, Berberián y colaboradores (1977), también hallaron asociaciones claras entre cerámicas candelaria y santamarianas en sus excavaciones de sitios ubicados en la región del dique “El Cadillal”. A partir de aquí, las investigaciones en el área recién son retomadas a fines de 1990 por Esparrica (1999) en el sitio “Mortero Hachado”, ubicado en la localidad de Rearte cerca de la Ruta provincial 311, donde se excavaron recintos habitacionales y

2 “intrusivo” de acuerdo a los propios términos de González (1960), esto se debe a que dicho autor considera

que de acuerdo a las características estilísticas de los fragmentos descubiertos en el montículo de El Mollar (4

fragmentos con decoración zooantropomorfa al pastillaje), estos no corresponderían a rasgos culturales propios

del valle de Tafí, sino a elementos conocidos de áreas arqueológicas de las tierras bajas (San Francisco y

Candelaria).




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materiales también adscriptos al período santamariano temprano (Esparrica 1999, Corbalán 2005).

Ahora bien, cerca del recorrido de competencia que atraviesa esta región (tramo entre Lara, Hualinchay y Las Tacanas), entre los antecedentes arqueológicos conocidos más próximos, se pueden citar los relevamientos realizados Esparrica (2003) en “Finca Andrada”, ubicada sobre la margen izquierda del río Tacanas, donde se localiza una roca con petroglifos. También puede citarse el trabajo de Rendace (2009) en las cercanías de la Localidad de Hualinchay, donde se detectaron estructuras arqueológicas además de restos cerámicos y líticos. Ambos sitios se ubican a más de 400 metros del tramo del recorrido aquí analizado y están fuera de las zonas de espectadores programadas por la organización y la seguridad del evento. Cerca del recorrido, también se ubica otro petroglifo conocido como “Piedra Espiralada” pero en una posición bastante elevada y alejada del circuito y los espectadores. Otro sitio que se ubica en las proximidades del recorrido programado (cerca de la localidad de Rearte), es “Mortero Hachado”, pero su impacto y relevancia arqueológica no es analizada en este estudio, ya que fue evaluada en otro estudio de impacto arqueológico (Rendace 2013) (fig. 8).

Figura 8. Localización de algunos de los sitios arqueológicos citados para el Dpto. de Trancas (Tucumán)

6- PLAN DE TRABAJO Y METODOLOGÍA

6.1- Descripción y fundamentación de la metodología implementada:

Tareas de gabinete/laboratorio:

En primer lugar se efectuó una revisión y análisis integral del proyecto del circuito de competencia del rally, su trayecto, características, plan de control y seguridad y cronograma de actividades. Para lo cual se participó de reuniones con responsables gubernamentales de la promoción del evento y del plan de seguridad del mismo. También se participó de reuniones mantenidas entre estos




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responsables y miembros de la Comunidad Indígena de Amaicha y de la Comuna de Colalao del Valle.

Posteriormente, se confeccionó la estrategia de abordaje para el análisis y evaluación del proyecto, para lo cual se tuvo en cuenta la información obtenida de estas reuniones, de los antecedentes éditos, así como de los informes técnicos de estudio de impacto arqueológicos previos realizados para ediciones anteriores del Dakar en nuestra provincia (Caria y Goméz Augier 2010; Rendace 2013). Además se realizó una búsqueda bibliográfica entre distintos estudios de impacto arqueológico realizados para otros tipos de actividades a fin de refinar la metodología implementada (Barreiro 2002; Ramos Millán et.al. 1993; Llavori 1998; Capdepont 2008; Madero y Reigadas, 2002; entre otros).

Luego, las tareas de gabinete estuvieron orientadas al análisis de imágenes satelitales de alta resolución del área de estudio con el propósito de: a) localizar estructuras y/o rasgos arqueológicos que pudieran pasar desapercibidos a la inspección superficial, y b) poner en un contexto topográfico–arqueológico más amplio el área de estudio. Para la teledetección se trabajó con imágenes DigitalGlobe georreferenciadas de alta resolución (pixel de 0,70 m) suministradas por Google Earth y reprocesadas con diversos programas SIG (Mapinfo Professional 10.5, Discover 2013; Google Earth Pro, Global Mapper 12 y Mapsource). También se utilizó el sistema de datos espaciales IDES del Gobierno de la Provincia de Tucumán. En base a esto, se detectaron y mapearon la ubicación de diversos tipos de estructuras constructivas en las inmediaciones del recorrido y se establecieron los probables puntos de control a ser verificados mediante prospección en el terreno.

