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CEMENTERIO MUNICIPAL “JOSÉ MARÍA AZAEL FRANCO”

Cementerio municipal

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CEMENTERIO

MUNICIPAL “JOSÉ

MARÍA AZAEL FRANCO”

Las descripciones paisajísticas del camposanto “José María Azael Franco” nos conlleva a explorar las relaciones entre el paisaje, la arquitectura y el arte como un medio de interacción de la vida y la muerte, del hombre en los espacios que ocupa. En el caso de varios artistas conocidos e inéditos, estas relaciones son tales, que su trabajo se lo realiza con materiales directamente extraídos de la naturaleza y en la naturaleza, sus acciones interaccionan en cierto sentido con ella

Sus instalaciones están elaboradas artísticamente con piedra, bronce, malla, arena, yeso, mármol, ladrillo, hormigón, etc. Sobresaliendo principalmente el ciprés una planta maleable y moldeable, de modo que la propia naturaleza es el medio en que se crea la obra.

Históricamente el cementerio de Tulcán por el crecimiento urbano se ha ido reubicando por aspectos funcionales y técnicos, también por precautelar la salud de sus habitantes es así que según el acta del Cabildo Municipal del 26 de Julio de 1853, se puede determinar que el primer círculo del Cementerio de Tulcán estuvo ubicado en el costado del campanario, detrás de la iglesia Catedral.

En el acta del 23 de Julio de 1855 el Cabildo Municipal dispone que, hallándose el cementerio de la parroquia en el centro de la población y cercano a las primeras casas de la ciudad; y por tanto expuestos sus habitantes a sufrir epidemias, se lo traslade al cementerio a un sitio denominado Santiago, es decir en el espacio que actualmente ocupa la escuela Isaac Acosta.

Después del terremoto ocurrido en 1923, la ciudad experimenta un rediseño urbanístico, en aquellos días el cementerio nuevo empezaba a funcionar con vistosos mausoleos ubicados a los costados del ingreso.

El actual cementerio está ubicado en el centro norte de la ciudad de Tulcán, en la calle Cotopaxi entre Av. Del Cementerio y Ambato, terreno que fue asignado en 1927 durante la administración del señor José María Grijalva.

El diseño arquitectónico urbano y paisajístico, obedece a un trazo inspirado en los jardines del Palacio de Versalles en Francia, los mismos que en aquel entonces se encontraban en auge trasladándose estas inspiraciones a diferentes países de Latinoamérica

El cementerio está delimitado en dos zonas: la parte frontal llamada Altar de Dios y la parte posterior o Parque de los Recuerdos.

Arquitectónicamente el diseño de la vías internas del cementerio está realizado con trazos ortogonales o de damero, dando formación a vías principales y secundarias, las mismas que se las han bautizado recuperando la nomenclatura del Tulcán antiguo de 1845 entre ellas la calle Real, la calle de la Plazuela, la calle detrás de la Iglesia, la calle del Manzano, la calle Veracruz, entre otras.

En un afán por seguir recuperando el camposanto las autoridades conjuntamente con sus habitantes se han comprometido en rescatar, mantener y difundir este legado cultural. Es así que cada administración Municipal conjuntamente con su personal técnico siempre trabaja elaborando su reseña histórica, nomenclatura y análisis del camposanto.

El diseño artístico ha estado liderado por los señores José María Azael Franco, Lucio Reina y Benigno Franco; pero es meritorio indicar que con ellos han pasado y hasta en la actualidad, tanto personal de parques y jardines como profesionales de las diferentes áreas, quienes han contribuido al mantenimiento y conformación de los diferentes espacios de este camposanto, ya que sin este personal hubiese sido imposible la sostenibilidad del lugar.

El lugar actualmente cuenta con 8 hectáreas, distribuidas en figuras, muros, nichos, mausoleos y jardines. Esto ha hecho que sea considerado como el más hermoso de América Latina por sus 309 figuras y 2500 metros lineales en muros y columnas de diferente estilo, todo esto conocido también como “esculturas en verde”, ya que son árboles de ciprés “tallados” por habilidosos jardineros y convertidos en espectaculares formas.

El cementerio de Tulcán es una de las bellezas arquitectónicas que mezclan arte y naturaleza porque sus esculturas son hechas a base de Cupressus Sempervirens nombre científico del ciprés quien pertenece a la familia de las Cupresáceas, se conoce que estos árboles pueden llegar a vivir más de 500 años, con una altura de 30 metros y se logran podar por primera vez, cuando cumplen su primera década de existencia; se mantienen gracias a los suelos calcáreos de este lugar que favorecen a las figuras, se calcula que actualmente estos árboles tienen alrededor de 85 años de edad.

Tanto las figuras como los muros han sido tallados y podados por el lapso de 85 años dando un equivalente a un área de 2´500.000 mts2 similar a podar 252 estadios de fútbol.

Una interesante descripción de la simbología de éste árbol nos dice que el ciprés simboliza la unión entre el cielo y la tierra, la vida y la muerte. Tanto su tronco como sus raíces se alzan y descienden profundamente hacia el centro de la Tierra -antiguamente el inframundo- así como también hacia la morada de los dioses.

Actualmente el cementerio cuenta con alrededor de 15000 restos, los cuales están sepultados en nichos, en tierra y en mausoleos.

Este sitio del Camposanto fue declarado como Escultura Pública desde 1987; luego su trabajo fue reconocido el 4 de Octubre del 2006 con el premio “Andes” otorgado por el Ministerio de Turismo. La escultura más representativa del Parque de los Recuerdos, es la Venus de Valdivia, la misma que es una síntesis de todo el proceso de formación de este arte.

“Museo de Arte Mundial”, además 5 australianos se sorprendieron tanto con su singular tallado que aspiraban reconocerlo como la Octava Maravilla del Mundo.