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Institut français d’études andines Mitos políticos en las sociedades andinas | Germán Carrera Damas, Carole Leal Curiel, Georges Lomné, et al. El 19 de Abril de 1810: La “mascarada de

Carole Leal Curiel

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Este artículo se titula El 19 de Abril de1810: La “mascarada de Fernando” comofecha fundacional de la independencia de Venezuela de Carole Leal Curiel

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Institutfrançaisd’étudesandinesMitos políticos en las sociedades andinas | Germán Carrera Damas, Carole Leal Curiel, Georges Lomné, etal.

El 19 de Abril de1810: La“mascarada de

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Fernando” comofecha fundacionalde laindependencia deVenezuelaCarole Leal Curielp. 65­91

Texte intégral

Yo siempre lo dije, el 4 de febrero es una fechacomparable con el 19 de Abril, fecha de campanazos, deanuncios, de amanecer (...)1.

El 4 de febrero del año 2002, el presidente de laRepública de Venezuela, Hugo Chávez Frías, en el actode conmemorar los nueve años del intento de golpe delistado fracasado que tuvo lugar en esa fecha en 1992,afirmó lo que paso a citar:

La pretendida e infeliz analogía de uno y otro aniversarioexhibe no sólo una nueva variación de los usos políticos,cuando no abuso, del pasado político, sino que a travésde esa analogía se expresa la idea de la fecha fundacionalde la república, esto es, la interpretación sedimentadadel 19 de Abril como el hito que marca la independenciade Venezuela.El 5 de mayo de 1960, el doctor Cristóbal L. Mendoza,para entonces presidente del Comité Ejecutivo Nacionaldel Sesquicentenario de la Independencia de Venezuela ydirector de la Academia Nacional de la Historia,

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Así, el 19 de Abril quedó encerrado para las primerasgeneraciones de la República dentro de la vieja ficciónjurídica de la reversión transitoria del poder al pueblopor el impedimento temporal de su legítimo dueño (...).Los autores de esa etapa original de nuestrahistoriografía pintan a los protagonistas del suceso comolos andantes caballeros de la Monarquía multisecular,como los líricos adalides de la tradición, dispuestos aechar sobre sus hombros la carga de las funcionespúblicas por salvar las venerandas instituciones

pronunciaba un largo discurso a nombre de esacorporación y por acuerdo expreso de la misma, en lasesión solemne celebrada con motivo de conmemorar los150 años del 19 de Abril de 1810. El doctor Mendozarecordaba que va la Academia había llegado al “unánimeconcepto de que la revolución verificada en Caracas el 19de Abril de 1810, constituye el movimiento inicial,definitivo y trascendental de la emancipación enVenezuela”. Refería Mendoza el Acuerdo de la ANHemitido en el año de 1909 en los meses previos a lospreparativos para celebrar el centenario de lasefemérides patrias. Y agregaba que nuestros primeroshistoriadores (Baralt, Montenegro y Colón, Yánez, JuanVicente González), cuyos espíritus se emocionaron antela “épica del 5 de julio”, no pudieron interpretaradecuadamente lo ocurrido durante el 19 de Abril —quepara ellos “fue como el amanecer de la nueva existencia—porque “pesaba todavía en las mentes de ellos laseducción de la doctrina de los juristas v teólogos de laMonarquía invocada por los revolucionarios del año 10como razón aparente para poner las riendas delgobierno en manos de los Cabildos mientras durase elcautiverio del Rey”2. De allí que nuestros primeroshistoriadores, según Mendoza, al considerar que elmovimiento de Caracas hubiera asumido en suscomienzos aspectos tradicionalistas, es decir,monárquicos, privaban al 19 de Abril de su carácterseparatista:

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hispánicas de las garras de Napoleón y quienes, alestablecer un régimen fundado en la emergenciade la hora, estaban lejos de pensar en el vuelodel 5 de julio, comienzo de la Epopeya y punto departida de los esfuerzos heroicos...3

...de la revelación de la conciencia nacional, el de lacristalización definitiva del sentimiento de Patria, el deltriunfo de la ideología revolucionaria5.

El doctor Mendoza enmendaba así la plana en esediscurso de 1960 a las primeras interpretaciones sobre el19 de Abril de nuestros primeros historiadores. Esacorrección vino a tener su corolario en autores como elpadre Pedro Pablo Barnola, quien en el EstudioPreliminar de una obra que se recopiló bajo el más quesignificativo título de Textos Oficiales de la PrimeraRepública4, revisa ese mismo año la tesis tradicionalistade la lectura monárquica en el juntismo de abril.Con la colección de textos del sesquicentenario del 19 deAbril, publicada en la década de los sesenta del siglo XX,se entronizaría la visión que da título y razón a estapresentación, esto es, el argumento de la “mascarada deFernando” o la disipación definitiva y oficial de laconciencia monárquica —para emplear una expresión deCarrera Damas— que subyace y. coexiste junto con ellealtismo estratégico tras los acontecimientos del 19 deAbril de 1810. Se asentaría definitivamente la idea de queel 19 de Abril fue el día

Con el sesquicentenario se solidificó la interpretación del19 de Abril como fecha iniciativa de la independencia —interpretación que se había iniciado en el último terciodel siglo XIX—, sacando el 19 de Abril de la “penumbra”en la que lo había sumido el 5 de Julio. Y con ello seasentó la idea de que el establecimiento de la juntaConservadora de los Derechos de Fernando VIIconstituyó bien un “pretexto”, “disfraz”, “hecho ficticio” oun artilugio de orden jurídico con el fin de salvar el “hiloconstitucional”; que la “excusa” de la Junta invocadora

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del monarca sirvió para ocultar las verdaderasintenciones, revolucionarias y emancipadoras, de losprimeros patriotas6.El propósito que aquí me planteo es doble, por una parte,evaluar tres momentos del proceso de construcciónhistonográfica del 19 de Abril de 1810 como fecha­mitofundacional de la república y, por la otra, examinar lasuerte corrida por la simbolización de esa fecha a lo largodel siglo XIX a partir del momento cuando se lainstituyera como fiesta nacional. En lo que sigueanalizaré en la primera parte, que he titulado “Deglorioso día a día iniciativo”, el registro de la jornada deAbril a través de los historiadores de lo que CarreraDamas llama el período de la historia patria. En esaparte repaso someramente la visión sobre losacontecimientos del 19 de Abril de 1810 de los primeroshistoriadores que fueron sujeto de la crítica y correcciónen 1960 por parte de Cristóbal L. Mendoza en sudiscurso con motivo del sesquicentenario del 19 de Abril.Asimismo extiendo el registro hacia los catecismos ymanuales de enseñanza de historia con el fin de señalarlos sutiles cambios que se introducen en la presentacióndescriptiva de esos acontecimientos.En la segunda parte, que titulo “De la mascarada deFernando al artilugio jurídico”, analizo los tresmomentos claves de revisión y re­elaboración delsignificado del 19 de Abril, a saber: el Certamen Literarioy Científico que tuvo lugar en 1877, el Acuerdo de la ANHaprobado en 1909 oficializando ese día como día inicialde la independencia de Venezuela, el cual sirve depreámbulo a la celebración del centenario del 19 de Abrilen 1910 en Caracas; y el momento de la recoleccióndocumental y monumental con ocasión delSesquicentenario en 1960. En esta sección examino lavisión de los historiadores que se inscriben en lo queCarrera Damas divide como las fases de la historianacional y la historia de la sociedad venezolana. Y en esta

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DE GLORIOSO DÍA A DÍA INICIATIVO

parte, busco analizar cómo se instaló la convicción,primero del “pretexto” o “disfraz”, luego del “hechoficticio” y más tarde la del “hilo constitucionay” parajustificar que el glorioso día de la regeneración fue sinduda la expresión inequívoca de un sector del pueblo,clarividente, buscando desde sus inicios la anheladalibertad. Esto es, cómo la argumentación que de manerageneral he llamado de “la mascarada”, se inscribe en unaconcepción finalista de la emancipación que limpió detoda mácula fernandina, o sea, española o monárquica,la acción juntista realizada el 19 de Abril.En la tercera parte, que he titulado “De fiesta y encalendario: solemnización del 19 de Abril”, recorro lafiesta republicana del rito ceremonial anualconmemorativo de la idea de la nación, buscandomostrar la suerte corrida por la representación simbólicade esa fecha.

Al analizar la narrativa que del 19 de Abril de 1810ofrecen las primeras historias de Venezuela, y tengo enmente la de Feliciano Montenegro y Colón (GeografíaGeneral para uso de la juventud en Venezuela, 1833;Tomo Cuarto: Historia de Venézuela, 1837), la de RafaelMaría Baralt (Resumen de la Historia de Venezuela,1841), la de Francisco Javier Yánez (Compendio de laHistoria de Venezuela desde su descubrimiento hastaque se declaró estado independiente, 1840), y la de JuanVicente González (su entrega por partes de la Biografíade José Félix Ribas, 1865), es importante observar dosaspectos: uno, la presentación de los hechos y ensegundo lugar, la interpretación que ellos ofrecen de lossucesos ocurridos durante ese día.Con respecto a los hechos, en el registro de la escena pordemás conocida y posteriormente pintada por JuanLovera, concuerdan Baralt y Yánez en una enjundiosadescripción de la misma, narrada en atención a una

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1. En analizar al 19 de Abril como una de las

secuencia de lugares que a los venezolanos le es hartofamiliar: el día coincide con los oficios religiosos delJueves Santo, lo que en sí mismo le confiere un ciertocarácter sacro; que se obliga al Presidente, Gobernador yCapitán General Emparan a regresar a Cabildo y en casitodas las narraciones el responsable de su regreso recaeen Francisco Sallas (quien lo detuvo, en la versión Yánez;o le tomó por el brazo en la versión de Baralt); que, dadala emergencia en la Península, el Cabildo Secular deCaracas le exigió a Emparan establecer una junta comoen las provincias de España; que la revolución casiaborta por culpa de Juan Germán Roscio y del Dr. FélixSosa, ambos recién autonombrados diputados por elclero; y finalmente concuerdan en la descripción de lafamosa escena del balcón en la que intervienenEmparan, interpelando al pueblo, y el canónigo JoséCortés Madariaga, conduciendo a ese mismo pueblo —categoría más que ambigua en esos y posteriores textos—a ratificar la solicitud de su deposición. Esta escena delbalcón ha quedado consagrada para el imaginariopolítico venezolano como el momento de la expulsión delas autoridades españolas en tierras americanas.De los dos autores citados quiero llamar la atenciónsobre el hecho de que en la descripción que ofrecenYánez y Baralt de los acontecimientos de Abril, lanarrativa destaca por la ausencia de calificativos conrespecto al proceder de los involucrados. No se habla dedenodados patriotas, o del arrojado y audaz Salias.Baralt, si acaso, se permite escribir en un tono máselevado sobre el “genio atrevido y emprendedor” deMadariaga.En lo que concierne a la interpretación de lo sucedido,los primeros historiadores, guardando algunassignificativas diferencias, parecen coincidir, en grueso, almenos en los siguientes aspectos:

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repercusiones de la crisis peninsular que se habíainiciado en 1808. La deposición de la autoridad deEmparan y demás funcionarios reales (Intendente,oidores de la Audiencia, etc.) se inscribe en el marcode esa crisis.

