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Carlos Oquendo de Amat
Carlos Augusto Luis Humberto Nicolás Oquendo Amat (* Puno, Perú, 17 de abril de 1905 -
Guadarrama, España, 6 de marzo de 1936), fue un poeta peruano, considerado uno de los
mayores poetas peruanos de la historia y, junto con sus compatriotas José María Eguren, César
Vallejo, Martín Adán y César Moro, como uno de los más fecundos exponentes de la Vanguardia
en el Perú.
Biografía
Carlos Augusto Luis Humberto Nicolás Oquendo Amat, su nombre verdadero, nació el 17
de Abril de 1905 en la ciudad de Puno. Sus padres fueron el político y periodista Carlos
Belisario Oquendo Álvarez, también afamado médico graduado en la Universidad de París,
y Zoraida Amat Machicao, dama proveniente de una de las familias más prestigiosas del
distrito de Moho. Carlos Oquendo de Amat recibió una esmerada educación de parte de sus
padres, lo que le permitió adquirir una sólida formación intelectual. A raíz de la
persecución política a su padre, candidato progresista a una diputación provincial, por parte
de los sectores conservadores, la familia se vio obligada a instalarse en Lima, en 1908,
cuando el poeta contaba con tres años de edad, y entonces comenzaron las dificultades
económicas. El médico Oquendo volvió a exiliarse en una provincia norteña (Pomabamba)
en busca de trabajo, en vista de que el oficialismo le cerraba todas las puertas, y el pequeño
Carlos se quedó al cuidado de Zoraida. Su educación se desarrolló íntegramente en la
capital, volviendo al terruño materno en esporádicas y breves ocasiones. Estudió la primaria
en una escuela de los Barrios Altos, un suburbio obrero colindante al centro de Lima y,
posteriormente, gracias a una beca estatal, estudió la secundaria en calidad de alumno
interno en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe (1917-1921).
A raíz de su ingreso a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, en 1922, logró vincularse con el ambiente literario limeño y conoció a figuras
como el narrador Manuel Beingolea, su amigo y benefactor, los hermanos poetas Enrique y
Ricardo Peña Barrenechea, los también vates Adalberto Varallanos, su más íntimo amigo y
quien fuera introductor de la prosa surrealista en el Perú, Xavier Abril, Rafael Méndez
Dorich. Otros amigos suyos fueron los escritores José Varallanos, hermano menor de
Adalberto, Martín Adán, Armando Bazán, Jesús Burga de los Ríos, Carlos Schiaffino,
Jorge Jiménez Monsalve, Ricardo Arbulú Vargas, el historiador Jorge Basadre y el
dibujante Emilio Goyburu, autor éste último del grabado que aparece en la carátula de 5
metros de poemas. A pesar de su carácter alegre y de vivir más o menos inmerso en su
propio mundo poético, su vida estuvo jalonada por momentos trágicos que lo marcarían en
el futuro. En 1918, a la muerte sorpresiva de su padre, hizo que las falencias económicas
empezaran a agudizarse. En 1923 falleció Zoraida Amat Machicao, su madre, bisnieta del
virrey Manuel Amat y Junient, mujer de reconocida belleza aunque sumida en sus últimos
años en las garras del alcoholismo y otras enfermedades. Fue éste el golpe más duro que al
poeta le tocó soportar a lo largo de su breve vida.
Obra poética
Su obra es de carácter claramente vanguardista, una de las que inauguran esta corriente
literaria en el Perú. Publicó un solo poemario entre los 23 y 24 años de edad llamado: 5
metros de poemas, su obra maestra (1927-1929), que es una única hoja que mide
aproximadamente cinco metros, desdoblable como un acordeón y que, al abrirse, deja ver el
panorama de poemas que corren uno detrás de otro, a manera de una película de cine y en
la que cada poema es una imagen casi onírica de un mundo extraño pero sugerente,
fotogramas con escenas que se suceden de una belleza incomparable.
En algunos poemas utiliza el recurso de los caligramas que ilustran las imágenes poéticas
que desea crear. Asimismo, hace referencia a la tecnología y la cultura de su tiempo. Sus
poemas, influidos por el creacionismo y el ultraísmo, sorprenden así por su forma
literalmente gráfica. Aunque también tiene poemas como "aldeanita" de sentida nota
nativista o andinista, colorido y musical, al igual que un alegre wayno serrano.
De espíritu soñador, su trabajo poético se expresó en su propia naturaleza interior, que le
proporcionó sugestivas imágenes que, quién sabe, seguramente lo ayudarían a vivir. "Tuve
miedo/ y me regresé de la locura", dice, o: "Se prohíbe estar triste". Pero también nos
muestra imágenes de América. "El cielo de pie con su gorrita a cuadros/ espera/ los
pasajeros/ DE AMÉRICA". La vanguardia llegó al Perú principalmente a través de
Oquendo de Amat, cuyo libro se abría como un acordeón, y que era un objeto lleno de
poemas, absolutamente diferente de los libros tradicionales, de tal modo, 5 metros de
poemas escrito desde su adolescencia (algunos poemas figuran fechados con los años 1923
y 1925) y publicado por la editorial Minerva en 1929 (aunque aparece impreso con fecha
del 31 de diciembbre de 1927, lo cual parece ser que por razones monetarias no se
concretó), siendo un libro que en su tiempo se incorporó desafiante a la corriente
vanguardista, caracterizada de una intención renovadora, de avance y exploración, ya que
después de la Primera Guerra Mundial se buscaron nacientes símbolos que pudiesen reflejar
el camino de una nueva civilización social, artística y cultural. Oquendo de Amat
sorprendió a todos con una obra de peculiares características: estaba presentado en papel
continuo, plizado en partes iguales, que se desplegaba como film respondiendo dicho
formato por exactos cinco metros. Ya en la primera hoja anunciaba: "abra este libro como
quien pela una fruta".
Mención aparte merece la delicada sensibilidad de su composición "madre", poema cumbre
de Oquendo que es comentado por Carlos Meneses: "Junto a esa mujer bella, que la
pobreza derrotó, que la soledad y la incomprensión marchitaron, vivió Oquendo años de
angustia, momentos dramáticos y humillantes. Sin embargo, en su canto, en su homenaje al
recuerdo de su madre, no hay protesta. El dolor de aquellos años de adolescencia no está
reflejado en estos versos. Y no es que el poeta se resigne, no es que cobardemente agache la
cabeza, es que quiere ofrendarle amor a cambio del amor recibido. No anteponer lágrimas y
angustias a esa magestuosa remembranza. "Tu nombre viene lento como las músicas
humildes / y de tus manos vuelan palomas blancas". En la madre se reúne la ternura, la
humildad, la divina paz simbolizada por las palomas. Ella lo es todo, justamente lo que
ahora -cuando escribe- le falta. "Mi recuerdo te viste siempre de blanco / como un recreo de
niños que los hombres miran desde aquí distante". Blanco representa pureza, quietud,
serenidad, comprensión, hasta elegancia, y la madre está cubierta de todos esos atributos
que semejan "un recreo de niños", o sea, el candor en su plenitud, y al que los hombres -
contaminados de mundo, traspasados de ciudad- no se acercan" (Tránsito de Oquendo de
Amat).
Últimos años y legado
Se sabe que Oquendo de Amat viajó en 1929 a la ciudad de La Paz Bolivia, en donde fue
encarcelado y luego expulsado por sus ideas políticas. En 1932 en la ciudad de Arequipa
fue responsable del partido que fundara el pensador marxista José Carlos Mariátegui, uno
de los intelectuales más importantes del país. En aquel tiempo si bien nunca dejó de lado la
poesía, Oquendo se dio íntegro a la militancia partidaria y a combatir las feroces dictaduras
militares de Luis Sánchez Cerro y Oscar Benavides. En 1934 es desterrado a Panamá. Se
conoce que también estuvo en Costa Rica y México, en su itinerario de desterrado a Francia
primero, y luego a España donde falleció el 6 de marzo de 1936. Murió en la ciudad de
Navacerrada, España, tan solo con 30 años de edad como él mismo lo advirtiera en uno de
sus poemas. Dos meses antes había sido internado en un hospital de Madrid, enfermo de
tuberculosis mal que también sufrieron sus progenitores. Falleció en Guadarrama, poco
antes de iniciarse la Guerra Civil Española.
¿Y cómo era Oquendo? Alberto Tauro nos dice: "Recuerdo a Carlos Oquendo de Amat
como un personaje singular, inconfundible. De mediana estatura, delgado; sus hombros
caídos afectaban una compleja actitud, que por igual trasuntaba cansancio o timidez; y
siempre lucía pulcramente, aunque su atuendo mostraba las huellas del uso... A todos era
evidente que su vida cotidiana transcurría entre dificultades. Muchos la reputaban
desordenada, y más o menos envuelta en los delirios artificiales de la bohemia; otros se
limitaban a juzgar que había algún misterio en su falta de ubicación precisa, así como en el
nimbo trashumante de sus apariciones y ausencias".
Su amigo el poeta peruano Enrique Pena Barrenechea recordó a Oquendo con unos versos,
que luego fueron añadidos a la lápida de su tumba:
Oquendo, tan pálido, tan triste,
tan débil, que hasta el peso
de una flor te rendía.
Obra Poética, 1977
Recién en los últimos años, es que se reconoce el valor de Carlos Oquendo de Amat a
través de su trabajo literario, rompiendo las fronteras y siendo considerado pionero de la
vanguardia de la Literatura latinoamericana.
