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Cervantes -Ruta Del Quijote- Mapas

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Los mapas del Quijote

Miguel de Cervantes Saavedra es el autor más importante de la literatura española. Su novelaEl ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha alcanzó un gran éxito desde el mismo momento de supublicación. En apenas cincuenta años fue traducida al francés, inglés, italiano, alemán y holandés.Durante el siglo XVIII crecerá considerablemente el interés por la gran novela cervantina, conver-tida ya en un clásico de la literatura; sin embargo será en el siglo XIX la definitiva revalorización yuniversalización de Don Quijote con nuevas interpretaciones, anotaciones y comentarios, siendotraducido a todas las lenguas cultas del mundo. A lo largo del siglo XX se han publicado cerca detrescientas setenta ediciones en castellano y más de quinientas ediciones en todo el mundo. Nopodemos olvidar que el Quijote es el libro más veces reimpreso y traducido a otros idiomas despuésde la Biblia.

Cervantes está considerado como el creador de la novela moderna. Su novela Don Quijote no essimplemente una crítica de los libros de caballería, en realidad va mucho más lejos.Al relacionarsedon Quijote y Sancho con ambientes y tipos de la vida española de su tiempo, nos proporciona unpanorama bastante completo de la realidad social de su época y nos transmite su propia visión delmundo. Por otra parte, el Quijote es una novela de novelas. En la historia principal del ingenio-so hidalgo, estructurada como los libros de caballerías, se van intercalando otras historias que noguardan relación con ella, de tal forma que combina una variedad de géneros como la novela pas-toril, la picaresca, la bizantina o la morisca. Estos relatos son más breves en la segunda parte y apa-recen más integrados en la novela. Pero, además, utiliza el recurso literario de interponer un narra-dor de ficción, el historiador arábigo Cide Hamete Benengeli. Este artificio narrativo permite aCervantes aparecer como segundo autor que entrega a los lectores una historia, sobre la cual podrácomentar lo que quiera por conocerla de antemano, consiguiendo de esta forma una gran libertadcreadora. Finalmente, Cervantes trata de huir siempre de la afectación, el lenguaje utilizado en sunovela es culto, pero se expresa con total naturalidad y claridad. Nos cuenta la historia con unaexpresión literaria cercana al habla, logrando de este modo esa difícil sencillez.

La primera parte de la novela consta de cincuenta y dos capítulos que narran la locura de donQuijote debida a las lecturas de los libros de caballería y las aventuras vividas en sus dos primerassalidas, en defensa de los ideales caballerescos. La segunda parte está compuesta por setenta y cua-tro capítulos, en general más breves, que relatan la tercera salida del ingenioso hidalgo y los episo-dios que tuvieron lugar hasta su derrota por el Caballero de la Blanca Luna, la vuelta a casa y sumuerte.

Cuando en 1605 se publica por primera vez el Quijote, carecía de ilustraciones; las primerasediciones de la novela son muy sencillas y sólo algunas de ellas ofrecían en sus portadas pequeñosgrabados ornamentales o el escudo del impresor. Sin embargo, ya en el siglo XVII aparecen las pri-meras ediciones ilustradas en Inglaterra, Francia y Holanda, países que disponían de imprentas y

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grandes grabadores. En España en esta época la imprenta y el grabado tipográfico sufrían una grandecadencia y, tras algunos intentos no demasiado afortunados, habrá que esperar más de un siglopara disponer de una edición ilustrada importante, la publicada en 1780 por la Real AcademiaEspañola, donde se dieron cita los mejores dibujantes y grabadores del momento y en la que apa-recerá por primera vez un mapa, realizado por el cartógrafo Tomás López, que detalla la ruta segui-da por don Quijote de la Mancha en sus aventuras a lo largo de la geografía española.

En algunas ediciones de los siglos XVIII y XIX se incluirán mapas de esta ruta; unos basados enel dibujado por el geógrafo Tomás López en 1780 para la edición de la Real Academia y otros en elrealizado por el erudito Juan Antonio Pellicer publicado en Madrid por Gabriel de Sancha en 1798,que presenta algunas variantes en el camino seguido por el ingenioso hidalgo. Ambas rutas serán la basede nuevas versiones y ediciones de este curioso mapa que representa la ruta de las aventuras vividaspor el héroe manchego don Quijote, fruto de la imaginación de Cervantes, como si se tratase de unpersonaje real que hubiese recorrido verdaderamente pueblos, paisajes y caminos de España.

La esencia de este estudio es la búsqueda, localización y descripción de los mapas, incluidos enlas ediciones del Ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, desde su publicación hasta el siglo XIX,que describen la ruta seguida por don Quijote en el viaje que le llevó por los caminos, posadas ypueblos españoles.

EL SIGLO DE ORO EN ESPAÑA

El llamado Siglo de Oro español comprende algo menos de dos siglos, el XVI y gran parte del XVII.Esta etapa está considerada como la Edad de Oro de la literatura española, coincidiendo, en granparte, el apogeo cultural con el político; es decir, con el predominio del imperio español creado porla casa de Austria. El Siglo de Oro se suele dividir en dos períodos, el Renacimiento, que compren-de los reinados de Carlos I y Felipe II, época de máximo esplendor, y el Barroco, que abarca losreinados de Felipe III y Felipe IV.

El Renacimiento se caracteriza por la inf luencia italiana, la erudición erasmista, la expresiónlírica del amor cortés, la universalización del drama y el conocimiento del latín, griego y hebreo.En el Barroco la literatura está claramente inf luenciada por la decadencia española, los poetas yano cantan nuestras victorias, la prosa no escribirá la alegría de vivir, sino más bien la pesadumbredel momento presente. Sin embargo, a pesar de este cuadro sombrío, jamás nuestra literatura alcan-zó mayor perfección formal ni ahondó tanto en el espíritu hispánico.

Entre los escritores más importantes de esta época podemos destacar los poetas Juan Boscán,Garcilaso de la Vega, Fray Luis de León y Alonso de Ercilla, los místicos Santa Teresa de Jesús, SanJuan de la Cruz y Fray Luis de Granada; y en la época barroca los máximos representantes del cul-teranismo, Luis de Góngora, y del conceptismo, Francisco de Quevedo y Baltasar Gracián. El tea-tro alcanzó su máximo esplendor con grandes autores como Lope de Vega, Calderón de la Barca yTirso de Molina.

De los historiadores que narraron la conquista de América y la actuación política de Españaen el mundo, destacan el P. Juan de Mariana y los historiadores de Indias Bartolomé de Las Casas,Bernal Díaz del Castillo, Fernández de Oviedo, etc. Entre los filósofos, teólogos y juristas sobresa-len Luis Vives, una de las figuras más importantes del humanismo, el P. Francisco Suárez y el P. Fran-cisco de Vitoria, estudioso del derecho internacional.

La novela picaresca, a caballo entre las dos épocas, deja huellas imborrables en El Lazarillo deTormes, La vida de Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, El escudero Marcos de Obregón, de Vicen-te Espinel, El Buscón, de Quevedo, y Rinconete y Cortadillo, de Miguel de Cervantes. En la novela

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pastoril tenemos la Diana de Jorge de Montemayor, Diana enamorada de Gaspar Gil Polo y La Gala-tea de Miguel de Cervantes.

Entre los libros de caballerías destacamos los considerados por Cervantes como más importan-tes. Son los que, en el capítulo de la quema de los libros de don Quijote, salvan el cura y el barbero:Amadís de Gaula de Garci Rodríguez de Montalvo, publicado en 1508, el libro más leído del sigloXVI y más veces citado por Cervantes en su novela; Tirant lo Blanch, novela caballeresca de JoanotMartorell y Martí Joan de Galba, impresa en Valencia en 1490; y Palmerín de Inglaterra, del portu-gués Francisco de Moraes Cavral, publicado en 1544.

En este marco vivió Miguel de Cervantes Saavedra, escritor español universal, el máximonovelista de nuestra literatura. Nacido en Alcalá de Henares en 1547, se trasladó a Madrid, ciudaden la que en 1561 Felipe II fijó la capital del reino. En 1569 viajó a Italia al servicio del cardenalAcquaviva, donde conoció la obra de Ariosto, Petrarca y Bocaccio. Cervantes sintió gran admira-ción por la obra de Ariosto Orlando furioso, que posiblemente le inf luyera en el tratamiento de lalocura de don Quijote. Intervino como soldado en diversas batallas, especialmente en la de Lepan-to, en 1571, donde fue herido en el pecho y en el brazo izquierdo, por lo que fue conocido como«el manco de Lepanto».

