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de música de secundaria, e nto na e1,Himrio Nacion al. Ahora S e canta el .norteamericano. La echifla es -portent osa. Nunca falta quien x acver de de,la pérdida.de Texas,~ alifornia y Nuevo 1 México. : . -Mátalo/ pár ;le ,la madre . Que 1o:mate. . - ó~-~~-l~-l&~adre ~umbeado ); m-pe-l e-la- mad~. . ' -,Quiere llorar: . . , .. .,> . '-- Duro con el gringii.. , .:,..- .. 1 ~a pelea no tiene mucho interés, al decir de 10s expertos. Pero.el país goz a d e un o d e esos rat os d e esparcimiento e n 10s a cuales vuelv e a ser, po r un instante, la Nación. . 992 ' . ,. . ,.. . . . . . , . . . , ., ;;, . < " ' .. , ' . , . ,: ' ' , .. . \ , ,, . . . . , . . . . . . .. . , , r . . . . . . . . . . Lb m3.(di~3 bos rtbde~ \ -\& ~ { ~ o, ' , . .h md. , . , . . . > . , . . . . . . . . . ,. , . , , w La hora del consumo de emociones ONOS AL ÁN EL . ,. . E l pa so m ás . prometedor en la trayectoria errátil pero firme de la humanidad ,e s el -conocimiento. eneralizado d e los .deportes. En esto cree con fii-mezaJuan Gustavo Lepe, aficionado.qu e no se, resigna a serlo, y que se obstina e,n trascender -.eta pas en su . pasión futbolera. conduciendola -a planos d e. en or me seriedad. - El pone con la humildad debida el ejemplo y según me consta, en materia .de futbol; lo sabe todo.. Y cuando 'digo todo estoy diciendo todo Nunca se pierde un jiiego y; si lees posi e, en , vivo y en directo como-hoys e dice (él de test a las trans isiones P po r tele; q ue al reducir .e l tamaño de la .cancha en$ iza n la emoción). También, él posee- una colección insuperqble de vi- 'deo-tapes, que noche a noche analiza con severidad de contable y astrofísico , mientras imita bu rlonamente a los locutores y dis- cute el valor de los entrenxdores como si fueran regiones geo- gráficas con sus punto s cardinales: Al sur y al norte de-Miguel Mejía Bar6n:. . . Para decirlo rápido,. uan Gustavo s610 se siente realmente vi vo cuando . opina (juzga) (delibera) sobre futbol. Se-' - gún sus amigos cercanos a é l lo descubre la madrugada ale- gando .consigo mismo lo adecuado o lo .inadecuado de las foi'maciones. El futbol es una ciencia , asegura , es la verifica- ciS n empírica d e los modos correc tos de usar el, balón, que sig- "' nifican el triuhfo de una nación sobre las demás . En esta semana los éxitos inesperados en el Mundial de la Selección. Nacional, del Glorioso Tri, le infundieron a Jua n Gus- tavo nuevos bríos, y la ,expresión es suya. Son horas en qu e la Patria nos .entra p or los. ojos y los. oldos y se nos sale' por. la gar- ganta . Y más. si el escenario de. as celebraciones vuelve a ser la . . .columna del- Ánge l de la Independencia, ad onde ya ha ido Juan Gustavoen otras ocasiones, Nlí se ha desfogado, ha.bailado, se ' .

Carlos Monsiváis "Vámonos al ángel"

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  • de msica de secundaria, entona e1,Himrio Nacional. Ahora Se canta el .norteamericano. La. rechifla es -portentosa. Nunca falta "

    quien .x acverde de,la prdida.de T e x a s , ~ California y Nuevo 1-

    Mxico. : . . -Mtalo/ pr;le,la madre. Que 1o:mate. . .

    - ~ ~ - ~ ~ - l ~ - l & ~ a d r e (~umbeado); %m-pe-le-la-mad~. . . '

    -,Quiere llorar: . . , . . .. - . , > . ' '-- Duro con el gringii.. . , .:,..- . . 1 ~a pelea no tiene mucho inters, al decir de 10s expertos.

