¿Qué es la esquizofrenia?La esquizofrenia es una enfermedad compleja que afecta la forma de pensar de las personas que la padecen; afecta cómo se sienten en el mundo, así como su conducta. Se diagnostica principalmente en personas jóvenes a partir de los 16 años, si bien se suele diagnosticar a los hombres a una edad más joven que a las mujeres. Se afirma que alrededor del 1% de las personas sufre esquizofrenia en algún momento de su vida; afecta a los hombres y a las mujeres por igual.

La esquizofrenia puede ser aterradora para las personas que la padecen, ya que en ocasiones no son capaces de distinguir entre lo real y lo irreal, convirtiéndose así el mundo en un lugar muy hostil. El término que se emplea para describir estos episodios es episodio psicótico. Un rasgo fundamental de la esquizofrenia es que las personas con esta enfermedad no son conscientes de que hay algo en ellos que anda mal. Esto puede hacer que te resulte muy difícil dar apoyo a un allegado cuando dicha persona está sufriendo los síntomas psicóticos relacionados con la enfermedad. Sin embargo, puedes estar seguro de que tu ayuda y apoyo son críticos para ayudarle a manejar la esquizofrenia.

¿Qué causa la esquizofrenia?La esquizofrenia es una afección médica al igual que cualquier otra, como por ejemplo, el asma. Puede afectar a cualquiera y nadie sabe exactamente cuál es la causa. En ocasiones los amigos íntimos y los familiares sienten que sus acciones pueden ser responsables de su enfermedad, pero no es así. Existe evidencia que sugiere que cambios en las sustancias químicas del cerebro están implicados y también se ha observado que algunas áreas en los cerebros de algunas personas que tienen esquizofrenia (aunque no en todas) difieren de las demás personas que no tienen la enfermedad. Si bien la esquizofrenia parece estar más presente en algunas familias, esto no significa que las personas que lo padecen vayan a pasarlo automáticamente a sus hijos.

La mayoría de los científicos que están estudiando la esquizofrenia no creen que el consumo de drogas ilegales (por ejemplo, cocaína, marihuana) sea la causa; sin embargo estas sustancias químicas pueden desencadenar el trastorno en una persona predispuesta. También pueden interferir con el tratamiento farmacológico y dar lugar a un empeoramiento de la esquizofrenia en la persona que las consume.

¿Cuáles son los patrones de la enfermedad en la esquizofrenia?El patrón de la enfermedad es singular en cada persona y es muy posible que ya tengas una idea de cómo vive la esquizofrenia la persona a la que estás dando apoyo. Dado que cada uno puede vivir la esquizofrenia de manera diferente en distintos momentos, merece la pena echar un vistazo a los tipos de conducta que tu amigo/familiar puede presentar en el transcurso

de su enfermedad. No te dejes asustar por esta lista; pretende servir simplemente como guía para ayudarte a reconocer cualquier cambio que podría advertirte de una posible recaída. La mayoría de las personas no pasarán por todos los síntomas de la lista.

Alucinaciones Oír, probar sabores, oler, tocar o ver algo que en realidad no existe. Oír voces que nadie más oye es la alucinación más frecuente.

Creencias falsas Hay muchos tipos distintos de creencias falsas, por ejemplo, el individuo cree que alguien o algo está intentando hacerle daño o controlarle o que es, en realidad, alguien famoso.

Pensamiento desordenado

Dificultad para ‘pensar bien’, lo que puede afectar el buen criterio de la persona y disminuir su capacidad para concentrarse y hablar con claridad.

Comportamiento desorganizado

Dificultades para llevar a cabo las actividades de la vida cotidiana, agitación imprevisible o conducta que parece estrafalaria a los demás.

Los síntomas positivos ocurren durante el inicio repentino de un episodio grave de enfermedad mental, conocido como la fase ‘aguda’. Recuerda siempre que cualquier alucinación o creencia falsa que tiene la persona con esquizofrenia son muy reales para ellos, ya que esto puede ayudarte a comprender mejor el por qué se comporta tal y como lo hace.

