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Carlos Bosch, La Tecnica de Investigación Documental (1)

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Tecnicas de investigación

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  • LA TECNICA DE INVESTIGACION DOCUMENTAL Carlos Bosch Garca

    UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

  • LA TicNICA DE lNVU11CACIN DOCUMENTAL

  • FACULTAD DE CENClAS roUnCAS y SOC1AI..ES

  • E /38 T 1\0 \~1510 ( /6261

    La tcnica de investigacin

    documental

    Carlos Bosch Garca

    UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MtxCO

    MXIOO 1982

  • BIBLIOTECA DE MEXICO Primera edicin: 1959 Segunda edicin: 1965 Terccn edicin: 1966 Cuarta edicibn: 1967 Quinta edicin: 1973 Sexta edicin: 1974 Sptima edicin: 1977 Octava edicin: 1978 Novena edicin: 1979 D:ima. edicin: 1982

    FRlJLM 001.42 867 1982 Ej.1

    1016262

    1~~III III~~~l il~mll~~1 J L M

    DR 1982, Univenidad Nacional Autnoma de Mxico Ciudad Univnritaria. 04510 Moico, D. F.

    DIRECCIN GENERAL DE PUBLICACIONES

    Impreso y hecho en ).Uxico

  • INDICE

    Advertencia

    CApiTULO I. El valor de la investigacin 9

    CAPTULO n. La aproximacin al tema U

    CAPTULO 111. Cmo lograr el material para el trabajo 15 CAPTt:LO IV. La manera de recoger d material . 27

    CAPn LO V. Organizacin del material en el fichero de trabajo . 33

    CApiTuLO VI. El proceso de escribir . ~7

    CAPTL'LO VJI. Las notas de pie de pgina 45

    C ... in:LO VIII. La conclusin . 51

    CAPfn'LO IX. La presentacin del trabajo. advertencia y prlogo . 57

    CAPITULO X. La bibliograffa 61

    CAPh~w Xl. Loo 1ndices 63

    CAPm:LO XJl. Comentarios al margen . 67

  • ADVERTENCIA

    Antes de comenzar, creemos importante advertir a nues-tros lectores que el presente trabajo es slo una gua de tipo tcnico paTa ayudaT en la preparacin de trabajos de clase, artculos cientficos y tesis profesionales. Desea-mos que sea, como complemento de las enseanzas de los maestros, un instrumento que facilite la expresin escrita de los conocimientos ya adquiridos.

    La redaccin de una tesis profejioual significa, a la vez que la primera obra del que termina jU preparacin pro-fesional, el PTimer trabajo laTgo y metdico que pre"nta en el mundo del conocimiento. Sin embargo, pocas veces el interesado cuenta con el equipo y el entrenamiento necesarios para poderla llevar a cabo.

    Para un obrero manual la herramienta y su finura son de impoTtancia capital; para el tTabajo que se PToponga desempear el profesional univenitario, su instrumento es una tcnica que por lo general se va adquiriendo en lar-gos aos de experiencia.

    A.paTte del uso que hagan del laboTatoTio o de los ins-trumentos de ingenieria} todos los profesionales necesitan de los conocimientos de los archivos histricos y de los cUnicos} de los laboratorios y de las bibliotecas, que es donde se almacena y recoge el trabajo y la experiencia acumulada de otros investigadores, que debemos aproo vechar.

    La distincin entre los animales y el hombre consiste, precisamente, en que el hombre sabe hacer uso de la ex-periencia de generaciones pasadas.

    El mdico} el ingeniero} el arquitecto, el economista, el abogado o el humanista, no pueden prescindir del co-nocimiento especfico de todos los estudiosos anteriores a

  • CARLOS BOSCH CARdA

    ellos, para interpretarlo de acuerdo con la realidad cir-cunstancial en que viven. Pero esa realidad circunstancial tiene un sentido lgico con los conocimientos habidos hasta el momento en que se trabaja.

    Es, pues, para facilitar la evocacin de esos conocimien-tos cuando un hombre de ciencia .se propone sacar con-secuencias lgicas de la memoria cientlfica de la huma-nidad, por lo que se procede de acuerdo con un mtodo cientifico, que asegure un orden lgico en el trabajo para deducir cientlficamente los re.sultados.

    El matemdtico, al decir que la suma de dos m.f dos es igual a cuatro, procede en un orden lgico "j no llega a .su re.sultado .sin saber que ha tenido que .sumar dos mds dos. En la misma forma, no podemos llegar, en ninguna ciencia, sin contar con los factores precedentes necesarios, a una conclusin propuesta que se apoya, igual que en una suma .. en la expo.sicin "j la racionalizacin de su-mandos.

    El estudiante hallar en las pginas siguientes lo que podemos llamar el "oficio" del investigador: hbitos e in.strumentos para trabajar en el conocimiento de cual~ quier ciencia; de los cuales ningn hombre de ciencia puede prescindir, y que pueden ayudarle a trabajar du-rante el e.studio de .su carrera o .. despus de terminarla, para adquirir conocimientos nuevos "j exponerlos a los demd.s en la nica forma perdurable, que es la escrita.

    Si nuestro procedimiento facilita un si.stema para ad-quirir conocimientos concretos, para manejar "j ordenar datos, para proceder a la meditacin "j al ejercicio de la razn o para organizar los resultados obtenidos en los ar-chivos de los hospitales o en los cuadernos de trabajo del laboratori.sta, 110S daremos por satisfecho.s.

  • EL VALOR DE LA INVESTIGACION

    Todo hombre de ciencia que pretenda colaborar con sus luces al saber general de la humanidad, tiene que con vertirse en escritor. tste es el nico camino por el que saldr de 51 mismo y proyectad. sus conocimientos sobre las generaciones venideras traspasando los lmites de lu-gar y de tiempo.

    El libro es, hasta ahora, el vehculo ms adecuado para esta proyeccin. De material aparentemente dbil, tiene una resistencia extraordinaria que le permite sobrevivir y ser ledo centenas de aos despus de haber sido escri-to y editado. Nada que se escribe pasa inadvertido para los dems, y es perdurable; de ah la importancia que se le debe dar.

    Quienes escriben libros o trabajos cientficos coinciden, por lo general, en que una obra escrita es el resultado de un largo proceso de trabajo racional y lgico. que es-labona cada uno de los pasos de un proceso natural hacia una conclusin lgica tambin. Pero a pesar de esta lgi-ca, aun en los libros ms cientficos y donde el autor trata de presentarse con la mayor imparcialidad, hay una cir-cunstancia. muy especial. que no permitira que la misma persona, con los mismos materiales, )0 volviera a escribir. Esa circunstancia es el propio autor, en el que se conjuga una diversidad de factores circunstanciales, personales, que hacen del libro el resultado de un cierto momento de su vida. No es de extraar que cuando un autor toma su propio libro, si es honesto consigo mismo, rara vez est

  • 'o CARLOS BOSCH GARcfA

    conforme con ~I. y siente la angustia de no poderlo cam biar, por lo m.nos .n alguna de sus partes. Ahl est la relacin que hay entr< cada hombre y cada mom.nto de su vida y. tambin, entre cada uno de esos momentos y la circunstancia del individuo con sus obras.

    La investigacin, en 10 que atae a recoger material, ampliar conocimientos o profundizarlos, oTd~narlos, sin-tetizarlos y analizarlos, no es otra cosa que el esfuerzo, hasta cierto punto mecnico, de preparar la mcnte para ese momento en que. ayudada por circunstancias especiales subjetivas, y no mecnicas, puede reaccionar ante el ma-terial para deducir lo que d.b. deducir d. su anlisis. Por eso no todos los momentos son buenos para escribir sobre una materia investigada. ni tampoco se puede pro-ducir a destajo un buen manuscrito.

    La parte subjetiva, de que ya empezamos a hablar, es muy delicada tratndose de libros cientlficos. En el caso d:l escritor de manuscritos creativos o imaginativos. la situacin es totalmente diferente. pues el autor pu~de

    hac~r y deshac~r s~gn su gusto. Pero ~l ~scritor ci~ntfico tirn~ que mant~nerse dentro de los limites de los hechos cientUicos. que no puede alurar. y entre ellos su ntdi gencia averiguar lo que se pueda deducir. Su personali. dad tendr que reflejarse a trav~s del t.ma ("'cogido, por haberlo escogido; esto ", en el material .mpl.ado y .n la forma de hacer su seleccin y ordenacin, y en la manera de analizarlo y .n el modo d. hacer sus d

  • LA TtCNICA DE INVESTIGACiN DOCUME.NTAL 11

    deben estar reidos con la (onna agradable y literaria, o con la claridad y la sencillez de I.expresin. Los trabajos de in\'estigacin deben tener tales virtudes de estilo que el lector pueda captar con toda precisin y nitidez el pen-samiento y los matices que el investigador percibi du-rante su estudio y en sus conclusiones. sta es la parte ms humana de la i"nvestigacin, porque la sensibilidad del individuo se convierte en un factor importantsimo.

    Adems del rigor en el mtodo y de la claridad de la exposicin, el investigador cientfico cuida, de manera es pecial, el equilibrio que guarda su mente ante el material. El material bsico es observado con toda honestidad y sin prej!-licios. Los temas concretos surgirn de manera natu-ral de la investigacin misma. El autor debe partir de un campo general hasta encontrar el tema especfico, de su preferencia, que ser convertido en el objeto del estudio.

    As, pues, el tema de investigacin propiamente dicho, al no ser prejuzgado, surge de las lecturas y del conoci-miento ntimo que de sus circunstancias propias tiene el autor, cuando ste logra captar plenamente su significado y su objetivo.

    El inters personal y el lazo que existe entre el autor y cierto tema no pueden hacerse a un lado. Si la relacin entre el autor y su tema no existe. tampoco habr placer en el Irabajo, que ser abandonado, por aburrimiento, al poco liempo de comenzar. Resulta muy difcil que un autor. por preparado que se halle, emprenda investigacio-nes sobre campos que le sean totalmente extraos.

    Todo esto. por lo menos, hay que tener en cuenta por-que. prol,ablemente, empezada una investigacin, el in dividuo se ver ligado a ella muchos aos. Por 10 general, la tC'sis profesional suele introducir al investigador en un campo que. de manera natural , se suele prolongar des pus de haberla terminado.

