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comunica Estudios venezolanos de comunicación • Tercer trimestre 2009 • Nº 147 ción CENTRO GUMILLA Anatomía de un proceso

CENTRO GUMILLA comunicaciónJosé Ignacio Rey José Martínez-de-Toda ... necesidades, para nosotros, de esta producción editorial. El aumento en el campo de acción de estas prácticas

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Page 1: CENTRO GUMILLA comunicaciónJosé Ignacio Rey José Martínez-de-Toda ... necesidades, para nosotros, de esta producción editorial. El aumento en el campo de acción de estas prácticas

DirectorMarcelino Bisbal

Editores adjuntosJesús María AguirreMarcelino Bisbal

Consejo editorialJesús María AguirreMarcelino BisbalCarlos CorreaAgrivalca CanelónAndrés CañizálezGustavo HernándezCarlos Delgado-FloresLuis Carlos Díaz

Consejo FundacionalJosé Ignacio ReyJosé Martínez-de-Toda Francisco Tremontti ✝

Jesús María AguirreMarcelino BisbalIgnacio Ibáñez ✝

Epifanio LabradorCésar Miguel Rondón

Colaboradores del presente númeroBoris MuñozMariana BacalaoFedosy SantaellaHumberto ValdiviesoLaura CastellanosDavid GonzálezAndrea QuirozJorge MillánGabriel ReyesVíctor Manuel Pérez M.Leopoldo TablanteSebastián De la NuezComité por la Libre Expresión (C-Libre)Reporteros Sin FronterasComisión Provincial de Apostolado Social (CPAS)Nina NegrónLaura VidalMaría Eugenia MosqueraAngel GómezDubraska FalcónSimón Alberto Consalvi

RevisiónMarlene García

Asesor GráficoVíctor Hugo Irazábal

Producción EditorialBimedia 21 Diseño Editorial

ImpresiónEx Libris

Suscripción(4 números al año)Venezuela:Bs.70.000,oo (Bs.F 70)Suscripción de apoyo:Bs.120.000,oo (Bs.F 120)Número suelto:Bs.15.000,oo (Bs.F 15,00)

Forma de pago:En Venezuela• Cancelando en nuestras oficinas • Depositando,a nombre de:

Fundación Centro Gumilla,en la siguiente cuenta:

BanescoCta.Cte.Nº 0134-0413-59-413-101041-4

Para suscripciones del exterior contactar a la administración del Centro Gumilla

Centro GumillaEdificio Centro Valores,local 2,esquina de la Luneta,Altagracia.Apartado 4838Caracas 1010-A- VenezuelaTeléfonos:564.9803 - 564.5871Fax:564.7557

Redacción Comunicación:[email protected]ón SIC:[email protected] de Documentación:[email protected]ón:[email protected]

Depósito Legalpp 197502 DF851ISSN:0251-3153

Comunicaciónno compartenecesariamente las opinionesvertidas en los artículos firmadosque expresan,como es obvio,la opinión de sus autores.

Los textos publicadosen la sección de Estudios dela Revista son arbitrados.

La revista Comunicaciónde la Fundación Centro Gumilla está indizada en la base de Datos Clase “A”de la Fundación Venezolana de promoción del investigador,al igual que enLatindex (Catálogo de revistas)

Visite nuestra página en la Web:http://www.gumilla.org.ve

comunicaEstudios venezolanos de comunicación • Tercer trimestre 2009 • Nº 147

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RIVOLTARE

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A

■ Cesarismo mediático

■ Opinión pública en Venezuela:¿hay razones para la esperanza?

■ Chávez-Lovermark

■ 10 años de imagen en la Venezuela revolucionaria

■ ¿El gran comunicador?

■ Mel Zelaya, Michael Jackson y el hiperliderazgode Chávez: crónica de un mes con Aporrea

■ Romper la casa del nosotros

■ El proceso político bolivariano en la revistaComunicación (1998-2008)

■ La democracia en Venezuela: ¿apoyo difuso?

■ Internet y su influencia en la opinión políticade los venezolanos

■ Pobreza en la prensa venezolana:representaciones estacionarias

■ Balance de diez años en Comunicación

■ Conferimiento de la Orden Andrés Belloal Dr. Antonio Pasquali

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Anatomía de un proceso

Desde el 2006,Dayana Santiago y Germán Sandoval,bajoel nombre de Rivoltare,han colaborado en un cuerpode trabajo plástico interdisciplinario,que incluye escul-tura,gráfica,fotografía e intervenciones sociales.

El psiquiatra existencialista suizo Ludwig Binswanger,analiza la esencia del ser dividiéndola en tres partes:el mundo de las cosas,el mundo de las relacionesy el mundo de las auto-relaciones.Para esta oportunidadse ha planteado la combinación en el trabajo de estostres ámbitos.En este sentido,dando una importanciaal espacio y su construcción,esta propuesta estáprofundamente intervenida por el contexto en el cualfue realizada,considerando el trabajo intrínsecamenteunido al lugar en un sentido intimista y social.El lugares definido en términos tanto de espacio como de tiempo,convirtiendo su relación con el cuerpo en soporte.

El cuerpo como soporte en la contemporaneidad del arte,es un tema que ha incluido al contenido de la obradel artista,sus capacidades perceptivas en relacióna la sensorialidad de su cuerpo.En este caso se añadenlas connotaciones del tatuaje,como incisionespermanentes que mantienen al artista vinculado con laobra y sus procesos creativos.Éstos,de alguna manera,funcionan como notas a pie de página de lo que el artista es.Inclusive con objetos como botas,sillas o hasta un martillo,este compromiso del espacio íntimocon la difusión pública se muestra como una progresióndel proceso de producción.

Tendrá en este sentido mucho que ver la evolución quesufren los medios comunicativos propios de la revolucióninformática contemporánea,así como la expansión que domina las prácticas de diseño,publicidad y demásempresas dedicadas a la imagen con la definición de la construcción discursiva de la realidad,así como los

mecanismos de elaboración de matrices de conocimiento,en este caso referidas a la imagen y su difusión.Este fenómeno tiene un carácter fundamental en la elaboraciónde discursos contemporáneos,procurando una expansiónde las prácticas estéticas que es,en principio,una de lasnecesidades,para nosotros,de esta producción editorial.

El aumento en el campo de acción de estas prácticas estéticas,incide directamente en la interpretación del artey de lo que consideramos real.La estatización de la vidarepresenta un triunfo de la banalización,aunque éste,por su mero fundamento estético,sea ingenuamenteconsiderado superficial,como si no conllevaraconsecuencias fundamentales sobre las formas denuestra experiencia.Aun así,los desarrollos artísticoscon contenidos más genuinos no perderían su validezmás allá de la imagen,ni mucho menos perderíansu carácter comunicacional y reflexivo.

Dayana Santiago y Germán Sandoval

Rivoltare,2009 http://rivoltare.tumblr.com/

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DirectorMarcelino Bisbal

Editores adjuntosJesús María AguirreMarcelino Bisbal

Consejo editorialJesús María AguirreMarcelino BisbalCarlos CorreaAgrivalca CanelónAndrés CañizálezGustavo HernándezCarlos Delgado-FloresLuis Carlos Díaz

Consejo FundacionalJosé Ignacio ReyJosé Martínez-de-Toda Francisco Tremontti ✝

Jesús María AguirreMarcelino BisbalIgnacio Ibáñez ✝

Epifanio LabradorCésar Miguel Rondón

Colaboradores del presente númeroBoris MuñozMariana BacalaoFedosy SantaellaHumberto ValdiviesoLaura CastellanosDavid GonzálezAndrea QuirozJorge MillánGabriel ReyesVíctor Manuel Pérez M.Leopoldo TablanteSebastián De la NuezComité por la Libre Expresión (C-Libre)Reporteros Sin FronterasComisión Provincial de Apostolado Social (CPAS)Nina NegrónLaura VidalMaría Eugenia MosqueraAngel GómezDubraska FalcónSimón Alberto Consalvi

RevisiónMarlene García

Asesor GráficoVíctor Hugo Irazábal

Producción EditorialBimedia 21 Diseño Editorial

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Suscripción(4 números al año)Venezuela: Bs. 70.000,oo (Bs.F 70)Suscripción de apoyo: Bs. 120.000,oo (Bs.F 120)Número suelto: Bs. 15.000,oo (Bs.F 15,00)

Forma de pago:En Venezuela• Cancelando en nuestras oficinas • Depositando, a nombre de:

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Para suscripciones del exterior contactar a la administración del Centro Gumilla

Centro GumillaEdificio Centro Valores,local 2, esquina de la Luneta,Altagracia. Apartado 4838Caracas 1010-A- VenezuelaTeléfonos: 564.9803 - 564.5871Fax: 564.7557

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Depósito Legalpp 197502 DF851ISSN: 0251-3153

Comunicación no compartenecesariamente las opinionesvertidas en los artículos firmadosque expresan, como es obvio,la opinión de sus autores.

Los textos publicadosen la sección de Estudios dela Revista son arbitrados.

La revista Comunicaciónde la Fundación Centro Gumilla está indizada en la base de Datos Clase “A” de la Fundación Venezolana de promoción del investigador, al igual que enLatindex (Catálogo de revistas)

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comunica Estudios venezolanos de comunicación • Tercer trimestre 2009 • Nº 147

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RIVOLTARE

CENTRO GUMILLA

■Cesarismo mediático

■Opinión pública en Venezuela:¿hay razones para la esperanza?

■Chávez-Lovermark

■10 años de imagen en la Venezuela revolucionaria

■¿El gran comunicador?

■Mel Zelaya,Michael Jackson y el hiperliderazgode Chávez:crónica de un mes con Aporrea

■Romper la casa del nosotros

■El proceso político bolivariano en la revistaComunicación(1998-2008)

■La democracia en Venezuela:¿apoyo difuso?

■Internet y su influencia en la opinión políticade los venezolanos

■Pobreza en la prensa venezolana:representaciones estacionarias

■Balance de diez años en Comunicación

■Conferimiento de la Orden Andrés Belloal Dr. Antonio Pasquali

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Anatomía de un proceso

Desde el 2006, Dayana Santiago y Germán Sandoval, bajoel nombre de Rivoltare, han colaborado en un cuerpode trabajo plástico interdisciplinario, que incluye escul-tura, gráfica, fotografía e intervenciones sociales.

El psiquiatra existencialista suizo Ludwig Binswanger,analiza la esencia del ser dividiéndola en tres partes:el mundo de las cosas, el mundo de las relacionesy el mundo de las auto-relaciones. Para esta oportunidadse ha planteado la combinación en el trabajo de estostres ámbitos. En este sentido, dando una importanciaal espacio y su construcción, esta propuesta estáprofundamente intervenida por el contexto en el cualfue realizada, considerando el trabajo intrínsecamenteunido al lugar en un sentido intimista y social. El lugares definido en términos tanto de espacio como de tiempo,convirtiendo su relación con el cuerpo en soporte.

El cuerpo como soporte en la contemporaneidad del arte,es un tema que ha incluido al contenido de la obradel artista, sus capacidades perceptivas en relacióna la sensorialidad de su cuerpo. En este caso se añadenlas connotaciones del tatuaje, como incisionespermanentes que mantienen al artista vinculado con laobra y sus procesos creativos. Éstos, de alguna manera,funcionan como notas a pie de página de lo que el artista es. Inclusive con objetos como botas, sillas o hasta un martillo, este compromiso del espacio íntimocon la difusión pública se muestra como una progresióndel proceso de producción.

Tendrá en este sentido mucho que ver la evolución quesufren los medios comunicativos propios de la revolucióninformática contemporánea, así como la expansión que domina las prácticas de diseño, publicidad y demásempresas dedicadas a la imagen con la definición de la construcción discursiva de la realidad, así como los

mecanismos de elaboración de matrices de conocimiento,en este caso referidas a la imagen y su difusión. Este fenómeno tiene un carácter fundamental en la elaboraciónde discursos contemporáneos, procurando una expansiónde las prácticas estéticas que es, en principio, una de lasnecesidades, para nosotros, de esta producción editorial.

El aumento en el campo de acción de estas prácticas estéticas, incide directamente en la interpretación del artey de lo que consideramos real. La estatización de la vidarepresenta un triunfo de la banalización, aunque éste,por su mero fundamento estético, sea ingenuamenteconsiderado superficial, como si no conllevaraconsecuencias fundamentales sobre las formas denuestra experiencia. Aun así, los desarrollos artísticoscon contenidos más genuinos no perderían su validezmás allá de la imagen, ni mucho menos perderíansu carácter comunicacional y reflexivo.

Dayana Santiago y Germán Sandoval

Rivoltare, 2009 http://rivoltare.tumblr.com/

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comunica ciónEntradas

Estudios

Hablemos

Informaciones

Reseñas

Documento

Nº 147 • Estudios venezolanos de comunicación • CENTRO GUMILLA

Perspectiva Crítica y Alternativa • Integrantes de la RedIberoamericana de Revistas de Comunicación y Cultura

Cesarismo mediático■ Boris Muñoz....................................................................................................................4

Opinión pública en Venezuela: ¿hay razones para la esperanza?■ Mariana Bacalao ..........................................................................................................12

Chávez-Lovermark■ Fedosy Santaella ..........................................................................................................18

10 años de imagen en la Venezuela revolucionaria■ Humberto Valdivieso ....................................................................................................24

¿El gran comunicador?■ Laura Castellanos ........................................................................................................32

Mel Zelaya, Michael Jackson y el hiperliderazgo de Chávez: crónica de un mes con Aporrea■ David González ............................................................................................................40

Romper la casa del nosotros■ Carlos Delgado-Flores ..................................................................................................48

El proceso político bolivariano en la revista Comunicación (1998-2008)■ Jesús María Aguirre y Andrea Quiroz ..........................................................................58

La democracia en Venezuela: ¿apoyo difuso?■ Jorge Millán y Gabriel Reyes........................................................................................66

Internet y su influencia en la opinión política de los venezolanos■ Víctor Manuel Pérez Martínez ......................................................................................78

Pobreza en la prensa venezolana: representaciones estacionarias■ Leopoldo Tablante ........................................................................................................86

Balance de diez años en Comunicación■ Sebastián De la Nuez ..................................................................................................96

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Cada gobierno tiene sus peculiaridades, sus característi-cas, así como cada época o momento tiene sus mitos.El Gobierno que hoy tenemos en Venezuela, del cualya han transcurrido diez años, tiene la idea de querer

parecerse a una revolución, más concretamente a una revoluciónbolivariana que va, según expresan sus dirigentes y ¿mentores?,hacia la construcción del llamado socialismo del siglo XXI. Esees el mito de este momento, de este Gobierno; es decir, creerseque este proceso que arrancó en enero de 1999 es una revoluciónde características socialistas.

Pero hay algo más que después de diez años es una evidencia.La evidencia, a pesar de nuestras preferencias, porque las evidenciasson independientes de ellas, es que este Gobierno tiene un doblesentimiento-estrategia frente a la comunicación social y particu-larmente ante los medios de comunicación. Por un lado, si-guiendo los planteamientos de Humberto Eco en A paso de can-grejo, estamos en presencia de un régimen mediático que se havenido instaurando lenta y progresivamente a lo largo de estosdiez años. Estamos ante un régimen de populismo mediático queutiliza a los medios, y particularmente a la televisión, para pro-pagar que él es el poder, que el ciudadano Hugo Chávez Frías esla voz del poder y la voz y el dedo del pueblo. Todo gobierno po-pulista, como nos dice Eco, apela al pueblo y apelar al pueblosignifica construir una ficción: “(…)teniendo en cuenta –dicetextualmente Humberto Eco– que el pueblo como tal no existe,el populista es aquel que se crea una imagen virtual de la volun-tad popular. Mussolini lo hacía reuniendo a cien o doscientas milpersonas en la Piazza Venezio que lo aclamaban y que, en su con-dición de actores, desempeñaban el papel de pueblo. Otros pue-den crear la imagen del consenso popular jugando con los son-deos, o simplemente evocando el fantasma de un pueblo. De estemodo, el populista identifica sus proyectos con la voluntad delpueblo y luego, si tiene éxito (y muchas veces tiene éxito), trans-forma en ese pueblo que ha inventado a una buena parte de losciudadanos, fascinados por una imagen virtual con la que acabaidentificándose”.

Pero por el otro lado, este Gobierno que retóricamente dicesiempre que en el país “hay absoluta libertad de expresión y laprueba es que una buena parte de los medios de comunicaciónhablan en contra del gobierno, no hay medios censurados ni clau-surados…”, es un Gobierno que no puede ver a los medios inde-pendientes hablando en su contra, poniendo en evidencia su in-capacidad para el manejo de la cosa pública, visibilizando los altosíndices de corrupción gubernamental, manifestando críticamenteen su línea editorial que no están de acuerdo con el proceso, nicon la ruta, ni con el final hacia donde nos conducen; que sim-plemente manifiesten a través de sus páginas, de las hondas hert-zianas, de la pantalla de televisión y de la red, que no están deacuerdo con el sentido y la idea de esta democracia participativay protagónica. ¿Razones? Porque llevamos ya diez años en dondela democracia se ha ido perdiendo en grados importantes, endonde la participación se da siempre y cuando estés con mi pro-yecto y mis ideas porque de lo contrario no participas y no erestomado en cuenta. Los ejemplos de este odio hacia los mediosque no están dentro del aparato hegemónico y de control comu-nicacional que ha ido construyendo el poder son múltiples. Todoslos ejemplos que podemos leer, escuchar y ver de declaraciones

de un pr

An

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mía

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de distintas fuentes gubernamentales concuerdan en la mismaestrategia comunicacional-política: hay una manipulación me-diática en marcha, es producto de un efecto mediático perverso,los medios son los responsables de que no dejen gobernar alPresidente, si no fuera por los medios de comunicación esteGobierno y su Presidente tendría un 80 por ciento de aceptación…Desde esta perspectiva, los medios que no están en la línea delpoder o que no son controlados directamente por él son siempresospechosos de un complot. ¡Hasta aquí ha llegado la barbarieque se ha instalado en el país!

Esta demonización hacia los medios que piensan distinto alproyecto arrancó en el año 2001 cuando el mismo Presidente dela República los sentenció de una manera definitiva y conclu-yente: “Los medios son enemigos de la revolución”. Desde allíha continuado una escalada declarativa y de acciones sin prece-dentes en el país y en América Latina. De este modo se ha idotrazando la imagen hacia ellos y hacia los comunicadores no ali-neados con el proceso. Así podremos comprender como esteaño, después del 15 de febrero, cuando el Presidente y elGobierno salieron airosos con el triunfo del Sí ante la enmiendaconstitucional propuesta para la reelección indefinida, se ha ini-ciado lo que se ha denominado la profundización del socialismocomo la gran guerra patria, dentro de una estrategia basada enla revolución permanente. Este acelerar el proceso consiste enla ideologización del mismo, así como delinear un conjunto depolíticas ¿públicas? de intimidación, de meter miedo, de casti-gar y de controlar gubernamentalmente a los medios de línea edi-torial contraria al Gobierno. ¿Cómo explicar las palabras y ac-ciones del ministro Diosdado Cabello al cerrar emisoras de radioy televisión; el intento de la Fiscal General de la República dehacer aprobar en el Parlamento una Ley de Delitos Mediáticos;cómo explicar la violencia física y verbal hacia periodistas queentregaban en Caracas unos papeles expresando su opinión antela aprobada Ley de Educación; cómo interpretar las voces delPresidente de la República y de sus más cercanos colaboradorescriminalizando a esos ciudadanos-periodistas por la acción queejercían en forma pacífica; cómo podemos entender el silenciocómplice de otros periodistas hoy afectos a este régimen que haconfundido al Estado con el partido, el Gobierno y la voluntadde un solo hombre?

Demasiadas cosas han sucedido en estos diez años de unproceso político que no sabemos hacia dónde nos quiere conducir,o quizás sí lo sabemos pero no lo queremos reconocer todavíapor miedo o por simple comodidad. Anatomía de un proceso eslo que hemos intentado hacer desde estas páginas de Comunica-ción. Todo el número, en sus acostumbradas secciones Entradas,Estudios y Hablemos, está dedicado a diseccionar, desde dife-rentes visiones, este proceso que ya tiene diez años de exis-tencia y que nos conduce a paso de cangrejo, como diría Eco,hacia escenarios que ya creíamos superados en el país y en laAmérica Latina.

Desde estas páginas los invitamos a pensar lo que han sido ysignificado estos diez años del proceso, de paradojas políticas,de discursos como nunca antes y de políticas desconcertantes.Nuestra visión es desde la comunicación, la cultura y los me-dios, por la mediación de los géneros del ensayo, la investiga-ción y la crónica. Ni más ni menos Anatomía de un proceso.

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I. La canción del elegido

“Compañeros, lamentablemente, por aho-ra”, dijo Hugo Chávez, “los objetivos quenos planteamos no fueron logrados en laciudad capital…Pero ya es tiempo de evi-tar más derramamiento de sangre. Ya estiempo de reflexionar. Y vendrán nuevassituaciones y el país tiene que enrumbarsehacia un destino mejor…Y yo, ante el paísy ante ustedes, asumo la responsabilidadde este movimiento militar bolivariano”. Enaquellos días de 1992, cuando Venezuela,que supuestamente era la democracia mássólida y estable de América Latina, se vioestremecida por un primer intento degolpe de Estado, la frase “por ahora…”adquirió la gravedad de una máxima ytuvo un efecto muy poderoso entre millo-nes de venezolanos descontentos con la si-tuación política y social. La había pro-nunciado, en una alocución de apenas unminuto y tres segundos, quien en ese pa-sado hoy muy remoto, era un perfecto des-

conocido y que en la actualidad es consi-derado un líder mundial: el teniente coro-nel Hugo Chávez Frías, comandante de laacción anti-Estado.

En el primer juicio de la historia,Chávez se defendió a sí mismo en el tri-bunal de los medios y salió victorioso. El“por ahora” era personificado por alguienque asumía la responsabilidad de un fra-caso sin renunciar a la posibilidad de in-sistir en una utopía compartida por las ma-yorías. Referencia del fin de una época yvaga promesa de un cambio, en la calle“por ahora” significó la libertad de que-jarse del gobierno y denunciar la corrup-ción de un orden que los medios de co-municación presentaban como decadente.De este modo, le dio un nuevo sentido a laexpectativa colectiva cargándola tanto deesperanza como de revanchismo. Al hacerlas compras del mercado o pagar la cuentade un restaurante, la gente dejaba col-gando un “por ahora”, como si se tratarade la advertencia o la amenaza –según la

■ Boris Muñoz

CesarismomediáticoHugo Rafael Chávez es un político con estrategia militar y seducciónmediática que creó un Estado-comunicador como plataforma de unestilo en el cual “él mismo” es el medio y el mensaje. Su puesta enescena consiste de una teatralidad de la reivindicación social medianteuna ideología populista que establece una estrecha identificaciónentre el líder y el pueblo, lo que se expresa en lemas como “ConChávez manda el pueblo” y “Venezuela ahora es de todos”. Partedel arsenal retórico del Presidente venezolano está inspirado enestrategias de la propaganda fascista adaptadas a la televisión.De ahí, que pese a que el discurso es predominantemente oral, hagaun uso intenso de la televisión. Mientras tanto ha creado un relatopolítico polarizador que convierte a los medios, los oligarcasy el imperialismo estadounidense en los enemigos del pueblo.

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perspectiva– de un cambio inminente. Losdescontentos y los excluidos ya tenían suslogan –el primero de muchos.

En términos de liderazgo y percep-ciones, todo esto se puede traducir de unmodo simple: Hugo Chávez había hechouna entrada triunfal como comunicador enla sociedad de masas y la cultura del es-pectáculo. En la narrativa heroica que hagobernado a Venezuela, su breve discursole confirió un aura mítica de líder elegido,percepción reforzada varias veces añosmás tarde por su capacidad para sobrevivirsituaciones críticas como el intento degolpe de Estado en su contra el 12 de abrilde 2002. No obstante, no implica que hayaquedado absuelto de manera permanentede sus propios errores, desmesuras y des-propósitos. O que, dentro de la mismalógica, Chávez sea invulnerable a los usosy abusos de los medios.

Que el Presidente venezolano es una fi-gura intensamente mediática que ha in-corporado los medios de comunicacióncomo parte de una estrategia de poder seha dicho de sobra. Chávez utiliza los me-dios como una cancha deportiva de usosmúltiples: para la persuasión de sus segui-dores, la confrontación de sus adversariosy, muy a menudo, la provocación y difa-mación de quienes considera sus enemigos.

Con 10 años en la presidencia y frentea las cámaras, hay numerosos ejemplos deeste patrón comunicativo. De lo primerose producen muestras casi a diario a travésde cadenas televisivas donde se puede veral Presidente haciendo proselitismo po-lítico en actos de diversa naturaleza. Unejemplo de lo segundo se puede encontraren las arengas contra los políticos, inte-lectuales o empresarios de la escena na-cional y local, a quienes suele reprobar ensus acciones calificándolos de cómplicesde las oligarquías corruptas o incluso deconspiradores y aliados del imperialismonorteamericano. Sin duda que la quintae-sencia del vilipendio y la calumnia comoforma de tratamiento de los adversariospolíticos fue su interrupción de una con-ferencia de prensa del ministro de Defensaa raíz del resultado del referéndum para lareforma constitucional de diciembre de2007. Ahí, ante las cámaras, un Cháveznotablemente ofuscado por la ira dijo queel triunfo del No y de quienes se opusierona su proyecto había sido una “victoria demierda”.

Un paradigma de la tercera tipologíaretórica es su intervención en la cumbrepresidencial de la Organización de Nacio-nes Unidas de 2006, donde, ante unaaudiencia de millones de personas, ataca

al presidente estadounidense George W.Bush, ironizando su intervención –“Aquíhuele a azufre” dijo Chávez al iniciar sudiscurso–, porque, Bush, a quién tambiénllama Mr. Danger, es la encarnación deldiablo, representante del imperialismo es-tadounidense y de las perversiones del ca-pitalismo global.

Además de poner de relieve la tea-tralidad de algunas de sus actuaciones pú-blicas, el examen detenido de estas situa-ciones muestra la tendencia del presidenteChávez a recurrir a formas dicotómicas ypolarizadas, una retórica amigo/enemigo.Pero la importancia de sus patrones re-tóricos hay que calibrarla según el efectodoble y ambiguo que provocan. Desdeluego, estas actuaciones cayeron comobombas en el campo enemigo, generandoairadas y fuertes reacciones de sus contra-partes respectivos. En cambio, los se-guidores del Presidente le dieron su apro-bación. De modo que no se puede negar eléxito comunicacional de la provocacióncomo catalizador de reacciones que sonmediáticas pero también políticas.

Sin embargo, lo que, tras una década enel poder, no está del todo claro es a quéniveles se desempeña su estrategia comu-nicativa y, más importante todavía, cuálesson los efectos que esa estrategia surte enel orden más amplio de la política. Poreso, para responder a la pregunta ¿tieneHugo Chávez un estilo de comunicación omás bien qué comunica Hugo Chávez ycómo lo hace?, es necesario desarrollaruna caracterización compleja. En última

instancia, la descripción de su forma decomunicación debe llevar a comprenderque el estilo, entendido como el conjuntode esas formas, proyecta una visión de lapolítica profundamente intervenida porlos medios que, en última instancia, asu-men a plena conciencia el papel de me-diación social que anteriormente le co-rrespondía a ésta. Chávez está en el centrode esa mediación como mensaje perotambién como figura hegemónica, es de-cir, como medio en sí mismo.

II. Hugo es como tú

Desde este punto de vista, Chávez mues-tra una personalidad múltiple y cama-leónica: fenómeno político, showman deun teletón dominical, agitador de masas,portavoz de una personal elaboración de lahistoria venezolana, carismático líder delproyecto bolivariano, víctima de las cons-piraciones oligárquicas, vengador de Si-món Bolívar y heredero de Fidel Castro,estadista de la revolución como vía al so-cialismo del siglo XXI, adalid antiimpe-rialista y, por lo tanto, modelo de lallamada nueva izquierda latinoamericana,también conocida como la izquierda rosa-da. En este contexto, cada una de estasfacetas pide un análisis particular al me-nos a grandes rasgos y su impresionantemanejo de los medios de comunicación.

De hecho, gran parte de su éxito con-siste en haberse expuesto de la manera quelo ha hecho a la mirada de los medios enun largo proceso de construcción de suimagen pública que va del 5 de febrero de1992 hasta el día de hoy. Ese proceso hatenido, en el fondo, un objetivo preciso:aprender a manejar los medios a partir dela comprensión de que buena parte de losagenciamientos sociales de la actualidad nosólo pasan a través de ellos, sino que se con-forman y adquieren sentido en su seno. Enotras palabras, Chávez es el primer pre-sidente venezolano que abrazó hasta laalucinación la mediática, esto es, el con-trol de la sociedad a través de los medios,como el recurso más efectivo para la con-centración de poder y la cancelación de lapolítica, dando así libre espacio a laabsurda creencia de que la realidad po-lítica y social venezolana se puede reducira lo que transmiten los medios y a la su-perstición de que la figura del Presidentey el Gobierno son la misma cosa. Por estascaracterísticas es que puede verse a HugoChávez como un César comunicacional,un mandatario que ejerce su gobiernodesde una tribuna mediática como si él

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Sin duda que la quintaesenciadel vilipendio y la calumnia

como forma de tratamiento de losadversarios políticos fue su

interrupción de una conferenciade prensa del ministro de Defensaa raíz del resultado del referéndum

para la reforma constitucionalde diciembre de 2007.

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mismo fuese un factor de estabilidadsocial y cohesión política sin el cual la so-ciedad venezolana quedaría sometida alcaos y la violencia.

El elemento que más sobresale en Hu-go Chávez es su personalidad de líder demasas. Chávez recupera y actualiza ellegado del populismo latinoamericanopara darle la vuelta y sintonizarlo con lacultura visual de la posmodernidad. Suestilo comparte rasgos con el de líderescomo Domingo Perón, de Argentina, Jor-ge Eliécer Gaitán, de Colombia, y JoséVelasco Alvarado, de Perú, quienes movi-lizaban a las multitudes recurriendo alsentimiento de clase y raza o a la exclu-sión histórica. En concentraciones multi-tudinarias o en alocuciones televisivas, elPresidente se dirige a un colectivo a partirde la diferenciación entre un nosotros –“elpueblo”– con el que se comparten nu-merosas afinidades y un los otros o ellos,representado, en general, por quienes,según la retórica polarizadora, apoyan a laoligarquía, son vendepatrias y se oponena su bienestar.

Este tipo de estrategia comprende va-rios niveles. El primero se refiere a laforma de contacto entre el líder y sus se-guidores. En la mayoría de sus actua-ciones públicas desde 2002, Chávez apa-rece vestido de manera informal con unacamisa roja y un jean negro que equivalenal uniforme verdeoliva de los revolucio-narios clásicos como Fidel o el Che. Estaforma de vestir no sólo ofrece unaidentidad clara y estable, sino que setransforma en un instrumento para con-seguir empatía con sus correligionariosque también suelen llevar camisetas rojas.

Para Margarita López Maya, histo-riadora de los procesos políticos contem-poráneos en Venezuela, el de Chávez sepodría comparar con el estilo retórico uti-lizado por el líder colombiano Jorge Elié-cer Gaitán por su capacidad de com-prender con claridad qué tipo de lenguajeusar según el público. “Al igual queGaitán, Chávez puede hablarle al pueblocomo habla el pueblo o hablar en elcongreso con un discurso ilustrado. Al di-rigirse a las masas con un lenguaje llano opor medio de anécdotas, chistes, men-ciones al béisbol –el deporte más popularen Venezuela– estimula la creación de unlazo de identidad con las mayorías. Enotras palabras, Chávez se comporta comoun hombre de carne y hueso, y no comoun hombre virtuoso”.

No es casual que el lema principal de larevolución bolivariana sea “Con Chávezmanda el pueblo”. De acuerdo con esta

lógica la entidad colectiva pueblo elige aun hombre: Chávez. Ambos forman untodo indivisible. De esta manera, supues-tamente se democratiza la participacióndel pueblo en la conducción del gobiernoa la vez que el líder se enviste del mandatopopular y la legitimidad de acción que ésteconfiere. En realidad, como recuerdaUmberto Eco, el pueblo como expresiónde una voluntad y una emoción únicas, esuna ficción política¹. El pueblo es, en estecontexto, un artificio del cual se apropia ellíder populista para crear una imagenvirtual de la voluntad popular. En cambio,lo que existe fuera de dudas es una re-lación de resonancia entre el líder y lamayoría de los votantes que lo eligieron.Desde un punto de vista de la teoría de lacomunicación, la resonancia crea unaintensa gratificación en los receptores,puesto que, al menos en el discurso, ellíder los personifica y representa. Esa re-sonancia, en el caso venezolano, se havisto vigorizada por la ruptura de laficción de Venezuela como sociedad ar-mónica que ha permitido la explotaciónpolítica del resentimiento de clase y ladignificación de los excluidos. Al alabar alas masas por sí mismas, esto es, en su ca-rácter de víctimas históricas se estableceuna relación de empatía entre el emisor ysus receptores. Resultado: la construcción

simbólica de un consenso entre el máximolíder y el pueblo.

Todo esto se hace evidente en las apa-riciones públicas del Presidente. Un mitinde Chávez es un espectáculo minucio-samente calculado. El objetivo de la pro-ducción es crear una sensación de altaenergía. Todos visten de rojo, ergo todosson miembros de la misma cofradía.Cuando se trata de concentraciones cele-bradas en la Avenida Bolívar de Caracas,su aparición suele estar precedida por unverdadero torneo de megavatios, conbandas de música que ocupan simultánea-mente las diversas tarimas que se alineana lo largo de la avenida. Independiente-mente del ritmo, las canciones contra laoligarquía, el imperialismo y la globali-zación se reiteran con una frecuencia pe-sadillesca, como si se tratara de un matchmúltiple de lavado de cerebro musical.

“Un abrazo bolivariano”, saluda Cháveza la masa que ruge de emoción.

Con variaciones que dependen del con-tenido particular del evento, el guióncontinúa más o menos así: el Presidente diceestar impresionado ante la cantidad degente (nunca se habían reunido tantos enese lugar). El Presidente, en un amaguecoreográfico, pone a los asistentes a haceruna ola humana que va y viene entre risas,celebraciones y bromas. Continúa en-tonando el himno nacional y poniendo a laenorme masa de gente a cantar con él.Luego altera el himno de la Federaciónpara introducir frases alusivas a su in-minente victoria en la batalla contra elenemigo y concluye el canto haciendo es-pecial énfasis en su estrofa favorita:“¡Oligarcas temblad. Viva la libertad!”.Chávez es divertido. Chávez es pedagó-gico. Chávez es nacionalista y ama alpueblo. La multitud grita con él y se ríe desus ocurrencias.

Naturalmente, una vez iniciada su alo-cución el imperialismo estadounidense esel primer blanco de su discurso. “Derro-taremos al diablo…El diablo… Tienen undueño allá en el norte”, reitera. Pero en-seguida pasa a temas más urgentes. Lo im-portante es que la multitud entienda cuáles el verdadero riesgo que implica perderen las urnas.

Veamos lo que dijo en el cierre de sucampaña por el No en el referéndum de2004, del cual salió victorioso. SegúnChávez, el concepto del No tiene 500 añosde historia y desborda los límites de lapatria venezolana y va a los rumbos deAmérica Latina y el Caribe para recorrerel mundo entero: “No al imperialismo. Noa la desigualdad. No a la guerra…Es un No

Chávez recupera y actualizael legado del populismo latinoameri-

cano para darle la vuelta ysintonizarlo con la cultura visualde la posmodernidad. Su estilo

comparte rasgos con el de líderescomo Domingo Perón, de Argentina,Jorge Eliécer Gaitán, de Colombia,y José Velasco Alvarado, de Perú,

quienes movilizaban a las multitudesrecurriendo al sentimiento de clase

y raza o a la exclusión histórica.

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redondo como el mundo, que está en estosmomentos en una lucha trepidante…Es elNo de Cristo al imperialismo. El No a losque pretenden negarle las oportunidades alos pobres”...La multitud celebra y JoséCastillo, un obrero de 60 años, dice: “SiChávez fuera a la cárcel, a mí me llevancon él. A ese hombre lo sigo hasta lamuerte”.

El mensaje ha surtido su efecto. ¿Porqué? Estos elementos conforman laslíneas de fuerza de una narrativa políticade la reivindicación histórica. Chávez, ellíder que es como tú, es decir, como elpueblo mismo, promete un futuro que esla continuación de una utopía bolivariana,nacionalista y antiimperialista que fue in-terrumpida abruptamente por los mez-quinos intereses de las oligarquías en elpoder. Para darle cuerpo a esta promesa seevocan y mezclan desde la remota figurade Cristo, la situación de la colonia y lasconjuras contra El Libertador SimónBolívar, hasta las intervenciones estadou-nidenses en la región, sin descontar elfantasma de un inminente golpe de Estadoorquestado por una componenda de lasoligarquías nacionales o regionales y elgobierno de Washington. No importa cuánajustada y rigurosa sea en sus detalles estadescripción a los hechos históricos o si escoherente o no con el presente. Lo im-portante es que contribuya a una estrategiapropagandística que apunta a mantener elalto voltaje de la polarización y la fibra na-cionalista de la masa.

En este sentido, una de las formas uti-lizadas por Chávez para neutralizar políti-camente a sus adversarios es precisamentereducirlos al papel de meros conspi-radores y traidores de la patria. En esesentido, su retórica como líder de masascoincide de manera evidente con la re-tórica empleada por el fascismo. Con esto,no afirmamos que Hugo Chávez sea unfascista, sino que uno de los rasgos de sucomunicación es el empleo de técnicaspropagandistas utilizadas históricamentepor el fascismo. Al respecto, vale la penaconsiderar el desglose ofrecido porTheodor Adorno en Ensayos sobre la pro-paganda fascista. De la compleja caracte-rización de Adorno, aparecen en el estilode comunicación del primer mandatariovenezolano frente a las masas al menosseis puntos.²1. Estereotipificación del adversario po-

lítico a través de la dicotomía amigoenemigo. Al adversario se le difama yse desacreditan sus ideas políticas o sele vincula con conspiraciones actualeso remotas.

2. El líder alaba el movimiento por símismo.

3. El líder sostiene que se prepara unatentado en su contra y que su vida seencuentra amenazada. El movimientotambién está amenazado por fuerzasoscuras. Se llega a la ritualización deamenazas que nunca se concretan.

4. El líder presenta un comportamientoreligioso fingido o vaciado de con-tenido dogmático.

5. Ejecución ritual o muerte sacramentaldel enemigo elegido, para la cual seapela a consignas de violencia y se pre-coniza un derramamiento de sangre.

6. Destructividad del sistema como basepsicológica del espíritu fascista. De allíla inminencia de algún tipo de ca-tástrofe.

En definitiva, lo más chocante de estassemejanzas con la receta fascista es queapunta hacia una estrategia de comuni-cación más amplia y compleja que con-siste en extrapolar la retórica del liderazgode masas a los medios audiovisuales. Unaestrategia que, a fin de cuentas, mate-rializa la visión de la comunicación comosustitución de la política: un Estado co-municador bajo la égida de un hegemón me-diático.

III. En vivo

Suele suceder que cualquier persona queencienda el televisor o la radio en Vene-zuela cualquier día de la semana acualquier hora, se encuentre con que elPresidente está “al aire”, “en vivo” y “entiempo real”. Esto lo hace una presenciaubicua en la cotidianidad del país. AunqueChávez es un comunicador eminente-mente oral, su medio favorito no es laradio, sino la televisión. El jefe del Estadovenezolano es, en ese sentido y en muchosotros, el genuino heredero de Fidel Castro.O más bien, Castro, cuyas interminablesalocuciones televisadas podían alcanzarmás de ocho horas continuas es el modelode referencia para el segundo rasgo deChávez como comunicador: gobernarfrente a las cámaras.

No es casual que durante nueve años, lapieza central de la estrategia de comuni-cación de Hugo Chávez ha sido su showdominical Aló Presidente. El programa seinició como la fusión de un espacio do-minical de radio participativa con esenombre y de De frente con el Presidente,un programa semanal en Venezolana deTelevisión. En radio, Hugo Chávez com-partía micrófonos con otros dos presen-tadores y atendía llamadas del público. Suéxito fue tal que pasó a la televisión, conel Presidente como figura única.

En la producción de Aló Presidenteparticipa un equipo de 100 personas –tan-tas como la telenovela de mayor audienciaen el país– que deben trasladarse hacia loslugares más intrincados de la geografíavenezolana, sean llanuras, selvas o pára-mos, en jornadas maratónicas que puedensuperar 80 horas de producción por cadaprograma³. Aló Presidente ha servido devehículo para anunciar infinidad de medi-das gubernamentales; entre otras, ajustessalariales y macroeconómicos, salida oentrada de ministros. También para de-nostar de sus adversarios políticos, “bajarlíneas” a sus seguidores, celebrar hazañaspartidistas, victorias electorales. O bienregañar públicamente a funcionarios de suentorno, gobernadores y servidores pú-blicos, conversar con Fidel Castro y otrosmandatarios de la llamada izquierda rosa-da, ventilar frustraciones matrimoniales oafectivas, atacar al gobierno de George W.Bush y fustigar la política migratoria de laUnión Europea, anunciar nacionaliza-ciones de empresas básicas, someter a susenemigos políticos al escarnio e inclusoanunciar la movilización de tropas ante uninminente conflicto bélico con Colombia,como sucedió la primera semana de marzo

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Lo más chocante de estas semejanzascon la receta fascista es que apunta

hacia una estrategia decomunicación más amplia y

compleja que consiste en extrapolarla retórica del liderazgo de masasa los medios audiovisuales. Unaestrategia que, a fin de cuentas,

materializa la visión de la comunicación como sustitución

de la política: un Estadocomunicador bajo la égida de un

hegemón mediático.

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de 2008 luego de la muerte de Raúl Reyes,segundo comandante de las FuerzasArmadas Revolucionarias de Colombia, aquien, de paso, se le rindió homenaje conun minuto de silencio. En suma: AlóPresidente ha sido el vehículo de comuni-cación más directo con la sociedad vene-zolana e incluso con altos funcionarios desu Gobierno que no pocas veces han ad-mitido haberse enterado a través delprograma de medidas que atañen a suscarteras.

De acuerdo con el publicista RobertoMalaver, “Chávez creó un estilo y una es-tética original con Aló Presidente”. Mala-ver ha sido asesor comunicacional del go-bierno de Chávez en diferentes instancias,en particular fue asesor del Ministerio deComunicación e Información para eldiseño de la estructura comunicacionaldel gobierno de Chávez. “El esquema depreguntas y llamadas es percibido como unaforma de incluir la voz del pueblo. Nocabe duda de que, como dice el periodistaFernando Buenard, para soportar 7 u 8horas un solo plano de cámara, hay que serun gran comunicador. Chávez es unshowman desde que asume su derrota entelevisión el 4 de febrero de 1992 con unaserie de frases que parecen consignas pu-blicitarias. ¿Qué pasa desde el punto devista comunicacional? Aló Presidente estremendamente popular porque generanoticias los domingos que aparecen loslunes con grandes titulares en la prensaescrita. Aló Presidente, además, le ofrecea la gente acceso y participación”.

El semiólogo y especialista en comu-nicación política Aquiles Esté insiste enque gran parte del estilo de Chávez es unaherencia de Fidel, quien a su vez siguió elejemplo de John F. Kennedy. “El ejerciciodel gobierno ante las cámaras tiene dosfunciones: la primera es crear la ilusión departicipación. La gente cree que participade las decisiones cuando en realidad noparticipa para nada. La segunda es hacerinútil el aparato del Estado, puesto que,muy a menudo, se toman decisiones o seventilan problemas que competen a laAsamblea Nacional, al Consejo NacionalElectoral o al Tribunal Supremo de Justi-cia, que son los otros poderes autónomosque conforman al Estado. Al adoptar antelas cámaras decisiones de gobierno otomar medidas de interés nacional sinpasar por los mecanismos establecidos, elpresidente vuelve irrelevantes a las otrasinstancias del Estado. En esos aspectos,Chávez no tiene mayor originalidad comocomunicador. Fidel Castro hizo lo mismoen Cuba y convirtió el gobernar ante la

cámara en un arte mediante el cualcontroló ampliamente la opinión públicacubana. Otro elemento que Chávez tomódel estilo de Fidel es una retórica di-gresiva puntuada de largos exordios y co-lofones que anuncian falsos finales y queluego vuelven sobre sí mismos en unaespiral argumentativa. Por otro lado, elPresidente no es tanto un político de tele-visión como de radio. Su estilo es la na-rración oral hecha de anécdotas, parodias,coplas y digresiones, propias del hombrellanero. Chávez suele volver todo unaparodia. Por ejemplo, a Reporteros sinFrontera los renombra Reporteros sinVergüenza, mientras que a la CNN lallama CÑM. De este modo vuelve laparodia y la burla mecanismos de igua-lación o degradación. En este elementoradica su real originalidad y lo que le dagran capacidad de conexión con sus se-guidores”.

IV. El Estado-comunicador

En 10 años de gobierno, el Ministerio deComunicación e Información ha tenido11 ministros, muchos de los cuales hansido devorados por el fragor de la polari-zación política que reina en Venezuela.Ha sido tal el grado de exigencia queAndrés Izarra, ministro número nueve y

quien ocupó el cargo menos de un año,luego de emprender la reorganización delMinci, no pudo volver más a su casa, sinoque tuvo que improvisar un catre decampaña detrás de su despacho para des-cansar unas pocas horas regateadas a suagenda homicida. En la actualidad, des-pués de dos años frente a Telesur, Izarraha vuelto al ministerio.

En un esfuerzo por unificar los criteriosde comunicación del Gobierno, Malaverintentó hacer funcionar el ministerio co-mo una agencia de publicidad que pro-ducía propaganda en tiempo real comouna frenética agencia de noticias. “Ya queel Minci es el organismo encargado deproducir la propaganda oficial, cuidamosque hubiese una unidad de sentido: lo queaparecía en televisión debía leerse enprensa y escucharse en radio”. El pu-blicista llegó a dirigir un equipo de 500comunicadores profesionales y tras susalida temporal del ministerio se llegó atanto que se hizo una sala de prensa paracentralizar todas las informaciones emiti-das desde el Gobierno hacia fuera.⁴

De acuerdo con Malaver, uno de losproblemas de comunicación del Gobiernovenezolano es que la transmisión de losmensajes centrales del proceso político hadescansado en Chávez y esto entra enfranca contradicción con los postuladosde una revolución o proceso político queaspira a darle protagonismo y partici-pación a las mayorías. Malaver recuerdaque después del golpe y contragolpe del11 de abril de 2002, Guillermo GarcíaPonce, director del diario oficialista Vea,planteó que el error del Gobierno habíasido precisamente no tener una estrategiade comunicación bien delineada. Tal fueel motivo, al menos en teoría, de la reor-ganización y unificación de la comuni-cación oficial. Paradójicamente, esto noha cambiado ni cambiará el hecho de queChávez sea el centro de gravedad de estaestrategia, porque se trata de un aspectomedular de su poder.

“Todo se ha apoyado en el presidente yha sido él el gran artífice de esa política”.Visto en perspectiva, el estilo comunica-cional del Presidente es, a decir verdad,mucho más que un estilo. Se trata, comoreconoce Malaver, de “una plataforma co-municacional que se apoya en el pre-sidente”.

Tras bastidores de la imagen presi-dencial, se encuentra el alucinante an-damiaje de esa plataforma: canales de te-levisión, emisoras de radio, una agenciagubernamental de noticias, una miríadade medios impresos. Una enjundiosa in-

Otro elemento que Chávez tomódel estilo de Fidel es una retórica

digresiva puntuada de largosexordios y colofones que anuncianfalsos finales y que luego vuelven

sobre sí mismos en una espiralargumentativa. Por otro lado, el

Presidente no es tanto un políticode televisión como de radio. Su estilo

es la narración oral hecha de anécdotas, parodias, coplas y digre-siones, propias del hombre llanero.

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vestigación del comunicólogo MarcelinoBisbal demuestra que desde 2002 a raízdel golpe de Estado del 11 de abril, delcual Chávez sobrevivió de un modo queno puede ser llamado sino milagroso, sugobierno basó su estrategia defensiva enla llamada guerra mediática. Para librarmás eficazmente esta guerra construyóuna plataforma mediática cuyo objetivofue cambiar la correlación entre mediosprivados, estatales y alternativos que exis-tía. Es el llamado Estado-comunicador,categoría desarrollada por Bisbal para ex-plicar la creación de una estructura me-diática estatal para oponerse al aparato co-municacional privado, pero también co-mo espacio para la confrontaciónideológica. “En aquel momento –escribeBisbal– el número de unidades comunica-cionales, especialmente en prensa, radio ytelevisión venía siendo favorable al sectorprivado de medios, que además en su granmayoría eran contrarios al proyecto po-lítico gubernamental” .

Como lo ha dicho William Castillo, exviceministro de comunicación e infor-mación y voceros de la política comuni-cacional del Gobierno, la conformacióndel Estado comunicador fue la respuesta auna crisis política intensa que llevó a losmedios gubernamentales a asumir sinvelos la defensa política del Gobierno. Enel contexto de la polarización política, esbastante cierto que éste se vio inerme antela fuerza avasallante de los medios de co-municación privados cuyos principalespropietarios actuaron en bloque para de-bilitarlo. La prueba de que los mayoresmedios privados atentaron contra elGobierno y la democracia fue el black-out de las principales televisoras y departe de la prensa nacional el 12 y 13 deabril de 2002, así como de la posteriorcampaña televisiva durante el paro pe-trolero de fines de 2002 y principios de2003.

Sin embargo, la plataforma ha idomucho más allá de la crisis que le dioorigen para convertirse en una caracte-rística estructural del gobierno de Chávez:el Estado comunicador. Se buscó que losmedios se convirtieran en el espacio de re-presentación del proceso bolivariano y lavitrina del Presidente y, por lo mismo, seconvirtió a los medios del Estado en unvehículo partidista de información, pro-paganda y contrainformación, obligándo-los a adaptarse a una nueva función quepoco tenía que ver con su espíritu original:ser medios públicos al servicio de todos losvenezolanos y no ser medios de prose-litismo y guerra mediática, para uso ex-

clusivo del proceso bolivariano. Dichobrevemente, el Estado se desentendió desu obligación de actuar para todos los ve-nezolanos mientras que el Gobierno seapropió de la función comunicadora conun propósito expreso: construir una gra-mática audiovisual e ideológica delproyecto político de Hugo Chávez y unimaginario de la revolución bolivariana.

Las cifras ofrecidas por Bisbal ex-presan más claramente lo que es hoy unarealidad absoluta para cualquier usuariodel espectro de los medios venezolanos.Mientras en 1998 el Gobierno contabacon Venezolana de Televisión, dos fre-cuencias de Radio Nacional de Venezuela(630 AM y 91.1 FM) y la AgenciaVenezolana de Noticias (Venpres), hoydispone de una red de al menos 5 tele-visoras gubernamentales (VTV, TeVes,Vive Tv, Telesur, ANTV); dos circuitos na-cionales de radio (RNV y YVKE Mundial),la Agencia Bolivariana de Noticias(ABN); una red –todavía en construcción–para el transporte de datos operada por laCorporación Venezolana de Guayana y lacompañía francesa Telecom. Pero lo real-mente significativo es que la estrategia co-municacional del Gobierno se vale tam-bién de una red de alrededor de 400emisoras de radio, 36 televisoras y 100 pe-riódicos comunitarios y alternativos queen 2006 gozaron de una asignación pre-supuestaria de 27,2 millones de dólares.

De hecho, los principales canales de te-levisión del Estado, como Venezolana deTelevisión y Telesur, son, cada cual a sumanera, las piezas estratégicas para la di-fusión de los temas y agendas del Pre-sidente y el Gobierno. Por poner unejemplo: “La Hojilla”, el programa demayor audiencia de Venezolana de Televi-sión, sirve para ventilar, instigar o sofocarlas trifulcas internas dentro de las filas ofi-cialistas y, aun con mayor frecuencia, paraguillotinar a los disidentes del discursooficial, sean éstos chavistas u opositores.

Dicho en pocas palabras, Chávez hajugado no sólo a ser el vocero principal desu proyecto político, sino también a di-fundirlo a través de una amplia gama demedios que abarca canales oficiales ycanales comunitarios. Sólo se exagera le-vemente cuando se dice que Chávez halogrado a través de este desbordamiento me-diático multiplicar su imagen, sus ideas ysu voz hasta el infinito, alcanzando unaubicuidad tan absoluta en el imaginariovenezolano que hace ver a Fidel Castro, lafigura simétrica a él puesto que ha sido elespejo en el que más se ha mirado, comoun desvaído reflejo. Para comprobarlo,basta tomar nota de la increíble cantidadde horas en cadena nacional entre 1999 y2006 (1.339 cadenas presidenciales, loque equivale a 48.656 minutos o 810horas con 56 minutos, un promedio de 36minutos diarios)⁶. Esta es la naturaleza delestilo comunicacional del presidente Chá-vez, es decir, el entendimiento de que lamediática suplanta a la política.

Es más: la articulación de esa pla-taforma de medios ha sido apuntalada conun asombroso aparato jurídico coercitivoformado por un conjunto de leyes y dis-posiciones que pueden limitar la libertadde prensa y expresión. Naturalmente, estees el aspecto de fondo más preocupante:la plataforma no sólo carece de con-trapeso, sino que irónicamente cuenta conun perverso sistema jurídico para operar asus anchas. Ese aparato es el equivalenteal arsenal atómico de contención y di-suasión –el último recurso a disposición delCésar mediático– empleado por EstadosUnidos para amedrentar a sus rivalesdurante la Guerra Fría. Ya el poderío deese arsenal fue probado cuando a fines de2006, luego de ser reelecto presidenteconstitucional, Chávez impuso una medi-da inconstitucional: ordenar el cierre deRCTV, que se concretó a fines de mayo de2007 (solo que como quedó plasmado enel resultado del referéndum para lareforma constitucional, algunas veces esearsenal puede disparar por la culata).

La prueba de que los mayoresmedios privados atentaron contrael Gobierno y la democracia fueel black- out de las principales

televisoras y de parte de la prensanacional el 12 y 13 de abril de 2002,así como de la posterior campaña

televisiva durante el paro petrolerode fines de 2002 y principios de 2003.

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11comunica ción

Colofón

Es evidente que la guerra mediática no hasido ninguna partida de dominó entreamigos, sino una verdadera conflagracióncuyas feroces batallas han desbordado lospropios medios y actuado como el caldode cultivo de la polarización. No esextraño que la máxima expresión delpoder de Chávez haya sido la medidacontra RCTV, un hecho que a todas lucesfue desproporcionado independientemen-te de que los directivos de esa planta me-recieran ser juzgados por atentar contra lademocracia con el black out de 2002.

Irónicamente, hay voces que le piden alPresidente más mano dura en términosmediáticos y que transforme su plata-forma en un sistema comunicacional inextremis: una red para regular y controlarla obra del Gobierno a lo largo y ancho delpaís. Ese sería el lado soleado de ese“sistema comunicacional”. Porque, porotra parte, también actuaría como centralde inteligencia acaudalando información,monitoreando la acción de Gobierno y fis-calizando la integridad del funcionariado.Para decirlo de otro modo, un sistema decomunicación inspirado por la ideología delvigilantismo policial.⁷

Al acabar este ensayo no se puedesoslayar el efecto de nueve años de ce-sarismo mediático y telepopulismo sobrela calidad de la democracia. ¿Debería unfenómeno comunicativo con estas carac-terísticas entrañar un problema ético ma-yor para los venezolanos? ¿O, por el con-trario, no debería causar ninguna sorpresay asumirse como natural en un país cuyoprimer mandatario ha tronado más de unavez su voz para proclamar “el Estado soyyo” sin que sus seguidores hayan dicho nipío? Si la democracia es algo más que untelemercadeo de las expectativas co-lectivas, la respuesta lógica debería ser laprimera. Si, en cambio, se trata más biende un simulacro de participación, queencubre una enorme red clientelar ar-bitrada por una figura hegemónica deno-minada presidente, lo más probable es quese acepte la segunda.

Sin embargo, más allá de una u otrarespuesta, la última palabra la deben tenerlos resultados a la vista. El cesarismo me-diático de Chávez ha generado unpasmoso debilitamiento institucional yuna reducción caricaturesca de los meca-nismos de participación así como el an-quilosamiento de muchos movimientossociales –ya que sólo se recurre a elloscomo eslabones de la maquinaria de votospara reforzar la hegemonía de la nueva

clase política– cuyos esfuerzos podríanprofundizar la democracia y la justiciasocial. Sea o no el cesarismo mediáticouna incipiente versión tropicalizada delfascismo, lo relevante es que, como me-canismo de sustitución de la política, se haarraigado a tal grado que hoy las mayoríasse conforman con que un César decida susuerte. A cambio deben resignarse a sa-crificar la utopía y el sueño de una demo-cracia participativa y protagónica.

■ Boris MuñozCronista y profesor universitario.Autor de Despachos del imperio,coautor de La ley de la calle.Actualmente dirige la revista Exceso.

Notas

1 ECO, Humberto(2006): “Sobre el populis-mo mediático”. En: A paso de cangrejo.Barcelona, Caracas: Random House Mon-dadori.

2 ADORNO, Theodor (2005): Ensayos sobrela propaganda fascista. Buenos Aires:Paradiso.

3 AZOPARDO, José Antonio (2 de agosto2008): “Cien personas hacen Aló Presi-dente”. En: El Universal.

4 MUÑOZ, Boris (2006): “Perdidos en elmensaje oficial”. En: Exxito, No. 19, pp.38-45.

5 BISBAL, Marcelino (sep-dic.2007): “Laplataforma mediática del Estado Boliva-riano o la desmesura del Estado-comu-nicador”. En: Actual. Luís Ricardo Dávila yTulio Hernández, editores invitados. Direc-ción General de Cultura y Extensión.Universidad de Los Andes - UniversidadCentral de Venezuela.

6 __________ “El estado-comunicador y su es-pecificidad. Diagnóstico inacabado y estra-tegias”. En: revista Comunicación 134, 2doTrimestre, pp. 60-73.

7 BOLÍVAR, Douglas (2007): A propósito dela falla tectónica de la revolución boli-variana. Propuesta para un sistema comu-nicacional transformador. Caracas: Edito-rial Cooperativa Venezuela Inédita.

Se nos fueIgnacio Ibáñez

La ida de alguien, lo conozcamos ono, siempre nos causa tristeza. Hastaperplejidad, porque no nos acostum-bramos a la partida definitiva. Mucho mássi ese alguien era conocido. ¡Y vaya queIbáñez lo fue! El 19 de agosto de esteaño se nos ha ido Ibáñez,como le solíamosnombrar por allá en 1975 cuando juntosiniciamos la aventura de Comunicación ydel Centro de Comunicación Social “JesúsMaría Pellín”. Ignacio Ibáñez fue directorde la Escuela de Comunicación Social dela UCAB, también profesor en la misma ydirector del Instituto Radiofónico de Fe yAlegría (IRFA).Todo eso ocurrió entre 1974y 1984. Diez años de intensa laborintelectual, docente y sobre todo deamistad afable.

Ibáñez, tranquilo y sosegado como lorecordamos, no se quedó en un solo lugar.Se fue al interior del país para trabajar enpastoral parroquial, pero sin abandonarlo que fue su vocación como hombre decomunicación, es decir la radio y siemprela radio. Iba y venía, y en ese ir y venirsiempre lo vimos de buen humor… es queIbáñez era, como se dice, “un buenhombre”.

Finalmente,una palabra de despedida.Aunque la muerte es todo un misterio,queremos recordar a Ignacio Ibáñez talcomo lo conocimos: como hombrereligioso y como hombre de amor y deesperanza. Así fue la vida de Ibáñez y asílo queremos tener presente desde estaspáginas de Comunicación.

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Entradacomunica ción12

No hay diagnóstico más fide-digno de la realidad política deun país, que el que arroja el es-tudio de la opinión pública.

Reflexionar sobre el recorrido de la opiniónpública en los últimos 10 años es desan-dar la ruta de los venezolanos como so-ciedad en este período de tiempo. En estecamino nos encontramos con pruebas fe-hacientes que apuntan, por un lado, haciaun empoderamiento psicosocial de los es-tratos más necesitados (entendiendo esteúltimo como un enriquecimiento de lasexpectativas y una reducción de la sensa-ción de desesperanza y abandono); y porel otro, hacia una consolidación en el rolparticipativo (para respaldar o para disen-tir) de todos los sectores que componen elcrisol social.

La opinión pública venezolana suma yavarios años en estado de activación per-manente y vigilante; demostrando no sóloque es capaz de articularse buscando laconsecución de sus objetivos; sino queestá signada por un profundo compromisodemocrático que luce inquebrantable apesar de la dura tarea que le ha impuestoel Gobierno del presidente Chávez en ma-teria de luchas civiles y reivindicacionesciudadanas.

En permanente movimiento, como elSísifo de Homero, el ciudadano de a pieha sorprendido a todos –incluso a símismo– revelándose como el poder mássabio y prudente. Su desprecio por las for-mas violentas de expresarse, su respetopor una legitimidad institucional que veerosionarse día a día y su apasionamiento

militante por la democracia como forma devida; le han valido duros castigos porparte de una élite de gobierno propensa alautismo; y el desprecio de las trincheras másradicales del chavismo y la oposición, queconfundiendo su persistencia con bolse-ría, lo han etiquetado de absurdo.

Sin embargo, las iras, las burlas y lasamenazas no han logrado desactivar a laopinión pública nacional. Marcha al pasoque le ha impuesto esta nueva realidad,sostenida por la esperanza de conseguir supropósito. Conciente de que su realidadactual es el precio a pagar por décadas deconsentimiento y complicidad, se alza porencima de su destino trágico, convirtiendoel duro camino de todos los días en mús-culo, en aprendizaje social, en lección co-lectiva.

Sociedad civil en auge

En foros internacionales se debate la pro-pensión de las sociedades del siglo XXI aparticipar menos y con poco entusiasmo.Son contados con los dedos de una manolos grandes temas de opinión pública quelogran aglutinar a las mayorías y todavíamás escasos aquellos que hacen posibleque las personas decidan volcarse a las ca-lles de forma organizada. Las manifesta-ciones de opinión pública, son para la ma-yoría de las sociedades, poco menos queextraordinarias.

