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¿Cómo se representaba el amor en la antigüedad?
Mitología egipcia.
Hathor era el nombre de la diosa egipcia del amor, la alegría y el canto.
Esposa de Horus (iniciador de la civilización egipcia), también se la considera
patrona de la música y los ebrios. Representa la embriaguez, el amor, la fertilidad y
el placer. Esto se debe a que antiguamente Hathor era una bestia sanguinaria sin
control. El dios Ra (dios del sol) sintió un profundo deseo de tenerla consigo, de
modo que envió a unos mensajeros a las tierras de Nubia para convencerla de que
se mudara a Egipto, país de la alegría y el buen beber. Está convencida se trasladó
allí, perdiendo su salvajez y convirtiéndose en puro júbilo y risa.
Hathor era representada por una mujer con largos cuernos de vaca que acogen
una gran esfera simbolizando el sol.
Mitología griega.
La mitología griega nos cuenta que por aquel entonces existían tres sexos:
lo masculino era representado por el sol, lo femenino por la tierra, y lo que
intercedía entre ellos dos era la luna. Juntos eran arrogantes y fuertes, y no
prestaban atención a las críticas de los dioses. Entonces Zeus (rey de los dioses
olímpicos) se encontró bajo una gran disyuntiva: no podía hacerlos desaparecer,
ya que de ese modo no habría más hombres que realizaran sacrificios, pero
tampoco podía permitir que estos se burlaran de los dioses máximos. Fue así
como decidió hacer del hombre un ser más débil: partió en dos a cada ser de la
especie humana, convirtiéndose en una raza más frágil y al mismo tiempo más
útil, ya que al multiplicarse estos, también se multiplicarían los sacrificios. El
hombre entonces quedo cortado en dos. Pero sucedió que cada parte anhelaba a
la otra, de modo que sentían la gran necesidad de tener que estar juntos, de modo
que las dos partes de cada persona tendieron a abrazarse, deseando ser otra vez
un solo ser.
El dios que representa el amor se encarna en Eros, siendo este responsable de la
atracción sexual, la fertilidad, el amor y el sexo.
Mitología romana.
En la mitología romana se nos presenta la figura de Cupido, dios del amor y
su nombre latino es el deseo. Hijo de la diosa del Amor (Venus) y del dios de la
guerra (Marte), Cupido se encarga de generar un armonioso balance entre el amor
y la tragedia.
Es representado por un niño alado, remitiéndonos la imagen de un ángel provisto
de arco y flecha. Muchas veces se lo encuentra con los ojos vendados,
representando el amor ciego y el amor alejado de la razón.
Su madre, Venus, era la diosa del amor y la fertilidad. Fue extremadamente
venerada por los romanos, dedicándole numerosos templos que hoy en día siguen
en pié.
Mitología hindú
El dios que representaba el amor, el sexo y la lujuria se llama Kama Deva.
Su nombre Kama significa deseo sexual, o lujuria, mientras que Deva significa
dios. Se dice que el conocido libro Kama Sutra fue inspirado por este dios hindú.
Suele ser representado por un hombre esbelto y alado, de gran belleza y
distinción.
Mitología celta
Por último nos encontramos con la mitología celta, y nos cuenta que el dios
del amor se llamaba Angus Og. De origen irlandés, este dios era llamado también
Mac Oc (que significa joven hijo) y tenía el poder de enamorar las parejas con su
canto. Este era representado con cuatro pájaros sobre su cabeza, símbolo de sus
besos. La mitología cuenta que el dios se enamoró de una doncella en sueños, y
no paró hasta encontrarla en vida. Cuando Angus dio con ella, la llamó por su
nombre y ella se convirtió en cisne. Ella siguió en el lago y juntos cantaron bellas
armonías. Se dice que todos los que escucharon a estos enamorados cantar,
durmieron por tres días y tres noches.
¿Cuáles son los orígenes de la tradición de San Valentín?
La historia del Día de San Valentín es una historia incierta, plagada de
misterios y contradicciones.