Su vida de soledad, pobreza y miseria, como un ejemplo "misterioso y lamentable" del
destino de muchos jóvenes poetas latinoamericanos, que terminaron creando sin querer un
mito con respecto a su vida, motivó al escritor peruano Mario Vargas Llosa a tomarlo como
el poeta modelo en su discurso oficial en Caracas, cuando fue distinguido con el reconocido
Premio Rómulo Gallegos el 4 de agosto de 1967. Leamos las palabras iniciales de ese
discurso:
"Hace aproximadamente treinta años, un joven que había leído con fervor los primeros
escritos de Breton, moría en las sierras de Castilla, en un hospital de caridad, enloquecido
de furor. Dejaba en el mundo una camisa colorada y "Cinco metros de poemas" de una
delicadeza visionaria singular. Tenía un nombre sonoro y cortesano, de virrey, pero su vida
había sido tenazmente oscura, tercamente infeliz. En Lima fue un provinciano hambriento y
soñador que vivía en el barrio del Cercado, en una cueva sin luz, y cuando viajaba a
Europa, en Centro América, nadie sabe por qué, había sido desembarcado, encarcelado,
torturado, convertido en una ruina febril. Luego de muerto, su infortunio pertinaz, en lugar
de cesar, alcanzaría una apoteosis: los cañones de la guerra civil española borraron su
tumba de la tierra, y en todos estos años, el tiempo ha ido borrando su recuerdo en la
memoria de las gentes que tuvieron la suerte de conocerlo y de leerlo. No me extrañaría que
las alimañas hayan dado cuenta de los ejemplares de su único libro, enterrado en bibliotecas
que nadie visita, y que sus poemas que ya nadie lee, terminen muy pronto trasmutados en
"humo, en viento, en nada", como la insolente camisa colorada que compró para morir. Y,
sin embargo, este compatriota mio había sido un hechicero consumado, un brujo de la
palabra, un osado arquitecto de imágenes, un fulgurante explorador del sueño, un creador
cabal y empecinado que tuvo la lucidez, la locura necesaria para asumir su vocación de
escritor como hay que hacerlo: como diaria y furiosa inmolación".
Martín Adán
Ramón Rafael de la Fuente Benavides, (*[[Lima.], 27 de octubre de 1908 - † 29 de enero de
1985) fue un poeta peruano cuya obra destaca por su hermetismo y hondura. Es
considerado, además, como uno de los grandes representantes de la literatura vanguardista
latinoamericana.
Desde muy joven mostró dotes literarios con la ayuda de su amigo Coello Mendoza que
este le intensivó a seguir adenlante, los que compartió con sus compañeros de clase Emilio
Adolfo Westphalen y Estuardo Núñez y Coello Mendoza , en la Universidad de San
Marcos. A medida que pasó el tiempo, vivió con creciente estrechez económica y sufriendo
de un fuerte alcoholismo. Buena parte de sus últimos años los pasó en sanatorios, hasta su
muerte en 1985.
Allen Ginsberg se mostró interesado en su obra y en su persona. Por ello, aprovechando su
paso por el Perú con el objeto de conocer la ayahuasca, logró entrevistarse con Martín
Adán.
Primeros años
Ramón Rafael de la Fuente Benavides nació el 27 de octubre de 1908 en Lima y estudió los
primeros años en el Colegio San José de Cluny de Barranco y en 1916 ingresa al Colegio
Alemán donde estudió hasta 1926. Al año siguiente empezó sus estudios universitarios en
la Universidad de San Marcos, pero alrededor de los años 30 en dicha universidad se vivió
un ambiente de agitación y por ello fue clausurada desde mayo de 1932 hasta agosto de
1938. Obviamente esto provocó que Martín Adán suspendiera la universidad por ese
periodo pero la continuó optando por el título con la tesis “De lo barroco en el Perú”
presentada en 1938. Adán se matricula en junio de 1935 y 1936 en la Pontificia
Universidad Católica de Lima ambas en jurisprudencia pero no hay más datos porque las
fichas están sin llenar.
Tras la ruina y la extinción definitiva de su familia, el poeta comienza su periplo por
hoteles de Lima y por hospitales psiquiátricos desde donde escribe poemas en los que el
peso existencial va acusando la eterna búsqueda traumática de un yo inencontrable. Por ello
su vida ha estado marcada por entradas y salidas a Centros Sanatorios como las entradas al
Larco Herrera:
Del 08 de setiembre de 1937 hasta el 09 de mayo de 1941
Del 19 de mayo de 1943 hasta 1946.
Del 05 de agosto de 1947 hasta el 17 de setiembre de 1949
En 1946 obtiene el Premio Fomento a la Cultura y por ello el Ministerio de la Educación
publica “Travesía de Extramares”. Fue uno de los pocos premios que obtuvo el poeta, esto
debido a las constantes entradas a sanatorios mentales y a los problemas que tenía con el
alcohol.
Hacía 1962 se internó en la clínica psiquiátrica y salió hasta 1983, pero el 18 de marzo de
1983 fue internado en el Hospital Larco Herrera hasta marzo del año siguiente; en enero de
1984 estuvo internado en el Hospital Santo Toribio de Mogrovejo donde fue operado de la
vista. En el mes de abril de ese mismo año se hospitaliza en el Loayza donde es tratado por
problemas renales; el 30 de abril es llevado al alberque Canevaro del Rímac, donde saldrá
de ahí en enero de 1985, de nuevo al Hospital Loayza para volver a operarse, donde muere
por un paro cardiaco durante la intervención quirúrgica a las 10:45 del 29 de enero de 1985.
A fines de la década 50 y los inicios de la década 60 del siglo XX, paraba bebiendo cerca
del Parque Universitario, ciertas veces en el "Palermo". Era amigo de Mejía y Baca,
conversador y franco como el desnudo amanecer.
Obra
Antes de empezar a analizar su obra es menester detenernos un poco en el seudónimo del
escritor, hay varias hipótesis respecto a él, desde algunos que mencionan que Adán fue
escogido porque hace mención del primer hombre y como busca su originalidad busca lo
nuevo y por ello ser en ello; pero así como ésta hay varias hipótesis cada una más irracional
que la otra, aunque el mismo Martín Adán a la pregunta sobre su seudónimo contesto que
¿a quién le importa o qué importancia tiene?, y parece que tiene razón, lo importante es su
obra literaria y no tanto el seudónimo que eligió.
En Perú durante los primeros años de 1900 aparecieron varios escritores entre los cuales
están César Moro (1903), Enrique Peña Barrenechea (1904), Xavier Abril (1905), Carlos
Oquendo de Amat (1905), Luis Valle Goicochea (1911), Emilio Adolfo Westphalen (1911),
José María Arguedas (1911), Vicente Azar (1913), Manuel Moreno Jimeno (1913). La
mayoría de ellos se encuentran en la revista Amauta , donde colaboran entre 1927 y 1930:
todos tienen en común un afán de conquista de nuevos territorios para la expresión poética .
Luis Alberto Sánchez lo considera la figura principal de este grupo de escritores limeños
que a mediados de los años 20 irrumpe bajo el influjo del surrealismo y produce una
literatura ironizante y agnóstica .
En el ámbito de esta nueva generación, abanderada por José Carlos Mariátegui y César
Vallejo, la rareza de Martín Adán comenzaba a alimentar la leyenda que lo convertiría en el
poeta maldito, iluminado o místico que se forjó entre soledades y largos silencios.
Concepto que se analizará a lo largo de este artículo.
Desde muy joven mostró dotes literarias, las que compartió con sus compañeros de clase
Emilio Adolfo Westphalen y Estuardo Núñez. A medida que pasó el tiempo, vivió con
creciente estrechez económica y sufriendo de un fuerte alcoholismo. Buena parte de sus
últimos años los pasó en sanatorios, hasta su muerte en 1985.
Vanguardismo
El vanguardismo que es un conjunto de movimientos artísticos que nacieron en Europa en
la posguerra, surgió como una violenta reacción contra todo el arte pasado, al que consideró
aburrido por tradicional y convencional. Por eso, los vanguardistas lo atacaron con
violencia y propusieron otras formas de expresión, nuevas e insólitas. Privilegiaron por
ello, la originalidad. Se caracterizan por: rendir culto a la novedad y la sorpresa, renovar
completamente la metáfora, destruir las reglas de la gramática, utilizar un verso
absolutamente libre, transmitir sensaciones no un argumento e introducir en sus poemas
elementos de los tiempos modernos.
Algunos de sus críticos consideran que estuvo influenciado fuertemente por el
vanguardismo, otros sencillamente piensan que el vanguardismo fue una etapa en su
escritura pero que pronto se apartó de él.
Así Luis Alberto Sánchez en el prólogo menciona que; “La Fuente es la vanguardia, por su
frescura de imágenes, por su dislocamiento, por su humorismo, por su deportismo en el
estilo: pero este afán de hacer literatura y frases, acusa cierto decadentismo distante del
ritmo rubeniano, pero no por eso, menos decadente” . Las dos siguientes fueron obras
poéticas: “La rosa de la espinela” y “Travesía de extramares” esta última una brillantísima
serie de sonetos a Chopin que lo muestran alejándose de su inicial vanguardismo y hallando
lo más profundo de su voz en una insólita mezcla de elementos tradicionales (culteranismo
barroco, mística, actitud arcaizante) y contemporáneos (disonancias rítmico-semánticas,
influjos de Yeats y Pound, lecturas de los nuevos filósofos alemanes) .
Se considera que Martín Adán en sus inicios se vio influenciado por el vanguardismo, lo
cual se aprecia en su primera obra literaria que no logra adquirir el título de novela, por el
modo en que está desarrollada, pero que sin lugar a dudas le sirvió para hacerse un nombre
dentro de la literatura de su época.
La Casa de Cartón (1928)
Es la primera obra que escribe, aunque algunos como Luis Vargas Durand consideran que
escribió versos antes de dicha obra pero que nunca se publicaron, la empezó cuando tenía
16 años y muestra a un Martín Adán naciente.