Por el contrario, los síntomas negativos son la ausencia de capacidades que la mayoría de las personas poseen. Estos síntomas, que se hacen más prominentes una vez que la fase aguda haya pasado, pueden dar lugar a la desidia de la propia persona:

• Falta de motivación y energía

• Retraimiento social

• Falta de entusiasmo

• Disminución de la capacidad de respuesta emocional

Las alteraciones del estado de ánimo también se dan con frecuencia en la esquizofrenia y pueden pasar por la euforia y la ansiedad, la irritabilidad y la depresión. Tal y como se ha mencionado previamente, la esquizofrenia puede afectar la capacidad de la persona para pensar y hablar con claridad, lo que le impide hacer previsiones para el futuro.

La esquizofrenia afecta a cada uno de forma distinta; algunas personas tienden a estar retraídas, algunas se muestran bastante suspicaces, algunas parecen oír a personas que no existen y algunas se comportan de manera torpe o infantil. Como ya se ha comentado, muchas personas presentan una combinación de estas características, que puede darse en distintos momentos durante el curso de su enfermedad. Existen varios tipos de esquizofrenia, el más frecuente es la esquizofrenia paranoide en la cual la persona sufre ‘delirios paranoides’ (de perjuicio) u oír voces que les amenazan.

Si bien el 22% de las personas sufre un solo episodio de enfermedad mental a lo largo de su vida, existe una tendencia hacia la recurrencia de esta dolencia. Las personas que tienen esquizofrenia recurrente varían en cuanto al grado de discapacidad que sufren entre episodios; el 35% no sufre ninguna discapacidad en absoluto. Sin embargo,

Comprender la esquizofreniaInformación para personas que están apoyando a una persona afectada por esquizofrenia

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hay que constatar que las personas con esquizofrenia no siempre recuperan el mismo nivel (de funcionamiento) que tenían antes de la enfermedad.

Es importante aprender a reconocer los patrones de enfermedad que señalan que la persona está volviendo a enfermar para que se pueda buscar ayuda profesional lo más rápidamente posible y con suerte, disminuir la gravedad de una recaída.

Explicar la esquizofreniaAdemás de afrontar síntomas de la enfermedad, las personas con esquizofrenia, así como sus allegados, también tienen que soportar el estigma que entraña la enfermedad y los prejuicios del resto de la sociedad. Dado que vives en un contacto tan íntimo con la realidad de lo que es la esquizofrenia, es importante que dispongas de todos los datos. Por ese motivo, la siguiente información pretende ayudarte a desmentir algunos de los mitos asociados a esta enfermedad:

• La esquizofrenia no es lo mismo que doble personalidad.

• La esquizofrenia no es consecuencia de una mala educación en el seno familiar.

• La esquizofrenia no provoca movimientos involuntarios del cuerpo ni de la cara que se ven en algunas personas – es más probable que estos movimientos sean la consecuencia de fármacos más antiguos.

• La esquizofrenia no hace que las personas afectadas tengan una mayor probabilidad de ser violentas que el resto de la población – 9 de cada 10 personas con esta enfermedad no hacen daño ni a sí mismos ni a terceros.

Los sentimientos de estigma pueden hacer que las familias afectadas por la esquizofrenia se aíslen debido a la vergüenza que sienten por el comportamiento de su amigo/familiar, la vergüenza por el hecho de que un miembro de su familia haya sido hospitalizado o el miedo de la posibilidad de una recaída repentina. Sin embargo, es muy importante que no te aísles de otras posibles fuentes de apoyo en la comunidad en general. Puede que te sea útil hablar con tu médico acerca de la disponibilidad de orientación o ponerte en contacto con un grupo de apoyo para que puedas expresar tus sentimientos a personas que comprendan por lo que estás pasando.