A los fines de implementar la estrategia de trabajo diseñada y teniendo en cuenta las características topográficas del terreno, se decidió segmentar el recorrido evaluado en tres tramos principales: Tramo 1, desde Colalao del Valle hasta Yasyamayo; Tramo 2, desde Yasyamayo hasta Hualinchay; y Tramo 3, desde Hualinchay hasta el Seminario de Las Tacanas.

Esto contribuyó a planificar y disponer de elementos de juicio para medir la relevancia relativa de los recorridos en términos del estado de conocimiento previo para la zona, así como también para la determinación del impacto arqueológico a producirse por el desarrollo de la competencia. A partir de la integración de los datos se realizó la evaluación preliminar sobre el probable grado relevancia arqueológica del recorrido en cuestión y el posible impacto que producirá el desarrollo de la competencia.

Tareas de campo:

Teniendo en cuenta la estrategia de trabajo elaborada durante la fase de gabinete y tratando de conciliar los intereses de los organizadores con la tarea arqueológica, la primera medida llevada a cabo fue una inspección ocular detallada, complementada por un registro fotográfico y gráfico, de la totalidad del circuito de competencia, según los tramos previamente definidos, para lo cual se contó con la colaboración de personal de Gendarmería Nacional que facilitó el traslado vehicular por el recorrido.




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Luego se optó por realizar un relevamiento pedestre asistemático en diversos puntos de control sobre el recorrido programado, teniendo en cuenta las características topográficas del terreno, los datos obtenidos del relevamiento de imágenes (teledetección) y privilegiando los sectores cercanos al camino donde se estimó que podría haber un impacto más severo a causa de la competencia programada. Asimismo, se prospectaron otros sectores de posible interés arqueológico localizados en las inmediaciones y no necesariamente bajo riesgo de impacto. Finalmente se prospectó intensivamente el sector que los organizadores señalaron como zonas de espectadores (en el punto de partida sobre la margen derecha del río Santa María y en el empalme de las rutas 352 y 311 cerca del seminario de Las Tacanas).

La localización puntual de los restantes puntos de control fue definida, dentro de cada tramo, de manera aleatoria al no haber ningún indicio a nivel superficial que pudiera indicar la presencia de algún tipo de estructura arqueológica o parte de ella sobre el recorrido, a excepción de un amplía área en Yasyamayo donde se detectaron una gran concentración de estructuras arqueológicas, en proximidad directa al recorrido.

El registro y relevamiento de las tareas de campo para el reconocimiento y la prospección terrestre se realizó utilizando GPS (Garmin Colorado 300. Coordenadas Geográficas Lat. Long, Datum: WGS 84), medios fotográficos digitales, cartografía temática, cuadernos de campo y, en los casos necesarios, cinta métrica, brújula y clinómetro digital.

Tareas de gabinete/laboratorio posteriores:

Se organizó, procesó y analizó toda la información relevada durante las etapas previas, se elaboraron los mapas temáticos correspondientes y se confeccionó el presente informe donde se plantea, además, un plan de manejo de las evidencias arqueológicas posibles de ser detectadas en un futuro en el lugar.

Fundamentación:

Este estudio de impacto arqueológico, así como los estudios de impacto realizados por el autor y los otros autores antes citados, busca visualizar la posible ocurrencia y características de las evidencias arqueológicas de toda índole, a fin de mitigar el impacto que pudieran sufrir por la ejecución de un proyecto como el aquí analizado. En tal sentido cuando hacemos mención a las evidencias arqueológicas de toda índole, nos estamos refiriendo tanto a aquellas evidencias arqueológicas que fueran registradas en la literatura arqueológica (sean éstas que presenten o no algún tipo de manifestación o evidencia superficial) como también a aquellas que aún no hayan sido registradas.

