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No estoy contra la restauración, quizás ha ganado en be-lleza, y puede que sea una réplica perfecta del original, cosa que pongo en duda (recuerdo que esto era el centro, rodeado de una muralla ¿o tampoco?) pero permitidme que asegure que ha perdido el encanto y parte de su autenticidad al tiempo que hemos asesinado a sus anti-guos moradores, los duendes.

¿Que opinaría hoy, aquel cartayero que en las revistas de feria de su época escribía con el seudónimo del Duende del Castillo?..

Cobijado bajo su sombra aprendí a distinguir la luz de la oscuridad, a dar mis inseguros y vacilantes primeros pasos y descubrí la belleza del vuelo de las aves que sobrevolaban en aquel corral, de la que él casi formaba parte, de la casa que habitaba..Más tarde, desde las ventanas de la Escuela Parroquial, su permanente presencia nos hacía soñar a los niños con señores feudales defendiéndolo de los moros, romanos, vikingos o lo que fueran. Cuánta fantasía emanaba de sus negruzcas piedras y sus destartalados torreones.

En las tardes de verano, enarbolando sobre un palo una bandera de papel y defendiéndonos con las espadas de tablas y los escudos (tapas de los embalajes de los que-sos y trozos de flejes ) atacábamos o defendíamos la fortaleza según saliera después de echar pies ”monta y cabe”. Para nosotros ganar o perder no constituía un jue-go, sino un sentimiento de júbilo o congoja que afectaba algunos días nuestro comportamiento infantil… Llegaste desvencijado y rotoTu bandera al final, ya no es banderaQue perdiste la batalla por muy poco,Pero la vida hay que ganarla toda entera.

Sentado, sobre unos adoquines Que formaban el filo de la acera Contemplabas tus viejos mocasines Y tu quebrantada espada de madera.

Tu valor de guerrero, mancillado, Harán que a la pelea tú no vuelvasY llegarás, con tu orgullo derrotadoCuando mañana retornes a la escuela

Levanta el ánimo, no vaciles,Repara ante los demás tu alma rota, Que a los reyes y a los hombres se les midePor la forma en que asumen su derrota.

Su color oscuro, como su historia, le hacía parecer muer-to, pero a pesar de los siglos se mantenía semidestruido pero erguido y lleno de vida. De él emergía una flora y fauna de la que brotaban el olor y el sonido.

De entre sus piedras surgían llenas de vida, una varie-dad de hierbas y flores silvestres que llenaban de aroma rústico el aire y parecían macetas pendientes de sus pa-redes.

Entre sus rendijas y oquedades algunas aves construían sus nidos y tras el alumbramiento, la primavera se llena-da del estruendoso piar de los nuevos inquilinos.

Desde la Torre del Homenaje, la residencia habitual de algunas cigüeñas, colgaban en el aire el tableteo amo-roso de sus picos, aquellos perennes centinelas del Cas-tillo. Miles de insectos pululaban en su entorno, sabroso manjar para los insectívoros y algún que otro lagarto o lagartija que serviría de golosina a los polluelos de los centinelas. Todo un mundo de olores, colores y sonidos.

Presidiendo la fiesta

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Largas horas con el sol a cuestas nos pasamos los chi-quillos con una vara larga y un trozo de bofe en la punta, acercándolo a la entrada de los agujeros, supuestos nidos de “cerranícalos” (cernícalos) y cuando apresaban el se-ñuelo tirábamos de él y las pobres crías se descolgaban “despachurrándose” en el suelo la mayoría de ellos.

La inocente crueldad de los niños se redimía con las horas de calor en las tarde del estío, a la sombra del Convento, esperando a que los carniceros trajeran la carne a la Plaza de Abastos (mi proveedor era Pepe Pa-lacios) para gastarnos nuestra débil economía en bofe (asadura blanca) y alimentar a los supervivientes de plumas blancas, con tanto cariño o más que su propios progenitores.

Las puertas de aquella misteriosa fortaleza apenas se abrían y sólo cuando los soldados del ejército per-noctaban allí con los caballos para cubrir las yeguas de las localidades cercanas (la remonta), los zagales aprovechábamos la ocasión para inmiscuirnos en su interior y escudriñar en busca de imaginarios objetos que se suponían ocultos en aquellas murallas. En es-pecial buscábamos la entrada de un túnel subterráneo (los castillos solían tener uno de escape en caso de ser sitiados) que cruzaba el pueblo y terminaba en el Cabezo la Portá. Aquella legendaria galería se suponía que guardaba unos inmensos tesoros defendidos por serpientes gigantes.

¡Qué miedo!

El albergue de los soldados, pajar y caballeriza, rompía el encanto del paisaje y era como una profanación y además ocultaba, según nosotros, la entrada del soñado pasadizo.

En resumen, una fábrica de ilusión y fantasía que unida a la leyenda, constituía una joya de la que estaba orgu-lloso el pueblo de Cartaya.

El actual Castillo de los Zúñiga, no es más que un osten-toso mausoleo bajo cuya belleza exterior están enterra-dos los centenarios restos de aquel que fuera un mito, lleno de vida y de quimera, El Castillo de Cartaya.

Aunque sea la única persona que opine así, estoy en mi derecho a sentir nostalgia de mi Castillo (digo “mi” por-que como decía A. Cortes “lo que queremos lo conside-ramos nuestra propiedad”).

Alguna vez volverá a nuestro recuerdo cuando rescate-mos algún video o foto que tengamos guardado en el desván de los sueños rotos.

¿Dónde enterrarán a los duendes que moraban en él, cuando un castillo se muere?

Al contemplar en mis paseos por Cartaya el Castillo de los Zúñiga, me parece como si fuera un fandango que se ha quedado sin guitarra.

Manuel Álvarez Galán. Cartaya 2009

Irrepetible mañana de primavera

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OBAMA FOR PRESIDENT

El 4 de noviembre de 2008 , los estadounidenses eligie-ron al senador de Illinois Barack Obama como 44º presi-dente de Estados Unidos.

Obama se convertía en el primer presidente afroamerica-no de Estados Unidos y también en la primera persona de color en gobernar un país con una mayoría anglosajona.

Su victoria se presentó después de una larga y difícil lucha en las elecciones primarias del Partido Demócrata contra la senadora de Nueva York, Hillary Clinton, segui-da por una intensa campaña en las elecciones generales contra McCain.

En la madrugada del 5 de noviembre, Obama y su com-pañero de fórmula, el senador de Delaware Joe Biden, se dirigieron a sus jubilosos partidarios en Chicago y el primero prometió ser el presidente de todos los estado-unidenses, independientemente de haber recibido o no su apoyo. Cientos de miles de personas, algunas de las cuales llegaron un día antes, lo celebraron en el Parque Grant de Chicago.

Las felicitaciones han llovido de parte de líderes del he-misferio occidental, de la prensa, y de los ciudadanos de todo el mundo. La mayoría celebran como Estados Unidos ha “roto las barreras raciales” al elegir al primer presidente afroamericano. En países que sufren proble-mas de diversidad y discriminación, la elección fue una gran noticia—y una noticia que no esperaban ver venir del inercial sistema político estadounidense.

El presidente del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, consideró que la victoria electoral de Obama abría “una nueva era” para el diálogo en las relaciones

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internacionales y aseguró que España “está y estará ahí”. Y con él muchos españoles se apresuraron a emitir también sus felicitaciones. Una de ellas fue la enviada por nuestra querida vecina y amiga Manolita Pavón a Washington, a la mismísima Casa Blanca, mostrando su júbilo y congratulación por el nuevo presidente electo,

y felicintándole por su ascenso a la presidencia de los Estados Unidos.

La contestación a dicha felicitación por parte de la embajada no se hizo esperar y es la reproducimos aquí:

La Redaccióny Manolita Pavón Montiel

Junio 2009

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LA CARTAYA

del pueblo: “Los Realejos”. Nos hicimos unas fotografías para perpetuar el hallazgo con mucha alegría y aquí os la enseñamos.

Como no nos quedaba más tiempo para acercar-nos al Ayuntamiento y averiguar el porqué de “LA CAR-TAYA”, ha quedado pendiente la comprobación para el próximo viaje que realicemos.

Mª Antonia Vázquez Pastor.

Voy a comenzar esta pequeña redacción con un inciso que se prolonga luego con la realidad del tema.

El pasado mes de Marzo fue mi jubilación, después de 46 años de trabajo ininterrumpido en mi pueblo. No quise nunca so-licitar en concurso otro destino porque solo he querido trabajar y vivir en Cartaya.

A este Mundo Senior, como le llaman ahora cariñosamente, al que me he incorporado, ya he tenido la suerte de disfrutar de un viaje a Tenerife, concreta-mente al Puerto de la Cruz, que me hizo una gran ilusión no en sí por conocerlo, porque ya lo he visitado en varias ocasiones, sino porque viajábamos el grupo de amigos juntos: Rafael y Alejandrina, Manolín y Francis, Diego y Marisol, Lauren y Pepa Rodríguez, Pe-dro y la que suscribe.

Después de todos los pormenores de atenciones al Mun-do Senior, subimos al avión.

Cuando íbamos volando, ojeé una de las revistas que te dan para estar distraída y cual no fue mi sorpresa que, al ver el mapa de la Isla de Tenerife, vislumbré una calle que se llamaba Cartaya. ¡¡Qué alegría me dio!!. Así lo comuniqué al grupo, que manifestaron la misma alegría. Es curioso, pero conociendo la Isla en muchas ocasiones, hasta este viaje no descubrimos la calle.

Así que comenzamos la aventura para intentar investigar el paradero de la calle. Localizamos que dicha calle se encontraba en el pueblo de “Los Realejos”. No teníamos más tiempo que esperar y organizamos la excursión al pueblo.

Era una tarde que lloviznaba, pero como no queríamos que pasarán más días, cogimos unos taxis que nos lle-varon al pueblo y a la calle de “LA CARTAYA”. Nos decep-cionamos un poco cuando vimos “LA” en vez de CARTAYA solo; no sabíamos a qué se debía ese artículo, pregunta-mos a algunos vecinos y no sabían respondernos del por qué el nombre de “LA CARTAYA”. Deducimos, después de ver más calles, que la mayoría de los nombres de las calles llevan el artículo delante, lo mismo que el nombre

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LOS NIÑOS SAHARAUIS

Necesito contar mi experiencia de amor con estos niños. Necesito abrir mi corazón y gritar. ¡Que injusta y a la vez que bella es la vida!

Desde hace unos años sabia que estos niños venían (como a otros pueblos y ciudades) a Cartaya y que sus familias de acogida los tenían durante los meses de ve-rano como a sus propios hijos, pero mi conocimiento solo llegaba hasta ahí.

Este verano he tenido la gran suerte de conocer de cerca a estos maravillosos niños, ya que mi hija y su marido han acogido a una niña de 8 años llamada Alma.

Antes de su llegada estábamos impacientes por cono-cerla. Mi marido y yo nos sentíamos como unos felices abuelos esperando a su nieta que vuelve de un largo via-je. Por el bien de la niña, mi hija vio mejor ir ellos solos a recibirla y nosotros fuimos por la tarde a conocerla.

Nos contaron que cuando llegó el autobús fue emocio-nante ver, como los niños que ya habían venido otros años, se abrazaban una y otra vez a sus padres de aco-gida. Alma como era la primera vez que venia a Cartaya, lloró durante un rato pero ya por la tarde estaba mejor y muy entretenida con unos cuentos para colorear y leer que le habían comprado antes de su llegada.

Nos pareció una niña preciosa con su pelo negro lleno de pasadores de muchos colores. Mi hija la bañó pero no le

lavó la cabeza porque no quiso que le quitaran su peina-do. Pero lo que a mi más me impresionó fueron sus ojos, grandes, profundos, llenos de amor y misterio, venidos de una parte del mundo que desconocemos y que a tra-vés de estos niños lo sentimos más cercano y querido.

Son niños amados por sus padres y familias, felices con lo poco que tienen, yo diría que más que nosotros que tenemos de todo. A nuestros hijos no les falta de nada y a nuestras casas tampoco. Y ¿para qué?, cuando está demostrado que las cosas no dan la felicidad. Un niño (el ser humano en general) para ser feliz solo necesita amor y lo necesario para vivir dignamente, ¡pero que mal repartida está la riqueza!

Los Saharauis viven en poblados del desierto, no tienen ni un árbol que les den un poco de sombra y les proteja de un sol abrasador. Van a la escuela y entre otras asig-naturas estudian español. Son niños muy inteligentes y se adaptan pronto a su hogar de acogida.

El venir aquí los meses de verano es para evitarles las altas temperaturas de allí, que superan los cincuenta grados, y curarlos de alguna posible enfermedad. Viven de la ayuda humanitaria, con el dinero que les dan com-pran cabras, que las alimentan con cartones mojados en agua. Dan leche, pero…Como no tienen petróleo ni otra clase de riquezas no interesan y ningún país hace nada por mejorar su situación. ¿Donde están los derechos hu-manos?

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Los Saharauis son personas amables y agradecidas y mandan con sus hijos regalos para los padres de acogida y una carta llena de esperanza.

Son niños que saben apreciar las cosas y eso suele su-ceder cuando se carece de ellas. Para ellos el agua es una gran riqueza. Cuando Alma va a la playa, no sale del agua, incluso en la bañera de casa se lleva un buen rato metida.

Nosotros a pesar de vivir bien, por haber nacido en un país privilegiado, no sabemos apreciar lo que tenemos y solemos quejarnos por todo, la lluvia, el viento, el frío y el calor y eso que casi todas nuestras casas tiene aire acondicionado y calefacción o tenemos una segunda vi-vienda en la playa. ¿Qué seria de nuestros hijos si fueran ellos allí? ¿Se adaptarían a vivir sin tantas cosas inútiles e innecesarias?

La asociación organiza actividades para que los niños no pierdan el contacto entre ellos. Cuando se ven se saludan con alegría y se cuidan unos a otros. El día que fueron ha hacerse unos análisis de sangre, cuando le tocaba a Alma, lloró un poco y un compañero se acercó a ella y le dijo en su lengua “no tengas miedo, que no es nada. Tu cierra los ojos y no mires.” Y no se apartó de su lado.

Gracias a las personas que con su esfuerzo disponibili-dad y amor al prójimo, entre ellas hay un grupo de Car-taya, se ha formado una asociación que se preocupa por el pueblo saharaui y hacen posible que estos niños sean un poco más felices, no solo los meses que están aquí, sino durante todo el año, ya que su interés por ellos no termina cuando se van.

Cuando este articulo salga en la revista de feria, Alma estará en el Sahara con su familia. Aquí en Cartaya habrá dejado otra que la quiere y la echa de menos. Alma tiene un gran corazón y buenos sentimientos. Estos niños son muy maduros y responsables para su edad. Y cuando le compras algo te lo agradecen con una sonrisa. A su corta edad, piensan más en su familia que en ellos mismos. Cuando le hemos comprado ropa o algún juguete, quería que se lo compráramos a sus dos hermanos de uno y dos años, incluso quería llevar comida para sus gatos.

Es encantadora y muy fácil de querer. Solo nos consuela pensar que allí con los suyos es feliz. Pero, ¿que futuro les espera a estos niños? Deseo de corazón, que sean lo que sean, el día de mañana, brille siempre para ellos una luz de esperanza en el horizonte, ¡de su Dios, nuestro Dios!

Esta experiencia será para mi y mi familia inolvidable y esperamos con ansiedad que llegue el próximo verano para vivirla de nuevo.

Le doy gracias a la vida porque según voy cumpliendo años, me da la oportunidad de conocer las riquezas del ser humano y las maravillas que hay cerca y lejos de mí y que hacen que despierten con más fuerza en mi inte-rior sentimientos de amor, comprensión y aceptación. Y me hacen ver que a pesar de la diferencia todos somos iguales, no importa la raza, el país, el color de la piel o la religión. Todos hemos sido creados por Dios y eso hace que el mundo sea tan bello.

La vida siempre nos da oportunidades para hacer lo que deseamos y que en su momento por alguna causa no pudimos hacer, solo tenemos que querer, no importa la edad, pero si la ilusión por conocer y hacer cosas nue-vas. ¡Hay tantas cosas que hacer en esta vida! Seguro que tenemos cerca a alguna persona para escucharla, darle un poco de esperanza e ilusión por vivir y puedo decir por experiencia que no hay nada que te haga más feliz.

Termino con la siguiente frase: “Hay mucho amor en el mundo y también en mi corazón, pero a veces lo olvi-do. Pienso que no hay suficiente y guardo el que tengo por temor a perderlo. Pero cuando más amor permito que fluya hacia fuera, más amor hay en mi interior y más amor recibo. El amor es la fuerza sanadora más poderosa que existe. Si el mal fuera más fuerte este mundo ya se habría destruido. Sin amor no podríamos sobrevivir”.

El nombre de la niña se ha cambiado para preservar su intimidad.

Marisol Díaz, feria 2009.

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AQUELLAS PRIMERASELECCIONES DEMOCRÁTICAS DE 1979

TREINTA AÑOS DESPUESQUIÉNES FUERON, SUS ILUSIONES Y SUS RECUERDOS

El día 3 de abril de este año se cumplieron treinta años de las primeras elecciones municipales democráticas de nues-tros Ayuntamientos.

Las primeras elecciones generales de 1977, el referén-dum de la Constitución de 1978, las elecciones gene-rales de marzo de 1979 y las elecciones municipales de abril de 1979, supusieron un avance de las libertades y un boom de participación y pluralismo que se refleja en la ingente cantidad de siglas políticas, logotipos, consignas y propuestas que “salen a la luz” en forma de mensajes de propaganda política, destacando no sólo el papel de la ciudadanía, sino también el de las calles como espacio colectivo donde se llevó a cabo la disputa electoral de las diferentes opciones políticas.

En la celebración de los 30 años de las primeras elec-ciones municipales tras la dictadura, debemos recordar a aquellos que lo hicieron posible, los que en la clan-destinidad comenzaron su lucha y tras la llegada de la democracia tomaron relevancia, gracias a que el pue-blo tomaba la palabra por primera vez en 40 años, para elegir sus representantes en libertad, en la institución más cercana al ciudadano, la institución que se ha en-cargado de encauzar y dar impulso al avance que ha experimentado nuestra sociedad en estos 30 años de convivencia democrática y pacífica.

A lo largo de treinta días de campaña electoral se sucedie-ron las movilizaciones, mítines, y otras actividades de difu-sión de los partidos políticos que acudieron a las elecciones y que querían darse a conocer a los electores. La incipiente democracia española estaba llena de ilusión y eso se reflejó tanto en la alta participación, como en la variedad de parti-dos que concurrieron a los comicios electorales.

En efecto, el 3 de abril de 1979, los cartayeros se acercaron a las urnas, que se distribuyeron en ocho mesas electorales. Era un momento de ilusión y entusiasmo, puesto que los ciuda-danos elegían a sus propios vecinos para la administración de su localidad, enfrentándose a las carencias propias de la época y de una democracia incipiente que estaba por desarrollar.

Suárez, Carrillo, Fraga, González o Tierno Galván quedaban demasiado lejos para el cartayero medio, que los veía como entes mediáticos, abanderados de unos ideales con los que podía comulgar o no comulgar. Las elecciones locales eran otra cosa, una especie de microcosmos donde el paisanaje y el carisma del candidato podía superar o arruinar toda una maquinaria de partido, un fenómeno que desde aquel 3 de abril de 1979 ha dado alguna que otra sorpresa a lo largo de estos treinta años de ayuntamientos democráticos.

A aquellas elecciones concurrieron en Cartaya cuatro for-maciones políticas:

En la puerta del ayuntamiento la primera Corporación Municipal democrática recién elegida en las urnas: De izda. A dcha: Luciano Fernández, Ma-nuel Pérez Beltrán, Francisco Sánchez, Rafael Marañón, Juan Manuel Ramírez (detrás del anterior), Guillermo Pérez, Manuel Gómez Nogueras, Tomás

González, Pedro Jurado, Silverio Noval, José Macías Burgos, Patrocinio Martín y Manuel Galán.

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- Unión de Centro Democrático (UCD), liderado por D. Pe-dro Jurado Hachero, que representaba así al partido fun-dado en 1977 por el entonces Presidente del gobierno Adolfo Suárez. ;

- Partido Socialista de Andalucía (PSA), liderado por D.

Francisco Sánchez Díaz. - Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por

D. Guillermo Pérez Gomez. - Partido Comunista de España (PCE), liderado por D. Ma-

nuel Botillo Ríos.

En total se presentaban 52 candidatos, de los cuales solo tres eran mujeres: dos en el Partido Socialista de Andalucía, y una en el Partido Comunista de España. En los cuadros siguientes reflejamos:

El censo era de 5.945 electores que habían de votar entre las 8 mesas electorales repartidas por el pueblo para elegir a los 13 concejales.

La jornada transcurrió con total y absoluta normalidad y se arrojaron los siguientes resultados:

- Abstenciones: 1.910 32% - Votantes: 4.035 68% - Votos blancos: 4 - Votos nulos: 23- Votos válidos a candidaturas: 4.008

Partido Socialista Andaluz. Partido Andaluz, para el Municipio de Cartaya.

1- Francisco Sánchez Díaz.2- Rafael Marañón Pérez (Independiente).3- Tomás González Benítez.4- Juan Manuel Ramírez Quintero (Independiente).5- Manuel Pérez Beltrán.6- Magdalena Burgos Flores.7- José Pastor Pérez Álvarez (Independiente)8- Consolación Romero Palacios.9- José Ángel Cano Pérez.10- Manuel Pérez Chaves (Independiente).11- José Guerrero Zamorano.12- Andrés García Izquierdo Camacho13- Antonio Rita Maestre.Suplente: Enrique Pereira Terrero (Independiente)

Partido Comunista de España, para el Municipio de Cartaya.

1- Manuel Botillo Ríos.2- Juan Tavira Bayo (Independiente).3- Gonzalo Galán Narváez (Independiente).4- José Luís Pedraza Revuelta (Independiente).5- Isabel Heliodora Gómez Macías (Independiente).6- Francisco Barroso López.7- Rafael Méndez Sierra (Independiente).8- Francisco Lorenzo Gómez.9- José Rivera Molins.10- Juan Villegas de los Santos.11- Juan Magro Crespo (Independiente).12- Francisco González Periáñez (Independiente)13- Isidoro Gómez Sequedo.

Partido Socialista Obrero Español, para el Municipio de Cartaya.

1- Guillermo Pérez Gómez.2- Salvador García Hueto.3- José Zamorano Ríos.4- Sebastián Díaz Izquierdo.5- José González Núñez.6- José Luis González Ponce.7- Francisco Maestre Núñez.8- Arturo González Núñez.9- Ramón Hispano Bayo.10- Juan José Benítez Pérez.11- Antonio Rita Rivero.12- Juan Morón Rodríguez.13- Fernando Delgado Béjar.Suplente: María Teresa Flores Morilla

Unión de Centro Democrático, para el Municipio de Cartaya.

1- Pedro Jurado Hachero.2- Luciano Fernández Pérez.3- Manuel Gómez Nogueras.4- Manuel Galán Román.5- José Macías Burgos.6- Silverio Noval Mayoral.7- Patrocinio Martín Santana.8- Francisco Díaz Martín.9- Roberto Flores Díaz.10- Juan Luís García García.11- José Antonio Álvarez Márquez.12- Sebastián López Pérez.13- Antonio Burgos Ramos.Suplentes:1- Francisco Zunino Hachero.2- Enrique Pereira Romero.3- Joaquín Ortiz Madera.4- Francisco Novoa Macías.

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VOTOS OBTENIDOS:

- Unión de CentroDemocrático: 1995 votos 7 CONCEJALES- Partido Socialista de Andalucía: 1.565 votos 5 CONCEJALES- Partido Socialista Obrero Español: l.301 votos 1 CONCEJAL- Partido Comunista de España: 147 votos 0 CONCEJALES

Resultados electorales de las elecciones municipales 1979 en Cartaya . Documento de Avance de resultados. Archivo Municipal. Leg. 1505

Pleno de constitución de la primera corporación democrática. De izda. a dcha.: José Macías Burgos, Patrocinio Martín Santana, Manuel Gomez Nogueras, Silverio Noval Mayoral, Rafael Marañón Pérez, Manuel Galán Román, Pedro Jurado Hachero y Luciano Fernández Pérez.

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Del resultado de la votación salió la corporación municipal siguiente:

No podemos dejar pasar la ocasión que se nos brinda al editar este artículo, para apuntar las opiniones que nos dan algunas de las personas que se presentaron como candi-datos en esas elecciones. Han transcurrido treinta años, y desde la distancia se valora desde muy diferentes puntos de vista aquellos momentos, plenos de entusiasmo, de idea-les, de trabajo…

Don PEDRO JURADO HACHERO encabezaba la candidatura de Unión de Centro Democrático. Nos cuenta someramente qué sucedió entonces y cómo recuerda aquellos momentos…

Nos cuenta que tras el anuncio de la convocatoria de eleccio-nes municipales, acudió a una reunión en los locales que Sil-verio Noval tenía en la calle Trascampanas, y en la que estaba presente el entonces candidato de UCD por Huelva, Jaime Ma-druga. Allí se habló de inquietudes, de programas, de trabajar por el pueblo, y que se debía constituir en Cartaya un grupo fuerte de cara a las elecciones para trabajar por Cartaya.

“En esa reunión ya se planteó la figura del cabeza de lista, y para mi sorpresa, los allí presentes me señalaron a mí como la persona más idónea e indicada para ello. Naturalmente yo me resistía a tal pretensión. En una segunda reunión, se volvió a plantear el tema, y se volvió a plantear lo anterior. En las siguientes reuniones, ya con mucha más gente pre-sente, se insistía en mi persona como la más indicada para figurar en primer lugar. Y así fue como me presenté. A partir de aquí comenzamos a confeccionar una lista, buscando personas que creíamos idóneas y capaces, y al final salió una buena candidatura”.

Los componentes y simpatizantes del partido se reunían en una casa que Pedro tenía en la calle Santa María, y desde allí se organizaban y coordinaban toda la campa-ña electoral.

En cuanto a la campaña electoral Pedro añade que “ Algo que no me agradó mucho es que la campaña electoral se

centralizó mucho en mí, hasta el punto de que se editaron unas pegatinas circulares donde aparecía, junto al logotipo del partido, mi fotografía y el eslogan: “Yo también voto a Pedro”. Recuerdo que en contraposición a esta publicidad, salió una del Partido Socialista de Andalucía que decía “No-sotros no somos una persona, somos un grupo”.

“La verdad es que yo me jugué mucho en esa campaña porque, a pesar de tener un grupo estupendo, todo lo cen-traban en mí, y pienso que, realmente, el éxito o el fracaso dependía en cierto modo de mí.

Recuerdo que la campaña fue muy fuerte. Todos pusimos mucha carne en el asador. Hubo incluso mítines interrum-pidos y también abortados en El Rompido, incluso con al-gunos actos vandálicos, como la quema de redes en esa aldea. “

“Un eslogan que creo que hizo un poco de daño fue uno que indicaba “Si el gobierno es de UCD qué Corporación interesa más a Cartaya”.

Aquellos días los afrontamos con muchísima ilusión, con muchas ganas de trabajar por el pueblo, y esas ganas y ese amor por el pueblo se dejaron sentir. Ganamos por mayoría absoluta, con siete concejales, y todos éramos inexpertos y bisoños en el terreno de la política “

Diario Odiel de 3 de abril de 1979. En primera página se daba cuenta de que, mientras transcurría la jornada electoral, D. Adolfo Suárez juraba su

cargo como Presidente del Gobierno ese mismo día.

D. Pedro Jurado Hachero UCD AlcaldeD. Luciano Fernández Pérez “ Tte. AlcaldeD. Manuel Gómez Nogueras “ “D. Francisco Sánchez Díaz PSA “D. Rafael Marañón Pérez “ “D. Silverio Noval Mayoral UCD ConcejalD. Manuel Galán Román “ “D. Patrocinio Martín Santana “ “D. José Macías Burgos “ “D. Manuel Pérez Beltrán PSA “D. Tomás González Benítez “ “D. Juan M. Ramírez Quintero “ “D. Guillermo Pérez Gómez PSOE “

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Una vez que ya salieron elegidos los concejales que con-formarían la Corporación, y como la campaña había sido muy fuerte, con tal de apaciguar y calmar los ánimos, yo propuse que ya que todos los componentes de los diferen-tes grupos políticos no buscaban otra cosa que trabajar por el bien del pueblo, lo ideal era que el trabajo se repartiera entre todos. Por eso le di un margen de confianza a la opo-sición para trabajar juntos, otorgándoles varias concejalías. Las Comisiones Permanentes, hoy llamadas de Gobierno, estaban formadas proporcionalmente al número de conce-jales de cada partido, no como ocurre hoy día donde todos son del mismo color político.

Terminó aquella legislatura, y Pedro Jurado no volvió nunca más al terreno político. Esta ausencia nos la explica él mis-mo : “Mi prestigio personal se había labrado en la enseñan-za como maestro. Al salir elegido como alcalde, tenía que alternar la enseñanza, que era mi vocación, con el trabajo propio de un alcalde en el ayuntamiento. Las ausencias al colegio por motivos de la alcaldía me preocupaban, y unido a que veía muy poco a mis hijos, que eran pequeños, me inclinaron a abandonar la política.”

Don MANUEL GOMEZ NOGUERAS se presentó junto con Pedro Jurado en las listas de UCD, y salió elegido erigiéndo-se en segundo teniente de alcalde.

Cómo decidió embarcarse en esa aventura electoral, sus comienzos, sus desvelos y sus recuerdos nos los reveló en una breve entrevista que mantuvimos con él:

“En principio nosotros no teníamos idea ninguna de polí-tica ni tampoco sabíamos como funcionaban realmente l

os ayuntamientos. Pero teníamos ilusión y entusiasmo. Mi cuñado Pedro Jurado encabezaba la lista por el partido UCD y él fue encauzándolo todo y llamando a las personas que según su criterio podían formar una lista hasta completar los 13 que se necesitaban para Cartaya- dice Manolo Gómez.

Sobre la campaña electoral nos relata que “Siempre actuamos con muy buena fe y con la idea de trabajar por el pueblo. Nos reuníamos en la calle Santa María, 27, en una casa propiedad de Pedro. Durante la campaña electoral salíamos todas las noches a pegar carteles por todo el pueblo, y después también tuvimos que ir de casa en casa repartiendo las papeletas”.

Yo personalmente también lo pasé un poco mal, porque mu-cha gente nos consideraba como una prolongación del fran-quismo o de la derecha que había gobernado España hasta entonces, y la verdad no era cierto en modo alguno. . Pero en fin, todo se fue sobrellevando y pienso que pecamos un poco de inocentes porque actuamos con una honradez tre-menda, ya que una vez que salimos elegidos concejales con mayoría (éramos 7), le dimos importantes concejalías a concejales que estaban en la oposición, como la de Urba-nismo o la de Hacienda, que se le otorgó a un concejal del Partido Socialista de Andalucía. “

Yo llevaba las delegaciones de Policía y Mercado, y una vez agotada la legislatura, ya no me presenté más. En mi fue-ro interno pienso que me hubiera gustado seguir, porque ya tenía la experiencia, pero en verdad era un gran trabajo añadido al que ya de por sí tenía, y también era muy pro-blemático porque yo tenía mi trabajo y mi tienda de cara al público, y no se podía satisfacer a todo el mundo. A veces llegaba a casa mosqueado porque las cosas no habían ido

Toma de posesión de D. Pedro Jurado Hachero como Alcalde de Cartaya. De izda. a dcha: D. Manuel Galán, D. Luciano Fernández, D. Pedro Jurado, D. Juan Manuel Ramírez y D. Guillermo Pérez

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todo lo bien que hubiera deseado. Hay que tener en cuenta que entonces no se cobraba nada en absoluto, y nosotros desde luego teníamos muy claro que bajo ningún concepto queríamos cobrar nada. Todo, absolutamente todo, lo hacía-mos por el bien del pueblo sin exigir nada a cambio, más que la satisfacción del ciudadano.

Don SILVERIO NOVAL MAYORAL es un hombre que sí ama-ba la política y además era uno de los pocos afiliados al partido de Unión de Centro Democrático.

Bayo. Allí estaban Pedro Jurado y Silverio Noval, quienes me dicen, para gran sorpresa mía, que me habían puesto en la lista electoral el segundo y que si yo no accedía a presen-tarme no se podía presentar la candidatura. Me vi por tanto casi obligado a decir que sí.

Desde luego no me pesa ni me pesó nunca esa decisión, porque las vivencias que tuve fueron muy especiales, y re-sultó ser una experiencia muy bonita. “

Por lo que respecta a la campaña electoral se peleó mucho en ella. Sabíamos que teníamos ventaja sobre los restan-tes grupos políticos que se presentaban porque la Unión de Centro Democrático era el partido en el gobierno, acababa de ganar las elecciones generales y naturalmente eso incli-naba la balanza a nuestro favor. Eso se vio después ya en el día a día, porque también contamos con el gran apoyo del presidente de la diputación provincial, Emiliano Sanz Esca-lera, que se volcó con nosotros.

“Una vez que salí elegido como miembro de la corporación municipal, donde ejercí como primer teniente de alcalde, de-legado del servicio de aguas y presidente de la comisión de urbanismo, me llegué a involucrar tanto en mi labor que aban-doné hasta mi trabajo en muchas ocasiones, porque entonces se atendía a las personas en cualquier momento y a cualquier hora. Recuerdo que algunos plenos incluso duraban hasta las dos de la madrugada, con mucha asistencia de público. “

“Desde el primer momento en que entramos en el ayunta-miento, nos pusimos de acuerdo los componentes de los tres partidos políticos elegidos para llevar entre todos el trabajo municipal. Por tanto, convenimos que lo mejor era llevarnos bien entre todos y discutir y solucionar los pro-blemas de común acuerdo. De este modo no hubo prácti-camente enfrentamientos. Además, a cada uno se le asignó la concejalía o la delegación en la materia que mejor le iba

Don Manuel Gómez Nogueras

Don Luciano Fernández Pérez

Concurrió, según nos cuenta “con muchísima ilusión y en-tusiasmo para trabajar por Cartaya., destacando la unión entre todos los componentes, formando un grupo compac-to, un grupo de amigos que ansiaban luchar por lo que con-sideraban era lo mejor para el pueblo.”

Silverio destaca algo que nos resulta verdaderamente reve-lador, emotivo y admirable: “tuvimos una colaboración muy importante, nuestras mujeres” - dice Silverio-, porque en muchas ocasiones ellas tuvieron que hacer frente a los ne-gocios de sus maridos ya que ellos se tenían que ausentar para atender los asuntos del ayuntamiento”.

Ahora, en la distancia del tiempo, Silverio nos dice que “de aquella época tan bonita para mí, con lo que mejor me que-do es con el compañerismo y la unión, trabajar mucho sin cobrar nada, ni pretenderlo siquiera, sin más interés que Cartaya.”

Don LUCIANO FERNÁNDEZ PÉREZ nos cuenta que “mi pre-sencia en las elecciones de 1979 es un poco peculiar, por-que yo ni remotamente pensaba presentarme. Me lo pro-pusieron, pero yo naturalmente me negaba a tal propuesta, porque en realidad yo no era ningún político. Pero el último día en que había que presentar las listas en Huelva, me acerqué a última hora del mediodía a la bodega de Miguel

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conforme a su profesión o sus conocimientos. Y creo que el talante de Pedro Jurado fue muy importante para que existiera aquella unión entre todos. “

Don FRANCISCO SÁNCHEZ DÍAZ ( Huelva, 1941- 2008) en-cabezaba la lista por el Partido Socialista de Andalucía. Ya había participado en el gobierno municipal formando parte de la corporación anterior (1974-1979), cuyo alcalde D. Ricardo Orta y Sierra, quiso también incluir en su equipo de gobierno a personas de relevancia cultural, como era el caso de este hombre: licenciado en Filosofía y Letras y doctorado en Roma, poeta y escritor, profesor en aquel en-tonces del instituto Rafael Reyes. También fue colaborador de prensa y radio, y obtuvo el premio de periodismo “3 de Agosto”. Entre sus responsabilidades políticas estaban las de delegado de sanidad, cultura, educación y deportes.

