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E l inicio de la Semana Santa, o la Semana Mayor, como se le conoce en casi todos los sectores de la cristiandad, es encabezado por la celebración de la entrada triunfal de Jesús en la ciudad de Jerusalén. La mayoría de los cristianos asociamos esa experiencia como una singularidad, no solo por ser única en sí misma y que cambia el curso de la historia, sino porque creemos que se trata de una sola entrada triunfal de Jesús. L a realidad Bíblica es otra. Hace algún tiempo una de mis compañeras de oración, una joven abogada que este año cumple 95 años de vida (83 de ellos como miembro-bautizada de la Iglesia), me llamaba a reflexionar sobre esto. Las lecturas teológicas que se le han hecho por los pasados 2 mil años a los pasajes Bíblicos que relatan esta experiencia (Mt 21; Mcs 11; Lcs 19), nos colocan de frente a no menos de cinco (5) entradas de Jesús. He aquí un resumen de estas a base de la lectura que hace Lucas el médico amado: en Lucas 19:1 Jesús entra a Jericó; en Lucas 19:5 Jesús se auto- invita a entrar a la casa de Zaqueo; en Lucas 19:8-10 Jesús entra al corazón de Zaqueo; en Lucas 19:28-42 Jesús entra a Jerusalén (ver Mt 21:10) y en Lucas 19:45-47 Jesús entra al templo (ver Mt 21:12-16). U n músico de experiencia diría que se trata de cinco (5) entradas que se desarrollan como una armonía pentatónica; una escala mayor con las cuartas y las séptimas omitidas. Estas últimas las encontramos cuando vemos en la narración que hace Mateo de esta historia que al final Jesús sale de la ciudad de Jerusalén por la misma ruta por la que había entrado (Mt 21:17). E ste resumen nos permite el desarrollo de una perspectiva mucho más amplia de los eventos que sirven de introducción a la celebración de esta semana. La celebración del primer domingo de la Semana Santa implica mucho más que una invitación a reflexionar y celebrar la entrada triunfal de Jesús a una ciudad. El inicio de esta semana nos obliga a detenernos para internalizar que se trata de una semana que inicia con muchas entradas de Jesús. C ada una de estas entradas posee su propio significado y ellas proponen el desarrollo de un propósito único que solo puede ser conseguido con la llegada de Jesús. Nunca olvidemos que todo aquello que Jesús visita es transformado por el poder del amor y de la gracia. J esús comienza esta armonización con la entrada a Jericó. Este Jericó no tiene nada que ver con la ciudad que fue destruida por Israel en su conquista de la tierra prometida (Jos 6). Esta ciudad es la Jericó Herodiana, levantada por Herodes el Tetrarca como un monumento a su personalidad y como un símbolo de su poder. Le llamaban la ciudad de las palmeras por los centenares de palmeras que adornaban sus entradas y sus salidas. Josefo dice que en esta ciudad Arquelao y Pompeyo, General Romano tenía un palacio de verano. Herodes poseía en esta ciudad otro palacio similar con piscinas de aguas termales. La historia de esta ciudad nos deja absortos al saber que en el año 34 A.C. Marco Antonio decidió regalarle esta ciudad a Cleopatra como un símbolo de su amor. E sta ciudad era también testigo mudo de asesinatos y crímenes crueles cometidos y/o avalados por los más altos niveles del gobierno de la época. En esa ciudad Herodes mató Antípater, uno de sus hermanos que amenazaba con quedarse con su trono. Herodes, que era Idumeo y que algunos señalan que tenía una madre árabe, aprovechó la muerte de Julio César para pedir a Roma que Dirección: Salida #38, Ave. Trío Vegabageño, Calle Betánces #11 24 de marzo de 2013 • Año 2013 • Volumen IX • No. 375 BOLETIN OFICIAL DE AMEC • CASA DE ALABANZA

CASA DE ALABANZA olumen IX - ameccda.org · que se venden entre otras cosas ollas, vitaminas, carteras, multiniveles, milagros y hasta que se haya convertido en una costumbre poner

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El inicio de la Semana Santa, o la Semana Mayor, como se le conoce en casi todos los sectores de la cristiandad, es encabezado

por la celebración de la entrada triunfal de Jesús en la ciudad de Jerusalén. La mayoría de los cristianos asociamos esa experiencia como una singularidad, no solo por ser única en sí misma y que cambia el curso de la historia, sino porque creemos que se trata de una sola entrada triunfal de Jesús.