    Todo el que se inicia debe ser asesorado (X>r un profe-sor consejero, que le ayude en sus reflexiones y. luego. en cada uno de los pasos subsiguientes. Con frecuencia, el

  • 12 CARLOS BOSCH CARdA

    alumno se desalienta o se despista. y slo una persona ex perta puede mantener su inters y ayudarle a salvar las dificultades que encuentra a su paso. El consejero debe conocer al alumno y tambin el respectivo campo de es-tudio. Es de importancia que los dos puedan trabajar dentro de un entendimiento y respeto mutuos, pues, en cierta forma, el uno va a complementar al otro. No se trata de que el asesor absorba la responsabilidad. sino de que encamine las cosas de tal manera que el alumno tropiece con las soluciones. a veces sin notar el papel que tuvo en eHo el consejero.

    Consejero y alumno entablan un dilogo amable y amis toso, para que el consejero pueda darse cuenta de la pre-paracin y de los verdaderos intereses del alumno. De ese dilogo depende, en gran parte, que los dos puedan rendir todo )0 necesario en el procesp del trabajo.

    El trabajo, tericamente, tiene que dividirse en tres partes importantes que forman la estructura de la tarea, y cada una de las cuales ha de resolverse de una manera especfica:

    l. La aproximacin al tema y el planteamiento del pro-blema general.

    2. La exposicin crtica del material, que puede ser do-cumental o bibliogrfico.

    3. La sntesis y la conclusin que sobre d probkma planteado se obtiene despu~ de analizar el material.

  • IJ

    LA APROXnfACION AL TBI.\

    Para a(ClTarSe al tema, esto es, para decidir qu tema desea uno estudiar cuando no ha logrado una preferencia espe-cial, hay procedimientos concretos que el profesor conse-jero debe disponer,

    La conversacin con el alumno le mostrar una direc cin especial del inters de ste. y de ah debe partir con el fin de no condicionar su decisin.

    De- inmediato. la lectura general, que cubra el campo. puede sealar :lreas especficas. El prximo paso se facilita con la lectura de monogyafias referentes a esos puntos o periodos que abren nuevas discusiones, donde poco a poco se deJnean d tcma y la poca en que va a trabajarse.

    Si lleva las con\'t:nacion~ con la habilidad necesaria, el consejero podr hacer que .u discpulo concrete los puntos de sus verdaderas preferencias.

    Una vel fijado d tema de la investigacin. se resoh-i el primer problema, Si d esludiame fuere principiante er! preferible manejar temas coneretos y poco amplios. para que la ",'estigacin y su bibliogT3f1a le sean fcil .. de dominar.

  • 111

    COMO LOGRAR EL MATERIAL PARA EL TRABAJO

    El tema es importante de por s; pero el tipo de material que se use para fundamentarlo es vital. Del material y del anlisis que de l se haga depende toda la investiga-cin. Mejor dicho, la investigacin. en su primera parte, consiste precisamente en recoger, sintetizar, organizar y comprender los conocimientos que se adquieran. Su ex-posicin y su anlisis crtico llenarn la mayor parte del escrito que resulte, pues ellos sern la base que dar soli-dez a las opiniones y conclusiones futuras .

    En este aspecto el autor depende exclusivamente de sus fuentes, que son el punto de partida y representan la experiencia que existe sobre el tema. La calidad de las mismas har del trabajo especializado un xito o un fra-caso. Los estudios serios tanto los de ciencias como los de humanidades. se fundamentan de la misma manera. A ve-ces. las fuentes de informacin sern expedientes clnicos de los enfermos; otras. las libretas de trabajo de los labora-torios; para unos, docu~nentos de archivos nacionales y privados. las libretas de trabajo de campo; o simplemente publicaciones, para otros, segn las especialidades y el tipo de material que se debe utilizar. Propiamente. no hay diferencia entre el expediente clnico del mdico o el legajo del archivo que usa el historiador.

    El hecho es que todos los especialistas han de comunicar sus conocimientos por escrito y. al convertirse en escritores cientficos. tienen que utilizar las tcnicas apropiadas. Para todos ellos la tcnica que vamos a analizar slo es

  • 16 CARLOS BOSO'! CARdA

    el "oficio" del escritor, el cual, llegados a este punto, es el mismo para todos.

    El investigador empieza haciendo el acopio de noticias sobre libros, expedientes. informes de laboratorio, docu-mentacin de archivo o de trabajos de campo relacionados con su tema desde dos aspectos: primero el general y luego el directo, el particular y el muy concreto.

    Las obras que tratan de la materia en general incluyen en un captulo. o en prrafos sueltos, conceptos relativos al tema escogido por el autor, que le facilitarn situar su tema en un panorama de conocimientos mucho ms amplio. El segundo grupo de obras que deben reunirse sern las especializadas del tema, que lo estudian en si o en aspectos muy especficos.

    En cualquiera de los casos el investigador fija la noticia del libro en su memoria, por medio de la tarjeta biblio-grfica que ir formando el casillero bibliogrfico de la investigacin.

    Las tarjetas bibliogrficas normalmente utilizadas son de tipo comn, iguales a las utilizadas en las bibliotecas para los ficheros de consulta, y tienen siete centmetros y medio de alto por doce de largo.

    Antes de entrar a discutir cmo escribir dichas tarjetas es conveniente pensar en cmo distinguir un libro de otro. Propiamente hablando, cada obra es un individuo muy distinto del otro. con caractersticas especiales y fijas. similares dentro de la misma familia o edicin. Los datos que se reflejan en su portada fijan esas caractersticas. distintivas de los ejemplares de la misma edicin. Estos datos son de importancia capital. porque el investigador debe referirse con precisin a las pginas que. si son de otra edicin, pueden contener pasajes diferentes al de-seado.

    As, pues. todas las portadas ofrecen tres grupos de datos:

    l. Sobre el autor. autores o institucin responsable del texto contenido en el volumen.

  • LA TCNICA DE INVESTIGACIN DOCUMENTAL 17

    2. Sobre el texto mismo: el ttulo, d

  • 1 CARLOS BOSCH GARCtA

    2 LA TCNICA DE INVESTIGACIN DOCUMENTAL

    3 UNIYEI.51DAD NACIONAL AUTNOW4 MixlCO, 1973

  • LA TCNICA DE INVESTIGACIN DOCUMENTAL 19

    A la vista de la portada interna del libro se procede a (onnular la tarjeta bibliogrfica en la siguiente (arma:

    bibliografa

    ,--Bsh Oare!2,. OlrloB.

    La tlcnica d~ 1nve~tigaci6n docu-~. M'xico, Universidad Necion~l Au-tc5noma, 1959.

    Obsrvese que hemos in\'ertido el nombre con el fin de que lo primero que aparez

  • 20 CARLOS BOSCH CARdA

    libro. Convienr tambin apuntar la referencia de la bi blioteca en que se consult el libro para facilitar la posi-bilidad de volverlo a localizar.

    La tarjeta se sita en el lugar pertinente del fichero bibliogrfico especfico de la investigacin, y, terminad. sta, se intercala en el fichero general bibliogrfico, don-de se conserva memoria de todas las lecturas que hace el investigador y que pueden serie muy tiles par" labores subsiguientes.

    La tarjeta bibliogrfica antecedente es del tipo ms sime pIe. Muchos libros pertenecen a colecciones, y en ese caso hay que hacerlo constar entr~ el titulo y el lugar de edicin. dentro de un parntesis que contiene el nombre de la coleccin y el nmero que dentro de ella tiene el libro :

    bibliografa

    CheBterton, Cilbert K.o

    El hombre que fue jueves. (Colec-c16n Austral, nm. 535). Buenos Aire., E.paea a,lpe Argentina, 1945.

    Olra tarjeta bsica para el investigador es la de artCulos de revistas cientficas. En estos casos, el articulista, como autor, es un. informe principal, y lo describimos tal como hemos hecho en las anteriores. Sigue el ttulo del artculo entre comillas, en vez de subrayado, por estar contenido en una publicacip que se describe por su nombre, la revista, y se se subraya por ser el ttulo de la publicacin. En la forma acostumbrada, y a continuacin, el lugar de la edicin, el editor de la revista y luego el nmero de la revista, la fecha de la misma y la. pginas primera y

  • LA rtCNICA DE INVESTIGACiN DOCUMENTAL 21

    ltima de 1.... que contienen el artculo dentro de la revista:

    bibliografa.

    Burrus, E.J.

    HAn introduction to Bibliogra-phical Toole in Spanish J.rehiveo and Ma-nuoeript Colleetions Relating to Hispanic America". The Hispanie American Bistorieal ~ Durham, N.V., The Dulce Untvers1t)' Pr.os, Vol. XXXV, numo 4, Bov. 1955. pp. 443-483.

    En ciertos temas el uso de informacin publicada de tipo monogrfico no es suficiente. Los libros presentan informacin recopilada e interpretada por otras personas, que la analizan y la presentan usando las partes que necesi tan para sus temas y objetivos o, incluso, en ocasiones pueden contener informacin limitada intencionalmente. que permita forzar la interpretacin de la misma y aun confundirla.

    Cuando la bibliograffa no ofrece la confianza debida, o cuando no resuelve los problemas. hay que ampliar el ncleo de informacin acudiendo a 105 archivos y a los documentos aut~nticos. Este punto nos obliga a entrar en el tema de archivos, uno de los ms minuciosos y dila tados en la tarea del investigador.

    Los documentos de archivo son delicados de manejar por tratarse de documentos directos; pero, en cambio, su uso puede ser definitivo 'lata aclarar puntos de contro-venia. Su lectura y manejo no ofrecen mayor dificultad,

  • 22 CARLOS BOSCH CARCA

    segn la fecha del material que se utilice, los investigado-res aplican tcnicas especiales de paleografa y de diplo-macia para resolverlas. 1

    El estudio y la prctica hacen que ~e desarrolle cierto instinto, por el que el investigador adquiere. adems del conocimiento de los detalles fisicos del documento y de la escritura, la costumbre de los- glTOS del lenguaje. que lo habilitan para juzgar la autenticidad del documento histrico.

