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Carlos Luis Torres - New York Desde La Ventana

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Primera novela del escritor colombiano Carlos Luis Torres, egresado de la Universidad Javieriana y docente de la Universidad Pedagogica Nacional de Colombia

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  • Universidad Industrial de Santander

    Rector UIS: lvaro Beltrn PinznVicerrectora Acadmica: Lucila Nio BautistaVicerrector Administrativo: Jaime Alberto Camacho PicoVicerrector de Investigaciones: Oscar Gualdrn GonzlezDirector de Publicaciones: Oscar Roberto Gmez MolinaDireccin Cultural: Luis lvaro Meja Argello

    Comit Editorial: Armando Martnez GarnicaSerafn Martnez GonzlezLuis Alvaro Meja A.

    Diagramacin y diseo cartula:German Cancino

    Impresin Litogrfica:Divisin Editorial y de Publicaciones UIS

    Primera Edicin: abril de 2006

    ISBN:

    Direccin Cultural UISCiudad Universitaria Cra. 27 calle 9.Tel. 6846730 - 6321349 Fax. [email protected], Colombia

    Impreso en Colombia

  • Conoc a Carlos gracias a su pasin porAlejandra Pizarnik. En ese entonces,estaba yo dirigiendo un programa radialsobre novedades bibliograficas y lo habainvitado a presentar sus libros Barco a lavista, primera novela en la que ya seprefigura la muerte como tema poticode su obra posterior y A punto de llover,libro de poemas del que recuerdo enespecial Por fin Pars, tantas veces ledoen nuestras noches de tertulia. Durante elprograma Carlos mencion en variasocasiones uno de los libros que ms le hatomado tiempo escribir y que, con el pasode los aos, se ha convertido para l enuna especie de obsesin. Se trata de Lospoetas suicidas de Latinoamrica, en elque hay un captulo dedicado a la poetaArgentina. Al terminar el programa lepropuse grabar un especial sobre La viday obra de Alejandra Pizarnik y deinmediato nos sentamos a trabajar. Nosreunamos los domingos en la tarde en sucasa y all bebamos, leamos poemas ycuando sentamos que estbamosdesvariando lo suficiente, nos sentbamosa escribir los libretos a dos manos. Luegode unos pocos meses, terminamos el

    IIIII

  • trabajo y quedamos satisfechos. Sinembargo, no mucho tiempo despus,empezbamos de nuevo nuestrosconversatorios en torno a otro suicida,Horacio Quiroga, que nos llev a realizarotro programa radial.

    Despus de esto fueron muchos losencuentros y desencuentros que tuvimos.Carlos viaj a Nueva York en plan detrabajo y slo supe de l por Zilah y por unpar de lneas que me sugeran sudeambular frentico por las calles deBrooklyn y Manhattan. Lo imaginabadelirante, arrebatado por ese andarfurioso y exaltado que le es tan propio yque lo sintonizaba tan bien con el ritmo dela ciudad. Saba que estaba escribiendoun libro de poemas sobre Nueva York yque pensaba publicarlo a su vuelta. Yosegu trabajando en mis cosas y me olviddel libro.

    Tiempo despus recib una llamada deCarlos para invitarme a una reunin encasa de unos amigos suyos. Cuandollegamos nos puso al tanto de su viaje.Vimos algunas fotos, discutimos y nostomamos unos tragos. Se le vea alegre,contaba sus ancdotas entre risas ysilencios que mostraban suensimismamiento y desconcierto por loque haba encontrado all en su viaje. Yosaba que tena algo ms por mostrarnos,

  • algo que lo traa ansioso. De pronto, Carlossac un texto de no ms de unas treintapginas y nos empez a leer New Yorkdesde la Ventana. Lo escuchamos ensilencio y poco a poco la alegra de losprimeros tragos se fue tornando en unsentimiento de desnimo y desconsuelo.Los versos que all se encontrabantrasmitan una desolacin terminante eimperiosa, una angustia que solo sealiviaba por el tono tranquilo con que elpoeta describa el desamparo y amargurade esa multitud desterrada que transitapor las calles de la metrpoli. Detrs dela ciudad gloriosa y opulenta, de lasancdotas de los viajantes, estaba lamirada del poeta que deseaba contar lahistoria desde ese otro recodo apartadoque bien podra ser el de los ausentes yolvidados.

    En New York desde la ventana elprotagonista absoluto es la ciudad. Perose trata de una ciudad desecha, pobladade ausencias, un lugar inhspito en el quelos sueos de grandeza se confunden conel andar cansado de cientos de hombresabatidos por el transcurrir de los das

    All abajo hay cientos.Recorren de prisala ruta perifrica de una ciudadque se extiende hasta el abismo ()

  • (...) All abajo se huye sin saberlo.Aqu arriballoromientras mis hombros se llenan de fri.

