Chavela y Frida

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teatro femenino

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  • Chavela y Frida: Toda la muerte, toda la vida. Chavela Vargas, la catrina, canta La llorona al fondo de la escena mientras en el centro se

    ilumina el fretro floreado de Frida, donde inmvil descansa, pacfica, la colorida mujer.

    Chavela entra, cantando an, y acaricia el fretro, huele las flores y admira el vestido de Frida.

    Chavela: Ay, que hermosa eternidad nos espera! Me corresponde darle con la muerte

    vida nueva a nuestra Frida. Palabras ms, palabras menos, esta es la elega en boca y

    mente de todos quienes lamentaron la anunciada muerte de la que siempre estar viva.

    A consideracin del director, Chavela procedera a poner al tanto a los asistentes de la

    historia de Frida antes de su accidente y posterior vida.

    Al terminar, besa los ojos del cadver.

    Frida despierta. Chavela: Bella, hermosa, chula, joya, mujer de mil colores, amor de mis amores... Frida: Bella muerte, hermosa, chula, amor de blanco hueso, joya de marfil... Chavela: Eres libre del mundo. Frida, freedom. Freedom, Frida.

    Frida: Ay, nunca pens que el mas all cruzara la frontera.

    Chavela: Slo la del buen humor, cario, culpable el autor, no me achaques sus tonteras.

    Frida: Mal humor. Mi cuerpo roto, catrina, se ha quedado conmigo.

    Chavela: Te has librado de los dems, se empieza por alguna parte. Ahora puedes olvidar.

    Frida: He muerto entera y entera me quedo aunque mi cuerpo est por arder. Si el dolor se

    queda dame tambin mis lienzos y pintar el limbo entero.

    Chavela: Esto no es el limbo y yo no soy la muerte. Mi nombre fue Chavela Vargas, amiga,

    y como antes, compartiremos este hogar para vivir la muerte como lo hacamos vivas.

    Frida: Chavela!

    Chavela: Te he sobrevivido 58 aos y mi cuerpo se hizo viejo mientras el tuyo permaneci

    por siempre joven. Y no es envidia, mujer, no, siempre le di sonrisas al espejo y el muy endino me lanzaba besos.

    Frida: Entonces la que te envidia soy yo, hermana. Qu no hubiera dado por envejecer

    contigo y besarnos cada arruga nueva? Qu fue de ti, Chavela? Qu fue de nuestro

    Mxico?

    Chavela: Tu Mxico sigue vivo, pero no es el Mxico que me toc vivir. Tengo mucho que

    contarte, pero cada cosa en su momento.

    Chavela ayuda a Frida a salir del fretro y la lleva a la barra de lo que se convierte en una

    cantina, donde Frida se sienta con dificultad. El escenario florece al frente, iniciando lo que se

    convertir al final en un cuadro vivo completo.

  • Frida: Entonces, Chavela, si esto no es el limbo, qu es?

    Chavela: La inmortalidad, querida. Curioso, no? Mal concebido que se tenga que morir

    una para vivir eternamente. Esas doctrinas dominicales y sus imposiciones absolutistas, ya ves que ni a los artistas nos dejan rimar en paz. Frida: La inmortalidad. Dime que no es esa que tantas risas nos provocaba.

    Chavela: Tanta risa, querida, que nadie nos creera merecedoras de tal premio.

    Frida: Entonces en dnde estamos, mujer?

    Chavela: En los ojos, en los odos, en las bocas, hasta en las narices de millones.

    Frida: Entonces no es obra divina, no es purgatorio, ni cielo, ni infierno, ni limbo, ni lugar

    imaginado por el imaginado? Chabela: Dios nos libre de Dios. Frida: Y de sus huestes.

    Chavela: Qu deseas?

    Frida respira aliviada.

    Frida: Algo de msica?

    Chabela: Por supuesto. Un penitente con la figura de Diego Rivera toma una guitarra y rasca algunas notas. Chavela canta Las ciudades. Frida suspira. Frida: Chavela, eres un demonio. Me dices que no es el infierno y lo primero que me muestras es al diablo.

    Chavela: Los inmortales vienen y van, y para tu suerte, aquel tambin ha pasado a la

    historia como uno de los grandes.

    Frida: Grande el gordo siempre fue, si tan slo hubiera lugar en tal cajn para guardar

    bondad... Chabela: No alimentes tu rencor, la inmortalidad no acaba.

    Frida: No eres tu regente aqu?

    Chabela: Es mi cantina, dnde ms habra tanto humo? Pero esa no te la sabes, resulta

    que de un tiempo para ac no se permite fumar en lugares pblicos.