    . Pero.el pas goza de uno de esos ratos de esparcimiento e n 10s a cuales vuelve a ser, por un instante, la Nacin.

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    ha enamorado de-su:fibrzcvocil; y-l$ha dado la fain a la frase' ,'del Papa Juan pililo 11: "iM6xico s5be,$tebr, Mxico sabe can-

    tar, pero sobre todo, Mxico sabe gritar!" - , -'Este da Mxico gan, y . Juan Gustavo, sin pensarlo, se dirige.

    al ngel; En e1 camino,, circundado por la euforia general, lo aqueja un recuerdo malsano. Hace unas semanas se qued vien- do; sin saber n i por qu, un debate televisivo de ms de. tres horas sobre las celebraciones fiitboleras. participaban u,n comu- niclogo., . u n :psiclogo slo apto para .:personas menores de treinta aos,uneypei.to e n dilucidar:los~motivos ocultos de los actos nonatos, u n memorioso q u e se sabe~sn fallarle un dato

    ' las alineaciones 'de: la: historia del futbol mexicano' (y .que en ' anterior reencarnacin quizs .estuvo. en Pachuca; en aquel par-.

    . - tido .inaugural e :histrico de'1808 entre;mineros e ingleses, o , algo as), un psiclogo de conducta urbana. en ciudades con. ms de un milln, de: habitantes, un.politlogo y un 'conocedor de.reacciones patriticas genuinas: , . < . " Sin poderse,explicar el porqu, a Jun Gustavo el. programa lo afect. profundamente, y todava. le reverbera :en la memoria. De modo que- sus reacciones, las ms profundas, se deben a,..? No, no puede ser; O SI? . I - ~ ~ -es&. al tanto desde la secundaria de cunto nos traiciona eIiinconsciente. pero.aqu se permite la ,duda.- Claro,, es .muy probabie que. el condicio,namiento -social alcance grados bArb_aros, y. que mucha&.de nuestras reacciones dependan de l o que Se, espera de nosotros;pero liasta ese pun- to? l acumula los elementos. de,-juicio y, .los distribuye 'como .sobre una mesa.. vamos a ver. El futbol es -n -deporte y es un '

    . p a n negocio. No es cierto?:'Y uno; durante. y despus-de los partidos, se comporta exactainente:como los dems; aunque los den& no hagan nada,.No es-'cierto?.. . . . . Ya cerca del ngel-jian -Gustavo .recapitula mentalmente y fija-su posicin. ,El juego fue apasionante y le hizo evocar aquel otro. cuando el mismo presidente salt y grit y. particip en la Ola. 1-Iasta aqu todo.:bien porque incluso en ese. debate que !o

    .pertui-ba. nadie objet el placer que Se..&eriva de un buen parti- do, de, futbol. Y ni qin lo dude,.el juego ,de. hoy fuesensacio- nal y nada mejor que ir al sitio 'donde. se le rinde homenaje.

    . * .. .,

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    ritual a la Nacin que a la mejor ya la hizo o ya la va a hacer en el futbol. Qu padre desgaitarse con el "Viva Mxico!!!", o con el ms agresivo y popular "iViva Mxico, cabrones hijos de la chingada!!!" En el resumen 41 va muy bien, porque es legti- mo y universal festejar la victoria de nuestros enviados plenipo- tenciarios sobre el csped. Pero en este instante Juan Gustavo

    . se siente acosado. Qu pasa? Efectivamente, como se dijo en el programa, esta multitud y por ende el pas entero, ha meca- nizado su proceso de carnavalizacin? Es el futbol la alucina-

    . cin catrtica que facilita el desahogo de las frustraciones y los resentimientos de tanta vida aplastada? ... Juan Gustavo se detie- ne y se autocritica. Qu-cosas le hace decir su mente tan dbil a las incitaciones del rollo! l quiere hacer a un lado las hipte- sis mamonas y entrarle a las porras y a las filas de la conga patritica y a la Ola.