    Lo marginal, la mirada desde el subsuelo,se presiente en cada verso de este libro.Nueva York es seguramente el centrogeogrfico del exiliado, el lugar de milesde desterrados que buscan rehacer susvidas. Pero all, recuerda el poeta, lossueos se mezclan con el dolor y lamiseria

    Aqu en Nueva Yorktodo es grandepero tambin tiene la delgadezde la miseria y el llanto

    Y en ese deambular ensordecedor, en eseir y venir de una multitud errante, resuena,a modo de consuelo, la posibilidad dedescanso, la promesa de felicidad futura,de una felicidad que nos ha sido negada.Poemas como La temprana primavera,sugieren desde la ausencia, desde ladesolacin y la miseria, la presencia de locompletamente otro, de esa belleza quebrilla tras la morbidez de la vida

    Todo es cristal. Parecemos seres cultivadosen una pecera. Todo es lmpido, hasta elsueo irresponsable de los vagabundosque se protegen del fro. Todo brilla, hasta

  • la soledad de los hombres que habitan estaciudad desconocida.

    Carlos, como los personajes de susnovelas, es un desertor, un habitante msde la ruina, de esa cuidad inhspita ydesrtica que dibuja en sus versos. Y esdesde all, desde ese deambular erranteque mejor nos acercamos a su poesa.

    Juan Manuel Mogolln, 2006.

  • 1.1.1.1.1.Es el fro y el sonido del viento.Es simplemente el paso eternodel metro que deambulaesta ciudad de presente bullicioso y sin final.

    No no son mis manos.Es el ruido del llanto de milesde hombres que naveganlas calles en bsqueda de un lugarpara recostar la ausencia.

    No no son mis manos.Es el color del cieloque intil lucha por vencer la sedde miles de peces quecomo hombres anfibiosaman y odian la muerte.

    No no son mis manos,pues carezco de ellas desde el daque habito esta calle,el metro y el silencio.

  • 2.2.2.2.2.All abajo, hay cientos.Recorren de prisala ruta perifrica de una ciudadque se extiende hasta el abismo.

    Corren, se arrastran, pelean.Gritan por un espacio.Una gota de agua les es indispensable.Un retazo de cielo se vuelvevital cuando el alma tiene pena.

    Una flor o un pjaro,una pequea cancin cristalo el sol pasan inadvertidos,cuando se corre trasun sueo imposible.

    All abajo se huye sin saberlo.Aqu arriba... lloromientras mis hombros se llenan de fro.

  • 3.3.3.3.3.Mis manos tienen penaNo pude tocar su rostro,tampoco darme cuenta desu color de piel.No alcanc a escuchar suvoz, ni sentir su aliento.

    Estuve cerca, por ello mis manostienen pena tan slo me di cuentade su volar de pjaro,de su llorar de hojay caminar de sombrapor este New York minsculo,grano de arena, insignificantelugar al compararlo con tus ojos.

    Abril 14/2005

  • 4.4.4.4.4.Al metro de New YorkAl metro de New YorkAl metro de New YorkAl metro de New YorkAl metro de New York

    Ruido, color, olor a metro.Ausencia de todosi se llora as, comose llora en este metro.

    Tiene el caminar tortuosodel cansancio.La fealdad de mujer en tardemustia, o el terrible dolorde un pjaro herido.

    El tropezar otra vezen el mismo sitio se parece a tieterna serpiente,araa deshilachada,boqueta mujer ancianasudor, herida, oscuro lugardonde slo habita el llanto.

  • 5.5.5.5.5.Tengo sed.

    Aqu a la orilla del ro Hudson.Tengo sed.

  • 6.6.6.6.6.Slo abismo.

    Rodeado de inmensos edificios de cristalmiro la transparencia de mis manos.

  • 7.7.7.7.7. A Willmer

    Me muero rodeado de silencio.(por favor

    llevadme a otro lugar).

  • 8.8.8.8.8.Toma esa florapenas recin nacida.Pon una lgrima aqu sobreuno de sus ptalos.Ella debe tambin morirporque en esta ciudadno cabra otro grito.

  • 9.9.9.9.9.N.Y./ Noche /Yermo.

    La primavera muereal llegar al sueloy su rostro se mezclacon el color negro.

    Yermo: Lugar inhspito.Negro: La primavera ha muerto.

    Abril 14 de 2.005