La Casa de Cartón a pesar de su publicidad sólo salió en edición privada con dedicación
personal, para algunos de los amigos del autor; tiene el prólogo de Luis Alberto Sánchez y
el colofón de José Carlos Mariátegui. La obra es una pequeña obra maestra de ironía, finura
de observación e invención verbal, el mismo Martín no la considera una novela, sino una
serie de estampas del Barranco de su niñez. Donde no hay personajes, diálogos, solo
descripciones y una manifestación de su gran habilidad para describir paisajes y
situaciones, manifestando la facilidad con que emplea los sinónimos y su vasto lenguaje.
Martín Adán, en “La casa de cartón” inaugura la renovación estética, que acentúa en sus
Antisonetos. La casa de cartón sonríe surrealistamente de la vida provinciana, de la limeña,
del balneario, de las viejas criollas, de los tranvías con su contradictoria carga de rutina y
fuga .
La obra es un medio para describir la época, la política y hasta la religión de una manera
crítica, distante y hasta burlona. La obra es un recorrido por su infancia, tiempo de colegio,
los primeros amores, todo visto de un punto de vista crítico.
La casa de cartón es una pequeña obra maestra de ironía, finura de observación e invención
verbal es que en la obra hay, como guardados en silo, la espuma de una infancia sencilla y
el confuso alborear de un adolescencia sabia. Está allí sin falsedades ni gazmoñerías.
Arropados en lirismo de buena salud y en centelleos anarquistas, de clara y destinada
ironía. En feliz torneo de imágenes la ternura y el humor se confunden a veces o pugnan en
otras .
Fue una de las mejores obras de la narrativa peruana de esa época y que destaca por su
evocación del balneario de Barranco, con una trama apenas esbozada, que transcurre a
través de cuadros de las vivencias y reflexiones de un joven. Por su temática y estructura
narrativa innovadora, esta novela puede considerarse precursora de las del Boom
Latinoamericano.
Un nombre recurrente en la esta obra es Ramón, tal vez se refiera a él mismo pues su
nombre es Ramón Rafael De la Fuente Benavides, aunque muy pocos conocían su nombre
completo, pues siempre se presentaba como Rafael y nunca utilizó su primer nombre,
algunos de sus biógrafos consideran que no lo utilizó debido a la distancia que tenía con la
familia de su padre puesto que Ramón era el nombre de su abuelo paterno.
Poesía
El resto de su obra está formada por su poesía. Ésta destaca por la gran profundidad de su
reflexión filosófica, que suele hundirse en los misterios de lo eterno y lo trascedente,
expresada a través de una sucesión de imágenes y metáforas (entre las que destaca siempre
la rosa), de un carácter hermético y con claves simbólicas. Mezcló en sus poemas un uso
novedoso del lenguaje con el cultivo de las formas poéticas tradicionales como el soneto. El
tema de la realidad y la identidad es también común en su poesía.
Con su obra poética pretendía lograr una creación total (la poesía absoluta) y afirmar el
poder divino y omnipotente del poeta creando realidades.
Uno de sus creaciones se dio, cuando Celia Peschero --colaboradora de Borges-- escribió a
Martín Adán la carta que sigue: Martín Adán: ¿El motivo de esta carta? Además del
simplemente afectuoso, que es el más importante, este otro: pedirle a usted datos sobre su
propia vida, si es posible, contados con toda la sal que usted sabe poner en cuanto dice y
escribe, porque he ofrecido un artículo sobre usted en La Nación... yo recién comienzo a
publicar allí y quiero escribir un artículo humano, en el que se sienta su sangre y su piel...
Sé que todo este asunto puede resultarle muy fastidioso. Pero en nombre de la simpatía que
nos unió en cuanto nos conocimos, en nombre del cariño que yo le tengo, en nombre de mi
profunda admiración por usted, por favor acceda a mis ruegos. Deje usted de lado toda su
bohemia o vuélquela íntegra en lo que me escriba y... hábleme de usted. ¿Lo hará? A lo
cual Martin Adan respondio con un gran poema que tituló "Escrito a Ciegas"
La Mano Desasida
Sin duda, la dirección poética de Martín Adán en “La mano desasida” difería
sustancialmente de la adoptada por Neruda: desde una visión narcisista, el peruano no se
propuso convocar al hombre desvalido para redimirle, sino convocarse a sí mismo, con sus
dudas y sus certezas, a través de la invocación a la piedra:«¿Qué palabra simple y precisa
inventaré para hablarte Mi Piedra?», se pregunta. Con esta invocación, Machu Picchu se
convierte en símbolo principal del soliloquio del poeta, y en el gran escenario desde donde
Adán proyecta una espiral de preguntas y contradicciones sobre la muerte, la Creación,
Dios, o el propio yo identificado con las ruinas.
Se recuerda que Martín Adán parte de un vanguardismo tardío a finales de los años veinte,
a través del cual trata de poetizar las sensaciones de extrañamiento que le produce la
transformación vertiginosa de la ciudad de Lima; un vanguardismo efímero que no va más
allá de los primeros poemas y de “La casa de cartón”, donde la crítica social penetra a
través de la ironía y la nostalgia. Sin embargo, a partir de los años treinta, la poesía de Adán
cierra la ventana al mundo exterior y clausura lo social para forjar un hermetismo que
penetra hacia dentro, conduciendo su creación hacia esa trascendencia existencial en la que
La mano desasida es sin duda el poema cardinal .
Para culminar, se puede mencionar que con este poema cierra su creación, un gran poeta de
cual su poesía no ha logrado traspasar muchas fronteras. Tal vez, como dicen algunos de
sus biógrafos, por las entradas y salidas a los Centros de Salud, tal vez por su afición al
alcohol o al cigarrillo, la verdad es que este escritor pudo ofrecer más de lo que nos legó.
Lo que dio basta.
Poemarios:
La Rosa de la Espinela (1939)
Sonetos a la Rosa (1931-1942)
Travesía de Extramares (1950)
Escrito a Ciegas (1961)
La Mano Desasida, Canto a Machu Picchu (1964)
La Piedra Absoluta (1966)
Mi Darío (1966-1967)
Diario de Poeta (1966-1973)
César Vallejo
César Abraham Vallejo Mendoza (Santiago de Chuco, Perú, 16 de marzo de 1892 - París, 15 de abril de 1938), poeta y escritor1 peruano considerado entre los más grandes innovadores de la poesía del siglo XX. Fue, en opinión del crítico Thomas Merton, "el más grande poeta universal después de Dante". Publicó en Lima sus dos primeros poemarios: Los heraldos negros (1918), que reúne poesías que si bien en el aspecto formal son todavía de filiación modernista, constituyen a la vez el comienzo de la búsqueda de una diferenciación expresiva; y Trilce (1922), obra que significa ya la creación de un lenguaje poético muy personal, coincidiendo con la irrupción del vanguardismo a nivel mundial. En 1923 dio a la prensa su primera obra narrativa: Escalas, colección de estampas y relatos, algunos ya vanguardistas. Ese mismo año partió hacia Europa, para no volver más a su patria. Hasta su muerte residió mayormente en París, con algunas breves estancias en Madrid y en otras ciudades europeas en las que estuvo de paso. Vivió del periodismo2 complementado con trabajos de traducción y docencia. En esta última etapa de su vida no publicó libros de poesía, aunque escribió una serie de poemas que aparecerían póstumamente. Publicó en cambio, libros en prosa: la novela proletaria o indigenista El tungsteno (Madrid, 1931) y el libro de crónicas Rusia en 1931 (Madrid, 1931). Por entonces escribió también su más famoso cuento, Paco Yunque, que fue publicado años después de su muerte. Sus poemas póstumos fueron agrupados en dos poemarios: Poemas humanos y España, aparta de mí este cáliz, publicados en 1939 gracias al empeño de su viuda, Georgette Vallejo. La poesía reunida en estos últimos poemarios es de corte social, con esporádicos temas de posición ideológica y profundamente humanos. Para muchos críticos, los “poemas humanos” constituyen lo mejor de su producción poética, que lo han hecho merecedor del calificativo de “poeta universal”.
Biografía
Primeros años
César Abraham Vallejo Mendoza nació en Santiago de Chuco, pueblo en una zona alta del
departamento de La Libertad, en Perú. Sus padres fueron Francisco de Paula Vallejo
Benítez y María de los Santos Mendoza Gurrionero. Fue el menor de once hermanos. Su
apariencia mestiza se debió a que sus abuelas fueron indígenas y sus abuelos gallegos. Era
un “hombre muy moreno, con nariz de boxeador y gomina en el pelo”, según recordó
César González Ruano, en una entrevista publicada en el Heraldo de Madrid, el 27 de
enero de 1931.
Sus padres querían dedicarlo al sacerdocio, lo que él en su primera infancia aceptó de muy
buena gana; de ahí que existan tantas referencias bíblicas y litúrgicas en sus primeros
versos. Sus estudios primarios los realizó en el Centro Escolar Nº 271 del mismo Santiago
de Chuco, pero desde abril de 1905 hasta 1909 estudió la secundaria en el Colegio Nacional
San Nicolás de Huamachuco.
En 1910 se matricula en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo, pero
debido a la carencia económica retorna a su pueblo, con el propósito de trabajar y ahorrar
para continuar luego sus estudios. Apoya a su padre en sus tareas administrativas de
gobernador y toma contacto con la realidad de los trabajadores de las minas de Quiruvilca,
cerca de Santiago de Chuco, lo que recordará más adelante en su novela El tungsteno.