  • se perdi la mitad ms grande del territorio nacional, y desde entonces los traumas histricos se agravan, ramos una nacin yahora somos la rebatia por las franquicias ...

    Vamonos respetando. Que no ,me7psicoanalicen el Alma Na- cional porque ni le entrar jams al incesto, ni es equvoca ni ambigua ... Juan Gustavo se detiene en medio del alegato auto- persuasivo. Quin le manda or tonteras de ociosos? Es cierto que a v-eces como queel nimo patrio se resquebraja, eso suce- de en el momento de las devaluaciones del peso, eso sucedi cuando el Mundial de Argentina en 1978,-entonces perdimos tan feo que hasta el escudo nacional pareca desdibujarse. Ni hablar. Hay momentos en la vida en que 1a desdicha nos condu- ce al autocastigo, y por esa las frases como guillotinas: la visin de-los vencidos1 el complejo de inferioridad del mexicano1 el hoyo del subdesarrollo/ el dolor.de no.haber sido y el terror de nunca ser... Quizs no con el determinismo de estas expresio- nes, pero son muchos siglos de $pasarla mal y por eso el ppolo aprovecha cualquier resquicio para reconstruir su ego.

    "-CQut estoy diciendo?" Juan Gustavo, aturdido por el sube y baja de sus pensamientos, busca recuperarse y se sumerge en el tumulto. La gente lo arrolla con sus desplazamientos coreogrfi- cos (al avanzar con extrema lentitud la muchedumbre es como el danzn del origen de las especies, donde la tribu se vuelve

    - pareja apretujada), y l se asoma al. paisaje .de olores y sensacio- nes. S, en eso no se equivocan los crticos. Qu mal lo del van- dalismo, y qu locos y suicidas estos chavos que se lanzan desde las estatuas al corazn. del gento, como Nios Hroes o clava-

    , distas demenciales en la Gran Alberca de la Repblica. Se van a partir la madre, qu tontera eso de sehtirse invulnerablcs por- que los intoxica la idea de ser fragmentos de la Patria ... Y estos chavitos que se precipitan hacia las mantas, para que un grupo los lance a las alturas y los recoja y los vuelva a lanzar, como a Don Quijote en la venta, o a quin sabe quin el da que se desnuc ...

    Qu loquera. Por lo menos hoy no pas lo de hace unos das, cuando unos granaderos circundaron el ngel a modo de cinturn de castidad del monumento, tan-agraviado por la exu-

    beranciapopular. Entonces Juan Gustavo, que cree ya no alar- marse de nada, se asombr de la ferocidad inconsciente o ma- ligna de los jvenes que se arrojaban en oleadas contra los guardianes del orden (o del desorden), se dejaban golpear m6- dicame6te y volvan a la carga porque sus cuerpos eran inter- cambiables, a unos les puede ir del carajo pero a todos juntos el dolor. les- hace los mandados ... "Qu estupideces digo!", se recrimina el ,Terico de las Mil Canchas, pero si aquello era espantoso, les pegaban.a los chavos y regresaban y empujaban a los granaderos y se adueaban de las escalinatas con la pura densidad corporal y eran tanto mas tebibles por innumerables.

    En el Angel la especie ya imprescindible, los Maquillistas del Rostro Tricolor no se,dan abasto, trazan con velocidad iniguala- ble los simulacros de banderas de tres colores, y algunos sc dan maa y dibujan algo parecido al Liguila y la serpiente. Qu ha- bilidad de trazo! S que estos jvenes logran maravillas con sus tatuajes efmeros! Por lo pronto, los rostros convencionales as- cienden a las profundidides de la Guerra Florida, y se adornan con las policromas, insurgentes y, aunque usted no lo crea, con la espectacularidad del inconsciente colectivo ... "Qu neceda- des se me oc~irren?", se pregunta. "De dnde saquC lo del in- consciente colectivo? Si lo que hay es la diafanidad o las turbiedades del relajo, las mscaras del atavismo ..." Dios mo, ms poesa instantnea al amparo del marcador que nos favore- ce. AdemSis, segn asegur un panelista ya no hay atavismos. Y lo argument bien: al atavismo y sus ritmos gensicos los susti- tuyen los anhelos de aparecer en la tele aunque sea por un se- gundo.

