22
¿Quién censura al censurador?: notas acerca de la censura previa a propósito del caso Químper Herrera Por: Benji Gregory Espinoza Ramos I. Introducción 1. El título del presente artículo hace con una expresión que es una reformulación de la locución latina del poeta romano Juvenal: ¿quis custodiet ipsos custodes? -quién custodia al custodio-, la misma que busca determinar dónde debe residir el poder último o quién debe detentarlo. 2. En efecto, el epígrafe pone de relieve un asunto que no resulta de menor calado, por cuanto las libertades de expresión e información solo pueden tener asiento en una sociedad a condición de que no exista censura o autorización previa a su ejercicio. De modo tal que resultan ilustrativos los términos en que fueron redactados determinados fundamentos jurídicos en la sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el caso Químper Herrera al representar un caso de censura previa indirecta. 3. Ahora bien, para poder llegar al análisis de si hubo o no censura previa en el caso concreto de la sentencia sub comento, se impone con anterioridad desarrollar ciertos tópicos: en primer lugar, determinar los extremos de la sentencia que será objeto de análisis; segundo, el reconocimiento de las libertades comunicativas en el orden jurídico nacional e internacional; luego, distinguir la libertad de expresión de la información; cuarto, su importancia como garantías del sistema democrático; quinto, los límites a estos derechos; sexto, la censura previa en el sistema interamericana de protección de los derechos humanos; séptimo, la censura previa y su desarrollo en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional; y, finalmente, como consecuencia del análisis anterior, se determinará si nos encontramos frente a un supuesto o no de censura previa en el caso Químper Herrera. Ex Pasante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (San José, Costa Rica). Actualmente, se desempeña como Coordinador del Área de Investigaciones del Centro de Estudios de Derechos Humanos de la Universidad de San Martín de Porres.

Caso Quimper Herrera

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Caso Quimper Herrera

Citation preview

  • Quin censura al censurador?: notas acerca de la censura

    previa a propsito del caso Qumper Herrera

    Por: Benji Gregory Espinoza Ramos

    I. Introduccin

    1. El ttulo del presente artculo hace con una expresin que es una

    reformulacin de la locucin latina del poeta romano Juvenal: quis

    custodiet ipsos custodes? -quin custodia al custodio-, la misma que busca

    determinar dnde debe residir el poder ltimo o quin debe detentarlo.

    2. En efecto, el epgrafe pone de relieve un asunto que no resulta de

    menor calado, por cuanto las libertades de expresin e informacin solo

    pueden tener asiento en una sociedad a condicin de que no exista censura

    o autorizacin previa a su ejercicio. De modo tal que resultan ilustrativos los

    trminos en que fueron redactados determinados fundamentos jurdicos en

    la sentencia del Tribunal Constitucional recada en el caso Qumper Herrera

    al representar un caso de censura previa indirecta.

    3. Ahora bien, para poder llegar al anlisis de si hubo o no censura

    previa en el caso concreto de la sentencia sub comento, se impone con

    anterioridad desarrollar ciertos tpicos: en primer lugar, determinar los

    extremos de la sentencia que ser objeto de anlisis; segundo, el

    reconocimiento de las libertades comunicativas en el orden jurdico nacional

    e internacional; luego, distinguir la libertad de expresin de la informacin;

    cuarto, su importancia como garantas del sistema democrtico; quinto, los

    lmites a estos derechos; sexto, la censura previa en el sistema

    interamericana de proteccin de los derechos humanos; sptimo, la censura

    previa y su desarrollo en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional; y,

    finalmente, como consecuencia del anlisis anterior, se determinar si nos

    encontramos frente a un supuesto o no de censura previa en el caso

    Qumper Herrera.

    Ex Pasante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (San Jos, Costa Rica).

    Actualmente, se desempea como Coordinador del rea de Investigaciones del Centro de

    Estudios de Derechos Humanos de la Universidad de San Martn de Porres.

  • II. Planteamiento de la cuestin

    4. En la sentencia recada en el Exp. N 00655-2010-PHC/TC el

    Contralor de la Constitucionalidad aborda el pedido de la parte demandante

    de que se declare nulo el auto apertorio de instruccin emitido por el Tercer

    Juzgado Penal Especial de Lima y, en consecuencia, se expida un auto

    denegatorio de instruccin, por cuanto se inici proceso por los delitos de

    patrocinio ilegal, de cohecho pasivo propio, trfico de influencias y

    negociacin incompatible contra el seor Alberto Qumper Herrera

    sustentndose en pruebas prohibidas producto de interceptaciones

    telefnicas ilegales -petroaudios- difundidas por los medios de

    comunicacin.

    5. El Tribunal Constitucional declar improcedente la demanda y en la

    parte final de la sentencia esboza lo siguiente en calidad de obiter dictum1:

    20. [L]as conversaciones telefnicas del beneficiario no constituan informacin pblica, por lo que su divulgacin a travs de los medios de prensa sin la autorizacin del beneficiario se torn

    inconstitucional. [L]a divulgacin de las grabaciones telefnicas requiere de la autorizacin de sus interlocutores para que sea legtima.

    23. [L]os medios de comunicacin social se encuentran prohibidos de divulgar o difundir interceptaciones y grabaciones de

    conversaciones telefnicas, salvo que exista la autorizacin de los

    interlocutores grabados para que sea conocida por terceros o un

    mandamiento judicial motivado que permita su difusin por ser de inters pblico, bajo responsabilidad de ser denunciados penalmente (nfasis aadido).

    6. Ahora bien, no puede dejar de mencionarse que el Tribunal

    Constitucional aclar ex officio2 el fundamento 23 de sus sentencia

    sosteniendo que la interpretacin correcta de este considerando se dirige a

    la sancin de la conducta de aquellos que promueven, instigan o participan

    en la interceptacin de las telecomunicaciones, aun cuando sean

    1 Una sentencia, en su estructura lgica, se divide en ratio decidendi, obiter dictum y

    decisum. La ratio decidendi (razones para decidir) est conformada por los argumentos en la parte considerativa de la sentencia que constituyen la base argumental del fallo del tribunal

    sobre la materia sometida a su conocimiento. El obiter dictum (fuera del documento) est

    compuesto por argumentos que no forman parte del petitorio y que, sin embargo, son complementarios al de la ratio decidendi. La decisum es el fallo o conclusin que tiene como

    premisas a las razones expuestas en la ratio decidendi. 2 RTC. Exp. N 00655-2010-PHC/TC. Caso Qumper Herrera. Resolucin de 10 de diciembre

    de 2010.

