Cartilla y Luz en La Verdadera Destreza - Nicolas Tamariz

Carlos Urgel Gómez

CARTILLA Y LUZ en la Verdadera Destreza

Cartilla y Luz en la Verdadera Destreza

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PRÓLOGO

“...para entender cualquier sistema, y más la destreza hay que hacerlo desde la Práctica, no

desde la creación de una imagen intelectual generada por un tratado que luego se intenta

reproducir. (...) Sé que no es fácil y que no siempre es posible, pero es la única forma. Intentar

hacer lo que pone en el tratado es complicado porque uno no hace lo que el tratado dice sino lo

que uno "cree" que dice, que no es lo mismo, y lo que se cree depende de lo que realmente se

sabe en la Práctica."

Maestro Alberto Bomprezzi. Noviembre 2014.

Desocupado lector:

Mi propósito al hacer la transcripción de este tratado es, al igual que el propio Tamariz indica

en su capítulo final, que pueda ser de utilidad a los estudiosos de la esgrima histórica, bien para

consultarlo de forma esporádica o para leerlo entero. Con la generalización de lectores de

ebooks, creo que es el momento de superar los ficheros PDF y los escaneos con los que hemos

tenido acceso a los tratados hasta ahora y leer los textos originales con mejor calidad. Si una

sola persona lo encuentra útil, me declaro más que satisfecho.

He elegido “Cartilla y Luz en la Verdadera Destreza” para la transcripción porque, a pesar de ser

un tratado menor en el conjunto de la literatura de esgrima española, es breve y cuenta con un

diálogo inicial que considero especialmente útil para las personas que quieran conocer y

comprender los conceptos básicos de la Verdadera Destreza. Además, tengo especial cariño a

esta obra porque fue la primera que pude leer entendiendo los conceptos que en ella se

explicaban, hace ya unos cuantos años.

He respetado el orden y la composición del tratado, incluyendo las licencias y censuras de la

época y los versos con que gustaban de comenzar en el Siglo de Oro, alabando al autor y su

obra, pero he actualizado el sentido de las frases, para aclarar los, en ocasiones, engolados y

arcaicos conceptos que se empleaban. Asimismo, he incluido algunas notas y referencias en el

texto, desde lo limitado de mis conocimientos, siempre intentando clarificar los puntos dudosos

o faltos de contexto.

También creo necesario decir, antes de concluir, que mi experiencia como esgrimista me ha

llevado a tener ciertas reservas sobre el empleo y lectura excesivas de los tratados de esgrima

histórica. La teoría es muy necesaria para el estudio de esta disciplina, pero al final, los libros

tienen que cerrarse y la práctica (El Arte, como le gusta decir al Maestro Alberto Bomprezzi)


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debe fluir. Ni es posible aprender esgrima leyendo un tratado ni leyendo muchos tratados se va

a ser un mejor esgrimidor.

Finalizo con un agradecimiento especial a la estructura de la Asociación Española de Esgrima

Antigua, que durante todos los años compartidos han demostrado sobradamente su calidad

dentro y fuera de las salas de armas, así como el hecho incontestable de que la esgrima

histórica es mucho más que una actividad física e intelectual y que la propia AEEA nos

trasciende como personas. Por muchos años más de asaltos y vivencias compartidas.

Preboste Carlos Urgel Gómez (Cat). 25 de febrero de 2015.


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Al muy ilustre caballero don Bartolomé de Torres y Monsalve, de la orden de

Santiago e hijo del Sr Marqués de Campo Verde.

Temeridad fuera, que con lo evidente de mi insuficiencia, pasara neciamente confiado a dar la

cartilla de la destreza de las armas a no valerme de las más eruditas autoridades y aunque estas

pueden dar seguridad a mi pluma, mas remontado vuelo, me afianzo en la protección de VS a

quien ofrezco este breve volumen; pues de los ilustre de su estirpe clara, es muy natural contra

la soberbia de la emulación, levantar el estandarte. Yo no pude aspirar a mayor asilo, ni VS

encontrar menor pequeñez en que emplear las nobles piedades de su grandeza, en la cual

nuestro Señor conserve la vida de VS muchos años.

B.L.M. de VS

Don Nicolás Tamariz


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Aprobación

del muy Reverendo Padre Maestro Fray Juan de Castro, Lector jubilado, secretario general de la

orden de san Francisco, Padre de provincia y examinador sinodal del Arzobispado de Sevilla,

regente de los estudios en el colegio de san Buenaventura.

Es el arte, pulimento de la naturaleza, a cuyas tareas y desvelos debe esta gran parte de su

estimación: Tosco se quedará el diamante y la esmeralda menos apreciable, en bruto, si no

hubiera arte que enseñase a labrarlos, descubriendo los fondos brillantes que ocultan. Así

entiendo que es el valor prenda estimable de la naturaleza, pero sin reglas y sin arte que le

labre, fuera esmeralda en bruto, diamante tosco.

A esto se ordena la aplicación de don Nicolás Tamariz, autor de esta cartilla y compendio de la

mejor destreza, pues reconociendo la mal fundada opinión, solo admitida entre vulgares

ociosos, de que para defenderse en la ocasión no es menester mas estudio ni más reglas de las

que da el nativo aliento y valor, intenta dar en esta cartilla principios fáciles y claros para

desvanecer este error y precaver el que no se adquieran, a costa de su ruina, el desengaño. No

es quien sabe triunfar en la batalla, decía Vegecio, la multitud y el valor rústico, e indisciplinado,

sino es arte y el ejercicio: "In omni autem praelio, non tam multitudo et virtus indocta, quam

ars, et exercicium solent praestare victoriam",[1] porque multitud de bisoños desordenada es

confusión, y el valor sin ciencia, más sirve de arrojo que de defensa. Ya sé que hubo un discreto,

que tuvo en su soneto, por temerario empeño, reducir a reglas la cólera, y sujetar a arte los

ciegos impulsos de la ira, pero presumo que fue más jocosidad que opinión, porque las

potencias habituadas a un ejercicio, es constante que practican, aun sin actual advertencia a los

preceptos del arte, las operaciones propias a que tienen adquirida por el uso facilidad. Y así

juzgo que este tratado que mira como a primario y principal objeto la propia defensa, es

utilísimo, y digno de que dado a la luz pública, se tenga con estimación. Porque fuera de no

contener cosa alguna contra nuestra Santa Fe y buenas costumbres, enseña al sosegado a

mantenerse, al colérico, entre los desordenados movimientos de su pasión, le deja órdenes

para que con el arte adquirido se defienda. Este es mi parecer. En este colegio de san

Buenaventura de Sevilla, en 21 del mes de Octubre de 1696.

Fdo Juan de Castro


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LICENCIA DEL ORDINARIO

El Doctor don José de Bayas, provisor y vicario general de Sevilla y su Arzobispado, por el

Ilustrísimo y Reverendísimo señor don Jaime de Palafox y Cardona, mi señor por la gracia de

Dios y de la Santa Sede Apostólica, Arzobispo de esta ciudad y Arzobispado, del consejo de Su

Majestad, etc. Doy licencia, por lo que me toca, como Ordinario que soy de este Arzobispado,

para que se pueda imprimir e imprima este tratado, cuyo título es Cartilla y luz en la verdadera

destreza, compuesta por don Nicolás Tamariz, vecino de esta ciudad, teniente de Maestro

Mayor de ella y su reinado, atento a no contener cosa que se oponga a nuestra Santa Fe

Católica y buenas costumbres sobre que ha dado su censura y parecer el muy Reverendo Padre

Fray Juan de Castro, de la orden de nuestro seráfico Padre san Francisco. Examinador sinodial

de este Arzobispado y regentes de los estudios, en el colegio de san Buenaventura de esta

ciudad, con tal de que esta mi licencia y la dicha censura y parecer se imprima en el principio de

cada tratado. En Sevilla, a 22 de Octubre de 1696.

José de Bayas, por mandato del señor provisor Juan Francisco de Alvarado.


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CENSURA

del muy Reverendo Padre Fray Miguel Carrega, de la Orden de nuestro Padre San Agustín y

Rector de su Colegio de San Acasio de esta ciudad de Sevilla.

He visto este libro titulado "Cartilla y luz en la Verdadera Destreza" compuesto por Don Nicolás

Tamariz, Teniente de Maestro Mayor de Sevilla y su Reinado, sometido a la censura, por el

señor Alcalde Don Antonio María de Milán, del Consejo de Su Majestad, en la sala del crimen de

esta ciudad y Juez superintendente de las imprentas y librerías de ella y reconociendo la

utilidad de su doctrina, pues como decían los atenienses "Ex arte et doctrina Republica pendet"

[2] (Plutarco, libro 2, Moral) y al ínclito Julio César, como eterno en la memoria, le pintaron los

antiguos con espada y comentarios en las manos y un rótulo de una a otra que decía "Ex

utroque Caesar"[3] dando a entender el jeroglífico que armas y letras o letras de las armas

mantenían en sus sienes la corona, que importaría poco el aliento del corazón y del brazo la

fortaleza si la Ciencia no gobernase la espada, siendo Juez tan preciso la Ciencia y siendo esta

Cartilla claro compendio de sus mejores doctrinas, es digno de agradecer al autor el trabajo y

celo con que se ha dedicado a costa del bien público, y así soy del sentir no contener cosa que

se oponga a nuestra Santa Fe Católica y buenas costumbres, que pueda ser de perjuicio o

escándalo, antes si útil y provechoso, el que se da a la imprenta.

Dada en este Colegio del Señor San Acasio de esta ciudad de Sevilla, orden de nuestro Padre

San Agustín el 12 de Octubre de 1696.

Fray Miguel Carrega.


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LICENCIA DEL JUEZ

El licenciado don Antonio Fernando María de Milán, del Consejo de Su Majestad, su Alcalde del

Crimen, en la Real Audiencia de esta ciudad, Juez Superintendente de las Imprentas y Librerías

de esta ciudad y su partido, por la presente doy licencia para que por una vez se pueda

imprimir, no excediendo de veinte pliegos, un tratado cuyo título es "Cartilla y luz en la

Verdadera Destreza" compuesto por Don Nicolás Tamariz, teniente de Maestro Mayor de esta

ciudad y su Reinado, atento a no contener cosas que se oponga a las verdades de nuestra Santa

Fe Católica y buenas costumbres sobre que, por decreto mío, dio su censura el 12 de este mes

el muy Reverendo Padre Maestro Fray Miguel Carrega, de la Orden de nuestro Padre San

Agustín y Rector de su Colegio de San Acasio de esta ciudad, la cual con esta licencia se

imprimirá a la letra al principio de cada tratado, corrigiéndolo por su original en que está el

dicho decreto y censura y lo cumplan así.

Dada en Sevilla a trece días del mes de Octubre de mil seiscientos noventa y seis años.

Licenciado don Antonio Fernando María de Milán

Por su mandado

Juan Francisco Carrera

Escribano.


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DE UN AFICIONADO AL AUTOR

DECIMA

La destreza celebrada

de Narváez, nos da en suma

el que dice con la pluma

lo que hace con la espada:

su autor la dio estampada,

sin el arte de aprender,

y tú, Tamariz, por ver

pintado a Pacheco en todo,

su saber pintas del modo,

que el modo das de saber.


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DE UN AMIGO DEL AUTOR

Deben las atenciones al precepto.

ya de aqueste volumen, luz flamante,

adonde de las armas, nunca errante,

la destreza descubra heroico objeto.

Logre sin terminarse, aquí el respeto

para la claridad, la más flamante

disciplina, y admire, en tan constante

llama, informando un superior concepto

Oh insigne Tamariz, tan docta suma,

con el mecenas, que elegiste brilla

tanto, que del mordaz el eco abruma

logrando la esperanza, tu Cartilla

la flor de un capo verde, dio a tu pluma

nombre que la eterniza maravilla.


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DEL MISMO

Esta científica suma

da para ser alcanzada

la destreza de la espada

el vuelo de mejor pluma.

De Ícaro no se presuma

ser tan remontado empeño

cuando Tamariz, su dueño,

con arte y con fe sencilla

a todos les da cartilla,

para evitar el despeño


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INTRODUCCIÓN

Con más deseo de acreditar esta doctrina que de satisfacerme de su certeza (antes si, para que

de lo entendido de ella, distribuirlo entre los que carecen de su conocimiento) me he

encargado de hacer este breve compendio, excusando la mayor parte que se puede sacar de

unos autores tan excelentes, como consta a todos los estudiosos, que es con quien se había y

podrán culparme de omiso en no haber dicho más, porque sepan con alguna perfección a qué

va dedicada esta luz, para evitar despeño que para sí toman, fingiendo que en su enseñanza

está la piedra filosofal y que en breve tiempo aprenderá un discípulo. Y como es conveniencia

propia se apetece, pero pocos lo han cumplido, pues vemos que sin tiempo no hay nada que

sea perfecto, pues don Luis [4] dice en su primer aforismo: "La vida amable, el enemigo hombre

fuerte, ordinario el peligro, natural la defensa, la ciencia para conseguirlo infalible, su estudio

forzoso y el ejercicio necesario" conviene al que hubiere de ser diestro no ignore la teórica para

que en la práctica el cuerpo, el brazo y los instrumentos obren lo conveniente a su perfección. Y

como la forma de la batalla científica ha de ser sabiendo y no basta, pues algunos se contentan

con decir "Si me dieron, yo también di" ya que para eso no es menester maestro, que no

faltando el valor con su natural obrará, y como cada deseo de dar es a la contingencia y

quedará contento con haber dado un palo, que es lo común, pero aquí no se trata de acasos

sino de ceñirse lo que más posible fuere: ha de pasar por los primeros rudimentos y en

teniendo algún conocimiento podrá empezar a batallar, si su natural le hubiere dado la

compresión que necesita y tuviere entendidos los términos de doctrina que si maestro siguiere

radicalmente, será defensor de su misma verdad, pero si no, es de los comunes porfiantes.

Entre las varias opiniones que de los autores ha habido, no se halla otra la esclarecida como la

de Don Luis Pacheco de Narváez y su verdadera intención, sumo fénix de la ciencia, pues a él se

le debe la claridad y conocimiento verdadero de la cosa, por su causa y reglas por donde nos

guiamos y no a disparatadas proposiciones como se han visto, sin tener objeto a qué mirar,

como en sustancia las demás ciencias lo tienen y la que nosotros profesamos, pues lo es la

defensa propia natural. Y aunque en el libro de nueva ciencia [5] dice Don Luis en la definición

144 "Objeto es el cuerpo del hombre, donde se ejecutan las heridas" es en general, que en

particular es la propia defensa y conviene, pues de otra parte dice "Conserva la defensa, que en

ella hallarás la ofensa".

La de estos no mira más de su opinión fantástica y mal fundada y en la parte teórica censurarlo

todo sin darle verdadera inteligencia, de manera que, en faltando esta, se redujo la razón a un

perpetuo disparate o a hinchazón exterior, abundando en sus errores, traen a los ignorantes

tras de sí, como vencejos que quieren enseñar a volar a sus hijos y para que no se pierdan todo

es griterío y esto no le basta, pero no servirá de embarazo a nuestro intento, pues es tan fuera

de la malicia y dedicado al provecho general de los que hubieren de saber algo con perfección,


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en esta facultad, no atendiendo más que a la utilidad del bien común, y declaración de algunos

puntos de la doctrina de este insigne autor.