Cervantes embarca en Nápoles en 1575 para regresar a Madrid y, tras una fuerte tormenta, elbarco fue apresado por corsarios berberiscos, permaneciendo en prisión en Argel durante cincoaños. Unas cartas de recomendación, firmadas por don Juan de Austria y dirigidas al rey, le salva-ron la vida, pero serían, a la vez, la causa de su prolongado cautiverio.Tras varios intentos fracasa-dos de fuga, su familia, con la ayuda de monjes trinitarios, consigue reunir la cantidad demandadapor sus captores. Cuando está a punto de partir hacia Constantinopla, se efectúa el pago del resca-te y queda en libertad. Fruto de esta experiencia fueron sus piezas teatrales Los baños de Argel y Eltrato de Argel, obras con ciertos perfiles autobiográficos.

Poeta y autor teatral, tuvo que soportar el triunfo arrollador de Lope de Vega, su eterno rivalen la escena española. Su primera novela, La Galatea, se publica en 1585, y a pesar de no obtenerel éxito deseado le proporcionó una cierta reputación como escritor. En 1587 fue designado comi-sario real de abastos para la Armada Invencible. Este destino le fue adverso, ya que en 1592 fueencarcelado, acusado de vender parte del trigo requisado.Años después se trasladó a Sevilla, dondeejerció como cobrador de rentas del Estado, trabajo que también le ocasionó enormes pesares. Cer-vantes depositaba lo recaudado en manos de un banquero que quebró, por lo que se vio imposi-bilitado para hacer efectivas las sumas recogidas y fue encarcelado en Sevilla, donde pasó tres mesesen 1597. Al parecer, en 1602 vuelve a ser internado en la Cárcel Real de Sevilla en donde, segúnalgunos cervantistas, esboza el primer borrador del Quijote.Todos estos procesos acabaron en 1603con su exculpación.A partir de este año Cervantes vive en Valladolid (donde se había trasladado lacorte en 1601) con su familia, hasta 1606, que regresa a Madrid cuando en esta ciudad se estable-ce la capitalidad de forma definitiva.

El año 1605 se publica la primera parte de El ingenioso hidalgo don Quixote de la Mancha. Eléxito alcanzado por la novela le permitió la publicación de gran parte de sus obras hasta el momen-to inéditas. Sin embargo, un hecho amargaría los últimos días de su vida, la publicación en 1614del Quijote de Alonso Fernández de Avellaneda, lo que incitó a Cervantes a finalizar rápidamentela segunda parte de su novela y a cambiar la ruta que en un principio había pensado para la tercerasalida de don Quijote. En 1615 ve la luz la segunda parte del Ingenioso hidalgo, unos meses antes desu muerte, que aconteció en abril de 1616.

Su obra está considerada como la culminación del Renacimiento español y principio delpesimismo barroco. Además de su novela más importante El ingenioso hidalgo don Quixote de la

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Mancha, podemos destacar, entre otras, las Novelas ejemplares fundamentales en el género de lanovela corta, sus obras teatrales La Numancia, Comedias y Entremeses, su novela pastoril La Galatea,El viaje al Parnaso, libro satírico, y Los trabajos de Persiles y Segismunda, novela de corte bizantino.

LA HISTORIA EN EL SIGLO DE ORO

El siglo XVI representa para España un cambio fundamental en sus expectativas políticas. Por unaparte, las riquezas de las tierras descubiertas van saliendo a la luz y ofrecen perspectivas insospecha-das; por otra, una serie de circunstancias concurrentes convertirán el Estado fundado por los ReyesCatólicos en la primera potencia europea.

En 1517, Carlos, hijo de Juana y de Felipe, es proclamado rey de España como Carlos I, y here-da de sus abuelos maternos los reinos de Castilla y Aragón, Nápoles, Sicilia, Cerdeña, plazas en elnorte de África y los territorios americanos. En 1519 es proclamado emperador de Alemania comoCarlos V, heredando de sus abuelos paternos el Imperio Alemán,Austria, Países Bajos, Franco Con-dado y el ducado de Milán. Los inmensos territorios europeos gobernados por Carlos V generarongraves problemas a los que se tuvo que hacer frente: la lucha contra los piratas turcos en el Medi-terráneo, el dominio español en Italia, las guerras con Francia, el intento fracasado de unificar elImperio Alemán al que se opusieron desde un principio los príncipes protestantes, y los esfuerzospara frenar la independencia de los Países Bajos. Casi todas estas dificultades se prolongaron agra-vadas durante el siglo XVII.

Carlos I de España y V de Alemania abdicó en 1556 en su hermano Fernando las posesiones im-periales de Alemania y Austria, y en su hijo Felipe,España, los extensos territorios de América, las pose-siones italianas y los Países Bajos. En 1580, al extinguirse la casa de Avis con la muerte del rey donSebastián, Felipe II, nieto del rey Manuel I, hereda Portugal y todas sus posesiones de ultramar.

Felipe II siguió enfrentándose a los mismos problemas que su padre Carlos V: Francia, la ame-naza turca y los protestantes. Las victorias de los españoles en San Quintín (1557) y Gravelinas(1558) traerán como consecuencia que Francia reconozca la posesión española de los estados ita-lianos. En 1571 la f lota de la Liga Santa (España,Venecia y la Santa Sede) dirigida por don Juan deAustria derrota a los turcos en la batalla de Lepanto, lo que supone destruir el poder naval turco,haciendo del Mediterráneo un mar cristiano. Por último, las guerras de los Países Bajos constituyenuna auténtica sangría política y económica para el país. Las provincias del norte, calvinistas, preten-dían la independencia con la ayuda de Inglaterra, que además permitió y potenció la realizaciónde actos de piratería contra los buques españoles que traían oro y plata de las Indias occidentales;por esta razón España organizó la Armada Invencible. En 1588 Inglaterra vence a la armada espa-ñola poniendo fin a la supremacía marítima de España y dando comienzo a la hegemonía comer-cial inglesa. Las guerras con Inglaterra y Holanda, prolongadas durante el siglo XVII, marcarán ladecadencia española.

Al morir en 1598 Felipe II le sucede su hijo Felipe III y con él se inaugura el periodo de losvalidos, aristócratas que gozando de la confianza del rey ejercían el poder; el favorito del monarcafue el duque de Lerma. La política exterior de Felipe III es un paréntesis de paz. Debido a la difí-cil situación política, religiosa, económica y militar, el monarca se ve obligado a negociar con lasprovincias de los Países Bajos el cese de las hostilidades y en 1609 se firma la tregua de los DoceAños. Es de destacar, también, la paz firmada en 1604 con el nuevo monarca inglés Jacobo I, suce-sor de Isabel I de Inglaterra; y el enlace matrimonial de Ana de Austria, hija de Felipe III, con LuisXIII rey de Francia. Con posterioridad también se concertaría el matrimonio de María Teresa deAustria, hija de Felipe IV, con Luis XIV, política con la que se intentaba dar fin a la tradicional

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rivalidad franco-española, aunque la consecuencia final sería el advenimiento de los Borbones aEspaña.A la muerte de Carlos II sin descendencia, Felipe V hará valer sus derechos a la corona deEspaña como nieto de Luis XIV y María Teresa de Austria.

El reinado de Felipe III (1598-1621) es de gran esplendor cultural y de gran importancia enel pensamiento económico, acuciado por la crisis agraria y por medidas tan discutidas como laexpulsión, iniciada en 1609, de los moriscos de Valencia,Andalucía,Aragón y Murcia. Con ello secompletaba la unidad religiosa pero se terminó agravando la decadencia demográfica, agrícola yfinanciera de España.

Al comenzar el reinado de Felipe IV (1621-1665) España se encontraba involucrada en la gue-rra de los Treinta Años (1618-1648). El conde duque de Olivares intenta que las guerras de Espa-ña no sean financiadas únicamente por el reino de Castilla, obligando a que los distintos reinospeninsulares participen de igual forma. Las consecuencias de esta medida serán las sublevaciones deCataluña y Portugal. En 1640 se independiza Portugal y en 1652 se pone fin a la revuelta catala-na, pero la monarquía tendrá que respetar los fueros y costumbres de Cataluña.