  • periodistas, medios o empresas dedicados a las telecomunicaciones3. As,

    quien tiene acceso a tal informacin [producto de la interceptacin] y

    pretende su difusin, sea porque es periodista, editor o dueo de un medio

    de comunicacin, debe evaluar si con ello se afecta la intimidad personal o

    familiar o la vida privada de los interceptados, familiares o terceros. Es en

    este ltimo caso que el control es posterior, en la medida que la

    constitucin garantiza que no hay censura previa4.

    7. Sin perjuicio de la aclaracin del Tribunal Constitucional, la cual

    saludamos, resulta importante hacer un desarrollo de la censura previa y su

    existencia en la sentencia bajo comentario.

    III. Las libertades comunicativas y su reconocimiento en el

    ordenamiento jurdico nacional e internacional

    8. Las libertades comunicativas estn consagradas en las normas

    principales del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y en

    nuestro texto constitucional.

    9. As tenemos que en el sistema universal de proteccin de los

    derechos humanos su reconocimiento tiene doble base. En primer lugar, en

    el artculo 19 de la Declaracin Universal de los Derechos Humanos en los

    siguientes trminos:

    .

    10. Asimismo, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos

    igualmente en el artculo 19 inciso 2:

    .

    3 RTC. Exp. N 00655-2010-PHC/TC. Caso Qumper Herrera. Resolucin de 10 de diciembre

    de 2010, considerando 5. 4 RTC. Exp. N 00655-2010-PHC/TC. Caso Qumper Herrera. Resolucin de 10 de diciembre

    de 2010, considerando 7.

  • 11. En el mbito del sistema interamericano, las libertades de

    comunicacin hunden sus races en dos cuerpos normativos: la Declaracin

    Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y la Convencin

    Americana sobre Derechos Humanos. La Declaracin Americana, de forma

    escueta, establece en su artculo IV:

    .

    12. A su turno, la Convencin Americana prescribe en su artculo 13:

    .

    13. En nuestro ordenamiento jurdico nacional, la Constitucin Poltica les

    prodiga reconocimiento en el artculo 2 inciso 4 al rezar:

    .

    IV. Las libertades comunicativas: distincin entre la libertad de

    expresin y la libertad de informacin

    14. Precisar el contenido de las libertades de expresin e informacin se

    hace necesario para poder determinar el significado de la censura previa

    como parte de lo protegido por estas libertades.

  • 15. Para distinguirlas es recomendable antes apuntar sus semejanzas: la

    primera estriba en que ambas cautelan la libre comunicacin; el segundo

    denominador comn es que ambas libertades, adems de ser manifestacin

    de la dignidad humana (dimensin subjetiva), al mismo tiempo se erigen en

    condicin indefectible del Estado de Derecho (dimensin objetiva o

    institucional); el tercer parecido reside en que tanto una como otra

    constituyen libertades preferidas, no en el sentido de que prevalecen en

    abstracto frente a cualquier derecho en supuestos de conflictos, sino en el

    sentido que toda intervencin a stas est sometida a una presuncin de

    inconstitucionalidad que exige que el Estado debe probar el inters pblico

    para justificar la limitacin a su ejercicio.

    16. Ahora bien, en cuanto a las diferencias entre una y otra5, la libertad

    de expresin tiene por objeto la difusin del pensamiento, la opinin o la

    idea. En cambio, en ejercicio de la libertad de informacin se dan a conocer

    hechos o datos objetivos. A la libertad de expresin no se le aplica el test de

    veracidad que s es predicable en la libertad de informacin, ya que la

    primera est teida de subjetividad, y la segunda de objetividad.

    17. Al respecto, el Tribunal Constitucional ha anotado:

    Aun cuando histricamente la libertad de informacin haya surgido en el seno de la libertad de expresin, y a veces sea difcil diferenciar la

    una de la otra, el referido inciso 4) del artculo 2 de la Constitucin las ha reconocido de manera independiente, esto es, como dos derechos

    distintos y, por tanto, cada uno con un objeto de proteccin distinto.

    As, mientras que con la libertad de expresin se garantiza la difusin del pensamiento, la opinin o los juicios de valor que cualquier persona

    pueda emitir, la libertad de informacin garantiza el acceso, la bsqueda

    y la difusin de hechos noticiosos o, en otros trminos, la informacin

    veraz. Por su propia naturaleza, los juicios de valor, las opiniones, los pensamientos o las ideas que cada persona pueda tener son de

    naturaleza estrictamente subjetivas y, por tanto, no pueden ser

    sometidos a un test de veracidad; a diferencia de lo que sucede con los

    hechos noticiosos, que, por su misma naturaleza de datos objetivos y

    contrastables, s lo pueden ser (nfasis agregado)6.

    5 En contra de la distincin por intil e inconveniente, vase: CASTILLO CRDOVA, Luis.

    Criterios de delimitacin del contenido constitucional del derecho a la libertad de expresin e

    informacin. En: Actualidad Jurdica, N 152, Julio, 2006, pg. 16. 6 STC. Exp. N 0905-2001-AA/TC. Caso Caja Rural de Ahorro y Crdito de San Martn,

    Fundamento Jurdico 9. Este criterio fue reiterado ulteriormente. Vide: Exp. N 00013-2007-

    PI/TC. Caso Jorge Santistevan de Noriega en representacin de ms de cinco mil ciudadanos,

    Fundamento Jurdico 2.

  • V. Las libertades de expresin e informacin como garantas de

    una sociedad democrtica

    18. La Corte Interamericana de Derechos Humanos tiene como lnea

    jurisprudencial consolidada considerar que la libertad de expresin es una

    piedra angular en la existencia misma de una sociedad democrtica7 y que

    no solo debe hacerse respetar en relacin con informaciones o ideas que

    son recibidas favorable o inofensivamente, sino tambin a las que resultan

    desfavorables o ingratas habida cuenta de las exigencias del pluralismo que

    supone tolerancia y espritu de apertura8. Sin una efectiva garanta de la

    libertad de expresin, se debilita el sistema democrtico y sufren quebranto

    el pluralismo y la tolerancia; los mecanismos de control y denuncia

    ciudadana pueden volverse inoperantes y, en definitiva, se crea un campo

    frtil para que arraiguen sistemas autoritarios9.

    19. Desde antiguo el Tribunal Constitucional ha considerado que los

    derechos a la libre expresin y a la informacin tienen un rol estructural en

    el funcionamiento de la Democracia, ya que sta no puede existir sin una

    autntica comunicacin pblica libre10. Ms recientemente, ha sostenido

    criterio similar al sealar que la cosustancialidad entre las libertades de

    expresin e informacin y el rgimen democrtico descansa en que stas

    contribuyen con la formacin de una opinin pblica libre11.

