REFLEXIÓNINICIAL!!!

La vida es como un jardín.

La vida es como un jardín.Las hojas se mueren y las flores se marchitan naturalmente.Sólo si eliminamos los desechos nos beneficiamos plenamentede la belleza de las hojas y las flores nuevas.

De la misma manera, debemos eliminar de nuestro espíritulas experiencias malas, oscuras del pasado.Vivir es acordarse de olvidar.Perdona lo que debe perdonarse.

Olvida lo que debe olvidarse.Abraza la vida con renovado vigor…

Deberíamos poder acoger cada instante de la vidacon una mirada nueva,como una flor que acaba de abrirse.

Mata Amritanandamayi, lideresa espiritual hindú.

Conociendo el Yoga.

¿Qué es yoga?Es un sistema antiguo para desarrollar nuestro potencial físico, mental y espiritual para alcanzar la salud y el bienestar. Quiere decir “unión” en sánscrito, porque ve una unidad entre nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu. Asegura que todos estamos conectados, que somos uno con todo lo que existe y que tenemos las cualidades del universo: amor, sabiduría, plenitud.

El yoga físico es el más conocido. Trabaja el cuerpo para estar sanos y fuertes, pero busca ir más allá: a través de un cuerpo sano buscamos una mente clara. La tradición busca esa armonía porque ahí podemos encontrarnos a nosotros mismos. Un cuerpo saludable y una mente serena nos vuelven a conectar con esa parte de nosotros que es sabia e infinita. El yoga es un maravilloso camino de despertar y de crecimiento interior.

¿Para qué sirve el yoga?Para tener más vitalidad. Para reducir el estrés o la ansiedad. Para sentirnos bien con nuestro cuerpo. Para aumentar nuestras facultades mentales. Para tratar problemas de salud. Para conservar una buena salud. Para dormir mejor. Para el dolor de espalda. Para que nos ayude a estar serenos en momentos de transformación. Para la depresión. Para superar temores. Para aumentar la pasión por la vida. Para tener mayor autoestima. Para darle más sentido a nuestra vida. Para crecer interiormente. Para ser más éticos y más libres.

¿Es el yoga una religión?El yoga busca la unidad entre los seres humanos. Es tolerante y universal, por lo que va más allá de diferencias culturales, sociales o religiosas. Tiene un sentido trascendente, porque es espiritual, pero este no es religioso porque no es dogmático. El yoga da cuenta de preguntas fundamentales como la naturaleza del mundo, la esencia del ser humano o el sentido de la vida.

Puede ser practicada por todos los seres humanos, independientemente de su tradición religiosa o su forma de vida. Por eso, no te dice en qué creer ni cómo vivir. Tú tomas lo que mejor te parezca.

¿Por qué tanto interés en ejercicios de estiramiento?

Algunas personas creen que el yoga es una moda repentina pero la verdad es que es una tradición de más de 5000 años. Tan sólo una parte del yoga son las posturas. Algunas de estas posturas, en efecto, son estiramientos, fundamentales para la buena salud. Este estiramiento nos hace con el tiempo más flexibles de cuerpo pero también más expansivos y más felices, porque todo está conectado.

Las posturas de yoga son también fuerza, equilibrio, conciencia y energía que se traducen de forma simbólica en nuestra vida. El yoga trabaja el cuerpo para llegar a la mente y a nuestro ser superior, o "espíritu". Entonces, se trata de toda una tradición de desarrollo integral que comprende otras formas de yoga como por ejemplo la meditación, los ejercicios de respiración, la relajación, el pensamiento positivo, la atención al momento presente, la auto-conciencia y la vida ética.

¿Soy un buen candidato para hacer yoga?

Una de las cosas que nos enseña el yoga es que cualquier persona puede hacerlo porque es una práctica universal que busca algo igualmente universal: La salud y la felicidad. Por eso el yoga tiene diversas formas, escuelas, corrientes y prácticas. Porque se adapta a todas las personas. Existen diferentes tipos de yoga para diferentes cuerpo, momentos de la vida, estados físicos, creencias y culturas.

