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Clasificación De Los Contratos en el Derecho Romano

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CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS

Antes de iniciar de lleno con las clasificaciones de los contratos es

menester definir que se entiende por tal y su origen el cuál etimológicamente

el término proviene del latín del vocablo “Contractus” que significa. Pacto,

ajuste o convenio, que crea una obligación entre las personas que lo hacen

o consumen.

Para Rojina Villegas contrato es “Un acuerdo de voluntades para

crear o transmitir derechos y obligaciones; es una especie dentro del genero

convenios.”

Para Pothier un contrato es un contrato es un convenio formal entre

dos o mas personas sobre cualquier objeto, en cuanto a Derecho comparado

se refiere no hay mucha variación del significado del concepto de contrato.

El Art. 1101 del Cód. Francés define al contrato como "una

convención, por la cual una o varias personas se obligan, hacia una o varias

otras, a dar, hacer o no hacer alguna cosa", habiendo sido seguido por un

gran número de Códigos hispanoamericanos como los de Colombia (Art.

1495), Uruguay (Art. 1247), Chile (Art. 1438), Guatemala (Art. 1396), a su

vez nuestro Código Civil en el artículo 1133 nos dice que: “El Contrato es

una convención entre dos o mas personas para constituir, reglar, transmitir,

modificar o extinguir entre ellas un vinculo jurídico”.

De lo anterior podemos concluir que un contrato es una convención o

acuerdo de voluntades por medio del cual se crean extinguen o modifican

derechos y obligaciones. Además, cabe agregar que todo contrato es un

acto jurídico, es decir que como lo definen Alessandri y Somarriva es “una

declaración de voluntad ejecutada con arreglo a la ley, y destinada a

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producir efectos jurídicos”, es decir que para que un acuerdo de voluntades

sea apreciado como contrato es necesario además del consentimiento o

declaración de voluntad que este sea; en primera instancia de acuerdo a las

leyes vigentes quedando excluidos aquellos en que se pacte por ejemplo la

realización de actos ilegales o contrarios al ordenamiento jurídico nacional, y

en segundo termino que haya sido creado con el fin de producir efectos

jurídicos, de ahí su importancia como fuente de las obligaciones.

Habiendo delimitado entonces el alcance del término contrato, es

oportuno iniciar de lleno con la clasificación de éstos; atendiendo primero a

las clasificaciones más anteriores a nuestros tiempos; según Gayo en sus

instituciones nos dice que los contratos se clasifican en 2:

1. Contratos Nominados:

a) Re

b) Verbis

c) Literis

d) Solo Consensus

2. Contratos Innominados:

a) Permutatio: Do ut des - doy para que des

b) Stimatium: Do ut facias - doy para que hagas

c) Precarium: Facias ut des - hago para que des

d) Transactio: Facia ut facias - hago para que hagas

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CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS

EN EL DERECHO ROMANO

1. CONTRATOS NOMINADOS: Son aquellos que tienen como características

el objeto mismo y se considera que están reglamentadas en leyes generales

además tiene la característica de lo que son obligaciones de dar, en este

sentido, es necesario acudir a las observaciones que a este respecto hizo

Gayo en su obra Las Institutas, ya que poseía esta tal exactitud para aquel

entonces que llegó incluso a otorgársele la categoría de norma en el año 426

d.C. siendo este un manual de derecho más que una ley consideraba a los

contratos en cuatro categorías y entre ellas están:

a) Contratos “Re” o Reales: Iban referidos a las cosa de ahí su

denominación “re”, según este orden de ideas, es necesario entregar la

cosa para que el contrato se efectué. Se consideraba dentro de este

aspecto el mutuo, pues partimos de que para recibir una cosa es

necesario entregar otra, es decir, entregamos una cosa con el animo de

transferir su dominio para luego recibir otra de igual naturaleza.

Mutuum o Mutuo: Es un contrato real, unilateral y de derecho estricto

por el que una persona, llamada mutuario, que ha recibido de otra,

llamada mutuante, una cierta cantidad de dinero o cosas fungibles se

obliga a devolver la misma cantidad del mismo género y calidad. Es

un contrato real porque se caracteriza por la entrega de la cosa. Es

unilateral porque únicamente hace surgir obligaciones a cargo de una

de las partes (mutuario) y la obligación que surge para él es la de

devolver al término del contrato en el plazo establecido, la cantidad

recibida. La función económico-social del mutuo es la de ser un

préstamo de consumo. Era de derecho estricto porque estaba

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protegido por la actio certae creditae pecuniae cuando era una

cantidad de dinero y la condicitio triticaria cuando se había entregado

bienes fungibles. Parece ser que el origen histórico del mutuum fue el

préstamo.