En los antiguos martirologios, tres santos llamados Valentín figuran como
muertos el 14 de febrero. Uno de ellos, el menos popular, fue martirizado en la
provincia romana de África. Los dos restantes eran sacerdotes, uno en Roma y
otro en Terni; ambos fueron enterrados en la Via Flaminia, y algunos
investigadores piensan que ambos fueron en realidad la misma persona.
La Leyenda Dorada, una famosa compilación de hagiografías que data del siglo
XIII, hace mención de San Valentín como un sacerdote romano que fue ejecutado
por profesar la fe cristiana. Según esta historia, la noche anterior a su ejecución,
Valentín obró un milagro, restableciéndole la vista a la hija ciega del carcelero.
En el afán de legitimar el Día de San Valentín como fecha especial para los
amantes (generalmente con fines comerciales), se han difundido versiones
modernas de la leyenda. Una de ellas narra que el Emperador Claudio II había
prohibido los casamientos entre jóvenes, por considerar que los hacía peores
soldados, y que Valentín había sido condenado por hacer caso omiso a la
prohibición, oficiando matrimonios clandestinos. Otra, que en vísperas de su
martirio se enamoró de la hija del carcelero, y le envió aquella noche lo que fue la
primera ‘tarjeta de San Valentín’.
Una teoría, bastante aceptada popularmente, dice que el Papa Gelasio I vinculó el
Día de San Valentín con el romance en un intento de cristianizar antiguas fiestas
paganas de la fertilidad. En efecto, cerca del año 496, Gelasio I abolió estas
festividades. Pero de la relación entre San Valentín y el amor romántico, no existe
alusión alguna sino a partir de la obra de Geoffrey Chaucer, en el siglo XIV.
En su poema “El Parlamento de los Pájaros”, Chaucer establece una analogía
entre el cortejo de las aves y el de los hombres, y se refiere al Día de San Valentín
como fecha natural para estas ocasiones. Esto ha levantado sospechas, ya que
definitivamente, el 14 de Febrero no es época de apareamiento de aves (al menos
en el hemisferio norte). Una posible explicación es que Chaucer se estaba
refiriendo a otro San Valentín.
“El Parlamento de los Pájaros” fue compuesto para celebrar el compromiso entre
Ricardo II de Inglaterra y Ana de Luxemburgo. Dicho compromiso ocurrió el 2 de
Mayo, fecha en la que se conmemoraba el día del San Valentín de Génova.
Algunas estadísticas de venta del 14 de Febrero.
En México algunas empresas, organizaciones e instituciones como la PROFECO,
la INEGI o nos pueden apoyar en conocer esta información.
De acuerdo a la investigación de la PROFECO realizada para conocer los hábitos
de consumo del 14 de febrero y la información de su sección “Brújula de compra
PROFECO” los mexicanos tenemos tanto expectativas de compra como
expectativas de recibir un regalo, alguna invitación, una sorpresa o una
combinación de estas.
Las cifras arrojadas por el estudio nos dicen lo siguiente:
El 76% de las personas festejan esta fecha
El 66% celebra con un detalle o pequeño regalo
Al 68% de las personas les gustaría recibir algo
El 70% de las personas tienen un gasto programado para esta ocasión y no
se exceden
Las personas que más reglan son empleados con licenciatura entre los 26 y
35 años de edad
Quienes festejarán este día lo harán con un regalo (39.7%), en un restaurante
(20.6%) o asistiendo al teatro, cine o algún bar (19.3%). La mayoría (42.3%)
gastará entre $100 y $300 y será menor de $100 para 35.1%, sólo 2.5% gastará
más de $1,000.
Como se observa en las siguientes gráficas, tarjetas, chocolates y ropa fueron los
regalos más mencionados y entre los más solicitados están cualquier detalle, ropa
y accesorios y flores.
CHOCOLATES, PELUCHES Y FLORES
Enrique Guerrero, presidente de la Cámara Nacional de Comercio en de la Ciudad
de México (Canacope) comentó a Brújula de compra que con motivo de esta fecha
las ventas aumentan un 30%, principalmente en flores, chocolates, joyería y
celulares.
