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SANTIAGO POSTEGUILLO CIRCO MÁXIMO DOSSIER DE PRENSA

Circo Maximo-Santiago Posteguillo

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SANTIAGO POSTEGUILLO

CIRCO MÁXIMO

DOSSIER DE PRENSA

Historia veraz

Circo Máximo es una novela, pero está cimentada en abundante información veraz. El libro se complementa con unos apéndices que incluyen glosarios de términos latinos y dacios, el árbol genealógico de la familia imperial de Tra-jano; planos de Roma y de la Dacia; mapas de batallas y asedios; ilustraciones de los militares romanos y guerreros sármatas y dacios, una extensa biblio-grafía utilizada por el escritor; una recreación ilustrada de la Roma imperial del siglo II d.C y el mapa del Imperio Romano.

La vida es como un enorme circo máximo

Santiago Posteguillo lleva a los lectores al palacio imperial, a las callejuelas del barrio de la Subura romana, al templo de las sacerdotisas consagradas a la diosa Vesta, a los densos bosques de la Dacia, a las caudalosas riberas del Danubio, o a las tripas del anfiteatro Flavio para mostrar la vida de un tiempo apasionante en el que, como dice el emperador Trajano a la joven Menenia en un momento crucial de la novela, “la vida es como un enorme Circo Máxi-mo: siete vueltas, catorce giros, y en cada giro nos jugamos la propia vida, en cada decisión que tomamos o que otros toman por nosotros, sólo que la carrera va tan rápido que no tenemos casi nunca tiempo para pensar. Pero la victoria en la vida no es para el que llega primero, sino para aquellos que consiguen llegar a la última vuelta, al último giro y sobrevivir”.

Santiago Posteguillo demuestra una vez más que es uno de lo grandes nove-ladores de la Historia de Roma, que domina a la perfección el manejo de las fuentes, la narración de hechos verídicos entreverados de acción y emoción. Una emoción que sentirá de nuevo la legión de seguidores de este maestro de la novela histórica que deja de nuevo sin aliento a los lectores, a los que insufla un hambre voraz de seguir leyendo. Las más de mil páginas de Circo Máximo se leen en un delicioso y entretenido trago de intriga histórica.

A la venta el 29 de agosto

circo máximoCirco Máximo, la esperada segunda parte de la serie que Santiago Posteguillo dedica al emperador Marco Ulpio Trajano, contiene de nuevo la acción trepidante y la intriga trenzada con verdades históricas habituales en sus novelas. Santiago Posteguillo, autor de Los asesinos del emperador y de la célebre trilogía sobre Escipión el Africano, se apoya en fuentes de toda solvencia, como lo son los textos dejados por Suetonio, Plinio el Viejo o Dión Casio, para narrar con una intensa emoción las batallas, intrigas, conquistas, creencias y hábitos de la Roma de principios del siglo II, con el emperador Marco Ulpio Trajano como protagonista principal.Si en Los asesinos del emperador Posteguillo noveló el ascenso al trono del primer emperador de Roma nacido fuera de la capital del imperio, en este trepidante y voluminoso Circo Máximo, Poste-guillo cuenta la primera parte del reinado del emperador hispano, sus planes de reconstrucción de Roma y sobre todo su espectacular conquista de la Dacia, un reino habitado por bravos guerreros y comandado por el temible rey Decébalo.

Circo Máximo continúa narrando las peripecias de algunos per-sonajes de Los asesinos del emperador. Por supuesto Posteguillo sigue los pasos de Marco Ulpio Trajano, ahora poderoso empe-rador de Roma a quien acompaña su amigo de la infancia Cneo Pompeyo Longino, el legatus valiente y capaz con el que el César Trajano ha contraído una inmensa deuda. El emperador también cuenta con el apoyo y la lealtad de Lucio Quieto, un inteligente legatus norteafricano, y del Senador Sura.Además de estos personajes, cruciales en el ascenso al trono de Trajano, en Circo Máximo vuelven a aparecer otros conocidos de los lectores de Los asesinos del emperador, como el gladiador Marcio; la guerrera sármata Alana; Carpophorus, el sádico bes-tiarium del anfiteatro Flavio o la emperatriz Domicia Longina, la viuda del terrible emperador Domiciano.En Circo Máximo adquieren importante protagonismo personajes históricos como el abogado Plinio el joven; el erudito Cayo Sue-tonio Tranquilo, el arquitecto Apolodoro de Damasco; el filóso-fo Dión Casio Coceyo; el senador romano corrupto Mario Prisco; Adriano, sobrino segundo de Trajano y candidato a sucederle en el trono imperial; Decébalo, rey de la Dacia y su hermana Dochia, o Juan discípulo de Jesucristo: Comparten época con otros roles in-ventados por Posteguillo, como Celer un auriga campeón, Acúleo su rival en las carreras o Menenia, la vestal de la que Celer está enamorado.Marco Ulpio Trajano es un experto militar, sabe cómo manejarse con la espada y encarar a sus enemigos con la espada en el campo de batalla, pero como le advierte Dión Casio, son más peligrosas las intrigas palaciegas y más difíciles de vencer enemigos difíci-les de preveer como el dinero, la traición y la ambición política, sombras que acechan al emperador hispano y a las que debe hacer frente en esta primera y decisiva etapa de su reinado que se narra en Circo Máximo.