Comodato: Es un contrato real, bilateral imperfecto, de buena fe y

gratuito por el que una persona, llamada comodante, entrega a otra,

llamada comodatario, una cosa mueble o inmueble para que la utilice

y la restituya pasado un determinado plazo. Es un contrato real

porque se caracteriza por la entrega de la cosa. Es bilateral

imperfecto porque hace surgir siempre obligaciones a cargo de una

de las partes, el comodatario, y sólo eventualmente sobre el

comodante. Es de buena fe porque está protegido por una acción de

buena fe. Es gratuito porque desde su origen se basa en relaciones

de amistad.

Deposito: El contrato de depósito es un contrato real bilateral

imperfecto (dominio) y de buena fe por el cual una persona llamada

deponente entrega a otra llamada depositario una cosa mueble con el

fin de que la guarde y la custodie. De ahí que los romanos decían

"depondré, commedare, sarvadorum, custudindum, dare"(el depósito

se da para encomendar, guardar y custodiar. Cabe señalar que el

objeto del depósito es precisamente la datio, pero en este caso no

significa transmisión de una cosa , ni convierte al depósito únicamente

confiere la tendencia a través de una interdicción es decir, un juicio de

interdicción, ya que la tenencia real que tiene el depositario

únicamente significa detentar la cosa.

Pignus o Prenda: Los romanos la denominaron con el nombre de

pignus y era un derecho real sobre cosa ajena en calidad de garantía

es decir era una transmisión que se hacia de una cosa mueble al

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acreedor de una obligación y dicho acreedor tenía la facultad de

conservar la cosa hasta que fuera satisfecha la obligación. En cuanto

la hipoteca los romanos igualmente le llamaron pignus en el cual el

acreedor tenía derecho de hipotecar bienes inmuebles de su deudor

para garantizar el cumplimiento de una obligación

b) Contratos “Verbis” o Verbales: Es un contrato nominado el cual se

celebraba de manera verbal mediante y se hacia a través de palabras

sacramentales las cuales eran consideradas como el nervio puntual de la

doctrina clásica de las obligaciones es la cual se llevaba de manera

verbal mediante una pregunta del acreedor y una respuesta congruente

del deudor. El contrato verbal típico se conocía como “stipulatio”.

Fianza: Es un contrato verbis, accesorio y de derecho estricto, en

virtud del cual una o más personas responden de una obligación

ajena, comprometiéndose para con el acreedor a cumplirla en todo o

parte si el deudor no cumple. En sí, es una obligación accesoria por

medio de la cual una persona se obliga a responder con lo suyo por

una deuda ajena.

Senadoconsulto Veleyano: A fines de la República, cuando la mujer

adquirió libertad, a consecuencia de la desaparición de la “manus” y el

debilitamiento de la tutela, las mujeres, según Ulpiano, fueron

seducidas y engañadas en muchos casos por la debilidad de su sexo.

El senadoconsulto Veleyano prohibió a las mujeres obligarse en

beneficio ajeno.

Stipulacion: Es una promesa oral de realizar una prestación,

consistía en una pregunta formulada por el acreedor o estipulante

(stipulator) seguida de una respuesta afirmativa hecha por el deudor o

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promitente (promissor). Esta institución más que un contrato era una

forma de contratar a la que se recurría para darle fuerza obligatoria a

cualquier obligación que tenía por objeto la entrega de una suma de

dinero. La Stipulatio estaba reservada para solo ciudadanos romanos

y esto se explica por su origen religioso. Esta forma de solemnidad

contractual, fue la más usada en roma por lo menos hasta la época

clásica. Tradicionalmente fue un contrato oral, pero no se impedía que

estuviera acompañado de un documento escrito que serviría como

elemento probatorio. Para finales del imperio (472 d.C.) se convirtió

en contrato escrito. Dentro de este contrato se dio la Adstipultio, que

consistía en que se nombraba un adstipulator que figuraba como un

acreedor accesorio que goza de la confianza del acreedor principal y

del cual este se sirve para cobrar el crédito. El adstipulator era una

persona de confianza que podía demandar en justicia al deudor.