¿No es el yoga muy aburrido?El yoga es muy entretenido y es además un proceso constante. En yoga nos paramos de cabeza y de manos, mantenemos el equilibrio, nos doblamos, nos estiramos. Hacemos la postura de la cara de vaca, el pavo real, el cuervo, el gato, el perro, el árbol, el triángulo y la luna. Con cada postura que hacemos mostramos a nuestro cuerpo nuevas posibilidades y nos asombra cómo relajar nuestra mente y expandir nuestro cuerpo puede cambiar nuestra mirada. Las posturas de recogimiento nos dan sosiego, las de apertura flexibilidad mental, las firmes estabilidad interior, las de equilibrio armonía y claridad.

Es que es un trabajo integrado entre mente y cuerpo, un ejercicio consciente que no fuerza ni extenúa, que intenta no competir y no juzgar, que es agradable en lugar de tortuoso, amoroso en lugar de agresivo y que luego se convierte en todo un mundo fascinante que nos cambia la vida. Es un trabajo en nosotros mismos que nunca acaba.

¿Qué me daría el yoga?El yoga sostiene que la salud radiante y la felicidad son nuestro derecho de nacimiento. En ese sentido, el yoga es una liberación de los condicionamientos mentales que nos han alejado de nuestra verdadera naturaleza. El yoga en realidad es un camino con muchas dimensiones para regresar a nuestra esencia. Por eso no es que nos “de” algo.

Simplemente nos permite ver lo que ya somos. Nos permite soltar y liberarnos de todo lo que no nos sirve. Nos ayuda explorar el potencial maravilloso de nuestro cuerpo y nuestra mente para trascenderlos. Nos permite ser plenamente, más allá de la noción limitada del "yo" y nos permite experimentar la luminosidad de la unión con la universo. Aunque se habla de una disciplina, el fin último es no hacer nada ni lograr nada porque todo lo que buscamos está en nosotros.

Cinco claves para el

Equilibrio.

Limpiar y sanar.Cuando soltamos lo que no nos sirve y sanamos emocionalmente, cuando nuestro cuerpo está saludable y fuerte, nuestra mente está clara, algo maravilloso sucede. Comenzamos a vivir en niveles superiores de conciencia, somos más libres, más plenos, más felices, porque la naturaleza equilibrada del universo se manifiesta en nosotros. Es nuestra esencia pero la olvidamos. La visión holística oriental nos pide que examinemos nuestra vida para resolver los asuntos que generen tensión emocional y enfermedad.

La meditación y las diversas técnicas del yoga nos limpian para calmar la mente, que nos ancla a la realidad limitada del ego y a encontrarnos con nuestra esencia. La pureza del yoga a través de una alimentación saludable, sus prácticas y forma de vida, sus preceptos éticos, están orientados a esta liberación.

A través de un cambio de nuestra mirada.

Quiere decir, vivir en nuestro ser universal y no sólo en nuestro ser personal (ego). Nuestro ego nos hace ver una realidad muy limitada en donde somos el centro del mundo. Se aferra a las cosas, emite juicios, no acepta las circunstancias, teme al cambio. Debemos dejar la dualidad: tú o yo. Es una integración: yoga viene del sánscrito yuj, unión. Tampoco hay tal cosa como bien o mal, perder o ganar. La vida es un proceso permanente de aprendizaje y crecimiento.Para fluir con este orden universal hay que aceptar el presente y estar en el amor. Y claro, cambiar completamente nuestra noción de riqueza y realización, porque la experiencia nos ha probado que no están afuera. 

Aceptación de lo que es.

Uno de los mayores obstáculos de nuestro equilibrio interior es la tendencia humana a no aceptar. Cuando empezamos a ser más conscientes comenzamos a tener mayor responsabilidad ante nuestra mirada y circunstancias de vida, cambiamos lo que no nos hace felices, pero hay otras que posiblemente no están en nuestras manos. Si bien tenemos voluntad, y en gran medida creamos nuestra propia realidad, todos en algún momento nos enfrentamos a cambios y retos que pueden ser vistos como oportunidades de crecimiento o como pérdidas y catástrofes.Además, todos nos enfrentamos con elementos que son realidades dadas: nuestra naturaleza espiritual, el cuerpo que nos fue dado, la familia que tenemos. Podemos elegir lamentarnos, o podemos fluir, soltar y sacar lo mejor de lo que la vida nos traiga. Que tal vez haya una razón para que así sea y detrás haya una gran lección. Lo que siempre podemos cambiar es nuestra mirada.