Empiezo con sus mismas obras y de los más familiares que han sido: Don Francisco Antonio de

Ettenhard y don Francisco Lorenz de Rada, autores clásicos y en su parecer se puede confiar y

no en variedades, pues hemos de estar fijos en el conocimiento de lo que dice Don Luis en el

aforismo segundo "No se haga ninguna cosa resistiendo, pudiendo hacerse ayudando" pues el

mayor al menor y el menor al mayor y el mas flaco al mas fuerte y el fuerte al flaco, será mas

fácil ayudar que resistir. Entienda y guarde esta doctrina, el que quisiere imperar sobre los

movimientos de su contrario que sufrieren mixtos, pero advierta que el atajo queda

exceptuado de todos.

La discreción de cualquier tratado es dar a entender desde luego su contenido y considerado lo

que para manifestar con claridad lo que nuestro autor y maestro don Luis Pacheco dice en sus

escritos, es necesario valerse de su doctrina, empezando con la forma de empuñar la espada,

aunque en este punto hay diferentes opiniones, la mía es por las razones que no me parecen

sin razón.

Empuñada la espada con un dedo está mas liberal para formar lo que quisiere, acta para la

planta de bella española, familiar a la rectitud de atrás, que dieron por nombre italiana,

defendido para los rodelazos y derrotos,[6] porque este género de doctrina vulgar mientras

más apretada mas bien la sacan de la mano y, en suma, esto es hacer memoria, no aumenta ni

disminuye la ciencia y por esta razón no me detendré por pasar a lo que importa, declarando de

las grandezas de Don Luis, hombre tan venerado de los españoles.


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DIALOGO

Primera pregunta

Preg. ¿Cómo se debe afirmar el diestro en el ángulo recto y sobre él y cuál es la planta de

defensa?

Resp. El diestro se afirma en el ángulo recto, que es la planta de defensa, cuando tiene el brazo

y espada derechos, como nacen del cuerpo, sin que participen de los cuatro extremos arriba,

abajo, a uno ni a otro lado, según la definición dieciséis. Esta sobre él cuando el pie derecho

corresponde con la línea del diámetro inferior y el izquierdo ocupa su línea infinita y entre uno

y otro pie quede de distancia medio.

Preg. ¿Dónde se considera el ángulo?

Resp. Aquí debajo del brazo derecho

Preg. ¿Ahí se pueden cambiar a otras especies de ángulos?

Resp. Sí, porque cuando subo la espada y el brazo hacia arriba formo el ángulo obtuso, por la

definición quince. Bajando el brazo y la espada hacia abajo formo el ángulo agudo, por la

definición once.

Preg. ¿Hay otras especies de ángulos?

Resp. Sí, el mixto, conforme a la definición catorce.

Preg. ¿Este nombre de ángulo que significa?

Resp. Lo mismo que decir rincón, como los tiene cualquier edificio, no siendo redondo, porque

ángulo es la inclinación de los líneas, que se tocan en un punto y no están derecho, por la

definición diez.

Preg. ¿Considerando al diestro afirmado en el ángulo recto y sobre él, que se sigue que haga

ahora?

Resp. Que empiece las proposiciones.

Preg. ¿Qué son proposiciones?

Resp. Lo mismo que tretas

Preg. ¿De qué se componen estas tretas?

Resp. De los movimientos, que es su común materia

Preg. ¿Y cuantos géneros hay de movimientos?


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Resp. Género no hay mas que uno, pero especies seis

Preg. ¿Cuáles son estas especies?

Resp. Violento, natural, remiso, de reducción, extraño y accidental.

Preg. ¿Hay mas movimientos?

Resp. Unos que llaman mixtos

Preg. ¿Y cuáles son?

Resp. Son los que se hacen con una acción sola y por ser contrarias especies se mixturan

Preg. ¿Como se entiende esto?

Resp. Supongamos que desde el ángulo recto subió la espada hacia arriba y a un lado. Estos

movimientos son mixtos, como si la bajasen, apartasen y llevasen hacia atrás.

Preg. De estas seis especies de movimientos ¿Cuantas tocan al brazo y cuantas a la muñeca?

Resp. A la muñeca corresponden cuatro y al brazo dos, si bien los puede hacer todos el brazo

Preg. ¿Cuáles son los que corresponden al brazo y cuales a la muñeca?

Resp. A la muñeca toca el violento, natural, remiso y de reducción y al brazo extraño y

accidental

Preg. ¿Todos estos movimientos ejecutan heridas?

Resp. No, porque tienen contradicción los unos con los otros

Preg. ¿Cuáles son las que son contrarias?

Resp. El violento al natural. El remiso al de reducción y el extraño al accidental

Preg. ¿Cuantas rectitudes generales hay?

Resp. Seis, en que se puede afirmar el diestro, sin ser posible afirmarse en otras

Preg. ¿Cuáles son estas?

Resp. Arriba, abajo, a un lado y al otro, atrás y adelante

Preg. ¿Cuáles son las tres dimensiones del cuerpo?

Resp. Longitud, latitud y profundidad

Preg. ¿Que es longitud?


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Resp. Lo que tiene de alto un hombre

Preg. ¿Que es latitud?

Resp. Lo que tiene de ancho

Preg. ¿Que es profundidad?

Resp. Lo que tiene el cuerpo de hondo, que es desde la punta de la espada hasta la vertical

derecha, estando afirmado en el ángulo recto.

Preg. ¿Que quiere decir dimensión?

Resp. Lo mismo que medida

Preg. ¿Como se elige el medio de proporción?

Resp. Se entiende, cuando se afirman los dos combatientes en el ángulo recto, que no pasen las

puntas de las espadas de los pomos.

Preg. Y estando las dos espadas así, ¿las líneas que nombre tienen?

Resp. Se llaman líneas paralelas, porque están en derecho y no se tocan.

Preg. ¿Cuantos modos hay de herir?

Resp. Según don Luis, cinco.

Preg. ¿Cuáles son?

Resp. Medio tajo, medio revés, tajo, revés y herida de estocada.

Preg. Pues, ¿como dicen algunos que no hay mas de dos?

Resp. En la vulgar esgrima así se puede entender, que es cuchillada y estocada, pero conforme

a ciencia son cinco.

Preg. Y esos modos de herir ¿en qué se componen?

Resp. De los movimientos que es su común materia.

Preg. Se entiende en esta ciencia[7] que hay partes distintas. Así pues ¿los movimientos son

materia de las tretas?

Resp. Innegable es, pues la ciencia de las armas se compone de causa, materia, forma y efecto.

Preg. ¿Cuáles son esas?

Resp. La causa eficiente es el individuo, la instrumental, la espada, la materia los movimientos,

la forma la treta y el efecto la ejecución de la herida o la defensa donde acaba el término.


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Preg. ¿De defensa cuantos modos hay?

Resp. Cinco: Angulo recto, atajo, movimiento de conclusión, movimiento de diversión y

agregación, en que van inclusos los tres medios universales. [8]

Preg. Siendo la común materia de las tretas los movimientos, ¿de cuantos y cuales se compone

el medio tajo, el medio revés, el tajo, el revés y la herida de estocada?

Resp. El medio tajo se compone de dos movimientos, que con remiso y de reducción y tal vez

participa del violento.

El medio revés de los mismos.

El tajo de tres, remiso, violento y natural.

El revés de los mismos movimientos que el tajo, siendo de causa libre, que de causa sujeta

habrán de ser cuatro y entonces el primero será natural.

La herida de estocada de dos movimientos, que son extraño y accidental.

Preg. ¿La herida de estocada se puede componer de un movimiento?

Resp. Sí, pero será mediante compás.

Preg. ¿De qué especie puede ser conforme a ciencia?

Resp. Transversal o curvo.

Preg. ¿Son necesarios compases para estas formas?

Resp. Sí, porque sin ellos no se podría llegar a los efectos de las nuevas causas.

Preg. ¿Son géneros o especies?

Resp. Especies, que género no hay mas que uno.

Preg. ¿Y cuantas especies hay?

Resp. Especies simples cinco.


Resp. Recto, extraño, transversal, curvo y de trepidación. Otros dos hay que son: Trepidación y

extraño, transversal y curvo a quienes llamamos mixtos.

Preg. Volvamos a ver en cuanto a las tres especies de ángulos ¿Cuáles son sus efectos?

Resp. El recto con su mayor alcance, detiene lo que quiere llegar. El obtuso detiene lo que

quiere bajar y el agudo lo que quiere subir.


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Preg. Probado es, pero no se ha dicho, ¿Qué especies de movimientos ejecutas las heridas?

Resp. Eso es fácil de entender, pues el movimiento de reducción ejecuta el medio tajo y el

medio revés. El tajo y el revés, el movimiento natural, y el accidental la herida de estocada y no

puede ser lo contrario.

Preg. ¿Cuáles son y por qué se llaman movimientos cardinales?

Resp. Violento, natural, remiso y accidental se llaman y lo son por ser el centro de todos los

demás.

Preg. ¿Cuál es la regla universal? [9]

Resp. El atajo.

Preg. Pues para ponerle el diestro ¿Qué movimientos y cuales ha de hacer?

Resp. Tres, y sus especies son: Violento, remiso y natural.

Preg. ¿Cuáles son los movimientos, que no son conocidos por sus mismos nombres?

Resp. El de disminución y aumento.

Preg. Pues tenemos puesto atajo, precisamente necesita de definición.

Resp. La definición veintiuno del Nueva Ciencia dice así: Atajo es, cuando una de las armas se

pone sobre la otra, no en alguno de sus extremos, y con mayores o iguales grados de fuerza la

sujeta, y hace que cualquier treta que formare, sea con mas movimientos, y participación de

mas ángulos de los que pide la simple naturaleza suya.

Preg. Habiendo puesto atajo, conforme la definición del cruce de estas dos líneas, ¿cuantos

ángulos se causan?

Resp. Cuatro

Preg. ¿De que especie son?

Resp. Obtusos y agudos

Preg. ¿Los obtusos cuales son y cuáles son los agudos?

Resp. Los obtusos, los que abren y los agudos los que cierran.

Preg. De las dos espadas ¿Cuál es la que causa ángulo superior?

Resp. La que sujeta, que la que está debajo causa ángulo inferior.

Preg. ¿Cuál de estos ángulos es ocupable?


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Resp. El interior que corresponde al que puso el atajo.

Preg. ¿Como se ocupa este ángulo?

Resp. Metiendo el cuerpo entra la capacidad de las dos líneas.

Preg. ¿Como se pasa por debajo del ángulo?

Resp. Cuando se pasa por debajo de las espadas, mediante movimiento de diversión.

Preg. Sepamos como se pasa por delante del ángulo.

Resp. Se pasa por delante del ángulo, en el medio transferido de la tercera general.

Preg. ¿Qué es medio transferido?

Resp. El que toma el Diestro para sí, quitándoselo a su contrario.

Preg. ¿Y que es medio?

Resp. Un acto que está entre dos extremos.

Preg. ¿Qué es extremo?

Resp. Respondo primero donde empieza, pero hay dos, que es fin, donde para, y a este se llama

extremo propincuo y al otro remoto, con que entre los dos está el medio.

Preg. ¿Y en razón del medio que mas se puede decir?

Resp. Medio proporcionado propio, apropiado y transferido.

Preg. Cuantos medios proporcionados hay?

Resp. Nueve, según don Luis Pacheco de Narváez y sus escritos, en el libro de Nueva Ciencia,

folio 252.

Preg. ¿Cuantos planos se consideran entre los combatientes?

Resp. Tres, según el mismo autor.


Resp. Afirmado el diestro en el ángulo recto, es el superior. El de en medio es donde están las

espadas puesto atajo o hecha agregación. El inferior es donde están los pies y líneas circulares.


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Preg. ¿Cuáles son los cinco caminos?

Resp. Los dos vienen por los grados del perfil y tres por la postura de la espada, hasta ponerse

el diestro en contraposición de aspectos.

Preg. En la destreza de las armas ¿Que quiere decir aspectos?

Resp. Aspectos quiere decir, entre los combatientes, el modo de mirarse o estar afirmados. Y

son cuatro por don Luis Pacheco, en su Nueva Ciencia, folio 279. Oposición es cuando están

afirmados en ángulo recto. Igualdad de aspectos iguales cuando tienen hecho movimiento de

conclusión y está ocupando el que lo hizo la línea infinita de su contrario. La contraposición es,


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cuando le mira derechamente las espaldas, la igualdad de contrarios aspectos es, cuando en su

grado ha ganado todo el perfil el diestro y tiene su hombro derecho correspondiente al

izquierdo del contrario.

Preg. ¿Cuál es la primera escala de la destreza?

Resp. La moción, mensuración, elección, privación, sujeción y disposición.


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NOTICIA DE LOS COMPASES

Compas es un movimiento que hace el cuerpo cuando deja un lugar para ocupar otro, como

quien da un paso. En género no hay mas que uno, sus especies son cinco, y sus nombres:

Recto, este compás dice don Luis en la nueva ciencia, en la definición 37, no lo haga el diestro

por la línea del diámetro común, que por la particular no se prohíbe, y para esto pongo por

ejemplo, si habiendo pasado el diestro con el compás transversal, de dos pies y medio o tres, el

contrario disminuyese distancia haciendo moción sobre su centro, o sacase el pie izquierdo

quitando aquel medio proporcionado, como no abra los ángulos, es muy acertado hacer

compás recto, por aquella línea, que es del diámetro particular del diestro. Y así el autor está

bien entendido y conviene con su definición.

El extraño o retrocedente es el que se hace hacia atrás. El transversal, el que se hace al lado

izquierdo del que opera, unas veces es de cantidad de dos pies y medio y otras de tres.

El curvo, conviene que sea de cinco pies, según su medio proporcionado, pues le tocan las dos

generales, flaqueza debajo y encima de la fuerza, que para las otras de estrechar y línea en

cruz, ha de ser transversal al lado donde se hace el curvo.

El de trepidación, es el que se hace a cualquiera de los lados por las líneas infinitas, que

demuestran en el círculo, no van hacia delante ni atrás. Otros dos compases hay que son el de

trepidación y extraño, el de transversal y curvo, a los que decimos mixtos, este se hace, como lo

demuestra don Francisco Antonio de Ettenhard, en su compendio. Para mas claridad, para el

diestro el pie derecho, para el transversal y se para en la cuarta parte del círculo, y el izquierdo

va por su circunferencia a ocupar la línea infinita del contrario y el derecho, que es el que hizo

el compás mixto, se pone detrás del izquierdo cortando la misma línea.

El de trepidación y extraño es de la jurisdicción de ambos pies, así lo dicen don Luis y don

Francisco Antonio, a la parte de afuera y el izquierdo solo a la parte de adentro, porque el mixto

de trepidación y extraño hecho con el pie izquierdo a la parte de afuera, goza de dos actos, y

con el pie derecho no mas de uno y por esta razón conviene que se haga con el derecho.


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NOTICIA DE LA OPOSICIÓN DE LOS COMPASES

El compás recto, que naturalmente camina por la línea del diámetro, para acercarse el diestro a

su contrario, granjeando la distancia vence al extraño, que por la misma línea la disminuye,

retrocediendo con violencia.

Los compases transversal y curvo y de trepidación y el mixto de trepidación y extraño se

oponen y vencen al recto, quitan el cuerpo del lugar donde tenía correspondencia la espada

contraria.