Desde la aparición del protestantismo en los comienzos del siglo XVI hasta el final de la gue-rra de los Treinta Años asistimos a un proceso de guerras de religión en las que el norte de Europase configura como protestante y el sur católico. Las consecuencias de la guerra fueron muy impor-tantes: en primer lugar España pierde la hegemonía en Europa y en segundo lugar las guerras dereligión dejan de ser la cuestión fundamental entre los países. En 1648, con la Paz de Westfalia, Espa-ña reconoce la independencia de Holanda, centro neurálgico de la producción cartográfica en aquelmomento. Sin embargo, continuó en guerra con Francia hasta que en 1659, con la Paz de los Piri-neos, perdió el Rosellón, la Cerdaña y varias plazas en Flandes. En 1665 muere Felipe IV.

Los Austrias realizaron una política de intervención en Europa participando en interminablesempresas y guerras que conducirían al país a sucesivas bancarrotas, no excesivamente graves por la lle-gada del oro y plata americanos, pero que tendrán como consecuencia el agotamiento y la decaden-cia de España. La af luencia de metales preciosos aceleró de tal manera la vida económica que se entróen un período de elevación de precios sin precedentes.A principios del siglo XVII la plata de las Indiascomienza a llegar a España con menos rapidez y por tanto más cara. Un descenso de la poblaciónindígena obligará a los dueños de las minas a volverse hacia la gran propiedad agrícola.

Sin una estructura productiva adecuada y con un campo despoblado, la riqueza llegada de lasIndias solo servía para pagar las importaciones extranjeras, o bien para saldar las deudas de los sobe-ranos españoles con los banqueros europeos, debidas a las empresas de colonización y a los nume-rosos conf lictos bélicos en que el país se hallaba envuelto. De esta forma, la mayor parte de la plataque llegaba a España salía con destino a Europa sin ninguna mejora apreciable del país. La conquis-ta española de América dará origen a una sociedad nueva, que instituye el mercado mundial y per-mite el desarrollo del capitalismo europeo.

LOS MAPAS DE LA RUTA DE DON QUIJOTE. SIGLO XVIII

En enero del año 1605 Miguel de Cervantes Saavedra publica la primera parte de El ingeniosohidalgo don Quijote de la Mancha, impresa en Madrid por Juan de la Cuesta, y ese mismo año apa-recen ediciones en Lisboa y Valencia.Antes de ver la luz la segunda parte de la novela en 1615, sepublica de nuevo en Madrid (1608), en Bruselas (1607) y en Milán (1610), y se editan las traduc-ciones de la primera parte al inglés por Thomas Shelton (Londres, 1612) y al francés por CesarOudin (París, 1614). El éxito de la novela cervantina y la pasión por don Quijote comienza desdeel momento de su publicación y con gran rapidez se extenderá por toda Europa.

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En el siglo XVIII se produce una importante revalorización de la novela de Cervantes ycomienzan a editarse estudios, interpretaciones, comentarios, notas y aclaraciones.Todo lo referen-te a nuestro autor es estudiado con erudición, llegándose incluso a polemizar sobre la invención yel plan de la novela. En este siglo aparece además la primera biografía de Cervantes, escrita porGregorio Mayans y Siscar, para la edición en castellano de la Vida y hechos del ingenioso hidalgo donQuixote de la Mancha, patrocinada por el barón de Carteret y editada en Londres en 1738 por Jacoby Richard Tonson. Ésta fue la primera edición monumental del Quijote, espléndidamente impresa,con bella tipografía y publicada en cuatro lujosos volúmenes. Iba adornada con láminas grabadascasi en su totalidad por Gerard van der Gucht y dibujadas por John Vanderbanck. La aparición deesta edición motivó que la Real Academia Española preparara su magnífica edición, en cuatrovolúmenes, impresa por Ibarra en 1780, que incluye el primer mapa de la ruta seguida por donQuijote en sus aventuras, realizado por Tomás López, geógrafo del rey. La Vida de Cervantes deMayans se incluirá en posteriores ediciones españolas, siendo la primera la publicada en 1750 porJuan de San Martín.

La ruta de don Quijote en las ediciones del siglo XVIII en España

En 1773 la Real Academia Española, creada sesenta años antes, decide realizar una gran ediciónque superase a todas las anteriores, revisando y corrigiendo las numerosas erratas que conteníael texto. El erudito académico Vicente de los Ríos es autor del «Prólogo», el «Juicio crítico oAnálisis del Quijote», el «Plan cronológico de sus viajes» y la «Vida de Cervantes» que acompa-ñan a esta edición.

Para efectuarla se cuidaron todos los detalles, transcurriendo siete años desde el inicio de laobra hasta su publicación. Se mandó fabricar papel de hilo especial en Cataluña y tres fundicionesnuevas de letra. La impresión, en cuatro volúmenes en cuarto mayor, corrió a cargo del arago-nés Joaquín Ibarra, impresor de Cámara de Su Majestad y de la Real Academia, quien comenzó aimprimir la obra en 1777 y finalizó el trabajo en 1780. El resultado de esta colosal empresa fue «ElQuijote de Ibarra» o «de la Academia», conocido por ambas denominaciones, indudablemente lamejor edición del Quijote realizada hasta entonces. Dos años más tarde, en 1782, la Academia publi-cará, también en la imprenta de Ibarra, una segunda edición, en un formato más pequeño y econó-mico, cuatro tomos en octavo y de letra menor, y en 1787 la tercera edición, impresa por la viudade Ibarra e hijos, en seis tomos, respetando en ambos casos el texto original y sin omitir nada de loque se puso en la primera.

La Real Academia tuvo especial cuidado en ilustrar la obra con láminas que ref lejasen confidelidad el contexto histórico en el que se desarrolla la acción de la novela. Se utilizaron comomodelos los retratos existentes en el Palacio Real y en el del Buen Retiro, intentando captar laindumentaria y el ambiente de la época cervantina. En esta edición participaron la mayor partede los artistas salidos de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, Antonio Carnicero, Josédel Castillo, Bernardo Barranco, José Brunete, Jerónimo Gil y Gregorio Ferro, que trasmitierona las ilustraciones un carácter más español y un tono más sereno. Las láminas fueron grabadas encobre por los mejores grabadores, Francisco Muntaner, José Joaquín Fabregat, Manuel SalvadorCarmona, Fernando Selma, Joaquín Ballester, Pedro Pascual Moles, Juan Barcelón y Jerónimo Gil.Además de las láminas se grabaron dos frontispicios para iniciar cada parte, así como viñetas, rema-tes y frisos que adornan y jalonan toda la obra.

El complemento a esta magnífica edición lo puso Tomás López, geógrafo del Rey Carlos III,a quien se debe la realización de un precioso mapa de la ruta de don Quijote delineado según las

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observaciones realizadas por el capitán del Real Cuerpo de Ingenieros José de Hermosilla1. Eltítulo del mapa es el siguiente: Mapa De Una Porcion Del / Reyno de España / Que ComprehendeLos Parages Por Donde Anduvo / Don Quixote, / Y Los Sitios De Sus Aventuras / Delineado por D.Tomás Lopez Geografo de S. M., segun las observacio- / nes hechas sobre el terreno por D. Joseph de Her-mosilla Capitan de Ingenieros. Está realizado a una escala aproximada de 1:1.400.000, abarca la partede la Península Ibérica comprendida entre los paralelos de Zaragoza y Alicante y los meridianosde Segovia y Barcelona. El mapa muestra relieve por montes de perfil y sombreado, red hidrográ-fica destacada y ciudades representadas por círculos y conjuntos de edificaciones según su impor-tancia. Presenta un cuidadoso dibujo y rotulación de los topónimos y un esmerado grabado de laplancha2.

Sobre el título figura un bello grabado que muestra los símbolos del caballero andante donQuijote, cuya efigie aparece representada en el escudo. Esta pequeña imagen fue grabada porManuel Salvador Carmona, tal como figura en el Libro de asientos de láminas, con el número 152«Trofeos del Mapa»3. En este libro, que comprende anotaciones desde el año 1752 hasta 1810, Car-mona apuntaba el importe de las obras que le encargaban.

Tomás López diseña una ruta, basada en el «Plan cronológico de Vicente de los Ríos», querepresenta el camino seguido por el ingenioso hidalgo en su viaje como caballero andante. La rutaestá dividida en las tres salidas referidas por Cervantes, «Primera salida de D. Quixote solo»,«Segunda salida con Sancho por el Campo de Montiel» y «Tercera salida». Especifica treinta ycinco lugares en los que suceden las aventuras de don Quijote, señalando cuatro lugares para laprimera salida, doce para la segunda y diecinueve para la tercera. Esta ruta delineada por López, yavalada por la Real Academia Española, será la base para un buen número de autores que, comoveremos más adelante, se apoyan en este itinerario para la realización de sus mapas (cat. n. 2).