En 1911 viaja a Lima para matricularse en la Facultad de Medicina de San Fernando, pero
nuevamente abandona el claustro universitario por razones económicas o tal vez por
desilusionarse de dicha carrera. Consigue un empleo de preceptor de los hijos de un rico
hacendado de Acobamba (departamento de Junín, sierra central peruana), trabajo en el que
permanece durante siete meses. Luego regresa a Trujillo, y en 1912 consigue un modesto
empleo como ayudante de cajero en la hacienda azucarera “Roma”, en el valle de Chicama,
donde fue testigo de la cruel explotación de los peones indios.
La bohemia de Trujillo
La “bohemia trujillana” o Grupo Norte, 1916. Vallejo es el cuarto de los sentados, de izquierda a derecha.
Atrás de él, Antenor Orrego.
En 1913 regresa a Trujillo con el propósito de retomar sus estudios universitarios en Letras.
A fin de costearse sus estudios, trabaja como maestro en el Centro Escolar de Varones Nº
241, y luego como profesor del primer año de primaria en el Colegio Nacional de San Juan,
donde tuvo como pequeño alumno a Ciro Alegría, que más tarde se convertiría en un gran
novelista.3 El 22 de septiembre de 1915 se gradúa de bachiller en Letras con su tesis El
romanticismo en la poesía castellana.
En 1916 frecuenta con la juventud intelectual de la época agrupada en la bohemia
trujillana, conocida luego como Grupo Norte, donde figuran Antenor Orrego, Alcides
Spelucín, José Eulogio Garrido, Juan Espejo Asturrizaga, Macedonio de la Torre y Víctor
Raúl Haya de la Torre. Publica sus primeros poemas en los diarios y revistas locales
(algunas de las cuales son recogidas por publicaciones de Lima) y se enamora de María
Rosa Sandoval, joven atractiva e inteligente, que fue la musa inspiradora de algunos de sus
poemas de Los heraldos negros.
En 1917 conoce a Mirtho (Zoila Rosa Cuadra), una muchacha de quince años con quien
sostiene un apasionado y corto romance. Al parecer, Vallejo intenta suicidarse a causa del
desengaño. Sea como fuese, es convencido por sus amigos para viajar a Lima a fin de
proseguir sus estudios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y conseguir su
doctorado en Letras y Derecho.
Viaje a Lima. Los heraldos negros
Monumento a César Vallejo en el exterior de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Se embarca en el vapor Ucayali, y llega a Lima el 30 de diciembre de 1917. Conoce a lo
más selecto de la intelectualidad limeña. Se encuentra con Clemente Palma, que había sido
un furibundo detractor de su obra poética (había calificado de mamarracho el poema El
poeta a su amada), pero quien esta vez le da muestras de respeto. Llega a entrevistarse con
José María Eguren y con Manuel González Prada, a quien los más jóvenes consideraban
entonces un maestro y guía. En la capital, Vallejo se vinculó con escritores e intelectuales
como Abraham Valdelomar y su grupo Colónida, José Carlos Mariátegui; con ambos hace
profunda amistad. También conoce a Luis Alberto Sánchez y Juan Parra del Riego.
Asimismo, publica algunos de sus poemas en la revista Suramérica del periodista Carlos
Pérez Cánepa.
En 1918 entra a trabajar al colegio Barrós de Lima. Cuando en septiembre de ese año
muere el director y fundador de dicho colegio, Vallejo ocupa el cargo. Se enreda en otra
tormentosa relación amorosa, esta vez con Otilia Villanueva, una muchacha de 15 años,
cuñada de uno de sus colegas. Debido a ello pierde su puesto de docente. Otilia será la
inspiradora de varios de los poemas de Trilce.
En 1919 consigue empleo como inspector disciplinario y profesor de Gramática Castellana
en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe. Ese mismo año ve la luz su primer
poemario Los heraldos negros, que muestran aún las huellas del modernismo en su
estructura, aunque ya se vislumbran algunas características muy peculiares en el lenguaje
poético. El poeta toca la angustia existencial, la culpa personal y el dolor, como, por
ejemplo, en los conocidos versos "Hay golpes en la vida tan fuertes... ¡Yo no sé!" o "Yo
nací un día / que Dios estuvo enfermo". Circularon relativamente pocos ejemplares, pero el
libro fue en general bien recibido por la crítica.
Prisión en Trujillo. Trilce
Su madre había fallecido en 1918. La nostalgia familiar lo empuja, en mayo de 1920, a
retornar a Santiago de Chuco. El 1º de agosto ocurre el incendio y saqueo de una casa del
pueblo, perteneciente a la familia Santa María Calderón, arrieros negociantes de
mercaderías y alcohol desde la costa, suceso del que se acusa injustamente a Vallejo como
participante y azuzador. Se esconde pero es descubierto, apresado y arrojado a un calabozo
de Trujillo donde permanecerá durante 112 días (del 6 de noviembre de 1920 al 26 de
febrero de 1921). El 24 de diciembre de 1920 gana el segundo premio (el primero fue
declarado desierto) de la Municipalidad de Trujillo con el poema Fabla de gesta (Elogio al
Marqués de Torre Tagle); lo curioso de este suceso es que Vallejo compitió escondiendo su
identidad bajo un seudónimo, a fin de dar imparcialidad al concurso.
Tras salir en libertad condicional, se dirige nuevamente a Lima, donde su cuento Más allá
de la vida y de la muerte fue premiado en un concurso literario. El monto del premio lo
destina a financiar otras publicaciones literarias. En octubre de 1922 sale a la luz su
segundo poemario: Trilce, prologado por su amigo Antenor Orrego. Es recibido tibiamente
por la crítica, que no alcanzaba aún a comprender la literatura de vanguardia, salvo por el
propio Orrego, quien dijo de Vallejo: "a partir de este sembrador se inicia una nueva
época de la libertad, de la autonomía poética, de la vernácula articulación verbal".
Trilce anticipó gran parte del vanguardismo que se desarrollaría en los años 1920 y '30. En
este libro Vallejo lleva la lengua española a límites insospechados: inventa palabras, fuerza
la sintaxis, emplea la escritura automática y otras técnicas utilizadas por los movimientos
dadá y surrealista. Se adelantó a la renovación del lenguaje literario que después ensayaría
Vicente Huidobro en su poemario Altazor (1931) y James Joyce en su relato onírico
Finnegans Wake (1939).
En marzo de 1923, Vallejo publica una corta edición de Escalas o Escalas melografiadas,
colección de relatos y cuentos, algunos ya vanguardistas. Otra narración suya, titulada
Fabla salvaje, fue publicada el 16 de mayo de 1923 en la serie La novela peruana dirigida
por Pedro Barrantes Castro.
Es admitido nuevamente como profesor en el Colegio Guadalupe, puesto en el cual no
durará mucho, tras ser declarado cesante.
Viaje a Europa
Hastiado de la mediocridad local, tenía ya sus miras puestas en el Viejo Mundo. Con el
dinero que le adeudaba el Ministerio de Educación, se embarca rumbo a Europa, de donde
no regresará más. Viaja en el vapor Oroya el 17 de junio de 1923, con una moneda de
quinientos soles. Arriba a París el 13 de julio. Sus ingresos —siempre insuficientes—
provenían del periodismo, si bien fungió también de traductor. Escribía para el diario El
Norte de Trujillo, y las revistas L'Amérique Latine de París, España de Madrid y Alfar de
La Coruña.
Sus dos primeros años en París fueron de mucha estrechez económica, al punto que muchas
veces tuvo que dormir a la intemperie. Inicia su amistad con el escritor español Juan Larrea
y con Vicente Huidobro; traba contacto con importantes intelectuales como Pablo Neruda y
Tristan Tzara.
A principios de 1924 recibe la noticia de la muerte de su padre. En octubre es hospitalizado
en un hospital de caridad pública, a consecuencia de una hemorragia intestinal. Fue operado
y pudo restablecerse.
En 1925 empieza a trabajar como secretario de la recién fundada Les Grands Journaux
IberoAméricains o Los Grandes Periódicos Iberoamericanos, una vasta organización
publicitaria. También empieza a colaborar para la revista limeña Mundial. Ese año el
gobierno español le concede una modesta beca para que pudiera continuar sus estudios
universitarios de Derecho en España. En los dos años siguientes visitará periódica y
brevemente Madrid a fin de cobrar a plazo fijo el monto de la beca, aunque sin estudiar; en
octubre de 1927 renunciará a dicha beca. Nunca se doctoró en Letras ni en Derecho.
En 1926 renuncia a su trabajo en Los Grandes Periódicos Iberoamericanos y conoce a su
primera compañera francesa, Henriette Maisse, con quien convivirá hasta octubre de 1928.
Con Larrea funda la revista Favorables París Poema, y con Pablo Abril de Vivero el
semanario La semana parisién. Ambas publicaciones tuvieron vida efímera. Empieza a
enviar colaboraciones para la revista limeña Variedades.
En 1927 conoce en París a Georgette Marie Philippart Travers, una joven de 18 años que
vivía con su madre en un apartamento situado enfrente del hotel donde se hospedaba.
Profundiza sus estudios sobre el marxismo. Aparece una narración suya en Amauta, la
revista que fundara en Lima su amigo José Carlos Mariátegui y en la que también
reproduce varias de sus crónicas periodísticas.
En abril de 1928 nuevamente enferma de gravedad, pero se recupera a los pocos meses.
Todavía le acompañaba Henriette. Empieza a interesarse con más ahínco por las cuestiones
político-sociales. Ese mismo año realiza su primer viaje a Rusia. Retorna a París y funda la
célula parisina del Partido Socialista que había fundado su amigo José Carlos Mariátegui en
Perú (después denominado Partido Comunista Peruano).