Sus discrepancias con la dirección del partido político al que estaba adscrito le condujeron a la dimisión como militante, la expulsión del partido y su cese como concejal el 27 de octubre de 1980.

Don MANUEL PÉREZ BELTRÁN concurrió a las elecciones por el Partido Socialista de Andalucía. Iba en la lista en sép-timo lugar, porque él mismo así lo eligió. Nos relata que “Por aquellas fechas conseguimos reunir a un número de personas entusiastas, agrupadas bajo las siglas del Partido Andalucista, liderado entonces en Cartaya por D. Francis-co Sánchez Díaz, que era de Huelva pero trabajaba como profesor en el Instituto Rafael Reyes, y que también había sido concejal ya en la legislatura anterior, siendo alcalde D. Ricardo Orta. Conseguimos confeccionar una lista de perso-nas comprometidas que querían que los ideales andalucis-tas estuvieran presentes también en el Ayuntamiento. Con-tamos además con el apoyo de mucha gente, que aportó ideas y colaboró con nosotros, como Juan M. Ruiz, Antonio Pereles, Pepe Tejada…”

“Nos reuníamos en los altos del convento, y lo que más destaco de aquellos tiempos es el empeño, el trabajo y el esfuerzo humano, porque sacar cinco concejales en los primeros tiempos de la democracia era algo bien difícil. Re-cuerdo que Paco Cruz realizó una encuesta por el pueblo, y el resultado de la misma fue que ganábamos por mayoría las elecciones. Pero el último día de campaña UCD puso un pancarta que decía “Cartaya, tu voto para un cartayero”, y eso quizá hizo inclinar la balanza hacia el voto ucedista.”

“De la corporación municipal, lo más reseñable para mí es el grupo tan compacto que formamos todos los concejales, con independencia del signo político que cada uno tuviera, porque todos tuvimos asignadas concejalías y todos lucha-mos por igual en defensa de los intereses de Cartaya, y también fue una gran satisfacción el contacto que teníamos con el pueblo tan a diario. Ese es mi mejor recuerdo y es lo que más valoro de entonces.”

Doña MARIA MAGDALENA BURGOS FLORES, natural de El Rompido, se presentó a las elecciones por el Partido Socialista de Andalucía, ocupando el número 6 de la lista electoral.

Nos cuenta Magdalena que fue Francisco Sánchez quien le propuso formar parte de la candidatura. “El me conocía porque yo me movía mucho por los demás y por conseguir cosas para el pueblo y ayudar a los demás. Era una mujer muy activa, muy guerrillera”.

Su mejor recuerdo de entonces es el buen compañerismo que existía entre los miembros del grupo, “tuve unos com-pañeros muy buenos, y eso es lo que más valoro, además de que trabajábamos por el pueblo sin ningún tipo de inte-rés”.

Cuando en octubre de 1980 D. Francisco Sánchez cesó como concejal, María Magdalena le sustituyó como conce-jala, actuando en este cargo hasta enero de 1982, fecha en que presentó su “dimisión por motivos privados”

Doña Mª CONSOLACIÓN ROMERO PALACIOS también se presentó por el Partido Socialista de Andalucía, en el pues-to número ocho de la lista. Puestos al habla con ella, nos cuenta lo siguiente:

“Yo había terminado magisterio en 1976, y ya en mis años de estudios en la Escuela de Magisterio estaba teniendo lugar una toma de conciencia de la situación represiva que invadía España, y “creo que hay una época en que se despiertan las conciencias y te das cuenta de que hay otras formas de hacer las cosas, otras políticas, otra manera de actuar para mejorar la situación de un país, una región o un pueblo.

Por aquellas fechas se estaban produciendo en Cartaya una serie de reuniones, promovidas por Francisco Sánchez y

Don Manuel Pérez Beltrán

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otros, explicando los objetivos del partido socialista de An-dalucía, e intentando despertar en la gente esa conciencia a que me he referido antes.

Yo asistía, con mucha más gente a esas reuniones o míti-nes, hasta que me propusieron pertenecer a la candidatura por el PSA. Particularmente me atrajeron mucho los objeti-vos que se marcaban y yo entendía que Andalucía estaba bastante reprimida con respecto al resto de regiones espa-ñolas, y pensaba que aquel era un momento adecuado para luchar por nuestra región, por el nacionalismo andaluz.” Una vez cerrada la lista electoral, comenzamos a reunirnos en diferentes lugares, y el mejor recuerdo que guardo de entonces es la ilusión con que se trabajaba y el esfuerzo que hacíamos por unos ideales.”

“Fueron realmente unas elecciones muy bonitas, aunque competitivas, pero muy sanas. Prueba de ello es que, una vez en el gobierno local, el grupo mayoritario que era UCD repartió las concejalías de tal manera que el equipo estaba compuesto por miembros de dicho partido y del PSA. Hoy es impensable que un equipo mayoritario de un partido le otorgue concejalías a la oposición.”

Al cesar como concejala María Magdalena, ocupó la conce-jalía vacante del PSA Mª Consolación Romero, cargo en el que permaneció hasta finalizar la legislatura.

María Consolación ha sido siempre una mujer tremenda-mente comprometida y siguió presentándose en futuras convocatorias electorales, actuando también como conce-jala en la legislatura siguiente 1983-1986 y en la de 1999- 2003.

Cabe resaltar que María Magdalena Burgos y María Conso-lación Romero han sido las dos primeras mujeres en pisar el terreno político en el ayuntamiento cartayero a lo largo de toda su historia.

Don RAFAEL MARAÑÓN PÉREZ se presentó por el Partido Socialista de Andalucía, saliendo elegido y formando parte de la corporación municipal como Teniente de Alcalde.

“Yo tenía 37 o 38 años y era muy consciente del movimiento que había entonces: la gente estaba muy ilusionada y muy concienciada de que había una democracia y que había que trabajar por ella. Habíamos pasado una dictadura, en-trábamos en la democracia y pensaba que también yo tenía que poner mi grano de arena en aquello”.

Fue también D. Francisco Sánchez Díaz quien le propuso a Rafael su participación e inclusión en la lista electoral: “Ya yo había votado a este partido en las anteriores elecciones generales, porque creía, como sigo creyendo hoy, que en Andalucía hacía falta un partido fuerte de izquierda para de-

fender los intereses de Andalucía”. “Y lo que más recuerdo de aquellos días es la ilusión, ilusión es la palabra, tanto de los electores como de los que nos presentábamos en aque-llas elecciones: la gente tenía muchas ganas de eleccio-nes y tenía una clara conciencia de que había libertad para votar, una libertad que había estado truncada durante los cuarenta años inmediatamente anteriores. Y realmente fue una época muy bonita, y me siento muy orgulloso de haber dado ese paso, aunque lo di con cierto temor, lo cual es lógico porque era una fecha muy complicada: el miedo a un golpe de estado y las represalias que podían sobrevenir en el caso de que eso ocurriese (como de hecho ocurrió, en el fallido intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981, día en el que precisamente estábamos en un pleno).”

“Después ya no me presenté más porque representaba mu-cho trabajo: yo tenía mi familia y mi negocio en el bar y muchas veces una y otra cosa estaban desatendidas. Como el bar estaba tan cerca del Ayuntamiento, pues yo siempre estaba como disponible para acudir para cualquier cosa que hiciera falta. Fíjate que incluso yo le pedí a Pedro Jurado que los plenos se celebrasen los lunes, porque era el día de la semana en que yo cerraba el bar y tenía el día libre, cosa que verdaderamente iba en detrimento de mi mujer y mis hijos, porque era el único día que yo podía dedicarles a ellos por entero.”

Don MANUEL BOTILLO RÍOS encabezaba la candidatura por el Partido Comunista de España. Nos cuenta que pre-sentarse a las primeras elecciones municipales democrá-ticas por el Partido Comunista fue algo muy difícil, ya que estaba muy reciente y fresco el recuerdo del franquismo y la mala imagen y persecución a que siempre había sido so-metido el comunismo: “Se nos miraba como a bichos raros, y por eso resultó difícil y complicado confeccionar una lista, aunque al final lo logramos, reuniendo a un nutrido grupo de personas con entusiasmo e inquietudes.”

Don Rafael Marañón Pérez

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“Yo ya había mantenido contactos con el partido comunista en la clandestinidad, cuando aún siendo muy joven me fui a tra-bajar a Cataluña. Allí me afilié a las Juventudes Comunistas de España hacia 1972. Una vez de regreso a Cartaya, y en aque-llos primeros tiempos de la democracia, empecé a moverme en estos temas, intentado localizar a gente que comulgara con mis mismas ideas. Por mediación de algunas personas, como Juan Villegas de los Santos, entablé comunicación con Emilio Escobar, profesor entonces del instituto de Cartaya que era co-munista, y que se convirtió en el secretario del partido. Acudía-mos a El Almendro, en donde conocí a Juan Gómez Rosa, que más tarde sería alcalde de aquella localidad..”

El partido comunista de España se legalizó el 9 de abril de 1977, y a partir de aquí comen-zaron a reunirse una vez a la semana en la bodega de Pellica, en la calle Alta. Más tarde alquilaron un local en la calle Frailes, en don-de también se ubicó la sede del Sindicato Comisiones Obreras (el local del partido es-taba en la planta baja, y Comisiones en la cú-pula del convento).

“Casi todos los que estaban en el partido, o simpatizantes del mismo, eran personas mayores, gente que había conocido y padecido muy cerca las tristes secuelas de la posguerra y las represiones del régimen anterior.”

Carecíamos de medios económicos, así que para recaudar algunos fondos rifamos un transistor, que por cierto le tocó a Dª. Manolita Pavón, y en otra ocasión, un chivo. Por aquellos entonces asistimos al Congreso del Partido, en Sevilla, y tam-bién estuvimos en la representación de Huelva en la fiestas del partido en la Casa de Campo de Madrid.

De cara a las elecciones municipales del 79, pensé que, como estaba el cambio político en marcha, los resultados nos iban a ser más favorables de lo que fueron. Emprendimos con mucho entusiasmo la campaña electoral, pegando no sin cierta dificul-tad, carteles por todos sitios. El slogan del programa electoral era “Quita un cacique, pon un alcalde”. Recuerdo que en la presentación de la candidatura y del programa, que tuvo lugar en la entonces Casa de Cultura, yo pronuncié unas palabras que cayeron muy mal a los funcionarios del ayuntamiento: que si resultábamos elegidos y entrábamos en el ayuntamiento, íbamos a ir a Monte Luna a coger retama para hacer un es-cobón para barrer toda la podredumbre que había en el ayun-tamiento. “

Lo que más valora de aquellas fechas “es que se trabaja-ba con mucha ilusión y con muchos ideales, algo que creo que hoy no existe. Tuvimos tan solo 147 votos en aquellas elecciones, y aunque yo continué participando en actividades del partido, no volví a presentarme en adelante a otras elec-ciones, porque realmente era como luchar contra corriente. “

Doña ISABEL HELIODORA GOMEZ MACIAS iba en el quinto lugar de la lista por el Partido Comunista de España.

En una breve, pero intensa entrevista, Isabel Gómez nos cuenta que se presentó “porque siempre pensé que las cosas pueden mejorar y cambiar, y yo soy una persona que no puede ver una injusticia. En aquellos tiempos sa-líamos de una época de grandes restricciones en todos los órdenes, y sobre todo restricciones sociales – nos dice Isabel – y pienso que había que irse al otro extremo para poder cambiar algo, por eso me puse en la lista del partido comunista. Además, yo siempre me he sen-tido de izquierdas, porque entiendo que la izquierda es una política de puertas abiertas en cuanto a innovación y progreso, como el divorcio, los matrimonios entre ho-mosexuales, et., , quien quiere entrar entra , y el que no quiere entrar, pues no entra.”

“Aquellos días de las elecciones municipales los viví in-tensamente y con mucha ilusión, a pesar de que la gente estaba muy reacia a votar a la izquierda, por el miedo que aún existía, producto de tantos años de dictadura y represión.”

“El mejor recuerdo que guardo es el de la campaña elec-toral, porque coincidimos un grupo de personas que se movían por sus ideas, con unos principios, con mucha honestidad, donde no importaba el dinero, sino tan solo trabajar y luchar por mejorar las cosas y por el bien co-mún de Cartaya.”

Don JUAN TAVIRA BAYO deja claro que acudió a las elecciones como Independiente, pero dentro de la can-didatura del Partido Comunista: “Yo tenía entonces 27 años, y el presentarme a las elecciones fue para mi una forma de expresar el sentir general de que había que hacer algo nuevo en España para cambiar las cosas, so-bre todo en lo que se refiere a la juventud, por entonces deprimida y sin libertades, inmersa en un totalitarismo en el que no se podía ni hablar.” “Me metí en la candidatura comunista porque fue el par-tido que me lo pidió, concretamente su líder en el pueblo, Manuel Botillo, y fui de segundo en la lista. Yo tenía mi trabajo, y tenía poco tiempo para dedicarme a la campa-ña electoral, pero acudía a todas las reuniones posibles, que realizábamos en la bodega de Pellica, y con lo mejor que me quedo de aquella época es la unión entre todos.

El cartel electoral del Partido Comunista de España en la municipales de 1979.

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La nota más negativa quizá era que la gente era muy reacia hacia el Partido Comunista, ni mi misma madre quería que yo me presentara e insistía en que me quitara de esa lista. Y eso fue quizá también lo que hizo que en adelante no me volviera a presentar a otras elecciones.“

Don GUILLERMO PÉREZ GOMEZ (1930- 2002) encabezaba la lista por el Partido Socialista Obrero Español, accediendo a ocupar ese puesto tras las peticiones realizadas por un nutrido grupo de adeptos a esta formación política y sabe-dores del talante aperturista y democrático de este hombre. Se presentó también a las siguientes elecciones municipa-

Don JUAN MORON RODRÍGUEZ formaba parte de la lista electoral del Partido Socialista Obrero Español.

Los inicios del partido en Cartaya, sus recuerdos de la cam-paña electoral y sus vivencias en las elecciones munici-pales a que estamos haciendo referencia, nos lo cuenta en una breve entrevista que mantuvimos:

Don Juan Tavira Bayo

Don Guillermo Pérez Gómez

Don Juan Morón Rodríguez

les de 1983, obteniendo mayoría absoluta. Posteriormente perdió la alcaldía en la legislatura siguiente, 1987, aunque continuó ejerciendo su cargo como concejal hasta finalizar dicha legislatura en 1991, en que dio por finalizada su ca-rrera política activa.

“A finales de los años setenta yo era la única persona que había en el PSOE en Cartaya. Conocía a varias personas que estaban en UGT y también conocía y mantenía cierto con-tacto con Carlos Navarrete, que era el secretario provincial del PSOE en Huelva.

Por aquel entonces vino de Sevilla a dar clases en el insti-tuto un profesor de Sevilla, Fernando Delgado, acompañado de su mujer, María Teresa Flores. Por mediación de Carlos conocí a Fernando, que había militado en las juventudes socialistas. A partir de aquí comenzamos a formar un grupo de personas con ideas afines, y con el objetivo primordial de conseguir una lista para las elecciones municipales de 1979. “

“Desde la sede de Huelva nos dijeron que en Cartaya había una persona de cierta relevancia y que había pertenecido a las juventudes socialistas y que podía encabezar la lista electoral: Guillermo Pérez Gómez. Le pedimos que encabe-zara la candidatura, y accedió de inmediato. Contactamos también con Salvador García Hueto, que era de UGT y for-maba parte de la comisión de personal de una de las fábri-cas del polo químico de Huelva, y que se puso el segundo en la lista.

Yo me puse de entre los últimos, como he hecho posterior-mente también en futuras elecciones en que me he presen-tado, porque siempre he preferido trabajar y luchar entre bastidores, ayudando, participando o apoyando decisiones y actitudes.

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La campaña electoral fue un tanto combativa: nosotros no teníamos experiencia en ese terreno y además teníamos muy pocos medios. Recuerdo que el final de campaña se hizo en la antigua Casa de Cultura.

Visto ahora desde la distancia, mis mejores recuerdos son las charlas que manteníamos con la gente, en la calle o en la taberna, el ir y venir de los mítines, donde los ideales eran tan de verdad; el reparto de papeletas y todo ello aderezado con un poco de ese miedo que entonces todavía aleteaba en el ambiente.

ALGUNOS DATOS Y CURIOSIDADES DEL MOMENTO

Ultima Corporación Municipalde la época predemocrática:

Alcalde:D. Ricardo de Orta y Sierra,elegido el 3 de febrero de 1974.

Ttes. de Alcalde:D. Roberto Aletta Marañón D. José Ramos Zamorano.

Concejales:D. Antonio Pérez BeltránD. Antonio Rodríguez GómezD. Juan Jurado HacheroD. Francisco Sánchez DíazD. Bartolomé Florencio Sáez

JURAMENTO POR VEZ PRIMERADE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

El pleno de constitución del nuevo Ayuntamiento democrático tuvo lugar el 19 de abril de 1979, a las 11 de la mañana.

Se jura por primera vez en un pleno del ayuntamiento cartayero “cumplir fielmente las designaciones del cargo del Alcalde del Ayuntamiento de Cartaya, con lealtad al rey y guardar y hacer guardar la Constitución como Norma Fundamental del Estado”.

El nuevo alcalde es D. Pedro Jurado Hachero (UCD).

LA PRIMERA DISPOSICIÓN DE LA NUEVA CORPORACIÓN

- En el Pleno de constitución, la nueva corporación da de plazo al interventor hasta el 30 de abril para presentar los justificantes de las existencias en metálico y valores del ayuntamiento, así como el Inventario del patrimonio.

Sesión Extraordinaria de Constitución del Nuevo Ayuntamiento de 19 de abril de 1979.

EL TIEMPO DURANTE LA JORNADA ELECTORAL

3 de abril de 1979

Viento del oeste- noroeste por Cantábrico, Aragón, en Cataluña y Baleares. Cierzo en el Ebro, Tramontana en Ampurdán y Mestral en Menorca. Nubosidad de estancamiento en Cantábrico y Pirineos y cabeceras del Duero y Ebro con algunas nevadas. Tiempo esta-ble en el sur de la península.

(Odiel, de 3-4-1979)

RÉGIMEN DE LAS SESIONES

La recién elegida corporación municipal de 1979 acuerda la realización de un Pleno Ordinario men-sual, los últimos jueves de cada mes, a las 21,30 horas.

La Comisión Permanente se reunirá todos los viernes, a las 17 horas.

EL ÚLTIMO PLENO DE LA CORPORACIÓN PREDEMOCRÁTICA

El último Pleno del alcalde anterior D. Ricardo de Orta fue el 20 de febrero de 1979, en el que se deba-tieron los siguientes asuntos:

- Adjudicación definitiva de subasta de eucaliptos.

- Aprobación provisional delimitación del casco de la población.

- Préstamo para recogida de piñas.

- Escritos de vecinos del El Rompido

- Disponibilidades del fondo de mejoras y su distribu-ción.

- Cuentas mejoras año 1978.

- Aprobación cuentas presupuestos extraordinarios números 9, 10, 13 y 15.

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EL DÍA DE LAS ELECCIONES MUNICIPALES EN ESPAÑA Y EL MUNDO

3 DE ABRIL DE 1979

EN ESPAÑA ese día jura su cargo como Presidente del Gobierno de España D. Adolfo Suárez González, que había ganado las Elecciones Generales del 1 de marzo de 1979 con su grupo UCD, consiguiendo una amplia mayoría, con 47 escaños de diferencia res-pecto a la segunda fuerza política, el PSOE de Felipe González, con 121 escaños.

La tercera fuerza política fue el Partido Comunista de España , con Santiago Carrillo como líder y la cuarta, Coalición Democrática (que en las elecciones ante-riores se había presentado como Alianza Popular), liderado por Manuel Fraga.

EN EL MUNDO:

REVOLUCIÓN ISLÁMICAIrán se proclama como república Islámica, decretán-dose el primero de Abril como el Día de la Revolu-ción. El hecho ocurre tras el derrocamiento del sha de Persia Reza Palhevi, por la revolución liderada por el ayatollah Jomeiny.

EVACUACIÓN POR RADIACIÓN NUCLEAR

Comienza la evacuación de mas de un millón de personas de la zona de alcance de la onda reactiva que expele el generador nuclear averiado en la planta de Three Mile Island (USA).

EL REPARTO DE CONCEJALÍAS Y COMISIONES INFORMATIVAS

a) SANIDAD Y ENSEÑANZA: D. Manuel Galán Román (UCD)

b) CULTURA: D. Francisco Sánchez Díaz (PSA)

c) DEPORTES Y JUVENTUD: D. Manuel Pérez Beltrán y D. Tomás González Benítez (PSA)

d) AGRICULTURA: D. Guillermo Pérez Gómez (PSOE)

e) ABASTOS: D. Manuel Gómez Nogueras (UCD)

f) LIMPIEZA: D. Manuel Pérez Beltrán (PSA)

g) AGUA: D. Luciano Fernández Pérez (UCD)

h) POLICIA Y ALUMBRADO: D. Silverio Noval Mayoral (UCD)

i) HACIENDA: D. Juan Manuel Ramírez Quintero (PSA)

j) OBRAS, URBANISMO Y JARDINES: D. Rafael Marañón Pérez (PSA)

k) TURISMO Y TRÁFICO: D. Patrocinio Martín Santana (UCD)

l) PLAYAS ( El Rompido): D. José Macías Burgos (UCD)

Todos los concejales electos, incluidos los de la oposición, asumieron concejalías y responsabilidades políticas, es decir, las concejalías se repartieron entre todos los concejales.

Hoy día parece impensable que la oposición forme parte del equipo de gobierno municipal.

Pleno de 4 de mayo de 1979.

LA COMISIÓN PERMANENTE

La comisión Permanente (hoy llamada Comisión de Gobierno o Junta de Gobierno Local) quedó integrada por dos concejales de UCD y dos del PSA, además del alcalde:

Presidente: D. Pedro Jurado Hachero (UCD)D. Luciano Fernández Pérez (UCD)D. Manuel Gómez Nogueras (UCD)D. Francisco Sánchez Díaz (PSA)D. Rafael Marañón Pérez (PSA)

Es llamativo cómo siendo mayoría los miembros del partido de Unión de Centro Democrático, y pudiendo los concejales de dicho partido componer la Comi-sión tan solo con miembros de UCD, le otorgaron dos asientos a la oposición.

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UNIÓN DE CENTRO DEMOCRÁTICO ( UCD)

Se formó como coalición en mayo de 1977, durante la transición posterior a la dictadura de Francisco Franco. La UCD reunió a una serie de partidos polí-ticos, estando la coalición bajo el liderazgo de Adolfo Suárez. Sus principales componentes se declaraban demócrata-cristianos, liberales, socialdemócratas o independientes, siendo éstos últimos frecuentemente elementos procedentes del régimen franquista. Pos-teriormente, el 4 de agosto de 1977, se transformó en un partido político.

UCD gobernó España desde 1977 hasta 1982. El 29 de enero de 1981, fruto de los conflictos internos dentro de UCD, entre otros motivos, Adolfo Suárez dimite como Presidente del Gobierno, siendo su sus-tituto hasta el fin de la legislatura por Calvo-Sotelo.

Las continuas crisis internas del partido y el pésimo resultado electoral en las elecciones generales de 1982, donde el PSOE obtuvo una aplastante victoria, provocaron la definitiva disolución de UCD el 18 de febrero de 1983.

PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL (PSOE)

Fue fundado en 1879 por Pablo Iglesias, en un princi-pio como partido marxista de la clase obrera, socialista revolucionario . En 1888 fundó el sindicato UGT.

Tras la reinstauración de la democracia en España, el PSOE se convirtió en uno de los dos grandes partidos del panorama político. Bajo el liderazgo de González, el PSOE asumió la tarea de gobernar España entre 1982 y 1996.La derrota de 1996 y la posterior renun-cia de Felipe González a la secretaría general (XXXIV Congreso Federal) llevó al PSOE a una grave crisis de liderazgo que se extendió hasta el año 2000, cuando el XXXV Congreso Federal eligió a José Luis Rodrí-guez Zapatero como nuevo secretario general.

Bajo el liderazgo de Zapatero, el PSOE recuperó terreno electoral frente al principal partido de la opo-sición, el Partido Popular ( PP), superó a su rival en las elecciones autonómicas y municipales de 2003 y ganó las elecciones generales de 2004 (con mayoría simple) y europeas del mismo año.

En las elecciones generales de 2008 el Partido Socialista Obrero Español volvió a ganar los comicios, obteniendo 169 diputados, cinco más que en 2004 y un 43,87 % de los votos.

PARTIDOS POLÍTICOS

PARTIDOS POLÍTICOS

Adolfo Suárez

Felipe González

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PARTIDO SOCIALISTA DE ANDALUCÍA (PSA)

El Partido Socialista de Andalucía fue fundado en junio de 1976 por un grupo encabezado por Ale-jandro Rojas-Marcos, Luis Uruñuela y Miguel Ángel Arredonda, sobre las bases del grupo Compromiso Político de Andalucía (1965), que desde 1971 se denominaba Alianza Socialista de Andalucía. Cam-bia de nombre en 1979 (PSA - Partido Andaluz) y adopta el definitivo (Partido Andalucista) en 1984. En 2001 Pedro Pacheco funda un nuevo partido para el que recupera el nombre de Partido Socialista de Andalucía

Líderes sucesivos: 1976 Alejandro Rojas-Marcos - 1982 Luis Uruñuela - 1986 Pedro Pacheco - 1991 Alejandro Rojas-Marcos - 1994 Antonio Moreno - 1995 Antonio Ortega - 2004 Julián Álvarez - 2008 Pilar González.

PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA (PCE)

El Partido Comunista de España (PCE) es un parti-do político marxista español escindido del PSOE el 14 de noviembre de 1921 por la negativa del segundo a sumarse a la III Internacional convocada por Lenin.Fue formado por la unión del Partido Comunista Es-pañol (que había sido fundado a su vez el 15 de abril de 1920 por la Federación de Juventudes Socialis-tas) y el Partido Comunista Obrero Español (PCOE), fundado a su vez por los delegados de izquierda del Congreso del Partido Socialista Obrero Español el 13 de abril de 1921.

Durante la Transición española el PCE vuelve a la legalidad el 9 de Abril de 1977, presentándose a las elecciones con Santiago Carrillo , que era Secretario General del Partido desde el 1 de abril de 1936.

A inicios de los años 80 el partido dejó de consi-derarse marxista-leninista, para pasar a definirse únicamente como marxista revolucionario.

En 1982. Santiago Carrillo dimitió como secretario general, siendo sustituido por Gerardo Iglesias En 1986 el PCE participó con otras fuerzas políticas en la fundación de Izquierda Unida

En 1987 Julio Anguita González pasó a ser el Se-cretario General del PCE y Coordinador General de Izquierda Unida. 1998 pasa a ocupar la Secretaría General Francisco Frutos Su Presidenta de Honor a Perpetuidad es Dolores Ibárruri, La Pasionaria.

PARTIDOS POLÍTICOS

PARTIDOS POLÍTICOS

Alejandro Rojas Marcos

Santiago Carrillo

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Desde la Redacción de esta Revista, nuestro más sincero homenaje de respeto y consideración a todas las personas que tuvieron el valor y el mérito de presentarse a esas pri-meras elecciones democráticas en momentos tan críticos y difíciles de la transición española.

Fuentes consultadas:

Archivo Municipal de CartayaHemeroteca de la Excma. Diputación Provincial de HuelvaLa mirada del tiempo.- El País, DL. 2006Historia de España.- Tomo 20/ dirigido por John Lynch.- El País, DL. 2007

Fuentes orales:D. Pedro Jurado Hachero, D. Manuel Gómez Nogueras, D. Luciano Fernández Pérez, D. Silverio Noval Mayoral, D, Ma-nuel Pérez Beltrán, Dª. María Magdalena Burgos Flores, Dª. Mª Consolación Romero Palacios, D. Manuel Botillo Ríos, Dª. Isabel H. Gómez Macias, D. Juan Tavira Bayo, D. Juan Morón Rodríguez.

Rafael Méndez Andreu

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INFIERNO TRAS EL INFIERNO:LA BATALLA DE LA POSGUERRA

Así, el 1º de abril de 1939, Franco anunciaba, desde el Cuartel General del Generalísimo en Burgos, el final de la contienda española, del tremendo fracaso que supo-ne el enfrentamiento entre conciudadanos. Era el parte oficial del final de una guerra donde no dice que los enemigos (los que de entrada defendían la legalidad constitucional) habían sido derrotados, sino cautivos. Aquí comienza el verdadero infierno de la posguerra, la persecución y represión, que junto al hambre y la enfermedad pintaron de luto la España de los mediados del siglo pasado, una España que intentaba mantenerse tras su autodestrucción.

La guerra causó la pérdida de casi el 30% del ganado vacuno y lanar y casi el 50% del porcino; el campo es-pañol estaba arrasado: la gente pasaba hambre. De este modo, el nuevo Gobierno idea un sistema que decían iba a asegurar el abastecimiento a toda la población, y el 14 de mayo del mismo 1939 se instaura el racionamiento1 en toda España para garantizar una cantidad mínima de subsistencia, objetivo que no se consiguió debido a la propia escasez. Para tal fin se crean unas cartillas donde constaba el cabeza de familia con todos los componen-tes de la misma, indicando edad, sexo y establecimiento suministrador; de dicha cartilla se cortaban una serie de cupones para comprar la mercancía, cuando la había cla-ro está. La cantidad de la misma variaba según la edad o el sexo de la persona, si trabajaba o no, o si era anciano, que podía ver reducida la ración diaria en un 80% con respecto a un jornalero. Además, se tenía que especificar en que clase social se enmarcaban: alta, media o baja; las autoridades se asombran de que la mayoría de los españoles se encuadran en la última. Cada familia tenía varias cartillas: una para la carne, que muchas veces era sustituida por tocino, y otra para el resto de los alimentos. También había una para el fumador, donde se racionaba un tabaco pésimo pero era el que existía: te daban 2 pa-quetes de picadura de 25 gr. o 2 cajetillas de cigarrillos de 20 unidades. El combustible, para el escaso parque móvil existente, estaba tan racionado como el pan.

1 Boletín oficial del Estado nº 137, pág. 2691 y ss.

“Quién olvida el pasado se enfrenta con un porvenir incierto”.

Hugh Thomas

“En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares”.

“LA GUERRA HA TERMINADO”

Estas connotaciones se aplican a todo el territorio na-cional pero la realidad de Cartaya, como en otros tantos pueblos, podría haber sido otra, aunque siempre enmar-cada en el contexto histórico estudiado. Muchas de las familias cartayeras disponían de un trozo de tierra de labor, o de un corral con animales para consumo, y del río Piedras donde faenar, aunque otras muchas, por des-gracia, pasaron hambre. En general escaseaban ciertos alimentos. El pan blanco era muy difícil de conseguir: el poco trigo que había estaba muy controlado y el pan de higo se hizo popular; en concreto, el higo fue alimento de primer consumo dado el alto grado de energía que pro-porcionaba. El café brillaba por su ausencia y la malta o la achicoria2 lo sustituyeron. La algarroba, alimento para los cochinos, se empezó a comer y gracias a ella se quitó mucha hambre. La gente le echó mucha imaginación al arte culinario con la poca materia prima que había para cocinar. Ni había dinero ni donde poder gastarlo para la gran mayoría de españoles, había que ajustarse el cintu-rón para levantar a la Nueva España. Aunque este men-saje de austeridad no afectaba a todos por igual pues, por ejemplo, el 30 de diciembre de 1940 el ayuntamiento cartayero aprueba3 una paga extraordinaria para todos los trabajadores “… a fin de que estos funcionarios pue-dan llevar el consuelo y la alegría a sus hogares, entris-

2 Planta herbácea y vivaz, tenida en poca estima, de tallos rectos de 50-60 cm de altura y flores azules. Toda la planta tiene sabor amargo.3 AMC leg. 22. Actas capitulares.

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tecidos por la carestía de la vida que nos han dejado los marxistas en su fiero proceder…”, aparte de haber celebrado con música el día de la Victoria, haber dado dinero para comprar una espada victoriosa al General, comida a los trabajadores municipales en el 18 de julio, una subvención de 5000 Ptas. al Frente de Juventudes y Falange local para que vistan decorosamente, subir un 20% el sueldo a funcionarios o donativos a distintas her-mandades para imágenes o procesiones, entre otras.

Pero el Régimen intentaba controlar todo el alimento, sobre todo el de primera necesidad: kilos de trigo para hacer harina4, kilos de harina para hacer pan 5o piezas de pan que vendía el panadero. El primero de junio de 19396 el gobernador da orden de que se decomise toda la caza que se encuentre para la venta y que se remita a los comedores de Auxilio Social7: nadie podía disponer

4 Con fecha de 22/06/39, se recibe correspondencia de la Delegación de Industria con el nº de registro de entrada 675, donde se instruye a los tres fabricantes de harina de Cartaya: Manuel Ramos Quintero, Pedro Vázquez Álvarez y Manuel García García. AMC leg. 79.5 Con fecha 24/07/39 y nº de entrada de correspondencia nº 783, se recibe carta del Servicio Agronómico donde se cita a los panaderos Miguel Pavón, Manuel Rodríguez Cruz, José Marañón y José Álvarez Rodríguez para que expongan los motivos de haber rebasado el cupo de harina. AMC leg. 79.6 Entada de correspondencia nº 573. AMC leg. 79.7 En Cartaya, el comedor de Auxilio Social se encontraba en la calle Canalejas Méndez, actual calle de la Plaza, en lo que es la tienda de D. Alonso Marañón. Era atendido, como en el resto de España, por la

de alimento sin conocimiento de la Autoridad, con lo que se evitaba el poder venderlo en el mercado negro a fami-lias que lo pudieran pagar o cambiarlo por otras viandas. En este sentido, el Gobernador Civil de Huelva nombra como delegado suyo a Juan Sierra Zamorano para que “en unión de una pareja de la Guardia Civil proceda a realizar visitas de inspección domiciliaria por todo el tér-mino a fin de conocer las existencias de cebada, avena, habas, garbanzos, aceite y trigo…”8. El Nuevo Estado fija los precios de toda materia susceptible de ser alimento y se esmera en controlarlo mediante una gran red “clien-telar” beneficiaria de los acontecimientos9. De hecho, el 21 de agosto de 193910 se informa al ayuntamiento des-de el Gobierno Militar que Isabel Bayo Prieto, vendedora de carne en Punta Umbría, compró a Juan Vázquez dos

chivos vivos a 23 ptas. la arroba, siendo la tasa oficial de 17 ptas., abriéndose por tal motivo una investigación y expediente sancionador.

En todo este entramado de hambre y persecución, la pi-caresca hace uso de su imaginación: surge el estraper-lo11, comercio ilegal de productos muy controlados por el Estado, llevados a cabo por gente arriesgada, unos para comer otros para enriquecimiento. En los archivos se pueden encontrar múltiples referencias a la vigilancia, persecución y desmontaje de este “negocio”. Concreta-mente en Cartaya, la Guardia Civil refleja en bastantes documentos la detención de estraperlistas y la confis-cación de sus mercancías para su posterior tasación y

Sección Femenina y se dedicaba, entre otras actividades, a servir comidas a las personas necesitadas del pueblo en las llamadas cocinas económicas.8 AMC leg. 22. Acta Capitular de 15 de julio de 1936.9 Tanto control exigía un gran gasto; de hecho entre 1940 y 1945 casi el 50% del presupuesto oficial de la nación iba destinado a fuerzas de seguridad.10 Entada de correspondencia nº 894. AMC leg. 79.11 Concepto desarrollado entre 1933 y 1935, donde dos holandeses, Strauss y Perlowitz, con antecedentes muy turbios en los juegos de azar, llegaron a España y engatusaron a varios políticos del momento a que se les permitiera (aunque estaba el juego prohibido en España) introducir una ruleta eléctrica, la stra-perl, que resulto ser un timo. En esta operación estaba involucrado hasta el mismísimo presidente de la republica, Alejandro Lerroux. Alcanzó de lleno a varios políticos de la Derecha Republicana.

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subasta pública: azúcar blanca o morena, café, tela, pan, bobinas de hilo o arroz, fueron decomisados por el Cuerpo Armado en Cartaya, así como alguna que otra bestia de transporte. Todavía quedará en la memoria de muchos el nombre de algunas de esas personas que se dedicaron a este negocio, que co-menzó a principios de la contienda, duró toda la guerra y aumentó con-siderablemente en la posguerra.