SINOPSIS

El senador Menenio suplica ayuda al prestigioso abogado Plinio. A su hija, la vestal Menenia, le acusan de haber cometido el peor de los crímenes: haber tenido una relación carnal con Celer, un joven auriga. Nadie puede tocar a las sacerdotisas de Vesta, las guardianas de la llama sagrada, las vigilantes de la suerte de Roma. Si es cierto que Menenia ha roto sus votos sagrados y se ha acostado con Celer, el auriga que fue su mejor amigo de la niñez, a la joven vestal le espera una muerte atroz: será enterrada en vida. Igual que lo fueron otras cuatro vestales acusadas también de crimen incesti, en los tiempos del terrible emperador Domiciano. No hay precedentes de absolución de vestales acusadas de crimen incesti: la preocupación del padre de la chica está justi-ficada.

Menenia es inocente. ¿Por qué hay un grupo de senadores empecinados en condenarla a muerte? La joven sólo encuentra una explicación, ha sido testi-go involuntario de algo en lo que están implicadas personas muy cercanas al emperador. Menenia guarda un gran secreto pero no se atreve a confesárselo a nadie porque sabe que pondría en serios apuros al mismísimo Trajano.

La acusación de crimen incesti también preocupa al emperador Trajano, Pon-tifex Maximus, y como tal, juez que debe dictar sentencia en la causa contra la vestal. A su mujer, la emperatriz Plotina, parece interesarle que Menenia

salga culpable, pero Trajano muestra una simpatía especial por la vestal Me-nenia, una predilección que intenta disimular pero que resulta intrigante para quienes le rodean. ¿Por qué Trajano protege a Menenia?

Todos miran a la vestal durante las carreras de aurigas en las que participa Ce-ler, el líder de los rojos. Durante una carrera vibrante y sobrecogedora Celer consigue una victoria inesperada en la que se juega la vida. Sus principales ri-vales, los azules, han comprado a los jueces para salir victoriosos, pero Celer cuenta con una baza especial, sus cuatro magníficos caballos, liderados por Níger, un corcel de una lealtad y una inteligencia sobresalientes que obedece al instante las órdenes de Celer.

Ha sido un gran día para los rojos, pero la felicidad se apaga pronto cuando la guardia pretoriana prende a Celer, acusado de haber yacido con la vestal.

Se aproxima la guerra

En el palacio real de Sarmizegetusa, la capital del reino de la Dacia, al Norte del Danubio, todavía se exhiben con orgullo los estandartes de la Legión V Alaudae y la Legión XXI Rapax, trofeos arrebatados a los romanos en una gran victoria de los dacios.

Tras aquella humillante derrota, Domiciano se comprometió a pagar ingentes sumas de oro al rey Decébalo a cambio de que los dacios no cruzaran el Da-nubio, pero Trajano ha dejado de pagar y Decébalo ha ordenado constantes incursiones al otro lado de la frontera. Sus ataques están colmando la pacien-cia de Trajano. Se aproxima la guerra.

Santiago Posteguillo entrevera la acción de distintos escenarios. Mientras un grupo de conjurados prepara la perdición de Menenia y Celer, Juan, el último discípulo vivo de Jesucristo sale en libertad tras un horrible cautiverio que ha mermado gravemente su salud, y Plinio contrata a Atellus, un hombre los bajos fondos de Roma, para que le consiga información sobre los acusadores de Menenia. Y Atellus, la consigue, pero a un precio excesivo.

Una guerra y un complot se ciernen sobre Trajano cuando recibe la visita de Suetonio, el hombre encargado de poner orden en las bibliotecas de Roma. Suetonio ha descubierto unos documentos y sólo quiere hablar con el empera-dor. “Has hecho bien”, le dice Trajano, cuando reconoce la importancia de los papiros que Suetonio le entrega y en los que está escrito el futuro de Roma.