Sin embargo, en Venezuela lo queAbreu¹ define como opinión pública mani-fiesta, ha sido el pan nuestro de cada día

La opinión pública es un termómetro acerca de las distintas realidades de un país. En este caso se trata de medir el recorrido de la opinión pública política en estos 10 años de “proceso bolivariano”

o de “revolución”. La opinión pública política de estos años ha servido también para medir el modelo de gobierno que se instauró a partir de 1999 y hacia dónde se quiere conducir. Lo que se ha demostrado es que esa opinión pública no ha sido nada dócil, aún a pesar de los procesos

de domesticación que el Gobierno se ha empeñado y se empeña en instaurar.

Opinión pública en Venezuela

¿Hay razones para la esperanza?

Que difícil se me hace,mantenerme en este viaje

sin saber a donde voy en realidad.Si es de ida o de vuelta,

si el furgón es la primera,si volver es una forma de llegar…

Alejandro Lerner. Todo a Pulmón,1983.

■ Mariana Bacalao

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en los últimos años: “En el umbral de laopinión pública activada se produce larespuesta de la sociedad, los grupos y losindividuos ante los acontecimientos delespacio público –manipulados o no, conmayor o menor cobertura de los mediosde comunicación social (…) Podemosdecir que la manifestación de opiniónpública es directa en tanto se transformaen mensaje de un medio de comunicacióncuando los interesados buscan el recursodel medio para expresarse, como porejemplo acudiendo a un programa de tele-visión o a una emisora de radio, escribiruna carta, escribir una carta pública a unperiódico. La manifestación de opiniónpública en el espacio público puede serindirecta, cuando se producen fenómenosmultitudinarios de expresión de protestao petición, como manifestaciones calleje-ras, marchas pacíficas o violentas, pancar-tas en caminatas, que serían algunas desus formas más características”.

Es en el marco de esta rara manifesta-ción permanente en la que vive la socie-dad venezolana, que una miríada de estu-diosos, veedores internacionales, y comi-siones ciudadanas se han acercado a nues-tras calles y se han mezclado entre lasmarchas y contramarchas; y simultánea-mente han estudiado a nuestros medios decomunicación, como formas de expresiónde esa avidez ciudadana por manifestarse.

Todos han llegado, más o menos, a lamisma conclusión: Venezuela protago-niza, desde hace varios años, un momentode auge de la opinión pública, en el cualcomo respuesta a los acontecimientos, laopinión de la gente alcanza una difusiónmasiva. Una apropiación del ciudadanodel espacio público que produce ruido enlas diferentes instancias de poder, pues seexpresa casi siempre a ritmo de petición oprotesta.

Lo anterior no pretende señalar la exis-tencia de una sola vertiente de opinión pú-blica. Muy por el contrario, el territoriovenezolano ha sido escenario de una am-plísima gama de expresiones manifiestasde opinión pública en donde se han incor-porado masivamente sectores tan diversoscomo los estudiantes, los indígenas, lostrabajadores petroleros, las madres, losprofesionales, los reservistas, la terceraedad, los desempleados, los empleadospúblicos, los representantes de la Asam-blea Nacional y los familiares de personasmuertas a manos del hampa.

Se han organizado bajo múltiples de-nominaciones y han tomado las calles, pordecenas, cientos y miles. Han marchado yse han concentrado, han hecho peticiones

a favor o en contra de causas nacionales einternacionales. La reportera gráfica Ro-salía Barreto de la Agencia Bolivariana deNoticias recoge para una nota de la páginade YVKE Mundial (Nacionales / “Venezo-lanos también acudieron a Embajada deHonduras en Caracas apoyando a Zela-ya”) del domingo 28 de Junio de 2009,una serie de imágenes que muestran ins-tantes en que: “Cientos de personas se ma-nifestaron este domingo en la embajadade Honduras en Caracas, manifestando enapoyo al presidente Manuel Zelaya, víc-tima de un golpe de Estado”.

Ese mismo fin de semana se registraronpor lo menos otras 4 manifestaciones; asaber: de los trabajadores de la AlcaldíaMayor, exigiendo el pago de sus salarios;de los trabajadores de las ex contratistaspetroleras del Sur del Lago expropiadas;convocadas a través de la red social Face-book, se concertaron manifestaciones pú-blicas en 15 capitales de Venezuela y en30 a nivel mundial por posible cierre demedios de comunicación venezolanos; yen Ciudad Guayana un grupo de mujeresmanifestó en contra de la inseguridad.

Desde esta óptica, sería poco menosque mezquino no reconocer que la opi-nión pública venezolana se ha anotado untriunfo en materia de presencia y organi-zación; pues como resulta obvio todo sis-tema democrático necesita de la partici-pación de sus integrantes para robuste-cerse.

La participación ciudadana se erigecomo una de las estrategias más contun-dentes para profundizar la cultura demo-crática y superar la inequidades propiasdel modelo. En este sentido, el furor departicipación colectiva que los venezola-nos han abrazado todos estos años podría

verse como un paso al frente, una manerade ampliar los derechos democráticos ytransitar el camino de la madurez política.

Tal y como narra Carmen Beatriz Fer-nández²: “Entre nosotros fue el movi-miento vecinal el pionero de lo que hemosdado en llamar sociedad civil. La rebeliónde los vecinos es el titulo que da un estu-dioso de los temas urbanos al capitulo dela aparición de los movimientos socialesurbanos en Venezuela. La nomenclaturaes ilustrativa porque señala el carácterpugnaz que tuvo en sus orígenes el movi-miento vecinal. Se identifica geográfica-mente en Caracas, a mediados de la décadade 1970 y en los estratos sociales mediosy medios altos, los orígenes de la sociedadcivil activista de los derechos públicos”.

Esta primera sociedad civil, que apare-ció rezagada en el tiempo, en compara-ción con otros países latinoamericanos,participó siempre con precaución, desli-gándose de toda vinculación con los par-tidos políticos y con los sectores gremia-les y sindicales a los que entendían comoun apéndice de los aparatos políticos quecon tanto desdén evaluaban.

Desde esos inicios tímidos y hastacierto punto sectarios, que ensayaron rei-vindicaciones vecinales; hasta la partici-pación variopinta y multitudinaria que seha apoderado del escenario público hayun largo trecho que denota una evoluciónen la forma de reaccionar frente a realida-des insatisfactorias o poco deseadas.

Es cierto que ese cambio no ha sido es-pontáneo, aparece como el resultado dedos circunstancias que, aunque en apa-riencia excluyentes, de alguna forma hanlogrado confluir en este re-despertar ma-sivo de las manifestaciones públicas deorden ciudadano.

Por una parte el gobierno del presi-dente Chávez, desde sus inicios, ha ven-dido de forma muy eficiente un modelo deinclusión para los sectores tradicional-mente excluidos y marginados de la so-ciedad. Esta efectivísima apropiación de unespacio de comunicación (antes inexis-tente) con los segmentos populares, cata-pultó una sensación de respeto, de ser to-mado en cuenta, por demás novedosa enla praxis del discurso político de laVenezuela contemporánea.

Por un lado la capacidad empática deChávez, aunada a su formidable opera-ción de propaganda, han calado hondo enamplias capas de la sociedad que ven enesta promesa de inclusión el principalcombustible que sella sus lealtades con elproyecto chavista. No en vano toda laconstrucción de metáforas y significantes

Venezuela protagoniza, desde hacevarios años, un momento de auge dela opinión pública, en el cual comorespuesta a los acontecimientos,

la opinión de la gente alcanza una difusión masiva.

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de la revolución bolivariana gira en tornoa una nación que avanza hacia un modelode igualdad, equidad, inclusión y justiciasocial.

En este sentido, apuntaremos sólo amanera de ejemplo lo que expuso el pri-mer mandatario nacional, durante un dis-curso pronunciado en Maracay, a propó-sito de la inauguración de la NuevaEscuela Técnica de Formación de Sub-Oficiales, cuando afirmó que:

“Estamos en una guerra social desa-tada por las clases poderosas que quierenseguir explotando a los más pobres y enfunción de ellos manipulan y tienen desa-tada una guerra psicológica. Así lo de-claro, yo estoy y estaré siempre en estavida del lado de los pobres y los necesita-dos de la patria. No tengo compromiso ynada que ver con los ricos. Y las clases lla-madas medias, bueno tendrán que esco-ger, porque las clases medias terminansiendo ni chicha, ni limonada, ni lo uno,ni lo otro. Yo les hago un llamado a que secomprometan con el pueblo, con la patria,que no se dejen manipular por los rica-chones… por los mantuanos, los godos,los oligarcas y los burgueses, que utilizanla clase media y la llenan de miedo, la ex-plotan la dominan y también la masacran.Y a veces la clase media, o como la lla-men, no se da ni cuenta. Hay que fortale-cer la unidad nacional en torno al pueblo,a los campesinos, a la clase obrera (…)”³

De forma paralela, en estos últimos 10años los niveles medios y medios-altos dela sociedad han interpretado el procesochavista, y sus profundas modificacionesdel paisaje socio-político, como un movi-miento caracterizado por el fortaleci-miento de amenazas violentas a la institu-cionalidad democrática. Gustavo Hernán-dez Díaz señala, de manera ilustrativa, elestado de indefensión en el que se perci-ben buena parte de los venezolanos: “Lospoderes públicos confiscados por el Pre-sidente cercenan la autonomía del Estado.No se puede pensar en Estado de Derechotoda vez que la Contraloría General de laRepública, la Defensoría del Pueblo, elPoder Nacional Electoral y el TribunalSupremo de Justicia hacen genuflexiónante las directrices incuestionables delPresidente. Se constata efectivamente underecho (con “d” minúscula) arbitrario yhegemónico que el Presidente ejercesobre el Estado. Esta modalidad de dere-cho es ilegítima, irracional e inconstitu-cional porque el primer magistrado inter-preta caprichosamente la ConstituciónNacional, mientras otro tanto hace laAsamblea Nacional cuando le confec-

ciona las leyes a su medida, ideadas pararesponder a un momento coyuntural”.⁴

Con la aprobación en noviembre de2001 de 49 leyes por parte del Ejecutivonacional, mediante el recurso de la LeyHabilitante, se inicia un largo trayecto enel que diversos sectores de la sociedad hansentido, por primera vez en muchos años,sus intereses directamente afectados: “unproyecto que ha promovido la participa-ción popular, pero no el pluralismo que talparticipación exige; que ha deseado bajarel poder al pueblo, pero tiene una políticarecentralizadora; que requiere un Estadofortalecido, pero más bien lo ha destruido;que busca la libertad por el camino de laigualdad, pero ha generado graves exclu-siones”⁵. Incapaz de incluir a los exclui-dos, sin desincorporar a los que tradicio-nalmente formaron parte de la vida pú-blica y la toma de decisiones.

Dos visiones de país en pugna, que handesembocado en intensas actividades decalle como símbolo de afirmación o pro-testa. El escenario de lo público en Vene-zuela esta marcado por, al menos, dosguiones disímiles que dejan ver una so-ciedad con profundas diferencias encuanto a lógicas y expectativas sociales.

Opinión pública, medios y polarización

En la última década la dinámica nacionalinvolucró a los medios de comunicación

como un actor central en el conflicto polí-tico nacional. No vamos a detenernos enlas causas y motivaciones que han auspi-ciado que los medios de comunicación,renunciando a su carácter fundamental demediadores sociales, se hayan convertidoen muchos casos en defensores a ultranzade uno de los bandos que se disputa elpoder.

Tampoco entraremos a discutir unarealidad que, particularmente durante estaúltima década, se ha vuelto inapelable: losmedios han tenido un rol protagónico enla coyuntura política nacional. En Vene-zuela y muy probablemente en AméricaLatina, hablar de opinión pública implicahablar de política e ineludiblemente deunos medios de comunicación que ya nosólo se asumen como facilitadores del de-bate social; sino como eje central de unaopinión pública que con frecuencia ter-mina teniendo la voz y el rostro de los por-tavoces mediáticos.

Lo que nos interesa acotar es la rela-ción que han tenido los medios de comu-nicación en el cambio de una opinión pú-blica que pasó de introvertida y apática auna fuerza que es capaz de movilizarseexigiendo reivindicaciones: “la opiniónpública consentidora y legitimadora de lasdecisiones del poder político en la Vene-zuela del reciente pasado, se ha transfor-mado gracias a las acciones de los mediosde comunicación política, en una entidadimpugnadora de ese poder. (…) La críticade los desmanes del poder, que hasta haceapenas unos años era sólo objeto de trata-miento en informados círculos privados, seconvirtió en material de discusión de losespacios públicos, en virtud de la nuevaposición de los medios de comunicaciónque pasaron de una actitud respetuosa delpoder a una muy documentada irreveren-cia crítica.” ⁶

El reconocimiento de la influencia delos medios masivos sobre la formación deopinión pública en la esfera de la comuni-cación política, plantea varios desafíos.En primer lugar, no sobredimensionar niculpabilizar a los periodistas y a los me-dios de comunicación; sino por el contra-rio, re-plantear a la ciudadanía como epi-centro de una acción pública que se con-centre en el fortalecimiento de los parti-dos políticos y demás instituciones y re-sucite la buena imagen de los poderes pú-blicos.

Resistir a la tentación de centrar el de-bate en la legitimidad de los medios comointerlocutores políticos y plantearse queasistimos a una transformación de la no-ción del espacio público, en la cual las

De forma paralela, en estos últimos10 años los niveles medios y

medios-altos de la sociedad haninterpretado el proceso chavista,y sus profundas modificaciones del paisaje socio-político, como

un movimiento caracterizado porel fortalecimiento de amenazasviolentas a la institucionalidad

democrática.

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mediaciones no respetan las fronteras tra-dicionales entre gobernantes y goberna-dos. Los viejos paradigmas se han inver-tido y hoy es la esfera política la que buscasintonizarse al poder mediático.

Lo anterior, no representa necesaria-mente una mala noticia. Después de todohay que recordar que en democracia, tal ycomo lo plantea Tulio Hernández, esa in-gerencia de los medios de comunicaciónen la formación de opinión pública, es si-nónimo de buena salud:

“Los países con democracias másavanzadas parten del principio de que, apesar de su poder hipertrofiado, los me-dios independientes privados son funda-mentales para su funcionamiento, y tratande dirimir el conflicto diseñando leyes ycreando instancias de regulación a travésde organismos colegiados que no depen-dan exclusivamente del Estado y muchomenos de los gobiernos (lo que todos con-sideran un remedio peor que la enferme-dad) sino que se constituyan como una ex-presión lo más plural posible de la diver-sidad ideológica y de intereses de toda lasociedad. El temor de fondo es que cual-quier hegemonía extrema, ya sea esta ejer-cida en nombre de la justicia social o de lalibertad de empresa, es una aberración depoder”⁷.

En el caso específico de Venezuela, si laingerencia mediática ha contribuido a quelas mayorías se involucren en los grandestemas de interés público y despierten de sulargo letargo; los esfuerzos deben ir orien-tados a que las regulaciones preserven losderechos de las audiencias, evitando con-fundir agenda con intereses políticos.

¿Importa la opinión pública?

Si bien es cierto que los venezolanos hansido testigos protagónicos del auge de unaopinión pública permanentemente acti-vada y manifiesta; el modelo teórico, asícomo el sentido común, nos recuerda quetodo aquel que se manifiesta, lo hace conla aspiración de formar parte de la toma dedecisiones.

El deseo por impactar lo público y con-tribuir con la forma y la dirección de lasdecisiones que desde el Estado se toman,está consustanciado con la capacidad de sereficaz y con los preceptos fundamentalesdel modelo democrático.

Para la gran mayoría de los casos,cuando los miembros de una comunidadse manifiestan, buscan formular deman-das que logren penetrar el sistema polí-tico. En palabras de Iván Abreu:

“La opinión pública eficaz se puede de-finir como el modo en que una opinión pú-blica manifiesta logra influir en las deci-siones, bien a través de una modificaciónde decisiones anteriores, bien a través denormativa jurídica o, como ocasional-mente ocurre, dando marcha atrás en unaidea o engavetando un proyecto; en últimainstancia, a través del cambio de go-bierno, como podría ser el caso de un re-sultado electoral, o el cambio de sistemapolítico, como puede ser la caída de unadictadura (…)”.⁸

La pregunta clave es: ¿hemos sido efi-caces en los últimos 10 años?

Una revisión de las movilizaciones yexpresiones de la opinión pública recientearrojan varias lecturas inquietantes.

En primer lugar una polarización delíndice de eficacia, en el que en muchasocasiones la eficiencia de un bando es in-versamente proporcional a los logros delcontrario. Tal vez el ejemplo más emble-mático lo constituyan las movilizacionesdel 11 y 13 de abril. El regreso al poderdel presidente Chávez dio al traste con lasaspiraciones y peticiones de los sectoresopositores, resumidas en la consigna:Chávez vete ya. En Venezuela no pode-mos hablar de una unidad del tejido so-cial.

Otras de las conclusiones que salta a lavista es un porcentaje significativo de mo-vilizaciones e iniciativas que se han lle-vado a cabo sin dirección ni sentido claro.Manifestaciones multitudinarias que sehan abierto paso, como sonámbulas, sincontar con interlocutores capacitadospara aglutinar las demandas de los acti-vistas o que, complaciendo a Habermas,se han articulado con fines meramenteaclamativos.

Finalmente, el examen de la eficacia dela opinión pública en la última década nosconduce a una evaluación del modelo degobierno. Sólo es posible entrar al sistemay desencadenar procesos de decisión sidesde el Ejecutivo y los poderes públicosexiste una vocación de diálogo verdade-ramente democrático.

El gobierno del presidente Chávez hademostrado ser muy hábil en la capitali-zación de amplios sectores de la opiniónpública que, impulsados por la estructurapropagandística y el uso y abuso de los re-cursos del Estado, han servido como he-rramienta de legitimización de una parti-cipación metafórica. Sin embargo, deforma simultánea, se ha empecinado enno darle entrada a las demandas de lossectores opositores, criminalizando todadisidencia y exigiendo públicamente el

castigo de aquellas personas y entidadesque no comparten sus puntos de vista.

En medio de este panorama desorien-tado, en donde la opinión pública muchasveces parece marchar al ritmo de las es-trofas de Alejandro Lerner, tal vez elmejor antídoto contra el desánimo vengadado por la tenacidad democrática conque los diversos sectores que componen elgrueso de la sociedad civil, de todos losbandos, insiste en expresarse.

■ Mariana BacalaoProfesora de la Escuela deComunicación Social de la UCV.

Notas

1 ABREU SOJO, Iván (2001): El Estudio dela Opinión Pública. Espacio Público yMedios de Comunicación Social. Cara-cas:Vadell Hermanos Editores. p. 57.

2 FERNANDEZ, Carmen Beatriz. (2001):“Partidos Políticos y Sociedad Civil enVenezuela: historia de amor y de odio”. En:revista Espiral, septiembre-diciembre, vo-lumen 8, número 22. México: Universidadde Guadalajara. p.69.

3 Consúltese la nota: “Chávez: en Venezuelahay una guerra social”, en www.mi-nuto59.com, en la sección política, primerapágina del 01 de julio de 2009, redactadopor la sala de prensa.

4 HERNANDEZ DIAZ, Gustavo (2006):“Hegemonía Gubernamental y Comunica-ción en Venezuela”. En: revista Comunica-ción, N° 134, Caracas: Fundación CentroGumilla. p. 24.

5 PERAZA, Arturo, s.j. (2008): “BalancePolítico del Proceso”. En: revista SIC, N°710, diciembre 2008. Caracas: CentroGumilla. 465-467.

6 COLOMINA, Marta: “La opinión públicaen Venezuela: ¿de súbdito a caudillo? En: re-vista Comunicación en http://gumilla.org/biblioteca/bases/biblo/texto/COM199383_8-9.pdf, p.9.

7 HERNANDEZ, Tulio (2008): “Un pensa-miento anacrónico”, en www.concienciac-tiva.org, 06/04/2008.

8 ABREU SOJO, Iván (2001): El Estudio dela Opinión Pública. Espacio Público yMedios de Comunicación Social. Caracas:Vadell Hermanos Editores. p.59.

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Chávez

Las Lovermarks no sólo se comen. Se perciben con los cincosentidos. Por ello Lovermark, es simplemente amor y deseo.La Lovermark se transforma en marca. ¿Es Chávez unamarca? Si no lo es se comporta como tal, tiene los atributos, se presenta como tal, se percibe de la misma manera y seofrece en nuestra mente y se distingue del resto de otras marcasen el mercado político venezolano y regional. ¿Hacia dóndenos lleva esto? Al análisis de Hugo Chávez como Lovermark,como marca.

■ Fedosy Santaella

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Todo un personaje

7 de septiembre de 2008, mañana de do-mingo. Estamos en el Hato El Cedral, es-tado Apure. El público aguarda bajo lostoldos, y el Presidente, sin mayor proto-colo, comienza: “¡María ven acá! Ahíestá María, ven acá María. Dame café,María. ¡Ajá!”

El Presidente habla de tú, llama a laspersonas por su nombre. Hay confianza,hay intimidad, hay guiño. La gente semira, ríe. No hay nadie que pueda con elpersonaje. Si no fuera el Presidente de laRepública sería uno más entre todos. Pero¿acaso no lo es? Se trata de un hombre cer-cano, que cuenta historias, las suyas,cuando aún su nombre no era un legi-signo de la historia nacional. Cuenta his-torias también de la patria, historias he-roicas y cargadas de inspiración. “Bueno,esta historia es larga, cuando la patriaparía el parto no terminó, quedó latente allá,por aquí pasaron ejércitos, María, a caba-llo, a pie”. Así dice y continúa. Porque alPresidente le sobran historias. Tiene supasado y el de la nación. El pasado es unamasa de arcilla que le sirve para hacer re-ferencia al presente, para decir por qué éles cómo es, y para explicar su revolucióny sus sueños, que no son otra cosa que sufuturo, y por extensión, el futuro del país.

Pero el Presidente también es un enig-ma. Te habla de cerca, al oído, se abreante ti, y de pronto se enardece, se in-digna, alza la voz. Es un río donde sus se-guidores se bañan en tardes serenas, perotambién es el misterio terrible y fasci-nante de la crecida feroz.

Este Presidente, este Hugo ChávezFrías, pareciera manejar, quizás sin sa-berlo, las herramientas de lo que KevinRoberts, CEO mundial de Saatchi &Saatchi, ha bautizado como Lovermarks.

Kevin Roberts, el hippie triplefiltrado

Kevin Roberts nació en 1949, en Lancas-ter, Inglaterra. Sabemos que a los onceaños dejó la escuela, y que en 1969, a sus20 años, entró a trabajar en Mary QuantCosmetics. No tenemos mucho más, pero

es suficiente para hacernos una idea de laconstitución de su espíritu durante estosaños. Roberts, es obvio, pertenece a uncontexto, uno tan evidente como si aus-cultáramos a un elefante con lupa.

El año en que se inició como gerentede marca en la empresa de Mary Quant,fue también el año de Woodstock. Sobrela tarima, a miles de kilómetros de dis-tancia, Roger Daltrey, rizos al aire, can-taba My Generation. La gente trata de ig-norarnos/ sólo porque andamos por ahí/las cosas lucen horriblemente frívolas /antes de llegar a viejo espero morir. Eranlos tiempos que ya nos sabemos: rebeldíacontra la guerra, promulgación del sexolibre, drogas para trascender, la músicacomo elemento liberador, la alabanza a lajuventud y al amor. Del poder del amor.Y sí, algunos no llegaron a viejos: Hen-drix, la Joplin… pero otros envejecieron,y tuvieron otras vidas, entre ellos RogerDaltrey. No eran tiempos de morir. Seamaba la vida, se era hippie y se recha-zaba al sistema, a la convención, almolde. Pero a estas alturas no podemos ol-vidar que la anticultura también es un ne-gocio, las puertas de la moda. “Los ka-mikazes de la cultura no son los primerosque intentan destruir el sistema alterandolas pautas de consumo”, dicen los profe-sores canadienses Joseph Heat y AndrewPotter en Rebelarse vende. Esto lo enten-dió, antes de lo que escribieran los profe-sores canadienses, una muy joven MaryQuant: la contra-cultura hippie era unaposibilidad de negocio, y en ese terrenoempezó a sembrar sus semillas-centavos.La moda, a pesar de sus detractores,nunca muere. Ni en la contracultura. Losiguen diciendo los profesores canadien-ses: “Los hippies expresaban su rechazodel consumismo de la sociedad estadou-nidense [y del mundo industrializado]con collares largos, sandalias y zuecosBirkenstock y el Volkswagen Escara-bajo”. Y también con la ropa de MaryQuant. “Cuando el Beatle George Harri-son y la modelo Patti Boyd se casaron en1966, ambos vestían, de la cabeza a lospies, ropa de Quant”, asevera el mismoKevin Roberts en El futuro más allá de lasmarcas, Lovemarks. Mary Quant lanzó a

LOVERMARK

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los cuatro vientos su grito de guerra: “Elbuen gusto ha muerto. Viva la vulgari-dad”. Era y no era cierto lo dicho. Pero enla máxima hay provocación. Provocaciónpara vender lo que en el fondo no pretendeprovocar, sino vender. Porque la Quant leaportó buen gusto a la vulgaridad, la cualpodría entenderse más bien como cotidia-nidad, esa cotidianidad del hippie quedebe vestirse para salir a la calle.

Mary Quant tomó esa contraculturaabundante (sí, la contracultura abunda) yterminó de darle el empujón que le fal-taba: la convirtió en moda, que es el lugardonde terminan todas las contraculturas.La modista filtró la indumentaria, la em-paquetó y le dio asepsia. Y ahí llegóTwiggy, la supermodelo de un metro se-sentisiete centímetros de altura, la de losanteojos enormes, la de las pestañas pos-tizas. Llegó sí, con su minifalda y con sushot-pants, y decretó desde los hilos de laQuant la expansión del negocio contra-cultural. Y para quien no se deje apabullarpor el oropel ideológico, una palabracomo negocio contra-cultural no es unacontradicción, pero sí una profunda para-doja, entendiendo paradoja tal como laentiende Eco (Umberto) en “Wilde. Para-doja y aforismo”: “Etimológicamente es pa-radoxos lo que va pará ten doxan, másallá de la opinión común”. Una afirma-ción (en este caso una frase) que se alejade las “creencias de todos, extraña, extra-vagante, inesperada”. Así, la Quant hacíade la paradoja un negocio, pues le vendiósus diseños a los hippies y a los no-hip-pies. Así creció, estalló y se expandióhacia Europa, y por allá la recibió (sumarca, su estilo, su ropa y sus cosméticos)un joven entusiasta de nombre KevinRoberts. Necesitaban a alguien que su-piera francés, y él sabía, así que le dierontrabajo. Primero fue Jefe de Marca, luegoDirector de Mercadotecnia. Allí, en MaryQuant Cosmetics, Roberts empezó a for-jar las ideas del futuro. Él mismo lo re-cuerda: “Mary entendía, mejor que nadieque yo me haya encontrado, que las mar-cas son una cuestión de emociones y per-sonalidad”. (Acá, querido lector, pienseen el Presidente). Luego agrega: “Tam-bién sabía que al final serían los deseos delos consumidores los que propulsarían sunegocio a la estratosfera”. Y termina:“Siempre que estoy en una reunión y es-cucho complicadas estrategias para captarla atención del consumidor, recuerdo lasencilla fe de Mary Quant en las pasionesy deseos humanos” (vuelva acá a pensaren el Presidente, querido lector).

Los años no pasan en vano, ni lo vivido

tampoco. Los hippies, el negocio de lacontracultura. Paz y amor empaquetados.Paz y amor en todos lados. Ya para 1982,Kevin Roberts se anota un gran triunfocomo Vicepresidente de la Pepsi-Cola enCanadá y en Medio Oriente. “En OrientePróximo aprendí lecciones que me hansido de incalculable valor para conectarcon los consumidores”. Y se explica:“Aprendí a amar a la gente. En los paísesárabes haces amigos para siempre. Lagente es auténtica, afectuosa, apegada a sufamilia y hospitalaria”. Un pensamientohippie para un hombre que había formadosu mente en aquellos años de amor y decontracultura que vendía. Ah, pero tam-bién ya era un competidor, y de los duros.Cuando está en Canadá, a la cabeza dePepsi, logra tumbarle el mercado a Coca-Cola, y para celebrarlo, al final de un dis-curso de hotel, ametralla —con un armade verdad— una máquina expendedora delos refrescos de la competencia.

Alguien así escala posiciones, y ya en1997 lo tenemos en el puesto de CEOmundial de Saatchi & Saatchi. Para eseentonces, la compañía estaba mal. Peroeso no tenía importancia. Roberts estabaallí, con su metralleta de amor, listo paraabrirle un montón de agujeros a la represadel éxito. Tardó seis años, pero lo logró:en 2004 firmó un contrato de 430 millo-nes de dólares con JCPenney. Y todo gra-cias a una nueva idea, una estrategia pu-blicitaria salida de las profundidades de suhistoria personal: las Lovemarks.

Lovemarks, ¿y eso con qué se come?

Las Lovemarks no sólo se comen. Se per-ciben con los cinco sentidos. Lovemarkes, simple y llanamente, amor. Para Roberts,los tiempos de la economía de la informa-ción pasaron. El consumidor, harto de lasaturación de mensajes, ignora la publici-dad. Y es que la saturación es un ourobo-ros que se anula a sí mismo. Julio Villa-nueva Chang cita a la dibujante iraníMarjane Satrapi: “Es como si cuanta másinformación se tiene, menos se supiera. Eslógico. Yo, por ejemplo, si veo demasia-dos cuadros en un museo, me olvido detodos enseguida. Demasiada informaciónbloquea el cerebro”. En medio de un pa-norama tan desolador, Roberts dice haberencontrado la salida. Adiós a la economíade la información, ábrele las puertas a laeconomía de la atención. Pero cuidado.No sólo se trata de llamar la atención. Estoes fácil hacerlo. El asunto es otro. La es-trategia está en prestar atención. La gentequiere sentirse amada por medio del in-tercambio comunicativo. Escuchar y serescuchado. La metáfora sobre este razo-namiento fue más que lógica para Ro-berts: la relación entre la marca y el con-sumidor deberá ser como una relaciónamorosa. John Lennon y Yoko Ono en unafoto de Annie Leibovitz. Amor, eso estodo lo que necesitas.

“La gente cree que el Amor es unaemoción, pero es sentido común”, dijoKen Kesey, el Prankster Mayor, quienpoco sentido común se nos antojaba quetenía hasta leer esta su frase. Sentidocomún es lo que busca Roberts: que elcomprador —la gente dice Roberts—, seenamore del producto a través de la cons-tancia de ese amor recíproco y atento. Queese amor, atado por la fidelidad, se vuelvauna especie de nuevo “sentido común”que lleve al consumidor —a la gente— apreferir una marca, a comprar una marca,a quedarse con esa marca durante muchotiempo. Toyota es Lovemark, Apple esLovemark, McDonald’s es Lovemark,Starbucks es Lovemark. Sin importar elprecio o lo difícil que represente hacersede ella. Un café de Starkbucks es más cos-toso que cualquier otro café del mundo.Una computadora Apple cuesta dos y tresveces más que una de otra marca. Pero esono le importa a quien ama una marca.Porque lo que está allí, en el centro de laluz, es la fidelidad.

Así, la Lovemark resulta una emociónseudo racional basada, según Roberts, entres atributos: misterio, sensualidad e in-

Siempre que estoy en unareunión y escucho complicadas

estrategias para captar la atencióndel consumidor, recuerdo la sencilla

fe de Mary Quant en las pasionesy deseos humanos

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timidad. Son “tres atributos que no solíanformar parte de los clásicos atributos de lasmarcas”, dice Roberts. El misterio nostrae grandes historias; nos trae pasado, elpresente y el futuro; un despertar de sue-ños; la formación de mitos e iconos, y fi-nalmente, la inspiración. La sensualidadse haya envuelta por las percepciones: eloído, la vista, el olfato, el gusto y el tacto.Y la intimidad está constituida por el com-promiso, la empatía y la pasión. Todoesto, conjuntado, o más bien mezclado,convertido en una sola cosa, produce,según Roberts, la sensación de amor tananhelada por toda marca. Esa sensaciónde amor que lleva a una fidelidad a todaprueba. Dentro del axioma amor-respeto,la Lovemark obtiene los niveles más altosy positivos de amor-respeto. Mucho amor,mucho respeto. Una Trustmark (unamarca de confianza) basa su fidelidad tansólo en el respeto; la moda (una marca pa-sajera) en el amor extremo y en el escasorespeto (el Tamagotchi); y el producto ge-nérico ha perdido todo amor y todo respeto(Modess entendido como toalla sanitariaen general, o Harina P.A.N. por cualquierotra harina). Frente a un panorama com-petitivo y saturado de publicidad, donde lasmarcas se movilizan y traspasan fronterashacia las aguas del olvido o de la indeter-minación genérica, la perspectiva de laLovemark es la más deseable. ¿Qué hacerpara alcanzar este sitial? Pues tomar encuenta y desarrollar los tres atributos prin-cipales de la Lovemark.

¿Es Chávez una marca?

Más allá de considerar a la marca simple-mente como aquel elemento registrado le-galmente por una empresa, veamos estacita de Roberts en torno al tema:

Lo que importa a los consumidores dela “trademark” es que le ofrece garantía.“Esto tendrá la calidad por la que voy apagar”. Para ambas partes, empresas yconsumidores, las “trademarks” sonsímbolos de continuidad en un entornode cambio constante.

¿Qué garantía ofrece Chávez? ¿Quécalidad obtiene la persona que compra lamarca Chávez? ¿Cuál es el entorno decambio constante en que deberíamos desuscribir a Chávez? Leamos brevemente alensayista y escritor José Balza en el ensayoPensar a Venezuela:

Nos ha impulsado [a los venezolanos]el deseo de una permanente sustitucióny tal vez esa incesante frescura hayasido el tono de nuestra personalidadcomo país. Planes educativos, institu-ciones públicas, ideas para el desarrollode numerosos productos, la utilizacióndel petróleo, etc. conducen siempre aun punto donde tales proyectos sefrustran porque son sustituidos pornovedosas planificaciones que, a la vez,desembocarán en otras.

¿A qué nos lleva todo esto? A unaeterna juventud que no termina de cuajar,nos dice Balza. No terminamos de madu-rar como país, porque hemos vivido elcambio constante. ¿Chávez acaso no sig-nifica esa continuidad que caracteriza a lamarca de la que habla Roberts? Elecciónpresidencial tras elección presidencial,¿el mensaje del votante no ha sido elmismo? Un mensaje que parece decir:“nos quedamos con éste, porque este nosasegura la continuidad.” El no volveránimplica un cambio indeseado, y para mu-chos, un retroceso. ¿El pueblo venezolanoentonces, comienza a madurar? No nostoca preguntarnos acá si vamos por el ca-mino correcto en ese proceso de madura-ción, pero las palabras de Balza unidas alas de Roberts hacen pensar.

¿Chávez es una marca? Pues una marca en un principio es una

caja vacía que se va llenando de significa-

ciones a medida que va entrando en con-tacto con el mundo. Una marca habla einteractúa, emite su luz particular, y sitiene suerte, se posiciona en nuestramente y se diferencia del resto de otrasmarcas en el mercado. La marca es eso, di-ferenciación a través de las significacionesen un intercambio comunicacional. Unamarca es un legisigno (un argumento) quese vende para vender. Ahora pensemos enChávez, y dejemos la pregunta en el aire:¿Chávez es una marca?

Escarbando la parábola amorosa

Continúa el Presidente en su alocución enel hato de Apure:

Mira, lo digo con humildad pero lo digocon orgullo, nunca un soldado de miescuadrón desertó, nunca. Una vez unode ellos no volvió, no volvió, y pasó undía y pasó el segundo día y pasó el tercerdía, y había que declararlo presuntodesertor al tercer día según las escrituras,según los reglamentos, y yo al segundodía dije, “no, dame acá la ficha de estesoldado”, e hicimos un estudio, unmuchacho bueno, de los mejores,callado, un llanero de aquí.

Sigue diciendo el Presidente que se fuea buscarlo. Que llegó a su casa, y lo reci-bió su viejo padre. El muchacho no es-taba. Convenció al viejo, y el viejo lobuscó y se lo trajo. El muchacho le dijoentonces: “Mire mi capitán yo voy a matara alguien”. “No, como tú vas a estar ma-tando a nadie”, le respondió el Presidente,y sigue:

Bueno, latifundistas de por ahí llegaron,le mataron todos los cochinos al viejo,le tumbaron el rancho que tenía por allá,corriendo a los campesinos —es unavieja estrategia—, le violaron unahermana. Me dijo: “Yo voy a matar aalguien, ya yo sé a quien voy a matar”.Le dije: “Tú no vas a matar a nadie”.Ahora, aquel soldado era la expresiónde la dignidad y de la impotencia. Decía:“Mi capitán, ajá, y a quién..., dónde estáun juez”. Yo al final le dije: “Hijo tú tienesrazón, pero no puedes matar a nadie”.Y le dije sin decirle, sin decirleclaramente, le dije: “Algún día, yo nosé dónde estarás tú ni donde estaré yo,pero algún día mataremos lo que hayque matar, pero no es una persona la quehay que matar, es un régimen”. Ése síera un ¡régimen!

21comunica ción

No terminamos de madurar comopaís, porque hemos vivido el cambioconstante. ¿Chávez acaso no signifi-ca esa continuidad que caracterizaa la marca de la que habla Roberts?Elección presidencial tras elección

presidencial, ¿el mensaje del votanteno ha sido el mismo? Un mensaje que

parece decir: “nos quedamos conéste, porque este nos asegura

la continuidad.”

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comunica ción22

Es de notar que esta historia está na-rrada en primera persona, lo que le da unaindiscutible aura de intimidad. Esta inti-midad se da incluso más allá del discurso:también toma cuerpo en la acción. Elcompromiso de Chávez es constante:siempre está allí, en la pantalla, la mayo-ría de los domingos, hablándole a la gente.Dice Roberts: “El compromiso a largoplazo es crucial en la relación con laLovemark”.

Así, pareciera que la cadena mediáticano se traduce en hastío para quien ama asu Chávez-Lovemark: la cadena mediá-tica representaría para ellos, los seguido-res, ese compromiso, esa constancia, esapasión por estar constantemente junto alser amado. La cadena no resultaría así elansia totalitarista que acusa el opositor,sino atributo de intimidad: compromiso,pasión y empatía. Empatía porque Chá-vez no da discursos, no lee arengas escri-tas por otros. Chávez es un conversador,incluso un predicador, pero nunca un lec-tor de discursos (en raras ocasiones lohace, y aun así, se sale). Un predicador, por-que además, su conversación siempre en-traña un mensaje, siempre nos cuenta unahistoria para llegar a una lección. Chávezes un contador de parábolas. El cuento delsoldado existe sólo en función de hablarde las tierras, de la apropiación para elpueblo, de la muerte de un régimen ante-rior. Los latifundistas, los amos ociososde la tierra, violaban y mataban. Sufría elpueblo (el soldado y su familia). Pero, yeste es el mensaje, en los nuevos tiemposya no es así. En los nuevos tiempos el la-tifundista es castigado, despojado de supoder corrupto. El soldado vuelve a lasfilas. El soldado vuelve a ser digno.

La empatía es cercanía, pero también esescuchar. De allí la constante intervenciónde la gente en sus alocuciones presiden-ciales. La gente tiene derecho al micró-fono, el derecho y la libertad de hablar. YChávez tiene el deber de escuchar. Másque el deber, el gusto. Escuchar paraChávez, en sus alocuciones, pretende serun gusto. En el teatro de la soberanía ín-tima Chávez es un hombre que escucha.

La historia contada se vuelve un miste-rio, porque mientras es contada, se es-tructura para llevar al receptor hacia algúnlado: no es gratuita, busca un efecto di-dáctico, moral, aleccionador. Así, mien-tras está siendo relatada, mientras no sesepa lo que busca, es un misterio. Un mis-terio que viene del pasado, para hablar delpresente y justificarla (¿las expropiacio-nes?), siempre con miras a iluminar el fu-turo: el socialismo del siglo XXI. Así, esta

historia o parábola, contada desde el pa-sado, tiene un carácter instaurador, origi-nario del tiempo nuevo. Está muy cercadel mito de Mircea Eliade. En Lo sagradoy lo profano, Eliade nos dice que el mitorelata una historia sagrada, es decir, unacontecimiento primordial que tuvo lugaren el comienzo del Tiempo. Si considera-mos que Chávez refunda la república yque habla constantemente de un tiemponuevo, pues estamos, con la parábola delsoldado, ante una historia que tiene lugaren el comienzo del Tiempo, o antes deltiempo que ahora es. Según Eliade, sacara la luz una historia sagrada “equivale arevelar un misterio, pues los personajesdel mito no son seres humanos: son dio-ses o Héroes civilizadores”. Hugo Chá-vez, desde esta perspectiva, funcionacomo ese héroe civilizador. Es el hombrede los nuevos tiempos. Así, en la medidaen que esta historia es un mito, también des-pierta sueños y es inspiradora. Mueve alos hombres a seguir el ejemplo del héroe.Mueve a la gente a realizar o creer queparticipa de las grandes acciones deltiempo nuevo.

Misterio e intimidad quedan claros.También es evidente el carácter sensorial.La sensualidad está presente dentro deldiscurso y en el contexto del mismo. En elcontexto, el contador está frente a su pú-blico. Se encuentra allí, es percibido porla vista. Pero además es presencia fuera deuna institución acartonada. No es el ora-

dor en el hemiciclo. No es soberbia ni le-janía de asamblea. El orador está en ellugar de los acontecimientos, en el llanoreal, Venezuela adentro. Al conversador-orador lo rodea el calor, el sol, los mos-quitos, los olores del campo. La escena yChávez son absolutamente sensoriales. Eldiscurso también lo es. La oralidad es sen-sorial, en cuanto no es un discurso elabo-rado desde la academia, sino desde laesencia misma de los tiempos, de los con-tadores-chamanes. La oralidad se oponeal poder del discurso académico. Es asísensorial, y también íntima, y tambiénmisteriosa.

No cabe en este trabajo hablar de lascaracterísticas del discurso oral. Pero sípuedo anotar algunos elementos psicodi-námicos, tal como los señala Walter J.Ong en Oralidad y escritura. Al nom-brarlos, recordamos de inmediato el estiloconsabido del Presidente: repeticiones(“Una vez uno de ellos no volvió, no vol-vió, y pasó un día y pasó el segundo día ypasó el tercer día”. “Bueno, esta tierra estábien buena, tierra buena, mira, tierrabuena para todo”), antítesis, expresionescalificativas y de tipo formulario (en esteencuentro del Hato El Cedral, Chávezpronuncia la palabra pitiyanquis veintidósveces), marcos temáticos comunes (el sol-dado en el monte, el soldado que deserta,la razzia de los malvados, el héroe que vaa buscar y trae de vuelta lo perdido), pro-verbios… Por supuesto, debemos sumar aello el léxico propio del ámbito campe-sino (en este caso) o muy coloquial: “la sa-bana parecía un garcero”, “lo jineteó”,“embuste”, “vamos a montar una pa-rranda”. Tampoco debemos dejar a unlado la prosodia: el acento, tono y entona-ción del Presidente están preñados de unacotidianidad y una llaneza profundamentemarcadas.

Sólo quiero señalar un elemento máscon respecto a la oralidad, uno que elmismo Ong acota: el estilo oral aditivo. Esdecir, la acumulación de frases, por en-cima de la subordinación. Acá un ejemplo:“Andrés Izarra, por aquí está La Barreteray ahí nace el Matiyure, claro, y se varumbo abajo y pasa por Achaguas y lasQueseras del Medio. Y la canción esta quete estoy diciendo más adelante dice…”Nótese la repetición de la conjunción yformando frases acumulativas.

Más preguntas que conclusiones

Una investigación más a fondo (esto esapenas un juego literario), requiere en este

La empatía es cercanía, perotambién es escuchar. De allí la

constante intervención de la gente ensus alocuciones presidenciales.

La gente tiene derecho al micrófono,el derecho y la libertad de hablar.

Y Chávez tiene el deber de escuchar.Más que el deber, el gusto. Escuchar

para Chávez, en sus alocuciones,pretende ser un gusto.

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23comunica ción

caso, el análisis de otras alocuciones delPresidente para seguir trabajando sobrelos patrones de la Lovemark. No obstante,bien sabemos, por nuestra cercanía tem-poral y constante al fenómeno comunica-tivo que el Presidente representa, que lasconstantes analizadas se encuentran allí,más que evidentes. Sí es fundamental la ge-neración de preguntas que nos lleven anuevos caminos.

¿Podemos entonces hablar de unanueva forma de propaganda? ¿Podemoshablar incluso de una forma exquisita,mejorada, evolucionada de demagogia?Si es así, esta demagogia, esta nuevaforma de propaganda, ¿es más resistenteque las anteriores? El receptor, tal comodijimos, ha cambiado. ¿Eso no ha obli-gado acaso a crear un emisor de nuevocuño (en nuestro país y algunos otros ve-cinos), resabiado, conciente del pasado ymás inteligente en sus aproximacionesdemagógicas? ¿Es este discurso másfuerte, más capaz de asegurar mayor per-manencia en el poder, como parecen cer-tificarlo todos sus años en el poder?

Este emisor demagógico, entendidocomo aquel que juega con sentimientospara modificar conductas políticas, pare-ciera haber pasado a un nuevo nivel: no sólojuega con los sentimientos, sino que losintercambia sobre una misma plataformaespiritual. Más de una opinión se ha escu-chado con respecto al fin de los recursosmateriales y la permanencia del Presi-dente. Se asegura a viva voz que cuandose acabe el dinero, se acabará la fidelidaddel pueblo. ¿Será esto cierto? ¿No hemospasado ya de una crisis a otra? ¿De un fina otro fin anunciado mil veces desde lafuria de los gañotes radicales? El Presi-dente sigue allí, y tan poderosa constata-ción nos obligaría a preguntarnos si debe-mos seguir comprendiendo las dinámicasde la política actual desde los parámetrosobsoletos de una demagogia anterior.

Otro punto interesante se encuentra enla perspectiva del pensamiento mágico-sagrado. El líder instaurado a profundidaden lo religioso, el líder como héroe. Elamor (entendido como Lovemark) se en-trelaza con el mito, y el arraigo se antojaaún más profundo. Si así, ¿estamos en-tonces ante un héroe anticultural, amo-roso, que vende? ¿Nos encontramos anteun Terminator re-loaded y tan complejo,diferente y poderoso que aún los entesfundamentales dentro del intercambio de-mocrático como los partidos de oposicióno las figuras de oposición, no han logradoentender? Tal incomprensión, ¿no esacaso dañina para la vida democrática?

Revivir el marxismo, revivir el socia-lismo, revivir el pensamiento mágico-sa-grado, revivir al héroe, revivir la contra-cultura: el pasado se vuelve una forma dehacer futuro. Pero este pasado es aún máslejano que el pasado cuarto republicanoque el futuro pretende aniquilar. Una vezmás, pareciera que para comprender lamarcha de los acontecimientos, ya no bas-tan las estrategias caducas del lenguajepolítico de otros tiempos.

Cabe, claro está, suponer la objecióndel odio. El discurso del odio. ¿La Hate-mark? Puede también que la empatía delodio sea otra forma del Lovemark. El odiopor amor. La furia por amor. El odio quesurge de la cólera de los justos (de Dios)contra la maldad del mundo. Nos amamosdentro del odio, nos amamos unidos den-tro del odio. ¿Será esto posible?

En fin, Vidocq, aquel famoso detectivefrancés, decía “Yo soy Vidocq”, y ese erasu grito de guerra, el presidente Chávez,en su alocución 318, en La Bombilla,Petare, gritó: “Yo soy de la Bombilla”.

■ Fedosy SantaellaPeriodista y escritor. Tiene en su habervarias novelas. Profesor de la Escuelade Comunicación Social de la UCABy profesor del Postgrado enComunicación Social de la mismaUniversidad.

Referencias

BALZA, José (2008): Pensar a Venezuela.Caracas: Bid & Co editor.

ECO, Umberto(2005): Sobre literatura. Espa-ña: Random House Mondadori.

ELIADE, Mircea (1967): Lo sagrado y lo pro-fano. España: Editorial Labor, S. A.

HEATH, Joseph y POTTER, Andrew (2005):Rebelarse vende, el negocio de la contra-cultura. Editorial Santillana

ONG, Walter (1993): Oralidad y escritura.México: Fondo de Cultura Económica.

ROBERTS, Kevin (2004): El futuro más alláde las marcas, Lovemarks. España: Edicio-nes Urano.

Otro punto interesante se encuentraen la perspectiva del pensamiento

mágico-sagrado. El líder instauradoa profundidad en lo religioso, el líder

como héroe. El amor (entendidocomo Lovemark) se entrelaza conel mito, y el arraigo se antoja aún

más profundo.

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Entradacomunica ción24

10 años de imagen en laVenezuela revolucionaria

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25comunica ción

Abordar materias donde es cen-tral revisar sistemas expresivoslingüísticos o iconográficos,discursos visuales afirmados

por valores estéticos o por la orientaciónfuncional del diseño, modos de agrupa-mientos simbólicos –bien sean códigos oarchivos– y estrategias de circulación delos discursos –en prácticas sociales o in-dividuales– emplazados en el siglo quenos corresponde precisa, sin lugar adudas, admitir que nuestras cavilacionesestán sujetas a la movilidad epistémica ytecnológica de la comunicación en la dé-cada de las redes. Las transformacionesveloces de los lugares desde donde pode-mos conocer los medios, las prolíficasfuentes donde debemos explorar la pro-ducción de imágenes y palabras, los in-contables ambientes donde conseguimosestudiar los modos de relación de losseres humanos con respecto a las ofertastecnológicas; así como los cambios cons-tantes en las reglas que sustentan las ruti-nas de interacción y socialización ha dis-persado la mayoría de las construccionesmetodológicas. Y sin embargo, esa dis-persión es la categoría que nos permitecomprender la comunicación y la culturacontemporánea. Es el primer sustrato ana-lítico y teórico que nos acoge. Es una con-dición, no una posibilidad. Por eso hablarde nuevas tecnologías, nuevas formas,neo-expresiones y nuevos modos de ac-ción o interacción entre otros, se ha vueltolo viejo. El saber, en la comunicación,tensado fuera de los campos de reconoci-miento doctrinario está afectado por lareorientación permanente de la mirada.¿Cómo, entonces, revisamos y pensamosdesde la metamorfosis que define nuestracultura? Un camino es ubicarnos en lasestrategias de transformación y no en losobjetos que cambian.

Esta perspectiva, de inmediato, me re-fiere al valor de la multiplicación comoacto de producción y a la multiplicidadcomo cualidad de todo lo que es originadoen la acción de ese acto. Multiplicar, eneste sentido, no significa que se han acu-mulado valores individuales sino que se haampliado la función de lo que es similar¹.En comunicación supone una relaciónmediada por el deseo de sentir y no por lanecesidad de procesar. Es la seducción delo múltiple que puede prescindir de lo di-ferente, de aquello que tiene valor y esunidad porque conserva un patrón, unatradición o una verdad referencial. Multi-plicar, en este sentido, no es sumar obje-tos. Es duplicar la sensación del presente,de la ubicuidad, del consumo, del golpeemocional ya sistematizado como efec-tivo y de la acción que lleva a recrearse mi-tológicamente en tiempo real. Ahorabien, ¿esto incluye la oportunidad de ex-pandir, avanzar o adquirir? Que se hayanclonado los correos electrónicos, los chat,las redes sociales, los canales de TV y lasfunciones de la telefonía móvil 20, 30, 40ó 50 veces ¿quiere decir que los seres hu-manos ahora nos comunicamos más? Sibusco en Google “noticias” y en 0,06 se-gundos consigo 293.000.000 de enlaces¿debo suponer que hay más información?

El universo mediático del siglo XXI esmulti-media, multi-espacial, multi-pers-pectiva, multi-discurso, multi-polar, mul-ti-touch, multi-canal, multi-funcional.Múltiples monitores, ventanas, miradas,voces, perspectivas, verdades y señalessoportan la práctica de la mayoría de losmodos de producción y consumo de men-sajes asociados tanto a las tecnologíasemergentes como a las convencionales.De ahí se deriva la ubicuidad digital deemisores y receptores. Si alguien se des-plaza en un auto y ocurre lo siguiente: en■ Humberto Valdivieso

Este artículo tiene comofinalidad revisar 10 años deproducción iconográfica en lapolítica del país bajo el gobiernode la revolución bolivariana.La perspectiva para abordarel tema no ha sido descriptiva, niha tenido el ánimo de catalogartoda la producción; de por síinabarcable en un artículo.Se trata, entonces, de unamirada semiótica a las estrate-gias de enunciación del poderen Venezuela y el resultadoque éstas han obtenido comoprácticas que conllevan a lasumisión del ciudadano.Operación que constituye unyugo simbólico capaz deimponerse a través de lo quehe llamado semiosis del egoy heterogeneidad del disparate.

Entre la semiosis del ego y la heterogeneidad del disparate

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comunica ción26

la radio suena una estación de Caracas,por las ventanas observa publicidad deviajes a las islas del Caribe, en su teléfonomóvil está viendo videos de la BBC deLondres sobre el conflicto en las eleccio-nes de Irán, chateando con alguien enTokio y verificando la ruta de su despla-zamiento a través de los mapas del GPS¿dónde se encuentra? ¿En qué tiempoocurre cada evento? Aunque circule poruna ciudad no tiene lugar de referenciaconcreto. Aunque su reloj siga un patrón,cada evento puede tener un huso horariodistinto. No es determinante la realidad fí-sica de su constitución biológica frente ala escisión de la conciencia multiplicadaen cada uno de los medios que la activany son activados a la vez. A esto podemosincorporarle la interminable variación dela identidad expandida en mitologías so-ciales o personales en redes como Face-book o Twitter, la publicación de lo privadoy la proliferación del dato individual, lavalidación de la mirada naif, la centrali-zación de las perspectivas hasta ahora pe-riféricas y la dictadura del presente entremuchos otros fenómenos de la cultura delsiglo XXI. Si estas son las condicionesdonde son producidos los signos icónicosde nuestros tiempos, ¿qué estrategia per-mite revisar 10 años de comunicación vi-sual de un gobierno en Venezuela que seautodenomina revolucionario? ¿Dóndeubicamos un análisis que nos apruebe di-lucidar la producción simbólica del cha-vismo como un corpus visual del ejerciciode poder y de las acciones o reacciones delos venezolanos con respecto a él?

Un primer paso puede ser –más que re-visar, describir y catalogar los enunciadosproducidos desde la aparición de HugoChávez, imposibles de abarcar en un artí-culo como este–, indagar las propiedadesde la enunciación en una forma de comu-nicación que produce imágenes en un am-biente de pugna con los medios, por elcontrol de sus espacios y tecnologías, ycuyos modos expresivos pertenecen a lo quehe identificado como multiplicación ymultiplicidad. En este sentido, no impor-tan directamente la expresión y el conte-nido de cada uno de los incontables mu-rales pintados, grafiteados o hechos en ce-rámica; de las cientos de vallas, miles deafiches y publicidades en medios impre-sos; de los millones de materiales POP re-partidos en cualquier acto; de los abun-dantes blogs, comunidades, redes socialeso sitios de gobierno electrónico en Inter-net; de las horas en radio, cine y TV biensean en cadenas, noticias y programas detodo tipo; o de la suma de lo publicado en

prensa, revistas, folletos y libros. Elasunto, de esta forma, no lleva a revisar unaposible acumulación de mensajes en unamemoria histórica, sino a alinearnos hacialas siguientes preguntas: ¿cómo es el sis-tema que ha producido todo esto? ¿Cuálha sido su intención enunciativa en lapráctica de comunicar? ¿Ha fijado algu-nas marcas si queremos abordarlo bus-cando el ámbito de reconocimiento visualde una enunciación política que se llamarevolucionaria?

El examen del discurso visual del go-bierno de Hugo Chávez nos acerca, a tra-vés de caminos inestables, a una retóricapublicitaria, masiva, panfletaria y colecti-vista². Ésta se sostiene en la re-invenciónfútil de los argumentos sociales, ideológi-cos y políticos habituales del pensamientocrítico; en una disposición fática del dis-curso limitada casi por completo a la re-petición, a la alta frecuencia y a la colora-ción de los espacios; y en la ornamenta-ción donde predomina lo kitsch. Asimis-mo, una exploración más bien semióticanos devela que la producción icónica estáatrapada en lo que pareciera una semiosisdel disparate. Esto dispone la aparición deargumentaciones visuales muy extensas–en programas de televisión maratónicos,en decenas o centenares de kilómetrosilustrados en las autopistas del país o enfrecuentes campañas electorales– donde

la concatenación de los signos parecieradarse por un random que provoca la in-terpretación caótica de unos mismos ob-jetos ideológicos, políticos y sociales unay otra vez. Lejos de ser un proceso lógicode producción de significado es una repe-tición de fórmulas, multiplicadas casi adinfinitum, en la exterioridad de las posibi-lidades retóricas de lo multi-media.

1. Mitología del sí mismo: la semiosis del ego y la heterogeneidad del disparate

¿Qué sustenta esa multiplicidad expan-siva, fática, colonial y desmedida de laimagen durante la última década? Una re-visión de la producción simbólica del go-bierno bolivariano nos refiere a planes,misiones y campañas electorales que ensu multiplicación, así como en su aparicióny desaparición, generan marcas visualesheterogéneas. En algunas publicacionespueden aparecer hasta 5 ó 6 identificado-res distintos. También en una misma es-trategia comunicacional pueden redupli-carse, sin una relación efectiva, las pro-puestas visuales. Ese es el caso de las 27misiones; entre ellas no encontramos uni-dad visual alguna. Cada cual tiene suidentificador, y por lo tanto no mantienenuna identidad común. La Misión Alimen-tación lleva el identificador de Mercal, laMisión Cultura se identifica con una pro-puesta tipográfica dentro de un cuadrado,la Misión Identidad se distingue por unasuerte de mandala tricolor realizado con unaanalogía entre las manos y dos letras con-tiguas: la M y la I. Otras como la MisiónCristo y la Misión 13 de abril no tienen iden-tificador.

Hay ciertas marcas icónicas en la ma-yoría de los productos visuales del Go-bierno que son repetidas sin un orden o uncanon manifiesto: la Bandera Nacional,los héroes de la independencia –SimónBolívar, Sucre y Francisco de Mirandacon mayor frecuencia– y algunos personajesde la historia republicana exaltados por elGobierno –Ezequiel Zamora y CiprianoCastro entre otros– junto a personajes po-pulares venezolanos, latinoamericanos oglobales –Cristo, Armando Reverón, Du-damel, Ché Guevara, Negra Hipólita yMaisanta entre otros–. Asimismo, en unadécada de campañas, batallas y estrate-gias, el oficialismo se ha encargado demarcar la dirección hacia la izquierda–caso emblemático, el caballo blanco delEscudo Nacional–, ha diagramado ejesestratégicos, flechas de los motores de la

El examen del discurso visual del gobierno de Hugo Chávez nos acer-ca, a través de caminos inestables, a una retórica publicitaria, masiva,panfletaria y colectivista. Ésta se

sostiene en la re-invención fútil de losargumentos sociales, ideológicos y

políticos habituales del pensamientocrítico; en una disposición fática deldiscurso limitada casi por completo a la repetición, a la alta frecuencia

y a la coloración de los espacios

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revolución y su derivado: una estrella decinco puntas que luego vemos en el logo-tipo del PSUV sobre una V. Ha utilizadonubes de diálogo, pintas indígenas, fir-mas, el librito azul de la Constitución y laiconografía personal del Presidente: boi-na roja, verruga, brazo extendido apun-tando hacia el firmamento, rostro refle-xivo con el dedo apoyado sobre el mentóny traje militar de campaña entre otros. Lapropaganda oficial también recurre confrecuencia a una tipología codificada delvenezolano común –ilusionado, feliz ycontextualizado por sus carencias– y a surelación con el Presidente; una de las mástrilladas es la del jefe del Estado con unniño en brazos.

Junto a la proliferación icónica ocurreun proceso de violencia iconoclasta atri-buido a lo que la política oficial llama re-visión y reivindicación histórica. Esto hallevado a desmontar, destruir o agredirmonumentos, estatuas, obras de arte,identidades visuales, edificios emblemáti-cos y templos religiosos. Así ocurrió conel monumento a Cristóbal Colón en PlazaVenezuela –derribado por una turba yarrastrado hasta los predios del TeatroTeresa Carreño–, con la nao Santa Maríaen el Parque del Este (antes RómuloBetancourt, hoy Francisco de Miranda)sustituido por el Leander donde navegóFrancisco de Miranda en 1806 , con elMuro de Inducción Cromática de CarlosCruz-Diez en el Puerto de la Guaira –cuyademolición fue inaugurada por el presi-dente del puerto y el alcalde del Muni-cipio Vargas, y justificada por la entoncesdirectora del Museo de la Estampa y elDiseño Carlos Cruz-Diez, KatherineChacón–, con todos los logotipos de lasinstituciones culturales sustituidos poruna pintadera (sello corporal) de la etniaPanare llamada el perro y la rana, y conlos ataques a iglesias y a la Sinagoga deCaracas.

Toda esta heterogeneidad de un ejerci-cio interminable de montaje y desmontajeicónico, de la proliferación de elementosexpresivos inconexos que aparecen y de-saparecen del imaginario revolucionario,así como de las marcas visuales que per-manecen modificando su morfología en eltránsito de los planes, estrategias, batallasmediáticas, campañas electorales y surgi-miento de instituciones, tienen en el ori-gen de su enunciación una práctica que lasunifica: la semiosis de un Presidente quegobierna urgido por la emergencia deltiempo real de la comunicación contem-poránea y la multiplicación del efecto desu enunciación en los medios. Frente a la

necesidad del cambio o actualización per-manente del proceso revolucionario, de laprofundización de la revolución, de la so-bremarcha de los motores de la revolu-ción o cualquier otra campaña empren-dida por el Presidente, las propuestas vi-suales se multiplican en todas las varia-ciones posibles. Siempre relacionadas porla imagen unificadora de Hugo Chávez yla cualidad sensorial del color rojo quetiñe hasta los uniformes de los encargadosdel mantenimiento de las calles del país.Una y otra, las imágenes y las consignas,vuelven sobre sí. Es la clonación de unasreinterpretaciones ideológicas que circu-lan en series. Son simulacros gráficos queadolecen de otra jerarquía distinta a aque-lla propuesta por el evento que señala, aldía, Hugo Chávez; un mandatario cuyogobierno se desarrolla en vivo y directo yen formato multi-media.