¿Se puede tratar la esquizofrenia?Si bien en la actualidad no hay ninguna cura para la esquizofrenia, se disponen de muchos fármacos para manejar el trastorno y reducir las posibilidades de recaída. El puntal del tratamiento es una clase de fármacos que se conoce como antipsicóticos que disminuyen los síntomas y suelen ayudar a las personas con esquizofrenia a funcionar de manera más efectiva y más apropiada. Es preciso adaptar la dosis de forma individual a cada persona, ya que cada persona es un mundo en cuanto a la cantidad del fármaco que necesita para manejar sus patrones de enfermedad. La gran mayoría de las personas mejoran de forma significativa con estos medicamentos, aunque pueden hacer falta varias semanas antes de que se logren todos los beneficios del fármaco. Desde el año 1990, una nueva clase de medicamentos denominados antipsicóticos atípicos han mejorado mucho la perspectiva para las personas con esquizofrenia, ya que están asociados a una mayor efectividad terapéutica, mejor tratamiento de los síntomas negativos, así como menos efectos secundarios de tipo neurológico en comparación con los agentes más antiguos.

En este momento, merece la pena aclarar algunos aspectos de la terapia con antipsicóticos; no provocan adicción, no dan lugar

a ‘euforias’ y no socavan la voluntad de la persona. Al principio, pueden tener un efecto sedante (lo que puede ser toda una ventaja si la persona está especialmente agitada), aunque este efecto puede disminuir a medida que continúe el tratamiento o con una modificación de la dosis si el médico lo considera oportuno.

Algunas personas necesitan medicaciones adicionales durante el curso de su enfermedad; por ejemplo, se pueden deprimir y requerir un antidepresivo o pueden volverse excesivamente agitadas y necesitar una terapia adicional. El poder hablar con un terapeuta formado sobre sus sentimientos puede beneficiar a algunas personas con esquizofrenia, mejorar su forma de interactuar con otras personas y ayudarles a ‘encajar’ mejor. Puede merecer la pena pedir al médico que le derive a un psicoterapeuta. Si bien este tipo de terapia sería de escaso valor en la fase aguda de la esquizofrenia, puede ser de gran utilidad cuando el episodio de enfermedad mental está controlado y se quiere mejorar las habilidades sociales.

Dado que es importante que la persona a la que estás dando apoyo comprenda todas las ventajas y los inconvenientes que entrañan los tratamientos que recibe, puede ser útil que le acompañes a las consultas con el médico, si así lo desea. Para ayudarte a sacar el mayor provecho posible de las conversaciones con el médico, a continuación ofrecemos algunos consejos:

1. Anota cualquier pregunta que puedas tener antes de la cita.

2. Lleva contigo un bloc y bolígrafo.

3. Explicale (al médico) cómo el tratamiento afecta a tu amigo/familiar, por ejemplo, si ha ayudado con la concentración, la comunicación o su confianza en sí mismo.

4. Enumera cualquier síntoma o efecto secundario que ha sufrido desde la última visita.

Seguir el tratamientoSe ha demostrado que el empleo a largo plazo de medicación de forma continuada previene recaídas y reduce la gravedad de cualquier síntoma que pueda estar experimentando la persona en cuestión, si bien no todas las personas tienen que seguir medicándose para toda la vida. Para la persona afectada, puede resultar verdaderamente tentador dejar de tomar la medicación una vez que empieza a encontrarse mejor; sin embargo, aunque puede que parezca estar perfectamente en un primer momento, es casi seguro que la esquizofrenia empeore y podría acabar teniendo que volver al hospital. Aunque el tratamiento continuado no va a curar la esquizofrenia, desde luego sí que aliviará la intensidad y la frecuencia de las recaídas y mejorará su calidad de vida. Cuantas más recaídas sufra la persona, más difícil resulta manejar sus síntomas con medicación.

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Pueden hacer falta varias semanas para que el tratamiento alcance su efecto máximo, así que intenta mostrarte especialmente positivo durante este período para ayudar a evitar que la persona a la que estás dando apoyo se desanime.