Desarrollando de manera balanceada las diferentes dimensiones.

Somos un microcosmos que refleja y reúne las diferentes fuerzas del universo. En nosotros están la seguridad, la energía creativa, el poder personal, el amor, la expresión, el poder de la mente y la sabiduría universal. Nos enfermamos física o psico-espiritualmente cuando hay algún desequilibrio y negamos o alimentamos excesivamente alguno de estos aspectos. Por el contrario, florecemos cuando tenemos una vida donde cada uno de estos aspectos puede desarrollarse. Esto nos indica también la necesidad de un equilibrio entre nuestra naturaleza material, nuestra naturaleza espiritual y el centro energético del amor.Todos los aspectos que nos conforman deben ser igualmente honrados.

Estar en el presente.La vida sólo ocurre en el presente y curiosamente es el único momento donde no vivimos. Estar en el pasado y en el futuro no solo nos quita la paz interior, porque nos llena de tristeza o de miedo; también nubla nuestra mirada. Salirnos del presente nos llena de ruido, nos ancla a nuestras creencias y nuestros condicionamientos y nos perdemos de vivir. Estar sólo en el presente, completamente inmersos en lo que estamos haciendo y viviendo hace que encontramos equilibrio interior pero que además logremos tener conciencia plena. Esta conciencia nos hace más receptivos a ver la vida con claridad, a verla nueva a cada instante, a sentir su magia y la serenidad que la acompaña. Con conciencia plena podemos crear un espacio de luminosidad para pensar y actuar con sabiduría y abrirnos al disfrute.

Cómo empezar a practicar

yoga.

Qué se necesita.Para el hatha yoga original (el yoga físico) sólo necesitas tu cuerpo y una mente presente. Por lo general, es suficiente una indumentaria de ropa cómoda y sencilla, un tapete de yoga o una manta donde puedas practicar, pies descalzos, apertura de mente y corazón y estar dispuesto a darte un rato para nutrir tu cuerpo, relajar tu mente y elevar tu espíritu. Algunas personas que por alguna razón no tienen movilidad, que no puedan practicar asanas (posturas de yoga), también pueden hacer yoga. La meditación, la relajación y la respiración también son yoga. Al igual que la actitud amorosa, abierta, la vida compasiva y generosa. El estar completamente presentes y maravillarnos con la grandeza de la vida también es yoga. El yoga, además de una seria de técnicas antiguas, es una actitud y un estado mental que nos llevan a un alto nivel de conciencia, salud y plenitud.

Cómo prepararse para hacer yoga.

La preparación para el yoga, incluso para los yoguis con experiencia, es muy sencilla. Sólo necesitas estar dispuesto a hacer una pausa completa en tu vida por un periodo de tiempo. Lo que diferencia al yoga en esencia, de otras actividades físicas, es que nuestra mente está completamente presente en lo que estás haciendo. Prepárate para no estar disponible y para tener conciencia plena. Si estás pensando en algo más, estás dejando ir lo más valioso que tiene. Cuenta con tiempo y silencio a la llegada y a la salida. No comas dos horas antes o espera tres si tu última comida no fue tan ligera. Relájate y fluye.

Qué ponerse.La regla principal en la indumentaria es comodidad. Prefiere ropa suelta o al cuerpo, pero en un material que te permita completa libertad de movimiento. Una camiseta y un pantalón cómodos son la mejor opción. El blanco es un color muy lindo para la práctica de yoga porque representa la luz. Escoge colores que resuenen contigo. No tienes que comprar nada “especial”. No le des mucha relevancia a tu indumentaria. La liberación comienza por ahí. Tantos productos yoguis contradicen su esencia, nos confunden y nos olvidamos de que se trata de regresar a lo simple, de desprendernos de la necesidad de comprar o tener. El yoga se practica con los pies descalzos para estar con los pies firmes sobre la tierra.