El despliegue visual en la oportunidadde cada evento –elección, confrontaciónnacional o internacional, inauguración,fundación de una institución entre mu-chos– sugiere una práctica similar a ladesplegada en las campañas de moda o enlas temporadas de los seriales televisivos.Cada re-lanzamiento de la propuesta re-volucionaria está sujeto a un mandato o a

un ritual: la renovación debe estar ama-rrada a la identidad del emisor, del líder.A su vez, el emisor, tiene un ADN inciertopues está configurado por ese random deinterpretación caótica de los mismos ob-jetos ideológicos, políticos y sociales quereferí antes. Sin embargo, su naturaleza esuna estructura de identidad que se clonarápidamente en los discursos y la imagende todos sus partidarios. En este sentido,la profundización del socialismo del sigloXXI ha sido una permanente re-construc-ción mitológica de la autoreferencialidaddel Presidente. Pero es el referente revo-lucionario –los ideales, el país, la Consti-tución o el bolivarianismo entre otros–,aquello donde tendría que alojarse su ver-dad y prueba inicial, justamente lo que pa-rece el lejano murmullo de la puerta dellaberinto después de haberse adentradokilómetros en él. El objeto que valida larepresentación –aquello llamado por Peir-ce Dynamical Object– va diluyéndose enla multiplicación de unos enunciados querefieren a sí mismos y no a él. No obstante,el objeto representado en la imagen –lla-mado por Peirce Immediate Object–, esoque es una selección de la realidad y quela reproduce en alguno de sus aspectos(Peirce, 1909) viene a constituirse en laúnica verificación de la identidad revolu-cionaria. Todas las reproducciones deHugo Chávez –y por lo tanto del gobiernobolivariano– son una selección de lo ante-riormente representado de sí mismo. Yeso, su vez, viene de ser la imagen prece-dente de alguno de sus aspectos desarro-llados en estos diez años dentro del ran-dom ideológico. Aquí la semiosis no esoriginada por la sustitución lógica de unsigno por otro ni por la ampliación de susignificado en la interpretación. La repro-ducción de la imagen está dada por la ne-cesidad variable del presente y la emer-gencia del rating revolucionario. De esaforma se ha reproducido lo similar en losimilar, a través de la multiplicación me-diática del chavismo.

La mitología autorreferencial del Pre-sidente ha acentuado la disminución, conlos años, de los símbolos bolivarianos quelo acompañaban al inicio de su gobierno.El anclaje lingüístico de este fenómeno loencontramos en la sustitución de las acos-tumbradas citas del pensamiento de Bolí-var en los organismos oficiales, por las delcomandante; en los actos donde se lellama abiertamente libertador a Chávez–desde el 2008 siguiendo la letra de lacanción El Libertador del grupo españolSka-P– y en los anuncios donde su nom-bre designa tradiciones –feliz chavidad–

27comunica ción

El despliegue visual en laoportunidad de cada evento

–elección, confrontación nacionalo internacional, inauguración,

fundación de una institución entremuchos– sugiere una prácticasimilar a la desplegada en las

campañas de moda o en las tempora-das de los seriales televisivos.

Cada re-lanzamiento de la propuestarevolucionaria está sujeto a un

mandato o a un ritual: la renovacióndebe estar amarrada a la identidad

del emisor, del líder.

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entre otros. La imagen de Chávez se haalejado de Bolívar para reproducirse a símisma en el comandante-obrero, el co-mandante-teórico, el comandante-educa-dor, el comandante-pescador y el coman-dante-líder espiritual entre muchas otrasidentidades. Es el que se multiplica en losmedios colonizándolos, el que nombra yseñala, el que escribe las líneas, pinta cua-dros, lanza cadenas y dice ojo pelao o bienel que tenga ojos que vea. Ojos que debenmultiplicarse en la actualización perma-nente de ideas similares y el discurso vi-sual que es desplegado desde el poder a tra-vés del simulacro³. La mirada en estosdiez años ha quedado solidificada comouna marca endógena. La vista ha sidoaplastada bajo el dedo índice que señalalos recurrentes iconos del ego, forzada ala aceptación de esa fuerza que la sofocamientras se multiplica a sí misma una y otravez en todos los medios. La función de lamirada perdió, en la retórica del Gobierno–que trata de imponer como realidadúnica para todos los venezolanos–, sulugar en el proceso de comunicación.Mirar para el discurso revolucionario noes contemplar, indagar, observar o verifi-car; es aceptar y afirmar. En el interior dela semiosis del ego, multiplicada en todoslos enunciados y todas las tecnologías,mirar es verificar la transformación delPresidente en sí mismo una y otra vez. Laacción enunciativa está articulada con lamultiplicidad del despliegue totalitariodel enunciado.

2. Sumisión icónica: la necesidad por el deseo

Nada ocurre, bajo estas condiciones de re-presentación, sin el destino manifiesto delograr el goce por la vía de la expansión yel deseo insuperable. Ya no hay espacioaquí, en la comunicación social de laVenezuela revolucionaria, para la necesi-dad. Aún así los partidarios del chavismosiempre desean más. Desde la retórica vi-sual del Gobierno, alimentarse ha cobradoun valor que no coincide con las exigen-cias biológicas de los ciudadanos. Los ve-nezolanos que consumen, desde esta pers-pectiva, han perdido el hambre hace yamucho tiempo. El Gobierno en su lucha conla oligarquía está pintando rojo, rojito elmapa de la distribución de los alimentosen Venezuela para beneficio del pueblo.El proceso de pintar es literal, no se tratade una metáfora para marcar la apropia-ción de los medios de producción y distri-bución. Cada espacio adquirido por la vía

política es colonizado de inmediato por laimagen: estructuras pintadas de rojo, imá-genes del Presidente, citas revoluciona-rias, iconos históricos y uniformes tam-bién rojos. Sin embargo, nunca es sufi-ciente. Jamás han dejado de necesitar y nopueden detener su avidez revolucionariaporque están atrapados por el antojo del sen-tir, de abrazar lo que su líder ha señaladocomo justicia social. Paradójicamente laexpansión no es hacia el prójimo, el mo-vimiento que alienta el deseo es hacia símismo. Es la reproducción de la identidaddel líder en el interior de la conciencia.

¿Ha suprimido el discurso revolucio-nario las carencias y nos vemos ahoraarrojados a un estado de abundancia?¿Todo aquello que necesitábamos comoseres biológicos y sujetos de la comuni-cación ha sido satisfecho? De ningunamanera; basta con residir en Venezuelapara tener conciencia de que vivimos enel país de las carencias. ¿Cómo es enton-ces que puede sustituirse el hambre por elantojo, la necesidad por el deseo? Si lamultiplicación iconográfica no equivale ala de los panes, ¿qué es aquello que exponea millones de ciudadanos a sentir más alláde su humanidad y los deja en una infini-tud donde no consideran las carenciascomo definitorias de la vida? ¿Dónde afir-man –siniestra paradoja– soberanamentelos habitantes de este país el fin de esas ne-cesidades que nos muerden sin misericor-dia y el principio de nuestros deseos in-terminables?

Las respuestas a muchas dudas quedeambulan cuando nos detenemos a pen-sar la sumisión, desde la comunicación vi-sual, quizá no están lejos. No aguardan enun lugar encriptado para aparecer luegoante las luces de soberbios esfuerzos inte-lectuales. Se encuentran conviviendohundidas en el interior de lo evidente, enlas arquitecturas visuales entre las que nosdesplazamos, en nuestros usos cotidianos.En el mismo lugar donde lo múltiple sehace operable como una condición de lacomunicación y la cultura contemporá-nea: en la construcción del discurso deldía a día. En la semiosis del tiempo realque únicamente puede existir porquehemos erigido al presente como autócratade la vida, porque el efecto más preciadode lo que aceptamos como realidad es laactualización. Es ahí, en el discurso vali-dado por las tecnologías del presente,donde son cambiados los alimentos cons-titutivos de nuestra condición biológicapor el placentero deseo de probar y tragarsin descanso. Es, entonces, ese el espaciode nuestras condenas y, a la vez, de nues-tras satisfacciones como ciudadanos. Esdonde hallamos a hombres y mujeres la-cerados por las carencias ponerse firmes,sonreír y exclamar: “con hambre y sin di-nero con Chávez me resteo”.

La sumisión provocada por las prácti-cas de las tecnologías del presente –mul-tiplicación y multiplicidad, random, ac-tualización y similitud– en el discurso delpoder en Venezuela, no son un asunto queenvuelva únicamente al oficialismo y susseguidores. No obstante, restearse equi-vale –en el discurso mediático venezo-lano– a su contrario político: “ni un pasoatrás”. Ambos confirman un duelo nece-sario, inevitable, final y prometedor de lasatisfacción total. Sin embargo, es unapugna donde no hay movilidad sino mul-tiplicación. Los opuestos están detenidosen el punto mismo que les correspondevivir en la confrontación: uno frente alotro. Es una relación de contrariedad don-de no avanzan ni retroceden, donde pue-den castigarse simbólicamente sin permi-tirle al otro evadirse. No tienen forma demoverse hacia los lados, no hay donde es-conderse, no están destinados a fundirse ytienen vedada cualquier oportunidad denegociar. En esa inmovilidad son sí y no,democracia y dictadura, victoria y de-rrota, poder y contrapoder, ricos y pobres,en una ambigüedad que se desplaza sóloen la dirección de unas definiciones tem-porales que les ha otorgado otro. Inter-mitentemente son calificados desde esafuerza que los mantiene en su lugar; va-

¿Ha suprimido el discursorevolucionario las carencias y nosvemos ahora arrojados a un estadode abundancia? ¿Todo aquello que

necesitábamos como seres biológicosy sujetos de la comunicación ha sido

satisfecho? De ninguna manera;basta con residir en Venezuela paratener conciencia de que vivimos en

el país de las carencias.

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29comunica ción

cíos de significados pero ratificados en laexterioridad que les concede afirmar undía y negar el otro, ser poder en un mo-mento y contra poder instantes después,empujar unas veces y otras mantenerse enuna defensa gloriosa de esa posición quenunca ha cambiado; aunque días despuéstengan otra definición que les ayudará a co-menzar de nuevo.

3. Señalar y aplastar: el dedo que se multiplica

El espacio de la confrontación simbólicano esconde nada, las marcas de la duali-dad en él son evidentes. Quien está restea-do ha abierto su juego, ha entregado sucuerpo, ha jurado un compromiso y selanza al vacío en pos de una apuesta; de lavoz que lo llama y le da argumentos paraafirmarse sin misterios. El rojo grita, ex-pone, integra, impreca y llena de calor losespacios ya encendidos por la retórica dela revolución de Hugo Chávez. El dis-curso del líder, ese que define y nombratodo, es actualizado –según las urgenciasque él señale– en las paredes, las vallas,los empaques de comida repartidos enMercal, las cadenas, la propaganda oficialen Internet y los recibos de casi todos losservicios que entran en nuestras casas.Definido por un campo semántico quesostiene el poder, por un significado quelo avala, el resteado sale de sí mismo y selanza con todo aquello que tiene.

Por su parte, el que ha decidido mante-ner el curso de sus objetivos y no dar ni unpaso atrás, de antemano, lo entregó todo yse muestra entero. Está sin máscara, luchadesnudo en la definición que le corres-ponde. Aunque quisiera voltearse ya nopuede, no hay nada atrás. Ha sido señaladopor haber firmado, por seguir a los mediosde comunicación que lo exponen –“conmis medios no te metas”–, por marcharcon partidos políticos acostumbrados amoverse entre la claridad y las sombras,por ser del movimiento estudiantil y porno aceptar una impuesta unidad de con-ciencia entre muchos otros. Es el ciudadanoque permanece sin color, sumido en latransparencia a través de la que puedeverse la imagen de los medios que sonperseguidos por la revolución, donde sontatuadas las manos blancas del movi-miento estudiantil –quizá el único sím-bolo no forzado y que ha debilitado los es-fuerzos iconográficos del Gobierno pordemolerlo– o donde aparecen las marcasde las protestas ciudadanas realizadas porla precariedad de los derechos individua-

les. Evitar la retirada, para este sector, noes una señal de avance; es la reafirmacióndel impedimento de emprender la vuelta.

En una relación de confrontación comoésta, marcada por el absoluto y envueltaen una dialéctica donde todo está a lavista, donde los mensajes están dichos envoz alta para las masas y donde es des-plegada una iconografía que se duplica enla oposición que mantienen ambos ban-dos en conflicto –unos y otros esgrimen labandera, señalan al Presidente, utilizan laesvástica para marcar a su contrario defascista, apelan al símbolo del militar, suslíderes políticos se retratan con la imagencodificada del pueblo y muestran pruebasaudiovisuales que los victimizan frente alas acciones del otro–; no hay erótica ni se-ducción en el acto comunicativo⁴. Nadiequiere convencer simbólicamente –y porlo que hemos vivido tampoco política-mente– al otro, la acción es aplastar ymultiplicar. El principio de sumisión enVenezuela no es el tradicional de las es-trategias ilusionistas de la industria del es-pectáculo –aunque las utilice– dondetodos pueden verse incluidos y consumir.Tampoco, actúa desde la función estéticade las artes visuales; aunque tenga artistasalrededor. Es guiado de manera implaca-ble por la expansión exhibicionista de unpresidente –contradictoriamente galardo-nado con el Premio Nacional de Perio-dismo Alternativo en los días de redac-ción de este texto– que no es comunica-dor. Un líder que después de 10 años en el

poder consumiendo sin mesura el espaciode los medios continúa expandiéndose.La sumisión icónica no es comunicación,es un dedo que se multiplica a la vez queseñala y aplasta contra su discurso a todala sociedad; estén del lado que estén loscomprimidos bajo su retórica. Tan abru-mados yacen los partidarios del Gobiernocomo los de la oposición.

En la confrontación simbólica que ali-menta al poder todo es pornográficamenteiconográfico: lo que se ve, lo que se escu-cha y lo que podemos ver y escuchar a lavez. El discurso ejercido desde la semio-sis del ego –que incluye por igual lo quesale del Gobierno como lo que sale de laoposición: dos espejos vueltos uno haciael otro donde lo que importa no es lo quereflejan sino cómo se multiplican el unoen el otro– está expuesto a su exterioridadúltima. Desde ahí brilla, centellea, explotay está desnudándose sin parar. Es tan evi-dente como la afirmación de los letrerosde neón que titilan en los locales noctur-nos: las luces, los colores y sus formasvuelven implacablemente sobre sí. En esedespliegue de lo evidente, en la expansiónde lo similar no existe fantasía y muchomenos erótica; ahí es impensable el mis-terio, el encuentro o la comunidad. No hayreflexión porque las palabras están dichasa priori por el proceso. Las imágenes nopueden cambiar porque están condenadasa repetirse incesantemente en la mismafórmula de su desnudez.

Esta situación nos confronta con undiscurso visual que es múltiple y sin em-bargo nunca sale del mismo punto. Que seexpande y se recoge sin haberse movidoni un centímetro; que se siente transgresorpero que a la vez está atrapado en la regu-laridad efectiva de la redundancia. Cum-ple con su función de fijar la contrariedady limpiar las alternativas, es efectivo por-que mantiene el deseo más básico, es pro-fundamente fático y carece del pudor delmisterio porque no hay más allá. Una vezque ha llegado permanece eterno y autoa-firmativo. Es gráfico, obvio y, en ese sen-tido, pornográfico.

4. Lo que siempre está por llegar

Los 10 años de gobierno de Hugo Chávezhan ofrecido las condiciones para la cons-trucción de ese espacio autorreferencial: elde una enunciación mediática marcadapor la multiplicidad, la contrariedad y laexterioridad límite del discurso. Esto in-cluye la producción del oficialismo y laoposición. La imagen ha sido durante este

El principio de sumisión enVenezuela no es el tradicionalde las estrategias ilusionistas

de la industria del espectáculo–aunque las utilice– donde todos

pueden verse incluidos y consumir.Tampoco, actúa desde la función

estética de las artes visuales; aunque tenga artistas alrededor.

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comunica ción30

tiempo el resultado de una práctica enun-ciativa autorreferencial y polarizada. Locomplejo es que la polarización no vienedesde dos discursos opuestos, está dadade por sí en la práctica enunciativa delGobierno. Es el Presidente quien ha nom-brado y señalado los polos –patriotas yrealistas, chavistas y escuálidos, revolu-cionarios y oligarcas, pueblo y pitiyan-quis–, y quien se ha ubicado en el centrodesde donde atrae o repele las reaccionesde aceptación o rechazo por igual. Es elgran culpable y el gran salvador, es el des-tructor y el constructor, es el libertador yel represor. Las campañas electorales sonpara medirse con él, los referéndum sonpara aceptar o refutar lo planteado por ély toda la simbología que se moviliza alre-dedor tiene como base esa estrategia re-cursiva. Cuando los mensajes se dispersanen los medios por conflictos internaciona-les o por eventos nacionales críticos –dosejemplos recientes son las elecciones en Irány la muerte de Michel Jackson. Esta últimaprovocó la cólera del comandante porqueCNN le dedicó más espacio que a lostemas políticos– recurre al magnicidio.¿El magnicidio de un símbolo, del inqui-lino de un alto cargo o de una figura polí-tica clave? Nada de esto es relevante. Sipensamos que el magnicidio se vuelca enla vida nacional no como un asunto polí-tico de Estado sino como parte de la es-trategia discursiva, el valor de todo loenunciado cambia. La imagen que recibeel colectivo no es institucional, es la deuna semiosis personal que está todos losdías en los medios contando su vida pri-vada, discutiendo sus ideas, abrazando alpueblo codificado, insultando como lohace la gente de la calle, nombrando y de-signando, explicando, diciendo que estáarmado o cantando siempre frente a unaaudiencia que estratégicamente ya está in-cluida en la semiosis.

¿Qué mantiene esa regularidad? ¿Porqué puede sostenerse como la simple afir-mación de lo recurrente durante la décadaentera? Una exploración a lo que ha sidola imagen durante este lustro ha supuesto,más que la catalogación o descripción delos signos, una revisión de ciertas catego-rías y estrategias de la formación del dis-curso desde la semiótica y la comunicación.En este sentido, cuando he hablado de unlenguaje vuelto hacia su exterior es por-que su fuerza semántica la hallamos en laexpresión liberada del significante; suvalor y consistencia está en la circulaciónde lo expresivo remitido en sí mismo. Hafijado su identidad en la dispersión porqueha preservado la distancia con respecto a

cualquier significado. No obstante, es unsigno simulacro en el sentido que lo hadescrito Foucault (1981): un signo atra-pado en la red de lo similar.

La exterioridad, entonces, se expone demanera icónica –visual, gráfica, pictórica,kinésica, próxémica– incluso en terrenosque reclama lo lingüístico para sí. Sulugar le ha sido otorgado por el Presidenteque dicta, señala, nomina y argumentamientras construye la espacialidad mediá-tica del intercambio simbólico. Ahí puedemultiplicarse pero nunca fijar una tradi-ción. Por ello, lejos de suscitar deseos ge-nuinos que aterricen en obras, acciones opolíticas concretas que permanezcan; es-tablece una emergencia efímera, desbordahacia el exterior del lenguaje –visual o lin-güístico– la tensión de una crisis que jus-tifica los cambios políticos, la consolida-ción del poder y la entrega del ciudadano.Ese es el lugar pertinaz del porvenir dondeel presente es justificado como eternidad.La imagen, en el gobierno mediático delpresidente Chávez, lejos de anclar su dis-curso a un territorio, un tiempo, un sis-tema y construir cierta tradición, renuevasin límites su función exterior: reciclandoy multiplicando. El líder señala el camino,pero no es un camino nuevo sino una ex-periencia nueva donde todo lo anterioraparece deformado por la apreciación queahora le otorga. Espacio, tiempo y veloci-dad variables determinan la urgencia quesiempre está en el presente. Esa acción ex-pansiva que reclama ajustes históricos y pidedifusión icónica sobre conceptos e idealesque no sobrepasan la categoría del cliché:una patria nueva y libre, nuevos ciudada-nos, sobremarcha, profundización, radi-calización o construcción. La imagen delproceso de cambio en esta década de go-bierno revolucionario es siempre un mo-vimiento hacia lo mismo: el cambalacheexterior, ese que siempre está por llegaraunque jamás el presente lo alcance. Eseque mantiene a millones de ciudadanos enla inestable estrategia de la búsqueda inú-til, en una imagen-mito, de la felicidadperdida.

■ Humberto ValdiviesoInvestigador del Centro deInvestigación y FormaciónHumanística de la UCAB. Profesor de la Escuela deComunicación Social de la UCAB ydel Postgrado en Comunicación Socialde la misma Universidad. Magister enComunicación Social por la UCV.

Referencias

BARTHES, R. (1980): Mitologías. México:Siglo XXI.

_________ (1987). El susurro del lenguaje.Más allá de la palabra y la escritura.Barcelona: Paidos.

_________ (1990). La aventura semiológica.Barcelona: Paidos.

FOUCAULT, M. (1981). Esto no es una pipa.Ensayo sobre Magritte. Barcelona: Ana-grama.

_________ The Essential Peirce. Selected Phi-losophical Writings. Vol. 1 (1867-1893),edited by Nathan Houser & ChristianKloesel, 1992, vol. 2 (1893-1913), editedby the Peirce Edition Project, 1998.Bloomington and Indianapolis: IndianaUniversity Press.

Notas

1 “Lo similar se desarrolla en series que no po-seen ni comienzo ni fin, que uno puede re-correr en un sentido o en otro, que no obe-decen a ninguna jerarquía, sino que se pro-pagan de pequeñas diferencias en pequeñasdiferencias” (Foucault, 1981:64).

2 Las transformaciones de las formas expre-sivas y el avance en los modos de comuni-cación han dado un vuelco importante a lasperspectivas teóricas. Para Barthes (1990),siguiendo a Durand, la retórica es aplicableen lo que ellos consideraban aún “camposmarginales de la comunicación o de la sig-nificación” como la publicidad. Hoy, en eldiscurso que analizamos, ese campo es cen-tral en la política de Venezuela y la retóricatriunfa justamente por el colapso de aque-llas categorías que según Barthes la habíansometido al descrédito: el valor de la evi-dencia y la lógica. La retórica vuelta al ex-terior que denunciaba Pascal es hoy uno delos sustentos de la multiplicación y la mul-tiplicidad.

3 “La similitud hace circular el simulacrocomo relación indefinida y reversible de losimilar con lo similar” (Foucault, 1981:64).

4 Para Barthes (1987:100) la erótica está aso-ciada al leve susurro del placer cuando loscuerpos se ajustan entre sí. El susurro no esun conflicto, no obstante es producido porla comunión: “implica una comunidad delos cuerpos: en los ruidos del placer que‘funciona’ no hay voces que se eleven,guíen o se separen, no hay voces que seconstituyan; el susurro es el ruido propio delgoce plural, pero no de masas, de ningúnmodo (la masa, en cambio, por su parte, tie-nen una única voz y esa voz es terriblementefuerte)”. Es la voz del totalitarismo con-temporáneo, que cobra fuerza al multipli-carse.

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Entradacomunica ción32

Desde el 4 de febrero de 1992, el teniente coronel Hugo Chávez Frías, hoy Presidente de la República,

ha estado ligado a los medios de comunicación. Su figura es mediática, su Gobierno, como diría Humberto Eco,

es un “gobierno mediático”. Y como expresara el analista CarlosBlanco, el único lugar donde el Gobierno existe es en los mediosde comunicación, en las cadenas presidenciales, y en la multitud

de programas, emisoras e impresos de los que dispone. El Gobierno como gobierno sólo existe allí y, principalmente,

en la voz e imagen del Presidente.

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33comunica ción

¿El gran comunicador?

La imagen política de HugoChávez siempre ha estado inevi-tablemente ligada a los mediosde comunicación. Con el célebre

por ahora, a manera de rendición, el joveny rebelde teniente coronel hizo su debut antelas cámaras de televisión durante el fallidogolpe de Estado del 4 de febrero de 1992.El, hasta entonces, desconocido militarpasó del anonimato a la notoriedad pú-blica con tan sólo unos pocos segundos enlas pantallas de TV.

Según apunta Abreu (1998 p,186) “sinla televisión Chávez no existiría” y cali-fica su aparición como un “costoso errorpolítico” que permitió que buena parte deuna población en crisis se identificara consus palabras. La figura de Chávez llegó almundo de la comunicación política vene-zolana como anillo al dedo ante la evi-dente decadencia de los partidos políticostradicionales y la sed de un pueblo por unmesías salvador.

Por décadas, la comunicación políticavenezolana parecía regirse por anticuadasreglas según los intereses ideológicos delos grupos de poder y los grandes partidospolíticos. Los principales medios de co-municación social del país también for-maban parte de un ritual comunicacionalque aparentemente no daba cabida a otrasmanifestaciones que no estuvieran cir-cunscritas a la ideología política predomi-nante. Acción Democrática, el PartidoSocial Cristiano –COPEI– y el Movi-miento al Socialismo –MAS–, dominabanel verbo político nacional con una me-diana participación de organizacionescomo URD y MEP entre otros. Sin em-bargo, tal y como lo expone André-J.

Bélanger en su ensayo La comunicaciónpolítica o el juego del teatro y las arenas(Gauthier et al., 1998, p 138) a finales delos 80 y principios de los 90 a nivel mun-dial se comenzó a “detectar en ciertas so-ciedades una pérdida de interés de los vo-tantes por las organizaciones políticas;por las ideologías” y la creciente identifi-cación de ese público con individualida-des que podrían ofrecer un discurso mo-vilizador, emocional y con promesas decambio.

Venezuela no estuvo a espaldas de estatendencia mundial. Los líderes tradicio-nales locales no se adaptaron a la realidadsocial y económica que atravesaba la na-ción. En 1998 Abreu habla de “un lide-razgo en total falta de sintonía debido a suincapacidad de entender las fuerzas socia-les que actualmente participan en la vidapública y cuya presencia ellos mismosayudaron a gestar” (p, 20) El investigadorhablaba de un liderazgo ilegítimo que ne-cesitaba a todas luces desechar viejas fór-mulas y reinventarse si quería sobrevivir.

Rafael Caldera fue quizás uno de losprimeros políticos en capitalizar las ga-nancias de esta nueva forma de comuni-cación política a través de un discurso afavor de los militares golpistas, el 4 de fe-brero de 1992. La frase del senador vitali-cio “Es difícil pedirle al pueblo que se in-mole por la libertad y por la democracia,cuando piensa que la libertad y la demo-cracia no son capaces de darle de comer”¹marcó un antes y un después en la vida pú-blica del ex presidente y su oxigenaciónante los ojos de un país que estaba evolu-cionando en materia política. De igualforma Irene Sáez, ex reina de belleza y ge-

■ Laura Castellanos

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comunica ción34

rente pública, supo capitalizar en deter-minado momento la inconformidad quecon sus líderes tenía la opinión pública.Sin embargo, Saéz no logró posesionarsetotalmente de esta nueva forma de hacerpolítica y experimentó un fuerte decliveen su popularidad ante el electorado.

Con este escenario como fondo, la per-sonalidad de Hugo Chávez fue calando enel venezolano común. Sobre este punto,Abreu asegura que la imagen del tenientecoronel da un salto justo en el momentoen que se deteriora más la situación eco-nómica y cambia también la percepciónque tenía el venezolano común sobre lacandidata Irene Sáez, quien hasta el mo-mento representaba un rechazo light a lasituación económica y política del país.

Según apunta Bélanger el debilita-miento en muchas sociedades de las ma-quinarias partidistas obedecen en ciertamedida a la influencia de la televisión que“contribuyó a reducir la identificación delos votantes (volatilidad del voto) y otorgómayor difusión a personajes políticos ysus ideas” (Gauthier et al., 1998). En elpaís, los medios comenzaron a ser acusa-dos de actores políticos que buscaban sus-tituir a los partidos tradicionales ante lacrisis de credibilidad por la que atravesa-ban estos últimos

Durante su campaña electoral en 1998,los medios se movilizaron en torno a dosfiguras altamente personalistas y diame-tralmente opuestas: Henrique Salas Rö-mer y Hugo Chávez Frías. El militar gol-pista, sin maquinaria y de izquierda noapeló a ideología; más bien apeló al len-guaje emotivo, cercano y con la necesariapromesa de un cambio radical e inmediatoque pedía a gritos la sociedad venezolana.Desde su llegada al poder, el presidenteChávez estableció un modelo de comuni-cación con sus gobernados muy diferenteal conocido hasta el momento. Su prede-cesor, Rafael Caldera, utilizó la comuni-cación política tradicional, a través deruedas de prensa formalmente estructura-das o bien a través de alocuciones trans-mitidas en cadena nacional. Caldera sólose dirigía a la prensa y a sus ciudadanosen situaciones de emergencia nacional ola toma de decisiones importantes del apa-rato gubernamental. Abreu sobre estetema reflexiona y da cuenta de un estudiorealizado por él en 1994 : “casi el 80 porciento de los encuestados estaban deacuerdo con que el ‘Presidente debería servisto con mayor frecuencia para demostrarcon su presencia la actuación del go-bierno’” (Abreu, 1998). El desmorona-miento de ese modelo formal de la comu-

nicación (presidencial) señala el fin de unperíodo de relaciones en gran medida asi-métricas entre la autoridad política y losciudadanos, así lo apunta el autor JeanMouchon en el ensayo “La ComunicaciónPresidencial en busca de un modelo”(Gauthier et al.,1998,p.204).

Chávez y su equipo identificaron la im-portancia de equilibrar –al menos en apa-riencia– la balanza comunicacional, em-pleando lo que Mouchon denominaríaformas más trivializadas de comunica-ción que apuntan hacia el reencuentro conla gente a través de una relación más cer-cana y familiar. Mientras que para Abreu(2003) “Los procedimientos del Presiden-te Chávez infringen con toda la tradiciónde comunicación política en el país,siendo su carismática figura, el centro dela controversia política”. Estilo de comu-nicación que se constituyó en una de susfortalezas, pero que paradójicamente –co-mo veremos más adelante– podría estarconvirtiéndose en una de sus mayores de-bilidades

En el presente ensayo se revisarán, agrandes rasgos, ciertos acontecimientospolíticos nacionales en los cuales pode-mos evidenciar los diferentes tipos de co-municación presidencial y sus efectos enla sociedad venezolana. No pretende estedocumento ser conclusivo sobre el temapero sí una aproximación al necesario es-tudio de la comunicación presidencialque, en un primer término, se presentaba

como una forma distinta de hacer política,pero que con el devenir de los años pare-ciera estarse transformando en el peorenemigo del presidente Hugo Chávez.

“Chávez amigo…”

Luego de asumir el mandato en 1999, elprimer intento formal de comunicaciónpresidencial del Gobierno es sin duda elprograma “Aló Presidente”. Este espacionació como parte de un proyecto comuni-cacional el 23 de mayo de 1999. Ideadopor el comunicador social y para aquel en-tonces diputado Juan Barreto, el pro-grama fue transmitido por primera vezdesde la sede de Radio Nacional deVenezuela. Realizado sólo para el formatoradial, “Alo Presidente” tenía un hermanogemelo en la televisión llamado “Defrente con el Presidente” moderado por lacomunicadora social Maripily Hernándezy que salió de la parrilla de la programa-ción del canal del Estado, Venezolana deTelevisión, poco tiempo después por obray gracia de la apretada agenda presiden-cial.²

“Aló Presidente” planteaba una hora detransmisión (premisa cumplida hasta laquinta entrega el 27 de junio de 1999) paraluego pasar a dos horas semanales y final-mente quedar a discreción del Presi-dente.³

Ambos espacios rompieron con el tonoformal y solemne que hasta entonces do-minaba las comunicaciones presidencia-les. Con hincapié en los temas sociales yun estilo netamente conversacional, elPresidente recibía y contestaba preguntasde los ciudadanos. El equipo del PrimerMandatario organizaba ruedas de prensa–generalmente informales– en las sedesde RNV y VTV, donde Chávez respondíalas inquietudes de los reporteros sin ma-yores cortapisas. El Presidente y su comi-tiva viajaban acompañados de periodistasde medios públicos y privados especial-mente invitados por El Palacio de Mira-flores. Las cita con los medios también erausual al finalizar los periplos guberna-mentales en el exterior. El Presidenteamigo bajaba de su limosina en medio dela céntrica avenida Baralt de Caracas paratomarse un cafecito ante la mirada atónitade ciudadanos y la prensa.

La revista latinoamericana de comuni-caciones Chasqui describía así el formato“Aló Presidente”:

un programa personal, impresionante decomunicaciones, ofrece visitas regulares

Según apunta Bélangerel debilitamiento en muchas

sociedades de las maquinariaspartidistas obedecen en ciertamedida a la influencia de la

televisión que “contribuyó a reducirla identificación de los votantes(volatilidad del voto) y otorgómayor difusión a personajes

políticos y sus ideas”

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por el Presidente Chávez a las comu-nidades más pobres… ha contribuido amantener la popularidad pública delPresidente a lo largo de un buen períodode tiempo, habiendo desmantelado laburocracia del viejo estilo político esta-blecido en el sistema venezolano de 1950por influjo europeo…⁴

El programa televisivo cumplía doblefunción: conectar al gobernante con supueblo y además imponer una agenda alos medios y organizaciones opositoras algobierno sobre los temas a tratar, en sugran mayoría asuntos coyunturales de ín-dole política (propósito comunicacionalque hasta el día de hoy cumple a cabali-dad el mencionado espacio). La comuni-cación presidencial pasa entonces de sertradicional y predecible a otra aparente-mente más abierta y personal que tienecomo base la emoción; relegando a un se-gundo plano la razón y la deliberación.

Se afianzó una suerte de gentilicio lla-mado chavista⁵ y la construcción de un in-menso porta aviones electoral que llevó el25 de julio de 1999 al llamado Polo Pa-triótico a arrasar con 121 de 128 peldañosdentro de la Asamblea Nacional Constitu-yente y luego –el 15 de diciembre delmismo año– lograr sin mayores frenos laaprobación de la nueva Carta Magna.

Con el nuevo modelo de comunicaciónpresidencial, Chávez parecía manejar a suantojo el histrionismo en sus discursos,enmarcados bajo un formato de show te-levisivo, a través de programas especial-mente diseñados, cadenas presidenciales⁶o transmisiones oficiales. La comunica-ción presidencial parece volverse enton-ces una interminable campaña política enla que se generan constantemente expec-tativas al anunciar y prometer leyes, ac-ciones y entretenimiento a un pueblo ne-tamente emocional.

Sin máscaras….

El discurso presidencial en cualquiera desus formas dominaba cómodamente la es-cena. Sin embargo, la imagen del Chávezamigo fue sustituida por un Chávez cadavez más confrontador pues descubrió quegenerando polémicas con el adversario deturno, manejaba la situación desde elpunto de vista comunicacional. Es decir,cualquier forma de comunicación presi-dencial era propicia para manipular, inci-tar, persuadir y hasta amenazar (Gauthieret al., 1998).

No obstante, esa alta exposición a losmedios comenzó a tener consecuencias.Según apunta el propio Mouchon “mostradoen su dimensión humana, el presidenteestá más próximo y resulta familiar, peroal mismo tiempo, puede ser sometido fá-cilmente a los juicios de aquellos que lodescubren” (Gauthier et al., 1998). Eltono del discurso de Chávez pasó de serameno e íntimo a amenazador e imposi-tivo en un ambiente netamente electoral.La relegitimación de los poderes –inclu-yendo el cargo presidencial en julio de2000– generó un fuerte debate en el país.Su televisada visita y entrevista conSaddam Hussein en Bagdad causó un im-pacto mediático no sólo a nivel nacionalsino internacional. En el año 2001, en ca-dena nacional de radio y televisión,Chávez mostró fotos de niños afganos,víctimas de los bombardeos de EstadosUnidos en ese país y exclamó: “No sepuede combatir el terror con más terror”exposición que generó la primera grandiscrepancia con el gobierno del norte ysignaría las relaciones entre ambas nacio-nes basabas en una diplomacia de micró-fonos .

En el año 2001, la Asamblea Nacionalotorga una habilitación al Presidente yéste decreta 49 leyes –una de ellas laReforma Agraria– que trajo como conse-cuencia un enfrentamiento con las cúpu-las obreras y empresariales del país. Enmedio de la crisis, las ruedas de prensa

con medios nacionales eran esporádicas ysignadas por el enfrentamiento entre pe-riodistas y el primer mandatario. La co-municación presidencial se basaba en in-terminables cadenas de radio y televisióny en la transmisión del programa “AlóPresidente”. Según la empresa encuesta-dora Datanálisis⁷, la popularidad del je-rarca de Miraflores pasa de 55.8% en juliode 2001 a 35.5% en diciembre del mismoaño. La figura presidencial estaba en supunto más bajo y el verbo presidencialmás agresivo. Obviamente las interven-ciones de Chávez en el programa domini-cal ya no eran percibidas como en un prin-cipio y por ende perdían su eficacia o bientenían un efecto contrario en la audiencia.Sobre este punto Mouchon advierte quedebe hacerse “un uso ocasional de ese es-pacio a fin de evitar que esa fórmula sevuelva a institucionalizar con lo cualpronto sería percibida como una comuni-cación oficial disfrazada, sino como pro-paganda…” (Gauthier et al., 1998).

Con una Venezuela sumida en la pola-rización y confrontación, durante el “AlóPresidente” del 7 de abril de 2002, trans-mitido desde Miraflores, Chávez despidea los gerentes de la empresa estatal Pe-tróleos de Venezuela, PDVSA. Enmar-cado en una gran teatralidad gritó ante lascámaras de televisión –silbato en mano–“¡Pa’ fuera!” al referirse al despido; esto,matizado con la arenga de sus seguido-res⁸. Para muchos, el episodio fue la gotaque derramó el vaso o exasperó los ya cal-deados ánimos en una parte de la sociedadvenezolana. La decisión originó la convo-catoria a una paralización nacional yluego una gran marcha que termina enviolentos disturbios transmitidos, en vivo,por los canales privados de televisión. Lacomunicación presidencial retoma su airesolemne y un Chávez sereno, de traje ycorbata, sentado en el Salón Ayacucho delPalacio de Miraflores, llama a la calma ala población. Las televisoras privadas di-viden la pantalla y muestran al primermandatario frente a las imágenes de caosy descontrol en las calles del centro deCaracas… lo que sigue es historia cono-cida. Un Chávez defenestrado durante 48horas que luego retorna al poder con elcrucifijo en mano.

Yo, Chávez, rectifico…. “por ahora”

Apartando análisis políticos sobre lo su-cedido durante el 11, 12 y 13 de abril, lasociedad entera tenía gran expectativa

La figura presidencial estaba en su punto más bajo y el verbo

presidencial más agresivo.Obviamente las intervenciones

de Chávez en el programa dominicalya no eran percibidas como en un

principio y por ende perdíansu eficacia o bien tenían un efecto

contrario en la audiencia.

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sobre cómo sería el discurso del Presi-dente sobreviviente a un golpe de Estado.Un Chávez visiblemente agotado perofeliz –crucifijo en mano–, aparece ante lascámaras de televisión rodeado por susmás cercanos colaboradores. Asegura quees tiempo de reflexión, de unidad, admitesus errores e invita a sus adversarios aaceptar y enmendar los suyos y trabajarjuntos por el país. Lejos quedaban las pa-labras altisonantes y amenazadoras de losdías previos al golpe, y el lenguaje propiode un fefe de Estado, conciliador y estra-tega, surge ante una audiencia desconcer-tada.

Dejando a un lado los errores cometi-dos durante las jornadas de abril por laoposición, el discurso asumido inmedia-tamente por Chávez al volver al poder in-fluyó en la percepción positiva de sus go-bernados. Las cifras de popularidad nue-vamente le sonrieron al aumentar en 10por ciento su popularidad según revelabauna nueva medición de Datanálisis9.

Mesas de diálogo, encuentro con losprincipales medios de comunicación delpaís y un discurso netamente conciliadoracompañaban a un repotenciado mandatarioen cada una de sus apariciones públicas.Las cadenas prácticamente habían desa-parecido. El 8 de mayo de 2002 regresa “AlóPresidente”, con su edición número 102,desde La Casona Presidencial. Al inicioun reflexivo Hugo Chávez señalaba a pro-pósito de los hechos del 11 de abril:

¿Cuántas diferencias uno como padreno ve entre sus hijos? Diferencias quesurgen en la pareja o con hermanos, fami-liares, pero más allá de esas diferenciasde diverso tipo hay el afecto de la familia.Los venezolanos somos una gran familia,vamos a demostrar al mundo que somoscapaces de todo; que somos capaces dereconciliarnos desde el alma y trabajarjuntos por la Venezuela de las futurasgeneraciones....Trabajemos todos paraque Bolívar descanse tranquilo en susepulcro. Unión Nacional. Reconcilia-ción Nacional es la gran consigna delmomento histórico que estamos vi-viendo.¹⁰

Pero el discurso presidencial mode-rado duró poco. Ya el cambio en el lenguajese evidencia en el “Aló Presidente” nú-mero 105 en el que amenaza a los mediosde comunicación con procesos judicialesy las cadenas vuelven a convertirse en elpan nuestro de cada día de miles de ve-nezolanos. Un nuevo paro empresarialcon apoyo de los medios de comunicación

a finales del 2002 y principios del 2003 re-fuerza la tesis marxista¹¹ que sobre elefecto de los medios de comunicación pa-reciera manejar el Gobierno nacional,otorgándole mayor importancia al medioque al propio mensaje o receptor. Conven-cidos que su talón de Aquiles durante lossucesos del 2002 y 2003 lo constituyó ellimitado número de medios estatales paratransmitir sus mensajes políticos –y no elcontenido de los mismos–, el Ejecutivonacional se abocó a crear su propio mo-nopolio comunicacional. Nuevas estacio-nes de televisión, radio, medios alternati-vos y comunitarios así como páginas deInternet surgen bajo la tutela del Estado.

Para los estrategas del Ejecutivo laclave no radica en replantearse una nuevaforma de comunicación presidencial co-mo elemento que ayudaría a mejorar lagobernabilidad en el país, sino más bien,el eliminar las voces disidentes y ampliarel espectro de influencia en los medios na-cionales a fin de garantizar un dominio ab-soluto de la sociedad. En ese sentido, la leyde responsabilidad social en radio y tele-visión en el 2004 impuso una serie de li-mitaciones al ejercicio del periodismo enel país y obligó a la autocensura a buenaparte de las empresas del ramo. Tambiéndurante ese año se registró el mayor nu-mero de cadenas presidenciales, alcan-

zando la cifra de 375 traducidas en 124horas de transmisión.¹²

La rectificación como elementode la comunicación presidencial

A pesar de sus errores, la oposición hacrecido a medida que Chávez hace uso yabuso de los medios de comunicación,pues, la frecuencia y sus imprudenciaslingüísticas le han ganado no pocos pro-blemas no sólo a lo interno, sino tambiéna lo externo del país. Crisis diplomáticascon países como Colombia, México,Perú, Estados Unidos, España por citar al-gunos ampliamente reseñados por laprensa nacional e internacional, han sur-gido por alguna exclamación en medio desus largas y a veces improvisadas alocu-ciones televisadas. A lo interno, la histo-ria reciente esta teñida de incontables epi-sodios producto de la verborrea del Pre-sidente, lo que ha impuesto una extrañadinámica en la comunicación presidencialde los últimos años y es la tendencia delprimer mandatario de rectificar ante al-guna idea o frase inconveniente cuandolas circunstancias nacionales o interna-cionales así lo exigen. Suerte de estrategiacomunicacional presidencial de emergen-cia, la práctica ha sido bautizada con lanada elegante palabra de reculeo, e ilustrala fórmula con la que el Ejecutivo nacio-

Gráfico 1

El 02 de febrero de 1999 tomó posesión el actual Presidente de la República. Ese día se transmitieron4 cadenas presidenciales que totalizaron 8 horas y 14 minutos de duración en el horario matutino, ves-pertino y prime time estableciendo el récord de ocupación de la pantalla de televisión en una transmi-sión gratuita de este tipo. A partir de allí y hasta el presente la pantalla venezolana ha sido expuesta a1.877 cadenas presidenciales:

Fuente: AGB Nielsen Media ResearchEquivalentes a más de 50 días ininterrumpidos de cadena

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37comunica ción

nal sale al paso, sin mayores explicacio-nes y ante la mirada atónita de propios yextraños, de problemas derivados de al-guna exclamación presidencial.

La decisión anunciada a finales del2006 del cierre de la planta televisiva pri-vada, Radio Caracas Televisión, marcósin duda un precedente en la comunica-ción presidencial de la actual administra-ción. La orden no tenía marcha atrás apesar de las distintas manifestaciones sur-gidas en todo el territorio nacional. Lejosde rectificar, la comunicación presiden-cial fue apoyada por el aparato comunica-cional del Estado que volcó toda su arti-llería en apoyo a la anunciada medida.Cadenas, transmisiones oficiales, publici-dad y realización de eventos de todo tipojustificaban y apoyaban la resolución. Losefectos de esta falta de rectificación segúnlos analistas políticos pudieron eviden-ciarse en la pérdida del referendo consti-tucional en diciembre de 2007.

Contra todo pronóstico el resultadoelectoral tomó por sorpresa al Estado

todo-poderoso. Luego de ser derrotado enel proceso comicial, un Chávez tranquiloy conciliador ofreció una rueda de prensaa los corresponsales internacionales en elPalacio de Miraflores, reconociendo el re-sultado y destacando un triunfo más parala democracia venezolana. No obstante,pocos días después –el 5 de diciembre– elprimer mandatario irrumpió en una ruedade prensa ofrecida por el Alto MandoMilitar para hablar de la jornada y su de-senlace que calificó como una “victoria demierda y la nuestra una derrota de co-raje”¹³, al tiempo que aseguró que las mis-mas propuestas serían presentadas nueva-mente en referendo.

Yo rectifico, tu rectificas…

Sin embargo, Chávez aparentemente ob-tuvo algún tipo de lección del episodio.En el período 2008 nos encontramos elmismo estilo cargado de emotividad ymanipulación en las comunicaciones pre-

sidenciales acompañadas del poderío me-diático del Estado pero con las constantesrectificaciones de lo dicho. Es así comotenemos los siguientes casos que conside-ramos emblemáticos de lo expuesto ante-riormente:■ Nuevo currículo bolivariano: du-

rante un programa de “Aló Presidente”el primer mandatario da las órdenes asu hermano y ministro de EducaciónAdán Chávez de aprobar la normativaque ya había sido estudiada. Ante lanegativa de organizaciones, padres yrepresentantes a nivel nacional, elpropio Presidente anuncia que elinstrumento sería debatido másampliamente por la sociedad vene-zolana.

■ Ley de Inteligencia y Contrainte-ligencia: aprobada a través de undecreto-ley producto de la habilitaciónpresidencial por parte del poder legis-lativo, Chávez fue el primer defensordel texto calificándolo como anti-golpista y anti-imperialista, a pesar delas denuncias hechas por sectoresopositores por considerarlo inconsti-tucional. Protestas en el país y críticasa nivel internacional de la llamada leysapo, hicieron que el Presidenteadmitiera como error su aprobaciónvía habilitante, y dio a entender queno conocía bien lo enviado a la gaceta,y que por lo tanto se corregiría.

■ Apoyo a las Fuerzas ArmadasRevolucionarias de Colombia. Enmedio de un protocolar discurso anteel parlamento venezolano, el Presidenteasegura que las FARC “no son cuerposterroristas sino ejército que ocupa unespacio en Colombia” y pide recono-cimiento internacional para el grupoarmado. El discurso presidencial semantuvo inalterable durante variassemanas, mientras que su Gobiernohacía esfuerzos por liberar a losretenidos en las selvas colombianas.Ante la presión internacional el propioChávez declararía luego: Los movi-mientos guerrilleros armados estánfuera de orden (…) la guerra deguerrillas pasó a la historia (…) llególa hora que las FARC liberen a todos acambio de nada.

Los enumerados no son ni serán losúnicos episodios derivados del siempreimpredecible estilo de comunicación pre-sidencial, pero ilustran cómo los excesoso imprudencias del verbo del primer man-datario le han acarreado no pocos proble-mas.

Gráfico 2Duración Promedio en minutos de las cadenas presidenciales

(Total minutos transmitidos / Nro. de transmisiones)

Influenciadopor la cadena

del martes 13 de enero,

récord históricode duración:7 horas y 34

minutos

En cuanto a las horas de transmisión, la concentración se observa en el horario estelar o prime time dondese transmiten los programas principales de los canales: prime time.

Concentración por duración

Concentración por número

Base: 1,877 cadenas Base: 1,207 horas de transmisión

Mediodía / Tarde571 - 47%

Noche466 - 39%

Mañana170 - 14%

Noche1081 - 57%

Mañana258 - 14%

Mediodía / Tarde538 - 29%

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Consideraciones finales

¿Existe necesidad de estos constantes vai-venes en la comunicación presidencial ve-nezolana? ¿Resta credibilidad ante susgobernados este tipo de discurso? ¿Debe-ría operarse un cambio dentro de la estra-tegia comunicacional presidencial?

Para muchos, el discurso del Presiden-te es la llave de su éxito, sin embargo, sonlos excesos los que hacen estragos y hanpuesto en aprietos no pocas veces al pri-mer mandatario nacional. A la luz de lo ex-puesto, la respuesta a las preguntas inicia-les parece obvia. La comunicación presi-dencial de Hugo Chávez en su inicio fuepositiva, innovadora y rompió con los an-tiguos cánones de comunicación entre ungobernador y sus gobernados, sumándosea una tendencia mundial que apunta hacialas individualidades políticas más que alos partidos políticos. La respuesta no esdejar de hacer énfasis en la figura deChávez pues ésta sigue y seguirá siendosustento del actual régimen. La respuestaestá en reinventar el estilo presidencial ensus comunicaciones para aliviar las ten-siones en un período difícil para elGobierno, en el cual ya se pierden elec-ciones y se enfrenta a una oposición reno-vada con figuras presidenciables emer-gentes. Un Chávez más reflexivo, menosvisceral y respetuoso de la investidurapresidencial, sin perder su estilo familiary cercano, ha demostrado históricamenteque genera mayor empatía entre sus par-tidarios y quienes no lo son.

Ante la luz de los últimos aconteci-mientos políticos, económicos y socialesa nivel nacional y mundial, creemos quela estrategia comunicacional presidencialno debe estar orientada en hacer inversio-nes mil millonarias en nuevos mediospara que más personas escuchen al líder ycrean en el contenido de sus palabras…debe estar orientada en reinventarlo,adaptarlo a las exigencias de una nuevasociedad venezolana que definitivamenteno es la misma es sus formas de manifes-tación y participación política, pero queindudablemente sigue aferrada a la su-puesta necesidad de un líder mesiánicoque resuelva sus problemas.

La gran pregunta es… ¿quién le pon-drá el cascabel a ese gato?’

■ Laura CastellanosPeriodista. Reportera de Radio Caracas Televisión Internacional (RCTV-Internacional). Diplomada por la Universidad Católica Andrés Belloen Comunicación y Política.

Referencias

ABREU SOJO, Iván (1998): Líderes e imagenpública en Venezuela. Elementos para el es-tudio de liderazgo. Caracas: Fondo Edit. dela Facultad de Humanidades. UCV.

____________ (2003): “El graffiti en la VRepública venezolana. Estudio del graffitisobre asuntos públicos”. En: Revista Latinade Comunicación Social. No. 55.

GAUTHIER, G., GOSSELIN, A. y MOU-CHON (comps.) (1998): Comunicación yPolítica. España: Gedisa,S.A. (1ª ed).

Notas

1 Discurso pronunciado en el Congreso de laRepública. Caldera rompió el pacto esta-blecido ese día entre partidos políticos de nodebatir el tema y aprobar sólo un acuerdo enrechazo. Su discurso fue apoyado por eltambién parlamentario Aristóbulo Istúriz.Rafael Caldera. Biografía [en línea].Disponible en: http: //www.wikipedia.org[2009, 7 de abril].

2 Para la época la autora de este ensayo cu-bría la fuente presidencial como reporterade RCTV y fue testigo de acontecimientosaquí expuestos.

3 El récord de duración de transmisión delprograma es de 7 horas 45 minutos en emi-sión No 289 desde el Palacio de Mirafloresen Caracas, agosto de 2007. (http:www.alo-presidente.gob.ve)

4 MURPHINE, Ralph (2001). “Cambios enla comunicación política”. En: Chasqui.Revista del Ciespal [en línea]. N. 73.Disponible en Chasqui.comunica.org

5 Palabra derivada del chavismo y reseñadapor la Wikipedia como una tendencia polí-tica que se caracteriza por ser seguidores deHugo Chávez. (www.wikipedia.org)

6 Como cadena presidencial se conoce enVenezuela las actos o alocuciones oficialesque de manera obligatoria deben transmitirtodos los medios de comunicación radioe-léctricos de señal abierta en el país.

7 “2002 un año lleno de noticias”. (2002, di-ciembre). [en línea] Notitarde. Edición es-pecial. Disponible en :http://www.noti-tarde.com [2009, 5 de enero].

8 Episodio vivido por la autora de este ensayoese día como periodista de RCTV.

9 2002 un año lleno de noticias. (2002, di-ciembre). [en línea] Notitarde. Edición es-pecial. Disponible en :http://www.noti-tarde.com [2009, 5 de enero].

10 Programa “Aló Presidente” No. 102. (mayo2002) [en línea] Caracas. Disponible en:http//www.alopresidente.gov.ve. [2009, 5de enero].

11 Teoría marxista.

12 Fuente: AGB Nielsen Media Research. Al30 de septiembre 2007.

13 “Sepan administrar su victoria, porque yala están llenando de mierda”(2007, 5 di-ciembre). El Nacional [en línea]. Dispo-nible en: http//www.elnacional.com [2008,diciembre].

Gráfico 3. A modo de referencia del impacto en la audiencia de la interrupción de la pantalla por cadenas na-cionales, se detalla a continuación la caída porcentual de rating total en televisión abierta según la duración delas 30 cadenas más largas transmitidas desde el 2006 al 31 de agosto 2008:

Significa que este día la audiencia de lafranja fue 44% menosque esta misma franjaen viernes anteriores.Es el share perdidoproducto de la cadena

La televisiónabierta perdió un tercio de laaudiencia por

“apagado” duranteestas cadenas

(*) Transmisión más larga en la historia del Gobierno.

*

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… Abrimos un horizonte de posibilidades

Dirección General de Estudios de PostgradoArea de Humanidades y Educación

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Entradacomunica ción40

Mel Zelaya, Michael Jackson y el hiperliderazgo de Chávez:

Crónica de un mes Junio fue el mes del golpede Estado en Honduras,de la muerte del rey del pop,del congreso de intelectualesde izquierda. Una bitácora de navegación durante ese mesayuda a comprender los clarosy oscuros y la naturalezade www.aporrea.org, la principalplataforma de comunicación delos partidarios de la revoluciónbolivariana en el ciberespacio

■ David González

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Corrí a la computadora apenas melevanté aquel domingo. Había en-cendido la televisión y quedé per-

plejo con el hecho que monopolizaba laatención de las cadenas internacionales ylocales de noticias: un comando militarhabía irrumpido en la habitación del pre-sidente hondureño Manuel Zelaya y lohabía obligado, a punta de fusil, a abordaren pijama un vuelo con destino a San Joséde Costa Rica. Era uno de esos días ex-cepcionales durante los cuales es im-posible controlar el deseo de buscar in-formación, de comparar coberturas noti-ciosas y de contrastar opiniones. Era unode esos días cuando se siente que la ca-rencia de un dato es una asfixia moral.Cuando me conecté a www.aporrea.orgno sólo pensaba en eso. También teníapresente el ejercicio que me propuse paraeste trabajo: construir una bitácora de unmes de navegación en ese sitio, escribir undiario documentado gracias a la conexióna Internet, la crónica de una experienciavirtual en la principal página de los parti-darios de la revolución bolivariana.

Nada más teclear en Google aparece elmensaje de presentación: “Portal alter-nativo de noticias a favor del gobierno deHugo Chávez. Actualizado varias vecesal día”. Aporrea es un acrónimo que sig-nifica Asamblea Popular Revolucionaria.El verbo aporrear, de acuerdo con elDiccionario de la Real Academia de laLengua, tiene seis acepciones, las dosúltimas propias de Venezuela: golpear in-sistentemente con una porra o con cual-quier otra cosa; machacar, importunar o mo-lestar; sacudir o ahuyentar las moscas;atropellar y pegar accidentalmente. Salvopor éste adverbio, el término escogidocomo autodefinición es perfecto para des-cribir el perfil de una página dondeningún porrazo se lanza por accidente. El28 de junio faltaban 48 horas para que ex-pirara el mes que escogí para hacer el se-guimiento que, debo admitirlo, no podíatener pretensión de exhaustividad dado elvolumen de material que fluye en lapágina. Fue ese día cuando Hondurasrecibió la violenta sacudida política que lacomunidad mundial calificó de golpe de

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2009

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Estado y que dio paso a un nuevo go-bierno que se estrenó con censura y acosoa la prensa y restricciones a las libertadespolíticas de la población.

Portal a prueba

El 28 de junio constituyó una nueva prue-ba para el portal y su concepto. Aporreanació en mayo de 2002, apenas semanasdespués de otro golpe de Estado, el quemarginó al presidente Chávez del poderpor dos días. Durante esas horas el si-lencio informativo de los principales me-dios frente a hechos cruciales, como lamovilización de los seguidores del man-datario derrocado y la reacción militar fa-vorable a su regreso, abrió una heridaprofunda y aceleró la creación del portal¹.La salida violenta de Zelaya era una si-tuación semejante a la que estaba en elacta de nacimiento de la página, por tantosu cobertura era un asunto vital cuya im-portancia no se puede entender sin hablarsobre política. La ocasión era singularporque el gobernante hondureño, un ha-cendado electo con los votos del PartidoLiberal, había dado un viraje de aproxi-mación a la esfera de influencia del Pre-sidente venezolano a medida que avanzósu mandato. Zelaya no sólo incorporó aHonduras a la Alianza Bolivariana paralos Pueblos de América (Alba) sino queintentó activar a través de una encuestanacional un proceso constituyente se-mejante al que se hizo en Venezuela yluego en Ecuador y Bolivia, donde losjefes de Estado obtuvieron la posibilidadde reelegirse y modificaron las constitu-ciones.

La crisis explotó por la insistencia delgobernante hondureño y la resistencia queencontró entre sus adversarios: la cartamagna de su país tiene un blindaje deacero. Permite su modificación exclusi-vamente a través del Congreso e incluyeentre sus cláusulas pétreas la imposi-bilidad absoluta de extender el mandatopresidencial. Los poderes públicos de-clararon ilegal la iniciativa de Zelaya,quien nunca dio un paso atrás, y la CorteSuprema de Justicia ordenó arrestarlopara enjuiciarlo por cuatro delitos. En esepaís nadie tiene la prerrogativa del ante-juicio. Un factor se convirtió en leña parala fogata en Honduras: el rechazo a latutoría de Chávez y al modelo de demo-cracia participativa que parecía abrirsepaso y sobre el cual hay polarización. Sedebate si el sacudón político que comenzóen Venezuela ha traído la mera des-

trucción institucional y la segregación po-lítica o ha contribuido a sacar a las ma-yorías de la exclusión, a pesar de la resis-tencia de las denostadas oligarquías lati-noamericanas.

En los días previos, Aporrea ya tenía unmensaje repetitivo: se advertía sobre lapreparación del golpe. No era sorpresivoentonces constatar de qué lado de lahistoria iba a estar. Una bandera de Hon-duras se desplegó como la imagen princi-pal del portal aquel domingo². En laprimera franja se parafraseó una frase deSimón Bolívar: “Maldito el soldado quedispare contra su pueblo”. En la últimafranja se escribió una convocatoria contodas las letras en mayúscula: “Todos aMiraflores en solidaridad con Zelaya y elpueblo hondureño”³. A un lado el rostrode El Libertador y al otro el del generalFrancisco de Morazán, prócer hondureñodel siglo XIX, quien fue arquitecto y pre-sidente de lo que alguna vez fue la Repú-blica Centroamericana y cuya figura seusa, en el discurso político de hoy, comola del héroe que encarnó el ideal de launidad de esa región. Debajo se encon-traban los dos bloques informativos des-plegados en el cuerpo central. El superiorse identifica con el término de “noticiasprincipales” y el inferior con el nombre de“otras noticias”. Entre las 10:03 a.m. y las2:45 p.m. del 28 de junio, en la última

sección mencionada se agregaron 43 ac-tualizaciones de notas, en promedio, 1cada 6 minutos aproximadamente⁴. Unritmo que también se reflejó en Twittercon mensajes que llegaron hasta despuésde la medianoche con la reunión extraor-dinaria de emergencia del Alba que secelebró en Managua.