Así que, como ves, es importante intentar animar a tu amigo/ familiar a seguir tomando su medicación y a no cambiar su dosis, dado que le ayuda a mantenerse estable. Puede ser difícil, ya que a muchas personas con esquizofrenia les cuesta aceptar el hecho de tener la enfermedad y, por tanto, no les gusta tomar la medicación pautada. La naturaleza de la enfermedad también significa que no tienen conciencia de que están sufriendo una recaída, por lo que pueden negar la necesidad de tomar su medicación. Claro está que el mero hecho de no tomar su medicación puede de por sí ser signo de recidiva, puesto que su pensamiento ha empezado a estar desorganizado.

Procura asegurarte de que ambos comprendáis cómo se debe tomar la medicación, porque los malos entendidos respecto a las dosis pueden dar lugar a que se tome una cantidad insuficiente del fármaco y que se aumente el riesgo de recaída. Existen muchas estrategias para ayudarte a ti y a tu amigo/familiar a seguir la dosis correcta, como calendarios especiales para la medicación, pastilleros con compartimentos para cada día de la semana, temporizadores electrónicos o tomar la medicación a la misma hora que otras actividades habituales, por ejemplo, antes de acostarse. Pídele más información al médico o al personal de enfermería.

Si la persona sufre una recaída mientras se está tratando, es importante comprobar que están tomando su medicación de acuerdo con las instrucciones del médico y hablar con el personal de enfermería o con su médico sobre cualquier duda o preocupación que puedas tener.

¿Qué hacer en caso de que tenga algún efecto secundario?Si la persona a la que estás dando apoyo sufre algún efecto secundario, es importante que se lo diga a su médico u otro profesional sanitario. No debe simplemente dejar de tomar su medicación, dado que esto podría provocar una recaída. Algunos de los fármacos más antiguos pueden provocar movimientos involuntarios del cuerpo que pueden ser difíciles de controlar, mientras que uno de los efectos secundarios más importantes asociados a los nuevos medicamentos es un aumento del peso, si bien éste se puede limitar con la práctica de ejercicio de forma regular y una alimentación sana y equilibrada. Tal y como se ha comentado anteriormente, es posible que al principio, el tratamiento cause sedación en la persona a la que estás dando apoyo; sin embargo, lo más probable es que se resuelva con el tiempo.

Es conveniente que animes a tu amigo/familiar a hacer revisiones de salud a intervalos regulares con su médico para que se pueda detectar cualquier efecto secundario de forma precoz.

El bienestar general es importanteHay muchas maneras mediante las cuales puedes motivar a la persona a la que estás dando apoyo para que siga un estilo de vida más sano y más pleno. Te esbozamos algunas ideas a continuación. Lógicamente no pretendemos sugerir que se puede lograr que una persona se cuide mejor si no quiere, así que no te sientas responsable y no seas muy duro contigo mismo si en ocasiones no se agradece tu ayuda y si tus esfuerzos pasan desapercibidos.

La medicación tomada de forma regular contribuye al manejo de los patrones de enfermedad asociados a la esquizofrenia, lo que les permite a estas personas a centrarse en su bienestar global. Además, se pueden introducir varios cambios en el estilo de vida que ayudarán a estas personas a seguir estando bien.

Si bien es cierto que las alteraciones del sueño pueden ser un componente de la esquizofrenia, es conveniente que animes a la persona a la que estás dando apoyo a que haga ejercicio de forma regular y que procure dormir entre 7 y 8 horas todas las noches al acostarse y levantarse a la misma hora todos los días – fines de semana incluidos.

Si preparas las comidas para una persona con esquizofrenia es importante tener presente que una alimentación sana y equilibrada puede contribuir a contrarrestar el aumento de peso relacionado con la medicación. Además, el ejercicio no sólo ayuda a alcanzar un peso saludable, sino que también ayuda a mitigar la depresión. También se debe animar a cualquier persona con esquizofrenia que consuma alcohol con moderación y que evite el consumo de drogas, como el cannabis.

