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adrian tenca
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5/10/2018 Capitulo III - slidepdf.com
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Capitulo III “Distintas posturas en cuanto a la imputabilidad del Psicópata”.
La “Escuela Alienista”
a) Caracteres. Sus integrantes. Se denomina “Escuela Alienista” a aquella que considera que solo es
“alienado” quien sufre una patología de carácter orgánico. Segun esta escuela, quien no reviste tal
condición, no puede, de ninguna manera sufrir alteración morbosa de sus facultades, no consideraenfermedades las que no reúnen tales requisitos; en consecuencia, parifica la “alteración morbosa”
con la “alineación mental”.
Muchos fueron los autores que postularon esta teoría en nuestro país podemos destacar a Rojas, y en
Alemania a Schneider.
Expresaba Rojas que las eximentes psíquicas previstas en el Art. 34 CP comprendían diversos
estados mentales, y que la voz “insuficiencia de las facultades” quería decir insuficiencia mental
congénita o de la primera época de vida.
Por su parte, las alteraciones morbosas comprendían todas las formas de alineación mental
adquirida. Definía la alineación mental como “el trastorno general y persistente de las funciones
psíquicas, cuyo carácter patológico es ignorado o mal comprendido por el enfermo, y que impide
la adaptación lógica y activa a las normas del medio ambiente, comprensiva de cuatro elementos:
1) trastorno intelectual; 2) falta de autoconciencia; 3) inadaptabilidad, y 4) ausencia de utilidad”.
Consideraba que la constitución psicopatita era un desequilibrio psíquico degenerativo, congénito,
de grado leve, pero que daba un tinte anormal a la personalidad.
Es un desequilibrio psíquico con debilidad o agenesia del sentido.
Las anomalías son casi exclusivas de los instintos lo que hace a lo sujetos antisociales y peligrosos.
Para declarar la inimputabilidad de una persona debía cumplirse con tres requisitos: proceso
patológico, tiempo de su acción y su consecuencia moral.
Por su parte, Schneider sostenía que la imputabilidad alcanzaba solo a quienes sufrían una patología
orgánica; utilizaba un criterio naturalista de enfermedad que determinaba la existencia de esta sobre la
base de procesos orgánicos. Excluya del concepto de personalidad”todas las facultades de
entendimiento, como la facilidad de comprensión, la capacidad de combinación, la del juicio y
pensamientos lógicos, la critica y la independencia del juicio, la memoria y todos los talentos, en una palabra: la inteligencia”. Su concepto de personalidad no incluía el conjunto de sentimientos e instintos
corporales o vitales.
b) La Imputabilidad del Psicópata para la “Escuela Alienista”
La génesis de la psicopatía es requisito indispensable para la declaración de inimputabilidad, el
psicópata siempre es imputable y, en ocasiones, tal circunstancia lo hace más peligroso y, por
ende, pasible de una pena mayor.
La Tesis Amplia
a) Caracteres. La formula psiquiatrita-psicológica jurídica o biopsicologica. Es opuesto a la tesis
alienista. El juicio de imputabilidad consiste en acreditar que la persona tenga la posibilidad ecomprender la criminalidad del acto y que como tal dirija sus acciones, sin importar la causa que
genere alguno de esos dos impedimentos.
Puede ser inimputable tanto un esquizofrénico o un psicotico (quienes padecen de una
enfermedad mental) como un toxicómano, un alcohólico, una persona que sufre un estado crepuscular o
un sonámbulo, en la medida que no comprenda y no dirija.
La escuela amplia adopta así una formula psiquiatrita-psicológica-jurídica, mixta o
biopsicologica, es determinante para el juicio de imputabilidad.
Nos enseña Frías Caballero que “la formula mixta de inimputabilidad, se basa implícitamente en
el pensamiento de que la estructura ontica de la persona humana esta integrada por cuerpo, alma y
espíritu.
Verificar la imputabilidad-inimputabilidad de un sujeto exige recorrer, caso por caso, y en formasucesiva, los tres tramos que la integran y condicionan progresivamente: el tramo biológico-
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psiquiátrico-comprensivo, para finalmente alcanzar el plano normativo-valorativo en el cual radica la
esencia misma del concepto”.
En consecuencia, según el autor, esta requiere de tres pasos: “la primera parte de la formula,
referida a las “causas” de inimputabilidad, cuando estas tienen carácter patológico, remiten a la
exclusiva competencia del psiquiatra. El juez no puede aquí invadir el ámbito que pertenece a los
expertos, debe admitirla o rechazarla.