    Qu curioso! Juan Gustavo, de por s inemorioso, enumera con fidelidad extrema los argumentos ms bien oscuros de los

    -tericos del futbol y sus mitologas privadas y pblicas. Y sus dudas van a dar al seno del monstruo indecible: el Mundial de las interpretaciones en torno a los acontecimientos del Mundial. A lo mejor es cierto, a lo mejor es probable, a lo mejor es pura fantasa, pero algo hay en el fondo, quizs eso del extravo de la conciencia que persigue a un baln, tal vez el que los .aulli- dos de la raza remplacen a las demandas de empleo o a las

  • -ganas de hallarle sentido a la existencia ... "Pero qu me pasa?", se pregunta por ensima vez Juan Gustavo. "A qu vine: a mu- sitar sandeces o a desfogarme? Y por qu el nacionalismo de- porti,vo es censurable si es cosa de todos los pases y puede que en Mxico nos quedemos cortos?" 61 enumera las agrias censu- ras al falso nacionalismo, y ve en su alrededor a los chavos en- vueltos en las banderas, 10 que ya esritual, y observa el verde, el blanco y el colorado en caras y brazos y torsos, y admira la variedad de rostros como mscaras;y recuerda a la chava sobre el toldo del camin con el brassiere* improvisado *que tom de una bandera, y contempla a dos adolescentes con su taparrabos tricolor, y se rinde a la evidencia: este nacionalismo ser a plazo fijo pero es no;edossimo. Los grandes smbolos ya forman par- te del guardarropa ms esencial.

    S que son vndalos!, reacciona Juan Gustavo enconadamen- te. De qu se trata, de darle la razn a los crticos? La chusma, y no hay palabra ms descriptiva al respecto, se ufana ahora de su machismo y de sbs ansias de posesin,^^ a lo mejor ya los tragos los desquiciaron, )i se entregan al manoseo y al tentaleo y al desgarramiento 'de vestidos. Qu horror! Esto que sucede aqu a unos pasas es un intento de violacin tumultuaria. Los plebeyazos o los juriiorazos atrapan a una joven, la desnudan de la cintura para arriba, y la embisten con celo de antropfago. Cuntas nianosf sobre un par de senos! La penuria y la ham- bruna se desatan, la chava grita, se retuerce, pasa en un se- gundo* de la dejadez al espanto, quiere huir, al principio no consigue apoyo, es- demasiado el aturdimiento, pero luego al- gunos reaccionan, la protegen o quieren hacerlo, y a fin de cuentas a la chava la salva el exceso: son demasiadas ltianos, demasiadas excitaciones. .

    Un grupo pregunta cada tres minutos a los paseantes que se dejan rodear: "Qu somos los mexi~anos?" Y slo una rcspues- ta se admite, difana y sonora: "~UNOSCHINGONE~!!" Va de nue- vo:' "Y qu son los dems?" Y los denlds deben y pueden desempear una funcin precisa: "CULEE-ROSICU-LEEE-ROS".

    "A qu vine?", se repite a s mismo Juan Gustavo. A lo me- jor vine a lo que dicen, a reconquistar la calle que ya no es

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    nuestra, a manifestar el ardor patrio para olvidar las prisiones de la casa o el departamento y... "A qu vine?" Cmo saberlo, nada es como parece, el fondo misterioso de las cosas es el sen- tido de la vida. Y l salta y salta, y pronto se detiene, y se apar- ta de la masa y anota en un cuadernito sus reacciones, y as sucesivamente, hasta llegar a la conclusin mltiple: el ngel es un smbolo freudiano, el juego de fuibol representa al ser na- cional en abstracto, las reacciones ante el Tri son festejos del postnacionlismo, la tele empeqiieiece la realidad para engran- decer nuestro nimo, y l mismo, cl sabio firtbolero, es una fal- sa demostracin-de la ley de gravedad.