Siempre que sea posible, es mejor intentar evitar aquellas situaciones que son fuentes probables de estrés para la persona a la que estás dando apoyo. Sin embargo, intenta que no os quedéis aislados. Es muy tentador proteger a tu amigo/familiar de las presiones asociadas a la sociedad, pero es bueno que haya algo de interacción (con otras personas) para poder establecer un equilibrio saludable. Ahora bien, lo lógico es evitar que caigan en un estilo de vida potencialmente destructivo que puede haber tenido antes del diagnóstico de su enfermedad. En el caso de que parezca que está sometido a mucha presión, debes apoyarle dejando que se desahogue y ofreciéndole ayuda de tipo práctico. Terapias complementarias como yoga y masaje también pueden ayudar a la persona a relajarse y se pueden utilizar además de su medicación habitual – nunca como sustituto de la misma. No se suele recomendar el uso de remedios basados en hierbas para las personas con esquizofrenia, ya que pueden tener interacciones con los fármacos recetados por el médico. Algunos suplementos pueden ser beneficiosos, pero no se deben tomar nunca sin el consentimiento del médico.

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Planificación para el futuro¿Qué les digo a los demás?Es importante que se decida, conjuntamente con la persona a la que estás dando apoyo, con quiénes quiere hablar de su enfermedad. Es conveniente que haya un grupo de personas allegadas a ambos que tengan conocimiento del trastorno, dado que con toda probabilidad, habrá momentos en el futuro en que necesites un apoyo tanto práctico como emocional. Utiliza este documento como una ayuda para explicar qué es la esquizofrenia a otros familiares y amigos.

Es especialmente importante hablar con los niños acerca de la esquizofrenia, así como las implicaciones que puede tener en la vida familiar. Lo que les cuentes variará seguramente en función de la edad y lo que hayan vivido de la enfermedad hasta el momento, pero debes intentar ser lo más abierto posible y dedicar tiempo a escucharles verbalizar cualquier preocupación que puedan tener. Una ventaja que tiene el explicarles en qué consiste la dolencia vosotros mismos es que resulta menos probable que los niños se asusten o queden desconcertados si oyen cosas raras acerca de la esquizofrenia de boca de otros niños, la televisión o los periódicos.

Si trabajas, puede ser conveniente informar a tu jefe o compañeros de trabajo más allegados que estás apoyando a un amigo/familiar enfermo. No es preciso dar todos los detalles al respecto, pero puede ayudarles a comprender si a veces pareces estar alterado o distraído.

¿Podrá volver al trabajo?El estigma que rodea la esquizofrenia significa que puede haber una cierta falta de comprensión entre algunos jefes. Por este motivo, las personas con esquizofrenia pueden toparse con ciertas dificultades para volver a su empleo y pueden sufrir la pérdida de ingresos. Intenta tranquilizar a la persona a la que estás dando apoyo que esta situación no es culpa suya y que con el tratamiento adecuado y una buena orientación, no existe ningún motivo por el cual no pueda volver a trabajar.

Si la persona a la que estás dando apoyo tiene un puesto de trabajo, es importante que intente retener la seguridad del puesto a largo plazo. Si trabaja para una empresa grande, es posible que el departamento de recursos humanos le pueda brindar ayuda y apoyo.

La oficina local de empleo también puede ser una buena fuente de

información y orientación.

Hacer planesAprovecha los ratos

en que la persona a la que estás dando apoyo se encuentra bien para tratar las cuestiones de tipo práctico, como las finanzas y para hablar de cualquier provisión que haya que hacer por si

vuelve a enfermar. El documento

incluido en esta página de información para

personas con esquizofrenia

les aconseja que anoten lo que quieren que se haga en caso de que sufran una recaída; por ejemplo, quién se encargará de cuidar de los niños y qué médico(s) prefiere que les trate(n). Averigua si la persona a la que estás dando apoyo ha redactado ya algún documento de este tipo y en caso negativo, anímale a anotar sus deseos y asegúrate de que se guarde en un lugar seguro.

