Castellani, Leonardo - Martita Ofelia y Otros Cuentos de Fantasmas

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    Martita Ofelia y otros cuentos de fantasmasMartita Ofelia y otros cuentos de fantasmasMartita Ofelia y otros cuentos de fantasmasMartita Ofelia y otros cuentos de fantasmas

    de Leonardo Castellanide Leonardo Castellanide Leonardo Castellanide Leonardo Castellani

    22Mariana Sandez

    Martita Ofelia y otros cuentos de fantasmasde Leonardo Castellani

    Lo que a m me embroma es la compasin:que quisiera remediar los males de todos yno puedo [] Soy el ltimo mendigo de laciudad: no hay nadie que necesite sus prjimos tanto como yo.LEONARDO CASTELLANI, El hombre ms

    malo del mundo1

    La obra del padre Leonardo Castellani no sobresali en la historia de las letras argentinas y sunombre ha sido ignorado, generalmente, por lacrtica y el pblico. Sin embargo, el singular talento y la capacidad intelectual que lo caracterizaron yque se evidencian en su creacin literaria son razones muy suficientes para que nos sea necesariorevalorizar su trabajo y su memoria.La lectura de su obra nos devuelve la imagen de

    un hombre que vivi apasionado y luch tenazmente por dos grandes ideales: la bsqueda de la verdady el sueo de una sociedad argentina madura. Simuchas veces se expres con una sinceridad empapada de irona y de la crtica ms dura, fueprecisamente por el compromiso con que asumi

    esos ideales y defendi hasta el final su pensamiento. Por otra parte, la formacin con los jesuitas, elambiente artstico propicio de las primeras dcadasdel siglo XXy el bagaje cultural de que era dueomoldearon de manera singular su temperamento.Para un hombre que desconoci el conformismo yla sumisin, la combinacin de estos factores vitales le otorg una personalidad contestataria e hizoque se convirtiera en una figura polmica entre suscontemporneos. Aunque muy sucintamente, todoello explica el que, a travs de su actividad literaria,

    buscara trascender la instancia de la mera recreacin artstica para poner en evidencia los conflictosesenciales del ser humano y, ms especficamente,de la realidad social de nuestro pas.Es muy probable que esa misma inquietud por el

    hombre fuera la que, como escritor, lo llevara a

    1En Martita Ofelia y otros cuentos de fantasmas, p. 211. Todaslas citas corresponden a la edicin citada en la bibliografa.

    abordar muy variados gneros y temas: el relatopolicial en Las muertes del padre Metri; el relato regional y la fbula en Camperase Historias del NorteBravo; la prosa humorstica en El nuevo gobierno deSancho; el ensayo poltico y filosfico en Las ideasde mi to el cura; la poesa mstica. No obstante ladiversidad, Castellani alcanz una voz muy personal, reflejada en la unidad estilstica y temtica quedistingue su obra. Una voz que, como la de todobuen humorista, est construida a partir de un dondifcil: el de la imitacin. A travs del humorismo

    (la irona, la parodia, la stira) y de la naturalidadcon que moldea el lenguaje para recrear los distintos acentos o sociolectos, as como los escenarios,de los personajes caractersticos de la Argentina, elescritor sondea el fondo de nuestra idiosincrasianacional.En Martita Ofelia y otros cuentos de fantasmas,

    Castellani elabora nuevos gneros y temas que estructura en tres partes. En la primera, MartitaOfelia, aborda el gnero de la crnica testimonialy de denuncia, al presentar la injusticia y la impunidad como los pilares de la realidad poltica y socialdel pas. En la segunda parte, Romances para ciegos, rene una serie de romances breves cuyatemtica contina, en estilo lrico, pero con igualtono realista y crtico, los temas elaborados en laseccin anterior. Finalmente, en Cuentos de fantasmas, incluye doce cuentos donde el hiloconductor est dado por la presencia de apariciones sobrenaturales o de visiones extraordinarias,

    que utiliza siempre comoexcusa para sumergirse enla complejidad de la psiquis humana y en dilemasf i losf ico - teo lgicosexistenciales.Lo interesante es que, a

    pesar de estas diferenciasde tipo genrico, un argu-

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    Investigaciones 23mento esencial recorre el libro de principio a fin yle da cohesin temtica: el de las aparicionesfantasmagricas. Ms all de los cuentos propiamente fantsticos, Martita Ofeliaes un libro defantasmas. Esos seres que en los relatos de ficcinde la ltima parte cobran la forma de entidades

    sobrenaturales, informes, inasibles, o encarnan lafigura del diablo como espritu del mal, en los textos de las dos primeras secciones se manifiestan atravs de las fuerzas polticas, sociales y econmicas de nuestro pas.