La realidad Bíblica es otra. Hace algún tiempo una de mis compañeras de oración, una joven abogada que este año cumple

95 años de vida (83 de ellos como miembro-bautizada de la Iglesia), me llamaba a reflexionar sobre esto. Las lecturas teológicas que se le han hecho por los pasados 2 mil años a los pasajes Bíblicos que relatan esta experiencia (Mt 21; Mcs 11; Lcs 19), nos colocan de frente a no menos de cinco (5) entradas de Jesús. He aquí un resumen de estas a base de la lectura que hace Lucas el médico amado: en Lucas 19:1 Jesús entra a Jericó; en Lucas 19:5 Jesús se auto-invita a entrar a la casa de Zaqueo; en Lucas 19:8-10 Jesús entra al corazón de Zaqueo; en Lucas 19:28-42 Jesús entra a Jerusalén (ver Mt 21:10) y en Lucas 19:45-47 Jesús entra al templo (ver Mt 21:12-16).

Un músico de experiencia diría que se trata de cinco (5) entradas que se desarrollan como una armonía pentatónica; una escala mayor con las cuartas y las séptimas omitidas. Estas últimas las

encontramos cuando vemos en la narración que hace Mateo de esta historia que al final Jesús sale de la ciudad de Jerusalén por la misma ruta por la que había entrado (Mt 21:17).

Este resumen nos permite el desarrollo de una perspectiva mucho más amplia de los eventos que sirven de introducción a la celebración de esta semana. La celebración del primer domingo de la

Semana Santa implica mucho más que una invitación a reflexionar y celebrar la entrada triunfal de Jesús a una ciudad. El inicio de esta semana nos obliga a detenernos para internalizar que se trata de una semana que inicia con muchas entradas de Jesús.

Cada una de estas entradas posee su propio significado y ellas proponen el desarrollo de un propósito único que solo puede ser conseguido con la llegada de Jesús. Nunca olvidemos que

todo aquello que Jesús visita es transformado por el poder del amor y de la gracia.

Jesús comienza esta armonización con la entrada a Jericó. Este Jericó no tiene nada que ver con la ciudad que fue destruida por Israel en su conquista de la tierra prometida (Jos 6). Esta ciudad es la

Jericó Herodiana, levantada por Herodes el Tetrarca como un monumento a su personalidad y como un símbolo de su poder. Le llamaban la ciudad de las palmeras por los centenares de palmeras que adornaban sus entradas y sus salidas. Josefo dice que en esta ciudad Arquelao y Pompeyo, General Romano tenía un palacio de verano. Herodes poseía en esta ciudad otro palacio similar con piscinas de aguas termales. La historia de esta ciudad nos deja absortos al saber que en el año 34 A.C. Marco Antonio decidió regalarle esta ciudad a Cleopatra como un símbolo de su amor.

Esta ciudad era también testigo mudo de asesinatos y crímenes crueles cometidos y/o avalados por los más altos niveles del gobierno de la época. En esa ciudad Herodes mató Antípater, uno de sus

hermanos que amenazaba con quedarse con su trono. Herodes, que era Idumeo y que algunos señalan que tenía una madre árabe, aprovechó la muerte de Julio César para pedir a Roma que

Dirección: Salida #38,Ave. Trío Vegabageño,

Calle Betánces #11

24 de marzo de 2013 • Año 2013 • Volumen IX • No. 375BOLETIN OFICIAL DE AMEC • CASA DE ALABANZA

lo restaurara como rey y señor de esa región. La muerte de Antípater, simpatizante de Julio César, cerraba ese capítulo. En esa Jericó, Herodes mató a Aristóbulo, Sumo Sacerdote que no estaba de acuerdo con sus políticas públicas ni privadas. En fin, esta Jericó era una ciudad bella por fuera, pero llena de intrigas y derramamientos de sangre por dentro. ¡Jesús entró a esa ciudad!

La entrada de Jesús a Jericó es una sentencia divina. Los poderes de los hombres de la tierra son pasajeros. Los Herodes de todos los tiempos, los imperios de la tierra, todos ellos poseen principio y fin. Solo nuestro Dios es eterno. La celebración de

esta semana comienza con la entrada de Jesús a las Jericó de todos los tiempos. La historia siempre ofrecerá el mismo resultado. Los poderes de los hombres pasarán, pero nuestro Señor seguirá sentado en un trono Eterno. Usaremos el nombre de Herodes para llamar a nuestros perros, mas nos postraremos sobre nuestros rostros cuando mencionemos el nombre de Jesús. Este es el ritmo de esta armonía.