Un regalo que ha venido posicionándose en esta fecha es el teléfono celular, cuyo
precio va de $240 a $5,500. La diferencia de precios en estos aparatos depende
de que generación sean, de la tecnología que tengan integrada, es decir si tiene
chip, cámara, acceso a Internet.
Desde hace 100 años los osos de peluche, originalmente de felpa y color café, se
añadieron al festejo, actualmente los favoritos son blancos y los hay desde $150
hasta más de $1,500, según el tamaño y el lugar de compra.
Desde hace 100 años los osos de peluche, originalmente de felpa y color café, se
añadieron al festejo, actualmente los favoritos son blancos y los hay desde $150
hasta más de $1,500, según el tamaño y el lugar de compra.
OSOS DE PELUCHE (PRECIO PROMEDIO)
TamañoTienda
departamental
Tiangui
s
Variación
%
Chico $255 $150 70
Median
o$355 $250 42
Grande $1,450 $500 190
Fuente: PROFECO, Dirección General de Consumo.
Las rosas son la flor con mayor demanda para esta fecha, el precio promedio al
mayoreo para las de tallo largo es de $250 por 144 flores; sin embargo, los días
previos al 14 de febrero se eleva a $320, similar a la víspera del 12 de diciembre,
de acuerdo con información recabada por el Sistema Nacional de Información e
Integración de Mercados, SNIIM, de la Secretaría de Economía en centrales de
abasto del país, como se observa en la siguiente gráfica:
En los últimos tres años los tulipanes holandeses, una variedad típica de invierno,
han ganado terreno en el gusto de los consumidores nacionales.
En tiendas de autoservicio y especializadas encontramos tulipanes desde $50
hasta $250 la maceta con tres bulbos en tonalidades que van desde el amarillo
naranja hasta el rojo oscuro.
ROSAS Y TULIPANES
VariedadPrecio
promedio
Número de
flores
Rosa de invernadero $70 12
Tulipán de campo $80 10
Rosa de campo (tallo
corto)$80 72
Rosa de campo (tallo
largo)$150 72
RESTAURANTES
De acuerdo con los resultados de la encuesta 20.6% celebrará en un restaurante y
según cifras de la Cámara Nacional de la Industria del Restaurante y Alimentos
(CANIRAC), sus ventas del 14 de febrero significan un ingreso de 550 millones de
pesos y un incremento de 20%.
Un pequeño regalo
Para algunos el Día del Amor y la Amistad es un buen pretexto para
comprometerse con su pareja, si planeas casarse y todavía no has dado ese paso
que va antes del matrimonio, este 14 de febrero puedes matar tres pájaros de un
tiro: festejar el día, cerrar su compromiso y aprovechar las promociones de hasta
20% en diversas joyerías y tiendas departamentales.
Según la etapa del noviazgo en la que se encuentre, es lo que tendrá que regalar
y puede ser anillo de promesa para formalizar la relación; anillo de compromiso,
paso previo al matrimonio y argollas matrimoniales para simbolizar la unión,
coincidieron joyeros del Centro Histórico de la Ciudad de México.
El anillo de compromiso es el más simbólico de la relación, el que tiene más valor
sentimental y también es el de mayor valor económico. De acuerdo con Debeers,
asociación que a nivel mundial maneja el 80 por ciento de los diamantes en el
mundo, el prometido debe invertir en un anillo de compromiso lo que equivale a un
mes de su salario.
Con motivo del Día de San Valentín, el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI), integró indicadores sobre la situación conyugal de la población,
matrimonios y divorcios ocurridos en el país.
Situación conyugal
La información del Censo de Población y Vivienda 2010 muestra que en el país,
43.9% de la población de 15 años y más está casada y 15.6% está en unión libre,
en conjunto, seis de cada diez se encuentra unida. La población soltera representa
29.9% y sólo una de cada diez (10.4%) está separada, divorciada o viuda.
Por sexo las diferencias no son tan significativas, no obstante, las proporciones de
hombres solteros, casados y en unión libre son ligeramente mayores al de las
mujeres; en éstas, prevalece una mayor proporción de separadas, divorciadas o
viudas, una de cada siete se encuentra en esta situación conyugal y dicho
porcentaje es 2.5 veces mayor respecto al de los hombres.