La sección de “noticias principales”, elcentro de la jerarquización informativa,tenía 7 notas colgadas a las 2:45 p.m.: lamayor era ilustrada con la foto de Zelayaen franela cuando dio la rueda de prensaal lado de Oscar Arias, jefe de Estado deCosta Rica. Incluía un video de la decla-ración. El título: “Yo quiero retornar alpaís, yo soy el presidente de los hon-dureños”. La otra destacada mostraba unacobertura sobre lo que decían los demásmedios: “Prensa derechista afirma queChávez amenaza con ataque militar con-tra Honduras ante el golpe de Estado”. Ymás abajo: “Prensa hondureña mientepara justificar el golpe de Estado”. Lasdemás referían a las reacciones interna-cionales frente al hecho, incluyendo la po-sición oficial venezolana y las de lospaíses del Alba, y la denuncia sobre el se-cuestro de la canciller hondureña PatriciaRodas y de los embajadores de Venezuela,Cuba y Nicaragua. A las 3:45 p.m. yahabía tres comunicados y artículos en lasección de opinión –uno del Frente deTrabajadores del PSUV, otro de los mili-tantes de esa organización en Catia, otrode un colectivo identificado como PrensaMarea Roja y el último que era firmado porAna Bordas– además del editorial que yahabía sido leído 1.071 veces, según elcontador de la página. Terminaba entreexclamaciones: “¡Movilicémonos a lasembajadas de Honduras y a las sedes de laONU y de la OEA en el mundo, para ex-presar nuestro rechazo al golpe de Estadoy nuestra solidaridad con el pueblo hon-dureño! ⁵

Militancia Web

Es imposible dudarlo: la de Aporrea esuna comunicación militante con una fi-liación política e ideológica abierta. Enese sentido es difícil sentirse engañado alnavegar por el sitio: se sabe de antemanoque estará siempre de un lado de lahistoria. No necesariamente cumplirá laexigencia que demanda la ortodoxia delperiodismo informativo en el tratamientode las noticias: mantener la distancia, pre-sentar las dos caras y dejar las conclu-siones a la persona que sostiene el mouse

Aporrea nació en mayo de 2002, apenas semanas después de otro

golpe de Estado, el que marginó alpresidente Chávez del poder por dosdías. Durante esas horas el silencio

informativo de los principalesmedios frente a hechos cruciales,

como la movilización de los seguido-res del mandatario derrocado y la

reacción militar favorable a suregreso, abrió una herida profunda

y aceleró la creación del portal

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y mira la pantalla. Lo anterior no es ni re-motamente un motivo de vergüenza, sinoun propósito. El enfoque implicará unsesgo en la selección de las informaciones–no sólo las claras que también estarán enla gran prensa sino de las que remitenactores políticos y sociales, populares,identificados con la revolución– y en sutratamiento, que será editorializante ollamará directamente al movimiento, a laacción y a la organización si se consideranecesario. Es una herramienta concebidadentro del paradigma de la guerra me-diática, por tanto, no sólo se concibe comoun medio de comunicación sino tambiénes un arma en ese teatro de operaciones enel cual el enemigo que manipula son losmedios privados. Desde la página, porejemplo, se convocó a medios alternativosa una serie de debates y mesas de trabajocon motivo del día del periodista, ce-lebrado el 27 de junio. El nombre de la ac-tividad oficial encerraba la metáforabélica: Semana de la Artillería del Pensa-miento⁶. Por tanto, la tarea de desvirtuar odesmentir la construcción del mundo quese hace desde la otra acera es obligatoriaporque la lógica del juego se plantea entérminos de victoria o derrota, lo que estáen sintonía con la orientación guberna-mental de lograr la hegemonía comunica-cional. En la estrategia, no hay reparospara burlarse del otro, para estereotiparlo,e incluso para ofenderlo.

La de opinión y la de foros son plata-formas de debate permanente, que ofre-cen visibilidad a actores y pareceres quequizá de otro modo nunca la hubieran ob-tenido. La vitalidad de la página y su co-nexión con la gente descansa en buenamedida en ese flujo de puntos de vista quese da, claro, siempre que se muevandentro de las mismas coordenadas ideo-lógicas. La reivindicación de lo popularparece circunscrita a la misma regla: se re-conoce sólo el camino revolucionario, contodas las implicaciones que de ello sederivan, como una fórmula válida y le-gítima para atender la demanda de las ma-yorías pobres del país y del continente. Laagenda temática, y esto es vital, nosiempre está en sintonía con el sistema demedios públicos que es manejado desde elEstado. Así que Aporrea ofrece una flexi-bilidad para quienes tienen críticas queformular desde las propias filas del chavis-mo, críticas que encuentran contención enlos canales y emisoras oficiales bajo lalógica de impedir que las armas lleguen amanos del enemigo. Aunque suene abso-lutamente obvio, Aporrea antes no existíay permite ahora agregar una nueva versión

de la realidad, otro punto de vista que esposible cotejar con otros para sacar con-clusiones. Lo pensaba como ciudadanocuando miraba en TV la cobertura deCNN sobre el caso hondureño al cual sele colocó el rótulo de “Sucesión Forzada”o cuando miré los diarios que no se dabanpor aludidos con la calificación que la co-munidad mundial daba a los sucesos deese domingo: golpe de Estado.

Pero también se me ocurría lo contrario–que gracias a Dios existen otras ver-siones más allá de Aporrea y el sistemapúblico de medios oficiales– cuando leíen su página la nota titulada “Prensa de-rechista afirma que Chávez amenaza conataque militar contra Honduras ante elgolpe de Estado”. Un párrafo de la infor-mación señalaba lo siguiente: “A través desu portal en Internet www.skynews.com,el medio hermano de la cadena ultradere-chista Fox News, afirma en portada engrandes titulares: ‘El presidente vene-zolano Hugo Chávez ha amenazado con ac-ciones militares luego de que el em-bajador en Venezuela haya sido se-cuestrado luego del golpe de Estado’. Sinembargo en el texto de la noticia no danninguna evidencia de las palabras deChávez al respecto”⁷. Luego agregaba queel mandatario no había hecho “alusión ex-plícita a acción militar alguna”⁸. Pero ladeclaración presidencial la oyó el mundo

y casi todos los medios internacionales ledieron una valoración noticiosa semejantea skynews más allá de su ubicación a la iz-quierda, a la derecha, o de su parentescofilial con Fox: “Si nuestra embajada fueraatropellada, si nuestro embajador fuerasecuestrado o atropellado, bueno, esaJunta Militar de Gobierno estaría en-trando en estado de guerra de facto (…)tendríamos que actuar incluso militar-mente, estamos obligados. Yo no puedoquedarme cruzado de brazos aquí, sa-biendo que están masacrando a mi em-bajador o entrando a la embajada”9. Demodo que la alusión explícita sí existió.

Propuesta básica

La página de Aporrea es simple si secompara con versiones más acabadas dela era electrónica. Está presidida por unlogo en el cual aparece la silueta de cincopersonas con los puños levantados, enseñal de victoria, y con el lema que laidentifica: “Comunicación popular para laconstrucción del socialismo del sigloXXI”. En la nave central, si cabe el símilcon un templo, está el contenido noticiosojerarquizado de acuerdo con el orden queya se anotó en líneas anteriores. A laderecha, aunque el término no les agrade,está uno de los puntos fuertes: la secciónde opinión. A la izquierda aparecen losvínculos con tres entrevistas de fondo–una con Noam Chomsky, otra conFernando Soto Rojas, dirigente de la LigaSocialista y la última con Jorge Paredes,presidente de Inveval– y más abajo 20secciones que da una idea de cómo or-ganizan la navegación por el mundo segúncriterios alejados de los tradicionales:¡Chávez los tiene locos! Oposición yEscualidismo; ¡A desalambrar! Luchacampesina contra el latifundio; FrenteAntifascismo; y Energía y Petróleo para elPueblo, entre otros. Es un termómetro delos intereses de quienes siguen la página.

La página web www.alexa.com tieneestadísticas mundiales del tráfico en el ci-berespacio. Aporrea, durante junio, estu-vo entre los 50 y 60 primeros sitios deVenezuela9. La tabla incluye lo imagi-nable: desde páginas pornográficas, por-tales para transacciones bancarias hastagigantes como el buscador Google, claroestá, el líder indiscutido. En el mundo dela guerra por la información, dominó elpanorama noticias24. com, otra propuestasimple cuya alquimia, también básica, po-dría ser objeto de otro artículo. La peleapor el lugar de honor la presentaron

La página de Aporrea es simplesi se compara con versiones másacabadas de la era electrónica.

Está presidida por un logo en el cualaparece la silueta de cinco personascon los puños levantados, en señal

de victoria, y con el lema que la identifica: “Comunicación popularpara la construcción del socialismo

del siglo XXI

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www.eluniversal.com y noticierodigi-tal.com. Aporrea apareció con un traficosuperior al reportado por las versiones di-gitales de medios nacionales de referenciacomo Globovisión, Unión Radio y ElNacional.

En mayo Aporrea cumplió siete años.Gonzalo Gómez, cofundador del portal ydirigente del PSUV, concedió entrevistasque fueron replicadas por las páginaselectrónicas de los medios del Estado.Refería, que en todo ese tiempo, el portalrecibió 200 millones de visitas, de lascuales 45% era de procedencia interna-cional¹⁰. Decía que la página no tenía unalínea editorial sino que su abordaje de larealidad era resultado de los diagnósticosde sus colaboradores: “Pasó de ser unespacio web y una asamblea popular re-volucionaria, constituida para combatir elgolpe de Estado, para convertirse en unaagencia de noticias popular alternativa enInternet, una cartelera abierta de infor-mación y una herramienta de inteligenciay contraloría social”¹¹. También señalabaque era un punto de encuentro de los dis-tintos enfoques revolucionarios y que laplataforma se había convertido en unafuente de información sobre el país, algoinnegable ¹².

En la página www.waybackmachi-ne.com existe un archivo web global. Esposible consultar en ella viejas versionesde Aporrea: la más antigua corresponde ala actualización de las 6:14 p.m. del 22 dejulio de 2002 ¹³. Había entonces una preo-cupación central que se desplegaba enforma de consignas en el cabecero de lapágina: “Alto a los ataques contra losmedios alternativos. Libertad, libertad, li-bertad para Nicolás”. Se referían aNicolás Rivera, locutor de Radio Perolaen Caricuao, quien estaba detenido y erainvestigado por haber supuestamente dis-parado en Puente Llaguno durante lossucesos del 11 de abril. Una nota de ElyFlores, directora de la estación comu-nitaria, pedía el cese del hostigamientocontra medios que eran la “voz delpueblo”¹⁴. Otro cabecero del portal le de-dicaba palabras al Presidente de laRepública: “¡Chávez, reacciona, que elgolpe no perdona”. Otro decía esto:“¡Aquí sí hubo golpe, carajo! ¡Juicio a losgolpistas!”

Nosotros antes y hoy

En el vínculo “¿Quiénes somos?” se ex-plicaba que la Asamblea Popular Revo-lucionaria era una instancia de articu-

lación de grupos populares, luchadores ymovimientos sociales caraqueños que co-menzaron a reunirse para “enfrentar laofensiva de la conspiración golpista”¹⁵. Seseñalaba que durante la madrugada del 11de abril repartieron más de 100.000 pan-fletos en los que convocaban a una con-centración en torno el Palacio de Mira-flores para disuadir la marcha opositoraque iría hacia allí, y criticaban a la dirigenciapolítica por haber analizado que la si-tuación estaba controlada y que debíanevitarse las confrontaciones¹⁶. SobreAporrea.org decían lo siguiente: “No essólo el sitio de la APR, sino un portal denoticias, documentos y propuestas refe-rentes al proceso de cambios que se estadando en Venezuela. El sitio se nutre de lacolaboración y solidaridad de muchaspersonas dentro y fuera de Venezuela, quetrabajan para defender el proceso decambios venezolano y luchan por cons-truir una sociedad nueva basada en la so-lidaridad, donde reine la justicia y lapaz”¹⁷.

En junio, si se pinchaba el link identi-ficado bajo el rótulo de “Nosotros” se des-plegaba una versión ampliada con el pasodel tiempo. Aporrea, una hechura de unequipo voluntario, hace mucho más de loque puede verse en la página. Pero sedefinen de esta manera antes que nada:“Es un sitio web de divulgación de no-

ticias y opinión socio-política y cultural,identificado con el proceso de transfor-mación revolucionaria y democrática denuestro país, Venezuela, con una visiónque se extrapola al resto de la humanidad,en la perspectiva de la liquidación del so-metimiento capitalista-imperialista y laconstrucción de sociedades libres, basa-das en el poder de los trabajadores y elpueblo, sin explotación del hombre por elhombre”¹⁸. Igualmente se denominan a símismos “una agencia popular alternativade noticias” y “cartelera digital abierta einteractiva del movimiento popular y delos trabajadores”19. Y entre sus objetivosdestaca éste: “Buscamos romper el cercomediático impuesto por los medios priva-dos de comunicación, comprometidoscon la conspiración golpista y contrarre-volucionaria en Venezuela, manifestaciónde la globalización imperialista, contra lacual también combatimos junto a losdemás pueblos del mundo”²⁰.

Rey muerto

La muerte de Michael Jackson fue, en losmedios internacionales, una noticia de co-bertura obligada. En Aporrea apareciócon el mismo título que recorrió el mundoentero: “Murió el Rey del Pop MichaelJackson”. La nota tenía como fuente lasagencias internacionales y se acomodabaal estándar de publicación de éstas²¹. Elinflujo de la estrella movió las fibras de ar-ticulistas que debieron explicar por quéser seguidor del cantante no era necesa-riamente sinónimo de ser capitalista.Porque mayoritariamente al artista se levaloró como un símbolo del capital y el libremercado. Julio César Colmenares remitióel 28 de junio el texto “Cuando las es-trellas dejan de brillar” que culminaba conesta idea: “Michael Jackson, a quiensiempre admiré y me duele su partida, fueuna víctima de ese sistema opresor quenos enseña que ser estrella artística es ga-rantía de bienestar y plenitud, cuandonuestras vidas deben ser más que estrellassino humildes servidores en la búsquedadel bien de nuestro prójimo”²².

Carlos Andrade, un estudiante denoveno semestre de Comunicación Socialde la Universidad Bolivariana de Vene-zuela, remitió el mismo día su punto de vistaen una nota con un titular salvaje: “MurióMichael Jackson, descansan en paz losniños”. No explica a sus lectores la refe-rencia por la cual escogió ese título y querefiere a las denuncias, y consecuentes es-cándalos, de abuso sexual contra infantes.

En el vínculo “¿Quiénes somos?” se explicaba que la Asamblea

Popular Revolucionaria era unainstancia de articulación de

grupos populares, luchadoresy movimientos sociales caraqueños

que comenzaron a reunirse para“enfrentar la ofensiva de la

conspiración golpista”

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Quedó implícito: “No es que la noticia mealegra, pero es una muestra más quecuando alguien muere siempre fue buenopor algo que llaman solidaridad auto-mática; como cuando matan a un delin-cuente y comienzan los comentarios de lobueno que era; que ya él se iba a salir deeso, nunca quiso asesinar a el hijo de Petralo que pasó fue que atravesó la líneacuando estaba practicando la puntería; enfin cosas así por el estilo suelen decir losdeudos del difunto”²³. Recriminaba queel fallecimiento del cantante tuviera másimportancia que otros acontecimientos:“Para las grandes cadenas mediáticas aescala global, con CNN a la cabeza; la in-fausta noticia de la muerte del cantante esuna noticia de mayor jerarquía que unposible golpe de Estado en una repúblicacentroamericana”²⁴.

En la sección de Ideología y Socialis-mo del Siglo XXI, se divulgó un texto dePedro Querales el 27 de junio. Analizabalo que significaba la muerte de Jacksonpara la industria del espectáculo. “Esta-mos asistiendo en estos momentos a otrode los movimientos preferidos de la so-ciedad capitalista: la muerte de una es-trella de su “star system”. Y como siem-pre, se dan cuenta que alguien que ha pro-ducido mucho dinero y centimetrajepuede seguir dando después de irse de estemundo terrenal”²⁵. La conclusión era se-mejante a la que llegó Colmenares: Lamuerte de Michael Jackson, debería servircomo lección para que nos demos cuentaque esa fama, “fortuna hueca y vana solocontribuye, a que el ser humano, sea másmiserable, más triste, más deprimido,como diría alguien por ahí: ‘Tan pobreque solo tiene dinero’”²⁶.

El hiperliderazgo

No fue marginal, en cambio, la coberturadel Congreso “Intelectuales, Democraciay Socialismo” que se desarrolló enCaracas a principios de junio. El evento,de alguna manera, planteó un contrapesoal foro “El Desafío Latinoamericano”,que fue organizado por el Centro paraDivulgación del Conocimiento Econó-mico (Cedice), una instancia defensoradel principio de la propiedad privada y delas nociones del liberalismo económico.El gran protagonista de ese encuentro fueel escritor peruano, Mario Vargas Llosa,un acérrimo crítico de Chávez. Cierta-mente ambas reuniones, por distintosmotivos, tuvieron una proyección quemarcó el mes de junio. La cita de los inte-

lectuales de izquierda dejó una reper-cusión política de tal magnitud que,incluso, fue sorpresivo corroborar que losmedios privados apenas si siguieron lapista.

Aporrea fue el sitio web donde se pudoseguir de primera mano el debate: todas laspresentaciones, con los matices de los di-ferentes puntos de vista, estaban orga-nizadas, desplegadas y accesibles. Inclusose facilitaban a los internautas los textosde las conferencias y los videos res-pectivos. De la misma manera se ponían adisposición de los lectores todos los ar-tículos de opinión de los colaboradoresdel portal. La médula de lo ocurrido fue losiguiente. En sus presentaciones figurasde innegable filiación con el proceso re-volucionario –el historiador venezolanoVladimir Acosta y el catedrático españolJuan Carlos Monedero del Centro Inter-nacional Miranda– plantearon críticasconcretas al liderazgo del presidenteHugo Chávez. Acosta, quien aclaró quepensaba que la década tenía logros inne-gables, dijo que era necesaria la cons-trucción de una dirección colectiva ysobre la conveniencia de que haya diri-gentes que no teman opinar antes que eljefe del Estado ²⁷. Monedero habló del fe-nómeno del hiperliderazgo y sus palabrastuvieron un sentido semejante a las deAcosta. Según el diagnóstico, esa forma de

ejercer el comando en el fondo debilita almandatario y coloca al proceso boli-variano prácticamente frente a un dilemade obligatoria resolución. ²⁸

El propio jefe de Estado se hizo eco delas críticas el 14 de junio en su programaAló Presidente: “Aquellos que dicen queal proceso hoy le hace daño lo que ellosllaman el hiperliderazgo mío, yo les res-peto esa opinión, no es que los rechazo. No,pero es para discutirlo. Vengan a discutircon el pueblo. Salgan de unos salones porallá y vénganse aquí a La Fría (Táchira),a los llanos, por los barrios de Caracas.¿Dónde está mí hiperliderazgo? Yo hagolo que creo debo hacer (...). ¿Qué significahiper? Algo que está sobredimensionado(...) entonces yo debería bajar mi lideraz-go. ¡Ah! Eso es lo que quiere el enemigo.¿No les parece? (…) más de uno que diceque es chavista y lo que es en el fondo esantichavista”. Acto seguido se dedicó aironizar sobre el tema 29. Y Nicolás Ma-duro, canciller, también respondió. No fueelegante. Le dijo a los críticos que se ocu-paran de construir y de ayudar al puebloen lugar de “hablar paja” ³⁰.

Esa misma semana Víctor Álvarez, exministro de Industrias Básicas y Minería,ex presidente de la Corporación Venezo-lana de Guayana y también investigador delCentro Internacional Miranda, declarabaque las críticas presentadas no eran el re-sultado de meras jornadas de reflexión enel escritorio, sino de la recolección dedatos empíricos. Álvarez afirmaba quedurante la última década el país se habíaconsolidado como un espacio capitalistadado el escaso aporte a la economía de lasformas organizativas alternativas a laempresa privada. Llamaba, de hecho, aprofundizar la aplicación del modelo so-cialista³¹. En Aporrea la artillería iba yvenía. Un texto de Vicente Emilio Sán-chez, del 17 de junio, cargaba contraMaduro: “… Decía, señor Maduro que anosotros nos cayó muy mal sus declara-ciones, no tanto o para nada por su voca-bulario escatológico, pero si porque estádescalificando a lo que nosotros creemoslo mejor de nuestra intelectualidad, esdecir nuestra fuente Sr. Maduro… y ahorade dónde tomamos luces Sr. Maduro, esdecir, de cual discurso nos nutrimos paraformarnos ideológica o políticamente”³².El mismo día, Guaicaipuro Rodríguez es-cribió un artículo titulado “Hiperlíder vsHipointelectuales” que decía lo siguiente:“Es así como surgen ciertos intelectua-loides que, entre bocado y bocado, entreel tintineo de los tragos “on the rock” y cre-yéndose superintelectuales, comiencen,

Esa misma semana Víctor Álvarez,ex ministro de Industrias Básicas

y Minería, ex presidente dela Corporación Venezolana de

Guayana y también investigadordel Centro Internacional Miranda,

declaraba que las críticaspresentadas no eran el resultadode meras jornadas de reflexión

en el escritorio, sino de la recolecciónde datos empíricos.

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después de afirmar que son de “izquierda”y reunirse con intelectuales de verdadpara camuflarse, a criticar el mismísimohecho de que a Chávez lo apoyen”³³. El 21de junio el portal reproducía lo escrito porEleazar Díaz Rangel, director del diarioÚltimas Noticias, en su columna do-minical quien se quejó de que el únicoespacio abierto para el debate fuera so-lamente Aporrea.³⁴

Era un tema principal en el portal re-volucionario, aunque el trabajo de demo-lición a la figura de Vargas Llosa aún sedesgranaba en junio en textos en los queparece perdida la frontera de la argumen-tación política, ideológica y el simpleinsulto. Rubén Darío Romero, el 2 dejunio, publicó un artículo titulado “ElIntelectual Vargas Llosa”: “Usted y elgrupo de supuestos intelectuales que leacompañan con su actitud mentirosa,farsante y ofensiva hacia nuestra Patria,terminan siendo factores de subversióncon la intención de desestabilizar elGobierno, usando para ello la manipu-lación de la opinión publica”³⁵. Comparóal peruano con un “vulgar mercenario ta-rifado” por la invitación de Cedice ³⁶. El16 de junio se difundió bajo la firma deRoosevelt Barboza el texto “El discursode Mario Vargas Llosa”. Citamos elsegundo párrafo: “Este bellaco del cualvolvemos a hablar, es un publicista de loque queda de una derecha con un pensa-miento que agoniza, que ha ido perdiendosu vigencia por las terribles consecuen-cias derivadas de su aplicación. Todos losdías la vida nos da las evidencias de la in-viabilidad de esas posturas debido al dañoque provocan, pero pese a ello, aún in-sisten en mantenerlas”³⁷. También lededicó otros adjetivos como “troglodita”y “sin vergüenza” entre las razones paraobjetar la defensa que hace el peruano dellibre mercado y la democracia liberal³⁸.

Los tiene locos

El mes había comenzado con el artículo“Galería mediática del horror del mes demayo: sillas eléctricas, pánicos sísmicos ycubanos repartiendo libros” bajo la firmade Okrim Al Qasal y el cual se podía en-contrar en la sección Chávez los tieneLocos. El 13 de julio el trabajo había sidoleído 2.577 veces39. Es un repaso crítico,en tono de burla, de lo que definió comoel “estiércol impreso” contenido en lasprimeras páginas de los periódicos priva-dos durante las cuatro semanas previas.Podría entenderse, en cierta forma, como

una despedida del mes anterior. ElNacional, El Universal, 2001 y El NuevoPaís estaban en el catálogo, en el cual seprocura hacer un desmontaje del trata-miento informativo que el autor considerauna manipulación. El Nacional fue el querecibió la mayor cantidad de dardos: 6portadas fueron objeto de los cuestiona-mientos.

Vale la pena examinar los comentariosque sirvieron de base para el título del ar-tículo de Al Qasal. La edición de 31 demayo de El Nacional fue criticada porhaber presentado una fotografía del mi-nistro cubano de Cultura, Abel Prieto, re-partiendo libros en Venezuela. El pie de fotose titulaba “Leer de la mano de Cuba” ytenía un antetítulo que decía “PlanRevolucionario”. La leyenda precisaba:“La plaza Bolívar fue uno de los esce-narios donde, esta semana, se escenificó laentrega masiva de libros como parte delPlan Revolucionario de Lectura. El mi-nistro de Cultura de Cuba, Abel Prieto, re-partió de su propia mano ejemplares avarias de las personas que hicieron largascolas para obtener tomos de Los Misera-bles, revistas y CD. En una primera faseel proyecto intentará seducir a nuevoslectores con clásicos de la literatura uni-versal pero, en una segunda etapa,promete afianzar su carácter de prose-litismo político con material ideológico”.

El comentario de Al Qasal fue este:“Miren si no cómo decidió terminar elmes, aterrorizando a sus escasos com-pradores con una foto del ministro cubanode cultura, Abel Prieto, dando libros y re-vistas a una niñita y su madre, en Caracas.¡Llegó la ideologización, horror, los cuba-nos reparten libros a nuestros hijos!¿Hasta dónde vamos a llegar? ¡Marines, alrescate ya! En el texto al pie de foto no lesqueda más remedio que admitir que loslibros que entrega Prieto nada tienen deideologizantes, pero entonces recurren alposible terror futuro: “en la próximaentrega será proselitismo político y ma-terial ideológico”, señalan. Sólo les faltódecir que en esa terrorífica futura ac-tividad, el repartidor de turno entregarálibros y revistas pero se llevará a la niña aun campo de reeducación de Cuba acambio. ¿Exagero? Miguel HenriqueOtero es capaz de eso, sólo esperen yverán”⁴⁰. En las páginas internas se citabaal presidente Chávez que ha dicho que elplan revolucionario de lectura es de “granimportancia para la formación ideo-lógica” y se hablaba también del con-tenido de la guía para los promotores queanunciaba una segunda fase que sería “ne-cesariamente ideológica, dado el contextoy el momento político del plan”⁴¹. Otraportada de El Nacional que recibiócríticas tenía el siguiente título de aper-tura: “No hay planes para enfrentarsismos”. Se mencionaba junto con unatapa del diario 2001 que también tratósobre el temblor del 4 de mayo: “Mientrasla portada de 2001 -que no incluyo-hablaba de “pánico”, El Nacional venía adecir: “prepárense que lo que viene estodavía peor”. Ambos buscan crear desa-sosiego, temores apocalípticos y paranoiacolectiva, aunque de ser interrogados poresto, dirán que lo único que pretendían era“denunciar las fallas del gobierno con in-tención de crítica constructiva”. Ajá.Igualito que Globovisión, con su directorAlberto Federico Ravell a la cabeza, re-comendando a todo el mundo abandonarsus hogares a la carrera y agruparse en lacalle, eso sí, con “muuuucha calma”⁴².Ciertamente, el título dio origen a la so-licitud de un derecho a réplica por parte deFunvisis la cual fue publicada al día si-guiente en las páginas interiores deldiario. La institución gubernamental en elcual se aclaró, entre otros datos, que másde 300.000 personas habían recibido ta-lleres de formación sobre cultura sís-mica⁴³. La tercera portada que sirvió parasustentar el título de la “galería del ho-rror” correspondió al Nuevo País y decía

El Nacional, El Universal, 2001y El Nuevo País estaban en el

catálogo, en el cual se procura hacerun desmontaje del tratamiento

informativo que el autor considerauna manipulación. El Nacional

fue el que recibió la mayor cantidadde dardos: 6 portadas fueron objeto

de los cuestionamientos.

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“Silla Eléctrica para los dueños de losmedios”. El sumario atribuía a Chávez laamenaza de encarcelar a dueños de tele-visoras y radios. El comentario del autor,en este caso, se basta por sí mismo: “Sillaeléctrica es sin duda demasiado. Perounas lecciones de ética y periodismo no lesvendría mal”⁴⁴. Después de este mes mehe ratificado en un principio: debe pro-tegerse la libertad para que muchoshablen, para que muchos pongan suspuntos de vista, para que muchos cri-tiquen así sea con exceso o con pocajusticia. Una mirada única, así sea la quenos acomode mejor, al final termina porocultar la verdad.

■ David GonzálezPeriodista del diario El Nacional.Egresado de la UCAB. Profesor delPostgrado en Comunicación Social dela UCAB. Candidato a Magister enHistoria de Venezuela.

Notas

1 “Aporrea nació como respuesta a la desin-formación durante el golpe de Estado”(mayo 2009): Radio Nacional deVenezuela. Disponible en: http://www.rnv.gov.ve/noticias/index.php?act=ST&f=2&t=97422. La nota reproduce las declaracionesen Gonzalo Gómez, cofundador del portal,en la celebración del séptimo aniversario

2 “Todos los pueblos del mundo contra elgolpe de Estado en Honduras” (junio 2009):Aporrea. Disponible en: http://aporrea.org/actualidad/n137396.html

3 Ídem

4 Cálculos propios

5 “Todos los pueblos…”Ob. Cit.

6 “Semana de la Artillería del Pensamiento”(junio 2009): Aporrea. Disponible en:http://www.aporrea.org/imagenes/2009/06/programaartilleriapensamiento.jpg

7 “Prensa derechista afirma que Chávezamenaza con ataque militar ante Hondurasante golpe de Estado” (junio 2009):Aporrea. Disponible en: http://aporrea.org/medios/n137438.html

8 PEÑALOZA, Pedro Pablo (junio 2009):“Chávez amenaza con respuesta militar agolpistas de Honduras”. El Universal.Disponible en: http://internacional.eluni-versal.com/2009/06/29/int_art_chavez-amenaza-con-r_1453510.shtml

9 “Daily Trafic Rank Trend” (junio 2009):Alexa.com. Disponible en: www.alexa.com/siteinfo/noticias24.com+eluniversal.com+aporrea.org

10“Aporrea recibió 200 millones de visitas en7 años” (mayo 2009): Venezolana deTelevisión. Disponible en: www.vtv.gov.ve/noticias-culturales/18041

11 Ídem

12 Ídem

13 Aporrea.org (julio 2002): Waybackmachine.com. Disponible en:http://web.archive.org/web/20020724074655/http://aporrea.org/

14 FLORES, Elsy (julio 2002): “Mensaje deagradecimiento de Radio Perola. Queliberen a Nicolás de una vez”. Aporrea.Disponible en: http://web.archive.org/web/20020802073839/www.aporrea.org/dameverbo.php?docid=110

15 “¿Quiénes son la Asamblea Popular Revo-lucionaria y Aporrea.org?” (julio 2002):Aporrea. Disponible en: http://web.archive.org/web/20020802082411/www.aporrea.org/quienes_somos.php

16 Ídem

17 Ídem

18 “Nosotros” (junio 2009): Aporrea. Dispo-nible en: http://www.aporrea.org/nosotros.php

19 Ídem

20 Ídem

21 “Murió el Rey del Pop Michael Jackson”(junio 2009): Aporrea. Disponible en:http://www.aporrea.org/actualidad/n137251.html

22 COLMENARES, Julio César (junio 2009):“Cuando las estrella dejan de brillar”.Aporrea. Disponible en: http://www.aporrea.org/actualidad/a80957.html

23 ANDRADE, Carlos (junio 2009): “MurióMichael Jackson, descansan en paz losniños”. Aporrea. Disponible en:www.aporrea.org/actualidad/a80960.html

24 Ídem

25 QUERALES, Pedro (junio 2009): Apo-rrea. Disponible en: www.aporrea.org/ideologia/a80923.html

26 Ídem

27 “Conozca lo que dijo Vladimir Acosta enel encuentro Intelectuales, Democracia ySocialismo” (junio 2009): Aporrea. Dispo-nible en: www.aporrea.org/actualidad/n136513.html

28 PRIETO, HUGO (junio 2009): “La revo-lución está en una encrucijada”. ÚltimasNoticias. Disponible en: www.aporrea.org/ideologia/n136395.html

29 DA CORTE, María Lilibeth (junio 2009):“Chávez rechaza las críticas contra su hi-perliderazgo”. El Universal. Disponibleen: www.eluniversal.com/2009/06/15/pol_art_chavez-rechazo-criti_1432764.shtml

30 (junio 2009): Noticias 24. Disponible en:

http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/57774/dice-que-la-ultraderecha-hab la -pa ja -y -que-su-campana-es -vulgar/comment-page-5/

31 OJEDA REYES, Yolanda (junio 2009):“La economía venezolana se ha hecho máscapitalista”. El Mundo Economía y Nego-cios. Disponible en: www.aimm-ven.org

32 SÁNCHEZ, Vicente Emilio (junio 2009):“Los pajúos de Maduro”. Aporrea. Dispo-nible en: www.aporrea.org/ideologia/a80262.html

33 RODRÍGUEZ, Guaicaipuro (junio 2009):“Hiperlíder e hipointelectuales”. Aporrea.Disponible en: www.aporrea.org/ideologia/a80200.html

34 DÍAZ RANGEL, Eleazar (junio 2009):“Cerrar la discusión”. Últimas Noticias.Disponible en http://www.cadenaglobal.com/noticias/default.asp?Not=218411&Sec=77

35 ROMERO, Rubén Dario (junio 2009): “ElIntelectual Vargas Llosa”. Aporrea.Disponible en http://www.aporrea.org/ac-tualidad/a79086.html

36 Ídem

37 BARBOZA, Roosevelt (junio 2009): “Eldiscurso de Mario Vargas Llosa”. Disponi-ble en: http://www.aporrea.org/oposicion/a80134.html

38 Ídem

39 AL QASAL, Okrim (junio 2009): “Galeríamediática del horror del mes de mayo:sillas eléctricas, pánicos sísmicos ycubanos repartiendo libros”. Aporrea. Dis-ponible en: www.aporrea.org/oposicion/n135528.html

40 Ídem

41 AZUAJE, Leidys (31 de mayo 2009): “Elsocialismo se leerá en las escuelas”. ElNacional, Ciudadanos 1.

42 AL QASAL, Okrim. Ob. Cit.

43 “Funvisis trabaja para insertar prevenciónsísmica” (6 de mayo de 2009): El Nacional,Ciudadanos 2.

44 AL QASAL, Okrim Ob. Cit.

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D esde mediados de la década delos ‘90, la discusión sobre las po-líticas públicas que ha tenido

lugar a lo interno de las instancias de go-bernabilidad mundial, han reconocidoque la cultura ha adquirido un lugar rele-vante, central, a lo interno de la idea con-temporánea del desarrollo social. TulioHernández (2005:282) señala que hemosentrado a una nueva generación de estaspolíticas, que en tanto “construccionesinstitucionales planificadas”, se puedendefinir como “formas de intervención in-tencional sobre el sistema cultural (unarealidad que desborda al Estado y al mer-cado) que apuntan a corregir sus fallas,compensar sus carencias o reforzar suspotencialidades, dichas políticas debenentenderse en el presente no como algopor desarrollar en un campo especializado–a la manera como se conciben, por ejem-plo, las políticas educativas o las deportivas–sino como una estrategia que ‘atraviesa’ yse articula en red con otras dimensiones delsistema social”; privilegiando –diríamos–la idea de la cultura como pensamientocolectivo (Geertz, 2005), con lo cual, todala acción del Estado tendría que conside-rar –en nombre de su efectividad en laperspectiva del desarrollo– la idea de suefectuación como un proceso que apuntahacia el cambio cultural.

I. Modernidad como tradición: 70 años de políticas culturales

Es novedad, ciertamente, pero a la vez, nolo es tanto. Antes de estos diez años, enpor lo menos, los últimos 70, la gestiónpública en cultura en Venezuela había mo-vilizado recursos, tiempo y personal en lacombinación de seis paradigmas de ges-

tión que consideraban a la cultura: a)como un derecho humano y social funda-mental; b) como patrimonio tangible e in-tangible; c) como el producto de la mo-dernización del país (incremento de lacultura y perfeccionamiento de una iden-tidad moderna); d) como resultado de laformación del gusto; e) como un área deincidencia en la economía nacional (gastopúblico, industrias culturales, mecenaz-go) y f) como base para la formación decapital social. De allí que el surgimientode una visión sistémica de la política cul-tural en su relación con el desarrollo so-cial es sin duda un avance, sobre todopuesto en perspectiva de que el cumpli-miento de los compromisos de la élitesgobernantes en esta materia –tanto comoen la educativa– terminó siendo residual.

Una primera aproximación a este pro-ceso, con alguna perspectiva cronológicase ofrece en el cuadro número 1; no obs-tante, podría afirmarse que estos paradig-mas se refunden en la idea de moderniza-ción, la cual a su vez puede entenderse,acaso, como la ruta contemporánea se-guida en la formulación del proyecto his-tórico nacional (Carrera Damas, 1980).La modernización ha sido entendida comoel intento inacabado, ideológico, de ges-tar una modernidad propia, capaz de ins-cribirse en el proyecto civilizatorio ilumi-nista, que sustituyó a la formación real deesta modernidad por la carencia de es-tructuras (institucionales, culturales, eco-nómicas, demográficas, etc.) apropiadaspara gestarla, o por el aislamiento de losnúcleos promotores de ésta, del conjuntomás amplio de la población que aún man-tiene mentalidades y hábitos de corte pre-moderno pese a que ellos mismos consi-deran a la modernidad como una aspira-

49comunica ción

En sólo una década, la administración cultural ejercidapor la acción ejecutiva de unarevolución transmoderna, haproducido un profundo dañoa las inteligencias y a lasinstituciones culturalesvenezolanas, en nombre de laestetización de la política,revirtiendo la continuidad desetenta años de un proyectode modernización. En estaslíneas se analizan las principaleslógicas de esta violencia.

■ Carlos Delgado-Flores

Romper la casa del nosotros

10 años de políticas culturales en la administración Chávez

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comunica ción50

ción antes que como un modo de ser¹. Hasido incomprendida, por otra parte, porotros núcleos de población que la criticansin solución de continuidad y ahora, sehalla subvertida por una facción de pen-samiento subalterno, que bajo el argu-mento histórico de una revolución decorte transmoderno, intenta desmontarlapor la vía de la desinstitucionalización.

La cultura de la modernización levantómuseos, bibliotecas y teatros, descorrió te-lones y mostró orquestas, compañías dedanza, ópera, adquirió obras de arte de losmás representativos maestros del arte con-temporáneo mundial, abrió escuelas y bi-bliotecas en casi todos los municipios delpaís, creó espacios de modernidad para to-da la población. Pero al mismo tiempo ydado que una de las condiciones principa-les de la modernidad, en su versión ilus-trada, es que se trata de un proyecto hege-mónico, excluyente, una parte importantedel patrimonio intangible (costumbres,tradición oral, saber de culturas ancestra-les, etc.) fue desatendida y la posibilidaddel establecimiento de políticas abiertas ala interculturalidad fue obviada. La cultu-ra de la modernización, en contraparte aldesarrollo, mostró retraso en conocer y va-lorar, además, otras estéticas que se pro-ducen en los fenómenos de hibridacióncultural, restándole al proyecto moderni-zador la capacidad de interrelacionarsecon la población de pensamiento premo-derno, que fue accediendo progresiva-mente a la modernidad a través de la ora-lidad secundaria (Ong, 1997) de los pro-ductos culturales de unos medios de co-municación que suscribieron el proyectomodernizador y lo reescribieron en su ver-sión estereotipada, acaso movidos por lasurgencias del mercadeo, acaso conscien-tes de la existencia de otra racionalidadallende las ciencias y las artes; estereoti-pos que entraron a formar parte de una es-tética diferente: una modernidad híbridadonde podían coexistir la vanguardia y elatavismo, lo culto y lo popular, y donde lamayoría de la población se hallaba cómo-da, reflejada en su identidad: una estéticade la mediación, más volcada a compren-der la modernidad en plural (Beriain,2002) con lo cual se abría la posibilidad detrascender lo que de utópico o de ideolo-gizante podía tener la modernización.

II. La lógica transmoderna de EL PROCESO

Pero a partir de 1999, el diseño de las po-líticas culturales da un giro radical, en las

dos administraciones de Hugo Chávez alfrente del Ejecutivo nacional, el período quede modo más o menos generalizado sole-mos denominar como el proceso. Son nu-merosos los indicios que apuntan a laexistencia de distancias considerablesentre la visión sistémica de la gestión cul-tural y el enfoque presente, en el cual lacultura se concibe emparentada –cuandono consustanciada– con la política, y aésta como el presente coyuntural de larazón histórica.

Hemos sostenido con anterioridad queel proceso bolivariano no es moderno,sino subalterno en cuanto que critica a lapostcolonialidad, a la vez que transmo-derno, por cuanto mira a la modernidaddesde otro lugar (Delgado-Flores, 2008);en la tesis de Dussel (2005), la transmo-dernidad “indica todos los aspectos que sesitúan ‘más-allá’ (y también ‘anterior’) delas estructuras valoradas por la culturamoderna europeo-norteamericana, queestán vigentes en el presente en las gran-des culturas universales no-europeas yque se han puesto en movimiento haciauna utopía pluriversa”; pero esta defini-ción describe más las oportunidades quese abren que las que se aprovechan, por-que en paralelo, el discurso de la subal-ternidad es relevante, tanto para un Presi-dente que acusa a la oposición de pitiyan-qui, como para un curador –en este casohipotético– que elimine de su lista de ar-

tistas a cualquiera con apellidos de origensajón, en nombre de la pureza etnográficade el proceso, o como –y ya no en modohipotético– para un viceministro de cul-tura que preside la materia de patrimoniocultural, el cual propone devolver lasobras de artistas extranjeros en coleccio-nes nacionales públicas a sus países deorigen².

La subalternidad es la denuncia de la mo-dernización eurocentrista e iluministacomo proceso ideologizante, hegemónicofrente a la imposibilidad de las antiguas co-lonias imperiales de gestar una moderni-dad propia. Este concepto entra en debatecon otros conceptos más contemporá-neos: con la misma transmodernidad, conla sobremodernidad, las modernidades lí-quidas, o las modernidades múltiples, pormencionar sólo algunos. Este es, quizás,el sentido señalado para articulacionesdiscursivas tales como la reivindicaciónindigenista y mestiza, la denuncia de lasoligarquías o el socialismo bolivariano; loque luce como una restauración de postu-ras desarrolladas en la década de los 70,materia que debe ser revisada, cierta-mente, pero que excede el alcance de estaslíneas.

Una fecha y un acontecimiento emble-matiza este cambio en la voluntad histó-rica: el 12 de octubre de 2004, en el marcode la resignificada fiesta de la resistenciaindígena (antaño fiesta del descubrimien-to de América, de la hispanidad o del en-cuentro de dos mundos), un grupo de ma-nifestantes derribaron la estatua del almi-rante Colón, por casi un siglo ubicada enQuebrada Honda, en Caracas y la decapi-taron, como manifestación de violenciasimbólica a favor de una reivindicación delo ancestral.

III. En cámara lenta: EL PROCESOcultural en cuatro etapas

En diez años de administración Chávez secuentan cuatro etapas para la gestión cul-tural pública, descritas por la rotación delos titulares de este despacho que cabedestacar, es baja en comparación conotros despachos del Ejecutivo: cuatro endos lustros.

Primera etapa: la cultura en la Constituyente (1999-2000)

Después de un conjunto de traspiés ini-ciales (el más notorio: la designación deLuis Britto García como presidente delCONAC y su renuncia al día siguiente),Alejandro Armas fue nombrado como el

La cultura de la modernización, en contraparte al desarrollo, mostróretraso en conocer y valorar, además,otras estéticas que se producen en losfenómenos de hibridación cultural,

restándole al proyecto modernizadorla capacidad de interrelacionarse con la población de pensamiento premoderno, que fue accediendo

progresivamente a la modernidad através de la oralidad secundaria

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51comunica ción

sucesor de Oscar Zambrano Urdaneta enla presidencia del ente rector de la políticacultural del Estado. Armas concibió comoprincipal prioridad de su gestión la inclu-sión de un articulado coherente que desa-rrollara los derechos culturales en laConstitución que por entonces se debatía.Logró la redacción de 4 artículos: 98, 99,100 y 101, donde se especifican las con-diciones regulares de la materia, a saber,respectivamente: garantía de la libertad decreación y de la protección a la propiedadintelectual; autonomía de la administra-ción cultural y protección del patrimoniocultural; protección de las culturas popu-lares fundadoras de la venezolanidad, fo-mento a la promoción cultural y protecciónsocial de los trabajadores culturales; ga-rantía de la difusión de la información cul-tural e imposición de responsabilidad alos medios de comunicación para estepropósito.

Segunda etapa: reestructuración de la administración cultural pública(2000-2003)

Esta etapa la cubre la administraciónde Manuel Espinoza ya en rango de vice-ministro de cultura, con lo cual el CO-NAC se adscribe al Ministerio de Educa-ción, Cultura y Deportes (siendo los titu-lares, Héctor Navarro, primero y Aristó-bulo Istúriz, después). Se inicia con el de-creto número 15 de fecha 15 de enero de2001 por el cual se destituyen las autori-dades de 13 instituciones culturales, hastaentonces autónomas, en un dispositivoque después se tornará regular: el Presiden-te anunciará la decisión a través de su pro-grama dominical de televisión “Aló Pre-sidente”. Figuras emblemáticas de la ac-ción cultural pública como Sofía Imber,José Ramón Medina, María Elena Ramos,entre otros, sumaron el historial de la po-larización en la percepción de la opiniónpública.

En esta etapa, Espinoza intentará rees-tructurar la administración cultural, coor-dinar con las instituciones descentraliza-das y formular un marco normativo con-tenido en el proyecto de Ley Orgánica deCultura que elevó a la consideración de laAsamblea Nacional. En paralelo la presi-denta de la Comisión de Cultura del par-lamento, Milagros Santana introduciráotro proyecto y ambas iniciativas se anu-larán mutuamente, por cuanto se tratan decuerpos legales con visiones diferentes(cuando no antagónicas), tanto que a lafecha de hoy aún no se aprueba la legisla-ción en la materia.

Tercera etapa: la ideologización (2003-2008)

Es la etapa de Francisco de Asís(Farruco) Sesto Novas, quien profundi-zará la reestructuración de la administra-ción cultural pública en un sentido diferenteal adelantado por Espinoza: de un modoaun más centralista, restando autonomía alas instituciones, departamentalizando laadministración en plataformas (cine ymedios audiovisuales, libro y lectura, pa-trimonio, artes escénicas y musicales,artes de la imagen y el espacio y red cul-tural comunitaria) y estructurando un mo-delo de gestión en buena medida inspi-rado –y asesorado– por el Ministerio deCultura cubano.

En este lapso se desarrollarán progra-mas que aspiran una cobertura masiva enla población, a medio camino entre los es-pectáculos y la promoción de la ideologíadel proceso, basadas en la reivindicaciónde lo popular. Se consolida la práctica dela exclusión de artistas disidentes o críti-cos al proceso, así como la eliminación delas exposiciones individuales. Se anunciala regionalización de la Cinemateca Nacio-nal y la creación de galerías estadales, conescasos rendimientos, hasta la fecha.

Por otra parte, el Gobierno decide com-petir con las industrias culturales al poneren funcionamiento la editorial El perro yla rana y La villa del cine, la una ambi-

ciosa iniciativa para producir edicionesbibliográficas de corte ideológico engrandes tirajes; la otra, un moderno com-plejo de producción y postproducciónpara realizar cine con financiamiento pú-blico y al cual no tienen acceso aquelloscineastas disidentes del proceso. Se finan-cian y promueven radios comunitarias y pe-riódicos “alternativos”, y se organizan nu-merosos festivales y certámenes; La megaexposición I y II y el Certamen mayor delas artes y las letras en sus dos capítulos:coral y artes visuales se constituyen fuerade criterios curatoriales, como “parla-mentos artísticos” que al reiterar los “es-tilos” exhibidos funcionan como progra-mas estéticos. Se privilegia el espectáculode calle, masivo, con fuerte carga ideoló-gica, y la formación de artistas circenses,además de la creación de la Universidadde las Artes, la cual fusiona los Institutosde Estudios Superiores en Música, ArtesPlásticas y Danza, con la eventual inte-gración posterior de similares entes enproducción editorial y audiovisual; sinembargo, muchas escuelas de artes y de mú-sica desaparecen por falta de diseño ad-ministrativo que las soporte. También eneste período se inaugura a medias la nuevasede de la Galería de Arte Nacional, altiempo que se cierra la Escuela de ArteCristóbal Rojas, a menos de una cuadrauna de otra.

Se trata del período en el cual se regis-tra históricamente, la mayor participaciónde las actividades culturales en el Produc-to Interno Bruto nacional, (Ver cuadro 2 ygráfico), impulsada como ha sido normaen el proceso, por el gasto público (vercuadro 3 y gráfico), especialmente, en estecaso, en cultura y comunicación social,que en el lapso señalado ha crecido en unaproporción cercana al 300%.

Cuarta etapa: ¿Plena trasmodernidad? (2008- ¿?)

Se inicia con la rotación del tren ejecu-tivo por la cual el ministro Sesto es desig-nado para la cartera de Vivienda y Hábitaty es nombrado como titular el viceminis-tro para el Desarrollo Humano, JulioSoto. Lo trascendente hasta ahora, en estaetapa, es la reducción presupuestaria y losconflictos laborales como consecuenciade la homologación de cargos de las ins-tituciones culturales, ahora agrupadas enplataformas, así como la radicalización dela polarización, expresada en el ataque ainstituciones modernizadoras: (Ateneo deCaracas, Ateneo de Valencia, FundaciónTheja) y en la marcada ideologización deldiscurso institucional, ahora entornado en

El Gobierno decide competir con lasindustrias culturales al poner en

funcionamiento la editorial El perroy la rana y La villa del cine, la unaambiciosa iniciativa para producir

ediciones bibliográficas de corte ideológico en grandes tirajes; la otra,un moderno complejo de produccióny postproducción para realizar cinecon financiamiento público y al cualno tienen acceso aquellos cineastas

disidentes del proceso

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comunica ción52

la construcción del socialismo del sigloXXI, y expresado en un nuevo proyecto deLey de Cultura que intenta terciar las con-tradicciones de los proyectos anteriorespor la vía del incremento de la capacidadlegal del Estado de intervenir en la accióncultural nacional.

Mención aparte merece la actuaciónsindical en el sector cultura en esta dé-cada. Este sector no había tenido movi-miento sindical como tal, desde el surgi-miento de las primeras instituciones cul-turales, durante la administración de Ló-pez Contreras (Museo de Bellas Artes,Museo de Ciencias, Biblioteca Nacional,Orquesta Sinfónica Venezuela). Durantela administración Espinoza se produjeronconflictos laborales determinados por lareestructuración de las instituciones, queen muchos casos supuso la eliminación delíneas de trabajo completas. Los trabaja-dores se organizaron en sindicatos pararacionalizar los despidos y defender lasreivindicaciones laborales obtenidas a lolargo de los años, constituyendo una fe-deración de sindicatos (Fetracultura).

Los directivos de la naciente asocia-ción participaron en procesos de coges-tión al iniciarse la administración Sesto, mo-vidos en parte por lo que se considerabanuna victoria de clase que podía inscribirseen los postulados del proceso, en partetambién por la consolidación de la acciónsindical, y por qué no, por la ambición po-lítica. Farruco ordenó la reestructuraciónde los consejos directivos de las institu-ciones para incluir a representantes deFetracultura y uno a uno los fue destitu-yendo posteriormente, en movimientosque coincidieron con la eliminación delConsejo Nacional de la Cultura que pasóde cuerpo colegiado a habilitaduría depagos a terceros del sector, para luegodesaparecer.

Fetracultura ha sido acusada de contra-rrevolucionaria por el actual ministro, de-bido a las críticas realizadas al proceso dehomologación salarial de las institucionesculturales, como consecuencia de la de-partamentalización. No resalta, no obs-tante, esta disidencia, frente a casos comoel del Partido Comunista de Venezuelaque ha sido tildado de traidor y contra-rrevolucionario, sin que hasta la fecha sehaya desmarcado de el proceso.

Y especialísima mención aparte la me-rece la actuación del Dr. José AntonioAbreu. De la transición institucional entreel antiguo y este nuevo orden sobrevive laFundación del Estado para el Sistema deOrquestas Juveniles e Infantiles de Vene-zuela –Fesnojiv– institución pionera en

emplear la promoción de una actividadcultural como recurso para el desarrollosocial. La red de orquestas infantiles y ju-veniles, conservatorios y escuelas de mú-sica de todo el país coordinadas desde estafundación ha sobrevivido a la reestructu-ración oficial del sector, en parte porquenunca estuvo adscrita al Consejo Nacio-nal de la Cultura, sino al Ministerio de laFamilia, por tanto, actualmente dependede Sanidad y Desarrollo Social; en partetambién porque su presidente, José Anto-nio Abreu, quien fuera ministro de EstadoPresidente del Consejo Nacional de laCultura durante la segunda administra-ción de Carlos Andrés Pérez, ha logradoque este –su– proyecto sea concebidocomo emblema de la aspiración venezo-lana por uno y otro bando, lo cual se hamaterializado en una considerable red deapoyos en todos los niveles y sectores y elvisto bueno de un Gobierno a quien lasconstantes giras y premios de la OrquestaSimón Bolívar –emblemática del sis-tema– le han beneficiado en su diseño pro-pagandístico internacional.

IV. Signos en colisión: la tradi-ción de la modernidad versus laestetización de la política

En anterior ocasión hemos señalado comosigno distintivo de la ideología de esta dé-

cada su progresiva estetización, emplean-do para referenciarla la expresión deWalter Benjamin (1936) al final de su en-sayo El Arte en la época de su reproduc-tibilidad técnica: “el fascismo significó laestetización de la política”³ (Delgado-Flores, 2008).

Volver sobre el episodio del 12 de oc-tubre de 2004 ilustra la intención discur-siva de el proceso, de proponerse como elcierre de un conjunto de injusticias quenacen con el arribo de Colón y de Europaal Nuevo Mundo, al tiempo que se poneen circulación un conjunto de mitos conlos cuales explicar la exclusión y con loscuales construir el derecho del pueblo a lasupremacía; se plantea, entonces, comouna ruta que lo lleva lejos del capitalismoy de la Modernidad, para lo cual opera demanera pragmática, no produciendo rup-turas, sino mediante acumulaciones.

Darle tono religioso al liderazgo, origenmágico a las decisiones políticas; conce-bir el debate político como una épica ma-niquea de tipo cosmogónico, son algunasde las estrategias discursivas que minan ellado premoderno de la racionalidad delpueblo, produciendo una adhesión afec-tiva con los militantes. El dispendio y ladádiva, el gasto desmedido son agentes deuna vasta ceremonia de consumación: unpotlach (fiesta ritual del dispendio), don-de aquel que consume o gasta más, eseserá el líder. Por otro lado, volverlo todofeo, exaltar lo chabacano, denunciar cual-quier aspiración al buen gusto, es decir: elfeísmo como una forma de igualación,como norma del espectáculo, es otra delas constantes de la siembra de valores an-tagónicos a la modernidad, que se ha vistoreforzada en los últimos 10 años. A estosse le suma la violencia –física o simbó-lica– con la cual se instala el miedo comoforma de control social. (Delgado-Flores,2008)

Estos tres agentes constituyen uno delos tres tipos de ataque que caracterizan elprograma de estetización política de elproceso: el ataque al imaginario; siendolos otros dos: el ataque a la instituciona-lidad y el ataque a la tradición.

El ataque a la institucionalidad se en-foca en acabar con todo resquicio de au-tonomía. Aquí habría que sumar el desa-lojo del Ateneo y eventualmente delGrupo Theja del Teatro Alberto de Paz yMateos; pero también a la merma de la ca-pacidad de programar del Teatro TeresaCarreño, del Poliedro de Caracas, delCentro de Estudios LatinoamericanosRómulo Gallegos; a la pérdida de identi-dad institucional de los museos, integra-

Volverlo todo feo, exaltar lo chabacano, denunciar cualquier

aspiración al buen gusto, es decir: el feísmo como una forma de igualación, como norma del

espectáculo, es otra de las constantesde la siembra de valores antagónicos

a la modernidad, que se ha visto reforzada en los últimos 10 años.

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53comunica ción

La acción culturalcomo preservacióndel patrimonio

El acceso a lacultura comoderecho humano

Formación cultural comomodernización

Política del gusto

Contribucióneconómica de lacultura

Cultura y capitalsocial

En la búsqueda de sistematizar la construcción de una identidadetnográfica, un cuerpo de expresiones de la cultura son promovi-dos como emblemas, incorporándolos a la sensibilidad pública porla vía de la propaganda institucional,propuestos como vínculos en-tre modernidad y tradición.

La cultura como marco para la identidad. El derecho a la identidadestá consagrado en la Declaración Universal de los DDHH.

Las políticas culturales actúan en dos órdenes: se concentran enformar la sensibilidad de un conjunto de élites modernas para elpaís, preparándolas para la administración del Estado y desarro-llan programas de formación y preservación del patrimonio cultu-ral de alcance parcial, como complemento al área correspondien-te (folclore, educación artística, etc.) en los programas de la edu-cación formal. (Dinámica modernidad-tradición). Muchas de lasinstituciones creadas han sido desarrolladas como “utopías per-sonales” de sus creadores.

La intervención del Estado en la formación del gusto de los ciuda-danos pasa por ofrecer opciones, confrontar la imaginación a suslímites, que son los del conocimiento frente a nuevas produccio-nes simbólicas, lo cual implica que la oferta de bienes culturalestenga siempre una intención educativa.

Investigaciones liderizadas por el Convenio Andrés Bello en el ni-vel iberoamericano, han puesto énfasis en el interés económicode la cultura, para determinar la incidencia de la gestión pública yde la acción económica de las industrias culturales en la produc-ción, comercialización y consumo de los bienes culturales.

Lindon, R; Siles, M y Allan, S (2003) consideran que el capital so-cial “se origina en rasgos comunes denominados puntos de coin-cidencia. Estos rasgos pueden ser adquiridos o heredados, ycreemos que son necesarios para el desarrollo del capital social.Son ejemplos de puntos de coincidencia heredados el sexo, laedad, la genealogía, la nacionalidad, la lengua materna y las ca-racterísticas físicas, para nombrar unos pocos. Como ejemplosde puntos de coincidencia adquiridos pueden mencionarse laeducación; los objetos adquiridos; la pertenencia a clubes, orga-nizaciones cívicas y equipos deportivos; los pasatiempos; los lu-gares de visita y las opiniones políticas y económicas.”Estos pun-tos de coincidencia adquiridos son hechos y procesos culturalesde una sociedad o comunidad. Por su parte, para BernardoKliksberg “la cultura cruza todas las dimensiones del capital so-cial de una sociedad; subyace sobre los componentes básicosconsiderados como la confianza, el comportamiento cívico, elgrado de asociacionismo.” (2003).

Trienio adecoNacionalismo desarrollista (1945-1958)

La República del Pacto de PuntoFijo (1958-1998)

La República del Pacto de Punto Fijo,nacionalismo desarrollista, el trienioadeco. (1945-1998)

Los anteriores

Período del Pacto de Punto Fijo(1993-1998)

Período del Pacto de Punto Fijo(1993-1998)

o Dirección de cultura del Ministerio deEducación

o Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes -Inciba-

o Consejo Nacional de la Cultura -Conac-o Instituto de Patrimonio Culturalo Fundación Nacional de Etnomusicología

y Folklore -Fundef-

o Dirección de Cultura del Ministerio deEducación

o Museo de Bellas Arteso Museo de Cienciaso Galería de Arte Nacionalo Museo de Arte Contemporáneo de Caracas

Sofía Imbero Museo de Artes Visuales Alejandro Oteroo Museo de la Estampa y el Diseño Carlos

Cruz Diezo Centro de Estudios Latinoamericanos

Rómulo Gallegos -Celarg-o Instituto Autónomo Biblioteca Nacionalo Cinemateca Nacionalo Monte Ávila Editoreso Biblioteca Ayacuchoo Red de librerías Kuai Mareo La Casa de Belloo Teatro Teresa Carreñoo Casa del Artista

Las anterioreso Fundación del Estado para el Sistema de

Orquestas Juveniles e Infantiles deVenezuela -Fesnojiv-

o Centro Nacional Autónomo deCinematografía

o Centro Nacional del Libro

No hay instituciones creadas expresamentepara promover la capitalización social por la víade la cultura, si bien algunas políticas de lasinstituciones ya mencionadas enunciaban esteobjetivo en sus programaciones educativas.

CUADRO 1. Paradigmas sobre la cultura empleados para el diseño de políticas culturales en Venezuela (selección)

Paradigma Definición Período histórico Instituciones creadas

Fuente: el autor con base en (Delgado-Flores, 2006: 67-73).

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comunica ción54

dos en la Fundación Museos Nacionales,eliminada la autonomía funcional, peroprincipalmente la autonomía intelectualde sus investigadores y curadores; a la ali-neación de las compañías editoras, pro-ductoras cinematográficas o musicalesdel Estado con la maquinaria propagan-dística del Gobierno.

Y el ataque a la tradición se empeña enproducir una desconexión entre el puebloy su memoria histórica, en producir la pér-dida de identidad cultural, para generaridentidades políticas débiles, incapacesde sobreponerse a la hegemonía, de rei-vindicar la modernidad como aspiracióndentro de la formulación del proyecto his-tórico nacional. Cambiar el significado deeventos tradicionales, cambiar la lecturade eventos históricos manipulándola confines propagandísticos es una de sus prác-ticas más comunes.

Reestructurar la administración cultu-ral fue un proceso concebido para centra-lizar la toma de decisiones y para descon-centrar la acción cultural, eso ha contri-buido a la pérdida de organicidad de lasgestiones. Las instituciones han perdidocapital humano, han perdido tradición enla formación y han desnaturalizado lo queantaño fue su razón de ser, cual es la deformar la sensibilidad y la inteligencia delvenezolano.

La administración cultural del Estadodecidió competir con ventaja (presupues-taria y normativa) con las industrias cul-turales, especialmente en los rubros deaudiovisual, libro y medios de comunica-ción. El impacto económico es considera-ble, pero no se traduce en mayor bienes-tar para la población, porque el criterioadministrativo no es emprendedor, sinorentista y asistencialista: esta administra-ción desconoce el valor económico de lacultura por lo que no lo fomenta. Se puedeargüir que los recursos se han destinado aincluir de forma masiva a quienes siemprehabían estado fuera del alcance de la ges-tión pública de la cultura, pero hasta elmomento, el sector cultura no dispone deindicadores confiables que permitan des-cribir –mucho menos medir– el impacto delo realizado, las áreas donde ha habido be-neficio y cuál ha sido este beneficio, másallá del usufructo de la partida 8 del pre-supuesto nacional, la de transferencias aterceros.

Cuadro 2.Venezuela: PIB total y PIB de las actividades relacionadas con la cultura

(estimado en millones de bolívares y porcentaje)

1984 420.072 17.757 4,23 —1985 420.884 17.920 4,26 0,721986 448.285 19.752 4,41 3,491987 464.341 21.630 4,66 5,721988 491.372 23.185 4,72 1,291989 449.262 20.516 4,57 -3,221996 565.506 22.953 4,06 -11,121997 601.534 25.131 4,18 2,931998 600.878 24.072 4,01 -4,111999 39.554.925 1.918.413 4,85 21,062000 41.013.293 1.751.267 4,27 -11,962001 42.405.381 1.624.126 3,83 -10,302002 38.650.110 966.253 2,50 -34,732003 35.667.526 1.882.610 5,28 111,132004 41.847.610 2.351.836 5,62 6,482005 304.086.815 9.886.804 3,25 -42,152006 396.139.775 12.666.666 3,20 -1,652007 489.668.006 16.725.546 3,42 6,822008 673.727.036 22.317.629 3,31 -3,022009 700.676.118 25.055.578 3,58 7,95

PROMEDIO 4,11 2,39

Fuente: el autor (2009).