    Martita Ofelia y Romances para ciegosEn efecto, el captulo Martita Ofelia, vctima ri

    tual comienza con estas palabras: En el natal de1938 sacudi a esta nacin un caso criminal queparece una verdadera historia de fantasmas (p.29),

    y contina diciendo:

    No porque sea un caso nico en los analespolicacos, que conocen la hazaa clsica delque llaman sexual-manaco y yo llamo espiritado, sino porque revel de un modofantstico, como un bao de hiposulfito, laAr ge nt ina fant as ma l y la Ar ge nt in afantasmagrica, que surgi como un espectro imborrable a la mente de todos losargentinos adultos que son pocos hoy da, tanto de los que creen, como de los que nocreen en fantasmas. Para mayor exactitud, elculpable del rapto, ultraje y muerte deMartita Ofelia Stutz sea quien sea escapdemonacamente a esa nfima sancin yvindicta social que es la pobre justicia de laJusticia humana. (p. 29)

    En este prrafo se resumen los principales problemas de la Argentina que preocupaban entoncesa Castellani y que desarrolla a lo largo de todo elrelato con que se abre el libro. Tanto en el Prlogo y su continuacin, Recada, que escribe bajoel seudnimo de Gustavo J. Franceschi, como enla parte titulada Martita Ofelia, vctima ritual,analiza las falencias del sistema judicial de la Argentina de las dcadas del 30 y del 40. Un sistemaclaramente corrupto que determina la imposibilidad de alcanzar un sentimiento de estabilidad socialy, ante todo, de confianza en la justicia terrena yen la patria:

    Si el pueblo estuviera persuadido de que lajusticia ser implacable, inflexible, rpida, noinfluida por factores personales, se puede tener la certidumbre de que no se entregara amanifestaciones como las mencionadas. Pero elpueblo va perdiendo confianza en la justicia, yciego es quien no lo vea. (p. 20)

    Esta instancia reviste al relato de gran inters parael lector contemporneo, puesto que se trata deun tema que, lejos de haber perdido vigencia, harecorrido la historia de la Argentina a lo largo detodo el siglo XXy se prolonga hasta el sigloXXI. Sinpretensiones de cargar este anlisis de presupuestos polticos, importa destacar la pervivencia deaquellos fantasmas que denunciaba el padreCastellani hace ms de sesenta aos. Con unamirada muy actual sobre las inquietudes

    socioculturales que desvelan hoy a los argentinos,el autor se inserta en una lnea de literatura deprotesta, cuya impronta ha sido desde siempre unacaracterstica fuerte en nuestras letras.Salvando las particularidades de la desaparicin

    de Martita, una nena de nueve aos fantasmagricamente arrebatada a sus padres y a la vida, elvalor del texto reside en aquellos puntos en queinsiste el escritor: las causas o condicionamientosdados en una nacin para que hechos como sesucedan sin mayores consecuencias, y los efectos

    de una impunidad ilimitada que permite eldescontrol y la inmoralidad en todos los rdenes.La intencin principal de Castellani en este relatoes demostrar que el medio determina la conductaindividual y afecta a todo el pueblo. Desde un discurso sembrado de dolor y escepticismo, peroregado de comicidad, denuncia eso que tanto lohorrorizaba y an nos espanta de nuestra sociedad:

    Estamos, entonces, en presencia, no ya dedos degenerados, sino de una inmensa tra

    ma, que amenaza envolver al pas y arrastrarloal estercolero.Los crmenes de Crdoba y San Juan, los co

    metidos por esos dos raptores de niitas,probables asesinos de alguna de ellas, tienenantecedentes, estn rodeados de adjuntosy engendran consecuencias (p. 13)

    He aqu, en San Juan, un individuo quehace aos fue condenado por uno de esosdelitos que pulcramente se llaman privados. Lo

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    24obvio, lo lgico, es que se lo mantenga alejadode los pequeos. Y se lo nombra profesor, ypresidente de la cooperadora escolar de unaescuela de nias! (p. 13)

    Lo ms destacable en el estilo literario del autores, sin duda, la habilidad con que utiliza la irona.