La situación conyugal es un evento que guarda una estrecha relación con la edad,
la mayor parte de los varones jóvenes (15 a 29 años) son solteros (67.3%) y sólo
tres de cada diez se encuentran casados o en unión libre; en edades más
avanzadas la proporción de solteros disminuye predominando la población casada
o unida: en los varones de 30 a 59 y de 60 años y más, 81.6 y 75.8% se
encuentran en esta situación conyugal. Cabe señalar, que entre los varones de 60
años y más, uno de cada cinco está divorciado, separado o viudo y 5 de cada 100
se mantiene soltero.
En la población femenina se observa un patrón similar pero con intensidades
diferentes; dado que éstas se unen a más temprana edad, hay una menor
proporción de jóvenes (15 a 29 años) que se mantienen solteras y en
consecuencia el porcentaje de unidas es mayor respecto a los varones de la
misma edad (la diferencia es de casi diez puntos porcentuales); esta situación
cambia en la población de 30 a 59 años, donde la proporción de mujeres unidas
es menor al de los hombres dando paso a un contingente de mujeres que se
encuentran separadas, divorciadas o viudas: una de cada siete (14.5%) se
encuentra en esta situación conyugal y llega a ser de 46% entre las que tienen 60
años y más.
Desde hace algunos años se advierte un aumento paulatino de las separaciones
(legales o no) así como de las uniones consensuales: en 2010, 5.6% de la
población de 15 años y más declaró estar divorciada o separada, proporción que
supera los tres puntos porcentuales respecto a 1990; un comportamiento similar
se da en la población que se une en forma consensual, en 2010 la proporción
supera los siete puntos porcentuales respecto a la observada veinte años antes.
Estos eventos se dan en forma diferencial según la edad de la población, entre los
que se unen consensualmente son los jóvenes los que muestran un mayor
aumentó: entre 1990 y 2010 su proporción pasó de 7.8 a 17.4 por ciento; en tanto
que la población de 30 a 59 años muestra un mayor incremento entre los que se
separan y divorcian al pasar en el mismo periodo de 3.2 a 7.9 por ciento.
La viudez es la situación conyugal que predomina entre los adultos mayores, más
en las mujeres (37.9%) que en los hombres (13.7%); lo anterior es consecuencia
de una mayor longevidad en las mujeres y de una menor probabilidad a que éstas
vuelvan a unirse.
Formación de nuevas uniones
Con información de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID)
2009, se observa que la mayoría de las mujeres mantiene una sola unión durante
la última etapa de su vida fértil, sólo una de cada diez mujeres de 30 a 49 años
alguna vez unida ha formado dos uniones o más; esta proporción tiene un
comportamiento diferencial conforme a la situación conyugal actual de la mujer y
llega a 31.8% entre quienes transitan por una unión libre y de 22 y 15.4% entre las
que actualmente están separadas o son viudas de una unión libre,
respectivamente. Estas proporciones disminuyen a menos del 6% cuando la mujer
está actualmente divorciada o casada, o bien, es viuda o separada de un
matrimonio.
Cohabitación premarital
La cohabitación se define como el periodo de vida marital no legalizado. Conforme
a la ENADID 2009, 18.1% de las mujeres en edad fértil actualmente casadas
cohabitaron premaritalmente con su pareja, 16.1% de las separadas de un
matrimonio también registra este tipo de convivencia, la cual tiende a disminuir a
11.8 y 11.5% entre las divorciadas y viudas de un matrimonio.
Edad en la primera unión
La edad media en la primera unión se refiere a la edad promedio en la cual la
población contrae matrimonio o se une por primera vez e indica claramente el
momento en que las personas formaron su propia familia o se unieron en pareja.
Los resultados de la ENADID 2009 indican que entre la población de 15 años y
más las mujeres se unen por primera vez a una edad más joven que los hombres,
con una diferencia de 2.8 años (23.8 y 26.6, respectivamente).2
En nuestro país, como parte de los cambios demográficos acontecidos en las
últimas décadas, la población femenina ha postergado en forma paulatina su
primera unión: en 1995 las mujeres de 15 años y más se unían por primera vez a
los 19.9 años, es decir, cuatro años menos respecto a 2009.