En 1929 empieza a convivir con Georgette (quien acababa de heredar el apartamento y
bienes de su fallecida madre) y junto con ella realiza un segundo viaje a Rusia. Se detiene
en Colonia, Varsovia, Praga, Viena, Budapest, Moscú, Leningrado y varias ciudades
italianas, antes de retornar a París. Empieza a colaborar para el diario El Comercio, como
corresponsal oficial, y continúa haciéndolo con las revistas Variedades y Mundial. Esta
labor periodística será forzosamente suspendida en 1930 a raíz de la crisis mundial, cuando
dichas revistas desaparecieron, al igual que el suplemento dominical de El Comercio, donde
se publicaban sus artículos.
En esta primera parte de su estancia parisina, que va de 1923 a 1929, se sitúa la
composición de algunos cuantos poemas (después llamados Poemas en prosa), un libro o
recopilación de ensayos: Contra el secreto profesional y un proyecto de novela incaica:
Hacia el reino de los Sciris, todos los cuales serían publicados póstumamente, a excepción
de algunos ensayos y relatos sueltos. La razón de esta parquedad de creaciones literarias se
debía a que se hallaba más absorbido en producir artículos y crónicas para diarios y revistas
pane lucrando.
En 1930 viaja a Madrid a raíz de la publicación de su poemario Trilce, que señaló el
descubrimiento de su poesía en España, donde fue sometida a la crítica. Retorna a París
pero al poco tiempo es expulsado, acusado de hacer propaganda comunista. Junto con
Georgette vuelve a Madrid donde pasa dificultades económicas. Allí es testigo de la caída
de la monarquía borbónica y la proclamación de la Segunda República Española (1931); se
relaciona también con grandes literatos españoles como Miguel de Unamuno, Federico
García Lorca, Rafael Alberti, Gerardo Diego y José Bergamín. Publica también su novela
proletaria El tungsteno, y su libro de crónicas y ensayos Rusia en 1931, que se convirtió en
un superventas: tres ediciones en solo cuatro meses. Le niegan, en cambio, la publicación
de su cuento Paco Yunque, por ser “muy triste”.
En octubre de 1931 realiza un tercer y último viaje a Rusia para participar en el Congreso
Internacional de Escritores Solidarios con el Régimen Soviético. Retorna a Madrid y
continúa con pasión su tarea literaria, pero los editores españoles se niegan a publicar sus
obras de teatro Lock-out y Moscú contra Moscú (conocida después como Entre las dos
orillas corre el río), así como su libro de crónicas Rusia ante el segundo plan quinquenal (continuación de Rusia en 1931), y su recopilación de ensayos El arte y la revolución. La
razón principal: por ser obras de carácter marcadamente marxista y revolucionario. Por esta
época empieza también a escribir (hasta 1937) una serie de poemas que póstumamente
serían publicados con el título de Poemas humanos.
En 1932 decide regresar a París, al ser levantada la anterior restricción de ingreso. Ese año
Georgette es hospitalizada por un mal causado por los continuos abortos provocados (según
testimonio de Juan Larrea, amigo y biógrafo de Vallejo); pero se recupera. En 1933 Vallejo
escribe un extenso artículo, publicado por entregas en el Germinal de París, titulado ¿Qué
pasa en el Perú?. Por ese tiempo deambula por pensiones y hoteles parisinos en medio de
una gran angustia económica.
En 1934 se casa por lo civil con Georgette. Por entonces termina de escribir otra de sus
obras teatrales: Colacho Hermanos o presidentes de América, sátira contra los gobiernos
latinoamericanos sumisos al imperialismo yanqui, pero que ningún editor se animó a
publicar. También le rechazan otro libro de ensayos que quiso dar a la prensa: Contra el
secreto profesional. Entre 1935 y 1936 escribe varios cuentos: El niño del carrizo, Viaje
alrededor del porvenir, Los dos soras y El vencedor, bocetos narrativos que serían
publicados años después de su muerte.
En 1936, al estallar la Guerra Civil Española, colabora con mucho fervor en la fundación
del Comité Iberoamericano para la Defensa de la República Española y de su vocero, el
boletín Nueva España. Le acompaña en esa labor Pablo Neruda. En diciembre de dicho año
viaja por unos días a España, pasando por Barcelona y Madrid, preocupado por el
desarrollo de los acontecimientos. En julio de 1937 vuelve por última vez a España para
asistir al Congreso Internacional de Escritores Antifascistas. Visita Barcelona, Valencia,
Jaén y el frente en Madrid. De vuelta a París, es elegido secretario de la sección peruana de
la Asociación Internacional de Escritores. Entre septiembre y noviembre de 1937 escribe
sus últimas composiciones líricas de Poemas humanos y España, aparta de mí este cáliz;
así como el drama de tema incaico La piedra cansada.
Muerte en París
A inicios de 1938 trabaja como profesor de Lengua y Literatura en París, pero en marzo
sufre de agotamiento físico. El 24 de marzo es internado por una enfermedad desconocida
(después se supo que fue la reactivación de un antiguo paludismo que sufrió de niño) y
entra en crisis el 7 y el 8 de abril. Fallece el 15 de abril de 1938, un viernes santo con
llovizna en París, pero no un jueves, como se cree que vaticinó en su poema "Piedra negra
sobre una piedra blanca". Se le realiza un embalsamamiento. Su elogio fúnebre estuvo a
cargo del escritor francés Louis Aragon. El 19 de abril sus restos son trasladados a la
Mansión de la Cultura y más tarde al cementerio de Montrouge. El 3 de abril de 1970, su
viuda, Georgette, cumple uno de los sueños más caros del poeta y traslada los restos al
cementerio de Montparnasse, escribiendo en su epitafio:
He nevado tanto para que duermas.
Obra
Vallejo abarcó prácticamente todos los géneros literarios: poesía, narrativa (novelas y
cuentos), teatro y ensayo. Se debe también mencionar su copiosa labor periodística
(crónicas y artículos).
Poesía
Es comúnmente aceptado que es en la lírica donde Vallejo alcanza su verdadera expresión y
sus más altas cotas. Consta de tres etapas: modernista, vanguardista y revolucionaria.
Etapa modernista
Comprende el libro de poemas Los heraldos negros (Lima, 1919). Constituye el comienzo
de la búsqueda del poeta por una diferenciación expresiva, la cual se irá consolidando a lo
largo de toda su obra. Para Vallejo era necesario fundar un lenguaje poético diferente a lo
tradicional.
Según Mariátegui «en estos versos principia la poesía peruana, en el sentido indigenista».
Efectivamente, el poeta nos habla de lo nativo. Allí están las profundas vivencias de los
sucesos cotidianos, la vida familiar y aldeana, el paisaje tierno y eglógico, pero expresados
todavía con el gusto modernista y las formas métricas y estróficas de la poesía clásica.
También encontramos temas más elevados como la protesta contra el destino del hombre, la
muerte, el dolor, la conciencia de orfandad, el absurdo, todos ellos tratados por el poeta con
un acento muy personal.
En efecto, el poeta despliega en el poemario características que lo convierten en un libro
único: la exhibición impúdica de sentimientos, la muestra descarnada del sufrimiento, la
radical desnudez de la palabra.
El primer poema de la serie da título al libro y se refiere a los momentos en que la muerte, o
el simple paso del tiempo, nos dan una señal angustiosa, cual sacudida. «...son las
crepitaciones de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.» Esta imagen, en
realidad tan fundada como innovadora, fue objeto de burla de Miguel de Unamuno, ya que
el anquilosamiento retórico en que se hallaba la poesía y la literatura española por aquellos
tiempos, aún no podía permitir entender que se pudiera extraer lo profundo de lo cotidiano,
incluso de lo doméstico.
Etapa vanguardista
Comprende el poemario Trilce (Lima, 1922), uno de los mayores libros de poesía de la
vanguardia posbélica a nivel mundial. El poemario nace en un contexto muy especial para
el poeta. Su perplejidad ante el mundo se había acrecentado: la muerte de su madre, sus
fracasos amorosos, la experiencia de no ser aceptado totalmente en Lima y su estadía en
una lóbrega cárcel de Trujillo, son los principales acontecimientos que marcaron el
profundo sentimiento de exclusión del poeta. Estas experiencias forjaron en él ese
sentimiento de ser humano preso de la existencia o de la sociedad y fueron el origen del
desgarramiento del poeta, del dolor infinito que encierra cada poema, y de su densidad y
hermetismo.
El nombre del poemario es un neologismo inventado por Vallejo, cuyo significado hasta
ahora es incierto. De acuerdo a la versión más extendida, derivaría de “tres”, pues el
cambio del nombre del libro (originalmente Vallejo le puso el título de Cráneos de bronce)
fue cotizado por el impresor en tres libras (treinta soles oro).
Al momento de aparecer cayó en el mayor vacío, pues la gente todavía estaba
acostumbrada a los versos románticos y modernistas. El mismo Vallejo lo explica en carta
dirigida a Antenor Orrego, y defiende a la vez su posición:
"El libro ha nacido en el mayor vacío. Soy responsable de él. Asumo toda la
responsabilidad de su estética. Hoy más que nunca quizá, siento gravitar sobre mí, una
hasta ahora desconocida obligación sacratísima, de hombre y de artista. ¡La de ser Libre! Si
no he de ser libre hoy, no lo seré jamás. Siento que gana el arco de mi frente su más
imperativa fuerza de heroicidad. Me doy en la forma más libre que puedo y ésta es mi
mejor cosecha artística”. (...) ¡Dios sabe cuánto he sufrido para que el ritmo no traspasara
esa libertad y cayera en libertinaje! ¡Dios sabe hasta qué bordes espeluznantes me he
asomado, colmado de miedo, temeroso de que todo se vaya a morir a fondo para que mi
pobre ánima viva!"4
Fue calificado como “disparate”. Críticos como Luis Alberto Sánchez se preguntaron
extrañados por qué Vallejo había escrito un poemario de esas características. Trilce
significó la creación de un lenguaje muy personal, lo que ya en sí implicaba una hazaña
descomunal. Fue una ruptura con la tendencia del pasado literario y con respecto a las
normas expresivas tradicionales. El libro refleja la poética personal de Vallejo, tal como él
mismo lo explica: “La gramática, como norma colectiva en poesía, carece de razón de ser.