2. Que entre las acciones que precipitan el estallido deese día están tanto lo que en la época se llamó laconducta “despótica” de Emparan que condujo a surelevo, la escasez de noticias y el estado deincertidumbre con respecto a la península, así comola ocupación de Andalucía7.

3. Que en la acción lograda el 19 de Abril convergieronal menos tres grupos con intereses disímiles entresí: los más numerosos, según Montenegro y Colón,afectos a la suerte del Rey y de la causa de Españaque consideraban la necesidad de precaverse contralos partidarios de Francia; aquellos que, temiendoque España sucumbiera ante Napoleón,consideraban la necesidad de instalar un gobiernoprovisional; y por último, los que consideraban queera hora de gobernarse con absoluta independencia.

4. En señalar que la independencia absoluta, declaradaun año y tres meses después de los sucesos de abril,fue el resultado de varios factores, entre ellos: elefecto de los asesinatos en Quito cometidos por RuizCastilla8, la declaración de rebeldes emitida por laRegencia y el decreto del bloqueo del año diez, loserrores e impolítica de la península y las accionesemprendidas desde Puerto Rico por el ComisionadoCortavarría, “el títere de la Regencia” en el decir dela Sociedad Patriótica de Caracas.

¿Qué es entonces lo que se revisa de los primeroshistoriadores? Se examina que la interpretación —la cuales matizada y corregida bajo el término tradicionalista—admita dentro de sus posibilidades interpretativas lassutilezas de las distintas y posibles intenciones de los

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diversos actores que concurrieron en la acción juntistade Abril; que admita también, aunque sea a la luz de lacrítica que destila la portentosa e irónica pluma de JuanVicente González, que la junta de abril se asentó sobre labase del derecho monárquico; que admita, además, quela independencia absoluta no era una idea tan clara enlos inicios, y, especialmente, que la revolución no era unproyecto popular, que el pueblo no estaba inicialmente afavor de la independencia absoluta. La interpretación delos primeros historiadores pone de relieve que el 19 deAbril es una fecha sospechosamente fernandina.Si extendemos el examen hacia los textos catequéticos decompendios, manuales y catecismos de historia para laenseñanza de las escuelas y de los jóvenes, esa visióninicial sobre el 19 de Abril se conserva. Sin embargo, enlos textos catequéticos que corren a partir de la segundamitad del siglo XIX opera un sutil cambio en el registrodel anecdotario de la jornada de Abril con unainequívoca tendencia hacia la calificación de los héroes.Así, el hombre Francisco Salias del cual hablan a secas ysin adjetivación alguna Yánez y Baralt, se transforma en“un hombre valeroso y resuelto” en el Compendio de laHistoria de Venezuela de Alejandro Peoli (1853); o en “elpatriota Francisco Salias” como lo registra el Manual deFelipe Tejera (1875); o en “el intrépido patriota FranciscoSalias” según el Catecismo de Historia de AntoniaEsteller (1885); o bien en “la audacia decisiva de Salias”tal y como lo retrata un artículo dedicado a la fecha, quefue publicado en ha Opinión Nacional en 18779.El “genio atrevido y emprendedor” que describe Baraltsobre el canónigo chileno Madariaga pasa a serdeclinado en la Historia de Venezuela para niños deSocorro González Guinán (1883) como el “notablehombre” “que a fuerza de patriotismo, de valor y deelocuencia encarriló de nuevo la revolución...”; o biencomo “el hombre destinado por la providencia paraconsumar el grande hecho de la revolución” según el

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DE LA MASCARADA DE FERNANDO ALARTILUGIO JURÍDICO

EN EL, DÍA DE SAN SIMÓN

registro que ofrece el Catecismo de Historia de AntoniaEsteller. Y la “torpeza y ceguedad” de Roscio que refiereoriginalmente Baralt; o los “diputados del pueblo” queno pudieron “expresar con exactitud su voluntad”, deacuerdo a la reseña de Yánez, se transforman en estaforma de literatura de la certeza, en los “incautosmiembros que con su ceguedad inaudita” estuvieron apunto de hacer perecer la revolución y hubieron de serreprendidos “con viveza y fuerza” por Madariaga deacuerdo al relato de Antonia Esteller.No obstante, ha de señalarse que el nódulo inicial delanecdotario patrio se conserva y en esta versión de lahistoria fundada sobre la adjetivación y las certezas de lafe patriótica, el 19 de Abril siguió siendo una fechasospechosamente fernandina.

La construcción del 19 de Abril como fecha­mitofundacional se inicia oficialmente en el último tercio delsiglo XIX a partir de un concurso que llevó el nombre deCertamen Nacional Científico y Literario, celebrado en1877 bajo los auspicios del recién estrenado gobierno deFrancisco Linares Alcántara.

El 28 de octubre de 1877, día de fiestas cívicas parafestejar el día de San Simón, el periódico La OpiniónNacional anunciaba el nombre de los ganadores delCertamen Científico y Literario que se había convocadopara ese año. El “juego floral” se dirimió el 26 de octubre,a las 7 de la noche. El certamen versó sobre la verdaderasignificación del 19 de Abril de 1810, la que fueformulada bajo una pregunta más que reveladora: “¿El19 de Abril de 1810 es o no el día inciativo de nuestraindependencia nacional?”10. A la convocatoria habían

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respondido, entre otros, Rafael Seijas, Arístides Rojas, S.Terrero Atíenza, cuyos trabajos fueron publicados en LaOpinión Nacional y la Tribuna Liberal.Con respecto al certamen de ese año llamo la atención nosólo sobre el hecho de que la interrogante que dio origenal concurso parece indicar las dudas suscitadas por elsignificado de la fecha, sino también sobre el contenidode los textos de los participantes del juego floral.Examinemos cada texto por separado:El escrito de Rafael Seijas ha de leerse en el contexto deresponder en tal ocasión a un artículo publicado porArístides Rojas en 1875 en ha Opinión Nacional, en elcual Rojas alegaba que el 19 de Abril era un día deobediencia, “un día de conjuración contra Emparan y nocontra España, obra de unos pocos y no del pueblo”. Allímismo había sostenido que Bolívar no descendía del 19de Abril sino del 5 de Julio y, precisaba Rojas, que el 5 deJulio no era el corolario del 19 de Abril.Tres fueron los argumentos esgrimidos por Seijas pararesponder al articulista quien, según él, “se habíadesviado de la corriente” emitiendo una “opiniónantigua cargada de errores atribuidos a diversasgeneraciones” y por tal razón no había comprendido elverdadero alcance del movimiento del 19 de Abril. Elprimer argumento de Seijas apunta a las causalidades,arguyendo que el influjo político provino del ejemplo dela revolución angloamericana. El segundo refiere losantecedentes del movimiento y alegó que desde 1808existía la intencionalidad separatista, va que desde esaépoca hubo de recurrir al pretexto de instalar una Junta,a semejanza de las de España, “no porque se interesaranen la restauración de Fernando” —dice Seijas— sino para“no alarmar a un pueblo esclavo de 300 años coninnovaciones”. Con esto introducía Seijas la tesis del“pretexto” que a su vez serviría para iniciar el primerdespojo de una posible lectura monárquica en lareputada jornada. Y así, Gual y España en 1797, Pirela en

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1799 y especialmente “la sagacidad americana”desplegada en 1808 buscaron adelantar la independenciaba|o la excusa de una junta análoga a las de España. Lointeresante de este segundo argumento es que exhibecómo la idea de la independencia absoluta ya presente,según el autor, en los americanos desde 1808, se malograpor culpa de la “ignorancia” y “esclavitud” de un puebloencadenado a las supersticiones; y el éxito de la empresade 1810 sólo pudo ser producto de la clarividencia de unarrojado grupo de patriotas. Resumamos su segundalínea argumental como la génesis que dará lugar al topode la salvación vanguardista. El tercer orden de razonesesgrimido por Seijas, invoca la presencia de Bolívarquien “bebió de Estados Unidos el amor a laindependencia” y “cuyo testimonio es una pruebaabrumadora, cuya opinión supera todas las opiniones, aquien sobre este particular nadie se atreverá acontradecir y confirma lo ya dicho”. Y así, apelando a lavoz de la Historia, esto es, a la voz de Bolívar, cita laproclama que el Libertador dirigiera al ejército el 19 deAbril de 1820, la cual cerraba diciendo: “¡Soldados. El 19de Abril nació Colombia: desde entonces contáis diezaños de vida!”11. Este tercer orden argumental nosintroduciría en lo que pudiéramos denominar como latendencia a “bolivarianizar” la fecha.El texto de Arístides Rojas, originalmente publicado enLa Opinión Nacional, hay que leerlo en el contexto deser un desmentido a sí mismo. Rojas desdice en esacontribución lo que había afirmado en 1875, en suartículo titulado “El cuadrilátero histórico”, aquel quehabía dado origen a la crítica de Rafael Seijas. Para elCertamen de 1877, Rojas asume que el 19 de Abril sí es eldía iniciativo de la independencia y se propone mostrardos puntos esenciales: uno, que la revolución anglo­americana no ejerció ningún influjo sobre la revolucióndel continente del sur. Por el contrario, fue Francia “laprimera fuente y origen de las ideas revolucionarias en la

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...tuvo la astucia necesaria para saludar la futurarepública ostentando la librea del Monarca. Aunque enel acta se reconocen los fueros de Fernando y sedisfraza con votos de obediencia y de amor, seniega la jurisdicción de la Junta de España sobre lospaíses americanos...12

Juzgamos, ahora años, el 19 de Abril como día españolporque lo conocíamos por la librea que ostentó y no porlas ideas que encarnaba. El estudio de nuevosdocumentos nos ha convencido de lo contrario. El 19 de

América del Sur”; influencia que se percibe, según esteconcursante, a través de sus primeros mártires, quienesfueron sus primeros síntomas. ¿De cuáles mártires ysíntomas habla Rojas?: de Gual y España en 1797,movimiento que describe como “el primer grito de larevolución de 1810”; de Miranda, también fracasado,pero con mejor fortuna que josé María España; y deBolívar a quien la educación europea “había operado ensus ideas un cambio” y quien “en presencia de unacivilización superior a aquella en la que había nacido,olvidó muy en breve el hábito de la obediencia ciega que,en las colonias americanas mantenía paralizados elcerebro y el corazón”. Así, en la versión de Rojas, elBolívar de 1807, imbuido de las nuevas doctrinas,alcanza al Bolívar de 1808 y al Bolívar atemporal que seadelantó un siglo a sus conciudadanos fustigando laemancipación venezolana. Será Bolívar el hombre,afirma Rojas, que forme el núcleo de hombres definidosque debía salvar del naufragio la revolución de Abril enlos momentos de su nacimiento. El segundo aire de suargumentación lo orienta hacia la idea de la “astuciarevolucionaria” desplegada por el grupo revolucionariodel Cabildo que,

Rojas, en medio de las diferencias interpretativas quedefine con Seijas, comparte ahora con él la operación dedeslastrar el eventual carácter fernandino del juntismode Abril:

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Abril es, no sólo uno de iniciativa, sino también untriunfo de la más hábil diplomacia...13

1. “Bolivananizando” la fecha, lo que se inscribe en elproceso histórico de institucionalizar el culto oficiala Bolívar, “el culto para el pueblo” como bien lo hamostrado Carrera Damas en su obra El Culto aBolívar. Así Bolívar es hijo y padre del 19 de Abril; osalvador de la revolución o bien su inspiradorideológico.