    20. En resumen, el disenso y las diferencias de opinin, impelidas por el

    ejercicio de las libertades informativas, son cosustanciales al pluralismo que

    debe estar presente en una sociedad democrtica12. Sin estos derechos

    comunicativos no hay opinin pblica racional y libre y, en consecuencia, la

    7 Cfr. Corte IDH. La Colegiacin Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 29 Convencin Americana sobre Derechos Humanos). Opinin Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de

    1985. Serie A No. 5, prr. 70. Ver tambin: Caso Ricardo Canese Vs. Paraguay. Fondo,

    Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2004. Serie C No. 111, prr. 82; Caso Kimel Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de mayo de 2008 Serie C

    No. 177, prrs. 87 y 88; y Caso Apitz Barbera y otros (Corte Primera de lo Contencioso Administrativo) Vs. Venezuela. Excepcin Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182, prr. 131. 8 Cfr. Corte IDH. Caso Perozo y otros Vs. Venezuela. Excepciones Preliminares, Fondo,

    Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de enero de 2009. Serie C No. 195, prr. 74. 9 Cfr. Corte IDH. Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica. Excepciones Preliminares, Fondo,

    Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de julio de 2004. Serie C No. 107, prr.116. 10 STC. Exp. N 02-2001-AI/TC. Caso Defensora del Pueblo, Fundamento Jurdico 9. 11 STC. Exp. N 0010-2002-AI/TC. Caso Marcelino Tineo Silva y ms de 5.000 ciudadanos,

    Fundamento Jurdico 9. 12 Cfr. Corte IDH. Caso Perozo y otros Vs. Venezuela. Excepciones Preliminares, Fondo,

    Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de enero de 2009. Serie C No. 195, prr. 74.

  • democracia se convertira en una palabra de fuertes acentos pero de

    esculidos resultados.

    VI. Las libertades de expresin e informacin como derechos

    limitables

    21. A pesar de su importancia como instituciones que, de suyo,

    condicionan el establecimiento de una sociedad democrtica, las libertades

    de expresin e informacin no constituyen derechos irrestrictos o ilimitados,

    ya que como todos los derechos fundamentales- pueden ser objeto de

    limitacin en su ejercicio en la medida que no se interfiera dentro de su

    contenido esencial o constitucionalmente protegido.

    22. La Corte IDH ha asumido el criterio de que la libertad de expresin no

    es un derecho absoluto y puede estar sujeta a restricciones13, en particular

    cuando interfiere con otros derechos garantizados por la Convencin14.

    23. A su vez, el Tribunal Constitucional ha manifestado reiteradamente

    que no debe entenderse a ambas libertades como absolutas, esto es, no

    sujetas a lmites o que sus excesos no sean sancionables15.

    Efectivamente, [e]l ejercicio del derecho a la informacin no es libre ni

    irrestricto; por el contrario, est sujeto a ciertos condicionamientos que

    deben ser respetados dentro de un Estado democrtico y social de derecho.

    Slo as, con los lmites que se deben encontrar en la propia Constitucin, el

    derecho a la informacin podr convertirse en la piedra angular de la

    democracia16. Asimismo, se ha sealado que si bien en un Estado

    democrtico la libertad de expresin adquiere un cariz significativo y

    obtiene una posicin preferente por ser el canal del garanta mediante el

    13 Cfr. Corte IDH. Caso Apitz Barbera y otros (Corte Primera de lo Contencioso Administrativo) Vs. Venezuela. Excepcin Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182, prr., prr. 131; Caso Kimel Vs.

    Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de mayo de 2008 Serie C No. 177, prr. 54; y Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22

    de noviembre de 2005. Serie C No. 135, prr. 79. 14 Cfr. Corte IDH. Caso Kimel Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de mayo de 2008 Serie C No. 177, prr. 56. 15 STC. Exp. N 0905-2001-AA/TC. Caso Caja Rural de Ahorro y Crdito de San Martn,

    Fundamento Jurdico 14. En sentido similar, vase: Exp. N 2791-2005-PA/TC. Caso Sovern Mrquez y otro, Fundamento Jurdico 4. 16 STC. Exp. N 6712-2005-HC/TC. Caso Magaly Medina y Ney Guerrero, Fundamento

    Jurdico 36; y Exp. N 00013-2007-PI/TC. Caso Jorge Santistevan de Noriega en

    representacin de ms de cinco mil ciudadanos, Fundamento Jurdico 3.

  • cual se ejercita el debate, el consenso y la tolerancia social; sin embargo,

    ello no admite la aceptacin de estados de libertad irrestrictos, pues el

    ejercicio mismo de la libertad de expresin conlleva una serie de deberes y

    responsabilidades para con terceros y para con la propia organizacin

    social17.

    VII. La censura previa en el Sistema Interamericano de Proteccin

    de los Derechos Humanos

    24. La censura previa viene a constituir parte del objeto de proteccin de

    estas libertades comunicativas, ya que carecera de sentido, por un lado,

    preconizar el reconocimiento de las libertades de expresin e informacin, si

    por el otro se habilita como condicin de ejercicio la autorizacin o censura

    previa por parte de las autoridades pblicas.

    25. La Convencin Americana sobre Derechos Humanos establece que las

    libertades de expresin e informacin se ejercen sin previa autorizacin ni

    censura ni impedimento algunos, bajo las responsabilidades de ley (artculo

    13 inciso 2 de la CADH). Sin embargo, esta prohibicin no es absoluta ya

    que se permite una prohibicin previa de difusin a travs de una ley- con

    el objeto de regular el acceso a espectculos pblicos para la proteccin

    moral de nios y adolescentes" (artculo 13 inciso 4 de la CADH)18.

    27. Para poder determinar el desarrollo de la censura previa por parte de

    los rganos de proteccin del Sistema Interamericano de Proteccin de los

    Derechos Humanos, haremos referencia, en primer lugar, a los casos donde

    la CIDH ha tocado este tema y, luego, a la jurisprudencia de la Corte IDH

    sobre el particular.