Matrimonios
De acuerdo con las estadísticas de nupcialidad, en 2009 se registran 558 mil 913
matrimonios, es decir, se celebraron 5.2 matrimonios por cada mil habitantes. De
acuerdo con la edad de los contrayentes, en 68.2% de los matrimonios el hombre
tiene una edad mayor respecto a su cónyuge, en 10.5% ambos tienen la misma
edad y en 21.3% el hombre es menor que su pareja.
Considerando algunas características socioeconómicas de los contrayentes se
observa que en 21.8% de los matrimonios el hombre tiene mayor escolaridad, en
54.9% ambos tienen la misma y en 23.3% ella cuenta con mayor escolaridad. Al
momento de casarse sólo 56.7% de los varones trabaja sin que su cónyuge lo
hiciera, en 38.9% ambos trabajan, en 0.8% sólo ella lo hace y en 3.6% ninguno
trabaja.
Divorcios
En 2009 se registran 84 mil 302 divorcios, es decir, por cada 100 enlaces
matrimoniales se dieron 15.1 divorcios; esta relación muestra una tendencia
creciente en los últimos años donde su punto más bajo se registró en 1993 (4.9
por cada cien), a partir de este año se observa un aumento paulatino que se debe
a un efecto doble entre el incremento de los divorcios y la disminución de los
matrimonios: entre 2000 y 2009 el monto de matrimonios se redujo 21% y el de los
divorcios aumentó 61 por ciento.
De las parejas que se divorciaron en 2009, 30.5% estuvieron casadas cinco años
o menos, 18.5% permanecieron unidas entre 6 y 9 años y prácticamente la mitad
(49.5%) proviene de un matrimonio con una duración social3 de 10 años o más. La
duración media de los matrimonios que disolvieron su vínculo de manera legal es
de 12 años, esto es 1.2 años más que en el año 2000 cuando las parejas que se
divorciaron duraron casadas aproximadamente 10.8 años.
Más de la mitad de los hombres divorciados (58%) tiene entre 15 y 39 años, en
tanto que en las mujeres esta proporción se da en dos de cada tres, es decir, las
mujeres se divorcian más jóvenes que los hombres: al comparar la edad de los
divorciantes se observa que en 67.5% de los casos los hombres tienen más edad
que las mujeres, en 12.4% tienen la misma edad y sólo en 20.1% la mujer es
mayor.
De los hombres y mujeres que se divorcian, uno de cada diez cuenta a lo más con
primaria terminada, en tanto que 44.9% de los varones y 44.6% de las mujeres
declaran tener una escolaridad media superior y superior. Cabe señalar que
94.8% de los hombres que se divorcian declararon tener trabajo, condición que
sólo se cumple en 39.4% de las mujeres.
Los divorcios se clasifican en administrativos cuando son tramitados en el Registro
Civil y judiciales cuando se tramitan en los juzgados; en los primeros la pareja no
cuenta con hijos menores de 18 años, en los segundos puede o no haberlos. En
2009, la mayoría de los divorcios son judiciales (85%) y de éstos: tres de cada
diez no tiene hijos menores de 18 años, una tercera parte tiene uno y una cuarta
parte tiene dos, sólo en uno de cada diez casos tienen tres hijos o más.
La pensión alimenticia es la suma de dinero pagada periódicamente al acreedor
alimentario, determinado por el juez después de realizado el divorcio; en los
divorcios judiciales con hijos menores de edad, en 92.6% de los casos el acreedor
son los hijos, 6% son la esposa y los hijos y 1.4% son los hijos y el esposo.
BIBLIOGRAFIA
http://sobrehistoria.com/el-amor-segun-la-mitologia/
http://sobrehistoria.com/el-da-de-san-valentn/
http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/estadisticas/
2012/matrimonios12.asp?s=inegi&c=2827&ep=83
http://www.profeco.gob.mx/encuesta/brujula/bruj_2007/bol32_14feb07.asp