Otra de las grandes ediciones españolas del Quijote, del siglo XVIII, es la publicada en Madridpor Gabriel de Sancha en 1797-1798. Esta obra, en cinco volúmenes, a la que se denomina Nuevaedición corregida de nuevo, con nuevas notas, con nuevas estampas, con nuevo análisis, y con la vida de el autornuevamente aumentada, está muy cuidada desde el punto de vista tipográfico. Incluye láminas gra-badas por P. Duf los y Moreno Tejada sobre dibujos de A. Navarro, R. Ximeno, Monnet, Cama-rón y Paret. La responsabilidad científica de la edición es de Juan Antonio Pellicer, bibliotecariodel rey y miembro de la Real Academia de la Historia, quien realiza el estudio crítico y las notasexplicativas, incluyendo además una biografía del autor. El interesante «Discurso preliminar» esuna muestra de sus amplios conocimientos sobre la época en que vivió Cervantes. Su trabajo seráuno de los más apreciados y, durante mucho tiempo, una de las principales fuentes de estudios yediciones posteriores.

La obra va acompañada de dos planos y un mapa de los viajes de don Quijote, grabados porManuel Antonio Rodríguez. Los planos corresponden a la Cueva de Montesinos, Demostración de

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1 Sobre el capitán de Ingenieros José de Hermosilla y Sandoval, autor de las observaciones realizadas sobre el terreno, hayun artículo de Eusebio Torner, «Cervantes y los ingenieros del Ejército», publicado con motivo del tercer centenario delQuijote, que aporta algunos datos de interés sobre su vida.2 El cartógrafo español Tomás López ha sido objeto de varios estudios, entre ellos, la investigación realizada porFelicidad Patier sobre La biblioteca de Tomás López, el catálogo sobre las personas que colaboraron con el cartógrafoespañol para la realización de sus mapas Tomás López y sus colaboradores, redactado por Carmen Líter y FranciscaSanchis, y el estudio completo de su obra, realizado por Carmen Líter, La obra de Tomás López. Imagen cartográf icadel siglo XVIII.3 Sobre el grabado que acompaña al mapa de Tomás López publicado en 1780 por la Real Academia, ver la obra de JuanCarrete El grabado a buril en la España ilustrada: Manuel Salvador Carmona. Madrid, 1989.

la celebre Cueva de Montesinos citada por Cervantes / en su Dn. Quixote, delineada por Luis Paret4, y alas Lagunas de Ruidera, Plano Geografico / de las Lagunas de Ruidera y curso que hacen sus aguas sobran-tes con el nombre / del Rio Guadiana. Están basados en el estudio sobre el terreno realizado por Juande Villanueva, arquitecto mayor del rey5. El propio Pellicer, en la «Descripción Geográfico-Histó-rica» que acompaña la edición, así lo afirma y cita textualmente: «D. Juan de Villanueva, comisarioordenador, arquitecto mayor de S. M. y de la villa de Madrid, no solo levantó unos planes de laCueva y de las Lagunas (que han servido para las láminas mencionadas) sino que las describio congran puntualidad en una dilatada carta, que me derigio y existe en mi poder…» (cat. n. 6 y 7).

El mapa tiene por título Carta Geografica / de los Viages / de Don Quixote / y Sitios / de susAventuras: / Delineada por D. Manuel Antº. Rodríguez. / según las observaciones historicas / De D. JuanAntº. Pellicer, Bibliotecº de S. M., y está realizado a una escala aproximada de 1:1.700.000. La planchade este mapa se reimprimió, sin variaciones, en la edición del Quijote que Gabriel de Sancha publi-có un año después en Madrid, en 1798-1800.

Juan Antonio Pellicer en su mapa establece una nueva ruta para el itinerario recorrido por donQuijote que difiere de la propuesta por Tomás López en su mapa contenido en la edición de la RealAcademia. La ruta está dividida en las tres salidas que hizo el ingenioso hidalgo, «Primera salida deD. Quixote solo por el Campo de Montiel», «Segunda salida con su Escudero Sancho Panza por elmismo camino» y «Tercera salida». Pellicer inicia la ruta en Argamasilla de Alba, «patria de Don Qui-xote», tal como consta textualmente en el número 1 de la primera salida. Señala cuarenta y cinco luga-res en los que suceden las aventuras, indicando cuatro para la primera salida, doce para la segunda yveintinueve para la tercera, diferenciándose del mapa de López que únicamente indica treinta y cinco.Esta segunda ruta delineada por Pellicer dará origen a otro número importante de mapas cuyos auto-res se apoyarán en éste para establecer el itinerario de las aventuras del héroe manchego (cat. n. 5).

Ediciones del siglo XVIII en Inglaterra

El año 1781 se publicó, en Salisbury y en Londres, otra edición en castellano del Quijote, Historiadel famoso cavallero don Quixote de la Mancha, estampada en la Imprenta de Edward Easton, «con ano-taciones, índices y varias lecciones por el reverendo Juan Bowle». Esta edición es la primera en quela novela de Cervantes aparece con anotaciones y comentarios debidos al clérigo inglés JohnBowle, que aunque fueron discutidos y originaron polémicas, abrieron el camino a numerosas edi-ciones posteriores con notas al texto de la novela cervantina. Esta edición incluye un sencillo mapade la Península Ibérica, que tiene por título Mapa / de / España, y / Africa, / Acomodado á / La His-toria de / Don Quixote / de la Mancha. El mapa no indica el itinerario seguido por el ingeniosohidalgo en sus aventuras, únicamente, entre la escasa toponimia que contiene, se pueden ver algu-nos de los lugares nombrados en la novela, como por ejemplo: «El Toboso», «Argamasilla», «Esqui-vias», «Ruydera», etc. En Galicia figura la expresión «Tierra de Cervantes», probablemente hacien-do referencia al posible origen gallego del apellido Cervantes (cat. n. 3).

Cuatro años antes, en 1777, John Bowle había publicado una Carta dirigida al reverendoThomas Percy, erudito admirador de la obra de Cervantes, comunicándole la preparación de una

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4 La Biblioteca Nacional conserva el dibujo preparatorio del grabado de la Cueva de Montesinos. Forma parte del álbumDibujos originales hechos por D. Luis Paret… para la edición pequeña del Quijote impresa en Madrid por Sancha en 1798, consignatura Dib./15/67/35.5 Para el estudio sobre el arquitecto real Juan de Villanueva, autor del estudio y los planos sobre las Lagunas de Ruidera,ver la obra de Pedro Moleón, La arquitectura de Juan de Villanueva, publicada en Madrid en 1988.

edición sobre el Quijote. Esta publicación, cuyo título es A Letter To the Reverend Dr. Percy, Concer-ning a New and Classical Edition of Historia del Valeroso Cavallero Don Quixote de la Mancha…, estabailustrada con anotaciones, fragmentos de historiadores, poetas y de otros escritores antiguos ymodernos, con un glosario y con índices; en ella ocasionalmente se intercalan algunas ref lexionessobre los conocimientos y el genio del autor. La obra va acompañada de un mapa, grabado porHaydon, titulado Carta de España, / Acomodada a la Historia de / Don Quixote / Por El Señor I. B.Este mapa, realizado por Bowle, no muestra la ruta del hidalgo, presenta grandes errores en elemplazamiento de las ciudades y regiones, y tiene escasa toponimia referida principalmente a loslugares relacionados con la novela de Cervantes (cat. n. 1).

La calidad y la cantidad de las traducciones de Don Quijote en la Inglaterra del siglo XVIII ejer-ció gran inf luencia en numerosos escritores de novelas y obras de ficción, como es el caso deHenry Fielding, que escribe una comedia titulada Don Quixote in England, pero además tiene unanovela, Las aventuras de Joseph Andrews, escrita a imitación de Cervantes. Otros novelistas inglesesinf luenciados por Cervantes fueron Lawrence Sterne en sus Aventuras de Tristam Shandy, JonathanSwift, Joseph Addison o Richard Steele.

DON QUIJOTE EN EL SIGLO XIX

El siglo XIX será el de la definitiva revalorización del Quijote, convertido ya en un clásico de la lite-ratura universal. El romanticismo inf luye de forma decisiva en la interpretación y en la iconogra-fía de la novela de Cervantes. Don Quijote es considerado como el hombre idealista que conti-nuamente ve destrozadas sus ilusiones luchando contra imposibles, un espíritu noble inmerso enun mundo mezquino e injusto, llegando incluso a convertirlo en un símbolo.