    Pero, todava hay que entrever la intencin de su autor al escribirlo. Fue un documento oficial estrictamente? En este caso, hubo intenciones especiales en su elabora-cin? Si no fue documento oficial. en qu tono lo escri-bi, qu circunstancias especiales lo llevaron a redactarlo?

    Si el documento se considera importante y el investjga~ dar, despus de aplicarle su aparato crtico completo, se decide a utilizarlo, comenzar por hacer la ficha biblio-grfica, asentando los datos suficientes para describirlo y localizarlo de nuevo en cualquier momento. Esta tarea puede presentar dificultades en archivos donde la orga. nizacin interna no sea correcta. Es el caso de algunos archivos particulares o de poca importancia.

    De todas formas, los documentos se encontrarn reu-nidos en libros encuadernados, en paquetes numerados, en legajos cosidos o simplemente en cajas. Hay que bus~ car esa unidad como primer punto de referencia, luego la denominacin que tenga el grupo de paquetes o legajos. que en archivos suficientemente grandes se establece por ramos y finalrntnte, la posicin del documento deseado dentro del legajo.

    Por ejemplo: se hallan unas instrucciones del Secreta-rio de Estado Henry Clay, fechadas en Washington el

    1 Un epcdaJiSla reconocido en Iil materia tS AgusHn ?tilines Culo, cu)'il! obr:u sobre el tema es conveniente comultar. Vasc el libro que public en colaboracin con Ignacio Mantecn, lbum de paleogra/, hispanoamericana en los siglos Xfll y XflU, Mxico, InstitUIO Paname-ricano de GKlgr3C1a e Hislori3, 1955, tn trts voh\mcnts, que puedt ayudar en eSle punlo,

  • LA rtCNlCA DE INVESTICACIN DOCUMENTAL 25

    26 de marzo de 1825, en un grupo de papeles instructivos, que comprende fechas que van del 15 de julio de 1823 al 30 de diciembre de 1825, pertenecientes a la seccin que se llama "Instrucciones a los ministros de Estados Unidos", dentro de la divisin del "Departamento de Estado" del Archivo Nacional, de Washington. Los docu-mentos estn contenidos en un libro encuadernado. En este caso la ficha bibliogrfica para ese documento se resuelve y se organiza de la siguiente forma:

    Cl&1'z Sel11":.

    bibliografa documentos

    "Inetrucc16n a Joel B. Poinsett tt Wasb-ingtoD, 26 de marzo de 1825. lnotructionu. (15 de julio de 1823 a 30 d. diciembre de 1825). Departamento de Eot&do. Vol. 10, pp. 225-238. Arohivo Nacional de Washington.

    Esto es, registraremos el autor en la forma convencio-nal, la naturaleza del documento, el lugar y la fecha donde se escribi. el nombre que lleva el volumen que lo con-tiene, las fechas extremas de documentos contenidos. la divisin del archivo a la que pertenece el volumen. su nmero dentro de esa coleccin. y las pginas primera y ltima del documento. Finalmente indicaremos el nom-bre del archivo al que pertenece.

    En caso de que los documentos no estn encuadernados y se en:uentren en legajos formados por carpetas atadas y numeradas de acuerdo con alguna clasificacin, general-mente decimal, como sucede en el Archivo de la Secreta-na de Relaciones Exteriores de Mxico, entonces registra-nmos la tarjeta bibliogrfica en la fonna siguiente:

  • 24 CARtOS 80SCH CARdA

    J.lamn, tucaS. bibliografa documentos

    "Oficio a Jool R. Poinsott". IIbico, 10 do agosto d. 1825. Legajo 7-11-40, fol. 4. Archivo Biot6rico do la Secretara d. Rela-cionas Exteriores de .'xlco.

    Obsrvese que en cualquier caso debemos comenzar con el autor, seguimos con el ttulo del documento. con la fecha, el legajo y su clasificacin, el folio del documento dentro del legajo y finalmente el archivo. La tarjeta se llena en esa forma sin dificultad, y los datos son suficien-tes para que otro investigador pueda localizar el docn mento en el archivo.

    En el caso de tratarse de un archivo de hospital. donde tuviramos inters en un documento que presentara una grfica de temperaturas de un enfermo de polio considera-ramos como autor al mdico que hizo la grfica y llena-rIamos la tarjeta bibliogrfica en la siguiente fonna:

    Zamudic P'rez, Claudio.

    -Qrlt1ea 4e temperatur .. del enter.o 4. polio 1J1car40 L6pec". Seec16D d nr.rN4adea 1ntacc1o-... , exp.diante nII. 457. fol. 10, RO'pita! Oene-rd 4e Lima.

    Cuando estas fkhas bibliogrficas formen un cuerpo que se considere suficiente, por contener 10 que deba ser la bibliografa fundamental del tema y se hayan agotado las posibilidades de localizar ms trabajos importantes sobre el mismo, el fichero estar preparado y se podro\

  • LA TtCNICA DI:: INVESTiGACiN DOCUMESTAL 25

    comenzar a trabajar en el siguiente paso de la investiga-cin.

    Las tarjetas bibJiogrficas se sitan en un fichero que puede ser muy lujoso de metal o en una sencilla caja de cartn. con tamao adecuado para fIlie las fichas se puedan mantener en pie y organizarse en ordcn alrab~tico. de acuerdo con las primeras letras que forlllen el ape-llido de los autores de las obras.

    Sin duda la bibliografa ideal sera la que reuniera las 'fichas de todo lo publicado en relacin directa o indirecta con el tema de inters. En esta forma exhaustiva el estu-diante tendra la certeza de haber incorporado el cono-cimiento y la experiencia que sobre su tema existe. Aun-que este punto de vista ideal no debe perderse uel todo. hay que trabajar en trminos de realidad. Por lo general. se logra absorber el conocimiento de las obra'l fundamen-tales que existen en las bibliotecas locales. CompleLar el conocimiento bibliogrHco requiere recurrir a las biblio-granas especializadas. que dan noticia de libro'l editados sobre el campo que nos interesa. Estas bibliografas se publican como tales o forman parte de las secciones biblio-grficas de revistas especializadas sobre la materia. Se pue-de utilizar el Catlogo General de la Unin, publicado por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de Amrica, que suele facili tar datos suficicnt('s para ampliar el conocimiento de los libros de diHcil acceso. Finall1lcnt(, cuando se desea consultar un ttulo de inters, el micro filme pone a la disposicin de lino el aceno de cualquier biblioteca importante uel mundo.

  • IV

    LA HANUA. DE llECOGER. EL IlATEIUAL

    D

  • 28 CARLOS BOSCH CARciA

    fos y va anotando, en sus tarjetas de trabajo, aquello que necesita y juzga adecuado para su tema.

    Por ello, los libros anotados en la bibliografa arrojan unas cuantas fichas, y el resto del libro slo se hojea para ver que nada se pierda entre sus pginas. As, con pacien-cia de cazador, y a la vez con precisin. el investigador avanza con rapidez a travs de las pginas de los libros, que unas veces requieren la lectura cuidadosa de todas ellas, otras la lectura con atencin de un captulo o de algunos prrafos. Otras slo se hojean, y se desechan por que no se relacionan verdaderamente con el tema. En esta forma, al acostumbrarse a leer selectivamente, la lectura puede abreviarse de manera considerable. Sin embargo, la rapidez no dehe ir en detrimento de la asimi-lacin, y debe procurarse registrar todos los conceptos importantes. que a veces son fundamentales.

    En cualquier momento la rapidez de asimilacin debe ser igual a la de la lectura, de manera que sin necesidad de volver atrs se pueda seleccionar el contenido y decidir sobre la marcha si conviene o no tomar nota y en qu for-ma se debe hacer; si resumiendo 10 lddo o copiando lite-ralmente como veremos a continuacin.

    En un libro de Agustn Millares Cario, titulado Apun. tes para un estudio bibliogrdfico del humanista Francisco Cervantes de SalazaT. (Filosofa y Letras, nmero 35.) Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 1958, leemos en sus pginas treinta y dos y treinta y tres lo que sigue:

    A casa del potentado Villaseca y llamado por ste desde Espaa, vino a parar Cervantes de Salazar por tiempo de cuatro aos. Ms tarde, surgieron entre ambos parientes las diferencias a que anterionnente hemos aludido, las cuales parecen haber existido desde 1569, por 10 menos. Tal situacin de tirantez perduraba en 1572, fecha del tes-tamento ms antjguo de Cervantes, en 1574 y en 1575, al redactarse el segundo: aYten declaro [dice el primero de dichos documentos] que Alonso de VilIaseca, mi primo her-

  • LA nCNICA DE INVJ;:STICACIN I>Ot..:UME.NTAL 29

    mano, ha mucho tiempo que me movi pleito sobre que le pagase lo que com, beu e ,'est, estando en su caS3 quatro aos por su mandado, sin lener yo entendido que jams se pusiera en cosa semejante, porque si yo lo pen-sara, abilidad y letras tena para ganar muy bien de comer~ antes me hizo dao de tenerme all, y tengo [y] creo quel dicho pleito me lo movi ms por enojo y pasin que con-migo tena. que por otra cosa, pues es lan poderoso e yo su primo hermano .

    El investigador que est recogiendo datos sobre Cervan-tes de Salazar debe decidir qu parte le parece importante del texto y si considera suficiente hacer un resumen o pre-fiere tomar textualmente lo que Millares Cario pone en su libro.

    Si se prefiere tomar nota del concepto que expresa el escrito, y no es necesario tomar mayores detalles, lo hare-mos en la forma siguiente en tarjetas de investigacin, para lo que el tamao adecuado de la tarjeta es de, poco ms o menos, la mitad de una cuartilla de papel de m-quina de escribir:

    l.lac10n .. f.II111u

    c:.rnat '- Sala..u.r t\aYO .. h. ralac1OQ con .\l pr1_ 1I.r.DO "lon.o 1'111 ... ca, con qu.ten 11. hoap.46 .n I.pa~. .., _la aituae1,6a pu/ll& 4 4. 1569. In 1515 1'111a ca pI.Iao pleito. e.rn.lIot .. 4. 'ahur par. q,\l. le ~,ara 10 q,\l .... t6 .110 h -autenc1.c5a 7 ... \140 4w-.nta ouatro ai'lc

    A, _tUa" .. CarIo, "ptu'ltu pu. un u-tu.410 blbl10U'fl00 4el buoanllta Car-..... nt .. da Saluar, pp. 32-)).