Cada poeta forja su gramática personal e intransferible, su sintaxis, su ortografía, su
analogía, su prosodia, su semántica. Le basta no salir de los fueros básicos del idioma. El
poeta puede hasta cambiar, en cierto modo, la estructura literal y fonética de una misma
palabra según los casos.” (El arte y la revolución).
Trilce es un libro revolucionario porque pulverizó las normas estéticas y retóricas:
Usa vulgarismos, cultismos, regionalismos, tecnicismos, neologismos, arcaísmos. Transita por todos los niveles del lenguaje. Tiene altos grados de agramaticalidad. Violenta la representación gráfica de las palabras. Usa paradojas, prosopopeyas, animismo, hipérboles numéricas, sinestesias,
onomatopeyas, pleonasmos y antítesis.
Etapa revolucionaria
Los poemarios de esta etapa son de publicación póstuma, labor que realizó la viuda del
poeta, englobando los textos bajo el título común de Poemas humanos (París, julio de
1939). Aunque hay que señalar que el poemario España, aparta de mí este cáliz, ya había
sido ordenado por el mismo Vallejo en forma de libro individual y fue publicado meses
antes, en enero de 1939, en España.
El título de Poemas humanos fue impuesto a sugerencia de Georgette Vallejo, quien afirmó
haber leído en una libreta de apuntes de Vallejo que éste tenía planificado un libro de
"poemas humanos", aunque sin mayor especificación. La ambigüedad de esta afirmación ha
llevado a diversos críticos y editores a considerar arbitraria dicha imposición.
Posteriormente, Georgette Vallejo dividió los llamados Poemas humanos en dos bloques
titulados Poemas en prosa (19 poemas) y Poemas humanos propiamente dichos (76). Así
aparecieron en la Obra poética completa, Francisco Moncloa Editores S.A., 1968. Según
Georgette, los primeros fueron escritos entre 1923 y 1929, y los segundos entre 1931 y
1937. Otros editores no han estado de acuerdo con esta división y han preferido mantener
en un solo cuerpo todos los poemas póstumos de Vallejo, a excepción de España, aparta de
mí este cáliz.
Aunque estos poemas tratan algunos temas recurrentes del autor, muestran claras
diferencias respecto a su obra poética anterior. Lo primero que se nota, en el plano formal,
es su retorno a los ritmos conocidos, al menos en buena parte de los poemas, así como el
abandono de la experimentación del lenguaje, que había sido la nota predominante en
Trilce. En esta nueva fase de su poética su lenguaje es pues más accesible para el lector
común. El poeta buscaba precisamente acercarse más al pueblo.
Se considera que uno de los factores que más influyó en este cambio de rumbo de su poesía
fue su adhesión al marxismo, pensamiento que coincidía con algunas de las preocupaciones
que lo habían acompañado a lo largo de su vida.
Si bien la nota reiterativa en estos poemas sigue siendo la insatisfacción del poeta ante la
vida y el pertinaz dolor de vivir; sin embargo, esta vez trae consigo una nota de esperanza.
Ella radicaría en su fe en la unidad de todos los hombres. En Poemas humanos el poeta se
abandona con seriedad o patetismo exacerbado al dolor humano y nos obliga a pensar en
las angustias y esperanzas de todos aquellos que con el estómago vacío no tienen ni
siquiera una piedra en que sentarse. La obra está llena de paralelismos y oposiciones. Usa el
lenguaje de la conversación cotidiana, por eso parece que el yo poético conversa con un
amigo o un obrero. Hay fuertes exclamaciones en la estructura lingüística, quiere
dramatizar su poesía. Presenta un humanismo esencial, literatura social y revolucionaria.
España, aparta de mí este cáliz, escrito en 1937 y publicado en 1939, compendia los versos
más intensos y hondos que escritor alguno haya llevado a cabo sobre la guerra civil en ese
país. La visión de la España combatiente había conmovido a Vallejo, por lo que su poética
estuvo al servicio de la causa. Consta de 15 poesías y se considera el testamento poético de
Vallejo.
En los versos que dan nombre al poemario, se manifiesta una prueba premonitoria de su
amor por España y su miedo por la derrota de la que consideraba la causa justa.
Narrativa
En la narrativa de Vallejo también se aprecia su progresión ideológica.
Escalas melografiadas (Lima, 1923) es un libro que agrupa doce relatos, divididos en dos secciones: seis estampas lírico-narrativas (Cuneiformes) y seis relatos o cuentos psicopatológicos (Coro de vientos). Algunos de ellos son de un sorprendente vanguardismo, poco cultivado entonces.
Fabla salvaje (Lima, 1923) es una novela corta de carácter psicológico que aborda la locura de un campesino de los Andes. Cercano al género fantástico.
Hacia el reino de los Sciris (terminado en 1928, se publicó póstumamente) es una nouvelle histórica de tema incaico, todavía ligado al modernismo.
Hacia 1930, influenciado por el marxismo, empezó a escribir relatos más imbuidos de la
problemática social y circunscritos en el llamado realismo socialista.
El Tungsteno (Madrid, 1931) es una novela desigual sobre un conflicto en una mina de los Andes. Es una novela "proletaria" que ataca no solamente a los "gringos", sino también a los "arribistas" que imitan a los extranjeros y explotan a los pobres, los indios, y los "conscriptos" del ejército. Publicada en España, fue muy popular en la década de 1930, la de la depresión económica mundial.
"Paco Yunque" (escrito en 1931), un tierno cuento infantil de denuncia social que fue rechazado por muchos editores. Finalmente fue publicado en 1951. Ahora en el Perú, "Paco Yunque" es lectura obligatoria durante la enseñanza primaria.
Se debe mencionar también otros relatos escritos entre 1935 y 1936, pero que dejó
inconclusos:
"El niño del carrizo" "Viaje alrededor del porvenir" "Los dos soras" "El vencedor"
Su obra narrativa completa fue publicada en 1967, bajo el título de César Vallejo. Novelas
y cuentos completos (Lima, Francisco Moncloa Editores, edición supervisada por Georgette
Vallejo).
Teatro
De Vallejo se conservan cuatro piezas teatrales, ninguna de las cuales fue estrenada o
publicada durante su vida, aunque también se conservan los fragmentos de un drama suyo,
Mampar, pero en su versión en francés y bajo el título de Les taupes (escrita entre 1929 y
1930), del que también se hacen referencias en una carta crítica del productor Louis Jouvet.
Dicho drama trata del conflicto de un esposo con su suegra y se supone que el autor
destruyó el original.
Las cuatro piezas teatrales que se conservan íntegramente y que fueron publicadas
póstumamente (Teatro completo, Lima, Fondo Editorial PUCP, 1979, editado y prologado
por Enrique Ballón Aguirre) son las siguientes:
Lock-out (1930), drama escrito en francés; el propio Vallejo hizo una traducción al castellano que no se conserva. Trata de un conflicto obrero en una fábrica metalúrgica.
Entre las dos orillas corre el río (años 1930), drama que fue el producto de un largo y difícil proceso. Entre los títulos de versiones anteriores se encuentran Varona Polianova, Moscú contra Moscú, El juego del amor, del odio y de la muerte y varias permutaciones de este último.
Colacho Hermanos o presidentes de América (1934). Una sátira que expone la democracia peruana como farsa burguesa bajo presiones diplomáticas y de empresas transnacionales.
La piedra cansada (1937), drama de tono poético ambientada en la época incaica e influida por las tragedias griegas.
Ensayo
Vallejo publicó un libro de crónicas titulado Rusia en 1931. Reflexiones al pie del Kremlin
(Madrid, 1931) y preparó para las prensas otro similar titulado Rusia ante el segundo plan
quinquenal (terminado en 1932 pero que fue publicado tiempo después, en 1965).
Además, organizó dos libros de prosa ensayística y de reflexión: Contra el secreto
profesional (escrito, según Georgette, entre 1923 y 1929), y El arte y la revolución (escrito
entre 1929 y 1931), que reúnen diversos artículos, algunos de los cuales fueron publicados
en revistas y periódicos en vida del autor. Ninguna editorial en España quiso publicar estos
libros por su carácter marxista y revolucionario. Serían publicados en 1973 (Lima, Editorial
Mosca Azul).
Compilaciones de la obra de Vallejo
Novelas y cuentos completos. Lima, Francisco Moncloa Editores, 1967, (edición supervisada por Georgette Vallejo).
Teatro completo, Lima, Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica del Perú, 1979. Editado y prologado por Enrique Ballón Aguirre y Georgette Vallejo.
Desde Europa - Crónicas y artículos (1923–1938), recopilación, prólogo, notas y documentación por Jorge Puccinelli, Lima, Ediciones Fuente de la Cultura Peruana, 1987.
César Vallejo. Obras completas. Prólogo de Ricardo González Vigil. Lima, Editora Perú S.A., julio de 1992 (edición popular en fascículos distribuida gratuitamente por el diario La Tercera de Lima).
Obras Completas
La última edición de Obras completas de César Vallejo es la de la Pontificia Universidad
Católica del Perú (1997-2003) en catorce volúmenes:
Poesía completa. Presentación de Salomón Lerner Febres. Edición, prólogo y notas de Ricardo Silva-Santisteban. Lima, PUCP, 1997. 4 tomos. Bibliografía de Miguel Ángel Rodríguez Rea.