El compás transversal es vencido y opuesto de su misma especie y del curvo, y este del

transversal.

A esto se reduce la explicación de este punto con las esperanzas de mas noticias en adelante,

porque cuanto mas se fuere prosiguiendo en declarar los fundamentos y proporciones prácticas

de esta ciencia, se irá adquiriendo con mas realidad su conocimiento de las demostraciones,

porque no hay cosa mas igual entre los combatientes que la desigualdad en líneas, por donde

se consigue la oposición en los compases.

Una prolijidad, mas de fuerza que de curioso, que desvelo en los estudios es que cuando se

hagan los compases se advierta, que en haciendo el compás recto se ha de sentar el talón del

pie derecho antes que la punta. En haciendo compás extraño, la punta del izquierdo. En el

transversal ha de ser el talón del pie derecho. En haciendo el curvo sentará la punta del pie

derecho. En haciendo el de trepidación a la parte de afuera con el pie derecho, ha de sentar la

punta del mismo. En el de trepidación a la parte de adentro, con el pie izquierdo, ha de sentar

el talón primero. En el compás mixto de transversal y curvo, ha de sentar el talón del pie

derecho y en pasando con el izquierdo ha de sentar la punta del mismo y, cuando lo acabe con

el pie derecho, ha de sentar la punta y en los compases mixtos de trepidación y extraño de la

parte de adentro y de afuera ha de sentar la punta.

COMO SE ELIGE EL MEDIO DE PROPORCIÓN

El medio de proporción es distancia donde se afirman los dos combatientes al empezar las

tretas y pasar a los medios proporcionados. Es una línea que divide el círculo, la cual llamamos

diametral, tiene de largo ocho pies y medio. Esta es la común a entrambos, donde señala la

letra B y la A. Y en pasando a alguno de los medios proporcionados, será particular y queda de

seis pies en unas partes y en otras de cinco, esto por medio de los compases se consigue su

conocimiento para cumplimiento de los nueve medios que aquí van demostrados. En el plano

superior no han de pasar las puntas de los pomos y estando los brazos y espadas tendidas en

razón de ángulo recto que venga con su definición antedicha.


24

NOTICIA DEL ATAJO

Es regla universal, y aunque pudiéramos decir que era de cortos ánimos seguir solo lo que dice

el autor,[10] no me persuado que se adelanta nada en apartarse de lo que con tanto cuidado y

tal juicio estuvo anhelando para reducir a los que dicen en público que lo siguen y en secreto

suelen mudar de parecer, por autorizar la persona y lo razonable es seguir al escolástico

científico en la facultad que se ejerce. Pongo por ejemplo ¿La patria del que tiene obligaciones

se ha negado nunca?. No, pues lo mismo debe ser el autor, pues no tiene partes para negado y

en una de tanta importancia, como el atajo en que hemos tropezado todos y vemos que el

Fénix don Luis, el estado que se da en todos sus escritos, don Salvador Jacinto de Garay:

Comentario de don Luis Pacheco en el tratado que hizo el año 1672 en los diez y siete sujetos

que son:

El cuerpo del hombre, como objeto de todas las acciones, que el agente ha de pasar en él.

Líneas y figuras geométricas, que en él se consideran. Rectitudes o partes en que se puede

afirmar. Movimientos que puede hacer. Compases que puede dar. Líneas por donde ha de ir.

Ángulos que ha de formar. Círculos reales e imaginados, en los planos superiores e inferiores

que se pueden dar en la distancia de entre los dos combatientes. Medio de proporción. Medio

proporcionado. La herida en universal y particular. Tajo, revés, en género y especies. Medio tajo

y medio revés. Estocada, acometimiento y defensa en todo y por todo y esto por medio del

atajo, en ángulo recto y movimiento de conclusión, valiéndose para ello del movimiento de

conclusión y el desvío.

Este texto se encuentra en la tercera hoja del prólogo, que hace don Luis Pacheco de Narváez al

lector en su libro de engaño y desengaño.[11] Y don Francisco Antonio de Ettenhard, claridad

de ignorantes, lo que dice en su compendio. Don Francisco Lorenz de Rada, aviso de perezosos,

en la carta que escribió el año 1684 dice haberlo por una y otra parte de primera intención. Y en

el libro segundo, Crisol de la destreza, de la misma manera. El Comendador don Jerónimo

Sánchez de Carranza, dijo que era treta. Don Francisco de Añasco, puso todo su conato en él.

Don Miguel Pérez de Mendoza y Quijada dijo en su resumen lo que pudo. Don Antonio de Yuste

dijo que toda detención de herida era atajo. Don Luis Méndez de Carmona el libro que escribió

el año de 1640. En todas sus tretas comienza por el atajo, aunque mal entendida su forma, pues

no tiene el movimiento en vía, que es lo que nuestro autor manda y que tenga las partes en que

lo dejó instituido que son: Sujeción, privación y disposición y pues el diestro tiene elegido el

medio de proporción, para formar alguna treta es preciso que sea de primera intención, para

ponerlo con privación común ha de hacer tres movimientos, por cualquier parte que lo ponga.

Por la de adentro son violento, remiso y natural. Por la de afuera los mismos, haciendo con la

muñeca el violento. El remiso y natural caerán mixtos, ayudando el medio brazo quedará

puesto por la parte de afuera, pero será de privación común, ya que este no puede gozar de


25

privación absoluta, como el de la parte de adentro y no por ello son dos atajos, que quien dijo

árbol, dijo árboles y así no es mas que uno, que sus partes son tres, privación común, privación

particular y privación absoluta. Goza de estas en la forma siguiente: Cuando se pone de primera

intención, por la parte de adentro en cortando la línea, es de privación común y en este acto

han de estar formados cuatro ángulos, los dos obtusos y los dos agudos. El movimiento remiso

que hubiere hecho lo más en vía que fuera posible y los ángulos mas cercanos de sí, que del

contrario. El segundo ha de pasar sin perder la sujeción, con el compás transversal a su lado

izquierdo y si la herida hubiera de ser en la línea colateral derecha, ha de tener dos pies y

medio y se ha de apartar de la del diámetro medio pie.

Si fuera para la vertical, y cuarta parte del círculo, ha de tener tres pies y se aparta de la línea

del diámetro pie y medio. Este es el estado segundo y privación particular y disposición para

herir, caso de que convenga. En esta forma se debe entender cuando haya llegado a los medios

del atajo a ocasionar los efectos de privación al contrario y disposición para sí, pues se reduce a

que no pueda formar más de revés, medio tajo o estocada.

Después de los medios se prosigue a conseguir los fines, donde se reconoce la perfección de la

obra y pues está en términos de tratar tal atajo en su fin, digo que lo tiene cuando el diestro,

desde el medio, que es donde lo consideramos en la antecedente posición pasa haciendo

compás curvo con el pie izquierdo y ocupa con el cuerpo la capacidad del ángulo, que del

tocamiento de las espadas se ocasionan a quien propiamente llamamos agudo interior y luego,

sujeta con la mano izquierda la guarnición del contrario, haciendo la poderosa acción del

movimiento de conclusión donde da fin el atajo.

No ignoraban estos autores, que en el aforismo 73 puede oponerse al atajo, antes de que haga

el movimiento de conclusión, pues dice en él, que cuando pase con el pie izquierdo el actor, el

paciente meterá el derecho y cerrará los ángulos, haciendo movimiento de diversión, hará lo

mismo que quería hacer el que puso el atajo. Y pues es el que tiene debajo de su jurisdicción a

los acometimientos perfectos, no se le debe quitar el lugar que le dieron unos hombres de

tanta ciencia y experiencia y si todas las tretas reducidas en acto tienen oposición, y el atajo no

es treta, con más facilidad se puede oponer, quitando la espada de en medio, o bajándola al

plano inferior o abriendo los ángulos o uno de los modos de sacar la espada del lugar peligroso

u oponerse sacando el pie derecho cuando va pasando el contrario, haciendo sujeción en la

espada contraria, mas considerando que ha de estar en el centro de los movimientos, que es el

ángulo recto, no me parece que pueda haber opinión contraria, ajustándose a los preceptos de

esta ciencia nueva. En el aforismo 32 dice: "El revés diagonal contra el tajo vertical, puede

formarlo el diestro desde el extremo remoto y en el propincuo como con este haga movimiento

de conclusión”.


26

“El tajo solo desde el remoto, en lo contrario no aseguro su defensa”. El aforismo bien da a

entender que no pudo formarse sin preceder el atajo de primera intención. Esta proposición

parece bastante, cuando no hubiera todas las referidas, para saber las excelencias de esta regla.

Mas autoridades pudiera poner para esta confirmación y no las pongo, por no creer que haya

quien a esta verdad se oponga y así se tratará de dar a entender los cinco caminos, por su

conclusión.


27

SIGUESE LOS CINCO CAMINOS

Sigue la demostración de los cinco caminos para obrar las heridas, así de primera como de

segunda intención, según la conclusión quinta del examen de maestros[12] que su tenor es

este: En la circunferencia, que en la superficie plana se imagina entre cuerpo y cuerpo de dos

combatientes, se considera una línea diametral, cuatro ángulos rectilíneos, seis sextas partes de

círculo, cinco caminos para las heridas de primera y segunda intención,[13] dos líneas mixtas

para los tajos y reveses, una línea infinita, que le toca y cada una de estas es distancia

determinada para la herida que le corresponde y no hay otra.

En la demostración se enseña prácticamente los cinco caminos considerando tres por la postura

de la espada, que son los puntos C, D y E y dos por los grados del perfil, que son los puntos L y

M. El primer punto C corresponde la herida a la colateral derecha mediante la sujeción de atajo.

D es el segundo y corresponde la herida a la vertical derecha, en mor de la sujeción. Punto E es

para hacer movimiento de conclusión. Punto L es para formar la segunda de estrechar o

primera general de línea en cruz y corresponde la herida de esta a la vertical del pecho. Punto

M es para formar tercera o cuarta flaqueza, debajo y encima de la fuerza y corresponde la

herida a la vertical del pecho. Estos no salen de la circunferencia, aunque son de los nueve

medios proporcionados.


28

DECLARANSE LOS NUEVE MEDIOS PROPORCIONADOS

teórica y prácticamente

Los nueve medios proporcionados, obra de tanta importancia, como por sí se ve y don Luis lo

dice en su Nueva Ciencia, folio 258, que sabiendo la cita es fácil verlos a los curiosos y hombres

familiares a esta ciencia, porque solo se reputa por hombre aquel que sabe, en cualquier

facultad, de esta tratamos ahora, dando principio a esta obra, tan deseada de todos y poco

alcanzada de muchos.


29

El medio proporcionado primero es el que don Luis dice haya de hacer un compás transversal

de cantidad de dos pies y medio y se aparta de la línea del diámetro medio pie y queda de su

contrario seis pies. Esto se ve en la demostración en la letra C y corresponde la herida a la

colateral derecha.

D es el medio proporcionado donde corresponde la herida, en la vertical derecha, anda tres

pies de compás y se aparta de la línea del diámetro pie y medio y queda apartado de su

contario seis pies. Este compás, porque baja a herir en razón de ángulo agudo y va en oposición

de aspectos. Sirve para el movimiento de conclusión, cuando se toma licencia de ir en aspectos

de oposición y con solo el compás de pie derecho, no teniendo el contrario daga en la mano

izquierda, que por estar entonces su latitud fuera de todas las líneas del cuerpo contrario y

tener lo contenido dentro de un triángulo escaleno, se permite. Anda cinco pies de compás y se

aparta del contrario otros cinco, que es lo que tienen de largo ambos brazos y de la línea del

diámetro dos y medios y también es conveniente distancia para si el contrario con solo

movimiento de la parte, que es el brazo, quisiera herir de estocada en los pechos, por la parte

de afuera de la espada, se le aplicará la cuerda, que es la espada en que tiene puesto el atajo al

arco que hace el contrario con la suya, pero padeciendo y no intentando cosa alguna para

poder alcanzar libremente con la mano izquierda la guarnición del contrario, sin que su cuerpo

haga el extremo habiendo pasado con el compás antes de sentar el pie izquierdo, hará una

moción sobre la punta del derecho y quedarán como la demostración enseña.

F Donde se remata posicionalmente. Ya todo lo que se ha dicho, en contrario de esta

admirable, cuando poderosa obra satisfacemos en su lugar para que se conozca donde tuvo fin

y perfección los actos del movimiento de conclusión, quedando los dos combatientes en

igualdad de aspectos iguales y ocupando el diestro la línea infinita del contrario, con su pie

izquierdo, y el derecho cortándola en ángulos rectos y de distancia, entre uno y otro hay cinco

pies, que es lo que tienen los brazos de largo.

G También le da tránsito E, desde donde se hiere al contrario, en la vertical de la espalda con

revés o estocada, haciendo precedido su desvío al acometimiento perfecto siendo el compás

curvo con el pie izquierdo de cantidad de seis pies y la posibilidad de ello, y doctrina para

conseguirlo se hallará en doscientas setenta y nueve del mismo libro en aspectos iguales y

desiguales y aquí queda en contraposición de aspectos.

H Lugar determinado para la formación del tajo diagonal y la estocada en la colateral derecha o

vertical, ambas heridas después de tiempo contra el revés vertical del contrario. Si no diera

compás anda seis pies y si el pie izquierdo fuera por la línea curva y si transversal con el

derecho que con uno y otro se puede hacer; tendrá menos que andar y en cualquiera se aparta

otros seis pies, aunque por ser estas tretas instantáneas, podrá el diestro ejecutar la herida y


30

apartarse lo que quisiera. Esto es cuando a las tretas de primera y segunda intención por la

postura de la espada.

L Es el medio que pertenece a las dos tretas generales estrechar y la línea en cruz, anda tres

pies de compás y se aparta de la línea del diámetro pie y medio y del contrario seis pies, ganarle

los grados al perfil.

M Es el lugar determinado para las otras dos generales, poniendo la flaqueza de la espada

encima y debajo de la guarnición contraria. Se llega a él con un compás curvo de cinco pies se

parta de la línea del diámetro tres y medio y del contrario seis. Consideración que las dos de

línea en cruz y la de estrechar se comienzan con la espada y se acaban por ella y las de flaqueza

debajo de la fuerza y encima se deja libre en el tiempo de la herida, necesitan de mayor compás

y ganar los grados al perfil.

N A quien le da tránsito

M Es desde donde se ejecuta el tajo vertical o la estocada en la total perfección. Adviértase que

los dos medios proporcionados de segunda intención son el tajo diagonal contra el revés

vertical y el revés diagonal contra el tajo vertical y sin contradicción alguna: El uno hasta el

punto H y el otro hasta el punto N y el como se ha de quedar apartado seis pies de su contrario

lo verá en la demostración.


31

NOTICIA DE LA CONCLUSIÓN CINCUENTA Y CINCO

En su realidad el tenor es este: Sin hacer, ni comenzar el diestro proposición particular ni

general ni hacer en la espada del contrario sujeción, terminación ni diversión, se puede reducir

la potencia general de su obra particular de suerte que, no alterando la naturaleza de las

heridas en género ni en especie, queden los diversos puntos de tocamiento que les compete

reducidos a solo uno conocido determinado y dado voluntariamente de cuyo conocimiento

preceda mas seguro efecto en la defensa.