    En esta tarjeta de trabajo tomamos el concepto que nos interesa reducindolo lo ms posible, situamo5 el suceso cronolgicamente y. adems, la encabezamos para que sin necesidad de leerla tengamos una descripcin del conte-nido que facilite su manejo.

  • 50 CAUDS BOSOI CAWA

    Supongamos, sin embargo, que no es suficiente el con-cepto general expresado por Millares Cario, .ino que no. intttesa tomar textuallI1cnte lo que refiere el original, pa-ra dar ms color a nuestro escrito. En ese caso, utilizando el mismo texto que hemos visto, procederemos asf:

    CernQhl 4. Sahur t\l:"O _h. rlladooa. coa 1\1 prl_ HIWaDO Yll1 ... ca, oon qU.hD bOllpl'4' In z.paila. Le. _1, aUuul&:a l. plrt1l6 4 41 ')69-"15. tlCba la 4. __ TlU ... c.1 ".1 pl'l_ hlr..IlO, ba !Nobo q,\lII a. _ri6 pI.Uo le. c'r-.ant ] lollrl q,UI l. pap .. lo qua _ ~{, 1I1u! ..... Id I -tu40 " au can Q,uatro .i'lOI por 1", _04&40 11a "Dlr 10 ..... '1,,4140 q,\ll ji.' l' JlUhrl e. 0_ ..... jlnt. poJ'~\W 11 ro 10

    ~n, &\111'*4'1 hiral ten!. para .. _r -\17 hllo 4e OOMI'.,-

    VUlar .. CarIo, ~ un n\\l4to blbUovltltlo '1 IUI-_nht. P. ('enante. 4. SaI.SU", pp. )2-}1.

    Volvimos a situar el suceso cronolgicamente. encabe-zamos provisionalmente la tarjeta. Resumimos la primera parte que no tenia inters para tomarse textualmente y, en cambio, escribimos entre comillas, copiando fielmente. todo aquello que por su lenguaje antiguo y por ser parte de un documento de la poca nos llam la atencin y deseamos tener presente en nuestra investigacin. El lec-tor notar que hemos utilizado un signo llamado corchete para intercalar dos palabras que son nuestras "[dice Cer-vantes]" y que deben distinguirse dl texto tomado entre comillas; si no lo hiciramos. se le adjudicaran al texto cifrado. Al finalizar la parte en cita, antes de cerrar las comillas, hemos puesto tres puntos que indican la conti nuacin del texto que no consideramos pertinente conti-nuar copiando.

  • LA nCNICA DE INVE.5T1GACIN DOCUMENTAL 31

    En el manejo de las comillas es de conveniencia aclarar en este momento que al copiar un texto se debe hacer respetando errata5 o faltas de ortografa del original. pues la' comillas indican que su contenido es copia fiel. Pero ,i en el original se encontraran comillas. ktas deben con-vertirse en comillas simples. pues las dobles se utilizan cuando nosotr05 comenzamos y terminamos de copiar. En la forma siguiente: "texto original 'entrecomillado en el original' texto original."

    A veces una lectura puede sugerirnos ideas que quera-mos tener presentes en el momento de escribir; pero. si no las apuntamos, con toda seguridad ser dificil evocarlas en el momento de releel el material. Es conveniente, pues, que las fijemos en una tarjeta que clasificaremos igual que las dems para encontrarla en el lugar debido del fichero cuando nos ocupemos de escribir ese tema.

    Fijaremos en ella la idea que nos sugiera la lectura y haremos las referencias necesarias al escrito causante de la misma. Por ejemplu. utilizando el mismo texto de Mi llares sobre Cervantes de Salazar, se nos ocurre:

    R.lacion farttllare. 11 41.l\lsto

    l. re1aolon .. ta.Uhr ... on d lne dlfoU .. , hnto en 'poc .. M.t6rlca. COIOO en la actualU.d .ur,." c:onfl1otos 1, ,eneral n'., lo. proble""" COtl&f!\tco. lhva" a ...... 41d.r 1'''''.11414 , ,ua I'ro4l1e." _CO!llU ." d , .taoto de lo. perho. ... , P\I.4. to.r.e 00.0 uno de to. ej plol a Cel'ftnt de Sala..,. ... 1'" r.lloton oan 111 prt,.o h.r.ano, rleo, '11.. l. alber", r_pUndQ, l. Irllan!. 1 .u.elhndo r celan ..... 10'" lent .. en Cernal ...

    A, UIlllT., Carlo, "Wte. rra un .. lAtc b1bllcr'ft

  • 52

    Al final de la tarjeta de trabajo siempre debe consta de dnde sali el prrafo, pues esa anotacin formar parte de nuestros pies de pgina en el escrito final.

    No debemos olvidar que en las tarjetas de trabajo 561 debemos registrar un concepto, pues de 10 contrario n podramos organuarlas al llegar el momento.

    ContamoS con la ficha bibliogrfica completa del libro en la tarjeta de trabajo ser, pues, suficiente con el Dom bre y apellido del autor. En algunos casos, cuando el 3l! tar nos es muy conocido, basta con la inicial del nombr. y su apellido, pero sin invertir el orden; luego. el ttul, del libro, que se puede poner completo o simplificado e. caso de ttulos muy largos. En el que utilizamos podra mos poner, abrevindolo: Apuntes para una bibliogra lia . .. inmediatamente el signo del volumen abreviade en Vol. o el de tomo T., y el de la pgina p, o el plural, s fuera el caso, pp., y el nmero de la pgina donde se en euentra el escrito que form nuestra nota. Si se tratar; de varias pginas consecutivas pondramos el nmero di la primera y el de la ltima consultadas, unidos por guia Des. Si se tratara de pginas salteadas se separarfan ca comas los nmeros de las mismas:

    p.3. pp.3-4. pp.3, 5, 8, l2l~, 18,2528.

    De mucha importancia es, insistimos de nuevo, qu cada ficha de trabajo contenga slo una idea que se de criba de manera pertinente en su encabezado, pues al ju tar varios conceptos en una sola tarje[a desaparece 1 posibilidad de clasificarla.

    Ledo todo el contenido de la bibliografa y lorma las fichas de trabajo, tal como hemos descrito, prOCeder mos a organizarlas para montar definitivamente el ficher de trabajo del que debe partir la escritura.

  • v

    ORGANIZACiN DEL MATElUAL EN EL nCHERO DE TRABAJO

    Si 1 .. fich .. han sido hech .. con el cuidado y la precisin necesarios, organizar el fichero de trabajo no es problema difIcil. Cuidadosamente volveremos a leer ficha por ficha, y confrontaremos que el encabezado de cada una de ellas sea pertinente; de lo contrario debemos corregirlo de acuerdo con nuestra nueva impresin en esta segunda lectura. Si alguna ficha contiene ms de una idea, debe mos proceder a separar las ideas y ponerlas en tarjetas di-ferentes. Si consideramos que alguna ficha puede caber en dos temas, deberemos copiarla tal como est y encabe-zarIa con los dos temas en los cuales pensamos que pueda caber, o bien utilizar una tarjeta de rderencia que se site en el lugar que corusponda segn su encabezado y que nos refiera al lugar donde se encuentre la tarjeta que la origin. Hecho esto, nuestras fichas estn prepa-rad .. para organizarl ...

    Podremos reunirlas en una caja de acuerdo con su or-den cronolgico; esto .. ra lo ms sencillo, poro posible-mente ofrecera dificultades para la escritura porque :se mezclaran temas en periodos arbitrarios. La otra forma de clasificar sera reunir las fichas que se refieren al mis-mo tema e ir formando separaciones temticas generales. Luego, cada lote de fichas encabezadas con el mismo tema quodarin .. unidu, y dentro de cada uno de .. tos paquetes que hab .. mos formado podemos darles un orden cronol-gico. Ordmadu as!, 1 .. colocamos en el lidlero de trabajo.

  • CARLOS BOSCH CARdA

    Suponiendo que trabajramos en el periodo histrico de 1800 a 1824, encontrarfamos fichas que hablarfan de poltica. otras de economa, unas de sociedad y otras de re-ligin. Cada ficha de estos rubros ira a formar parte del apartado que le perteneciera por su rubro, y finalizara-mos el primer paso de la clasificacin teniendo todas las fichas de trabajo incluidas en los cuatro apartados que ellas mismas nos dieron: poltica. economa, sociedad y religin.

    El segundo paso consiste en tomar cada uno de los pa-quetes y arreglar las fichas cronolgicamente dentro de los propios apartados: Poltica; la primera ficha que en-contramos se refiere a 1800, la segunda a 1801, la tercera a 1802; al terminar todo el grupo lo depositamos en su caja, y pasamos a hacer lo mismo con el segundo. luego con el tercero y ltimamente con el cuarto. Ello querra decir, que nuestra investigacin proporciona material petra des-arrollar cuatro temas dentro del periodo de 1800 a 1824, y que los temas son poltica, economa, sociedad y reli gin. stos sern los captulos principales y centrales de nuestro estudio. La secuencia que les demos depended de nuestras preferencias. y. sobre: todo, de: un orden lgi-co; por ejemplo: podramos tratar primero de la sociedad del periodo, entrar despus en su poltica, luego en su economa y finalmente aplicarnos al estudio de la re-ligin .

    Todavla nos queda la posibilidad de pensar si dentro de cada uno de estos capitulos no conviene establecer subcaptulos. El escritor debe tener en cuenta, al llegar a este punto de su investigacin, que el xito del libro de-pende del orden que se d a las fichas, de que todas ellas sean verdaderamente pertinentes, de que al revisaT el fi-chero, desde la ficha inicial (en temas histricos desde la fecha ms temprana) hasta la ltima, se pueda leer sin lagunas y que el material tenga secuencia. En caso de en-contrarse huecos ello indicara que la investigacin o el material fue insuficiente. Habra que volver a la lectura

  • LA riCNICA DE INVESTIGACiN DOCUMENTAL ~5

    con el fin de cubrirlos. Terminada la clasificacin de las fichas y hechas las divisiones pertinentes, encontraremos que tenemos un resultado: nuestro libro cuenta con:

    Captulo 1 poltica.