En el segundo plano, psicológico-comprensivo la captación de las aptitudes psicológicas delagente requiere indispensablemente la intervención conjunta del juez y perito y, por ende, un esfuerzo
de reciproca colaboración; un intercambio de puntos de vista y de información, el que debe ir mas allá
de la formalidad del informe pericial escrito. El tercer plano pertenece privativamente al juzgador y
escapa a la competencia del psiquiatra porque tiene naturaleza normativa-valorativa.
b) La imputabilidad del psicópata para la “escuela amplia”.
El psicópata puede ser considerado inimputable.
Para esta escuela toda persona puede ser así considerada, en la medida que al momento del
hecho no haya podido comprender la criminalidad de sus actos o adecuar su comportamiento a tal
comprensión, sin interesar la génesis o causa que genera tal circunstancia.
c) La inimputabilidad del psicópata en nuestro país. Distintos autores. Los diversos fundamentos.
1) Frías Caballero. Se lo considera el primer jurista argentino que en forma sistemática abogo por la
inimputabilidad de las personalidades psicopatitas, si en el momento del hecho no hubiesen podido
comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones.
Toda su predica quedo lasmada en su voto en minoría en “Tignanelli, Juan C.”.
El caso: de la declaración del propio “Tignanelli” resulto que en la noche del 13 de febrero de 1965, el
imputado concurrió a la casa de sus abuelos con el pretexto que necesitaba hacer tiempo para esperar a
un amigo, y allí le dio muerte a ambos, pegándoles despiadadamente con un martillo, , un formón y una
garlopa, herramientas que tomo del galpón donde el occiso tenía su taller de carpintería y, además, a su
abuela le hizo dos cortes en la muñeca izquierda con una hoja de afeitar. Luego de ello, trato de borrar
sus huellas digitales, en los objetos que pensó haber tocado, lavo su camisa para quitarle las manchas de
sangre que la habían salpicado reemplazándola por otra, se apodero de dinero, y por ultimo provoco un principio de incendio arrojando un fósforo sobre alunas ropas que amontono con ese designio. Luego de
todo ello, concurrió a varios bares que solía frecuentar para proporcionarse una coartada. También
prendió endilgarle la autoría del delito a su propio padre.
Admitió dos versiones respecto del móvil. En una oportunidad dijo que fue el robo, y en otro
testimonio manifestó que tuvo por finalidad que su madre heredara a sus ascendientes, y pudiera
disponer de recursos para su subsistencia, pues el padre estaba afectado de una dolencia con diagnostico
fatal.
El informe de los médicos forenses señalo que ”Tignanelli” no padecía de enfermedad mental y
tenia capacidad para delinquir, caracterizándolo como portador de una personalidad psicopatita
perversa, insensible, frió de animo, simulador y mendaz, que podía estar arrepentido de lo que hizo
porque debía pagar las consecuencias, pero de ningún modo tenia remordimiento,El primero en votar fue el doctor Ure, quien tuvo en cuenta el informe pericial, considero que
“Tignarelli” no era inimputable en orden al Art. 3, cinc. 1°, del Cod. Penal, que había llegado a la casa
de las victimas con el deliberado propósito de maarlas. Como una prueba concluyente, aporto la previa
maniobra que realizo “Tignanelli” con el teléfono, cuyo tubo descolgó “para evitar cualquier llamado
que lo señalara en el lugar”, conforme resultara de su propia declaración.
Adhirieron al voto del doctor Ure, los doctores Panéelo y Lejarza.
El siguiente voto correspondió al doctor Frías Caballero, en minoría remarco que desde mas de
veinte años venia sosteniendo que la denominada personalidad psicopatita perversa podía, ya fuese por
no comprender o no poder adecuar su conducta a dicha comprensión, originar la declaración de
inimputabilidad. El vocablo “Alteración morbosa” no debía entenderse en modo alguno como sinónimo
de alineación mental, sino de manera mas amplia (tesis amplia) comprensiva de las enfermedadesmentales rigurosamente delimitadas por las nosografías psiquiatritas, como también comprensiva de
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otros estados, como las neuropatías o las personalidades o constituciones psicopatitas, que en
circunstancias excepcionalísimas, podían acarrear la inimputabilidad del sujeto.
Expresa que la voz “comprender” no se identificada con capacidad de conocer de un modo
teórico, es decir, de manera puramente intelectiva.