    Frida: De un tiempo para ac?

    Chavela: Bueno, te explico. Estamos en un lugar sin ataduras de tiempo, donde las figuras del pasado y el presente viven, gracias a la memoria de quienes amaron sus obras. Frida: Como un teatro. Chavela: Con todo y cuarta pared. La cosa es bella; si fuiste grande, si tu recuerdo

    perdura, si te vuelves inmortal, aqu es donde existes. Si te olvidan, te vas. Si te confunden,

    cambias. Si no te entienden, chocas. Mrame, disfrazada de catrina, me ha sucedido mucho

    desde que mor, sobre todo en da de muertos y en ciertos aniversarios.

  • Frida: Y cmo es que estabas aqu antes de mi?

    Chavela: Porque mor antes de tu aniversario luctuoso, as que ahora nos imaginan juntas.

    Tiene su ciencia, digamos que es metafsica cultural.

    Frida: Vas a tener que explicarlo mejor.

    Chavela: Despus. Es tu celebracin.

    Frida: Entonces qutame esa efigie del gordo.

    Chavela: El gordo viene a servir y tiene prohibido hablar hasta que tu lo quieras. Pausa. Frida: Y lo quise, Chavela.

    Chabela: Lo s.

    Frida: Haz que se vaya. Quiz despus... Estoy reciente. Mi cuerpo duele todava. Dime,

    quemaron mi cuerpo como se los ped?

    Chavela: Canta y arde, querida, eres libre. Frida canta. Diego desaparece.

    Mientras Frida canta, Chavela fuma y sopla humo en direccin de Ella, quien comienza a

    despedir gruesas capas de humo. Su cabello se enciende y su cuerpo se tensa. Frida y Chavela

    sonren al terminar la cancin.

    Chavela: Libre al fin. Frida: Y ahora, en la muerte, se acabaron los autorretratos, mi cuerpo se ha evaporado cual vino.

    Chavela: Vino, buena idea. Camarero!

    Santo, el enmascarado de plata, surge de tras la barra y abre una botella de vino, sirve tres copas y sirve, brindan. Santo: Bienvenida a la inmortalidad Frida Khalo.

    Frida: Tambin te conozco.

    Santo: Soy Santo, el enmascarado de plata, rey indiscutible del cuadriltero, hroe del

    imaginario fantstico de cuatro generaciones. Figura de accin. Algunos aos luego de tu

    muerte me convert en estrella de cine. Mi leyenda creci y a mi muerte, 30 aos despus

    de la tuya, era ya parte de un Mxico que sobrevivira junto a tus cuadros y las canciones

    de Chavela en un rincn que no ha muerto y que es en el que nos encontramos ahora.

    Frida: Y para que estamos aqu?

    Santo: Para salvar a Mxico, Frida. Para mantenerlo vivo.

    Chavela: Significa, Santo, que seguimos aqu porque ya lo hemos salvado. Una parte por

    lo menos.

  • Santo: Seguimos existiendo porque nuestras leyendas son parte de la conciencia colectiva.

    De esa sociedad que cree en un Mxico con personalidad propia.

    Chavela: Ay, tan transparente ya!

    Frida: Qu podemos hacer nosotros? Para eso creamos mundos. Que se encarguen

    nuestras obras de hacerlo, yo quiero descansar. No quiero seguir sufriendo. No quiero ver

    al panzn ni pintar dolores. No quiero...

    Santo se ha quedado inmvil, en una pose de juguete.

    Chavela: Ay, rpido Frida, imagnate un monstruo!

    Frida: Que le pasa?

    Chavela: Imagina un monstruo de tela, un juguete con vida, una broma de terror!

    Frida: Pero...

    Chavela: Imagnate un Diego de cuento infantil!

    Frida se lo imagina y al fondo, una sombra monstruosa aparece. Santo salta sobre la barra y adquiere actitud heroica.

    Santo: Qudense aqu y protejan a los dems. Yo le detendr.

    Santo se lanza hacia el fondo y lucha contra el monstruo de la manera tradicional. Eventualmente salen de la escena. Frida mira a Chavela, quien esta muy divertida.

    Frida: A qu estamos jugando, Chavela?

    Chavela: Ser inmortal, una leyenda, en ese mundo, ese que ya no es nuestro, es algo muy

    difcil Frida. A veces nos olvidan, a veces nos confunden, a veces nos transforman. Somos

    recuerdos, y los recuerdos tambin cambian. A veces somos reinas, a veces juguetes,

    muchas veces dinero. Somos lo que dejamos, pero tambin somos lo que se imaginan que

    ramos, y eso, no siempre es lo mejor, ya no digamos la verdad.