Ya se sabe que en el ángulo recto no da punto por estar contenido detrás de una línea y en esta

planta de la cincuenta y cinco ha de estar detrás de un triángulo escaleno, pues desde la

posición antecedente pasará la mano al hombro izquierdo, tendido el brazo correspondiente su

punta de espada a la colateral derecha del contrario y da el punto por la parte de afuera y en su

colateral es el conocido y dado voluntariamente por cuya razón y porque no puede el contrario

en ordenada potencia tirar la herida a otra parte mas de aquel punto, se reconoce estar

entendida la conclusión y por qué estar en el ángulo recto es potencia general según la

definición 130.

Por la inclusión que tiene la definición 28, con esta conclusión, no podemos dejar de referirla y

hablando con sus mismas palabras dice: "Los movimientos de diversión, absoluto y de

conclusión, en especie, no son unos mismos sino diferentes, porque el primero solo divierte los

movimientos sin pugnar contra la naturaleza de ninguno, de suerte que aunque su continuación

proceda en infinito, le sea imposible conseguir fin perfecto y quita el que no tengan punto de

tocamiento las tretas que el contrario comenzase, sin obligarse el diestro a mas, si no quisiera”.

El segundo destruye las formas reducidas en acto y da potencia para solo una herida.

El tercero no solo destruye lo reducido en acto, sino priva la general de lo que está en potencia,

dándola al diestro para todas las heridas. El de diversión es el que divierte. El de conclusión

destruye toda la general potencia y priva con absoluta potestad de poder herir como le

pareciera al que lo hubiera hecho.

El absoluto priva lo reducido en acto y da potencia para una herida. Este movimiento no está

entre los demás, como las seis especies simples de violento, natural, remiso, de reducción,

extraño ni accidental, ni los mixtos el de disminución, ni aumento, ni circular, ni semicircular, ni

el local ni el de diversión, ni el oblicuo, ni el movimiento cero, que por la definición 170 nos dice

don Luis en su Nueva Ciencia: “Cero en destreza es el movimiento que hace el diestro buscando

disposición para herir o sacando la espada del lugar peligroso, que el por sí no hiere, pero da

valor para herir al movimiento que le sigue y por otro nombre se hace acometimiento”.

En la conclusión 55, sin salir la mano del paralelogramo, que es entre los dos hombros del

diestro, este es el movimiento absoluto, advirtiendo que cuando esté correspondiendo al


32

hombro izquierdo ha de estar la mano algo uñas arriba, y por el tocamiento que hace la espada

del diestro por la parte mas ancha suya, la desvía mas que si estuviera de filo, y cuando el

hombro derecho del diestro, que es el que forma, ha de estar la mano algo uñas abajo, y toca la

parte mas ancha de la espada junto a la guarnición y entonces es, cuando tiene la potestad para

quitar lo reducido en acto y poder dar la herida, por no haber salido la punta de la espada de

entre los dos cuerpos, esta moción que hace la muñeca es la perfección del movimiento, y el no

salir la espada del diestro de entre los cuerpos es, absolutamente, a mi parecer el movimiento

absoluto. Y con esto paso a dar principio a los términos de estas reglase, en que va repartida la

enseñanza.


33

PRIMERA REGLA

Término 1

Pasa el diestro, mediante el compás, a cumplir su distancia, y tira la herida y se vuelve a salir al

medio de proporción y en este caso el contrario le tira la herida por la parte de fuera, donde le

pondrá atajo. Si después la tirase por la parte de adentro se agregará el diestro a la espada

contraria con la suya y cuando no hiera, quedará defendido.

Término 2

Como se ha dicho, puesto el atajo, para por medio del compás transversal y tira la herida a la

colateral derecha y vuelve a salir al medio de proporción y si el contrario saliese a herir

haciendo el compás curvo o de trepidación, a la parte de afuera, se sigue la unión, por una o

dos veces, poniéndole atajo y por la misma sujeción se le tira a la herida y se sale al medio de

proporción.

Término 3

En poniendo atajo, el compás que se sigue es transversal y siendo de cantidad de tres pies, y

apartando de la línea del diámetro la cantidad dicha, descubrirá la línea vertical, cuarta parte

del círculo donde tirará la herida sin perder la sujeción, volviendo la mano uñas arriba la

conseguirá, y luego saldrá al medio de proporción, y si el contrario circundase, se le sigue la

unión y se mete la espada por sujeción, a dar la herida en la colateral derecha o el rostro y en el

caso de desvío se corta por medio tajo y se sale al medio que hemos dicho.

Término 4

En la misma conformidad, y con los mismos requisitos de meter la espada, se corta con revés

vertical y se sale al medio de proporción.

Término 5

Sin guardar la regla del atajo, tirada la herida por sujeción o agregación, de primera intención,

haciendo primero, en corta cantidad, movimiento semicircular por debajo de la espada

contraria o haciendo movimiento remiso, como quien va a poner atajo, se tira la herida, y en el


34

desvío se corta con medio tajo y se entra mediante movimiento de diversión al extremo

propincuo, haciendo compás mixto de transversal y curvo, se hace movimiento de conclusión.

Término 6

En la misma conformidad, se corta revés y se acaba con las mismas prevenciones y se queda en

su final en igualdad de aspectos iguales, hombro izquierdo del diestro con derecho del

contrario, y en este término, como en todos los que lo permiten, se salga del movimiento de

conclusión, con la espada correspondiente a la colateral derecha o el rostro, y ocupando la línea

del diámetro superior, por donde no podrá entra la contraria.

Término 7

Este mismo revés y las acciones mismas se hace y se consigue cortar revés, diferenciándose en

que no ha de haber mas de compás curvo, con el pie izquierdo.

Término 8

Sirviendo este de principio, se corta de revés y, estando dentro, se reitera o se duplica el

círculo, acabando el revés y quedándose en herida de estocada, hiriendo por la parte inferior de

la espada contraria y se hace movimiento de conclusión.

Término 9

Empezando por el atajo o tirando la herida por agregación (que una y otra es de primera

intención, pues el contrario no ha hecho movimiento alguno) se cumple la distancia mediante

el compás transversal y en el desvío se forma medio tajo con los movimientos que le

pertenecen, que son: Remiso y de reducción, y al ejecutarlo si hiciera desvío el contrario,

empieza el movimiento circular y se ejecuta tajo vertical y se entra al extremo propincuo,

acabando con movimiento de conclusión.

Término 10

No diferenciando en la primera forma de herida, y cumplida la distancia, que esta precisión

mira a todos los términos, porque no se deje de cumplir, ya que sin ella será vicioso cuanto se

hiciera, ha de formar revés, habiendo hecho desvío el adversario y sin ejecutarlo el diestro, crea


35

tajo vertical y entrará al extremo propincuo y hará movimiento de conclusión y a este término

llama don Luis acometimiento circular, que es cuando se acomete con treta de revés y se

ejecuta el tajo y todos los movimientos de conclusión, que en esta forma se hacen, lo son de

segunda intención.

Término 11

El movimiento de conclusión de primera intención es el que se hace habiendo puesto el diestro

atajo y padeciendo el contrario, pasa el diestro con un compás transversal doble que consta de

cinco pies geométricos, que se componen cada uno de una tercia y se aparta de la línea del

diámetro común por la transversal y queda dentro del cuadrado del plano inferior o suelo y

apartado de la línea del diámetro común dos pies y medio y de su contrario cinco y para darle

perfección, desde aquí pasa primero con el pie izquierdo y le acompaña el derecho a ocupar la

línea infinita del pie derecho contrario con el pie izquierdo suyo y el derecho la corta en ángulo

recto y queda en igualdad de aspectos iguales, entendiéndose que para pasar de donde estaba

a la línea infinita, no ha de faltar el movimiento de conclusión y acabado que sea, quedará otros

cinco pies de su contrario y, como en todo este progreso no ha hecho movimiento alguno el

contrario para defenderse u ofender, decimos así de primera intención y, advierto, que en el

primer sitio donde parase, ha de volver el pie derecho, la punta tan fuera de su contrario, que

de ninguna manera corresponda a él, antes si corte la línea infinita en ángulos rectos y con esto

no será menester que haga extremo de cuerpo para alcanzar el movimiento de conclusión.

Término 12

El de segunda intención, que por esta jurisdicción se hace, es habiendo puesto atajo el diestro y

antes de pasar con el compás sale a herir el contrario de círculo y compás curvo a su

circunferencia del lado derecho. En este caso se le sigue la unión (A quien por otro nombre

decimos línea deliaca) y luego se hace compás transversal en oposición del curvo que se hizo y,

continuando con el compás izquierdo, haciendo compás curvo, llegará a hacer movimiento de

conclusión y sin parar ni perderlo de la mano izquierda, pasará a ocupar la línea infinita del pie

derecho contrario y en todo guardará los mismos requisitos, como en la salida de él, ocupará la

línea con la espada, afirmándola en la colateral derecha y este es de segunda intención.


36

Término 13

Si puesto el atajo por el diestro y cumplida la distancia del contrario saliese a herir de círculo, el

diestro le tirará herida por la cuerda[14] y en caso de desvío le cortará tajo y le saldrá al medio

de proporción.

Término 14

En forma de cuerda se tira la herida y en el desvío se cortará tajo y se saldrá al medio de

proporción.

Término 15

Favorecido el atajo se llega a cumplir el medio y si, en este tránsito, el contrario cortase revés,

se meterá la espada por línea recta y en el desvío se le cortará tajo vertical y se sale al medio de

proporción.

Término 16

En la misma conformidad, se mete la cuerda contra el revés y se corta tajo vertical y se entra al

extremo propincuo y se hace movimiento de conclusión.

Término 17

No faltando en este requisito de la regla universal, si corta revés el contrario se mete la espada

como hasta aquí por encima de la suya y juntamente el pie derecho, en cantidad de un pie, por

transversalidad, y se continúa con el izquierdo, haciendo compás curvo y movimiento de

conclusión, guardando la forma de salir.

Término 18

Precediendo el atajo y pasar con el compás transversal, si en este tiempo en contrario formase

revés, que su primer movimiento será remiso, antes que comience el violento, se le tira la

herida a la colateral derecha y a este forma de herida llamamos sagita o instantánea.


37

Término 19

En el segundo movimiento, que será el violento, se tira otra herida, que tiene el mismo nombre

y da en la línea vertical derecha, cercana a la cuarta parte del círculo, y es la razón por haber

levantado el brazo, en la formación del revés, hasta el movimiento violento, y a estas heridas

llamamos en tiempo.

Término 20

En acabando el último movimiento de esta treta, que el contrario forma, se le tira la herida,

mediante compás transversal, y se le hiere en la colateral derecha, por jurisdicción superior del

brazo y se vuelve a salir al medio de proporción. Y a esta llamamos herida después del tiempo,

por ser después de haber acabado el contrario todos los movimientos de su treta.

Término 21

Empezando por el atajo, si formase revés el contrario, se le ayudará a caer, haciendo compás de

trepidación y sujetando la espada, se hiere de estocada en la vertical del pecho y se sale al

medio de proporción.

Término 22

Tirando la herida por uno de los dos actos, por sujeción o agregación, pero ambas formas serán

de primera intención. La de sujeción mediante atajo y habiendo tirado (con advertencia de que

no le falte la distancia) y en el desvío se le cierran los ángulos y se entra con un compás

transversal, luego pasa el pie izquierdo y le encurva el brazo, y entonces causa un ángulo mixto

en la colateral derecha y se hace movimiento de conclusión, pero no se queda allí, sino pasa a

darle perfección a la línea infinita del pie derecho contrario.

Término 23

Sucesivo al antecedente término y hallándose en el sitio donde se forma el ángulo mixto al tirar

la herida por la parte inferior de la espada contraria, si este hiciera desvío, con movimiento

circular de la muñeca y extraño del brazo del diestro, se tira la herida por la parte superior del

brazo y espada del contrario y, aquellas veces que hiciera compás extraño y movimiento

violento para quitar la herida de la parte superior o natural para la parte inferior, se le sigue,

tirándole heridas perfectamente y otras veces haciendo movimientos cero, que es acometerle


38

por la parte superior y tirar la herida por la parte inferior o acometer por la parte inferior y

tirarle por la superior y luego hacer movimiento de conclusión y perfeccionarlo, ocupando la

línea infinita del pie derecho contrario, como se ha dicho hasta aquí.

Término 24

Precedido el atajo, si al cumplir la distancia el contrario saliese a herir con herida de estocada

de círculo, antes de que lo cierre, haciendo su arco, se le opone la cuerda, juntando las

extremidades, tirando la herida por la jurisdicción superior del brazo y, si hace desvío, que

constará de movimiento violento, se le tira la herida, por la jurisdicción inferior y línea mixta de

recta y curva, haciendo curva con el brazo y recta con la espada, advirtiendo que antes que tire

la herida, ha de haber metido el pie izquierdo y con esto hará movimiento de conclusión y

acabará, perfeccionándolo como se ha dicho.

Término 25

Si en este estado se hallase el diestro, con la cuerda, contra el arco y no quisiera tirar la línea

curva, por su voluntad o algún impedimento y no faltando el requisito de meter el pie izquierdo

primero, podrá cortar tajo a las piernas y pasar la espada a la parte superior y acabar con

reiteración de círculo y movimiento de conclusión, saliendo como hasta ahora. Todas las veces

que tirase línea curva, o se corta tajo a las piernas, se puede oponer, sacando el pie derecho y

reduciéndose al ángulo recto en aquel mismo tiempo y no permaneciendo, porque es mas fácil

hacer instantáneo el acto permanente que permanente el instantáneo.


39

SEGUNDA REGLA

Término 1

Habiendo puesto atajo el diestro, si el contrario abriese los ángulos, quedando entonces los

menores grados de fuerza de su espada en los mayores de la contraria, y en este caso se

levanta la espada de encima de la contraria, como si hubiera de tirar herida y es para pasarla a

grados menores de fuerza y allí hacer la sujeción y hecha se pasa con un compás mixto de

transversal y curvo y se hace movimiento de conclusión. Y a este término llamamos movimiento

cero.

Término 2

En este término se hace otro movimiento cero, quedándose desde el medio de proporción y, al

caer sobre la espada, se hace un compás transversal con el que se cumple la distancia y se tira

la herida por sujeción, y en el desvío se tira otra por encima de la espada, haciendo movimiento

violento y cayendo con el natural, o antes de esto estando la espada del diestro inferior a la del

contrario, se hace movimiento de diversión y en su virtud se forma ángulo mixto y se entra al

extremo propincuo y se hace movimiento de conclusión y se perfecciona ocupando la línea

infinita del pie derecho contrario y queda la espada del diestro superior a la de su contrario y

para salir guardará los requisitos dichos.

Término 3

Si, habiendo puesto atajo, el contrario pasara con el compás transversal, el diestro cerrará los

ángulos, haciendo movimiento de diversión mediante él y el compás mixto de transversal y

curvo, hará movimiento de conclusión y de él saldrá como ya se ha dicho.

Término 4

Si esto mismo hiciera el contrario cuando pase el diestro, habiendo puesto atajo, con el compás

transversal, que es cerrar los ángulos, el diestro para oponerse ha de hacer movimiento de

disminución y un compás curvo con el pie izquierdo hacia su lado y hará movimiento de

conclusión y saldrá de él como se ha dicho.