    Capftulo 2 economa.

    Captulo 3 sociedad.

    Captulo 4 religin.

    Pero, adems, en nuestra segunda lectura. y como con-secuencia del arreglo interior de cada uno de estos apara tados, hemos encontrado subdivisiones temticas que marcan subcapltulos. y cada uno de ellos form nuevos paquetes de fichas dentro del paquete inicial que lleva los rubros generales antecedentes.

    Captulo 1 poltica.

    a. constitucionalismo. b. federalismo, c. centralismo.

    Captulo 2 economa.

    3 . las exportaciones. b. las im portaciones, c. los presupuestos.

    CaPitulo J sociedad.

    3. los dirigentes, b. los industriales,

  • CARLOS WSCU CARdA

    c. los burgu

  • VI

    EL PROCESO DE ESCRIBIR

    Para este momento contamos con la hoja donde constan los apartados de nuestro fichero, las fichas en orden con todo nuestro conocimiento sobre el tema y los instrumen-tos materiales necesarios para comenzar.

    Es el momento de sentarnos con calma a iniciar la re-daccin de nuestro trabajo. La taTea es de lectura, ahora, sobre nuestras propias fichas de investigacin -analizn-dolas y meditando-, y de redaccin para dar fonna a su comen ido.

    No descuidaremos que estamos escribiendo para otras personas, que al leernos tienen derecho a comprender nuestro escrito con el menor esfuerzo posible de su parte.

    Lo primero que escribiremos es el contenido del fiche-ro. Iremos por sus apartatlos comentando, transcribiendo, sintetizando, evaluando y analizando, para llegar al final impregnados del material de investigacin .

    El tema se habr agotado, en nuestra redaccin. una vez hayamos tenninado con todas las fichas que forman parte de los diferentes paquetes del fichero.

    La mente tendr una impresin fresca del contenido total de la investigacin ; entonces escribiremos la conclu-sin. luego la introduccin y finalmente le pondremos el titulo al trabajo. El orden es intencionado. pues indica que hacemos la exposicin y el anlisis del material en nuestros capitulos; sintetizamos y analizamos en nuestras conclusiones, y planteamos (a sabiendas de a dnde lIe-

  • 38 CARLOS BOSCH CAR.cA

    gafemos en nuestro recorrido) las preguntas y los temas -que ya hemos contestado- en nuestra introduccin.

    Para comenzar lomaremos tres o cuatro tarjetas del fi-chero, J3s primeras, )' leeremos con cuidado. Leemos tres cuatro para tener una idea de hacia dnde se deue diri-gir nuestro escrito y para mantener en mente el objetivo.

    Al sintetizar cada tarjeta, o grupo de tarjetas, que for-mar un prrafo. el investigador debe poner una llamada que llevar a la nota de pie de pgina en donde registrar la procedencia. el material original, libro o documento, que dio lugar al escrito.

    El lector que quiera cotejar nuestra opinin o nuestra sntesis tiene derecho a recurrir al libro o documentos que dieron origen al concepto. Pero la redaccin del ma-terial no consiste simplemente en zurcir el contenido de una tarjeta con otra. Nuestra inteligencia debe asimilar el contenido que narraremos, comentaremos o discutire-mos al dar nuestra versin de ese material escrito.

    As por ejemplo, tenemos dos fichas como sigue y las leemos:

    Mhico, 2) do Ucl ... bre do tB)' trOl'ltol'a

    Al ,.otifle"''' el tretado do e ..... c1o 1 a .. hto" en MI-x100, 01 111nhtro nOl'too=u'1cano 00 eonl1dol'6 proparado pal'a tratar 01 (lroblolDl do "01111.

    ":aolna no., at. 10hur., to tUl'D Ill' .t.tonUon to anotbo ... oubjoet 1 hopo to bo atlo "01'1 obortll ,O eOcawllcato oOlMth,,,& on UIO aub.1oet ot , ..... (Tous).

    !uUII' c.l prolidonto Jacklon. 111:1:1(,0, A. !!!.!.!..!!. oct. 11. 18'-9, IU(Uot 1:?, '8)2. DoCI. t-)5. o.p.rt .. nt 01 Stato, '01. 5, IIoc. o/a., Jfotlona1 uc:htn ot _ .. btnlt.,..

  • LA nCNICA DE INVESTIGACIN DOCUMENTAL 39

    La otra ficha dice:

    Mlxico, 10 4e febrero 4e 18)2. frontera.

    Por medio 4e un 1.111110 ee bab!a hecho patente a Bu.Uer

  • 40

    El tratado de comercio todavfa se retras hasta el met de diciembre y. al ser ratificado. Butler qued completamen-te libre para tratar el problema de Texas

    Consideramos de mucha importancia la forma en que Butler indica cmo se va a ocupar en ~l, y por lo tanto incluimos sus propias palabras entrecomillndolas. Usa-remos adems un prrafo aparte para darles ms realce. Al mantener el prrafo en ingls, tal como fue escrito, pondremos inmediatamente despu~ de las comillas un asterisco, que llevaremos al pie de la pgina con la traduc-cin del texto. En otras ocasiones se puede hacer lo con-trario: poner la traduccin en el texto entrecomillado 'Y al pie de la pgina la redaccin en el idioma original.

    "Being now al Iti5UTe to turD my auention to aoother subject 1 hope lo be able very shortly lo comm.unicate something on the 51lbjecl ol T . .. (Texas]."

    Escribi en 23 de diciembre de 1 83 1 a su presidente ]ackson.'

    Al terminar el prrafo ponemos nuestra primera llama-da para escribir al pie de la pgina la primera nota, y de atU en adelante las numeraremos progresivamente hasta finalizar el capitulo.

    Al pie de la pgina deberemos poner lo. datos nece.a-rios para facilitar a nuestros lectores la localizacin del documento. Lo haremos como sigue, sin olvidar que debe-mos poner antes, pues el asterisco preceda, la traduccin del texto citado:

    Tenimdo tiempo ahora para yolvcr mi atend6n a otro uunto, espeto que muy en breve ~ comunJarle algo con J'CIpecto a Tes.u.

    1 Buller al General Jackson. prelidente de 101 Estados UnidOl. Mlxico, d . Bulle.,.. Vol. 5. I/n .. National Archive. of Washington.

  • LA nCNICA DE INVE.5T1GACIN DOCUMENTAL 31

    En el manejo de las comillas es de conveniencia aclarar en este momento que al copiar un texto se debe hacer respetando erratas o faltas de ortografa del original. pues las comillas indican que su contenido es copia fiel. Pero si en el original se encontraran comillas. ktas deben con-vertirse en comillas simples. pues las dobles se utilizan cuando nosotr05 comenzamos y terminamos de copiar. En la forma siguiente: "texto original 'entrecomillado en el original' texto original."

    A veces una lectura puede sugerirnos ideas que quera-mos tener presentes en el momento de escribir; pero. si no las apuntamos, con toda seguridad ser dificil evocarlas en el momento de releer el material. Es conveniente, pues, que las fijemos en una tarjeta que clasificaremos igual que las dems para encontrarla en el lugar debido del fichero cuando nos ocupemos de escribir ese tema.

    Fijaremos en ella la idea que nos sugiera la lectura y haremos las referencias necesarias al escrito causante de la misma. Por ejemplu. utilizando el mismo texto de Mi llares sobre Cervantes de Salazar. se nos ocurre:

    R.lacion'. fallt llar 114hl\ls\o

    L., r,1aclO11" ta.Uhr .. Ion .h.fl1"' dltcU .. , hnto 'n 'poc .. ltoh\6rlcal COIOO 'n la actualU,4 '\&1',." c:onfl1c\os 1, ,,",ral n'., 101 probla"""s .COtl&f!\tco. U.va" a ..-.,.41d.r riTaU4ad .. , ,ua pr04lo1eln _co!llu e" d , et.o\o 4e lee ,..1'110. ... '.a. P\I.4a to.r.e 00.0 uno de toe eje.plo. a C.rnnte. d, Sala..,. .... "a r.laclone. oon e\l pr\:IIo her.ano, rico, 'loI.e l lber", r_pUndo 11 arllona 1 .u,cihndo re.celen .. ..-to'" l,nt .. en Cernat ...

    A, UtlllT Csrlo, "Wta. rr. un .. t~lc b1'bllclr'ttC'o del hu ... ni .... t. r. C.~nt d. &l.su'. Pr, }Z-l).

  • 52 CARLOS BOSaI CARdA

    Al final de la tarjeta de trabajo siempre debe consta de dnde sali el prrafo, pues esa anotacin formar parte de nuestros pies de pgina en el escrito final.

    No debemos olvidar que en las tarjetas de trabajo sl debemos registrar un concepto, pues de 10 contrario n podramos organuarlas al llegar el momento.

    ContamoS con la ficha bibliogrfica completa del libro en la tarjeta de trabajo ser, pues, suficiente con el Dom bre y apellido del autor. En algunos casos, cuando el 3l! tar nos es muy conocido, basta con la inicial del nombr. y su apellido, pero sin invertir el orden; luego. el ttul( del libro, que se puede poner completo o simplificado e. caso de ttulos muy largos. En el que utilizamos podra mos poner, abrevindolo: ApunteJ para una bibliogrtJ fia . .. inmediatamente el signo del volumen abreviad. en Vol. o el de tomo T., y el de la pgina p, o el plural, s fuera el caso, pp., y el nmero de la pgina donde se en euentra el escrito que form nuestra nota. Si se tratar; de varias pginas consecutivas pondramos el nmero d. la primera y el de la ltima consultadas, unidos por guia Des. Si se tratara de pginas salteadas se separarfan cor comas los nmeros de las mismas:

    p.3. pp.3-4. pp.3, 5, 8, l2l~, 18,2528.

    De mucha imx>rtancia es, insistimos de nuevo, qw cada ficha de trabajo contenga slo una idea que se des criba de manera pertinente en su encabezado, pues al jurJ tar varios conceptos en una sola tarje[a desaparece IJ posibilidad de clasificarla.

    Ledo todo el contenido de la bibliografa y IOrmaj las fichas de trabajo, tal como hemos descrito, prOCeder mos a organizarlas para montar definitivamente el ficher de trabajo del que debe partir la escritura.

