Cetreria - El Alto Vuelo

7/27/2019 Cetreria - El Alto Vuelo

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AECCA ANUARIO000 2001ELALTOVUELOLuisLarrn

(Librode acetrera e Juan Val ls),


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EL ALTOVUELOcapacidad e ascendersin ornos,picoalviento,bat iendo las sin descanso,mon-tandosobre a cola,comodecan osant i-guos,Esta ual idad loes posible raciasa los poderossimos sculos ectorales,for jadosgeneracinras generacin enun mundo nhsp i to , l ido sa lva je , in -celados or el t iempoy losbreas.. Este halcn igadoal casquetepolarArt ico ienediferentes ubespeciesue novaranen su f s ico, unque en su tona-l idad.E lmsblanco incu ladol nor te , eencuentra rincipalmenten Groenlandiay Siberia,existenotros muy oscurosdepol los casi negros, y entre stos dos,encontramososgrises,plateados otrostonos ntermedios.En nuestro entrode cradisponemosealgunosejemplares lancos, ero por sugranvalorgentico o nos hemosarr ies-gadoa "sacar"todassusexcelentesual i -dades,Dondehe oodidoobservar stosat letasen excelentes ondicionessicases en Afr ica,donde se entrenanoara lacazade la hubara,as hembras ue vue-lanen k i lo medio , uando alen e lpuodan la sensacin e ser muy pesadas,

Dues su bat i r es re la t ivamenteento(cuando o comparamos on el de unperegrino), ero a medidaque se alejande nosotros empiezana volar pico alviento descubrimosu l igereza su tre-menda apac idade ascens in,Pero no todo son venta jas en e l ger i fa l -te . T ienen tres ser ios nconvenientes:Elpr imero ssu prop ia dquis ic in,uesl legan a preciosdesorbi tados, special-mente los negrosy los blancos, lo alalcancede los que tiene verdadera ol-

venciaeconmica. a raznde su al ta cot iza-cin iene muchoque ver con el mercado elospases rabes ondese pagangrandesor-tunaspor stosejemplares.El segundo s la salud,a un ser vivoque seha adaptado urantemilesde generacionesun cl ima nhspito, l ido salvaje erocaren-te de enfermedades,o se le puede ntroduciren otrocl ido, medo cargado e bacterias,sin esperar ue tarde o temprano u saludsedeteriore f inalmente erezca, specialmentecuando l halcn s ut i l izado n cetrera, uesest hambreado sus defensas merman.Escomosacaruna ranadel aguay pretender ueviva ndef inidamenteuerade un mediohme-do. En los pasesrabesdondees frecuenteencontrar eri fal tes, ordesgracia,ambineshabitual ncontrar xcelentes jemplares ar-gadosde dolencias int i les ara a cetrera.

El tercer inconveniente s oue necesitamucho ent renamiento ,equ i r iendomuchaspasadas l seuelo ara ograr uecons iga ntono muscu lar ceptab le , erd indolop ida-mentesi se paraunasDocas emanas. demscontrario l baharo cualquier tro peregrinoque comodecan n el medievo, ienencora-zno lo quees lo mismo a lent a ,osger i fa l -tes son de naturalezaobardes se requierenmuchosescapes/ specialmentei las presassonant inatura les .ZQuiere ecirestoque tenemosque renun-ciarparasiempre l vuelodelgeri fal te? a res-puestaes "no", En a actual idad gracias lainseminacinrt i f ic ialDodemos btenerhbri -dos de stos halcones,El sacre x geri fal tedemuestraenerexcelentesual idadesaraelvue lode ascens in, e ten ido a opor tun idad

de adiestrar inco orzuelos siete primasyaunque on durosde haceren un pr inc ip io ,f inalmenteerminan fectuando ances sDec-taculares, specialmenteos orzuelos uesonms igeros . a tura lmente,uantamssangrede geri fal te engan os hbridos,ms cual ida-des de ste obtendremos, s los 3/4 de geri-fal te (estoes, generalmentea madresacrexgeri fal te el padregeri fal te, madregeri fal tey padresacrex geri fal te) on prct icamentegeri fal tes,esul tandomuy hermosos special-mentesi sonde blanco negro.Slopersonasexpertas odran ist inguir n,geri fal teurodeun tres cuartos, in embargo oseen na cua-l idad ealmentemportante. uesto ue ienenI/4 de sacre, esul tanmenosdel icados,opor-tando a l imentac in s toscay aguantandocalor humedad,nsoportablesara ospuros.Heent renado machos unahembra, nodestos machos ue con diferenciami mejorpjaro, l pr imerao mat unas160 presase l segundo 20.

