11
X CERTAMEN DE CUENTOS CONMEMORACIÓN “DÍA DE ANDALUCÍA” ORGANIZA: III CICLO CURSO 2012/13

CONCURSO DE CUENTOS

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Concurso organizado por el tercer ciclo con motivo del Día de Andalucía.

Citation preview

X CERTAMEN

DE

CUENTOS

CONMEMORACIÓN “DÍA DE ANDALUCÍA”

ORGANIZA: III CICLO CURSO 2012/13

ÍNDICE

Primer premio

La misión de Elo.

Segundo premio

El caso del rubí rojo.

Tercer premio

La gallina Carlota.

Accésit

Fiesta de cumpleaños.

Accésit

La ilusión de un niño.

Publicación

La amistad de la fantasía..

Publicación

Adiós.

Paola Pérez Real

Irene Bernal Martínez

María Alonso Niño

Joaquín Infante Rodríguez

Francisco J. López Benítez

Lucía Reyes Álvarez

Candela Rodríguez Ragel

LA MISIÓN DE ELO

En las noticias vi que la semana pasada hubo una casualidad,

dos asteroides de gran tamaño se dejaban ver, uno entraba en la

atmósfera chocando contra Rusia y el otro pasaba muy cerca de la

Tierra.

Esto me impresionó y pensé que podrían llegar más asteroides

a la Tierra y empecé a investigar en mi ordenador. Datos, noticias,

fotos, investigaciones de científicos…todo lo leía, estaba tan pendiente

de mi investigación que el tiempo pasó muy deprisa, cuando mi madre

me llamó para cenar.

Mientras cenaba estaba todavía pensando en todo lo que había

visto y leído, sin prestar atención a lo que ocurría en la mesa y eso

que mi madre me había preparado mi cena preferida, sándwich de

jamón y queso con mantequilla bien tostadito.

Después de la cena como un robot me lavé los dientes, me

puse el pijama y me acosté. Esa noche dormí fatal, di muchas vueltas

en la cama y me desperté muchas veces, un gran asteroide enviado

por seres de otro planeta estaba a punto de destruir la Tierra, ¡¡oh

Dios mío!!

A la mañana siguiente, me desperté e hice lo de todos los días.

Cuando estaba en el colegio a segunda hora, en clase de lengua, el

timbre sonó dos veces, eso era la señal de peligro, ¡qué pasaría!

Todos los niños y las niñas corrimos al patio, gritando y hablando con

nerviosismo. Al llegar a la pista de fútbol de nuestro patio frenamos,

una niebla espesa la cubría, de pronto un sonido extraño recorrió el

colegio y todos nos callamos, en ese momento una luz me iluminó y la

niebla desapareció, un ser que no era humano pero que tenía; cabeza,

cuerpo y extremidades se dirigió hacia mí. Tenía mucho miedo, tanto

que en medio minuto me comí todas las uñas, pero también tenía

entusiasmo de conocer a ese ser y saber para qué había venido.

El ser se presentó, con el nombre de ELO, su voz chillona era

traducida por una máquina pequeña que llevaba colgada en su fino cuello

de color naranja. Empezó a contarnos por qué había venido y cuál era su

misión, y lo más importante porque había venido a mi cole y me había

iluminado… Se dirigió hacia mí para darme un pergamino donde

aparecía en nuestro idioma las instrucciones para convertirnos en seres

poderosos. En ese instante subió a su nave y voló tan rápido como un

rayo.

La policía, bomberos y personas del ejército llegaron al colegio

para protegernos pero ya no era necesario, se dirigieron a mí y me

preguntaron si quería acompañarles, y así fue. Horas más tarde me

estaba reuniendo con todos los presidentes, presidentas, reyes y reinas

de todo el mundo para mostrarles el pergamino que me había entregado

ELO. Todos lo leyeron con curiosidad y empezaron a hablar en voz baja

unos con otros.