Nexum: Para la mayor parte de los romanistas en la época arcaica el

Nexum no represento una obligación en sentido técnico-jurídico sino

un modo de vinculación del deudor al acreedor por cuya virtud el

deudor se mancipaba o entrega el mismo en prenda en favor del

acreedor. El carácter de vinculo de sujeción personal que el nexum

implicaba fue no obstante abolido por la lex poetelia papiria del año

326 a.C. El nexum se realzaba mediante el cobre y la balanza (per cu

libram), pues los romanos de ese tiempo no conocían del

acuñamiento de las monedas. Este sistema funcionaba pesando la

cantidad del metal en una balanza sostenida por un "Libripens" quien

quizás era alguna autoridad religiosa, en presencia de cinco testigos,

ciudadanos púberes romanos. Luego de la aparición de la moneda de

plata, se hizo innecesario este sistema, pues la moneda llevaba

intrínsicamente su valor impreso. El nexum solo se libraba mediante

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un pago especial, acompañado de la solemnidad "aes et libra" así

como también de una nuncupatio.

Promissio Iurata Liberti: Consistía en una promesa juramentada por

medio de la cual el liberto (esclavo manumitido por justa y legitima, ya

por testamento, vindicta o por censo) se comprometía a efectuar

determinadas obras a favor de su patrono (antiguo amo). Antes de

manumitirlo el amo le hacia prestar al futuro hombre libre un

juramento obligatorio, el cual era seguido, luego de la manumisión,

por un segundo juramento, pues se pensaba que el primero, hecho

cuando aun era esclavo, no tenia completa exigibilidad. Se exigía por

medio de la actio operarum.

Dictio Dote: Se trata de una promesa solemne de dote que podía ser

hecha por la mujer misma que iba a contraer matrimonio, o por un

tercero (o un deudor de ella), o por su pater y estaba dirigida a

especificar que bienes constituían la dote. "La promesa podía ser

"ticio la dote que te daré, será de cien sólidos de oro". Por ser una

sola persona la que hablaba, se le denominaba un contrato Uno

Loquente, no hay una pregunta y una respuesta, sino una enunciación

de una formula solemne de un promitente.

c) Contratos “Literis” o Escritos: Eran contratos literis aquellos que se

hacían por escrito, quedando plasmados en un libro especial llamado

“codex” que podían llevar únicamente los ciudadanos romanos, siendo

para estos un deber hacerlo.

Transcripticium: La transcriptio o namen transcripticium en el

contrato literal de la época clásica de las obligaciones y dicha

obligación literal se funda en las anotaciones que hace el pater

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familias en su libreta de cuentas llamada Codex Accepti el Expensi

(libro de ingresos y egresos), es decir el pater familias a manera de

comerciante actual anotaba en su Accepti las cantidades que sus

deudores le pagaban y en su Expensi las cantidades que pagaba a

sus acreedores.

Chirographa y Syngrapha: el “chirographum” era un compromiso del

deudor de pagar una cantidad determinada de dinero, que

conservaba el acreedor. El “syngraphum”, era redactado en dos

ejemplares, llevaba el sello del acreedor y del deudor, y cada una de

las partes conservaba un ejemplar.

Exceptio Non Numeratae Pecuniae: cuando una persona se dirigía

en solicitud de un préstamo de dinero a un banquero o a un

prestamista, este le exigía la promesa de que la suma en referencia le

seria devuelta en el plazo que convinieran, utilizando para esto una

estipulación o un contrato litteris, que realizaban antes de entregarle

la cantidad pedida por el prestario.

d) Contratos “Solo Consensus” o Consensuales: Se comprendían en

esta clasificación aquellos contratos en los que se contraían las

obligaciones por el mero consentimiento tal era el caso de la

compraventa, las sociedades, etc.

Las obligaciones en estos casos no requerían formulas

sacramentales, o anotaciones especiales, era suficiente que las partes

convinieran en hacer el contrato para que este tuviera validez, aun

estando ausentes por medio de mensajero s o cartas; imposibilidad a la

que se encontraban ligados los anteriores, además aparece el principio

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de reciprocidad ya que las partes quedaban obligadas a una prestación

en virtud de otra.

Arrendamiento o Locatio: es un contrato consensual por medio del

cual una persona se obliga a procurar a otra el goce pacifico y

temporal de una cosa, a prestarle sus servicios, o a ejecutar para ella

un trabajo, mediante una remuneración en dinero, llamada “merces”.