Independientemente de la primera parte de la formula de la inimputabilidad del Art. 34, también
abordo la posibilidad de que el psicópata pudiera ser inimputable, por no poder dirigir las acciones.
Agregaba, además, Frías Caballero que “es harto sabido que sobre el terreno fértil de ciertas neuropatíasy personalidades psicopatitas suelen hacer irrupción en la conducta procesos morbosos denominados
impulsiones psicomotrices incoercibles que avasallan la faz conativa del acto, destruyendo toda
posibilidad e inhibición, a pesar de la conciencia mas o menos perturbada del autor. En estos casos la
incapacidad de dirigir las acciones acarrea la inimputabilidad.
El mismo autor estimo que las declaraciones indagatorias reflejan la impulsión morbosa que
aparecía como mecanismo psicogenetico de la conducta homicida de “Tignanelli”. En la primera de
ellas manifestó que “mientras tanto su mente le martillaba insistentemente con el pensamiento de dar
muerte a sus abuelos, pensamiento del que quería apartarse, ya que la verdad era que quiera mucho a los
mismos, pero el pensamiento continuaba en forma anormal. Que en su momento y sin saber que hacia,
ya que sentía la cabeza como si le quisiera estallar, aplico desde atrás un golpe en la cabeza a su abuelo
y seguidamente y acometido de una furia que le dominaba golpeo también a la anciana y siguió
golpeando a uno y otro hasta que cayeron”.
En otra parte de su declaración asevero que “efectivamente le produjo unos cortes con una
gillette en una de las muñecas de la abuela, con una hojita de afeitar que tomo del baño; que no se puede
explicar como ni por que lo hizo, pues en esos momento estaba preso como de un enloquecimiento, tal
como ya lo relatara y creo que de haber entrado diez personas a la casa en esos momento hubiera
procedido de la misma manera que con los abuelos, pues estaba poseído por un estado de ferocidad.
Que aunque la idea de matar a los abuelos surgió con anterioridad al día en que lo hizo, si bien como un
chispazo fugaz, la decisión le broto como un impulso en el momento mismo de los hechos”.
El mencionado Frías Caballero considero que tras las declaraciones transcriptas, ninguna
significación tenían las falacias, contradicciones y las maniobras de disimulo puestas en evidencia por el
imputado, las que además de se r comunes en personalidades psicoticas, ponían una vez mas de
manifiesto su personalidad de tipo perverso.2) Spolansky realizo un comentario al fallo “Tignanelli”. Manifestó su oposición a quienes le daban una
interpretación restrictiva al Art. 3 CP, ciñendo el concepto “alteraciones morbosas” a los procesos
volitivos e intelectuales, dejando de lado los afectivos.
En cuando al psicópata propiamente dicho, señala Spolansky que maneja objetos, pero tiene
problemas con lo que ellos simbolizan. En consecuencia, para los psicópatas las personas no son tales,
sino cosas que forman parte de el.
Respecto de los elementos de prueba, concluye que “los procesos intelectuales de Tignanelli no
eran normales y que se encontraban gravemente afectados.
Por ultimo, aborda un tema que en su pensamiento es central: la diferencia entre conocer y
comprender. Tras decir que el Art. 34 CP exige la comprensión de la criminalizadnos refiere: “ Y
comprender es un proceso mas complejo que el mero entender o aprehender. Comprenderimplica, además de la captación de la circunstancia que mueve a la acción, la valoración del obrar
y de su resultado.
Comprender significa vivenciar los valores…La ley al requerir comprensión, esta significando
que solo puede ser capaz de culpabilidad (imputabilidad) quien puede sentirse culpable; esto es quien
puede sentir el reproche.
La capacidad de culpabilidad requiera que el sujeto este en condiciones de poder sentir el grado
del disvalor de su conducta. En otras palabras, la ley requiere que el sujeto pueda captar también el
carácter criminal de su acto.
3) Zafaroni este autor entiende que estado de inconsciencia es toda perturbación transitoria o no
patológica de la conciencia, que la insuficiencia de las facultades es reducida al campo de las
oligofrenias, y que la alteración morbosa se corresponde con las psicosis y la alineación mental.Dicha interpretación es coincidente con la denominada “Escuela alienista”.
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La tesis alienista deja de lado la segunda parte de la formula, en cuanto una persona es o no
imputable, en la medida que no pueda comprender o dirigir, con independencia de que sufra o no una
enfermedad mental.