Pero en este negocio del estraperlo no se llegaba a traficar con alimen-tos de primera necesidad exclusiva-mente, sino más bien con productos de lujo para el momento, que esca-seando en la zona, se podían adqui-rir con facilidad en el país vecino de Portugal y ser vendidos a personas con cierto poder adquisitivo. De he-cho, muchos de los decomisos fue-ron llevados a cabo ya en casa del cliente, con la mercancía comprada, como queda plasmado en el registro que se hizo en la calle Convento nú-mero 11 de Cartaya, donde el Guar-dia Civil D. Luís Sobrado fue enviado a inspeccionar dicho domicilio, pues había llegado al puesto de guardia un chivatazo sobre la existencia de géneros fraudulentos en el mismo12. Sobre las 13 horas se personó el nú-mero de la Benemérita encontrando en la casa a una mujer, Dª Emilia Pas-tor, que dijo ser la dueña de la mis-ma y, enterada del motivo de la visita, dijo tener un poco de azúcar, que presentó inmediatamen-te, y dio permiso para inspeccionar el resto de la vivien-da sin resultado alguno. El informe del Guardia dice que “…era un saco de tela blanca con un sello circular con la inscripción de BRASIL con un contenido de 23 kilos de azúcar blanca molida.” Dijo la señora que se lo compró en el campo a un hombre que no conocía y era para re-partirlo entre sus familiares. Se le asignó un valor de 2,5 Ptas. el kilo por ser de inferior calidad, con lo que el alijo decomisado no supera el valor de 250 ptas, y no hay que comunicar a Huelva el hallazgo pudiendo realizar direc-tamente la subasta el propio ayuntamiento cartayero.

En las rondas habituales, o preparadas para tal fin, de la Guardia Civil se encontraban con contrabandistas que transportaban mercancías fraudulentas. El 11 de octubre

12 AMC leg. 1432.

de 194113 dice el Guardia que “…estando haciendo las labores de vigilancia en la estación del tren de Cartaya, a la llegada del tren que procedía de Ayamonte, a las 8:45 horas entré para hacer inspección y ante su presencia una mujer se apresuró a ocultar una cesta de mimbre bajo su mantón, hecho que le infundió sospecha, por lo que le preguntó a la mujer por el contenido de la misma. Respondió que no sabía pues se la había entregado un hombre en la estación de Lepe y tenía que entregarlo a una señora en Huelva que se haría cargo de la cesta”14. Podía ser o no verdad, pero se pone de manifiesto el uso de correos para enviar la mercancía de un lugar a otro, sin que estos intervengan en el precio de la misma, y sin arriesgar a las personas de origen y destino. Otras for-mas de cambiar de manos la mercancía es dejándola en

13 AMC leg. 1432.14 AMC leg. 1432. Las fuerzas de seguridad detienen a María González Martín, natural de Lepe, por llevar en un cesta dos talegas blancas con azúcar blanquilla molida de 5 kilos cada una.

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algún sitio convenido por ambos, generalmente en medio del campo, como dice un informe de fecha 12 de mayo de 1941 en el que se refleja que “…habiendo tenido co-nocimiento de que en unos sembrados existentes en la Pajarita, a un kilómetro de esta población, habían sido depositados géneros de procedencia fraudulenta con el fin de depositarlos en esta localidad, se personó en el lugar sobre las 18:30 horas e inspeccionó el terreno en-contrando sobre el vallado y tapado con unas hierbas el saco, preguntó por los alrededores por el dueño pero no lo supieron”15. Ni aunque lo supieran iban a decirlo, lástima que no lo hubieran encontrado antes los inte-rrogados pues contenía 28 kilos de azúcar molida. En otra ocasión, según informe16 del 34 Tercio de la Guardia Civil, 334 Comandancia de Costas, 1ª Compañía, 2ª Sec-ción, 2º Pelotón de Cartaya, dice que “estando el servi-cio propio en la estación férrea de esta villa, …, serían como las 19 horas del citado día a la llegada del tren de Huelva a Ayamonte vieron que antes de llegar el convoy a la estación de unos de sus coches arrojaban al exterior varios bultos…”. Estuvieron una hora aproximadamente vigilando por si venía alguien a recogerlo pero no fue así. Se acercaron y recogieron cuatro bultos, uno de café y tres de azúcar, que llevaron al Cuartel.

El ingenio hacía que se elaborasen curiosas estructuras para ocultarlas adosadas al cuerpo y poder llenarlas de género. La Guardia Civil detuvo a un individuo al observar lo abultado que llevaba el cuerpo, le descubrieron las vestiduras y se encontraron con un peto de lienzo blan-co en forma de cananas conteniendo azúcar17. Aunque también era común encontrarse alguna que otra mula cargada con mercancía no autorizada y sin ninguna per-sona que la condujese. Algunos tenían enseñadas a las bestias para que volviesen solas a Cartaya sin necesidad de ser guiadas y sin identificación alguna, con el fin de que si eran interceptadas por la Guardia Civil, no pudie-ran actuar contra el estraperlista aunque perdiesen a los animales.

Todo el material decomisado era subastado al mejor pos-tor en el Ayuntamiento (si su valor no superaba las 250

15 AMC leg. 1432.16 AMC leg. 1432. Fecha de 3 de noviembre de 1942.17 AMC leg. 1492.

Ptas. como dijimos anteriormente), siendo necesario la colaboración de expertos en las distintas materias para poder tasar las mercadurías. Para ello, el Cabildo car-tayero hace llamar a distintos comerciantes del pueblo para poner un precio a comestibles, paños o bestias. Lue-go se anunciaba el día y hora de la subasta para poder concurrir a ella libremente todo el pueblo; lógicamente acudían los que disponían de dinero para poder pagar dicha mercancía, o sea, los comerciantes, que solían ser los mismos que la habían tasado previamente. En el caso de subasta de animales de carga, el mejor postor que se quedaba con dicha bestia tenía que hacerse cargo y sufragar al ayuntamiento el mantenimiento de la misma desde su aprehensión hasta el momento de la compra18.

Pero la escasez trae consigo la temible subida de los precios. En Cartaya, el jornal medio de un jornalero se estaba pagando sobre unas 6 pesetas19 al día, cantidad con la que no se podía muchas veces alcanzar a pagar lo que le correspondiese de racionamiento (en caso de haberlo) o, por ejemplo, acceder al café que podía llegar a costar hasta a 10 Ptas. el kilo20 en 1941 o la poca azúcar que había se podía pagar hasta a 5 pesetas. Un kilo de harina de estraperlo se pagaba a más de 15 Ptas., vendiéndose una pieza de pan de 250 gramos a 4 ó 5 Ptas21. Ante la inexistencia de suministros y la carestía de la vida, las gentes comían tocino por carne, boniatos por patatas, higos para endulzar o pan negro; se encur-tía todo tipo de verduras y se aprovechaba todo lo que no estuviese podrido del todo. Hubo gente buena, que si ser ricos del todo ni religiosamente comprometidos, ayudaron a muchos que no tenían de nada. En cambio, también hubo individuos que se enriquecieron desme-suradamente aprovechando la circunstancia de miseria social, política y económica del momento.

Pero el hambre no lo fue todo en la posguerra. La de-puración de funcionarios, las aplicaciones de bandos de guerra, el papel de la Falange y la Iglesia o la persecu-ción de “rojos” y masones en Cartaya serán fuentes de estudio y protagonistas de siguientes artículos.

Fuentes y documentación:Archivo Municipal de CartayaBoletín Oficial del Estado.Diario Odiel. Hemeroteca de la Diputación Provincial de Huelva.Colección documental particular.

Antonio Suardíaz Figuereo

18 AMC leg. 1432, de fecha 15 de mayo de 1943.19 AMC leg. 22.20 AMC leg. 1432.21 AMC leg. 1432.

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En el año 1537 Martín Toscano y su mujer, Catalina Mar-tín, fundaron una capellanía en la capilla de su propiedad, enclavada en el primitivo templo parroquial de Cartaya.Según el Padre Corpas, la capilla de Martín Toscano es-taba dedicada a la Virgen del Rosario.

El matrimonio Toscano Martín instituyó en 1543 un pa-tronato para dotes de casamiento con destino a parien-tas de sus linajes.

La existencia de las Ermitas de Ntra. Sra. De Consolación, los Remedios, y San Sebastián aparecen documentadas en el año 1537.

I.- LA PARROQUIA DE SAN PEDRO, APÓSTOL DE CARTAYA.

Conforme a las afirmaciones del Padre Corpas y del pro-fesor J. Román Delgado, el primer edificio religioso que

MARTIN TOSCANO,FUNDADOR DE LA CAPILLA DEL ROSARIO

se levantó en el casco urbano de Cartaya fue la primitiva iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, en clara relación con el nombre de repobladores de la heredad y fundador de la posterior villa, Don Pedro de Zúñiga y Leiva, Mar-qués de Gibraleón en el primer cuarto del siglo XV.

La referida iglesia se componía de una sola nave y fue ampliada a partir del año 1575, construyéndose sobre un solar el actual templo parroquial de idéntica advocación, concluido en 1606.

Acorde con la docta opinión del profesor Angulo Iñiguez, el único resto de la primitiva iglesia medieval de Carta-ya – anterior a 1575- es la portada ojival del siglo XV provista de dos arquivoltas, que forma parte de la torre-fachada del templo actual, rematada por el cuerpo de campanas edificado en el bienio 1756-57.

Según nos narró el sacerdote cartayero Don Diego Cor-pas González (1841-1911), conocido como el padre cor-pas, en su manuscrito sobre la “Historia de Cartaya”, la “Capilla de Ntra. Sra. Del Rosario” fue fundada en el año 1543 por Martín Toscano y la dotó con algunas fincas para mandas de su alma. Se basó en los testimonios que ofrecían los libros de protocolos y fábrica del archivo pa-rroquial de Cartaya destruidos en 1936. Documentación que el referido autor tuvo la dicha de consultar.

II.- FUNDACIONES PIADOSAS DE MARTÍN TOSCANO (AÑOS 1537-1543)

Gracias al hallazgo fortuito por parte del autor de este artículo, Arcadio Menguiano González, de un testimonio expedido con fecha 27-07-1682 por Joseph Tirado, no-tario apostólico y escribano público de Cartaya, podemos conocer algunos pormenores relativos a las “Fundacio-nes Piadosas” instituidas por el prócer cartayero Martín Toscano, conjuntamente con su mujer, Catalina Martín.

Escasos son los datos biográficos existentes sobre am-bos cónyuges. Vivieron supuestamente en un periodo comprendido entre el último cuarto del siglo XV y la mi-tad del siglo XVI, siendo coetáneos del “descubrimiento de América”, acontecimiento memorable que se produjo en el año 1492.

El matrimonio Toscano Martín no tuvo descendencia, re-sidía en la antigua calle “La Fuente” de la villa de Cartaya y era una familia terrateniente, integrada en la élite local. El marido, Martín Toscano, ostentó el cargo de “regidor” del “concejo” cartayero (ayuntamiento) de la época. La esposa, Catalina Martín, suponemos que ejerciera sus labores domésticas como ama de casa.

Imagen de Ntra. Sra. Del Rosario del siglo XVIII destruida en 1936.Según el Padre Corpas, fue traída por el Venerable Don Juan Gabriel de

Contreras Marañón. Se conservan la corona y el Niño.

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Martín Toscano otorgó “Testamento” el día 6 de julio de 1537 ante Fernando Ruíz, escribano público de Carta-ya, y un “codicilo” con fecha 18 de abril de 1543 ante Juan de Utrera, también escribano de idéntica vecindad. Ambos documentos los emitió en mancomunidad con su querida esposa, la mentada Catalina Martín.

Mediante el primer instrumento público (06-07-1597) el matrimonio Toscano Martín fundó una “Capellanía” de misas, para la salvación de sus almas, en la “Capilla” de su propiedad, que ambos habían erigido en el primitivo templo parroquial de San Pedro Apóstol de Cartaya, ante-rior a 1575. Recinto que el Padre Corpas identificó con la “Capilla de Ntra. Sra. Del Rosario”, según hemos referido anteriormente.

Por medio del codicilo (18-04-1543), ambos cónyuges instituyeron, al no tener descendencia, un “Patronato” de legos para proporcionar “Dotes” de casamiento a las mu-jeres que fuesen parientas de sus respectivos linajes.

Los fundadores dotaron a la mentada “Capellanía” con más de una docena de terrazgos, cuya extensión rondaba el centenar de fanegas, enclavados en diversos parajes del antiguo marquesado de Gibraleón e insertos en los actuales términos municipales olontense y cartayeros, como son: La Mezquita, el Puntal, los pinos de Leonor Gil, la Cañada,, el Prado Viejo, Valdelasyeguas, Valdea-cochillados, la Cruz , la Fuente, el Valle de la Horca, la Corte, el Cabezo de Ibáñez, etc.… asimismo le dotaron una “Casa”, colindante con su propia vivienda, para que residiese el capellán.

En el citado testamento del año 1537 también se adjudi-có a la parroquial de San Pedro de Cartaya una “Finca” rústica de 14 fanegas de extensión, al sitio de la “Cañada del Corcho” en el término de Gibraleón. Con sus rentas el matrimonio Toscano Martín obligaba al mayordomo de fábrica del mencionado templo a que reparase, o se esculpiese de nuevo, la “Imagen de Ntra. Sra. la Virgen María” que presidía aquel sagrado recinto.

Como consecuencia de la referida cláusula testamen-taria, es probable que se ejecutasen obras de mejora, conservación y embellecimiento en la citada “Capilla del Rosario” durante los siglos XVII y XVIII. Incluso no sería descabellado pensar en que ésta se hubiese reedificado con motivo de la construcción del actual templo parro-quial (1575-1606), o con posterioridad, a causa de algu-na adversidad (ruina, incendio, terremoto, etc.)

Entre las mandas contenidas en el testamento del matri-monio Toscano Martín, sobresalen los “Donativos” de tres maravedíes que efectuaron a cada una de las “Ermitas de Ntra. Sra. De Consolación, los Remedios y San Sebastián” de Cartaya. Circunstancia que nos permite conocer como la existencia de estos tres edificios está documentada en el primer tercio del siglo XVI, concretamente en el año 1537. En consecuencia intuimos que fuesen construidos con anterioridad a esta última fecha y con posterioridad a la primitiva iglesia parroquial de la villa.

III. – LA CAPILLA DEL ROSARIO EN SU ASPECTO ARTÍSTICO.

Siguiendo las anotaciones del Padre Corpas, describire-mos las obras de arte que contenía la “Capilla de Ntra. Sra. Del Rosario” con anterioridad al expolio y destruc-ción del año 1936. Su fondo estaba ocupado por un “Re-tablo” dorado, labrado en el año 1753, conformado por dos cuerpos, de estilo barroco (del orden de Churriguera en el texto del citado autor).

Detalle del antiguo retablo de la capilla de la Virgen del Rosario de Cartaya.(Fotografía obtenida en 1926)

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En la hornacina central del primer cuerpo se hallaba la “Imagen de Ntra. Sra. Del Rosario”, de candelero para vestir y tamaño natural. Traída por el venerable sacerdote cartayero –muerto en olor de santidad- Don Juan Gabriel de Contreras Marañón (1719 – 1797), en sustitución de la antigua esfinge de idéntica advocación, que era muy pequeña y ya se consignaba en un “Inventario” parro-quial del año 1688. A ambos lados de la citada hornacina existían dos pedestales sobresalientes con las tallas de San Roque y Santo Domingo de Guzmán.

En el segundo cuerpo del retablo sobresalía la escultura de “San Gabriel Arcángel”, donada por el referido Don Juan Gabriel de Contreras Marañón. La talla del mártir “San Sebastián”, Patrón de Cartaya, se veneraba en un lateral del altar, como consecuencia de su traslado a esta Capilla cuando se arruinó su Ermita. Hasta el año 1867 estuvo abierta al culto. En la festividad del Santo (20 de enero) se celebraba función religiosa y procesión por sus aledaños, hasta que se divisaba el embarcadero de “La Rivera”.

En la actualidad la Capilla de Ntra. Sra. Del Rosario, con-tinúa siendo, al igual que en tiempos del Padre Corpas, la más amplia y hermosa de las existentes en la parroquia

de San Pedro Apóstol de Cartaya y no está cerrada por una verja de madera, circunstancia que ocurría en aque-llas fechas y hasta el año 1936.

Datada en el siglo XVII por Carrasco Terriza, presenta planta cuadrada y se cubre con bóveda semiesférica so-bre pechinas, decoradas con pinturas murales. En la pri-mera aparecen diversos motivos ornamentales (hojaras-ca, flores de lis, veneras, etc.) mientras que las pechinas lucen emblemas marianos.

Sus muros laterales y plan de altar se exornan con her-mosos azulejos polícromos. En el muro derecho existe un lienzo murillesco, datable en el siglo XVIII, que re-presenta a Santa Isabel de Portugal ante el sepulcro de Santiago. En la vitrina empotrada en el muro izquierdo se exponen varios enseres de la Hermandad (Simpecado, Varas, Libro de Reglas, incensario, etc)

La Capilla está presidida por el “Retablo” de la Glorio-sa Titular, obra de Don Luís Jiménez Espinosa, tallista sevillano. Se decora con molduras doradas sobre fondo verde. Bendecido con fecha 16 de mayo de 1954 (Año Santo Mariano), fue donado por Don Ángel López Bo-rrero y Doña Leonor Pérez Pastor. Era Hermano Mayor

Imagen actual de la Virgen del Rosario, obra de D. Antonio León Ortega, de 1939.

La corona y el Niño Jesús pertenecieron a la antigua imagen, del siglo XVIII y destruida en 1936.

Aspecto actual de la capilla de Ntra. Sra. Del Rosario, en la parroquia de San Pedro. El retablo es obra de Luís Jiménez Espinosa, de 1954.

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de la Hermandad su hijo Don Juan Alberto López Pérez, que ostentó la Alcaldía de Cartaya entre los años 1963 y 1974.

En la hornacina central se venera la Stma. Virgen del Rosario, imagen de candelero para vestir de 1, 45 m de altura, esculpida en 1939 por Don Antonio León Ortega, notable imaginero ayamontino afincado en Huelva. Fue sufragada por el matrimonio López Pérez, donante con posterioridad del retablo. En las repisas laterales se ha-llan las efigies de Santa Lucía y Ntra. Sra. Del Pilar.

La corona de plata de la Sra. del Rosario y el Niño Je-sús que aparece sobre su pecho corresponden a la efigie mariana dieciochesca traída por el venerable Don Juan Gabriel de Contreras Marañón, destruida en 1936. Am-bas obras de arte se salvaron gracias a la arriesgada `prevención de dos cartayeros, Don Juan Moreno y Don Antonio Pavón.

El banco del retablo presenta en su zona central, bajo la HORNACINA de la virgen, una pequeña oquedad, que contiene una imagen del NIÑO JESUS, sentado en su si-llita, salvado en 1936, por las dos personas antes cita-das. Según la tradición, perteneció a la primitiva efigie de Ntra. Sra. del Rosario, que figuraba en el aludido inventa-rio del año 1688, sustituida por otra nueva imagen en el segundo cuarto del siglo XVIII

FUENTES DOCUMENTALES Y BIBLIOGRÁFICAS

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- CARRASCO TERRIZA, Manuel J. y OTROS AUTORES: “Guía artística de Huelva y su provincia” – Huelva, año 2006

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- VILLEGAS MARTÍN, Juan: “Cartaya en los meses del Frente Popular”. – En Cartaya, la Villa y el Tiempo. – Cartaya, año 2008

Arcadio Menguiano GonzálezLepe, 10 de Junio de 2009

Maestro de Ed. Primaria

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Pedro de Freitas (nació en Loulé, 19 Mayo 1894; murió en Barreiro, 6 Agosto 1987). Fue instrumentista de banda filarmónica (cornetín, trompa, fliscorne, saxtrompa, clarín y violín), musicógrafo, crítico, investigador, compositor y regente.

Pedro de Freitas fue funcionario de los servicios ferrovia-rios en el Barreiro, pero su pasión fue siempre la música y escribir sobre sus pareceres y sentimientos en defensa del pueblo, de la nación, y de la música popular, la cual se imponía como un reducto con una función pedagógica con capacidad para hacer progresar el país y el mun-do1. Así se explica que Pedro de Freitas haya ejercido la función de un musicógrafo nacionalista por vocación. En este sentido, Pedro de Freitas procuró mejorar la crisis en que se encontraba el movimiento filarmónico en Por-tugal a través de la asistencia del Estado.

Fue una persona muy dinámica: autor de dieciséis libros y más de seiscientos artículos en la imprenta periódica regional. Pedro de Freitas también compuso algunas pie-zas musicales para banda filarmónica.

Fue secretario del I Grand Concurso Nacional de Filarmó-nicas y Bandas de Música Civis (en 1959-1960).

1 Compañia de los Caminhos de Ferro Portugueses, División de Repar-tición del Personal, Resume de Matrícula de Pedro de Freitas, Cadastro Disciplinar, n.º 81, Álbun cinzento, en el Archivo Histórico Municipal de Loulé.

Pedro de FreitasRecorrido biográfico y bibliográfico

Fotografia 1Título: Gabinete del Ministro de las Corporações, Dr. Veiga de Macedo. En la mesa se encuentran los trofeos destinados a las bandas premiadas en el I Concurso Na-cional de Filarmónicas y Bandas Civiles. En la asistencia se encuentra Pedro de Freitas y a su lado derecho el regente de la banda de Tavira, Sebastião Leiria.Fecha: 1960/12/20 Local: Lisboa, PortugalFondo: “Espólio Documental de Pedro de Freitas”Fuente: Archivo Histórico Municipal de Loulé Inventario: n.º 63

A raíz de este concurso, Pedro de Freitas constituyó una persona fundamental como orientador musical y secre-tario del II Grand Concurso Nacional de Bandas de Músi-ca Civiles (en 1968-1971).

En efecto, las marchas Cartaya en Fiesta y El Concur-so, de Pedro de Freitas, se celebraron, sobretodo, por el protagonismo de Pedro de Freitas en el II Grand Concurso de Bandas Civiles.

Sin embargo, muy pronto Pedro de Freitas se empezó a interesar por las bandas filarmónicas. Inició su aprendi-zaje musical en 1902, siendo su padre, José de Freitas, su primer profesor, que era un buen instrumentista, (de cornetín), aunque el profesor que más influyó en Pedro de Freitas fue el Maestro Joaquim António Pires, regente de la otra banda de Loulé, designada por Sociedad Filar-mónica Artistas de Minerva2.

Integrado en esta banda, de 1906 al 1910, Pedro de Freitas realizó las primeras salidas a la ciudad de Faro, y a algunas localidades de Andalucía, (como fueran ejemplo Ayamonte, Isla Cristina, y Cartaya). Sin embargo, fue en Cartaya, 1908, donde Pedro de Freitas desarrolló sus primeros amores, y tuvo los más bellos recuerdos de su juventud3. Pedro de Freitas observó que Cartaya se caracterizaba por ser una población limpia y toda pintada de blanco. Por eso, Pedro de Freitas la ha llamado : «DOÑA BLANCA»4.

2 Freitas, Pedro de, “O meu Cornetim”, Em Povo Algarvio, Tavira, 25-10-1953; Anónimo, “A Música Nova fez anos”, Em A Voz de Loulé, Loulé, 23-06-1983.3 Freitas, Pedro de, “O meu Cornetim”, Em Povo Algarvio, Tavira, 25-10-1953; Anónimo, “A Música Nova fez anos”, Em A Voz de Loulé, Loulé, 23-06-1983; Freitas, Pedro de: “Doña Blanca”, Cartaya 1958, Ayamonte, Imprenta Vda. J. Hidalgo, Julho de 1958, [n.º 127 no Archivo Histórico Municipal de Loulé]; Freitas, Pedro de, A Homenagem da Vila de Loulé a Pedro de Freitas (2-12-1978), Loulé, Câmara Municipal (ed.), Pedro de Freitas (coord.), 1979, p. 28; Freitas, Pedro de, Quadros de Loulé Antigo, Loulé, Câmara Municipal de Loulé, 3.ª (ed.), 1991, p. 37.4 Freitas, Pedro de, Brisas de Espanha: crónicas, Beja, Minerva Comer-

“fue en Cartaya, 1908, donde Pedro de Freitas desarrolló sus primeros amores, y tuvo los más bellos recuerdos de su juventud . Pedro de Frei-tas observó que Cartaya se caracterizaba por ser una población limpia y toda pintada de blanco. Por eso, Pedro de Freitas la ha llamado : «DOÑA BLANCA» .

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En fin, por sus aspectos culturales y religiosos, Cartaya también fue para Pedro de Freitas como su santa tie-rra de devoción5. Así, por razones de sentimentalismo, amistad y admiración, siempre mantenidas por Pedro de Freitas para con España, escribió el libro Brisas de España (1957), en el cual, como no podría dejar de ser, dedicó un capítulo especial a Cartaya, titulado “Cartaya En Fiesta”6. Este capítulo tuvo una acogida bastante po-sitiva por parte de las autoridades y figuras importantes de Cartaya, que, en 1958, decidirán invitar a Pedro de Freitas para la conmemoración del cincuentenario de su primera visita a esta villa rural7. En este sentido, le han hecho un distinguido homenaje, con un “Vino de Honor” a Pedro de Freitas, en la cual le ofrecieron un cordón con una medalla con la efigie de la Patrona. Así, por medio de este inolvidable homenaje, Pedro de Freitas pasó a ser Hermano Efectivo de la Confraria de la Nuestra Seño-ra del Rosario, y Ciudadano Honorario de Cartaya8.

Fotografía 2Título: El “Vino de Honra” (Vino de honor) en Homenaje a Pedro de Freitas en la bodega de Dr. Juan Alberto López Pérez, alcalde de Cartaya. Fecha: 1958/10/07Local: Cartaya, España Fondo: “Espolio Documental de Pedro de Freitas”Fuente: Archivo Histórico Municipal de Loulé Inventario: Álbum 2 B

cial, Pedro de Freitas (ed.), 1957, p. 28.5 Freitas, Pedro de, Brisas de Espanha: crónicas, Beja, Minerva Comer-cial, Pedro de Freitas (ed.), 1957, p. 39.6 Freitas, Pedro de: “Doña Blanca”, Cartaya 1958, Ayamonte, Imprenta Vda. J. Hidalgo, Julho de 1958, [n.º 127 no Archivo Histórico Municipal de Loulé]; Freitas, Pedro de, A Homenagem da Vila de Loulé a Pedro de Freitas (2-12-1978), Loulé, Câmara Municipal (ed.), Pedro de Freitas (coord.), 1979, p. 28; Freitas, Pedro de, Quadros de Loulé Antigo, Loulé, Câmara Municipal de Loulé, 3.ª (ed.), 1991, p. 37.7 Freitas, Pedro de, Quadros de Loulé Antigo, Loulé, Câmara Municipal de Loulé, 3.ª (ed.), 1991, p. 37; Freitas, Pedro de, A Homenagem da Vila de Loulé a Pedro de Freitas (2-12-1978), Loulé, Câmara Municipal (ed.), Pedro de Freitas (coord.), 1979, p. 28.8 Freitas, Pedro de, A Homenagem da Vila de Loulé a Pedro de Freitas (2-12-1978), Loulé, Câmara Municipal (ed.), Pedro de Freitas (coord.), 1979, p. 28; Freitas, Pedro de, O Rapazito e o Velho Pedinte e a Sina do Menino (Contos), Barreiro, Tipografia Rápida, Pedro de Freitas (ed.), 1978, p. 38.

Fotografía 4Título: Fotografía de Pedro de Freitas a los 87 años de edad y Emanuel Ascensão Mira Torres, (heredero literario de Pedro de Freitas), trabajando en los preparativos pro “Casa Museu de Pedro de Freitas” de Loulé.Fecha: 1982/2/15.Local: BarreiroFondo: “Espolio Documental de Pedro de Freitas”Fuente: Archivo Histórico Municipal de LouléInventario: n.º 207

Por otro lado, Pedro de Freitas manifestó siempre una relación cordial muy fuerte para con su tierra natal, Lo-ulé (sur de Portugal)9. Pero en 1911 tuvo que marchar para el Barreiro, una localidad perteneciente a la cintura industrial en las cercanías de Lisboa, y, como tal, con más posibilidades de poder desarrollar su profesión10. En este año, D. Pedro se integró en la Banda de la Sociedad Democrática Unión Barreirense “Os Franceses”. En esos momentos, Pedro de Freitas fue ejecutante, entre otros instrumentos, de cornetín en los primeros tiempos de la creación de la banda11. Posteriormente, ya en 1912, Pe-dro de Freitas ingresó en los servicios ferroviarios como cargador, en Barreiro, llegando, con gran sacrificio, (entre 1912 a 1916), a tocar también en la Tuna Louletana 1º de Janeiro, de Loulé12. Poco tiempo después de casarse, Pedro de Freitas tuvo que partir para la Gran Guerra de 1914-191813.

9 Freitas, Pedro de, Memórias dum ferroviário revisor de bilhetes: des-crição de 40 anos vividos em comboios: sugestiva lição de vida social, ferroviária, sexual, educativa, profissional, psicológica, etc., Montijo, Pedro de Freitas (ed.), 1954, p. 222.10 Freitas, Pedro de, Memórias dum ferroviário revisor de bilhetes: des-crição de 40 anos vividos em comboios: sugestiva lição de vida social, ferroviária, sexual, educativa, profissional, psicológica, etc., Montijo, Pedro de Freitas (ed.), 1954, p. 96.11 Liberal, João, Da Minha Terra, Vol. II, Barreiro, Câmara Municipal do Barreiro, 1996, p. 12612 Freitas, Pedro de, “O meu violino e o Sr. Dr. Lopes”, Povo Algarvio, Tavira, 01-10-1953; Freitas, Pedro de, Quadros de Loulé Antigo, Loulé, Câmara Municipal de Loulé, 3.ª (ed.), 1991, pp. 113-122.13 Freitas, Pedro de, As minhas Recordações da Grande Guerra, Lisboa, Tipografia da Liga dos Combatentes da Grande Guerra, Pedro de Freitas

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Toda la campaña la hizo en Francia, integrado en la 4.ª compañía del Batallan de Sapadores de Caminos de Fe-rro14. Y fue durante la contienda donde inició su activi-dad periodística, habiendo sido una de las figuras más activas en la iniciativa, organización y fundación de la banda de música del Batallón de Zapadores de Caminos de Ferro, fundada en Marzo de 1918.

Fotografía 3Título: La Banda del Batallón de Zapadores de los Cami-nos de Ferro.Fecha: 1918/03/17Local: Acq (Arras), FranciaFondo: “Espólio Documental de Pedro de Freitas”Fuente: Archivo Histórico Municipal de LouléInventario: n.º 24

Fotografía 6Título: Homenaje que la Fundación para la Alegría en lo Trabajo (FNAT) ofreció a Pedro de Freitas. El Ministro de las Corporaciones, Providencia Social, Salud y Asistencia, Dr. Baltazar Rebelo de Sousa, entrega a Pedro de Freitas una caja con una placa de plata. Al lado se encuentra el Presidente y el Vice-Presidente de la FNAT.

(ed.), 1935, pp. 19-21; Freitas, Pedro de, Quadros de Loulé Antigo, Loulé, Câmara Municipal de Loulé, 3.ª (ed.), 1991, p. 33.14 Freitas, Pedro de, Quadros de Loulé Antigo, Loulé, Câmara Municipal de Loulé, 3.ª (ed.), 1991, p. 33; Esteves, Raul: “Prefacio”, Em Freitas, Pedro de, As minhas Recordações da Grande Guerra, Lisboa, Tipografia da Liga dos Combatentes da Grande Guerra, Pedro de Freitas (ed.), 1935, [p. III].

Fecha: 1971/10/17Local: Costa de la Caparica, PortugalFondo: “Espolio Documental de Pedro de Freitas”Fuente: Archivo Histórico Municipal de LouléInventario: n.º 18

A su regreso de la Gran Guerra, Pedro de Freitas retomó la vida de ferroviario en el Barreiro y, en sus tiempos libres, se dedicó a escribir artículos de prensa periódica y libros. En 1959, fue nombrado “Orientador Musical” de la Fundación Nacional para la Alegría en el Trabajo15. En enero de 1963, Pedro de Freitas ingresó en los cuadros de esta institución hasta 197416.

Fue también miembro de la Comisión de la Cultura de la Casa del Algarve en Lisboa, a partir de 1956.

Pedro de Freitas murió en Barreiro en 1987, siendo, por su propia voluntad sepultado en Loulé, su tierra natal17. Su legado, constituido principalmente por objetos perso-nales, condecoraciones, documentos, cuadros, partituras manuscritas para bandas filarmónicas, libros y artículos de diversos periódicos regionales, fue donado por Pedro de Freitas al Municipio de Loulé, con la intención de que fuera fundada la Casa Museo de Pedro de Freitas.

Como ya fue referido, su producción literaria comprende dieciséis libros y más de seiscientos artículos de prensa periódica regional. Las temáticas, a nivel general, se re-fieren a problemas y sátiras sociales; temas de historia local; la Primera Gran Guerra Mundial; temas biográficos y autobiográficos; investigaciones sobre las bandas fi-larmónicas.

En relación al universo de las bandas de música, Pedro de Freitas también hizo apreciaciones críticas sobre con-ciertos; estímulos para la realización y participación de las bandas filarmónicas en eventos; comparaciones a fin de aproximar la música popular portuguesa de la practi-cada en España; y una tipología de problemas y posibles soluciones, a fin de evitar la crisis existencial de las mis-mas, entre otras cosas.

15 Freitas, Pedro de, A Homenagem da Vila de Loulé a Pedro de Freitas (2-12-1978), Loulé, Câmara Municipal (ed.), Pedro de Freitas (coord.), 1979, p. 52; Melo, Daniel: “A FNAT entre Conciliação e Fragmentação”, Em Castelo-Branco, Salwa El-Shawan e Branco, Jorge Freitas (org.), Vozes do Povo A Folclorização em Portugal, Oeiras, Celta Editora, 2003, p. 39.16 Freitas, Pedro de, O Rapazito e o Velho Pedinte e a Sina do Menino (Contos), Barreiro, Tipografia Rápida, Pedro de Freitas (ed.), 1978, pp. 41-42; Freitas, Pedro de, 2.ª Série Os meus artigos e alguns extras 1965 a 1982 Pedro de Freitas, 113 A, p. 221, cota 82-9 FRE/MEU no Archivo Histórico Municipal de Loulé; Anónimo, “Pedro de Freiras”, Em A Voz de Loulé, Loulé, 04-08-1963.17 Liberal, João, “Morreu Pedro de Freitas”, Em Jornal do Barreiro, Barreiro, 14-08-1987.

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En cuanto a su obra musical, Pedro de Freitas compuso siete marchas y una fantasía. Sus marchas para banda filarmónica tienen un estilo común, por ejemplo: son melodiosas y de fácil memorización auditiva.

Utiliza, con frecuencia repeticiones de padrones meló-dicos, señales de repetición; ritmos marcados; tiempos fraccionados; contrastes de timbres mediante el uso de pausas e indicaciones dinámicas; ritmos sincopados; pasajes rápidos a través de grados conjuntos, arpegios y tonos cromáticos; usa también apoyaturas, floreos melódicos, y mudanzas de tonalidad. El nivel general de ejecución de las composiciones de Pedro de Freitas es intermedio avanzado.

La importancia de Pedro de Freitas, a nivel social, se puede colegir por los numerosos homenajes que le fue-ron dedicados: Como el de 1971 por su labor en la Fundación Nacional para la Alegría en el Trabajo.

El de Loulé en 1978, donde sustituirán la toponimia del antiguo Largo del Carmo, (local donde él nació), por el nombre Pedro de Freitas18. En 1984, la Cámara Mu-nicipal del Barreiro le otorgó la Medalla de Barreiro Agradecido 198419.