El mensaje era muy claro, en él ponía que teníamos que vivir en

paz, cuidarnos, ayudarnos, repartir las riquezas, utilizar los recursos de la

naturaleza, no contaminar… porque si no destruiríamos la Tierra y no

seríamos seres poderosos. Yo era la persona encargada de llevar de un

lado para otro el pergamino para que en todo el mundo lo cumpliese.

La misión de ELO se convirtió en mi misión.

Paola Pérez Real

6ºB

EL CASO DEL RUBÍ ROJO

Era una tarde calurosa de verano, el detective Robert estaba en su despacho

mirando sus apuntes cuando de repente sonó el teléfono, riiinngg, riiinngg,

era el inspector Brown.

-¡Robert acuda enseguida al cuartel general, le necesitamos!

-Enseguida señor.

Él se levantó, y en menos de quince minutos estaba allí. Había un montón de

gente que parecía preocupada, y el inspector con su ayudante; Mark (que era

un principiante) dando vueltas de un lado a otro.

-Ya estoy aquí señor- dijo Robert un poco cansado.

-¿Qué quería?- repitió.

-¡Ay señor!, han robado el rubí rojo, que se encontraba en el palacio de las

artes.

-¡Increíble! ¿Tienen alguna pista sobre ello?

-No, por eso te hemos llamado, para que lo investigues- aclaro el inspector.

-De acuerdo, pero voy a mi casa a coger el material, no tardo.

-Más le vale, es urgente- replico el inspector.

-De acuerdo.

Robert se puso a correr de nuevo, llego a su casa y se preparó para salir. Al

cabo de media hora ya estaba listo, en primer lugar tenía que reunir a los

sospechosos. Así qué empezó a buscar pistas. Después fue al lugar de los

hechos. Como el sabía, no iba a estar sólo, allí estaban un montón de policías

y varía gente husmeando. Se encontró con el comisario Ferguson, a los dos

les gusta hablar, esta es la conversación que tuvieron.

-Buenos días comisario- saludo Robert.

-Que, ¿ya han encontrado una pista sobre el caso?

-Bueno eso a ti no te importa, la información es confidencial- exclamó

Ferguson.

-El inspector me ha dicho que de este caso me ocupo yo.

-Pues dile que se equivocado, los únicos encargados del caso somos Luis

y yo- replico señalando a un chico que se comía un burrito.

-Nadie me puede prohibir que resuelva el problema- dijo Robert.

-No, pero yo que tu tendría cuidado, alguien puede hacerse daño- amenazó

Ferguson.

Robert anoto la conversación, le pareció raro que Ferguson se hubiera

comportado así. Siempre han sido buenos amigos. En una hoja blanca anoto

a Ferguson y a su jefe, el señor Brown, que podría haberle mentido sobre el

sitio al que tendría que ir, la situación...

Siguió investigando hasta que se encontró un pasamontañas, lo olisqueo un

poco, pero como estaba resfriado no saco mucha información. Decidió ir a la

perrera a por un perro para que le ayudara a recopilar información.

-Hola Ron buenas tardes- empezó Robert

-Buenas chico, ¿qué te trae por aquí?- dijo Ron amablemente.

-Necesito un perro con olfato, ¿te quedan de esos?

-Oh, tenía pero todos se han resfriado y ahora mismo no diferencian una

sabrosa hamburguesa de un huevo podrido- aclaro él.

-Pobrecitos, de verdad no te quedan ni uno.

-Bueno en realidad me queda uno, pero no es ni fuerte ni ágil, es un poco

canijo. Pero olfato tiene- dijo Ron.

-No importa me lo llevo, ¿cuánto es?

-17'5, son perros de la calle.

-Ahora mismo no tengo suelto de pagaré semana que viene.

-De acuerdo que no se te olvide.

Cuando salió de la tienda Robert le enseñó el pasamontañas al perro,

entonces olisqueó hasta llegar a un callejón sin salida allí encontraron unos

cuantos polvos que coincidían con el mismo color que el rubí. El perro siguió

olisqueando le llevó una panadería que Robert no conocía, era muy

misteriosa. De repente se oyó una voz provenía de dentro, siguió hablando.