En esta época se publican grandes ediciones eruditas y anotadas, acompañadas de biografías yestudios sobre Cervantes, muchas de ellas adornadas con bellas ilustraciones, aunque también pro-liferan las ediciones populares destinadas principalmente al público más joven.

Entre las ediciones comentadas del Quijote que se publican en estos años podemos citar lacuarta edición de la Real Academia publicada por la Imprenta Real en 1819, bajo el cuidado deFernández Navarrete, que además escribe una vida de Cervantes. Esta edición incluye el mapade la ruta de don Quijote realizado por Tomás López en 1780 para la primera de la Academia(cat. n. 2). Es de destacar también la gran edición publicada en Madrid el año 1833, anotada porDiego Clemencín, erudito con profundos conocimientos de los libros de caballerías y de la litera-tura contemporánea a Cervantes. En la segunda mitad del siglo, en 1863-64, Juan Eugenio Hart-zenbusch prepara una nueva edición con numerosas enmiendas, correcciones y notas, en la que suafán inmoderado de introducir variantes para corregir pasajes que creía oscuros le llevó a alterar eltexto. Fue impresa en Argamasilla de Alba, en la Casa de Medrano, lugar donde se creía que Cer-vantes había estado preso y habría engendrado su novela. La impresión corrió a cargo del editorManuel Rivadeneyra que trasladó allí su imprenta, máquinas y operarios.

El mismo año de 1863, la Librairie Hachette de París publica una edición en francés del Quijo-te, traducida por Louis Viardot, con bellos dibujos de Gustavo Doré, grabados en madera por Helio-dore Pisan. Esta lujosa edición bellamente impresa y adornada con los dibujos de Doré ha sido la basede numerosas publicaciones del Quijote, hechas en diversos idiomas, y está considerada como la mejory más artística interpretación iconográfica de la novela de Cervantes, solamente igualada por la delgenial artista español Daniel Urrabieta Vierge, publicada en Nueva York en 1906.Tanto Doré comoUrrabieta, para la realización de sus dibujos, recorrieron todos los lugares citados por Cervantes en sunovela para realizar una mejor interpretación del mundo de don Quijote.

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La ruta de don Quijote en el siglo XIX. Ediciones en Londres y Berlín

Siguiendo nuestra búsqueda de ediciones con mapas nos encontramos en primer lugar al editorWilliam Miller, que publica en Londres en 1801 una versión en lengua inglesa, en cuatro volúme-nes, de la obra de Cervantes, The Life and Exploits of the Ingenious Gentleman Don Quixote de la Man-cha. La edición contiene la traducción al inglés hecha en 1742 por Charles Jarvis, la más populardel siglo XVIII. Jarvis fue el primer traductor en mostrar los errores de anteriores versiones ingle-sas de la novela. Su traducción fue la base de un número importante de ediciones realizadas enInglaterra y Estados Unidos, la mayoría acompañadas de grabados. Esta edición incluye un mapa,que tiene por título A Map / of that part of / Spain, / with contains the Travels of / Don Quixote / withthe Situations of his various Adventures / pointed out / Corrected, and engraved from the Map of Don Joseph/ de Hermosilla Capn. of Engineers, by order of the King / of Spain, & under the inspection of the / Spa-nish Academy. La ruta representada y la relación de aventuras es igual a la contenida en el mapa deTomás López y José de Hermosilla editado en Madrid por la Real Academia en 1780. La planchade este mapa se utilizó de nuevo, sin variantes, en la edición de esta misma obra impresa en Lon-dres nuevamente por Miller en 1810 (cat. n. 8).

En 1804-5 Enrique Frölich publica en Berlín una nueva edición en castellano de El ingenio-so hidalgo don Quixote de la Mancha, comentada por Luis Ideler, quien se basó para sus comenta-rios en las ediciones de la Real Academia, la anotada por John Bowle y la comentada por JuanAntonio Pellicer. Esta edición iba acompañada de un mapa de la ruta seguida por don Quijote,copiado del que hizo Tomás López para la edición de la Academia, grabado por el alemán JohannWilhelm Schleuen que trabajaba para la Sociedad de Naturalistas de Berlín. Su título es elsiguiente Mapa / de Una Porcion del / Reyno de España / que comprehende los Parages / por dondeanduvo / Don Quixote. / Delineado por D. Tomas Lopez Geógrafo de S. M. / segun las observacioneshechas sobre el terreno / por D. Joseph de Hermosilla Capitan de Ingen. / Grabado por I.W. Schleuen enBerlin / 1805.Tiene leves variantes con respecto al mapa de López, aunque representa la mismaruta y el mismo número de aventuras, especificando 35 lugares en los que sucedieron las aven-turas del ingenioso hidalgo, cuatro lugares para la primera salida, doce para la segunda y diecinue-ve para la tercera (cat. n. 9).

Los editores escoceses Adam and Charles Black publican en Londres, el año 1895, el Map / toillustrate the Route / taken by / Don Quixote / in his / Three Sallies, grabado por Walker et Boutall.Este nuevo mapa abarca un espacio geográfico más pequeño que los publicados anteriormente, yaque en el recorrido de la tercera salida de don Quijote únicamente representa hasta Castejón, cru-zando el río Ebro, indicando sobre la ruta «To Barcelona». El itinerario representado está inspiradoen el que diseñó Tomás López en su mapa editado por la Academia en 1780. El mapa se encuen-tra en la edición anotada de la obra The Ingenious Gentleman Don Quixote of La Mancha by Miguelde Cervantes Saavedra Done into English by H. E.Watts. La traducción de esta edición es obra delperiodista y crítico literario inglés Henry Edward Watts, que estudió con sumo interés la literatu-ra española y principalmente la obra de Cervantes (cat. n. 23).

Ediciones francesas

En los primeros años del siglo XIX se publican en Francia un buen número de ediciones de la nove-la de Cervantes que incluyen el mapa de la ruta seguida por don Quijote. En 1814, en París, apare-ce una edición en castellano, «Conforme en Todo á la de la Real Academia Española, hecha enMadrid en 1782». Además del «Juicio crítico ó Análisis del Quixote», el «Plan cronológico de sus via-jes» y la «Vida de Cervantes», comprendidos en la edición de la Academia, se han añadido a ésta las

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«Notas críticas y curiosas al Don Quixote, escritas por el señor Pellicer, Bibliotecario de S. M.». Estaedición fue publicada, bajo la dirección de Jose René Masson, por los editores Bossange y Masson.

La obra va acompañada de un nuevo mapa que tiene por título Carta Geográfica de los Viages deDon Quixote, y Sitios de sus Aventuras. Está delineado y grabado por Ambroise Tardieu, cartógrafo ygrabador francés que trabajó para el Depósito de la Marina. La ruta representada en el mapa y larelación numérica de cuarenta y cinco lugares en los que sucedieron las aventuras, están basadas enlas establecidas por Juan Antonio Pellicer en su mapa publicado en 1798 en Madrid. En 1826 sepublica otro mapa, con el mismo título, que tiene una gran semejanza con este realizado por Tar-dieu, aunque se trata de una litografía grabada por Cosnier y Brégeut; está incluido en las Obras esco-gidas de Miguel de Cervantes… con notas Históricas, Gramaticales y Críticas, por D.Agustín Garcia de Arrie-ta, publicadas en París, en la Librería Hispano-Francesa de Martin Bossange (cat. n. 11 y n. 14).

El editor francés Théodore Desoer publica en París, el año 1821, una nueva edición en francésde la novela de Cervantes que incluye un precioso mapa que representa la ruta seguida por don Qui-jote, cuyo título es Carte des Voyages / de Don Quixote, / avec l’indication des divers lieux / où sont arrivéesses Aventures. El mapa está trazado por L.Aubert y grabado por Massuet. La representación cartográ-fica de este mapa es más técnica que en los anteriores, con una bella representación del relieve pornormales y sombreado, red hidrográfica destacada y abundante toponimia. La ruta de don Quijoterepresentada y la relación numérica de los cuarenta y cinco lugares de las aventuras están basadas enel mapa de Pellicer publicado en Madrid por Gabriel de Sancha en 1798 (cat. n. 12).