Por consiguiente, admite que el Art. 34 CP tiene “amplitud siente para abarcar todos los
supuestos que es menester considerar, porque entendidos en su sentido semántico no connotan ninguna
entidad particular de la nosotaxia psiquiatrita, sino solo la indicación del orden de factores que pueden
acarrear la inexigibilidad penal de la comprensión de la antijuricidad, distinguiéndolos del error y laignorancia. En síntesis insuficiencia y alteración morbosa de las facultades deben entenderse como
sinónimos de perturbación de la conciencia. La insuficiencia de las facultades es un supuesto en que
las mismas no alcanzan el nivel exigido para que la conciencia como función sintetizadora, opere en
condiciones normales. En cambio, la alteración morbosa es una disfunción de origen patológico.
La alteración morbosa no pasa de ser un supuesto particular de insuficiencia, porque cualquier
alteración de las facultades psíquicas se traduce de inmediato en un insuficiente o disminuido
funcionamiento del psiquismo en su conjunto”.
En cuanto al psicópata, refiere que se considera solo enfermedad mental aquello que afectaba la
esfera intelectual. Así, mientras el hombre conservara su razonamiento, era responsable.
“En alguna medida la doctrina y la jurisprudencia no han salido de esa etapa, como lo demuestra
la tesis que identifica comprensión con conocimiento de la criminalidad, que empalma con la tesis
alienista de la enfermedad mental. Esta posición tiene dos consecuencias directas: a) en cualquier caso
niega relevancia a la psicopatía en cuanto a la capacidad de comprensión de la antijuridicidad; b) por
otra parte, si bien algunos dentro de esta corriente consideran posible relevarla como fuente de
imputabilidad, lo hacen por vía de la incapacidad de adaptación de la conducta a esa comprensión”.
Luego concluye: “Si se prescinde de caracterizaciones vagas y se la conceptúa en estos términos
sintéticos, poca duda cabe de que el psicópata es un inimputable.
Como síntesis de esta caracterización, el psicópata no puede internalizar valores ni castigos, por
lo cual es absurdo que el derecho penal pretenda exigirle que los internalice y reprocharle que no lo
haya hecho.
4) El fallo “Sáenz Valiente”. En febrero de 1986, los doctores Zaffaroni, Elbert y Donna dictaron un
fallo.
El caso: el juez de primera instancia sobreseyó al imputado por considerarlo inimputable. El fiscalapelo, y el expediente llego a la alzada.
De la lectura del voto del doctor Zaffaroni solo puede rescatarse, en cuanto al tema que nos
ocupa que los peritajes obrantes sean indicativos de que Sáenz Valiente era un psicópata. El informe
psicológico era claro en cuanto a las características personales del procesado. El juez de primera
instancia preciso que, como impresión personal, advirtió asombrado la despreocupación del procesado.
Pareciera que los peritos no niegan el importante compromiso del área emocional del imputado, quien
confeso sus delitos. El informe medico forense no le otorgo relevancia especial a lo referido, no obstante
indicar un “trastorno de personalidad” y ser portador de “una personalidad psicopatita de tipo
esquizoide”. No obstante ello, concluía que al momento del hecho el imputado comprendía y dirigía.
En cuanto al hecho y las circunstancias facticas, o único que se extrae de la lectura de la parte
dispositiva de la sentencia es que se trata de un robo calificado reiterado.El voto del doctor Donna no compartió la sentencia de primera instancia por considerar que la
enfermedad del imputado no alcanzaba para encuadrarlo en el Art. 34 CP. Si bien la doctrina y
jurisprudencia mayoritaria se manejaban con la teoría del Schneider, que exigía que toda enfermedad
mental tuviera una base somática, era un concepto equivocado.
La psicopatía tendrá como consecuencia la inimputabilidad cuando sus efectos sean similares a
los de la psicosis, y en este sentido que le impidan comprender la criminalidad del acto o dirigir sus
acciones. No surge que Sáenz Valiente tenga una enfermedad que le impida tal comprensión. Si solo se
toma en cuenta los antecedentes, la forma de actuar y su personalidad a los efectos de declarar su
inimputabilidad, mucho me temo que nuevamente estemos acercándonos a la escuela positivista italiana.
Advierte sobre el desfasaje que traería aparejado declarar inimputable a todo psicópata.
Quedarían vacías las cárceles y se llenarían los hospitales creados al efecto. El control del cumplimientode la pena dejaría de estar en manos del juez y pasaría a estar en manos de los médicos.