También es de añadir que cuando se hace alusión a las evidencias arqueológicas, estas no solo se refieren a las evidencias arqueológicas del período prehispánico sino también a aquellas pertenecientes al período de contacto hispano-indígena, así como aquellas pertenecientes al post-contacto, tanto colonial como post-colonial, llegando inclusive hasta los tiempos históricos recientes.




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Cabe señalar que si bien los estudios de impacto arqueológico se vuelven una herramienta fundamental en aquellas áreas, zonas o lugares donde aún no se han llevado a cabo investigaciones arqueológicas sistemáticas, en ningún caso, los estudios de impacto van a reemplazar ni sustituir dichas investigaciones.

Entre las razones por la que un estudio de impacto arqueológico no puede sustituir ni reemplazar una investigación arqueológica sistemática se pueden considerar las siguientes: a) los tiempos en los cuales se desarrollan (durante los estudio de impacto los tiempos son mucho más cortos y acelerados); b) la amplitud y la disponibilidad de recursos y personal idóneo para realizar una investigación mucho más sistemática; c) los objetivos diferentes que se plantean, que para el caso de los estudios de impacto, girarán en torno a determinar la presencia y potencialidad de las evidencias arqueológicas y a medir en alguna forma el impacto que puede llegar a producirse, además de plantear medidas correctoras para mitigar, evitar, estabilizar, paliar y/o compensar dicho impacto; d) la disponibilidad de los recursos (que en el caso de las investigaciones arqueológicas desarrolladas en forma sistemática es, en la gran mayoría de los casos, el Estado Nacional, Provincial o Municipal quien se hace cargo de dichos recursos con todo lo que ello implica). Por lo tanto, los estudios de impacto arqueológico, más que reemplazar una investigación arqueológica sistemática llevada a cabo de manera prolongada en un área determinada, vienen en auxilio de los bienes patrimoniales culturales que están siendo alterados y/o destruidos por el desarrollo de actividades humanas modernas. En otras palabras, las investigaciones arqueológicas nunca podrán ser reemplazadas por los estudios de impacto arqueológico ya que las mismas se enmarcan dentro de un proceso investigativo más amplio, mientras que los estudios de impacto no dejan de ser un informe técnico orientado por criterios científicos.

Por lo tanto, “la meta final, en todos los casos, debe ser la de tender a lograr un equilibrio o conciliación entre el interés en el crecimiento y desarrollo de la sociedad actual y la preservación del medio ambiental y cultural. Esto es posible en el marco de un esquema de Desarrollo Sustentable que, en términos generales, puede considerarse como aquel que satisfaga las necesidades de las generaciones presentes sin por esto disminuir o poner en riesgo los recursos naturales y culturales para las generaciones venideras” [Ratto y Orgaz (2003) en Manasse y Martel (2006)].

7- DECLARACIÓN PREVIA

7.1- Condiciones y características de la traza al inicio de la investigación arqueológica:

De acuerdo con la estrategia de investigación implementada y las características topográficas del terreno, el circuito de competencia aquí analizado fue subdividido para su análisis y reconocimiento en tres tramos principales: Tramo 1), desde el punto de partida en Colalao del Valle (margen derecha del Río Santa María) hasta Yasyamayo; Tramo 2) desde Yasyamayo hasta Hualinchay, pasando por el Valle de Lara; y Tramo 3) desde Hualinchay hasta la zona de espectadores ubicada en el empalme de las rutas 352 y 311 (localidad de Las Tacanas). Al momento del inicio de la intervención arqueológica, este circuito presenta




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diferentes características y grados de mantenimiento permitiendo la circulación de vehículos en cada uno de sus tramos. A continuación se detallan las características específicas de cada uno de sus tramos relevadas a partir del reconocimiento visual y fotográfico de la totalidad del recorrido.