    En cada una de sus pginas desnuda cida y abiertamente la corrupcin en las altas esferas de poder;el amiguismo y la politiquera en los puestos pblicos; la permeabilidad del pueblo para hacerse ecode difamaciones y falsas especulaciones; el sensacionalismo de una prensa deformante, en lugar deinformante.

    Un diario de Crdoba publica con dibujosanimados y cunto! una historia para nios grandes, con esta leyenda:Denunciado el rapto de Marta, la polica inici

    una sensacional pesquisa;Removi cielo y tierra, alborot, escandaliz;Allan, atropell, torturY mientras distraa la atencin del pueblo, ayudaba al raptor a borrar los rastros del crimen.(p. 38)

    El texto resulta de este modo no slo sugestivo,sino tambin ejemplificador. A pesar del tono irnico y lacerante, por momentos satrico, seevidencia en sus palabras un autntico dolor poresa realidad que, sin ambages, descubre a los ojos

    del lector.

    El drama de Martita Ofelia se abre con unprlogo de sainete y noveln policiaco, quiere perderse en un intermezzo fatigado, estallaen un golpe de peripecias trgicas, y al fin, sedisloca en una farsa histrica poco noble.Desenlace: nada. (p. 31)

    En los Romances, la crtica y el lamento se intensifican; la forma estrfica le permite, de algunamanera, crear un crescendo emotivo ms sensible

    que el de la prosa. No obstante, Castellani no seluce en absoluto como poeta. Las suyas son composiciones poticas de simplismo extremo y de unamonotona temtica difcil de digerir; parecen ensayos infantiles donde ni el vocabulario ni las ideasalcanzan a renovarse o a elevarse en vuelo lrico.En el primero, Romance de Martita Ofelia, an

    ticipa la tpica y el discurso que va a emplear entodas las poesas de este captulo:

    Hora veremos qu dicela sangre del criollo pueblo.Oh Dios, que no hagan discursos,que alce un grande y noble gesto!Oh, que limpien los que puedenla forma de nuestro ensueo!Mi misin dice Martita,

    ha de ser rogar por eso.Oh Dios, escucha a Martitay el grito de todo un pueblo!Que no caiga sobre todoslo que unos cuantos hicieron!

    En cada uno de ellos la crtica y la irona, nacidasde la impotencia frente a las falencias idiosincrticasde la nacin, se vuelven implacables. En composiciones como Solo de unos cuantos y Romancedel pas en caricatura prevalece la stira:

    El Presidente-amigo-de-los-nios hizo su

    eleccin:la gan clavada.El Presidente-amigo-de-los-nios gan la

    eleccin,la Patria est salvada. (p. 57)

    En toda la primera mitad del libro (en la prosacomo en la poesa) elige a los nios como protagonistas y esta necesidad no es casual. La figurahumana de la inocencia y la pureza, representadapor los nios, agrava la fuerza destructiva que puede alcanzar la inconciencia de la sociedad:

    Pas un cura leyendo un diario caudillesco,conservador o radical,y no vio los nios pero dijo: Gana Fresco,el cual no es anticlerical. (p. 57)

    La relevancia del tema de la infancia generosa enoposicin a la madurez pervertida por el egosmo,la locura, los intereses econmicos y polticos, seevidencia no slo a partir de los casos que eligeCastellani como tema central de sus relatos, loscasos de Martita Ofelia y Potita Chvez, sino tambin en los de sus poemas: Romance de la mujerque mat a sus hijos y Romance de los chicoschicos. Por lo dems, en general, los romancesreunidos en este libro tienen como protagonista ala Patria: Solo de unos cuantos, Romance delpas en caricatura, Romance de la patria bella,Romance de la pobre patria, entre otros.