En consecuencia, voto porque se revocara la sentencia de primera instancia.
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El voto del doctor Zaffaroni considera que el imputado refleja las características del psicópata a
las que se refiere Zac, en tanto “la imprevisión y la irresponsabilidad es total en casos como el presente,
excediendo en mucho las que pueden observarse en una ética delincuencial, pues cualquier llamado
“habitual” se comporta de manera mas causa.
Parece quedar claro con lo expuesto que el caso de Sáenz Valiente encuadra dentro de lo que se
califica como “psicopatía” o “personalidad psicopatita” sin que resten dudas acerca de que su principal
características, en resumen, es una profunda perturbación de la esfera emocional que le impide odificulta en enorme medida internalizar pautas de conducta, es decir, motivarse en la norma, que es la
posibilidad exigible que opera como presupuesto ineludible de la culpabilidad.
No cabe duda de que el psicópata nunca puede ser considerado imputable”.
Por un lado, critica a la escuela alienista, al mencionar que también hay enfermedad mental
cuando esta afectado el aspecto afectivo. Mientras que coincide con Spolansky n cuanto a que
comprender no es lo mismo que conocer. En el caso concreto, “el procesado no tuvo la capacidad de
comprender la antijuridicidad de lo que hacia por que no tiene una completa capacidad para comprender
el carácter de persona de el mismo ni de su prójimo”.
A continuación critica el voto de la mayoría en el caso “Tignanelli”, en anto se limito a afirmar
que el imputado sabia lo que hacia y lo que quería. “No me cabe duda de que “Sáenz Valiente” también
sabia lo que hacia y lo que quería al cometer los injustos, pero eso basta para encuadrar típicamente la
conducta, pero no para afirmar la culpabilidad, pues también un delirante bien sistematizado en su
delirio saber perfectamente lo que hace y lo que quiere y hoy a nadie se le ocurre que es imputable.
El psicópata es aquel que no interna liza cualquier pauta, y no solo aquellas que la ley
quiere que incorpore.
Estando convencido que “Sáenz Valiente” es incapaz de comprender la criminalidad de su
conducta ¿podemos pasar esto por alto y condenarlo a la pena pedida y seguir condenándole por años y
años de prisión, pese a saber de esta incapacidad solo porque existe el riesgo de que la psicopatía pueda
ser manipulada ideológicamente? Creo que no, porque pocos conceptos hay que no sean susceptibles de
manipularse ideológicamente, incluso la misma psicosis, y no por ello se deja de declarar inimputable al
psicotico.
Finalmente vota por confirmar la sentencia, al considerar que el imputado no comprendió la
criminalidad del acto. Si bien el procesado no resulta un alienado o enajenado mental, es un enfermomental. Por ello no es aplicable la medida prevista en el cinc. 2° del Art. 34, sino el cinc. 3° del mismo
Art. del CP.
El voto del doctor Elbert comparte el del doctor Zaffaroni, tomando como pilares el de Frías
Caballero y Spolansky en el caso “Tignarelli”.
En el caso concreto afirmo que el carácter de psicópata de “Sáenz Valiente” estaba debidamente
acreditado por las pericias realizadas y las modalidades de conducta del imputado.
Con respecto al peligro de imponer medida de seguridad manifestó que importaba una
“contradicción el luchar contra las medidas de seguridad como tales y luego aplicarlas, a sabiendas de
las aberraciones a que pueden conducir. Pero estimo que es el mal menor, frente a la posibilidad de
condenar a un inimputable como si no lo fuera, porque, como dice el preopinante el lugar de un enfermo
no puede ser la cárcel. No será sin duda la única contradicción en que caeremos los jueces en nuestroesfuerzo de cerrar la brecha entre la ley escrita y la realidad en que sus propósitos deben materializarse”:
En definitiva, voto por confirmar la sentencia, y la aplicación del cinc. 3° del Art. 34 CP.
Ambos incurrieron en una grave contradicción, cuando en el fallo “Sánchez, Omar”, dictado el
mismo año, sostuvieron: “ La declaración de inimputabilidad de psicópata implica una medida
de seguridad prácticamente perpetua, es decir, una privación de libertad perpetua y dado que en
el caso de autos no existe un diagnostico preciso sobre el grado de la psicopatía, no se puede
disponer lo mas grave para el procesado, disponiéndose en consecuencia la confirmación de la
sentencia, apelada en cuanto condena al justiciable por el delito de robo con intimación”.