Tramo 1 (Colalao del Valle – Yasyamayo). Este tramo tiene una extensión de 18 km y va desde los 1687 msnm hasta los 2360 msnm aproximadamente a través de todo el piedemonte (llanura aluvial, terrazas fluviales y glacis de erosión) de la margen oriental del Río Santa María hasta las primeras estribaciones de las Cumbres Calchaquíes. Este tramo se desarrolla sobre un relieve relativamente suave con escasa vegetación xerófila y halófita a sus laterales. Todo el trayecto es prácticamente rectilíneo, el camino se encuentra consolidado con ripio y en buenas condiciones de transitabilidad. Presenta un ancho promedio de más de 12 metros en la mayor parte de su recorrido (figuras 9, 10 y 14). La única concentración de población que cruza en su trayectoria es la pequeña localidad de Yasyamayo hacia el final del tramo. Hacia la margen sur del actual poblado y pegado al camino, se extiende un enorme asentamiento aldeano con arquitectura de piedras y restos cerámicos asignables al período tardío que todavía no ha sido investigado (figuras 11, 12, y 13. Parte de este sitio fue alterado hace tiempo atrás por la construcción del actual trazado de la Ruta Provincial n° 352, sin ningún tipo de estudio de impacto arqueológico previo.

Figura 9. Estado general de la ruta provincial n° 352 desde Colalao del Valle hacía Yayasmayo con un ancho de más de 12 metros.




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Figura 10. Características del recorrido a la entrada a Yasyamayo antes de cruzar el cauce del río homónimo..

Figura 11. Estructuras arqueológicas de piedra ubicadas a la altura de la entrada a Yasyamayo sobre la margen sur de la ruta. Parte de estas estructuras fueron parcialmente destruidas anteriormente por la construcción de la traza de la ruta. 352. al fondo se observa la traza de la ruta y más atrás la escuela de Yasyamayo.




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Figura 12. Detalle de las estructuras arqueológicas anteriormente mencionadas. Visual hacia la margen sur de la Ruta.

Figura 13. Panorama hacia el fondo del valle desde otras estructuras arqueológicas ubicadas en elevaciones a la margen sur de la ruta 352, frente a Yasyamayo.




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Figura 14. Panorama hacia el fondo del valle desde la localidad de Yasyamayo. Hacia el fondo se observa la escuela de Yasyamayo.

Tramo 2 (Yasyamayo-Hualinchay). Este tramo tiene una extensión de 65 km y va desde los 2360 msnm en Yasyamayo hasta los 1640 msnm en Hualinchay, pasando por una altura máxima de 3650 msnm en las cercanías del Valle de Lara. En la primera mitad de este tramo (desde Yasyamayo a Lara) el camino se desarrolla por un relieve muy abrupto y en mal estado de mantenimiento y transitabilidad. La mayor parte de este trayecto presenta fuertes huellas de erosión, es muy angosto en general y en algunos sectores en particular (apenas 3 m de ancho, o menos, en muchos casos), y presenta grandes precipicios a sus costados en buena parte de su recorrido. La vegetación a lo largo de su trayecto es escasa y achaparrada está compuesta por arbustales xerófilos y cardonales que gradualmente ceden paso a pastizales de altura a partir de los 2700 msnm. Las únicas poblaciones humanas en sus cercanías están compuestas por varios puestos de altura dispersos en el paisaje, mucho de los cuales se divisan desde la ruta (figs. 15, 16, 17 y 18). En la segunda mitad del tramo, desde Lara hasta Hualinchay, el camino, que también transita por zonas escarpadas, es mucho más ancho y está en mejor estado de mantenimiento que en la primera mitad del tramo (figs. 19, 20, 21 y 22) . A lo largo del camino se ven numerosos puestos de altura y corrales de animales domésticos dispersos en el paisaje. A medida que el camino desciende hacia Hualinchay el paisaje se vuelve más húmedo y verde, primero con pastizales duros y vegetación abierta de prados de altura para luego pasar a los primeros bosque de alisos hasta llegar a una vegetación selvática tupida en las cercanías de Hualinchay. En todo este sector abunda el ganado doméstico de gran porte sobre el camino.




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Figura 15. Camino de cornisa muy estrecho a la salida de Yasyamayo hacia Lara.

Figura 16. Detalle del estado del trayecto hacia Lara a unos 2500 msnm..




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Figura 17. Panorámica del camino a unos 2800 msnm..

Figura 18. Panorámica del camino hacia el Valle de Santa María a unos 3000 msnm..




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Figura 19. Panorámica del Valle de Lara a unos 3300 msnm.

Figura 20. Visual hacia Oeste desde el punto más alto del recorrido (3640 msnm).