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    Investigaciones 25Cuentos de fantasmas Volvamos brevemente a la definicin que de loEn El caso de Potita Chvez, el relato con que se fantstico hace Todorov:

    abre el tercer captulo, el ncleo argumental es casiLo fantstico ocupa el tiempo de esta incer

    idntico al de los captulos precedentes. Lo curioso tidumbre. En cuanto se elige una de las doses, sin duda, la eleccin del autor de colocar esta respuestas, se deja el terreno de lo fantsticonarracin en la categora de lo que l mismo rotu- para entrar en un gnero vecino: lo extrao

    la como fantstico o, ms especficamente, como o lo maravilloso. Lo fantstico es la vacilacuentos de fantasmas. El caso de Potita Chvez, cin experimentada por un ser que slo conoce

    las leyes naturales, frente a un hecho sobrenacomo el de Martita Ofelia, refiere un episodio real: tural. Lo fantstico entonces se define conel crimen monstruoso de una nena de once aos relacin a los conceptos de lo real y lo imaginaen la Argentina. rio. Desde el sigloXIX, todas las definiciones deLa diferencia con el anterior relato reside parti- lo fantstico ponen como elemento central ese

    cularmente en la perspectiva desde la que punto de contradiccin entre los dos planos. Yen todas aparece el misterio, lo inexplicable,

    Castellani elige abordar el tema del crimen. Mien- lo inadmisible, que se introduce en la vidatras que para analizar el caso de Martita utiliza la real o en el mundo real o en la legalidad cotivoz de un narrador omnisciente y un discurso cr- diana.2tico propio de la crnica, en el de Potita se vale deldebate de diversos profesionales sobre un tema par- Y aade una nota importante: La vacilacin delticular: las caractersticas psquicas y la conducta de

    lector es la primera condicin de lo fantstico,3

    un ser anormal, amoral, o un perverso consti-puesto que el lector se identifica con el mundo de

    tucional, encarnados en los asesinos de esas doslos personajes, se integra a l. Aunque, en general,

    criaturas. El acento del argumento se desplaza dedentro de toda obra fantstica existe un personaje

    un relato al otro: el primero se centra en el entornoclave que acta como receptor de dicha ambige

    social y poltico de un pueblo abandonado a la im-dad, alguien que percibe la vacilacin y alerta al

    punidad y a la irresponsabilidad gubernamental; ellector, tal presencia no constituye un sine qua non

    segundo acerca la lente a ese individuo particular, elde este tipo de relatos.4

    criminal, como producto del ambiente licencioso.La sinceridad, la objetividad, la obsesin por la

    El inters por la naturaleza del perverso permite a

    bsqueda de la verdad, que aparecen como rasgosCastellani introducir el elemento de misterio, pero tpicos en toda la obra de Castellani, hacen que endesde el primer relato nos encontramos con un pro-

    muchas ocasiones sus cuentos alejen al lector de lablema que se repetir en muchos otros de los

    vacilacin y se pierda el efecto fantstico del coincluidos en esta tercera parte: el de la clasificacin

    mienzo. Como autor, tiende a explicar y justificargenrica. No sera exagerado admitir que, en

    quizs a pesar suyo las experiencias anorma-Castellani, la contaminacin de gneros, sumada a

    les de sus personajes. Desde el anlisis de Todorov,esa actitud narrativa lleva a los cuentos a caer del

    la dificultad que de por s plantea la ambiguatipologa de lo fantstico y lo extrao, complica el

    lado de lo extrao, uno de los lmites de lo fants

    anlisis crtico de los cuentos.tico. Para Ana Mara Barrenechea, en cambio, la

    La intencin del autor es innegable a partir delinsercin de la explicacin racional no los sita

    ttulo: quiere distinguirlos como cuentos de fan- del lado de lo extrao, sino que ampla las posibilidades del cuadro de lo fantstico.5tasmas. Desde ese paratexto, el lector supone quehabr de encontrar aspectos sobrenaturales propiosdel cuento fantstico, si no extrao. Sin embargo,en la evolucin del relato se comprueba muchas

    2Todorov, Tzvetan, Introduccin a la literatura fantstica, p. 24.3Ibd., p. 28.

    veces que la intencin apriorstica del autor no se 4Loc. cit., p. 28.cumple y el gnero, que pretenda ser fantstico o 5Barrenechea, Ana Mara, Ensayo de una tipologa de lapor lo menos fantasmagrico, pierde consistencia literatura fantstica (A propsito de la literatura hispanoo confunde. americana), p. 93-94.