Autógrafos olvidados. Estudio preliminar de Juan Fló y notas de Stephen M. Hart. Lima, Tamesis/ PUCP, 2003. Contiene la edición facsimilar de 52 manuscritos ológrafos.
Narrativa completa. Presentación de Salomón Lerner Febres. Edición de Ricardo Silva-Santisteban y Cecilia Moreano. Lima, PUCP, 1999.
Teatro completo. Presentación de Salomón Lerner Febres. Edición de Ricardo Silva-Santisteban y Cecilia Moreano. Lima, PUCP, 1999. 3 tomos
Artículos y crónicas completos (Desde Lima - Desde Europa, 1918-1938). Presentación de Salomón Lerner Febres. Edición y prólogo de Jorge Puccinelli. Lima, PUCP, 2002. 2 tomos.
Ensayos y reportajes. Edición y prólogo de Manuel Miguel de Priego. Lima, PUCP, 2002. Correspondencia. Edición y prólogo de Jesús Cabel. Lima, PUCP. 2002. Contiene 281 cartas
de César Vallejo. Traducciones. Edición y prólogo de Rosario Valdivia Paz-Soldán. Lima, PUCP, 2003.
Vicente Huidobro
Vicente García-Huidobro Fernández (n. Santiago, Chile; 10 de enero de 1893 - f. Cartagena, Chile; 2 de enero de 1948), más conocido como Vicente Huidobro, fue un poeta. Iniciador y exponente del movimiento estético denominado creacionismo, es considerado uno de los más grandes poetas chilenos, junto con Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Nicanor Parra y Pablo de Rokha.
Biografía
Hijo de Vicente García Huidobro y de María Luisa Fernández, nace en Santiago en el seno
de una familia adinerada, relacionada con la política y la banca. Su madre era una activa
feminista y anfitriona de numerosas veladas literarias. Su padre era el heredero del
marquesado de Casa Real. Tras pasar sus primeros años en Europa, entró en 1907 al
Colegio San Ignacio en Santiago, perteneciente a la Compañía de Jesús. Cursó estudios de
literatura en la Universidad de Chile y publicó Ecos del alma en Santiago (1911), de
tendencia modernista. Al año siguiente se casó con Manuela Portales Bello. Funda y dirige
la revista Musa Joven, donde apareció parte de su libro posterior Canciones en la noche y
su primer caligrama, Triángulo armónico.
En 1913 dirige con Carlos Díaz Loyola (nombre real para Pablo de Rokha) los tres números
de la revista Azul y publica los libros de poemas La gruta del silencio y Canciones en la
noche.
En 1914 dicta la conferencia Non Serviam, que refleja su credo estético. En Pasando y
pasando expone sus dudas religiosas y sus críticas contra los jesuitas, lo que le vale
reproches por su familia. Publica también ese año Las pagodas ocultas (1916), libro de
"salmos, poemas en prosa y ensayos", que firma por primera vez con el nombre Vicente
Huidobro.
En 1916 viajó a Buenos Aires junto a Teresa Wilms Montt a quien había rescatado de un
convento y pronunció canción de la vida y el futuro de Chile y del mundo entero, donde
esbozó su teoría creacionista. Ese mismo año embarca rumbo a Europa con su mujer e
hijos; de paso por Madrid conoce a Rafael Cansinos Assens, con quien había mantenido
una relación epistolar desde 1914. Se instala en París de la Primera Guerra y publica Adán
(1916), obra que cierra el período inicial de su formación. En Argentina habría editado El
espejo de agua (1916), obra breve compuesta por nueve poemas con que Huidobro, aunque
todavía incipientemente, inicia su nueva forma estética.
En 1917 colabora en la revista Nord-Sud dirigida por Pierre Reverdy junto a Guillaume
Apollinaire, Tristan Tzara, Jean Cocteau, André Breton, Louis Aragón, Max Jacob y otros,
hasta que una disputa con su director lo aleja de este medio. Se relaciona con las
vanguardias parisinas de la época: Amedeo Modigliani, Pablo Picasso, Juan Gris, Jacques
Lipchitz, Francis Picabia, Joan Miró, Max Ernst, Paul Éluard y Blaise Cendrars, además de
los anteriormente nombrados. Publica Horizon Carré (1917) que incluye poemas que
habían aparecido en El espejo de agua, traducidos al francés con la ayuda de Juan Gris y
presentados con una composición tipográfica más avanzada.
En otoño de 1918 Huidobro viaja a Madrid, iniciando una serie de viajes anuales a esa
ciudad. Allí toma contacto con Robert y Sonia Delaunay, refugiados en España, y reanuda
su amistad con Rafael Cansinos Assens. En el café Pombo se relaciona con Guillermo de
Torre, Isaac del Vando-Villar, Mauricio Bacarisse y Ramón Gómez de la Serna, entre otros,
y divulga las vanguardias parisinas y su mismo movimiento creacionista, que dará paso
además al movimiento ultraico o Ultraísmo. Se cartea con Tristan Tzara y colabora en su
revista Dada. En Madrid publica simultáneamente cuatro libros en 1918, Hallali y Tour
Eiffel en francés; Poemas Árticos y Ecuatorial en español y reeditaría El Espejo de Agua.
En 1919, en otro de sus viajes a Madrid, llevaba consigo, según Rafael Cansinos Assens, el
borrador de un «Voyage en parachute» primer esbozo de lo que seria posteriormente
Altazor. Hace cursos diversos sobre ciencias en diversas universidades y se interesa además
por conocimientos esotéricos: astrología, alquimia, cábala antigua y ocultismo en general.
En 1920 sigue escribiendo en París y colabora junto a Amédée Ozenfant y Le Corbusier en
L' Esprit Nóuveau, revista dirigida por Paul Dermée, además en La Bataille Littéraire, La
Vie des Lettres, Le Coeur á Barbe y Actino; y, escribe también para las revistas ultraístas
españolas: Grecia, la Revista Cervantes, Tableros y Ultra. En El Liberal de Madrid, Enrique
Gómez Carrillo publica una entrevista a Pierre Reverdy, quien se atribuye la paternidad del
creacionismo y acusa a Huidobro de antedatar la edición de El espejo de agua. Grecia
solidariza con Huidobro y éste viaja a Madrid, entre agosto y septiembre, a refutar a
Enrique Gómez Carrillo.
Creacionismo y Altazor
En 1921 aparece en Madrid el primer número de Creación Revista Internacional de Arte,
fundada y dirigida por Huidobro, que incluye producciones de una escultura de Jacques
Lipchitz y pinturas de Georges Braque, Pablo Picasso, Juan Gris y Albert Gleizes. El
segundo número aparece en París, en noviembre, bajo el título Création Revue d'Art. En
diciembre dicta su famosa conferencia sobre «La Poesía», que le servirá como prólogo a la
edición española de Temblor de Cielo. Publica Saisons Choisies, (1921) antología
preparada por su autor.
En 1922 expone en el Branche Studio de París su teoría sobre la creación pura y da
conferencias sobre el mismo tema en Berlín y Estocolmo. Publica en la revista polaca
Nowa Sztuka. Le clausuran su exposición de poemas pintados, presentada en el Teatro
Edouard VII de París, por ser demasiado rupturista y se trunca el proyecto de publicación
de los mismos bajo el título de Salle XIV. Colabora con Sonia Delaunay en la creación de
«Robes-poèmes». Mantiene amistad con los músicos Edgar Varèse, Erik Satie y Georges
Auric. Organiza con otras personas el baile de disfraces «Salle Bullier», en julio, en una
etapa de intensa actividad social.
En 1923 Guillermo de Torre, en un artículo de la revista Alfar de septiembre, polemiza con
Huidobro al acusarlo de haber copiado el creacionismo al uruguayo Julio Herrera y Reissig.
Escribe el guion cinematográfico de Cagliostro, movido por el proyecto de montaje del
director rumano Mime Misu. Publica Finis Britannia, crítica contra el imperialismo
británico y en 1924 es supuestamente secuestrado por este motivo, generando un gran
interés en la prensa europea. Ingresa a la Gran Logia Masónica de Francia. Conoce ese año
a Miguel de Unamuno, quien se halla exiliado en París, y aparece el número 3 de Création,
donde publica su «Manifeste peut-être». En la revista participan Tristan Tzara, René
Crevel, Juan Larrea y Erik Satie. En ella se incluye el suplemento «Al fin se descubre mi
maestro», que responde a las acusaciones de Guillermo de Torre.
Colabora en otras revistas francesas y en 1925 continúa la polémica con Guillermo de Torre
al publicar éste Literaturas europeas de Vanguardia, donde no se le deja muy bien parado.
En pleno surgimiento del Surrealismo, pronuncia la conferencia «L'inconscient et
I'inspiration artistique». Regresa a su país natal en abril y entra en política fundando en
agosto Acción. Diario de Purificación Nacional, pero es golpeado frente a su casa al
denunciar actividades fraudulentas de altas personalidades político-adminístrativas y el 21
de noviembre es clausurado su periódico. Huidobro continúa su actividad política fundando
otro periódico, La Reforma. Es proclamado candidato simbólico a la Presidencia de la
República por las juventudes progresistas. Sufre un segundo atentado al explotar una
bomba frente a su casa. Colabora en las revistas Andamios, Panorama y Ariel y publica
Automne Régulier y Tout à coup (ambos en 1925), con poemas que se oponen a las
tendencias surrealistas. También Manifestes (1925), en donde recoge una serie de ensayos y
proclamas que expresan su posición estética.