PIB de las Actividadesrelacionadas con laCultura (Millones de Bs.)

PIB de las Actividadesrelacionadas con laCultura (% del total)

Variación (%)PIB TOTAL

Fuente: BCV / ONAPRE / Estimaciones propias (cursivas).

PIB de las Actividades relacionadas con la Cultura 1984- 2009 (Millones de Bs.)

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55comunica ción

V. A futuro: reinventar la casa del nosotros (a modo de conclusión)

Llegados a este punto, contemplar elduelo entre la tradición de la modernidady el curso seguido por el proceso invita apensar alternativas de superación histó-rica, que lamentablemente, hoy no semiran. La poca institucionalidad cultural–privada o del tercer sector, en su mayo-ría– luce insularizada en su actuación ydesprovista de articulación política frenteal avance hegemónico de la revolucióntransmoderna. Obligada a cohabitar, enocasiones incluso, a colaborar, con lasprácticas gubernamentales, la acción cul-tural parece haber abandonado a la mayo-ría nacional, despolarizada, pero a la vezdesconectada de las claves de su propiaidentidad histórica, tanto como parece es-tarlo de los bandos en conflicto por la su-premacía.

Rehacer nuestra casa común, ¿es estauna tarea para el naciente Frente CulturalJosé Ignacio Cabrujas, surgido ante laopinión pública el 28 de junio de este año,Día Nacional del Teatro y del cierre delAteneo de Caracas en su sede histórica deBellas Artes? Quizás sí esté en su mano

encontrar en medio de los hilos sueltos denuestra trama cultural y social, la secuen-cia que nos permita reinventarnos en un nos-otros de nuevo siglo que ya lleva dos lus-tros sin que apenas nos hayamos dadocuenta.

■ Carlos Delgado-FloresMiembro de la revista Comunicación.Periodista especializado en la fuentecultural. Profesor de la UniversidadCatólica Andrés Bello. Coordinadoracadémico de los prostgrados enComunicación Social de la UCAB.

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Cuadro 3.Venezuela: gasto público en cultura y comunicación social 1990-2009

(en Bs. corrientes y porcentaje)

1990 2.698,001991 5.466,00 102,591992 8.206,00 50,131993 10.865,00 32,401994 12.737,00 17,231995 24.247,00 90,371996 34.712,00 43,161997 91.110,00 162,471998 95.578,00 4,901999 76.554,00 -19,902000 173.506,00 126,652001 142.237,00 -18,022002 102.345,00 -28,052003 384.698,00 275,882004 541.473,00 40,752005 843.526,00 55,782006 775.252,00 -8,092007 980.461,00 26,472008 1.185.670,00 20,932009 1.298.864,00 9,55

Monto (Bs. Corrientes) Variación (%)

Fuente: Blank (2006), Onapre y estimaciones propias (cursivas)

AÑO

Fuente: el autor (2009)

Gasto público en Cultura y Comunicación Social 1990-2009 (variación)

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comunica ción56

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Notas

1 Sobre este particular se remite al estudioDetrás de la pobreza, percepciones, creen-

cias y apreciaciones (Ucab, 2004), el cual,entre otras conclusiones advierte: “Los va-lores y creencias que realmente operan con-tra la modernidad venezolana no tienen quever con nuestra identidad cultural o nuestrastradiciones, que son parte de nuestra heren-cia histórica. Además hay experienciasdonde modernidad y tradición han logradosobrevivir perfectamente. Lo que operacontra la modernidad y la productividadtiene que ver con una experiencia ‘rentistay populista’ de desarrollo, así como con elhábito de la vida colectiva desinstituciona-lizada” (2004:201).

2 “El viceministro de Cultura, José ManuelRodríguez, también presidente del Institutode Patrimonio Cultural, propuso a los di-rectores de las instituciones pertenecientesa la Fundación Museos Nacionales, en unareunión privada, que las colecciones de arteafricano, de arte egipcio y la colección decerámica china sean devueltas a sus sitios deorigen”. (Delgado, M., 2009).

3 Sobre la identificación de el proceso, defi-nido como revolución transmoderna, comofascismo de izquierda ver Delgado-Flores(2009)

www.gumilla.orgVisite nuestra página en internet

BUZONES CORREO ELECTRÓNICO

REDACCION SIC / [email protected]

REDACCION COMUNICACION / [email protected]

UNIDAD DE DOCUMENTACIÓN / [email protected]

ADMINISTRACION / [email protected]

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59comunica ción

Categoría: Legislación

1999

Constituyente y políticas culturalesCarlos Guzmán Cárdenas. 12-25. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 25, 105 (Ene.-Mar.1999) 989

Comunicación, derechos y constituyenteCarlos Eduardo Colina. 28-31. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 25, 106 (Abr.-Jun. 1999) 1004

Narrar la cultura en el proceso constituyente / Marcelino Bisbal;Pasquale Nicodemo. 32-41. En:Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: CentroGumilla. 25, 106 (Abr.-Jun. 1999) 1005

Venezuela y América Latina: comunicación y constituyenteCarlos Correa. 24-29. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 25, 107 (Jul.-Sep. 1999) 1015

2000

Proyecto Ley de TelecomunicacionesFrancisco Tremonti. 28-31. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 26, 109 (Ene.-Mar. 2000) 1034

2002

Ley de Contenidos: retoque punitivoCarlos Correa. 32-37. En:Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: CentroGumilla. 28, 119 (Jul.-Sep. 2002) 979

2003

Los medios y la participación ciudadanaJosé Gregorio Delgado Herrera.24-29. En:Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 29, 122 (Abr.-Jun. 2003) 1010

2005

La libertad de expresión en la reformadel Código PenalCarlos Correa; Yubi Cisneros. 4-15. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 30, 130 (Abr.-Jun. 2005) 1092

Venezuela: una ley punitivaAndrés Cañizález.16-19. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 30, 130 (Abr.-Jun. 2005) 1093

Consideraciones sobre el proyecto de Ley de Derechos de AutorEmilio Píriz Pérez. 20-23. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 30, 130 (Abr.-Jun. 2005) 1094

Normativitis aguda:ahora la contienda es jurídicaSebastián De la Nuez. 24-29. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 30, 130 (Abr.-Jun. 2005) 1095

Libertad de expresión y democracia:relación indisolubleAndrés Cañizález 57-63. En:Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 30, 131 (Jul.-Sep. 2005) 1109

El proceso político bolivarianoen la revista Comunicación(1998-2008)

Desde que en 1999 se inaugurara

el actual proceso con el triunfo de

Hugo Chávez Frías en las urnas,

la intervención de los medios de

difusión en los procesos electorales,

la polarización de los periodistas,

las nuevas políticas comunicaciona-

les, los cambios en la legislación,

el control creciente, el surgimiento

de los nuevos dispositivos comuni-

cacionales, la utilización de los

símbolos patrios y su resemantiza-

ción para efectos políticos, son

otros tantos temas que han ido

tratándose desde diversas perspecti-

vas disciplinarias. Si bien contamos

con los índices anuales de la revista

para la recuperación de los docu-

mentos publicados, que a su vez

pueden buscarse en línea, en el

portal del Centro Gumilla (véase

la biblioteca digital en la dirección:

http://gumilla.org) hemos conside-

rado útil para el seguimiento,

análisis e investigación la clasifica-

ción temática de los mismos, consi-

derando su progresión temporal.

■ Jesús María Aguirre

■ Andrea Quiroz

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comunica ción60

2006

Debates y dilemas en torno a la Ley Federal deTelecomunicaciones en MéxicoTanius Karam. 46-53. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de la comunica-ción. Caracas: Centro Gumilla. 31, 134(Abr.- Jun. 2006) 31479

2007

Una mirada a la niñez y la adolescen-cia en la prensa venezolana: informeespecial de la Agencia Pana 2006Eurídice Vézquez; Agencia Pana. 54-56.En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 32, 137 (Ene.-Mar. 2007) 1170

Dos intentos para una radio televisiónde servicio público en VenezuelaCarlos Delgado-Flores. 12-17. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 32, 139 (Jul.-Sep. 2007) 1183

2008

Ante el proyecto de la Ley Orgánicade Telecomunicaciones, Informática yServicios PostalesVíctor Suárez. 4-12. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 41, 144 (Oct.-Dic. 2008) 1194

Categoría: Libertad de Expresióny Acceso a la información

1998

Derecho a la comunicación y compro-miso ético de los comunicadoresJesús María Aguirre. 31-38. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 24, 101 (Ene.-Mar. 1998)

Libertad de expresión e información(octubre 1996-septiembre 1997)Programa Venezolano de EducaciónAcción en Derechos Humanos, Provea.39-42. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas:Centro Gumilla. 24, 101 (Ene.-Mar. 1998)

Internet: ¿un chance para comunicarnos? / Hans Graf. 12-15. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 24, 102 (Abr.-Jun. 1998)

1999

Libertad de expresión y serviciopúblico de radio y televisiónÁngel E. Álvarez. 4-11. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.25, 105 (Ene.-Mar. 1999) 988

2000

Asunto: libertad de expresiónProvea. 16-19. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 26, 109(Ene.-Mar. 2000) 1031

Información en los tiempos de las nuevas tecnologíasAndrés Cañizález.4-9. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 26, 111 (Jul.-Sep. 2000) 1051

El poder mediáticoIgnacio Ramonet. 24-27. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 27, 113 (Ene.-Mar. 2001) 1072

Derecho a la libertad de expresión e información. Informe Anual octubre 1999-septiembre 2000Provea. 38-45. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 27, 113(Ene.-Mar. 2001) 1075

El problema étnico en la red: informesobre los EE.UU. de NorteaméricaFrancisco Tremonti. 30-35. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.27, 114 (Abr.-Jun. 2001) 1082

La expansión de Internet en América LatinaScott S. Robinson. 22-27. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 27, 115 (Jul.-Sep. 2001) 1090

Trances y apremios para construirciudadanía: repensar la política y la comunicación / Rosa María AlfaroMoreno. 28-35. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 27, 115 (Jul.-Sep. 2001) 1091

Acceso, libertad y debate en el derecho a la comunicaciónCarlos Correa. 50-61. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 27, 116(Oct.-Dic. 2001) 1104

2002

La agenda sobre libertad de expresiónMarcelino Bisbal. 54-61. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 28, 117 (Ene.-Mar. 2002) 1112

Derecho a la libertad de expresión e información / Provea. 62-69. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 28, 117 (Ene.-Mar. 2002) 1113

Meses de conflictividad en el 2002Andrés Cañizález. 16-21. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 28, 119(Abr.-Jun. 2002) 1128

Desenredando los nudos del silencioJavier Barrios; Belkis Urdaneta J.26-31. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas:Centro Gumilla. 28, 119 (Jul.-Sep. 2002)1130

Locus solus: Juan David García BaccaDavid De los Reyes. 64-71. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 28, 119 (Jul.-Sep. 2002) 1136

2003

La libertad de informaciónHéctor Faúndez Ledesma. 52-59. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 29, 122 (Abr.-Jun. 2003) 1014

Page 63: CENTRO GUMILLA comunicaciónJosé Ignacio Rey José Martínez-de-Toda ... necesidades, para nosotros, de esta producción editorial. El aumento en el campo de acción de estas prácticas

61comunica ción

2004

Derecho a la libertad de expresión e informaciónPrograma Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos. 42-51.En: Comunicación Estudios venezola-nos de comunicación. Caracas: CentroGumilla. 29, 125 (Ene.-Mar. 2004) 1045

Dinámicas de percepciones sobreprácticas de comunicación y salud:Los jóvenes y las significacionesLuz Neira Parra. 44-53. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 29, 126 (Abr.-Jun. 2004) 1054

2005

Innovación, libertad y poder en la erade la informaciónManuel Castells. 32-37. En:Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas:Centro Gumilla. 30, 129 (Ene.-Mar. 2005) 1085

Derecho a la libertad de expresión e información: informe Provea octubre 2003 - septiembre 2004Provea. 96-108. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 30, 129 (Ene.-Mar. 2005) 1091

La libertad de expresión en la reforma del Código PenalCarlos Correa; Yubi Cisneros. 4-15. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 30, 130 (Abr.-Jun. 2005) 1092

Un debate con rasgado de vestiduras.El gremio en haraposCarlos Delgado Flores. 100-105. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.30, 130 (Abr.-Jun. 2005) 1103

Libertad de expresión y democracia: relación indisolubleAndrés Cañizález. 57-63. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.30, 131 (Jul.-Sep. 2005) 1109

2006

Modestos logros y mucha incertidumbre en La Cumbrede TúnezSally Burch. 27-29. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 31, 133 (Ene.-Mar. 2006) 31465

Situación de la libertad de expresión e información: octubre 2004-septiembre 2006Provea. 48-57. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 31, 133(Ene.- Mar. 2006) 31469

La rebelión de los medios contra lacensura previa: la revolución reanimaun dinosaurio doctrinarioPablo Antillano. 58-64. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.31, 133 (Ene.- Mar. 2006) 31470

La libertad de expresión en el paradigma de las nuevas tecnologías y la sociedad de la informaciónCarlos Pérez Ariza. 66-73. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.31, 133 (Ene.- Mar. 2006) 31471

Desde la comunicación y la cultura:nueve señales para pensar hoy la libertadMaría Elena Ramos. 32-38. En:Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 31, 134 (Abr.- Jun. 2006) 31477

2007

Informe de Provea 2006: derecho a lalibertad de expresión e informaciónProvea. 58-67. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 32, 137 (Ene.-Mar. 2007) 1171

La perspectiva comunitaria deMaracaibo desde el enfoque de la comunicación ciudadanaOrlando Villalobos Finol. 68-77. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 32, 137 (Ene.-Mar. 2007) 1172

Gubernamental TVESGustavo Hernández Díaz. 26-30. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.32, 139 (Jul.-Sep. 2007) 1185

Noticias confiscadas: cómo la censuray autocensura en Venezuela impidenque el público conozca lo que tiene derecho a saberInstituto de Prensa y SociedadVenezolana. 32-41. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 32, 139(Jul.-Sep. 2007) 1186

2008

Informe Provea 2006-2007: derecho ala libertad de expresión e informaciónProvea. 62-69. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 41, 141 (Ene-Mar. 2008) 1171

De la nueva política comunicacional a la desmesura del poderMarcelino Bisbal. 70-79. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.41, 141 (Ene-Mar. 2008) 1172

Categoría: Medios Comunitarios

1999

Medios de comunicación comunitariosCecilia Krohling Peruzzo. 42-47. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 25, 106 (Abr.-Jun. 1999) 1006

2002

Hacia una agenda social en comunicación / Osvaldo León. 18-23. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas:Centro Gumilla. 28, 118 (Abr.-Jun. 2002) 1119

¿A qué se puede llamar hoy televisiónpública?Jesús Martín Barbero. 34-39.En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 28, 120 (Oct.-Dic. 2002) 1143

Page 64: CENTRO GUMILLA comunicaciónJosé Ignacio Rey José Martínez-de-Toda ... necesidades, para nosotros, de esta producción editorial. El aumento en el campo de acción de estas prácticas

comunica ción62

2003

Los medios y la participación ciudadanaJosé Gregorio Delgado Herrera. 24-29.En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 29, 122 (Abr.-Jun. 2003) 1010

2004

La raya en la retina: medios y vidapública venezolanaNelson Rivera. 36-41. En:Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 29, 125 (Ene.-Mar. 2004) 1044

Culturas populares y comunicaciónparticipativaRosa María Alfaro Moreno. 12-19.En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 29, 126 (Abr.-Jun. 2004) 1049

2005

La participación ciudadana del venezolano en InternetLiliana González Urdaneta. 22-31. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.30, 129 (Ene.-Mar. 2005) 1084

2006

Politización y espacios de poder: la transfiguración del Estado y la comunicaciónHéctor Bujanda. 4-9. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de la comunica-ción. Caracas: Centro Gumilla. 31, 134 (Abr.- Jun. 2006) 31473

2007

Medios comunitarios: el reto de formar(se) para la inclusiónRaisa Urribarrí. 48-53. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.32, 137 (Ene.-Mar. 2007) 1169

La perspectiva comunitaria deMaracaibo desde el enfoque de la comunicación ciudadana

Orlando Villalobos Finol 68-77. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.32, 137 (Ene.-Mar. 2007) 1172

2008

Experiencias de intermediación radial en Carabobo: Manantial 92.7 y Punto Sur 97.5 FMLiliana Lozano; Edith Fuentes. 22-28.En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 41, 144 (Oct.-Dic. 2008) 1196

Líneas gubernamentales en medios alternativos y comunitariosJosé Fernando Benítez M. 74-83. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.41, 144 (Oct.-Dic. 2008) 1202

El gremio que vino del fríoCarlos Delgado-Flores. 52-56. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.41, 144 (Oct.-Dic. 2008) 1203

Categoría:Medios gubernamentales

1999

Tendencias y perspectivas de la televisión en VenezuelaGustavo Hernández Díaz. 30-39. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.25, 107 (Jul.-Sep. 1999)

2002

Meses de conflictividad en el 2002Andrés Cañizález. 16-21. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 28, 119 (Abr.-Jun. 2002) 1128

¿A qué se puede llamar hoy televisión pública?Jesús Martín Barbero. 34-39. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 28, 120 (Oct.-Dic. 2002) 1143

2005

De la batalla mediática a la guerraideológicaAlejandro Botía. 30-35. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas:Centro Gumilla. 30, 130 (Abr.-Jun.2005) 1096

2006

Las otras verdades de VenezuelaGermán Rey. 42-47. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de la comunica-ción. Caracas: Centro Gumilla. 31, 133(Ene.- Mar. 2006) 31468

Politización y espacios de poder: la transfiguración del Estado y la comunicaciónHéctor Bujanda. 4-9. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de la comunica-ción. Caracas: Centro Gumilla. 31, 134 (Abr.- Jun. 2006) 3173

La gestión comunicacional en la administración Chávez: de la domina-ción mediática al control estatalCarlos Delgado-Flores. 10-14. En: Comunicación Estudios venezolanos de la comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 31, 134 (Abr.- Jun. 2006) 31474

2007

Dos intentos para una radio televisiónde servicio público en VenezuelaCarlos Delgado-Flores. 12-17. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.32, 139 (Jul.-Sep. 2007) 1183

Ser y parecer: para que tengamos auténticos medios públicosRaúl Trejo Delarbe. 18-24. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.32, 139 (Jul.-Sep. 2007) 1184

Gubernamental TVESGustavo Hernández Díaz. 26-30. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.32, 139 (Jul.-Sep. 2007) 1185

Page 65: CENTRO GUMILLA comunicaciónJosé Ignacio Rey José Martínez-de-Toda ... necesidades, para nosotros, de esta producción editorial. El aumento en el campo de acción de estas prácticas

63comunica ción

2008

Notas sobre la propaganda chavistaIván Abreu Sojo. 80-93. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.41, 141 (Ene-Mar. 2008)

Luces, Cámara, revolución: el séptimo arte venezolano en tiemposde cambios / Andreina Guenni Bravo.65-73. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas:Centro Gumilla. 41, 143 (Jul.-Sept.2008)

Líneas gubernamentales en medios alternativos y comunitariosJosé Fernando Benítez M. 74-83. En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 41, 144 (Oct.-Dic. 2008)

Categoría: Medios privados

1999

Tendencias y perspectivas de la televisión en VenezuelaGustavo Hernández Díaz. 30-39. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.25, 107 (Jul.-Sep. 1999)

2008

De la nueva política comunicacional a la desmesura del poderMarcelino Bisbal. 70-79. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.41, 141 (Ene-Mar. 2008)

Notas sobre la propaganda chavistaIván Abreu Sojo. 80-93. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.41, 141 (Ene-Mar. 2008)

Categoría: Polarización y propaganda

1998

Comunicación política (reflexiones inoportunas) / David De los Reyes.

54-60. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas:Centro Gumilla. 24, 101 (Ene.-Mar.1998)

De cómo ser asesor electoral y no morir en el intentoAndrés Cañizález. 87-91. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.24, 102 (Abr.-Jun. 1998)

2001

El poder mediáticoIgnacio Ramonet. 24-27. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.27, 113 (Ene.-Mar. 2001) 1072

2002

La expresión publicitaria de un acontecimiento políticoAgrivalca R. Canelón S.; Narsa SilvaVillanueva. 82-95. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 28, 119 (Jul.-Sep. 2002) 1138

2003

TV propaganda en el paro nacional:¿quo vadis?Iván Abreu Sojo. 90-105. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 29, 124 (Oct.-Dic. 2003) 1038

2004

Apuntes sobre medios y periodistas en una sociedad polarizadaAndrés Cañizález. 14-18. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.29, 127 (Jul.-Set. 2004) 1059

Mercadeo bajo el SI/NO de un paísAgrivalca R. Canelón S.; Narsa Silva.109-114. En: Comunicación Estudiosvenezolanos de comunicación. Caracas:Centro Gumilla. 29, 128 (Oct.-Dic.2004) 1078

2005

La marca-país VenezuelaAgrivalca R. Canelón S. 8-16. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.30, 129 (Ene.-Mar. 2005) 1082

La polarización política como conflicto cultural ¿De la partidocraciaal neoautoritarismo popular?Tulio Hernández. 88-101. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas:Centro Gumilla. 30, 132 (Oct.-Dic.2005) 1127

2006

Politización y espacios de poder: la transfiguración del Estado y la comunicación / Héctor Bujanda. 4-9. En: Comunicación Estudios venezolanos de la comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 31, 134 (Abr.- Jun. 2006) 31473

La gestión comunicacional en la administración Chávez: de la domina-ción mediática al control estatalCarlos Delgado-Flores. 10-14. En:Comunicación Estudios venezolanos dela comunicación. Caracas: CentroGumilla. 31, 134 (Abr.- Jun. 2006)31474

Hegemonía gubernamental y comunicacional en VenezuelaGustavo Hernández Díaz. 22-30. En:Comunicación Estudios venezolanos dela comunicación. Caracas: Centro Gumi-lla. 31, 134 (Abr.- Jun. 2006) 31476

2007

Ser y parecer: para que tengamos auténticos medios públicosRaúl Trejo Delarbe. 18-24. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.32, 139 (Jul.-Sep. 2007) 1184

2008

Sobredosis de propagandaJosé Quero. 12-17. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 41, 141 (Ene-Mar. 2008)

Page 66: CENTRO GUMILLA comunicaciónJosé Ignacio Rey José Martínez-de-Toda ... necesidades, para nosotros, de esta producción editorial. El aumento en el campo de acción de estas prácticas

comunica ción64

Notas sobre la propaganda chavistaIván Abreu Sojo. 80-93. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.41, 141 (Ene-Mar. 2008)

La función política de la televisiónValerio Fuenzalida. 30-38. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.41, 143 (Jul.-Sept. 2008)

Categoría: Políticas deComunicación y Cultura

1998

Un fantasma llamado PolíticaCulturalMilagros Santana Jiménez. 84-87. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.24, 104 (Oct.-Dic. 1998)

1999

Constituyente y políticas culturalesCarlos Guzmán Cárdenas. 12-25. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas:Centro Gumilla. 25, 105 (Ene.-Mar.1999) 989

La otra cara del financiamiento culturalAbdel Güerere. 26-29. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 25, 105 (Ene.-Mar. 1999) 990

Arte, cultura, valores y resistencia vitalMaría Elena Ramos. 30-37. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas:Centro Gumilla. 25, 105 (Ene.-Mar.1999) 991

2000

Modelos sobre estrategias de comunicación electoralAntonio Velasco Castro. 64-71. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.26, 109 (Ene.-Mar. 2000) 1040

La cultura recuperará al país (perdido)Carlos Delgado-Flores. 32-37. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.26, 110 (Abr.-Jun. 2000) 1046

2001

Otro mundo es posibleJosé Ignacio Rey. 4-9. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.27, 116 (Oct.-Dic. 2001) 1097

Políticas, cultura y comunicación:¿una relación actual y necesaria?Marcelino Bisbal. 10-15. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.27, 116 (Oct.-Dic. 2001) 1098

Venezuela: política, Estado y comunicaciónEquipo Comunicación. 16-23. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.27, 116 (Oct.-Dic. 2001) 1099

La cultura como servicio municipalMoraima Guanipa. 24-29.En: Comunicación Estudios venezolanosde comunicación. Caracas: CentroGumilla. 27, 116 (Oct.-Dic. 2001) 1091

2002

Gestión para una Venezuela diferenteLuis Vezga Godoy. 46-51. En: Comunicación Estudios ve-nezolanos de comunicación. Caracas:Centro Gumilla. 28, 119 (Jul.-Sep. 2002)1133

Aportes para una agenda de investigación de la televisión venezolana / Equipo de Comunicación.18-27. En: Comunicación Estudiosvenezolanos de comunicación. Caracas:Centro Gumilla. 28, 120 (Oct.-Dic.2002) 1141

2003

La política informativa del gobiernode Hugo Chávez / Mirelis Morales;Javier Pereira. 52-63. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.29, 121 (Ene.-Mar. 2003) 1005

Mercado del libro: a la espera de una política de EstadoCarlos Delgado- Flores. 16-21. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.29, 123 (Jul.-Sep. 2003) 1020

2006

Politización y espacios de poder: la transfiguración del Estado y la comunicaciónHéctor Bujanda. 4-9. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 31, 134 (Abr.- Jun. 2006) 31473

La gestión comunicacional en la administración Chávez: de la domina-ción mediática al control estatalCarlos Delgado-Flores. 10-14. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.31, 134 (Abr.- Jun. 2006) 31474

Las cadenas oficiales 1999-2005: ¿censura o información?Carlos Correa. 16-21. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 31, 134 (Abr.- Jun. 2006) 31475

Hegemonía gubernamental y comunicacional en VenezuelaGustavo Hernández Díaz. 22-30. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.31, 134 (Abr.- Jun. 2006) 31476

Las agendas temáticas de Aló Presidente y El NacionalAdriana García. 74-86. En:Comunicación Estudios venezolanosde la comunicación. Caracas: CentroGumilla. 31, 134 (Abr.- Jun. 2006)31482

2007Cultura y totalitarismo: afirmacióno negación de la personaMaría Elena Ramos. 5-10. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.32, 138 (Abr.-Jun. 2007) 1174

Comunicación y cultura: encuentros y desencuentrosNestor García Canclini. 12-16. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.32, 138 (Abr.-Jun. 2007) 1175

Page 67: CENTRO GUMILLA comunicaciónJosé Ignacio Rey José Martínez-de-Toda ... necesidades, para nosotros, de esta producción editorial. El aumento en el campo de acción de estas prácticas

65comunica ción

2008

De la nueva política comunicacional a la desmesura del poderMarcelino Bisbal. 70-79. En:Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: CentroGumilla.- 41, 141 (Ene-Mar. 2008)

El gremio que vino del fríoCarlos Delgado-Flores. 52-56. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.41, 144 (Oct.-Dic. 2008)

Categoría: Simbolismo y estética

1998

Análisis del discurso político de HugoChávez Frías. Gesta de un MesíasIria Puyosa. 73-77. En: ComunicaciónEstudios venezolanos de comunicación.Caracas: Centro Gumilla. 24, 104 (Oct.-Dic. 1998)

2002

Un encuentro por la estética y el arteDavid De los Reyes. 34-43. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas:Centro Gumilla. 28, 117 (Ene.-Mar.2002) 1110

Crónicas desde lo visible,lo simbólico y lo políticoLucía Azuaje. 4-15. En: Comunicación Estudios venezolanos de comunicación. Caracas: Centro Gumilla. 28, 119 (Abr.-Jun. 2002) 1127

2008

Resimbolizar el chavismo religiosoHonegger Molina García. 17-24. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.41, 141 (Ene-Mar. 2008)

Estado socialista con marca bolivarianaAgrivalca R. Canelón S. 26-35. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.41, 141 (Ene-Mar. 2008)

Sobre estética chavistaDavid De los Reyes. 66-79. En:Comunicación Estudios venezolanos decomunicación. Caracas: Centro Gumilla.41, 142 (Abr.-Jun. 2008)

■ Jesús María Aguirre Miembro del equipo de redacción de la revista Comunicación. Profesorde pregrado en la Escuela deComunicación Social de la UCAB ydel Postgrado en Comunicación Socialde la misma Universidad.

■ Andrea QuirozEstudiante de Comunicación Social de la UCAB, en la mención de Audiovisual.

Esquina de La Luneta, Edif. Centro Valores, P.B. Apartado 4838. Telfs.: 564.9803564.5871. Fax: 564.7557.Caracas 1010-A. Venezuela.

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Estudioscomunica ción66

■ Jorge Millán

■ Gabriel Reyes

Algunas veces debemos explorar el mundo interno de los ciudadanos para establecer lasprioridades en algunos asuntos. En términosde cultura política, existen mitos que dibujanun país como “democrático”, principalmente

basado en su conducta política: votaciones y participación en partidos y otras

organizaciones. ¿Es el pueblo venezolanorealmente demócrata? ¿Cuáles son las

variables que intervienen en este aspecto?Pobreza, nivel educativo, participación política, género, ingreso familiar. Este

trabajo pretende encontrar la respuesta a esta compleja pregunta.

Sometimes, we have to explode the internalworld of the citizens in order to establish the priorities in some matters. In terms of

political culture, there are some myths thatdraw a country as a “democratic” one,

mainly based in the political behavior: votingand participating in parties or other

organizations. Are Venezuelans a democratic people? What variables concern in this

aspect? Poverty, education level, politicalparticipation, gender, familiar income.

This paper intends to find the answers of thiscomplex question.

La democracia en Venezuela

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Introducción

Cuando se revisa la teoría de la democra-cia se debe tener presente que debido aldesarrollo histórico de ésta, las distintasperspectivas concomitantes con el difícildilema que se le presenta a la teoría polí-tica entre libertad e igualdad y los distin-tos desarrollos empíricos que conformanlas democracias modernas, no es plausi-ble concebir una teoría de la democracia,por esto es nuestra intención presentar uncuerpo teórico que aunque no único per-mita desde nuestra óptica evaluar cual esla actitud del venezolano hacia la demo-cracia de acuerdo con su nivel socioeco-nómico. En el presente trabajo se intentarádemostrar que los niveles socioeconómi-cos tienen incidencia en la actitud de laspersonas hacia este sistema, en donde unmejor nivel socio económico conduciráhacia una mejor actitud hacia la democra-cia.

Es necesario revisar los mitos quesobre la democracia y el venezolano sehan tejido en los últimos años. La partici-pación política y las variables sociode-mográficas influyen en la percepción queel ciudadano dibuja en torno al sistemapolítico venezolano, en la medida en lacual la definición de democracia es consi-derada pertinente para cada sector de lapoblación.

Entonces, ¿los pobres ven a la demo-cracia en una forma diferente? ¿Las mu-jeres perciben la democracia como algodiferente a los hombres? ¿Son los jóveneslos encargados de rescatar los valores de-mocráticos que hoy las personas mayoresreconocen perdidos?

Muchos teóricos en los últimos tiem-pos se han dedicado a investigar sobreesta materia, y el alcance de este trabajono se perfila como la continuación de nin-guno de ellos. Buscamos mediante el aná-lisis cuantitativo, y apoyados en los resul-tados del estudio de LUZ-Redpol del año2006, definir variables operativas queilustren la actitud del venezolano frente ala democracia.

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¿Apoyo difuso?

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A tal efecto, como investigadores ope-racionalizamos el constructo de apoyo ala democracia como un índice cualitativoque recoge aspectos fundamentales delpensamiento político del venezolano del2006 y lo exponemos como herramientade entendimiento práctico para analizareste fenómeno político y quizás desmitifi-car la percepción del venezolano sobre lamateria. Obtenido este indicador, estadís-ticamente robusto, hemos realizado algu-nas inferencias con variables sociodemo-gráficas que nos permitan definir con cla-ridad los patrones de cultura política delvenezolano.

1. Marco Teórico

1.1 Democracia

Perspectivas históricas de la democracia

La democracia tiene en su acervo tresperspectivas históricas de la teoría polí-tica que tienen influjo sobre ella: la clásica,la teoría medieval y la teoría moderna¹. Enla teoría clásica, la democracia tiene susorígenes en los planteamientos de Platóny de Aristóteles en donde el primero tieneuna idea de ésta como el “gobierno del nú-mero”² y “gobierno de la multitud”³ y elsegundo la clasifica como el gobierno delos ciudadanos (la restricción se remite aque no todo individuo tiene los derechosde la ciudadanía). La teoría medieval sepuede sintetizar como el reconocimientode la soberanía popular en donde el poderde los gobernantes emana del pueblo y esrepresentativo; el príncipe delega su poderde arriba hacia abajo. La teoría modernatiene sus bases en el Estado moderno endonde se contraponen dos sistemas de go-bierno, la monarquía y la república.

Al revisar el desarrollo del pensa-miento político podemos señalar distintoscomponentes que con el devenir históricohan conformado la democracia contem-poránea, los cuales se pueden observar enla siguiente relación:

Liberalismo, socialismo y democraciaEn el liberalismo como en el socia-

lismo la democracia ha representado unelemento significativo. En el liberalismose concibe la democracia como la exis-tencia de derechos que permitan la parti-cipación política y garanticen la autono-mía y el ejercicio de la voluntad indivi-dual. Para liberales como Constant, Toc-queville y Stuart Mill entre otros, la de-

mocracia asociada con la libertad de losmodernos, requiere de la existencia de li-bertades individuales como libertad deexpresión, libertad de reunión y de aso-ciación para la participación política, esrepresentativa, requiere de sufragio uni-versal, división del poder del Estado paralimitar su poder frente al individuo, órga-nos integrados por personas electas porlos ciudadanos que eligen a sus represen-tantes y que tienen el derecho a ser esco-gidos.

Para el socialismo la democracia “re-presenta un elemento integrante y necesa-rio, pero no constitutivo”⁴, y la relación sepuede observar en la apelación de todos susteóricos a las bases populares para lograrla transformación de la sociedad; ahorabien, para el socialismo la cuestión nosólo es política sino económica y socialpor lo que la democracia no es constitu-tiva y el sufragio universal constituye elpunto de partida de la democratizaciónque critica la democracia representativa, ypropugna por la democracia directa, laparticipación popular y “el control delpoder desde lo bajo, se extiende de los ór-ganos de decisión política a los de deci-sión económica”⁵. Ahora bien, mientrasen la forma representativa existen institu-ciones diferenciadas en poder legislativoy poder ejecutivo, en la forma socialista unsolo órgano ejerce las dos funciones; asi-

mismo en el liberalismo, la burocracia,magistratura y fuerzas armadas se exclu-yen del ejercicio del sufragio en tanto queel socialismo en su ideal de la comunaexige el ejercicio del sufragio a todas lasinstituciones del Estado.

Según Bobbio los teóricos socialistasconsideran que en las sociedades moder-nas el poder se ha trasladado del ámbitopolítico a las grandes empresas, por locual los ciudadanos no logran el ejerciciode la soberanía popular desde las institu-ciones políticas propias del liberalismo, yno logran erradicar el abuso del poder quepermita la emergencia de una democraciareal. Así pues, la tarea es el control delpoder económico que se hace tangible enlas empresas, en donde los trabajadoresdeben ser los protagonistas de esta demo-cracia económica. El dilema que se lepresenta a la democracia es que si bien escierto que el poder de los centros que con-trolan la economía es un factor que impidela plena realización del ideal democrático,no es menos cierto que en las sociedadesde masas donde la democracia directa noes plausible en la actualidad, el control dela economía pasa de la égida del mercadoa la de representantes populares que colo-nizan tanto el poder económico como elpoder político, como se ha visto en los in-tentos de instauración de un régimen so-cialista como el ocurrido en Rusia a partirde 1917.

Democracia formalLa democracia se comprende como

unas determinadas instituciones políticaspara concebir el gobierno y las normaspara las decisiones políticas. Y aunque al-gunos consideran que no se le puede ca-racterizar como una ideología, no sepuede dejar de considerar que en la de-mocracia está presente un cuerpo de valo-res que indican como ideal democrático lasolución pacifica de los conflictos socia-les, la erradicación de la violencia institu-cional, la alternancia en el ejercicio delpoder, la tolerancia, la reciprocidad y elpluralismo, entre otros.

Al intentar hacer una definición mí-nima de la democracia, podemos conside-rar como tal “un conjunto de reglas pro-cesales para la toma de decisiones colec-tivas en el que está prevista y propicia lamás amplia participación posible de losinteresados”⁶. Para que la democracia sehaga presente, debe garantizarse el libre de-bate para procurar la formación de mayo-rías frente a las distintas elecciones quedebe tomar la sociedad, lo cual deja claroque las posturas autoritarias que impiden

Según Bobbio los teóricos socialistasconsideran que en las sociedades

modernas el poder se ha trasladadodel ámbito político a las grandes

empresas, por lo cual los ciudadanosno logran el ejercicio de la soberanía

popular desde las instituciones políticas propias del liberalismo, y nologran erradicar el abuso del poderque permita la emergencia de una

democracia real

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la expresión y canalización de las deman-das de sectores de la población, están re-ñidos con la democracia. Debe tenersecuidado de no confundir las herramientasque el régimen democrático coloca a ladisposición de los ciudadanos en tantoque instrumentos, como los referendos,que más que una institución para lograracuerdos, se constituyen en una opciónpara dirimir problemas.

La conformación de un régimen demo-crático requiere del reconocimiento delimperio de la ley, el ejercicio del gobiernoen el espacio de lo público y que tanto laslibertades como las leyes tengan un origendemocrático. Asimismo, éste se funda-menta en la regla de la mayoría, emperoesta regla fundamental se aplica para diri-mir los conflictos más que para alcanzaracuerdos, por lo cual para la democracialo óptimo es la búsqueda del consenso yla unanimidad que significa la mayor ma-yoría posible en una sociedad. Al configurarelementos como la tolerancia a la diferen-cia y a la disidencia, pluralismo y respetoentre los adversarios políticos, la demo-cracia rompe la lógica amigo-enemigoque caracteriza al Estado y a la política enlas concepciones totalitarias descritas porCarl Schmitt⁷, pues el adversario ya no esun enemigo.

En conclusión la democracia formaldesde una óptica procedimental debe con-tar con un órgano político a quien competela función legislativa y cuyos miembrosdeben ser electos por el pueblo, órganosejecutivos nacionales, estatales y/o muni-cipales elegidos por los ciudadanos. Loselectores deben ser ciudadanos que al al-canzar la mayoría de edad no exista dis-tingo de raza, sexo, religión, condiciónsocial, al igual que cada hombre debe con-tar por un voto como propugnaba el abateSieyes, y estos deben tener libertad paraejercerlo de acuerdo con su libre opinión,la cual debe formarse garantizando la au-tonomía individual, en elecciones libresque igualmente permitan la libre compe-tencia de los grupos políticos en la contiendaelectoral, y donde los ciudadanos tenganalternativas reales de escogencia.

Premisas de la democraciaLas distintas posturas que existen al

momento de definir la democracia exigenque se plantee un conjunto de criterios quenos permitan indicar la presencia o no deésta. Se debe determinar cuales son loscriterios válidos para que se pueda clasi-ficar un orden político como un régimendemocrático.

Desde esta perspectiva, podemos aco-gernos a las cinco premisas que RobertDahl presenta en La democracia y sus crí-ticos que son: la participación efectiva,igualdad de voto en las decisiones finales,comprensión esclarecida, control del pro-grama de acción y el derecho a la ciuda-danía. La participación efectiva se refierea la existencia de oportunidades apropia-das y equitativas para que los ciudadanospuedan expresar sus pareceres e inclina-ciones en las soluciones finales, asimismocomo la posibilidad de incluir temas en laagenda pública.

La segunda premisa indica que en laetapa decisoria de los asuntos públicosque se resuelven colectivamente, es me-nester que todos los ciudadanos tenganiguales oportunidades para presentar op-ciones, y estas deben ser consideradas deforma similar a las otras alternativas pre-sentes. Cuando se requiere la toma de de-cisión sólo se consideran esas opciones, ylos ciudadanos cuentan cada uno por igualque los otros, es decir, la igualdad del votode todos los ciudadanos para determinarla solución final.

La tercera premisa que hemos denomi-nado comprensión esclarecida o lúcida,persigue garantizar que los ciudadanostengan el tiempo y la misma oportunidadde explorar, analizar y corroborar la se-lección de los asuntos que deben ser pre-

sentados en la agenda pública para su dis-cusión, de acuerdo con las prioridades queestablezcan los intereses de los ciudada-nos. Es obvio, que el conocimiento delciudadano contribuye con la adopción demejores decisiones y esto se alcanza conla educación y el debate público.

La cuarta premisa, el control del pro-grama de acción, tiene por objeto evitarque la democracia sea tutelada, puestoque es plausible que el programa de acciónsea restringido y se excluya a la colectivi-dad de la decisión de determinados asun-tos sin su consentimiento. Por ende, debegarantizarse que sea el demos quien or-dene los asuntos que deben ser resueltosmediante el proceso democrático en elprograma de acción.

La quinta y última premisa nos trasladaal debate acerca de quienes tienen el de-recho a ser considerados como ciudada-nos. Esta discusión es vista desde el crite-rio de inclusividad que otorga el derechode ciudadanía a quienes están sujetos a lasdecisiones colectivas obligatorias, y el deidoneidad que demanda la capacidad degobernar del individuo para poder ser ha-bilitado como ciudadano. Para resolvereste dilema Dahl propone el siguienteprincipio categórico: “A todo adulto queestá sometido a un gobierno y a sus leyesdebe considerársele para ser miembro deldemos y dotado del derecho irrestricto aserlo”⁸. Adicionalmente, al requerimientode mayoría de edad para ser partícipe dela ciudadanía, la inclusividad puede per-mitir la exclusión de los “residentes tran-sitorios en el país” y las personas que sedemuestre tengan deficiencias mentales.

La democracia desde la perspectiva de la cultura políticaComo es sabido, la cultura pretende re-

flexionar y analizar las creencias, ideas,normas y tradiciones que configuran lavida política en determinadas socieda-des9. En el presente trabajo se considera laactitud de los ciudadanos hacia la demo-cracia, y cómo las variables socioeconó-micas la impactan, por lo que se evalúanel conjunto de actitudes y creencias que losmiembros de determinadas unidades so-ciales comparten.

Desde las perspectivas afectivas, cog-noscitiva y evaluativa, la democraciapuede ser estudiada considerando las ins-tituciones democráticas y las demandaspresentes en la sociedad, la evaluación delas instituciones que toman las decisionescolectivas, la relación entre individuo ysistema democrático y el sistema políticointegralmente. Es menester tener presente

La participación efectiva se refiere a la existencia de oportunidades

apropiadas y equitativas para quelos ciudadanos puedan expresar

sus pareceres e inclinaciones en lassoluciones finales, asimismo comola posibilidad de incluir temas en

la agenda pública.

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que la cultura política aneja a la democra-cia es la participación, la cual sugiere unaactitud activa del individuo y es posible suestudio a partir de la adhesión, apatía yenajenación con respecto a las estructuraspolíticas. Asimismo, los aspectos afectivospueden considerarse evaluando los juiciosde los ciudadanos del sistema, su hostili-dad o su indiferencia con el mismo.Marcos Roitman señala, en un reciente es-crito, lo que debe ser la democracia:

“La democracia es válida cuando políti-ca, social, económica y culturalmenteda respuesta a las grandes demandas ysoluciona los problemas endémicos queen la región son: la pobreza, la oligar-quización efectiva del poder, la concen-tración económica, la salud, la vivienday la educación”.¹⁰

1.2 Género y democraciaAlgunos líderes con pretensión regio-

nal pretenden desconocer que: “La mun-dialización se torna mediación indispen-sable, para todo planteamiento realista”.¹¹Así que analizar el problema de la demo-cracia y el género desde una óptica mera-mente nacional parece irreverente meto-dológica y teóricamente, ya que éste es unproblema que nos obliga “pasar a pensary sentir el mundo a escala de mundo”¹².Esto no representa otra cosa que de formadeductiva entender, que buscar entenderlo nacional no es útil, en este caso, comofórmula de interpretación o de análisis sincontemplar primero el panorama mun-dial.

El dilema existente entre el género y lademocracia es un problema de orden glo-bal, ya que está aprendida la leccióndonde ya no se puede concebir el desarro-llo de un país, e inductivamente del mun-do, sin desarrollar un consenso sobre laimportancia de una mayor participaciónde hombres y mujeres, en igualdad de de-rechos en todos los ámbitos de la vida.Dicho de otra forma, asegurar que tanto lasmujeres como los hombres accedan a ser-vicios sociales y a posiciones de decisión,ejerciendo derechos de equidad en uncontexto desprovisto de limitaciones pro-pias al género. Sin embargo, el empobre-cimiento acentúa las desigualdades entrelos ciudadanos de ambos géneros perohace más patentes las desigualdades quese dan en todas las sociedades contra lamujer, por cuestión de prejuicios, negán-dole la igualdad de oportunidades en suacceso a la educación, el empleo, la pro-piedad de activos y la toma de decisiones.

En Venezuela, un país de niños y mu-jeres, estas últimas todavía sufren de mar-

ginación económica y social, a pesar delos avances en el área educativa y los es-fuerzos legislativos regionales y naciona-les para lograr la equidad. La mujer vene-zolana es pieza fundamental en el desa-rrollo social y político del país, toda vezque en un altísimo porcentaje ocupa la po-sición de jefe de familia, en los sectoresmás pobres.

Culturalmente existe la creencia de queVenezuela es un matriarcado muy parti-cular, ya que las mismas mujeres abando-nadas y castigadas por una sociedad in-justa, promueven antivalores de ma-chismo a sus hijos, lo que constituye unpatrón de segregación generacional hastaahora indetenible. Ahora bien, si la socie-dad es tan injusta en el trato a la mujer,¿cómo varía la actitud frente a la demo-cracia de uno y otro género?

1.3 Educación y democracia“La educación es un intento de lasociedad de fabricar hombres capacesde vivir en ella. Los ciudadanos demo-cráticos no nacen como los hongos o loscardos, así, sin más, libremente, sinoque son una empresa de la propia demo-cracia. Ya los gringos habían establecidouna vinculación entre democracia ypaideia. Para ellos, la principal tarea dela democracia era crear ciudadanoscapaces de ser democráticos. Las socie-

dades democráticas educan en defensapropia. La universidad democráticapersigue que esos valores no estén cir-cunscritos a una sola sociedad. Ya somos6.000 millones de habitantes y la mayoríade los grandes problemas, como laconservación de la naturaleza, la luchacontra el hambre y la violencia, nopueden ser afrontados de manera tribal,sino globalmente. Lo cual exige ciuda-danos que miren por encima de la barbade su corral y entiendan que nuestrasnecesidades son comunes; que las cosasque unen a los seres humanos son másque las que nos separan y que somosmás parecidos de lo que nuestras culturaspretenden hacer entender. Cómo conse-guir esto? Educando. De lo contrario,solo cuatro o cinco llegarán a tan subli-mes conclusiones, lanzarán gritos dealarma y el resto no comprenderá.¹³

Las relaciones entre la democracia y laeducación son indisolubles. Una no puedesepararse de la otra. El concepto de de-mocracia republicana nació en los alboresde una época cuyo signo distintivo fue laIlustración. En el siglo XVIII, el siglo delas luces, se pensaba que la libertad humanasólo era posible mediante el cultivo de lainteligencia y que sus peores enemigoseran la ignorancia y el oscurantismo. Enestas condiciones, la educación devinoanhelo compartido de los hombres mo-dernos. La fuerza de toda democracia de-pende de las virtudes de sus ciudadanos.El paso del estado natural al estado civil,dice Rousseau, supone el abandono de lasconductas instintivas que hasta ese mo-mento han guiado al hombre y la sustitu-ción de éstas por conductas guiadas por lamoral. La democracia es, pues, una cons-trucción humana; su vigor y superviven-cia no dependen de ninguna potencia na-tural o supranatural sino de la inteligenciay voluntad de sus miembros.

Los valores de la democracia no sonverdades reveladas o hábitos naturales; nohay evidencia de que hayamos nacido conellos o que aparezcan por generación es-pontánea. La devoción a la dignidad hu-mana; la libertad; la igualdad de derechos;la justicia económica y social; el respetoa la ley, a la civilidad y a la verdad; la to-lerancia de la diversidad; la solidaridad; laresponsabilidad personal y la cívica; elautorrespeto y el autocontrol, todo estoexiste y podrá seguir existiendo en la me-dida en que sea enseñado, aprendido ypracticado. De no hacerse, la democraciaestará en peligro de decaer o desaparecer.

La educación devino anhelo compartido de los hombres

modernos. La fuerza de toda democracia depende de las virtudes

de sus ciudadanos. El paso del estadonatural al estado civil, dice

Rousseau, supone el abandono de las conductas instintivas que hastaese momento han guiado al hombre

y la sustitución de éstas por conductas guiadas por la moral.

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1.4 Nivel de vida y democraciaLas críticas acerca del estudio de la ca-

lidad de vida a partir de indicadores comoel producto interno bruto cada día son ma-yores, debido a su incapacidad para indi-carnos la condición de vida de los ciuda-danos entre sí. Por ejemplo, un buen PIBpodría esconder la existencia de una mi-noría con una excelente calidad de vida yuna gran mayoría depauperada que nosllevaría a concluir que en esa sociedad noexiste un nivel de vida adecuado, a pesarde la señal positiva emanada por las cifrasdel PIB.

El debate se plantea entre la posturautilitaria en su versión de maximizar la fe-licidad de la sociedad o de satisfacer losdeseos o preferencias, y quienes conside-ran que esa perspectiva limita las consi-deraciones necesarias para que el ser hu-mano tenga calidad de vida. Para Sen yNussbaum la vida de los individuos estáconformada por “una combinación de va-rios quehaceres y seres” que pueden ser de-nominados funcionamientos, los cuales serefieren desde estar satisfechas las necesi-dades básicas como estar sano y bien nu-trido, hasta bienes más complejos como elrespeto propio y la participación efectivaen los asuntos colectivos y comunitarios.Así, las capacidades de las personas estáncompuestas por las combinaciones de losfuncionamientos.¹⁴

Mientras las brechas o desigualdadesen la sociedad continúen, lo que podamosaspirar en esta transición a la democraciapuede quedarse en el camino. Creo queson los cambios en las políticas dirigidashacia los sectores sociales y económicosen el país los que pueden darnos una tran-sición a una democracia con estabilidad yno con pobreza. Una democracia que searica, no solamente en valor productivo,sino fundamentalmente en calidad devida. Los pueblos deben buscar su bie-nestar con calidad de vida y con desarro-llo humano eficiente y justo.¹⁵

La democracia pluralista se basa enprincipios capaces de ofrecer satisfaccio-nes compensadoras a los ciudadanos quede otro modo aceptarían difícilmente lasfrustraciones causadas por las desigualda-des generadas por el sistema. La rigurosaigualdad de orden simbólico y formal –unhombre un voto– anula políticamente ladesigualdad económica.¹⁶ ¿Qué sucedesin embargo cuando la democracia noofrece las satisfacciones compensatorias alos ciudadanos que ya no soportan las di-ficultades y las frustraciones de la des-igualdad? Las posibilidades de ser escu-

chados al menos por la oposición, no lle-gan a calmar la insatisfacción creciente.

1.5 Ingreso familiar y democraciaEl ingreso del grupo familiar ha sido

una de las variables sociodemográficasque más ha sido monitoreada por los in-vestigadores sociales en los últimos añosen Venezuela. Compone la variable posi-tiva en una ecuación que siempre acusamayor castigo en el otro miembro; el delos costos, por culpa de la inflación. Estedesbalance genera la necesidad de intro-ducir un elemento compensatorio quemantenga la igualdad, y al estar en el ladode los ingresos, encontramos un desajustecada vez mayor entre el costo de la cestabásica y los ingresos del venezolano.

Es de suponer que el deterioro de la ca-lidad de vida, por no poder acceder a losbienes y servicios considerados como bá-sicos, afecta la cultura del individuo y loconvierte en un superviviente del sistema.La capacidad distributiva del Estado hamermado con creces en los últimos tiem-pos generando un profundo descontentoque se mitiga con la consolidación y de-clive del funcionamiento de medidasefectistas llamadas misiones, que distor-sionan el valor del ingreso como variabledura en la estadística familiar del venezo-lano.

2. Metodología

2.1 Enfoque metodológicoLa necesidad de estudiar los problemas

sociales y políticos desde el ángulo de lainvestigación científica nace en el sigloXX, así que todavía podemos considerarque metodológicamente las discusionesson incipientes.

El método experimental profundiza enel empleo de herramientas cada vez mássofisticadas para asegurar técnicas de in-vestigación que ofrezcan objetividad, co-herencia y cuantificación precisa en lasconclusiones presentadas. Sin embargo,los fundamentos epistemológicos y dia-lécticos de los temas abordados y de losagentes sociales obliga a la interpretacióncon fundamento de constructor, generali-zaciones, abstracciones y formalizacionesque contienen el aspecto humano de un tó-pico de interacción humana, auto contenidoen percepciones, actitudes, opiniones yvalores que nutren la esencia de la inves-tigación y le dan redondez al argumentodefinitivo. Es por eso que en este trabajohemos incorporado el examen de los datosde manera numérica, especialmente apo-yados en el campo de la estadística.

Para que exista metodología cuantita-tiva se requiere que entre los elementosdel problema de investigación exista unarelación cuya naturaleza sea lineal. Esdecir, que haya claridad entre los elemen-tos del problema de investigación queconforman el problema, que sea posibledefinirlo, limitarlos y saber exactamentedonde se inicia el problema, en cual di-rección va y que tipo de incidencia existeentre sus elementos. Los elementos cons-tituidos por un problema de investigaciónlineal se denominan: variables, relaciónentre variables y unidad de observación.

Al margen de las posibilidades señaladasde tratamiento matemático de fenómenossociales reductibles a unidad escalares,toda proyección abusiva de técnicascuantificadas sobre la Sociología implicavarios riesgos de distorsión, el menorde los cuales no es ciertamente la conver-sión deformante de lo cualitativo encantidades artificialmente calculadassobre datos previamente transmutados adhoc. Desde este punto de vista, suscribi-mos el juicio lapidario de Sorokin y lasprudentes advertencias de Hayman.¹⁷

Sorokin ha indicado el peligro de:a) la subjetividad disfrazada cuantitativa-

mente.

La democracia pluralista se basaen principios capaces de ofrecersatisfacciones compensadoras

a los ciudadanos que de otro modoaceptarían difícilmente las

frustraciones causadas por las desigualdades generadas por el

sistema.

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b) la conjugación cuantitativa de agrupa-ciones para estudiar los sistemas socia-les.

c) tomar una parte del sistema como va-riable independiente (causa) y todo elde los datos cuantitativos lo que sepuede observar en las investigaciones tra-dicionales.

Es por esto que como investigadoreshemos desarrollado, como complementoque reduce la ambigüedad y permite el en-tendimiento del tema, un aspecto cualita-tivo a nuestro estudio, ya que buscandocomprender el todo a partir de sus partes,entendemos necesario un enfoque herme-néutico-dialéctico que garantice un análi-sis completo del tema abordado.

2.2 Estudio LUZ-Redpol 2006. Ficha técnica

Encuesta LUZ-Redpol 2006 financia-da por el Consejo de Desarrollo Científicoy Humanístico de LUZ (programa No.VAC-CONDES.CH-0732-2006) y FO-NACIT proyecto G-97000635.

Muestra nacional de 1.200 casos, es-tratificada por región, con representativi-dad garantizada en un diseño con afijaciónproporcional por género, edad y estratosocial. Campo realizado por Consultores21 bajo un esquema polietápico de com-pletación de cuotas en las principales ciu-dades del país. Error muestral del 2.67%de valor relativo y confiabilidad del95,5%. Campo en noviembre de 2006.

2.3 Formulación de la hipótesisPodemos definir la hipótesis como un

intento de explicación o una respuestaprovisional a un fenómeno. Su funciónconsiste en delimitar el problema que seva a investigar según algunos elementostales como el tiempo, el lugar, las carac-terísticas de los sujetos, etc. Llegar a com-probar o rechazar la hipótesis que se haelaborado previamente, confrontando suenunciado teórico con los hechos empíri-cos, es el objetivo primordial de todo es-tudio que pretenda explicar algún campode la realidad. En este estudio se planteala siguiente hipótesis:

En Venezuela, existe una relación directaentre las variables sociodemográficas yla actitud frente a la democracia de losindividuos.

Se consideraron como variables socio-demográficas el nivel de educación del in-dividuo y su entorno familiar, el nivel deingreso familiar, nivel de calidad de vida,género, clase social y edad.

Debemos resaltar como nota metodo-lógica que la formulación de esta hipóte-sis y su posterior verificación está sujetaen estudio a data del año 2006, por lo cuales necesario acotar que para este año 2009es posible que los resultados sean dife-rentes.

2.4 DiseñoLa metodología está sustentada por un

estudio descriptivo con métodos cualitati-vos y cuantitativos que operando sobre elestudio LUZ-Redpol 2006 citado ante-riormente operacionaliza el constructo“apoyo a la democracia” para correlacio-narlo con variables sociodemográficascomo el género o el nivel de ingresos me-dido en cestas básicas y en otros cons-tructos como nivel de educación y nivel devida. En este estudio descriptivo y corre-lacional nos enfrentamos a la necesidadde traducir preguntas debidamente selec-cionadas en variables que permiten el cál-culo de índices de acuerdo a estadísticosconvencionales de solidez y consistenciainterna.

2.4.1 Apoyo a la democracia enVenezuelaEn Venezuela a partir de 1958 se con-

solida una democracia moderna cuya basede sustentación es el Pacto de Punto Fijoy se concreta en la Constitución de 1961,la cual durará hasta 1999 cuando un pro-ceso constituyente la remplaza por unanueva Carta Magna. En la actualidad sedebate sobre los alcances democráticosdel nuevo instrumento, tanto en los as-

pectos que la profundizan como en los quela hacen retroceder. Por supuesto, esto es-capa a nuestros objetivos por lo cual sólolo referimos para dejar planteada la in-quietud en los lectores de este estudio.

El antiguo optimismo del modelo evo-lucionista funcionalista, si bien no poníala democracia como objetivo teleológicodel desarrollo, daba como supuesto laidentificación entre los dos conceptos:todo proceso que tienda hacia la moderni-zación es inevitablemente democrático,porque esta cualidad se logra a través dela ruptura del autoritarismo adscriptivo,superado por la adquisición democráticadel status a través de la libre competencia,sostenida a la vez por un complejo actitu-dinal que cimenta la conducta seculari-zada, abierta, proyectada hacia el cambiodentro de la norma del respeto a la elec-ción entre múltiples alternativas, aun devalores antagónicos, en el marco de la he-terogeneidad cultural según cita en un su-gerente texto René Zavaleta Mercado.¹⁸

Ahora bien, al adentrarnos en la eva-luación de la democracia en Venezuela sepuede observar la presencia de aspectosformales que cumplen con los requeri-mientos para constituir lo que el PNUDllama democracia electoral; así, en Vene-zuela, el presidente, los gobernadores, losdiputados nacionales y regionales, los al-caldes, concejales y miembros de las jun-tas parroquiales son electos por sufragiouniversal; se reconoce el derecho a com-petir por los cargos públicos; se garantizala libertad de expresión, el acceso a infor-mación alternativa y la libertad de asocia-ción. Sin embargo, cuando se analiza des-de una perspectiva distinta a la que apa-rece en la norma, emergen aspectos queponen en tela de juicio la existencia de unaverdadera democracia en el país. La reali-dad de la democracia actual venezolanademuestra la insolvencia de esta pro-puesta teórica. Tal insolvencia es precisa-mente lo que le permite actuar como fan-tasía necesaria para mantener el consensorutinario.

El cuestionamiento recurrente del usodel poder del Estado para garantizar la per-manencia en el poder del presidente HugoChávez, la existencia de un árbitro electo-ral (Consejo Nacional Electoral) domina-do públicamente por el partido de gobier-no, las negativas a la realización de audi-torias públicas de los procesos electoralesy aversión a lograr acuerdo en los métodospara garantizar transparencia en los resul-tados electores nos permiten señalar dudasrazonables sobre la limpieza de las elec-ciones. Incluso cuando evaluamos la opi-

El antiguo optimismo del modeloevolucionista funcionalista,

si bien no ponía la democracia comoobjetivo teleológico del desarrollo,

daba como supuesto la identificaciónentre los dos conceptos: todo procesoque tienda hacia la modernizaciónes inevitablemente democrático

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73comunica ción

nión de los ciudadanos con respecto a laselecciones se observa como una gran por-ción del electorado (46%) considera a laselecciones fraudulentas contra un 54%que las considera limpias según la encues-ta LUZ-Redpol 2006 en su preg. 18 (Tabla1). Estas cifras en un país de democraciaconsolidada no son posibles.

Tabla 1. Opinión de los ciudadanos sobre las elecciones

Elecciones en Venezuela

Totalmente limpias 32%

Mayormente limpias 22%

Mayormente fraudulentas 24%

Totalmente fraudulentas 22%

Total n = 1.090Fuente: LUZ-Redpol 2006

La presencia de otros elementos queaparecen garantizados en la Constituciónde 1999 y las leyes, como la libertad deexpresión, de asociación y la oportunidadde una participación efectiva de todos losciudadanos, son cuestionados puesto que,ejemplos como lo sucedido con los ciuda-danos que firmaron solicitando el refe-rendo revocatorio presidencial en el 2004,los cuales han sido objeto de exclusiónpolítica sistemática y se les han secues-trado sus derechos como retaliación pormanifestar su oposición al Gobierno, nosrevelan elementos no democráticos. Se-gún estos estudios19 el pueblo venezolanomanifiesta su insatisfacción con el funcio-namiento de la democracia (Tabla 2), re-forzando la posibilidad de estar en pre-sencia de una democracia débil por pocoreconocimiento y legitimación. Todavíahoy, en el 2009, los ciudadanos son vícti-mas de la exclusión sistémica por listascreadas en el 2004, lo que evidencia el re-vanchismo y persecución a la que es so-metida la disidencia.