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    26En El caso de Potita Chvez el punto donde el slo haba reconocido como sirviente. Una noche,

    autor busca insertar lo misterioso y hacer dudar al el espectro del hijo se presenta dos veces en su cuarlector es claro: uno de los integrantes del debate to e invade el sueo del padre con los recuerdos yde profesionales reunidos, un arquitecto siniestro la culpa del pasado. La tercera entrada trae ya noy desconocido, acaba revelndose como un indivi- la forma evanescente del fantasma, sino la humaduo con las caracterst icas del perverso que na del hijo que descarga un golpe brutal sobre el

    intentaban definir. Desde el comienzo hay una an- padre y lo asesina antes de que ste pueda revelarticipacin: le su filiacin.

    El monstruo que mat a Potita Chvez,Materializacin tiene como protagonista a una

    crame, comisario, puede ser muy bien que mdium, smbolo del punto fsico de encuentro

    ahora est sentado cenando con nosotros entre el mundo terrenal y el mundo sobrenatural.No entre nosotros! salt el arquitecto. La figura que ya apareca en El caso de Potita

    Est ofensivo usted hoy da, seor doctor. Chvez y el tema seducen a Castellani. En sus perfectamente inconsciente de lo que hizo cuentos, los fantasmas o aparecidos suelen tener

    aquel da concluy Doin. (p. 71)esa funcionalidad: la de encarnar la locura, los

    El relato acaba con el suicidio inesperado del ar- miedos, fantasas o culpas humanos. El mundoquitecto que, enajenado por los debates morales oscuro e inconsciente se materializa en aparicio

    de los convidados, sale de la casa y se hace atrope- nes voltiles pero llenas de contenido, simblicas,llar por un automvil. El final es sorpresivo, pero que tienen como fin un mensaje moralizante.no guarda coherencia con el resto del relato que, No debemos pasar por alto, adems, que la incurtanto por la forma como por el contenido, tiene sin en las ciencias ocultas y en la teosofa erams de relato policial que de fantasmagrico. La corriente entre los escritores y pensadores de finesambigedad es constante, los fines que persigue el del siglo XIXy principios del XX, tanto en Franciaautor, imprecisos. El peso de la narracin est con- como en Argentina. Ya Eleonora Blavatski habatenido en las discusiones teolgicas y conmocionado al pblico de esa poca con Lafilosfico-morales, ms emparentadas con el caso Doctrina Secreta, que luego retomara Roberto Arltde Martita Ofelia que con los cuentos del final. en su ensayo Las ciencias ocultas en la ciudad de Bue-

    Hay otros dos relatos que escapan an ms a la nos Aires; Jos Ingenieros se haba convertido entemtica de lo fantasmagrico y se insertan en un un punto de referencia experimentado para estostrasfondo claramente legendario: La verdadera conocimientos y Leopoldo Lugones centraba suhistoria de Santa Tas de Alejandra y El anillito novela El ngel de las sombrasen la temtica del msde oro, con historias de monarcas, clrigos y rei- all y la reencarnacin.nos de la antigedad, en el primero, y creemos En Materializacin, un ambicioso mdico frande la Edad Media en el segundo. Excepto por la cs, que slo busca obtener el reconocimiento deinclusin de sueos agoreros y elementos simbli- importantes cientficos franceses y norteamericacos en La verdadera historia, nada hay de nos, obliga a su mujer a practicar como mdium, asobrenatural o maravilloso en ellos. No obstante, prestar su cuerpo para invocar el fantasma de unasirven como muestra de la habilidad del autor para nia fallecida, a quien su madre psictica quiere

    abordar tan variados gneros y temticas. En am- reencontrar. Dichas prcticas concluyen con elbos, Castellani logra reproducir impecablemente desquiciamiento total de la madre de la nia y lael estilo propio del narrador omnisciente del tradi- muerte de la mujer del mdico, agotada por la fuercional relato legendario. za de estas invasiones sobrenaturales en su cuerpo.El cuarto cuento inaugura la serie de narraciones Es el precio de la ambicin. Desde el punto de

    de fantasmas. La ley del rebote es la historia del vista teolgico, adems, representa las consecuendueo de una fbrica portea que, habiendo abu- cias de la omnipotencia humana frente al misteriosado de una de sus empleadas, es finalmente de la vida y la finitud; la no aceptacin de nuestraasesinado por su hijo bastardo, un idiota a quien mortalidad que conduce a la locura y a la muerte.