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Figura 21. Visual hacia la vertiente oriental de la Cumbres Calchaquíes a unos 3000 msnm.

Figura 22. Vista de camino a unos 2200 msnm en las cercanías de Hualinchay.

Tramo 3. (Hualinchay-Las Tacanas). Este tramo tiene una extensión de 11 km y va descendiendo por un relieve suave desde los 1640 msnm hasta los 1234 msnm. El camino corre paralelo al río Tacanas. Este tramo se encuentra bien consolidado con ripio y en muy buen estado de mantenimiento. Presenta un ancho promedio de 8 metros y en su mayor parte corre por una zona rural más poblada con áreas productivas hacia el río y varias unidades de viviendas dispersas en todo su recorrido. La vegetación hacia sus costados es tupida y típica de un ambiente de selva basal con algunos elementos del parque chaqueño (figs. 23, 24 y 25)..




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Figura 23. Vista de camino en Hualinchay.

Figura 24. Estado de la ruta entre Hualinchay y Las Tacanas.




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Figura 25. Zona de espectadores en Las Tacanas en proximidad del Seminario.

8- RESULTADOS

8.1- Resultados del análisis de teledección del área de estudio:

A partir del análisis de imágenes satelitales de alta resolución del área de estudio se pudo detectar la presencia de diversos tipos de estructuras constructivas en las inmediaciones del recorrido programado para la competencia y se establecieron los probables puntos de control a ser verificados posteriormente mediante la inspección ocular y prospección en el terreno. El hecho de trabajar con imágenes satelitales DigitalGlobe de alta resolución (0,70 m de pixel) permitió acelerar el proceso de identificación preliminar de posibles estructuras constructivas sobre el terreno y detectar si eran arqueológicas, o no. Controles de campo posteriores terminaron por confirmar que la mayor parte de las estructuras detectadas correspondían a corrales y puestos de altura actuales y/o abandonados, a excepción de las concentraciones detectadas en la zona de Yasyamayo en proximidad directa con el recorrido de la competencia (fig. 25, 26, 27 y 28), las cuales fueron luego confirmadas y redefinidas en campo a través de las tareas de prospección. Este análisis también permitió establecer los puntos de control de campo definitivos utilizados durante las etapas de reconocimiento y prospección del circuito analizado.




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Figura 25 . Ubicación de las estructuras constructivas detectadas mediante análisis de imágenes satelitales del área de estudio.

Figura 26. Puesto de altura y corrales actuales detectados en las imágenes entre Yasyamayo y Lara.




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Figura 27. Puesto de altura y corrales actuales detectados en proximidades de Lara.

Figura 28. Puesto de altura y corrales detectados entre Lara y Hualinchay.

8.2- Resultados de las tareas de inspección y prospección superficial:

Conforme a la estrategia de investigación proyectada-y en base a los resultados del análisis de imágenes satelitales y del reconocimiento previo de los 94 km del recorrido-, la prospección arqueológica superficial de los distintos tramos del circuito, se llevó a cabo a partir de una serie de puntos de control predefinidos




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sobre el recorrido. En total se prospectaron en manera intensiva 16 puntos de control sobre los distintos tramos del recorrido, abarcando un radio aproximado de 30 metros hacia ambos lados del trayecto; dependiendo de las características topográficas y de vegetación de cada punto, a excepción de las zonas proyectadas para espectadores (puntos 1 y 16), donde se relevó un área mucho mayor. Los resultados específicos de dicha prospección fueron tabulados y pueden apreciarse en el cuadro n° 1. El mapa de ubicación correspondiente de cada punto de control puede verse en la figura 29.

Tramo

Puntos de control de la prospección arqueológica

Descripción Punto

de control

Latitud Sur Longitud

Oeste Altitud (msnm)

Tramo 1: Colalao del Valle-Yasyamayo

1 26° 22' 14,14'' 65° 57' 1,85'' 1692 Colalao del Valle. Punto de largada sobre la margen derecha del Río Santa María. Relieve plano. Terreno arenoso. Vegetación halófito con algarrobos dispersos. No se encontraron evidencias arqueológicas.

2 26° 24' 17,17'' 65° 54' 40,57'' 1759 Intersección de camino de Tío Punco con Ruta 352. Relieve plano. Terreno arenoso. Escasa vegetación arbustiva xerófila. No se encontraron evidencias arqueológicas.