    Chavela canta.

    Frida: No se s esto sea para mi, Chavela. No quiero ser eternamente recordada en

    sufrimiento. Quise mi cuerpo convertido en cenizas y quise olvidar a Diego... Y aqu,

    segn me dices, estoy a merced de lo que la gente piense de mi. Todava mientras en vida

    mi sufrimiento fsico era parte inseparable de la admiracin de muchos... Dime, sigue

    siendo as? Es la tragedia lo que me mantiene viva en el imaginario mexicano?

    Chavela: Me llamaste incongruente y ahora, tu, contradices tu vida entera. Si, porque

    fuiste Frida con todo, cicatrices, huesos rotos y dolor. As, en pedazos, estuviste ms viva

  • que la mayora; utilizaste la tragedia y la transformaste en arte, en canto... Mrame, Frida.

    Este disfraz lo ha imaginado alguien. Yo lo tomo porque me gusta, me hubiera gustado. La muerte fue siempre parte de mi vida, nunca le di la espalda... Mira ahora a estos dos...

    Un par de figuras dibujadas estn sentadas en la barra: son Jos Alfredo Jimnez y Diego.

    ltimamente los vemos cada vez ms tiempo as... Porque as los recuerda la mayora.

    Escchalos y dime si esto es indeseable...

    Jos Alfredo y Diego dialogan, el ambiente de cantina se impone, haciendo contraste con lo

    rgido de las figuras.

    Diego: Qu terror le tienes al comunismo? No sea ignorante camarada. Es ms la mala

    imagen que unos le dan a las cosas que lo que realmente representan.

    Jos: Diego, pareces dramaturgo postmoderno, ponle tequila a tu amargura hombre. Por

    eso adems de cabrn te recuerdan por cabrn.

    Diego: No me cambies el tema, guitarritas, mi fama no es el punto.

    Jos: Si que si, pintorcillo, por ejemplo: hay dos Diegos en la memoria de la sociedad: el

    Muralista comunista y el mujeriego que destrozo el corazn de una gran mujer.

    Diego: Bah! No empieces con eso. No tiene nada que ver una cosa con la otra.

    Jos: Tiene que ver, y mucho. No le saques. Te lo explico: Tu conviccin revolucionaria se

    ha manchado con la leyenda del hombre desalmado.

    Diego: Mi historia con Frida no cambiara el pas.

    Jos: Cmo lo sabes?

    Pausa

    Y si los cuadros de Frida hubieran hablado de otro mundo? Si fueran cuadros llenos de

    amor en lugar de dolor?

    Diego: Y si hubiramos triunfado en nuestra lucha por el cambio de sistema? Si esa

    realidad se hubiera embarrado en nuestros lienzos?

    Jos: Frida habra muerto de igual forma. Su corazn se hubiera roto an as.

    Diego: Hablas de ella como si hubiera sido una santa; como si su cama hubiera sido slo

    ma.

    Jos: Lo que digo, Diego, es que entre tantas ilusiones y tantos fracasos, haciendo a un

    lado lo que ella es ahora, fue el amor lo que habra hecho la diferencia.

    Diego: No sera Frida Khalo.

    Jos: Sera otra Frida Khalo.

  • Diego: Abre otra botella y habla de otra cosa. Tenemos una eternidad para arrepentirnos

    de todo y para enorgullecernos de lo dems.

    Cambio de luz.

    Chavela: Y as, imaginado, todos los encuentros crean nuevas preguntas. El Panzn de tu

    ex-marido no sale de su cantaleta comunista a pesar de que Mxico se convirti de vuelta

    al virreinato, solo cambiando Espaa por Norteamrica.

    Frida: Te digo que no me pongas a este enfrente y terca como chavala. Cmo voy a

    descansar si me sigues presentando al pelotudo?

    Chavela: Recordando que tambin te recuerdan viva, alegre, apasionada ante la

    adversidad, amante frente al desamor, creadora frente a la desesperanza. Frida: Cornuda y opacada.

    Chavela: Tambin cabrona, no te hagas la desmemoriada. Estamos aqu. Seguimos vivas.

    Mientras no seamos olvidadas habr esperanza. Mientras alguien nos imagine vivas y de

    pie, habr espritu de libertad.

    Frida: Pero a ti te imaginan como una catrina... Chavela: Pero no muerta. Frida: Y a mi infeliz.

    Chavela: Slo a veces y slo porque eres un ejemplo. Te arrepientes de tu vida?

    Frida: Jams.