2. En el proceso de despojar la fecha de cualquier

Por su parte, el ensayo de S. Terrero Atienza, que seinicia reclamando la eliminación del 19 de Abril en lasorlas del escudo de armas de la República14, apela a lahistoria cual “Tribunal de la Verdad” y con ella buscaprobar el carácter inequívocamente iniciativo de la fechade Abril. En el mejor estilo de la literatura catequética,formula preguntas que el mismo autor varespondiéndose con el fin de desmentir a la mayoría delos historiadores que “exhibe al pueblo de Caracas comoun grupo de estúpidos amotinados que no teníanconciencia de sus derechos”. En tal sentido, su escrito esun intento por rescatar la participación “popular”durante la jornada de Abril. Para probarlo recurre a lafigura de Francisco Sallas, “que es un hombre delpueblo”, quien fue “el primero que en la Américaespañola inviste la túnica de ciudadano”. Es justamenteel pueblo, el elemento popular simbolizado en Salias loque conferirá, a juicio de Terrero Atienza, el carácterrevolucionario al movimiento de Abril así como lapresencia “del genio de Bolívar, quien trajo a Miranda”.El Certamen Científico y Literario de 1877 marcó un hito.Buscó romper con la interpretación que Cristóbal L.Mendoza llamó “tradicionalista” y en ese sentido hay queleerlo como el primer intento por elaborar el mito de lafecha fundacional bajo las siguientes operacionesideológicas:

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influencia de la crisis peninsular, y con ello limpiarel carácter fernandino de la misma, iniciándose asíla acción de entroncar la revolución de Abril con lasrevoluciones del siglo: sea la anglo­americana comolo señala Seijas o bien la francesa como arguyeRojas.

3. Con ello, además, se reafirmaba y ratificaba laintencionalidad revolucionaria de los primerospróceres y se originaba la re­lectura de losantecedentes como las primera semillas queinexorablemente germinarían el 19 de Abril. Seinicia así la construcción del finalismo emancipador.Téngase presente además, tal y como observaFrancois­Xavier Guerra, que las interpretacionessobre las revoluciones de independencia —en susentido de tránsito hacia la modernidad ydesintegración de la monarquía hispánica— que seforjaron en el siglo XIX, justo en el período del“liberalismo combatiente” a favor del modelopolítico ideal, el Estado­Nación fundado sobre lasoberanía del pueblo y dotado de un régimenrepresentativo, hizo que estas interpretaciones secaracterizaran por dos rasgos: “El primero consistíaen presentar el proceso revolucionarlo como laconsecuencia casi natural de fenómenos de 'largaduración'; el segundo en considerar que la época y lamanera en que se produjeron no podían serdistintas de lo que fueron. Partiendo del hecho deque al final del proceso aparecieron nuevos estadosy que éstos fundaron su existencia legal sobre lasoberanía de los pueblos o de la nación, se supusoque ese punto de llegada era el punto de partida”. Esdecir, que la aspiración a la 'emancipación nacional'era un punto de partida15.

4. Por último, con el Certamen se incorporó elargumento de que el establecimiento de la JuntaConservadora de los Derechos de Fernando vii fue

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un pretexto, “librea” o disfraz, justificada yjustificable, a causa de la ignorancia del pueblo, elcual fue felizmente conducido por las élitesilustradas, “civilizadas” y “con conciencia” hacia sulibertad. ¿Deberíamos acaso leer en esta primeraelaboración mítica los gérmenes del vanguardismosalvador?

UN ACUERDO PARA EL CENTENARIO

...la Academia Nacional de la Historia reconoce con losIlustres proceres fundadores de la Patria, con elGeneralísimo Miranda, precursor de la Independencia ycon el mismo Libertador Simón Bolívar, que larevolución verificada en Caracas el 19 de Abril de 1810constituye el movimiento inicial, definitivo ytrascendental de la emancipación en Venezuela16.

Treinta y dos años después de haberse realizado aqueljuego floral, y a casi un año de iniciarse los festejos paraconmemorar el centenario del 19 de Abril, lasignificación de la fecha iniciativa se resolvió másoficiosamente bajo el manto protector de la AcademiaNacional de la Historia, institución que emitiría sudictamen. El acuerdo de la Academia Nacional de laHistoria se aprobó por unanimidad en su sesión del 30de abril de 1909. Resolvía la Academia un punto quehabía sido elevado para su consideración, a saber, ¿cuáldebe reputarse el día inicial de la Independencia deVenezuela?, pregunta que en su momento parecía seguirseñalando que las dudas aún persistían.El “Acuerdo” de esa corporación rarificó el 19 de Abrilcomo día fundacional al señalar “...que el reconocimientoinmediato de los derechos de Fernando vii por elAyuntamiento constituyen un hecho ficticio”, acotandoque

¿De cuáles pruebas se valió la Academia en esaoportunidad para hacer tal admisión? De sus catorceconsideraciones podemos extraer cuatro tipos de

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razonamientos:Uno, el argumento de autoridad que se expresa bien seaa través de la voz fundamental del padre de la patria y suya citada proclama del 19 de Abril de 1820; bien pormedio de la del precursor Generalísimo quien en 1810anuncia que “el 19 de Abril es la época más célebre en lahistoria de la Provincia de Venezuela”; o bien a través dela afirmación de Roscio y su muy citada intervención enel Congreso de 1811 en la cual alegaba que elreconocimiento de los derechos de Fernando VII se hizo“por la necesidad de no alarmar a los pueblos”. Cada unode ellos es empleado como elemento probatorio, en tantoque son emisiones cargadas de la autoridad de los padresfundadores de la república, a pesar de que las distintasemisiones son tomadas de diferentes momentos ycontextos. Con el argumento de autoridad se funden, enuna sola significación y atribuyéndoles una coherenciade la que carecen, diferentes usos y sentidos discusivosde actores diversos.La segunda línea argumental de la institución apela a laliteralidad del texto, esto es, al documento del que sesupone que habla por sí mismo. Y así se recurre al“Manifiesto del Congreso Constituyente de 1811” paraseñalar la ficción del reconocimiento de los derechos deFernando, la expulsión de los tiranos y el desplome delcoloso del despotismo; o se invoca el “Manifiesto de lajunta Suprema del 8 de diciembre de 1810” para probarque la intención juntista de abril era romper las cadenaso bien se recurre al texto de la “Declaración de laIndependencia” para refrescar que esa fecharecuperamos nuestros derechos. No quisiera cerrar estepunto sin dejar de llamar la atención sobre el hecho deque ese “Acuerdo” parte del supuesto de que los textoscitados hablan por sí mismos y no desde el sido de unainterpretación y en este caso específico desde lainterpretación que produce esa corporación académicaen el momento histórico de estar a las puertas de la

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celebración del centenario del 19 de Abril. Nótese,además, que en “la declaración de la Academia todos losalegatos para justificar esa fecha como día inicial noestán referidos a los documentos de los días inmediatos ala constitución de la ]unta Conservadora de los Derechosde Fernando VII, sino a varios meses después, cuando yase había manifestado la abierta hostilidad del Consejo deRegencia contra las acciones caraqueñas”17.La tercera línea de razonamiento de la corporaciónesgrime al tribunal del pueblo como factor legitimadorde la conspiración: “El pueblo, por la voz de losconjurados, contestó: no queremos mando”. Y así elbravo pueblo expulsa y despoja del mando no sólo aEmparan sino a “la dominación de España enVenezuela”. Obsérvese que en este “Acuerdo”, adiferencia de algunos de los textos concursantes en elCertamen de 1877, el pueblo no es ya la ignorante,esclava e inconsciente masa a la que había que crearle unpretexto. Es la fuente de legitimación de los conjuradosque lo representan.El “Acuerdo” de la Academia Nacional de la Historia fuefirmado casi un año antes de iniciarse la conmemoracióndel centenario del 19 de Abril, cuyos actos han quedadoregistrados en una publicación que por decreto delgobernador del Distrito Federal (21­04­1910) lleva eltítulo El 19 de Abril en Caracas: 1810­1910. El programacentenario, cuyo preliminar señalaba que “los hombresdel 19 de Abril de 1810 fueron hombres movidos por lasecreta y fuerte aspiración de libertad”, contemplófestejos con salvas de artillerías, iluminacionesexcepcionales, exhibición del acta original del 19 deAbril, fuegos artificiales, Te Deum en la Santa IglesiaCatedral, exhibición de la bandera, banquetes populares,retretas en las plazas y la “monumentalización” de lafecha. Se inaugura e ínstala el nuevo Concejo Municipal,colocando en un sitio de honor el retrato del “eminentepatriota Francisco Salias”, se descubre una lápida en la