3 26° 27' 33,13'' 65° 50' 46,72'' 2131 Acceso a Yasyamayo. Relieve suave. Terreno pedregoso. Vegetación arbustiva xerófila con algunas especies arbóreas. No se encontraron evidencias arqueológicas.

4 26° 27' 52,56'' 65° 50' 22,54'' 2201 Yasyamayo 1. Relieve suave. Terreno pedregoso. Vegetación arbustiva xerófila con algunas especies arbóreas. Hacia la margen sur del camino se registran varios recintos arqueológicos de piedra de forma rectangular y circular con restos cerámicos tardíos en superficie. Algunos de estos recintos fueron segmentados por la construcción de la traza de la ruta 352. Hacia la otra margen del camino también se observan algunos recintos arqueológicos. Sobre el trazado de la ruta no se registró ningún tipo de evidencias superficiales.




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5 26° 28' 15,18'' 65° 49' 39,57'' 2316 Yasyamayo 2. Características ambientales similares al punto anterior. Zona elevada hacia la margen sur del camino con buena visibilidad paisajística y gran concentración de recintos arqueológicos de piedra y restos cerámicos superficiales.

6 26° 28' 13,58'' 65° 49' 18,21'' 2355 Yasyamayo 3. Características ambientales similares al punto anterior. Zona elevada hacia la margen sur de la ruta con vegetación xerófila más tupida. Aquí también se registró la presencia de recintos arqueológicos y material cerámico en superficie.

Tramo 2: Yasyamayo-Hualinchay

7 26° 26' 6,18'' 65° 46' 14,74'' 3142 Ruta 352. Río Cuchiyaco. Relieve abrupto y pedregoso. Camino de cornisa y angosto. Ambiente prepuneño y pastizales duros. No se detectaron evidencias arqueológicas.

8 26° 25' 54,69'' 65° 44' 14,51'' 3336 Valle de Lara (Acceso Este). Relieve montañoso más suave. Vegetación abierta de pastizales de altura. No se detectaron evidencias arqueológicas.

9 26° 25' 29,64'' 65° 43' 33,87'' 3453 Valle de Lara (Acceso Oeste). Características de relieve y vegetación similares al punto anterior. No se detectaron evidencias arqueológicas.

10 26° 23' 46,54'' 65° 43' 33,87'' 3620 La Bandera. Unión entre la ruta 352 y el camino a Tolombón. Punto más alto del recorrido. Relieve suave y vegetación de gramíneas con yaretas. No se detectaron evidencias arqueológicas.

11 26° 20' 20,54'' 65° 39' 10,85'' 2829 Cerro Agua Blanca. Relieve suave de filo de cumbre con desarrollo edáfico. Vegetación de prados de altura. No se detectaron evidencias arqueológicas.

12 26° 19' 39,84'' 65° 37' 41,55'' 2562 Mochadero. Relieve suave de filo de cumbre. Prados de altura. No se detectaron evidencias arqueológicas.

Tramo 3: Hualinchay-Las Tacanas

13 26° 18' 8,70'' 65° 36' 52,88'' 1642 Acceso a Hualinchay. Camino bien consolidados. Relieve suave. Vegetación tupida próxima a zonas de viviendas. No se detectaron evidencias arqueológicas.




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14 26° 18' 33,06'' 65° 35' 43,61'' 1559 Las Tacanas 1. Relieve suave. Camino bien consolidado. Zona de vegetación espesa. No se registraron evidencias arqueológicas.

15 26° 17' 41,84'' 65° 33' 46,77'' 1395 Las Tacanas 2. Relieve suave. Camino bien consolidado. Zona de vegetación tupida próxima a áreas de viviendas. No se registraron evidencias arqueológicas.

16 26° 17' 6,83'' 65° 31' 21,67'' 1234 Las Tacanas 3. Empalme de rutas 352 y 311. Zona de Espectadores. Relieve suave. Camino bien consolidado. Zona de vegetación tupida próxima a áreas de viviendas. No se registraron evidencias arqueológicas.

Cuadro 1. Resultado de las tareas de prospección superficial sobre el recorrido.