    28. La Comisin Interamericana trat por primera vez la cuestin de la

    censura previa en el caso Steve Clark y otros vs. Grenada19, donde el

    Estado confisc en el aeropuerto de ese pas cuatro cajas de libros

    17 STC. Exp. N 2465-2004-AA/TC. Exp. N 2465-2004-AA/TC. Caso Jorge Barreto Herrera,

    Fundamento Jurdico 16. 18 Cabe apuntar que en el sistema europeo de proteccin de los derechos humanos s est

    permitida la censura o autorizacin previa. As, el Pacto de Roma en su artculo 10 inciso 1 in

    fine, despus de reconocer a la libertad de expresin como derecho protegido, puntualiza: [e]l presente artculo no impide que los Estados sometan a las empresas de radiodifusin, de cinematografa o de televisin a un rgimen de autorizacin previa (subrayado fuera del original). 19 CIDH. Caso 10.325, Informe N 2/96, Grenada, Steve Clark y otros, 1 de marzo de 1996.

  • provenientes de los Estados Unidos que portaban los denunciantes. La

    Comisin declar que la confiscacin y prohibicin de los libros constitua

    una imposicin de censura previa por parte del Estado y aadi que el

    Estado no haba presentado ninguna argumentacin que justificara ese

    acto, por lo cual haba violado el artculo 13 de la CADH. La Comisin

    resalt el doble carcter del artculo 13, considerando que la accin

    denunciada inhiba el ejercicio del derecho a la libertad de expresin por

    parte de los peticionarios, as como de otras personas que nunca tendran

    acceso a la informacin e ideas consignadas en los libros.

    29. Luego, la Comisin ampli su criterio respecto a la censura previa con

    motivo del caso de Francisco Martorell vs. Chile20. En este caso un

    tribunal haba impartido una orden prohibiendo la publicacin de un libro la

    noche anterior a la fecha de su salida a la venta. El libro relataba las

    circunstancias que haban llevado a que un ex embajador de la Argentina en

    Chile abandonara este pas. Francisco Martorell, autor del libro, apel la

    decisin ante la Corte Suprema, que rechaz la apelacin y prohibi la

    circulacin del libro. Asimismo, se presentaron cargos contra el autor por

    difamacin y calumnias. La Comisin consider que se haba violado el

    Artculo 13, porque la orden contra el libro constitua censura previa y

    observ lo siguiente:

    La prohibicin de la censura previa, con la excepcin consignada en el prrafo 4 del Artculo 13, es absoluta y exclusiva de la Convencin Americana, por cuanto ni la Convencin Europea ni la Convencin sobre

    Derechos Civiles y Polticos contienen disposiciones similares. El hecho

    de que no se estipulen otras excepciones a esta disposicin, indica la

    importancia que los autores de la Convencin asignaron a la necesidad de expresar y recibir cualquier clase de informacin, pensamientos,

    opiniones e ideas (nfasis aadido)21.

    30. Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos esboz

    sus primeros criterios en cuanto a la censura previa en los primordios del

    ejercicio de su competencia consultiva. As, en la Opinin Consultiva N

    5-85 relativa a La Colegiacin Obligatoria de Periodistas, frente al

    pedido del gobierno de Costa Rica de que se interprete la compatibilidad de

    20 CIDH. Caso 11.230, Informe N 11/96, Chile, Francisco Martorell, 3 de mayo de 1996. 21 CIDH. Caso 11.230, Informe N 11/96, Chile, Francisco Martorell, 3 de mayo de 1996,

    prr. 56.

  • su ley interna que estableca la colegiacin obligatoria de periodistas con los

    estndares de la Convencin Americana.

    31. En esta opinin Consultiva la Corte IDH estableci los siguientes

    criterios: i) la libertad de expresin tiene dos dimensiones -individual y

    social-, las cuales requieren ser garantizadas simultneamente. As, no

    sera lcito invocar el derecho de la sociedad a estar informada verazmente

    para fundamentar un rgimen de censura previa supuestamente destinado

    a eliminar las informaciones que seran falsas a criterio del censor22; ii) la

    prohibicin de la censura previa es siempre incompatible con la plena

    vigencia de los derechos enumerados por el artculo 13, salvo las

    excepciones contempladas en el inciso 4 referentes a espectculos pblicos,

    incluso si se trata supuestamente de prevenir por ese medio un abuso

    eventual de la libertad de expresin. De esa suerte, toda medida

    preventiva significa, inevitablemente, el menoscabo de la libertad

    garantizada por la Convencin23; y iii) [ e]l abuso de la libertad de

    expresin no puede ser objeto de medidas de control preventivo sino

    fundamento de responsabilidad para quien lo haya cometido24.

    32. Ahora bien, en un caso contencioso la primera vez que se hace un

    planteamiento de censura previa es en el caso la ltima Tentacin de

    Cristo vs. Chile. En este asunto las autoridades judiciales chilenas

    prohibieron la exhibicin de la pelcula que lleva en el nombre del caso. La

    Corte seal que el artculo 13 no permite la censura previa, salvo cuando

    se trate de la regulacin de espectculos pblicos con el exclusivo objeto de

    proteger la moral de los nios y los adolescentes, valor convencionalmente

    relevante, y que en todos los dems casos cualquier medida preventiva

    implica el menoscabo a la libertad de pensamiento y de expresin25.

    33. En este caso la Corte consider probado que en Chile existe un

    sistema de censura previa para la exhibicin y publicidad de la produccin

    22 Corte IDH. La Colegiacin Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 29 Convencin Americana sobre Derechos Humanos). Opinin Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985. Serie

    A No. 5, prr. 33 23 Corte IDH. La Colegiacin Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 29 Convencin Americana sobre Derechos Humanos). Opinin Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985. Serie

    A No. 5, prr. 38 24 Corte IDH. La Colegiacin Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 29 Convencin Americana sobre Derechos Humanos). Opinin Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985. Serie

    A No. 5, prr. 39 25 Corte IDH. Caso La ltima Tentacin de Cristo (Olmedo Bustos y otros) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de febrero de 2001. Serie C No. 73, prr. 70.

  • cinematogrfica Estima este Tribunal que la prohibicin de la exhibicin de

    la pelcula La ltima Tentacin de Cristo constituy, por lo tanto, una

    censura previa impuesta en violacin al artculo 13 de la Convencin26.

    34. En el caso Ricardo Canese vs. Paraguay, donde se le impuso

    sanciones penales al seor Canese porque, en su aspiracin de alcanzar la

    Presidencia de la Repblica, emiti comentarios sobre su contendor poltico.

    Si bien en este caso la Corte IDH no declar la violacin de la libertad de

    expresin por existencia de censura previa, s hizo ciertas consideraciones

    al respecto:

    (L)a Convencin Americana, en el inciso 2 del referido artculo 13 de la Convencin, prev la posibilidad de establecer restricciones a la libertad

    de expresin, que se manifiestan a travs de la aplicacin de responsabilidades ulteriores por el ejercicio abusivo de este derecho, las

    cuales no deben de modo alguno limitar, ms all de lo estrictamente

    necesario, el alcance pleno de la libertad de expresin y convertirse en

    un mecanismo directo o indirecto de censura previa (nfasis agregado) 27.