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Casa Amarilla, indicando que en ese edificio se reunió elAyuntamiento histórico del 19 de Abril, se coloca laprimera piedra por manos del presidente Juan VicenteGómez, “del monumento alegórico que, en recuerdo deesa fecha que se celebra, se erigirá en la avenida de ElParaíso, en el ángulo formado por dicha avenida y lacalle norte”, en lo que iría a ser el Parque 19 de Abril.Quiso el azar que ese mismo año centenario sedescubrieran, perdidas en un depósito, las mazas,emblema del antiguo Cabildo de Caracas; se ordenaentonces por decreto la recuperación de las reliquias quefueron mandadas a colocar en un sitio de honor en elsalón de sesiones del Concejo Municipal. También semanda a rescatar el archivo colonial del antiguo cabildo.Se coloca la primera piedra para la nueva sede de laBiblioteca Nacional. El aniversario dio pie en suconmemoración centenaria para la inauguraciónmonumental18.Y para esas efemérides se ordena la convocatoria de otrocertamen literario. A diferencia del de 1877, el delcentenario se convocó en torno al tema de la “Influenciadel 19 de Abril en la independencia suramericana”. Eltriunfo recavó en Laureano Vallenilla Lanz, quien recibióun diploma, 500 bolívares y la distinción de leer sutrabajo en la función de gala especialmente organizadapara la celebración de la fecha en el Teatro Municipal,función que también incluyó música y la representaciónde “cuadros vivos e históricos”, entre los que destacan:“El desconocimiento del capitán Emparan”, “LuisaCáceres de Arismendi en su prisión del Castillo de SantaRosa”, “El 5 de julio de 1811”, “Las Queseras del medio”,“La apoteosis del Libertador”19.El certamen incorporó, bajo diversas tesis, lainternacionalización de la fecha: Caracas no sólo debutaen la independencia el 19 de Abril de 1810, sino tambiéndebuta en el orden de las naciones. Es la primogénita delcontinente. El texto premiado de Vallenilla Lanz, evaluó

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EL. ARTILUGIO JURÍDICO EN EL

el doble registro de las ideas tradicionales de la naciónespañola y los principios disolventes del jacobinismofrancés, para probar que Caracas “fue la primera endestruir de hecho y de derecho a los representantes deEspaña en América y en declarar la autonomía de lascolonias... y fue ella también la primera en dar unadoctrina y en proclamar un derecho revolucionario,delineando las formas precisas del sistema de gobiernoque habría de implantarse en todos los puebloshispanoamericanos”20. Otros trabajos concursantes(Salvador Lima, E. Constantino Guerrero) resaltarán alos agentes de la naturaleza o al medio físico comofuentes probatorias de que Caracas estaba condenada aser la primera del continente en conquistar la libertad21.Con los festejos centenarios ya no se trataba de discutirsi el 19 de Abril marca o no el día que se inicia laindependencia. La sombra fernandina se ha disipado. Setrataba ahora de mostrar la primogenitura que iba asellar la internacionalización de la fecha. Y así, a lasprimeras elaboraciones míticas de día iniciativo, la juntacomo pretexto o disfraz, se suma la elaboración de lacondición de primogenitura, con lo que se viene areforzar la clarividencia revolucionaria junto con lanatural disposición de la nación hacia la libertad.Con el centenario se oficializaba, por medio de laAcademia Nacional de la Historia, la idea del 19 de Abrilcomo movimiento trascendental de la emancipación ycon ello se produjo la disipación de cualquier vestigio deconciencia monárquica que pudiera haber albergado elmovimiento de Abril. Y con el centenario, además, serecreó la representación de la nación historiada a travésde los monumentos (lápidas, esculturas, parques, mazas,archivos, biblioteca, cuadros) al tiempo que se proyectóla fecha­revolución como la fecha­madre de la revolucióndel continente.

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SESQUICENTENARIOCuarenta años más tarde, en 1960, año sesquicentenariodel 19 de Abril, un nuevo impulso habría de cobrar la re­elaboración mítica de la jornada patria. Es en el marcopreparatorio de esa celebración que se inscribe lapublicación del Instituto Panamericano de Geografía eHistoria en la cual se recogen en una sola unidad,diversos escritos que incluyen desde la Relación delCapitán Emparan ante el Rey, el Informe del intendenteBasadre sobre los acontecimientos de abril hasta algunosde los textos de los certámenes de 1877 y 1910.También se publica por primera vez en 150 años, unacompilación ordenada de los documentos o textosoficiales “de los actos ejecutivos y legislativos del períodoconocido en nuestra historia con el nombre de PrimeraRepública. Cronológicamente este período corre desde el19 de Abril de 1810 hasta el 30 de julio de 1812”22. Lacompilación de los textos, llamados oficiales, se preparócon motivo de la conmemoración de lossesquicentenanos del 19 de Abril y 5 de julio, ordenadapor la Junta de Gobierno de la República de Venezuelapor decreto N° 265 de 18 de junio de 1958. Asimismoforma parte de ese momento la publicación de la obra El19 de Abril en la historiografía venezolana.El sesquicentenario viene a representar en su variedadde colecciones documentales la tercera re­elaboración dela fecha­mito fundacional. En esta etapa, el debate seorienta hacia la purificación de los documentos a fin demostrar que ellos, a pesar de que exhiben reiteradasadhesiones de fidelidad hacia Fernando vii, hay queleerlos e interpretarlos —y aquí tomo prestado el fraseodel padre Barnola— como “verdadera expresión nacionalde un gobierno nuevo y legítimo que surge decircunstancias totalmente nuevas”. Con elsesquicentenano se institucionaliza la práctica de asentarla memoria nacional —la nación eterna— a través de laexpresión documental.

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Que aquellos juristas buscaron salvar lo que hoydiríamos el hilo constitucional. Y ante aquella conflictivasituación encontraron la fórmula justa y precisadeclarándose y constituyéndose, con el respaldopopular, y dadas las circunstancias apremiantes de laamenaza francesa, en Suprema Junta Conservadora delos Derechos de Fernando VII .23

La presentación de los documentos en ese momentobuscó explicar cómo los primeros próceres sí tenían enmente la independencia absoluta aunque invocaran alRey. El problema ya no se ubicaba en si el 19 de Abril fueo no día iniciativo o primogénito de América. Elproblema se centró en despejar los recelos de aquellosespíritus que aún dudaban sobre el verdadero significadode la fecha en virtud de la manifiesta adhesión al Reycautivo que exhibía la documentación que se publicabacomo textos oficiales para tal ocasión. Con este ánimoemprendió el padre Barnola la cirugía respectiva y así,después de refrescar la argumentación esgrimida en sumomento por la Academia Nacional de la Historia en suAcuerdo de 30 de abril de 1909, consolida unaexplicación, que él llama definitiva, la cual “aún cuandono mencionada expresamente en ningún documento,está latente en todos ellos en virtud de la legitimidadmisma constituida desde el 19 de Abril de 1810...”.Explicación, señala el autor, que más que de ordenhistórico es de orden jurídico. ¿Cómo justificar entoncesla manifiesta adhesión al Rey por parte de la JuntaSuprema de Venezuela? Escuchemos la voz del padreBarnola:

Así aquella vieja idea de una junta fernandina como elpretexto que escondía las verdaderas intencionesrevolucionarias que se había ido incoando en el certamenliterario de 1877, pasó ahora a ser re­elaborada bajo lafórmula del artilugio de orden jurídico y con ella “no sólose salvaba jurídicamente la continuidad de un gobiernolegítimo, con un cambio legítimo que las circunstancias

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DE FIESTA Y EN CALENDARIO:SOLEMNIZACIÓN DEL 19 DE ABRIL

Art. 1o.­ Los días 19 de Abril y 5 de Julio son grandesdías nacionales y formarán época en la República.

Art. 2o.­ Todos los Tribunales, Juzgados y Oficinas de laadministración del Estado guardarán estos dos grandesdías de Fiesta Nacional.

Art. 3o.­ El Poder Ejecutivo queda especialmente

justificaban plenamente sino que además libraba a laJunta Suprema de toda apariencia de intrusismo o deusurpación, cosa sin duda alguna de gran importanciapara no suscitar sospecha alguna ante un pueblo quehasta ese momento profesaba total veneración yobediencia a la persona del Rey”24. Y esta explicación deorden jurídico servía entonces, en atención al análisis delpadre Barnola, para entender por qué la Junta Supremase confirió el título de “Su Alteza” y por qué se mostrótan fiel a Fernando VII.Con la interpretación de los documentos publicados en elsesquicentenario, se venía a ratificar la intencionalidademancipadora de los “revolucionarios” del 19 de Abril,pero ahora la “sagacidad americana” o la “astuciarevolucionaria” esgrimida en los primeros tiempos,quedó reformulada bajo el argumento de la prudenciajurídica.

El 16 de abril de 1834 un decreto emitido por las cámarasde senadores y representantes del Congreso de laRepública de Venezuela veía luz en Caracas.Consideraron los congresistas que en vista de “que elrecuerdo nacional de las épocas gloriosas deemancipación y transformación política de Venezuela”,no había sido acordado en acto legislativo alguno y envirtud de que “todos los pueblos han consagrado lamemoria de los grandes días en que se elevaron al rangode nación”, estipularon resolver:

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encargado de hacer solemnizar los grandes díasnacionales de la manera más digna y propia,recordándole a los pueblos con la anticipación ysolemnidad necesarias25.

Art. 13°.­ Habrá perpetuamente una fiesta nacionalpor tres días en que se celebre el aniversario: 1. De laemancipación e independencia absoluta de los pueblosde Colombia. 2. De su unión en una sola República yrestablecimiento de la constitución. 3. De los grandestriunfos e inmortales victorias con que se hanconquistado y asegurado estos bienes.

Art. 14°.­ La fiesta nacional se celebrará todos losaños en los días 25, 26 y 27 de diciembre, consagrándosecada día al recuerdo especial de uno de estos tresgloriosos motivos y se premiarán en ella las virtudes, lasluces y los servicios hechos a la patria27.