40

Término 5

Abrir los ángulos es cuando el contrario puso atajo y pasa por medio de su compás y, en este

tiempo, el diestro hace movimiento de disminución, abriendo los ángulos y juntamente con

esto hace un compás de trepidación a la parte de afuera y los vuelve a cerrar y en el desvío pasa

cortando revés diagonal y, sin acabarlo de ejecutar, corta tajo vertical.

Término 6

No cambiando la forma antecedente, se abren los ángulos y con el mismo compás se vuelve a

cerrar y en el desvío se hace el ángulo mixto y se acaba con movimiento de conclusión o se

mete la espada por encima de la contraria y se tira una línea curva, por la parte inferior de la

misma o se hace otro término por la postura de la espada.

Término 7

El tajo diagonal de segunda intención se hace habiendo puesto el diestro atajo por la parte

interior y, al pasar con el compás transversal, el contrario forma revés vertical y el diestro corta

tajo diagonal, en oposición de este revés y, aunque empieza el contrario primero por ser de

causa sujeta su forma, acaba el diestro el tajo como de causa libre, por ser el intervalo menor

que el del contrario.

Término 8

El revés de esta especie contra el tajo vertical se hace habiendo puesto el diestro atajo por la

parte de fuera si el contrario forma tajo vertical en el tránsito del compás, que se hace a la

parte de afuera, transversal o curvo y en este caso se forma el revés diagonal y ganando

siempre grados al perfil desde el extremo remoto y, entrando en el propincuo, lo puede formar

también como con él haga movimiento de conclusión, pero para este ha de ir arrimado con el

pie derecho al punto del concurso del círculo que se considera en el plano inferior, que es el

suelo y con esto podrá alcanzar su mano izquierda la guarnición de la espada contraria y

cortando que sea el revés y hecho movimiento de conclusión, le pondrá la punta de la espada

delante, para poder pasar con el pie izquierdo acompañado del derecho a ocupar la línea

infinita del pie derecho contrario, donde le dio perfección al término.


41

Término 9

Las heridas de primera intención, tiradas por la parte de fuera de la espada son en esta forma:

Estando la espada del contrario en término (Que es en ángulo recto) desde el medio de

proporción levanta la espada el diestro, con solo la muñeca, al movimiento violento y baja el

movimiento natural. A un mismo tiempo se agrega por la parte de afuera y hace el compás

transversal a cualquiera de los lados con que cumple la distancia y en el desvío corta tajo

vertical y se sale al medio de proporción.

Término 10

Esta misma herida se puede tirar por sujeción y con el mismo compás, estando la espada del

contrario algo apartada a la rectitud derecha del diestro y, cumpliendo la distancia, corta tajo y

entra al movimiento de conclusión.

Término 11

Como ya se ha dicho, se tira herida y con el desvío se mete el pie izquierdo y se tira herida de

estocada por la parte inferior de la espada contraria, compuesta de línea recta y curva, que la

hace el brazo y la recta la espada. O antes de esto metiendo el pie izquierdo primero, se puede

cerrar tajo a las piernas y hacer la reiteración del círculo y acabar siempre con movimiento de

conclusión.

Si esta misma forma de herida la tirase el contrario y fuera por la parte de adentro, sacará el

diestro el pie derecho y le pondrá sujeción y sin detenerse lo volverá a meter y a un mismo

tiempo le tirará la herida sin desagregarse y, si fuera tirada por la parte de fuera quedará

defendido con hacer lo mismo.

Término 12

Si en alguno de estos términos el contrario tirase la línea curva, (que es la mixta que dijimos) o

la estocada de puño, se le corta la línea en la forma en que aquí se refiere: Si fuera la línea

curva, que es la de verdadera destreza, cuando va entrando por la parte inferior, vuelve el

diestro la espada hacia la parte de adentro haciendo con ella movimiento natural y remiso en

corta cantidad y toca con la contraria haciendo agregación y, al mismo tiempo, pasa con un

compás curvo con el pie izquierdo hacia este mismo lado y se queda hecho el movimiento de

conclusión.


42

Otras veces se saca el pie derecho y se agrega de la misma manera y hecho esto se tira la herida

al rostro contrario, poniendo la mano el diestro algo uñas arriba y correspondiente a su hombro

izquierdo, pero si el contrario le pusiera atajo, volviendo a meter el pie derecho, sacará la

espada de aquella opresión en que está con movimiento remiso y volverá con el de reducción y

sujetará la espada contraria, haciendo compás curvo con el pie derecho y a su lado y tirará la

herida de estocada y en el desvío, continuando el compás referido, cortará tajo vertical y saldrá

al medio de proporción. Y si el atajo que puso el contrario fuese por la parte de dentro, es

cuando se hace este término, pero si lo pone por la parte de afuera valiéndose del mismo

movimiento remiso, como para formar medio revés y volviendo con el de reducción se le pone

atajo y se hace compás transversal, para cumplir la distancia y se le tira la herida por aquella

misma sujeción y en el desvío se hace movimiento de diversión y mediante él se entra al

extremo propincuo, se forma el ángulo mixto y se hace movimiento de conclusión, saliendo

como se ha dicho.

Si fuera estocada de puño la que tirase el contrario, se le puede cortar la línea en la misma

forma que se ha dicho en el término anterior, u oponerse con el ángulo recto o el atajo cuando

lo tire, a la vertical derecha del diestro se le corta la línea y, cuando la tire a la colateral, el

ángulo recto y cuando a la colateral siniestra, es el atajo. El diestro conocerá esto por la

posición de su cuerpo, que si estuviera de perfil habrá de ser en la vertical o colateral derecha, y

si de cuadrado, la tirará a la colateral siniestra o intermedia, entre ella y la vertical del pecho. Y

aquí es donde se pone atajo y esto se hace con mucho cuidado y presteza.


43

TERCERA REGLA

Término 1

En esta tercera regla empieza el diestro, poniendo la espada crespa, en puerta de hierro (que es

una postura vulgar) [15] y esta se hace después de haberse afirmado en ángulo recto. Se baja el

brazo para que participe del ángulo agudo y la espada queda en el movimiento violento, no en

más cantidad que hasta el rostro y, en tocando el contrario en ella, como para poner atajo, se le

tira la herida circular y en el desvío se corta tajo vertical y se sale al medio de proporción.

Término 2

En esta misma forma y con el mismo cuidado, se corta tajo y se entra al extremo propincuo y se

acaba con movimiento de conclusión.

Como en la anterior, se tira la herida y, en el desvío, ya sea el movimiento violento o remiso, se

mete una línea curva y se acaba con movimiento de conclusión. No faltando en esto mismo se

tira la herida y, en el desvío, se corta tajo a las piernas y se pasa a la reiteración y se acaba con

movimiento de conclusión. Estos términos se hacen cuando el contrario quiere poner atajo por

la parte de adentro de la espada del diestro, que si fuera por la parte de afuera o solo se

quisiera agregar, se le tira la herida por línea diagonal, haciendo compás transversal a la parte

de adentro del diestro y en el desvío que hiciera, se hace un término como por la postura de la

espada que es medio tajo o revés o tajo, o el ángulo mixto.

Si esta postura fuera hecha por el contrario, se le impide con tirarle una herida por línea

diagonal, cerrando el triángulo con una línea hipotenusa (Que es lo mismo que decir poderosa)

que es el brazo y la espada del que la tira, y las otras dos el brazo del contrario, hasta la mano y

la otra la espada, y con esto queda cerrada la figura del triángulo y en el desvío podrá hacer el

término que le pareciera.

Término 3

Acometimientos perfectos.

El acometimiento perfecto por la parte de adentro es el que se hace habiendo puesto atajo el

diestro y, abriendo ángulos el contrario, se pasa con un compás transversal y se hace

movimiento de disminución en la espada contraria y de aumento en la suya, con lo que

recupera el medio proporcionado perdido y se hace sujeción, y por esa misma tira la herida por


44

línea diagonal al rostro, que dé en el ojo izquierdo, y si hiciera desvío, pasará el diestro por

debajo del ángulo que hicieran las espadas y hará movimiento de conclusión, perfeccionándose

como se ha dicho ya.

Este acometimiento se hace, ni más ni menos, pero el compás ha de ser de trepidación a la

parte de adentro, con el pie izquierdo y, a un mismo tiempo, se hace el movimiento de

disminución. Con esto, lo conseguirá sin falta. Estos son de segunda intención, que si se quisiera

hacer de primera, no debería hacer movimientos el contrario, como se pueden hacer también y

los trata don Francisco Antonio de Etenhard y don Luis Pacheco de Narváez.

Término 4

El de la parte de afuera comienza con el diestro poniendo atajo por la parte de adentro y, al

pasar el que lo pone, si el contrario saliese a herir, se cae sobre la espada, poniendo atajo por la

parte de afuera y con la sujeción que hace, le obliga a que haga movimientos remiso y violento

por no llevar la herida en el rostro o el pecho. Entonces, se le tira por línea recta

correspondiente al ojo derecho y con el temor hace movimiento violento, con que psa el

diestro, haciendo movimiento de diversión, por debajo del ángulo (Que es pasar por debajo de

las espadas) formando medio revés en la parte inferior, y metiendo el pie izquierdo,

continuando movimiento, forma revés y lo ejecuta en la parte superior, que es la cabeza, en la

línea vertical derecha y se hace movimiento de conclusión, se perfecciona, ocupando la línea

infinita del pie derecho contrario, y para salir de allí, guarde lo adoctrinado como en todos los

demás términos, que miran hacer en el extremo propincuo.

Término 5

Dos oposiciones y una contraposición al revés, por lo compases.

Cuando el contrario pone atajo por la parte de adentro, y cumple la distancia y tira la herida, el

diestro con el movimiento hace desvío, con lo que el contrario forma revés vertical, metiendo el

pie izquierdo y el diestro apaga el movimiento del revés, cayendo sobre su espada y saca el pie

derecho y queda sujeto en razón del ángulo recto, correspondiendo la herida a la vertical del

pecho, pero no permanecerá en esta posición, sino que sacará luego el pie izquierdo y saldrá al

medio de proporción.


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Término 6

En este término de revés formado por el contrario se le hace la oposición, cuando lo forma en

el movimiento natural, se le ayuda con otro de su misma especie y se corta tajo vertical

saliendo al medio de proporción y correspondiente al ángulo recto.

Término 7

Formado este mismo revés por el contrario, se le contrapone con la forma de otro revés

vertical, pero ha de ser metiendo el pie izquierdo y apagando el movimiento se hace la sujeción,

con lo que puede hacer movimiento de conclusión y para darle perfección pasará a ocupar la

línea infinita del pie derecho contrario y esta es la contraposición por haber hecho el contrario

compás recto y el diestro curvo, con el pie izquierdo.

Término 8

Cuando al diestro le ponga atajo el contrario y pase con el compás transversal, en etse tránsito

el diestro saca el pie derecho y abre los ángulos, llevando la mano a corresponder con el

hombro izquierdo y en lo alto de ella corresponda con lo alto de la cabeza, y con esto quedarán

los menores grados de fuerza de la espada contraria encima de los mayores del diestro,

aplicándole fuerza, los vuelve a cerrar y vuelve a meter el pie derecho, quedando agregado y

metido detrás de un triángulo escaleno y como por postura de la espada puede hacer un

término cualquiera de los tratados anteriormente.

Término 9

Para abrir y cerrar los ángulos se hace de otra forma: Cuando el contrario ha puesto atajo en el

acta del compás que hace el diestro, disminuye y aumenta grados de la espada enemiga y, a un

mismo tiempo con los pies, sacando el izquierdo y metiendo el derecho, y aplicando fuerza al

brazo, queda agregada o sujetando y en el desvío puede meter la espada por encima de la

contraria, tirando la herida por línea recta y, si con esto no diera herida, tirará una línea curva y

hará movimiento de conclusión.

Término 10

Cuando el contrario puso atajo y el diestro, por su voluntad, da causa en la cuarta parte del

círculo, y el contrario tira la herida a aquella línea vertical, el diestro ha de sacar el pie derecho


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y unido con la espada contraria, hace con la muñeca un semicírculo y se queda sujetando la

espada contraria. Luego vuelve a meter el pie derecho y le tira la herida y, si hiciera desvío, hará

un término de postura de la espada.


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CUARTA REGLA

De movimientos cero y oposiciones a ellos

Término 1

El movimiento cero de la parte de adentro es cuando el contrario ha puesto atajo por esta parte

y pasa con el compás transversal. El diestro hace un compás mixto de trepidación y extraño con

el pie izquierdo a la parte de adentro y cierra los ángulos hasta que llegue con la punta de su

espada a la guarnición del contrario. Luego hará un movimiento semicircular muy pequeño

como que tira la herida a la parte de afuera del contrario y, buscando la espada con

movimiento remiso o reduciéndose al ángulo recto, se le tira herida por la parte de adentro,

agregándose a su espada o sujetándola, haciendo compás transversal y en el desvío se hace un

término, como por postura de la espada, favorecido por el triángulo equilátero.

Oposición a este.

Término 2

La oposición a éste se hace cuando el contrario lo forma al tiempo que se aparta con el

movimiento remiso a la rectitud derecha del contrario. Entonces se sigue la espada como quien

forma la segunda general de estrechar (Que es haciendo el diestro con su espada y su mano

una forma de C) y por aquella misma agregación se tira la herida, fortaleciendo el brazo, y en el

desvío formará un acometimiento circular, que es acometer con revés diagonal y ejecutar tajo

vertical, siempre ganando grados al perfil y haciendo compases curvos con cada una de estas

formaciones, hasta quedar en igualdad de aspectos iguales, que es el hombro derecho del

diestro con el izquierdo del contrario.

Otra oposición al mismo

Término 3

Guardando estos mismos requisitos, llegando a tener perfección esta regla general de

estrechar, en el desvío que hiciera el contrario, si pone el cuerpo de perfil, se le tira la herida

por encima de su espada, haciendo movimiento violento y cayendo con el natural, y haciendo

desvío el contrario podrá meter línea curva y acabar con movimiento de conclusión. Si solo

quisiera queda defendido, ligue la espada por la unión, sujetándola, saque el pie derecho y

obrará con toda perfección en lo que mira a su defensa.


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Movimiento cero por la parte de afuera

Término 4

El movimiento cero con la parte de afuera es cuando el contrario pone atajo de privación

común, que es de la parte de afuera y pasa con un compás curvo o transversal hacia aquella

parte y el diestro hace otro compás de trepidación y extraño con el pie izquierdo a la parte de

adentro y cierra los ángulos hasta llegar la punta de su espada a la guarnición de la contraria.

Allí ha de hacer un movimiento semicircular muy pequeño hacia la parte de adentro del

contrario, como quien tira la herida y, apartando la espada del enemigo o quedándose en

ángulo recto, se le tira la herida a la parte de afuera, haciendo compás transversal a cualquiera

de los lados y con este cumple la distancia y, en el desvío que hiciera, podrá meter la línea curva

y hacer movimiento de conclusión, saliendo de él con las circunstancias dichas.