    35. Posteriormente, en el caso Palamara Iribarne vs. Chile se plante

    la situacin del seor Humberto Antonio Palamara Iribarne, oficial retirado

    de la Armada chilena, cuyo libro titulado tica y Servicios de Inteligencia

    que abordaba aspectos relacionados a la inteligencia militar- fue objeto de

    una prohibicin de publicacin, incautacin de los ejemplares del libro y los

    originales del texto, as como el disco que contena el texto ntegro y la

    matricera electroesttica de la publicacin, junto a la eliminacin del texto

    ntegro del libro del disco duro de la computadora personal que se

    encontraba en el domicilio del seor Palamara Iribarne. Adems, fue

    condenado por los delitos de desobediencia y desacato.

    36. La Corte consider que para que el Estado garantizara

    efectivamente el ejercicio del derecho a la libertad de pensamiento y de

    expresin del seor Palamara Iribarne no bastaba con que permitiera que

    escribiera sus ideas y opiniones, sino que tal proteccin comprenda el

    deber de no restringir su difusin, de forma tal que pudiera distribuir el libro

    26 Corte IDH. Caso La ltima Tentacin de Cristo (Olmedo Bustos y otros) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de febrero de 2001. Serie C No. 73, prr. 71. 27 Corte IDH. Caso Ricardo Canese Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia

    de 31 de agosto de 2004. Serie C No. 111, prr. 95.

  • utilizando cualquier medio apropiado para hacer llegar tales ideas y

    opiniones al mayor nmero de destinatarios, y que stos pudieran recibir tal

    informacin28.

    37. Por ello, concluy que las medidas de control adoptadas por el

    Estado para impedir la difusin del libro tica y Servicios de Inteligencia

    del seor Palamara Iribarne constituyeron actos de censura previa no

    compatibles con los parmetros dispuestos en la Convencin, dado que no

    exista ningn elemento que, a la luz de dicho tratado, permitiera que se

    afectara el referido derecho a difundir abiertamente su obra, protegido en el

    artculo 13 de la Convencin29.

    38. Finalmente, en el caso Tristn Donoso vs. Panam, en un caso

    donde la conversacin telefnica del abogado Santander Tristn Donoso fue

    interceptada, grabada y difundida, y se le inicia un proceso penal por delitos

    contra el honor en represalia a sus denuncias por las referidas grabacin y

    divulgacin. Si bien el Tribunal no declara la violacin del artculo 13 por

    considerar la existencia de una censura previa, s considera que una sancin

    pecuniaria elevada puede generar una autocensura:

    (L)os hechos bajo el examen del Tribunal evidencian que el temor a la sancin civil, ante la pretensin del ex Procurador de una reparacin

    civil sumamente elevada, puede ser a todas luces tan o ms intimidante e inhibidor para el ejercicio de la libertad de expresin que una sancin

    penal, en tanto tiene la potencialidad de comprometer la vida personal y

    familiar de quien denuncia a un funcionario pblico, con el resultado

    evidente y disvalioso de autocensura, tanto para el afectado como para otros potenciales crticos de la actuacin de un servidor pblico (nfasis aadido)30.

    VIII. La censura previa en la jurisprudencia del Tribunal

    Constitucional

    39. El Tribunal Constitucional, en su recorrido jurisprudencial, ha

    delineado consideraciones generales en torno a la censura previa, salvo en

    28 Corte IDH. Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135, prr. 73. 29 Corte IDH. Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de

    22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135, prr. 78. 30 129

  • un caso donde la abord de manera detallada. Veamos qu tratamiento le

    ha dispensado en sus resoluciones el Colegiado Constitucional a esta

    materia.

    40. En el caso Mohme Llona y otro, en un proceso de amparo los

    accionantes Gustavo Mohme Llona y Javier Diez Canseco, cuestionaron que

    el Presidente del Consejo de Ministros, y los Ministros del Interior y Defensa

    violentaban sus derechos constitucionales al honor, buena reputacin, a la

    voz e imagen, por cuanto desde el da 10 de junio de 1996 -a travs de dos

    canales de televisin- se vena propalando un spot publicitario, a travs del

    cual se les presentaba a la opinin pblica como personas que estn

    empeadas en daar el prestigio de las Fuerzas Armadas.

    41. El Tribunal Constitucional identific el petitorio de la demanda y

    consider que tena por objeto que las entidades demandadas se

    abstengan de propalar que se viene

    trasmitiendo en los canales cinco y nueve de televisin, que segn se alega

    afectan maliciosamente los derechos constitucionales al honor, la buena

    reputacin, a la proteccin de la voz y de la imagen, y en

    consecuencia, se disponga que los referidos canales de televisin no

    trasmitan los avisos publicitarios considerados como lesivos31.

    42. As las cosas, el TC consider que la pretensin deba desestimarse,

    por cuanto, conforme a lo dispuesto en el inciso 4) del artculo 2 de la

    Constitucin Poltica del Estado, en nuestro ordenamiento jurdico la

    libertad de propalar informacin a travs de los medios de prensa, hablado,

    escrito, radial o televisado, [ si bien puede ser limitado], sin embargo, su

    ejercicio no requiere autorizacin previa, ni est sujeto a censura o

    impedimento alguno; [de ah que] su tutela no puede significar que con

    carcter preventivo se impida a un medio de comunicacin social,

    cualquiera sea su naturaleza, propalar la informacin que se considera como

    lesiva, pues ello supondra que la clusula de prohibicin de la censura

    previa o de la proscripcin del impedimento para el ejercicio de tales

    libertades quedara vaciada de contenido32.

    31 STC. Exp. N 168-98-AA/TC. Caso Mohme Llona y otro, Fundamento Jurdico 1. 32 STC. Exp. N 168-98-AA/TC. Caso Mohme Llona y otro, Fundamento Jurdico 2.

  • 43. En el caso Ortiz Pietro, el afectado, Alberto Felipe Ortiz Prieto,

    interpone proceso constitucional de amparo contra el director del programa

    radial "Acontecer", ya que el demandado propal en su programa radio

    noticioso una serie de notas difamantes que agravian su honor y buena

    reputacin. Parte de su petitorio exiga que el TC ordene cesar la

    propagacin de opiniones que afecten sus derechos constitucionales al

    honor y a la buena reputacin33.