Por aplicar el “favor rei” enviaron a un enfermo a la cárcel.
5) El comentario de García y Bobbio. Ambos comparten el supuesto de ser humano como entidad biopsicosocial indivisible, en cuya esfera psicológica se conjugan procesos de carácter intelectivo,
volitivo y afectivo.
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En el punto cinco de la clasificación de las distintas alteraciones de la salud mental formulada
por la Organización mundial de la Salud, aparecen los denominados trastornos de la personalidad, que
se conocen como caracteropatias.
Cuando las funciones descriptas se cumplen de un modo inadecuado aparecen las
caracteropatias, cuya cualidad nuclear o central esta dada por la rigidez con que el sujeto utiliza los
rasgos de carácter, en forma repetitiva, sin aprender y flexibilizarse con las experiencias vividas. En
síntesis, obra como un mecanismo de defensa patológico, que es racionalizado y consecuentemente no provoca angustia”.
Definen a la psicopatía como “una forma de caracteropatia, en la que predominan las
acciones impulsivas del individuo, ya que hay una alteración del pensamiento simbólico. El
pensamiento no prepara la acción y por ende entre el impulso y la acción no hay representación
simbólica, lo que concluye en la estereotipia –reiteración del acto impulsivo. El trastorno mas peculiar
del psicópata es la anormalidad de su conducta, que se aparta de las pautadas o fijadas por la
colectividad para el desempeño de los diferentes roles sociales, aunque no toda psicopatía implica una
personalidad antisocial”.
Con estos elementos critican que el fallo haya llega a conclusiones universales, al determinar
que el psicópata nunca puede ser imputable.
Por ello consideran que, dentro de un sistema de valoración biopsicologico, que es precisamente
el adoptado por nuestro código, solo es inimputable quien en el caso concreto sufriendo determinadas
psicopatológicas no haya comprendido la criminalidad del acto o no haya dirigido sus acciones.
En tanto, celebran que el fallo haya incluido a las psicopatías dentro de las enfermedades
mentales, bajo el término de alteración morbosa de las facultades. Se supero así el criterio restrictivo en
el que la voz patología se identificaba con alineación o demencia. Es que el Art. 34, cinc. 1, se refiere a
la alteración morbosa de las facultades, por lo que nada justifica que ellas sean limitadas solo a las
intelectivas.
Por ultimo, concluyen que en “ocasiones en que existan dudas sobre el primer aspecto la
incapacidad para dirigir las acciones será la clave que posibilitara resolver la cuestión.
6) La critica de Frías Caballero al fallo “Sáenz Valiente”. Al año siguiente de la publicación del fallo
“Sáenz Valiente”, Frías Caballero divulgo un articulo en el que reflexionaba sobre el, comparte conBobbio y García que no puede alcanzarse una solución única para todos los casos. En consecuencia, se
equivoca Zaffaroni cuando señala que todo psicópata es inimputable.
La afirmación que todo psicópata es inimputable, es tan equivoca como sostener lo contrario,
aya que de ser así, la formula mixta del Art. 34 se convertiría en puramente biológica o psiquiatrita.
El autor cita a Ferrer Dama cuando refiere que “el criterio a base del cual ha de procederse,
cuando se trata de juzgar sobre la imputabilidad de unas de esas personas –psicópatas- viene dado más
por gravedad del mismo que por su dirección.
La inimputabilidad el psicópata solo debe aceptarse en el caso concreto, al quedar, además, limitada a
los casos más graves, por tener en cuenta los diferentes tipos de psicopatías, las peculiaridades de cada
persona y su concreta gravedad individual.
Para Frías Caballero, la incapacidad de vivenciar o internalizar el valor ético social de laconducta solo puede darse en el “psicópata perverso”.
Pro ultimo destaca como positivo el apartamiento de la tesis alienista, la diferencia que se establece
entre el conocer y el comprender, y que se haya puesto de manifiesto que el magistrado pueda apartarse
de las conclusiones a las que llega el perito psiquiatra, pues esta tan solo es un colaborador del juez”.
7) Cabello. Este autor fue el mayor impulsor de la inimputabilidad del psicópata en nuestro país.
a) Psicopatía en general. Este autor habla también de “pseudo psicopatías”, que son aquellos cuadros
mentales que aparentan ser psicopatías, cuando en realidad no lo son, porque pertenecen a entidades
morbosas definidas; por eso también se las conoce con el nombre de “falsas psicopatías”.