  • LA nCNJCA DE INVF.STIGACI6N DOCUMENTAL 4S

    La forma definitiva que se dio a la lnea divisoria entre las dos naciones fue rlefinida en el artculo quinto del tra-tado de Guadalupe Hidalgo despus de las discusiones precedentes en los tnninos siguientes:

    Al exponer la forma en que qued la frontera se acab ti tema y se prepara al lector para emprender la lectura del prximo captulo.

  • VD

    LAS NOTAS DE PIE DE PGINA

    Hemos trabajado con dos fichas salidas de documentos y. por lo tanto, las notas al pie de la pgina contienen la informacin respectiva. Cuando las fichas procedan de material impreso se debe actuar en forma parecida. Al final del libro pondremos la bibliografa completa de todo lo utilizado.

    Cada palabra y cada rengln de impreso aumentan el costo del libro. Por lo tanto debemos usar el menor espa-cio posible en el aparato accesorio de las notas. Puo no debemos prescindir de la informacin siguiente:

    1) El nombre o inicial del autor, subrayado dos veces, 2) apellido paterno sin abreviaturas, subrayado dos

    veces,

    3) ttulo del libro, completo si es corto, o abreviado si es largo, y siempre subrayado una vez para que la imprenta lo forme en el tipo conveniente,

    4) el tomo o volumen, siempre abreviado con el punto que indica la abreviatura y el nmero dtl mismo,

    5) la palabra "pgina" en singular o en plural, pero siempre abreviada.

    6) el nmero de la pgina a la que se refiere y 7) el punto que cierra la nota.

    Queda. entonces la nota como sigue:

  • 46 CARLOS BOSCH CARdA

    1. R""LO CAROlA, Crnica oficial de la.! Indias, p. J5~.

    Esta nota est correcta, pero tambin es correcta abre-,-anclo el nombre del autor, por estar completo en la bi bliografa que va al final del libro. Podemos todava acortarla en la forma siguiente:

    1. ~, Crnica oficial de la.! Indias, p. 152.

    Si en la nota siguiente, la nmero dos, tenemos qlle volver a citar el mismo libro de Carbia, podemos prescin-dir del ttulo sustituyndolo con las palabras en ca~tel1ano obra citada, o en latn. opus cilatus, que subrayare-mos porq uc van en lugar del ttulo. Tambin por razo-nes de espacio estas palabras se deben abreviar; si hemos escogido las castellanas, ob. cit., u op. cit. si preferimos las latinas; y cualesquiera que sean las que escojamos, deben usarse uniformemente en lodo el manuscrito. La nota se leer :

    2. ~ ob. cit., p. 154.

    Si todava la nota tres tuviera que referirse a la misma obra, podremos sustituir tanto el ,autor como el titulo por la palabra Ibdem, que indica "lo mismo", y que de-bemos subrayar.

    3. Ibdem, p. lGO.

    Obsnese que la forma utilizada en la nota dos puede ser usada siempre despus de haber citado por primera "ez a Carbia segn lo hicimos en la nmero uno. El uso de ibdem slo debe hacerse despus de una o varias citas de Carbia, pues indica que se repite la anterior variando solamente el nmero de las pginas. Si interpusiramos entre la dos y la tres una nota de otra obra, el ibdem ya

  • LA rt~ICA DI. INVunOAClN DOCUMENTAL 47

    no se referirla al libro que se vena citando sino al que inmediatamente lo antecediera.

    Cuando debemos repetir en una nota d mismo conteo nido de la anterior, o sea el mismo autor, el mismo libro y las mismas pginas, entonces utilizaremos lal abrevia~ turas dem, que significa "igual", o locus cilatus, abrevia-do loZCli ., que indica "lugar citado", sin necesidad de pontrOtii""informaci6n. Por ejemplo utilizando todos 105 caSo. po.ibl

  • 48 CARLOS BOSCH CARCA

    9. Herrera tradujo las siguientes obras del italiano: de Juan Batera, los diez Libros de la Razn del Estado, editada en Madrid, 1593. De Juan Toms Manadoi, Historia de las guerras entre los tUTCOS 'Y los persia-nas, Madrid, 1588. Cardenal Fermo, La batalla espi. ntUal y el arte de servir a Dios, Madrid, 1601. Cit. por ~ op. cit., p. 153.

    Algunos autores de trabajos norteamericanos citan al pie de la pgina simplificando con extremo: Ponen en su bibliografa la ficha completa como nosotros, pero en cam bio al pie hacen mencin solamente del apellido del autor y de la fecha de la edicin, seguida de la paginacin de la cita:

    10. MILLARES, 1958, p. 32. En caso de citar a continuacin otra obra de Millares,

    por ejemplo, Don Juan de Eguiara y Eguren y su 'Biblia teca Mexicana' (Coleccin de Filosofa y Letras, nllmero 17). Mxico, Universidad Nacional Autnoma, 195i, la siguiente nota la formularan as:

    11. ~ 1957, p. 5. Aqu habra que distinguir en la bibliografa las corres

    pondencias de las fichas de edicin. Pondramos bajo el apellido Millares Carlo, Agustn, los libros que le corres ponden organizados por fecha de edicin y precedidos de la misma para facilitar que el lector los localice con facilidad. MtLLARES CARLO, AGUSTiN, 1957.

    Don Juan Jos Eguiara y Eguren y su 'Biblioteca .Uf xicana' (Filosofa y Letras, nmero 17). Mxico, Uni versidad Nacional Autnoma de Mxico.

    1958. Apuntes para un estudio bibliogrdfico del humal/ista

  • LA TtCNICA DE INVESTIGACiN DOCUMENTAL 49

    FTancisco Cervantes de SalaulT. (Filosofa y Letras, n mero 55.) M~xico, Universidad Nacional Autnoma de M~xico.

    Algunos autores citan revistaS mediante las iniciales de su ttulo, que les sirven de abreviaturas cada vez que las mencionan. "R.H.A." indican Revista de Historia de Am~rica . En esto. casos en la bibliogra!la se deben in-cluir dich.s .breviatu .... en el lugar que les corresponda para remitir el ttulo completo de la revista mediante la indicacin: "V~ase" [seguida de): Revista de HistoTia de A mrica, sin necesidad de ms d.tos. Los d.tos biblio-gTficos completos se pondrn en el lugar donde le corres-ponde a la revista:

    R.H.A., v~ase Revista de HistoTia de AmTica.

  • vln

    LA CONCLUSiN

    Hay libros que tienen conclusiones y libros que no las tienen. En parte, el tipo del material y la naturaleza del libro pueden determinar que el autor incluya este cap. tulo final o no. Un libro cientfico sin conclusin parece dar a entender que el autor rehye la sntesis. Sin embar~ go, puede darse el caso de trabajos muy polmicos donde la conclusin no sea realmente necesaria.

    De manera muy general y dejando de lado el caso espe-dfico, parece lgico un capitulo de conclusiones dond e-el autor haga un esfuerzo para sintetizar y meditar (on su lector el significado del trabajo que llev a cabo. Si se tratara de una tesis, el trabajo sin conclusiones, limita-do a la presentacin y anlisis de sus materiales, parecera todava ms impropio.

    La conclusin es la ltima impresin que de un libro retiene el lector y ello obliga todava ms a exponer aqu las ideas con claridad y lgica. En la conclusin el estilo debe ser particularmente accesible y claro.

    La conclusin de un libro es difcil de justificar si no se formula de una manera prctica; no ha de ser un repa-so de cuanto se escribi, sino una sntesis de 10 logrado en el libro. No se trata de resumir en menor espacio el material expuesto en los captulos; hay que tenerlo pre-sente, razonado, evaluado y expuesto tal como se plan-te en los captulos. para sacar de l lo que constituye la ,'erdadera aportacin del mismo. La conclusin debe ser un ensayo que se desprenda en forma lgica del libro

    BIBLIOTECA DE MEXICO

  • 52 CARLOS BOSCH CAR.dA

    y ponga de relieve los resultados que el propio autor CTea haber conseguido.

    Podramos decir que la conclusin debe ser la sntesis de la aportacin de cada uno de los captulos, m.u la sn tesis general de conjunto de las sntesis de todos los cap-tulos, y finalmente, la evaluacin de la sntesis obtenida.

    Por ejemplo: utilicemos el plan imaginario que traza-mos al hablar de la organizacin de nuestras fichas, y pensemos en cmo formar la conclusin. La forma de manejarnos sera la siguiente:

    Sntesis de la aportacin del captulo 1. Poltica.

    Sntesis de la aportacin del captulo 2. Economa.

    Sntesis de la aportacin del captulo 3. Sociedad.

    Sntesis de la aportacin del captulo 4. Religin.

    Sntesis general de conjunto de las sntesis de los cap. tulos 1, 2, 3 Y 4.

    Evaluacin de la sntesis obtenida de los captulos ano teriores.

    Para lo que venimos diciendo, desgraciadamente no podemos reproducir una conclusin; pero nos referire-mos a la de Eranz Boas en su libro El arte primitivo. Ver-sin espaola de Adrin Recinos. Mxico, Fondo de Culo tura Econmica, 1947, pp. 337343. Boas ha hecho un an lisis de materiales, discutindolos a la vez que los expone en un recorrido de trescientas treinta y siete pginas, y en siete pginas redacta su conclusin, en la siguiente forma:

    Comienza haciendo referencia a todo lo escrito en el libro, al decir:

  • LA ttCNICA DE INVESTICAClN DOCUMENTAL 5!

    Nuestro examen de las formas de arte primitivo ha termi-nado_ Ahora procuraremos hacer un resumen de nuestras indagaciones.

    De inmediato nos lleva a la primera conclusin que logra en su estudio:

    Hemos visto que el arte tiene su origen en dos fuentes: las actividades tcnicas y la expresin de las emociones y pen-samientos, tan pronto como stos han tomado formas fijas.

    Sigue Boas explicando en los prrafos cmo se produce este arte, y comienza en el ltimo prrafo de la pgina S37 con otra de sus conclusiones:

    En las diferentes artes se manifiestan principios fonnales definidos .. presentes en el arte del hombre del mundo entero ... los reputamos como las caractersticas ms fun-damentales de todo arte.