Jean-Baptiste Bory de Saint-Vincent, naturalista y cartógrafo francés, realiza el año 1822 unnuevo mapa que incluye la ruta de don Quijote en sus aventuras.Aparece en la edición en lenguafrancesa de la novela de Miguel de Cervantes, Le Don Quichotte … Nueva edición, en cuatro tomos,traducida al francés por el ingeniero y matemático Henri Bouchon-Dubournial, revisada, corregi-da y adornada con doce grabados y un mapa del viaje; publicada en París por el librero y editorNicolas Méquignon.

El título del mapa es Carte / Itineraire / de Don Quichotte / de la Manche, / Chevalier de la Tris-te Figure et des Lions. / Dressée / d’après les observations faites sur les lieux / Par / Bory de St.Vincent,está grabado por Ambroise Tardieu, cartógrafo y grabador que trabajó en París. El autor del mapa,Jean-Baptiste Bory de Saint-Vincent, desarrolló una extensa actividad geográfica en España, degran interés para el conocimiento orográfico de la Península Ibérica, destacando por la singulari-dad en el sistema utilizado para la representación del relieve en sus mapas6. La ruta que incluye pre-senta diferencias apreciables tanto con la establecida por Tomás López como con la diseñada porPellicer. Las aventuras representadas son cuarenta y cuatro, divididas en tres salidas, especificandocinco para la primera salida, doce para la segunda y veintinueve para la tercera, y se encuentrandescritas en hojas independientes, en la denominada «Explication de la Carte», contenida en eltomo cuarto de la novela (cat. n. 13).

El célebre editor francés Fermin Didot publica en París, el año 1827, el primer mapa en minia-tura que incluye la ruta seguida por don Quijote en su recorrido por la geografía española. Su títu-lo es Carta / Geografica / de los Viages / de / Dn. Quijote / y sitios de sus Aventuras, y carece de men-ción alguna de autor o grabador. La ruta seguida por don Quijote en sus tres viajes está inspiradaen la que el cartógrafo Tomás López delineó en su mapa publicado por Ibarra en 1780. El mapa se

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6 Recientemente, Juan Carlos Castañón ha publicado un artículo sobre el cartógrafo francés Jean-Baptiste Bory de Saint-Vincent, La contribución de Bory de Saint-Vincent (1778-1846) al conocimiento geográfico de la Península Ibérica, que analiza laactividad geográfica y cartográfica que desarrolló en España, de gran interés para el conocimiento orográfico de la Penín-sula Ibérica.

encuentra incluido en las Obras Escogidas de Miguel de Cervantes. Nueva edición clásica, arreglada,corregida e ilustrada con notas históricas, gramaticales y críticas, por Agustín García de Arrieta,miembro de la Real Academia Española.

El mismo año de 1827 se hace una nueva estampación de este mapa, utilizando la misma plan-cha, para acompañar a la edición en miniatura de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha,publicada en París por Julio Didot. Este mismo editor, en 1832, publica una nueva edición delmapa. Se trata de un segundo estado de la plancha original que muestra ligeras variantes con res-pecto a la primera estampación. Los editores de estas publicaciones en miniatura, Firmin y JulioDidot, pertenecen a una de las familias de impresores y libreros más relevantes de Francia, cuya acti-vidad se desarrolla en los siglos XVIII y XIX (cat. n. 15).

Ediciones españolas

De nuevo en España, tras un paréntesis de casi cuarenta años, en la segunda mitad del siglo XIX nosencontramos con una serie de ediciones de la novela cervantina acompañadas del mapa de la rutaseguida por don Quijote en sus aventuras. La primera de ellas aparece en 1859, se trata de la edi-ción de El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha, publicada en Barcelona por Tomás Gorchs.Esta edición es de gran interés por la corrección y pureza de su texto. Está adornada con inicialesgrabadas, frontispicios alegóricos y bellas láminas dibujadas por Madrazo, Espalter, Ferrant, Monta-ñés, Lorenzale, Murillo, Rivera, Fluyxench y Planas, y grabadas por Hortigosa, Estevanillo, Martí-nez Roca y Fatjó.Además, incluye una carta geográfica delineada por Manuel Antonio Rodríguez,según las observaciones históricas de D. Juan Antonio Pellicer.

El mapa se encuentra en el segundo tomo de la novela y tiene por título Carta Geografica / delos viajes / de / Don Quijote / y Sitios / de sus aventuras: / Delineada por D. Manuel Antº. Rodrigz. /segun las observaciones historicas / de D. Juan Antº. Pellicer, Bibliotecº de S. M. La ruta seguida por donQuijote en sus tres viajes está inspirada en la que incluyó Pellicer en su edición de la novela deCervantes publicada por Gabriel de Sancha en 1798. En ella se indican cuarenta y cinco lugares enlos que sucedieron las aventuras del héroe manchego, señalando cuatro lugares para la primera sali-da, doce para la segunda y veintiocho para la tercera. Aunque inspirado en el de Pellicer, el mapapresenta variaciones importantes tanto en la representación cartográfica como en el tamaño delmismo, que ha sido reducido casi en una tercera parte. De este mapa se harán nuevas ediciones enlos años 1863 y 1879 (cat. n. 18).

En 1862-63 José Gil Dorregaray edita en Madrid, en la Imprenta Nacional, una nueva impre-sión del Quijote, en tres grandes volúmenes. La obra incluye un extenso e interesante catálogo delas ediciones más notables de la novela. Las láminas, grabadas en cobre, que adornan esta ediciónestán impresas con las mismas planchas, ya muy gastadas, que se grabaron para la primera de la RealAcademia Española. Uno de los volúmenes contiene, además de diversos apéndices, la Vida de Cer-vantes de Jerónimo Morán que cuatro años más tarde, en 1867, se imprimiría aparte. El mapa, queaparece en el volumen tercero, es el mismo que realizó el geógrafo Tomás López según las obser-vaciones sobre el terreno del capitán de Ingenieros José de Hermosilla, y está estampado utilizan-do la plancha original grabada por López para la edición de la Academia de 1780 (cat. n. 2).

La editorial madrileña Biblioteca Universal Ilustrada publica en 1875 una bella edición de lanovela de Cervantes, ilustrada con un mapa y magníficos grabados. Las láminas están dibujadaspor Barreto, Manzano, Narváez y Padró, y grabadas por Manchón, Cabot,Alba y Capuz. El mapatiene por título Itinerario / de los Parages Recorridos por / Don Quijote / y sitios mas renombrados desus / memorables aventuras. / Segun los datos mas auténticos. Tiene relieve representado por normales

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y sombreado e hidrografía destacada. Está realizado y grabado por Otto Neussel, cartógrafo de ori-gen alemán que trabajó en Madrid en el último cuarto del siglo XIX, formó parte de la SociedadAntropológica de Berlín y fue colaborador de la Sociedad Geográfica de Madrid.

El itinerario de las aventuras de don Quijote ref lejado en el mapa está basado en el que TomásLópez diseñó para la edición de la Real Academia y se encuentra dividido en las tres salidas querealizó el héroe manchego: «Primera salida de Don Quijote solo», «Segunda salida de Don Quijotecon Sancho por el Campo de Montiel» y «Tercera salida». Sin embargo, y como dato curioso, hayque señalar que en este mapa la ruta representada carece de numeración para situar los episodios,como es habitual en estos mapas. Los lugares en los que se desarrollan las aventuras aparecen des-tacados, sobre la ruta, con una pequeña nota explicativa de cada una de ellas. Como ejemplo cita-remos algunos de los textos: «Aventura de los molinos de viento», «Da libertad a los Galeotes»,«Lugar en donde encontró á Dulcinea encantada», «Palacio del Duque donde sucedieron muchasaventuras» (cat. n. 19).

El editor Salvador Ribas, el año 1876, publica en Barcelona en la Imprenta de Obradors y Suléuna edición del Quijote a la que designa como Esplendida edición Adornada con Preciosas Láminas Debi-das al Reputado Artista D. Ramon Puiggarí, y un mapa de los lugares recorridos por el héroe manchego. Elmapa es muy similar al realizado por Otto Neussel en 1875 incluido en la edición publicada porla Biblioteca Universal Ilustrada. Representa la ruta diseñada por Tomás López, que consta de trein-ta y cinco aventuras divididas en tres salidas. Su título es Mapa de una Porcion del / Reyno de Espa-ña / que comprende los parages por donde anduvo / Don Quijote / y los sitios de sus aventuras. Sobre eltítulo aparece un bello grabado con los atributos propios de los caballeros andantes, armadura,casco, lanza, escudo, y un ejemplar abierto del Amadís de Gaula. Este mapa, con pequeñas varian-tes, se incluyó en las nuevas ediciones de la novela de Cervantes publicadas por Salvador Ribasentre los años 1879 y 1882 (cat. n. 20).