Oposiciones al de afuera

Término 5

La oposición a este término se hace en esta forma: Cuando el enemigo hace movimiento cero,

en el tiempo en que mete la espada a la parte de adentro con el movimiento semicircular, el

diestro le sigue por la suya y le corta línea bajándole hasta la guarnición, como quien forma la

tercera general y se hace un compás curvo con el pie derecho y a su lado, con lo que estará

cumplida la distancia y desde allí se tira la herida a la vertical del pecho, pero si hiciera el

contrario moción sobre el centro, no podrá tirar la herida y podrá hacer el mismo movimiento

cero. Pero si no lo hiciera, habiendo cortado la línea le trae la posibilidad de hacer movimiento

de diversión, disminuyendo grados de fuerza en la espada contraria y, continuando el compás

curvo, por aquel lado de la circunferencia cortando tajo vertical y después salir al medio de

proporción.

Término 6

Si, cuando el diestro hace este movimiento cero, con todas las advertencias referidas, el

contrario se retirase por el recelo de la herida y pusiera atajo por la parte de afuera para su

defensa por una o dos veces que lo haga debe el diestro hacer acometimiento, como si tirase la

herida y volver a meter debajo de la espada, junto a la guarnición por aquellas dos veces y

seguirlo con compás transversal a la parte de adentro, y el brazo que no se mueva del ángulo

recto, donde le tirará la herida por sujeción o agregación y línea diagonal, metido detrás del

triángulo cuasi equilátero y en el desvío podrá hacer el ángulo mixto o pasar con segundo


49

compás transversal y tirar la herida a la colateral derecha con movimiento circular, levantando

el brazo y espada de manera que participen del ángulo obtuso.

Término 7

Si el contrario pusiera atajo por la parte de adentro, con todos los requisitos que le pertenecen

y hace el compás transversal, el diestro sacará el pie derecho y hará movimiento de

disminución de la espada contraria, quedándose sujetando por la parte de adentro, con lo que

quedará defendido y después meterá el pie derecho por donde estaba y tirará la herida, no

perdiendo la sujeción y en el desvío formará como por postura de la espada y obrará

científicamente.

Término 8

Si el atajo fuera por la parte de afuera, cuando pase el contrario con el compás transversal o

curvo, saque el pie derecho el diestro y haga movimiento de disminución, sujetando la espada

contraria para quedar defendido y, si quisiera herir, vuelva a meter el pie derecho y, sin dejar la

espada del contrario libre, tirar la herida superitando. Pero si se salta la espada de aquella

sujeción en que la tenía, que será posible y se viniera a herir por la parte de adentro, se le

pondrá atajo y obrará como si fuera por postura de la espada.


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QUINTA REGLA

De las cuatro generales [16]

Término 1

La primera se denomina de línea en cruz y la refiere don Luis Pacheco con estas palabras:

"Ajustado el diestro observantísimamente en todos los documentos que hemos dado, tomará

con su espada a la contraria por la parte de afuera llevándola hasta la rectitud mixta, alta y a un

lado y este será el derecho suyo, de forma que participen ambas del ángulo obtuso, con que no

exceda la suya la del rostro contrario, ni pasen de la línea diametral del pecho o, por lo menos

quede en la intermedia entre ella y la colateral siniestra, dando juntamente con esto un compás

curvo con el pie derecho a su lado y, cuando se pusiera inferior y transversal para hacer el

desvío y llevar la espada del adversario, los ángulos que de aquel tocamiento se formasen han

de ser obtusos y agudos y no rectos".

Término 2

Habiendo formado el diestro esta general y padecido el contrario hasta el fin, se obra

científicamente en tirar la herida, pues está el medio cumplido, pero si disminuye distancia

alguna con el pie izquierdo o hiciera movimiento sobre su centro y el contrario no quitase la

espada de debajo de la del diestro, levantará la suya, como para tirar la herida y la volverá a

asentar donde estaba y, al mismo tiempo, meterá el pie derecho para aumentar el medio

proporcionado perdido y tirará la herida por la sujeción que tiene hecha, y si en este caso el

contrario metiera la espada por la parte de adentro a herir, le pondrá atajo y meterá el pie

izquierdo y hará movimiento de conclusión.

Si no hiciera esto, habiendo pasado el diestro, y el contrario disminuyera la distancia no

quitando la espada junto a la guarnición del diestro, podrá volver la mano totalmente uñas

abajo y cogerle la espada al contrario con el brazo de la suya, que correspondía al suelo.

Entonces, le tirará la herida metiendo algo el pie derecho y, en el desvío que se hiciera, se le

corta tajo vertical desde el extremo remoto o, entrando al propincuo, se hace movimiento de

conclusión.

Término 3

La segunda general de estrechar, dice don Luis, aunque igualmente le convendría este título a

las otras tres, pues todas estrechan y obligan al contrario a hacer movimientos y cambiar de


51

postura para su defensa. Pero para que hubiera distinción de los nombres y fuesen conocidas

por ellos, la dejamos a esta con el referido.

Su formación es la siguiente: Puesta la espada en el plano superior, como si se hubiera de poner

atajo, para que el movimiento remiso sea más inmediato, con todos los requisitos que ya

quedan advertidos, se agrega el diestro superior a la espada contraria, haciendo con ella

ángulos obtusos y agudos y la cesión o cortadura más cerca de sí, a menos que se haga en la

flaqueza, y con el movimiento de la mano, sin que el brazo se mueva del ángulo recto, hará una

porción de círculo, como de una C, y pasando la espada por debajo de la contraria, la apartará a

la rectitud derecha y siniestra del adversario y en esta inferioridad en que quedase, ha de ser

cayendo los casi menores grados de fuerza enemiga, sobre los mayores de la suya hasta que

esté en el plano superior, como si se hubiera de poner atajo.

Parece que le acompaña la regla general, pero en todo lo demás restante, es dar conocida

disposición al adversario para que ponga atajo, por cuya razón será bueno formar un

movimiento cero, que se hace con la misma forma de la de estrechar, antes de que pase a la

rectitud derecha del diestro, que es en el tiempo que el contrario ha de poner atajo, antes de

que haga la sujeción el diestro, meterá la espada por la parte de afuera, en la misma

conformidad que está el brazo tire la herida por línea recta a la colateral derecha y haga

compás transversal a la parte de adentro. El mismo movimiento cero se puede hacer si se

transfiere en la cuarta general, que obrará como debe.

Tercera flaqueza debajo de la fuerza.

Término 4

El perfecto modo de formarla por uno de los dos: Con la espada o a la espada, que son los que

le pertenecen a las generales, así como el ir por ella solo con el atajo, esté afirmado el diestro

en el ángulo recto o poco apartado de él y, ajustando este con todos los requisitos que al

principio de este discurso se pusieron, así en cuanto a ser anchas las líneas paralelas de su pie

derecho y la del diámetro común, como en el no serlo en las espadas y, puesta la suya en plano

inferior a la contraria, para que el movimiento remiso sea el inmediato con que se ha de poner

transversal, agregarse a ella y hacer ángulos obtusos y agudos, teniendo la sección junto a sí,

como se dijo en la general de línea en Cruz, que es la que a ésta le sirve de principio, hasta el

compás transversal de parte de afuera y pasa por ella a perfeccionar su forma, aunque sin

participar tanto del ángulo obtuso, y con solo el movimiento de la mano, sin que el brazo se

mueva, ni se quite de su principal postura, hará un pequeñísimo círculo, y con la mitad del

mismo apartará ambas espadas a su rectitud siniestra, dando igualmente un compás curvo con

pie derecho a su lado y, cuando llegue a asentar el pie (Y sin que esto se pueda dar en tiempo


52

distinto) cerrará el círculo dicho poniendo su flaqueza debajo de la fuerza, volviendo la espada

del contrario, mediante aquel impulso transmitido al movimiento natural y remiso, al lugar

donde estaba el primero, sin que en todo este intervalo haya desagregación entre las espadas.

Y que convenga esto así y no de otra manera, prudencialmente lo dispuso el arte, para que la

espada del enemigo no quede libre y en potencia de seguir al diestro y hacerle daño en el

ángulo recto, como de suprema dignidad.

Término 5

Estando el medio cumplido, mediante el compás, se tira la herida y, si el contrario no transfiere,

sin porfiar en la contienda, en la misma forma comenzada de flaqueza debajo de la fuerza, no

cumplido el medio, podrá haber el movimiento cero que va referido.

La cuarta general. Flaqueza encima de la fuerza.

Término 6

La cuarta general se forma pasando por la de estrechar y acabada se hace otro semicírculo y un

movimiento de aumento en la espada del contrario, con que se baja a los grados de fuerza

enemiga, juntamente con esto se hace compás curvo con el pie derecho y a su lado, con que

queda cumplida la distancia, se tira herida a la línea vertical del pecho, pero si el contrario

hiciera movimiento sobre el centro o disminuyera distancia, se hará un movimiento cero, que

es levantar la espada de encima de la contraria, como quien tira la herida en corta cantidad y

volverla a asentar en su flaqueza y, con esto, hará un compás mixto de transversal y curvo para

hacer movimiento de conclusión.

ADVERTENCIAS

En estas generales se ha de reparar que don Luis nos manda que para la formación de todas se

hagan compases curvos y en los medios proporcionados dice que para las dos, línea en Cruz y la

de estrechar han de ser compases transversales a la parte de afuera y creo que será prevención

que en estas formas no se deje de ganar grados al perfil, porque cuando se hayan de hacer por

la postura de la espada no pide que se hayan de ganar, como lo dice en el Nueva Ciencia

aforismo 455, en la tercera flaqueza debajo de la fuerza, línea 37.


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ESTAS GENERALES SE OPONEN

entre sí, las unas a las otras

Término 7

La primera de línea en Cruz se opone a sí misma, cuando uno de los dos contrarios la forma o la

empieza, cuando va pasando por la inferioridad con su espada, haciendo el movimiento

circular, antes de que suba a hacer sujeción el diestro se la sujeta con el movimiento natural y

hace compás transversal a la parte de afuera, con lo que cumple la distancia y puede tirar la

herida a la vertical del pecho. Si esta misma se formase en su total perfección, se la transfiere

con la tercera flaqueza debajo de la fuerza, por razón de los compases. Porque cuando el que

forma la primera hizo su compás, el que está inferior hace uno curvo y, como él va ganando

mas parte de grados al perfil, puede tirar la herida con seguridad.

También en el tiempo en que se forma la tercera al expeler la espada para pasar con el compás

curvo, se le pugna la fuerza a ese movimiento que trae remiso en la parte inferior y se hace a un

mismo tiempo compás curvo, con lo que queda opuesta la del contrario, y el diestro transferido

en aquel medio proporcionado donde se podrá tirar la herida a la vertical del pecho.

La segunda de estrechar se opone a sí misma, en su principio, cuando uno la forma al tiempo de

agregarse el contrario a la espada, el diestro fortaleciendo el brazo, impele aquella forma y pasa

con un compás transversal a la parte de afuera, cumple la distancia y puede tirar la herida.

Si formada de manera que no falte más que dar el compás, el diestro hiciera compás curvo y

cayese en los menores grados de fuerza junto a la guarnición contraria, podrá tirar la herida,

haciendo movimiento de reducción a la vertical del pecho.

Si el diestro se hallase en la cuarta general de flaqueza bajo la fuerza, y al tirar la herida el

contrario cayera sobre la espada, transfiriéndose en aquel medio, el diestro puede hacer lo

mismo, ya que es cierto que en las generales hay oposición y medio transferidos, pero se debe

entender que la regla universal del atajo se opone a todas.

OPOSICIONES QUE HACEN

las cuatro reglas generales

A LAS SEIS RECTITUDES

alta, baja, a un lado y a otro, atrás y adelante


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Término 8

La primera de línea en Cruz se opone a la media división del lado izquierdo, que si estuviera en

su extremo, mejor será irse al cuerpo.

La segunda de estrechar se opone a la media división de la rectitud alta y al acometimiento

perfecto. Y en la rectitud del lado derecho, como no sea en su extremo, también se opone. Y la

cuarta flaqueza encima de la fuerza y esta contra las garatusas por debajo y encima de la

espada.

La tercera flaqueza debajo de la fuerza se opone a la rectitud baja, siempre cortando la línea en

todas, mientras que estando en su extremo será mejor irse al cuerpo y estando el contrario en

la rectitud de adelante, que es en el ángulo recto, planta donde se pueden formar todas las

generales de primera intención.


55

SEXTA REGLA

que son los modos de sacar la espada

del lugar peligroso

Término 1

El primero se hace de esta forma: Si el contrario hubiera puesto atajo por la parte de adentro,

el diestro ha de pasar con un compás transversal para cumplir el medio proporcionado y en

este tránsito ha de hacer una moción sobre su centro, hacia la parte de afuera y con la espada

suya arrimarse hacia la guarnición contraria, que a esto se dice movimiento de disminución, en

su espada volverá la mano uñas arriba y dará causa en la cuarta parte del círculo debajo del

brazo derecho y, tirando la herida, hará el diestro un movimiento remiso y violento y con esto

divierte la espada contraria, que estarán agregadas y, sin detenerse, hará un compás curvo con

el pie izquierdo hacia el lado derecho del contrario y con facilidad movimiento de conclusión.

El segundo modo

Término 2

El segundo modo se entiende que cuando el adversario pone atajo por la parte de adentro para

dar herida en la colateral o vertical derecha, mediante compás transversal, para cumplir el

medio y antes de acabarlo le cortará medio tajo al punto de tocamiento más cercano (que será

entonces el brazo) y se sale al extremo remoto y queda entonces defendido y la espada

transversal para nueva causas, según los movimientos de su contrario.

El tercer modo

Término 3

El modo tercero se entiende en la misma forma y compás. La diferencia es que consta de revés

y se hace compás extraño o mixto con el de trepidación y si habiendo salido al medio de

proporción el contrario le tirase la herida, haciendo compás, se sujetará la espada el diestro por

la parte de afuera, y en el desvío pasará con el pie izquierdo, tirará una línea curva y hará

movimiento de conclusión.


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El cuarto modo

Término 4

El cuarto es en esta forma: Si el contrario pone atajo cuando va pasando, se le tira la herida de

estocada circular y se sale con el mismo compás al medio de proporción y queda la espada del

diestro al lado izquierdo suyo y si el contrario hiciera compás y tirase la herida, podrá hacer

movimiento de conclusión por la parte de adentro sujetando la espada y ocupando el ángulo

inferior.

El quinto modo

Término 5

El quinto modo es, cuando el contrario pone atajo por la parte de adentro y va a pasar con el

compás transversal, el diestro hará uno extraño y, sin sentar el pie derecho, lo volverá a traer

donde estaba y en este intervalo habrá abierto y cerrado los ángulos y, en el desvío que hiciera

el contrario, tirará la herida el diestro por encima de la espada y, haciendo desvío, podrá tirar la

línea curva metiendo el pie izquierdo y hacer movimiento de conclusión.

Si abriese y cerrase los ángulos con el compás extraño y, al tiempo de volver, hiciera uno curvo

con el pie derecho y a su lado, en el desvío precedido de la herida que se le tira al contrario,

pasará el diestro, continuando los compases, cortando revés diagonal y tajo vertical y siempre

ganando los grados al perfil hasta ponerse en igualdad de aspectos iguales.

El sexto modo

Término 6

El sexto modo se hace si el adversario pusiera atajo por la parte de adentro, antes de que acabe

de pasar con el compás transversal, saque la espada de aquella opresión en que estaba y haga

con ella una forma de tajo sin que suba el hombro izquierdo, la dejará, haciendo líneas

paralelas con la de contingencia, de manera que haya ángulo en la sangradera del brazo

derecho y si el contrario, haciendo compás, le tirase la herida por encima de su espada, la

sujetará el diestro y tirará la línea recta, para dar la herida y en el desvío, metiendo el pie

izquierdo, puede tirar la línea curva y acabar con movimiento de conclusión. Y si la herida que

tira el contrario fuese por la parte inferior de la espada, le pondrá atajo y meterá el pie

izquierdo y ocupará el ángulo interior, y hará movimiento de conclusión.