La presaEn a actual idad a gran mayora e presas


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queerancomunes n la EdadMedia stnprotegidas or a ley y por o tantono soncazables .No podemosdisponerde lagarza omounapresa uese refugia n laal tura ante un predador. ampoco ode-mos usara la l igera echuza.En real idaden nuestro as, egalmenteolodispone-mosde dos avesqueencajaran n stosvuelos;uno'es a corneja otra, a gavio-ta .La cornejaes un crvidonegro muyabundantespec ia lmenten zonas e cu l -t i vo donde legaa ser una plagaprodu-ciendoverdaderos aosa las cosechas.Pesa ocomsde medioki losin embargoest dotada de unas defensas uertesymuy pel igrosas, n pico robusto comocorresponde un ave omnvora, unasgarras prens i les con uas af i ladas.Dispone e buenas efensas, n carcterend iab lado,uesnunca e da porvenc idaen el cuerpoa cuerpohastael f inal ,ade-ms, es sumamente ntel igente poseeun vueloacrobt ico, on avesgregarias,en determinaspocasse juntas variasdecenas, comunicndose n t re e l las ,apostandocentinelas,dando gri tos dealarma ntee l menorpe l ig ro co laboran-do untascont ra ua lqu ier nemigo.

Realmente o es una caza ci l ,algunoshalconeros an perdidoa su compaerodespus e capturaruna corneja, puestodoel bando e e ue enc ima,Hace lgunos osent renamosn azortorzuelopara sta di f c i lpresa.Despusde la capturacuando legbamos 1,normalmenteo era e l azore l que domi -naba.La corneja ena os dos tarsosdelazor sujetospor sus manosy ste eraincapaz e t rabaqaunque legbamosnsu ayuda, a corneja osoltaba, aba uesu v idadeoenda e e l lo .Hemos ntroducido alcones n stecrvi-do, es relat ivamenteci l nic iar loson osprimeros escapes, pero la caza real esotra histor ia.Paraobtener ances spectacularess

imprescindibleisponer e terrenosmuyabiertos,sin arbolado,de sta maneratratarde buscar u defensa n la al tura,en casocontrario l vuelose l imitaa unacarrerapor el refugio ms cercano.Enocasiones, i la cornejase encuentraacierta distancia, ncimadel bosquey elhalcn saleascendiendoesdeabajo, apresabusca a luchaen cieloabierto.El errenodel quedisponemos osotroses realmentemalo,el vuelode al taneraes impract icable, no ser que nos rasla-demosa unos cientosde ki lmetros/ orlo quegeneralmenteascapturas ue rea-l izamos on en camDosmso menosdes-

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pejados e unospocos ientos e metros.En odas asocasionesl entrenamientoon-sisteen muscular nuestros ompaeros,ni-cialmentemediantevuelos a la t i ra, pico alviento y cuesta arr iba, posteriormente on-pasadasal seuelo, naturalmente ste serde a las e corne ja) n mn imo e 50 o 60. Paralograresto, nuestros jarosestnmuy cen-

tradosen el seuelo siempreque se lo pre-sentamos ara trabarse les est imula on unpit ido de si lbatoy posteriormentee damosunabuena orga.Comocomentamos ntes, a introduccinnstapresaes relat ivamenteci l ,normalmen-te la primera ezquese le presenta l halcn,es en mediode un prado,atadocon un cordelf inode unos3 o 4 metros unaspihuelas. steprimerescape endr el pico encintado lasuascortadas.En stascondiciones con elhalcn n el ouonos remos cercando esdeunos50 metroshacia a presa, iempre icoalviento,con nuestrocompaero in caperuza,sujetando as pihuelasuertemente. lo sol-taremoscuandoestemossegurosde que sedecide tacar.Puede uestono suceda astaque prct icamentestemos ncimade la cor-neja pero no importa.Dejamosque luche,mate y pele,si aborrece a carnede cornejatendremospreparada na palomao codornizviva, a sacri f icamos se la daremos vueltasde la presa, orgacompleta a la halconera.Lossiguientesscapes, espus e seleccionaruna buena co l inao montaa, e harn a