Se designaba a este contrato por el nombre de “locatio-conductio”.

Pues el que se obligaba a suministrar la cosa o prestaba el servicio

era el “locutor” (arrendador) y tiene contra la otra parte la acción

“locati” o “ex-locato”. El que debe el precio de alquiler o “merces”, es

el “conductor” (arrendatario) y puede ejercitar contra el locutor la

acción “conduciti” o “ex-conducto”.

Compra-Venta o Emptio Venditio: era un contrato consensual en

virtud del cual una persona denominada vendedor (venditor) se obliga

a procurar la posesión pacifica y duradera de una cosa a otra persona

denominada comprador (emptor), quien a su vez le obliga a

transmitirle al primero la propiedad de una suma de dinero, a la cual

se da el nombre de precio.

La compra-venta era por tanto entre los romanos un contrato no

formal cuya finalidad era el cambio de cosas por dinero y del cual

surgían obligaciones para las dos partes, para el vendedor entregar la

cosa y procurarle la posesión pacifica de ella al comprador, y para

este la de pagar el precio.

Precio o Pretium: para que la venta fuera valida, era necesario que

consistieran dinero y que fuera cierto y serio; y en el derecho

justinianeo se exigió además que fuera justo.

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El precio no podía consistir en una cosa cualquiera, sino en una

suma de dinero (pecunia numerata). Es esto lo que distingue la venta

del cambio o permuta del cual ha nacido y del cual no es más que una

forma especial. En efecto, cuando la moneda era desconocida cada

uno adquiría las cosas que necesitaba entregando como equivalente

otras que no les eran útiles. Pero esta operación ofrecía el

inconveniente de que era difícil encontrar cosas que les convinieran

recíprocamente y por las dificultades de la compensación entre

objetos de distinta naturaleza y valor.

Sociedad o Societas: es un contrato consensual en virtud del cual

dos o más personas (socios) se obligan recíprocamente a aportar sus

bienes o su industria, con el fin de realizar operaciones comunes y

obtener así ventajas económicas que los beneficie a todos.

Mandato: era un contrato consensual en virtud del cual una persona

denominada mandatario se obliga gratuitamente con otra, llamada

mandante, a prestarle un servicio o a ocuparse de la gestión total de

su patrimonio.

Este contrato era de gran utilidad, ya que permitía a una persona

que estuviera físicamente impedida o ausente de un determinado

lugar, realizar los actos que fueran necesarios a la administración de

sus bienes.

2. CONTRATOS INNOMINADOS: Es la convención que se hace obligatoria y

se transforma en contrato cuando una de las partes cumple su prestación; a

partir de este momento la otra parte queda obligada a cumplir con la suya.

Tiene como características un hacer, una prestación de servicios y se

considera que esta reglamentada en leyes específicas además también se

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les conoce con el nombre de contratos atípicos porque carecen de alguna

legislación, entre ellas están:

a) Permutatio o Permuta: es un contrato por el cual una persona transmite

a otra la propiedad de una cosa, obligándose esta a transmitirle a su vez,

a la primera, la propiedad de una cosa diferente. Es el contrato

innominado que consiste en el cambio o trueque de una cosa por otra,

pertenece al género de “do ut des”.

b) Stimatium o Estimación: es el contrato por el cual una persona entrega

a otra una cosa, cuyo precio estima, para que la venda y le entregue el

precio fijado, o se la devuelva intacta si no ha podido venderla. Este

contrato que es conocido en el derecho moderno con el nombre de

consignación o comisión, se perfeccionaba con la entrega de la cosa por

parte del comitente al comisionista, pero la propiedad de la cosa solo se

transmitía al comisionista cuando pagaba el precio producto de la venta.

c) Precarium o Precario: es el contrato por el cual una persona entrega a

otra, a solicitud de esta, la posesión de una cosa determinada en forma

gratuita para ser restituida al primer reclamo.

d) Transactio o Transacción: contrato clásico innominado hago para que

hagas por el cual las partes se hacían concesiones recíprocas a efecto

de evitar las controversias o bien terminar un litigio pendiente, era un

medio de extinguir las obligaciones por un acuerdos de voluntades entre

dos o más personas que no han sido sancionadas por el derecho civil

romano y por tanto no entraban en la categoría de los contratos.