¿Y si vuelve a enfermar?Reconocer los signos de un episodio inminenteLos signos precoces de un episodio agudo de enfermedad mental difieren de una persona a otra.

Se debe vigilar de cerca cualquier cambio de conducta, por ejemplo, cambios en los patrones del sueño, habla confusa, estar más ausente de lo habitual o el retraimiento social. Los cambios iniciales en el comportamiento pueden ser muy sutiles, por lo que es importante que tanto tú, como la persona a la que estás dando apoyo aprendáis a reconocerlos. Si te pones a pensar en los episodios de la enfermedad que haya sufrido hasta el momento, puede que te resulte más fácil identificar algunos de estos patrones tempranos de la enfermedad, así como cualquier acontecimiento que los puede haber desencadenado.

¿Qué hay del riesgo de suicidio?Es un hecho que las personas con esquizofrenia tienen una tasa de suicidio superior a la de la población general. Por desgracia, puede resultar muy difícil prever el suicidio en la esquizofrenia. Lógicamente, si la persona a la que estás dando apoyo intenta suicidarse o amenaza con hacerlo, se debe buscar ayuda profesional de forma inmediata. Es muy importante que no te sientas culpable en esta situación – has de entender que las tendencias suicidas forman parte integral de la esquizofrenia y no se deben a nada que hayas podido decir o hacer.

No siempre es tarea fácil, ya que muchas personas en las primeras fases de una recaída creen que están bien y puede ser imposible convencerles de otra cosa. Intenta mantener la calma y anima a tu amigo/familiar a hablar con sensatez, con frases como ‘Es tu cerebro que quiere gastarte una broma – en realidad, no está ahí’. Nunca resulta conveniente seguirle la corriente en lo concerniente a las alucinaciones o creencias falsas.

Si esta conducta persiste o si se inquieta por tus esfuerzos por ayudarle, entonces hay que actuar con rapidez. Puede ser muy duro optar por pedir ayuda profesional, dado que puede dar lugar a la hospitalización de la persona durante un tiempo. Tu médico o Equipo comunitario de salud mental puede decidir que es necesaria la implicación de un equipo de crisis (un psiquiatra y un trabajador social) para llevar a cabo una valoración. En circunstancias extremas, se puede llevar a una persona con esquizofrenia al hospital contra su voluntad bajo el amparo de la Ley sobre la salud mental.

Cuanto antes le consigas ayuda, mejor, puesto que puede acortarse la duración de la recaída y con suerte, se podrá evitar la necesidad de un ingreso hospitalario.

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Cómo manejar los patrones de la enfermedadEs probable que la persona con esquizofrenia se sienta muy confusa y angustiada; tendrá miedo y le llevará mucho tiempo volver a confiar en si mismo tras un episodio de enfermedad mental. Como han pasado por una experiencia tan emocionalmente perturbadora, su organismo necesitará mucho reposo para poder funcionar. Esto puede significar que necesiten dormir muchas horas, así como mucha paz y tranquilidad. No significa que te rechace, sino se trata de un mecanismo de supervivencia para disminuir la estimulación confusa.

Este período de recuperación puede requerir hasta un año, así que no le presiones para que salga a hacer muchas cosas durante este tiempo. Dicho esto, puede ser útil animarle a participar en las conversaciones familiares, ver la televisión, hacer ejercicio y ayudar en las tareas domésticas – no caigas en la tentación de hacérselo todo. Naturalmente, si se aísla durante varios seguidos, puede ser signo de que su dolencia esté empeorando.