Para Cabello, las personalidades psicopaticas “se ubican en la escala mas baja de las
clasificaciones psiquiatritas, ocupando el dilatado e impreciso territorio que separa los enfermosmentales de las personas anormales, es decir, no son enfermos pero tampoco sanos, o son ambas cosas a
la vez.
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Por definición, constituyen agentes de perturbación social; a la manera de cuerpos extraños no se
adaptan a las normas de convivencia y, sin embargo, están en la cúspide de los movimientos críticos y
convulsiones políticas, o así siempre fieles exponentes de lo que tiene la humanidad de mas bajo y
deleznable.
El carácter patológico de la psicopatía aparece como muy marcado en el pensamiento de
Babello. Este indica que “si en algo tiene razón Schneider cuando afirma que no hay enfermedades sino
en lo corporal, no puede negarse que aun el mas insignificante acto psíquico, la mas humilde unidad deconciencia, no tenga su asiento en el cerebro y no dependa de su normal funcionamiento. La
discordancia de los elementos integrantes de la personalidad psicopatita, obedece a la descompensación
entre la corteza y el centro encéfalo y el cerebro intermedio.
La segunda discordancia, en el plano psicológico, se establece entra la noción mora y el
sentimiento moral correspondiente. Si bien los trastornos psicopáticos de la conducta no reconocen un
“proceso”, “síntomas” ni “etologia” conocida o postulada, es innegable que sus anomalías de conducta,
aunque no lleven el signo de lo morboso, no pueden tampoco considerarse independientes de
malformaciones o desarreglos congénitos o adquiridos de sus estructuras someto-funcionales.
La relación entre soma y psiquis, se establece no mediante un proceso, sino entre una estructura
defectuosamente equilibrada y las determinantes energéticas de la personalidad”.
Desde un enfoque psicopatológico y clínico brinda la siguiente distinción: “Las personalidades
psicopatita adquieren el tipo de las graves alteraciones de la conducta que sin menoscabo intelectual se
vinculan a profundos trastornos de la esfera afectiva y volitiva”.
1) Diversidad. Algunos tipos de personalidades se corresponden conciertos delitos. Por caso, tenemos
que el deprimido tiende a cometer el crimen piadoso; el maniático, hurta y defrauda; el epiléptico,
asesina brutalmente; el esquizoide realiza homicidios absurdos y fríos; el perverso actúa sin piedad ni
remordimiento.
2) Reiteración. Dentro de cada tipo lo corriente no es la diversidad, sino la reiteración, mientras el
psicópata puede delinquir reiteradamente, porque anda suelto por las calles o cumple pequeñas condenas
que lo devuelven al medio aun mas peligrosos, el psicotico suele producir un solo delito, principalmente
al comienzo de su trastorno, porque se lo aísla pronto y estos en lugar de ser reiterados, son singulares.
3) Delictividad. El delito no es extraño a la personalidad del psicópata, circunstancia que no se da en la
psicosis, donde los delitos se corresponden a la enfermedad actual y sin que presenten mecanismos patogenéticos.
4) Contagiosidad. Junto a la no intimidación, se encuentra la capacidad del psicópata de inducción
delictiva, por eso son tan peligrosos dentro de la cárcel como fuera de ella
5) Radicación estructural. Es anatómica, pues mientras que las psicopatías toman estado en las
estructuras básales del cerebro, las enfermedades mentales integran su estructura en los estratos
superiores, particularmente los que dependen de la corteza cerebral y formaciones satélites.
b) El psicópata perverso. No se aleja de las características comunes del resto de estas, sino que las
refuerza.
En la locura moral el desacuerdo entre la idea del mal y el sentimiento correlativo, puede
reducirse a la formula que desarrollamos a continuación:
NOCION TEORICA DEL MAL
__________________________
VALORACION DEL MAL
En el ámbito forense esta formula criminologica sirve de base para interpretar el apéndice
psicológico del Art. 34, cinc. 1°, CP vigente.
Por ultimo, ante el auge de la criminalidad perversa, se pregunta: “¿estamos en presencia de un
empeoramiento de la raza, por cuya causa nacen hoy mas perversos que antes? ¿El panorama
criminológico de la era moderna le esta dando al razón a las teorías degenerativas de Magnan y Morel?
¿Esta tan equivocado Lombroso cuando asignaba al delincuente nato el 40% de la criminalidad global?