Jesús entró entonces a la casa de Zaqueo el publicano. Esta casa era la residencia de la familia de un hombre que tenía una licencia para robar que el Estado le había

concedido. Esta es la mejor manera de entender el significado del título de publicano. En ese hogar podía haber abundancia de muchas cosas, pero había ausencia de Dios. Esa familia no podía participar de las festividades religiosas, hablar con los sacerdotes, los fariseos o los rabinos; ni siquiera podía entrar al templo.

La Biblia dice que Jesús pasó por debajo de un sicómoro (arbusto que sirve higos tan duros que solo las cabras pueden comerlos; Jer 24:2, 8) y le dice varias cosas

al jefe de esa familia. En primer lugar le dice que lo ha visto; Jesús siempre ve. En segundo lugar le dice que tiene que descender a prisa: siempre hay que descender para ver al Altísimo. En tercer lugar, le dice que es imprescindible, necesario que Jesús pose, haga morada, algo mucho más allá que visitar, que establezca su reino en la residencia de Zaqueo. La gente alrededor no lo podía entender; Jesús había decidido entrar a la casa de un pecador. ¡Qué demostración más sublime de la gracia!

Esta es la oferta de la gracia que celebramos en esta semana. Celebramos que Jesús quiere entrar a los hogares de aquellos que pueden tener de todo, pero que

les hace falta la presencia de Dios. Jesús sigue entrando a los hogares de aquellos que por fuera se ven muy bien pero que en sus adentros esconden penas, rechazos, dolores, vacíos y ausencia de Dios. ¡Jesús entró al hogar de Zaqueo!

Esta historia estaría incompleta si Jesús no hubiera conseguido entrar al corazón de Zaqueo. Zaqueo era una ironía andante. Su nombre puede ser traducido como

“justo y puro,” “memoria de Dios,” o “Dios sea alabado”; cualidades que Zaqueo no poseía. Lucas dice que Zaqueo era publicano (pillo), rico, pero muy pequeño de estatura. Esta es una frase lapidaria que describe que hay cosas en la vida de cualquier ser humano que le pueden empequeñecer. Este “enano” espiritual tenía sed de Jesús. Con toda probabilidad era jefe de Mateo, discípulo de Jesús. Es probable que haya sido Mateo el que le haya hablado de Jesús. Pero hay noticias que no se pueden recibir de manos de terceros. Son más que noticias; son encuentros. No hay sustitutos para el alma cuando ella tiene la necesidad de encontrarse con Dios. Hay que ir personalmente a satisfacer esa necesidad. La ausencia de Dios genera unos vacíos que solo Dios puede llenar. Ya lo dijo San Agustín de Hipona:

“Nos has hecho para ti, Señor, y nuestro corazón estará insatisfecho hasta que descanse en ti”

De cara a un pasado esclavizador, un presente deprimente y un futuro incierto, Zaqueo toma la mejor decisión: deja a Jesús entrar en su corazón. Esto es lo que celebramos esta semana. Jesús sigue buscando los corazones de los Zaqueos de este

tiempo para posar, hacer morada en ellos. El corazón de Zaqueo fue transformado. El miró su pasado: “he defraudado.” El miró su presente con otros ojos: “Doy…se lo devuelvo.” Por último, Zaqueo puso su futuro en las manos de Jesús. Jesús llama hijo de Abraham, hijo de la promesa eterna, al que había sido pillo. El “enano” se agiganta por los efectos que desatan la misericordia y la Gracia del Hijo del Hombre. Jesús dice que la salvación ha llegado a esa casa. ¡Jesús entra en el corazón del pecador!Jesús entró a Jerusalén; la ciudad de Dios. Entrar a Jerusalén implicaba el cumplimiento de la palabra profética dada por Dios a través de profetas tales como Zacarías. En Zac 9:9 leemos lo siguiente:

Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.

Entrar a Jerusalén significaba entrar al cumplimiento del plan eterno de Dios. La Biblia dice que Dios estructuró el plan de salvación desde

antes de la fundación de mundo (1 Ped 1:12-20; Apoc 13:8). La muerte y pasión de Cristo en la Cruz del Calvario no fue producto del azar. Esta demostración de la Gracia estaba tan bien orquestada que Dios, que estaba reconciliando al mundo consigo mismo en Cristo Jesús (2 Cor 5:8-9), había anunciado cerca de 800 años antes que Jesús entraría a Jerusalén sentado en un pollino. La entrada en Jerusalén era entonces una demostración de que los planes de Dios siempre se cumplen. Era una demostración de que la misericordia y el juicio de Dios no pueden ser detenidos. Era una demostración de que Jesús es el Señor de la historia. ¡Jesús entró a Jerusalén como el Señor de la Historia!