A finales del siglo XIX, el editor Felipe González Rojas publica en Madrid, en 1894, una nuevaedición de El ingenioso hidalgo, que incluye un mapa del itinerario seguido por el héroe manchego.Su título es Mapa de una Porcion del / Reyno de España / que comprende los parages por donde anduvo /Don Quijote / y los sitios de sus aventuras. Tanto la ruta representada en esta carta como la relación detreinta y cinco lugares donde sucedieron las aventuras de don Quijote en sus tres salidas, están inspi-radas en las que Tomás López elaboró para la edición de la Real Academia de 1780 (cat. n. 22).

EL QUIJOTE EN AMÉRICA

La novela de Miguel de Cervantes llegó muy pronto a la América española, muy probablementeantes de finalizar el año de su publicación en 1605. El Quijote se leía principalmente en las edicio-nes que llegaban desde España a través de los comerciantes que las distribuían. Las primeras edi-ciones americanas no se publicarán hasta el siglo XIX, época en que se inicia una recuperación dela obra de Cervantes que culminará en el siglo XX con numerosos estudios y publicaciones de lanovela. Sin embargo, hemos localizado pocos mapas de la ruta de don Quijote en las edicionespublicadas en países americanos, destacando los impresos en México, Boston y Nueva York, en elsiglo XIX, y en Buenos Aires, ya en el siglo XX.

México fue la primera ciudad americana a la que llegó la imprenta y también la primera enpublicar el Quijote, en 1833. Nueve años más tarde, en 1842, en esta misma ciudad aparece unanueva edición del Quijote, adornada por 125 estampas litográficas, publicada por Masse y Decaen,impresa por Ignacio Cumplido. Esta obra iba acompañada de un mapa inspirado en el realizado porLópez, cuyo título es Mapa de una Porcion del / Reino de España / Que comprendre [sic] los parages por

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donde anduvo / Don Quijote / y los sitios de sus Aventuras. Indica, mediante una doble línea conti-nua, la ruta seguida por don Quijote, especificando los lugares en los que sucedieron sus aventu-ras (cat. n. 17).

En 1836 se publica en Boston la primera edición de Estados Unidos de El ingenioso hidalgo donQuijote de La Mancha…, ilustrada con notas históricas, gramaticales y críticas, por la Academia Española, susindividuos de número Pellicer, Arrieta y Clemencín. Enmendada y Corregida por Francisco Sales, A. M. Ins-tructor de Francés y Español en la Universidad de Harvard, en Cambrigia, Estado de Massachussets, NorteAmérica. Esta nueva edición en castellano publicada en Boston va acompañada de un mapa realiza-do por el grabador americano George W. Boynton, que tiene por título Carta Geográfica de los Via-ges de Don Quijote, y Sitios de sus Aventuras. El mapa está basado en el que realizó el cartógrafo fran-cés Ambroise Tardieu en 1814; muestra también una gran semejanza con el editado en París en1826 por Bossange padre, obra de Cosnier y Bregéut. La ruta recorrida por don Quijote que apa-rece representada y la relación numérica de lugares son las que expuso Pellicer en su mapa publi-cado en Madrid por Gabriel de Sancha en 1798 (cat. n. 16).

En Nueva York, el año 1885, la editorial Macmillan and Cº, fundada en Londres en 1843 yestablecida en Nueva York en 1860, publica una edición en lengua inglesa de la novela de Cervan-tes, traducida por el hispanista inglés John Ormsby. La obra va acompañada de un pequeño mapade la parte central de España que no representa la ruta seguida por don Quijote. Existe otra edi-ción de esta obra publicada en Londres por Smith, Elder & Cª en el mismo año (cat. n. 21).

A mediados del siglo XX, el editor Joaquín Gil publica en Buenos Aires en 1947 una nuevaedición del Quijote que comprende el texto completo de la novela, precedido de la «Vida y Obrade Cervantes». La edición está ilustrada con 472 dibujos de Gustavo Doré y un gran mapa conla ruta seguida por don Quijote. Este mapa es una reproducción del realizado por Tomás Lópezen 1780, al que le han añadido, rodeando la imagen cartográfica, 31 viñetas de Gustavo Doré enlas que figuran diversos personajes de la novela (cat. n. 24).

LOS VIAJES DE CERVANTES

Para completar este apartado dedicado a los mapas de la ruta de don Quijote, hemos creído inte-resante incluir un curioso mapa sobre las rutas seguidas por don Miguel de Cervantes, en los nume-rosos viajes que por motivos de su trabajo tuvo que realizar en su agitada vida. Se trata del maparealizado por Martín Ferreiro en 1880, titulado Bosquejo / de los Viajes de Cervantes, en el que estánrepresentados los distintos y variados itinerarios seguidos por Miguel de Cervantes en sus diversosviajes. El mapa se publicó en el estudio Cervantes Viajero por D. Manuel de Foronda, con un pró-logo de D. Cayetano Rosell, de la Real Academia de la Historia, editado en Madrid en la Impren-ta de Fortanet en 1880 (cat. n. 25).

En el mapa están descritas las rutas recorridas por Cervantes, desde su primer viaje a Roma afinales de 1568 acompañando a monseñor Julio Acquaviva, legado del papa Pío V, su posterior par-ticipación en la batalla de Lepanto en 1571, el recorrido con el duque de Sessa por diversas ciuda-des italianas, su prendimiento en 1575 por los turcos y estancia en Argel, y el deseado regreso aEspaña en 1580.Todavía en 1581 realiza un nuevo viaje con su compañía hasta Lisboa donde seembarcará para las islas Azores o Terceras, y finalmente aún realizó algún viaje, como correo, alnorte de África, a Mostagán y Orán.

De todos estos viajes realizados por Cervantes ha quedado una huella en sus obras, con alu-siones más o menos directas y descripciones, en algunos casos muy detalladas, de las ciudades visi-tadas y de las costumbres de sus habitantes.

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Grabado de A. Blanes para la obra de Fermín Caballero Pericia geográfica de Miguel de Cervantes…, 1840

En 1840, el geógrafo Fermín Caballero, primer presidente de la Sociedad Geográfica deMadrid, en su estudio Pericia geográfica de Miguel de Cervantes demostrada con la historia de Don Qui-jote de la Mancha, acredita los amplios conocimientos geográficos de Cervantes. La obra incluye unabella lámina grabada en cobre por A. Blanes, con la siguiente inscripción en el título «Miguel deCervantes Saavedra, / ocupando su puesto / entre los geógrafos. / Manuscrito Literario de F. C.».En la parte inferior de la lámina figura: «Donde vivirás luengos siglos». El grabado representa elnombre de Cervantes sobre la superficie del globo terráqueo, del que salen unos rayos piramidalesque dividen el espacio circular en sectores donde se sitúan los nombres de otros geógrafos ilustres,agrupados por reinos, con sus escudos representativos.

Los geógrafos que cita son: «Esquivel, Medrano, Flórez,Aguirre, Cabanilles, Laborde,Antillón,López;Vaz,Andrada, Chaves, Casado; Guthrie, Pinkerton,Arrowsmith, M. Gregor; Mercator, Orte-lio, Kampen, Walckenaer; Mentelle, Gossellin, Lapie, Denaix; Cassini, Berenger, J. P. Zach, Balbi;Cluverio, Busching, Ritter, Hazle; Forster, Bruun, Buch, Klaproth;Tycho, Maltebrun, Nordemchar;Marcelius, Calm, Canzler; Gundenstadt, Zouïef,Terlezki; Evans,Worcester, Nuñez».

EL MUNDO EN LA ÉPOCA DE CERVANTES

En este apartado se han seleccionado una serie de mapas de los siglos XVI y XVII, época en que Cer-vantes escribió y publicó su novela El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, con la intención demostrar cuál era la situación política y estratégica de España en aquel momento y su presencia enEuropa y en el mundo.También están presentes los mapas de los lugares que recorrió don Quijotepor la geografía española, piezas, muchas de ellas, de gran rareza y alto valor cartográfico.