La inimputabilidad del psicópata en Esapala y en Alemana
CAPACIDAD
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a) España: ese país, la jurisprudencia ha sido sumamente reticente en cuanto a admitir la
inimputabilidad el psicópata, por influencia de las enseñanzas de Schneider.
1) Bacigalupo: los tribunales consideran que las psicopatías serian siempre insuficientes para determinar
la inimputabilidad, en tanto no registran una base somatic. Por lo tanto, no hay ninguna apoyatura
científica para negarle, en principio, tanto a las psicopatías como a las personalidades psicopaticas, la
calidad de enfermedades mentales. En las psicosis endógenas tampoco se ha podido demostrar una base
patológica, y nadie la cuestiona como base de la inimputabilidad.2) Muñoz Conde. Este autor estima equivocado que a los efectos de la inimputabilidad se tengan en
cuenta solo las facultades intelectivas y volitivas del sujeto, en tanto existen circunstancias que lo hacen
inimputable, sin alterar la inteligencia o la voluntad, como la ceguera, la sordomudez, los estados
crepusculares, entre otros.
En cuanto a las psicopatías, afirma que están consisten en anomalías que acompañan al sujeto
desde la cuna, influyen en su carácter, en su temperamento, en su vida vegetativa, en su afectividad y en
la parte emocional del sentimiento, pero no, generalmente, en su inteligencia o voluntad.
Destaca que el Tribunal Supremo ha rechazado, como gran parte de la doctrina, la
inimputabilidad del psicópata, en tanto no tienen alteradas sus facultades intelectivas o volitivas.
3) Mir Puig. Para el son anormalidades del carácter, de naturaleza constitucional y heredada, que no
constituyen ni oligofrenia ni psicosis, por lo cual las califica como personas anormales. Los
oligofrénicos tienen una deficiencia en la inteligencia, mientras que los psicópatas lo tiene en su
carácter, en su modo de ser, en su personalidad en sentido estricto.
“No siendo una enfermedad la psicopatía sino un modo de ser, no tiene curación y, si a ello se
añade que no afecta a la inteligencia ni a la normalidad de la voluntad, sino solo a la afectividad, se
comprenderá que sea la anomalía que presenta los problemas jurídico-penales tal vez mas graves”.
El Tribunal Supremo rechaza para ellas la exención completa, admitiendo a veces la eximente
incompleta para los casos de personalidad psicópata grave. De todos modos, con frecuencia niega que
lleguen siguiera a atenuar la responsabilidad.
b) Alemania. A contrario, en este país, la influencia de Schneider ha calado muy hondo, donde la
posibilidad de que el psicópata sea inimputable encuentra grandes resistencias.
1) Maurach. En su opinión, y contrariamente a lo que sucede con el psicotico, el psicópata no revela
escasez de inteligencia, sino que en el se observan defectos en el plano psíquico-ético que permitecomprender al hombre como personalidad ético-social. “El psicópata se caracteriza en primer lugar, por
defectos de sentimientos, voluntad y carácter, especialmente por aquellos constitutivos de una
predisposición del sujeto, los que por si solos, solamente dentro de los limites mas estrechos, están en
condiciones de procurar los fundamentos biológicos para el consecuente examen normativo; al
contrario, las simples influencias del medio excluyen por regla general, la patología de la personalidad
que ha llegado a ser anormal.
En realidad, sin decirlo expresamente, Maurach es partidario de la tesis alienista.
2) Jakobs. No es demasiado su aporte a la psicopatía. Tras hacer suya la definición de Schneider indica
que no se conoce a ciencia cierta cual es su génesis.
Podemos decir también que adhiere a la escuela alienista, pues consigna que tanto los psiquiatras
como la jurisprudencia estiman sumamente excepcional que el psicópata pueda ser consideradoinimputable.
3) Stratenwerth. En su posición dispone que sea unánime el criterio que sostiene que las psicopatías no
tienen base somática alguna. También, que la gran mayoría de los autores consideran que una persona
no puede ser declarada inimputable por una anormalidad psíquica pues ello podría causar trastornos a un
derecho penal orientado a la culpabilidad.
Además, adscribe a una postura amplia al manifestar: “Sin embargo, evidentemente seria injusto
afirmar la capacidad de culpabilidad por razones meramente tácticas en casos extremos en los que esa
capacidad no se da, tanto desde el punto de vista medico-jurídico y de acuerdo con las concepciones hoy
predominantes: una neurosis muy grave, por ejemplo, puede superponerse en su forma de aparición,
cuando no en la naturaleza misma con la esquizofrenia.