Tabla 2. Satisfacción con el funcionamientode la democracia en Venezuela

Satisfacción con la democracia

Muy satisfecho 31%

Algo satisfecho 25%

No muy satisfecho 17%

Nada satisfecho 27%

Total n = 1.175

Fuente: LUZ-Redpol 2006

De acuerdo con la investigación reali-zada casi una quinta parte de los política-mente hábiles no se encontraban inscritosen el registro electoral permanente para elaño 2006, lo cual constituye un problemade apatía de los mismos o exclusión deestos ciudadanos frente al derecho al voto.Asimismo, más de la tercera parte de loselectores declara no haber acudido a votaren el referéndum revocatorio del 2004 ²⁰,que, si bien es cierto, la postura absten-cionista no permite deducir descontentocon el sistema, sí nos permite señalar queun apreciable número de personas por dis-tintas razones no toma parte en la decisio-nes colectivas lo cual, cuando se presen-tan varias opciones que distribuyen laspreferencias sin que alguna obtenga ma-yoría absoluta, refuerza un sistema detoma de decisión en el cual una minoríadecide como lo señala Dahl en su libro Lademocracia y sus críticos; y de acuerdocon los estudios realizados por KenethArrow²¹, por supuesto que se puede argu-mentar que al existir el derecho a votar yno ejercerlo se convalida el resultado al-canzado, empero no deja de ser la absten-ción un inconveniente para la democracia.

Al evaluar la participación en la acciónpolítica medida con un indicador partici-pación política elaborado con un construc-to²², nos enseña un apreciable sector no par-ticipativo (65%) y poco participativo(29%), que configuran un carácter de muybaja participación en la acción política delos venezolanos, lo cual nos permite indi-car una cultura política en donde una granmayoría delega en los políticos las decisio-nes y asume una democracia electoral y nouna democracia ciudadana. (Tabla 3)

Tabla 3. Participación en la acción políticaen Venezuela

Participación

Muy participativo 1%

Participativo 4%

Poco Participativo 22%

Nada Participativo 73%

Total n = 1.328

Fuente: LUZ-Redpol 2006. Millán-Reyes 2009

En aras de comprender el interés delvenezolano por la política y las fuentes aque recurre para mantenerse informado seha construido un indicador (tabla 4) quenos permite medir las diversas fuentes alas que se apela para mantenerse al tantode los asuntos políticos, de la encuesta

LUZ-Redpol 2006. Del mencionado indi-cador se desprende que 80% de los en-cuestados recurren a la televisión para co-nocer de la política, pero más del 40% nosiente ningún interés por ella, obligando aque, el intercambio de información y opi-niones que contribuye con el debate polí-tico libre, y permite la configuración de unjuicio sobre los temas presentes en laagenda pública, reforzando la compresiónlúcida de la gente, se debilite por desinte-rés y consiguiente desinformación.

Tabla 4. Indicador de fuentes de información

Fuentes de información

TV 80%

Prensa 12%

Radio 7%

Otros 1%

Total n = 1.305

Fuente: LUZ-Redpol 2006. Millán-Reyes 2009

En la búsqueda de la democracia nos en-contramos que ésta se sustenta en una so-ciedad civil fuerte y dinámica que garan-tice vitalidad. Como lo dice FrancisFukuyama en Trust ²³: “Entendemos porsociedad civil las instituciones interme-dias que nacen de los hábitos, las costum-bres y el carácter distintivo de un grupo hu-mano y se nutren del respeto por la propiacultura y la creciente conciencia sobreella”. Sin lugar a dudas una democraciafundamentada en instituciones políticasque funcionen, donde sus miembros pien-sen en el bien común y no se encuentrenatomizados, se caracteriza por su capaci-dad de autoorganización espontánea. Sinla necesidad de un Estado que regule todaforma de agrupación social y política, losciudadanos debemos de respetar las nor-mas que se aprueban consensualmentecon tolerancia, respeto y reconocimientoal prójimo para asegurar el desarrollo sos-tenido de un capital social que garanticeel cumplimiento de los objetivos que lademocracia se plantea.

Actualmente, en Venezuela no existencondiciones para generar ese espacio dedesarrollo sustentado de capital socialque inexorablemente erosiona las basesdel sistema democrático. Los resultadosde evaluar nuestra democracia hoy en díasaltan a la vista:■ Aumento considerable en la concentra-

ción del ingreso y, por consiguiente, desu distribución regresiva.

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■ Aceleración de la tendencia a la ex-pansión de la marginalidad urbana yfuerte aumento de la pobreza crítica.

■ Devaluación del bolívar, sin explica-ción lógica, que ha generado cifras im-portantes de inflación.

■ Descenso en los niveles de empleo, im-posible de calcular en cifras reales porel efectismo político de misiones quealteran el cálculo creando un espejismolaboral.

■ Exclusión selectiva de los venezolanosen los ámbitos políticos y sociales.

■ Xenofobia alimentada desde las másaltas esferas gubernamentales.

El IAD pondera el tamaño de las orien-taciones con la percepción del funciona-miento de la democracia en Venezuela ysu caracterización. El análisis integradode las variables asociadas a las orienta-ciones hacia la democracia ayuda a pro-porcionar una estimación del grado derespaldo ciudadano con que ella cuenta.Con este propósito, preparamos el índicede apoyo a la democracia (IAD), queofrece una visión sintética sobre el apoyoy la posible vulnerabilidad de la demo-cracia en Venezuela.

Este índice permite valorar el balanceactual de fuerzas y el potencial para crearcoaliciones ciudadanas amplias en apoyode la democracia, incluyendo los sectoresambivalentes. Es una herramienta que dis-tingue las situaciones políticas favorablesde las desfavorables y riesgosas. En las si-tuaciones favorables hay un balance defuerzas positivo para la democracia, pueslos demócratas son mayoría, son los polí-ticamente más activos, y los ambivalentesestán relativamente cercanos a las posi-ciones de los demócratas. En el casoopuesto, cuando el balance de fuerzas esnegativo, los no demócratas son mayoría,son más activos y son los que tienen máscerca a los ambivalentes.

Con el IAD se podrá, mediante futurasmediciones, examinar los cambios en lasituación política y en la presunta solidezde las bases de estabilidad democrática enla ciudadanía.²⁴Tabla 5. Índice de apoyo a la democracia

No demócratas 24%

Ambivalente 25%

Demócratas 51%

Total n=1.392

Fuente: LUZ-Redpol 2006. Millán-Reyes 2009

El resultado del IAD para Venezuela,según este estudio, tendió a ser positivopara la democracia. Los demócratas, entérminos de correlación de fuerzas, estánen mejor posición que sus contrarios, losno demócratas. En efecto, los demócratasconstituyen la orientación hacia la demo-cracia más difundida y caracterizan a losciudadanos de manera definitiva.

2.4.2 Indicador de nivel educativoSobre el enfoque mencionado anterior-

mente de Savater, inspiramos la necesidadde determinar la influencia del nivel deeducación del individuo sobre su apoyo ala democracia. Así, relacionamos las pre-guntas del estudio que hacen referencia alnivel educativo del entrevistado, luego re-codificamos para obtener los resultadosque se muestran en la tabla anexa.

Tabla 6. Nivel de educación

Nivel

A 8%

B 20%

C 30%

D 21%

E 21%

n = 1.054

Fuente: LUZ-Redpol 2006. Millán-Reyes 2009

Como se puede observar, a lo largo de to-do el estudio existe un número considera-ble de casos perdidos (missing values).²⁵

2.4.3 Indicador de nivel de vidaAhora bien, cuando se pretende la

construcción de un indicador del nivel devida del venezolano, nos hemos concen-trado en operacionalizar la satisfaccióndel individuo con la relación entre ingre-sos y necesidades cubiertas, la disponibi-lidad de bienes y servicios específicos y laauto ubicación del entrevistado en los sec-tores de la sociedad.

Tabla 7. Nivel de vida

A 2%

B 18%

C 26%

D 39%

E 15%

Total N=1.032

Fuente: LUZ-Redpol 2006. Millán-Reyes 2009

2.4.4 Indicador de ingreso familiarConstruyendo una variable aditiva y

separando en intervalos, hemos cons-truido este índice de acuerdo al valor de lacesta básica del venezolano para la fechadel trabajo de campo de este estudio.

Tabla 8. Ingreso en cestas básicas

A 2%

B 8%

C 41%

D 48%

Total N=1.032

Fuente: LUZ-Redpol 2006. Millán-Reyes 2009

Este resultado confirma que las políti-cas distributivas del Gobierno atacan eltema de la pobreza extrema, pero generamás pobreza en términos moderados, re-duciendo cada vez más la brecha de in-gresos y aproximando cada vez más la po-blación al ingreso mínimo decretado.

3. Resultados obtenidos

3.1 Apoyo a la democracia vs. género

IAD Género del entrevistado

Masculino Femenino

No demócratas 46% 54%

Ambivalente 48% 52%

Demócratas 51% 49%

Total N =1.200 50% 50%

Tau c= Sig= ,0001

Fuente: LUZ-Redpol 2006. Millán-Reyes 2009

Como se puede observar, el apoyo a lademocracia de los venezolanos no es unavariable que se vea afectada por el génerodel entrevistado.

Tanto la distribución de frecuenciascomo el estadístico de Kendall son pordemás explícitos en ilustrar la inexisten-cia de relación entre ambas variables.

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Conclusiones

A través del estudio presentado son variaslas conclusiones que podemos enumerar:■ Nuestra hipótesis no se cumple. Esto

quiere decir que no se aprecia ningunarelación directa entre alguna de las va-riables socio demográficas incluidas yel apoyo a la democracia del venezo-lano. Aunque no corresponde a este es-tudio descriptivo, de carácter explora-torio, analizar las razones de la ausen-cia de esta relación, podemos indicarque la misma es un hecho que revelaque la pobreza no marca patrones cul-turales con respecto a la democracia.

■ Con esto coincidimos parcialmentecon los investigadores del “ProyectoPobreza” de la Universidad CatólicaAndrés Bello, quienes afirman que “…más que el estrato social, son las con-diciones educativas las que pueden de-terminar la orientación de las perso-nas...” “La relación con otras variableses circunstancial, como es el caso delgénero, de los centros poblados, o deltipo de vivienda...” ²⁶, ya que no obtu-vimos, al igual que ellos, ninguna re-lación directa entre género, y condi-ción socio material del individuo, perotampoco la obtuvimos con la educa-ción, al medirla con una variable de en-torno y no personal del individuo.

■ Consideramos que este estudio nospermite asegurar que existen mitos ycreencias sobre la relación entre po-breza y democracia que debemos dese-char, ya que no son ciertas y puedengenerar, como de hecho sucede, unamatriz de opinión negativa que pro-duzca más exclusión de la que yaexiste.

■ Si bien es cierto, a mayor nivel adqui-sitivo, es de entender que la capacidadde asimilar definiciones y conceptospudiera ser mayor, esto no implica, deninguna manera, que los conceptos in-herentes a democracia como libertad yparticipación no sean entendidos, ma-nejados y defendidos por las personasde menores recursos educativos ysocio materiales.

■ La actualización de este análisis fun-damentado en un hipotético estudio deopinión pública revelaría un proyectopolítico de gran pragmatismo político,donde disminuye la pobreza crítica pormecanismos distributivos carentes deestructura y transparencia, pero queaseguran un capital electoral que pa-

3.2 Apoyo a la democracia vs. nivel educativo

La educación, medida como variable de entorno familiar, revela que no existe unarelación directa con la actitud frente a la democracia que pueda o deba ser reportada.

3.3 Apoyo a la democracia vs. nivel de vida

No podemos confundir nuestra variable de “nivel de vida” con “calidad de vida”,aún cuando el índice que presentamos es un constructo socio material que denota po-breza en término de posesión de artículos y productos determinados y contempla la autoubicación del individuo y su grado de realización socio material.

Bajo este concepto, no se aprecia una relación directa significativa con el apoyo a lademocracia del individuo entrevistado.

3.4 Apoyo a la democracia vs. ingreso familiar

Al trasladar el ingreso familiar del individuo, construyendo un indicador que rela-cione el ingreso personal con el del grupo familiar, y llevarlo en término de “cestas bá-sicas” para determinar el alcance efectivo del ingreso y medir pobreza, encontramosque no existe una relación directa entre este concepto y el apoyo del individuo a la de-mocracia.

NIVEL DE EDUCACIÓN DEL ENTREVISTADO

IAD A B C D E

No demócratas 4% 18% 32% 24% 22%

Ambivalente 3% 17% 30% 21% 31%

Demócratas 17% 13% 29% 18% 23%

Total N = 1.054Tau c = 0.091 Sig= ,001

Fuente: LUZ-Redpol 2006. Millán-Reyes 2009

NIVEL DE VIDA

IAD A B C D E

No demócratas 1% 11% 22% 31% 35%

Ambivalente 3% 16% 25% 31% 25%

Demócratas 5% 12% 23% 28% 32%

Total N = 1.032Tau c = -0.81 Sig= ,001

Fuente: LUZ-Redpol 2006. Millán-Reyes 2009

INGRESO EN CESTAS BÁSICAS

IAD A B C D

No demócratas 1% 12% 37% 60%

Ambivalente 2% 5% 28% 65%

Demócratas 1% 11% 27% 62%

Total N = 1.032Tau c = 0.084 Sig= ,001

Fuente: LUZ-Redpol 2006. Millán-Reyes 2009

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rece blindar las evidentes intencionesde perpetuidad en el poder de la oli-garquía gobernante, con el ineludiblecosto del empobrecimiento de la clasemedia y la sustitución de la clase altapor una nueva generada de los benefi-cios de una cleptocracia campante.

■ El apoyo a la democracia cada vez pa-reciera ser más difuso, que en términosde Easton nos parece indicar que losvalores que la constituyen no permeanen las estructuras sociales de los secto-res más necesitados, quienes han sidoinsertados al Estado como clientes, ge-nerando una brecha entre clases socia-les aún mayor y un caldo de cultivopara acciones inapropiadas que se jus-tifican en el mismo planteamiento ofi-cialista.

■ Es tarea de futuras investigaciones de-terminar qué relaciones de causalidadexisten entre quienes no creen en la de-mocracia y analizar si las mismas secorresponden a patrones culturales o aactitudes coyunturales promovidas porcampañas y discursos, o por la acciónirresponsable de un Gobierno que co-rroe los pilares de la ética política cri-minalizando el disenso y favoreciendoel rol de un Estado interventor carentede efectividad política en la satisfac-ción de las demandas colectivas.

■ Jorge MillánMSc. Doctorando en Ciencia Política.Profesor en la UCV.

■ Gabriel ReyesM.B.A. Doctorando en CienciaPolítica. Profesor en la UCAB.

Referencias

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SARTORI, G. (1994): ¿Qué es la democra-cia?. Colombia: ediciones Altamira.

Notas

1 BOBBIO, N., MATEUCCI, N. y PAS-QUINO, G.(2000): Diccionario de polí-tica.(12a).Madrid: Siglo XXI editores., p.441.

2 PLATÓN, La República, 291d.

3 PLATÓN, La República, 302a.

4 BOBBIO, N., MATEUCCI, N. y PAS-QUINO, G. Op. Cit. p.447.

5 Ibid. p. 447.

6 BOBBIO, N. (1996): El futuro de la demo-cracia. Mexico: FCE, (2da. edición) p. 18.

7 SCHMITT, Carl. El concepto de lo político.

8 DAHL. R. La democracia y sus críticos,p.156.

9 BOBBIO, N., MATEUCCI, N. y PAS-QUINO, G.(2000): ob. cit., p. 415

10 GONZALEZ CASANOVA, P. y ROIT-MAN, M. (comps.) (1992): La democraciaen América Latina, Actualidad y perspecti-vas. Madrid: Ed. Complutense. p. 75.

11 Latinoamericana ‘98, p. 26.

12 Ibid, p.27.

13 IRAGORRI, Juan Carlos (31/08/1997):“Entrevista a Fernando Savater”. En:“Lecturas dominicales”, El Tiempo(Bogotá). pp. 6 y 7.

14 NUSSBAUM, M. y SEN, A. (Compila-dores)(2000): La calidad de vida. Mexico:Fondo de cultura economica, pp. 17-18.

15 Exposición del Sr. Salomón Lerner. Cere-monia de instalación del Consejo Consul-tivo del Informe Nacional sobre DesarrolloHumano Perú 2002. (Marzo 2002).

16 BRAUD. Tiempos de liturgia democrática,p. 198.

17 GONZÁLEZ, F. (1995): Paradigmas en laEnseñanza de la Matemática.

18 ZAVALETA MERCADO, texto incluidopor Roitman en el ensayo citado en la notaanterior.

19 Estudio LUZ-Redpol 2006. Redpol. 2006.

20 www.cne.gov.ve Resultados ReferéndumRevocatorio 2004.

21 ARROW, Kenneth “Una dificultad en elconcepto de bienestar social”. En: Arrow, K.y Scitovsky, T. (1974): La economía delbienestar. Mexico: Fondo de cultura eco-nomica, pp. 188-214.

22 Conformado por las respuestas a las pre-guntas números 3,10,40, 51,52,53,54 y 55del estudio LUZ-Redpol 2006, con res-pecto a la participación o posibilidad departicipación en acciones políticas y cuyoanálisis de confiabilidad nos arroja un Alfade Cronbach de 0,815.

23 Fukuyama Francis (1996): Trust.

24 Informe sobre la Democracia en AméricaLatina. Compendio Estadístico. p.146.

25 Nota Metodológica: Desde el inicio delanálisis se decidió no considerar la “no res-puesta”. Los “no sabe” y “no responde” seunieron para declararlos como missing va-lues. Para evitar el error de la no considera-ción de la “no respuesta”, para todos los re-sultados se incluye el tamaño de la muestraen la que están basados, o muestra efectiva(“n”)

26 Detrás de la Pobreza.

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This article takes a look at the use of the internet in theVenezuelan society and attemptsto establish the relationship ofhow this use can influence the political participation and opinions of the venezuelans.It is the first attempt to approachthe importance of the internet in the configuration of the publicopinion in Venezuela, so whilethere's not enough research in the area; it's too soon to produceconclusion. In general, thereseems not to be any difference in the political opinions betweenthe people who have access to the internet compared with thosewho don't. However, in somecases, political participation has some information that canbecome the base for deeper investigations to occur.

■ Víctor Manuel Pérez

Martínez

Internet

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79comunica ción

1. Internet: una nueva manera de comunicarnos

¿Han cambiado las formas de comunicar-nos las personas con la llegada de Internety de los medios de comunicación que hansurgido de esta plataforma tecnológica?Todo parece indicar, que efectivamentehemos desarrollado nuevos estilos de co-municación, aunque en esencia, los ele-mentos fundamentales del modelo aristo-télico están presentes: emisor-mensaje-re-ceptor. ¿Qué hemos cambiado? En opi-nión de Guillermo López García hemosgenerado nuevos modelos de comunica-

El artículo ofrece un panoramasobre el uso de Internet en la sociedad venezolana e intentaestablecer relaciones sobre cómopuede influir esta variable en laparticipación y en las opinionespolíticas de los venezolanos.El trabajo es un primer intentode abordar la importancia deInternet en la conformación dela opinión pública en Venezuela,aunque todavía no existen estudios lo suficientemente amplios para plantear conclusio-nes definitivas. En general, pareciera no existir una marcadadiferencia en las opiniones políticas de quienes tienen acceso a Internet y de quienes no lo tienen; no obstante, en algunos casos, como en la participación política hay datosque pueden ser la base para investigaciones más profundas.

y su influencia en la opiniónpolítica de los venezolanos

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ción en la red, que tienen característicaspeculiares y elementos propios, diferen-tes, a otros modelos de comunicación¹.Este planteamiento coincide con el deJosé Luis Orihuela quien señala comonuevos paradigmas de la “e-comunica-ción”: la interactividad, la personaliza-ción, la multimedialidad, la hipertextuali-dad, la actualización, la abundancia y la me-diación². Estas características probable-mente se ampliarán en la medida que el de-sarrollo de la tecnología en Internet vayacreando nuevas alternativas para la comu-nicación, aunque, algunas de ellas estaránpresentes en la mayoría de los medios delciberespacio.

La ruptura del tiempo y el espacio, elcarácter multimedia de la información, lahipertextualidad y la interactividad sonelementos distintivos de los nuevos me-dios de comunicación surgidos de la red³.Esta ruptura con el espacio y el tiempo enlos medios digitales amplía los límites delos medios tradicionales. Con respecto alespacio no hay limitaciones físicas quepermitan una mayor difusión de textos,imágenes, vídeos o sonidos con respectoa cualquier otro medio tradicional. Los lí-mites serán menores en la medida que sedesarrollen nuevos códigos y formatos di-gitales. Si nos referimos al tiempo los me-dios tradicionales requieren de nuevasediciones para mantener actualizada la in-formación; en el caso de Internet, los me-dios de comunicación pueden tener unaactualización inmediata.

2. Internet y las opinionespolíticas

No existen suficientes estudios que per-mitan afirmar categóricamente que el usode Internet está influenciando en las opi-niones sobre aspectos vinculados con lapolítica; pero, probablemente esté ayu-dando a los ciudadanos que usan esos me-dios a tener una visión más crítica de loshechos políticos que le rodean. Hay quedesmitificar la capacidad de los nuevosmedios nacidos en la Web para influir enla opinión pública⁴; Internet “puede inci-dir en la formación de la opinión pública”,aunque los medios tradicionales siguenteniendo un mayor impacto⁵.

En la medida que los ciudadanos esténformados en la utilización de estos nuevosmedios de comunicación y en sus capa-cidades para acceder a información decalidad, podrán contar con nuevas herra-mientas para ver el panorama políticodesde diferentes perspectivas y valorar las

informaciones que reciben diariamentesobre el tema político. Por lo menos enuna sociedad democrática la posibilidadde participación en la dinámica políticadebería ser mayor y hay quienes ven enInternet un espacio para esa actividad po-lítica: “Para algunos, la democracia elec-trónica puede propiciar una superación delas formas clásicas de democracia repre-sentativa e instaurar una versión digital dela democracia directa similar a la deAtenas”⁶.

¿Podemos afirmar que Internet puedepermitir un mayor control sobre las opi-niones políticas de los usuarios? Según in-vestigadores como Andrew Shapiro⁷, laposibilidad de que los ciudadanos podamoscontrolar la información que recibimos odejamos de recibir tiene sus aspectos po-sitivos y negativos para la construcción deuna ciudadanía crítica y democrática. Estaposibilidad del control “podría modificarla pauta cuando nos enfrentamos a una si-tuación potencialmente disonante”⁸. ¿Es-tarían dispuestos los ciudadanos que utili-cen Internet a escuchar otras opiniones,que aunque no compartidas, pueden ayu-dar a construir una democracia plural ycontribuir a la calidad de la opinión pública?A diferencia de los medios de comunica-ción social tradicionales, la tecnologíaaplicada a Internet permite una mayor se-lección y personalización de la pauta in-

formativa que recibe el usuario. Esta de-cisión de descartar e incluir puede con-vertirse en un filtro con el objetivo de ig-norar otras opiniones, cuando en una so-ciedad democrática la reflexión, el debatey la crítica es fundamental para la cons-trucción de la ciudadanía. Los gobiernosestarían agradecidos si toda la informa-ción fuera de un solo color político.

Hay estudios que han permitido anali-zar las transformaciones socio-políticassurgidas en América Latina por la nuevadimensión global, potenciada por las nue-vas tecnologías como Internet. MireyaLozada señala:

las representaciones de ciudadanía ydemocracia que se construyen en laspáginas latinoamericanas no se corres-ponden con un proceso lineal, ni apuntanen una sola dirección. Las representa-ciones de ciudadanía en la Red son másbien ambivalentes, heterogéneas, mó-viles, inciertas, inestables, dependiendode la ubicación individual y grupal enel conjunto diferenciado de poderes ymarginaciones presentes en la Red 9.

La realidad política venezolana se hacaracterizado por un enfrentamiento, conun alto grado de conflictividad, entre par-tidarios y opositores al gobierno del pre-sidente Hugo Chávez. La violencia polí-tica ha estado presente en las calles, en loshogares, en las organizaciones públicas,en las empresas privadas y en todos lossectores de la sociedad venezolana. El en-frentamiento ha trascendido al ámbito dela realidad y han surgido en Internet unagran diversidad de espacios que reflejan,de alguna manera, la tensión política delpaís. Al margen de que puedan conside-rarse como espacios que han servido decatarsis¹⁰ para los sectores involucrados,han permitido que la diversas posturas en-frentadas y silenciadas en el debate pú-blico tengan un espacio de libertad en laplaza pública virtual.

No obstante, las personas que partici-pan en Internet son las mismas que parti-cipan en la actividad política diaria. Enprincipio, no habría que esperar ningunadiferencia en la percepción política dequienes participan políticamente en lavida real y que han encontrado en Internetun espacio para el intercambio público desus ideas, al contrario, podrían fortale-cerse redes sociales en función de intere-ses políticos, sirviendo los medios de co-municación de la Web de participaciónpública, escenarios para la configuraciónde agendas de acción política, foros de de-bate o creación de comunidades virtuales:

¿Podemos afirmar que Internet puede permitir un mayor controlsobre las opiniones políticas de los

usuarios? Según investigadores como Andrew Shapiro,

la posibilidad de que los ciudadanospodamos controlar la informaciónque recibimos o dejamos de recibir

tiene sus aspectos positivosy negativos para la construcción

de una ciudadanía crítica y democrática

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81comunica ción

“La Red funciona como superficie de ins-cripción de un sujeto colectivo fragmen-tado y polarizado, que se reconoce en unsistema político que sufre una prolongadacrisis de legitimidad y representativi-dad”¹¹.

3. Internet en Venezuela¹²

¿Cuál es el panorama de Internet enVenezuela? (Ver Gráfico No. 1). Aunquetodo parece indicar un aumento de su usoen la sociedad venezolana, para el año2005 solamente habían 639.006 suscrip-tores, motivado, entre otros factores, alcosto que implica adquirir este serviciopor la mayoría de la población venezo-lana. Pero, esto no impide que los vene-zolanos traten de usar esta tecnología y seobserva como al nivel de usuarios las ci-fras han superado este dato inicial. Porejemplo en el año 2005 la ComisiónNacional de Telecomunicaciones (Cona-tel) calculaba 3.286.164 usuarios de lared. Este dato representaba el 12,27% dela población venezolana. En síntesis,Internet ha estado aumentando su pene-tración en Venezuela y por consiguientepodría cambiar la forma como los vene-zolanos se informan y se comunican.

¿Cuál es la ubicación de Venezuela enel área de Internet con respecto a los otrospaíses de la región? (Ver Tabla No. 1) Losusuarios de Internet venezolanos, con res-pecto a los de América del Sur, son ape-nas del 6,28% de un total de 48.420.288para el año 2005, aunque, a pesar de estedato, ocupa el puesto número seis entrelos países suramericanos con mayor nú-mero de usuarios. El porcentaje de creci-miento de consumidores de Internet en elperíodo 2000-2005 fue de apenas 220%ubicando al país en el puesto número seis.Pero, hay otros datos que pueden ofreceruna visión diferente sobre el sector de laWeb en Venezuela. En primer lugar coin-cide con la apreciación de Conatel al afir-mar que para el 2005 la penetración deInternet en Venezuela se ubica en el 12%de la población total; un dato que habladel impulso que está cobrando esta área enel país si consideramos que para el año1998 la penetración era únicamente del0,85%.

Con respecto a los usuarios, Venezuelase ubica también en el sexto lugar con3.040.000; en primer lugar está Brasil(22.320.000) seguido de Argentina(7.500.000), Chile (5.600.000), Perú(4.570.000) y Colombia (3.585.688).Pero, si tomamos como criterio el porcen-

taje de penetración con respecto a la po-blación total de los países de América delSur, Venezuela, pasa a ocupar el quintopuesto. Es preciso señalar que hay paísespor delante de Venezuela que tienen unapoblación muy inferior como Chile(15.514.014 habitantes) o Uruguay(3.251.269 habitantes). No obstante, lacercanía de Venezuela a Brasil en el por-centaje de penetración es significativo sise considera que la población de éste su-pera considerablemente (184.284.898 ha-bitantes) a la venezolana (25.307.565 ha-bitantes) Estos datos reflejan, de algunamanera, el interés que han tenido empre-sas privadas y el sector público de queVenezuela no se distancie del desarrollode estrategias para mantenerla en el cibe-respacio.

La Cámara Venezolana de ComercioElectrónico (Cavecom-e) publica anual-mente un informe sobre los Indicadoresde penetración y uso de Internet enVenezuela. En el más reciente ¹³ plantea al-gunas de las características más impor-tantes de los usuarios venezolanos, entreellas: ■ Con respecto al género y a la edad, es

el sector masculino y aquellos usuariosmenores de 24 años, dos de las carac-terísticas principales del internauta ve-nezolano.

■ El nivel de instrucción es también unade las variables que más caracteriza alos usuarios venezolanos. El 62% se-

ñala tener un nivel de instrucción su-perior.

■ Con relación a las condiciones socio-económicas no hay una marcada im-portancia: “Aun cuando la mayor pe-netración de Internet se presenta en losestratos medios y altos, en valores ab-solutos una alta proporción de inter-nautas se ubica en los estratos D y E”.Por ejemplo: “66% de los usuarios deInternet en Venezuela pertenecen a losestratos socioeconómicos D y E [di-chos estratos abarcan un 81% de la po-blación total]”

■ “La variedad, rapidez y facilidad paraacceder a Internet son, en conjunto conla posibilidad para comunicarse, lasprincipales ventajas percibidas de In-ternet. Por su parte, la publicidad prin-cipalmente asociada al SPAM, losvirus y la pornografía son las preocu-paciones predominantes”

■ Los cibercafés han contribuido a uncrecimiento importante en el númerode usuarios de Internet.

■ El lugar de conexión es diferente segúnel perfil del usuario, en especial, segúnel estrato social, la educación y la edad.

■ El principal uso que se le da a Internetes la búsqueda de información y las co-municaciones vía correo electrónico ychat.

■ “Los usuarios de Internet declaran na-vegar un promedio de 26 horas pormes, siendo este valor bastante similaren los últimos tres años”

Gráfico 1. Suscriptores y usuarios de Internet en Venezuela.

Fuente: Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel).http://conatel.gov.ve/indicadores/indicadores2005/indicadores/anual_internet.pdf

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4. El uso de Internet en losvenezolanos

El objetivo de la investigación era identi-ficar las opiniones sobre algunos temasvinculados a la política de un grupo de ve-nezolanos con acceso a Internet. Este tipode estudios no se ha realizado en Vene-zuela con la profundidad deseada y no esfácil acceder a investigaciones con las ca-racterísticas requeridas para abordar laimportancia del uso de la Web en la con-figuración de una nueva forma de ver la po-lítica.

Los profesores de la Universidad Si-món Bolívar, Adolfo Enrique VargasCacique y Zaira Josefina Reverón Escobar,realizaron una investigación tituladaOpiniones y Valores Políticos de los vene-zolanos al inicio del siglo XXI: Presente yFuturo de Nuestra Democracia que con-sistió en un sondeo nacional de opiniónpública¹⁴. Entre las preguntas realizadas alos entrevistados algunas estaban orienta-das al uso de Internet: “¿Tiene Ud. accesoa Internet?”, “¿Con qué frecuencia usausted correo electrónico (e-mail) para co-municarse?”, “¿Con qué frecuencia usausted la red para navegar, chatear, jugar óhablar con otra persona?” Del total de en-trevistas realizadas (1.392), 210 personasrespondieron que tenían acceso a Internetconformando el 15% de los entrevistados.Probablemente no es una muestra repre-sentativa de los usuarios de la Web enVenezuela, aunque, si recordamos el por-centaje de usuarios para el 2005 con res-pecto a la población total éste era de un12% (Ver Tabla No. 1)

5. Características de la submuestra con acceso a Internet

Los 210 entrevistados con acceso a Inter-net tienen características propias. La edades importante ubicándose el mayor por-centaje entre los 18 y los 44 años de edad(87,1%). Con respecto a la clase social, entodos los extractos está presente estanueva tecnología y la situación econó-mica no influye en el acceso a ella: las cla-ses D y E representan el 65,7% de lamuestra, mientras que el 34,3% restantese ubica en las clases ABC y C-. Con res-pecto al género hay una mayoría en el sec-tor masculino (59,5%) con respecto al fe-menino (40,5%). El nivel de instrucción sítiene una incidencia importante en el ac-ceso a Internet, tal y como lo señalan losdatos: superior y postgrado (40%), bachi-llerato y técnica (52,4%), básica (7,1%).

Las personas entrevistadas con accesoa Internet lo hacen desde varios lugares:El 31% tenía acceso en su casa; el 51% enel trabajo o en el lugar de estudios; el27,1% en sitios de acceso público gra-tuito; el 63,8% alquila tiempo de Interneten cibercafé y el 29,5% tiene acceso conamigos. Sobre la frecuencia en la utiliza-ción de algunos medios de Internet en-contramos los siguientes datos. En gene-ral, hay una gran utilización de la Webpara navegar y utilizar el correo electró-nico, aunque, éste último es la herra-mienta que utilizan más entrevistados

“todos los días” (26,2%). No obstante, na-vegar en Internet ocupa una gran prefe-rencia en estos usuarios , de los cuales, el58,1% señalan hacerlo “ocasionalmente”(Ver Gráfico No. 2).

Reagrupamos los resultados en dosgrandes grupos (usuarios de Internet y nousuarios de Internet) y realizamos los cru-ces con las otras preguntas para identifi-car aspectos que nos pudieran ayudar atener una visión inicial sobre la posibili-dad de que esta variable (Internet) pudieradiferenciar la opinión sobre algunos as-pectos de la política nacional.

Tabla 1. Usuarios de Internet en los países de América del Sur 1

Gráfico 2.Preferencias de quienes tienen acceso a internet con respecto al uso del correo electrónico (e-mail)y navegar en Internet. Preguntas: ¿Con qué frecuencia usa usted la red para navegar, chatear, jugaro hablar con otra persona? ¿Con qué frecuencia usa usted el correo electrónico para comunicarse?

Fuente: Opiniones y Valores Políticos de los Venezolanos al inicio del siglo XXI: Presente y Futuro de Nuestra Democracia (Paralelo 2003).

Países Población2 Usuarios 2000 Usuarios 2005 Penetración % en A.S. Crecimiento3

Argentina 37.584.554 2.500.000 7.500.000 19,96% 15,49% 200,00%

Bolivia 9.073.856 120.000 350.000 3,86% 0,72% 191,67%

Brasil 181.823.645 5.000.000 22.320.000 12,28% 46,10% 346,40%

Chile 15.514.014 1.757.400 5.600.000 36,10% 11,57% 218,65%

Colombia 45.926.625 878.000 3.585.688 7,81% 7,41% 308,39%

Ecuadro 12.090.804 180.000 624.000 5,17% 1,29% 247,00%

Paraguay 5.516.399 20.000 150.000 2,72% 0,31% 650,00%

Perú 28.032.047 2.500.000 4.570.000 16,30% 9,44% 82,80%

Uruguay 3.251.269 370.000 680.000 20,91% 1,40% 83,78%

Venezuela 24.847.273 950.000 3.040.000 12,23% 6,28% 220,00%

Totales 363.660.486 14.275.400 48.420.288 13,31% 100,00 239,19%

(1) Excepto Guayana Francesa, Guyana y Suriname.(2) Población estimada para el año 2005.(3) Porcentaje de crecimiento en el período 2000-2005.Elaboración propia. Fuente: Internet World Stats.

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6. Interés por la política

Queríamos identificar cuál era la relaciónde ser usuario de Internet y su interés porla política. En este caso, aunque en los dosgrupos hay un gran desinterés por el temapolítico, proporcionalmente pareciera queexistiera un mayor interés en el grupo de

los usuarios de Internet, en el cual, el 19%de los entrevistados manifestó estar “muyinteresado” en la política con respecto al9,7% que no tienen acceso a la Web (VerGráfico No. 3) ¿Es Internet una variabletan importante que aumente el interés delas personas sobre la política? Internet nospuede facilitar el acceso a la información

pero no necesariamente es una variableque pueda crear intereses distintos a losque tengan las personas que utilizan losmedios de comunicación de la red.

Algo similar puede ocurrir con percep-ciones vinculadas a un gobierno autorita-rio. Según los datos, las personas sin ac-ceso a Internet tienen una preferenciamayor por la existencia de un gobiernoautoritario si a través de esta vía se logransolucionar los problemas del país (VerGráfico No. 4) ¿Es Internet un medio ade-cuado para fortalecer las ideas democráti-cas entre los usuarios de la red? Es nece-sario aclarar, que la idea de un gobiernoautoritario está vinculado con el conceptode autoridad no necesariamente con ungobierno opresor o dictatorial.

Otro tema se refiere a las característi-cas más importantes vinculadas con la de-mocracia. Aquellos que no tienen accesoa Internet señalaron como las cinco pri-meras características más importantes dela democracia: “la libertad de expresión”(23,3%); “justicia para todos por igual”(17%); “trabajo que asegure un ingresodigno” (16,6%); “el Estado y el gobiernose responsabilicen de solucionar los pro-blemas del país” (12,1%) y la “libertad dehacer lo que uno le conviene” (10%). Sicomparamos estas percepciones con lasdel grupo de personas con acceso aInternet encontramos coincidencia en laprimera de ellas, al señalar, “la libertad deexpresión” (21,4%) como la primera ca-racterística más importante de la demo-cracia. También coinciden, aunque no enel mismo orden, las siguientes caracterís-ticas: “justicia para todos por igual”(17,6%); “trabajo que asegure un ingresodigno” (11%) y que “el Estado y el go-bierno se responsabilicen de solucionarlos problemas del país” (10,5%). Estegrupo valora, como segunda característicamás importante de una democracia, laexistencia de “instituciones, poderes au-tónomos que velen por el cumplimientode las leyes” (20%). Es curioso, que la ca-racterística “la libertad de hacer lo queuno le conviene” valorada significativa-mente por las personas sin acceso aInternet ocupe un orden tan bajo en quie-nes tienen acceso a ella (3,8%) ¿Puedeexistir alguna relación con respecto al usode Internet y a los espacios de participa-ción de las personas en una sociedad de-mocrática?

7. Problemas de Venezuela

¿Qué diferencias pueden haber a la horade reflexionar sobre los problemas del

Fuente: Opiniones y Valores Políticos de los Venezolanos al inicio del siglo XXI: Presente y Futuro de Nuestra Democracia (Paralelo 2003).

Fuente: Opiniones y Valores Políticos de los Venezolanos al inicio del siglo XXI: Presente y Futuro de Nuestra Democracia (Paralelo 2003).

Gráfico 4. Preferencias de quienes tienen acceso a Internet con respecto a estar de acuerdo o no con un gobierno autoritario si de esta forma se resuelven

los problemas del país

Gráfico 3. Distribución de quienes tienen acceso y de quienes no tienen acceso a Internet con respecto a su interés por la política

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país entre quienes tienen acceso a Internety quienes no lo tienen?

En el grupo de quienes no tienen ac-ceso a Internet los cinco principales pro-blemas del país son: “la violencia”(22,5%); “el funcionamiento de la econo-mía” (20,1%); “la corrupción generali-zada y el desorden” (18,3%); “el funcio-namiento de la justicia” (10,5%) y “laforma de hacer política” (8,7%) Si locomparamos con las apreciaciones dequienes tienen acceso Internet encontra-mos coincidencia en: “la violencia”(21,9%), “el funcionamiento de la econo-mía” (11,4%) y “la corrupción generalizaday el desorden” (21%). Hay dos problemasen los cuales no hay coincidencia. Hayuna valoración de mayor importancia enlo relacionado con “la justicia” y “laforma de hacer política” en el grupo queno tiene acceso a la Web que no apareceen aquellos que sí tienen acceso. Para esteúltimo grupo, la manera de pensar del ve-nezolano (11,9%) y una mala educación(10%) son los otros problemas más im-portantes, ambos, vinculados con la nece-sidad de formación.

8. Internet y el interés por informarse de política

Si hay alguna influencia de Internet en eltema político puede identificarse en elcampo que le compete: la comunicación.En general, hay coincidencias entre losdos grupos en la forma como se informansobre política: consideran la familia, losamigos, la radio, los periódicos y la tele-visión como fuentes importantes para re-cibir información sobre política. No obs-tante, hay una percepción diferente cuan-do la fuente son los compañeros de tra-bajo. En el caso de los que tienen accesoa la Web, el 50,8% tiene a los compañerosde trabajo como una fuente principal parainformarse sobre política, en contraste,con el 35,6% que opinan lo mismo en elgrupo que no tienen acceso a la red.

Pero, ¿qué ocurre con Internet comofuente de información política? Los resul-tados son los siguientes: el 61,3% de quie-nes tienen acceso a la red se informansobre política a través de este canal. Aun-que es un porcentaje importante, existeotro grupo que no ha incluido entre sus ne-cesidades la utilización de Internet comofuente de información política. Es decir,que un porcentaje importante de quienestienen acceso a la Web no la usan para ob-tener información sobre la política delpaís, teniendo otras preferencias en la

búsqueda de información en la red (VerGráfico No. 5).

Un ejemplo, del uso de Internet en laobtención de información, son lo datosque ofrecen las encuestas cuando se lespregunta sobre la Constitución de 1999aprobada mediante referendo constitu-yente (15 de diciembre de 1999). Sola-mente el 34,9% de las personas sin accesoa Internet señalaron que sí habían leído(parcial o totalmente) la Constitución de1999. En cambio, este dato fue mayor enel grupo de personas con acceso a la Web,

entre los cuales el 77,1% respondieronque sí habían leído (parcial o totalmente)el texto constitucional de 1999.

9. Acceso a Internet y la participación política

La participación política es otro aspectoque queríamos analizar desde la perspec-tiva del acceso a Internet. Existen variasformas de participación política y en elcontexto de la realidad venezolana en losúltimos cinco años se han activado varias

comunica ción84

Fuente: Opiniones y Valores Políticos de los Venezolanos al inicio del siglo XXI: Presente y Futuro de Nuestra Democracia (Paralelo 2003).

LO HA HECHO NO LO HA HECHO PERO NUNCA LO HARÍALO PODRÍA HACER

Con internet Sin internet Con internet Sin internet Con internet Sin internet

Tabla 2. Comparación entre quienes tienen acceso a Internet y quienes no tienen con respecto a algunas actividades de participación política

Gráfico 5. Preferencias de quienes tienen acceso a Internet con respecto a informarse sobre política a través de Internet.

Firmar solicitudes, cartas, recoger firmas a favor de algo a nivel nacional

Identificar vehículos o vivienda conbanderas, con fines de protesta política

Tocar cacerolas

Acudir a medios, llamar a programas de opinión

Firmar una solicitud o petición algobierno local

Participar de manera activa en alguna elección sindical, profesional,de org. política

Organizarse en un sindicato,asociación de vecinos

Asistir a manifestaciones, marchas,paros, caravanas autorizadas por los org. competentes

Elaboración propia. Fuente: Opiniones y Valores Políticos de los Venezolanos al inicio del siglo XXI: Presente y Futuro de NuestraDemocracia (Paralelo 2003).

33,5% 21,6% 47,8% 45,2% 18,7% 33,2%

21,4% 11,0% 24,3% 26,7% 54,4% 62,3%

41,5% 24,5% 15,5% 22,0% 43,0% 53,5%

13,1% 6,2% 37,4% 31,6% 49,5% 62,1%

19,6% 14,6% 57,9% 55,8% 22,5% 29,6%

15,9% 7,5% 35,7% 36,6% 48,3% 56,0%

12,4% 9,5% 51,7% 48,7% 35,9% 41,8%

34,0% 16,1% 21,1% 25,0% 45,0% 58,9%

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modalidades. Pareciera identificarse al-gún tipo de manifestación más dinámicaen algunas actividades en el grupo de per-sonas que tienen acceso a la red. En el ca-so de “firmar solicitudes, cartas, recogerfirmas a favor de algo a nivel nacional”, enel grupo de quienes tienen acceso aInternet, el 33,5% manifestó que lo habíahecho, en comparación con el 21,6% delgrupo que no tiene acceso a la red.También llama la atención que el 33,2% dequienes no tienen acceso a la Web mani-fiestan que “nunca lo harían” en contrastecon el 18,7% del grupo que sí tiene acce-so a Internet. Algo similar ocurre con otrasformas de participación (Ver Tabla No.2).

Actividades como el “tocar cacerolas”o el “asistir a manifestaciones, marchas,paros, caravanas autorizadas” tienen unamayor movilización en el grupo que tieneacceso a Internet, con respecto al que nolo tiene. Uno de los más significativos esel “tocar cacerolas” con un 41,5% de losentrevistados en el grupo que tiene accesoa Internet que manifestó haberlo hecho.

10. Algunas consideraciones finales

No se puede afirmar que el acceso aInternet influya en la percepción y en la opi-nión política de los venezolanos. Habráque esperar un tiempo y el desarrollo denuevas estrategias de comunicación polí-tica en la red para poder identificar algunainfluencia más precisa. Esto no minimizael poder de la Web para fortalecer lasideas políticas en las personas, al ser unmedio en el cual existe una gran cantidadde información y posibilidades para creary mantener redes de información.

Los datos parecieran indicar que existealguna relación entre el uso de Internet yla motivación de las personas en participaren actividades concretas de carácter polí-tico. No quiere decir que sea la única va-riable que influye en está disposición, pe-ro sí hay una característica de quienes tie-nen acceso a Internet en participar en es-tas actividades. ¿Pudieran estar motivadospor los espacios de participación políticaque están en la red? La investigación noabarcó esa dimensión pero estos plantea-mientos abren la posibilidad de profundi-zar en estudios posteriores sobre el tema.

■ Víctor Manuel Pérez Martínez Licenciado en Comunicación Social dela UCAB, Magister en ComunicaciónOrganizacional de la UCAB y Doctoren Ciencias de la Información.

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NOTAS1 LÓPEZ GARCÍA, Guillermo (2005)

Modelos de comunicación en Internet.Valencia.

2 Citado por: LÓPEZ GARCÍA, Guillermo.Op. cit. Pág. 40.

3 LÓPEZ GARCÍA, Guillermo. Op. cit. Pág.40.

4 Ramón Salaverría tiene un artículo tituladoLos cibermedios ante las catástrofes: del11S al 11M, que puede ser útil para profun-dizar sobre la importancia de Internet antelas catástrofes. Documento en línea:http://www.unav.es/dpp/ tecnología/docs/sa-laverria_cicom2004.pdf

5 LÓPEZ GARCÍA, Guillermo. Op. cit. Pág.176

6 BITON TAPIA, Jorge Ruben. (2005):“Ciudadania e governo electrõnico: algu-mas reflexões” En: Sociedade do conheci-miento. Aportes latino-americanos (pp.177-191) Brasil: Universidade Metodistade Sao Paulo – UNESCO, Pág 179.

7 SHAPIRO, Andrew (2001): El mundo en unclic. Cómo Internet pone el control en susmanos. Barcelona.

8 Ibid. pág. 182.

9 LOZADA, Mireya (2004): “El ciberciuda-dano: representaciones, redes y resistenciasen Venezuela y América Latina”. En:Daniel Mato (coordinador): Políticas deCiudadanía y Sociedad Civil en tiempos deglobalización. Caracas: FACES, Univer-sidad Central de Venezuela, pág 169.http://globalcult.org.ve/pub/Rocky/Libro2/Lozada.pdf

10Ibid. pág. 170.

11Ibid. pág. 177.

12Ver página de Conatel: http://www.cona-tel.gov.ve/indicadores/Indicadores2005/in-dicadores/anual_internet.pdf

13JIMÉNEZ, Carlos (2006): Indicadores depenetración y uso de Internet en Venezuela.Documento en línea:http://www.tenden-ciasdigitales.com/Documentos/Penetraci%C3%B3n_Internet_Diciembre_2005_v1.pdf

14El sondeo contempló una muestra de vene-zolanos mayores de 18 años de edad paraagosto-septiembre del 2003. El instrumentoconsta de setenta y cinco (75) variables decontenido, desglosadas en un total de dos-cientas cuatro (204) preguntas y treinta ytres (33) variables sociodemográficas. Elestudio fue diseñado como fuente de datoscomparable con otros sondeos en los que seestudia la cultura política de los venezola-nos. Todos estos permanecen depositadosen el Banco de Datos Poblacionales, sec-ción opinión pública, de la USB y en elRoper Center of the University of Connec-ticut, USA. Algunas preguntas de este estu-dio son comparables a preguntas de estu-dios previos de la cultura política del vene-zolano como son: Torres-1979; Batoba(Baloyra-Banco de datos)-1983; Welsch-Vargas 1989; CSE (A. Torres)-1989; CO-PRE (A. Torres)-1990; Welsch-Báez 1993;Molina-1993; Latino Barómetro 1995-1996; World Value Survey 1996, 2000;Red-Pol (Welsch y otros) 1999, 2000. El es-tudio fue realizado con fondos suministra-dos por Development Alternatives, Inc.

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El nivel alcanzado por la pobrezaen Venezuela, donde este fenó-meno ha implicado importantesalteraciones sociopolíticas en el

curso de las últimas dos décadas, ha sidonuestra principal motivación para realizarun estudio que se concentre en la repre-sentación de la pobreza en la prensa ve-nezolana. Desde la llamada década perdidade los ochenta, marcada en nuestro país conel dramático evento de El Caracazo de fe-brero de 1989, la pobreza, antes de desatariniciativas políticas, ha ritmado nuestravida corriente. En este sentido, ella hasido sobre todo una serie de síntomas en-quistados en la cotidianidad y en la per-cepción de realidad de las personas: el au-mento de la tasa de deserción escolar, eldesempleo, la economía informal insta-lada en los corredores viales y peatonalesde las ciudades venezolanas y el recrude-cimiento del crimen han elevado la hiper-sensibilidad ciudadana en medio de unambiente lleno de privaciones, resenti-mientos y temores ante lo imprevisto.

Así, la pobreza constituye nuestro ho-rizonte y uno de nuestros principales mar-cos de referencia emocionales. Nuestravisión de país está imbuida por esa expe-riencia, una experiencia que inspira lostemas de la comunicación interpersonal yque, naturalmente, se ha trasladado a losmedios de comunicación social.

Con el propósito de plantear el pro-blema de la representación de la pobrezade un modo orgánico, y en vista de quenuestra motivación principal entraña uncarácter retrospectivo, este trabajo im-plicó: 1) el repaso somero de los princi-pales métodos de medición de la pobreza,de su evolución en América Latina y enVenezuela; 2) la comprensión de la po-breza en tanto que objeto de representa-ción social y mediática, es decir, en tantoque signo; 3) la elaboración de un marcoteórico que permita referirse a la pobrezacomo fenómeno de representación, lo queen nuestro caso inscribió el problema en

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Este artículo presenta los principales resultados de un estudio sobre la representación de la pobreza en la prensa venezolana que involucróel examen de 3.126 textos periodísticos correspondientes a los mesesde febrero, mayo, agosto y noviembre del año 2005. Se hace énfasisen la fluctuación del tema pobreza durante el año en cuestión,los fundamentos periodísticos atribuidos a la pobreza, los gruposy personas que la encarnan en la prensa y los criterios de oficioperiodístico que caracterizan la representación de la pobreza en tresdiarios venezolanos: Últimas Noticias, El Nacional y El Universal

■ Leopoldo Tablante

Pobreza en la prensa venezolana:representaciones estacionarias

This article details the key results of a study on the representation of poverty in the Venezuelan press. A sample of 3,126 journalistic texts was taken in February, May, August and November 2005. It emphasises the variations in the subject of poverty in relation to thejournalistic foundation conferred to poverty, the groups and peoplewho incarnate it in press, and the criteria of the journalistic work that is used to represent the poverty in three Venezuelans newspapers:Últimas Noticias, El Nacional and El Universal.

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el marco teórico de la representación so-cial (Moscovici, 1976)¹ y en el esquemaanalítico de la representación mediática(Calonge, 2001)²; y 4) la consideración deuna serie estudios precedentes en los quela pobreza fue analizada como signo.

Tomando como precedente el estudiocoordinado por Rey para observar la re-presentación de la pobreza en las páginasdel diario El Tiempo de Bogotá (CasaEditorial El Tiempo y UNDP Colombia,2004), emprendimos el examen de la re-presentación de la pobreza en tres diariosvenezolanos de circulación nacional:Últimas Noticias, El Nacional y El Uni-versal. Este trabajo, llevado a cabo entreel Centro de Investigación de la Comuni-cación de la Universidad Católica AndrésBello y el Instituto de InvestigacionesEconómicas y Sociales de la misma casade estudios, examinó un total de 3.126textos periodísticos alusivos a la pobrezacorrespondientes a los meses de febrero,mayo, agosto y noviembre del año 2005.Este corpus fue sometido a análisis mor-fológico y de contenido.

Para normalizar la selección de lasUnidades Redaccionales de Pobreza(URPs), nos valimos de varios puntos dereferencia extraídos de varios métodos demedición de la pobreza (Banco Mundial,Fondo Monetario Internacional, CanastaNormativa Alimentaria, Necesidades Bá-sicas Insatisfechas e Índice de DesarrolloHumano). En este sentido, un material pe-riodístico fue estimado como de pobrezasi describía el modo de vida de un gruposocial tanto de contexto urbano comorural, si ese modo de vida se caracterizabapor la falta de acceso de ese grupo a bienesy servicios básicos, si la URP aportabadatos u observaciones específicas alusivasa la situación de vulnerabilidad socioeco-nómica de un colectivo y si la situación deprivación era lo más patente del modo devida descrito.

Con esto en mente, se retuvieron las3.126 URPs arriba mencionadas. 1.477provinieron de Últimas Noticias, 855 deEl Nacional y 794 de El Universal.

El examen de las URPs retenidas fue rea-lizado a través de variables discriminadasen dos categorías: periodísticas y sociales:■ las categorías periodísticas agrupan va-

riables que designan las técnicas y cri-terios periodísticos empleados por undiario para representar la pobreza ensus páginas. Estas variables son: super-ficie redaccional de pobreza (SRP), ex-tensión, sección, fuentes, género perio-dístico, enfoque, caricaturas, fotogra-

fías, dibujos, infografías, tablas y grá-ficas y unidades de intermediación;

■ las categorías sociales son aquéllas quepermiten clasificar y medir las repre-sentaciones periodísticas sobre el mo-do de vida de la pobreza asumiéndolocomo una dimensión colectiva. Ellasseñalan las características sociodemo-gráficas y los territorios que ocupan losgrupos pobres, los fundamentos perio-dísticos atribuidos a su condición devida así como sus repercusiones. Lasvariables congregadas dentro de las ca-tegorías sociales son: tema, personaspor género, personas por género yedad, grupos de pobreza, contexto,fundamentos periodísticos de la po-breza y repercusiones de la situaciónde pobreza.

Nuestro plan se detiene en el comporta-miento periodístico. Sin embargo, la ver-sión periodística sobre la pobreza enVenezuela sugiere pensar en la existenciade una relación entre la empresa periodís-tica (y mediática en general) y los agentessociales que activan su funcionamiento.Esto prefigura un problema que, saliendodel entorno de la empresa mediática, se in-terroga sobre una dinámica compleja quepuede ser objeto de trabajos ulteriores.

Pobreza: el peso de la costumbre

Los resultados de este estudio permitenavanzar que la pobreza es un tema episó-dico cuyo tratamiento periodístico de-pende principalmente de la ocurrencia deuna catástrofe, natural o social. La catás-trofe que determinó el periodismo conrespecto al tema de la pobreza durante losmeses de febrero, mayo, agosto y no-viembre de 2005 fue la vaguada que tuvolugar a finales de nuestro primer mes deestudio.

Pese a que la frecuencia de este temaen los tres diarios venezolanos analizadossea superior a la registrada por otras pu-blicaciones periódicas latinoamericanas(en El Tiempo de Bogotá, por ejemplo, losmateriales periodísticos referentes a as-pectos explícitos de la pobreza no supera-ron el 0,8% de la superficie redaccionaltotal durante los meses de febrero, mayo,agosto y septiembre de 2002) los valoressiguen siendo escasos tomando en cuentala importancia de la pobreza en términosdemográficos así como su capacidad demovilización política.

Como consta en la tabla 1, el funda-mento periodístico principal de la pobrezaes de índole natural (manifestado en laforma de una catástrofe que atenta contra

Figura 1Fluctuación comparada del tema de la pobreza en Últimas Noticias, El Nacional y El Universal

con referencia a cuatro meses del año 2005

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la integridad de amplios grupos sociales),aun cuando en buena parte de los casos lapobreza representada en la prensa ni si-quiera cuenta con un fundamento sino quese limita a ser una situación dada, en ciertamedida parte indisociable del medio am-biente.

El abordaje periodístico recorre la tra-yectoria de este núcleo figurativo, con locual la dinámica reporteril se torna ur-gente y circunstancial. Ello fomenta la ob-jetivación de la pobreza como emergen-cia, lo que banaliza su estructura de per-petuación y la ancla en tanto que un con-junto de disfunciones sociales supedita-das a un evento imprevisible³.

Si la cobertura periodística de la po-breza es circunstancial, sus productosson, en términos de extensión –tal comoconsta en las figuras 2 y 3–, modestos.

El aumento de materiales alusivos a si-tuaciones de pobreza en momentos de ca-tástrofe natural daría a pensar que elasunto goza de mérito periodístico. Sinembargo, así como el número de informa-ciones y comentarios suscitados por estetema alimenta la pauta de los tres diariosobservados, el interés periodístico sueleatomizarse en textos breves –principal-mente noticias aisladas; ver a este res-pecto la figura 13– que no alcanzan a nu-trir materiales de largo aliento. En estos tex-tos, la pobreza sobresale como un con-junto de hechos parciales que se desvane-cen justo después de ser enunciados o sesimplifican en anécdotas graves aunquepredecibles: las privaciones de un grupo fa-miliar en un refugio, el suspenso de otroque espera indemnización a raíz de la pér-dida de su vivienda, la absorción de susmiembros –principalmente de géneromasculino y entre la adolescencia y laadultez temprana– en la espiral de la vio-lencia y, en todos los casos, la efusión y suresignación consecuente ante el hecho na-tural de la muerte.

Este tratamiento noticioso brinda sinembargo pistas para comprender las téc-nicas y dinámicas periodísticas aplicadasen la cobertura de la pobreza en la prensavenezolana.

A juzgar por el desempeño de los tresdiarios aquí estudiados, el periodismo na-cional atiende las manifestaciones de lapobreza registradas en contextos urbanosnacionales muy por encima de las que sesuscitan en contextos rurales nacionales y,sobre todo, en contextos foráneos, comopuede apreciarse en la figura 4.

Este interés habla de una sintoníarelativa entre periodismo y contexto que,en el ambiente masificado de la gran

Tabla 1. Fundamentos periodísticos de la pobreza según lo publicadopor Últimas Noticias, El Nacional y El Universal en el año 2005

Últimas Noticias El Nacional El Universal

Económicas 7,99% 8,32% 3,74%Políticas 2,31% 6,11% 2,97%

Institucionales 15,25% 19,38% 9,34%Culturales 2,58% 5,04% 0,55%Geográficas 4,00% 1,50% 0,55%Demográficas 1,16% 0,53% 0,22%Infraestructura 2,42% 2,21% 3,08%

Sociales 10,78% 9,47% 2,64%Naturales 26,97% 31,77% 48,79%Otras 0,16% 0,62% 0,22%

SF 26,39% 15,04% 28,24%Total 100% 100% 100%

Figura 2Extensión de los materiales periodísticos sobre pobreza publicados por Últimas Noticias en 2005

Figura 3Extensión comparada de los materiales periodísticos sobre pobreza publicados

por El Nacional y El Universal en 2005

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ciudad, asegura el funcionamiento de uncontrato simbólico⁴ entre una empresainformativa, su lectoría mayoritaria y susfuentes primordiales.

En los lugares urbanos de la pobreza seacumulan fallas naturales y estructuralespadecidas por sus habitantes. Por lo tanto,las personas y grupos que habitan en esosespacios suelen ser asumidos como fuen-tes de información primaria. Tal comopuede observarse en la figura 5, esas fuen-tes vivas anticipan el rol de las autorida-des como proveedoras de otros datos.

En suma, como puede verificarse en latabla 2, las situaciones de pobreza agudi-zadas en contingencias de catástrofe ge-neran, además de la situación de vulnera-bilidad de amplios grupos sociales, accio-nes institucionales. Si bien la acción ins-titucional no necesariamente se expresaen forma de soluciones, al menos se ma-nifiesta a través de pronunciamientos con-gruentes con su función ideal.

Las autoridades reinterpretan el caosreinante en los espacios sociales de po-breza como su responsabilidad. Ello noimpide que sus labores y atenciones semanifiesten al término de una secuenciaacumulativa de negligencia, falta de pre-vención y planificación. En este sentido,sus declaraciones se limitarán a describirun siniestro y a dar parte tanto de sus se-cuelas como de las acciones desplegadaspara controlar y normalizar la situación.Aquí tienen lugar dos operaciones discur-sivas paralelas: una que focaliza el modode vida de la pobreza en un grupo de ciu-dadanos comunes y otra que, de maneratácita, atribuye a unas autoridades (que decomún actúan tarde o ineficientemente)las faltas que perpetúan las privacionesdel modo de vida del primer grupo. El pe-riodista se comparte entonces entre los es-pacios sociales de pobreza, las personasque hacen su vida en ellos y unas autori-dades entre colapsadas o desentendidas.

El comportamiento de las fuentes guar-da estrecha relación con las personas ygrupos que encarnan la pobreza en laprensa y que la representan iconográfica-mente. Como consta en las figuras 6, 7, 8,9, 10 y 11, estas personas son en su ma-yoría hombres entre la adolescencia y laadultez temprana, de fenotipo mestizo-negroide y que se alternan entre ciudada-nos perjudicados por situaciones de po-breza (que, en última instancia, puedenllegar a ser víctimas de hechos violentoso victimarios).

Figura 4Extensión comparada de los materiales periodísticos sobre pobreza publicados

por El Nacional y El Universal en 2005

Figura 5Fuentes citadas en los materiales periodísticos sobre pobreza publicados por

Últimas Noticias, El Nacional y El Universal durante el año 2005

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Cuando la pobreza se conjuga en plu-ral, los grupos mencionados son ciudada-nos perjudicados por situaciones de pre-cariedad, sistemáticamente desatendidospor las autoridades competentes. Así, lapobreza prefigura como una dimensiónexistencial que oscila entre imágenes-tes-timonio vinculadas con personas que su-fren sus rigores o la cotidianidad exteriorde un hombre que suele desenvolverse ala intemperie (esta última versión de lavida de pobreza puede inspirar caricaturas).