De la obra literaria de Pedro de Freitas destacamos dos libros: Cuadros de Loulé Antiguo, e Historia de La Músi-ca Popular en Portugal. A través del primero, Pedro de Freitas procuró engrandecer su tierra natal20. En él na-rra historias de Loulé que fueron vividas por él mismo, y cuenta esas historias a través de un estilo muy per-sonal, conteniendo además un gran interés sociológico, sobre todo, al retratar un modo de vida, una cultura, y un mural típico de tradiciones de Loulé, muchas de las cuales estarían olvidadas si no fuese por el poder de revelación y el sentimiento de Pedro de Freitas por esta tierra21.

La obra literaria Historia de la Música Popular en Por-tugal, publicada en 1946, representó una obra prácti-camente inédita, con gran interés en la contextualiza-ción histórica sobre la música popular en el país. Esta obra tuvo la pretensión de presentar la música como la base de la educación del pueblo y un medio fundamen-tal para el progreso de la nación.

18 Viegas, João Corpas, “Pedro de Freitas vai ter o seu nome inscrito na toponímia de Loulé”, Em A Voz de Loulé, Loulé, 12-10-1978; Sessão de Câmara Municipal, 29-09-1978, no Archivo Histórico Municipal de Loulé19 Liberal, João, Da Minha Terra, Vol. II, Barreiro, Câmara Municipal do Barreiro, 1996, p. 130.20 Júnior, José Piedade, “Pedro de Freitas”, Em A Voz de Loulé, Loulé, 07-12-1978.21 Anónimo, “Parabéns a Pedro de Freitas”, En A Voz de Loulé, Loulé, 28-06-1984.

A continuación presentamos las 16 obras literarias del autor Pedro de Freitas, (siendo la de 1984 una comuni-cación en el ámbito de la música popular portuguesa) en su mayoría editadas por el autor:

Obras Literárias de Pedro de Freitas:

- Freitas, Pedro de, As minhas Recordações da Grande Guerra, Lisboa, Tipografia da Liga dos Combatentes da Grande Guerra, Pedro de Freitas (ed.), 1935.

- Freitas, Pedro de, História da Música Popular em Por-tugal, Lisboa, Tipografia da Liga dos Combatentes da Grande Guerra, Pedro de Freitas (ed.), 1946.

- Freitas, Pedro de, Em França: trinta anos depois, Lisboa, Tipografia da Liga dos Combatentes da Grande Guerra, Pedro de Freitas (ed.), 1950.

- Freitas, Pedro de, Memórias de um ferroviário revisor de bilhetes: descrição de 40 anos vividos em comboios: sugestiva lição de vida social, ferroviária, sexual, edu-cativa, profisional, psicológica, etc, Montijo, Pedro de Freitas (ed.), 1954.

- Freitas, Pedro de, É Preciso dar ao Povo Música de sua Feição, Setúbal, Separata do jornal “O Distrito de Se-túbal”, 1955.

- Freitas, Pedro de, Brisas de España: crónicas, Beja, Mi-nerva Comercial, Pedro de Freitas (ed.), 1957.

- Freitas, Pedro de, José de Freitas no centenário do seu nascimento, Lisboa, Tipografia da Liga dos Combaten-tes da Grande Guerra, Fausto Sebastião de Freitas (ed.), 1958.

- Freitas, Pedro de, Cinquenta anos depois em Cartaya: 1908-1958, Beja, Minerva Comercial, Pedro de Freitas (ed.), 1961.

- Freitas, Pedro de, Eu fui à Índia, Barreiro, Pedro de Freitas, Tipografia da Liga dos Combatentes da Grande Guerra, Pedro de Freitas (ed.), 1962.

- Freitas, Pedro de, O I Concurso Nacional de Bandas Civis – Madeira e Açores Belezas de Portugal, Lisboa, Tipografia da Liga dos Combatentes da Grande Guerra, Pedro de Freitas (ed.), 1965.

- Freitas, Pedro de, Recortes dos Jornais de Loulé y de Faro, Lisboa, Tipografia da Liga dos Combatentes da Grande Guerra, Pedro de Freitas (ed.), 1973.

- Freitas, Pedro de, Páginas históricas do Pasado, Setú-bal, Separata do jornal “O Distrito de Setúbal”, 1976.

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- Freitas, Pedro de, Na primeira grande guerra, 1914-1918: um poeta setubalense Vicente José da Silva Penim, Se-túbal, Tipografia Rápida, Pedro de Freitas (ed.), 1977.

- Freitas, Pedro de, O Repazito e o Velho Pedinte e a Sina do Menino (Contos), Barreiro, Tipografia Rápida, Pedro de Freitas (ed.), 1978.

- Freitas, Pedro de, A Homenagem da Vila de Loulé a Pe-dro de Freitas (2-12-1978), Loulé, Câmara Municipal (ed.), Pedro de Freitas (coord.), 1979.

- Freitas, Pedro de: “O aprendiz de música é o prime-ro escalão do filarmónico”, Em Coloquio sobre Música Popular Portuguesa - comunicações y conclusões, Lis-boa, Instituto Nacional para o Aproveitamento dos Tem-pos Livres dos Trabalhadores, Tipografia Freitas Brito, 1984, pp. 89-91.

- Freitas, Pedro de, Quadros de Loulé Antigo, Loulé, Câ-mara Municipal de Loulé, 3.ª (ed.), 1991.

Obras Musicales:

- Freitas, Pedro de, A Minha Primeira Marcha, Marcha, 1911, Ms. BF n.º 145 en el Archivo Histórico Municipal de Loulé.

- Freitas, Pedro de, O Patrão, Marcha, I Guerra Mundial, Francia, 1918, Ms. BF n.º 146 en el Archivo Histórico Municipal de Loulé.

- Freitas, Pedro de, Loulé em Festa, Marcha, Octubre de 1940. Ms. BF n.º 147 en el Archivo Histórico Municipal de Loulé.

- Freitas, Pedro de, Viva Loulé, Marcha compuesta en el Barreiro, Octubre de 1940. Marcha alterada en Mayo de 1951, Ms. BF n.º 149 en el Archivo Histórico Municipal de Loulé.

- Freitas, Pedro de, Algarve Florido, Marcha, Mayo de 1941, Ms. BF n.º 148 en el Archivo Histórico Municipal de Loulé.

- Freitas, Pedro de, Algarve Florido, Marcha, versión para piano y voz, Mayo de 1941, Ms. n.º 148 A en el Archivo Histórico Municipal de Loulé.

- Freitas, Pedro de, Cartaya em Festa (1965), Marcha, Ms. BF n.º 150 en el Archivo Histórico Municipal de Lo-ulé.

- Freitas, Pedro de, O Concurso, Marcha, 1970, Ms. BF n.º 151 en el Archivo Histórico Municipal de Loulé.

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- Freitas, Pedro de, Os Clarins-Bailado, Fantasia en dos partes para banda filarmónica, 1977, Ms. BF n.º 155 en el Archivo Histórico Municipal de Loulé.

- Freitas, Pedro de, Os Clarins-Bailado, Fantasia en dos partes para orquestra, 1977, Ms n.º 156 en el Archivo Histórico Municipal de Loulé.

- Freitas, Pedro de, Os Clarins-Bailado, Fantasia en dos partes para piano e orquestra, 1977, Ms. n.º 157 en el Archivo Histórico Municipal de Loulé.

Bibliografía Consultada:

- Anónimo, “O I Concurso Nacional de Filarmónicas e bandas Civis está sendo organizado pela FNAT”, En Co-rreio do Sul, Faro, 10-09-1959.

- Anónimo, “Pedro de Freiras”, Em A Voz de Loulé, Loulé, 04-08-1963.

- Anónimo, “II Concurso Nacional de Bandas de Música Civis”, En A Voz de Loulé, Loulé, 04-06-1968.

- Anónimo, “As Filarmónicas são um exemplo de per-severança e de sacrifício”, Em A Voz de Loulé, Loulé, 16-11-1971.

- Anónimo, “A Música Nova fez anos”, Em A Voz de Loulé, Loulé, 23-06-1983.

- Anónimo, “Parabéns a Pedro de Freitas”, En A Voz de Loulé, Loulé, 28-06-1984.

- Compañia de los Caminhos de Ferro Portugueses, Di-visión de Repartición del Personal, Resume de Matrí-cula de Pedro de Freitas, Cadastro Disciplinar, n.º 81, Álbun cinzento, en el Archivo Histórico Municipal de Loulé.

- Esteves, Raul: “Prefacio”, Em Freitas, Pedro de, As min-has Recordações da Grande Guerra, Lisboa, Tipografia da Liga dos Combatentes da Grande Guerra, Pedro de Freitas (ed.), 1935.

- Franco, Mário Lyster, “Pedro de Freitas muito mereci-damente homenageado pela FNAT”, En Correio do Sul, Faro, 04-11-1971.

- Freitas, Pedro de, As minhas Recordações da Grande Guerra, Lisboa, Tipografia da Liga dos Combatentes da Grande Guerra, Pedro de Freitas (ed.), 1935.

- Freitas, Pedro de, História da Música Popular em Por-tugal, Lisboa, Tipografia da Liga dos Combatentes da Grande Guerra, Pedro de Freitas (ed.), 1946.

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- Freitas, Pedro de, Em França: trinta anos depois, Lisboa, Tipografia da Liga dos Combatentes da Grande Guerra, Pedro de Freitas (ed.), 1950,

- Freitas, Pedro de, “O meu violino e o Sr. Dr. Lopes”, Povo Algarvio, Tavira, 01-10-1953.

- Freitas, Pedro de, “O meu Cornetim”, En Povo Algarvio, Tavira, 25-10-1953.

- Freitas, Pedro de, “O meu violino e o sr. dr. Lopes”, En Povo Algarvio, Tavira, 01-11-1953.

- Freitas, Pedro de, Memórias dum ferroviário revisor de bilhetes: descrição de 40 anos vividos em comboios: sugestiva lição de vida social, ferroviária, sexual, edu-cativa, profissional, psicológica, etc., Montijo, Pedro de Freitas (ed.), 1954.

- Freitas, Pedro de, Brisas de Espanha: crónicas, Beja, Minerva Comercial, Pedro de Freitas (ed.), 1957.

- Freitas, Pedro de, “O valor activo de uma casa Regio-nal”, En Povo Algarvio, Tavira, 26-05-1957.

- Freitas, Pedro de: “Doña Blanca”, Cartaya 1958, Aya-monte, Imprenta Vda. J. Hidalgo, Julho de 1958, [n.º 127 en lo Archivo Histórico Municipal de Loulé].

- Freitas, Pedro de, “Pelo Barreiro Bola, Coorperativismo e Música registam suas «Bodas de Ouro»”, En O Setu-balense, Setúbal, 17-04-1961.

- Freitas, Pedro de, 2.ª Série Os meus artigos e alguns extras 1965 a 1982 Pedro de Freitas, 113 A, p. 221, cota 82-9 FRE/MEU en lo Archivo Histórico Municipal de Loulé.

- Freitas, Pedro de, O I Concurso Nacional de Bandas Civis – Madeira e Açores Belezas de Portugal, Lisboa, Tipografia da Liga dos Combatentes da Grande Guerra, Pedro de Freitas (ed.), 1965.

- Freitas, Pedro de, “Indignação no Barreiro A morte in-glória de uma banda de Música”, En O Distrito de Se-túbal, Setúbal, 05-09-1972.

- Freitas, Pedro de, O Rapazito e o Velho Pedinte e a Sina do Menino (Contos), Barreiro, Tipografia Rápida, Pedro de Freitas (ed.), 1978.

- Freitas, Pedro de, A Homenagem da Vila de Loulé a Pedro de Freitas (2-12-1978), Loulé, Câmara Municipal (ed.), Pedro de Freitas (coord.), 1979.

- Freitas, Pedro de, Quadros de Loulé Antigo, Loulé, Câ-mara Municipal de Loulé, 3.ª (ed.), 1991.

- Júnior, José Piedade, “Pedro de Freitas”, En A Voz de Loulé, Loulé, 07-12-1978.

- Liberal, João, “Pedro de Freitas completa amanhã 90 anos”, En O Jornal do Barreiro, Barreiro, 18-05-1984.

- Liberal, João, “Morreu Pedro de Freitas”, En Jornal do Barreiro, Barreiro, 14-08-1987.

- Liberal, João, Da Minha Terra, Vol. II, Barreiro, Câmara Municipal do Barreiro, 1996.

- Melo, Daniel: “A FNAT entre Conciliação e Fragmen-tação”, En Castelo-Branco, Salwa El-Shawan e Branco, Jorge Freitas (org.), Vozes do Povo A Folclorização em Portugal, Oeiras, Celta Editora, 2003.

- Sessão de Câmara Municipal, 29-09-1978, en lo Archi-vo Histórico Municipal de Loulé.

- Viegas, João Corpas, “Pedro de Freitas vai ter o seu nome inscrito na toponímia de Loulé”, En A Voz de Lo-ulé, Loulé, 12-10-1978.

- Viegas, João Corpas, “Calorosa e Vibrante Homenagem Prestada pelo Município e pelas Gentes de Loulé”, En A Voz de Loulé, Loulé, 14-12-1978.

Susana de Brito Barrote

Portada de la partitura original Cartaya en Fiesta, de D. Pedro de Freitas.Archivo Municipal de Cartaya (Huelva)

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La planimetría histórica sobre el castillo de Cartaya no es especialmente abundante. Como es sabido, de nues-tra fortaleza sólo eran conocidos hasta ahora dos planos antiguos, fechados en 1667 y 1740, piezas claves para la comprensión de la historia y características arquitec-tónicas de la fortificación. El primero de ellos, obra del ingeniero Luis de Coen y Campos, figuraba ya en algunas publicaciones clásicas sobre arquitectura militar, como el libro Las defensas del Golfo de Cádiz en la Edad Mo-derna, del profesor Calderón Quijano (1976); y fue traído a las páginas de esta revista en 1983 por el profesor An-tonio González Gómez. El plano de 1740, mucho más de-tallado y preciso, obra de Gerónimo Amici, lo conocimos en los años 80 del siglo pasado de manos de la arqui-tecta local Alicia Viviana Echarren; y fue posteriormente publicado en diversos trabajos relacionados con el plan de acuartelamientos del que formaba parte (Hernández Núñez, 1991 y 1996; Duclós Bautista, 2002). En el pre-sente artículo aportamos un nuevo plano, más antiguo que los anteriores, conservado en la Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional. Este interesante documento viene a completar nuestro conocimiento sobre la fortale-za, revelando datos significativos que nos eran hasta hoy desconocidos.

El citado plano se encuadra en el contexto de la ade-cuación del castillo cartayero para la defensa ante el peligro de una invasión portuguesa, circunstancia cons-tantemente temida en nuestra zona desde que en 1640 los lusos se rebelaran contra la Corona española, recla-mando su independencia. Desde tal fecha, la caballería portuguesa había iniciado una serie de temibles razzias por las villas y lugares de la Sierra y el Andévalo onu-benses, generando un clima de pánico que hizo movili-zar los escasos efectivos de defensa de la zona. Como consecuencia de la situación de guerra, se emprendió un programa de adecuación de los recintos militares en el marquesado de Gibraleón, que comprendía reformas o construcciones en Sanlúcar de Guadiana, El Granado, Gibraleón y Cartaya.

El plano que publicamos junto a estas líneas corres-ponde a esta fase de reformas. Es necesariamente an-terior a 1643 e inmediatamente posterior al estallido del conflicto. Ya en 1642 se había tratado el tema en el cabildo de Cartaya y el duque de Béjar había decidido realizar en el castillo una serie de obras de fortifica-ción, a cargo principalmente de la villa, y a cambio de que esta fuera liberada de la leva que aportaba para la defensa del puesto fronterizo de Sanlúcar de Gua-diana. El plano recoge unas propuestas de adecuación del viejo castillo medieval conforme a “la planta que

Un nuevo plano del castillo de CartayaAnterior a 1643, es el más antiguo conocido.

hiço el Maestro de Campo [de la plaza de armas de Ayamonte] d. francisco de Rada y Albarado”. Sabemos que estas obras ya estaban en marcha el 8 de abril de 1643.

La representación que se muestra de la fortaleza es de gran interés por varios motivos. Queda reflejado el recin-to principal, con sus siete torres, aunque con un dibujo de las mismas poco realista. Por ejemplo, se señalan ventanas que parece que nunca existieron y se dibuja la torre central del muro sur como si la puerta del castillo se abriera sobre ella, a modo de torre-portada, y no en su posición real en el lienzo inmediato.

Pero es mucho más fiable la representación de la bar-bacana, segunda muralla que rodeaba al recinto prin-cipal y que, según nos indican otros documentos, era necesariamente anterior a 1640. Lo más interesante del dibujo de este antemuro es que se nos muestra en una etapa previa a las reformas que le dotaron de los dos baluartes triangulares que aparecen en los planos hasta ahora conocidos y que se construyeron precisamente a partir de las propuestas recogidas en este nuevo plano. Así, la barbacana primitiva seguía la forma cuadrangular de la planta y formaba bastiones rectos en tres puntos del recinto: la torre del Homena-je y las centrales de las cortinas sur y este. El diseño de este antemuro, de perfiles rectos nada adecuados para la defensa artillera, lo aleja a nuestro juicio de los criterios al uso en los siglos XVI y XVII, permitien-do esto proponer un origen incluso medieval para este desaparecido recinto.

Con todo, tal vez lo más llamativo de lo representado en el plano son dos recintos rectangulares, los señalados con las letras C y D, cuya función ignoramos, y que se encontraban vinculados al antemuro. Son denomi-nados en la leyenda con el término “paralejos” o “pa-ralegos”, sin que hayamos podido localizar hasta ahora el significado de esta palabra. No hay duda sobre su existencia, pues se propone su demolición. El situado junto al ángulo de la torre del Homenaje no muestra ningún acceso, ni por el exterior ni por la barbacana. El de la esquina sureste se ubicaba ante la única puerta del antemuro y es de suponer que constituía un primer recinto defensivo que complicaba aún más el acceso al castillo.

Es sobre esta fortaleza, que parece conservar mucho de su disposición medieval, sobre la que se proponen algu-nas intervenciones para ponerla en estado de defensa ante el conflicto portugués.

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Transcripción del texto que acompaña al plano:

… en la conformidad de la planta y discresion / qe. enbio el Sr. maes-tro de canpo don / franco. de la rrada y alvarado para / Reparar la fortificasion del castillo / de cartaia conforme dise no es para / aiudar la dicha fortificasion para / alguna de-fensa me parese que los paralejos / donde esta la letra D y C enbarazan para / defensa del dicho castillo de mi parecer es / quitarles y hacer estos baluartes donde esta / la letra R = R mas a fuera para flanquear / y defender el dicho castillo como se echa / de ber en la planta y tan-bien tendra / mas tierra plena y los materiales que se / quitaren de los paralegos servira para / ella tanbien donde esta la letra M y L / pª. haser el cuerpo de guardia y alma / senes todo es menester pª. alomto. a don / de esta le letra K para hacer un / parapetillo de las espaldas es menester que / todo se echa de ver por la / dicha planta con esta es el / dicho castillo en su defença / y flan-quear y defender con / poco costo.

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Las principales reformas previstas conciernen a la trans-formación de los tres bastiones planos en baluartes triangulares, más prominentes y mejor dispuestos para defender con artillería las cortinas inmediatas. Se trata, al parecer, de la primera adaptación estructural del cas-tillo a la artillería, aunque esta fue sin duda muy tardía. Con ello se lograrían tres plataformas en las que pudie-ran maniobrar con cierta comodidad los servidores de las piezas. Por los planos posteriores sabemos que sólo dos de estos baluartes fueron construidos, quedando sin realizar la atrevida punta de diamante proyectada en el ángulo de la torre del Homenaje. Precisamente en este lugar estaba prevista la demolición del recinto rectangu-lar o “paralejo” allí ubicado, pues entorpecía la defensa e impedía la construcción del baluarte. Como hemos indi-cado, también se contemplaba demoler su homólogo de la esquina sureste. Ambos fueron, en efecto, eliminados y sus materiales, si se respetó el parecer indicado por el autor, empleados en los terraplenes de los baluartes reformados y en otras obras menores.

Otras intervenciones proyectadas eran la construcción de un edificio en la parte norte del patio de armas para destinarlo a cuerpo de guardia, alojamiento y almacenes, así como un “parapetillo” para proteger la cara interna

del camino de ronda en su parte más cercana a la torre del Homenaje. No podemos descartar que se contempla-ran algunas otras obras, pues falta una parte del texto en la memoria que acompaña al plano.

Finalmente, al término de unas obras que duraron más de cinco años, y por motivos que necesitarían de más extenso análisis, sólo fueron llevadas a efecto algunas de las actuaciones previstas en este plano. Por ello, en la conocida visita de Luis de Coen, efectuada casi 25 años después, se volvía a insistir sobre la necesidad de construir la punta de diamante del ángulo noroeste y los cuarteles interiores adosados al lienzo norte.

El nuevo plano que publicamos representa una fase poco conocida en la evolución de nuestro castillo. Su estudio, en combinación con la restante planimetría conserva-da y con la documentación escrita, permitirá sin duda arrojar luz sobre algunos de los aspectos más oscuros de la historia de la fortaleza. Con ese ánimo lo damos a conocer.

Cartaya, julio de 2009.

Juan Villegas MartínAntonio Mira Toscano

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En nuestra localidad existen advocaciones marianas con un calado devocional bastante profundo, que han perma-necido inalterables hasta nuestros días, y que han veni-do ligadas a la historia de nuestra localidad, tales como Consolación, Rosario, Dolores, Carmen… y otras que se han ido incorporando poco a poco según la devoción y creencia religiosa - popular de la localidad, como “Es-peranza” o “Amarguras”. Además de estas Advocaciones Marianas que conocemos, existieron otras que se per-dieron tales como Remedios, Guía, Mercedes o Reliquias y cuyo culto y protección era bastante invocada por la población, ya que algunas de las advocaciones mencio-nadas custodiaban las entradas y salidas del pueblo, y los rezos y salves eran constantes en sus capillas.

La de Ntra. Sra. de las Reliquias estaba a una legua del núcleo urbano de Cartaya, al otro lado del camino de Ta-riquejos, a la izquierda del camino de la Puebla de Guz-

Reliquias, una advocacion perdida en cartayaNtra. Sra. de las Reliquias se veneraba hasta

1825 en su propia ermita en Cartaya

mán. La Capilla, de pequeñas dimensiones, se encontra-ba en un punto estratégico de unión de poblaciones justo por el lugar llamado de las reliquias por donde pasa la vía romana “Ab Ostio Fluminis Anae” (hacia el río Gua-diana), por lo que podemos suponer, dada la importante necrópolis encontrada en las inmediaciones1 que existía un importante núcleo urbano y posiblemente se celebra-ra alguna romería en torno a esta imagen mariana.

La Advocación de las Reliquias, no es una advocación común en Andalucía ni muy extendida en España. Sabe-mos que en la localidad de Villalba del Alcor existió otra imagen con el mismo título y que, curiosamente, ambas se encontraban fuera del casco urbano y cerca de un arroyo o fuente. El título de las Reliquias a juzgar por

1 El 20 de Diciembre de 2004, fue hallada una necrópolis de época tardo-romana en la zona conocida como “Las Reliquias”

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su advocación, la talla debió ser una Imagen relicario teniendo en cuenta que en aquella época era costumbre que las vírgenes tuvieran un recóndito o cavidad, donde se guardaban reliquias de la Virgen o de los Santos. En cierta forma era una consagración de la imagen.

Según los escritos de los Hermanos Corpas, la Imagen titular de esta capilla fue esculpida de nuevo en 1785, por encontrase la anterior en malas condiciones. La nue-va efigie, de candelero para vestir, era más acorde con la estética y la piedad del momento, de pequeñas dimen-siones y de poco merito, Según Corpas.

En 1825, el culto y devoción a tan curiosa advocación decae considerablemente, lo que obliga a los regidores de la capilla a trasladar la imagen y enseres a la ermita de Ntra. Sra. de Consolación y puesta al culto en un altar quedando la capilla de las Reliquias totalmente abando-nada.

21 de Julio de 1936, cuatro días después del Alzamiento Militar, y como es ya sabidos todos, los enseres e imá-genes religiosas fueron pasto de las llamas: las imáge-nes de la parroquia de San Pedro fueron trasladadas a la rivera y las de la ermita de Consolación ardieron en la propia plaza de la ermita. Sin embargo, la imagen de la Virgen de las Reliquias no fue alcanzada por las llamas.

El 22 de Julio, un día después de haberse perpetrado los actos vandálicos en nuestra localidad, y estando los ánimos mas calmados, Cristobalina Maestre Bayo, natu-ral de Cartaya, que pasaba por las inmediaciones de la ermita, vio tirada en el suelo una imagen, la cual protege con su propia ropa y la traslada a su casa situada en la C/ Convento número 29; días después pudo averiguar, y le fue corroborado por el párroco, que se trataba de la imagen de Ntra. Sra. de las Reliquias, la cual se encon-traba en muy mal estado, con la policromía agrietada y las manos rotas. El niño se encontraba en perfectas condiciones Al contemplar la imagen hizo la promesa de arreglarla y devolverla al culto.

A mediados de los años sesenta, el escultor cartayero Don Fernando Álvarez Galán, por encargo de Doña Cris-tobalina, restaura en su totalidad la efigie mariana y cambia considerablemente su aspecto adaptándola a la estética del momento La imagen fue vestida con telas blancas y con el pelo natural de Nieves González Pérez, nieta de Cristobalina, le hacen una cabellera, dotando a la imagen de movimiento.

Fiel a la promesa que hiciera Cristobalina el día que en-contró la imagen de Ntra. Sra. de las Reliquias en la calle y con la imagen ya restaurada y en perfectas condicio-nes, trasladó la Virgen a la Parroquia, pero el párroco que por entonces regia la Iglesia no consideró oportuno el

Arriba: Ntra. Sra. de las Reliquias.Abajo un primer plano del Niño Jesús de la Imagen

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exponerla al culto, por lo que Cristobalina volvió a llevar-se la imagen para su casa.

Pasaron los años y Cristobalina se trasladó a vivir con si hija Nieves Pérez Maestre a la localidad vecina de Lepe y la imagen de la Virgen fue trasladada también con ella.

Tras fallecer Doña Cristobalina, su nieta Nieves González se apoderó de la imagen para conservarla y creyó opor-tuno retomar la promesa de su abuela de devolverla al culto, por lo que la cedió a la Hermandad de Padre Jesús de Lepe para que fuera expuesta en la Capilla situada en el barrio de Don Ramiro de dicha localidad; al acercarse una tarde Nieves a la mencionada capilla, comprobó que la imagen estaba guardada en el trastero y no expuesta a la veneración de los fieles, por lo que nuevamente se llevó la imagen a su casa.

Actualmente la imagen se encuentra en casa de Doña María Luisa del Rosario González Pérez, en la calle Santo

Domingo de Lepe. Mª Luisa es otra de las nietas de Doña Cristobalina que se ha sentido muy vinculada a la Imagen de Ntra. Sra. de las Reliquias desde siempre; y desde que la tiene en su domicilio le ha cogido un cariño aún más grande; reconoce entre lágrimas que le costaría mucho el tenerse que alejar de la imagen porque cada noche antes de acostarse le dedica una oración y pide por todas las personas necesitadas, pero no duda en afirmar que algún día la imagen volverá a la Ermita de Ntra. Sra. de Consolación, siempre que sus herederos y la Hermandad estén de acuerdo.

La talla, tal y como se conserva en la actualidad, corres-ponde a una imagen de candelero para vestir de 1,10m de altura, de semblante serio y con la mirada baja. Su mano izquierda se abre casi en su totalidad y arropa al niño, mientras que la diestra adquiere un leve movimien-to. La imagen luce terno blanco confeccionado sobre tela adamascada. La cintura de la Virgen es ceñida con una “cinturilla” o “ceñidor” que lleva bordada la inicial “M”.

Cruz en Plata de Ley. Perteneciente a los ense-res de la desaparecida Ermita de las Reliquias.

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TIEMPO DE HISTORIA

La imagen tiene pelo natural y luce aro de flores de poca calidad apoyado sobre su cabeza.

La Imagen del Niño Jesús corresponde más a la des-cripción de los Hermanos Corpas, de poco mérito, pero con cierto carácter de antigüedad. Sus ojos son pintados en color azul bastante pronunciado. Luce traje confec-cionado en tisú adornado con lentejuelas y en su mano izquierda le faltan dos dedos.

Ntra. Sra. de las Reliquias, es una advocación perdida en Cartaya, que sigue viva en el seno de la familia González Pérez de Lepe donde vela los sueños de Doña Mª Luisa del Rosario, Nieves y Dolores González Pérez y que en un futuro no muy lejano volverá a recibir culto en nues-tra localidad, gracias a la valentía de Doña Cristobalina Maestre Bayo y la conservación de su familia.

José María Palma de los Santos

Fuentes consultadas:

Datos históricos sobre CARTAYA, edición crítica de la obra de los hermanos Corpas / J. Román, A. Mira Toscano, A. Suardíaz Figuereo, J. Villegas Martín. / Asoc. Cultural Carteia. Cartaya – 93

Escultura Mariana Onubense y Nuevos apuntes so-bre escultura Mariana Onubense / GONZÁLEZ GÓMEZ, Juan Miguel y Manuel J. CARRASCO TERRIZA

Las vías romanas en la provincia de Huelva/ Juan Manuel Ruiz Acevedo

Pagina Web del Ayuntamiento de Villalba del Alcor

Entrevista realizada a D. José Ortiz

Entrevista realizada a Doña Nieves y a Doña Mª Luisa del Rosario González Pérez. / Actuales apoderadas de la Imagen de Ntra. Sra. de las Reliquias.

María Luisa y su hermana Nieves junto a la Imagen de la Virgen de las Reliquias

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RETAZOS DE TU VIDA

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1964: De izda. a dcha.: Beli, Manoli y Pepi Abrio. El niño es Antonio Abrio

( Fot. Beli Abrio)

Manuel Abrio en el cochecito y Antonio Abrio en la moto, en la calle

de la Plaza h. 1958.

En el primer año de la Caseta El Patio. De izda. A dcha. Delante: Celestino y Manolo Abrio Rodríguez; Segunda fila: Ana Rejilla, Manolo Mandessi, Pepi Ferrera “La Lepera”. 3ª Fila de pie: Manolo el del Mini, Fernando Mandesi (que instaló la fuente) Joaquín Aranda, Juan Cháves, Antonio Abrio, y Antonio Abrio Hachero. Al fondo: Pepe Cruz Rodríguez y la hija del encargado de las viguetas.(Fot. Antonio Abrio )

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RETAZOS DE TU VIDA

De izda. A dcha.: Paco Reinero, Leo-nardo Aletta, Pepe Gomez Correa y Pepe Gomez Vázquez. (FOPI. Africa Acevedo)

Durante las fiestas de Cartaya de los años 50: Rosarito García, Africa

Acevedo y Maruja Chaparro.(Fot. Africa Acevedo)

Maestras del Colegio Concepción Arenal. Entre otras están Dª María Dolores y Dª Mari Villoslada.(Fot. Luis Alvarez Villoslada)

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Fiestas de Carnaval el día 2 de marzo de 1952. Isabel Villoslada (primera dcha. fila inferior) ganó el premio al mejor disfraz.(Fot. Luís Villoslada)

Feria de octubre de 1959: Pepe Panizo con Tere y José Luis Aponte

con Mari Pereira. (fot. Angelina Díaz y J. L. Aponte)

Angelina Díaz con sus hijos José Luís y Miguel Ángel, y Lela Díaz con su marido José Pérez y su hija Ita. (Fot. Angelina Díaz y J. Luís Aponte)

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RETAZOS DE TU VIDA

Agosto de 1965: El cura D. José Ramos y de monaguillo Antonio Ponce. Al fondo está Pepín Pérez, también monaguillo.

(Fot. Rosalía Cano)

Ejercían de monaguillo en los años sesenta con el cura D. Domingo:

Pepín Pérez, Antonio Ponce (que lo tuvo que dejar para irse a la mili),

y Quico Díaz. (Fot. Rosalía Cano)

Grupos Escolares Concepción Arenal. El maestro D. Antonio Rufino y sus alumnos de los años cincuenta: 1ª fila inferior, de izda. a dcha.: ¿ , Pedro Zamorano, Manuel Cruz, Pepe Tejada, no sabe , y Manuel Domínguez. 2ª fila, de izda. a dcha.: Antonio Infante, Juan Pedraza, Antonio Almería, Rafael Marañón, el siguiente no sabe.3ª fila Arriba a la izda.: Santiago Pereles. El siguiente de la dcha. no sabe.(Fot. José Cruz Romero)

RETAZOS DE TU VIDA

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José Antonio Revuelta, José Cruz, Juan Palomino y Juan Minuto, en la feria de finales de los años cincuenta.(Fot. José Cruz Romero)

Felisa Pérez (Cota) y Antonia Benda-la Romero, en Cartaya a mediados

de los años treinta. (Fot. Antonia Florencio)

Juan Jurado y Manuel Pérez “Ca-milo”, frente a la esquina de la calle Gibraleón en 1951.

(Fot. Antonia Florencio)

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RETAZOS DE TU VIDA

En Madrid 1966, De izda. a dcha.: Antonia Bendala Romero, María Bendala Romero y Rafaela Suardíaz. (Fot. Antonia Florencio)

Pilar Galán y Pilar Borrero junto a la caseta de información, en el recinto

ferial de 1974.(Fot. Juan Galán)

Delante del tablado que se levantaba en la Plaza Redonda durante la feria hacia mediados de los años cincuenta: Pepe Galán y Manuela Pérez con los niños Sanpedro Galán y Juan Galán.(Fot. Juan Galán)

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Grupo de amigos en la feria de los años cuarenta: Arriba: Angela Benítez, una amiga de Huelva, Dolores Romero y Pepín Pedraza. Delante: dos amigos de la calle Santa María.

(Fot. Maria Angeles Galan)

Manuel Ríos, María de los Angeles Galán con un sobrino de Manuel

Ríos, y Carmen Aletta.Hacia 1937.

(Fot. Mª Angeles Galán)

Saliendo de misa un Domingo de Ramos de fines de los años cincuenta: De izda. a dcha: Angela Delgado, Carmela García, una amiga maestra, Esther Márquez y Alberto Márquez.(Fot. Carmela García)

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RETAZOS DE TU VIDA

Manuel Franco con su hija Teresa, hacia 1971.

Fot. Antonia Franco.

Juani Suardíaz y Paco García(Fot. Carmela García)

En una representación teatral en el cine Jaldón a mediados de los años cuarenta. De izda. a dcha.: Consuelo Mora, María Jesús y María Isabel Gomez (Esta última hija del Chabolé)Fot.: Maria Isabel Gomez Fernández

RETAZOS DE TU VIDA

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Pepe Domínguez Vázquez con su hijo Cayetano, en la feria a princi-pios de los años sesenta.

(Fot. Manoli Hemeterio)

Policías locales de servicio en el recinto ferial hacia 1977: Paco de los Santos, Vicente Benítez , Pepe Domínguez y Juan Antonio Abreu.