-Chicos escuchadme bien, es un plan sencillo, mañana por la mañana más o

menos sobre las nueve horas nos dirigiremos al banco para atracarlo.

Marcos tú te colarás por la puerta de atrás, Sonia tu ayuda a Paqui a robar los

billetes, Manuel tú sigue adelante, esquiva a todos los guardias y mantente

escondido- dijo el jefe- ¿lo tenéis todos claro?

-¡¡¡Sí!!!- respondieron ellos.

Para asegurarse de que ellos eran los culpables del robo, puso el

pasamontañas en el suelo, entonces uno de los ladrones se levantó y dijo:

-Mirad aquí está mi pasamontañas.

-No grites, nos puede oír alguien.

Entonces ya estaba seguro de que ellos eran los ladrones. Corrió hasta la

plaza donde ahora mismo había una reunión para hablar sobre el tema.

Robert se subió al escenario le quitó el micrófono al que estaba hablando y

grito:

-Mañana a las nueve horas los mismos que robaron el rubí se dirigirán al

banco a atracarlo.

-¿Y por qué deberíamos creerte?- dijo un hombre.

-Porque yo nunca miento y no quiero que esos ladrones se salgan con la

suya, ¿sabe?

Todos se quedaron en silencio, hasta que una mujer dijo:

-¿Qué debemos hacer para prevenirlo?

Robert explico, y explico. A la mañana siguiente todos estaban listos entrar en

acción, ya eran las nueve y los ladrones estaban dentro del banco. En ese

momento del techo calló una jaula, los ladrones estaban dentro de ella. En

ese momento apareció la policía, la cual se llevó a todos los ladrones. Robert,

el comisario, el inspector y el alcalde se dirigieron a la panadería. Allí

encontraron el rubí. Por la tarde los ciudadanos honraron a Robert con un

premio nombrándolo detective profesional. Después hablo con el comisario

sobre por qué había estado ese día de tan mal humor, y el explico que esa

noche había dormido mal. Al final todo salió bien, todos contentos.

Irene Bernal Martínez

5º A

LA GALLINA CARLOTA

La gallina Carlota era de color blanco, con una cresta muy

roja, un pico naranja clarito pequeño y tenía una mancha

alrededor del ojo que la diferenciaba de las demás. Por esa

mancha, las otras gallinas se metían con ella.

- Carlota,... por esa mancha eres muy fea – dijo una con

un tono de listilla.

- Nunca pondrás un solo huevo – dijo otra riéndose.

- Pues me da igual tener una mancha que no tenerla – dijo

ella a la defensiva.

- No, no es lo mismo – dijo otra un poco chula.

Carlota se fue muy triste porque no la querían. Salió fuera

para comer un poco.

Cuando estuvo llena, se metió en el gallinero y no les echó

cuenta a las demás gallinas. Se fue a su “lugarcito”, que

estaba en una de las esquinas. Se quedó dormida durante,

más o menos, 1 hora.

Se despertó con una lluvia muy fuerte.

Se sentía sola porque las demás gallinas dormían.

Intentó quedarse dormida pero tardó mucho tiempo.

Por la mañana cuando se despertó, se vio sola porque todas

las gallinas estaban comiendo. Cuando se levantó vio un

huevo en su nido. Se sorprendió al ver aquel huevo y se

frotó los ojos porque creía que era un sueño; pero no, no era

un sueño. Lo cogió y se lo enseñó a todas las gallinas.

- ¿Qué…? ¿Cómo….? - dijo una.

- No puede ser,…. - dijo otra.

- La más fea y la más joven - dijo otra sorprendida.

- Pues sí, es verdad, aunque no os lo creáis – dijo Carlota

muy satisfecha.

Lo del huevo se extendió por toda la granja, desde los caballos a

los perros, desde los conejos a las hormigas.

Un día visitaron el gallinero algunos animales.

- Carlota, ¿con ese huevo vas a hacer una tortilla? - dijo el gallo

impaciente.

- Carlota, ¿con ese huevo vas a hacer una galleta? - dijo el grillo.