Qué llevar a tus prácticas.

Para el yoga no se necesita prácticamente nada además de tu presencia física y mental y un tapete de yoga. Es mejor que lleves tu propio tapete a clase (o mat, como también se le conoce también en español a pesar de ser un anglicismo). En el yoga decimos que el tapete guarda tu prana, tu energía vital. En algunos estilos de yoga energéticos donde hay mucho esfuerzo y sudor, se recomienda que lleves una toalla, en la mayoría de versiones de hatha yoga (hatha yoga es la práctica física del yoga) no se bebe agua durante las clases.

La práctica en casa.Solamente dedícale unos minutos al día para estar en silencio a través de la meditación y que hagas algunas posturas básicas por tu cuenta.Comienza con estiramientos sencillos y las 10 posturas básicas del yoga.Compartir la práctica con un buen grupos también es algo muy especial. En el yoga no hay juicios, competencia ni comparaciones, así que no hay nada qué temer. Solamente aceptar lo que somos y a liberarnos. El miedo es una señal de que estamos dejando lo conocido y que estamos creciendo espiritualmente.

Qué hacer en una clase de yoga.

Necesitas apertura y buena actitud. Poco a poco verás que tu cuerpo se relaja y se estira cuando tu mente esté relajada.

Trata de mantener la conciencia plenamente en lo que estás haciendo y  no te compares con nadie.

Concéntrate en lo tuyo y no te distraigas con lo que venga de afuera ni des cuerda a tu mente si se va hacia el futuro o al pasado. Tráela de nuevo. No te ofendas si te corrigen. En yoga no hay nadie “mejor”. Intenta no juzgar si te enfrentas por primera vez a un lenguaje diferente o a unas técnicas desconocidas. Fluye, suelta, relájate, escucha tu cuerpo y respeta sus límites, respira plenamente por la nariz y cuando puedas cierra los ojos. Si pierdes el equilibrio o no logras una posturas, no pasa nada. El yoga es un camino, no un objetivo.

Ríete e inténtalo de nuevo. Diviértete.

Ten en cuenta. Realiza cada postura de manera consciente y no

mecánica, poniendo atención a tu cuerpo, al lugar que estás trabajando e intentando relajar las partes que tengas tensionadas. El yoga es un ejercicio de auto observación.

El yoga se practica con los pies descalzos para estar bien cerca de la tierra y para poder estar muy firme en tus ejercicios.

En yoga se pone especial atención en la respiración y siempre se inhala y exhala por la nariz, a menos que se especifique lo contrario (hay excepciones). Un componente central del yoga es el pranayama, pues el prana es nada más y nada menos que nuestra energía vital.

No es conveniente comer antes de hacer yoga. Lo mejor es ingerir alimentos ligeros tres o mínimo dos horas antes de la práctica.

Diez posturas iniciales de Yoga para principiantes.

1. Postura de la montaña (Tadasana).

Párate con los pies paralelos. Para darte estabilidad puedes separar ligeramente los talones. Mira hacia el frente, con el maxilar paralelo al piso, con la columna recta y los brazos a cada lado del cuerpo, estirados, al igual que los dedos de las manos. Relaja los hombros. Activa los muslos y la columna, y siente cómo se elevan. Expande el pecho, eleva el abdomen y abre los hombros. Siente cómo “creces” desde el piso y tu columna se estira hacia el cielo. Distribuye muy bien el peso en los dos pies y plántate muy bien en los dedos y la parte frontal del pie. Respira profundamente y toma conciencia de cada parte de tu cuerpo, cómo estás parado firmemente sobre la tierra y cómo esta te da solidez y vitalidad. Cierra los ojos y haz diez respiraciones lentas y profundas. Tadasana nos hace conscientes del cuerpo, nos da estabilidad interior y nos conecta con la tierra. 