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5 1L ALTOVUELOmayor d i s tanc ia , na tu ra lmen te p i co a lv iento, presentando a presa cada vez amayor a l tu ra , l anzandoe l ha l cn desdeaba jo . S i todo ha i do b ien , e l s i gu ien tepasoes senc i l l o , nc in ta remos l a co rne -ja para que slo pueda ver de frente y conun avudan teen l a co l i na a so l ta remos i na tadu ras , lo nos quedaaumen ta rpau la -t inamente la di f icu l tad tanto en a l turacomo en v i s i nde l c rv ido .

En la caza real t rataremos de escogersiempre cornejasque ya estn en vuelo yencima de nuestras cabezas. De stamanerae l l anced i scu r r i r n a l tu ray ev i -taremos largos vuelos a la t i ra, que pue-den se r pe l i g rosos .Si todo ha ido bien y tenemos e l terrenoapropiado d isfrutaremos de lances real -mente espectaculares de gran bel leza.Tengo en mente a lgunos de stos vue-los que di f c i lmentese o lv idan. Recuerdoun sbadopor la maana que Gus tavoyyo nos d i r i g imosa una zona de mon taa ,ce rcade Bayona ,A lgunosrbo les a lp i ca -ban e l pa i sa je n su cumbre ,e l so l nac ien -te los perf i labaen contra luzy sus sombrasalargadas se proyectaban sobre los bre-zos.A l oes te ,muy aba jo , as o lasgo lpeabancon fuerza las rompientes produciendouna espuma b lancaque se e levabasobrelas rocas. Desde lo al to e l paisaje essobrecogedor, l fondo, e l azul del c ie lo sefunde con e l mar o roduc iendo na l neae nel hor izonte.Ensimismados on stas vis-tas no nos percatamos de un grupo decornejas que se levantaron y posaron

msle jos, en un prado. Preparamos aDiva, (una pr ima de praderasx peregr inodel ao, de nustro centro de cr a) , co lo-camos e l emisor y sacamos onja y torn i -l lo , sa l imosdel Land Roveq as cornejasse

levan ta ron l anzamos ,un a qued ms a t rs ,rezagada . Empez a ascender rp idamen teg raznandoy a le r tando a sus congneres .E lhalcn e fue acortandodistanciasen la a l tura.Es pequea, solo pesa 700 gramos pero esrea lmen te g res i va muy g i l ,v i ndose erd i -do e l p ja ro negro en f i l descend iendo ac iaun euca l i p to .

Cuando o a l canz , on f i ada e sum a suscompaeras on sus g r i tos de a la rma , o queno esperaba es que Diva no desist iera. Sinapenas frenar trab a la corneja sujetndolacon una mano , de maneraque de un ladode larama, hac iaa t rs co lgabae l ha l cny de lan teel otro, e l pjaro negro que no parabade graz-nar. As se mantuvieron unos segundos.Oscurecidas or el so l a contra luz, las s i lue-tas se d ibujaban en lo a l to , nuestras ret inasgrabaron en e l cerebro stos interminablessegundosy nuestrosodospercib ieron a gr i te-r a de los dos luchadores.Cmo se resolver ala con t i enda? . i na lmen teD iva so l t , descen-d iendoambos , de un l ado y o t ro de l a g ruesarama. Slo dos metros escasospor debajo, e lhalcn la volv i a t rabar pero sta vez deforma def in i t iva, ya en e l suelo la lucha eraper t i naz , uando l egamos as ue rzases tabanmuy i gua ladas ,ambos su je taban por dondepod an ,enardec idos n l a l ucha , l a co rne japinz el rostro de Diva, sto desat e l carcteragresivo del praderasque resolv i a cuest indes t rozando u l engua , ob l i gandoa so l ta r yt rabando de inmed ia to e l cue l l o , dando porconc lu ido l l ance .O t ra o rnadad ignade menc ines l a que p ro -tagon i z Thu le , un 3 /a de ger i fa l te b lanco .Aunquesu espec ia l i dad s la cap tu rade gav io -tas ya haba trabado var ias cornejas y con