Antes de la ley de 16 de abril, la idea de fiesta nacionalhabía sido consagrada para la celebración de otrosaniversarios de grata recordación para la repúblicagrande, Colombia. La idea como tal aparece por primeravez en la Ley Fundamental de la República de Colombia,la cual fue sancionada el 17 de diciembre de 1819. Elartículo 14 de la misma da cuenta de lo que se festejaría:“El aniversario de esta regeneración política se celebraráperpetuamente como una fiesta nacional”26. Laregeneración de marras atañe a la unión de Venezuela yNueva Granada en una sola república, la que se habríaproclamada con “fiestas y regocijos públicos” el 25 dediciembre de 1819, día que marcaría la pauta para suanual y perpetua celebración. Dos años más tarde, otraley —la Fundamental de la Unión de los pueblos deColombia de 1821— instituía nuevamente la perpetuidadde la fiesta nacional. Los artículos 13 y 14 de éstaseñalaban,

Entretanto y muchos años antes del establecimiento deesas leyes de Colombia y de la del Congreso de Venezuelade 16 de abril de 1834, el “glorioso día” del 19 de Abril sefestejó en la medida que las circunstancias políticas, la

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...todos y a cada uno libre y expedite el modo con quequiera desahogar decentemente las efusiones de placerque va a mandar en sus corazones, y el adorno exteriorde sus respectivas casas, tanto en los tapices ycolgaduras con que las procurarán mantener de díaquanto en la iluminación de parte de la noche28.

naturaleza y la guerra lo permitieron, con profusosregocijos públicos en los territorios de la antiguaCapitanía General de Venezuela. Desde muy tempranohay registro de esas festividades: la primera de ellas,cuando aún no se había declarado la independenciaabsoluta, tuvo lugar en 1811. Para el primer aniversariodel 19 de Abril, el Poder Ejecutivo publicó en la Gacetaun Bando convidando a:

Y en efecto, libre y decentemente expeditaron lasefusiones algunos habitantes de la provincia,especialmente los miembros de la Sociedad Patriótica deCaracas cuyas acciones, al intentar ahogar un retrato deFernando VII en el río Guaire, gritar vivas a la libertad yla independencia absoluta así como los gritos de “mueraFernando vii” proferidos por Francisco Espejo desde elbalcón de la casa, sede de ese club político, dieron muchode qué hablar en su momento. Las “efusiones”espontáneas y el “placer de esos corazones” de lacelebración caraqueña del primer aniversario del 19 deAbril hay que leerlos en el contexto de una deliberación,aún no iniciada como punto de sesión en el Congreso,pero ya presente en las tertulias de la Sociedad Patrióticay en casi todos los periódicos de ese año: ¿declarar o nola Independencia Absoluta? Menos exaltados aunqueprolijos en ricas imágenes simbólicas conmemoraríanesa primera fiesta aniversaria de “nuestra regeneraciónpolítica” los habitantes del pueblo de San Fernando deApure29.La del año doce se doblegó ante la fuerza de lanaturaleza; las secuelas dejadas sobre la arruinadaCaracas por el devastador terremoto del 26 de marzo

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...bonito y de muy buen gusto, con columnas del ordencorintio (...). En su cima se exhibían figuras alegóricasrepresentativas del valor, corazón y vigor de la libertad.En el friso que rodeaba la parte alta de las columnasestaba escrito: El 19 de Abril trajo Independencia,libertad, Igualdad, Tolerancia, justicia y diez o docevirtudes más que, supuestamente, son los ingredientesde una república pura. A su alrededor había unacolumna circular hecha de árboles y hojas de palma, quequerían ser los de la libertad y el todo estaba coronadoen vanas partes por la bandera tricolor del país32

impuso al Cabildo a atender los apuros de esa malahora30. La demostración del regocijo público del año 14“para celebrar el cumpleaños de nuestra regeneraciónpolítica” recurrió a la clásica disposición simbólicaproveniente de l'ancien régime: iluminación de losbalcones de la casa municipal, tapizándolos con loscolores “alusivos al pabellón de la república”31. Y según elregistro que llevara en su diario personal Roben K.Porter, los festivales cívicos de 1826 dan cuenta decuánto y cómo ha prendido el imaginario simbólicorepublicano para conmemorar el aniversario. La del año26 cayó un día miércoles. Entre el ruido de las pistolas yel tañido de campanas de iglesias se congregó a la gente,temprano en la mañana, en la plaza mayor. Misa ysermón político en la iglesia mayor; un templete en elcentro de la plaza que, en el decir de Porter, era:

Salvas, música militar, desfiles cívicos alrededor del“Templo de la Independencia”, la marcha de los “jóvenesrepublicanos”, blancos y negros, presididas por sumentor, Joseph Lancaster33, bandas de música, cantorese iluminación de los árboles de libertad y del templo dela Independencia y la más absoluta apatía por parte delos espectadores conforman el cuadro de la celebraciónde ese 19 de Abril que retratara el diario del paraentonces cónsul de Gran Bretaña en Caracas quienobservaba, no sin asombro, que ni los desfiles, ni lascanciones relativas al memorable día, ni los globos y

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cohetes, lograron arrancar un grito de la gente. La delaño siguiente, 1827, no fue digna del registro de su diarioexcepto por las salvas y por el hecho de que Bolívar fue ala iglesia. La de 1828, que cayó un día sábado, sesolemnizó con un Te deum, desfile de milicia, un feu dejoie y un discurso de Páez. La apatía seguía reinando34.Pero a partir de 1834, el 19 de Abril se hizo nacional y seinstitucionalizó en un rito cívico­político que seconservaría, con algunas variaciones que fueronimponiendo las mudanzas políticas a lo largo del sigloXIX. Pólvora y música serán algunas de las expresionesde ese rito patriótico. Iluminación de los balcones delsalón del senado, la casa de gobierno y las casas departiculares, cortinas y tapices y el infaltable pabellóntricolor formarán parte del ornato ritual. Funciónsolemne de Iglesia y Te deum con la concurrencia delpoder ejecutivo, autoridades, corporaciones —léaseuniversidades, seminarios, colegios particulares—,empleados públicos de la “lista civil” y demásciudadanos, y discursos para la ocasión vendrán a cargarde sentido a la instrucción del oficio por el que seintroducía la práctica lingüístico­administrativa de lalocución “solemnizar el 19 de Abril”, la cual supuso, entre1834 y 1849, unas formas de realización ceremonial quesiguieron la pauta del artículo tercero del decreto de1834. La acción de solemnizar esa fiesta nacionalsignificó entre otras cosas: primero, la activación de undispositivo administrativo que se iniciaba con la emisiónde un oficio y circular expedidos por la Secretaría deInterior y Justicia dirigidos a las respectivasdependencias políticas, comunicando la resolución de“solemnizar el 19 de Abril”; segundo, la activación de unproceso ceremonial “con las formalidades de costumbre”,esto es, las tres salvas de cañón de rigor prevista por eldecreto reglamentario, las salvas ordinarias y corrientesdurante el Te deum, la iluminación y adorno de todos losedificios nacionales o destinados al servicio público, la

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...El Escudo tendrá por timbre el emblema de laabundancia que Venezuela había adoptado por divisa yen la parte inferior una rama de laurel y una plumaatadas con tiras azules y encarnadas en que se leerán, enletras de oro, las inscnpciones siguientes: Libertad: 19de Abril de 1810, 5 de Julio de 181137.

...al general en Jefe en este día, reuniendo así elrecuerdo del 19 de Abril, origen de la nación, de sustriunfos y de su gloria, y el de ios días de la victoria quedieron firmeza y estabilidad a la Constitución y leyes dela Patria39.

concurrencia ceremonial del poder ejecutivoacompañado de una comitiva compuesta por lascorporaciones y empleados públicos, repiques decampanas en las iglesias y excitar a los ciudadanos alaseo de sus calles y el debido ornato e iluminación delexterior de sus casas “del modo en que sugiere elpatriotismo”35. Asimismo, la práctica de solemnizarimplicó la cuidadosa administración de la ejecución degastos para la fiesta36.Los dos grandes días coronados como fiesta nacionalfueron fijados poco después, en 1836, en el Escudo deArmas de la República que por decreto había establecidoel senado y la cámara de representantes de la Repúblicade Venezuela, en cuyo artículo primero se indicaba:

Y ese mismo año de 1836, la municipalidad de Caracasdecretó como parte de las solemnidades que el cuadrotitulado Tumulto del 19 de Abril de 1810, pintado porJuan Lovera en 1835, fuese conducido por las calles enpaseo ceremonial después de haber asistido a lasfunciones religiosas de rigor38.El rito cívico­político también sirvió de pretexto para eluso de otras acciones políticas. Por ejemplo, la fiestacívica de 1838 fue la coyuntura que aprovechó elCongreso para ofrecerle al Ciudadano Esclarecido, S.E.José Antonio Páez. una espada de oro mandada a haceren Londres, presentándosela:

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Durante esos mismos años, 1834­1848, la prácticadiscursiva del patriotismo de abril discurrió en torno a laidea del “gran día nacional”, la “aurora del 19”, “elglorioso día”, el “fausto aniversario”, “el sol”, “díaprecursor”, “primer eslabón de la gran cadena”,expresiones todas que tiñen los oficios y circulares asícomo los discursos oficiales y espontáneos proferidospara la ocasión anual. Desde el punto de vista discursivoimporta observar cómo a partir de 1840 en adelante lafecha se declina, muy rousseaunianamente, comoexpresión necesaria del “grito de la libertad eterna“vinculándose esa idea bien sea”al padre de la Patria, alsalvador del Nuevo Mundo, al gran capitán, al buenciudadano, al magnánimo Bolívar (...)”40, o bien a lasecreta independencia ya deseada por los habitantes deVenezuela influenciados por “las doctrinas filosóficas opor el ejemplo de Estados Unidos”41.A partir de 1849, los cambios políticos introduciríanligeras variaciones en el rito. La ley de 14 de marzo de1849 derogó y reformó la ley de 16 de abril de 1834incorporando, además del 19 de Abril y el 5 de Julio, dosnuevas fiestas al calendario nacional: una, el 24 de enerode 1848 día en el cual —señala la mentada ley—“...agotado el sufrimiento bajo una nueva y odiosa tiraníaque resultaba en abusos y pretensiones retrogradantes ydestructoras, supo el pueblo espontánea y valientementerecobrar su dignidad sosteniendo los fueros de lalibertad”42. Este nuevo aniversario nacional, al igual queotros posteriormente instaurados según las ocurrenciasde las mudanzas políticas y los mandatarios de turno,tuvo corta duración y su celebración fue suprimida en185843. La otra fiesta elevada al rango de nacionaldurante la presidencia de José Tadeo Monagascorrespondió al 28 de octubre, día en “que se hacelebrado siempre el nacimiento del ciudadano SimónBolívar...“44. El día de San Simón se festejaría hasta 1918,año cuando fue suprimida del calendario de las fiestas

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Art. 123: La presente constitución empezará a regirdesde el día de su publicación oficial en cada estado ydesde ese día en todos los actos públicos y documentosoficiales se citará la fecha de la federación a partir del 20de febrero de 1859 y la de la presente ley48.

nacionales para ser sustituida por el 24 de Julio, fechadel nacimiento del Libertador. No obstante la novedadde conmemoraciones adicionales, el período que inició laley de 1849 conservó las formas del rito cívico­políticoque hasta entonces se habían empleado para “solemnizarel 19 de Abril”45. Sin embargo, sí se observa —y esimportante subrayarlo— una mayor recurrencia en lapráctica discursiva en la cual se asocia el 19 de Abrilcomo sinónimo de “grito de la libertad”46.Ni siquiera la guerra federal (1859­1863) inhibió lapráctica ritual acostumbrada del “gran día nacional”47.Pero con el gobierno federal, aún cuando se conserva lacelebración anual del “recuerdo de aquel clásico día enque lanzó el pueblo su primer grito de libertad” conalocuciones, música militar, fuegos artificiales, globosaerostáticos, Te Deum, salvas de artillería y fusilería,iluminaciones y regocijos, otras transformaciones daráncuenta de la suerte corrida por la representaciónsimbólica de la fiesta patria. La Constitución de 1864suprimió toda referencia pública sobre el 19 de Abril,erigiendo un nuevo calendario de la libertad tanto en elescudo como en la documentación pública:

Y por disposición de 29 de julio de 1863 se modificó laleyenda del escudo de armas el cual llevaría en su parteinferior las insignias siguientes: “...en el centro Dios yFederación, a la izquierda: 5 de julio de 1811­Independencia y a la derecha, la fecha en que sepromulgue la Constitución”, lo que se hizo el 28 demarzo de 1864. Con esta ley y esa forma de citacióndesaparecería durante muchos años la mención del 19 deAbril de 1810 en la representación del calendariopolítico. La doble citación (Independencia­5 de Julio

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Art. 152: En todos los actos públicos y documentosoficiales de la Nación y de los Estados, se citará la fechade la Independencia, a partir del 19 de Abril de1810 y de la Federación a partir del 20 de febrero de185949.

de 1811/Libertad­28 de Marzo de 1864) permanecerávigente hasta 1905 cuando durante el gobierno deCipriano Castro se eliminó en la leyenda de las orlas lareferencia a la Lev de 1864 y se la sustituyó por la fechadel ejecútese del decreto de abolición de la esclavitud:Independencia­5 de julio de 1811/Libertad­24 demarzo de 1854. Y no será sino hasta la constitución de1909 cuando se recuperen como hitos políticos para elcalendarlo de los actos y documentos públicos tanto el 19de Abril como el de la Federación, tal y como fueconsagrado en sus artículos 152 y 154:

Años más tarde, en 1930, esa misma modificación seintroduciría en el escudo de armas, en el cual se restituyóla fecha del 19 de Abril como equivalente de laIndependencia y se restituyó la de la Federación (20 defebrero, 1859)50. Este último escudo de armas se haconservado con ligeras variaciones hasta el presente.Sin embargo, en cuanto a la ejecución del rito cívico­político del 19 de Abril, habría que señalar que conGuzmán Blanco51 se introdujo un cambio definitivo.Guzmán Blanco, al igual que lo hiciera antes José TadeoMonagas y más tarde Cipriano Castro y Juan VicenteGómez52, instituyó en el calendario de las fiestasnacionales la fecha de su triunfo político sobre Caracas,el 27 de Abril. En la práctica esto se tradujo en que enmás de una oportunidad, la celebración del 19 de Abril sesolapó tras los festejos del “glorioso aniversario de laregeneración de Venezuela” del 27 de Abril53; o bien secelebró para rendir culto al “Ilustre Americano” tal ycomo ocurriera en 1876, año cuando el ConcejoMunicipal del Distrito Federal cursó invitación paraconmemorar:

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...en el día de mañana el aniversario del glorioso 19 deAbril y en tal virtud espera que U. se sirva asistir a las2pm. al salón donde celebra sus sesiones, en el cualcolocará solemnemente el cuadro que contiene el acta dela inauguración de la estatua pedestre del IlustreAmericano erigida en el paseo Guzmán Blanco54.

CONCLUSIONES

Pero el cambio más significativo que se observa duranteeste período es la laicización de la fiesta. A partir de 1874en adelante, la organización del festejo cívico no sólopasa a ser de la competencia exclusiva del ConcejoMunicipal dejando de serlo del Poder Ejecutivo, sino queademás se suprimió el Te Deum acostumbrado,instituyéndose la apertura al público de una nuevaiglesia, una civil; se estableció abrir e iluminar el reciéninaugurado Panteón Nacional para festejar el día patrio.Y con ello no sólo se “bolivarianiza” la fecha,entroncándola con el ya iniciado culto oficial a Bolívar,sino también se “monumentaliza” la misma en el sentidode que su celebración se inserta en la tendencia estéticaguzmancista de subrayar la “gala permanente” marcandoel fin del arte efímero como muy acuciosamente señalaRoldán Esteva­Grillet55.Finalmente, ha de observarse en esta revisión sucinta dela transformación padecida por la representaciónsimbólica del 19 de Abril que su registro, tanto en elescudo de armas como en los documentos y actospúblicos, quedó paradójicamente suprimida justodurante el período —el último tercio del siglo XIX—cuando se había iniciado la primera elaboraciónhisfonográfica de ella como fecha­mito fundacional.

En este capítulo se ha querido evaluar, por una parte, laevolución de las dos fases en la interpretación sobre el 19de Abril de 1810. La primera de ellas concierne a laelaboración de los primeros historiadores que dio origena la crítica posterior por sustentar “opiniones antiguas” o

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mal entender el verdadero alcance de la fechaprimigenia. Esta muestra qué es lo que seráposteriormente sometido a la purificación: el eventualcarácter fernandino de la jornada de Abril. La segundafase analiza los tres momentos de la construcciónhistoriográfica de la fecha­mito fundacional: el primero,en el último tercio del siglo XIX, cuando se instala lacreencia del día iniciativo de un nuevo tiempo, operaciónque se realiza a través de la “bolivarianización” de lafecha y su entronque con las revoluciones del siglo y almismo tiempo se emprende la tarea de justificar lainvocación del nombre de Fernando vii durante lossucesos de Abril, lo que se explicará bajo la idea de la“sagacidad” o “astucia” revolucionaria. El segundomomento ocurre con el centenario, en 1910, año paracuando se la oficializa a través de la Academia como díainiciativo y se re­elabora la mitificación bajo la idea deprimogenitura continental. El tercer momento ocurrecon el sesquicentenario que transforma la operaciónideológica de maquillar la adhesión monárquica comouna expresión de prudencia jurídica. Por otra parte, seha buscado mostrar la celebración de la fecha a lo largodel siglo XIX, antes y después de ser instituida en fiestanacional, y cómo el triunfo de la idea de Independenciaen la representación simbólica de la misma no tendrálugar sino hasta principios del siglo XX y en el marco desu celebración centenaria.No quisiera finalizar sin hacer antes las siguientesobservaciones:1. El proceso de elaboración de la fecha­mito fundacionaldel 19 de Abril supuso esencialmente un proceso depurificación de la misma. Purificación de las primerasinterpretaciones de los primeros historiadores que fuedejando de lado el hecho de que el movimiento de Abrilinstituyó efectivamente un gobierno de emergencia, deconservación, es decir, una Junta Conservadora que juródefender los derechos de Fernando VII, “El Deseado”.

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...significan la bandera española que nos es común, y elnegro nuestra alianza con Inglaterra, timbreados estoscon el retrato o las iniciales del augusto nombre deFernando VII, a cuya libertad se han dirigido esfuerzoscombinados de ambas Naciones y los votos generales dela América56.

Que también fue dejando de lado que el símboloinstituido por esa misma Junta fuese una cucarda oescarapela tricolor (roja, amarilla y negra) cuyosimbolismo quedó claramente establecido por BandoPúblico, explicando que el rojo y amarillo:

Purificación que también dejó de lado el largo debate quetuvo lugar en el Congreso de 1811 sobre la naturaleza delas dudas para declarar o no la independencia absoluta,las cuales en buena medida descansaron sobre la basedel juramento tres veces prestado a Fernando vii entre1808 y 1810 y el más que bien fundado temor de sercalificados de perjuros57. Que además desconectó lossucesos del 19 de Abril del contexto de la crisis de lamonarquía absoluta que se había iniciado en 1808 y queen el ámbito de la América española tuvo su apoteosis apartir de la ocupación de Andalucía en 1810. Yfinalmente que borró, eliminando de toda consideración,el lealtismo criollo de ese período que se expresa a travésde lo que Francois­Xavier Guerra ha llamado el“patriotismo herido” nacido al calor de la crisis política yguerra de independencia peninsular58. Todo ello quedósolapado y rezagado bajo el aserto de la idea de fechaprimigenia, primogénita para la América española y en lacual la americanidad pudo finalmente desplegar suesencia revolucionaria.2. Segundo, el hecho de que las posteriores historiasnacionales suramencanas hayan querido ver en lainstalación de las juntas de conservación las respectivasfechas fundacionales de un nuevo tiempo y, en el casoespecífico venezolano, que el 19 de Abril haya sidooficialmente declarado como el “movimiento inicial,

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definitivo y trascendental”, se inscribe en lo que F.­X.Guerra reiteradamente ha calificado como parte delproceso de formación y conmemoración de la “mitologíapatria”59. Y aún cuando la Capitanía General después seconstituiría efectivamente en un gobierno independientey republicano, los actos iniciales de la Junta de 1810, ellenguaje de los primeros tiempos y los símbolos de laprimera etapa de esta Junta revelan un proceso políticocomplejo en el cual no se puede soslayar la inequívocapertenencia al reino. El proceso de mitologizaciónimpuso la coherencia del proposito único, lo que seinscribe en el marco de la interpretación finalista de laemancipación que resulta de una lectura que atribuyeuna intencionalidad emancipadora a un movimientocomplejo como el 19 de Abril y reedita unas intencionesque probablemente nunca fueron pensadas de la maneracomo se les atribuye. Tal lectura limita el alcance de lacomprensión de lo que parece constituir la singularidaddel proceso político de Venezuela: la velocidad con lacual se produce la ruptura definitiva con la monarquía. Yesa lectura supone además obviar la conciencia que seprodujo, para decirlo en palabras de Graciela Soriano.“en conexión y simultaneidad con los sucesos”oscureciendo la posibilidad de explorar en los intersticiosdel lealtismo que corre entre 1808 y 1810 y en lasdificultades padecidas por una sociedad compleja paraentender la crisis de legitimidad que se inició a partir de180860. Y en tal sentido, invitaría a hacer una lecturadistinta sobre el hecho mismo de que la Junta de Caracashiciera uso de la convención lingüística de establecersebajo el nombre de “Junta Suprema Conservadora de losDerechos de Fernando vii”, uso a semejanza delempleado por las juntas que se habían establecido en lapenínsula a raíz de la crisis política del reino61; o bienconsiderar el significado de la cortesía ­Su Alteza— quese instituyó para su debido tratamiento62; o bienreflexionar sobre el alcance del uso argumental y

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discursivo, reiteradamente esgrimido para justificar laacción política tomada, de la “acefalía del reino”, delvacío del “centro de todos los vínculos políticos”, esto es,la ausencia de la “cabeza” —como en tantos textos seexpresa con esa metáfora corporal— “del cuerpo de lanación entera”.3. Tercero, el registro simbólico de la fecha, incluyendosu respectiva conmemoración, revela, por un lado, que elestablecimiento del 19 de Abril (junto con el 5 de Julio)como fiesta nacional en 1834, así como la emergencia deun nuevo escudo en 1836, separado e individualizado delotrora escudo de Colombia la grande, ha de entenderseen el contexto político de la separación delDepartamento de Venezuela de la Colombia bolivariana yen tal sentido consagrar, a través del acto legislativo y delacto heráldico, la perpetuidad de una memoria a fin dedarle sentido a la idea de nación separada y marcada —según observa Georges Lomné— “por el ideal delprogreso y la abundancia” y por la desaparición deBolívar y del calendario cívico que le estaba asociado63.Por otro lado, la variada suerte corrida por surepresentación simbólica pone de manifiesto no sólo suparadójica desaparición en los registros respectivos —escudo de armas, documentos públicos— en la segundamitad del siglo XIX, precisamente en el momento cuandose iniciaba la primera elaboración de la fecha como mitofundacional, sino también los cambios de significadosatribuidos a la misma: y así, el 19 de Abril pasó derepresentar la Libertad tal y como se registra en elescudo de armas de 1836, a ser eliminada del mismo en1864, hasta que fue restituida en 1909 pero significando,de esa fecha en adelante, no ya la Libertad sino laIndependencia.Por último no dejo de llamar la atención sobre lasimplicaciones éticas que pueda tener para la concienciahistórica nacional la reinterpretación que se hizo delproceso de emergencia política ante la acefalía política

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Notes1. El Nacional, Caracas, lunes 5 de febrero, 2001, cuerpo D­l.