(Fot. Manoli Hemeterio)

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RETAZOS DE TU VIDA

Un preciosa fotografía para la historia de las tradiciones cartayeras: Posando ante el altar de San Juan, en la calle Misericordia a principio de los años sesenta: - Las dos primeras por la izda. son Charo Jiménez y Juani Moreno.- Sentadas detrás están Bernardina y Sanpedro. Sentadas delante: Pepi Jiménez (de blanco ) y Pepa Pérez.-De pie a la dcha.: Mari Jiménez y Loli Jiménez. (Fot. Pepi Jiménez)

La abuela Justa con Pepi Jiménez (a la izda.) y Justa Romero (a la dcha.) entrando en la Plaza Redonda los años

cincuenta.(Fot. Pepi Jiménez)

Paca Díaz y Manuela Macías, en la feria de 1956.Al fondo chicas vestidas de gitana y el edificio del colegio Concepción Arenal. (Fot. Manuela Macías)

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En el real de la Feria que se instaló hacia 1954 en la Parada. De izda. a dcha.: Al fondo están Pepi Macías y Sebastiana Pedraza. Delante: María Pérez. Carmen Cejudo, Juana Correa y Carmen Pérez. Al fondo a la derecha se pueden observar los ventorros de la feria. (Fot. Consolación Martín Correa)

En el real de la feria hacia 1972: A la izda. Ramón Correa; en el centro, Pepe Ríos (el hijo de José Ríos), y

en el caballito Manolo Correa. (Fot. Dolores Ríos)

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RETAZOS DE TU VIDA

Curro Núñez Pedraza, que trabajaba en los arbitrios del Ayuntamiento, cobrando en un puesto de zapatos instalado en la feria de Cartaya hacia 1947.(fot. Pepa Núñez)

Saliendo de misa en el año 1959: De izda. a dcha.: Alicia, y las herma-nas Loli Núñez, Pepa Núñez y Consolación Núñez. Pepa y conosalción van tocadas con el velo, y se observa el alumbrado propio de los días

de feria.(Fot. Pepa Núñez)

En el Real de la Feria que se situó en la Barriada de la Parada mediados de los años cincuenta. Subida en el burro Josefa Medina con una niña, Montemayor, sobrina de María Correa. A continuación: María Correa, Francisco Correa, Juan Rivas y Lorenzo Mora.(Fot. Josefa Medina)

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Las muchachas que formaban parte del taller de costura de Manuela Pérez en un día de excursión. Aparecen Petra y su hermana Mª Dolores, Carmen Vázquez, Rosita Galán, Pilar Borrero, María Palacios, Sampedro Galán, hija de la maestra Manuela Pérez, y Carmen Quinte-ro. El muchacho es Manolo, el que montaba la Cruz de la calle Gracia. (Fot. Pepa Núñez)

En la feria de Cartaya a principios de los años sesenta: De izda. a dcha.: Nicolás Pereira, Lucía Fernández (Silva), Isabel Fernández (Silva), Sebastián Martín.

Obsérvese al fondo la tómbola instalada en la esquina de la c/San Pedro.

(Fot. Consolación Pereira fdez. )

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RETAZOS DE TU VIDA

Ante el altar de la Cruz de Mayo que se montaba en la calle Gracia. Delante están de izda. a dcha.: Salud, Lela, María Díaz, Mari Carmen Ramblado, Paquito Ramblado y Juana Florencio.

Las tres señoras que están detrás del grupo anterior por la izda. son: Rosario Benítez, Josefa Vázquez y Manuela Benítez.En la última fila están: Pepa Aletta, Dolores Zunino, Carmen Romero, Pepa Abreu, Pepa María Ramblado y Josefa Benítez.

El señor que de pie contempla toda la escena es Antonio Botillo.(Fot. Antonio Botillo)

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Hacia 1969 en el real de la Feria: De izda. a dcha: Sebastián Martín Fernández, José Antonio Pereira Fernández, María Consolación Pereira Fernández y Antonia Mari Martín Fernández.

(Fot. Mª Consolación Pereira)

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RETAZOS DE TU VIDA

Magnífica panorámica de uno de los típicos ventorros que se instalaban en el real de la feria a fines de los años cincuenta o principios de los sesenta. Sentados de izda. a dcha.: Juan Rivera, Manuel Hachero, Pepe Pelo y otro amigo. (Fot. Pepa Pérez )

Otro momento álgido en la feria cartayea de entonces. Por la noche en la Plaza Redonda, frente al casino de la juven-tud y a la caseta municipal. Están de izda. a dcha.: Molins,

Paco Jiménez, Antonio Bayo y Manuel Hachero.

Curso escolar 1975-1976 del Colegio “Juan Ramón Jiménez”. De izda. a dcha. Fila superior: D. Antonio Pérez, Andrea Picón, D. Antonio Barrios el director, Mª Jesús Castillo, Yiyi Bayo, Rafi Morales, Claret Rodríguez, Dª Manolita Pavón, Mª Carmen Lara, Pepa. Abreu, Pepita Acevedo, Juana Pepa Ortiz y D. Manuel Galán. Fila central: Ana Picón, Victoria Bravo, Chari del Río, Mª Carmen Peralta (Katusa) , Ro-sarito B., Mª Teresa Díaz, Paqui Rodríguez, Charo Ponce.Fila inferior: Manuel Santos, Manuel García, Mario Trastallino, Sebastián Gullón, Leonar-do Pérez, Enrique Pereira.(Fot. Antonio Pérez Beltrán)

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Una simpática fotografía de los baños de la Ribera en el mes de junio de 1961. De izda. a dcha. En la fila superior están Pepe López, Juan López, Fátima Rivera, y Manolo Rivera. Los tres que están delante son: Juan Antonio Pérez Ponce, Manolo Ponce y Rosario López. Al fondo a la dcha. Se divisan tres niños: el de la izda, es Manuel Zambrano y el de la dcha. Es Cano Mateo. (Fot. Juan Antonio Pérez Ponce)

Enero de 1934. En su casa de la calle Moreno: Juan Rodríguez Ponce y Rafaela Pérez Ramos con su hijo Juan

Rodríguez (El Perrengo)

(Fot. Juan Rodríguez)

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RETAZOS DE TU VIDA

Los componentes de la Agrupación Artística Cartayense en los años treinta: Detrás están de izda. a dcha.: José María Bocanegra, Celesino Jaldón, Rafael Vázquez “El Canallilla”, Pepe Florencio “El Bailaor”, Rogelio Rodríguez “El veterinario”, y D. Manuel Puro, maestro de escuela. En la fila central : Lola Domínguez (La de teléfonos), Herminia Mora la maestra, Paz Romero, Asunción Ballesta, María de la Paz Fernández y Rosario Mora.Delante: Marichu y Pepe Mas (ambos se casaban en la obra teatral que representaron en el cine Jaldón, y después se casaron realmente)(Fot. Juana Romero)

El torero Pepe Luís Vargas y su cuadrilla cuando se quedaban en la pensión de Paz Romero (con bastón a la

izda.) durante su intervención en la corrida de feria. Junto a ellos la familia de D. Antonio Medina. Principios de los

años ochenta. (Fot. Juanita Romero)

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María Romero, Pepe Romero, Ani Gálvez y Manolita Rome-ro, en los años sesenta en la Plaza Redonda.

En la boda de Pepe Romero Benítez y Anita Gálvez en 1955 . Están María Dolores Ríos, María Montiel Romero, Paco Jaldón, José Romero Villeda , Antonia Benítez Santos, los novios y las dos niñas son: Antoñita Benítez y Feli Benítez.

Un grupo de amigos en las fiestas del Rompido a mediados de los años sesenta. Fueron desde Cartaya en burro y ese mismo día pasaron a la otra banda para ver por primera

vez el mar. De pie y de izda. a dcha.: José Sánchez Toscano (padre de María Sánchez Cruz);

Marculino; Concepción Concepción Alfonso; Pepe; Rosa; Paca Sánchez Cruz; y Antonio Zamorano Martín.

Delante de izda. a dcha.: Joaquín Concepción Alfonso; Bella Sánchez Cruz; María Con-cepción Alfonso; el niño pequeño; Ramón Zamorano Martín y María Sánchez Cruz.

(Fot. María Sánchez Cruz)

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Un grupo de amigos en la playa en 1965:Arriba a la izda. José Joaquín Santos Maestre y Fernando Alvarez Galán., y otro amigo.Debajo Pepe Díaz y el hijo del señor que tenía el zampuzo en la calle Santa María esquina C/ Concejo. (Fot. Rafael Santos Maestre)

En El Rompido el 16 de junio de 1968: Están de izda. a dcha.: Antonio Bendala, Josefa Galán Zabala, Juana Maestre Maestre, Josefa Maestre Maestre, Joa-quín Santos González, Manuela Galán y Fernando Alvarez. (Fot. Rafael Santos)

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Grupo de amigos en los años sesenta: Arriba: Isabel, Teresa, Manoli Gomez, Remedios, Rosa y Nani.Sentadas en la acera: Paqui Tavira y María Reyes-El niño del fondo es Eulogio. (Fot. Charo Tavira)

Profesores del Colegio Concepción Arenal hacia 1974. De pie están. D. José Luis Acevedo, D. Maria Villoslada, D. Bárbara (Bari), D. Tere Martín, D. María Dolores Rebollo, D. Lola Arauz, D. Alejandra, D. Ana, D. Juan el conserje.Delante: D. Felipe Ramos, D. Antoñita Barreda, D. Ana Maria Jurado, D. Paca Bayón, D. Antonio Rivera, D. Manuel Martín Gálvez, D. Juan Villegas y D. Lope González.(Fot. Paco Villegas)

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Las hermanas Paqui, Charo y Teresa Tavira en los años cincuenta.(Fot. Charo Tavira)

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Grupo de niños a mediados de los sesenta: Están Carmelo, Eulogio y Mo-rales (ésta está sentado en el suelo con un cartel que dice: “Visite las tres carabelas”.(Fot. Ana Ferrera)

De izda. A dcha.: Juan Millán, Curro Garrido y José Antonio Redondo.

Delante en cuclillas Miguel Bayo.

(Fot. Bernardino Marañón)

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Paqui Neto, en el stand de la casa Vespa del real de la feria en 1967. Junto a ella el alcalde, Don Juan Alberto López Pérez y Plácido Pérez.

(Fot. Paqui Neto)

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Temporada del Cartaya 89-90.La fotografía corresponde a un partido disputado en el antiguo Colombino de Huelva, jugando contra el Recreativo B, y cuyo resultado fue de 1-1

De izda. a Dcha.. Fila superior: Juan Palma, Jacinto, Bonares, Benítez y el portero Juan Luís (único jugador que no era de Cartaya).Fila inferior: Manolo Ramírez, Antonio Panizo, Gaspar, Gonzalo y Chan.

Era presidente entonces Manuel Ramírez y el entrenador, Antonio Abrio.

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RETAZOS DE TU VIDA

En el recinto ferial en 1984. Entre otros, están: Antonia Fernández y su marido Pepe, Fali Rodríguez y su marido Manuel, Juan Díaz, Pepe Vázquez, Pepe Romero con su mujer Isabel, su hija Manolo y su suegra Margarita, Pepe Luis González…(fot. Isabel González)

En la feria de Cartaya a finales de los años sesenta. De izda. a dcha.: Paqui Guerrero, Manoli Díaz Molins y Francisca Guerrero.

(Fot. Paqui Guerrero)

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Loli Abreu y su hermana Isabel (en el caballo ) en el real de la feria de Cartaya hacia 1964. Al fondo se observa la casa de la estación del tren.

(Fot. Loli Abreu)

En el Bar Rocío (el que fue de Rafael Marañón ) durante la feria de 1961. En el grupo de camareros, el último de la izda. es Lorenzo Rodríguez. (Fot. Lorenzo Rodríguez)

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RETAZOS DE TU VIDA

Jesús Abreu y Manolita Abreu con su sobrina Carmen Abreu. Montados en los cacharritos de la feria a fines de los años 50.

Fotografía parcialmente reconstruida por la Redacción(Fot. Fali Rodríguez Abreu)

RETAZOS DE TU VIDA

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Loli Pérez Romero y Simón Ríos en la feria a principios de los sesenta. (Fot. Loli Pérez)

Estando en Angola y subido en el barco en el que trabajaba: Juan Ponce Bernal (en el centro con el mono en sus brazos)

(Fot. Mª del Mar Ponce)

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PERFILES CONTEMPORÁNEOS

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INMACULADA ALMEIDA PEDRAZAEMPRENDEDORA PARA EL FUTURO

“Inmaculada Almeida representa un claro ejemplo de mujer joven y empresaria, avalada por una fuerte dosis de talen-to, que lucha y confía plenamente en un singular proyecto: una agencia de viajes, Almeida, que integra una serie de elementos innovadores que ha favorecido un crecimiento rápido y exitoso. Ejemplos así demuestran que los jóvenes arriesgan y crean empresas en nuestros días”. … Así co-menzaba el artículo del suplemento del diario El País, de 30 de noviembre de 2008, sobre Inmaculada Almeida, un suplemento en el cual el mencionado diario incluía a In-maculada entre los 100 DEL AÑO: HOMBRES Y MUJERES IBEROAMERICANOS QUE HAN MARCADO 2008.

Inmaculada Almeida Pedraza nació el 8 de diciembre de 1982 en EL Rompido (Cartaya- Huelva). Desde muy joven le intere-saron los viajes y ese interés se plasmó en su formación pro-fesional, materializándose en la obtención del Grado Superior de Formación Profesional en Turismo, aunque más tarde, ya trabajando, amplía esta formación con dos master, uno en Di-rección de Empresas Turísticas y otro de Marketing y Ventas.

A dicha formación profesional hay que sumarle su actitud emprendedora y entusiasta, gracias a la cual se planteó la idea de montar su propia agencia de viajes. Con 21 años, esfuerzo y perseverancia y un microcrédito sin aval, abre su primera agencia de viajes en agosto de 2004. Esta fecha marca el despegue de la empresa. Almei-da Viajes cerrará ese año con cuatro agencias. A partir de entonces y gracias a su talento innato para los negocios,

decide franquiciar la empresa, permitiendo así su expan-sión nacional. El acierto de esta decisión lo tenemos en las cifras, ya que el año 2005 se cierra con 21 agencias, el año 2006 con 124 y el 2007 con 253 agencias, repartidas por toda la geografía nacional.

En 2007 Almeida Viajes inicia su expansión internacional, abriendo agencias en Portugal, a través de la sociedad Al-meida Viagens Portugal. Ese año 2007 la empresa se su-merge en un ambicioso e importante proyecto de interna-cionalización, de tal manera que en 2008 cuenta ya con más de 320 agencias en territorio nacional, más de 30 en Portugal, delegación en Italia, delegación en Maruecos, de-legación en Panamá, delegación en Chile, próxima delega-ción en Brasil y delegación en México y más de 10 próximas aperturas en dicho país.

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Al margen de su expansión, hay que destacar la calidad y mejora continua de sus productos mediante el departa-mento I+D+I. Muestra de ello es la creación de su propia agencia mayorista “Viaja sin Barreras”, especializada en viajes para discapacitados, así como la especialización en productos turísticos innovadores como, por ejemplo, Vino-hotel, especializado en turismo enológico para amantes del vino, o también Viajasinparar, web con ofertas y subastas de viajes a bajo coste.

Por otra parte, hemos de resaltar que Almeida Viajes ofre-ce una especial atención a los trabajadores de la empresa, con una plantilla formada por 42 personas, con las que se organizan actividades encami-nadas a incrementar el nivel de satisfacción de dichos trabaja-dores y a aumentar el espíritu de equipo, contribuyendo así a aumentar el grado de confort emocional en sus puestos de trabajo. Se organizan actividades lúdi-cas que fomenten la unidad y el compañerismo. También se establecen dinámicas de gru-po cada mes, donde se plan-tean y debaten los problemas que puedan surgir y donde las soluciones las dan los propios trabajadores. También se lleva a cabo un concurso anual de Ideas para mejorar. Igualmente se promueve la realización de cursos de formación continua para mejorar la capacitación del personal. Destacar que Almeida viajes ha conseguido este año la certifi-cación de la Q de calidad turís-tica, concedida por el Instituto para la Calidad Turística Espa-ñola, además de un proyecto para empresa socialmente responsable.

Pese a su juventud, Inmacula-da Almeida actualmente además de dirigir sus empresas pertenece a la Junta Directiva de la Asociación Española de Franquiciadores y es vicepresidenta del Comité Ejecuti-vo de Jóvenes Franquiciadores de esta misma asociación. Además imparte clases como profesora en el Master de Marketing de Negocios de la Universidad de Málaga y acu-de a todas las charlas que le solicitan con el fin de animar a innovar a los empresarios y empresarias. Inmaculada ha

sido entrevistada por más de 50 medios de comunicación, entre periódicos, revistas, cadenas de radio y televisiones deseosas de conocer su historia y la clave de su éxito.

Almeida Viajes también ha participado en diversas ferias y congresos, como Fitur (Feria Internacional de Turismo)en Madrid, el Salón Internacional de la Franquicia en Valencia, Congreso de la Asociación Española de Franquiciadores en Valencia, Expofranquicia en Madrid, Feria Internacional de Franquicias en México, Feria internacional de la franquicia en Lisboa y otra feria de franquicias en Oporto, y por su-

En el suplemento del diario El País, de 30 de noviembre de 2008 se recogen los

100 protagonistas del año.En la página 54 está Inmaculada Almeida Pedraza, que comparte página con el eurodiputado e his-toriador Martí Grau Segú y la presidenta de Chile,

Michele Bachelet.

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puesto en todas ha estado presente trabajando como una más del equipo su joven socia fundadora.

Entre sus premios y reconocimientos, podemos mencionar:

- III Premio Junior de Empresa 2006- Premio a la mujer joven directiva de Andalucía 2006- Finalista de la V edición de los Premios Huelva Joven

2006 en la modalidad Economía-empleo.- Tercer Premio Pullmantur

Cruises 2007 a la mejor red de agencias de viajes en la venta de cruceros.

- Finalista del IX Premio Jo-ven Empresario 2007 de Málaga.

- Primer premio Empresaria FEMMA 2007, otorgado por la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Málaga.

- 2008 Finalista del premio nacional de joven empre-sario, acto presidido por los príncipes de Asturias.

- 2008 Nombrada por el reco-nocido suplemento semanal del periódico El País como uno de los 100 personajes más importantes de España e Iberoamérica. Y también presente, dentro de los 15 personajes a destacar en nuestro país y en Iberoamé-rica entre políticos, empre-sarios y ejecutivos.

El 21 de enero de este año 2009 obtuvo el premio Anda-luces del Futuro 2009, en la categoría de Empresa, en un acto celebrado en el teatro de la Maestranza, en Sevilla. Es el primer certamen que se ha realizado y ha sido una ini-ciativa del Grupo Joly y Caja Madrid. Organizadores, pa-trocinadores e instituciones coincidieron en el “trabajo bien hecho” de los jóvenes premiados como fórmula para salir adelante en la difícil coyuntura económica actual, un momento que hay que afrontar, en palabras del vice-presidente segundo de la Junta de Andalucía y consejero de Economía, José Antonio Griñán, “sin dejarnos llevar por un excesivo pesimismo, que no haría sino agravar las consecuencias de la crisis”.

En reconocimiento de sus méritos profesionales y a su in-tensa e innovadora labor empresarial, el Excmo. Ayunta-miento, y especialmente a propuesta de la Asociación de Empresarios de Cartaya, ,el Ayuntamiento le concedió la Medalla de Oro de la Villa el 16 de enero de este año.

La Redacción R.Méndez

Inmaculada Almeida, en el teatro del centro cultu-ra de Cartaya el 16 de enero de 2009, recogiendo

la Medalla de Oro de la Villa, para la cual había sido propuesta principalmente por la Asociación

de Empresarios de Cartaya,

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CRISTINO JOSÉ DABRIOUNA VIDA INTENSAMENTE DEDICADA A

LAS CIENCIAS GEOLÓGICAS.

En Madrid comparte su vida con su mujer, Loles, y sus hijos y nietos, y en la capital española ha desarrollado principal-mente su labor docente e investigadora.

Nos referimos a Cristino José Dabrio González, que nació en Cartaya en 1947, hijo de Diego Dabrio y Maruchi Gon-zález.

Se licenció en Ciencias Geológicas en 1969 en la Univer-sidad de Granada, al tiempo que trabajaba como Profesor Ayudante. Se doctoró tres años más tarde (1972) estudian-do las formaciones rocosas de las Sierras de Cazorla y de Segura, pasando a ser nombrado Profesor Adjunto del De-partamento de Estratigrafía de esta Universidad.En estos años de formación científica se dedicó a la es-tratigrafía general, la sedimentología, la geomorfología, la tectónica y las relaciones de estas disciplinas entre sí, publicando sus resultados en diferentes revistas de ámbito nacional e internacional.

Y también en estos años inicia una fructífera y duradera co-laboración, que hoy día aún perdura, con Richard Boersma, profesor de la Universidad de Utrecht y una de las figuras más relevantes de la Sedimentología moderna a nivel mun-dial. Juntos han acometido múltiples trabajos en las costas meridionales de la Península, desde el Algarve en Portugal, Huelva y Cádiz hasta Almería, Murcia y Alicante; la cuenca del bajo Rin (Alemania); las costas de Normandía (Francia) y de Oregón (Estados Unidos).

Profesor Agregado Numerario desde 1978, obtuvo la Cáte-dra de Estratigrafía y Geología Histórica de la Universidad de Salamanca en 1982.

De interés creciente han sido para él y sus colaboradores los impactos que las obras de ingeniería tienen en la diná-mica costera y cómo alteran la distribución de los depósitos y las zonas de erosión; también las variaciones que el nivel del mar ha experimentado durante el Cuaternario y cómo han influido en él los cambios del clima, en especial de las épocas glaciares e interglaciares, tan características de este periodo; asimismo los riesgos que derivan de estos cambios globales. Actualmente ha ampliado su área de estudio al norte de África, en Túnez y Marruecos y al oeste, en las Islas de Cabo Verde. Parte de esta investigación ha sido financia-da por el Directorio de Grupos de Investigación científica y tecnológica del MEC, la Unión Europea, la Fundación Are-ces, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el programa CONSOLIDER- INGENIO 2010.

Desde 1988 ocupa la Cátedra de Estratigrafía y Geolo-gía Histórica de la Facultad de Ciencias Geológicas, en la Universidad Complutense de Madrid, impartiendo: Medios Sedimentarios, Dinámica de Costas, Obras Subterráneas y Túneles, Medio Ambiente, Impactos Ambientales y Riesgos Climáticos; tanto para estudiantes de Geología como de In-geniería, o de cursos de Posgrado.

Ha dirigido y sigue dirigiendo múltiples Grupos de Trabajo, Proyectos de Investigación y Tesis Doctorales, sobre la lí-nea de costas, variaciones de nivel del mar, tsunamis y los factores que intervienen, cambios climáticos y climatología. Ha participado en la organización de diferentes Congresos, tanto de España como del extranjero.

Ha sido Presidente del Sociedad Geológica de España, Vi-cepresidente del Grupo Español de Geología Ambiental y Ordenación del Territorio, y Miembro del EUROPROBE Ma-nagement Committee…

Actualmente es Director del Departamento de Estratigrafía, y participa en la elaboración de los nuevos Planes de Estudio; ha

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sido Vocal del Consejo Rector del Instituto Español de Ocea-nografía, Miembro de Evalua-ción del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Miembro Experto Académico del Comité de Evaluadores Externos del Programa Insti-tucional de Calidad del MEC, Coordinador de la Ponencia de Ciencias de la Tierra y del Espacio de la Agencia Nacio-nal de Evaluación y Prospec-tiva (ANEP), etc…

Es autor de unas ochenta pu-blicaciones, editadas en pres-tigiosas revistas de difusión mundial, y escrito algunos libros temáticos; uno de ellos es utilizado como manual de consulta por profesores y alumnos de Sedimentología y otro de Estratigrafía.

Sus estudios ven la luz en publicaciones como el Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, Cuader-nos de Geología Ibérica, Acta geológica hispánica, Studia geologia Salmanticensia, RE-VISTA ESPAÑOLA DE ENSE-ÑANZA DE CIENCIAS DE LA TIERRA, Geogaceta…

- Y entre sus títulos podemos citar, por ejemplo, Estratigra-fía, Evolución sedimentaria de la flecha de El Rompido, tectónica y sedimentación reciente en el litorial de El Abalario , Huelva; El nivel del mar y los interglaciares cuaternarios: su re-gistro en las costas peninsular e insulares españolas; Cambios eustáticos y arquitectura estratigráfica de unidades costeras; Litoral y riesgos geológicos; Riesgos geológicos en zonas li-torales; El registro holoceno del estuario del Guadalquivir en el área de Sevilla: aproximación geoarqueológica; Registro de tsunamis; El efecto de los ciclos climáticos en las variaciones del mar; el estuario del Guadalete… etc..

D. Cristino José lleva Cartaya en su corazón, sus recuerdos imborrables de El Rompido, la feria cartayera, y precisamente

el himno de Cartaya lo ha tocado él muchas veces con su hijo Diego a la guitarra y la bandurria. Y encima tiene tiem-po y todo para formar parte del grupo rociero HIERBABUENA, que tiene editados dos discos compactos: “Navidad Rociera” y “Coro Rociero Hierbabuena”.

Por su destacada y meritoria actividad profesional y académica, el ayuntamiento de Cartaya, por acuerdo plenario de 5 de diciembre de 2008, acordó nombrarle HIJO PREDILECTO DE LA VILLA DE CARTAYA, nombra-miento que se llevó a cabo en el teatro de Cartaya el 16 de enero de 2009.

El alcalde de Cartaya y D. Cristino José Dabrio González en el transcur-so de su nombramiento como Hijo Predilecto de la Villa de Cartaya.

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MANUEL BENDALA GALÁNPASIÓN POR LA HISTORIA

Descendiente de una familia de Cartaya (hijo de Anto-nio Bendala López y Josefa Galán Zabala), nació en Cá-diz (1949). Estudió magisterio y se licenció en Filosofía y Letras (1971) en la Universidad de Sevilla. Se doctoró en Historia (Arqueología) en la misma Universidad (1975), con una Tesis Doctoral sobre la necrópolis romana de Carmo-na, que recibió el premio de monografías Archivo Hispa-lense de la Excma. Diputación Provincial de Sevilla, y se publicó en dos volúmenes en 1976.

Desde 1971 fue profesor de la Universidad de Sevilla y de su prolongación en el campus universitario de Cádiz. Com-pletó su formación en Munich y Berlín y en 1977, a los 28 años, obtuvo por oposición la plaza de Profesor Agregado y Catedrático de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid. Aquí ha desempeñado, entre otras responsabi-lidades, la de Director del Departamento de Prehistoria y Arqueología (1985-1989) y Decano de la Facultad de Filo-sofía y Letras (1992-1995).

Especializado en Arqueología Clásica y en las culturas ibé-rica e hispanorromana, tiene entre sus principales labores haber dirigido más de veinte Tesis Doctorales, y algunos de sus discípulos son ya eminentes profesores y Catedrá-ticos de la Universidad española.

Ha contribuido muy especialmente a la consolidación de su Departamento de Arqueología de la Universidad, un re-ferente en la Arqueología nacional e internacional, y dirige actualmente un máster de Arqueología y Patrimonio en la misma Universidad, seguido por una amplia matrícula de alumnos llegados de numerosas Universidades españolas y extranjeras.

Su presencia en la Universidad se ha proyectado en una intensa labor académica, de gestión y de proyección ex-terior, con participación en numerosas comisiones de es-tudio y trabajo para la organización de la Universidad, y la presencia en actividades como el padrinazgo de ilustres figuras promovidas para su incorporación a la Universidad como Doctor Honoris Causa (Como el Prof. Dr. Hermanfrid Schubart, del Instituto Arqueológico Alemán), o la confor-mación de las mesas de contertulios organizadas para la formación de Su Alteza Real el Príncipe de Asturias, duran-te sus años de formación en la Universidad Autónoma de Madrid. Fue, en ese mismo sentido, encargado de realizar un discurso, ante la presencia del Príncipe, con motivo de los 10 años de la Asociación de Antiguos Alumnos de la UAM.

Como científico ha publicado numerosos libros y más de un centenar de estudios en las más importantes revistas nacionales y extranjeras y participado en decenas de con-gresos nacionales e internacionales, en muchos casos como encargado de las ponencias inaugurales o de las ponencias-marco principales. Entre los congresos puede destacarse el XIV Congreso Internacional de Arqueología Clásica (Tarragona, 1993), en el que formó parte del Co-mité Científico y Organizador y dirigió como comisario la exposición dedicada a La Ciudad Hispanorromana (con la dirección científica del libro catálogo editado en Barcelona en varias lenguas, convertido en una referencia impres-cindible de la Arqueología hispanorromana).

Ha realizado excavaciones en la ciudad romana de Itálica (Santiponce, Sevilla), el yacimiento protohistórico de El Ce-rro Macareno (La Rinconada, Sevilla), el Patio de Banderas de los Reales Alcázares de Sevilla, las villas romanas de la Casa del Mitra (Cabra, Córdoba), El Saucedo (Talavera la Nueva, Toledo) y Carranque (Toledo), la ciudad púnico-romana de Carteia (San Roque, Cádiz) y otros lugares.

De entre sus publicaciones pueden destacarse los libros: La necrópolis romana de Carmona (Sevilla), Sevilla 1976 (2 vol.); “La Antigüedad”, en el vol. I de la Historia de Andalucía, dirigida por A. Domínguez Ortiz, Madrid, 1980, 79-182; coordinador y autor de una parte importante del vol. I.2 de la Historia General de España y América, “De la Protohistoria a la conquista romana”, Madrid, 1987; Introducción al Arte Español, vol. I. “De la Prehistoria a los visigodos”, Madrid 1991; El arte ibérico, en Historia 16, Madrid 1989 (en colaboración con L. Abad), Carteia y Carteia II, Madrid, 1998 y 2004 (en colaboración con L. Roldán, J. Blánquez y S. Martínez Lillo) y la gran mono-grafía final, con los mismos autores: Estudio histórico-arqueológico de la ciudad Carteia (San Roque, Cádiz),

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Madrid, 2006 (2 vol.); Tarsesios, iberos y celtas. Pueblos, culturas y colonizadores de la Hispania antigua, Madrid, 2000 (3ª ed., 2004); con C. Sánchez, El descubrimiento del Orden Clásico. El arte en Grecia y Roma. El arte pa-leocristiano, vol. IV de la Historia del Arte Universal. Ars Magna, Planeta, Barcelona, 2006; “Mediterráneo”, en M. Artola (dir.), Historia de Europa, Espasa, Madrid, 2007, pp. 97-178. Es asimismo coautor de varias monografías sobre pueblos de la provincia de Huelva (Alájar, Almonas-ter la Real, Almonte), emprendidas para la realización del Catálogo Monumental de la provincia.

Cabe destacar especialmente la redacción del primer vo-lumen de la Historia de Andalucía, editada por Planeta en 1980, y la dirección y buena parte de la redacción del vo-lumen I, en la nueva edición de la Historia de Andalucía, dedicado a La Antigüedad: del doblamiento a la madurez de los tiempos antiguos, Fundación José Manuel Lara-Planeta, Barcelona, 2006.

Ha impartido conferencias y seminarios científicos en multitud de Universidades e Instituciones científicas es-pañolas y extranjeras (entre estas últimas: Roma, Siena, Berlín, Toulouse, Coimbra, New York, etc.).

Sus libros sobre Historia, Arqueología y Arte de la Antigüe-dad (algunos de ellos traducidos a varias lenguas) forman parte de las obras de referencia habituales para el estudio y la formación de los estudiantes universitarios y preuni-versitarios. Es la expresión de una amplia atención a la divulgación científica, para la formación de todos, desarro-llada también en revistas de las que ha sido o es miembro asesor y colaborador habitual (Historia 16, La Aventura de la Historia), o en programas de televisión, como el dirigido para Televisión Española en 1987, con la serie llamada “Relatos Arqueológicos”, un hito en la divulgación de la Arqueología en España.

Entre sus distinciones y cargos académicos y profesiona-les, figuran los siguientes:- Miembro Correspondiente del Deutsches Arcäologisches

Institut (Instituto Arqueológico Alemán), desde 1978.

- Académico Correspondiente de la Academia Sevillana de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, desde 1979.

- Académico de número de la Real Academia de Doctores (desde 2003).

- Director del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la U.A.M.: 1985-1989.

- Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la U.A.M.: 1992-1995.

- Patrono del Museo Arqueológico Nacional, de Madrid y entre 2000 y 2003 miembro de su Comisión Permanen-te.

- Miembro de la Comisión Asesora de Arqueología de la Junta de Andalucía.

- Miembro de la Comisión Asesora de Arqueología de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha.

- Director de la revista Cuadernos de Prehistoria y Ar-queología de la Universidad Autónoma de Madrid (1984-2000).

- Director, con J. Blánquez, de la Revista de Estudios Ibé-ricos, de la U.A.M.

- Miembro del Consejo editorial y científico de las revistas científicas Anas, Archivo Español de Arqueología, Ana-les de Arqueología Cordobesa, Pyrenae, Romula, Spal, Zhepyrus, y otras.

- Miembro del Comité Científico de la Bibliotheca Praehis-torica Hispanica, de la Real Academia de la Historia.

- Director y creador de la serie Monografías de Arquitectu-ra Romana, de la U.A.M.

- Patrono de la Fundación Pastor de Estudios Clásicos.

- Patrono de la Fundación de Estudios Romanos.

- Officier dans l’Ordre des Palmes Académiques por con-cesión del Ministére de l’Education Nationale, de la Re-cherche et de la Technologie de la République Française (Oficial de la Orden de las Palmas Académicas, otorgada por el Ministerio de Educación y Ciencia de Francia).

- Medalla de Honor de la Asociación Española de Amigos de la Arqueología.

- Medalla de Oro de la Ciudad de San Roque, por la activi-dad cultural y científica realizada en Carteia.

- Miembro del Consejo Asesor del Instituto Andaluz de Ar-queología Ibérica, con sede en Jaén.

- Primer titular de la Cátedra Ramos Folqués de la Funda-ción Universitaria La Alcudia de Elche (Alicante).

- Miembro de la Comisión de Humanidades de la Comisión de Profesorado de la ANECA (alta Comisión para el se-guimiento de la Acreditación del Profesorado Numerario de la Universidad).

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Pese a su larga permanencia en Madrid, nunca ha per-dido su vinculación con las instituciones andaluzas, con presencia frecuente en las Universidades y otros centros de todas las provincias de Andalucía, para par-ticipar en sus actividades, formar parte o presidir sus tribunales de Tesis Doctorales asistir a sus trabajos de investigación.

Se prolonga así una vinculación que tiene una base cordial y personal en su sentimiento como andaluz, arraigada en su Cádiz natal, en la formación y su vida en Sevilla, en su

vinculación a Huelva y particularmente a Cartaya, donde no ha dejado de estar desde los tiempos de la infancia, es-cenario de todos los veranos para la vida familiar, el cultivo de la amistad y la identificación con un paisaje humano y cultural imprescindible en su trayectoria personal y aca-démica.

Por sus méritos académicos y profesionales, el Ayunta-miento de Cartaya, por acuerdo plenario de 5 de diciem-bre de 2008. acordó nombrarle Hijo Adoptivo de la Villa de Cartaya.

Don Manuel Bendala reco-ge de manos del alcalde, el nombramiento como Hijo Adoptivo de la Villa, en un acto celebrado el 16 de enero de 2009

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MARGARITA GÓMEZ BARRANCOPASIÓN POR CARTAYA

Siempre en pro del pueblo y colaborando en todo mo-mento en cuantos actos se le ha pedido su colaboración por su dinamismo, interés, altruismo y entrega, y sin pedir jamás nada a cambio, porque la mejor satisfac-ción para ella ha sido siempre precisamente eso: traba-jar por y para Cartaya.

Margarita Gomez Barranco nace en Sevilla el 18 de oc-tubre de 1952. Con apenas dieciocho años y con su recién estrenada juventud se casa con el cartayero Ma-nuel Pérez Beltrán y se instala en Cartaya, donde inicia una vida de pareja y de familia dentro del mundo em-presarial de la hostelería y la alimentación.

Margarita, desde sus primeros días de estancia en Cartaya, comienza a identificarse con nuestro sentir, nuestras tradiciones, nuestro acerbo histórico y cultu-ral y con nuestra forma de vida dinámica y hospitalaria, viéndose, desde el principio, como una cartayera más en el devenir cotidiano de nuestro pueblo.

Margarita sintió, al poco de su estancia entre nosotros, no solamente la necesidad de vinculación e identifica-ción con Cartaya, sino lo que es más, hacer con, por y para Cartaya todo lo que estuviera en sus manos. Su carácter dinamizador, activo y creativo le facilitó el ca-mino. Su inquietud para que Cartaya avanzara se fue haciendo una lógica en su vida, convirtiéndola, sin ella pensarlo, en uno de los agentes individuales más dina-mizadores de nuestra localidad.

Es profesora de danza española, habiendo realizado es-tos estudios en el Conservatorio de Sevilla, y a principios de los años ochenta funda y dirige la Academia Municipal de Baile de Cartaya. Por su escuela pasaron generacio-nes de cartayeras y cartayeros de los que fue extrayendo su grupo de baile con el que llevó el nombre de Cartaya por múltiples rincones de nuestra geografía.

Impulsada por su tremenda afición a la música y el bai-le, se une a un grupo de cartayeros para solicitar del Ayuntamiento la formación de una banda de música y de un grupo coral, grupo al cual pertenece desde en-tonces prestando su voz y su afinación en la cuerda de contralto.