muy buen es t i l o .Nues t ra n tenc in sa maa-na e ra l a de d i r i g i rnosa un l uga r mon taosocon escasos rboles,cubier tode to jos de pocaal tura, con e l deseo de observar a lguna gavlo-t a , pues era una zona de paso hac iaun basu -

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rero,que distabaa unoscuantos i lme-tros. Elpaso e efectuaba ependiendoela direccin el viento.En ste marcodecircunstancias ejad que os narre lossucesos:

Maltrechososencontrbamosustavo,JavierGonzlez yo despus e recorrercon el todo terreno as tortuosas dete-r ioradas istas orestales. or in l legamosal lugar.Paranuestra esi lusinel vientovenadel norte,eso signi f icaba ue pro-bab lementeo haba aso. enamosueest i rar aspiernascansadas orel t rayec-to , as que descendimosel vehcu lo . nviento gl ido golpe nuestroscuerpos,comoel sol odava staba ajo, a sombrade la montaa e proyectabaobrenoso-t ros . Dec id imosubi ra la cumbre on e lpropsi to e calentarnos con a esperan-za de que desde o a l to v isua l izramosalgn lr ido.Colocamosas botas , noshicimos on el zurrn,el receptor, oloca-mos e l emisora l ha lcn empezamoscaminar uesta r r iba.

Porcada pasoquedbamosa escarchacruj abajonuestros ies,a mediocaminode la cumbre estabamos an he lados,como decepcionados,o se observabanada, En nuestra mente solo haba unpensamiento ,lcanzara cumbre rec ib i rloscl idos ayosdel sol en nuestro ostro.Slo al tabanunos 100 metros,entoncesavistamos na cornejaarr iba en lo al to,posada.Rpidamente, eso es lo queintentcon los dedosentumecidos or elfr o,saqu a ionja, orni l lo no di iem-po a ms, el negro pjaroemprendi lvue loascendiendo.

Af loj a caperuza sol t. La ventajaeracons iderab leeroThule abamuy bien o quetena que hacer,empeza ascender ico alv ientobat iendo las s in descanso,on apa-r ienciade desinters por la presa,pues enocas iones m bos ascendan n d i recc ionesopuestas,pero la real idades que era unacarrerapor la al tura os minutos ranscurraneternos.Prontoslo eran dos ountos en elcielo,el halcn adavez estabams cerca, acorneja resionada,ompiel s i lencio onsusgr i tos , o loatenuadosore l son ido e lv iento .

Abajo,nosotros, mpezamos gri tareufri -cos . No ienenadaquehacer l . Es t erd ida l .iQueascens in! ,N i un so lo orno! , uando atrabe,desdeesaaitura ivayacada!.Observamosin parpadearmoel ha lcnascenda obre la corneja,dos, tres, variosmetros.Ahorasloplaneaba. lcrvido,o vitodo como es 1.Slo ena una sa l ida latom, cerro asalasy pic.

Y ThuleZquhizo? nada,cnada?S , nada,senc i l lamentee quedplaneando l lar r ibaviendocomo a cornejaen un increble icadose a le jaba e 1,msy ms.Quedamosnmudec idos,osmi ramos nosa otros sorprendidos, qu haba pasado?Todava o lo s concerteza, s posible ueenel peso que estaba,era el correctopara lasgaviotas,pero para las cornejasnecesi tabauno ms bajo. Una cosas nos dej claro,elvuelode ascensin arastoshalcones,uan-do es tnmusculados,s comoun juego.Mev in ieron la mente assabias a labras e losant iguos a lconeros losha lconesienenpor


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ms t raba jo e l t rabar que el vo lar " .Recogimos Thule,ahoras, nos delei tconun picado spectacu lara l puol .La gaviota.

