2
Somos 27 de octubre del 2012 26 ENTREVISTA C omenzó a estudiar la política peruana de cerca, en lo coti- diano, cuando viajó al VRAEM en 1998, en la etapa previa a su explosión como foco del terrorismo y el narcotráfico. Todos sus recorri- dos, cuenta, fueron a través de regiones y localidades donde los conflictos habían estallado o iban a estallar. Aquí pudo conocer a los actores secundarios de la polí- tica nacional, a los anónimos, los solitarios, a aquellos personajes que miden en tiempo real lo que ocurre. Sobre esto trata el libro La soledad de la política, que acaba de publicar. ¿Ollanta Humala es un solitario de la política? Él también padece de esta so- ledad, y ahora se nota cada vez más. No tiene partido sólido, no tiene una organización fuerte, no tiene leales. El protagonismo de Nadine Heredia habla mucho de la soledad política del presi- dente. Si no tienes consejeros ni cuadros leales, no puedes confiar en nadie, y por eso Ollanta Hu- mala solo confía en su esposa. Él llegó a la política cuando se dio cuenta de que había vacíos y los aprovechó bien. Pero es un solitario político. Si vamos aún más allá, ¿este es un país de solitarios políticos, de caudillos que duran poco? Totalmente. Este país no tiene proyectos políticos, no tiene co- lectivos que se pongan a pensar la política no ideológicamente, sino de manera programática. Nadie ha encontrado una forma de hablarle al mototaxista, al taxista, a todo ese gran sector de CARLOS MELÉNDEZ SOCIÓLOGO “LA POLÍTICA TRADICIONAL ESTÁ MUERTA” ENTREVISTA RICARDO LEÓN FOTO SEBASTIÁN CASTAÑEDA NOMBRE CARLOS MELÉNDEZ GUERRERO EDAD 35 AÑOS PROFESIÓN SOCIÓLOGO, CON MAESTRÍA EN POLITOLOGÍA

Carlos Meléndez: "La política tradicional está muerta"

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Carlos Meléndez: "La política tradicional está muerta"

Somos27 de octubre del 201226 entrevista

Comenzó a estudiar la política peruana de cerca, en lo coti-diano, cuando viajó al VRAEM en 1998,

en la etapa previa a su explosión como foco del terrorismo y el narcotráfico. Todos sus recorri-dos, cuenta, fueron a través de regiones y localidades donde los conflictos habían estallado o iban a estallar. Aquí pudo conocer a los actores secundarios de la polí-tica nacional, a los anónimos, los solitarios, a aquellos personajes que miden en tiempo real lo que ocurre. Sobre esto trata el libro La soledad de la política, que acaba de publicar.¿Ollanta Humala es un solitario de la política?Él también padece de esta so-ledad, y ahora se nota cada vez más. No tiene partido sólido, no tiene una organización fuerte, no tiene leales. El protagonismo de Nadine Heredia habla mucho de la soledad política del presi-dente. Si no tienes consejeros ni cuadros leales, no puedes confiar en nadie, y por eso Ollanta Hu-mala solo confía en su esposa. Él llegó a la política cuando se dio cuenta de que había vacíos y los aprovechó bien. Pero es un solitario político. Si vamos aún más allá, ¿este es un país de solitarios políticos, de caudillos que duran poco?Totalmente. Este país no tiene proyectos políticos, no tiene co-lectivos que se pongan a pensar la política no ideológicamente, sino de manera programática. Nadie ha encontrado una forma de hablarle al mototaxista, al taxista, a todo ese gran sector de

Carlos MeléndezsoCiólogo

“La poLítica tradicionaL está muerta”entreviSta ricardo LeónfOtO sebastián castañeda

nOmbre Carlos Meléndez Guerreroedad 35 añOSPrOfeSión soCióloGo, Con Maestría en PolitoloGía

Page 2: Carlos Meléndez: "La política tradicional está muerta"

una reforma profunda. Nunca antes el Perú tuvo tantos recur-sos; lo que ahora se tiene que hacer es emprender reformas que sean usadas por políticos que estén a favor del sistema. Si la década del ochenta fue la de los partidos políticos, la del noventa fue la del fujimorismo y la del 2000 la de los conflictos sociales no resueltos, ¿qué ven-drá después?Vamos a ver más política organi-zada, vamos a ver organizacio-nes, no como la de los partidos tradicionales, sino estas formas contestatarias, nuevas, que se fun-dan en la antipolítica, pero que en realidad se situarán en los bordes de la política. La política tradicio-nal está muerta, pero hay espacio de crecimiento para las formas antipolíticas de hacer política. ❖

El Perú y sus conflictos“La política es también aquella que cotidianamente practican millones de peruanos anónimos: regidores de concejos municipales rurales, dirigentes de movimientos independientes que solo duran una elección…”, escribe Carlos Meléndez en el libro La soLedad de La poLítica (Mitin, 2012). Ahí explora conflictos sociales (Quilish, Bagua, Ilave, Conga) a partir de la mirada de aquellos actores.

Meléndez es coeditor de la serie Ruido Político. Anteriormente publicó el libro anticandidatos. Guía anaLítica para unas eLecciones sin partidos (Mitin, 2011).

la economía informal. Quizá una excepción sea Gregorio Santos. Nos guste o no, Santos tiene un partido, tiene experiencia par-ticipando en los gremios; él ha sido rondero, estuvo luego en el magisterio y en Patria Roja… y ahora es presidente regional. En los últimos años, ¿cuántos per-sonajes radicales han aparecido y han asustado a medio país?: Nelson Palmino, Iburcio Mora-les, Alberto Pizango… Ollanta Humala. Son todos solitarios de la política. A unos les fue mejor, como a Humala, pero a otros no: mira cómo murió Iburcio Mora-les hace poco. ¿Cómo surgen entonces los ex-tremos? Hablo del Movadef, por ejemplo.Allí hay ideología. Estos radi-cales, extremistas, cómplices ideológicos del terrorismo, no están solos, aunque tampoco tienen mucha compañía. En este mundo de solitarios políticos, si tienes algún tipo de recurso –como la ideología o una buena organización–, sales de este con-texto de soledad y comienzas a capitalizar logros. ¿Y Fujimori? Hasta ahora es el factor de mayor debate en el país.Ya no. Fujimori es el mejor ejem-plo de un ‘outsider’ que, sin que-rer, se convirtió en parte de la po-lítica. Hizo de la antipolítica una forma de vida cotidiana, pero no quiso construir un verdadero partido. Lo que tiene ahora es una suerte de feligresía. Eso sí, no hay nada que divida tanto al país como el anti y el profujimorismo. Muchos de estos caudillos apare-cen donde no hay Estado, aunque suene trillado. La pregunta es, ¿cómo se lleva al Estado, en con-creto, a lugares donde no está?Hay una variable que debemos tener en cuenta: la geografía. Es muy difícil construir Estado en los Andes y en la selva. Para empezar, se necesita plata; ese es un primer elemento. Segun-do, implica una reforma estatal no cosmética, sino una en serio. Ahorita se discute si un hombre o una mujer encabezarán la lista para el Congreso, pero esa no es