Ver entrar a Jesús en nuestra Jerusalén, es similar a ver el inicio del cumplimiento del plan profético para nuestra vidas. Dios es un Dios

de planes y de propósitos. Su Palabra dice que él ha dispuesto cumplir su propósito en nosotros (Sal 138:8). Hay que dejarlo entrar a gobernar y a establecer su propósito en nuestras ciudades y en nuestras naciones. Hay que procurar y aceptar que él sea el Señor de la historia de nuestras naciones. Hacerlo así nos colocará en el lado correcto cuando se cierre los capítulos finales de la historia del ser humano (Mt 25:31-46). Un pequeño asomo de lo antes dicho lo encontramos en el pueblo de Israel. A todas luces no es un pueblo perfecto, pero sin duda alguna hay una palabra profética trans-histórica sobre ellos.

Por último, Jesús entró en el templo de Jerusalén. Su entrada da inicio a un proceso de limpieza y purificación de lo que debía ser casa

de oración y que se había convertido en plaza de mercado y cueva de ladrones. ¡Jesús entró al templo para limpiarlo!

Los acontecimientos más recientes que vive la humanidad apuntan a que la Iglesia del Señor tiene que estar preparada para dirigir y cosechar

uno de los avivamientos más grandes que haya vivido la humanidad. Para que la Iglesia sea capaz de esto, ella necesita que Jesús entre a nuestros templos y transforme la Iglesia del siglo 21 en su casa de oración. Se hace imprescindible que Jesús entre y eche fuera de muchos templos a aquellos que han convertido la Casa de Dios en una Super Plaza en la que se venden entre otras cosas ollas, vitaminas, carteras, multiniveles, milagros y hasta que se haya convertido en una costumbre poner dinero en el altar para “pactar” con la Palabra recibida. Si se necesita dinero para esto entonces no se trata de Gracia y sí del producto de una inversión económica o el fruto de una gestión o un trabajo.

Jesús va entrar a muchos templos para echar fuera a oportunistas que se quieren aprovechar de los tesoros del Reino. Hoy damos inicio a

la celebración de la Semana Santa. Hoy celebramos al menos cinco (5) entradas triunfales de Jesús. Hoy celebramos que todas y cada una de ellas se repiten hoy.

Celia A. Brea Robles..........................HogarChristopher Álvarez...........................HogarDaniel Pérez.....................................HogarDelia Soler...................................HondurasDiana Suárez.....................................HogarAurea García...............Hosp. Área CarolinaEnerida Cardoso.........................Florida, EUEugenio González..............................HogarEdna Pagán............... Hosp. Himma CaguasGabriella Rocío González...Hosp. San Jorge Gisella Zamot...............................New YorkHilda Vélez Pagán..............................HogarIvelisse Resto......................................HogarJosé García Roig.........Hosp. Cardiováscular Julito Rodríguez............Clínicas Las AntillasLuisito Serrano...................................Hogar Magali Edward...................................HogarMaria de los Ángeles Ortiz Nieves.....Hogar Marta Daniels....................................Hogar Nilda Santiago...................................HogarNoe Mercado....................................Hogar Noemí Cordero.................................Hogar Pastor Miguel Martínez......................Hogar Pedro González Vélez...........Auxilio MutuoVictor Corcino...................................Hogar Wilfredo López Ruiz..........................Hogar Yasimillet González.....Hosp. Área Carolina Yolanda Mirabal.................................Hogar Luisito Serrano...................................Hogar

La Iglesia AMEC Casa de Alabanza desea felicitar a la Pastora Rebeca Parrilla por su cumpleaños

el 25 de marzo.

Feliz cumpleaños a mi hijo Monchito pues hoy 24 de marzo hace 4 décadas me diste el honor de ser madre, de parte de tu mamá Teresa, esposa, hijas y familiares.

Muchas bendiciones a Kryzia Vázquez por su cumpleaños el 20 de marzo.

Bendice a otros de manera especial en la Semana Santa. Estamos necesitando los siguientes artículos en particular: sal, azúcar, aceite (16oz). Estaremos recolectando el viernes y el domingo. Gracias!!