1. Él asiente, importante, con ojos entornados, porráceos,pavoneándose entre parejas que anhelan valsar.

Gerardo Deniz. De Erdera

2. Me solté de las manos de mis padres y corrí hasta la orilla del estanque.Amparo Dávila. Tiempo destrozado

3. Entonces Tomás lanzó una ojeada al balcón: allí, al otro lado del cristal, pero apenas a cuatro metros de distancia, estaba mi marido de frente hacia nosotros, contemplándonos fijamente con sus ojos vacíos. Sin dejar de mirarle, Tomás arrastró suavemente su mano hacia arriba: la punta de sus dedos se metió por debajo del ruedo de mi falda. 

Rosa Montero. Amor ciego

4. Al bajar el callejón de la Pila de don Cirilo Reyes, vimos venir unos soldados con una bandeja en alto; pasaban junto a nosotras, iban platicando y riéndose.

Nellie Campobello. Las tripas del general Sobarzo

5. La puerta se cerró, los pasos pesados y firmes volvieron a cruzar la alfombra chillona, el fornido cuerpo se dejó caer en el sillón de muelles y echándose hacia delante, el jefe se cubrió la cara con las manos.

Katherine Mansfield. La mosca

6. En Saigón, el conductor te lleva desde atrás como una madre preocupada.Linh Dinh. Medios de locomoción

7. Sin camisa, Joaquín se pasa de cuando en cuando el pañuelo por la frente y alrededor del cuello para eliminar el sudor.

Cristina Rivera Garza. Nadie me verá llorar

8. Habitación pintada de rosa con cobres y ramos de flores populares. En el centro, una mesa con mantel. Es la mañana. Suegra de Leonardo con un niño en brazos. Lo mece. La mujer, en la otra esquina, hace punto de media.

Federico García Lorca. Bodas de sangre

9. Ernesto hojea los periódicos. Al instante, Lupe aparece por la biblioteca. Se detiene, espera.

Salvador Novo. La culta dama

10. La cuna estaba desarmada en un rincón de la sala, era de color blanco y en la cabecera tenía dibujos infantiles.

Juan José Amador. Casa de altas llamas