Cuandohablamos e la gav io tanosreferimos l gneroLarusy las especiesargentatus cachinans argnteas) fus-cus (sombra),a primeraes comnen elnor tede nuest ra ennsu la ,a segunda sinvernante.El color de stas especiescuando son adultas es comoletamenteblanco por el pecho, cabeza,vientre yba jo asa las , iendo l dorso r isazu ladoy el pico amari l lo.La fuscuso gaviotasombra s gualque a argnteaperoconel dorsoy partesuperior e susalasmsoscuras, os nmaturos on oardosmsomenos laros el picooscLiro, lcanzandoel p lumaje e adu l to l e rcer o.E lpesode losadultos sci la ntreunos800 gr. ashembras los machosmsgrandes ue-den l ega r 1 .100 rEstas res especies on aves original-mente marinas, unqueen stoslt imosaosse ha incrementadoantosu nmerooue han abordadootros ecosistemas n

zonasdel nterior, specialmenteigadasembalses,osy otrosacuferos,eprodu-cindose n las ciudades, provechandotejados, errazas,marquesinas inclusocomoyo mismoatest ig, n el contrape-so de una gra de la construccin ueestaba constantemente n movimiento.Son avesgregariasmuy intel igentes,uese comunican ntre el las con di ferentessonidos,ienenuna gran envergaduraestructuraigera ue espermite scenderrp idamenteespec ia lmente uando e lviento es fuerte. En olenanaturaleza eal imentan e pescado,moluscos,nsectosy otrosproductos erivados el ma4 perola rea l idad s que se han l igadoa ta lgrado la poblac inumana daptndoseal medio,que son habitualesisi tantes elos basureros, uertosy cualquierotrolugardonde existan esiduos rgnicos,reun indose i lesde ejemplares .

Su cazaen cetrera uando stnoosa-das,por ejemploen basureros ut i l izan-do azores harr ises senci l la, u despeguees relat ivamenteento y cuandose dancuentaya teneel ave de presaencima,claro que me ref iero al vuelo, porquecomo defensa isponen e un picomuyfuerte,ganchudo n la puntay especial-mentecortante, tal gradoque si pasa-mos un dedopor e l f i lode la par tesupe-r ior o in fer ior ac iendo lgo de pres in,corta como una navaja.Conozco lgunosazoresy halconesque sufr ieronseriasheridasen stos enfrentamientosehu-sandodespus staspresas.

53La ntroduccine loshalcones n stos ri -dos es el mismoque hemosdescri to ara ascornejas, or supuesto l seuelo onsist i r ndosa lasde gav io ta .Ei problema e presentar uandopor pri-meravez mostremos l escape, arael halcn,ese enormepjarono se come, ademsnosencontraremosonotro nconveniente,i acer-camosel halcna la gaviotaes ms fci lqueseasta a queataqueprimero, oniendo iesen polvorosa nuestro ngenuocompaero.Todo nuestro esfuerzose centrar en quesiempre rabepor la cabeza que despus ela lucha obtengauna excelente ecompensa.Comiendo e la presacal iente, unca uvimosningnhalcn ue ehusaraa carne e gav io-ta. Necesi taremos s paciencia ue escapesy stos endrnque ser muchos.Losperegrinos hbridos e stos, on msfci lesde introducir,ienen ms corazn, ossacres geri fal tes unque ienenms cuerposon mscobardes.La cazade la gaviota ieneuna granventa-ja. Siempre ratarnde defenderse n la al tu-ra/ nunca e posan n losarboles.Unicamenteloquehayqueprocurar squeno engan guacerca,en cuyo caso si se ven apretadas ere fug iarnn e l la .Hemos ntroducidomuchoshalcones stapresadesde orzuelos primasde peregrino,hasta 3/4 de geri fal te, asandopor sacresdiferenteshbridosde sacre con peregrino,sacre con geri fal te,peregrinocon geri fal te,praderas onperegrino tres sangres e sacre- geri fal te on peregrino.Como ya he comentado, os lancesmsespectaculareson los de geri fal tepues soncapaces e alcanzar as gaviotasms altasincluso on viento uerte, en stosvuelosshemos odido ent i r a mismaemocin ten-s inque nosv incu la on e l pr nc ipe onJuanManuel unoue a dis tanc ia e los lances epierdan n el t ranscurso e los iempos

Pero s posible ue un torzuelo e peregri-no puedacapturar egularmente na presadestasca actersticas?