    Chavela: Entonces, para que ests jodiendo? Tu arte te ha salvado de la sombra; mi arte...

    Ya olvdate de Diego, mujer.

    Pausa.

    Frida: Pintar no me salvo, Chavela, el arte no salva. Es una herida, es un pequeo suicidio.

    Por ah se va el veneno, poquito a poquito, pero no lo acaba. Nos siguen dando de

    mordidas.

    Chavela: Puras envidias mijita. A ver, por qu estas aqu?

    Frida: Ya me dijiste. Pero esta suerte de inmortalidad es un placebo. No es lo que me

    importo en vida. Yo quera el cambio en su momento. Quera otro Mxico y otro Diego...

    Chavela: Y pareca posible, eso mataba el veneno tambin. Eso tambin era vida.

    Frida: Y de que nos sirvi?

    Chavela: De esto.

    Pedro infante entra a la cantina pegando uno de sus caractersticos gritos cantados,

    sosteniendo una botella y trastabillando.

  • Pedro: Ay pelona, quien te quiere mas que yo? Quien te quiere mas vivita si muertita

    estas mejor? Si este mundo es para siempre pues que sigan las botellas apareciendo en mi

    mano, que me vistan como quieran, de polica y de charro, que yo cantar con ganas y

    llorar exagerado. Si eso soy, eso soy. Y tu... (a Frida, coqueto) Quien eres?

    Chavela: No te hagas, Pedrito, y no te pases de t, quedamos la noche anterior que me

    tocaba ser el objeto del deseo y el cachetito final. A Frida dale un respiro, que todava no

    quiere soltar su muerte y vivir.

    Pedro: Yo tengo la solucin a esa tristeza.

    Chavela: Que te acabo de decir, Pedro?

    Pedro: Voy, voy, ni hablar mujer, traes pual. No me digas que te pones celosa, calaverita

    de mis sueos, huesito de mi corazn. Yo noms quiero ayudar a nuestra amiga para que

    disfrute la inmortalidad como se debe, no?.

    Chavela: Y t te piensas que no vi todas tus pelculas, desvergonzado profesional?

    Pedro comienza a cantar Amorcito corazn, espera a que Frida silbe la parte obvia. Pausa.

    Frida, sin remedio, intenta silbar su parte, un poco insegura al principio, pero lo logra. Pedro

    contina su cancin, siempre sonriente y paciente con la renuencia de Frida. Chavela hace la

    segunda a Pedro. Finalmente la cancin levanta los nimos de todos. Al terminar el tema, Santo

    entra luchando con el monstruo, Pedro se transforma en boxeador y ayuda al Santo a terminar la pelea. Una vez victoriosos se sientan a la mesa para beber. Chavela: No estamos muertos, Frida. Estamos y somos muy vivos. Pausa. Anda, ahora es tu turno. Pausa. Es la voz de otra Frida la que quiere salir de tu garganta. Son las palabras de otra Khalo,

    una de esas personas que an nos imaginan y nos dan vida... Pero ser por ti.

    Intenta. Deja que te invada. Deja que te den vida. Luego, Frida canta, la escena se ilumina, el sonido de cantina se vuelve alegre, se transforma

    en reunin. Alguien canta, alguien se expresa esperanzado, alguien aplaude y re.

    Frida termina y sonre.

    Chavela: Creo que voy a traspasar la gerencia de este antro para que quede en tus manos, querida.

    Frida: No, chula, se muy bien que has estado fingiendo. La Chavela que conoc y esta, en

    la que te has convertido, jams habra creado un lugar oscuro. Quien sea que te imagina

  • ha puesto en tu boca lo que crey necesario para que yo comprendiera que mi dolor y mi

    gozo son parte inseparable de mi imagen. No luchare ms contra ello. No lo hice en vida y

    en esta no pretender ser otra. Ya soy muchas.

    Chavela: Y todas viven, Frida.

    Frida: Y todas arden. Y ardern eternamente en delicioso fuego mientras exista alguien

    que me recuerde en todas mis vidas. Que canten tus canciones mientras miran mi camino. Que me recuerden mientras miran los murales de Diego, para que se le quite lo

    desgraciado. Que me vean sangrar, que yo sonreir cada vez.

    Chavela: Frida, eso es cancin.

    Frida: Cantemos pues.

    Las amigas cantan En el ltimo trago. Se les unen los otros inmortales, excepto Diego, que

    se queda tras la cortina. Frida alza una copa y brinda hacia el. Diego inclina la cabeza, agradecido, y se retira.

    La fiesta contina hasta que se cierra el teln.

    Rafael E. Martnez Ciudad Obregn, Sonora