57

El séptimo modo

Término 7

En el séptimo modo precede el atajo, como en los anteriores y compás para cumplir el medio

proporcionado. El diestro debe hacer el mismo movimiento que en el primero y, tirando la

herida el adversario, hace el diestro un compás mixto de trepidación a la parte de afuera con el

pie derecho, yendo unidas las espadas, de tal manera que van metidas dentro de una sortija,

que la inferior quede superior, y esto lo causa una moción que hace la muñeca, con la cual hace

un movimiento semicircular y queda sujetando , pero desde allí no pretende herir,

contentándose con haber sacado la espada del lugar peligroso.

OTROS DOS MODOS DE

sacar la espada del lugar peligroso

Término 8

Otros dos modos se han hallado para sacar la espada de lugar peligroso y son, que si la espada

del diestro estuviera sujeta por la parte de adentro o de afuera, abriendo los ángulos queda

fuera de peligro, que es lo mismo que disminuir grados.

Derrotos de la espada

Término 9

Los derrotos, a quien los vulgares llaman refilón y los que tiran con gran desatino de

movimientos se dirá aquí su forma, aunque no es lo mejor de la doctrina, puesta la espada del

contrario en ángulo recto, el diestro ha de elegir el medio de proporción y levantar su espada al

ángulo obtuso, no mas cantidad que una tercia de la guarnición contraria y, como va a poner

atajo, se agregará con fuerza no excesiva a la espada del contrario de manera que la saque del

ángulo recto y le obligue a hacer movimiento natural y remiso y, sin detenerse, entre con un

compás transversal a tirar la herida, metido detrás del triángulo escaleno y, si así lo lograse,

podrá formar como por postura de la espada cualquier término de los dichos. Si esto hiciera

contra el diestro, su remedio es dejarle ir con el movimiento y formar revés vertical, haciendo

compás de trepidación con el pie izquierdo al lado que le corresponde.


58

El de la parte de afuera

Término 10

El de la parte de afuera se hace de la misma forma y con el mismo compás y se mete la espada

por línea recta, pero se opone con el tajo vertical, gozando del principio del primer movimiento

y se hace compás de trepidación a la parte de afuera con el pie derecho.

OPOSICIONES QUE SE HACEN

a la herida de primera intención

por la parte de afuera y de adentro

También se opone metiendo el pie derecho y haciendo movimiento de conclusión sujetando

por reencuentro sacando el pie izquierdo, quedando agregado o sujetando. También se divierte

y corta revés vertical, entrando o saliendo. O se baja el diestro a la planta de bella española.

Esos son lo que tiene que hacer el diestro cuando las tire el enemigo por la parte de adentro. Y

si las tirase por la parte de afuera se oponen con la planta de bella española para divertir y

cortar tajo vertical o por reencuentro metiendo el pie derecho, sujetando la espada del

contrario. O cortar medio tajo después de haber sujetado haciendo compás de trepidación con

el pie izquierdo a la parte de adentro, y si por la de adentro la tirasen, podrá cortar medio revés

ganando grados al perfil, que esto lo concede la conclusión cuarenta, que es estar tanto en el

ángulo superior como en el inferior.


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SEPTIMA REGLA

Planta de bella española, con espada sola y armas dobles

OBRA DE DON FRANCISCO LORENZ DE RADA

La planta se forma primero eligiendo el medio de proporción y luego ha de desviar el pie

izquierdo del derecho, dos pies y medio, como quien hace un compás mixto de trepidación y

extraño a la parte de adentro, equilibrando el cuerpo hacia adelante, de manera que pueda

alcanzar con la mano izquierda sin embarazo, a la rodilla que le corresponde. La espada y el

brazo derecho han de quedar correspondientes a su contrario en el plazo en que se hallaran,

que será inferior, la mano de la espada en muy corta cantidad uñas abajo.

La punta de la espada del diestro, debajo de la guarnición contraria, junto al recazo y allí hará

un movimiento semicircular muy corto, como el que tira herida a la parte de adentro y,

buscando la espada del contrario, le tirará la herida del diestro por la parte de afuera, haciendo

juntamente con esto un compás transversal y quedando en plano superior y el cuerpo derecho,

y en el desvío que hiciera el contrario podrá el diestro cortar tajo vertical y salir al medio de

proporción o, cortando este, entrar al extremo propincuo y, metiendo el pie izquierdo en todo,

tirar una línea curva o cortar tajo a las piernas y acabar con movimiento de conclusión.

Término 2

Si, puesto el diestro en la misma planta, el contrario le sujetase la espada, por la parte de

afuera, bajándole a aquel plano, el diestro hará un movimiento semicircular muy corto a la

parte de adentro y otro a la parte de afuera, con que el contrario se hallará dudoso de por

donde ha de ir la herida y, con cuidado, querrá acompañar la espada del diestro, quien le tirará

la herida por la parte de adentro de la espada, por la línea diagonal y metido detrás de un

triángulo escaleno y en plano superior. Otras veces desde aquel mismo plano, echando el

cuerpo sobre la rodilla derecha, doblándola hacia adelante y metido todo el cuerpo detrás de la

línea que hace el brazo y la espada.

Término 3

Otras veces se tira esta herida en la misma forma y en el mismo tiempo en que el contrario baja

a sujetar, cuando va haciendo el movimiento natural, con el cuerpo y la espada.


60

Término 4

Estando el diestro en la referida planta, si el contrario ganase grados al perfil y son su espada se

metiera debajo de la del diestro, como para formar la tercera general, debe el diestro quitar la

espada de aquel tocamiento y volver a poner su punta debajo de la guarnición, como en la

primera forma. Y si volviera a meter su espada el contrario, debajo de la del diestro, como no

sea junto a la guarnición le tirará la herida por aquella sujeción que tiene hecha aumentando la

distancia que le faltase, trayendo el pie izquierdo junto al derecho y quedándose en el plano

superior. Y si cuando va levantando el cuerpo el diestro metiese la espada el contrario por la

parte de adentro, le pondrá atajo y en este caso obrará como por postura de la espada.

Término 5

Cuando el adversario se mete debajo de la espada del diestro y forma con conocimiento la

tercera general, flaqueza debajo de la fuerza, llegando hasta la guarnición del diestro aquellos

cuatro dedos de la espada que manda el Autor, que han de quedar arrimados a la guarnición

del diestro o más, volverá la mano casi uñas afuera y, con aquella sujeción que tiene hecha le

tirará la herida, aumentando distancia hasta cumplir el medio proporcionado y, en el desvío

que hiciera, le tirará una línea curva y acabará con movimiento de conclusión.

Esto mismo puede hacer el diestro si pone atajo por la parte de afuera de primera o segunda

intención y en plano superior.

Y si el atajo se hubiera puesto por la parte de adentro, y cumplido el medio proporcionado se

tirase la herida y el contrario hace movimiento violento, se mete el pie izquierdo y se deja caer

el cuerpo, como si estuviera en la planta y se da con la herida en el pecho, bajando la mano

derecha hasta la cintura y la izquierda aplicada a la guarnición del contrario para el movimiento

de conclusión, y se perfecciona pasando a ocupar la línea infinita del pie derecho del concluido,

sin quitar el diestro la punta de su espada del rostro contrario.

Término 6

Si esta planta se hiciera contra el diestro la puede oponer en el tiempo de tirar la herida el

contrario, pues ha de subir al plano superior con la misma planta que, dándole en el plano

inferior y muy metido el cuerpo detrás de la línea, tendido el brazo cuanto se pudiera meterá la

espada y el cuerpo por debajo de la contraria, correspondiente a su pecho y en dando la herida,


61

pasará por debajo del ángulo (que es pasar por debajo de las espadas) y hará movimiento de

conclusión.

Y si esto no hiciera habiendo dado la herida, se volverá a salir en la misma planta al medio de

proporción y desde allí la volverá a tirar por la parte afuera, y si el contrario se la quiere oponer

con la misma demostración, se pone atajo por la parte de adentro, bajando el cuerpo un poco

hasta aquel mismo plano en el que estuviera la espada del contrario y por aquella sujeción que

se hace, le descubrirá las líneas colateral y vertical y le tirará la herida desde aquel medio en el

que se hallase o pasará a ocupar el ángulo interior y hacer movimiento, saliendo como se ha

dicho.


62

OCTAVA REGLA

Planta de bella española con espada y daga

Para afirmarse el diestro en la planta de bella española con espada y daga, ha de elegir primero

el medio de proporción y, estando en el ángulo recto, y sobre él ha de sacar el pie izquierdo, en

cantidad de tres pies y equilibrar el cuerpo de manera que haga centro sobre el pie izquierdo.

La espada y el brazo han de quedar derechos, que participen algo del ángulo obtuso, la mano

izquierda arrimada al pecho y alguna protección de la daga sobre el brazo derecho, que toque

en la sangradera y si, citando al adversario en esta posición, se pusiera atajo, el diestro pondrá

la punta de su espada debajo de la guarnición de su adversario.

Término 2

Constituido el diestro en la planta, habiéndose quedado el contrario en el medio común de los

movimientos (que es en ángulo recto) donde se halla la potencia general, podrá hacer lo mismo

que con espada sola, aunque el adversario tenga espada y daga, con una advertencia, que

cuando tire la herida, si el contrario hiciera desvío con la daga no ha de pasar de allí hasta haber

desembarazado su espada de la daga contraria y que quede sujetando o agregada a la espada

de su contrario. Esto ha de ser cuando sea la herida por la parte de afuera o de adentro, porque

si lo contrario se hiciera habrá notable peligro que si estuviera debajo de la planta italiana milita

otra razón.

FORMA DE PLANTA ITALIANA

Término 3

El que se afirma en la planta italiana, con espada y daga, deberá ponerse en ángulo recto y

luego apartar el pie derecho en cantidad de tres pies y medio, por línea recta hacia adelante, si

lo permite la altura del sujeto, quedando sobre la rodilla izquierda de manera que haga ángulo

en la corva. Mientras, la pierna y el muslo derecho tendrán que estar de manera que hagan

línea recta. El cuerpo ha de quedar de cuadrado y derecho. El brazo izquierdo tendido todo lo

posible y que participe del ángulo agudo la daga en poca cantidad en el movimiento violento,

de forma que no hagan línea.

El brazo de la espada quedará arrimado a la línea vertical derecha, algo uñas abajo, junto a la

cintura en la parte inferior de ella, la punta de la espada correspondiente a la línea vertical del


63

pecho contrario, estando de cuadrado y si se está de perfil, a la línea colateral derecha. Las

guardias por donde se impide que la herida se pueda tirar, que se hacen en esta planta son tres:

La primera es a la parte de adentro, donde sacará el brazo para que corresponda con su

hombro izquierdo la punta de la daga, en poca cantidad, apartándola hacia este lado y el

brazo derecho, mientras que la espada no se quitará de donde está hasta el tiempo de

tirar la herida que entonces quedará tendido y en el ángulo recto y el cuerpo de perfil y,

si el caso lo pide, sobre la rodilla derecha. Esto se hace unas veces por falta de medios y

la mayoría por hacer centro sobre aquel pie que le corresponde y poder salir la cantidad

que se pudiera como con violencia sin que falte a la misma planta el brazo izquierdo y

daga juntos en el pecho, hasta volver a ponerse en la misma planta.

La segunda a la parte de afuera, donde juntará las armas, de forma que no pueda entrar

línea de los rayos virtuales quedando la espada en su perfecta correspondencia y debajo

del brazo de la daga.

La tercera alta, subiendo el brazo y la daga hasta la frente, para que no quede punto

descubierto, volviendo la punta de ella hacia la parte de adentro.

Término 4

En la planta italiana dejamos constituido al diestro de esta doctrina y ahora se hará oposición el

de la bella española, en los términos que se producen de ella, sacándola de los requisitos

establecidos por don Luis Pacheco y Narváez. Tan extraña y ajena del conocimiento general ha

estado y que no se puede negar que el sacar el pie izquierdo es disminuir distancia y entrar en

el derecho es aumentarla y hacer movimiento por debajo de la espada o por encima, sea

semicircular, como quitar la espada de la opresión en que está con el atajo es sacarla de lugar

peligroso y hacer compás para cumplir el medio proporcionado es preciso quien estudió y

trabajó tanto como este Autor hizo un mixto de todos estos y le dio el nombre que lleva

referido, a quien debemos agradecer los afectos y familiares a esta ciencia, que no avise de lo

que nosotros ignoramos, con la composición de sus escritos, por cuya composición se conoce

estar y haberla sacado de los de don Luis, mar de donde manan los más abundantes ríos de esta

ciencia.

OPOSICIÓN

que hace la planta de bella española, al tiro italiano

Término 5


64

Supongamos que está el que se afirma en la planta de bella española, bien instituido en la

doctrina, de manera que se le pueda dar el nombre de diestro conque sabrá como se ha de

afirmar primero en el ángulo recto y elegir el medio de proporción, desde el cual ha de apartar

el pie izquierdo la cantidad de tres pies y medio, si lo sufre lo alto del cuerpo del que se afirma,

que es lo que tiene de largo la espada y, si no, tres. Y si el medio de proporción no estuviera

cumplido, entrará el pie derecho la misma cantidad. Con esto ha de quedar equilibrado el

cuerpo sobre el pie izquierdo y de perfil. El rostro no debe hacer extremo a ningún lado, ni

había abajo, la vista segura y sin perturbarse, meterá la espada debajo de la contraria en medio

de su longitud, de manera que el italiano no le pueda hacer sujeción con la daga y, si bajase a

hacerla el de bella española, le puede tirar herida por encima del brazo y daga a la colateral

siniestra, que entonces será el punto mas cercano y tendrá el de bella española la mano de la

daga arrimada al pecho naturalmente, sin que padezca el brazo y la daga que participe alguna

porción del brazo derecho sobre la sangradera para que si el italiano hiciese el tiro se halle

pronta al desvío y pueda tirarle la herida a la colateral derecha. Y si tirase el contrario por

encima de la espada el de bella española divierta, volviendo la mano algo uñas arriba y podrá

quedar hiriendo en el rostro.

Otra oposición al tiro italiano

Cuando el diestro italiano se afirme en su planta, el diestro español ponga su espada sobre la

porción de espada del italiano, con mucho tiento y si en el tránsito de caer sobre ella tirase la

herida el italiano, el diestro español deberá meterse detrás de la línea, sujetarle la espada y

quedará defendido. Si en este caso no la tira después de haberse sujetado la espada en aquella

porción corta, eche su daga poco a poco sobre su misma espada y allí formará un triángulo

isósceles y, cuando tire el italiano al pecho la herida, lo quitará con la daga y se quedará

hiriendo detrás de la línea de la espada.