    44. El Contralor de la Constitucin reitera el criterio establecido en el caso

    Mohme Llona y otro y establece que la posicin central que ocupan las

    libertades de informacin y expresin en la formacin de una opinin

    pblica libre, presupuesto de la configuracin del Estado como un Estado

    Democrtico de Derecho impide que cualesquiera sean las circunstancias,

    stas se encuentren sujetas a unos lmites de carcter preventivo, por

    medio de los cuales pueda impedirse el ejercicio de tales libertades como

    consecuencia del dictado de un mandato judicial de prohibicin, ya que el

    ejercicio de las libertades informativas a travs de medios de comunicacin

    social no se encuentran sujetos a ninguna clase de autorizacin, censura o

    impedimento alguno34.

    45. En el caso Editora Sport S.A., se cuestiona que la aplicacin de

    una ordenanza municipal (Ordenanza Municipal N. 009-96-MDL) emitida

    por la Municipalidad de Lince que, a juicio de la empresa demandante,

    vulnera sus derechos a la libertad de empresa, la libertad de prensa y las

    libertades de informacin, opinin, expresin y difusin del pensamiento al

    haber establecido en su contenido la prohibicin de que los quioscos y

    puestos de venta de peridicos y revistas exhiban publicaciones cuya

    primera plana contenga "imgenes de personas desnudas o semidesnudas",

    "imgenes de parejas homosexuales y/o heterosexuales en actos carnales"

    o "imgenes de cadveres [...] y otros sucesos de ndole similar que

    reflejen el carcter repulsivo y/o macabro de la muerte", estableciendo

    sanciones para quien no acate dicha medida.

    46. En primer lugar, el Colegiado determina, en virtud de un principio

    elemental de competencia, que solo por ley o excepcionalmente por decreto

    33 STC. Exp. N 829-98-AA/TC. Caso Ortiz Prieto, Fundamento Jurdico 1. 34 STC. Exp. N 829-98-AA/TC. Caso Ortiz Prieto, Fundamento Jurdico 2.

  • legislativo y no por ordenanza municipal- pueden regularse o fijarse

    pautas para el ejercicio de los derechos fundamentales. As, el TC considera

    que la Municipalidad Distrital de Lince no debi regular, mediante

    Ordenanza, aspectos concernientes a las libertades de informacin, opinin,

    expresin y difusin del pensamiento.

    47. Ahora bien, el Sumo Intrprete de la Constitucin considera que se

    violentan los derechos reclamados por falta de legitimacin de la

    Municipalidad de Lince para regular los derechos glosados. Sin embargo, no

    hace referencia a que estos actos constituyen censura previa, a pesar de

    que ste es un caso tpico de tutela preventiva en aras de resguardar la

    moral. En consecuencia, el TC declara fundada la demande de amparo,

    inaplicable la ordenanza municipal para la empresa Editora Sport S.A y

    ordena al Municipio a abstenerse de prohibir la exhibicin del diario El Chino

    en los quioscos y puestos de venta de peridicos y revistas de su respectiva

    circunscripcin35.

    48. En el caso Medina Daz, el TC estableci, frente a la demanda

    contra el diario El Clarn por realizar publicaciones poniendo en tela de juicio

    el ejercicio de sus funciones como alcaldesa de la Municipalidad Provincial

    de San Miguel, Cajamarca, que afectan su derecho constitucional al honor,

    la buena reputacin y a la intimidad personal y familiar.

    49. El objeto de la pretensin consiste en que el TC ordene al diario

    demandado dejar de difundir los hechos noticiosos que se consideran

    agraviantes. Al respecto, el Alto Tribunal recuerda que la libertad de

    informacin no est (ni puede estar) sujeta a censura previa. Por el

    contrario, conforme se seala en el inciso 4) del artculo 2 de la

    Constitucin Poltica del Estado, su ejercicio no puede estar sujeto, bajo

    ningn punto de vista, a autorizacin, censura previa o impedimento

    algunos36. Por esta razn, declara improcedente la demanda constitucional

    de amparo.

    50. En el caso Panamericana Televisin S.A. las recurrentes incoan el

    proceso de amparo contra Genaro Delgado Parker a fin de que cese la

    conducta agresora y amenazante de violacin de sus derechos

    constitucionales al honor y a la buena reputacin, a trabajar libremente, con

    35 STC. Exp. N 57-98-AA/TC. Caso Editora Sport S.A.. 36 STC. Exp. N 748-2000-AA/TC. Caso Medina Daz, Fundamento Jurdico 1.

  • sujecin a ley, a la propiedad, a participar, en forma individual o asociada,

    en la vida econmica de la nacin y a la paz y tranquilidad, debido a que, en

    su posicin, el demandado ha emprendido una temeraria campaa de

    desinformacin, alegando inexistentes derechos y aparentando ante la

    opinin pblica una titularidad de accionista y/o directivo de Pantel S.A. que

    no ostenta; asimismo, que el demandado realiza apariciones pblicas y hace

    declaraciones en los medios de comunicacin, amenazando con solicitar

    judicialmente la administracin y el control de Panamericana Televisin

    S.A., aduciendo una conducta personal de su ex Presidente de Directorio

    Ernesto Schutz Landzuri.

    51. El Tribunal, en este caso, sostiene su reiterado criterio sobre la

    proscripcin de la censura previa y entiende que debido a que la demanda

    busca el cese de la amenaza y violacin de los derechos alegados que est

    representada por las declaraciones pblicas del demandado, no puede

    pretenderse por la va del amparo que se limite o prohba a una persona

    que exprese su opinin y difunda sus pensamientos pblicamente ante

    medios de comunicacin social, por cuanto un proceder de tal ndole

    importara afectar el derecho constitucional previsto por el inciso 4) del

    artculo 2 de la Constitucin Poltica del Estado, quedando, en todo caso,

    expedito el derecho de la parte afectada con aquellas de exigir las sanciones

    represivas que nuestro ordenamiento jurdico ha previsto frente a un

    supuesto de esta naturaleza; por lo tanto, la supuesta violacin del derecho

    fundamental antes mencionado carece de asidero y, por tal razn, debe ser

    desestimada37.

    52. En el caso Caja Rural de Ahorro y Crdito de San Martn donde

    se alega que los periodistas y una empresa radial afectan los derechos a la

    banca, la garanta del ahorro, la libre contratacin y la estabilidad de los

    trabajadores de la entidad financiera por cuanto a travs de falsas

    informaciones vienen produciendo pnico financiero- despus de reconocer

    que las personas jurdicas pueden titularizas determinados derechos

    constitucionales, el Colegiado pasa a considerar el contenido del inciso 4 del

    artculo 2 de la Carta Poltica:

    37 STC. Exp. N 473-2003-AA/TC. Caso Panamericana Televisin S.A., Fundamento Jurdico

    1.