Es decir, según la mayor o menor cer-canía de un diario con respecto a los es-pacios sociales de pobreza, ella será el ob-jeto fotográfico de un retrato –manera dedarle verosimilitud al testimonio de algúnindividuo pobre (el caso de Últimas No-ticias)– o de un plano general que inser-tará el cuerpo de personas y grupos pobresen ambientes de espacios sociales degra-dados (los casos de El Nacional y ElUniversal).

Antes de proseguir, quisiéramos incor-porar una explicación sobre el anterior-mente referido aspecto étnico de la po-breza:

El hecho de que el reporterismo gráficoencuentre en individuos mestizo-negroi-des el campo de la representación⁵ preva-leciente de la pobreza venezolana permiteconsiderar la posibilidad de que ésta seencuentra caracterizada por un elementofenotípico. Esto daría cuenta de un rezagohistórico de exclusión social que puedeconfundirse erróneamente en nuestro pre-sente con la tendencia de las empresas pe-riodísticas consideradas hacia la segrega-ción social. Si bien la apariencia del per-sonaje pobre emblemático no debe en nin-gún caso sobrevaluarse ni ser empleadacomo elemento perentorio de juicio, esti-mamos que es útil al menos por dos razo-nes: en primer lugar, porque permite des-cribir el carácter de las imágenes atribui-das periodísticamente a la pobreza vene-zolana y, en segundo lugar, porque per-mite relativizar, a través del rol mediadory difusor de la prensa, la creencia de laexistencia en Venezuela de una democra-cia igualitaria.

La lectura periodística general de lapobreza, esbozada en los párrafos prece-dentes, inspira textos que traducen dos en-foques menores alternativos: una co-rriente de denuncias emitidas por las per-sonas y grupos pobres y una corriente es-timativa y personal que puede dar lugar aescritos que se turnan entre la diatriba po-lítica (este es el nivel retórico que corres-ponde a la columna de opinión) y la proac-tividad altruista.

Tabla 2. Repercusiones de las situaciones de pobreza según lo publicado por Últimas Noticias, El Nacional y El Universal en el año 2005

Últimas Noticias El Nacional El Universal

Económica 8,13% 6,99% 6,19%Política 7,86% 7,68% 3,36%

Institucional 23,54% 23,27% 24,91%Cultural 2,12% 1,23% 0,82%Geográfica 3,21% 1,77% 2,31%Demográfica 6,28% 10,29% 17,97%Infraestructura 0,54% 0,15% 0,30%

Social 45,28% 47,08% 41,31%Natural 2,21% 0,00% 1,42%De acción social o filantrópicas 0,59% 0,92% 1,34%Otras 0,23% 0,61% 0,07%

Total 100% 100% 100%

Figura 6 Género de las personas que encarnan la pobreza según lo publicado por Últimas Noticias, El Nacional y El Universal durante el año 2005

Figura 7 Género y edad de las personas que aparecen en los materiales periodísticos sobre pobreza

publicados por Últimas Noticias, El Nacional y El Universal durante el año 2005

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El primer efecto retórico pertenece aquienes sufren las situaciones de pobreza.Estas personas pueden pronunciar denun-cias en el contexto de una situación de po-breza cubierta por un diario. También,convencidos del efecto amplificador de laprensa, pueden dirigir peticiones delibe-radas –a menudo remitidas a un funciona-rio público de alto rango o, incluso, almismo Presidente de la República, quien,por razones instrumentales, será ensal-zado– para obtener la satisfacción de al-guna demanda personal. El segundo efec-to retórico corresponde a unos comenta-ristas que, por lo general, se referirán a lasapariencias perceptibles de la pobreza yque las transformarán en abstracción.

Esta contraposición esquematiza eldiscurso sobre la pobreza: ella se planteaya sea como el modo de vida pertenecien-te a sectores socioeconómicamente vul-nerables o como el efecto negativo de unaserie de políticas deficientes. Por momen-tos, este grupo de textos puede anunciarotros de tono voluntarioso que plantean lapobreza como situación resoluble a travésdel concurso de voluntades particularesaliadas a iniciativas de rescate social ani-madas por la empresa privada.

Sin embargo, la pobreza no es tema fre-cuente de opinión y aún menos de edito-riales (El Nacional es el único diario entrelos tres que publica editoriales todos losdías; en los cuatro meses estudiados del año2005, la pobreza apenas motivó 7 edito-riales). Su figuración como objeto de re-flexión es esporádica.

En el caso puntual de las columnas deopinión, un primer indicador de la falta deinterés que despierta la pobreza es la ca-rencia de dibujos inspirados por estetema.

Esta asociación del dibujo con la co-lumna de opinión no es arbitraria. Los di-bujos suelen incorporarse a las páginas dela prensa como puntal gráfico de la ideaprincipal de un texto de carácter analíticoo crítico. La carencia de artículos de opi-nión cuyo objeto central sea la pobreza re-percute en la baja proporción de dibujos.Así, la pobreza se constituye en un temalateral, apenas susceptible de extrapolarsea partir de sus síntomas.

La vaguedad inherente al tema po-breza, que intensifica su figuración entanto que secuela de una catástrofe, es aúnmás perceptible en su calidad de manifes-tación imponderable. Más allá de los pun-tos de referencia simbólicos organizadospor un sentido común periodístico trans-ferible a la lectoría, la pobreza no cuentacon recursos que sistematicen ni sus mag-

Figura 8Género y edad de las personas que aparecen en los materiales periodísticos sobre pobreza

publicados por El Nacional y El Universal durante el año 2005

Figura 9Grupo étnico de los actores que aparecen en las fotografías sobre pobreza publicadas

por Últimas Noticias, El Nacional y El Universal en el año 2005

Figura 10Grupos en los materiales periodísticos sobre pobreza publicados por Últimas Noticias en 2005

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nitudes ni sus procesos. Es por ello queson pocas las tablas, gráficas o infografíasque le son consagradas.

En fin, la representación de la pobrezaen los tres diarios estudiados se planteacomo una eventualidad que, a pesar de sus

estragos masivos y reiterativos, supeditala supervivencia de los grupos soecioeco-nómicamente más frágiles a un caos es-tructural e institucional empeorado por ladiscrecionalidad del poder político. Aho-ra bien, ¿es esta representación mediática

el producto de líneas editoriales delibera-damente trazadas o, más bien, una ampli-ficación producida por la convergencia derepresentaciones sociales individuales enla empresa periodística?

Los contenidos de los diarios son ela-borados por individuos –reporteros deplanta y comentaristas externos– que tie-nen, como cualquier persona natural, unalectura predeterminada del medio social.Si los diarios privilegian inercias infor-mativas compatibles con su propio desen-volvimiento empresarial, no es menoscierto que ellas se conforman a partir derepresentaciones sociales que les son pre-existentes. Por lo tanto, un diario no debeser asumido como la inteligencia centralque auspicia un pensamiento homogéneosobre un problema denso; por el contrario,se trata de un organismo social en el quepueden sintetizarse versiones particularessobre asuntos diversos. Este enfoque co-necta las representaciones sociales y me-diáticas e, incluso, establece entre la se-gunda y la primera una relación de de-pendencia.

Aunque la directiva de un periódicotenga la potestad de discriminar entre lec-turas preferenciales sobre la pobreza enVenezuela, no es menos cierto que estaslecturas son producto de percepciones dela realidad que ciertos individuos recon-vierten en signo. El consenso relativo entorno a la idea de que la pobreza es el con-junto de síntomas que sigue a una catás-trofe, natural o social, y de que los pobresson los personajes que corresponden a se-mejante estado de cosas plantea la necesi-dad de observar la relación dinámica entrequienes aportan los contenidos para losmedios y los medios propiamente dichos.Así, el análisis se proyecta hacia otro ám-bito: la empresa periodística como sis-tema de propagación de representacionessociales previamente formadas. Insertasen una lógica industrial de producciónsimbólica, estas representaciones se ho-mologan en una corriente editorial quepuede transformar la pobreza en un pro-blema naturalizado y con tendencia a per-manecer estacionario.

■ Leopoldo TablanteComunicador Social de la UCAB.Investigador del CIC-UCAB. Profesor de pregrado en la UCAB y Profesor del Postgrado enComunicación Social de la mismaUniversidad.

Figura 11Grupos en los materiales periodísticos sobre pobreza publicados por

El Nacional y El Universal en el año 2005

Figura 12Enfoque con que es abordado el tema pobreza según lo publicado por

Últimas Noticias, El Nacional y El Universal en el año 2005

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Referencias

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Casa Editorial El Tiempo (Dirección deResponsabilidad Social) y UNDP Colom-bia (2004). La pobreza en las páginas de ElTiempo. Bogotá: Casa Editorial El Tiempoy UNDP Colombia. Recuperado el 29 dejulio de 2008 de http://www.pnud.org.co/areas_documentos.shtml?x=955&cmd%5B82%5D=c-1-02001&cmd%5B85%5D=c-1-02001&conds%5B0%5D%5Bcategory. . . . . . . 1 % 5 D = 0 2 0 0 1 & a l s % 5 B VA -REA___%5D=02001.

JODELET, D. (1993): “La representación so-cial: fenómeno, concepto y teoría”. En:Moscovici, S. (ed.). Psicología social, II.Pensamiento y vida social. Psicología so-cial y problemas sociales. Barcelona:Paidós, colección Cognición y desarrollohumano, 469-494.

MOSCOVICI, S. (1973): Prólogo a Herzlich,C. Health and Illness. London: AcademicPress.

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VERÓN, E. (1985): “L’analyse du contrat delecture : une nouvelle méthode pour les étu-des de positionnement des supportspresse”. Médias : experiences, recherchesactuelles, applications. Paris: Irep.

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Figura 13Tratamiento del tema pobreza por género periodístico según

lo publicado por Últimas Noticias, El Nacional y El Universal en 2005

Figura 15Tablas y gráficos sobre aspectos relativos a la pobreza publicados

por Últimas Noticias, El Nacional y El Universal en el año 2005

Figura 14Dibujos sobre pobreza publicados por Últimas Noticias, El Nacional y El Universal en 2005

Figura 16Infografías sobre pobreza publicadas por Últimas Noticias, El Nacional y El Universal en 2005

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Notas

¹ Moscovici (1976) se refiere a las representa-ciones sociales como:

un corpus organizado de conocimientos y unade las actividades psíquicas gracias a lascuales los hombres vuelven la realidad fí-sica y social inteligible, se insertan en ungrupo o dentro de una relación cotidiana deintercambios y liberan los poderes de suimaginación (pp. 27-28).

En esta definición el autor incorpora la idea deque la representación social permite a los indi-viduos aprehender su mundo, aventurarse acomprenderlo y comprenderse dentro de él.En otro texto, Moscovici (1973) habla de lasrepresentaciones como de:

sistemas de valores, ideas y prácticas quetienen una doble función: en primer lugar,establecer un orden que permita a los indi-viduos orientarse en su mundo social y ma-terial y dominarlo; y, en segundo término,permitir la comunicación entre los miem-bros de una comunidad, aportándoles uncódigo para el intercambio social y un có-digo para denominar y clasificar de manerainequívoca los distintos aspectos de sumundo y de su historia individual y grupal(p. XIII).

De un punto de vista más abarcador, DeniseJodelet, seguidora de los postulados de Mosco-vici, plantea la representación social como

una forma de conocimiento específico, elsaber de sentido común, cuyos contenidosmanifiestan la operación de procesos gene-rativos y funcionales socialmente caracte-rizados. El sentido más amplio designa unaforma de pensamiento social.Las representaciones sociales constituyenmodalidades de pensamiento prácticoorientados hacia la comunicación, la com-prensión y el dominio del entorno social,material e ideal. En tanto que tales, pre-sentan características específicas a nivel deorganización de los contenidos, las opera-ciones mentales y la lógica.La caracterización social de los contenidoso de los procesos de representación ha dereferirse a las condiciones y a los contextosen los que surgen las representaciones, alas comunicaciones mediante las que circu-lan y a las funciones a las que sirven den-tro de la interacción con el mundo y losdemás (Jodelet, 1993, pp. 474-475; cursivasde la autora).

En suma, tanto Moscovici como Jodelet con-sideran las representaciones sociales como uncuerpo de conocimientos que, permitiendo alos grupos aprehender la realidad social, loscohesionan en torno de materias que formanparte de su vida cotidiana. Esos conocimientosactivan la comunicación interpersonal y per-miten a las personas organizar y clasificar losobjetos sociales. Su epistemología es de tipo in-genuo (de sentido común), lo que permite asu-mirlas como un producto vital que expresa elpensamiento social.

² La profesora venezolana Sary Calonge Cole, au-tora de un estudio sobre la representación de laescuela básica en la prensa venezolana (Calon-ge, 1999, pp. 45-60), realizó un esfuerzo teó-rico y metodológico notable para adaptar losconceptos fundamentales de la teoría de las re-

presentaciones sociales a un esquema analíticoformulado para entender el rol potenciador dela prensa en la formación de representacionessociales. En este sentido, Calonge extendió elconcepto de representación adosándole, enlugar del epíteto social, el adjetivo de mediá-tica. La representación mediática designa lamanera como los medios de comunicación so-cial transmiten ciertos contenidos de interéscolectivo. Esa manera –indisociable de la na-turaleza técnica de los dispositivos mediáti-cos– determina el modo como tales contenidosse incorporan ulteriormente al discurso socialy a la memoria de los individuos.

³ La objetivación vuelve real (“materializa”; DelRío Pereda, 1996, p. 311) un esquema de con-ceptual (Moscovici, 1976, p. 107). Una abs-tracción mental se realiza en el mundo del aquíy el ahora o, como lo expresa Moscovici, unesquema conceptual se vuelve real (1976, p.107). Las ideas sobre un determinado objeto derepresentación no son sólo creación intelectualsino reflejo de algo que existe en el exterior.“Objetivar es reabsober un exceso de signifi-caciones materializándolas” (Moscovici,1976, p. 108). Es decir, la objetivación con-centra una serie de significaciones en la evo-cación de una imagen. Sin embargo, Jodelet(1993) estima que este proceso no es automá-tico sino que consta de tres fases:

— la selección y descontextualización del ele-mento objeto de representación: se separa desu ambiente una imagen con capacidad de con-centrar sentidos susceptibles de ser discursiva-mente extrapolados por los miembros de ungrupo social;

— la formación de un núcleo figurativo: “[…]los conceptos teóricos se constituyen en unconjunto gráfico y coherente que permite com-prenderlos de forma individual y en sus rela-ciones” (Jodelet, 1993, p. 482). Por ejemplo, elconcepto de pobreza puede elaborarse a partirde insumos, lingüísticos o icónicos, tanto depersonas como de espacios sociales connota-dos o como una condición de vida precaria de-rivada de la ocurrencia de una catástrofe. Estosnúcleos figurativos darán pie a la articulaciónde un discurso genérico que buscará entenderel fenómeno, sus elementos desencadenantes ysus repercusiones;

— la naturalización: en esta fase el núcleo fi-gurativo ya funciona espontáneamente. Escapaz de demarcar fenómenos y por ello se leatribuye un estatuto de evidencia (Jodelet,1993, p. 483).

Objetivar implica transferir conceptos e ideasa esquemas e imágenes concretas (Moscovici,1976, p. 288). Objetivamos, por ejemplo,cuando atribuimos el concepto de pobreza a unconjunto de personas alojadas en ciertos espa-cios sociales, volcadas a la economía informalo a la delincuencia, que no tienen acceso abienes y servicios y que, vulnerables a la ca-tástrofe –natural o social–, no gozan sin vio-lencia o grandes sacrificios de las ventajas dela sociedad de consumo.En suma, la palabra cobra cuerpo naturali-zando el símbolo real al mismo tiempo queclasificándolo (Moscovici, 1976, p. 110).El anclaje es el proceso de incorporación defi-nitiva del elemento objetivado a nuestros pro-cesos cognitivos (Del Río Pereda, 1996, p.311). El elemento objetivado, convertido en

signo (en imagen evocadora o en palabra), estápreparado para incorporarse al discurso social.El anclaje de un concepto acaba por incorpo-rarlo a la memoria colectiva y teje una red designificaciones. Concepto e imagen ancladosestabilizan la representación, que será com-partida espontáneamente y que, incluso, puededar pie a una forma de ver y vivir la realidadsocial.Jodelet (1993) entiende el proceso de anclajecomo asignación de sentido (como creación deuna “red de significados”) (p. 486); como ins-trumentalización [sic] del saber (“la estructuragráfica se convierte en guía de lectura y, a tra-vés de una ‘generalización funcional’, en teo-ría de referencia para comprender la realidad”)(p. 487) y como enraizamiento en el sistema depensamiento (“la representación no se inscribesobre una tabla rasa, sino que siempre encuen-tra ‘algo que ya había sido pensado’, latente omanifiesto”) (p. 490). En relación con este úl-timo punto, Casado (2001) explica que el co-nocimiento objetivado se ancla cuando sealoja en los sistemas cognitivos preexistentesdentro de la mente del individuo (“en los sis-temas simbólicos previos”) y, más tarde, se in-corpora a la red de relaciones sociales (p. 79).Para Jodelet (1993) el vínculo dinámico exis-tente entre objetivación y anclaje proporcionaun sistema de interpretación de la realidad y deorientación de los comportamientos (p. 488).Por ejemplo, a menudo nuestra lectura de unacrónica de sucesos en un diario pasa por con-ceptos con gran poder de estigmatizacióncomo lo sería la noción de marginalidad: porsí sola, esta palabra ya conlleva una serie de imá-genes de referencia a las que se recurre casi poracto reflejo y con las que creemos poder sentirla realidad.

⁴ Eliseo Verón llama “contrato de lectura”, no-ción que caracteriza el posicionamiento de losmedios de comunicación de masas de cara a suaudiencia. Para Verón, este posicionamientoimplica dos caras que implican estudios para-lelos: el discurso mediático y la recepción.

Un análisis semiológico sin estudio sobre elterreno permite conocer en detalle las pro-piedades del discurso del soporte tal comoéste se presenta […] pero no nos indica dequé manera el contrato de lectura así cons-truido se articula (más o menos bien) a losintereses, expectativas, imaginarios de suslectores. Un estudio de terreno sin análisissemiológico del contrato de lectura es unestudio ciego: se estudian las actitudes y lasreacciones de los lectores y de los no lecto-res con respecto a objetos de los que no co-nocemos las propiedades que hacen deellos, precisamente, objetos de lectura(Veron, 1985, p. 219).

5 La opinión pública, cuya materia envolventeson las representaciones, posee para Mosco-vici tres dimensiones: la actitud (la orientación–positiva o negativa– de un actor con respectoa un objeto dado), la información (la organiza-ción de los conocimientos que maneja ungrupo con respecto a ese objeto) y el campo dela representación o imagen (modelo social,contenido concreto del que se derivan propo-siciones sobre aspectos precisos del objeto).La imagen es llamada por el autor “campo derepresentación” porque contiene los rasgos ca-racterísticos de un objeto y fija su contornosimbólico.

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Héctor Bujanda

Uno entiende el presente del proceso bo-livariano viendo sus antecedentes. Allíestán las claves. Y sin embargo, elegimosformas de lectura que por lo general nosllevan a un callejón sin salida. Alrededorde los acontecimientos del 11 de abril cris-talizan vicios, deficiencias y vulnerabili-dades del oficio periodístico. Entré comojefe al periodismo: de jefe de “Espec-táculos”, en El Nacional, pasé a jefe de“Política” en el mismo periódico, y eso nofue ningún trauma porque las dos fuentesson realmente parecidas. Por ejemplo, unamaldad comunicacional puede enterrar aun artista o a un político por igual. Elejemplo es Rosales cuando dice que quie-nes apoyan a Chávez son una cuerda deparásitos. Lo suelta en una televisora deMiami: eso entierra a un político. Viví eseperiodismo, formé parte incluso de unaserie de políticas dirigidas a purgar esamaquinaria comunicacional. Se purgaronesas maquinarias: tengo un amigo enGlobovisión que cubría la fuente econó-mica pero hoy en día está en la trastiendade Globovisión. Está el caso de otro pe-riodista en El Universal, a quien pusieronde editor nocturno. Incluso, poniendoejemplos más concretos, tuve que despe-dir a una periodista por haber publicadoun colgante en página interna que decía, el12 o 13 de abril, que los PM también dis-pararon. Es decir, la quitada de charrete-ras fue a todos los niveles. No se podía ha-

blar de golpe de Estado. Entonces estamoshablando de unos medios que se autopur-garon.

Si los medios se hubieran propuestodesenmascarar las grandes debilidades delrégimen, lo hubieran podido hacer “apunta” de periodismo, y esa es una caren-cia tremenda. Y como las deudas del cha-vismo, podríamos hacer una lista de lasdeudas que tiene la oposición. Por dondelo veas, te consigues siempre una imagenterrible de este país. Aquí no hay una re-ferencia modélica. No existe. Porque losciviles, cuando han tenido la oportunidad,han hecho los desmanes más grandes.Recordemos que el 27F, la respuesta gu-bernamental fue una represión bárbaracontra la gente. Por ningún lado tenemosun país con referencias públicas, que po-damos decir “ese es el país que quere-mos”.

Pero también hay espacios abiertos:sigo pensando en la construcción delEstado del bienestar, es decir, Venezuelahoy, y el mundo, es un lugar para cons-truir, para arriesgar. Es posible que el fe-nómeno Chávez, hombre a quien se tienepor “agallúo”, alguien ganado para lasgrandes aspiraciones, tenga su contraparteen Obama, quien en su medida es tambiénun hombre “agallúo”, como Sarkosy, y elcolombiano Uribe. Ahora están hablandode la era post secular de la política, la fer-vorosa necesidad de creer en alguien y enalgo. Porque el tema de ser propietario dealgo no basta, porque viene la crisis finan-

Hablemoscomunica ción96

Balance de diez añosen comunicación

Marcelino Bisbal abrió el foro presentando a los invitados, dos periodistas y un siquiatra. La idea central era analizar estos diez añosde régimen chavista desde el ángulo de los medios de comunicación.Cómo estos diez años han sido mediatizados. El primero que habló fueHéctor Bujanda, ex redactor de la revista Éxxito. El segundo, AlonsoMoleiro, jefe de redacción de la revista Contrabando y articulista enTal Cual. Y el tercero, Axel Capriles, autor del libro (Santillana, 2009)La picardía del venezolano o el triunfo de Tío Conejo.

■ Sebastián De la Nuez

Sebastián de la Nuez

Marcelino Bisbal

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97comunica ción

ciera, que es abstracta, y arruina todo tupresente. Hay amenazas sistémicas queno puedes controlar ni siquiera con tu pro-pio sentido de la responsabilidad. Comodecía Ulrich Beck, el sociólogo alemán,nos exigen constantemente solucionespersonales a problemas que son sistémi-cos. Eso pasa también en Venezuela y a nivelglobal, sea con la economía o con la polí-tica.

Hay una visión de que el chavismo esel PSUV, y resulta que no, que el cha-vismo es profundamente informal. Elpoder es una amalgama cívico-militar al-rededor de Chávez, pero hay otras capasdel chavismo donde suceden las cosasmás interesantes y me hacen pensar que es-tamos en el comienzo de un proceso. Esecomienzo es Chávez; ahora le toca a la so-ciedad hacerse cargo de una cantidad decosas. Y voy a poner un ejemplo de lo quecuesta en Venezuela hacerse cargo dealgo. El petróleo es una maldición que nospersigue, porque es una riqueza que seproduce prácticamente sola. Se produce yalgo le cae a uno. En Venezuela hay posi-bilidades de no movilizarse, de no actuar.Y qué pasa en un país cuando la gente nose moviliza, y más complejo aún, te mo-vilizas y no consigues respuesta. La nuevagente que trabaja en la Alcaldía de Liber-

tador está en los cerros para reconstruir elhábitat. Pero se encontraron con que lagente te dice que ya participó. Un amigoque está ahí me lo contaba. Cuando lleganpara pedirles un proyecto, contestan queno, “ya participamos”. Y entonces, ahoraquieren que les hagan todo, “porque ya yoparticipé y no conseguí nada”.

La gente se cansa cuando no lleva en lasangre la voluntad de participar. Al prin-cipio se emociona porque cree que van abajar los recursos porque Chávez lo dijo,y va a los ministerios, consigna mil re-caudos pero el dinero nunca llega o llegatardísimo, así que ya ese impulso comu-nitario se fractura y cuesta mucho vol-verlo a levantar. El chavismo se está en-frentando a eso.

Hay espacios para construir país. Esosespacios hay que bregarlos, y la sociedadlos va a tener que exigir. Ese es el procesoque se inició en 1998, que tuvo un empujeen 2002 y que está ahorita recalentado;pero es que hay que retomarlo. Es la únicamanera de buscar nuevas formas de orga-nización social y política. Admiro a las or-ganizaciones más o menos anarquistas delchavismo, que no se inscriben en el PSUV,que trabajan en sus localidades, que learrancan al Estado recursos pero no estánrindiendo pleitesía ni a Chávez ni al

Estado ni al PSUV. Esa gente es la poten-cia de verdad de este proceso. A esa gentenadie la invitó a salir el 13 de abril, perosalió a la calle. Eso corrobora que hay unchavismo que es libertario en muchos sen-tidos. Es decir, sabe que tiene un aliado enMiraflores, y se pelea con esa figura cons-tantemente. Es cierto que hay un fenó-meno de hiperliderazgo. Y hasta que no con-sigamos las formas institucionales que re-presenten a la gran mayoría no vamos atener un proyecto de país. No podemospensar en construir algo bajo el lema “lasociedad de propietarios”, creo que nohay nada que buscar por ahí.

Alonso Moleiro

Cuando hablamos de comunicación, deperiodismo, casi siempre se establece demanera convencional o se hace una eva-luación como muy fácil según la cual elPresidente se enfrentó a ciertos poderes yrompió con las claves naturales de la co-municación y con la dictadura de mediosy periodistas. Creo que eso es una verdada medias, es decir, claro que lo que ha lo-grado Chávez ha quedado como una ha-zaña, porque es la ruptura de la tutela, deldominio de la televisión comercial en los

Alonso Moleiro, Axel Capriles y Héctor Bujanda

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comunica ción98

ánimos de la gente, porque aquí hastahace poco el país creía lo que las televiso-ras decían. Los políticos les temían a lastelevisoras y a sus dueños y se desarrollóesta agenda de la que hablaba Héctor. Esdecir, cierto sector de la derecha liberalempezó a propagar una campaña en con-tra del parlamento, de los políticos: comouna matriz de opinión según la cual habíaque tener un hombre con guáramo que de-jara la habladera y resolviera el problema.Y, como dijo una vez Eduardo Fernández,el fulano hombre con guáramo llegó, sellama Hugo Chávez Frías, es decir, que dealguna manera esa derecha liberal le hizoel trabajo. Hay, por supuesto, muchosotros factores, otras causas; pero es verdad,se hizo un trabajo.

Chávez no es de ninguna manera pre-cursor, creador, de la antipolítica, pero sífue uno de sus continuadores más eficien-tes de los años 90. Chávez cabalgó sobreese discurso; buena parte de la clasemedia votó por él porque estaba buscandosoluciones automáticas, inmediatas, sinnegociación. La sola palabra negociación,que es una de las claves políticas civiliza-das, todavía es muy mal vista por el cha-vismo, pero no por el lado antipolítico,sino por el lado marxista; el que negociaes el que pacta, el que traiciona la espe-ranza popular. Entonces, negociar, acor-dar o pactar, o aceptar que yo podría estarequivocado, está mal visto: si negocioestoy claudicando pues soy la continua-ción de la verdad, de la historia y de la es-peranza popular.

De manera que no puedo negociar nipactar nada de lo que yo represente, ycomo lo que yo represento es la esperanzapopular, los demás son la oligarquía. Creoque cuando toque glosar este periodo dediez años y lo que quede, tendremos quepensar en Aló Presidente, que es un pro-grama que junta buena parte de las técni-cas de la televisión comercial en un solocompacto, que ha tenido una influenciaimpresionante en las percepciones popu-lares. Yo siento que esa influencia ha ce-dido un poco a fuerza de saturación.

En los años 2004 y 2005 Aló presidentese oía en estéreo: las cosas que allí decíaeran de manera automática consigna ymotivo para organizarse. Muchas veces vique Andrés Izarra le construyó a Chávezsets televisivos en Miraflores que eran unasuma de todos los programas de televisiónque hemos visto: Dossier, Almorzandocon Orlando, La feria de la alegría, Elbingo de la bondad, Sábado gigante… Eratodo al mismo tiempo. Había un panel degente que pedía cosas, un panel de minis-

tros que contestaba; una cosa insólita.Aquel señor durante siete horas sin ir albaño, sin pararse para respirar. Era unasunto demencial, pero valdría la penaalgún día recogerlo como un fenómenocomunicacional insólito. Es decir, mu-chos dictadores se sirvieron de los mediospara poner lo que querían. Hitler lo hizo.Y era el gran coco de algunos escritorescomo Orwell. La radio, el cine, eran cosasque se imponían. Chávez ha hecho eso demanera muy hábil y ha logrado romperesa hegemonía de la televisión clásica.

De 1999 a 2002 hubo un primer Chá-vez y un primer Estado comunicacionalen el país. Es verdad que los periodistasvenezolanos y el estamento intelectual hi-cieron una interpretación muy clásica, sin

arraigo, sin una comprensión completa delo que estaba pasando en principio; es ver-dad que Chávez demostró ser un hombreextremadamente astuto, pero tambiénagarrado de ramas teóricas y a veces con-tradictorias. Uno se pone a pensar en tiposcomo Ceresole o cosas como El oráculodel guerrero y se ríe. En ese momento elPresidente entiende de manera muy claraque los medios tienen un poder que debeconfrontar. Y también a los periodistas,quienes estaban montados en un poder delcual no tenían una conciencia exacta. ElPresidente bajó a la arena, al lugar de losperiodistas, a enfrentarlos directamente.Para mí, el 11 de abril fue, antes que ungolpe militar clásico, una rebelión popu-lar que el Presidente promovió con mu-chísimo denuedo. Acentuó las contradic-ciones sociales y políticas del país paraenfrentar a una oposición sin mayor pro-yecto a mediano plazo, sin una visión ab-soluta de lo que estaba pasando. Una opo-sición que cometió todos los errores posi-bles, y que concretó lo que probablementesea el año más negro del periodismo ve-nezolano, que es 2002.

Sin embargo, el creador y autor de esatragedia fue Hugo Chávez Frías, y es elresponsable político de todo lo que pasóen ese momento. Ningún presidente res-ponsable puede permitir que la ciudadaníase enemiste de esa forma en torno a su per-sona. Venezuela sigue parada sobre unaparato de caos y de odio extremadamentepeligroso. No tengo razones para creerque Chávez sea un marxista o un socialistadoctrinario, como puede serlo VladimirAcosta; Chávez es un hombre con muchí-sima audacia, con vocación de poder, unmilitar que ha venido encontrando en al-gunas claves del marxismo clásico ele-mentos que le funcionan, que le sirven,cosas que él estaba buscando desde hacemucho tiempo.

En realidad, hasta 2006 sigue este pro-ceso de absoluto caos mediático. Para esemomento, tanto Héctor Bujanda como yoestábamos fuera del país, y cuando lleguéa Venezuela encontré perturbación y measombré al ver la televisión. El programade Orlando Urdaneta, por ejemplo. Paramí eran cosas de un país que se habíavuelto loco. Pero al mismo tiempo veía elcanal 8 con su fomento permanente de eseconflicto como vía para eliminar al adver-sario, para debilitarlo.

Lo cierto es que comenzó una especiede debate muy intenso entre los periodis-tas que habían sido parte de una situación(probablemente fueron usados) con su in-comprensión de lo que teníamos enfrente.

Aunque hay cosas muy interesantesen la organización comunal, y en

algunos supuestos sociales, a mí mepreocupa ver cómo en la sociedadvenezolana se han ido incubandoun montón de valores que tienen

la misma inspiración piramidal deobediencia de vida.

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Alonso Moleiro

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99comunica ción

Pasamos un tiempo haciéndonos exáme-nes mutuos de probidad y de ética, y lan-zándonos acusaciones sobre el tipo de pe-riodismo que estábamos haciendo. Du-rante esos años el presidente Chávezllamó a dialogar; cuando vio que el asuntose le iba de control hizo un esfuerzo pornormalizar un poco la cosa. De hecho, enmuchos Aló presidente lo dijo, invitó a laoposición, dijo que la respetaba, llamó adiálogo, creó una mesa de negociación.Cuando ganó el revocatorio creó gabine-tes móviles donde estaban gobernadores deoposición. En el interior del mapa estraté-gico del Fuerte Tiuna, Chávez ordenó a sugente entenderse en lo básico para estabi-lizar el país y entrar en la fase actual. Lafase en que él nos impone su proyecto po-lítico.

La otra cosa que quería decir es que esclaro que acá el estamento opinático ve-nezolano, que incluye a los periodistascomo sector fundamental, ha cometidoerrores de bulto, se ha equivocado y hahecho una interpretación convencional delas cosas, pero para mí es un problema queva de segundo en la lista de preocupacio-nes. Aunque hay cosas muy interesantesen la organización comunal, y en algunossupuestos sociales, a mí me preocupa vercómo en la sociedad venezolana se hanido incubando un montón de valores quetienen la misma inspiración piramidal deobediencia de vida. Yo no veo cuándo esque vamos a poder salir de eso. En Vene-zuela está desarrollándose un modelo au-tocrático clásico con elementos perturba-dores y habría que evaluar el sistema co-municacional del Estado venezolano y desus periodistas. Se evalúa de manera bas-tante deportiva el ejercicio periodístico enel mundo no chavista y nunca se hacenevaluaciones del otro lado.

Axel Capriles

Creo que en la época de la CoordinadoraDemocrática, una de las personas que másdebe haber agarrado cámara fue Jesús‘Chúo’ Torrealba, porque estaba de direc-tor de medios y siempre se agarraba elshow para él. Durante al menos dos añosagarró medios de una manera bárbara. Yme cuentan que cuando llega y monta Elradar de los barrios, las primeras veces queempieza a subir cerros y barrios para ha-cer entrevistas, juraba que todo el mundolo conocía. Resulta que no había una solapersona que lo hubiera visto y reconocido.

Ese es el poder de los medios en Vene-zuela. Los mismos medios se creen mu-

cho más influyentes de lo que son. Encuanto al ataque continuo del Gobiernocontra los medios, ¿cuáles medios? Esprácticamente una estación de televisiónque tiene una señal limitadísima, porque¿qué otros medios hay que estén real-mente atacando al Gobierno? Los demásestán mediatizados; la cadena de periódi-cos populares más grande del país estámediatizada por asuntos familiares quebien conocemos. Realmente, ¿cuántosmedios tenemos con influencia sobrealgo?

Comienzo con dos comentarios sobredos cosas que me sucedieron esta mañana:hace varios años, cuando mi papá se fue avivir a España por los secuestros, por losrobos que le habían hecho y las veces quelo habían amarrado a la cama con pistolas

sobre la cabeza. Cuando recogimos todassus cosas me encontré con una colecciónde la revista Life. Había un número de losaños sesenta en que pintaban a Venezuelacomo la nación del futuro. Era un país deesperanza, y Caracas una ciudad insólita-mente bella, digna, llena de posibilidades.Te pintaban a Venezuela como el país deAmérica Latina que había alcanzado los ma-yores índices de salubridad pública, altí-simos índices en educación, una de laspocas democracias sostenidas. Vi la re-vista cuando me desperté esta mañana. Yencontré a mi hijo saliendo a la universi-dad. Me contó que en la noche lo paró laPolicía Metropolitana en un puesto deAltamira. Siempre le caen a los chamos ylos martillan y los acosan. La otra vez lotiraron al piso: recordé que en mi juven-tud yo me sentía siempre desamparadofrente a la autoridad. A mí me daba miedola policía. Y sé que esa sensación dedesamparo del ciudadano frente a la auto-ridad, o frente al Gobierno, o frente al po-der, fue poco a poco pasando. Hubo algu-nos cambios institucionales en Venezuelaque a uno le dieron cierta seguridad. Perohoy creo que se han perdido totalmente yestamos otra vez frente a las imágenes dela autoridad arbitraria.

Si tuviésemos la oportunidad de miraresto a distancia, si pudiéramos tener laoportunidad de trasladarnos en el tiempoy ver el proceso histórico desde el futuro,creo que veríamos estos diez años comola fase final de un proceso de dislocacióny desmembramiento de la sociedad vene-zolana: un momento de transformación,una ruptura de una forma de ser y de vivirque nos caracterizó durante muchotiempo. Una sociedad que se formó entorno a unos mitos que ya no funcionan,como el del héroe, el de la abundancia, eldel igualitarismo, y una serie de mitos quehan dominado la cultura subjetiva del ve-nezolano durante todos estos tiempos.

Yo vería estos diez años como la fasefinal del petroestado: una sociedad carac-terizada por la psicología de la abundan-cia. Esto que estamos viviendo es parte dela manifestación de la turbulencia de esosprocesos de descomposición y de deca-dencia de una sociedad, y de transforma-ción hacia otras formas de organizaciónsocial. Parte de esos desajustes vienendados por la inviabilidad del modelo. EnVenezuela nunca ha existido el libera-lismo porque nunca ha existido capita-lismo y menos todavía una derecha libe-ral. ¿Cómo puede existir neoliberalismoen una sociedad que vive fundamental-mente del Estado? Y en eso yo creo que

En cuanto al ataque continuo del Gobierno contra los medios,

¿cuáles medios? Es prácticamenteuna estación de televisión que tiene

una señal limitadísima, porque ¿qué otros medios hay que estén

realmente atacando al Gobierno?Los demás están mediatizados

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Axel Capriles

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tal vez Venezuela es una de las pocas so-ciedades en el mundo que vive del Estado.Casi todas las otras naciones tienen unEstado que vive de lo que produce la so-ciedad. En esta sociedad hay un Estadoque controla su principal recurso, que re-presenta más del 50% del PIB de la nación.

Sin embargo, ese modelo dejó de fun-cionar y crecer. Un Estado que con sus ri-quezas naturales alimente a toda una po-blación, es inoperante. Empezaron a habercarencias y necesidades, situaciones-lí-mite que llevaron a una crisis de transi-ción importante en la que aparece el cha-vismo. El chavismo es expresión de lasgrandes necesidades y carencias que dejóel modelo imperante; no es un cambio deese modelo, sino profundización de esemismo modelo llevado hasta sus últimasconsecuencias.

Lo que sucede habitualmente con lastransiciones y turbulencias es que los li-derazgos que surgen son carismáticos,fundamentados en procesos de identidad.En este sentido debe tomarse en cuenta loque dijo García Márquez cuando se vinode Cuba con Chávez en el avión (dijo quenunca había conocido a alguien tan vene-zolano), es algo que podemos llamar ca-rácter o personalidad social. Tal vez Chá-vez personifica la estructura básica del ca-rácter venezolano. Su liderazgo como talnunca ha sido una categoría política sinocategoría psicológica: va utilizando laideología política que tiene a mano paraconectar con esa población y con esa so-ciedad. Pero lo fundamental son los pro-cesos de identidad y la conexión emocio-nal. Y la expresión de una serie de aspec-tos latentes en esa psicología.

Esa sensación de inclusión de la que sehabla funcionó a nivel simbólico y un po-quito a nivel material por la vía del con-sumo, pero no trajo transformaciones se-rias en la sociedad puesto que mantenemostodavía los mismos porcentajes de po-breza de 1998. Hay un incremento de laciudad informal, de la ciudad marginal.No ha habido transformaciones en térmi-nos reales. Sin embargo hubo una sensa-ción de inclusión que fue importante y quealimentaba esa necesidad de identidad. Encasi todos estos momentos de crisis siem-pre se apela a esas identidades muy arcai-cas y fundamentales como pueden ser lasreligiosas y las étnicas.

Ha sido un proceso histórico que nos haido llevando a una situación de desmem-bramiento de la sociedad, del Estado ve-nezolano, y estamos cayendo en una si-tuación de anomia social. Venezuela cum-ple con todos los indicadores de ingober-

nabilidad y de debilidad del Estado seme-jantes a los de países africanos. Estamosen una situación donde no hay Estado enmultitud de zonas geográficas. Todo el ejedel Orinoco, toda la zona de San Fernandode Atabapo para arriba está fuera del con-trol del Estado. Hay zonas en Caracasfuera del control del Estado, donde no en-tran las autoridades o la policía, salvopacto con bandas de la zona. En generaltenemos una ausencia de Estado en prác-ticamente todo el territorio nacional y enla sociedad venezolana. Estamos viviendouna situación de anarquía. Esas personasque llegan con armas largas y se mueventranquilamente, secuestran a la gente y sevan, están funcionando autónomamente.Hay toda una lógica independiente delEstado, fuera del control del Estado.

Por la riqueza petrolera existe aúncierto control cuando utiliza su forma depoder coercitivo sobre ciertas personali-dades o empresas; pero si el Estado tu-viera que ejercer el poder sobre todos almismo tiempo, no podría. Sin embargo,da la apariencia de tener poder y estruc-tura suficiente. Esa es la pintura de estosdiez años.

Hay una psicología de supervivenciadonde las personas salen de su oficina y sevan corriendo para llegar a sus casas o ran-chos antes de que los maten. Todo elmundo está tratando de vivir su vida sinun proyecto colectivo o posibilidad de unared. Este tipo de sociedad no tiene muchofuturo. En lo económico falta poco para queimplosione tanto en la parte petroleracomo en la producción general del país. Yaprácticamente el campo está en lo mí-nimo, ya no hay posibilidad de produc-

ción en el campo, en la ganadería, en lasindustrias. Estamos llegando a una situa-ción de desvanecimiento tal del poder deproducción de la sociedad que esto va a traeruna turbulencia mayor. Quizás surja unnuevo proyecto para reconstruir el paíspero hay que sentirlo, verlo, en el largoplazo.

Ese mito del héroe que el Presidente haexacerbado tanto hasta convertir todo enbolivariano. Y donde él se constituye enlíder fundamental del proceso, nos llevatambién a un mito que tiene que dejar defuncionar. Si ustedes ven todo lo que hasido la nacionalidad venezolana, se cons-truyó a partir del mito de Bolívar, con unaracionalidad política muy clara, muy ar-gumentada a mediados del siglo XIX. Elmito del héroe nos lleva y nos remite al in-dividualismo. El héroe es un individuoque se cree que tiene la razón, que está porencima de todo y hace grandes hazañas.

Sin embargo, hay una sociedad quedebe funcionar en red, como una comuni-dad, estableciendo lazos de funciona-miento, sistemas de asociatividad para eltrabajo en equipo: una red que permita eltrabajo comunitario.

Ese mito del héroe también está res-quebrajándose y también la idea de la per-tenencia. En una sociedad moderna, con-temporánea, comenzamos a necesitar lacompetencia, el mérito, el conocimientocomo forma de movimiento social. Aquítodos estos mitos empiezan a resquebra-jarse y se hace necesaria otra forma demirar el mundo. Creo que el chavismo esun grito desesperado para mantener elstatu quo de lo que fue la Venezuela de laabundancia, del individualismo.

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101comunica ción

1- Bloqueo de medios decomunicación

El golpe de Estado perpetrado en Hon-duras el domingo 28 contra el presidenteManuel Zelaya, se ha constituido tambiénen un flagrante atentado a la libertad deexpresión, con medios de comunicaciónintervenidos, programas clausurados, pe-riodistas acosados y ciudadanía perse-guida por ejercer su derecho a opinar.

La población estuvo en oscuridad in-formativa casi durante 48 horas, a partir deldomingo 28 de junio, ya que los golpistascortaron durante más de cuatro horas laenergía eléctrica, el servicio de telefonía,hubo bloqueo informativo con televisorasy emisoras fuera del aire.

Canal 8, el canal del gobierno es uno delos medios de comunicación que estáfuera del aire desde el domingo, canalesde noticieros internacionales fueron cen-surados, después de un “apagón” de ener-gía eléctrica, Radio Cadena Voces no vol-vió a su programación habitual, y perio-distas de programas radiales y televisivoshan suspendido su transmisión ordinaria.

Los capitalinos intentaban realizar lla-madas telefónicas desde números fijos loque era imposible, mientras tanto proba-ban realizar llamadas desde los teléfonoscelulares pero eran constantes las inte-rrupciones.

El director de Radio Cadena VocesDagoberto Rodríguez, lamentó la inte-rrupción de energía eléctrica que afectó albulevar Morazán, zona donde están lasinstalaciones del medio de comunicación.

Asimismo, dijo haber recibido, el lu-nes, tres llamadas telefónicas supuesta-mente de grupos afines al gobierno deZelaya, expresando amenazas contra elmedio de comunicación.

Además, el periodista y director delprograma Hable como habla, EduardoMaldonado, quien colaboraba con Zelayaen la encuesta de opinión popular, estáprotegido por la embajada de EstadosUnidos. Lo mismo pasó con RadioProgreso, Globo, así como Canal 36 quesigue fuera del aire.

En todo el país se ha restringido la ope-ración de radioemisoras independientes yde estaciones de televisión por cable. Al-gunas operadoras de televisión por cable,desde el domingo, han cortado la señal de

Guatevisión, Teletica y CNN, para impe-dir que la población reciba informaciónalternativa.

El Comité por la Libre Expresión (C-Libre), pide que se restablezca la opera-ción libre de todos los medios que hansido intervenidos y exige que no se vuelvaa cometer este tipo de violaciones a la li-bertad de expresión. Asimismo, deplorala falta de información a la ciudadaníasobre lo que está aconteciendo en el país.

Comité por la Libre Expresión (C-Libre), una Coalición deperiodistas y miembros de la sociedadcivil constituida para promovery defender la libertad de expresióny el derecho a la informaciónenHonduras.

2-Black out mediático en tornoal golpe de Estado

Reporteros sin Fronteras está muy preo-cupada por las consecuencias que puedatener sobre la libertad de información elgolpe de Estado del 28 de junio de 2009.

El golpe militar que destituyó del poder alpresidente Manuel Zelaya estuvo seguidode un toque de queda, durante el cual sesuspendieron las frecuencias de variosmedios de comunicación audiovisuales.

“Por principio, condenamos un golpede Estado contra un presidente elegido de-mocráticamente, que justifica todos los te-mores en materia de respeto de las liber-tades fundamentales, y entre ellas la de in-formar. Las suspensiones o cierres de me-dios audiovisuales, tanto locales como in-ternacionales, manifiestan la clara volun-tad que tienen los golpistas de ocultar losacontecimientos. La Organización de losEstados Americanos (OEA) y la comuni-dad internacional deben exigir, y conse-guir, el levantamiento de este ‘black out’mediático”, declaró la organización.

Como consecuencia del golpe defuerza militar, en el momento en que se ini-ció el toque de queda la Comisión Nacio-nal de Telecomunicaciones (CONATEL)tuvo que notificar a los operadores delcable la prohibición de que emitieran al-gunos canales internacionales comoTelesur, Cubavisión Internacional y CNNEspañol. Las frecuencias de Radio Globo

Informaciones

Honduras: comunicados en defensade la libertad de expresión

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y otras varias emisoras también se vieronafectadas por bloqueos y cierres.

Afuera de la capital, cuatro horas des-pués de producirse el golpe, unos 25 mili-tares invadieron los locales de RadioProgreso, una emisora perteneciente a laAsociación Latinoamericana de Educa-ción Radiofónica (ALER), y obligaron ala redacción a cesar toda actividad. En uncomunicado, su director, Ismael Moreno,subraya que algunos lugareños se pusieronen medio, evitando que se produjeran vio-lencias más graves. Radio Progreso, ahoraen el punto de mira de los militares, toda-vía no ha decidido cuando reanudará suprogramación.

La toma del poder por los militares, yla investidura en el Congreso de RobertoMicheletti para la presidencia, han provo-cado manifestaciones de apoyo al presi-dente Manuel Zelaya. En Tegucigalpa,unos miembros de la Asociación de Taxis-tas de Honduras atacaron violentamente aun fotógrafo del diario El Heraldo. Losmanifestantes apedrearon al periodista ydespués le dieron una paliza, cuando es-taba en el suelo.

“En tiempos normales, los periodistashondureños ya padecen una gran insegu-ridad. En las actuales circunstancias hace-mos también un llamamiento a la respon-sabilidad de los medios de comunicación.Que se cuiden mucho de contribuir a unapolarización de la opinión pública, lo quecorrería el peligro de exponer a sus perio-distas a represalias aún mayores”, con-cluyó Reporteros sin Fronteras.

3-La verdad nos hará libres

Hemos seguido atentamente y con pro-funda alarma los acontecimientos quedesde el jueves 25 de junio han proyectadosobre el pueblo hondureño la sombra te-nebrosa de los preparativos de un golpe deEstado. En efecto, fue en esa fecha cuandoempezaron a desplegarse miembros de lasFuerzas Armadas por las calles de Teguci-galpa. El domingo 28 de junio se consumóel golpe. En la mejor copia de los antiguoscuartelazos que creíamos ya superados, elPresidente de la República fue despertadoen la madrugada por un destacamento delas Fuerzas Armadas, encañonado, y obli-gado a abordar un avión que lo llevó aCosta Rica, donde apareció ante los me-dios aún en pijama y sin calcetines.

Desde entonces, Radio Progreso, cuyodirector es nuestro compañero y miembrode la CPAS, el jesuita Ismael MorenoCoto, ha sufrido, primero, la interrupción

de sus emisiones, forzada por una patrullade soldados que amenazaron con destruirlos aparatos en caso de no ser obedecidos.Y eso, a pesar de la concentración popu-lar que, a las puertas de la emisora, semostró dispuesta a defender “la voz delpueblo”. Radio Progreso ha reanudadodespués sus emisiones con cautela y bajoamenaza, y su frecuencia ha sido interfe-rida una y otra vez. Lo mismo ha ocurridocon otros medios radiales y televisivos, in-cluso algunos de cable. Evidentemente,unos gobernantes que, para reforzar su go-bierno, sienten la necesidad de impedir latransmisión de la información y su plura-lismo, muestran claramente la duda quelos acosa sobre su propia legitimidad y lasarenas movedizas sobre las que se mue-ven.

Radio Progreso ha llamado desde elviernes 26 de junio al “diálogo para la ne-gociación” entre las instituciones repre-sentativas de la democracia en Hondurasy miembros de instituciones de la socie-dad civil. Diálogo negociador, como únicaherramienta razonable para discernir entrepropuestas y proyectos diversos de país.El diálogo y la negociación son las herra-mientas de la democracia. El uso de laFuerza Armada y, luego, de la Policía,para reprimir a la ciudadanía que noaprueba el golpe de Estado, son las herra-mientas de un poder que teme, y por esoha prohibido, el derecho de manifesta-ción, de asociación, de movilización, delibre expresión de la opinión, de un debidoproceso, y, sobre todo, de inviolabilidaddel domicilio y de la integridad física ymental de las personas. Son las armas dela dictadura.

Radio Progreso ha vuelto a expresar elviernes 3 de julio su convicción de que “eldiálogo para una salida negociada es, sinduda, el único camino para evitar que noshundamos en un derramamiento de san-gre”. Radio Progreso piensa que la diri-gencia del Partido Liberal ha llamado enauxilio de su proyecto socialmente elitistaa las Fuerzas Armadas y ha abusado deellas, y ahora también de la Policía, paradar y mantener un autogolpe de Estadocivil, que impone al país por procedi-mientos anticonstitucionales un régimenautoritario y represivo que no garantiza–por mucho que así se proclame– la cele-bración y la limpieza de las próximas elec-ciones en noviembre de este año.

Radio Progreso piensa también que,más allá de las disputas, aparentementeextremosas entre dos facciones [grupos]del gobierno, “la sociedad civil tiene de-recho a salir a la calle y hacer sentir su voz

no porque el gobierno del PresidenteManuel Zelaya Rosales haya sido un buengobierno, sino porque el remedio de ungolpe de Estado nos trae una enfermedadpolítica y social mucho peor que la que te-níamos con la improvisada y caótica ad-ministración” del Presidente Zelaya y sugrupo.

La Comisión Provincial de ApostoladoSocial (CPAS) de la Provincia Centro-americana de la Compañía de Jesús, com-parte la valoración analítica de RadioProgreso, y, en todo caso, considera que elcamino hacia la libertad política democrá-tica sólo se puede garantizar si las diver-sas fuentes de opinión pública puedenhacer su propio aporte en la búsqueda dela verdad.

La CPAS, por lo tanto, se solidariza sinvacilación alguna con Radio Progreso,con el Equipo de Reflexión, Informacióny Comunicación (ERIC), y con el directorde ambos, P. Ismael Moreno Coto, S.J., ycon todas las trabajadoras y trabajadoresque, desde aquellos, dan su aporte a la de-mocracia como ciudadanas y ciudadanosque buscan la verdad con libertad desde laopción por los pobres. Estos, en últimotérmino, son los que van a sufrir más porel rompimiento de las frágiles libertades dela democracia en Honduras y en cualquierotro país de América Latina y del Caribe,y del mundo. A los pobres queremos ser-vir nosotros en la búsqueda de la paz in-separable de la justicia y la defensa de losvalores culturales democráticos, que in-cluyen la participación en la vida públicade la sociedad civil.

Apelamos al amor a la patria de todoslos implicados en la disputa política enHonduras y hacemos un llamado al diá-logo y la negociación para que se busquencaminos que devuelvan a Honduras alEstado de Derecho, que reclama toda lacomunidad de naciones y pueblos.

Exhortamos a los Gobiernos de Méxi-co y Centroamérica a acoger generosa-mente a los refugiados y desplazados for-zosos que esta crisis provoque desdeHonduras.

Comisión Provincial de ApostoladoSocial (CPAS) de la Provincia

Centroamericana de la Compañía de Jesús ante los acontecimientos

en Honduras: Francisco Iznardo, s.j.

Coordinador Apostolado Social.Provincia Centroamericana

de la Compañía de Jesús

comunica ción102

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103comunica ción

Ensayos políticos, textos de historiay novelas que recrean los momen-tos más álgidos de la política con-

temporánea se han convertido en los librosmás buscados por los lectores venezola-nos, ávidos de explicaciones sobre el pro-ceso que vive el país bajo la presidenciade Hugo Chávez.

“A partir de 2003 se produce un augedel ensayo político, como producto natu-ral de la necesidad de explicación al fenó-meno que vive la Venezuela actual”, dijoa la AFP Ulises Milla, director de la edi-torial Alfa.

En Caracas, las vitrinas de las libreríasexhiben títulos como Ideas para debatir elsocialismo del siglo XXI, de MargaritaLópez Maya, Hugo Chávez sin uniforme,de Alberto Barrera y Cristina Marcano, oEl poder y el delirio, del historiador me-xicano Enrique Krauze, todos con el ros-tro del presidente venezolano en la por-tada. “Una foto de Chávez ayuda a lasventas”, reconoció Milla. “Al final, él ter-mina siendo el centro alrededor del cual giratodo, la razón por la cual se publican estoslibros” “Hay una búsqueda de la identi-dad, un deseo por conocer cuál es la raízde lo que está ocurriendo en la actualidadpolítica”, refiere Milla.

También las novelas históricas de con-tenido político tienen gran acogida entrelos lectores en Venezuela. El pasajero deTruman, de Francisco Suniaga, que recreala historia de Diógenes Escalante, candi-dato de consenso para ocupar la presiden-cia en 1945 y a quien la locura súbita se loimpidió, desatándose una crisis que ter-minó en golpe, es reconocida como elbest-seller del último año.

En 2005 había sido éxito de ventas lanovela Falke, de Federico Vega, sobre ungrupo de jóvenes residenciados en Europaque a principios del siglo XX deciden de-sembarcar en Venezuela para derrocar latiranía de Juan Vicente Gómez.

Héctor Bujanda, investigador en elInstituto de Estudios Avanzados de Cara-cas y autor de la novela La última vez, am-bientada en los días del “Caracazo”, creeque el secreto de esas obras es haberseasomado a momentos conflictivos del pa-sado “con la mirada del presente”.

“Hay una idea de que los dilemas ac-tuales han estado siempre presentes en lahistoria de Venezuela. Los periodos de

grandes crisis institucionales y de luchapor el poder necesitan un discurso cultu-ral. La gente quiere relatos de mayor al-cance, que conecten con sus angustias y queden algunas respuestas”, señaló Bujanda.

Los libreros coinciden que el interés desus lectores cambió radicalmente en el úl-timo lustro. “Antes vendíamos principal-mente literatura. Ahora es mucha la genteque viene buscando ensayos. Los clientesno han cambiado, pero sí sus preferencias,y eso ha tenido también una respuesta delos autores”, según Nikolai Herrera, de lalibrería Noctua de Caracas.

La publicación de ensayos políticos ytextos de historia de Venezuela no sólonutre a las editoriales privadas en Vene-zuela, sino también a las del Estado, comoEl Perro y la Rana o Monteávila, que tie-nen además su propia red de librerías.

En esas librerías abundan los textos so-bre el Che Guevara, Fidel Castro, la revo-lución cubana y la guerrilla en Colombia.También hay libros de la marxista MartaHarnecker y de la colección de Le MondeDiplomatique.

El Perro y la Rana acaba de cumplir sutercer aniversario y se precia de haber edi-tado hasta ahora cerca de 1.500 títulos ymás de 40 millones de ejemplares. Su di-rector, Miguel Márquez, asegura que laeditorial ha sido una “respuesta urgente,necesaria, incluyente, magnífica y revolu-cionaria, a tono con el país que estamos vi-viendo y sus políticas de inclusión”.

Nina Negrón (AFP)

(¿)La revoluciónserá Twitteada(?)

La blogósfera internacional también está enllamas a propósito de los desórdenes en

Irán. Después de las protestas por los resulta-dos en las elecciones, la información ciudadanase hizo paso entre el desorden y el bloqueo deinformación. Particularmente del lado de losopositores, la lucha por Internet ha sido in-mensa. YouTube y otros servicios de video,blogs, sms, Facebook y Twitter han sido los es-pectadores de esta lucha en primera fila.

Si usted, por cualquier razón, está alejado dela noticia, meterse en YouTube y en Twitter essumergirse en el conflicto casi en vivo y directo.Y si hay cosas que aún no quedan claras (algoque podría ser fácilmente el caso dado lo com-plejo del conflicto y del país) en YouTube tam-bién se consiguen documentales e informesque buscan aclarar los antecedentes.

Los videos que se ven en estos documenta-les, tomados en 1979, recuerdan alarmante-mente a los de hoy.

Muchos de los que participan dentro de losforos en Internet se preguntan si los titularesque han leído en estos días a través de blogs yperiódicos online son los mismos que se leye-ron en papel hace 30 años.

El elemento que hace al espectador caer encuenta de que todo ocurre en esta época es elflujo avasallante de comunicación gracias a latecnología.

Al entrar en Twitter (# Iranelection) se sientela fuerza de los que están activos por la oposi-ción a Ahmadinejad. Pero esto no sorprende de-masiado: Irán es uno de los países en los quese ve más desahogo a través de blogs y mediosen la red. De acuerdo con el trabajo audiovisualIran, a Nation of Bloggers (disponible enYouTube y altamente recomendable) el país esel tercero con más autores en línea.

Quienes retan al régimen en Internet cono-cen los recovecos por los que se escapa de lacensura y del brazo de la ley en RepúblicaIslámica. Vale recordar que el año pasado sediscutió castigar con pena de muerte a autoresde Weblogs que promovieran la corrupción. Encualquier caso, es por Twitter que más se hacompartido enlaces útiles, videos, códigos paratener acceso a la red e información de afueradirigida a la gente dentro y viceversa.

Estamos frente a un conflicto que esquiva alos medios tradicionales (¿o frente a medios tra-dicionales tratando de esquivar un conflicto?).La información corre dentro y fuera de Irán.

La crisis se cuenta con palabras nuevas y endistintas direcciones; y el uso de la tecnologíahace la diferencia.

Laura Vidal

Informaciones

El ensayo político como éxito editorial

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Reporteros sin Fronteras teme den-tro de poco que se suspenda la fre-cuencia hertziana de Globovisión.

El último procedimiento llevado contra elcanal, el 16 de junio de 2009, abre esta po-sibilidad. Dos días después, el TribunalSupremo de Justicia (TSJ) ratificó el prin-cipio en virtud de que el canal podía sercondenado penalmente.

“El presidente Hugo Chávez avisó re-cientemente que Globovisión dejaría lasondas por no modificar su línea editorial.Presionó a la administración y a la justiciaen ese sentido. Hablando de un ‘problemade salud pública’ al respecto, el Presidenteha elegido un remedio peor que la enfer-medad. La suspensión de su frecuenciahertziana sería el punto culminante de unauténtico acoso pleitista, jurídicamentediscutible, en contra del canal por su con-tenido. Que el canal no sea libre de repro-ches no quita nada a la gravedad del pro-ceso. No es digno de una democraciacomo Venezuela que el capricho del Jefedel Estado sea lo único en decidir del fu-turo de un medio de comunicación. Unavez liberado de Globovisión, Hugo Chá-vez dispondrá de un espacio televisualhertziano totalmente abnegado pero re-nuncia a un filtro mediático, lo que podríallevar a una radicalización de la oposición.Esta configuración es un revés para el plu-ralismo y el debate”, deplora Reporterossin Fronteras.

La Comisión Nacional de Telecomu-nicaciones (Conatel) entabló, el 16 de ju-nio de 2009, un cuarto procedimiento ad-ministrativo contra Globovisión. Los tresanteriores, que entre otras cosas podíanllevar a la suspensión de antena de 72horas, se apoyaba en la Ley de Respon-sabilidad Social en Radio y Televisión(Ley Resorte) de 2004. Esta vez, se usa elartículo 171 de la Ley Orgánica de Teleco-municaciones de 2000, que dispone que“el que utilice o permita el uso de servi-cios de telecomunicaciones para los cua-les está habilitado, como medios para co-adyuvar en la comisión de delitos”, será san-cionado con la revocatoria de la habilita-ción administrativa o concesión.