2. Postura del árbol (Vrksasana).

Comienza en la postura de la montaña.Junta tus manos frente a tu pecho, manteniendo los hombros relajados. Lleva la mirada a un punto fijo a la altura de tus ojos. Eso te ayudará a mantener el equilibrio. Lleva todo el peso de tu cuerpo a la pierna derecha. Plántate muy bien en los dedos y la parte frontal del pie. Levanta el pie izquierdo y lleva la planta a la parte interna de tu muslo derecho, los dedos de tus pies apuntando hacia el suelo. Si te es más cómodo, apóyala en tu pantorrilla, pero nunca sobre la rodilla. Puedes mantener las manos juntas sobre el pecho o elevar los brazos hacia el cielo. Mantén la postura durante treinta segundo y repite con la pierna contraria. El árbol nos da concentración y equilibrio físico y mental. 

3. Guerrero I(Virabhadrasana)

Comienza en la montaña y separa las piernas alrededor de 1.2 metros de distancia. Gira el pie derecho 90 grados y el izquierdo 45 grados. Los talones deben estar alineados. Mantén la pierna izquierda estirada y firme. Gira el torso hacia la derecha y dobla la pierna derecha en un ángulo de 90 grados con respecto al piso (nunca más allá porque puede lastimarse), de manera que el muslo esté paralelo al piso; mira que tu rodilla esté alineada con el pie. Asegúrate de que tu cadera quede bien cuadrada hacia el frente y que no se haya abierto hacia la izquierda. Estira los brazos por encima de tu cabeza, perpendiculares al suelo, con los dedos estirados hacia el techo y mantén la postura. Respira. Repite con el lado opuesto. Esta postura fortalece piernas, los hombros y las espalda, mejora la postura y nos da la fuerza del guerrero. 

4. Triángulo (Trikonasana)

Separa las piernas alrededor de un metro o 120 cms, de acuerdo con tu estatura. Fíjate que tus pies estén paralelos uno al otro y que estén apoyados firmemente. Equilibra tu peso en ambos pies igualmente y siente la estabilidad. Gira el pie derecho 90 grados hacia tu derecha. Lleva los brazos paralelos al piso, levanta el brazo izquierdo paralelo a tu cabeza. Sintiendo el estiramiento en tu costado izquierdo y manteniendo la cadera recta hacia el frente, desliza la mano derecha y déjala que se apoye en la pantorrilla o muslo (no la rodilla): donde tu cuerpo pueda llegar sin forzarlo y sin que tus caderas giren. Si tienes suficiente estabilidad, abre el pecho y gira la cabeza hacia el cielo. Respira unos segundos y cambia de lado. El triángulo es una postura que nos centra y nos da estabilidad interior. 

5. Perro mirando hacia abajo (Adho mukha svanasana)

Arrodíllate y apoya las manos sobre el suelo, con la espalda horizontal y recta. Tus manos deben estar justo debajo de tus hombros y tus rodillas justo debajo de tus caderas. Levanta las cadera y estira las piernas. Abre los dedos muy bien, de manera que te den una base sólida. Empuja desde arriba, intentando apoyar los talones de tus pies totalmente contra al piso. Para que sea relajante y meditativa, abre los omóplatos y suelta la tensión en la cabeza. Mantén las piernas estiradas y siente cómo te das un buen estiramiento mientras estás bien conectado con la tierra. Estira hombros, muslos y pantorrillas, abre el pecho, y fortalece las piernas y los brazos.

6. Postura del pez (Matsyasana)

Acuéstate boca arriba sobre el mat o cobija. Lleva los brazos debajo del cuerpo tan pegados entre sí como sea posible, las palmas de las manos mirando hacia el suelo y tan abajo como puedas, idealmente bajo tus muslos. Mantén las piernas estiradas. Haz presión sobre tus codos y desde aquí eleva la parte superior del cuerpo, mira hacia tus pies. Luego abre el pecho lo que más puedas y manteniendo esta apertura, apoya la corona de la cabeza en el suelo, suavemente. La mayor parte del peso debe estar en los antebrazos. Respira profundamente por veinte segundos. Siente cómo tu capacidad pulmonar está siendo totalmente aprovechada. Favorece la respiración y alivia problemas respiratorios. Libera emociones estancadas. 