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    Investigaciones 27Si por un lado el argu- mismo, estrecho, obtuso (p. 146) y esa imagenmento de la relacin con proftica anticipa el final del hermano que, diezel ms all facilita la in- aos despus, acaba en la crcel por la estafa a untroduccin del elemento banco.extrao, por otro lo lleva Creyendo que el amor inmenso que siente por sua la conclusin catlica de novia puede salvarlo, ella lo conmina a mirarla porque la moda de tales encima del hombro, esperando que esta vez la viservilismos ocultistas slo sin sea salvfica y purificadora. El verla, sinatentan contra el sentido embargo, precipita la desgracia: el hombre confircomn y la caridad. ma que ningn amor puede redimirlo ni curarlo.De todas las narracio- Lo que ve de ella es un trozo de carne rosa y blan

    nes, Un cuento de ca, una flor vistosa y ordinaria ya medio marchita,duendes es quizs el que mejor se ajusta a las carac- un animalito movedizo y vacuo, goloso de placerestersticas del relato fantstico tradicional. Se trata de tontos horriblemente pagado de s mismo (p. 148).una historia lograda, con esas notas del humor tan Esa mirada que, ajena al engao de las aparienciaspersonal de Leonardo Castellani. Segn el inslito externas, alcanza al Hombre en su desnudez interelato de la protagonista, la secretaria de una asocia- rior, lo arrastra al escepticismo y la misantropa.cin de beneficencia, un fantasma vendedor de telas, Su propia figura en el espejo le ha devuelto la imaal que haba conocido en el tren, le haba suplica- gen misma del infierno. A partir de esa pticado le comprara unos metros de organd rojo cualquier imagen del mundo tiene que ser atroz.azafrn con el fin de poder liberarse de la vida El acpite que coloca al comienzo sintetiza la ideaerrante a la que estaba confinada su alma hasta esencial del texto:que realizara una venta. Compadecida por esas

    No me mires con tu calma;splicas, Teresa haba accedido y pagado por la tela no me mires a los ojos,a pesar de creer que el fantasma no era sino un no me mires dese modo,farsante que haba conseguido robarle los pocos que son espejos del alma. (p. 139)pesos que ella tena. En principio tanto el narratario

    En los cuentos de Castellani, los personajes secomo el lector descreen de la verdad del episodio, debaten internamente entre el bien y el mal, hastadoblemente dudoso adems por el grado de sensi-

    que una fuerza superior, invisible e ntima los imblera e ingenuidad cmica con que es presentada

    pulsa a optar por uno de los dos caminos. Pero lodesde el principio la secretaria. El final, sin embar-

    novedoso es que lo que podra aparecer como un go, logra su efecto y hace vacilar a los receptores,

    simple maniquesmo cristiano es mucho ms comcuando Teresa explica que, al da siguiente, la tien-

    plejo que eso. El bien y el mal aparecen da de telas le haba enviado la pieza de organd y el

    relacionados a un punto tal que es imposible disovuelto por su pago.

    ciarlos. La vida, como don divino, es el bien, dentroEl misntropo es uno de los cuentos ms origi-

    del cual el mal representa la finitud y la limitacinnales e interesantes del libro. El protagonista es un

    humanas.hurao solitario que, segn su propio relato retros-

    Es curioso, sin embargo, cmo en El misntropectivo, acaba refugindose en esa isla porque po Castellani se acerca ms que en ningn otropadece, aparentemente, de una terrible enferme-

    cuento a una visin que roza con el existencialismodad de la vista (p. 145). Ese es su drama: siempre

    y el nihilismo, al lado oscuro o dionisaco del serque mira hacia atrs, por encima del hombro, y

    humano. En otros relatos, como La verdadera hisfija la mirada en alguien, se le revela no ya un ros-

    toria de Santa Tas de Alejandra y El duelo, lostro humano cualquiera sino la verdadera imagen

    protagonistas atraviesan el camino del mal y de lainterna, con todos los vicios y las desgracias, del

    confusin espiritual para luego reencontrarse deotro. Su hermano, a los doce aos, se le haba apa-

    finitivamente con una autntica fe interior. En elrecido como un ser voraz, egosta, replegado en s