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NOTICIA DE LOS TÉRMINOS VULGARES

de que usaron los Añasquinos [17]

La encadenada inferior se hace afirmándose primero en el ángulo recto, la daga en líneas

paralelas con la espada, que la mano de la daga esté pegada al pecho y la punta

correspondiente a la de la espada, conforme a buena doctrina, así lo manda don Luis. Y en la

treta añasquina desde el medio donde estaba ha de meter el pie derecho en cantidad de uno,

poner la daga junto a la guarnición de la espada de manera que el brazo de la daga quede fuera

del de la espada. La punta de la daga en movimiento violento meterá la espada debajo de la

contraria en su flaqueza y a un mismo tiempo echa la daga encima de la espada contraria por la

parte de adentro y, sin detenerse, oprimiéndola con sus dos armas levantando la mano derecha

y bajando a la izquierda, tirará la herida a la colateral derecha, siendo esta la encadenada

inferior.

La enarcada empieza de la misma manera, en el ángulo recto, y luego cuando las armas estén

juntas, si el contrario pone atajo, cuando pasa con el compás que le pertenece, el que la forma

mete el pie derecho volviendo la mano uñas abajo y, a un mismo tiempo, arrima la daga a

ambas espadas y la mete entre las dos, para que la suya de la herida y la contraria no pueda

sacarla de allí.

La encomendada es la que forma el que pone atajo y mete el pie derecho la cantidad de un pie

y, cuando el contrario sale a herir por la parte de afuera, el que la forma mete el pie izquierdo y

aplica la daga a la espada contraria, levantada la punta hacia arriba y, a un mismo tiempo, tira

la herida por debajo del brazo del enemigo y prosigue poniendo la espada superior para salir al

medio de proporción y si, cuando mete el que la forma el pie izquierdo, le tira la herida el

adversario por encima de la daga, la vuelve a aplicar por la parte de adentro y mete el pie

derecho y quede hiriendo en razón del ángulo recto.

La encadenada superior se denomina así porque empieza la espada poniendo atajo por la parte

de afuera y la daga debajo de la espada del que la forma, y a un mismo tiempo encogiendo la

espada con sus armas, la oprimen y aumenta la distancia con el pie derecho y tire la herida a

cualquiera de las líneas del pecho.

La curiosa tiene su formación poniendo atajo por la parte de adentro y metiendo el pie

derecho, después quita la espada de la parte superior y la lleva hacia su hombro izquierdo

como quien forma medio revés y este movimiento remiso se hace para que el contrario se

reduzca al ángulo recto y, al hacerlo, se le aplica la daga por la parte de adentro y se tira la

herida a la vertical derecha o la colateral y si le circundan ganando grados echa la daga sobre la

espada y le sigue y continúa tirando la herida por encima de su daga y la espada del diestro.


66

La treta fuerte tiene su principio en el atajo y el que lo forma puede ponerlo por una u otra

parte. Si es por la parte de adentro, mete la daga por debajo de la espada contraria a fin de que

no pueda pugnando la fuerza tirar la herida y con esto se obliga a que saque la espada con

movimiento remiso para sujetar, volviéndose con el de reducción, la espada del que formó y

aplicarle entonces la daga, haciendo encadenada inferior. Y si el diestro es de buena doctrina,

antes de esto, pasa habiendo sujetado a la tercera general, mete la daga debajo de su espada y

entre las dos armas sujeta la espada del diestro y le tira la herida al pecho y, si no le olbiga

precisamente a que la treta que formase sea circular de las que nuestro Autor dice de mínima

dignidad y a cualquiera de ellas que forme, aplica la daga desde el extremo remoto y tira la

herida prosiguiendo con su treta.

A ESTAS TRETAS O TÉRMINOS SE LES OPONEN

los tres medios universales que son: en ángulo recto, el atajo

y el movimiento de conclusión

A la encadenada inferior se le opone la sujeción y, cuando la tira el contrario, se saca el pie

derecho y se sujeta la espada enemiga y luego se vuelve a meter tirando la herida por encima

de su espada y, si aplicase la daga, se hace un movimiento violento pequeño con la muñeca,

con el cual queda libre la espada del que tira la herida y en el desvío que hará se puede entrar

mediante el movimiento de diversión, la línea curva y hacer movimiento de conclusión.

OTRA OPOSICION

a esta misma

Cuando la tira el agente, antes de que aplique la daga, hará compás transversal a su parte de

adentro y podrá herir en razón del ángulo recto en la colateral derecha. También se hace en el

principio de su formación, sujetando por la parte de afuera y haciendo compás de trepidación

por la misma parte y por debajo de la daga, brazo izquierdo. Se ejecuta herida en la colateral

siniestra o vertical del pecho. Cuando se forma la enarcada se opone al ángulo recto porque el

agente mete el hombro izquierdo para aplicar la daga mediante el atajo que le pusieron y

entonces, antes de que llegue por encima de la misma se hiere en razón del ángulo recto o no

perdiendo la sujeción, sino que disminuyéndole grados se pasa el paso izquierdo y se hace el

ángulo de capacidad ocupable y se entra a hacer movimiento de conclusión, perfeccionándolo

con pasar a ocupar la línea infinita del que formó la enarcada.


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A la encomendada se le opone el ángulo recto, porque el que la forma primero pone atajo y

saliendo a herir mete el pie izquierdo y aplica la daga a la espada contraria. El diestro de buena

doctrina hará compás mixto de trepidación y extraño a la parte de afuera o de trepidación y,

por encima de la daga y brazo izquierdo le tirará la herida por línea recta.

En la curiosa se opone el ángulo recto al atajo y movimiento de conclusión, porque cuando la

forma, pone atajo el agente y mete el pie derecho y luego quita la espada, haciendo

movimiento remiso a su rectitud siniestra. En este caso es cuando se le opone el ángulo recto,

haciendo compás transversal a la parte de adentro y, si hubiera vuelto con el movimiento de

reducción y aplicando la daga por encima de ella, haciendo movimiento violento y cayendo con

el natural, se sujeta la espada del que la forma y puesto el atajo podrá tirar la herida desde el

extremo remoto o mediante compás mixto de transversal y curvo, se entra a hacer movimiento

de conclusión.

A la treta fuerte se le oponen también todos los tres medios por cualquier parte que se formen

dentro o por fuera, y si es por la parte de adentro cuando pone atajo, antes de que rinda la

espada a la daga del diestro, se saca la espada circular y se ganan grados al perfil y, si se hiciera

por la parte de afuera en la misma forma, si en su medio arrima la daga, se disminuyen los

grados en la espada del que la forma y si tira la herida en aquel tiempo de la disminución, se

saca el pie derecho y se prosigue sujetando y queda puesto el atajo por la parte de afuera y si

quiere quedar defendido saque el pie izquierdo y quedará de perfil y en el ángulo recto. Si

hubiera de tirar la herida antes de este acto, meta el pie derecho y mediante el desvío, se

favorezca el movimiento de diversión y entre a hacer movimiento de conclusión.

La ganancia se hace poniendo atajo por la parte de adentro para ganar grados al perfil,

quedando los ángulos de las espadas rectos y, si se ha hecho compás curvo o de trepidación se

disminuye distancia retirando el pie izquierdo y dejando caer el cuerpo sobre él, se quita la

espada de donde la tiene retirándola hacia él, como en el sexto modo de sacar la espada de

lugar peligroso y reduciéndose el adversario al ángulo recto, ya que no hay distancia, se mete la

espada por encima de la contraria, trayendo el pie izquierdo junto al derecho, sujetándola. En el

desvío podrá hacer un término de los que tocan a la jurisdicción del atajo por fuera y en esta

forma se puede hacer la reganancia.

La enarcada es como la antecedente diferenciándose en como en la primera el diestro ha de

poner atajo y en esta lo ha de poner el enemigo y cuando pase con el compás que le compete,

se saca el pie izquierdo y se vuelve la mano uñas afuera y, si el contrario hiciera agregación o

pusiera atajo, se le tira herida por la parte de afuera y se junta el pie izquierdo con el derecho y,

en el desvío que hiciera, se hace término de esta jurisdicción, pero si caminase a herir en la

forma de la treta con su movimiento accidental, se pone atajo y por la sujeción se tira la herida


68

al punto que quedase descubierto o se pasa a hacer movimiento de conclusión. Esto se puede

hacer con armas dobles y con espada sola.

Y, finalmente, en el libro del Nueva Ciencia hay un capítulo en el folio 208, en el oficio de armas

dobles, de hasta doscientos cuarenta y una resoluciones doctrinales, de como ha de afirmarse

con espada y el arma que tuviera en la mano izquierda, arrimada al pecho y, si fuese daga, que

esté en línea paralelas con la espada, arreglándose al capítulo y una nota para finalizar, que no

se deben desviar ninguna de las armas que acompañan a la espada desde el extremo remoto

pero en el propincuo puede ayudar y sujetar y en estas ayudan desde el extremo remoto, pero

son las de mas confianza, a mi parecer.


69

SIRVA ESTA ADVERTENCIA DE RECONOCER

que si las ciencias son para especularlas, no piden omisión o poco reparo, y parece que no

quedó cumplidamente perfecto, excusando la satisfacción, pueden muchos juzgar que lo que es

aviso para mayor prueba porque los que están ciegas en las tinieblas de la ignorancia quiere

introducirse a hacer juicio y juzgan lo que primero encuentran, sin apurar más razón que la

apasionada intención, cuya emponzoñada vista quiere destruir el objeto, empleando sus rayos

visuales y con ellos no esté si no el más realzado edificio, intentan destruir y, pues solo se

puede evitar este daño, previniendo la razón y sirviéndose de resplandeciente antorcha, pueda

con su desengaño hacer un claro espejo de la verdad, retratándose en el fiero basilisco,

muriendo a impulsos de misma malignidad, quedando con esto asegurados los preceptos que

han de seguir en esta pequeñez, nacida de los encumbrados deseos de mi voluntad, para que se

aprovechen todos los que a este arroyuelo llegasen a beber, conociendo la claridad del agua y,

si llegases a conocer mucho de esta ciencia, disimúlalo como que sabes poco y, sin vanidad,

lucirá lo que hicieras.

FIN


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NOTAS

1.- "En todas las batallas, no trae la victoria el número de soldados ni su coraje instintivo, sino el

arte y el entrenamiento".

2.- "Del arte y la doctrina depende la República”.

3.- "Cesar por ambos”.

4.- Luis Pacheco de Narváez (Baeza, 1570 - †Madrid, 1640) fue un noble y militar español,

Maestro mayor de esgrima del Rey Felipe IV, así como figura primordial de la escuela de

esgrima española denominada Verdadera Destreza.

5.- "Nueva Ciencia y Filosofía de la destreza de las armas", publicado póstumamente en 1672,

se considera la obra cumbre de Luis Pacheco de Narváez, donde aclara y expande su sistema

teórico introducido en su primer tratado de esgrima "Libro de las grandezas de la espada",

publicado en 1600.

6.- El autor se refiere a los golpes efectuados con gran movimiento de la espada, que buscan no

solo herir, sino amedrentar al oponente para conseguir una ventaja. Se trata de acciones

denominadas de Destreza Vulgar, que no requieren gran habilidad para realizarse.

7.- La concepción de ciencia que hacen los autores de la Verdadera Destreza se refiere a la

denominada ciencia de las armas. La acepción de Ciencia tiene aquí el sentido que se le atribuía

en la época; el de un cuerpo de conocimientos ordenados y dotados de una coherencia interna,

en este caso, aquellos que se utilizan para explicar lo que ocurre en la frase de armas.

8.- Los medios universales son el ángulo recto, el atajo y el movimiento de conclusión. Se

denominan universales por que puede adaptarse a cualquier causa instrumental, que son las

armas con las que se practique.

9.- Al referirse Tamariz al Atajo como Regla Universal, está siguiendo la graduación de las

acciones de esgrima según importancia, de mayor a menor. El Atajo se considera la treta de

mayor dignidad debido a que cuenta con mayor seguridad en la ejecución.

10.- Tamariz se refiere en ocasiones a Luis Pacheco de Narváez como "el autor".


71

11.- "Engaño y desengaño de los errores que se han querido introducir en la destreza de las

armas". Publicado en 1635.

12.- Tamariz se refiere al "Modo fácil y nuevo para examinarse los maestros en la destreza de

las armas", de 1625. Este tratado es de especial importancia, puesto que es el primero que

publicó Pacheco de Narváez tras acceder al puesto de Maestro Mayor y buscaba normalizar el

sistema de la Verdadera Destreza en todo el Imperio español, obligando a que los maestros de

esgrima que se examinasen de nuevas, lo hicieran mediante este método, e incluso lo volvieran

a hacer los maestros que ya estaban examinados, lo cual llevó a Pacheco a numerosos pleitos.

13.- Heridas de primera intención son las que se tiran antes de que el contrario haya hecho

algún movimiento voluntario para la defensa o la ofensa. También se denominan heridas antes

de tiempo, en contraposición con las heridas de segunda intención, que se tiran cuando el

contrario ha hecho, o está haciendo, movimientos para la defensa o la ofensa, también

denominada heridas después de tiempo.

14.- La cuerda a la que se refiere Tamariz es a de la curva de la circunferencia representada en

el plano inferior para los movimientos de los diestros. En su definición trigonométrica, es un

segmento recto, cuyos extremos son dos puntos de la curva. Como ejemplo, se trataría de la

línea roja que va del punto B al punto X en este dibujo:

El concepto de "Oponer la cuerda al círculo" que se hace en la Verdadera Destreza persigue una

ventaja, al hacer un movimiento lineal, de menor tiempo, frente al movimiento curvo del

oponente, que tomará necesariamente un tiempo mayor.

15.- Los autores de la Verdadera Destreza denominaban vulgares las acciones que no se

realizaban conforme a los principios de la ciencia de las armas, definidos mediante la


72

mensuración, sujeción y preeminencia de la defensa. Se denominada Destreza Vulgar a la

esgrima que hacía uso y apología de este tipo de acciones y, por extensión, Diestros Vulgares a

los practicantes de la misma. Esto no quiere decir que las acciones vulgares no fueran efectivas

ni sus practicantes esgrimistas competentes.

16.- Se denominan generales a las tretas que permiten herir de forma segura, pero sin que se

haya realizado atajo. Al no haber atajo, se consideran tretas de segunda dignidad, siendo las de

primera dignidad las que se hagan mediante atajo. Por debajo de las generales se encuentran

las tretas particulares (Tajo, Revés, Estocada, Medio tajo y Medio revés).

17.- Con "Añasquinos", Tamariz se refiere a los seguidores de Francisco de Añasco, reputado

maestro de esgrima sevillano que desarrolla su actividad durante la primera mitad del siglo XVII

y que se alineaba con las tesis esgrimísticas de Jerónimo Sánchez de Carranza.

Durante el siglo XVII existió un largo enfrentamiento entre los seguidores de la doctrina del

maestro mayor Luis Pacheco de Narváez y de Jerónimo Sánchez de Carranza. Ambos bandos se

declararon los auténticos representantes de la Verdadera Destreza, llegando a tener choques

escritos y en persona, aunque también hubo admiración mutua e incluso encuentros amistosos,

como el mantenido en Sevilla entre alumnos del propio Francisco de Añasco y el Pachequista

don Pedro de Toledo.

Cuando Tamariz publica su tratado, sin embargo, la escuela carrancista se encontraba

prácticamente desaparecida, de modo que no resulta extraño que los califique como diestros

vulgares, siguiendo la doctrina de que, todo lo que no resulte ajustado a la ciencia de las armas,

se trataría de esgrima vulgar.

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Cartilla y Luz en La Verdadera Destreza - Nicolas Tamariz