  • (C)onforme se desprende del artculo 2, inciso 4), de la Constitucin vigente, cuando, como consecuencia del ejercicio de las libertades

    informativas, se transgreden otros derechos constitucionales, como los

    derechos al honor o a la buena reputacin, su tutela no puede significar que, con carcter preventivo, se impida a que un medio de

    comunicacin social, cualquiera que sea su naturaleza, pueda propalar la

    informacin que se considera como lesiva, pues ello supondra vaciar de

    contenido a la clusula que prohbe la censura previa, la que proscribe el impedimento del ejercicio de tales libertades y, con ellos, la condicin de

    garanta institucional de las libertades informativas como sustento de un

    rgimen constitucional basado en el pluralismo38.

    53. As, debido a que el objeto de la pretensin de la recurrente consiste

    en que el Tribunal Constitucional ordene a los emplazados que dejen de

    seguir difundiendo hechos noticiosos, la demanda debe ser declarada

    improcedente por cuanto estimar la demanda supondra violentar la clusula

    de la censura previa.

    54. Si bien en otras sentencias39 el Colegiado Constitucional ha hecho

    referencias tangenciales al tema sub anlisis, fue en el caso Ramrez de

    Lama donde por primera vez el TC acomete en la hasta ahora eludida tarea

    de desarrollar con mayor profundidad y anlisis la censura previa.

    55. En este affaire el recurrente interpuso demanda de hbeas corpus

    contra el juez Carlos Bendez Daz, de la Sala Penal de la Corte Superior de

    Justicia de Tumbes, arguyendo que mediante una resolucin judicial el

    emplazado le prohbe que se abstenga de declarar y que propale

    comentarios sobre el desarrollo del proceso que se le sigue por el delito de

    cohecho en agravio del Estado, con lo cual vulnera sus derechos

    constitucionales a no ser violentado para obtener declaraciones, a no ser

    compelido a declarar en causa penal contra s mismo, a ser asistido por

    abogado defensor de su eleccin y al debido proceso.

    56. El Tribunal, despus de determinar que hubo un error gramatical en

    la resolucin judicial, y en realidad lo que se quiso establecer como regla de

    conducta de la medida coercitiva de la comparecencia restringida era la

    prohibicin de declarar ante los mass media sobre el curso del proceso

    penal dado que se encontraba en la reservada etapa de instruccin. As,

    38 STC. Exp. N 0905-2001-AA/TC. Caso Caja Rural de Ahorro y Crdito de San Martn,

    Fundamento Jurdico 15. 39 Cfr. STC. Exp. N 00013-2007-PI/TC. Caso Jorge Santistevan de Noriega en representacin de ms de cinco mil ciudadanos, Fundamento Jurdico 18; Exp. N 2791-

    2005-PA/TC. Caso Sovern Mrquez y otro, Fundamento Jurdico 4; Exp. N 2440-2007-

    PHC/TC. Caso Toledo Manrique, Fundamento Jurdico 8.

  • pues, lo que se plantea el TC es determinar si la inclusin de esta regla de

    conducta se pone en contradicho con la clusula de la proscripcin de la

    censura previa.

    57. Antes de llegar a absolver esta cuestin, el Tribunal Constitucional fija

    los siguientes criterios en relacin con la censura previa: i) la prohibicin de

    la censura previa es absoluta o, lo que es lo mismo, se encuentra proscrito

    todo tipo de censura previa al contenido de un discurso40; ii) conforme al

    inciso 4 del artculo 2 de la Constitucin, cabe distinguir la autorizacin

    previa (solicitar permiso a alguna autoridad para ejercer el derecho, la cual

    podra no concederlo sin mediar razn alguna), la censura previa (revisin

    de aquello que se va a informar, opinar, expresar o difundir, con la opcin

    del veto) y el impedimento previo (implementacin de algn obstculo o

    prohibicin para ejercer estos derechos)41; iii) el objetivo de estas

    previsiones evitar que exista cualquier tipo de examen administrativo,

    poltico o econmico del discurso42; el control judicial del discurso solo es

    admisible cuando ste resulte perjudicial para la sociedad en el caso

    concreto43.

    58. En el caso bajo juicio, el TC consider que si bien se podra reducir la

    comunicacin del discurso del seor Ramrez de Lama como parte de las

    reglas de conducta del mandato de comparecencia como manifestacin de

    un control judicial del discurso- a partir del secreto sumarial, esta

    restriccin result desproporcional (luego de aplicar el test de

    proporcionalidad) por cuanto el objetivo que se buscaba con la restriccin

    evitar declaraciones del procesado para proteger la reputacin e imagen de

    los magistrados- no justifica el control del discurso del demandante. En

    consecuencia, el Tribunal declar fundada la demanda constitucional de

    hbeas corpus.

    IX. La censura previa en la sentencia recada en el caso Qumper

    Herrera

    40 STC. Exp. N 2262-2004-HC/TC. Caso Ramrez de Lama, Fundamento Jurdico 14. 41 STC. Exp. N 2262-2004-HC/TC. Caso Ramrez de Lama, Fundamento Jurdico 15. 42 STC. Exp. N 2262-2004-HC/TC. Caso Ramrez de Lama, Fundamento Jurdico 15. 43 STC. Exp. N 2262-2004-HC/TC. Caso Ramrez de Lama, Fundamento Jurdico 18.

  • 58. En este respecto, se impone preguntarnos los fundamentos jurdicos

    20 y 23 de la sentencia recada en el caso Qumper Herrera constituyen

    censura previa a los medios de comunicacin?

    59. Los fundamentos jurdicos 20 y 23, ledos en conjunto, poseen el

    mensaje dirigido en especfico a los medios de comunicacin de que estn

    prohibidos de difundir interceptaciones y grabaciones de conversaciones

    telefnicas si no hay autorizacin de los interlocutores o mandato judicial

    motivado- bajo el riesgo de ser denunciados penalmente.

    60. Los medios de comunicacin social juegan un rol esencial como

    vehculos para el ejercicio de la dimensin social de la libertad de expresin

    en una sociedad democrtica, razn por la cual es indispensable que

    recojan las ms diversas informaciones y opiniones44. Dentro de este

    contexto, el periodismo es la manifestacin primaria y principal de esta

    libertad y, por esa razn, no puede concebirse meramente como la

    prestacin de un servicio al pblico a travs de la aplicacin de los

    conocimientos o la capacitacin adquiridos en la universidad45. Al contrario,

    los periodistas, en razn de la actividad que ejercen, se dedican

    profesionalmente a la comunicacin social46. El ejercicio del periodismo, por

    tanto, requiere que una persona se involucre responsablemente en

    actividades que estn definidas o encerradas en la libertad de expresin

    garantizada en la Convencin47. En este sentido, es fundamental que los

    periodistas que laboran en los medios de comunicacin gocen de la

    proteccin y de la independencia necesarias para realizar sus funciones a

    cabalidad, ya que son ellos quienes mantienen informada a la sociedad,

    requisito indispensable para que sta goce de una plena libertad y el debate

    pblico se fortalezca48.