    Sigue hablando de la simetrla, del ritmo y del nfasis de fonna, analiza cmo se produce, y hace afirmaciones de tipo general que ,lo son posibles gracias al anlisis que ha hecho en el capitulo especial; dice, por ejemplo:

    Observamos tambin que la repeticin rtmica corre ordi-nariamente en fajas horizontales y sealamos el hecho ge-neral de que Jos objetos de la naturaleza, del mismo o parecido gnero, est

  • 54 CAR.LOS BOSCH CARdA

    za. Mientras contengan palabras comprensibles, la narra-dn y la poesfa tendrn un significado que puede re\'es-tir un profundo sentido porque tocan aquellos aspectos de la vida que excitan las emociones. A menudo existe un significado adicional cuando las palabras tienen una con notacin ulterior de carcter simblico relacionada con las ideas religiosas o filosficas. En la msica y en el baile la significacin simblica suele ir unida tambin a la forma.

    Todava va a redondear estos conceptos finalizando con la evaluacin de su estudio al hacer los contrastes entre las sociedades primitivas y las modernas con respecto a su sentimiento y a la forma de producir el arte; el ltimo prrafo de la conclusin dice:

    Hemos llegado al final de nuestras consideraciones, pero [alta resolver una cuestin. Hemos visto que la aspiracin a la expresin artstica es universal. Podemos decir algo ms: que la masa de la poblacin en la sociedad primiti. va siente la necesidad de embel1ecer su vida con ms imen. sidad que el hombre civilizado, al menos que quienes pa san la vida acosados por el deber de adquirir los medios indispensables de subsistencia. Pero tambin, entre otros, el deseo de conseguir la comodidad ha sido superado por la aspiracin a realizar la belleza. Entre la gente primith'a lo bueno y lo bello coinciden. La bondad y la belleza son una misma cosa. lPoseen ellos por ventura la misma suti leza de apreciacin esttica que se encuentra al menos en parte de nuestra poblacin? Creo que podemos decir con seguridad que en el estrecho campo del arte caract~ rstico de cada pueblo el goce de la belleza es el mismo que entre nosotros: intenso entre unos pocos, ligero entre la masa. La disposicin a entregarse a la exaltacin produ-cida por el arte es probablemente mayor, porque la reser-va convencional de nuestra poca existe en la misma Cor-ma en la vida de los hombres primitivos. 1..0 que distin-gue el sentimiento esttico moderno de la gente primitiva es el carcter variado de sus manifestaciones. Hoy ya. no somos esclavos de un estilo fijo. La complejidad de nues-tra estruclUra social y nuestros intereses ms variados nos

  • LA TCNICA DE INVDTICAC16N OOCVMENTAL 55

    permiten percibir bellezas que ~stin ocultas para los sen tidos de las gentes que viven en una cultura ms limitada. Es la calidad de la experiencia de aquellas gentes,. no una diferencia de mentalidad, lo que distingue entre la pro-duccin y b. apreciacin del arte por hombres modernos y por los primitivos.

    A!! .caba Boas su conclusin, pasando los temas tal como los expusimos en un principio: la sntesis de cada uno de lo. capItulo., la s/ntesi. del conjunto y, al final, con el prrafo que precede, evala y contrasta lo conse-guido en el libro al diferenciar los sentimientos artsticos de los pueblos primitivos y de los moderno._

  • IX

    LA .PRESENTACIN DEL TRABAJO, ADVERTENCIA Y PRLOGO

    El libro, al tener captulos y conclusiones, est hecho. Slo le faltan detalles de presentacin a los que el escritor debe atender. El primer detalle importante es la presen-tacin del libro a la persona que va a leerlo: un dilogo amable entre el lector y el autor en el que ste explica por qu escribi el libro, a qu problemas responde y cmo se hizo. Quiz lo ms importante de toda la intro-duccin para interesar al lector en la lectura del libro sea precisamente el planteamiento de la pregunta que est contestada en la conclusin, pregunta que no podre mas perder de vista mientras nos preparemos para escri biT la parte introductoria. Ya no necesitaremos fichas ; tenemos presente todo lo escrito hasta el momento. 13nto en los captulos como en la conclusin. Debemos ~nsar tambin que los lectores pueden no ser versados en la materia de la que hemos tratado, y tambin cabe dar en la introduccin una idea general que vaya concretndose hasta plantear nuestro tema y las preguntas fundamenta-les a las que va a responder ti trabajo_

    Escogem05 el prlogo de Francisco Larroyo a su estudio Vida y flTofesin del pedagogo - (Filosofa y Letras, n-mero 22) Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, J 958-, por uatarse de un prlogo muy cono que podem05 manejar con facilidad para i1wtrar lo antedicho:

    1 "Loa cunos de la Ctedra de Invierno de este ao de

  • 58 CAIU..oS BOSCH CAldA

    1957 se han destinado al estudio de la Vida Acad~-3 mica de la Facultad de Filosoffa y Letras_ Dos acon-4 tecimientos justifican la eleccin del tema: uno es 5 la aprobacin que a mediados del ao pasado hizo 6 el Consejo Universitario de un nuevo Reglamento 7 para la Facultad de Filosoffa y Letras; el otro es la 8 revisin de los planes de estudios de las diferentes 9 carreras que en ella se imparten, hecha tambin a

    10 mediados del ao pasado por el Consejo T~nico de 11 la propia Facultad . Reglamento y revisin de planes 12 han venido a significar la aspiracin de un nuevo 13 tono de vida acadmica para nuestra Casa de Estua 14 dios. Estos cursos tienen justamente d propsito de 15 ofrecer una visin de esta nueva vida acadmica a la 16 que aspiramos los maestros y estudiantes que vivimos 17 dentro de las aulas. Los cursos se han encomendado 18 a un grupo selecto de maestros."

    La construccin dada por Francisco Larroyo en este breve prlogo parece, desde la Unea uno a la tres, utilizar un suceso de lipo general que da ocasin a plantear el tema; explicar el por qu~ del mismo (Uneas 3-11) ; y, finalmente, esbozar en la mente del lector la imagen de lo que es el problema (Uneas 13-15), indicando que hay una nueva aspiracin con relacin al tono de vida aca~ dmica. Pero no la explica ni comenta; ello ser de lo que el libro trate. Por ltimo insiste en el punto m:1s impor~ tante del prlogo, destacando de nuevo el problema que ser objeto del libro (l/neas 11-18), e incita a la lectura al explicar que

    los cursos ofrecen una visi6n de esta nueva vida acad~mi~ ca a la que aspiramos . . .

    Obsrvese cmo quedamos enterados del t

  • LA TtcNICA DE lNVESnCAC6H DOCUM[NTAL 59

    una co.a nos qu

  • x

    LA BmUOGRAflA

    La bibliograffa linal no oITece dificultad, pues tenemos su base en las tarjetas bibliogrficas que fuimos conser-vando en el fichero. Como estn organizadas por orden alfabtico, de acuerdo con las primeras letras de los ape-llidos, s610 tendremos que copiarlas una detrs de la otra sin alteraciones.

    En caso de que se hayan utilizado documentos de archi-vo en cierta cantidad, es conveniente hacer que se desta-quen ponindolos en un apartado especial que proceda a las fuentes impresas. tal como sigue:

    BIBLlOGRAFlA

    A. Documentacin en Archivos

    Foreign Relations.-Notes too january 6, 1832; June 27, 1834. Department 01 State. Vol. 5, National Archives 01 Washington.

    Convenio para el ajuste de las reclamaciones de los ciuda-danos norteamericanos contra el gobierno de Mtxico, abril 11 de 1839. Department 01 State, nm. 205. Na-tional Archive 01 Washington.

    "Inlorme de D_ Manuel Eduardo de Gorostiza sobre la entrevista. que luvo COil Lord Aberdeen sobre las rosJ>(-

  • 62 CARLOS BOSCH CAllcfA

    chas de invasin de Texas por parte de fuerzas de Jos Estados Unidos." J830. Archivo Histrico de Ja Secre tar!a de ReJaciones Exteriores de M~xico, Leg. 5-9-834 J. s/f.

    B. Documentacin Impresa

    BARKER, EUCENE C. Mxico and Texas 1821-1815. (Uni-versidad of Texas research on the cauSes of the Ttxas Revolution.) DaUas, P. L. Tumer Co., J928.

    CREEL, CEDRCE. The people next door. New York, The J ohn Day Co., J926.

    CAXIOLA, FRANCISCO. PoinseU en Mxico. M~xico, ed. Cultura, i 936. AJ terminar con todas Jas tarjetas del fichero bibliogr

    fico, nuestra bibJiografla se termin y sJo faJtar buscar-Je eJ ttulo adecuado aJ libro. Los libros cientficos por lo general llevan ttulos descriptivos de su contenido, aun que pueden tambin escogerse de otro tipo. Entre los citados en el ejemplo de bibliografla que acabamos de ver, podemos observar cmo uno de los libros, rigurosa-mente histrico. tiene un ttulo menos ceido a este con cepto (Los de la puerta siguiente, de Jorge Creel) . Los dems describen exactamente su contenido e incluso lJe-gan a ceir "Su tema con fechas que inician y terminan el periodo desarrollado.

  • XI

    LOS tNDICU

    A. Indius d~ materia y d~ grabados

    Los fndices de materia tienen por objeto sealar al lector la pgina exacta donde se haBao ciertos datos que pueden ser sucesos. nombres de personas, puntos geogrficos. te mas, etctera.

    Para elaborarlo hay que leer el libro. y sacar tarjetas de cada dato que de su contenido se desee registrar. Estos datos, cada vez que aparecen. dan lugar a una tarjeta en la que se indica el nombre (apellido y nombre como si fucra en una bibliografa) y luego la pgina en que 'pa-reci. Al terminar la lectura se organizan todas las tarje-las alfabticamente, y se concentran los nmeros de las pginas del mismo tema en la primera de cada tema para copiarla~ en tina lista alfabl!tica con d siguiente usul lado:

    -a-

    Acadia. 60, 189. 259. Acapulco, H, 103, 107, 126, ~15. Adam" )ohn, 368. Africa. 2. 4. 6. 25, 29. Afroam~rica, 83. 216. Alamn, l.uu)i, 378. AI.,ka, 70, 103, 109, 262. Alfofi\o IV, 38. Alvart"S Cahral. Pedro. 107.