Figura 29. Ubicación de los puntos de control sobre el recorrido proyectado.

Como se puede apreciar, los únicos puntos a partir de los cuales se registraron evidencias arqueológicas directamente relacionadas con el trayecto son los puntos 4, 5 y 6, en las adyacencias de Yasyamayo, donde se detectaron varias concentraciones de estructuras arqueológicas de piedra de formas rectangulares, circulares y lineales con evidencias cerámicas superficiales características de períodos tardíos del valle de Santa María (Período de Desarrollos Regionales y posteriores: 900-1660 AD). Estas concentraciones se ubican mayoritariamente sobre la margen sur de la Ruta 352 (entre los puntos de control 4 y 6) al frente de la actual localidad de Yasyamayo y abarcan una distribución variable de cerca de 6




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km2 (figs. 30 y 31). Se trata de un enorme complejo de estructuras de piedra de patrón rectangular con recintos menores adosados y diversos alineamientos de piedras. La arquitectura, así como restos cerámicos asociados en superficie es similar a la de los grandes asentamientos tardíos del valle. Parte de este sitio, como se evidencia en el punto de control n° 4, fue alterado anteriormente por la construcción y el acondicionamiento de la actual traza de la ruta provincial 352. Todo este complejo de estructuras se extiende por el margen sur de la ruta, paralelo a Yasyamayo, por un trecho de cerca de 3 km. Esta situación lleva a considerar a esta parte del tramo Colalao-Yasyamayo, comprendida entre los puntos 4 y 6, como de muy alta relevancia arqueológica y que requiere de medidas adecuadas para asegurar su protección.

En los restantes puntos del recorrido, incluyendo las zonas proyectadas para los espectadores (puntos 1 y 16), no se detectó ningún tipo de evidencias arqueológicas superficiales, por lo que estos tramos pueden considerarse como de muy baja relevancia arqueológica.

Figura 30. Ubicación de área muy alta relevancia arqueológica en Yasyamayo.




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Figura 31. Detalle del área arqueológica delimitada en Yasyamayo.

9- INTERPRETACIÓN Y CONCLUSIONES

El presente Estudio de Impacto Arqueológico dio como resultado que el desarrollo del evento competitivo de motos y cuatriciclos sobre el trayecto programado no estaría afectando en forma directa ningún tipo de evidencias arqueológica superficial, ya que: 1) en base a los análisis realizados, y con excepción del área de alta relevancia arqueológica detectada y delimitada en Yasyamayo, no se registraron ningún tipo de evidencias arqueológicas superficiales sobre el resto del recorrido, ni en las zonas programadas para la permanencia del público; 2) el evento se desarrolla íntegramente sobre rutas provinciales previamente consolidadas o semi-consolidadas de uso público, y 3) el posible acceso del público a dicho recorrido estará restringido por autoridades gubernamentales y civiles durante las 48 hs. previas al inicio del evento, conforme al plan de seguridad elaborado por el departamento de operaciones policiales de la Jefatura de Policía de la provincia.

Consecuentemente, se puede considerar que, con excepción de un tramo de cerca de 3 km del recorrido delimitado en las inmediaciones de Yasyamayo, el resto del trayecto analizado, así como las zonas específicas destinadas el público, poseen una relevancia arqueológica baja, por lo que el desarrollo del evento deportivo sobre el recorrido estudiado, con las recomendaciones y medidas de restricciones de acceso del público y de seguridad programadas, no estaría produciendo ningún tipo de impacto arqueológico directo sobre el patrimonio arqueológico regional en el área estudiada. Esto por supuesto, teniendo en cuenta




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el área de muy alta relevancia arqueológica ubicada en las proximidades de Yasyamayo anteriormente mencionada, donde se localiza un importante yacimiento arqueológico, la cual deberá estar acordonada y custodiada durante todo el desarrollo de la competencia.

Por lo tanto, para asegurar tal condición de resguardo, se debe garantizar la absoluta restricción de acceso del público y de competidores al área arqueológica delimitada en Yasyamayo y a todo el recorrido de competencia por lo menos 48 hs. previas al evento (lo ideal serían 72 hs. antes), así como la permanencia de dicho público sólo en las zonas predeterminadas para tales fines (sectores delimitados en Colalao del Valle y en Las Tacanas), durante todo el desarrollo de la competencia, tal como está programado por la organización y por las autoridades gubernamentales y civiles de la provincia de Tucumán.

10- PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES

Como medida de prevención y protección del patrimonio arqueológico, se deja planteado en esta sección el procedimiento a seguir ante la posible ocurrencia de hallazgos arqueológicos que pudieran ser afectados negativamente durante el desarrollo de la competencia. Asimismo, se deja asentado- conforme a las reglamentaciones vigentes-, que es responsabilidad exclusiva de la organización del evento y/o sus promotores, salvaguardar el área arqueológica detectada y delimitada en la zona de Yasyamayo, además de realizar el correspondiente seguimiento arqueológico posterior al desarrollo de la competencia.

Teniendo en cuenta que fuera del área arqueológica delimitada en Yasyamayo, no se registraron evidencias arqueológicas en el resto del recorrido que puedan ser afectadas por el desarrollo de la competencia aquí analizada, igualmente se hace necesaria la especificación de una serie de medidas y recomendaciones de carácter obligatorio ante la posible ocurrencia de hallazgos arqueológicos fortuitos.

En tal sentido, las medidas que se deben tomar en carácter obligatorio para la protección, preservación y conservación del patrimonio arqueológico, son las siguientes:

En caso de hallar cualquier tipo de resto arqueológico, o de posible procedencia arqueológica, se deben realizar las siguientes acciones:

Efectuar la denuncia de la aparición de dichos restos en la Dirección de Patrimonio Cultural del Ente de Cultura de la Provincia, sito en calle San Martín 251, 1° Piso, en la ciudad de San Miguel de Tucumán o bien mediante comunicación telefónica al número 0381-4307678 internos 242 y 260, que corresponde a la Dirección de Patrimonio Cultural.

No realizar la extracción de los restos detectados y, en la medida de lo posible, cubrir los mismos de la intemperie hasta que se haga el rescate pertinente por un profesional arqueólogo.

Si es posible, sacar fotografías colocando siempre a la par del resto, u objeto, algún elemento conocido para su referencia escalar (puede ser una moneda, lápiz o regla, etc.).




41

Recordar que en todos los casos siempre se debe convocar a un profesional arqueólogo para que examine y supervise el material “in situ” y las acciones a seguir.

Para el caso particular del área de alta relevancia arqueológica detectada en las cercanías de Yasyamayo (ver figuras 30 y 31), se propone como medida de protección de dicho patrimonio la vigilancia y el acordonamiento de toda el área colindante al recorrido con una anticipación de por lo menos 48 hs antes del inicio de la competencia, a los fines de evitar para evitar cualquier tipo de impacto directo e indirecto que el desarrollo de esta competencia pudiera generar sobre dicho patrimonio. Cabe aclarar que con posterioridad al desarrollo de la competencia, se debe realizar el seguimiento arqueológico correspondiente. Asimismo, se propone que las autoridades competentes en la materia adopten las medidas necesarias para garantizar la investigación y protección futura de este yacimiento, especialmente para evitar los daños que pueden causar las tareas periódicas de mantenimiento vial de la ruta provincial 352 en este sector.




42

11- ANEXO

11.1- Fotos:

Detalles de estructuras arqueológicas detectadas entre los puntos de control n°s 4, 5 y 6.

Estructuras arqueológicas detectadas en Yasyamayo.




43

La misma estructura vista desde otro ángulo.

Restos de cerámicas santamarianas sobre los recintos.




44

Detalle de muros




45

Vista panorámica desde estructuras ubicadas cerca del punto de control n° 5




46

Vista hacía Colalao del Valle desde el punto de largada.

Estructuras detectadas a la altura del punto de control n° 6.




47

Andén detectado en el punto 6.




48

Visual panorámica desde estructuras ubicadas en el punto 6.

Estructura detectadas entre puntos 4 y 5.




49

Andenes en las proximidades del punto 6.

Estructura cerca del punto 4.




50

12- BIBLIOGRAFIA REFERENCIADA

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Documents

Cano 2015 - Informe Tecnico Estudio de Impacto Arqueologico - Rally Dakar 2015 Trayecto Motos Colalao-hualinchay 2