- Carlota, ¿con ese huevo vas a hacer un bollo? - dijo el caballo

mirando hacia abajo.

- Carlota, ¿con ese huevo vas a hacer un bizcocho? - dijo el

conejo travieso.

- No, no, no y no – dijo ella a cada una de las preguntas-. Es

una sorpresa, ya lo veréis, tardará dos o tres días en salir.

- ¿Qué es? ¿Qué es? - dijeron todos a la vez.

- No lo puedo decir, es un secreto – dijo ella.

Después de dos o tres días salió un precioso pollito muy amarillo;

los animales supieron lo que quería decir la gallina aquel día.

Y Carlota fue feliz con su pollito y salió a pasear por la granja para

dar envidia a las demás gallinas que se habían reído de ella.

María Alonso Niño

6º A

FIESTA DE CUMPLEAÑOS

Se acercaba el 28 de Febrero y Andalucía se estaba

preparando para celebrar su cumpleaños. Invitó a sus dos hermanas

Cataluña y País Vasco a la fiesta.

Hacía mucho tiempo que no se veían y cuando se encontraron

se alegraron mucho. Las dos saludaron a Andalucía en sus idiomas,

que sólo ellas entendían y Andalucía les dijo que no empezaran con

tonterías, que ya sabían que así no les entendería. Vuestros idiomas

serán muy bonitos, pero en castellano nos entenderemos las tres.

A País Vasco y a Cataluña les iba muy bien, tenían dinero y

trabajo, cosa que a Andalucía le alegraba por ser sus hermanas, pero

a la vez le daba envidia, porque ella estaba en paro. Sin embargo, era

la más graciosa y con más arte de las tres hermanas. Además,

siempre se había destacado por su solidaridad con los más

necesitados, mientras que sus hermanas, las ricas, sólo querían

enriquecerse sin pensar en los demás.

Andalucía aprovechó la ocasión para reprocharles que desde

jóvenes quisiesen vivir sin tener nada que ver con su padre (España).

Ellas le contestaron que tenían su propia identidad y que viviendo

solas no tendrían que compartir su dinero con el resto de la familia.

También acudieron al cumpleaños los ocho hijos de Andalucía,

Huelva, Sevilla, Cádiz, Málaga, Jaén, Córdoba, Granada y Almería, la

mayoría de ellas se dedicaban al mar, al campo y al turismo, pero

desgraciadamente en estos tiempos había poco trabajo para ellas. Al

menos, eran muy alegres y esto les hacía pasar mejor las penas.

En la fiesta, las hermanas ricas le dijeron a Andalucía que si

sus hijos no encontraban trabajo ellas les intentarían ayudar. La fiesta

transcurrió con normalidad, le cantaron el cumpleaños feliz, sopló las

velas y pidió un deseo, por supuesto, trabajo.

¡¡¡ FELIZ CUMPLEAÑOS ANDALUCÍA!!!

Joaquín Infante Rodríguez 5º B

LA ILUSIÓN DE UN NIÑO

Érase una vez un niño que vivía en una familia muy pobre. Él

era feliz con tan sólo escuchar la radio, le encantaba oír la música,

pues lo que más le gustaba era cantar y bailar. Todos le decían que

cantaba muy bien que por qué no intentaba grabar un disco, pero la

economía de la familia no se lo podía permitir. Su madre todos los

días sufría al ver que su hijo no podía cumplir su sueño. Ella

limpiaba escaleras, casas e incluso le hacía recados a los vecinos

por tan solo la voluntad y poco a poco iba guardando unos

pequeños ahorros, pero casi no le alcanzaba ni para comer.

Aún sin apenas tener nada el niño era feliz tan solo tenía una

ilusión, llegar a cantar en un escenario, donde todo el mundo lo

pudiera ver. Él no quería ser famoso ni tampoco grabar un disco,

solamente que todos lo vieran y lo escucharan cantar, no

necesitaba nada más.