La asfixiante atmósfera de susurros y secretos de Roma se sucede con el frío húmedo de las fronteras del Norte del Imperio. Allí es enviado el arquitecto

Apolodoro de Damasco con una misión imposible: Trajano le ha encargado la construcción de un puente sobre el Danubio. Si lo consigue será el puente más largo del mundo, una sorprendente obra de ingeniería. El río y el tiempo son enemigos difíciles de batir para Apolodoro que además debe entenderse con Tercio Juliano, un legatus con el que no congenia.

Al otro lado del río, sármatas, dacios, roxolanos y bastarnas, afilan sus armas para unirse a los dacios contra Roma. Entre los sármatas están Alana y Mar-cio, viejos conocidos de los lectores de Los asesinos del emperador. Son de los pocos supervivientes de la gran intriga que acabó con la vida de Domicia-no. Consiguieron salir con vida de aquella peligrosa aventura y ahora viven con su pequeña hija, Tamura, en territorio sármata.

Comienza la guerra. Las legiones romanas parten hacia el Norte. No es fácil derrotar a los dacios: son guerreros muy bravos, además el invierno en su tierra es especialmente feroz.

Decébalo intenta engañar a Trajano: mientras las legiones asedian sus for-talezas, envía a miles de hombres hacia el Sur. Los dacios cruzan el río y comienzan los incendios, pero Trajano ha ideado un ingenioso sistema de comunicación y se entera de los ataques de los dacios mucho antes de lo que el enemigo había previsto.

También Trajano demuestra que sabe cómo convencer a los aliados de los dacios para que dejen de apoyarlo. La primera guerra entre Trajano y Decé-balo termina con una victoria romana. Trajano deja a su fiel Longino como representante de Roma en la Dacia e impone duras condiciones de paz al rey Dacio, reglas que Decébalo no piensa cumplir.

Longino descubre durante su estancia en Sarmizegetusa las costumbres de aquel pueblo, las mezquindades de su rey y la sabiduría y la belleza de Do-chia, una mujer a la que se siente muy cercano y a la que confiesa el más importante de sus secretos.

En Roma, Menenia y Celer continúan acosados por sus enemigos. Plinio desplegó sus impresionantes habilidades como abogado durante el juicio por crimen incesti, pero los que quieren acabar con Celer y Menenia no se han rendido. De nuevo están acosados. Menenia decide acudir a pedir ayuda a una misteriosa mujer siguiendo el consejo que Trajano le dio antes de partir a la guerra.

Los cambios de alianzas y las traiciones tuercen el destino de Marcio, el gla-diador. Para intentar salvar la vida de su mujer y su hija debe participar en una peligrosa misión, en la que se encontrará frente a un dilema vital que determinará su futuro y su libertad.

El senador corrupto Mario Prisco se ve envuelto en la guerra, pero él es un superviviente nato, capaz de pactar con el diablo para salvar su vida. Prisco, que desea vengarse de Trajano porque le ha obligado a devolver el dinero robado a Roma y le ha condenado al exilio, tiene varias ideas para acabar con el emperador.

Los augurios presagian tragedias sobre el emperador Trajano. Y éstas, en efecto, llegan, pero no son las que todos esperan. Hay muchas sorpresas en Circo Máximo, muchos destinos torcidos, algunos se reconducen con valentía y tenacidad, otros no.

En esta apasionante entrega de la vida de Trajano, hay muchas muertes y desolación (desaparecen importantes personajes, conocidos por los lectores de Los asesinos del emperador). Pero también hay victorias y espíritus justos que combaten el infortunio.

Santiago Posteguillo demuestra que es un genio en la administración de la intriga. A menudo las arriesgadas peripecias de los personajes se suceden a un ritmo vertiginoso. Posteguillo sabe cómo enganchar al lector. Lo hace du-rante las más de mil páginas de esta novela y echa sus redes al final de Circo Máximo para prender a los lectores con las próximas peripecias del empera-dor Trajano.

Galería de personajes

Marco Ulpio Trajano, Imperator Caesar Augustus. El primer emperador no nacido en Roma. Es un militar inteligente y justo. Debe enfrentarse a los dacios y a las intrigas y complots de sus enemigos en Roma.

Publio Elio Adriano, sobrino segundo de Trajano. El posible sucesor de Trajano es un hombre ambicioso que tiene sus propios planes a espaldas del emperador.