En 1926 publica en la revista Panorama de abril, a los 33 años, un poema que sería un
fragmento del Canto IV de Altazor.
En 1927 viaja a Nueva York y conoce a través de Varèse a Charles Chaplin, Douglas
Fairbanks y Gloria Swanson. Planea llevar al cine su novela Cagliostro. Escribe el «Canto
to Lindbergh» poema de tono épico que exalta la hazaña del aviador.
Instalado en Europa dirige junto a Tristan Tzara la sección literaria «Feuille Volante» de
Cahiers d'Art. Comienza a escribir su novela Mío Cid Campeador y descubre que es
heredero del marquesado de Casa Real, título nobiliario que su madre, en los años
siguientes, deseó tramitar, sin hacerlo finalmente.1 En 1929 continúa el trabajo de Altazor y
comienza el de Temblor de Cielo. Aproximadamente en esta época, hay un pequeño
escándalo al casarse por segunda vez con Ximena, según el rito mahometano, para lo cual
Huidobro debe hacer votos dentro de esta fe religiosa. Publica Mío Cid Campeador (1929),
con ilustraciones de Santiago Ontañón.
En 1930 escribe en los Alpes italianos la «novela de anticipación», La Próxima, mientras
pasa una temporada con su amigo Roberto Suárez Barros. Publica en la Revue Européenne
su poema «Chanson de I'oeuf et de l'infini», recogido luego en español, en Ver y Palpar,
(1941). Publica un fragmento de Altazor, en francés, en la revista Transition de junio.
En 1931 vuelve a Madrid para gestionar la publicación de Altazor y Temblor de Cielo.
Asiste al recital de Poeta en Nueva York de Federico García Lorca. Se genera una breve
disputa epistolar con Luis Buñuel por motivos políticos. Estando con Hans Arp de
vacaciones en Arcachón, escriben ambos los textos de Trois Nouvelles Exemplaires. Inicia
amistad con el pintor uruguayo Joaquín Torres-García. Publica Portrait of a Paladín,
versión en inglés del Mío Cid Campeador, Temblor de Cielo y Altazor o el viaje en
paracaídas.
Regreso a Chile
En 1932 regresa a Chile presionado por la crisis económica mundial y publica Gilles de
Raíz.
En 1933 vive una intensa actividad política en pro del Partido Comunista de Chile. En la
revista Europa de Barcelona publica el artículo «Manifiesto a la juventud de
Hispanoamérica» donde propone la creación de una república conformada por Bolivia,
Chile, Paraguay y Uruguay. Auspició el Grupo Decembrista de pintores neocubistas entre
quienes se encuentra su amigo Carlos Sotomayor. ²
En 1934 escribe crítica cinematográfica en la prensa santiaguina. Nace su quinto hijo
Vladimir, nombre dado en honor a Lenin. Publica, en un año de intensa actividad editorial:
Cagliostro, (Santiago, Zig-Zag), novela-film; La Próxima. Historia que pasó en un tiempo
más (Santiago, Walton); Papá o el diario de Alicia Mir (Santiago, Walton), novela escrita
en forma de diario íntimo; y En la Luna (Santiago, Ercilla), teatro. Funda con Omar
Cáceres y Eduardo Anguita la revista Vital/Ombligo.
En 1935 se desata la polémica entre Huidobro y Pablo Neruda al aparecer el primero en
forma más relevante en la Antología de Poesía Chilena Nueva de Eduardo Anguita y
Volodia Teitelboim. Publica Tres Novelas Ejemplares (1935). Debido a la brevedad de
éstas debe agregar dos textos más de los escritos con Hans Arp, por sugerencia de su editor.
En 1936, junto a Pablo Picasso, Hans Arp, Vasily Kandinsky, Robert y Sonia Delaunay,
entre otros, firma el «Manifiesto Dimensionista». Escribe artículos políticos antifascistas
para el diario La Opinión y se adhiere al Frente Popular y escribe profusamente sobre la
política contingente. Funda la revista Total y organiza a los escritores chilenos en
solidaridad con el pueblo español en guerra civil. Publica su poema «Está sangrando
España». Viaja a este país donde participa activamente en la guerra.
En 1937 se acentúa la polémica con Neruda al encontrarse ambos en España apoyando la
causa republicana. La Association Internationale des Escrivains pour la Défense de la
Culture (A.I.D.C.) interviene desde París, en mayo, enviándoles una carta a ambos donde
les insta a deponer su actitud. Firman, entre otros, Tristan Tzara, Alejo Carpentier, César
Vallejo y Juan Larrea. Estadía en Valencia, participando en el Congreso de Intelectuales
Antifascistas. De regreso a Chile, publica el poema en prosa «Fuera de aquí» contra
militares fascistas italianos que visitan el país, lo que provoca una agresión en su contra.
Publica el poema «Gloria y Sangre» en Madre España: Homenaje de los poetas chilenos,
Santiago.
En 1938 nace Mandrágora, movimiento surrealista chileno que se gesta en reuniones en
casa de Huidobro. Muere María Luisa Fernández, su madre. Publica en julio, el segundo y
último número de Total.
En 1939 publica Sátiro o el Poder de las Palabras. En 1940 publica en El Mercurio y La
Nación sus tres «Cartas al Tío Sam». Al año siguiente, publica «Ver y Palpar» y «El
Ciudadano del Olvido»(1940), con recopilaciones de poemas inéditos y publicados en
revistas nacionales y extranjeras.
Últimos años
En 1942 aparecen en Santiago de Chile segundas ediciones de Temblor de Cielo,
Cagliostro y Mio Cid Campeador.
En 1944 funda Actual, última revista creada por Huidobro, cuyo único número aparece en
septiembre. Rumbo a Europa, en noviembre, se detiene en Montevideo donde dicta la
conferencia «Introducción a la poesía». Llega a París como corresponsal y en 1945
transmite desde París sus crónicas para La Voz de América. Recibe carta de su mujer
Ximena, anunciándole la separación definitiva. Entra con las tropas aliadas en Berlín. Es
dado de baja y regresa a Santiago con su tercera mujer, Raquel Señoret. Se publica la
Antología de Vicente Huidobro, recopilada por Eduardo Anguita.
En 1946 se instala en Cartagena, balneario costero de la región central del país. Reedición
de Trois Nouvelles Exemplaires, que contiene sólo los textos escritos con Hans Arp.
En 1947 sufre en Cartagena un derrame cerebral que se atribuye a una consecuencia de sus
heridas de guerra. El 2 de enero de 1948 muere en su casa de Cartagena y es enterrado, de
acuerdo a sus deseos, en una colina frente al mar. Su hija mayor, Manuela, y Eduardo
Anguita escriben el epitafio: «Aquí yace el poeta Vicente Huidobro / Abrid la tumba / Al
fondo de esta tumba se ve el mar». Manuela publica una recopilación de textos inéditos y
publicaciones dispersas en revistas, editándose Últimos Poemas (1948).
Estos fueron sus últimas obras: Últimos poemas, Santiago de Chile, Ahués Hermanos,
1948.
Obras
Huidobro escribió más de una treintena de obras, entre libros de poesía y de narrativa
poética, de los cuales poco más de una decena fueron publicadas póstumamente. La lista de
sus obras es la siguiente:2
Ecos del alma, Santiago de Chile, Imprenta Chile, 1911. La gruta del silencio, Santiago de Chile, Imprenta Universitaria, 1913. Canciones en la noche, Santiago de Chile, Imprenta Chile, 1913. Pasando y pasando, Santiago de Chile, Imprenta Chile, 1914. Las pagodas ocultas, Santiago de Chile, Imprenta Universitaria, 1914. Adán, Santiago de Chile, Imprenta Universitaria, 1916. El espejo de agua, Buenos Aires, Orión, 1916. Horizon Carré, París, Paul Birault, 1917. Poemas árticos, Madrid, Pueyo, 1918. Ecuatorial, Madrid, Pueyo, 1918. Tour Eiffel, Madrid, s. e., 1918. (escrito en francés) Hallali, Madrid, Ediciones Jesús López, 1918. Saisons Choisies, París, La Cible, 1921. Finis Britannia, París, Fiat Lux, 1923. Automne Régulier, París, Librairie de France, 1925. Tout à Coup, París, Au Sans Pareil, 1925. Automme régulier, París, Librairie de France, 1925. Manifestes, París, Revue Mondiale, 1925. Vientos contrarios, Santiago de Chile, Nascimento, 1926. Mío Cid Campeador, Madrid, Compañía Iberoamericana de Publicaciones, 1929. Temblor de cielo, Madrid, Plutarco, 1931. Altazor o el viaje en paracaídas, Madrid, Compañía Iberoamericana de Publicaciones,
1931. Tremblement de Ciel, París, l'As de Coeur, 1932. Gilles de Raiz, París, Totem, 1932. La próxima, Santiago de Chile, Walton, 1934. Papá o el diario de Alicia Mir, Santiago de Chile, Walton, 1934. Cagliostro, Santiago de Chile, Zig-Zag, 1934. En la luna, Santiago de Chile, Ercilla, 1934. Tres novelas ejemplares, Santiago de Chile, Zig-Zag, 1935 (con Hans Arp). Sátiro o el poder de las palabras, Santiago de Chile, Zig-Zag, 1939. Ver y palpar, Santiago de Chile, Ercilla, 1941. El ciudadano del olvido, Santiago de Chile, Ercilla, 1941. Últimos poemas, Santiago de Chile, Ahués Hermanos, 1948. Obras completas, 2 vols., Santiago de Chile, Zig-Zag, 1964 (recopilación de Braulio Arenas). Obras completas, 2 vols., Santiago de Chile, Andrés Bello, 1976 (recopilación ampliada de
Hugo Montes).