Un día al llegar a su casa, encontró a su madre en el suelo, el

niño se puso muy triste y de repente empezó a llorar y a llorar y

gritando empezó a llamar puerta por puerta, para que alguien

socorriera a su madre. Era lo único que tenía y no sabía qué le

pasaba, tan solo que estaba desmayada en el suelo y no se movía.

De repente, empezaron a llegar los vecinos, llamaron al hospital y

rápidamente llegaron los servicios de urgencias. El niño

preocupado no sabía qué hacer. Una vez en el hospital le hicieron

pruebas y pruebas, le detectaron un tumor y estaba muy avanzado.

Lo único que le podía salvar era una carísima operación.

El niño pensó y pensó de dónde podía sacar tanto dinero para

salvar a su madre, así que pensó en hacer lo único que sabía,

cantar. Un día fue de plaza en plaza cantando y guardando todo el

dinero que le daban día tras día hasta que creyó que tenía lo

suficiente. Se fue enseguida al hospital, le entregó el dinero al

médico y enseguida la operaron.

A las pocas semanas su madre estaba de nuevo en su casa,

sana y feliz por tener a su lado a un hijo tan maravilloso.

Al día siguiente, se escuchaba mucho ruido en la calle y su madre

salió a ver qué pasaba. Los vecinos del pueblo le estaban preparando

al niño una fiesta por lo que había hecho por su madre, le pusieron un

enorme escenario para que el niño cumpliese su sueño.

Francisco Javier López Benítez

6ºB.

LA AMISTAD DE LA FANTASIA

Hola, me llamo Gonzalo y os voy a contar una historia que me

ocurrió mientras dormía, lo primero que vi cuando cerré los ojos fue un

pequeña y hermosa hada llamada Estela, aunque no lo parecía era la

reina de las hadas, ella me dijo con dulzura que me fuese con ella y

acepté, fue fantástico el viaje, vi la luna, las estrellas y las pude tocar.

Cuando llegamos me fije en su reino y no era muy bonito que

digamos, no había árboles, ni plantas y ni seres vivos, era horrible. Le

pregunté a la reina que había ocurrido y ella me contestó que no había

llovido desde hace muchos años.

Después de un silencio, ella me dijo que por eso me había

mandado ¿pero porque yo? Dije. Ella me dijo que necesitaba un

antídoto para que pudiese llover. Yo me quedé con una cara

sorprendida porque no sabía cuál era el antídoto ¿y si me

equivocaba? Entonces la reina me dio un mapa donde tenía que ir a

varios pueblos. Para ir más rápido me dio un águila llamada Santi, era

muy grande y esbelto. Me senté en su lomo y empezó a volar muy alto

y rápido (qué miedo). Nuestra primera parada era en un pequeño

pueblo, donde todos eran iguales, no había peleas y no se insultaban,

era un pueblo de paz. Conocimos a su reina y le preguntamos si aquí

estaba el antídoto, ella dijo que no, pero a la reina lo sentía tanto decir

que no, nos dio una paloma blanca para que nos ayudara. Durante el

viaje lo pasamos genial. Al día siguiente fuimos al siguiente punto, era

un pueblo musical, todos cantaban al son de la canción, era un país

feliz. Fuimos a ver a su reina llamada Doña Musical, le preguntamos si

aquí se encontraba un antídoto y ella contesto que no, entonces nos

dio una nota musical, era “Do”. Para que nos acordásemos de ellos.

Fuimos a nuestro siguiente punto se llamaba el país de las risas, se

llamaba así porque todo el mundo reía y nunca estaban tristes. Fuimos

a ver a su rey Don Risón, le preguntamos por el antídoto y él contestó

que ahí no había ninguno, pero como nos vio tristes nos regalaron una

muñeca que sonreía y hablaba todo el tiempo (la verdad que nos

ayudó mucho).

Al final fuimos a todos los pueblos y en ningún pueblo

estaba el antídoto, tuvimos que volver al reino de las hadas y sin

antídoto, cuando entramos al castillo de la reina le dije que no lo

habíamos conseguido, hubo un silencio, entonces la reina señaló

hacia la ventana y no me lo pude creer lo que estaba viendo,

comenzó a llover, me quedé sorprendido, en ese momento dijo la

reina: EL VERDADERO ANTIDOTO ES LA AMISTAD.