Permit i rme ue os cuente:Estose remontaa unos9 aosatrs,Gustavo yo volvamosVigodespus de un certamen e cetrera nZamora.Habamos isfrutadode los lances,cambiadompres ioneson los compaerosdurante a cena, argas ertul ias.Comentandocon un cetrero cerca e la cazade la gaviota,nos asegurno se puederealizar on peregri-nos,que es necesario alconesms grandes,nosotros a lo estabamos aciendo on hem-bras,perono se lo crey.

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AECCA ANUARTO000- 2001Enel largo rayecto e vueltada t iempoa todo,charlamos e losbuenosmaestrosde esas ierras,de los excelentes icadosde los halcones, e las destacadas nc-dotas,peroaquel las alabras o se apar-taban de mi cabeza "no se puedeconperegr inos" , s tabamos ndignados, adec is inueunnime,e lprx imo o ra-emos un halcnmet ido en gav io tasharemos na demost rac in! ,esous emeditar sobre esto, le di je: demasiadofci l con las hembras, ompraremos ostorzuelos los introduciremos los dos,despusharemos a demostracin, on-cordamos.Naturalmenteenamosnues-tras dudas,peroestabamos ecididos.Llegel momento, osencontrbamosnBarajas, res cajas nos esperaban. rasrealizar os tediososy burocrticos ape-leosde impor tac in or in lesv imos ascaras,un torzuelo e geri fal temuy bonitoy dos de peregrino e Falcon enter.Comenzamoson el adiestramiento. lms pequeo on un pesode vuelode500 gr, le nombramosDavid,por lo delgigante,al otro de 540 gr., "t izn",puesera muy oscuro.Despus e amansarmuscularcomenz a tarea ms di f c i l ,

neces i tamosmuchos escapes/muchapaciencia tesn, pero f inalmentenosvimos ecompensados.Losdos legaron cazargaviotas egu-larmente,pero el que lo hacacon mspasin ue David,si la gaviotano estabaexcesivamentel ta estaba erdida,a tra-babacon ambasmanos, na por e l p ico,cerrndolo la otra por el cuel lo mordacomosi la v ida e fueraen el lo ,y le iba.

S iempre ue l legbamos l la gav io taestabamuerta.Claroest, que esto fuedespus, on los pjaroshechos, ero alpr inc ip io as cosas no fueron fc i les .Tuvieron ue aprender matar y sto ecostaba asta a extenuacin. n odas asocas ionesagav io ta e pon a n p ieconelpjaroen el cuel lofperono reciba ues-tra ayuda, tena que aprender por smtsmo.David ena a costumbre e ascendersobre la gaviota y picar acuchi l lando,nosotros abamos ue era muy pel igrosopues s comn que en vuelo en a carapresentando l pico hacia arr iba paradefenderse el halcn. ieneuna ventajael cazargaviotas on orzuelos e peregri-no y es que stas,aunqueestnposadasnormalmenteo se levantan as ta ueelhalcn eal iza l ataque,puesno lo consi-deranun enemigo n potenc ia .

Enunaocas in omomuchas,legamosal campode vue lode maana, l d a sepresentaba ublado erono l lova, v ista-

mos lasgaviotas, reparamos David y sol-tamos,empeza subir a tornoscon faci l idadpuesa nuestraespaldahabauna col inay elviento a golpeaba roduciendo na corr ienteascendente. rontoestabaa unos 80 o 100metros. Nos dir igimoshacia la presa y selevant, lzamosa vistaparaobservar l pica-do. Batiendo lasdescendaert iginosamente,el impacto ue remendo,o escuchamosn ad is tanc ia .a gav io ta ,un macho du l to , o l -pe el suelo totalmenteaturdida,el halcnascendi e nuevodespus e la cuch i l lada,peroviendo ueestaba enddo, ajy la rabpor a cabeza,Corr imos astael lugar, cuando legamos,Davidcasino se vea, la gaviotaera enorme,la tenabiensujetaporel picoy el cuel lo, eroan tena uerzasparabat ir alasy levantarla,al poco iempomoraporasf ix ia. aestbamosacostumbrados stos ancespero,el obser-var a un pequeohalcnde tan solo 5009r.sobreunapresaque e tr ipl ica n tamao eal-menteproduce erdaderaadmiracin.Lo cebamos obre a presa, apocompletolo alzamos obreel puo,estabacubiertodesangreen el pecho,pensamos ue era de lagaviota hastaque notamos ue goteaba, ba-