Fue la primera locutora que tuvo Radio Cartaya, por su-puesto, de modo totalmente altruista, como todo lo que ella hace.

Colabora con las Asociaciones de Padres de Alumnos cuando se lo piden impartiendo cursos de Danza y de

cocina en el Colegio Juan Ramón Jiménez, y de Manua-lidades con la Asociación de Padres de Niños Disminui-dos ASPANDICAR.

Fue miembro fundadora y posteriormente presidenta de la Asociación de Amas de Casa Reina Sofía, desarrollan-do múltiples actividades y proyectando esta Asociación a las actividades municipales en todos sus ámbitos. En este sentido cabe destacar que rescató la artesanía del bolillo, organizando el Primer y el Segundo Encuentro de Bolillos, y junto con el resto de asociadas rescata-ron también la tradicional celebración de las Cruces de Mayo y la procesión de la Virgen de Fátima.

Organizó asimismo el primer curso de Baile de Salón.

Fue miembro fundadora de la primera Comisión de Car-naval, a la que dedica gran parte de su tiempo como organizadora, autora y directora, letrista y compositora y presentadora. Además recibió en Huelva el primer premio a la letra de pasodoble dedicado a la reina del carnaval.

Margarita colaboró también con la parroquia de San Pedro en el arreglo de los techos de la iglesia, repre-sentando una obra de teatro escrita por Jesús Pala-cios, a beneficio de la misma y conjuntamente con los miembros de la escuela municipal de baile. Así mismo colabora con la Asociación de los Reyes Magos, repre-sentando dos obras de teatro, y sigue siendo la pre-sentadora del acto de coronación de los Reyes durante

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muchos años. En la actualidad también forma parte de la Junta Directiva, y lleva cuatro años preparando a los niños en catequesis.

Ha sido pregonera de la Romería de San Isidro Labra-dor; Presidenta de la Asociación para la Ayuda contra el Cáncer; Miembro de la Junta Directiva de la Asociación Venerable Padre Juan Gabriel Contreras; y en 2008 -2009 ha sido Hermana Mayor de la Romería de San Isidro Labrador.

Podemos decir que Margarita ha sido la principal promo-tora de que hoy tengamos una Residencia para la Tercera Edad en la Avda. de Gibraleón, ya que ella fue, a ins-tancias del propio presidente de la Cooperativa Olvarera Ntra. SRa. Del Rosario, quien arbitró todas las fórmulas necesarias y realizó cuantas gestiones hubo que hacer para que aquellos terrenos ocupados por la Cooperativa Olivarera fueran destinados a una obra social local, en lugar de que revertieran al Ministerio de Fomento. Para alcanzar este fin reactivó paralelamente la Asociación de Mayores Padre Gabriel Contreras, con la cual siguió tra-

mitando toda la gestión oportuna para obtener lo que hoy ya es una realidad en Cartaya. Y desde luego en toda esa tramitación tuvo mucho que ver D. Modesto Palacios y D. Pedro Tejada, como representantes delegados también de aquella Cooperativa. Conseguir que aquellos terrenos fueran destinados a una obra social tan importante y que ésta obra sea precisamente la residencia para mayores ha supuesto para Margarita una de las mayores satis-facciones de su vida.

Ella se ha caracterizado y se caracteriza por ser una mujer que hace, lucha y trabaja incansablemente por Cartaya, posicionando a la mujer, con su forma de ser y de actuar, en un ámbito público, participativo, organi-zativo y de igualdad.

Por ese talante dinamizador y espíritu de servicio ha-cia el pueblo de Cartaya, la Corporación Municipal le impuso la Medalla de Oro de la Villa el 16 de enero de este año.

La RedacciónRafael Méndez

Margarita recibió la Medalla de Oro de la Villa el 16 de enero de 2009.

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JUAN LARA ROMEROEL PRACTICANTE DE TODA LA VIDA

Juan Lara Romero nace en Villanueva de Algaidas, provincia de Málaga, el 24 de abril de 1927, y es el mayor de diez hermanos. A la edad de siete años, por motivos laborales, su padre se desplaza a Osuna, provincia de Sevilla, donde transcurre su infancia y adolescencia.

Estudia el bachillerato en el instituto de Osuna , ha-ciendo dos cursos en uno, pues comienza a estudiar ya un poco “mayor”, con 14 años.

Una vez terminado el bachillerato se matricula en la escuela de “practicantes” de la facultad de Medicina de Sevilla donde termina la carrera.

Su primer destino es Puebla de Cazalla, provincia de Sevilla, donde conoce a la que sería su esposa, Car-men Bohórquez Segura, casándose con ella en 1953.

En el año 1958 y con vistas a conseguir una plaza en propiedad, se desplaza a Madrid durante un curso académico para prepararse las oposiciones a Asis-tencia Pública Domiciliaria, aprobándolas ese mismo curso.

Mientras está en expectativa de destino trabaja en otro pueblo de la provincia de Sevilla, Huévar, durante un par de años.

En julio de 1960 se instala en Cartaya, pueblo que será su destino definitivo tras el concurso realizado por los opositores aprobados. Ya Don Juan Lara tenía para entonces una familia en Puebla de Cazalla: su mujer y cuatro hijos, la más pequeña de sólo un mes de vida.

En Cartaya piensa estar solo uno o dos años y des-pués volver al pueblo donde tenía su casa, sus fami-liares y amigos.

Durante los primeros meses se vino él solo mientras encontraba casa y se adaptaba un poco a la nueva si-tuación. En Diciembre de ese mismo año se trasladó a Cartaya el resto de la familia, su esposa y sus hijos.

Estuvo viviendo primero de alquiler en la calle San Sebastián, hasta que se compró una casa en la calle Alcalde Guillermo Pérez, en la cual sigue viviendo ac-tualmente y donde mantuvo siempre su consulta.

Como resulta evidente, aquel año o dos que pensaba estar en Cartaya, se convirtieron en muchos más. Aquí nacieron sus dos hijos más pequeños, una niña y un niño. Se jubiló en 1992, aunque nunca perdió “la afi-ción a su trabajo”, ya que incluso en la actualidad sigue trabajando. Para hacernos una idea, baste decir que hasta 1978 no cogió su primer mes de vacaciones.

Ha sido y es, una persona muy querida y valorada en el pueblo debido a su buen hacer profesional y a su ca-rácter amable. Jamás una mala palabra o un mal ges-to hacia una persona que necesitara de sus servicios, fuera la hora que fuera, del día o de la noche, porque no hemos de olvidar que en aquellos años difíciles no existían los ahora llamados “servicios de urgencias”, ni el Hospital estaba tan a mano como hoy, y el tra-bajo de un practicante se desarrollaba en un horario de trabajo que abarcaba las 24 horas del día durante los siete días de la semana. Hubo incluso unos años en que por falta de matronas tuvo que hacerse cargo también de las embarazadas, en una época en la que las mujeres en estado de gestación no iban al hospital y daban a luz en sus domicilios.

Hay personas que viven de su profesión y otras que lo hacen para su profesión, él pertenece a este último grupo y lo ha demostrado a lo largo de su vida profe-sional con su buen hacer y estar.

Hoy, en la tranquilidad de su retiro, intenta dedicar a su esposa todo el tiempo que tiene, pues en aquellos

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años, con tantos hijos y tanto trabajo, no podía dedi-carle todo el tiempo que hubiera deseado, y ahora, en cierto modo, trata de compensarla de alguna manera, una loable dedicación que compagina con su afición a la cacería y sus paseos.

Por su dedicación y meritoria labor como Practicante en la villa de Cartaya durante toda su vida, el Excmo.

Ayuntamiento acordó en pleno de 5 de diciembre de 2008, denominar una calle de la villa con el nombre:

PRACTICANTE JUAN LARA ROMERO

La RedacciónRafael Méndez

Don Juan Lara Romero ha sido distinguido con la denominación

de una calle de Cartaya con su nombre, en el acto del Día de

San Sebastián celebrado el 16 de enero de este año.

PERFILES CONTEMPORÁNEOS

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FRANCISCO AGUILAR DÍAZDON PACO, EL ALMA DEL CRUPO SCOUT

Don Francisco Aguilar Díaz, cariñosamente conocido en Cartaya como “Don Paco”, fue sacerdote de Cartaya en la década de los años setenta, y este año el ayuntamiento car-tayero le ha homenajeado dedicándole una calle de la villa.Son innumerables los méritos que hacen acreedor de tal distinción a esta persona. Entre ellos, su abnegado trabajo por la juventud cartayera en unos tiempos en que los movi-mientos asociativos eran casi inexistentes y contaban con escasos apoyos en nuestra localidad.

D. Paco nació en La Palma del Condado, el 9 de marzo de 1942.

Comenzó el Bachillerato a los diez años de edad, acabándo-lo a los 16. Hasta Tercero de Bachillerato cursó sus estudios por libre en su pueblo, continuándolos en el Colegio Claret, de Sevilla.

Fue militante de base de la Juventud de Estudiantes Católicos (JEC). Pocos días antes de su ingreso en la Universidad decidió entrar en el Seminario, según sus propias palabras, “para que los jóvenes pudieran tener un cura más”, haciéndolo en el Curso Especial del Semi-nario de Sevilla, continuando sus estudios de Filosofía y Teología en el recién nacido Seminario Mayor de Huelva. Fue ordenado Sacerdote por D. Pedro Cantero Cuadrado a la edad de 24 años.

También estudió Pedagogía, por libre, y Música, en la especialidad de Música Gregoriana, en Salamanca y Ma-drid.

Sus diferentes destinos han sido, primero en su Parroquia de La Palma del Condado, como coadjutor, durante un año. Es-tuvo después cuatro años en Sanlúcar de Guadiana y otros cuatro como Superior y Profesor de Lengua y Literatura en el Seminario de Huelva, pasando posteriormente a Coad-jutor de Cartaya, donde también estuvo como profesor de

religión en el Insti-tuto Rafael Reyes. En la actualidad es Párroco de Santa Olalla del Cala y Zufre.

Además de sus actividades pa-rroquiales, trabajó en el Movimiento Junior del Conda-do y, después en la Juventud Acción

Rural Católica (JARC) del Andévalo, y en el Movimiento Scout.

Como hemos mencionado al principio, Don Paco, como a él le gusta que le llamen, realizó diferentes e importantes acti-vidades durante su estancia en Cartaya como coadjutor: - Fue Profesor de Religión en el Instituto “Rafael Reyes” y

en la Escuela de Formación Profesional Agraria.

- Promovió la Asociación de padres contra la droga.

- Participó en la Formación de Catequistas, y promovió la Academia nocturna para adultos.

- Fue además el impulsor del Grupo Folk Local “Azahar” y de los Equipos matrimoniales ENS (Equipos de Nuestra Señora); fundador del Escultismo en Cartaya con el Grupo Scout Peary, y promotor de la Fraternidad de Enfermos.

- Pero si Cartaya recuerda especialmente a este párroco es por su vinculación con la juventud cartayera de enton-

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PERFILES CONTEMPORÁNEOS

ces, una juventud aquella que no puede olvidarle por los valores morales, el entusiasmo y amor por la naturaleza que supo infundirle, y que desde los movimientos Junior y Scout fundados por él irradió y transmitió a todos los jóvenes de la localidad.

Don Paco no sólo fue el fundador del Grupo Scout Peary de Cartaya, sino también su alma mater durante casi una década. Es buen ejemplo de la importancia de su trabajo el hecho de que esta asociación se perpetuara en el tiempo hasta alcanzar casi 25 años de existencia, formando en su seno a centenares de niños y jóvenes de nuestro pueblo y orientándoles hacia valores de ciudadanía y vida al aire libre.

Pasados ya bastantes años de aquellos momentos, la figu-ra de D. Francisco Aguilar Díaz, nuestro querido Don Paco, sigue estando presente en el recuerdo de muchísimos cartayeros, y no solo en el de los que integraban el Gru-

po Scout, sino de todos cuantos le conocieron y trataron, como persona, como sacerdote y como dinamizador de la juventud.

Su carácter alegre y emprendedor, su decidido empeño en trabajar por la juventud, sirvieron siempre como ejemplo y modelo de vida, ejerciendo positivamente una gran influen-cia en la formación de aquellos jóvenes, que hoy son los hombres y mujeres de Cartaya.

Por esa meritoria labor, esfuerzo y empeño en trabajar por la formación de la juventud de Cartaya, el Excmo. Ayuntamien-to, acordó en el pleno de 5 de diciembre de 2008 denominar una calle de la localidad con el nombre:

“SACERDOTE FRANCISCO AGUILAR”

La RedacciónRafael Méndez

El 16 de enero de 2009 el alcalde entrega a D. Francisco Aguilar la placa conmemorativa de la denomi-nación de una calle de la villa con su nombre, en virtud del acuerdo plenario de 5 de diciembre de 2008.

D.L.: H-191-2000

17 • Perfiles Contemporáneos

35 • Vente a la Feria

49 • Sabías que…

67 • Carta de un emigrante163 • Retazos de tu vida

123 • Tiempo de Historia

99 • Mil Palabras

81 • Leyendas. Historias Populares de Cartaya

Un año más os dirijo mi saludo y mis deseos de que seáis felices y paséis unos días inolvidables con ocasión de la celebración de las Fies-tas en Honor de Ntra. Sra. del Rosario, patrona y alcaldesa perpetua de Cartaya, y coincidiendo con las mismas, de la 46 edición de la Feria de Octubre, que se inició como feria agrícola y ganadera, coincidiendo con el primer domingo de octubre, época en la que entonces, cuando Cartaya era un pueblo de secano, finalizaban las campañas agrícolas de la almendras, los higos, la sidra, los tomates, las sandías y melones, la uva …. Y otros productos de huerta.

Todos los que trabajamos, emprendemos y estudiamos, que somos ve-cinos y convivimos en Cartaya tenemos derecho a disfrutar de la Feria y Fiestas que por tradición es momento de alegría, ocio, diversión y que los cartayeros, por costumbre, solemos celebrar en reuniones familiares, en casetas, dando la bienvenida a la gente que nos viene de fuera, amigos y familiares ausentes, a compartir la fiesta y a los que sabemos recibir con los brazos abiertos por nuestro carácter de pueblo acogedor.

Sin embargo, este año, tenemos motivos para ser solidarios y recordar, como todos los años, a aquellas personas que no disfrutan de la feria porque han sufrido algún problema personal. Quiero dedicar especial atención en esta línea a los parados, es decir, a aquellas personas que, habiendo disfrutado de prosperidad y pleno empleo antes de los mo-mentos de crisis que vivimos, ahora se ven afectados por la situación, trasladándoles mis deseos de que esta etapa sea lo más corta posible y volvamos a restablecer pronto los niveles de crecimiento en los que nos hemos situado en la última década en Cartaya.

En el Ayuntamiento todos, mi Equipo de Gobierno y yo personalmente, tenemos confianza en Cartaya, ya que es un pueblo rico en recursos, que hemos sabido aprovechar y desarrollar en términos de sostenibili-

dad económica, ambiental y también social. Fruto del talante

responsable, laborioso y emprendedor de los cartayeros, hemos conse-guido desarrollar una economía sólida, bien ordenada, con prestigio y que nos ha situado a la cabeza en los índices de crecimiento provincia-les. Así, somos de los mayores productores de renta agraria y uno de los tres primeros en Producto Interior Bruto.

Cartaya es, además, un pueblo respetuoso, sereno, responsable y, como son así los cartayeros, yo, como alcalde, quiero trasladar esta imagen a la provincia y por ello no podemos ni debemos caer en las provocaciones que vienen de otro municipio. Por ello os pido tranquilidad y serenidad porque como recogen los dichos populares, “el que ríe el último, ríe dos veces”, y lo que sí os garantizo es que voy a defender la integridad del territorio de Cartaya y la pertenencia al mismo de la Flecha de El Rom-pido. En este sentido, os aseguro que si bien Nueva Umbría se deslindó en 1969 y, junto a la Almadraba, es del término municipal de Lepe, la Flecha del Rompido, desde que se realizó el deslinde de términos entre Cartaya y Lepe en 1897, ha crecido en nuestro término municipal y es de Cartaya. Os emplazo a consultar nuestros documentos, que se basan en argumentos contrastados y en los excelentes trabajos realizados por nuestros servicios jurídicos municipales, así como en los estudios reali-zados por los expertos, entre ellos los que realizó en su día la Asociación Cultural “Carteia” al respecto.

Es uno de los asuntos que han marcado la actualidad de un año en el que además nos vemos embarcados en proyectos tremendamente importantes e ilusionantes para Cartaya, como el Centro de Mayores y Dependientes, que pronto abrirá sus puertas, la nueva Piscina Municipal, el nuevo Mercado Municipal, la semipeatonalización de la calle Con-vento y de las calles del centro del casco urbano, el nuevo Pabellón de Congresos y Exposiciones, … y todo un abanico de iniciativas que nos permiten ser optimistas de cara al futuro y que en un breve espacio de

tiempo redundarán en la mejora de la calidad de vida de los/as cartayeros/as. Por ello, con estas líneas de-seo transmitiros ánimo, impulso, agradecimiento por vuestro esfuerzo y la mayor de las dichas para estos días de fiestas patronales.

FDO: Juan Antonio Millán.Alcalde-Presidente del

Ayuntamiento de Cartaya.

VENTE A LA FERIA

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DE PASEO POR LA FERIA 2008

Momento de la inauguración de la 45 Feria de Octubre por las autori-dades

La 45 edición de la Feria de Octubre y las populosas Fiestas del Ro-sario, que cada año se dan la mano en el recinto ferial de Cartaya que se convierte durante una semana en el corazón de la localidad, se desarrollaron con brillantez y según lo previsto.

La feria contó con una nutrida representación de empresas relacionadas con el turismo sostenible, la náutica y la automoción.

La muestra, que acogió el V Salón del Turismo y Ocio Activo así como del X Salón de la Automoción y la Náutica, estuvo dedicada a la Diputación Provincial, que dada la importancia del certamen presentó el Plan de Tu-rismo Sostenible de la Costa Occidental. Fue inaugurada por el Alcalde de Cartaya, D. Juan Antonio Millán, El Subdelegado del Gobierno en Huelva, D. Manuel Bago, la Presidenta de la Excma. Diputación Provincial de Huelva, Dª Petronila Guerrero, así como de Alcaldes de localidades vecinas, entre otras autoridades.

Junto a la 45 Feria de Octubre, Cartaya celebró sus Fiestas en Honor a su Patrona, la Virgen del Rosario, con un extenso programa lúdico-festivo que dio comienzo con el espectáculo “Se llama Copla” el Martes 30, y finalizó con la actuación del grupo “Sinlache” el Domingo 5 de Octubre.

Nuestra cámara fotográfica recogió…

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VENTE A LA FERIA

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Durante esos días las calles del centro se llenaron de colorido con los tradicionales gigantes y cabezudos y música en la mañana del miercoles, para acompañar a la corporación municipal en su recorrido hasta el re-cinto ferial.

Ángel con sus cohetes, anuncia que la Feria ha comenzado un año más

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VENTE A LA FERIA

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CARTAYA ATRAE UN GRAN NUEMERO DE

VISITAS DURANTE LOS DIAS DE FIESTAS

110 casetas llenaron de vida el recinto ferial durante los días de las Fiestas Patronales..Como complemento, numerosas actua-ciones y concursos se dieron cita du-rante la semana de feria, entre las que cabe destacar: II concurso de en-ganches de mulos a la cuarta, cam-peonato de Moto-Cross…

En cuanto a actua-ciones cabe desta-car el espectáculo “Se Llama Copla”, el dúo “Sinlache”, “Valderrama”, “La Década”…

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VENTE A LA FERIA

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LAS REUNIONES DE jóVENES Y MAYORES EN

LAS PUERTAS DE LAS CASETAS, LLENARON DE

COLORIDO EL RECINTO FERIAL.

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VENTE A LA FERIA

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EL jUEVES, FUE EL DíA DE LA MUjER CARTAYERA. SUS TRAjES DE GITANA LLENARON DE ALE-GRíA EL RECINTO FERIAL Y LA

MúSICA DEL CORO DE LA HDAD. DE EMIGRANTES, EL CANTANTE “VALDERRAMA”, LA ORqUESTA “GLAMOUR” Y LA CHARANGA

ANIMARON LA FIESTA DURANTE TODA LA jORNADA.

Antonio Pérez. El fotógrafo fotografiado en la feria.

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VENTE A LA FERIA

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El domingo, último día de feria, como es tradicional, fue el día dedicado a la Virgen del Rosario. A las doce del mediodía se celebró la función prin-cipal en la parroquia de San Pedro. Ya por la tarde, ante las puertas del ayuntamiento, se procedió a la izada de banderas, se celebró el acto pro-tocolario y posteriormente se inició la procesión de la patrona de la locali-dad por su recorrido tradicional.

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VENTE A LA FERIA

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SABÍAS QUE...

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Para evitar o paliar los terribles efectos que sobre la agricul-tura provocaba casi todos los años la plaga de langostas, los regidores del ayuntamiento cartayero rociaban los campos con agua bendita que traían de la cofradía de San Gregorio, de Sevilla.

La oficina de co-rreos se instala por primera vez en Car-taya el 15 de enero de 1916 en la calle Endrina.

El pasodoble de Car-taya fue compuesto por D. Manuel Mora-les Vivas y registrado en la Sociedad Ge-neral de Autores en 1930.

En 1932 el ayunta-miento adquiere una camilla para la Casa de Socorro., pues cada vez que había que trasladar a al-gún herido había que hacerlo con una es-calera.

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SABÍAS QUE...

… Un Real Decreto de 1836 obligó a la incautación de alhajas de iglesias y conventos para sufragar los gastos derivados de la Guerra Carlista. En Cartaya se incautan de diversos enseres, todos de plata: dos cálices y un copón de la iglesia de San Pedro; de la Hdad. Sacramental consiguen una taza o basinilla; de la Hermandad del Señor San José una taza, otra de la Cofradía de ánimas y otra de la del Rosario, todas de plata. Del Convento de la Merced se llevaron valiosos enseres también de plata : un cáliz, dos copones, una taza, una custodia con viril de plata sobredorada, dos llaveros del Sagrario y unos broches también de plata para pluvial. Unos 1.500 kilos de plata se recogieron en total en Huelva. A Cartaya, sin embargo se devolvieron un cáliz y un copón, para no mermar demasiado los cultos religiosos.

El 17 de octubre de 1928 se in-auguró en Cartaya la estación de autobuses de la empresa Damas, ubicada en la actual calle Plaza, y entonces llamada “Canalejas Méndez”.

En la década los años cincuenta se pavimentan y adoquinan las principales calles de la localidad, que hasta entonces habían sido de tierra y piedras: la calle Con-vento, Nueva y Alta se adoquinan entre 1954 y 1956. entre 1956 y 1958 las calles Endrina, Santo Cristo, Hospital y Misericordia; y entre 1963 y 1964, las calles Page y Trascampanas.

El cuerpo de Protec-ción Civil de Cartaya realiza su primera intervención en la ro-mería de 1999.

La primera Asociación de Padres de Alum-nos se constituye el 6 de diciembre de 1974, al frente de cuya Junta Directiva es-taba D. Francisco Gómez Gómez.

La calle Canalejas Méndez (actual C/ Plaza) en la época en que se inauguró la estación de autobuses.

La calle Convento en los años cincuenta.

SABÍAS QUE...

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El escritor cartayero Federico López Pereira na-ció en Cartaya en 1936. Marchó a Sevilla en 1949 donde comenzó su labor literaria como poeta y novelista. En 1972 publicó La última llave, novela que es sin duda su mejor obra. Otros títulos son: Más allá de aquellos pinos, La verdadera patria, La cabaña y Los peces tienen ojos de barro.Lamentablemente murió prematuramente en 1981.

La primera cabalgata de reyes tuvo lugar en Cartaya el 5 de ene-ro de 1964, íntegramente sufra-gada por el consistorio cartayero y realizada por Fernando Álvarez Galán.

La luz eléctrica ilumina por primera vez las calles del pueblo el sábado de feria de 1902. El alumbrado solo per-manecía encendido hasta la una de la madrugada, excepto los días de feria, Nochebuena, Jueves Santo y Carna-val, en que estaba encendido toda la noche.

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SABÍAS QUE...

Cartaya tuvo cárcel pública hasta 1985. Estaba ubicada, primero en la calle San Pedro, después en calle Castelar, y posteriormente, en 1949, en la calle Alta.

En 1974 se coloca una lápida conme-morativa en la casa de la calle Villeda donde nació en 1797 el venerable Padre Fray Ga-briel de Contreras, presbítero, escritor y muerto en olor de santidad.

El primer semáforo de Cartaya , instalado en el cruce de Consolación, comienza a funcionar el 18 de mayo de 1991.

Los Grupos Escolares fueron abiertos por primera vez en 1932, que se designan con los nombres de “Concepción Arenal para el grupo de niñas, y “Giner de los Ríos”, para el de los niños.

Los Grupos Escolares recièn inaugurados. Aún no estaba construida la balaustrada lateral, en cuyo lugar se instaló una alambrada.

SABÍAS QUE...

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Desde 1982 y hasta 1989 existió la Peña Flamenca la TARAN-TA, ubicada primero en calle Alta, des-pués en el Casino de la Amista (C/Plaza), y por último en la C/ Frailes.

En 1956 se rue-da en Cartaya la película “Pasión en el mar”, diri-gida por Arturo Ruiz del Castillo, p r o t a g o n i z a d a por Pascale Ro-ver y Conrado San Martín, y en la que participa-ron espontáneos cartayeros.

El actual escudo de Cartaya data de 1972: castillo terrazado, dos maceros y ondas de plata y azur, y vino a sustituir al anterior, que fue suprimido y re-presentaba una cierva, una torre y un tilo.

El circuito de kar-ting de Cartaya se inaugura el 24 de agosto de 1996.

Los primeros bancos de hierro que se pusieron en la plaza Redonda fueron: 19 bancos, el 21 de abril de 1933, y costaron 2.850 pts.

El primer ordenador que se instaló en el ayuntamien-to fue el 26 de octubre de 1984.

En 1509 se imponían severos castigos en Cartaya y todo el señorío de Gibraleón por proferir blasfemias: renegar de Dios o de la Virgen se castigaba con cortar la lengua o con el paseo en un asno por el pueblo a “la vergüenza caballe-ro”, si se trataba de persona de alcurnia. Pero si era persona de bajo estado, el castigo consistía en clavarle la lengua en la picota (piedra de sacrificio que se colocaba a la entrada o salida de los pueblos).

La plaza Redonda en los años treinta con los bancos de hierro.

Momentos del rodaje de la película “Pasión en el mar”, junto al ayunta-miento y plaza Redonda.

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SABÍAS QUE...

La actual calle Alta se llamó con ante-rioridad calle Alba-reda, en honor al ministro de ¨fomen-to en 1884, en que se abre al tráfico el puente de la Barca. Durante la II Repú-blica se llamó calle Pablo Iglesias, en honor al fundador del PSOE y UGT. En época franquista volvió a cambiar de nombre, esta vez calle Queipo de Llano, general que actuó en Sevilla du-rante el Alzamiento Militar. Pero en 1986 se rebautizó con el nombre con que ha sido conocida toda la vida. Calle Alta, que perdura hasta la actualidad.

La primera Romería de Cartaya se cele-bra el 17 de mayo de 1964, en honor a San Isidro Labrador, cuya imagen había sido donada a la iglesia en 1947 por Isidro Romero, veci-no de La Barca.

La radio de Cartaya comenzó su emisión en 1984. En 1985 se hace llamar “Ondas del Sur”.En el año 1987 hay una radio paralela a la oficial cartayera llamada Radio Agro Chanza, ubicada primero en Tariquejos y después en término mpal. de Lepe. En 1989 se municipaliza la radio y se emite con el nombre oficial de “Radio Cartaya”.

La comitiva romera en 1964

SABÍAS QUE...

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El Consejo de Ministros de 11 de enero de 1963 aprueba la inde-pendencia de Punta umbría de Cartaya.La segregación se hace efectiva el día 23 de abril del mismo año.

El 13 de diciembre de 2004 se hallaron importantes restos ar-queológicos en una finca de Las Reliquias, consistentes en una ne-crópolis de época tardorromana, compuesta por 54 tumbas.

Una de las tumbas halladas en 2004Los primeros teléfonos que se instalaron en Cartaya se pusie-ron en funcionamiento el 31 de diciembre de 1927, tras la inaugu-ración de la centralita telefónica, instalada en la calle Lepe, 3. La telefonista era Lola Domínguez, ayudada por Rosita Alvarez .

A instancias de los vecinos de la Bda. de la Pila, en noviembre de 1985 se cambia el nombre de “Plaza del Pozo Judío” por el de “Plaza Arroyo del Pilar”.

En 1602, y a fin de proteger la villa y evitar el contagio de la peste, que ya estaba causando estragos en Trigueros y Alosno, los gobernantes del Ayuntamiento acordaron tapiar las entradas y salidas de las calles y callejas del pueblo, dejando solo puertas abiertas, aunque vigiladas, en las calles que iban a Gibraleón, Lepe y Aljaraque.

Donde actualmente se ubica El Rompido, existió el poblado denominado San Miguel de Arca de Buey, fundado en 1458 por el Marqués de Gibraleón. Se construyó un castillo, pero los contínuos saqueos e incursiones de piratas y corsarios propiciaron el despoblamiento del lugar, que en 1651 pasó a formar parte de la jurisdicción de Cartaya.Restos del antiguo poblado se pueden observar en los jar-dines del hotel Fuerte El Rompido.

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SABÍAS QUE...

La calle Santo Cristo se llama así porque en ella existió la capilla del Santo Cristo de la Sangre.

La calle Villeda, así denominada por el apellido de sus veci-nos principales, pasó a denominarse durante la II República, en 1931, calle García Hernández. En 1937 se cambió por el de Calvo Sotelo. En 1940 vuelve a retomar su nombre de siempre: Villeda.

Hasta bien entrado el siglo XX la pro-cesión del Corpus Christi era un mag-no desfile de pasos procesionales.En el siglo XVII se sabe que acom-pañaban a esta procesión danzas de marineros, de labradores y también la danza de los morenos.

En 1983 se considera desfavorable la construcción que se está llevando a cabo de un puente desde el Terrón hasta el Lancón y se paraliza la obra. Aún se pueden observar desde el Lancón los primeros pilares que se levantaron.

El 9 de enero de 1948 se acuerda la construcción del puente de Tariquejos. En 1951 aún no se había terminado la obra.

El puente de Tariquejos

Procesión del Corpus Christi a principios de s. XX, a la que la gente llamaba “la reata”, por el número de

pasos procesionales que acompañaba la Custodia. El santo que se observa en primer plano es San Francisco

de Paula, seguido de San José y la Virgen del Rosario.

SABÍAS QUE...

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El manto de la Virgen de los Dolores, una joya artística del siglo XVIII, fue restaurado en los talleres de bordado y restauración de Coria del Río, en el año 2003, subven-cionado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía , alcanzando dicha restauración un coste total de 36.283 €.

En 1930, hartos del aislamiento continuo en que se encontraban, los vecinos de El Rompido crean una Comisión para exigir la creación de una escuela mixta en la aldea y se ponga un “peatón”, para llevar y traer la correspondencia.

En 1915 se funda en Cartaya la Sociedad de Estudios Espiritistas “Fe y Esperanza”, cuyos fines no eran otros que el estudio de las manifestaciones espiritistas. Realizaban sesiones para contactar con los espíritus los lunes, miércoles y viernes, y su presidente era D. Antonio Hernández.

La actual imagen de San Sebastián, patrón de Cartaya que procesiona el 20 de enero, fue tallada por Antonio León Ortega en 1942, dada la des-trucción de la imagen anterior en el alzamiento militar de 1936. Costó la cantidad de 6.000 ptas En 1944 se realiza el retablo, retablo que ahora es el cobija la imagen de San José con el Niño (está la izda. del Altar Mayor).

Aún se conservan en la calle San Sebastián los vesti-gios del antiguo cuartel de carabineros, que se llama-ba el “puesto de la Ribera”. Albergaba 32 pabellones-vivienda, cuadras para 18 caballos y guardaarneses y oficina.

La procesión de San Sebastián

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SABÍAS QUE...

Los pilares mudéjares de Cartaya que se conservan, el de la Dehesa y el de Mogaya, restaurados el pasado año, datan de 1493, y fueron uti-lizados hasta mediados del siglo XX para abrevadero del ganado.

A mediados del siglo XVII los car-tayeros tenían obligación de tener en sus casas, al menos: arcabu-ces, espada, una libra de pólvora y cuatro brazos de cuerda, con el fin de proteger el pueblo en caso de invasiones enemigas.

El edificio ayuntamiento de Cartaya data al menos de 1555, y se reedifi-ca hacia fines del s. XVIII, tras haber sido derruido por el terremoto de 1.755. En 1835 estaba nuevamente en total estado de ruina, y hasta 1859 no se realiza un nuevo edificio consistorial. La siguiente importante reforma fue realizada ya en la década de 1950, fecha de la que data la actual fachada, de estilo neobarroco. La última reforma, que ha respetado la fachada, ha sido la del año.

Pilar mudéjar de Mogaya, que fue restaurado el pasado año 2008.

El edificio consistorial hacia 1927.

SABÍAS QUE...

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El primer enterramiento que tuvo lugar en el actual cementerio de Cartaya fue el 15 de noviem-bre de 1954. Por ser el primer enterramiento, el ayuntamiento regaló el nicho a los familiares del difunto.

El puente de la Tavirona

Los pacientes de la comunidad terapéutica de Vallesalado (Car-taya) ganaron el 1º y 2º premio de redacción en el concurso nacional “Libertad y Drogas”, en 1988.

El ferrocarril Gibraleón-Ayamonte, y con ello la estación del tren en Cartaya, entra en funciona-miento el 14 de agosto de 1936, en los comienzos de la Guerra Civil. Tras la contienda, el servicio de viajeros se reanuda el 1 de agosto de 1940.Un hermoso recuerdo del ferrocarril a su paso por Cartaya es el puente de la Tavirona.

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SABÍAS QUE...

Desde tiempos inmemoriales existe la leyenda del pasadizo secreto que supuestamente enlaza el castillo, la iglesia y el cabezo de la Portada. En el siglo XIX, un cartayero en su lecho de muerte, le confesó al sa-cerdote que le daba la extremaunción, que en cierta ocasión, al bajar el pozo existente en el castillo para limpiarlo, descubrió un enorme hueco en las paredes del pozo, y que al acercar el candil que portaba para alumbrarse, vio destellos de armaduras y escudos, pero asustado, pidió que lo izaran de inmediato a la superficie. Nunca más se ha sabido de dicho túnel secreto.En su historia de Cartaya, los hermanos Corpas dicen que el Cabezo de la Portada recibe este nombre precisamente “de la puerta de la mina que se cree atraviesa la villa en toda su longitud”. Realidad o leyenda….

La primera Feria Agrícola e Industrial tuvo lugar en 1964.Pero las fiestas del Rosario, en honor a la patrona de Cartaya, se remontan a tiempos inmemoriales, desarrollándose a lo largo de todo el siglo XX cada primeros de octubre, excepto el año 1921 en que se suspendieron en señal de luto y solidaridad debido a las bajas sufridas por el ejército español (jóvenes de Cartaya incluidos) en la Guerra de Marruecos.

Imagen de la I Feria Agrícola e Industrial

SABÍAS QUE...

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El 19 de febrero de 1936, el representante del Sindicato Agrícola de Cartaya, afecto a la Unión General de Trabajadores, Juan Jiménez Rivero, solicita al Ayuntamiento el arriendo de un local ubicado en la calle Plaza para sede social , cosa que le es concedida tres días más tarde.

Los masones de Cartaya fundan la logia Estrella de Occidente en 1881, compuesta por ocho miembros: el venerable maestro (que se hace llamar Maldona-do), 1º y 2º vigilante (Padilla y Cicerón), un hospi-talario y limosnero (Garibaldi), el obrero (Platón), el secretario (Lanuza) y dos guardas del templo (Séneca y Guadalquivir).