2. “Discurso del Dr. Cristóbal Mendoza pronunciado el 5 de mayo de1960 en la sesión solemne celebrada por la Academia Nacional de laHistoria en conmemoración del sesquicentenano del 19 de Abril de1810”, en El 19 de Abril de 1810 en la historiografía venezolana,Caracas, Academia Nacional de la Historia­Comité Ejecutivo delSesquicentenario de la Independencia de Venezuela, 1960 (negritasnuestras).

3. Idem (negritas nuestras).

4. La primera edición se preparó con motivo de la celebración de lossesquicentenarios del 19 de Abril y 5 de Julio, conmemoracionesordenadas celebrar por Decreto N° 265 del 18 de junio de 1958 porla Junta de Gobierno de la República de Venezuela. Fue publicadaen 1959 en la Colección Sesquicentenano de la Academia Nacionalde la Historia.

5. “Discurso del Dr. Cristóbal Mendoza...”, en El 19 de Abril en lahistoriografía venezolana, op. cit. (negritas nuestras).

6. En comillas van las expresiones empleadas por Rafael Seijas,Arístides Rojas, el “Acuerdo” emitido en 1909 por la AcademiaNacional de la Historia y Pedro Pablo Barnola respectivamente.Véanse: Seijas, p. 74 y Rojas p. 90 en “¿El 19 de Abril es o no el díainiciativo de nuestra Independencia Nacional?”, pp. 63­96 en El 19de Abril de 1810, publicación N° 11 del Instituto Panamericano deGeografía e Historia; “Acuerdo de la ANH”, p. 67, Boletín, 30 dejunio de 1914; y Barnola, p. 73, “Estudio Preliminar”, en TextosOficiales de la Primera República, en la reedición de la Biblioteca dela Academia de Ciencias Políticas y Sociales, Tomo I, Caracas, 1982,pp. 41­77.

7. Este punto constituye un lugar argumental en las comunicacionesenviadas por la Junta Suprema de Venezuela tanto al Consejo de

del reino sobre la base de la naturaleza astuta y sagaz delos americanos­venezolanos. Pues lo que subyace tras laidea de la fecha­mito es justamente la elaboración de una“identidad nacional” inventada sobre la idea de unadisposición natural hacia la libertad o sobre la supuestaesencia libertaria del venezolano. La fecha­mito a lapostre albergó, a su vez, otro gran mito: el del indómitopueblo venezolano.

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Regencia como a otros destinatarios en todo lo que corre el año de1810. Véase la correspondencia de la Junta Suprema de Venezuelaen Textos Oficiales de la Primera República,Tomo I, pp. 130­135,136­143, 182­191, 235­248, 259­269.

8. Nótese que a raíz de los asesinatos en Quito, se gestó unmovimiento en Caracas, liderado por José Félix Ribas solicitando laexpulsión de canarios y españoles. Y de hecho, la Junta Suprema sevio obligada no sólo a expulsar a los tres hermanos Ribas sinotambién a reinstituir el significado y colores de la cucarda tricolor,pues se “había introducido una pálida señal de melancolía” en ella,lo que fue publicado por bando público. Y allí se exigía la restitucióndel amarillo, rojo y negro y la reiteración de la obediencia alsoberano cautivo. Ver Textos oficiales..., op. cit., I, pp. 230­231.

9. La Opinión Nacional, 18 de abril de 1 1877, Año x, Mes iv, N°2.385.

10. Véase la colección documental recopilada ba|o el título El 19 deAbril de 1810, Caracas, Insututo Panamericano de Geografía eHistoria (en lo adelante IPGH), Publicación N° 11, 1957.

11. Rafael Seijas, El 19 de Abril de 1810, op. cit. (negritas nuestras).

12. 12 Arístides Ro|as, El 19 de Abril de 1810, op. cit. (negritasnuestras).

13. Idem

14. Terreo Atienza, El 19 de Abril de 1810, op. cit. Téngase presenteque a partir de 1864, la fecha del 19 de Abril fue eliminada delescudo de armas. Por decreto del Congreso de 18 de abril de 1836, elescudo de armas de Venezuela debía llevar en letras de oro lasiguiente inscripción: “Libertad 19 de Abril de 1810­5 de Julio de1811”. Años más tarde y en una de las tantas modificaciones que lehicieran al escudo, por disposición de 26 de julio de 1863, durante lapresidencia del general Juan Crisóstomo Falcón, la fecha del 19 deAbril de 1810 fue eliminada del escudo de armas de Venezuelasiendo sustituida por la de 28 de marzo de 1864, fecha de lapromulgación de la Constitución de Estados Unidos de Venezuela.La queja de Terrero Atienza se refiere justamente a la mutilación de1863.

15. “La desintegración de la Monarquía hispánica: Revolución deIndependencia”, en De los Imperios a las Naciones: Iberoamérica,España, Ibercaja, 1992, pp. 195­227.

16. “Acuerdo” de la Academia Nacional de la Historia, aprobadounánimemente en la sesión del 5 de mayo de 1909, Boletín de laAcademia Nacional de la Historia, Caracas, junio 30 de 1914, p. 67.

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17. Juan Carlos Contreras, “Un ensayo de interpretación del 19 deAbril: problemas historiográficos”, trabajo sin publicar para elseminario Símbolos Políticos, postgrado en Ciencia Política, USB,abril­julio, 2001.

18. Véase El 19 de Abril en Caracas, 1810­1910, Gobernación deCaracas, Centenario de la Independencia, Caracas, TipografíaAmericana, 1910. Téngase presente que el proceso demonumentalización o del arte o gala permanente, como lo llama R.Esteva­Grillet, se había iniciado con Guzmán Blanco. Ver RoldánEsteva­Grillet, “El Arte Efímero en la Venezuela del siglo XIX”,Correo de Ultramar, Número 2­3, Caracas, marzo­septiembre,1987, pp. 22­51. Sobre la celebración centenaria en la ciudad deValencia, véase Actas del Ayuntamiento de Valencia (AAV­Base dedatos automatizada desarrollada por el Instituto de InvestigacionesHistóricas­Bolivarium de la USB), Tomo 76, números 78­80, 83 y84.

19. El 19 de Abril en Caracas, 1810­1910, op. cit.

20. Idem.

21. Idem. La mayoría de esos textos fueron posteriormentereproducidos en la obra que lleva el mismo nombre editada por elInstituto Panamericano de Geografía e Historia referida en la nota10 del presente trabajo.

22. P. P Barnola, “Estudio Preliminar”, Textos oficiales..., op. cit. p.41.

23. Ibidem, p. 73.

24. Idem.

25. Archivo General de la Nación (AGN en adelante), secciónInterior y Justicia, Tomo xcv, año 1834, expediente N° 7, fs. 159­162.Publicada también en Gaceta de Venezuela, expediente N° 176,Caracas, sábado 24 de mayo de 1834 (negritas nuestras).

26. “Ley Fundamental de la República de Colombia, 1819”, pp. 373­374, Las Constituciones de Venezuela, compilación y estudiopreliminar de A. R. Brewer Carias, Caracas, Biblioteca de laAcademia de Ciencias Políticas y Sociales, 1997.

27. “Lev Fundamental de la unión de los pueblos de Colombia de1821”, en Las Constituciones de Venezuela, op. cit, pp. 375­376.

28. Gaceta de Caracas, viernes 19 de Abril de 1811, N° 151, TomoIII, “Bando”.

29. Sobre estas celebraciones véase Carole Leal Curiel, “Del antiguorégimen a la “modernidad política”: Cronología de una transición

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simbólica”, en Anuario de Estudios Bolivarianos, Instituto deInvestigaciones Históncas­Bolivarium, Universidad Simón Bolívar,Caracas, 2003, Año IX, N° 10, pp. 75­123.

30. Véase actas del Cabildo de Caracas de finales de marzo y abril de1812. En Actas del Cabildo de Caracas 1812­1814, Tomo ii, Caracas,Tipografía Vargas, 1972.

31. Idem.

32. Robert Ker Porter, Diario de un diplomático británico enVenezuela, Caracas, Fundación Polar, 1997, pp. 88­90.

33. El educador inglés Joseph Lancaster, creador del sistemalancastenano o del método de “enseñanza mutua”, se había radicadoen Caracas desde 1824, ciudad en la que permanecería hasta 1827después de unos cuantos inconvenientes, fracasos y disputas. ElConcejo Municipal de Caracas había fundado desde 1823 unaescuela lancasteriana la cual estuvo dirigida por un hermano deAndrés Bello, Carlos Bello. Para entrenar a los maestros de estaescuela llegó Lancaster a Caracas, escuela en la cual duraría pocosmeses por los conflictos que tuvo con la municipalidad a causa de laenseñanza religiosa. Librado de la municipalidad armó tienda apartey comenzó a entrenar jóvenes en su propia casa. Son esos discípuloslos que participarán en la marcha cívica que describe Porter. VerDiccionario de Historia de Venezuela, Caracas, Fundación Polar,1988, Tomo II, pp. 640­641.

34. Robert Ker Porter, Diario de un diplomático británico enVenezuela, op. cit.

35. Excitar a los ciudadanos a expresar la estética patriótica puedeentenderse de muy diversas maneras. Tomemos como ejemplo lacelebración del 5 de julio de 1842 en Puerto Cabello para la cual sedisttibuyeron “papeletas con poesía jocosa invitando para iluminar vadornar los frentes de las casas”. Citado por Roldán Esteva­Grillet,“El Arte Efímero en la Venezuela del siglo XIX”, op. cit, p. 37.