    44 Corte IDH. Caso Ivcher Bronstein Vs. Per. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de febrero de 2001. Serie C No. 74, prr. 149; y Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica.

    Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de julio de 2004.

    Serie C No. 107, prr. 117. 45 Corte IDH. La Colegiacin Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 29 Convencin Americana

    sobre Derechos Humanos). Opinin Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985. Serie

    A No. 5, prr. 71. 46 Corte IDH. Caso del peridico La Nacin. Medidas Provisionales. Resolucin de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 7 de septiembre de 2001, considerando dcimo. 47 Cfr. Corte IDH. La Colegiacin Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 29 Convencin Americana sobre Derechos Humanos). Opinin Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de

    1985. Serie A No. 5, prrs. 72 y 74. 48 Cfr. Corte IDH. Caso Ivcher Bronstein Vs. Per. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia

    de 6 de febrero de 2001. Serie C No. 74, prr. 150; y Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica.

  • 61. Por ello, considero que hubo una infeliz redaccin por parte del TC en

    este extremo porque en estos trminos se abri una amenaza a los medios

    de comunicacin. Entiendo que muchos medios comunicativos, prevalidos

    de su poder y su influencia en la sociedad, han cometidos excesos

    violentando la vida privada de las personas, que se constituye en refugio

    ltimo de su personalidad y concrecin de la dignidad humana. Sin

    embargo, estos excesos no pueden ser punidos a travs de la censura

    previa, sino exigindoles responsabilidades ulteriores, sea en sede penal,

    civil o administrativa.

    62. La libertad de prensa naci como una de las libertades pblicas ms

    preciadas porque, a travs de ella, se combata el oscurantismo y el

    secretismo que tanto dao hacan y hacen a las sociedades. En los tiempos

    que corren, los periodistas olvidan que el fin ltimo de los medios es servir

    como instrumentos esenciales de las libertades informativas y, por tanto,

    deben ejercerlas con responsabilidad y con la funcin social que comportan.

    Pero no se puede "matar una mosca con caonazos"49 a travs de una

    fiscalizacin previa de los contenidos de la prensa, sino exigiendo sus

    responsabilidades cuando causan dao haciendo irregular ejercicio de sus

    derechos.

    X. Conclusiones

    63. Las libertades de expresin e informacin estn reconocidas en el

    texto constitucional y en los acuerdos y tratados universales y regionales de

    derechos humanos.

    64. Si bien las libertades de expresin e informacin se asemejan en que

    ambas protegen la comunicacin libre y constituyen libertades preferidas

    por su especial exigencia de justificacin en la intervencin estatal, son

    derechos con objeto de proteccin diferentes, pues la libertad de expresin

    Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de julio de 2004.

    Serie C No. 107, prr. 119. 49 Esta es una expresin del celebrrimo juez norteamericano Holmes, en el caso Schenck vs. United States, donde propuso la doctrina del peligro "claro e inmediato" sealando que no se

    puede restringir el derecho a la informacin por una lejana posibilidad de desorden pblico,

    sino solo cuando haya un peligro claro e inmediato.

  • tiene por objeto la faz subjetiva del pensamiento, las opiniones o las ideas.

    En cambio, la libertad de informacin tiene por objeto dar a conocer hechos

    noticiosos o datos objetivos. A la libertad de expresin no se le aplica el test

    de veracidad que s es aplicable en la libertad de informacin, ya que las

    ideas u opiniones no pueden contrastarse, pero los hechos o noticias s.

    65. Tanto la libertad de expresin como la de informacin se erigen en

    baluartes del sistema democrtico, ya que coadyuvan a la formacin de una

    opinin pblica libre y racional y, de ese modo, estimulan la tolerancia y la

    apertura de espritu como valores democrticos.

    66. A pesar de su importancia como instituciones que constituyen

    cimientos del orden democrtico, las libertades comunicativas no

    constituyen derechos irrestrictos o absolutos, pues como todos los

    derechos fundamentales- pueden ser objeto de limitacin en su ejercicio en

    la medida que no se interfiera dentro de su contenido esencial o

    constitucionalmente protegido. As, las limitaciones, para ser vlidas, deben

    perseguir la optimizacin de otros derechos fundamentales o bienes

    constitucionalmente relevantes.

    67. Manifestacin del contenido protegido de estas libertades es la

    interdiccin de la censura previa, que ha sido desarrollada tanto por la

    Comisin como por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

    68. El desarrollo de la censura previa, como tal, en la jurisprudencia del

    Tribunal Constitucional se ha sido limitado a reiterar el criterio de que la

    pretensin de que el TC ordene la abstencin de declarar o difundir hechos

    a los demandados en el proceso constitucional supone desconocimiento a la

    proscripcin de la censura previa consagrada en el artculo 2 inciso 4 de la

    Magna Lex-. Un caso donde se desarrolla con mayor profundidad esta

    prohibicin es el caso Ramrez de Lama (Exp. N 2262-2004-HC/TC).

    69. Sobre la base de lo anteriormente sealado, si se analizan de

    consuno los fundamentos 20 y 23 de la sentencia del TC recada en el caso

    Qumper Herrera se advierte que el mensaje a los medios de comunicacin

    de que no difundan interceptaciones y grabaciones de conversaciones

    telefnicas si no hay autorizacin de los interlocutores o mandato judicial

    motivado- bajo el riesgo de ser denunciados penalmente, constituye un acto

    de censura previa.

  • 70. Nuestra posicin consiste en que si bien es cierto que muchos

    medios de comunicacin, prevalidos de su poder y su influencia en la

    sociedad, cometen excesos violentando la vida privada de las personas,

    tambin es cierto que estas violaciones no pueden ser punidas a travs de

    una tutela preventiva sino exigindoles responsabilidades ulteriores, sea en

    sede penal, civil o administrativa. Tanto la normativa nacional e

    internacional, como la jurisprudencia del tribunal local y los rganos

    internacionales de proteccin de los derechos humanos, convienen en que

    no puede haber censura ex ante, sino responsabilidades ex post.