La cartografía española en los siglos XVI y XVII

En los comienzos de la Edad Moderna el esfuerzo cartográfico de España estaba volcado en la des-cripción de las nuevas tierras descubiertas, por lo que se produjo un vacío cartográfico en la Penín-sula que se prolongaría prácticamente hasta el final de la casa de Austria. Probablemente inf luyóen ello el que el núcleo más brillante de la cartografía europea, situado en los Países Bajos, perte-necía a la corona española, que podía considerar cubiertas sus necesidades en este terreno, y lamayor parte de los mapas de España que se publicaban estaban editados fuera del país. Los mapasgenerales de la Península Ibérica publicados en los siglos XVI y XVII, por las razones expuestas, noson de autores españoles sino extranjeros, fundamentalmente de países como Italia o los PaísesBajos. La imagen de España estará presente en los grandes atlas f lamencos, realizados por cartógra-fos directamente relacionados con la corona española.

La cartografía alcanzó en los Países Bajos un gran desarrollo debido a su situación en el cen-tro de Europa, a su dependencia de España, la mayor potencia marítima de la época, y a que eranel mayor centro económico mundial. El aumento de los viajes con fines comerciales estimuló elcarácter emprendedor y la necesidad de contar con mapas detallados que facilitaran los traslados adiferentes partes del mundo.

Hacia 1560 se puede hablar ya de una escuela cartográfica de Flandes. Sus máximos represen-tantes serán Gerard Mercator, considerado el padre de la cartografía moderna, autor del famoso Atlassive Cosmographicae meditationes de fabrica mundi, y Abraham Ortelio, nombrado por Felipe II cosmó-grafo real, autor del Theatrum Orbis Terrarum publicado en 1570, considerado el primer atlas moder-no. Con estos dos autores se efectúa la síntesis entre la tradición marina de los mediterráneos y la

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erudita de los geógrafos septentrionales, uniendo la corrección de los trazados con el rigor de laconstrucción geográfica (cat. n. 29).

Las vistas de ciudades están presentes en los talleres de la mayor parte de los cartógrafos hastael siglo XVII. Aparecen, a menudo, en los márgenes de los mapas, como un cuadro decorativo ygeneralmente representan los lugares más importantes de la región descrita en el mapa. Estas vis-tas adquieren especial importancia en el atlas publicado por Georg Braun en 1572, Civitates OrbisTerrarum, primer atlas urbano en el que aparecen los planos y vistas de las ciudades más impor-tantes del mundo conocido, representadas con gran minuciosidad (cat. n. 39).

A finales del siglo XVI el centro cartográfico de Flandes se trasladó a Ámsterdam, que se con-firma frente a Amberes como centro de arte y cultura. Este puerto holandés se especializará, sobretodo, en la cartografía náutica, con Lucas Jansz Waghenaer como figura más destacada. En 1593Jodocus Hondius establece un taller cartográfico, utilizando los fondos y planchas procedentes deGerard Mercator. La hegemonía de los cartógrafos holandeses está representada por la familiaBlaeu, especialistas en la realización y venta de globos, cartas náuticas, mapas terrestres y atlas.Willem Janszoon, el creador de la firma Blaeu, fue además uno de los primeros editores que publi-caron mapas con orlas decorativas compuestas generalmente por planos y vistas de ciudades y porfiguras de personajes ataviados con trajes de la época que completan la información geográfica.Estos mapas orlados tendrán una gran acogida entre el público, por lo que serán imitados por otroscartógrafos holandeses. Blaeu, Hondius, Danckers o Visscher nos ofrecen mapas de diferentes paí-ses orlados con pequeños grabados que nos permiten ver sus principales ciudades y conocer a sushabitantes (cat. n. 26, 27, 31).

En 1605, el mismo año en que se publica la primera parte del Quijote,Willem Blaeu realizael primer mapa de España en el que se incluyen vistas de ciudades insertas alrededor de la ima-gen cartográfica; las ciudades que figuran son:Toledo,Valladolid, Sevilla y Lisboa. Están inspiradasen las publicadas en el Civitates Orbis Terrarun de George Braun (cat. n. 30).

Como ya hemos apuntado, la cartografía regional española de los siglos XVI y XVII quedaabandonada al interés o aficiones de las autoridades locales, sin un impulso superior, por ello esescasa y apenas cubre determinadas zonas españolas. De este período se exponen algunas de las pie-zas más significativas, como el mapa del Arzobispado de Toledo, que se realizó por orden del carde-nal Portocarrero y fue delineado y grabado por J. F. Leonardo en 1681. Magnífico mapa orlado porbellas vistas de las ciudades que dependían de este arzobispado (cat. n. 37). Mención especial mere-ce el mapa de Aragón, encargado en 1607 por los diputados de aquel reino al cosmógrafo portu-gués Juan Bautista Labaña, que había sido nombrado por Felipe II en 1582 catedrático de la reciéncreada Academia de Matemáticas. Labaña realizó con todo rigor los trabajos de campo, estableci-miento de vértices y mediciones. El mapa se imprimió en Madrid en 1619-1620 y es la pieza másimportante de la cartografía española del siglo XVII (cat. n. 33).

Destacan también algunos planos de ciudades, como el primero conocido de Madrid, reali-zado en 1622 por Antonio Marcelli, bajo el cuidado de Gómez de Mora, González Dávila y JuanBautista Labaña. Años más tarde, en 1657, será publicado por Johannes Janssonius en su Illustrio-rum Hispaniae Urbium Tabulae. Este plano es el más detallado de la ciudad realizado en el siglo XVII,después del famoso de Pedro Texeira. Muestra el aspecto de la ciudad en los últimos años del rei-nado de Felipe III y los comienzos de Felipe IV, no figurando todavía las construcciones realiza-das por este monarca, como el Palacio del Buen Retiro o la Cerca (cat. n. 40).

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CIUDADES EUROPEAS EN QUE VIO LA LUZ EL QUIJOTE

Finalmente se pueden ver un conjunto de planos y vistas de ciudades españolas y europeas de lossiglos XVII y XVIII. Bellos grabados de ciudades, estampados en las imprentas más importantes deEuropa, que de alguna forma están relacionadas con la vida de Cervantes o con la publicación de suinmortal novela Don Quijote.

Madrid, Barcelona, Sevilla, Amberes, Ámsterdam, Berlín, Bruselas, Lisboa, Londres, o París,están presentes en esta selección de ciudades, en las que la novela de Cervantes se leía, se impri-mía, se traducía, se comentaba, se anotaba, se ilustraba y, en algunos casos, se completaba incluyen-do un mapa de la ruta seguida por don Quijote.

AGRADECIMIENTOS

Como comisaria de la exposición quiero agradecer todas las ayudas que generosamente se me hanbrindado y que han hecho posible este proyecto. En primer lugar a mis colaboradoras MontserratArza, Milagros Labrador y Elena Campos, por su entusiasmo, y dedicación, sin cuyo trabajo nohabría sido posible esta exposición. A Luis Catalán por su inestimable ayuda y constante apoyodurante todo este tiempo de preparación de la muestra.A los compañeros de la Biblioteca Nacio-nal, que amablemente me han prestado su colaboración y ayuda: Juan Delgado, Concha Huidobro,Nieves Iglesias, Concha Lois, Isabel Ortega, Francisca Sanchis y Elena Santiago.A todo el personaldel Servicio de Cartografía por su inestimable apoyo.Agradezco especialmente la atención presta-da por el personal del Servicio de Manuscritos, Incunables y Raros, de donde procede una parteimportante de las piezas expuestas: Pilar Egoscozábal, Paloma Fernández Palomeque, Elena Lagu-na, Julián Martín Abad,Teresa Mezquita, Isabel Moyano, Eduardo Gómez, Fernando José Gómez,José Luis Peinado y Malaquías Velasco.

Quiero expresar mi agradecimiento por su apoyo a la directora general de la BibliotecaNacional Rosa Regàs y a la directora técnica Natividad Correas. A Pedro Molina, Elena Luxán,María Luisa Cuenca y Miguel del Castillo, por su trabajo en la organización y administración dela exposición.A José María Moreno, por su ayuda en la preparación del catálogo.A Fuensanta Sal-vador, al equipo de restauración, Esther Alegre,Victoria Bescansa, Domingo Maganto y ArsenioSánchez, y del laboratorio fotográfico a Jose Moreno, Mar Infante,Teresa Perpiñán,Antonio de laTorre y Antonia Cueva.

Finalmente, mi reconocimiento a todos los compañeros y amigos que con su amable colabo-ración han facilitado nuestro trabajo.

CARMEN LÍTER

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