En términos generales, los siguientes consejos te pueden ayudar a afrontar la presencia de trastornos del comportamiento:

• Recuerda que no eres responsable de su comportamiento

• Haz caso omiso de su conducta si puedes, sobre todo si no es grave

• Si no puedes hacer caso omiso, pídele de forma clara y amable que deje de actuar de ese modo

• Elogia su conducta cuando sea buena

• Intenta identificar y eliminar cualquier desencadenante del comportamiento (extraño)

• Mantén la calma

• No presiones a tu amigo/familiar ni entres en largas discusiones

• Nunca le sigas la corriente de sus alucinaciones o creencias falsas – expresa tu desacuerdo con las ideas raras con naturalidad y suavidad

• Intenta dedicar un poco de tiempo para ti mismo (véase la próxima sección)

En los casos extremos, si la persona a la que estás dando apoyo se vuelve violenta, empieza por decirle con voz controlada y firme que se calme. Si esto no funciona, lo mejor es que salgas de la habitación o de la casa y que esperes a que se calme. Si sigue con una conducta inadecuada, ponte en contacto con el médico de tu amigo/familiar o con el personal de enfermería psiquiátrica de la comunidad. Procura no enfadarte y siempre debes tomar en serio sus amenazas o advertencias.

CuidarteLa convivencia con o el cuidado de una persona con esquizofrenia puede resultar extenuante. Es fundamental que te cuides a ti mismo y tu propia salud y bienestar.

No es infrecuente que aquellos que están dando apoyo a personas con esquizofrenia sufran sentimientos de culpabilidad, vergüenza e ira. Si te encuentras sobrepasado por estas emociones, puede que merezca la pena hablar con tu médico sobre la posibilidad de una terapia – algunos médicos cuentan con los servicios de un psicólogo adjunto a su servicio.

Recuerda que no lo puedes hacer todo, por lo que es importante que sepas reconocer hasta dónde llegas y que sigas dedicándote a cosas que te den satisfacción. Intenta dedicar un poco de tiempo a ti mismo y salir de casa todas las semanas, aunque sólo sea para dar un pequeño paseo.

Dándote permiso para mantener tus rutinas habituales contribuirá a disminuir el estrés al que os veis sometidos tú y la persona a la que estás dando apoyo. Ponte en contacto con tu Departamento de servicios sociales local para averiguar si tienes derecho a alguna ayuda económica para algún servicio de respiro/desahogo familiar para que puedas disfrutar de un descanso más prolongado alguna vez que otra. Seguramente tu médico o el personal de enfermería te podrá informar sobre centros de día a los que puede asistir tu amigo/familiar para mejorar sus competencias sociales a la vez que te da un respiro a ti. Lógicamente, es más fácil decirlo que hacerlo, pero has de andar con mucho ojo para no ‘hacer demasiado’ por la persona a la que das apoyo – no sólo aumenta tus niveles de estrés, sino que de hecho, puede ser contraproducente, ya que le puede negar a tu amigo/ familiar la oportunidad de recuperar la confianza que tanto necesita, aunque sea con las tareas más sencillas.

Habla de tu situación con amigos y familiares comprensivos y no tengas miedo de pedir ayuda si la necesitas. En ocasiones puede ser muy útil hablar de tus problemas con alguien que no esté implicado tan de cerca.

También es conveniente que averigües si existen grupos de apoyo locales cerca de tu localidad, ya que pueden servir como fuente valiosísima de información y de apoyo tanto para las personas afectadas de esquizofrenia como para las personas que les apoyan.

Se puede pedir una valoración del cuidador en cualquier momento con simplemente ponerte en contacto con los servicios de salud mental. En función de las respuestas que les proporciones, puede haber prestaciones a las que puedes acceder para ti y/o para la persona a la que estás dando apoyo.

Si bien en un principio puede resultar muy duro dar apoyo a una persona con esquizofrenia, procura recordar siempre que el futuro no tiene por qué teñirse de negro. Con el tratamiento correcto y el apoyo necesario, muchas personas aprenden a manejar su esquizofrenia y seguir adelante con vidas plenas.

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