En 1598, seis cartayeros acompañan a D. Juan de Oñate en la expedición hacia el territorio que más tarde se conocería con el nombre de Nuevo Méjico, en el Nuevo Mundo, y cuyo fin último era encontrar riquezas mineras de oro y plata. Era un territorio en-tonces habitado por las llamadas tribus pueblo. Los cartayeros eran: Juan de Pedraza, F. Ramírez Achero, Sebastián Rodríguez de Ynojos, Francisco Sánchez, Francisco Vázquez y Hernando de Ynojos.

El sello con el emblema de la logia cartayera Estrella de Occidente.

Antiguo edificio muni-cipal donde se ubicó el sindicato

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SABÍAS QUE...

En una misiva recibida por el párroco de Cartaya en 1866, un militar que había participado en la conspira-ción contra la reina Isabel II, le confiesa desde la cárcel que en su huida de la policía se llegó por estos parajes del río Piedras, y que junto a unos molinos harineros ubicados en las márgenes del río, enterró un tesoro que portaba y cuyo contenido era el siguiente: 656 onzas de oro y un cofre de ébano con alhajas de inestimable valor y documentos muy interesantes…No sabemos si el sacerdote buscó o localizó el tesoro o aún permanece escondido bajo los lodos del río.

El 30 de marzo de 1984 la corporación municipal , encabezada por el alcalde D. Guillermo Pérez Gómez, acuerda declarar el mu-nicipio de Cartaya como “zona no nuclear”.

A lo largo sobre todo del siglo XVIII y parte del XIX era muy frecuente la pre-sencia de lobos en nues-tros campos y cercanías del pueblo, por lo cual se ponían cebos con veneno y elementos cortantes, llamados zarazas. También se gratificaba a los que entregasen lobos muertos.

SABÍAS QUE...

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El 4 de octubre de 1962 se inauguró la Rondalla Santiago Apostol, de Cartaya, que fue amadrinada por Isabelita López Redondo, y bendecida por el párroco D. Domingo Fernández García.

Desde los años 30 existía en Cartaya una Agrupación Tea-tral, que hacía sus representa-ciones en el emblemático Cine Jaldón.y siempre con carácter benéfico. Pero el teatro en Car-taya alcanzó su pleno apogeo entre fines de los cincuenta y toda la década de los años sesenta, con dos agrupaciones Teatrales, que actuaban casi coetáneamente: una, Agrupa-ción Teatral de Cartaya, dirigi-da por Paz Romero, que llevó al escenario obras como El creso de Burgos, El genio alegre, Cuñada viene de cuña, La don-cella es peligrosa. Otra, Agru-pación Artística Cartayense, que ensayaba en casa de Paco Bayo y dirigidos en alguna oca-sión por Pepita García, y que llevó al escenario obras como: Don Armando Gresca, Guiller-mo Hotel, Madame Verdúx.En los setenta surgió una nueva agrupación, nacida del entonces Club Juvenil, que estaba en la calle Endrina.

La rondalla Santiago Apótol en 1962.

La Agrupación teatral de Cartaya representando “Madame Verdux”.

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SABÍAS QUE...

El 2 de junio de 1666 los enemigos portugueses, 1.500 soldados a caballo, entraron en Cartaya por la calle Girbaleón, en un intento de conquistar el castillo y comenzaron a saquear el pueblo. Los vecinos se ocultaron en la iglesia y el convento. A fin de evitar una carnicería y la destrucción total del pueblo, el ejército español, atrincherado en el castillo, le pagó al enemigo portugués la cantidad de tres mil reales comprando así su retirada.

El grupo Scouts Peary de Cartaya se fundó en 1976 y desapareció definitiva-mente en el año 2000.

Una masiva manifestación contra el terrorismo tiene lugar en Carta-ya el 12 de marzo de 2004, un día después de los brutales atentados perpetrados en Madrid, en el que perdieron la vida 191 personas, y 1.858 resultaron heridas

La manifestación contra el terrorismo en Cartaya del 12 de marzo de 2004

El actual casino de la Juventud fue fundado en 1925. El antiguo edificio fue demolido para levantar el actual, inaugurado en 1986.

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MARÍA HORTENSIA, UNA CARTAYERA EN FRANCIA

María Hortensia Correa nació en 1936 en San Bartolomé de Mesines (Portugal), desde donde se vino con sus padres con tan solo tres años. Corría el año 1939. Había terminado la Guerra Civil y no había más que ruinas y miseria, aunque al parecer las cosas estaban mejor en España que en Portugal. Se instalaron en la calle Villeda, en una casa de veci-nos, y después se trasladaron a vivir al campo, en El Menajo.

En Cartaya Hortensia pasó toda su infancia y juventud. Ella recuerda con emoción sus años de estudio en la escuela de adultos, cuando contaba quince años, y cómo ganó en 1953 el segundo premio de escolaridad. Poco más tarde conoció al que posteriormente sería su marido, Joaquín Arriero.

A principios de los años sesenta un hermano de Hor-tensia, Armindio, emigró a Francia para trabajar, donde observó y comprobó la calidad de vida tan diferente que existía en aquel país. A su regreso a Cartaya, Armindio le insistió par reunirse con él, pudiéndose dedicar a coser y bordar. ya que ella lo hacía muy bien.

Así lo hizo. Hortensia emigró a Francia con su cuñada en 1962, instalándose en Perpignam. Poco después, Joa-quín Arriero también se marchó al país galo, donde tra-bajó como albañil.

A los cuatro meses de estancia Horten-sia tuvo que regre-sar a Cartaya por la muerte de su padre, y se llevó con ella a Francia a su madre. La siguiente ocasión en que regresó lo hizo para casarse con Joaquín, el 10 de fe-brero de 1963.

El nuevo matrimonio siguió viviendo en Perpignan, donde ha permanecido toda su vida. El mismo año en que se casaron le na-cieron dos mellizos: Juan e Isabel, y cinco años más tarde nació Nathalie. Isabel y Na-talia se casaron con

Una preciosa fotografía de los años de juventud de María Hortensia. En la feria de ganado que se puso en La Parada a mediados de los años cincuenta. De izda. A dcha.: Ramón Acevedo, María Antonia Pichoche, Diego Martín, María Hortensia, María Alfonso y Manuel Benítez.

El día de la Comunión de Natalia, sentados en el Paseo de Perpignan: María Isabel, M. Hortensia, Juan (detrás de Natalie), Natalie y Joaquín Arriero.

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María Hortensia (de blanco con el cochecito) con su familia en Dijon. De izda. A dcha.: su nieta Amandina y Juan Sebastián; su marido Joaquín Arriero; su nuera María Jesús; su yerno Christian; María Horten-sia; su hija Natalie, que tiene en brazos a su sobrino Juan Nicolás; y al lado de ésta Vicente, el hijo de Natalia. En el cochecito está su nieta Hortensia María, también hija de Natalie

Juan Arriero Coello, el hijo de Hortensia y Joaquín, con su uniforme de majeur de la aviación.

La casa de Hortensia en Perpignam.

Hortensia con su marido y su hija ante la basílica del Sagrado Corazón, en París.

franceses, pero Juan se casó con una chica extremeña que conoció en la feria de Cartaya. Ambos se casaron y también se instalaron en Perpignan.

Isabel trabaja como enferme-ra; Natalie es notaria y Juan es majeur de aviación (Mayor de la Aviación francesa).

En Francia ha transcurrido así toda su vida. Allí con su mari-do se labraron un porvenir, han llevado una vida de duro trabajo fuera de su tierra y su país; allí conocieron a gente estupenda que los acogieron con agrado y allí hicieron amistades que no pueden olvidar. Pero, natu-ralmente, nunca se olvidaron de Cartaya, adonde de hecho vienen todos los años a pasar sus vacaciones, porque Carta-ya siempre ha supuesto para

ellos el reencuentro con sus familiares, sus amigos, las calles de su infancia y juventud…

Ahora, en la tranquilidad de su retiro, Hortensia repasa su vida, que se bifurca en dos direcciones que siempre se encuentran: Cartaya y Francia.

En Francia tiene a sus hijos y ocho nietos, a los cuales sigue viendo anualmente, y si no fuera por ellos nunca se movería de Cartaya, donde en la calle Naranjo tiene su casa.

En Diciembre de 2008 se fue a Francia para estar unos meses con su familia y acaba de regresar ahora, en ju-nio. La vemos pasear por nuestras calles, alegre, como siempre, y feliz.

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Juan Pérez y Josefa Botillo

Josefa Botillo y su prima Manuela Ro-dríguez, en la feria de ganado a fines de los años cincuenta.

Josefa Botillo con amigas en la plaza Redonda. Años cincuenta.

JOSEFA BOTIILO DESDE ALEMANIA

Al pedir mi colaboración para escribir en la Revista de mi feria de Cartaya, voy a relatar muy brevemente mi estancia en Alemania, desde donde escribo, y desde donde os envío estas fotografías, de mi juventud en Cartaya y de la actualidad en Alemania.

Me fui a Alemania en 1961. Primero se marchó el que más tarde sería mi marido, Juan Pérez Pérez con un contrato de trabajo en las manos, a Stuttgart, y seis meses después me marché yo, a Ludwigsburg, que es una ciudad preciosa. Yo fui a Sttutgart y allí nos encontramos por casualidad, ya que ambas ciudades distan una de la otra 700 km.

Al poco tiempo él pidió el traslado para Ludwigsburg, y allí esta-blecimos nuestra residencia. Mi marido decía que íbamos a estar allí por poco tiempo, dos o tres años, y que nos marcharíamos pronto para nuestra España. Y sin embargo llevamos ya viviendo en esta ciudad 48 años. Mi marido trabajó como electricista, en una fábrica de lavadoras, y yo trabajé en una fábrica de conservas. Después nacieron nuestros hijos, y nuestra mayor ilusión siempre eran las vacaciones de verano, en que volvíamos a España para ver a nuestra familia y disfrutar de la playa y de aquel maravilloso ambiente.

Así que después de tantos años, seguimos viviendo en Alemania, y siempre que nos invade la nostalgia procuramos coger el avión para trasladarnos a nuestro país, que tanto añoramos.

Un cordial saludo a toda Cartaya desde Alemania.

Juan Pérez Pérez y Josefa Botillo Abreu.

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DE CARTAYA A CATALUÑA UNA ÉPOCA DE MI VIDA

Yo también fui emigrante, durante tres años en Cataluña. Soy José Díaz, más conocido como Pepe Requeté y me fui en 1961, con 22 años, a Barcelona, en tiempos de maletas de cartón piedra, amontonados en los pasillos del tren con muchas ilusiones en un tren que le decían “el sevillano”. El rumbo era Cataluña, concretamente Barcelona, llegando a la estación de Francia, cada uno por su lado, cogiendo nuestras maletas y el corazón ilu-sionado por encontrar algún trabajo, que en Andalucía no encontrábamos.

Preguntamos por una pensión que nos indicaron por la barriada Plus ultra, en la zona franca, frente a las vi-viendas de los empleados de la SEAT y cerca de Casa Antúnez.

La pensión era de un matrimonio mayor, que vivían so-los ya que su única hija había fallecido. Me quedé allí con un primo mío, dando la casualidad de que había tres

cartayeros ya viviendo allí: Rafael Hurtado, Manuel Galán y Juan Galán. Al día siguiente de llegar fuimos a buscar trabajo, encontrando trabajo en una bodega como repar-tidor de vinos a domicilio por el Paralelo y el barrio Chino. Era un trabajo agotador, pues salíamos de la pensión a las seis de la mañana y regresábamos a las diez de la noche. Una semana estuvimos en este trabajo, de emer-gencia por así decirlo para poder pagar la pensión los primeros días.

Ya un poco más relajado, hojeé el diario catalán La Van-guardia, famoso entonces por las ofertas de trabajo que incluía, llamándome la atención un anuncio en el que se necesitaban administrativos en una agencia de trans-porte llamada Comercial Terrestre Marítima, situada en la calle Concejo del Ciento, 483. Allí hicieron un examen: las cuatro reglas, escribir máquina y caligrafía, colo-cándome de inmediato. ¡Qué ilusión trabajar nada más y nada menos que de administrativo!

Pepe Requeté en la

actualidad

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Trabajaba diariamente catorce horas, ganado unas 350 pts. a la semana, cuando el jornal base en Andalucía era de 80 pts. Los siete empleados que me rodeaban en la empresa hablaban solo en catalán y yo sufría aquel “des-precio hacia los andaluces”.

Más tarde, coloqué en la mis-ma empresa a Manuel Galán y a mi primo Sebastián Bayo para cargar los camiones. Allí gané bastante dinero, pero la ignorancia de los pueblos me hizo perder ese trabajo, porque al año me quisieron hacer fijo en la empresa, y al ganar entonces menos que al estar contratado, por efecto de la Seguridad Social, dejé el trabajo.

Después me coloqué en la empresa Santiveri, de produc-tos dietéticos, trabajo donde ya ganaba menos que antes. Como ganaba poco, me fui de esta empresa y me coloqué en una fábrica de productos plás-

ticos, en la que permanecí aproximadamente un año. Es-tando en esta empresa tuve un accidente laboral , frac-turándome la tibia y el peroné, quedando entonces mis ilusiones truncadas. Estuve en la clínica del Pilar seis meses, y la señora de la pensión se portó conmigo como una madre, ¡para que luego digan que los catalanes son malos!.

Como no podía trabajar, me vine a Cartaya y en recom-pensa por su buen comportamiento conmigo me traje a la señora de la pensión para que pasara un mes de va-caciones en mi pueblo.

Como ya me quedé en Cartaya porque no podía trabajar debido al accidente que tuve, solicité sitio para instalar un kiosco en Cartaya. El kiosco, de madera, lo construyó Paco González, y se instaló en la Plaza Redonda. Fue el primer kiosco portátil que hubo en el pueblo.

A todos los emigrantes que, como yo, han salido de su tierra en búsqueda de una vida mejor, que son muchos, mis mejores saludos.

José Díaz “Pepe Requete”Pepe Díaz Núñez, “Pepe Requeté”, en la época en que emigró a Barcelona.

El kiosco de Pepe Requeté.

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CARTA A MI MADRE

“Debo hacer un homenaje a mi madre por sus 85 prima-veras, pues tengo la suerte de estar cerca de ella aún encontrándome lejos por la distancia. Tengo a mi madre

en Cartaya, tierra rociera, la marisma es su cuna y su amor mi fuerza.

Cada momento de decaída que tengo pienso en ella y su energía me da las fuerzas que necesito para continuar de nuevo. Nunca nos dejó, siempre tuvo coraje y voluntad para darnos pan y techo.Estar con ella es mi alegría, los años van pasando y más la necesito cada día porque es la mujer que me dio la vida. Tanto le debo que jamás podré pagarle todo lo que me aporta cada día.

Siempre he dicho que mi madre es una rosa con seis pétalos y yo soy uno de ellos, la quiero tanto que quererla más es imposible.

Hoy quisiera homenajearla por la trayectoria de su vida, por sus años, por sus esfuerzos, por su sacrificio. Yo, que conozco su historia, quisiera darle las gracias por todo. Gracias por darme la vida.

A las personas que tienen la suerte de vivir junto a ella, decirle que cada día la abracen y la mimen, es lo mejor para un hijo, tener a su madre cerca. Cuidadla ahora que ella lo necesita.

Madre, que palabra mas bonita cuando al pronunciarla suena el corazón: Usted y mis hijos sois la mayor alegría que me ha dado la vida.

Cuando esté en el cielo, Usted será la luna que nos guíe y nosotros las estrellas que la alumbren.

MI VIDA Y MIS RECUERDOS

Chari Pacheco Moreno nació en octubre de 1956, siendo la quinta de seis hermanos. Sus padres vivían en una finca en Las Reliquias, hermoso paraje de Cartaya, que su madre había heredado de sus padres, y donde el padre de Chari, Juan Pacheco Fernández, hacía boliches para obtener carbón.

Su padre emigró a Bélgica en 1957, donde estuvo tra-bajando como minero. Fueron años muy difíciles para todos nosotros, por-que mi madre se quedó sola con sus hijos en el cam-po, cuidando de las cosechas y del ganado, labores en las que ayudaba mi hermana mayor, Manoli. Nues-tra madre nos cortaba el pelo, nos hacía nuestros vestidos y nos mimaba todo lo posible. Cuando contaba yo con unos seis años nos traslada-mos para vivir en el pueblo. En 1966 nos trasladamos todos a Bélgica. Por prime-ra vez vi la nieve y la televisión. Aprendí bastante rápido a hablar el francés, la lengua oficial belga. Siempre me he sentido muy feliz, porque he tenido el amor de mis hijos y buena salud, pero la única pena que tengo en la vida es el tener a mi madre a y mi pueblo a 2.500 kms. de distancia

Carmen Moreno Rodríguez, madre de Chari

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A MI MADRE

Me dio la vida al amanecer de un fresco día de otoño. Sola con un dolor inmenso, sus gritos y mi llanto se confundían en un solo lamento. Al alba del día mi primer grito gracias a una mujer, A ella le debo la vida.Esta vida que me ha dado tanto. Mi amor por ella es tan grande que no imagino perderla un día. Lejos de mí está pero la distancia no me hace olvidar su cara, su hablar y sus ojos tan brillantes que parecen dos estrellas.Su voz tan dulce y suave me hace temblar y me angustia no tenerla a mi lado, Tan simple y bella es mi Madre.

Chari Pacheco Moreno, autora de esta artículo escrito desde Lieja (Bélgica), donde reside.

Tan solo me queda desearle en estas líneas cargadas de senti-mientos, un feliz cumpleaños. Que el destino me permita tenerla jun-to a mí muchos años más.

Feliz Cumpleaños, Mamá.

Chari Pacheco Moreno

A mi pueblo y a mis padres, le dedico estos versos:

A MI PADRE

Soñaba tener un padre que me cogiera en sus brazos. Diciéndome hija te quiero, Fantasía de una niña por un amor lejano,Su enfermedad me dejó una herida Porque yo, padre, nunca le dije « lo quiero « Recuerdo su muerte .Un puñal clavado en mi corazón.Llanto, pena, tristeza, Porque yo, Padre, nunca, que yo recuerde, le di un abrazo o un beso.

Juan Pacheco Fernández, padre de Chari

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Homenaje a Carmen Moreno realizado el día 1 de mayo de este año en la plaza de Fuente del Duque, donde el alcalde dio lectura a la car-ta enviada por su hija Chari felicitando a su madre en su cumpleaños.

CARTAYA

Sus casas blancas, sus pinares verdes, sus campos secos, le dan vida a almedros y olivares.El mar es su cuna.En la mañana caminar por sus montes el silencio se escucha.La brisa del mar te sorprente por las noches, y los perfumes de jazmin hacen de este pueblo un paraiso. Su castillo majestuoso parece salir de un cuento y las cigueñas vuelan hacia el convento.Gentes buenas nacen en este pueblo, calladas y humildes pero con fuerza y orgullo de decir :«Soy de Cartaya«.Pueblo encantador donde yo di mis primeros pasos y caminar por sus calles me hace vibrar el cuerpo de tantos bonitos recuerdos.

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EN TIERRA ExTRAÑAEn el sosiego de su casa y de su calle cartayera, Cata-lina Rodríguez, junto a su marido Manuel Zamorano (“El Adivino”), rememora su estancia en Alemania, los duros momentos de aquellos años de emigración, los buenos ratos con sus compatriotas, el feliz acontecimiento de tener a sus hijos y nietos…

“Con 28 años emigré con mi familia a Alemania. Allí estuve veinte años. Nunca me adapté a aquel país, y esta es mi historia….

“A principios de los setenta, mi marido trabajaba por Bellavista, en Aljaraque, cortando pinos y eucaliptos, pero no se ganaba lo suficiente, así que, casi sin pen-sárselo dos veces, se fue a Huelva para apuntarse como emigrante para Alemania. A los pocos días le llegó una citación y se marchó solo para aquel país. Para enton-ces, ya teníamos un niño de tres años, José Antonio, y yo estaba embarazada de seis meses. En diciembre de ese mismo año nació mi hija, María del Mar”.

Manuel se colocó en una fábrica de plásticos, y a los seis meses de estancia en Alemania, regresó unos días a España para conocer a la niña. Cuando cumplió un año de contrato regresó nuevamente a Cartaya, se compra-

Catalina Rodríguez

Manuel Zamorano en la fábrica

Catalina Rodríguez y Manuel Zamorano, bañándose en La Barca.

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ron una casa y al poco tiempo dijo que él regresaba a Alemania para ganar lo suficiente para echarle los te-chos nuevos a la casa que habían comprado. Pero esta vez Catalina le respondió que “donde está el rey está la corte”, así que toda la familia emigró a Alemania, esta-bleciéndose en una zona de Duisburg ( ciudad alemana de Renania del Norte- Westfaliam cerca de Dusseldorf) donde vivían muchos emigrantes españoles.

“Mi marido siguió trabajando en la fábrica, y tras va-rios años, y bregando con las dificultades del idioma, comencé a regentar un bar junto con mi hijo, los fines de semana, y además llevaba la limpieza de cinco ca-sas, con algunas de cuyas dueñas sigo manteniendo contacto.

Mi hija María del Mar se hizo peluquera y mi hijo traba-jó en la misma fábrica que su padre, como tornero”.

Catalina sigue contando que “En Alemania, a parte de trabajar, lo pasábamos muy bien, porque siempre buscábamos alguna excusa para montar una fiesta con nuestro compa-triotas, sevillanos y jerezanos sobre todo, con los cuales formábamos una verdadera gran familia.Pero mi hija María del Mar conoció aquí en Cartaya al que después sería su marido, y cuando se casó se estableció aquí en el pueblo. Ella tiró de mí y yo tiré de mi marido. Realmente, yo nunca me acostumbré a vivir en Alemania: lloré más que Jeremías, por-que siempre estaba pensando en regresar y vivir en Cartaya… y es que la tierra tira mucho. Eso le decía yo a los alemanes, que “un puñado de mi tierra andaluza valía más

que Alemania entera”. Así que a principios de los años noventa volvimos definitivamente a Cartaya”.

En Alemania se casó mi hijo y allí se quedó con sus tres hijos. Es la razón por la cual he regresado en algunas ocasiones a Alemania, para verlos y echarles una mano en lo que fuera”.

Manuel y Catalina, emigrantes cartayeros que dejaron una gran parte de su vida en tierra extraña, donde tam-bién fundaron un hogar y crecieron sus hijos, lejos de su tierra natal, a la que tanto amaban, y en la que hoy, por fortuna, pueden disfrutar en la tranquilidad de su retiro.

José Antonio, Catalina, un emigrante gallego, María del Mar y Manuel Zamorano en el bar que regentaban.

En su casa de Alemania: Manuel, Catalina y su hija Mª del Mar. Durante el carnaval, en una reunión de amigos en Carnaval, también emigrantes en Alemania: al fondo, Manuel y Catalina.

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EL FANTASMA DEL ALTO

Como todas las noches los niños se encontraban ju-gando en aquel lugar al que llamaban Alto de Bue-navista. Unos jugaban a la gallinita ciega, otros a la peonza y otros al fútbol con una pelota que ellos mis-mos habían fabricado con trapos y cuerdas. A los ni-ños les gustaba aquel sitio denominado “Esquina del Santo” entre el Alto de Buenavista y la Calle San Se-bastián, no se sabe por qué, quizás fuera por la poca luz existente o quizás porque aquello era entonces un descampado, donde las molestias a los vecinos eran mínimas.

Cuando el reloj marcaba las doce de la noche, la calle que había gozado de algarabías, juegos y risas ino-centes quedaba totalmente desierta y la oscuridad se hacía dueña de cada rincón, la única luz era la que se reflejaba en las encaladas fachadas cada vez que las nubes dejaban ver los destellos de la luna y los únicos sonidos eran los ladridos de los perros.

Una noche bastante fría, los niños ya se habían mar-chado a sus casas, la oscuridad volvió a tragarse toda la luz de la calle y los perros ladraban como todas las noches; entonces apareció Manolo, que cada noche se entretenía en las tertulias y en los juegos de car-tas. Aquella noche venía más cansado de lo habitual, sus ojos estaban bastante brillantes y sus pasos da-ban muestra de un cansancio acumulado que pronto saciaría nada mas llegar a su casa en la Calle San Sebastián. Entonces pasó algo estremecedor, tras

las cortinas que casi cegaban sus ojos pudo ver una silueta blanca que portaba una extraña y tintinean-te luz en su cabeza, esta desapareció brevemente y Manolo lo relacionó con un reflejo de su cansancio y continuó sin prestarle mayor atención.

La tarde del día siguiente se desarrolló tal y como la rutina tenia previsto, los niños jugaban, saltaban, corrían y al llegar las doce de la noche, la oscuridad se adueñaba de la calle. Los adoquines aparecían mojados por la humedad del ambiente. Manolo venía esa noche mas despejado y el fenómeno se volvió a repetir, empezó a temer lo peor, porque aquel día ha-bía dormido la siesta y no había tomado tantas copas de vino como en la noche anterior. Su rostro se volvió pálido, comenzó a andar más deprisa y su cuerpo se bañaba en un sudor frío provocado por el enor-me miedo que lo invadía. La extraña silueta que se dibujaba en la mirada de Manolo, aparecía y desapa-recía a cada paso que él daba, pronto llego a su casa y golpeó con bastante fuerza la puerta alarmando a sus familiares y vecinos. Cuando estos salieron la ex-traña silueta había desaparecido por completo.

Durante los días siguientes tan sólo se escuchaba el mismo comentario en el pueblo – “hay un fantasma en el alto, Manolo lo ha visto”-, los niños no salían a jugar a la Esquina del Santo y nadie salía a la calle si no era con la presencia del sol. Al caer la noche se escuchaba los golpes de los cerrojos de los vecinos

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al cerrar sus puertas, nadie las abría hasta por la mañana. Manolo había abandonado sus sali-das nocturnas y la extraña silueta le ron-daba a cada instante por su cabeza.

En los meses siguientes algu-nos vecinos contaban que tam-bién lo vieron, pero una noche, María, la vecina que vivía en la calle y que se enteraba de todo, decidió hacer guardia tras su ventana para lograr averiguar qué era aquel ex-traño fenómeno que ocu-rría cada noche desde hacía varios meses.

María no pudo conci-liar el sueño después de haber visto con sus propios ojos lo que vio aquella noche. Desesperada por contar todo lo que obser-vó tras la ventana daba vueltas y vueltas en su cama mientras las agujas del reloj andaban pausada-mente marcando las horas de una madrugada que se hizo interminable para María.

Al llegar las claras del día, María salió co-rriendo a la calle y llamó a las puertas de todos los vecinos, un estado de nerviosismo recorría su cuerpo, pues iba a contar algo que sólo ella sabía. Las vecinas le hicieron un co-rro y María, orgullosa por el descubrimiento que había llevado a cabo la noche anterior, comenzó a contar…

- “No se trata de ningún fantasma, ni nos va hacer daño a nadie, ni se va a llevar a los niños; esa extraña sombra que deambula por la noche es Gabriel, el ten-dero de la plaza, que para poder visitar a su amante sin ser visto por nadie y evitar los comentarios en el pueblo, sale todas las noches a las doce con una sábana por encima y una vela en la mano. Al darse cuenta éste que todos al verlo nos atemorizábamos y corríamos alejándonos de su presencia, ha segui-do saliendo cada noche a las doce como si fuera un fantasma.”

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EL NIÑO PERDIDO

Terminaron de almorzar.El niño y su madre recogieron la mesa. Corría en el calendario el mes de Enero. No llovía pero las nubes ocultaban los rayos del sol, a pesar del frío la tarde invitaba a dar un paseo. Esos paseos que tanto le gustaba dar a Manuel con su madre y que habían disfrutado juntos desde que éste nació.

La madre tomó su cesta de mimbre e introdujo en ella algo de comer, pues pensó que al niño le en-traría algo de hambre cuando llegase la hora de la merienda. Ella tomó su abrigo, al salir de casa y tras cerrar el postigo de su puerta notó que una leve brisa refrescaba anunciando la llegada de la noche, pero aún faltaban varias horas para que ésta apareciera y decidió dar el paseo, reprochándole al niño que tam-bién él se pusiera su abrigo.

- No te preocupes mamá – contestó el niño, mientras correteaba entre los árboles, cogiendo flores para su madre.

Tomó de nuevo su pelota y la lanzó con más fuerza, ésta se metió entre los arbustos, el niño se acercó a recogerla y vio algo que se movía allí dentro. Desper-tado por su infantil curiosidad, se adentró entre los arbustos detrás de aquel extraño animal que agitaba sus alas sin levantar un palmo del suelo.

La madre preparaba sobre el mantel la merienda para el niño y esperó impaciente un buen rato, pero la es-pera se hizo más larga de lo habitual y enseguida apareció en ella el nerviosismo. Tal era su angustia que gritaba desesperada una y otra vez el nombre del niño recorriendo los caminos del bosque.

Caminaron los dos por los caminos. Mientras se diri-gían al pinar, la madre iba recolectando las pocas flo-res que se encontraba al margen del camino, mientas el niño iba jugando con la pelota nueva que le habían regalado el día de reyes.

Al llegar al pinar, la madre extendió sobre la hierba húmeda un mantel que había metido en su cesta de mimbre antes de salir de casa y se dispuso a con-templar aquel paisaje que tanto le gustaba mientras el niño correteaba tras su pelota.

- No te alejes mucho –dijo la madre - ya sabes que el pinar es grande y aún eres muy pequeño para conocerlo.

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La tarde declinaba, y todo empezó a oscurecerse. Cansada de tanto caminar, cayó al suelo con sus ojos empapados en lágrimas que se confundían con la humedad que bañaba la hierba; tumbada y agobiada por la pérdida del niño, se encomendó a la Virgen de Consolación, sabiendo que la Virgen no la iba a aban-donar pues su fe era muy fuerte.

Arrastrando sus pies, con la mirada perdida y la ca-beza atormentada por el sufrimiento, emprendió su vuelta a Cartaya, pero antes de entrar en el pueblo, se dirigió a la Ermita de Consolación y rezó durante varias horas rogándole a la Virgen que apareciera su hijo.

Pasó con su marido toda la noche junto al brasero, sus lamentos y llantos se escuchaban en toda la calle, no podía contener el sufrimiento y tras varias horas de amargo llanto quedó dormida abrazada a su marido. Pero al instante comenzaron a penetrar a través de los cristales las primeras luces del alba, ella se despegó de su marido con una extraña sensa-ción y corrió hacia la calle.

Allí estaba el niño, acurrucado junto a la puerta de su casa y tiritando de frío, la madre lo arropó con todas sus fuerzas transmitiéndole todo el calor de su cuer-po, repitiendo una y otra vez la palabra “Gracias”.

Cuando todos le habían calmado, la madre le pre-guntó:

- ¿Cómo has llegado hasta aquí?

El contestó sin dudarlo.

- Cuando me perdí en el pinar, pasé mucho miedo, me senté junto a un árbol y allí me quedé dormido, tenía mucho, mucho frío, entonces una mujer se acercó y sentí que me elevaba del suelo, sus manos eran muy suaves, y olían a rosas, me acurrucó sobre su pecho y me arropó con una gran tela dorada. Sobre su ca-beza brillaba una luz que casi cegaba mi visión y en vez de andar, íbamos flotando, pues sus pasos no se escuchaban.

La madre debía dar las gracias a la Virgen de Conso-lación, cogió al niño de la mano y se dirigieron juntos hacia la Ermita. Al entrar en ella el niño corrió hacia el altar donde se encontraba la imagen de la Virgen y llorando dio un grito diciéndole a la madre… ¡Ella es la mujer que anoche me trajo a casa!

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LEYENDA, HISTORIAS POPULARES DE CARTAYA

EL MONSTRUO MARINO

A lo largo de los años se ha venido transmitiendo de generación en generación la historia de un monstruo marino que encalló en los esteros del río Piedras, “de extraña forma y grandeza”, según relata Rodrigo Caro en sus crónicas. Según este ilustre escritor sevillano, “hizo tal sensación en toda España que por satisfacer la curiosidad de la gente se mandó estampar. El propio Caro dice que vio la figura de dicho monstruo grabada: tenía noventa pies de largo y treinta de alto. Con la

boca abierta abrazaba a un hombre derecho; medía tres varas de ojo a ojo; y cosa extraña en los habi-tantes de las aguas, tenía descubierta su naturaleza viril. Esto ocurrió de noche y al verse en aquel estado sin poderse remover, principió a dar tales bramidos, y con una voz tan terrible, que las personas que lo oye-ron se amedrentaron, como pasó con los religiosos del convento de la Bella (en el Terrón) que atemorizados acudieron al coro, a pedir misericordia a Dios.”

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QUIERO UNA LÁPIDAAquella anciana vivía sola, en-frascada en la más absoluta indi-gencia. Un día enfermó y nadie se preocupó ni preguntó por ella, a la semana murió. La gente se ente-ró de su muerte por casualidad, lo que conllevó a ser enterrada sin lápida y sin ninguna inscripción que la identificara.

Al cabo de los meses la casa de la anciana, situada en la calle Vi-lleda, fue habitada por una familia de bien. Limpiaron las telarañas, quitaron el polvo y la adecenta-ron, creyendo así haber elimina-do cualquier resto que indicara lo acaecido en la casa meses atrás con la anciana.

El hijo mayor de aquella familia se instaló en el dormitorio donde ha-bía fallecido la anciana. Una noche de invierno se encontraba Miguel en su alcoba, cansado de la jorna-da e intentando conciliar el sueño. Entre las mantas de su cama creyó ver pasar una extraña sombra de un lado a otro del cuarto. Miguel se incorporó en su cama, encendió la luz y la sombra desapareció.

La noche siguiente una tormen-ta azotaba Cartaya con rachas de fuertes vientos. Miguel, como to-das las noches, después de salu-dar a sus padres, se dirigió a su alcoba y se acostó; al apagar la luz, la misma sombra de la noche anterior volvió a aparecer delante de su vista. La vio de forma más clara ya que estaba más despierto y además en el dormitorio entraba un poco de luz procedente del sa-lón. Era la sombra de una anciana que vestía de negro. Miguel bajó apresurado la escalera de la casa y con un miedo descomunal, que se adivinaba en su rostro, contó lo sucedido a sus padres, que man-tenían una conversación junto al

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brasero. El padre de Miguel, tras haber tranquilizado al chico, le dijo que volviera a su cuarto e intentara descansar.

La historia se repitió durante varias noches y los pa-dres de Miguel desesperados, decidieron acudir a un vidente.- ¿Que ves en tu dormitorio?, preguntó el vidente.- El alma de una anciana que vaga sin cesar durante toda la noche – contestó Miguel con voz temblorosa.

El vidente observó con detenimiento a Miguel mien-tras hablaba y percibió una sensación que le indicaba que no estaba mintiendo y que aquello no se trataba de un sueño provocado por el cansancio, como ase-guraba su padre.

- La próxima vez que aparezca, pregúntale que desea –le recomendó el vidente a Miguel muy seguro de lo que decía- y lo que te diga, hazlo.

A la noche siguiente, Miguel terminó de cenar y subió más rápido de lo habitual a su habitación, se acomo-dó arropándose con las mantas de su cama y esperó durante horas a que apareciera la sombra de la ancia-na. Al rondar la media noche, aquella sombra volvió a aparecer como habitualmente lo hacía: las cuencas de sus ojos muy pronunciadas, el pañuelo negro que cubría su cabeza dejaba ver las profundas arrugas que reflejaba en su rostro una edad bastante avan-zada y un claro estado de dejadez y abandono físico. Vestía traje negro que se confundía con la oscuridad del cuarto.

Miguel comenzó a tiritar, frotó con sus puños sus ojos para comprobar que no era un sueño, la miró unos instantes y cuando por fin logró hacer que su voz sa-liera débilmente de su cuerpo, preguntó:

- ¿Qué quieres de mí?

Pero la anciana continuaba vagando por la habitación sin pronunciar palabra, mientas Miguel la seguía con la mirada, tomó aire y volvió a formular con la voz más clara y en un tono más elevado la misma pregunta.

La anciana se detuvo bruscamente frente a la cama de Miguel y tras relatarle como falleció en aquella misma habitación meses atrás, finalizó diciendo:

- Lo único que pido es una lápida sobre mi tumba.

Después desapareció entre las cortinas que se mo-vían como si una racha de viento las despegara de la pared. Miguel se quedó pensativo. Aún no había asi-milado aquella petición, pero la acató con decisión.