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    28primero, el protagonista es un monje posedo que,afectado por la imagen de la terrible reina Tas,no la pudo apartar de su pensamiento; y su almano saba si era el Espritu Malo o el Bueno (p. 92).Sin embargo, en el afn por sacar de su perversomundo a Tas encuentra la respuesta a su propia

    salvacin espiritual. El deseo de mostrarle a ella elerror de su conducta anticristiana lo conduce a lpor el camino de la purificacin. En el segundo, elprotagonista es un duque que se obstina en negarla vida eterna del alma hasta que el amor por unamujer piadosa lo lleva a reconciliarse con una fe ala que pretenda permanecer indiferente.En muchos de los personajes el lector percibe cier

    tas notas autobiogrficas del autor: suspreocupaciones, sus miedos, sus dudas, tanto comosu inquebrantable fe en Dios y la trascendencia de

    su amor por el Hombre. Pero la pgina que pareceescrita a modo de autorretrato es aquella de Elhombre ms malo del mundo, donde el narradorse describe a s mismo:

    Confieso que la fiebre que me invadi durante el alto acto procesal, que por momentosme hizo olvidar incluso el estado fatal de mimujer, se debi a mi amor por la verdad. Erael testimonio ms solemne que se haba dadoen el mundo de amor a la justicia y a la verdad.

    El arte del fotgrafo es buscar la verdad.[] A fuerza de mirar de ese modo penetrante, ahora las caras se imprimen en m, o mejordichas las almas; y eso en la prctica resultamuy embromado. Mi corazn se ha vueltocomo cosa sin cerradura, no tiene defensa.Si estoy al lado de un moribundo, su agonase imprime en m, me imagino lo que sufre,siente y piensa, y medio que me vuelvo moribundo yo mismo. Le en un libro esta frase:estar abierto a las imgenes del mundo, ycreo que es eso mismo. Pero eso resulta porlo menos en m una verdadera enfermedad.

    [] Lo que a m me enferma es la compasin: que quisiera remediar los males de todos yno puedo. [] Algunas veces algunas almas mepersiguen das enteros, no puedo hacer sinopensar en ellas, parecera que un espritu loacompaa a uno, por los colectivos, por lascalles, por todas partes. Se han entrado en micorazn y me vampirizan. []

    Soy el ltimo mendigo de la ciudad: no haynadie que necesite de sus prjimos tantocomo yo. (p. 209-211)

    En este cuento, que contiene las frases ms iluminadas del libro, se reflejan muchas de lascaractersticas de la personalidad de Castellani: un

    fotgrafo de almas, un inquisidor de la verdad enun pas y en un mundo mezquinos de justicia. Eltexto condensa tambin algunas notas relevantesde su estilo literario: la profundidad filosfica expresada a travs de una combinacin original delengua coloquial y de un discurso formal que integra acertadamente el humorismo, la doctrinacristiana y el realismo crtico.Lejos de haber pretendido agotar un estudio crti

    co del libro, creo haber expuesto algunoslineamientos bsicos que podran servir como punto de partida para anlisis ms complejos. La obray la vida del padre Leonardo Castellani, como lasde algunos otros escritores argentinos injustamente marginados, lo merecen y es indispensable quetomemos conciencia de la tarea que, como argentinos y como dueos de nuestras letras, an tenemospor adelante.

    BibliografaArlt, Roberto, Las ciencias ocultas en la ciudad de Buenos Ai

    res, en Obra Completa, Buenos Aires, Planeta, 1991, tomo I

    Barrenechea, Ana Mara, Ensayo de una tipologa de la literatura fantstica (A propsito de la literaturahispanoamericana), en Textos hispanoamericanos. De Sarmiento a Sarduy, Venezuela, Monte vila, 1978

    Castellani, Leonardo, Martita Ofelia y otros cuentos de fantasmas, Buenos Aires, Ediciones Dictio, 1967, 2 ed.

    Todorov, Tzvetan, Introduccin a la literatura fantstica, Mxico, Ediciones de Coyoacn, 1994

    VVAA, El relato fantstico en Espaa e Hispanoamrica(edicina cargo de Enriqueta Morillas Ventura), Madrid, Siruela,Encuentros, s. d.