Cneo Pompeyo Longino, legatus, amigo personal de Trajano. Leal y valiente es el único amigo de verdad que tiene el emperador.

Lucio Quieto, legatus y jefe de la caballería, amigo de Trajano. En Circo Máximo Lucio adquiere un importante (e inesperado para él) protagonismo.

Plinio el Joven, senador y abogado. Trajano le encarga la defensa de la vestal Menenia. Es el hijo de Plinio el Viejo, el autor de la célebre Historia Natural.

Tercio Juliano, legatus de la VII Claudia en Moesia Superior. Recibe la orden de vigilar la construcción del gran puente sobre el Danubio. Tiene una participación crucial en la primera guerra de Trajano contra Decébalo.

Dión Coceyo, filósofo griego que en la actualidad es más conocido con el sobrenombre de Dión Crisóstomo. Asesora a Trajano.

Cayo Suetonio Tranquilo, escritor romano y procurator bibliothecae.

Augusti, descubre unos importantes documentos, cruciales para la Historia de Roma.

Apolodoro de Damasco, arquitecto. Trajano le encarga construir un imposible: un puente sobre el indomable Danubio.

Domicia Longina, esposa de Domiciano. Tras la muerte del tirano, Domicia se retira, pero en Circo Máximo reaparece con importantes sorpresas.

Mario Prisco, senador y antiguo gobernador. Se enriqueció con la corrupción y Trajano lo castigó con el exilio.

Pompeyo Colega, Cacio Frontón, Salvio Liberal, senadores que conspiran contra Trajano.

Cicurino, flamen Diales, sacerdote supremo de Júpiter.

Salinator, rex sacrorum. Uno de los pocos hombres nombrados por Domiciano que sigue en su cargo.

Menenia, vestal. A los nueve años, Domiciano la eligió como vestal. Desde entonces nadie ha podido tocarla, ni su familia, ni su amigo de la infancia, el auriga Celer.

Celer, auriga de la corporación de los rojos. Está enamorado de Menenia.

Acúleo, auriga de la corporación de los azules. Quiere vengarse de Celer porque siempre sale victorioso en las carreras.

Aulo, tribuno pretoriano. El más fiel guardián del César.

Decébalo, rey de la Dacia. Antepone su ambición a la suerte de su pueblo.

Diegis, noble de la Dacia. Es un guerrero noble. Está enamorado de Dochia.

Dochia, hermana de Decébalo. Es una mujer justa, a ella, al contrario que a su hermano, sí le importa el bienestar de los suyos.

Marcio, gladiador mirmillo. Sobrevivió como gladiador y ahora vive con su mujer y su hija con los sármatas.

Ignacio, obispo de Antioquia. Visita a Juan, el último discípulo vivo de Jesucristo, poco antes de morir. Le preocupa la división de los cristianos.

© RICARDO MARTIN

SANTIAGO POSTEGUILLO

Santiago Posteguillo, profesor titular de lengua y literatura inglesa en la Universitat Jaume I y doctor europeo por la Universitat de València, estudió literatura creativa en Estados Unidos y lingüísti-ca, análisis del discurso y traducción en el Reino Unido. Publicó Africanus, el hijo del cónsul en 2006, Las legiones maldi-tas en 2008 y La traición de Roma en 2009. Esta trilogía, aplaudi-da por centenares de miles de lectores en España y América Latina y en proceso de traducción a diferentes idiomas, ha sido merece-dora de grandes elogios por parte de expertos y crítica. Reconocido como uno de los Valencianos para el siglo XXI por el periódico Las Provincias, Santiago Posteguillo ha sido finalista del Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza, ha sido premiado por la Semana de Novela Histórica de Cartagena y ha recibido los galardones Hislibris.com 2009 al mejor novelista histórico y a la mejor novela histórica. En 2010 Santiago Poste-guillo recibió el prestigioso Premio a las Letras de la Generalitat Valenciana, que dicha institución concede una vez cada dos años. Su última novela, Los asesinos del emperador es un relato impac-tante, descomunal, descrito con un trepidante pulso narrativo desti-nado a trasladar al lector a la Roma imperial de los Césares y cuyos derechos fueron vendidos a Italia antes de su publicación. Circo Máximo es la esperada continuación de la Trilogía de Trajano.

Página de interéshttp://www.santiagoposteguillo.es/

Para más información sobre Circo Máximo:[email protected]

www.novedadesplaneta.es

Roma a comienzos del siglo II d.C.