Al día siguiente nada más amanecer tomó su bicicleta y se dirigió al cementerio, buscó el lugar donde fue ente-rrada la anciana y colocó sobre él una lápida en la que había previamente inscrito el nombre de la anciana.

Cuando se acostó aquella noche, no sabía qué podía suceder, pero como había confiado desde el principio en las recomendaciones del vidente, y había colocado la lápida en el lugar exacto que le había indicado el fantasma – no tenía nada que temer. Apagó la luz e intentó dormir.

Al marcar el reloj del salón las doce de la noche una bocanada de aire muy frío entró en la habitación de Miguel. Este se levantó atemorizado y se incorporó sobre su cama; pero Miguel no encendió la luz. Al momento volvió a aparecer el espíritu, que se detuvo justo en frente de la cama de Miguel. Éste, muy deci-dido, preguntó:

- ¿Qué quieres de mi?, he colocado la lápida en el lugar que me indicaste anoche, o acaso ¿me he equi-vocado de lugar?

Pero la anciana no pronunciaba palabra alguna.

Miguel decidió quedarse callado y observar los movi-mientos de la anciana que paseaba por la habitación. La sombra quedó inmóvil junto a la ventana que esta-ba completamente abierta y dejaba entrar la luz de la luna. Al instante dijo la anciana:

- Solo he regresado para darte las gracias hijo.

En ese instante aquella sombra desapareció de la ha-bitación. Miguel se levantó y se aproximó a la venta-na, clavó por un instante su mirada en los destellos de la luna, cerró los cristales y volvió a acostarse.

Las noches siguientes fueron noches de desvelo e in-certidumbre para el joven. Cuando el reloj del salón marcaba las doce de la noche un escalofrío recorría el cuerpo de Miguel, que permanecía despierto en su cama hasta altas horas de la madrugada esperando que apareciera de nuevo aquella extraña sombra, pero nunca más supo nada de aquella pobre mujer.

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LEYENDA, HISTORIAS POPULARES DE CARTAYA

EL MANTO DE LA VIRGENAquella noche los niños se quedaron solos en casa. En el silencio oyeron unos ruidos muy cerca de ellos, pero que no sabían ni de donde venían ni qué los provocaba.

Al día siguiente, nada mas amanecer fueron a casa del abuelo a contarle lo sucedido la noche anterior, éste sonrió y comenzó a contarles la historia del Man-to de la Virgen…

“Hace muchos, muchos años, en una casa de Car-taya, una fría noche de invierno en la que una débil luz de un candil iluminaba una austera habitación en la que se encontraba una cama, en ella reposaba un niño con el rostro descompuesto. Su abundante sudor empapaba las sucias sabanas que lo arropaba. Sobre la mesita de noche, a la que le faltaba una pata y que reposaba sobre un tomo de libros con las páginas amarillas por el paso de los años, había un vaso de agua con unas extrañas hierbas que desprendían un olor bastante amargo.

- ¿Como te encuentras? - preguntó la madre al niño mientras encajaba la puerta de la habitación.

- Me duele mucho la cabeza - contestó éste.

La madre se acercó a la mesita y tomó el vaso con hierbas y agua, el niño puso cara de miedo y se retiró al ver que su madre se lo iba a hacer beber golpeando sin querer el vaso vertiendo todo su contenido so-bre las sucias sábanas de la cama. En ese instante el niño empezó a gritar sin que la madre pudiera hacer nada para evitar aquellos irritantes gritos. La madre salió apresuradamente a la calle y se dirigió a casa del médico mientras los vecinos se habían quedado con el niño que no era dueño de sí mismo, su piel se había tornado un color más blanquecino y sus ojos se perdían en los desconchones de la fría y austera pared de la alcoba.

El Médico, arrastrando los pies en el suelo y con paso cansado, entró en la habitación. Al momento un incó-modo chirrido provocado por la puerta de la habita-ción del niño anunciaba la presencia del médico que parecía más cansado todavía. Con voz ronca dijo a la madre “su hijo se encuentra bastante mal, si Dios no lo evita puede morir con brevedad”.

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entró en el establecimiento y preguntó el precio al tendero.

Al día siguiente, Carmen entró en casa con su im-pecable máquina de coser: Aprenderé a manejar esto y coseré para ganar dinero, y con lo que gane tejeré yo misma el manto para la Virgen – aseguró Carmen.

Pasaron algunos años, Carmen enfermó y murió sin haber concluido el prometido manto, quedando aún muy atrasado.

“El ruido que escuchasteis anoche es el de la máqui-na de coser de Carmen, - prosiguió el abuelo mientras daba un sorbo a su vaso de café- su alma esta con-denada eternamente a coser con aquella maquina y aún sigue tejiendo el manto para la Virgen. Dicen que se puede oír ese extraño ruido en cualquier casa de Cartaya, cualquier día del año”.

La madre comenzó a dar ensordecedores gritos pro-vocados por un ataque de histeria, el doctor la sujetó y le dijo “no pierda la fe, rece señora, rece”.

Habiéndose calmado la madre, el médico se colocó su mascota de color negro como su almidonado traje, tomó un viejo maletín que se apoyaba en una de las sillas del salón y salió.

La madre se quedó toda la noche rezando en unas de las alcobas de la casa, no sa-bía qué ofrecer pues era muy pobre pero aseguró a la virgen que si él vivía, ella pediría limos-na a los vecinos por las calles de Cartaya para reunir dinero y comprar a la Virgen el manto más grande, bello y caro ja-más visto.

Al amanecer, la madre se acercó a la cocina y puso a hervir un cazo con agua mientras su-surraba una y otra vez las mismas oraciones y promesa que había repetido durante toda la noche. Giró lentamente el pomo de la puer-ta y entró en la alcoba y observó como el niño había cesado en sus lamentos, comprobó que el niño ha-bía mejorado notablemente la expre-sión de su rostro y ya no tenía el color blanquecino de la noche anterior, las ojeras habían desaparecido de alrededor de sus ojos, su voz se hizo mas natural y menos forzada.

Los días siguientes fueron días de alegría para toda la familia, de relativa esperanza y sonrisas modera-das. A los pocos días el niño se levantó de la cama y jugaba por los estrechos y polvorientos pasillos de la casa. El doctor había ido a visitar al niño y aseguraba que aquello había sido un milagro de Dios o de cual-quier otra fuerza sobrenatural.

A partir de ahí todo fueron sufrimientos para Carmen que así era como se llamaba, comenzando a pedir dinero para comprar el manto. El pequeño se recupe-ró del todo, pero con el paso del tiempo Carmen fue olvidando su promesa. Un día mientras paseaba pasó por una tienda donde se vendían las primeras maqui-nas de coser que llegaron a Cartaya, por curiosidad

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LEYENDA, HISTORIAS POPULARES DE CARTAYA

LAS bOTAS QUE hAbLARONDice la tradición que un día de Feria, hace ya mu-chos años, un vecino de Cartaya murió. Sus ropas las tiraron a la salida del pueblo, por Las Tenerías. Una chaqueta que siempre portaba cuando se dirigía al campo de madrugada a trabajar, unos pantalones y unas extrañas botas se encontraban entre aquellos andrajos que en su día evitaron que alguien pasase frío y que ahora estaban tiradas y abandonadas como si nunca hubiesen sido de utilidad.

Al día siguiente, un humilde labriego se encontraba por aquella zona cuidando sus tierras y los pocos frutos que ésta daba. El sudor le caía por la frente, el sol era plomizo, las chicharras configura-ban el sonido de una calurosa tarde de septiembre. No se movían las ramas

de los árboles y los pájaros reposaban con sus pi-cos abiertos, mirando en todas direcciones, buscando algo de agua que los refrescase y los animase a volar de nuevo.

En un momento dado, le entraron ganas de hacer de vientre, y tras un vallado de atuneras, bajándose los pantalones, se agachó para hacer sus necesidades. De repente, oyó unos extraños bramidos y alzó la mi-rada curioseando con sus pequeños ojillos, intentan-do averiguar de donde procedía aquel singular sonido. A esto siguieron unas risas y unas palabras que casi no se entendían, el hombre gritó:

-¿Quién es? ¿Qué queréis de mí?

Empezó a temblarle el cuerpo debido al miedo que se iba apoderando de él poco a poco.

Quizás debido al efecto del calor y a que todo se confundía ya en la mente de aquel pobre labriego, creyó ver las botas de quien se había muerto el día anterior, hablando y conversan-do entre ellas.

Tal fue su pánico que dejando allí mulos y aperos de labranza, corrió a Cartaya asus-tado e impresionado, y le contó la anécdota a algunos crédulos amigos. Pronto la noticia de tan maravilloso suceso corrió de boca en boca alertando a todo el pueblo. La gente es-taba disfrutando de la Feria, pero la curiosidad fue tal, que decidieron ir a ver tan extraño fe-nómeno. Enseguida se formaron corrillos de amiguetes que comentaban el insólito hecho de que unas botas hablasen. Todo el pueblo desfiló por aquellos parajes a contemplar aquel par de botas viejas.

Desde luego, nadie escuchó hablar a aquellas botas jamás, aunque continuaron acudiendo al lugar durante varios días, y hoy algunos toda-vía recuerdan con humor cómo todo el pueblo en masa peregrinó hacia allí, entre el estupor,

la incredulidad y las bromas. Tampoco supo nunca nadie de donde procedieron aquellas mis-

teriosas conversaciones que el labriego oyó aquella calurosa tarde de septiembre.

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LEYENDA, HISTORIAS POPULARES DE CARTAYA

LA hISTORIA DEL CAPITÁN Y LA CAUTIVA“En Malpica se mató un guerrero”, cuentan algunos mayores de Cartaya, e indagando en el suceso halla-mos una hermosa historia, o leyenda, que la sabiduría popular supo dejar grabada en un romance, y de la que también el Padre Corpas supo dejar constancia en su librito sobre la historia de Cartaya.

Nos dejaremos llevar entre los velos del tiempo para hacia siglos atrás….

El diez de Septiembre de 1675, se recibió en Car-taya la noticia del desembarco de corsarios en San Miguel Arca de Buey. Las presencia de tan terrible y temido enemigo causó una gran alarma en Cartaya, por lo cual, a golpe de campanas se reunieron en la

plaza del Ayuntamiento los vecinos y se convocó a la gente a caballo que había disponible. El pueblo había acudido en masa para dar ánimo a las tropas que se preparaban para partir hacia la costa de San Miguel, en lo que hoy es El Rompido.

Salio la caballería, aunque no con el orden y concierto de lo previsto, dada la euforia del momento. Los veci-nos del pueblo alentaban con sus gritos a los valien-tes jinetes, lo que dio lugar a que el atrevido capitán D. Miguel de Vallinas saliera primero dejando tras él a toda la milicia.

Galopó con su caballo blanco armado de lanza y adarga como de costumbre en aquella época por

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los caminos hasta llegar a la colina desde donde se divisaba el barco corsario llegando a tiempo de ver como los piratas se llevaban apresada a una joven mientras ésta recogía los frutos de un higueral aban-donado. D. Miguel, agarró las riendas de su caballo y arremetió contra los piratas que, sorprendidos, se dejaron arrebatar a la joven, que a lomos del caballo de D. Miguel huyeron entre los pinares. Los piratas, enfurecidos, tomaron sus caballos y salieron tras el rastro de la pareja que galopaba por el paraje llamado de Malpica en dirección hacia Cartaya, pero fueron nuevamente alcanzados por los piratas que, armados con arcos, lanzas y antorchas, tomaron nuevamente a la joven y dieron muerte al valiente D. Miguel de Valli-nas, mientras su caballo blanco galopaba en libertad por el campo.

La misma embarcación que había apresado a la jo-ven en la costa de San Miguel y cuyos tripulantes habían dado muerte a D. Miguel, fue apresada dos

meses mas tarde cerca del Cabo Santa María por la goleta “Huelva”. Era una fragata turca, con ciento treinta y ocho hombres de tripulación capitaneada por Mohamete.

Al saberse del apresamiento del barco pirata en Cartaya, la familia de la joven cautiva se dirigió hasta Huelva para ave-riguar sobre su paradero. Allí supieron que había sido vendida en África y nunca más se supo de ella.

Cuenta la leyenda, que si al anochecer paseamos por los pinares, aun podremos escuchar los cascos del caballo de Don Miguel que sigue galopando en libertad por los pinares de Malpica.

El romance que recoge la historia, y que ya se publicó en esta misma revista en 2003, finaliza del siguiente modo:

Malpica se llama el sitio

Donde al héroe le dan caza,

Ellos son muchos; él, solo,

No resiste la algarada

Que lo rodea y lo hiere

Mortalmente por la espalda.

Muerto le clavan puñales,

Muerto le dan estocadas,

Muerto se ceban en él

Muerto le cobran venganza

A don Miguel de Vallinas,

Cuerpo al que le huyó el alma.

Cuando llega la milicia,

Ya la infamia está sellada:

El valiente yace en tierra

Y a ella llevan a África.

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IV ConCurso de BalCones en PrImaVera “una InICIatIVa que BusCa llenar de ColorIdo las

Calles de Cartaya”

Un año más el Área de Cultura del Ayuntamiento de Cartaya ha llevado a cabo el Concurso de Balcones en Primavera que este año llega a su cuarta edición.

Concurso con el que pretendemos fomentar y alen-tar a los/as vecinos/as para que decoren con flores las fachadas de sus viviendas, especialmente sus ventanas y balcones, para así seguir manteniendo nuestra tradición de pueblo andaluz en donde las flo-res, durante esta estación primaveral, se convierten en las principales protagonistas. Además ayudamos entre todos a que Cartaya conserve sus señas de identidad como son sus paredes blancas y fachadas engalanadas.

En esta edición se ha incrementado el número de par-ticipantes, con casi cuarenta inscripciones, con res-pecto a años anteriores. También el jurado ha obser-vado el esfuerzo y empeño con que las participantes han decorado sus balcones y fachadas.

Los aspectos más importantes tenidos en cuenta por el jurado han sido los elementos florales visibles des-de la vía pública que contribuyen al embellecimiento de la calle, la armonía en el crecimiento de las plantas y la combinación de los colores.

Con el objeto de destacar la constancia de algunos vecinos y reconocer el mérito de aquellos que mantie-nen sus balcones y fachadas de forma contínua entre los más bellos, se ha creado en esta IV Edición dos Premios a la Continuidad.

La organización sigue trabajando para mejorar este concurso que se está arraigando poco a poco en Car-taya, y para ello estamos estudiando una serie de cambios. Una de las novedades para la V Edición es la creación de un premio al mejor balcón y fachada nó-bel, que nunca haya participado en el concurso. De tal modo que incentivemos la participación de aquellos ciudadanos que empiecen a partir de ahora a decorar

1º Premio 2009: Dª. Amalia Vázquez Moreno, calle Cuba, nº 11.

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sus fachadas con el único objetivo de fomentar entre los vecinos el gusto por la decoración floral y vegetal tanto de las ventanas como de los balcones de sus hogares, de cara a seguir conservando el carácter de Cartaya como pueblo típicamente andaluz.

Los premiados en esta IV Edición del Concurso de Balcones en primavera han sido los siguientes:

Edición 2009

.- Primer premio: Dª. Amalia Vázquez Moreno, calle Cuba, nº 11.

.- Segundo premio: D. Leopoldo Escassi García, ca-lle San Sebastián, nº 6.

.- Tercer premio: Dª. María Macías Ojeda, calle An-cha, nº 13.

2º Premio 2009: D. Leopoldo Escassi García, calle San Sebastián, nº 6.

3º Premio: Dª. María Macías Ojeda, calle Ancha, nº 13

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Menciones especiales:

D. Vicente Martínez Vargas, Bda. Reina Sofía, nº 10.Dña. Maria del Carmen Rivera Rodríguez, calle Alberto Lista nº 1.

1º Premio a la Continuidad: Dª Maria Antonia Martínez Hilandés, C/ Repú-blica Argentina nº 4.

Mención Especial: D. Vicente Martínez Var-gas, Bda. Reina Sofía, nº 10.

Mención Especial: Dña. Maria del Carmen Rivera Rodríguez, calle Alberto Lista nº 1.

2º Premio a la continuidad: Dña. Josefa Salvador Álvarez, calle San Leandro, nº 17.

Premios a la continuidad:

.- Primer premio: Dña. Maria Antonia Martínez Hilan-dés, c/ República Argentina nº 4.

.- Segundo: Dña. Josefa Salvador Álvarez, calle San Leandro, nº 17.

Por último quisiera aprovechar estas líneas para feli-citar a todos los premiados y a todos los participan-tes, e invitar a todos los cartayeros y cartayeras a que decoren y engalanen sus fachadas y balcones para conseguir entre todos que Cartaya sea unos de los pueblos más bonitos de nuestra provincia.Feliz Feria a todos y todas.

Francisco M. Angulo SantosÁrea de Cultura • Ayuntamiento de Cartaya

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aÑoranZa de mI PueBloAunque hace más de cincuenta años que falto de mi pueblo, lo sigo añorando y acordándome de los bue-nos años que allí pasé.

Nací en la calle San Sebastián nº 32. Luego nos mu-damos al nº 13 de la misma calle de donde saldría para casarme con el único hombre que he querido en mi vida, José Acevedo.

Con catorce años estaba bordando en el taller de Pas-tora Vivas, donde además de mi, estaban Pepita Pala-cios, Carmen Jurado y su prima Angustia Jurado, Mª del Carmen Rodríguez, Mª Dolores Pérez Ríos y varias más. Al terminar salíamos en reunión y lo pasábamos muy bien.

En estas fotografías que os mando hay unos recuer-dos inolvidables y son una pequeña parte del álbum que me hizo mi primo Juan Antonio cuando mi tío Paco García, su padre, tenía la imprenta.

En una de ellas le estoy poniendo una cinta, bordada por mi, al ganador de las carreras de cintas a caballo que se celebraban en la calle San Sebastián por la feria del Rosario.Ese chaval de la foto se llamaba Gildo y ya no he vuel-to ha saber nada más de el.

María Antonia Pérez García en la ermita de Consolación. Obsérvense las cruces que forman las enredaderas.

Otra de las fotografías es más sentimental y román-tica, porque fue en el Real de la feria, que en aquel entonces se celebraba en La Encinilla. Se pueden ver los típicos ventorros con los chamizos de eucalipto. Allí, todas las parejas de amigos, nos reunimos para celebrar nuestra despedida de solteros, pues nos ca-sábamos ese año después de terminar la feria.Fui muy feliz en mi matrimonio con el. Ya desgracia-damente él se fue.

En uno de los típicos ventorros de la feria, en 1956 y en la despedida de solte-ros de María Antonia Pérez García y Pepe Acevedo. Están de izda. a dcha.:Sentados de espal-das: Pepe Gómez, Plácido Gómez, Conchita Martínez, Pepe Acevedo, María Antonia Pérez García. De frente: Pepita Palacios, Francisco Galdámes, Pláci-da Gómez, Ginés Riquelme, Carmen Neto y Juanita Pérez

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Cartaya, octubre de 1956.

De izda. a dcha.: Fila superior: Francisco Galdámes, Simón Márquez, Pepe Gómez y Plácido Pérez. Fila central: Placidita Gómez, Juanita Pérez, Pepita Pala-cios, Conchita Martínez. Fila inferior: Guillermo Pérez, Carmen Neto, Margarita Gómez y Ginés Riquelme.De pie están María Antonia Pérez García y Pepe Acevedo.

Una preciosa fotografía de María Antonia Pérez García con Pepe Acevedo, dos años antes de casarse, frente a la caseta popular que se instalaba durante los días de feria junto a la puerta de la sacristía. Por cierto, esta ubicación siempre era motivo de polémica en aquellos tiempos “ tan puritanos”, por estar emplazada junto a la misma iglesia.

En el real de la feria que se instalaba en la Encinilla en 1948. De izda.a dcha.: Manolo Palacios, el niño es Pepe Vázquez, Pepe Gómez, Pepita Palacios, María Antonia Pérez y Pepe Acevedo.

Ahora voy poco a Cartaya, aunque allí me quedan los buenos recuerdos, y mis dos cuñadas Mª Teresa y África, a las que quiero mucho, y me consta que ellas también me quieren a mi.

Con estas líneas que he escrito me he quedado satis-fecha de recordar y expresar los buenos tiempos que pasé en mi pueblo y nunca olvidaré.

Un abrazo de esta cartayera que siempre lleva Carta-ya en el corazón.

Mª Antonia Pérez García.

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No quiero dejar esta oportunidad que me brinda la revista de feria, para ofrecer un hermoso soneto que escribió mi marido estando en la mar:

Carrera de cintas en la calle San Sebastián en los años cuarenta. En primer plano María Antonia Pérez le impone la cinta bordada por ella a uno de los ganadores de la carrera (llamado Gildo, que era forastero). Están también, entre otras, Pepita Palacios, Carmen Neto, Adela Beltrán, Carmen Jurado y Maruja Infante.

Al creador y su obra maravillosa

Soneto

Oh, firmamento azul, celeste esferaDonde hay tantas estrellas navegando,la gloria del creador vas pregonando,El tiempo, la distancia… una quimera.

Admirando extasiado obras tan bellasY el poder del señor aquilatandoYo he pasado las horas contemplandoAllá en el firmamento alguna estrella.

Y en las oscuras noches de verano, Sin el menor asomo de la luna,Encontrándome allá en un país lejanoYo he pensado: ¿puede haber obra algunaEn que haya intervenido el ser humano,Que tenga semejanza por fortuna?

José AcevedoMarzo de 1961

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La historia que nos ocupa, se remonta a tiempos le-janos, los protagonistas eran dos Cartayeros: Antonio y María.

Fueron novios durante varios años pero los familiares de María se opusieron a tal relación, diciéndole a su hija que si se casaba con Antonio “iba a tener el pan colgao”, porque era muy tacaño.

Por ese motivo, esa relación no cuajó y Antonio se casó con una muchacha de la calle Santa María, no teniendo descendencia alguna, y María contrajo ma-trimonio con un hombre de Aljaraque, del cual tampo-co tuvo hijos.

Los dos se quedaron viudos muy pronto, y lo que es el primer amor que nunca se olvidaron, por lo que Antonio un día se presentó en Huelva en el domicilio de una familia donde trabajaba como niñera; llamaron a la puerta y ella abrió, y al verlo le preguntó muy sorprendida:

- ¿Tu que haces aquí?

- Vengo para que te cases conmigo, porque ahora na-die nos lo va a impedir.

Ella le contestó:- ¿Como le digo a los señores que les dejo?

Diciéndole él: - Le dices que están tus padres enfermos y no puedes

continuar con ellos…

La cuestión es que se casaron y fueron muy felices los pocos años que estuvieron juntos, pues María mu-rió muy joven, a los 53 años de edad.

De este matrimonio, primero nació un hijo, que le llamaron Antonio, muriendo este siendo un niño y después una niña a la que pusieron Antonia, que se quedó sin su madre cuándo solo contaba con 10 años.

Antonia Mealla Guerrero.

HIstorIa de un PrImer amor

Falleciendo el día 11 de diciembre de 1999 a los 92 años de edad.

Esto si que es una gran historia de amor primero.

Los protagonistas se llamaban:Antonio Mealla Vozmediano y María Guerrero Ramí-rez.

Cartaya, Julio 2009Antonio Vozmediano Mealla

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Francisco Reinero Seita, abuelo del que suscribe estas pá-ginas, nació en Villa Verde de Filcaho (Portugal) el día 7 de julio de 1893. Sus padres José Reinero Rajudero y María de las Paces Seita Gouveie eran naturales también de Portu-gal. Fue bautizado en la Parroquia de San Jorge de Filcaho, siendo su padrino Don Francisco Blanco de Orta, sobrio del Vizconde de Orta.

A los 10 años se traslada con sus padres a El Rosal de la Frontera (Huelva). Cuando tenia 17 años ingresó voluntario en el ejército, sirviendo en los regimientos de: Infantería Asturias 31, San Fernando 11, 2º de Zapadores Miniadores y África 68 en el que permaneció hasta febrero de 1917, en el que obtuvo ingreso en el Instituto de Carabineros, disfrutando de los empleos de Cabo, Sargento, Brigada y Alférez.

Cuando se fusionaron los Carabineros con la Guardia Civil, ascendió a Teniente; siendo teniente de la Guardia Civil en Ayamonte, de donde marchó a Cartaya también como te-niente de la Guardia Civil a principios de la década de 1940, pasando en Cartaya a la situación de retirado.

Perteneciendo a los regimientos de San Fernando y África, tomó parte en las operaciones de campaña en Marruecos y en la contienda nacional en el empleo de Sargento de Carabineros. Por las campañas de Marruecos tiene con-cedida las medallas de la Campaña de Rif, la de Melilla, la de La Paz de Marruecos y otra por la Contienda Nacional. A pesar de haber participado en las contiendas Bélicas, siempre daba gracias a Dios por no haber tenido que matar a nadie.

Casó con María Josefa Galante Peral, natural de Aisa (Hues-ca), cuyo padre fue también Alférez de Carabineros.

Fue muy nombrado por el cargo de autoridad que ostentó: “El Teniente Reinero”.

Una vez retirado de la Guardia Civil, trabajó como jefe de explotaciones en la empresa forestal y agrícola E.F.I.A.S.A.

Fue ayudado en su trabajo de jefe de explotaciones por su hija Maruja, como secretaria, la cual estudió el bachiller en Cádiz, de donde era natural.

Sus hijas e hijos: Maruja, Lola y Paco, los tres naturales de Cádiz se casaron con personas naturales de Cartaya; Eu-genio Luís de la Rosa Ramos, Francisco Palomino Narváez y María Isabel Ramblado Hurtado pasando de esta forma a enraizar su familia en Cartaya, pueblo en el que fue muy querido, respetado y considerado

Fue nombrado también Juez y Fiscal del Juzgado de Paz de Cartaya; era un ferviente católico, asistiendo a misa los días de precepto, participando tambien en la Hermandad Sacramental, a cuyas procesiones asistió varias veces lle-vando una de las varas, estuvo asociado a Caritas Diocesa-nas y fue muy servicial con cualquier persona que acudía a él para pedirle algún favor particular; a veces relacionados con el tramite de papeles o para escribirle o leerle alguna correspondencia.

Me considero con el deber de dar a conocer por escrito a sus descendientes, como a las personas del pueblo que le conocieron o hayan oído hablar de él, estas notas sobre su vida, pues tuve la suerte de convivir con él hasta que cumplí 20 años, siendo siempre un abuelo ejemplar, cariñoso, edu-cado y culto; era muy aficionado a la lectura del periódico diario, y también de libros clásicos, entre sus favoritos es-taba el famoso “Don Quijote de la Mancha” de Cervantes, el cual leyó varias veces.

Su domicilio en Cartaya siempre estuvo en la calle San Se-bastián, falleciendo el jueves 13 de abril de 1978 en la casa Nº 33, actual Nº 41 de dicha calle.

José Luís de la Rosa Reinero

DON FRANCISCO REINERO SEITATENIENTE DE LA GUARDIA CIVIL DE CARTAYA

Don Francisco Reinero Seita

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Recuerdo la letra de una canción que decía que la puerta de los toriles se abría en un quiebro de seguiriya. Y no era al quiebro de seguiriya al que la puerta de toriles de la feria de Cartaya se abría, sino al quiebro que da la alegría cuando no se deja empitonar por la tristeza.

Recordándola, se ha abierto en mi mente la puerta de ese chiquero donde duerme el toro negro de la vida, para dejarlo salir y sentir cómo su aliento me engancha con los cuernos de la nostalgia.

Cualquier tiempo pasado no fue mejor, fue distinto; como distintos fueron – y después nunca repetidos- aquellos momentos, a finales de los años setenta, en los que unos cartayeros , con aires de Belmonte, pero con el miedo en la taleguilla, se vistieron de luces para darle a nues-tra feria un festejo taurino donde a las cinco en punto de la tarde, con la seriedad y el rito de la fiesta y a los sones del gentío, se iniciaba el paseíllo, pinturero y gar-bosamente destemplado, de unas cuadrillas que habían domado sus nervios con dosis de “Tío Pepe”, la mejor medicina del botiquín de la feria.

El clarín del miedo, con su pitido largo y afilado, autoriza-ba que se abriera el portón de los sustos para dejar paso a las menudas vaquillas, que, desde el burladero, con más miedo que arte, nuestros toreros veían venir como auténticos miuras.

Pero allí estaban Juan “El Bailaor”, de celeste y aza-bache, para demostrar…..lo bien que gateaba cuando, tras la caída, el miedo no le dejaba ponerse en pie, o Vicente González, saltando felinamente ante los arran-ques imprevistos de la “fiera”, o Jaime Pérez, “El Niño de Consolación”, con un capote que, como decía el célebre pasodoble, “a su cuerpo se ceñía, lo mismo que una bandera”, no porque le sobrara arte, sino porque le sobraba capote por todos lados; Gonzalo Gómez “El Niño de Autocosta”, David Pastor…… y tantos otros que, de-jando la vergüenza en el burladero, firmaron páginas a las que el tiempo no ha conseguido quitarle la frescura de su simpatía.

Y entre ellos, otros que no pudieron esquivar el cornalón traicionero de la vida y están haciendo su paseíllo por los ruedos del cielo: Paco Ríos. “El Niño de la Parada”, “Aguaote”, con su pica de caña inofensiva; Guillermo Pérez, monosabio eficaz para proteger al picador; Tino Riquelme, imprevisto espontáneo con sueños de gloria; Pepe Nicolás, al que en el cielo su mujer le seguirá gri-tando lo que le gritaba aquella tarde: ¡Arrímate!, ¿no te da vergüenza?, Antonio “Calentura”…..

PUERTA DE TORILES

Jaime Pérez, montera en mano, saludando al respetable

Vicente González con el capote en plena faena.

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Jaime Pérez embestido por el toro.

Con el traje de luces: Juan “El Bailaor “, Jaime Pérez , Luis Aguaote en el burro, Vicente González y Pepe Nicolás, en el recinto ferial camino de la plaza de toros.

Guillermo Pérez ayudando al picaor Luis Aguaote

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Tal vez algún día, alguien con sueños de alegre torería, abra nuevamente la puerta de toriles de la diversión. Mientras, los que fuimos afortunados espectadores de aquellos momentos, no podemos hacer más que abrir la puerta de toriles del recuerdo, aunque por esa puerta no salgan vaquillas, sino las hojas muertas del calen-dario.

Emilio Palacios

Una estampa inigualable de tarde de toros en Cartaya: Juan el Bailaor, Jaime Pérez, Vicente González y Pepe Nicolás. Al fondo a la dcha. observamos a David Pastor.

Jaime con su mujer Reme Columé, antes de su corrida triunfal la tarde de feria.

Juan El Bailaor, ataviándose con el traje de luces.

MIL PALABRAS

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Era una tarde lluviosa de domingo, un día desapacible, de esos que no invitan a salir, sin otra opción que sentarme en el sofá al calor de la chimenea con la convicción de lo que me quedaba era ver televisión, mucha televisión.

Con una mano en la mejilla y la otra pulsando en el man-do todas las cadenas para ver si se encontraba algo que me gustara, en uno de los canales, precisamente Canal Sur, pude ver como empezaba a poner la película Río Bravo, tema del Oeste rodada en los años 50, me pongo cómodo, entusiasmado, ya en las primeras secuencias no pude evitar que dejaran de pasear los muchos recuer-dos anidados en mi mente.

Me trasladé a otro tiempo, recordé muchas cosas, como ver por ejemplo, dado el caso, a Jonh Wayne, Dean Mar-tin, Angie Dikinson que eran los protagonistas, en sus mejores tiempos, cuando el cine era todo un lujo, cuando los actores y actrices eran verdaderas estrellas y llena-ban las portadas de las revistas en la época con bellas fotografías y sobre todo cuando se estrenó aquí Río Bra-vo un año por la deria, en los años 60.

Recuerdo aquellos carteles enormes que colgaban del balcón de la casa de Carmen Jaldón que ya anunciaba por sí solo el éxito de la película. En esas fechas el cine era el mayor aliciente.

Cuánta ilusión despertaba cuando empezaban a poner los postes para los alumbrados en la calle de la plaza,

cuando llegaban los cacharritos a la calle convento, los puestos de turrón, de tirapichones, la tómbola que instalaban en la calle San Pedro. El primer día todo era como una puerta abierta, un enorme esca-parate, cuánto colorido, cuánta luz, cuánta alegría cuando sonaban los primeros sones de la orquesta Molero en la verbena de la plaza, aquella caseta que se montaba en la plaza chica, con orquestas de cierto renombre, los pasacalles que nos ofrecía la banda de música y nos alegraba, cómo no, el espíritu, acompañada por tantos chiquillos.

No creo que haya un cartayero o cartayera que no recuerde con cariño aquellas Ferias que se cele-braban en el centro del pueblo.

Todos íbamos de estreno alguno de sus días, era como homenaje a su fiesta grande, a su patrona la Virgen del Rosario.

Llegaba el último día, el despegue de una salva de cohetes nos invitaba a disfrutar, cada año más sorprendentes, de las novedades que nos traían los fuegos artificiales, que estallaban de color en el marco incomparable de La Plaza Redonda.

Pepe Rodríguez. Febrero 2009

Río Bravo

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MIL PALABRAS

Me gusta pasear por mi tierra cuando el invierno se ex-tingue y el tenue sol anuncia la llegada de la primavera dibujando en los desnudos árboles los primeros pétalos de las flores.

Me gusta caminar por mi pueblo y comprobar como con los años van cambiando las calles, las plazoletas, los edificios viejos y nacen los nuevos, soberbios y desafian-tes, borrando así las huellas de mi niñez, mi juventud… y rompiendo en mil pedazos mis recuerdos.

Subía la calle Arenal, con las paredes blancas pintadas de rosa por un sol que moría a mi espalda en un agóni-co atardecer. Contemplaba el reconstruido baluarte y me preguntaba….

¿Dónde está aquella atalaya casi tétrica que se alzaba en el Otero de mi pueblo?, ¿ Qué ha sido de aquella em-blemática figura que se recortaba sobre el granate cielo en los ocasos de las tardes de verano?, ¿ Por qué han borrado su efigie negruzca y enigmática del paisaje de esta Villa?.

Hoy en su lugar se erige el castillo de los Zúñiga. -¿De quién? - De los Zúñiga.- ¡Ah, ya!

De la nacencia de este bastión no se conoce más que algunas hipótesis, parece ser que fue construido por los romanos o quizás por el Emir Abderrahman II. Según “Datos históricos de Cartaya “ basado en la obra de los hermanos Corpas y editado por la Asociación Cultural “Carteia“ no aparece ningún nombre que haga referen-cia a los Zúñiga. Consultando la Enciclopedia Encarta, los Zúñiga, españoles nacidos en Navarra u otras pobla-

PASEANDO POR CARTAYAEL CASTILLO DE CARTAYA

ciones del Norte, fueron personajes importantes en La Nueva España y otros nacidos en Costa Rica, etc. pero ninguna vinculación con nuestro pueblo. Según documentos existentes en el Ayuntamiento de Cartaya, D. Pedro de Zúñiga que aparece como Señor de Gibraleón a partir de 1410 (larga historia que voy a abreviar) inicia una disputa con su cuñado D. Alfonso de Guzmán, Señor de Lepe por los derechos a poner otra barca de paso en el Río Piedras, como la que tenía D. Alfonso cobrando los derechos de paso. Muy seguro estaba de ganar aquella querella (cosa que sucedió en 1429) cuando compró al Monasterio del Carmen de Gibraleón la heredad de Cartaya en 1412 ( 17 años antes de la concesión de la barca) y construye una torre fortaleza y al tiempo crea el pueblo de Carta-ya entre1417 y 1420. La Asociación Cultural “Carteia” apunta estos mismos datos en su obra La Ermita de Consolación.

Según los antiguos, Cartaya era una colonia Fenicia asentada en el Rompido que tras un terremoto cambia-ron de ubicación…y un largo etc.

Total, ni fenicio, ni romano, ni moro. ¿Ea, Como se te ha “queao” el cuerpo?

Lo más probable es que toda esta amalgama de reseñas por mi parte puede ser errónea, esto es cosa de historia-dores, que no es mi caso ni lo pretendo.

Y yo me pregunto ¿a mi qué me importa quien lo cons-truyó? A mí lo que me duele es que ese era el “Castillo de Cartaya” que ya no existe.

Otros Tiempos

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