En materia de “contribución al delito”,se le reprocha a Globovisión las declara-ciones formuladas en su canal por RafaelPoleo, director del diario El Nuevo País y

de la revista Zeta, invitado al programa“Aló Ciudadano” del 13 de octubre de2008. Este opositor decidido afirmó en-tonces, en contra de la opinión del pre-sentador Leopoldo Castillo, que HugoChávez “terminaría como Mussolini” (verenlace:http://www.youtube.com/watch?v=Sgkeo0Dl3lk&feature=related y su trans-cripción abajo). El Presidente Hugo Chá-vez y sus partidarios consideraron dichafrase como una “incitación al magnici-dio”.

El canal destacó que las declaracionesde un invitado no le podían ser imputadas.La abogada de Globovisión, Ana CristinaNuñez, también ha planteado una cuestiónde derecho: la revocación de la frecuenciasólo puede intervenir en la base de unacondena previa. Ahora bien, el último pro-cedimiento administrativo contra Globo-visión coincidió con el recurso a laFiscalía General de la República, encar-gada de establecer si un delito se cometiódurante el programa.

Para vencer el obstáculo, el TribunalSupremo de Justicia rechazó, el 18 dejunio de 2009, un recurso presentado porel canal en 2003 que ponía en tela de jui-cio algunas disposiciones de la Ley deTelecomunicaciones, particularmente laposibilidad de condenar penalmente aGlobovisión como persona moral. Fueesta condición previa la que falló para mo-tivar la suspensión de Radio CaracasTelevisión (RCTV) de las ondas hertzia-nas, en mayo de 2007. En su sentencia, elTSJ también garantizó la censura preven-tiva del contenido de algunos medios de co-municación por el poder ejecutivo, segúnél “compatible con la libertad de prensa”.

Por haber difundido mensajes de laoposición durante las huelgas del sectorpetrolero en 2002-2003, Globovisión fuecondenada, el 5 de junio, a una multa de2,3 millones de dólares ajustada, el 16 dejunio, a 4 millones de dólares.

Finalmente, el Gobierno anunció unarevisión de todas las frecuencias radioshertzianas y audiovisuales del sector porcable. Ya limitado a Caracas y a sus alre-dedores, Globovisión podría seguir emi-tiendo vía cable, al igual que RCTV ac-tualmente.

Reporteros sin Fronteras

Informacionescomunica ción104

La existencia hertziana de Globovisión está contada: “un remedio peor que la enfermedad”

Aló Ciudadano13 de octubre de 2008

Rafael Poleo: La historia se repite, túsigues la trayectoria de Benito Musso-lini y la trayectoria de Chávez y esigualita, por eso yo digo, con preocu-pación que Hugo va ha terminar comoMussolini, colgado con la cabeza pa’bajo.

Leopoldo Castillo: Eso no lo puededecir Poleo, porque eso puede ser,puede ser apología del delito, puedeinterpretarse, puede ser instigación…

Rafael Poleo: Yo lo digo de maneraprecautelativa, cuídate Hugo, no ter-mines como tu homólogo Benito Mu-ssolini colgado con la cabeza pabajo,porque tú a quien te pareces es aMussolini y a Mussolini en su etapainicial del fascismo, que es lo que esChávez, porque eso es un insulto al so-cialismo y al comunismo, decir queChávez es socialista o comunista, loque pasa es que es más fácil y a lagente se le olvidó ya en la historia quées el fascismo. Pero Chávez lo quien esun fascismo trasnochado, Chávez loque es fascista.

Reporteros sin Fronteras desa-prueba en el fondo las declaracionesde Rafael Poleo, pero considera queson la responsabilidad de éste y node Globovisión.

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105comunica ción

La directora de Vale TV (María Euge-nia Mosquera) nos ha enviado algu-nas precisiones en relación a la pe-

queña historia del canal con el ánimo dedejar claro lo que es Vale TV, a once añosde su fundación:

1. Vale TV es una Asociación Civil sinfines de lucro, denominada ValoresEducativos Televisión, cuya estructurajurídica independiente y directiva laconforman el Arzobispo de Caracas ydos Obispos designados por él, la juntaes renovable cada dos años.

2. ASO TV es otra Asociación Civil, in-dependiente de Vale TV, que la confor-man representantes de los tres canalesde televisión privados: Rctv, Venevi-sión, Televen (Don Omar Camero,Marcel Granier y Miguel Dvorak), decuya asociación yo soy la SecretariaEjecutiva. La directiva es elegidaanualmente. Ambas Asociaciones sonindependientes entre sí, tanto en es-tructura como en la directiva y por endellevan Libros por separado.

3. ASO TV sólo tiene funciones de aseso-ría externa en las áreas de Ingeniería,Legal y Presupuesto, para lo que cual sefirmó un convenio entre ambas Asocia-ciones en 1998. Hoy en día ASO TVaporta el 40% del presupuesto total deVale TV, el 60% restante es autoges-tión: publicidad institucional de res-ponsabilidad social.

4. La conceptualización y creación delcanal me fue designada por el anteriorArzobispo de Caracas Monseñor Ve-lazco (Q.P.D), quien a su vez me colocóal frente de la Dirección General delcanal, decisión compartida por unani-midad por los miembros de ASO TV.Luego de la conceptualización los ca-nales designaron a nuestra disposiciónun asesor en cada área, personalmentellevé todas las negociaciones y trámiteslegales con Conatel, hasta que nos die-ron la autorización de salir al aire el 4de noviembre de 1998. En ese docu-mento aparece toda la Red del Canal 5(28 frecuencias). Las decisiones admi-

nistrativas y de personal son internas yexclusivas de Vale TV.

5. Desde el 2005 Vale TV se sostiene eco-nómicamente bajo un esquema mixto:mecenazgo y publicidad institucional,lo que en el canal denominamosPantalla Corporativa.

6. Desde el comienzo nos hemos identifi-cado como un canal cultural, pues en lopersonal no creo en la televisión educa-tiva.

7. Para el momento el Dr. Rafael Caldera(Presidente de la República) entrega lared del Canal 5 al Cardenal Velazco, enla figura jurídica del Arzobispado deCaracas, deja claramente estipulado ypor escrito que: “la Televisora Nacio-nal, Canal 5, tiene varios años en des-uso y el Estado no está en capacidad desostenerlo económicamente” (como serecordará, el viejo Canal 5 tenía variosaños repitiendo algunos partidos de ba-seball y de basket del Canal 8).

8. La concesión de Vale TV, señal 5Caracas, nos fue renovada en el 2007 ylo que se ha especulado sobre la pérdidade las otras 27 frecuencias restantes, aúncuando apareció publicado en la GacetaOficial es falso, pues anualmentehacemos la solicitud de expansión,haciendo hincapié en los dos últimosaños que estamos preparados para saliren: Valencia, Maracaibo, Pto. Ordaz yBarquisimeto, para lo cual se intro-dujeron ante Conatel en fecha20/03/2007, los proyectos técnicos,administrativos y financieros respec-tivos, tal y como lo solicita dichoorganismo.

María Eugenia Mosquera

A propósito de los 11 años de Vale TV

“La concesión de Vale TV, señal 5 Caracas, nos fue renovadaen el 2007 y lo que se ha especulado sobre la pérdida delas otras 27 frecuencias restantes,aún cuando apareció publicadoen la Gaceta Oficial es falso, puesanualmente hacemos la solicitudde expansión”

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La reducción llegó a la cultura. Y conésta el drama de las instituciones,que este año tendrán que arreglár-

selas con unos más que bajos presupues-tos. Con la aprobación en la AsambleaNacional, el pasado 11 de diciembre de laLey de Presupuesto para el EjercicioFiscal 2009, el Ministerio de Cultura su-frió una reducción en términos nominalesde un 14%. Si se aplican las fórmulas deinflación y devaluación ese porcentaje po-dría crecer hasta 25 ó 30%. Es decir, queel sector Cultura recibirá este año unaasignación de BsF 939 millones, menosque lo que se calculó para el cierre de 2008en 1,07 millones. Son los museos –que enteoría recuperarán su autonomía institu-cional de la Fundación Museos Nacio-nales (FMN)– los que han sufrido elmayor recorte: 85%, en comparación conel 30% que se les redujo en 2008. Larazón: se destinó el mayor peso del presu-puesto al pago de los más de 800 trabaja-dores, debido a los problemas laborales dehomologación de cargos y sueldos del pa-sado año. Por lo que las instituciones ten-drán que realizar las programaciones ex-positivas, actividades culturales, publica-ciones, y mantenimiento general de la edi-ficación con un 15% de la partida. Es asícomo, por ejemplo, el Museo de ArteContemporáneo, que el año pasado reci-bió 250 mil BsF, este año tendrá tan sólo154.630, lo mismo que se le asignó alBellas Artes. El Museo de Ciencias dis-pondrá de 103.088; el Alejandro Otero de114.500; el Cruz-Diez de 117.779; alJacobo Borges 103.080; al Michelena101.000; y a la Galería de Arte Nacional164.266 mil. Es decir que, mensualmente,los museos nacionales tendrán solamentepara gastar un poco más de 12 mil bolíva-res fuertes. “Esto es prácticamente un cie-rre técnico”, adelanta uno de los trabaja-dores de la FMN, que prefiere mantener elanonimato. “A mediano plazo, ¿cómo jus-tificas tener unos empleados preparados ybien pagados si los tienes jugando banca?Con ese presupuesto harás entre una ycuatro exposiciones al año”. “¿Cómohaces si la inflación de este año va esca-lando a más de 30% y nos dejan con unpresupuesto por debajo de eso? Al mes, elmuseo se va a mantener con lo mismo con

lo que yo aportó para mi casa”, afirma otroempleado.

Cine dolarizado

En 40% disminuyó el aporte del Estado alCentro Nacional Autónomo de Cinema-tografía. Así lo informó Iván Zambrano,presidente de la Asociación Nacional deAutores Cinematográficos, quien agregóque si bien no se han anunciado recortesen los apoyos oficiales a la producción,desarrollo de guiones y coproducciones,se verá afectada la industria local, pues loscostos de los negativos se han incremen-tado en 30% y los de los materiales paracopias en 70%. El cineasta Diego Rísquezconfirmó que en efecto Kodak, principalproveedor de material cinematográfico,tenía una subvención de Cadivi para traerpelículas vírgenes y lamentablemente éstaya no existe. “Digamos que todos nuestrosinsumos son dolarizados, y ahora todopasó a dólar libre lo que incrementa loscostos”, comentó. Afortunadamente, elsector cuenta con el Fondo para la Pro-moción del Cine. “Las implicaciones de-penderán de cuánto sea la recaudación deFonprocine, que el año pasado generó al-rededor de BsF 30 millones; se espera unincremento para este año”, comentóZambrano, al tiempo que informó que elaporte del Estado estuvo por el orden delos BsF 14 millones el año pasado. En elcaso del resto de la plataforma del cine

(Cinemateca, Amazonia, Villa del Cine)el recorte fue de 30%.

Teatro en el refrigerador

En el teatro no se produjo reducción al-guna. Y es que mal podría disminuirse elaporte estatal para el sector cuando estácongelado desde hace seis años. Así loafirma Guillermo Díaz Yuma, director delCentro de Creación Artística, quien aun-que está con su grupo entre los que reci-ben más dinero (BsF 170 mil), consideraque es insuficiente para gastos operativos.Carlos Arroyo, director nacional de teatrodel Instituto de Artes Escénicas y Musicalesdel Ministerio de la Cultura, reconoce queal no incrementarse los presupuestos seproduce una compleja relación entre losgrupos y los costos del nuevo país. "Sin em-bargo, el Estado siente que debe acompa-ñar a la comunidad no sólo en el tema eco-nómico, sino con iniciativas de organiza-ción como Uneteatro, apoyo a la circula-ción de los bienes artísticos, creación delSistema Nacional del Artes Escénicas yMusicales".

La danza, por su parte, sufrió un recortede 40%, según el director nacional del sec-tor, Reinaldo Mijares. No obstante, aligual que Arroyo, piensa que la discusiónno debe quedarse sólo en el tema econó-mico.

Dubraska Falcón-Angel Ricardo Gómez El Universal

Informacionescomunica ción106

La cultura sufre un recorte dramático

Ministro Héctor Soto

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107comunica ción

Francisco SuniagaMondadori. Colección LiteraturaMondadoriVenezuela, 2008

No abrigo dudas, El pasajero deTruman es una gran novela y unagran historia. Francisco Suniaga

recrea la aventura humana del embajadorDiógenes Escalante, un tachirense de lostiempos de Cipriano Castro, a quien el azarrescató del primitivismo venezolano de lasprimeras décadas del siglo, y le abrió laspuertas de Europa. Se inició como cónsulen Liverpool, y a partir de ahí hizo carreraen las embajadas del Viejo Mundo, y enel escenario de la Sociedad de lasNaciones.

En la historia venezolana del siglo XXse dieron pocos personajes como DiógenesEscalante, y, sin duda, ninguno como élcon el signo de la buena fortuna y, al propiotiempo, de la adversidad. Frente a esedestino dual, Suniaga ha podido escribiruna espléndida biografía del personaje;no obstante, no habría disfrutado de losprivilegios de la dimensión imaginaria,porque Escalante era el protagonistapropicio de una gran novela.

La ficción le ha permitido recrear alpersonaje y sus circunstancias, los avataresde la política, el desenlace de 1945, lasimplicaciones inverosímiles de la crisisde Diógenes, y remontarse, asimismo, ala amistad del embajador con aquel sena-dor Truman tan poco conocido que iba ala residencia de Massachusetts a tomarseunos tragos, y quizás a tocar piano en laintimidad.

En la crisis de 1931, cuando los andinosdescubrieron que Gómez estaba muy viejoy que el “presidente de papel” era cara-queño, trataron de jugarle una pasada aldictador. Surgió el nombre de Escalante,pero cuando lo visitó, el zamarro generalno abrió la boca. El embajador se quedócon la intriga y con la idea de que, detodos modos, había estado muy cerca delo que nunca había imaginado.

En 1941, López Contreras pensó en susustituto, y quiso enaltecer la Presidenciacon un civil. Ningún nombre mejor quesu compañero de colegio, estaba lejos de

la intriga y era un hombre civilizado.López tuvo que reconocer que despuésde cinco años en el poder, su influenciano alcanzaba para decidir quién habría desucederlo. Viejos militares lo pusieron entres y dos, y le impusieron que, ademásde tachirense, también debía ser militar.

Cuando, en 1945, Medina Angaritapiensa en su sucesor, reaparece el nombrede Diógenes. No pertenecía al sanedrínde los aspirantes del PDV que habíannegado la reforma constitucional y laelección universal y directa del presidente.Escalante operó el gran milagro de unir atodos los partidos, incluido el que hacíaoposición más intransigente. Medina,asediado por la candidatura de López,escogió a Diógenes porque era el granamigo. Medina jugó con las cartas de 1941,como si le dijera a López: “Si lo queríasen el 41, ahí lo tienes ahora”.

Para un hombre ajeno al maquiavelis-mo, el dilema de enfrentar al gran amigodebió ser una de las brutales presionesque lo llevaron, junto con las de sercandidato presidencial (y recibir regalostan venezolanos como una mula), alcolapso final.

No fue, obviamente, un fenómenorepentino. La crisis venía de lejos. Unode los momentos más admirables de lanovela es aquel en que Escalante sale dela Casa Blanca, de su tertulia con su viejoamigo el presidente Harry S. Truman, yve entrando por la misma puerta que él saleal general López Contreras, y piensa deinmediato que Truman es un truhán quelo engaña.

Francisco Suniaga se documentó enlargas conversaciones con los protago-nistas que rodearon a Escalante en díastan decisivos: Ramón J. Velásquez, oRomán Velandia, y Hugo Orozco, o Hum-berto Ordóñez. El último era el secretariode Escalante en la embajada en Washing-ton, y el primero, el secretario que Esca-lante descubrió al apenas leer su entrevistaen Ultimas Noticias.

El reportero, amigo de Lola, una herma-na de Escalante, logró que le confiarapapeles y discursos del candidato, y consus palabras armó la mágica entrevista,cuyo texto puede leerse en el volumen 45de El pensamiento político venezolanodel siglo XX, con el espectacular títulode: “Ni un paso atrás en el camino de lasconquistas alcanzadas”. El título era yaun programa político.

Tanto el pensamiento de Escalantecomo el diálogo de los interlocutores sonexpresiones de agudeza y talento. Convie-ne detenerse en la tesis de la impacienciavenezolana que arranca en la historia conlos "grandes cacaos". Añoro en la novelalas impaciencias de Rómulo Gallegoscuando demandó de Medina la verdad deltrágico suspenso. El novelista escribió unbello artículo, sensible y humano: “Miadhesión a Escalante”.

El desenlace adquiere el dramatismodel candidato que se niega a concurrir ala cita presidencial “porque le han robadolas camisas”. Las implicaciones de latragedia se produjeron en serie: el 18 deOctubre, la caída de Gallegos, la dictaduramilitar. En suma, El pasajero de Trumaninvita a pensar en la fatalidad de un paísque resigna su destino al albur de un solohombre.

Simón Alberto Consalvi

LIBROS

Reseñas

El pasajero de Truman

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LIBROS

DISERTACIONESUniversidad de Los Andes. Volumen I.Número 1. Julio-diciembre 2008http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/ Disertaciones

Ya está disponible en línea el primer número delAnuario Electrónico de Estudios en Comunica-

ción Social “Disertaciones”. Esta publicación elec-trónica es una revista científica, arbitrada eindexada, editada por la Universidad de Los Andes,conjuntamente entre el Departamento deComunicación Social de la ULA Táchira y elLaboratorio de Investigación Educativa SimónRodríguez (LIESR) de la ULA Trujillo.

Disertaciones ofrece en su primera edición lossiguientes artículos: “El Periódico Escolar propiciaun Ciudadano Comunicativo”, de Tomás Byrne; “Elperiódico digital –laboratorio,un estudio descriptivosobre su pertinencia en la formación de periodistas”,de Patricia Henríquez y Carmen Aidé Valecillos;“Análisis de la estrategia discursiva de Hugo Chávezde cara a la creación del PSUV”,de Reinaldo Cortés,Belisa Méndez y Rosiris Materán; “La Infografía enlos medios impresos. Estudio descriptivo de LaInfografía en el Diario La Nación”,de Reinaldo Cortése Ismar Sánchez; “Las páginas de opinión en el casode Radio Caracas Televisión: un acercamiento a ElNacional y Últimas Noticias”, de Carmen AidéValecillos, Alexandra Torres y Mailé Colmenares; yfinalmente,“Integración latinoamericana en la Web:Diseño de un sitio en Internet para la difusión delALBA”, de Raquel Álvarez, Evelin Hernández,Elizabeth Montoya, Diana Cuevas y Johana Flórez.

La revista se distribuye gratuitamente porInternet y se edita en un volumen anual, distribuidoen dos números, correspondientes al primer ysegundo semestre del año. Además, tiene comofin difundir trabajos de investigación inéditos quese desarrollan en instituciones académicas vene-zolanas en el área temática de la ComunicaciónSocial,específicamente en las líneas de: (i) Sociedady Tecnologías de la Información y la Comunicación;(ii) Comunicación y Política; (iii) Periodismo; y (iv)Comunicación y Cultura.

El mundo según CabrujasJosé Ignacio CabrujasEditorial Alfa. Colección HoguerasAbril, 2009. 318 pp.

La más reciente publicación de JoséIgnacio Cabrujas, dramaturgovenezolano fallecido en 1995,

contiene la risa de quien se ríe de lacondición humana y por eso se sabevigente. La obra contiene algunosartículos de opinión tomados de la prensanacional en etapas tan importantes denuestra historia política del siglo XXcomo los años previos al Viernes Negro,la depresión de finales de los 80, la deca-dencia del gobierno de Pérez y la gober-nabilidad después de las intentonasgolpistas de 1992. Muchos de suscómplices revisaban en esos papelesviejos alguna clave jeroglífica quepermitiera comprender estos años decambio político, social y orbital. Ese“¿qué nos pasó?”, como si los cambiosfuesen un autobús que alguien se perdiópor desconocer la ruta. Los lectoresviudos de Cabrujas aún creen quealgunos horizontes fueron proyectadosallí, que algún punto de fuga se escondeen las letras del articulista, ensayistadistraído, mamador de gallo y creador delas ficciones más inteligentes que la tele-novela local vivió.

Pero la compilación bien lo vale,aunque nunca sea suficiente, se leagradece el olor a nuevo y el formatoportátil. Es un libro que reedita lanostalgia y la chispa de quien hizo prota-gonista de sus dramas a una audienciaen sus butacas del teatro o la sala de lacasa, en la época en la que el televisorera un objeto comunal y dejaba de serestúpido por algunas horas.

Acercarse al autor significa escudriñaren las aristas donde los poetas y loscronistas llegan primero que sociólogos,políticos y planes quinquenales: el almade los pueblos. Vemos en Cabrujas unapluma militante, incómoda y creativa,necesaria, que pudo hacerle una autopsiaa un cadáver que olía mal hacía mucho

tiempo pero tardamos en atender. Unapágina al azar de este nuevo oráculo demesa de noche nos acerca a un intelectualque dialogaba con su época, que sufríade inconformismo y además retaba alaparato estatal con un múltiple nivel dediscursos que hoy está extinto en nuestraprensa cotidiana: “Aquí marchamos ricosy pobres, compartiendo un territorio, enel mejor de los casos, pero fabricandoal mismo tiempo dos países irreconci-liables: uno que se denomina Venezuela,a falta de mejor nombre, y otro sin rótulo,un país clandestino, cuyas aspiracionesculturales nada tienen que ver con el dela inmensa mayoría”.

El libro de Cabrujas, aunque costosoporque comprar un libro hoy enVenezuela es un lujo, es una joya quesabe al olor de los caramelos delrecuerdo. Desde los tiempos de El SádicoIlustrado hasta los extintos Diario deCaracas y El Nacional como losconocimos, Cabrujas intercaló suspasiones y sus miedos por un paísarenoso al capricho de los vientos delas revoluciones. Quizás sí, al libro lefalte la compañía de los titulares de laépoca, un manual mínimo del contextoque vivió, para los recién llegados a latelenovela nacional. Él mismo nos bajóel telón, pero se ríe desde el camerino.

Luis Carlos Díaz

El mundo de Cabrujas se ríe desde el camerino

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REVISTAS

LÍBERORevista do Programa de Pós-graduaçao da Faculdade Cásper LíberoAno XI. Nº 22. Dez. 2008

En esta vigésima segunda edición de larevista semestral, que cumple 11 años, se

dejan entrever las dos líneas fundamentales deinvestigación construidas en el desarrollo delpostgrado: una, referida a los profundoscambios en los procesos de producción y distri-bución de los contenidos mediáticos, queimplican convergencia, relativización del tiempoy espacio, nuevas formas de construcción delconocimiento, nuevas sociabilidades y accesodesigual a los recursos tecnológicos; la otra,centrada en el periodismo, vocación funda-mental de la Facultad Cásper Líbero, con susinterfaces con el entretenimiento.

En la primera vertiente son significativos losartículos de Renato Seixas y Katiuscia Lopes:Signo de la relación, energía, medio ambientey comunicación; de Jean Caune,Las relacionesentre cultura y comunicación: núcleo epis-témico y forma simbólica; de Cosette Castro,Las industrias de contenidos digitales enLatinoamérica: un análisis necesario.

En la segunda vertiente destacan losaportes de Carlos Acosta: Nuevas tecnologíasy la enseñanza del periodismo; de FranciscoSant’ Anna, Radioperiodismo en Brasil: unperiodismo sin periodistas; de Eugênio Bucci,Derecho de libre expresión y derecho social ala información en la era digital.

Dado el impacto comunicacional que tuvoel mayor accidente aéreo de la aviacióncomercial brasileña (17 de julio de 2007),resulta aleccionador el estudio de CremildaMedina y Sinval Medina:Representación perio-dística del mayor accidente de aviacióncomercial brasileña: grandezas y limitaciones.El mismo permite valorar la incidencia de losmedios en el tratamiento de las situacionesde catástrofe, que reflejan tanto el papel delos lectores en la orientación de las pautascomo las tensiones entre las políticas de losempresarios, jueces y periodistas.

ComunicarRevista Científica Iberoamericanade Comunicación y Educación, Volumen XVI, 32. 1º semestre, marzo de 2009

Este número especial sobre “Políticasde educación en medios. Aportaciones

y desafíos mundiales” (Mapping MediaEducation Policies in the World) ha sidocoeditado con la Alianza de Civilizaciones(ONU), UNESCO y Comisión Europea.

Como indica su título, por una partepretende inventariar las líneas mundiales,si bien prevalece el contexto europeo, quese han desarrollado últimamente a partirde la toma de conciencia sobre la impor-tancia del conocimiento y educación de losmedios en la sociedad de la información,y, por otra parte, ofrece enfoques consen-suados para su aplicación en las agendaspúblicas.

La primera parte desarrolla puntosfundamentales en la educación en medios:su definición y su competencia funda-mental, así como su implementación desdeuna perspectiva intercultural, con temascomo desarrollo y derechos humanos,como intereses principales. Sus contenidosvan orientados a la buena gobernabilidad,el desarrollo económico y la ciudadaníabien informada, de acuerdo a los variadoscontextos culturales.

La segunda parte muestra cómo en todoel mundo, en las dos últimas décadas, hansurgido transformaciones que revelan lainevitabilidad de la educación en mediosy la alfabetización mediática. La educa-ción en medios, como se demuestra envarios artículos, ha progresado a travésde la investigación y de la práctica, queha promovido diversas reformas en tornoa los llamados nuevos “alfabetismos”: larepresentación cívica, las tecnologías dela información y la revisión del currículo.

La tercera parte del monográfico en-fatiza la creciente relevancia de laeducación en medios fuera de los sectorestradicionales de educación, con otros

actores involucrados, ya sea en torno a lajuventud o a los medios de comunicación.

Hoy está consolidándose la convicciónde que la educación es parte de las obli-gaciones de servicio público de radio ytelevisión, y la educación en mediosdebería encontrar su lugar dentro de estamisión. Pero el sentido de lo públicotambién puede hallarse en los mediosprivados. Como señala, Salomón, el futurode la educación en medios ha de entenderse“como parte del proceso de autorregu-lación” insistiendo en la necesidad dedesarrollo de políticas públicas para laconvergencia digital, ya que se prevé quetodos los países van a aumentar conside-rablemente sus medios.

La educación en medios tiene el po-tencial de fomentar la gobernabilidad,reducir las desconexiones entre viejos ynuevos medios con diferentes nivelesculturales, y ayudar a lograr los objetivosde la Declaración del Milenio, sobre todo,la erradicación del analfabetismo.

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uisiera asumir esta perspectivade la lectura como diálogo, másque la perspectiva del informe,para compartir con ustedes mi

recepción activa de los aportes del Dr.Antonio Pasquali en la búsqueda y afian-zamiento de los “valores transcendentalesen nuestra sociedad”, razón que justifica elconferimiento de la Orden Andrés Bello.Y, al decir valores transcendentales en estecaso no me refiero al horizonte general dela verdad que es empeño de las universi-dades y de toda empresa de saber teórico-práctico, sino a sus mediaciones más mun-danas en la sociedad mediática.

Precisamente fue Andrés Bello, quienen su “Discurso de Instalación de laUniversidad de Chile” en 1844 , al centrarsus reflexiones sobre el destino de las uni-versidades en el estado presente de laNación Chilena, destacaba “la influenciamoral i política de las ciencias i de las le-tras” en el conjunto de saberes para cons-truir un país naciente (Universidad CecilioAcosta, 2005: 24). Quiero situar en estaperspectiva la contribución del Dr. Pas-quali a la academia y al país.

Culminados mis estudios de filosofía ymientras realizaba mis prácticas docentesen un liceo de Caracas, inicié los cursos noc-turnos de periodismo en la primera sede dela UCAB, en Esquina de Jesuitas. Si migeneración, ya había quebrado los murosfilosóficos de la escolástica y se habíaabierto al diálogo más amplio con la cul-tura moderna y específicamente laical, nopodía menos que confrontar los retos de lascomunicaciones y de la cultura de masas.

La Iglesia católica, a pesar del docu-mento conciliar Inter Mirifica, viraje quemarcaba el cambio del anatema al diálogo,tras su larga historia de posturas condena-torias y diatribas defensivas, no estababien pertrechada para dilucidar ética y po-

líticamente las turbulencias que se aveci-naron.

Mientras la revista SIC se introducía tí-midamente en el mundo audiovisual conlas clasificaciones del bien intencionadoCentro de Cultura Fílmica y la UCABabría su Escuela de Periodismo gracias ala iniciativa de Alberto Ancízar, la distan-cia entre los círculos eclesiales y cultura-les seguía siendo abismal y había unacierta guetización que olía a sacristía.

Vivíamos la ambigüedad de quienesnos fascinábamos ante películas del neo-rrealismo italiano, de la nouvelle vague,del cine tercermundista, de quienes cele-brábamos con fruición las primeras trans-misiones satélitales, pero a la vez tenía-mos que escuchar los denuestos contrauna pseudocultura icónica, producida porla bohemia decadente del mundo perio-dístico, del star system, o dicho más crio-llamente de la farándula, y por otra partecontaminada por un cine peligrosamentesubversivo.

En este clima esquizofrénico el filósofoAntonio Pasquali daba la bienvenida alnuevo mundo audiovisual, instauradosobre todo por la cinematografía y la tele-visión, con un texto formativo Antologíade textos para la cátedra de informaciónaudiovisual (1960).

En un artículo anticipatorio de 1958,incorporado a la antología, con el título“Los intelectuales y el lenguaje audiovi-sual”, el profesor de ética asume un com-promiso intelectual que ha sostenido ar-dientemente hasta sus más recientes pu-blicaciones y entrevistas, atento a las últi-mas innovaciones. Afirma con aires pro-féticos:²

La tarea del intelectual contemporáneo,de reconducir a dimensiones humanas yespirituales porciones más grandes ytangenciales del quehacer técnico, no

Conferimiento de la Orden Andrés Bello a Antonio Pasquali

Diálogo con la obrade PasqualiDiscurso

■ Jesús María Aguirre

“La lectura de todos los buenos libros es como una conversación con las personas más interesantes…”decía Descartes.(Descartes, citado por Proust, p.31)

“La lectura es exactamente unaconversación con personas mucho más sabias e interesantes que aquellasque podemos tener la ocasión de conocer a nuestro alrededor”(Ruskin, citado por Proust, p.33)

“(…) Pues, la lectura, en contraste con la conversación, consiste para cada uno de nosotros en recibir la comunicación de otro pensamiento,pero siempre en soledad, es decir,disfrutando de la potencia intelectualque uno tiene en la tranquilidad (…)permaneciendo en ese pleno y fecundotrabajo del espíritu sobre sí mismo”(Citado por Proust, p. 33)¹.

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tiene en rigor precedente en el devenirhistórico del hombre (Pasquali 1960: 55).

Ahí mismo encontramos embrionaria-mente las derivaciones éticas de esta vi-sión humanista, que marca su trayectoriavital con una postura coherente. Está aúnpor hacerse un estudio del conjunto de suobra, pero por mi parte quiero destacar al-gunos vectores significativos de una estra-tegia teórico-práctica que resumo en tresclaves interrogativas:

a) ¿Cómo constituir unas ciencias de lacomunicación, penetradas de la dimen-sión ética para la comprensión de los nue-vos procesos socio-técnicos, que condi-cionan el espacio público?

b) ¿Qué estrategias organizar para lagran tarea continental de generar mediosy formas autóctonas de expresión que denvoz a los pueblos marginados o silencia-dos en un mundo globalizado?

c) ¿Con qué método actuar para trans-formar unas realidades resistentes a loscambios y obstructoras de las utopías po-sibles.

La constitución de unas cienciasde la comunicación

Su primer intento va orientado, en contra-posición a Mc Luhan, no tanto a dilucidar

el tema de los medios tecnológicos, sino ala comprensión de los procesos socialescomunicativos, y para ello trata de instau-rar una Teoría de la Comunicación a tra-vés de un nuevo sistema categorial de larelación en los dominios sociológicos. Enesta tarea se sirve de conceptos surgidosen contextos tales como la filosofía de lasociedad, la cibernética, y la teoría de lainformación, entre otros (Pasquali 1963:36).

Este giro humanista en las ciencias delhombre, a despecho de las tensiones entrelas corrientes positivistas e irracionalistas,abrirá inéditas perspectivas de carácterético-político tanto para el análisis de lapostración cultural de nuestros puebloscomo para la elaboración de políticas co-municacionales.

Desde los Fundamentos gnoseológicosde una ciencia de la moral, baste con se-guir obras como Comprender la comuni-cación, La comunicación cercenada, Elorden reina, Bienvenido Global Village oDel futuro, para sentir la omnipresenciadel tema ético sea de la perspectiva de lasuperación de la razón instrumental, seade la inclusión de la dimensión de la jus-ticia entre los intercambios asimétricosentre países metropolitanos y periféricos.Los títulos de algunos capítulos ilustranesta afirmación: “Ética y comunicacio-

nes” (Pasquali: 1978), “La dimensión mo-ral del comunicar” (Pasquali: 1998),“Comunicación cercenada, democraciamenguante” (Pasquali: 1990), “Exigenciade una moral futurista” (2002), ensayoque recoge una cita inspiradora deTeilhard de Chardin para las nuevas gene-raciones: “en el océano misterioso de lasenergías morales que es necesario explo-rar y humanizar, se embarcarán los nave-gantes más audaces del futuro” (Pasquali2002:39).

No conozco los resultados económicosde las ventas de sus libros, pero en treintaaños de docencia e investigación en el áreasoy testigo de la impronta de su pensa-miento en el desarrollo de la concienciaética de numerosos estudiosos y profesio-nales de la comunicación así como en elgiro socio-político de las investigacionessobre comunicación, que inspiró las polí-ticas públicas, tal como comprobé en unestudio biblio-hemerográfico (Aguirre1996).

La gran tarea continental

Si hay algún avance notable en la episte-mología de las ciencias sociales es la de laconciencia de su carácter regional. Comoobserva Anthony Giddens es improbable

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que en las ciencias sociales se descubranleyes universales en el sentido que se lesotorgan en las ciencias naturales. Lo cualno implica sumarse al individualismo me-todológico. Las generalizaciones en lasciencias sociales son de carácter histórico,es decir, están circunscritas en un tiempoy en un espacio, puesto que nacen de pre-cisas mezclas de consecuencias buscadasy no buscadas de acción (Giddens,1995:369).

En Pasquali, aunque no hallamos unaafirmación explícita de esta índole, se la dapor supuesto en su posicionamiento, esdecir en su locus de autoreferencia inte-lectual y en su interés por el proyecto deintegración latinoamericana.

Desde la mencionada antología hastasus últimas obras vuelca su pensamientoal conjunto latinoamericano, no sola-mente como objeto de análisis sino comoproyecto utópico, que posibilite la presen-cia significativa del continente en el pro-ceso de mundialización.

Hay sobradas referencias desde sus pri-meras obras hasta las últimas sobre esta,llamémosle, obsesión latinoamericanista,pero lejos de los actuales discursos pa-trioteros y de las declamaciones antiimpe-rialistas, atiborradas de interpretacionesanacrónicas del siglo XIX. En este sentidonos rememora más a Andrés Bello, que

hizo patria latinoamericana a partir de lalingüística y del derecho internacional, sintener que escupir hacia arriba contra lapérfida Albión o insultar a los progenito-res del Tío Sam.

Pasquali se mantiene en las coordena-das latinoamericanas tanto cuando escribecada una de sus obras y ensayos sin per-der la perspectiva mundial con sus dese-quilibrios, como cuando en su trayectoriaincursiona en cargos internacionales, queincluso lo llevan a ocupar el papel de sub-director general de la Unesco para el sec-tor de la comunicación.

A su gestión durante la fundación y di-rección del Ininco, en cooperación conLuis Aníbal Gómez, Osvaldo Capriles,Elizabeth Safar, entre otros, se debieron elimpulso dado a los Seminarios sobre laInvestigación de la Comunicación enAmérica Latina, la constitución de laAsociación Latinoamericana de Investi-gadores de la Comunicación Alaic y lapresentación del Informe Mc Bride Unsolo mundo, voces múltiples, en Vene-zuela, dentro del marco de la XII Asam-blea General de la Asociación Internacio-nal de Investigadores.

Un investigador riguroso como GómezPalacios, tras una acuciosa exploración delos autores con mayor influencia a travésde medio centenar de entrevistas a exper-

tos, pone en segundo lugar a AntonioPasquali, después de Mattelart y el grupochileno; seguido a continuación del boli-viano Luis Ramiro Beltrán, el argentinoEliseo Verón y el brasileño Paulo Freire.

Considero que, este resultado, no dejade ser admirable, dada la mala distribu-ción de nuestras editoras nacionales y elhecho de que aún no existía Internet(Fuentes Navarro 1992: 14), y de más estádecir que su proyección internacionalhonra al gentilicio venezolano.

La mediación de la praxis

Una tercera clave, inseparable de su pen-samiento y de su método es la de la praxistransformadora. En el prólogo de la pri-mera edición de Comunicación y Culturade masas confiesa su deseo que su teoríay datos lleguen a ser “causas eficientes deuna praxis concreta y reformadora”(Pasquali 1972: 37)…Pero este deseo ensu caso personal será el activador de unapráctica que utilizará todos los dispositi-vos a su alcance para aplicarlos conse-cuentemente.

Pocas personas que me escuchan sa-brán, por ejemplo, que hace cuarenta y dosaños el Dr. Antonio Pasquali y el Dr. PadrePedro Pablo Barnola estaban reunidos en

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Cuando en el año 1963 Pasqualiescribía: “Una fuerza política en

el poder que se deje corromper porpresiones oligárquicas o que acate

implícitamente el principio de l’étatc´est moi mal puede garantizar, en efecto, la reincorporación de

las más selectas élites culturales”, sin duda pensaba más en los riesgos

de la plutocracia que en los de la botamilitar recién sacudida

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esta universidad y en este mismo campus,debatiendo con otros colegas el Antepro-yecto de Ley de Cine (Pasquali 1972:548). Más conocido es su protagonismoen la fundación del Ininco y sobre todo enel desarrollo del Proyecto Ratelve, primeresfuerzo sistemático de implantación delas Políticas de Comunicación, que con-ciben la comunicación social como unservicio público y democrático (Aguirre2005: 24).

Lamentablemente hoy como ayer, losregímenes antidemocráticos o al menoscon libertad condicionada por la falta dela división de poderes, se amparan en elsoberanismo informativo para justificarlas acciones represivas en sus espacios in-ternos, desvirtuando el sentido de unaspolíticas democráticas de comunicación.

Cuando en el año 1963 Pasquali escri-bía: “Una fuerza política en el poder quese deje corromper por presiones oligár-quicas o que acate implícitamente el prin-cipio de l’état c´est moi mal puede ga-rantizar, en efecto, la reincorporación delas más selectas élites culturales”, sinduda pensaba más en los riesgos de laplutocracia que en los de la bota militarrecién sacudida (Pasquali 1972: 83). Perohoy la historia ha revirado el contexto yalgunos antiguos seguidores de Pasqualipretenden ver en las actuales políticas decomunicación la concreción de sus plan-teamientos, aunque dudo que el talantedel doctor, más cercano al civilismo deAndrés Bello³, sea fácilmente seducible porlas botas militares y los monólogos me-diáticos.

Un excurso final

Últimamente los detractores del Dr. An-tonio Pasquali han tratado de descalifi-carlo por sus contradicciones políticas enel campo de la comunicación, resentidospor la distancia crítica que ha asumidofrente al “ultimo dictador televisivo”,pero ello puede explicarse por el astig-matismo de los intelectuales regimenta-dos, más proclives a aceptar consignasepitácticas que a desarrollar reflexividadcomunicativa.

¿Acaso no hemos visto con nuestrospropios ojos a esos intelectuales con lajactancia que da la cercanía al poder, ha-cerse eco del índice dedocrático, creando,y manipulando leyes en la Asamblea conel solo objeto de imponer una sola volun-tad de mando? ¿Dónde queda la ética delos funcionarios cuando convierten la in-tuición “pienso, luego existo” en el juicio

oportunista de “hay pienso, luego sub-sisto”, acompañando la solidez de los ar-gumentos con el calibre de las amenazasde las bandas que arremeten contra loscanales de TV., la Nunciatura y la Con-ferencia Episcopal, la Sinagoga o laEmbajada de turno? ¿O es que no hemosexperimentado en los mismos recintosacadémicos las argucias para recusar ju-rados menos afines y otorgar títulos doc-torales fraudulentos?

Como advierte el pensador Edward E.Said, en un clima en que la “política es om-nipresente” el intelectual no tiene huidaposible:

Los intelectuales son de su tiempo, estáninmersos en la política de masas de lasrepresentaciones encarnadas por laindustria de la información o los medios,y únicamente están en condiciones deofrecer resistencia a dichas represen-taciones poniendo en tela de juicio lasimágenes, los discursos oficiales y lasjustificaciones del poder vehiculadas porunos medios cada vez más poderosos–y no sólo por los medios, sino tambiénpor líneas completas de pensamiento quemantienen el statu quo y hacer que losproblemas actuales sean contempladosdesde una perspectiva aceptable ysancionada–, ofreciendo lo que Millsdenomina visiones desenmascadoras oalternativas, en las que, por todos los

medios a su alcance, el intelectual tratade decir la verdad (cursivas nuestras)(Said 2007: 40).

He pretendido exponer ante ustedeslas resonancias que la lectura del Dr.Antonio Pasquali, como intelectual de lacomunicación, ha ido suscitando en mí yen otros colegas con ecos similares, aun-que sin pretender ser su intérprete, sobretodo cuando todavía tiene mucho quedecir entre nosotros, quienes aspiramos aun con-saber y con-vivir democráticos.

Ustedes tienen la palabra.

Referencias

AGUIRRE, Jesús María (1996): De la práctica pe-riodística a la investigación comunicacional.Fundación Polar y Ucab.

Revista Anuario ININCO (2005): “Democratizar lacomunicación: el caso Venezuela”, en, Nº 17,pp.17-38.

BELLO, Andrés (2005): Discurso de Instalación dela Universidad de Chile. Maracaibo: UNICA.

GIDDENS, Anthony (1986): Constitution ofSociety, Polity Press, Cambridge (version encastellano, Ed. Amorrortu, Bs.As.).

ININCO (1976) Proyecto RATELVE. Diseño de unanueva política de radiodifusión del Estado vene-zolano. Ed. Suma, Caracas.

PASQUALI, Antonio –comp. – (1960): La infor-mación audiovisual. Antología de textos. Ed.EBUCV, Caracas.

_____ (1963): Fundamentos gnoseológicos parauna ciencia de la moral, EBUCV, Caracas.

_____ (1963y1972): Comunicación y cultura demasas. Monte Avila Editores.

_____ (1967): El aparato singular: análisis de undía de TV. Monte Avila Editores.

_____ (1978): Comprender la comunicación.Monte Avila Editores.

_____ (1990): La comunicación cercenada.Monte Avila Editores.

_____ (1991): El orden reina. Monte AvilaEditores.

_____ (1997): Bienvenido Global Village. MonteAvila Editores.

_____ (2002): Del futuro. Monte Avila Editores.

SAID, Edward W. (2007): Representaciones del in-telectual.

Notas

1 PROUST Marcel (2005): Sobre la lectura,Libros del Zorzal.

2 SOCORRO, Milagros (oct.-nov. 2006): entre-vista a Antonio Pasquali, en revista VEIN-TIUNO: “Internet ha realizado la utopía deltodos emisores”, p.16;

GIUSTI, Roberto (2009): Entrevista a AntonioPasquali, en el diario El UNIVERSAL, p.1-2

3 Véase la obra de Iván Jaksik en que se resalta alaporte de Bello a la institucionalización de los es-tados nacientes: Andrés Bello. La pasión por elorden. Bid&co.editor. UCAB, 2007.

Últimamente los detractores del Dr. Antonio Pasquali han tratado

de descalificarlo por sus contradicciones políticas en el campode la comunicación, resentidos por la

distancia crítica que ha asumidofrente al “ultimo dictador televisivo”

pero ello puede explicarse por el astigmatismo de los intelectuales

regimentados, más proclives a aceptar consignas epitácticas que

a desarrollar reflexividad comunicativa.

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Pasé largos momentos buscando lapalabra justa y breve para agradecera la Universidad, a la Orden y a

todos ustedes este generoso gesto. No laencontré, y me excuso. Les diré llana-mente que recibo con mucha gratitud estehonor que me otorga una Instituciónmoral e intelectualmente pulcra, honradel país. El recipiendario se queda con laconsabida mixtura de sentimientos con-tradictorios, entre la satisfacción narci-sista y el preguntarse si realmente se lo me-recía. Agradezco al Presentador doctorAguirre su amistosa emboscada, el ha-berme obligado a mirarme en ese espejoque fue su generosa intervención, que depaso me permitió constatar por enésimavez cuán necios son esos extravíos de larazón llamados horóscopos: su espejo re-flejó la imagen, en la que me reconocí, deun perseverante testarudo, todo lo contra-rio de cuanto se nos atribuye a los gemi-nianos.

Señor Rector, Señoras y Señores,En realidad de verdad, como amaba

afirmar mi maestro García Bacca, daríapor sentado que el significado más pro-fundo de la honorificencia que recae en mipersona en esta precisa coyuntura histó-rica, es que ella expresa el reconoci-miento a una causa más que a un indivi-duo, por lo que me apresuro a compartirlaespiritualmente con todos quienes metocó interactuar y dialogar, que fueron yson parte sustantiva de lo que pude ser yhacer. La causa premiada a la que me re-fiero es la de los muchos –y en Venezuela,lo digo con orgullo, somos más numero-sos que en otros lares– que hemos dedi-cado nuestras vidas a exigir se practiquecon justicia distributiva ese derecho uni-versal siempre escamoteado que Lafaye-tte definió una vez por todas en 1788: lalibre communication des pensées partous les moyens possibles, la libre comu-nicación de las ideas por todos los mediosposibles; un postulado práctico que no selimita a pautar una deontología periodís-tica o a medir políticas democráticas, sinoque se yergue como principio ontológicode mi ser social, condición de posibilidadde mi relacionalidad con el otro. ¡Durafaena la de asegurar la Libertad y elPluralismo comunicacionales del Artícu-lo 58 de nuestra Constitución en las ti-

nieblas de una oscurantista dictadura me-diática presidencial, frente a un procesomasivo de intoxicación ideológica y enmedio de las más estridentes desigualda-des, en que unos son compulsivamentedegradados, humillados a la autocensurao silenciados, y otros pueden hablar encadena a todo el país a razón de 46 minu-tos diarios durante diez años! Es por estarazón que sin la menor retórica agradezcoprofundamente a la Orden y la UCAB ladeferencia que recibo: por su valiente yalentador significado político, porque us-tedes han podido condecorar a otros peroeligieron a quien abrazó esa causa y esosvalores libertarios, y enfrenta con lassolas fuerzas de la razón los estragos deuna comunicación hipercomercializada ydegradante ayer, y hoy el horror de una co-municación gubernamental unidimensio-nal, en dosis tóxicas, enmudecedora ysembradora de odio entre venezolanos. Simi argumento no condujera a la paradojay el malentendido, debería incluso felici-tarlos por estarme condecorando, porqueal hacerlo ustedes muestran al país queestán claramente alineados con la causade la democracia en comunicaciones, seconstituyen para todos nosotros en im-portante estímulo a seguir luchando porella, y lanzan una esperanzadora señal ala opinión pública de que no habrá clau-dicaciones con valores humanistas y so-ciales, morales y políticos que consideranno-negociables.

Señor Rector, Señoras y Señores,Vistos los criterios que rigen el otor-

gamiento de la Orden que hoy recibo deesta ilustre Universidad, creo que deboconcluir mis breves palabras con un“credo” personal acerca del principioepistemológico que ha sido mi norte a lo

largo de toda mi vida de investigador y deservidor público internacional y nacio-nal. Sin ser insensible a los aportes de lasociología, de la política, de la economíao incluso de grandes corrientes del pen-samiento contemporáneo, varios de loscuales atesoré con provecho, siempreabordé la Comunicación desde el ángulode la Filosofía Moral y de sus principalescategorías, que son todas categorías de laRelación. ¿Cuál es la razón profunda delestrecho parentesco que siempre he creí-do ver entre Comunicación y Moral, porqué las considero tan consustanciales?Porque ambas conciernen el reino de laRelacionalidad a escala antropológica, dela Intersubjetividad, pudiendo inclusollegar a afirmarse que así como en el pa-sado hubo morales de la virtud, de la co-existencia negociada o de la utilidad,nuestra época es la de una moral comuni-cacional. No sólo por el nudo hecho delinconmensurable peso que tienen hoy lascomunicaciones, para las que gasta la hu-manidad el trece por ciento de las rique-zas que produce anualmente, sino porconstatar que la parte mayor de la rela-ción humana es hoy mediatizado por tec-nologías, lo que lleva pronto a constatarque el control de dichas tecnologías esipso facto control de mi relación con el otro,y que un predominio de comunicaciónvertical, impositiva y esclavizadora escausa más que efecto de una relación so-cial despótica. Todos los grandes siste-mas morales, todas las grandes utopías dela humanidad, fueron hermenéuticas deuna relacionalidad humana pacificada; elsumo Platón pudo así sentenciar que lavirtud suprema, el estado máximo deperfección, era Dikaiosúne, la Justicia,una virtud de relación, de convivencia.Hoy, nuestro principal ámbito de rela-cionalidad y de intersubjetividad es el dela Comunicación, lo que reconfirma elestrecho parentesco entre Moralidad yComunicabilidad y la necesidad de eri-gir o reconstruir en la intersubjetividad,en la persona, en el comunicador, ennuestros portavoces vicarios los baluar-tes de la reciprocidad y el respeto mutuo,principales garantías de sociedades li-bres y abiertas.

Muchas gracias

Miércoles 10 de junio de 2009.

Palabras de Antonio Pasquali al conferírsele la orden Andrés Bello

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Galería de Papel

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Page 119: CENTRO GUMILLA comunicaciónJosé Ignacio Rey José Martínez-de-Toda ... necesidades, para nosotros, de esta producción editorial. El aumento en el campo de acción de estas prácticas

DirectorMarcelino Bisbal

Editores adjuntosJesús María AguirreMarcelino Bisbal

Consejo editorialJesús María AguirreMarcelino BisbalCarlos CorreaAgrivalca CanelónAndrés CañizálezGustavo HernándezCarlos Delgado-FloresLuis Carlos Díaz

Consejo FundacionalJosé Ignacio ReyJosé Martínez-de-Toda Francisco Tremontti ✝

Jesús María AguirreMarcelino BisbalIgnacio Ibáñez ✝

Epifanio LabradorCésar Miguel Rondón

Colaboradores del presente númeroBoris MuñozMariana BacalaoFedosy SantaellaHumberto ValdiviesoLaura CastellanosDavid GonzálezAndrea QuirozJorge MillánGabriel ReyesVíctor Manuel Pérez M.Leopoldo TablanteSebastián De la NuezComité por la Libre Expresión (C-Libre)Reporteros Sin FronterasComisión Provincial de Apostolado Social (CPAS)Nina NegrónLaura VidalMaría Eugenia MosqueraAngel GómezDubraska FalcónSimón Alberto Consalvi

RevisiónMarlene García

Asesor GráficoVíctor Hugo Irazábal

Producción EditorialBimedia 21 Diseño Editorial

ImpresiónEx Libris

Suscripción(4 números al año)Venezuela: Bs. 70.000,oo (Bs.F 70)Suscripción de apoyo: Bs. 120.000,oo (Bs.F 120)Número suelto: Bs. 15.000,oo (Bs.F 15,00)

Forma de pago:En Venezuela• Cancelando en nuestras oficinas • Depositando, a nombre de:

Fundación Centro Gumilla,en la siguiente cuenta:

BanescoCta. Cte. Nº 0134-0413-59-413-101041-4

Para suscripciones del exterior contactar a la administración del Centro Gumilla

Centro GumillaEdificio Centro Valores,local 2, esquina de la Luneta,Altagracia. Apartado 4838Caracas 1010-A- VenezuelaTeléfonos: 564.9803 - 564.5871Fax: 564.7557

Redacción Comunicación:[email protected]ón SIC:[email protected] de Documentación:[email protected]ón:[email protected]

Depósito Legalpp 197502 DF851ISSN: 0251-3153

Comunicación no compartenecesariamente las opinionesvertidas en los artículos firmadosque expresan, como es obvio,la opinión de sus autores.

Los textos publicadosen la sección de Estudios dela Revista son arbitrados.

La revista Comunicaciónde la Fundación Centro Gumilla está indizada en la base de Datos Clase “A” de la Fundación Venezolana de promoción del investigador, al igual que enLatindex (Catálogo de revistas)

Visite nuestra página en la Web:http://www.gumilla.org.ve

comunica Estudios venezolanos de comunicación • Tercer trimestre 2009 • Nº 147

comunicación

ción

RIVOLTARE

CENTRO GUMILLA

■Cesarismo mediático

■Opinión pública en Venezuela:¿hay razones para la esperanza?

■Chávez-Lovermark

■10 años de imagen en la Venezuela revolucionaria

■¿El gran comunicador?

■Mel Zelaya,Michael Jackson y el hiperliderazgode Chávez:crónica de un mes con Aporrea

■Romper la casa del nosotros

■El proceso político bolivariano en la revistaComunicación(1998-2008)

■La democracia en Venezuela:¿apoyo difuso?

■Internet y su influencia en la opinión políticade los venezolanos

■Pobreza en la prensa venezolana:representaciones estacionarias

■Balance de diez años en Comunicación

■Conferimiento de la Orden Andrés Belloal Dr. Antonio Pasquali

comunicación 147

Anatomía de un proceso

Desde el 2006, Dayana Santiago y Germán Sandoval, bajoel nombre de Rivoltare, han colaborado en un cuerpode trabajo plástico interdisciplinario, que incluye escul-tura, gráfica, fotografía e intervenciones sociales.

El psiquiatra existencialista suizo Ludwig Binswanger,analiza la esencia del ser dividiéndola en tres partes:el mundo de las cosas, el mundo de las relacionesy el mundo de las auto-relaciones. Para esta oportunidadse ha planteado la combinación en el trabajo de estostres ámbitos. En este sentido, dando una importanciaal espacio y su construcción, esta propuesta estáprofundamente intervenida por el contexto en el cualfue realizada, considerando el trabajo intrínsecamenteunido al lugar en un sentido intimista y social. El lugares definido en términos tanto de espacio como de tiempo,convirtiendo su relación con el cuerpo en soporte.

El cuerpo como soporte en la contemporaneidad del arte,es un tema que ha incluido al contenido de la obradel artista, sus capacidades perceptivas en relacióna la sensorialidad de su cuerpo. En este caso se añadenlas connotaciones del tatuaje, como incisionespermanentes que mantienen al artista vinculado con laobra y sus procesos creativos. Éstos, de alguna manera,funcionan como notas a pie de página de lo que el artista es. Inclusive con objetos como botas, sillas o hasta un martillo, este compromiso del espacio íntimocon la difusión pública se muestra como una progresióndel proceso de producción.

Tendrá en este sentido mucho que ver la evolución quesufren los medios comunicativos propios de la revolucióninformática contemporánea, así como la expansión que domina las prácticas de diseño, publicidad y demásempresas dedicadas a la imagen con la definición de la construcción discursiva de la realidad, así como los

mecanismos de elaboración de matrices de conocimiento,en este caso referidas a la imagen y su difusión. Este fenómeno tiene un carácter fundamental en la elaboraciónde discursos contemporáneos, procurando una expansiónde las prácticas estéticas que es, en principio, una de lasnecesidades, para nosotros, de esta producción editorial.

El aumento en el campo de acción de estas prácticas estéticas, incide directamente en la interpretación del artey de lo que consideramos real. La estatización de la vidarepresenta un triunfo de la banalización, aunque éste,por su mero fundamento estético, sea ingenuamenteconsiderado superficial, como si no conllevaraconsecuencias fundamentales sobre las formas denuestra experiencia. Aun así, los desarrollos artísticoscon contenidos más genuinos no perderían su validezmás allá de la imagen, ni mucho menos perderíansu carácter comunicacional y reflexivo.

Dayana Santiago y Germán Sandoval

Rivoltare, 2009 http://rivoltare.tumblr.com/

J-00138912-1

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DirectorMarcelino Bisbal

Editores adjuntosJesús María AguirreMarcelino Bisbal

Consejo editorialJesús María AguirreMarcelino BisbalCarlos CorreaAgrivalca CanelónAndrés CañizálezGustavo HernándezCarlos Delgado-FloresLuis Carlos Díaz

Consejo FundacionalJosé Ignacio ReyJosé Martínez-de-Toda Francisco Tremontti ✝

Jesús María AguirreMarcelino BisbalIgnacio Ibáñez ✝

Epifanio LabradorCésar Miguel Rondón

Colaboradores del presente númeroBoris MuñozMariana BacalaoFedosy SantaellaHumberto ValdiviesoLaura CastellanosDavid GonzálezAndrea QuirozJorge MillánGabriel ReyesVíctor Manuel Pérez M.Leopoldo TablanteSebastián De la NuezComité por la Libre Expresión (C-Libre)Reporteros Sin FronterasComisión Provincial de Apostolado Social (CPAS)Nina NegrónLaura VidalMaría Eugenia MosqueraAngel GómezDubraska FalcónSimón Alberto Consalvi

RevisiónMarlene García

Asesor GráficoVíctor Hugo Irazábal

Producción EditorialBimedia 21 Diseño Editorial

ImpresiónEx Libris

Suscripción(4 números al año)Venezuela:Bs.70.000,oo (Bs.F 70)Suscripción de apoyo:Bs.120.000,oo (Bs.F 120)Número suelto:Bs.15.000,oo (Bs.F 15,00)

Forma de pago:En Venezuela• Cancelando en nuestras oficinas • Depositando,a nombre de:

Fundación Centro Gumilla,en la siguiente cuenta:

BanescoCta.Cte.Nº 0134-0413-59-413-101041-4

Para suscripciones del exterior contactar a la administración del Centro Gumilla

Centro GumillaEdificio Centro Valores,local 2,esquina de la Luneta,Altagracia.Apartado 4838Caracas 1010-A- VenezuelaTeléfonos:564.9803 - 564.5871Fax:564.7557

Redacción Comunicación:[email protected]ón SIC:[email protected] de Documentación:[email protected]ón:[email protected]

Depósito Legalpp 197502 DF851ISSN:0251-3153

Comunicaciónno compartenecesariamente las opinionesvertidas en los artículos firmadosque expresan,como es obvio,la opinión de sus autores.

Los textos publicadosen la sección de Estudios dela Revista son arbitrados.

La revista Comunicaciónde la Fundación Centro Gumilla está indizada en la base de Datos Clase “A”de la Fundación Venezolana de promoción del investigador,al igual que enLatindex (Catálogo de revistas)

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comunicaEstudios venezolanos de comunicación • Tercer trimestre 2009 • Nº 147

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RIVOLTARE

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■ Cesarismo mediático

■ Opinión pública en Venezuela:¿hay razones para la esperanza?

■ Chávez-Lovermark

■ 10 años de imagen en la Venezuela revolucionaria

■ ¿El gran comunicador?

■ Mel Zelaya, Michael Jackson y el hiperliderazgode Chávez: crónica de un mes con Aporrea

■ Romper la casa del nosotros

■ El proceso político bolivariano en la revistaComunicación (1998-2008)

■ La democracia en Venezuela: ¿apoyo difuso?

■ Internet y su influencia en la opinión políticade los venezolanos

■ Pobreza en la prensa venezolana:representaciones estacionarias

■ Balance de diez años en Comunicación

■ Conferimiento de la Orden Andrés Belloal Dr. Antonio Pasquali

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Anatomía de un proceso

Desde el 2006,Dayana Santiago y Germán Sandoval,bajoel nombre de Rivoltare,han colaborado en un cuerpode trabajo plástico interdisciplinario,que incluye escul-tura,gráfica,fotografía e intervenciones sociales.

El psiquiatra existencialista suizo Ludwig Binswanger,analiza la esencia del ser dividiéndola en tres partes:el mundo de las cosas,el mundo de las relacionesy el mundo de las auto-relaciones.Para esta oportunidadse ha planteado la combinación en el trabajo de estostres ámbitos.En este sentido,dando una importanciaal espacio y su construcción,esta propuesta estáprofundamente intervenida por el contexto en el cualfue realizada,considerando el trabajo intrínsecamenteunido al lugar en un sentido intimista y social.El lugares definido en términos tanto de espacio como de tiempo,convirtiendo su relación con el cuerpo en soporte.

El cuerpo como soporte en la contemporaneidad del arte,es un tema que ha incluido al contenido de la obradel artista,sus capacidades perceptivas en relacióna la sensorialidad de su cuerpo.En este caso se añadenlas connotaciones del tatuaje,como incisionespermanentes que mantienen al artista vinculado con laobra y sus procesos creativos.Éstos,de alguna manera,funcionan como notas a pie de página de lo que el artista es.Inclusive con objetos como botas,sillas o hasta un martillo,este compromiso del espacio íntimocon la difusión pública se muestra como una progresióndel proceso de producción.

Tendrá en este sentido mucho que ver la evolución quesufren los medios comunicativos propios de la revolucióninformática contemporánea,así como la expansión que domina las prácticas de diseño,publicidad y demásempresas dedicadas a la imagen con la definición de la construcción discursiva de la realidad,así como los

mecanismos de elaboración de matrices de conocimiento,en este caso referidas a la imagen y su difusión.Este fenómeno tiene un carácter fundamental en la elaboraciónde discursos contemporáneos,procurando una expansiónde las prácticas estéticas que es,en principio,una de lasnecesidades,para nosotros,de esta producción editorial.

El aumento en el campo de acción de estas prácticas estéticas,incide directamente en la interpretación del artey de lo que consideramos real.La estatización de la vidarepresenta un triunfo de la banalización,aunque éste,por su mero fundamento estético,sea ingenuamenteconsiderado superficial,como si no conllevaraconsecuencias fundamentales sobre las formas denuestra experiencia.Aun así,los desarrollos artísticoscon contenidos más genuinos no perderían su validezmás allá de la imagen,ni mucho menos perderíansu carácter comunicacional y reflexivo.

Dayana Santiago y Germán Sandoval

Rivoltare,2009 http://rivoltare.tumblr.com/

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