  • G4 CARLOS BOSCH GARd.\

    -b-

    Bahamas, 367. Bahia, 58, 79, 90, 101. nal timore, Lord, 65, 68. Beckman, 295. Belice, 213, 26l. Behring, Estrecho de, 3, 109.

    Al terminar con los registros de la ltima letra del alfa-beto queda cerrado el ndice de materia y se da comienzo al ndice de ilustraciones y mapas, en el cual se registra el nmero de la ilustracin, el pie de la misma y la pgina donde se encuentra:

    Lista de ilustraciones 'Y mapas

    1. Rutas de descubrimiento y navegacin en el siglo XVI 423

    11. Cristbal Coln 50 111. Portada renacentista ue la Catedral de Santo

    Domingo 50 IV. Sor Juana Ins de la Cruz RO

    B. t7Hlice general

    El Ebro termina con el ndice general del trabajo, donde aparecen los nmeros de las pginas a las que el lector debe acudir para encontrar el captulo que le inte resa. Se trata, sencillamente. de la lista de Jos temas y de los subtemas que han encabezado los captulos y los sub capitulos.

    Unos autores indican la pgina en que se encuentra cada capitulo con su ttulo general, y luego mencionan los subtitulos que describen al lector los temas contenidos en el mismo . . Otros indican igualment.: la pgina de cada raptulo y las que corresponden a cada ~lIbttulo.

  • LA TOiIC" DE INVESTIGACiN DOCUMENTAL 65

    Cualquiera de las dos formas es aceptable segn la pre-cisin con que se desee dirigir al lector a las pginas del libro.

    En el primer caso: indicacin de la pgina del captulo y mencin de los subttulos incluidos en l, sin indicar las pginas en que se hallan, se da el resultado siguiente:

    .ndice General Primera parte

    El IngJ~so dd Nu~vo j\fundo en la Historia Universal

    Proemio Prefacio

    VII XIII

    Captulo l. Influencias del medio geogrfico americano en las varias colonizaciones europeas. l. Panorama de la geografa histrica del c.:ontinene Americano. 2. Los factores geogrficos y la exploracin de Amrica por los distintos pueblos colonizadores. ~. Condiciones de habilidad. 4. Conocimiento y conciencia del medio geo-grfico. 5. Los factores geogrficos y las unidades y di-versidades americanas. Bibliografa sucinta. 1

    Capitulo l/. Las civilizaciones indgenas ante la coloniza-cin europea. 1. Aspectos generales. 2. reas de colo-nizacin y aspectos regionales. A) Hispanoamrica. B) Lusoamrica. C) Francoamrica. D) Las zOllas colo-nizadas por los holandeses. E) Angloamrica. Biblio-grafia sucinta. 19

    Si quisiramos que este ndice general fuera de mayor utilidad para el lector. pondramos los sul>temas en colum-na y ofreceramos las pginas donde cada uno se encon-trara:

  • 66 CARLOS BOSCH CARdA

    Indice General Primera parte

    Proemio VII Ellng.'eso del Nuevo Mundo de la Historia Uni-

    versal Xl Prefacio XIII

    Captulo 1, Influencias del medio geogrfico ame-ricano en las varias colonizaciones europeas

    l . Panorama de la geografa histrica del Con-tinente Americano

    2. Los factores geogrficos y la exploracin de Amrica por los distintos pueblos colonizado~ = 5

    5. Condiciones de habilidad 6 4. Conocimiento y conciencia del medio geogr

    fico lO 5. Los factores geogrficos y las unidades y di-

    versidades americanas 1 ~ 6. Bibliografa sucinta 15

    Captulo 11. Las civilizaciones indgenas ante la colonizacin europea 19

    1. Aspectos generales 19 2. reas de colonizacin y aspectos regionales 23

    A) Hispanoamrica 23 B) Lusoamrica 25 C) Francoamrica 28 D) Las zonas colonizadas por holandeses 29 E) Angloamrica 30

    3. Bibliografa sucinta 35

    Este !ndice general terminar indicando las pginas de la bibliografa. del !ndice de materias y del de grabado . Despus del !ndice general queda preparado el libro para pasar a manos de: los editores, quienes se encargarn de 511 publicacin.

  • XII

    CO~ENT ARIOS AL MARGEN

    Ya vimos en qu consiste un mtodo riguroso y cientfico para escribir temas de ciencias, hasta donde sea posible (IllC las humanidades )0 sean; punto de vista muy discu-tido en el que los autores no se ponen todava de acuerdo. El motivo de estos comentarios al margen se justifica por el deseo deJ autor de recomendar, a quien estos pasos siga. una estricta disciplina desde el principio. Todos incurri rnos en vicios. pero debemos esforzarnos en seguir las normas desde el principio. As ahorramos mucho tiempo y no tendremos que repetir parte del trahajo ya hecho. Nada hay ms desesperante. cuando se est escribiendo. que tener que volver a los libros porque los datos que de ellos se extrajeron fueron insuficientes. Si una vez pues-tos a la obra el fichero no se puede organizar. algo falla en nuestras tarjetas. que debimos corregir desde el prin-cipio.

    Un mtodo debe senir para siempre y para todo. Este ffittodo que hemos visto. que el autor hered de sus maes-tros -y pasa a sus discpulos en cumplimiento de una de las tareas m;s sagradas oe la vida intelectual-, puede utilizarse tanto en un trabajo de curso como en un infor-me de seminario o en una tesis. Lo nico que variar es la bibliografa y. sobre todo, el tamao. Debemos recor-dar, por pequeo que sea un trabajo. cmo el orden y el sistema contribuirn a que su redaccin sea mucho ms fcil y satisfactoria para el autor, y tambin ms agrada-bl. para d lector.

  • 68 CAR.LOS BOSen GARclA

    No queremos cerrar estas lneas sin especificar hasta donde sea posible cul debe ser el contenido de una tesis en sus diferentes grados; maestra y doctorado. El mtodo aplicado debe ser el mismo y el rigor igual. pero hay dife-rencia en su contenido.

    La tesis de maestra trata de mostrar que quien la pre-senta posee conocimientos generales y de erudiCin, as como un mtodo de trabajo, que lo capacitan para seguir adelante. Ello significa que el pasante debe manejar un lema con erudicin y con soltura suficientes para demos-trar que es capaz de investigar y exponer el resultado de su trabajo con pleno conocimiento del mismo, confirman-do con toda lgica las ideas surgidas del materiaL

    Para las tesis doctorales el estudiante debe Henar los mismos requisitos que para la tesis de maestra. pero necesita, adems, (ontribuir con algo nuevo al desarrollo del conocimiento de la materia tratada. Esta contribucin se puede hacer aportando materiales inditos para cubrir lagunas; pero tambin puede hacerse dando nuevas inter-pretaciones y puntos de vista especficos a materiales conocidos.

    Segn cuales sc:an las formas de pensar, el tipo de inte-ligencia y la cultura del que escribe, la tesis puede tratar su material en forma narrativa o interpretativa ; qu~ tan vlida puede ser la una como la otra. La escuela narrativa deja en manos del lector el esfuerzo de interpretar la apor-tacin. La escuela interpretativa procura, desde un prin-cipio, presentar el significado del material sin dejar de exponerlo para fundamentar su sntesis. En la conclusin sintetiza los resultados positivos o negativos del trabajo. y Jos relaciona dentro del marco general.

    Tanto en el primer caso como en el segundo. la con-clusin debe siempre esforzarse en evaluar los resultados.

    La forma en que se entiende lo que debe ser una tesis vara segn las universidades y los pases. En Francia, por ejemplo, se acostumbra que la tesis doctoral sea un trabajo definitivo, he

  • LA TiCNICA DE lNVr:.sTIGACIN DOCUMINTAL 69

    vecrs es resultado de una vida de labor. No hay un matiz definido en cuanto a la tendencia; unas veces aparecen tesis de tipo narrativo, otras interpretativo. Los alemanes se han inclinado ms a la tendencia narrativa, con temas muy estrictos en invesdgaciones muy profundas y deta-lladas. Los norteamericanos tienden ms a temas concretos e investigaciones ms ligeras. rehuyendo. en lo posible. problemas ideolgicos. Los Jatinos tienden ms hacia los temas de tipo ideolgico. Sin embargo. los lineamientos generales de las tesis son siempre los mismos: abarcan una investigaci6n profunda, plantean sus problemas, ana-lizan los materiales y llegan a una sfntesis en conclusin .

  • E ne libro le ,ermlnO de Imprimir en 101 Tallere. Off .. t Harmllll , S . A . el dI. 25 ca Abril da 1982. Le edlclOn conltl

    20,000.

  • BIBLIOTECA DE MEXICO

    1016262_Pagina_0011016262_Pagina_0021016262_Pagina_0031016262_Pagina_0041016262_Pagina_0051016262_Pagina_0061016262_Pagina_0071016262_Pagina_0081016262_Pagina_0091016262_Pagina_0101016262_Pagina_0111016262_Pagina_0121016262_Pagina_0131016262_Pagina_0141016262_Pagina_0151016262_Pagina_0161016262_Pagina_0171016262_Pagina_0181016262_Pagina_0191016262_Pagina_0201016262_Pagina_0211016262_Pagina_0221016262_Pagina_0231016262_Pagina_0241016262_Pagina_0251016262_Pagina_0261016262_Pagina_0271016262_Pagina_0281016262_Pagina_0291016262_Pagina_0301016262_Pagina_0311016262_Pagina_0321016262_Pagina_0331016262_Pagina_0341016262_Pagina_0351016262_Pagina_0361016262_Pagina_0371016262_Pagina_0381016262_Pagina_0391016262_Pagina_0401016262_Pagina_0411016262_Pagina_0421016262_Pagina_0431016262_Pagina_0441016262_Pagina_0451016262_Pagina_0461016262_Pagina_0471016262_Pagina_0481016262_Pagina_0491016262_Pagina_0501016262_Pagina_0511016262_Pagina_0521016262_Pagina_0531016262_Pagina_0541016262_Pagina_0551016262_Pagina_0561016262_Pagina_0571016262_Pagina_0581016262_Pagina_0591016262_Pagina_0601016262_Pagina_0611016262_Pagina_0621016262_Pagina_0631016262_Pagina_0641016262_Pagina_065