t imos a David y paranuestra orpresa, n elpecho, ercadel vientre e fal tabaun trozodeca rne como l a y e m a d e u n d e d o .Indudablementen e l impacto a gav io ta eh izo rentey aunqueel ha lcnacuch i l l ,oalcanz l af i lado ico.Durante 5 dasestuvoreponindose,in volary gordo.Preguntasondaban uestra abezacont-nuaracuch i l landoas gav io tas? s ms lasquerr?. as espuestasendran on el t iem-

po y ste leg.Despus e templar lo e nuevo, a l imos lcampo con un escape, e jamosque Dav idascendiera cuandohizo echo,sol tamos.Elha lcn ic omosiempreo h izo. odo ndica-ba que el lanceacabara ien, peroZacuchi-l la r a?. a ve loc idad e l ha lcn era remendaperoal l legaral lr idose fren y la trabo enpleno uelo or acabeza, mbos escendieronsuavemente irandosobre s mirnos. Davidnunca olvia golpeara presa, perose espe-c ia l i z n t rabar la n p lenovuelo .Resul tabacomn ver lo descenderver t ig inosamente,entrar por debajo de su presaen el ngulomuerto,y trabarpor la garganta. Yaestaban^-^^- -^ ^^r E p o r o u u > :Aun recuerdo los aplausos despus del lanceen Zamora , odo hab asa l i dosegn o p rev i s -to , tamb in en Ec i j a .El t rabajo en equipo con Gustavo,e l tesn y laexper ienciahabandado su fruto. David preva-l ec isobre e l g igan teGo l i a t .

Esmuy comnqueut i l i cemos uchos sca-


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55EL ALTOVUELOpes an para halcones ntrenados, uesoodemos btenerloson relat ivaaci l idad.Las caoturamos na o dos vecesa lasemana lasencerramosn un habi tcu-lo ampl io,de sta manera asgaviotas omermansus acultades. es esultanmsdif c i les stosescapes, ue aspresas ea-les , a razn s que al ser muy abundan-tes, seleccionanas de ms baja al turayel lanceno resulta xcesivamenteistoso.Cuandosol tamos as precapturadasohacemos in n inguna raba y desdeunlugare levado,anzando l ha lcn esdeabajo .

Comoya os coment, l rey de stosaltosvueloses en real idad l geri fal teohbridos e ste.Enstaocasin s narra-r una experienciaon "Thule",que ya loconocis . osacompaabanav ier Pepedos cetrerosgal legosque nunca habanvistostos ances.

E ld aes so leado,unque osencont ra-mos en invierno refresca. legamos lcampode vue loy descendimosel LandRover. stamos n la basede una monta-a oue asciende nos140 m. Enfrente ee l la se observa una l lanura bastanteampl ia unque ub ier ta e a lgunos inos,arbustos tojos,al fondode sta,a unosdos ki lmetros un bosque e eucal iptos,bastantemsal lse encuentraa ra.

Cog a gav io ta , na adu l ta , apturadaesamaana. Gustavo,anza e l ha lcnyo suel to e l escape. No (merespondi) .Tengoiche l ines hay quequemar los ,ubo o" nodiscut . mpez

ascender la montaa por un cortafuegos, esmuy emp inaday ha y que tomar lo con ca lma ,cas i hay que es ta r tan muscu ladocomo e lpjaro.Nosotros,abajo preparbamos Thule,l es exp l i qua nues t ros nv i tados ue e l d a sepresentaba bueno porque la br isa vena delmar, del oeste, haciadonde siempre se d i r igenlas gaviotas y el lance t ranscurr i r a pico alv i en to . CuandoGus tavo leq cas i a l a cum-b re , nos d i un g r i to .