Entonces me di cuenta de que en este viaje e conocido a

muchas personas que me lo he pasado fenomenal y he conocido

muchos pueblos que no conocía antes.

De repente me desperté del sueño y fui corriendo a decírselo a

mis padres, Mis padres no me creyeron, entonces salió la reina de las

hadas y les llevaron a su reino.

Lucía Reyes Álvarez

6º A

Adiós

Me llamo Sofía y tengo once años. Vivo en Andalucía, en un

pueblo de Cádiz llamado Rota, o al menos hasta hace unas

semanas, antes de que me mudara.

Todo empezó un día, cuando mi padre enfermó. Se despertó

con mucha fiebre, y ni siquiera podía salir de la cama. Al día

siguiente el médico lo vio y le explicó a mi madre que le tenían que

hacer unas pruebas para saber qué le pasaba. Mi madre y yo

estábamos muy preocupadas, pero no tanto como mis abuelos,

pues al contárselo hicieron las maletas y se vivieron a nuestra casa

hasta que mi padre se recuperara.

Esperamos unos días, por si mejoraba. Nada, seguía igual; por

lo que lo llevamos al hospital. Nos llevamos allí todo el día. Pero

mereció la pena.

- Tengo buenas noticias. Se curará rápidamente si se toma

estos antibióticos –dijo un médico.

Entonces nos enseñó unos botes con unos nombres muy raros.

- ¿Cuándo podrá volver a casa?

- Dentro de media hora más o menos.

- Está bien.

- Cuando se fue e doctor le pregunté a mi madre:

- ¿Vamos a comprar os antibióticos para papá?

- Vale.

Compramos todo o necesario y fuimos a por mi padre. Volvimos a

casa rápidamente, para poder explicarles todo a los abuelos.

Al día siguiente, mi padre llamó a su jefe. Le tenía que explicar

todo lo ocurrido.

Estaba un poco nervioso, porque no era muy amable y tal vez

se enfadaba por no haberle avisado antes.

Peor, pensó, cuanto antes mejor y marcó el número.

- ¿Sí?

- Hola, soy Javier, trabajo en una oficina de su empresa.

- Hola, ¿eres tú el que lleva faltando una semana?

- Sí, es que he estado malo.

- ¿Y por qué no has llamado antes?

- Lo siento, no he podido.

Y así se llevaron un buen rato, por lo que me aburrí de escuchar

desde detrás de la puerta y me fui a mi cuarto. Más tarde volví y

escuché esto más o menos:

- ¡Pues haberme avisado antes!

- Es que estuve enfermo… ¡Por favor, no me despida!

- ¡Ya lo he decidido!

- Pero…

- ¡No hay más que hablar, no te voy a contratar!

Entonces el jefe colgó. Mi padre se desanimó muchísimo. Más tarde

se lo explicó a mi madre. Ella se enfadó y fue a casa del antiguo jefe

a quejarse. Le explicó su problema, pero él le contestó:

- Lo siento señora, pero mientras su marido estaba en la cama

viendo a televisión, yo tuve que contratar a otro para que hiciese

su trabajo. Este lo hace mejor, por lo que no me compensa

despedirlo.

- Con todos mis respetos, ¡no le permito que me hable así! Mi

marido ha estado enfermo, no ha podido asistir. ¿Cómo

pretende que vaya así a trabajar? ¿Quiere despedirlo por haber

estado enfermo?

Entonces el jefe, enfadado, cerró la puerta de golpe.

Mis padres, lentamente, se dieron cuenta de que nos teníamos que

mudar. Entre todos decidimos irnos a Madrid, a una ciudad donde

viven unos primos míos. Yo no tenía ganas de cambiar de colegio,

de casa, de compañeros… Pero, bueno tenía que hacerlo.

Candela Rodríguez Ragel

6º A