7. Postura del niño (Balasana)

Arrodíllate y pon tu frente en el piso. Una variación de esta postura es con los brazos estirados frente a la cabeza, como en la imagen para que haya un estiramiento en los hombros. Para una mayor relajación física y mental, los brazos se dejan caer hacia atrás, de forma paralela al cuerpo. Relaja los hombros y permite que el peso de la cabeza recaiga totalmente sobre el piso, dándote sosiego, apoyo y confianza. Esta es una postura de relajación, por lo que, a diferencia de otras posturas  que requieren atención, activación de cada parte del cuerpo y en algunos casos, incluso fuerza, esta postura implica lo contrario: soltar y no tener tensión alguna. Nos da calma, descanso y sosiego. 

8. Torsión espinal(Ardha matsendrasana)

Siéntate con las piernas estiradas, los pies flexionados y la espalda recta. Lleva la pierna izquierda, doblada, sobre la pierna derecha que sigue estirada y lleva el muslo izquierdo tan cerca de tu abdomen como sea posible. Apoya el brazo izquierdo en el suelo y plántalo junto a tu columna, firme y estirado, con la palma en el piso y los dedos mirando afuera. Estira el derecho bien arriba, cerca a tu oreja derecha y utiliza este estiramiento para estirar aún más tu columna. Inhala y al exhalar, gira tus hombros hacia tu izquierda. Mira por encima del hombro derecho. Cierra los ojos si lo prefieres. Respira profundamente y con cada inhalación siente cómo tu columna crece y se conecta con el piso, y cómo giras más con cada exhalación. Sostén 30 segundos, y repite hacia el lado contrario. Trae calma interior, mejora la digestión, disminuye el dolor de espalda, estira la columna, estimula los órganos abdominales. 

9. Postura de la cabeza en lasrodillas

(Paschimottanasana)Siéntate con las piernas estiradas hacia adelante. Inhala y estira los brazos hacia el lo más que puedas a cada lado de tu cabeza y conservando este estiramiento, exhala y dóblate hacia delante desde la cadera, como tu fueras a tocar la pared que tienes en frente. Cuando ya no puedas estirar más hacia adelante, pero conservando la columna recta, agarra tus dedos de los pies, pero si no alcanzas (¡no importa!) agarra tus tobillos o pantorrillas. Asegúrate de que tus pies siguen juntos, flexionados, las piernas estiradas. Cierra los ojos. La idea no es llevar la frente a las rodillas, sino el pecho hacia los muslos. Respira profundamente y al exhalar intenta bajar un poco más, desde el pecho. Una de las posturas clásicas, estira toda la parte posterior del cuerpo, mejora la digestión y ayuda a disminuir la grasa corporal. 

10. Savasana.Acuéstate sobre la espalda con las piernas separadas, los pies caídos hacia los lados, los brazos alejados del cuerpo y las palmas mirando hacia arriba. Cierra los ojos. Una bolsita sobre los ojos ayuda bloquear los estímulos sensoriales. Relaja el cuello y la cara completamente, y luego haz un escaneo de todo tu cuerpo. Si identificas algo de tensión en algún lado, suéltalo. Debes estar completamente relajado. Lleva la atención a tu respiración. Respira lenta y profundamente, sintiendo cómo se eleva tu abdomen y se desinfla con cada exhalación y tu te fundes en los cojines a medida que tu mente está quieta. Colócate los más cómodo. Intenta dejar el cuerpo completamente quieto y siéntelo relajado y pesado sobre el suelo. Relaja tu mente. Si siente alguna tensión física o mental, libérala. Permanece así al menos 15 minutos. Savasana activa las capacidades curativas del cuerpo, nos revitaliza y nos da una relajación mental, física y espiritual profundas. 

REFLEXIÓN FINAL!!!

Esmero y detalle.

No importa que lo que debes hacer sea insignificante.Realízalo lo mejor posible.Pon tanto esmero en ello y préstale tanta atencióncomo a lo que te parece lo más importante.

Gandhi.