Es tabaaprox imadamente unos 100 m deal tura. "Suel ta" le di je con voz fuer te, y sol t.La gaviota enderezel rumbo y se sacudienvuelo, empez a d i r ig i rse hacia e l mar, prontoestuvo sobre nuestras cabezas,qui t la cape-ruza a Thu le . La observ y sa l i de l puobat iendo a las con fuerza, ascendiendopico alv iento a le jndosede la ver t ica l .E l r i do econoc iendo l pe l i g roempeza e le -va rse en c rcu los l m ismo t i empo que se a le -jaba de nosotros. El halcn segua ascendien-do, montando sobre la cola, s lo se preocupa-ba por coger al tura, la gaviota se estaba ale-j ando en l a d i s tanc ia . No descansa , omo s igaas e l halcnva a reventar ,no podr aguantarmucho ms" , d i j o Pepe .Pero l con t i nuaba ,pronto la a lcanz en a l tura y la super, peroestaban separadospor una d istanciaconside-rable. Ahora Thule se d i r ig a en l nea rectahacia e l la , por encima y sta empez a gr tar .Po r f i n se encon t ra ron .Empez la l ucha , acada picado que Thule efectuaba, a gaviotaresponda on un quiebro bruscodescendiendoen a l tura y l de nuevo pico al v iento recupe-raba lo perdido.Una vez t ras otra se repeta aescenaE l ancese a la rgaba apenas e reconoc an n


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el horizonte.Finalmente hule dej dejugar, real izun picadovert icaly trabpor la cabeza,ambos cayeron girandosobre si mismoscercade los eucal iotosque se perf i laban n el horizonte."NLrncahe visto nada gual" econocan

laviery Pepe estodo un espectculo".ParaentoncesGustavo a estabaconnosotros vamosa buscarlo" i jo, reso-plando entrecortado,montamos en elvehcu lo nosd i r ig imos l lugar .Cercanaa loseucal iptos staba napista orestalla tomamos, uandocremos starprxi-mos a la escena el cr imenme di cuentade mi error.Con a visi tay lascharlas ohabapuestoel emisor al pjaro.Todos

empezamos uscar.Esto no es Cast i l la,puedes asarcercadel halcn a tan solounos metrosy no percatarte e 1,esttodo l lenode arbustos para colmo notenacascabeles.E l t iempo ba pasandodiez , qu inceminutos,mediahora. Yocreoque ue poraqu,cercade ste eucal ipto," "no, queva, cayeron ercade aquel la oca" no nosponamos e acuerdo,nos separamos

peinamosa zona, f ina lmente,o mismolo encontr, stabaposado ncima e unapequeapiedracon la pata recogida,suspiesestaba u presa ntacta, hogada,n i s iqu ieraen ia angre n e l cue l lo . lama losdems observarona escena.Di joJavier hacemsde res cuartos ehoraque estamos qu,y ni siquieraocla presa". Les expl icamos ue nuestrospjarosestn acostumbrados esperar

por nosotros, orque uando legamos earrancamosel pe l le jo a las gav io tasponiendoal descubier to l pecho, deforma que se dan cuentaque el pelaresunaperd ida e iempo, dems aben ue

AECCA ANUARTO000 2001despus e cada capturavan a quedar otal-mentesat isfechos.

ConclusinHoy todava existen a lgunos amantes de

stos a l tos vuelos, aunque la di f icu l tad parapract icar los es mucha.Se necesi tanhalconesapropiados,un entre-namiento muy r iguroso,abundantespresasdeescape a l menos un ayudan te .El reviv i r las escenasdescr i taspor los ant i -guos maes t rosde la edad med ia como JuanVa l l s E l Pr nc ipe onJuanManue l s todo unreto, pero la emocin del lance, lo espectacu-

lar del vuelo y las sat is facciones ue se consi -guen, hace que el esfuerzo ealmente valga laD e n a .An imo desdeaqu ,a todosaque l l os ue pue-dan reun i r as cond i c ionesmenc ionadas ouelo in tenten y descubr i rn unos nuevos par-metros dentro de la orct icade la cetrer a.

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Cetreria - El Alto Vuelo