36. Sobre el particular ver: AGN, sección Interior y Justicia, Tomos:CXX (1835), expedientes 21 y 25; CXXXIII (1836), expedientes 29, 35 y52; CLXXI (1838), expedientes 14, 33 y 48; CLXXXVI (1839), expedientes63 y 72; CCII (1840), exp. 58; CCXIV (1841), exp. 71; CCXLVI (1842), exp.86; (CCLXXI (1843), exp. 29; CCXCVL y CCXCVII (1844), expedientes 43 y36 respectivamente; CCCXVII (1845), exp. 17; CCCXXXI (1846), exp. 35;CCCXLVI (1847), exp. 13 y CCCLXX (1848) exp. 25. También véase Actasdel Ayuntamiento de Valencia (AAV), Tomo 46 (N° 20, 78 y 117);Tomo 47 (N° 20, 21, 24, 85, 87, 88, 92,95); Tomo 48 (N° 99 y 100);Tomo 53 (N° 14); Tomo 56 (N° 19); Tomo 59 (N° 20 y 21); Tomo 62(N° 33); Tomo 64 (N° 23; Tomo 65 (N° 45); Tomo 66 (N° 19, 78, y

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129).

37. AGN, sección Secretaría de Interior y Justicia, Tomo cxxxiii(1836), expediente 42, f. 248 (negritas nuestras).

38. Véase Carlos F. Duarte, Juan Lovera: El pintor de los próceres,Caracas, Ed. Fundación Pampero, 1985, p. 35.

39. Gaceta de Venezuela, 378, domingo 22 de abril de 1838, 9° y28°. El discurso y la espada reconocían las acciones de auxilioemprendidas por Páez en 1835 en defensa del régimenconstitucional de Vargas y contra el movimiento militar que se llamóla “Revolución de las Reformas”.

40. AGN, sección Interior y Justicia, Tomo ccii, 1840, exp. 58,“Discurso pronunciado en plaza pública del pueblo de Cumarebo el19 de Abril de 1840 en conmemoración de igual día en 1810” porJerónimo Tirado, folios 342­346.

41. Gaceta de Venezuela, 916, año 19, 28 de mayo de 1848. “El 19 deAbril en Guayana: Alocución de José Tomás Machado, Gobernador,Jefe Superior Político de la provincia de Guayana a sus habitantes”.

42. Ley de 14 de marzo de 1849 en Gaceta de Venezuela, 950, año20, 30 de abril de 1849. Recuérdese que el 24 de enero de 1848 seprodujo el asalto al Congreso por la fuerza de las armas y con ello J.T. Monagas se deslastraba definitivamente del sector conservadordel Congreso.

43. Sobre la diversidad de fechas políticas elevadas a fiesta nacionalsegún las circunstancias y mandatario, véase “Fiestas Nacionales” enDiccionario de Historia de Venezuela, Caracas, Fundación Polar,1988, Tomo ii, pp. 177­178.

44. Ley de 14 de marzo de 1849 en op. cit. El 28 de octubre, día deSan Simón, se venía celebrando como onomástico de Simón Bolívardesde 1817; sin embargo, no fue sino hasta 1849 cuando fue elevadaal rango de fiesta nacional. Señala Carlos F. Duarte que eracostumbre en esta fecha pasear la efigie del Libertador que habíapintado Gil de Castro, la cual era propiedad de la hermana deBolívar, María Antonia. Ver Carlos F. Duarte, Juan Lovera: Elpintor de los próceres, op. cit.

45. La locución se mantiene para expresar lo que he llamado eldispositivo administrativo de emitir un oficio y circular expedidospor la Secretaría de Interior y Justicia dirigidos a las respectivasgobernaciones y dependencias políticas, lo que a su vez activa unprocedimiento ceremonial a celebrarse conforme a la leycorrespondiente.

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46. Gaceta de Venézuela, 1110, año 24, 15 de mayo de 1853; AGN,sección Interior y Justicia, Tomos ccclxx (1848), expediente 25, “El19 de Abril en Ciudad Bolívar”, f. 284; CCCXCI (1849), exp. 60; dxxi(1854), exp. 52, “Proclama del gobernador Valentín Machadodirigida a los habitantes de Cumaná el 19 de Abril”.

47. AGN: sección Interior y Justicia, Tomos DCLXI (1860), expediente43; DCLXXXVI (1861), exp. 76: DCCXI (1862), exp. 46; DCCXXXIX (1863),expedientes 30 y 32.

48. Las Constituciones de Venezuela, op. cit., Constitución de 1864,pp. 517­529.

49. Ibidem, pp. 715­735 (negritas nuestras). Véase también en lasActas del Ayuntamiento de Valencia (AAV), el Tomo 79, N° 85 (16­04­1936) en el cual se señala el 15 de Abril como la “fecha genéricade la Independencia”.

50. Sobre las diversas modificaciones del escudo de armas deVenezuela tanto en sus colores, disposiciones espaciales, símbolos yleyendas, véase: “Escudo Nacional”, en Diccionario de Historia deVenzuela, Caracas, Fundación Polar, 1988, tomo ii, pp. 86­89.

51. En sus tres períodos: septenio, 1870­1877, quinquenio (1879­1884) y bienio (1886­1888). Sobre fiestas patrias yconmemoraciones en el período de Guzmán Blanco, véase, PedroCalzadilla, “El olor de la pólvora. Fiestas patrias, Memoria y Naciónen la Venezuela guzmancista”, en C. M. H. L. B., Caravelle, N° 73,Toulouse, 1999, pp. 111­130.

52. C. Castro elevó el 23 de mayo a la categoría de fiesta nacionalpara conmemorar el inicio de la Revolución Restauradora y JuanVicente Gómez lo hizo con el 19 de diciembre a fin de recordar el díade su ascenso al poder en 1908.

53. Lo que supuso en algunas ocasiones el abierto escamoteo degastos a favor de la fecha guzmancista, tal y como lo revela untelegrama de Guzmán Blanco a Diego B. Urbane|a de 1875 en el quedice: “Con 800 venezolanos creo que el Concejo puede festejar el 19de Abril si no hay francachelas. 16.000 venezolanos para el 27 deAbril es una locura en la que no podemos incurrir. Ni el público noscreería que se habrían gastado discretamente...”. De hecho, ese añose terminaron gastando 800 venezolanos para el 19 de Abril y¡4.800 venezolanos para festejar el 27! Sobre el particular véase enAGN, sección Interior y Justicia, Tomos CMIV (1875), expediente 50;CMLXX (1878), exp. 72; MCXXXVIII (1887) expedientes 9 y 19.

54. AGN, sección Interior y Justicia, Tomo CMXXII (1876), expediente4.

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55. Las “galas permanentes” en el decir de Esteva­Grillet suponen laedificación de boulevares, teatros, estatuas de bronce, palacios degobiernos, la cual incorporó el neogótico y neoclásico en susfachadas durante el período guzmancista y más tarde elneorromántico con Joaquín Crespo. Ver Roldán Esteva­Grillet, “ElArte Efímero en la Venezuela del siglo XIX”, op. cit.

56. Gaceta de Caracas, N° 96, Tomo ii, viernes 4 de mayo de 1810.

57. Sobre este particular temor véanse los debates en el Congreso de1811, en El Publicista de Venezuela, Nros. ó (sesión de 25 de junio de1811), 11 (sesión del 3 de julio), 12 (sesión del 3 de julio,continuación). Caracas, edición facsimilar de la Academia Nacionalde la Historia­Sesquicentenano de la Independencia, 1959.

58. Francois­Xavier Guerra, Modernidad e Independencias,Madrid, Mapfre, 1992.

59. Francois­Xavier Guerra, “La desintegración de la MonarquíaHispánica: Revolución de Independencia”, De los imperios..., op. cit.

60. Graciela Soriano de García Pelayo, “Sobre la conciencia de laIndependencia y otras conciencias”, Caracas, noviembre de 1998.

61. En 1808, cuando sobrevino la crisis peninsular y la insurreccióndel mayo peninsular en contra de la invasión napoleónica, todas ycada una de las Juntas provinciales constituidas espontáneamente ypor fuerza de esos acontecimientos en la península, se llamaron a símismas “juntas Supremas Conservadoras de los Derechos deFernando vii”. Sobre el proceso juntista del mayo peninsular véase,Ángel Martínez de Yelasco, La formación de la Junta Central,Pamplona, Eunsa, 1972. Nótese además la reiteración que ennumerosos documentos profesa la misma Junta Suprema deCaracas al señalar que ella no había hecho otra cosa que “imitar asus hermanas peninsulares”.

62. Obsérvese que durante la crisis peninsular, la Junta CentralSuprema Gubernativa de España e Indias, “depositaria de laAutoridad Soberana” en tanto conservadora de los Derechos deFernando vii establecida en Aranjuez el 25 de septiembre de 1808recibió las siguientes cortesías o fórmulas de tratamiento: “SuMajestad” para la Suprema Junta, “Su Alteza Serenísima” para elPresidente de ella y “Su Excelencia” a los vocales de la misma. Por suparte, las Juntas Superiores Provinciales recibieron la cortesía de“Su Alteza”. Esa Junta Suprema de España e Indias fue reconocidaen Caracas en enero de 1809 y celebrada con misa y Te Denm y tresnoches de “iluminación y festejos”. Ver Gaceta de Caracas, N° 7,Tomo I, |ueves 17 de noviembre de 1808; N° 22, Tomo i, viernes 20de enero de 1809 y N° 24, Tomo i, viernes 3 de febrero de 1809.

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63. Georges Lomné, “La comunidad simbólica del manto de Iris o lahuella de un sueño”, en Análisis Político, N° 47, Bogotá, septiembre­noviembre, 2002, pp. 20­35. Con la nueva heráldica, apunta el autorse desplazaron “las metáforas de la India y del astro solar, tanamadas por Bolívar...”.

Auteur

Carole Leal Curiel

Instituto de Investigaciones Históricas­Bolivarum Universidad Simón Bolívar (Venezuela)

© Institut français d’études andines, 2006

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Référence électronique du chapitreCURIEL, Carole Leal. El 19 de Abril de 1810: La “mascarada deFernando” como fecha fundacional de la independencia deVenezuela In : Mitos políticos en las sociedades andinas : Orígenes,invenciones, ficciones [en ligne]. Lima : Institut français d’étudesandines, 2006 (généré le 27 octobre 2015). Disponible sur Internet :<http://books.openedition.org/ifea/5189>. ISBN : 9782821844179.

Référence électronique du livreCARRERA DAMAS, Germán (dir.) ; et al. Mitos políticos en lassociedades andinas : Orígenes, invenciones, ficciones. Nouvelleédition [en ligne]. Lima : Institut français d’études andines, 2006(généré le 27 octobre 2015). Disponible sur Internet :<http://books.openedition.org/ifea/5173>. ISBN : 9782821844179.Compatible avec Zotero