Conexión pacífico... intercambiando lo aprendido

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  • 8/8/2019 Conexin pacfico... intercambiando lo aprendido

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    Intercambio deexperiencias entrelos consejos de losMosaicos delGolfo de Tribugy la Cuenca delRo Yurumangu

    Hablando se conoce a la gente y hablando sedescubren miles de formas de ayudarse mutua-mente. Jos Ruperto Murillo entraba por prime-ra vez al ro. Despus de viajar casi 4 horas enlancha por el mar picado lleg a la boca del Yu-rumangu, uno de los ros que nacen en la cuencapacfica de Los Farallones y que histricamenteha sido el hogar de las comunidades negras del

    Pacfico vallecaucano.

    Un motor de 250 caballos de fuerza hace gran-des esfuerzos para poner la lancha por encimade las olas que se forman cuando el ro se en-cuentra con el mar. Jos Ruperto viaja desdeNuqu, en el norte del Choc, acompaado de7 personas ms, entre campesinos, tcnicos y

    miembros del Consejo Comunitario Los Risca-les y del Consejo menor de El Cedro, paracontarle su experiencia de trabajo a las comu-nidades que habitan en el Ro Yurumangu.

    La cuenca del Yurumangu es amplia y estrodeada de manglares, el camino pasa variasveces debajo de los mangles. Luego de treshoras se llega a Veneral del Carmen, una pe-quea poblacin negra que hace parte de las 7

    comunidades que conforman el consejo delRo Yurumagu. Con expectativa Abencio Cai-cedo espera a los visitantes. l es el lder delConsejo y el organizador de este intercambiode experiencias entre comunidades negras.

    En la lancha de los visitantes viene tambinArlex Vargas del Parque Nacional Natural Utray el equipo del Parques Farallones liderado porPatricia Perlaza. Parques es un viejo conocido deestos dos consejos comunitarios y adems unvecino de los territorios de las comunidades delGolfo de Tribug y del Ro Yurumangu.

    Un poco ms arriba est San Antonio, en la po-blacin que ser la sede del intercambio, se es-cucha msica, tambores y cantos dando la bien-

    venida a la fiesta de conocimientos que est porcomenzar.

    Fiesta de conocimientosEl Consejo del Ro Yurumangu , como el de LosRiscales, lidera un proceso de etnodesarrollo quese ha visto fortalecido desde hace tres aos atrscuando lleg a cada uno de estos territorios elPrograma Mosaicos de Conservacin. Este Pro-grama, financiado por el GEF y Banco Mundial,tiene como socios principales a Patrimonio Natu-ral-Fondo para la Biodiversidad y reas Protegi-das y a Parques Nacionales Naturales.

    Los mosaicos se construyen sobre acuerdos so-ciales e institucionales que permiten la conserva-cin de la naturaleza y el fortalecimiento de lasautoridades tnicas de los territorios, mientrasse genera desarrollo econmico local.

    El Programa impuls un ejercicio de casi un aocon cada consejo para analizar las necesidadesdel territorio y de sus comunidades, y definir demanera conjunta una inversin de casi 300 millo-nes de pesos.

    En el caso de Riscales encontr que en los lti-

    mos aos los cultivos tradicionales haban dismi-nuido tanto en su oferta como en su extensin,lo que caus la dependencia casi total de losproductos de Buenaventura y la presin sobreaquellos que provienen del bosque y del mar.

    Por esta razn, el Consejo y sus socios formula-ron un proyecto para fortalecer las prcticas an-

    cestrales de produccin de alimentos que sebasan en un mejor manejo y diversificacin pro-ductiva de las parcelas familiares, as como en elaprovechamiento y manejo de los productos nomaderables de la selva.Para el Consejo de Yurumangu el proceso fue

    distinto: El escenario de convergencia de las

    organizaciones es la Mesa Local de Concerta-cin , en donde participa el Parque Farallones; enesta mesa se discuti durante un ao qu eraeso del trmino mosaicos, qu significa y si a esoes a lo que aspira la comunidad. Al final conclui-mos que mosaicos no constitua una modifica-cin en el ordenamiento ni del manejo del terri-torio, por eso este mosaico es toda la subreginde Buenaventura, 7 cuencas, entre ellas la delYurumangu. En la Mesa la decisin fue trabajarsobre la estrategia de autonoma alimentaria, lasreas de conservacin y el fortalecimiento de loslderes, explic Edil Caicedo dando inicio al In-

    tercambio.

    La madeja de las historias se empezaba a desen-redar.

    En la tarde Juan Pinilla del Consejo de El Cedrotom la palabra y la pase por la historia del po-blamiento del corregimiento del Valle en elChoc y la relacin de las comunidades negrascon su entorno. En su relato lo acompa Cacia-na Murillo, representante de un grupo de muje-res negras que trabaja en las azoteas o huertas

    caseras de dnde proviene gran parte de su ali-mento. Para finalizar el recorrido oral, PedroBermdez cont sobre el refugio de fauna queestn creando cerca del Parque Utra.

    Juan, Caciana y Pedro y los procesos que lideranestn apoyados por el Programa Paisajes de Con-servacin, financiado por USAID e impulsado porPatrimonio Natural y Parques. Estn aqu para

    aprender de las experiencias de los mosaicos delPacfico colombiano y compartir las suyas.

    La noche cay sobre San Antonio y a ritmo decurrulao, se comparte un biche y otras horas decharla, mientras se acaba la noche.

    El bosque como saln de clasesA la madrugada empez la lluvia. Las casas deSan Antonio son de madera con techo de zinc, loque acenta la cada rtmica de las gotas deagua.

    A las 8 de la maana y con poncho en mano,todos llegaron a la lancha para ir hacia la Que-brada Yuca. El paisaje es un imponente bosquetupido a las dos orillas de la quebrada que seva estrechando mientras navega la lancha.

    Bienvenidos a una de las reas de conserva-

    cin del Consejo del Yurumagu, exclama

    Graciano. El grupo asciende hasta un claro enel bosque, que ser el saln de clases del In-tercambio.

    Nora Bravo toma la palabra. Ella trabaja parael Parque Farallones, pero aqu Parque y Con-sejo son un equipo. As que Graciano, parado asu lado, espera su turno mientras Nora agrega:

    Primero hacemos un proceso de planeacin yconcertacin del trabajo en la oficina de Bue-naventura entre el Parque y los Consejos. Unode los tres objetivos del proyecto es la conser-

    vacin, en ese sentido se decidi que deba des-tinarse una zona a este proceso y con la comuni-dad se discuti bajo qu criterios se iba a selec-cionar. La comunidad prioriz la madera.

    Luego se hicieron talleres y uno de ellos fue conlos corteros, que son los que aprovechan la ma-dera, con ellos hicimos un listado de las maderasfinas que la comunidad ya no encontraba, dijo.

    Abencio Caicedo del Consejo de Yurumangu

    Nora Bravo y Graciano

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    Esta concertacin determin que el trabajo se haraen la parte media de las quebradas Pia, Rbalo yYuca, y en la parte alta de Santa Brbara y Calle Lar-ga. Graciano aclar: se definieron estos lugares y

    luego nos preguntamos con qu criterios defina-mos un rea de conservacin, hay estudios foresta-

    les de toda la cuenca pero no hay uno de cada que-brada, y como se prioriz la madera, y si ustedesven alrededor el rbol estn asociados beju-cos, plantas, mamferos y aves, dijimosvamos a hacer inventarios florsticos! .

    Mientras Graciano hablaba, Csar Arlex delParque Utra escuchaba con atencin. LosParques Nacionales Naturales son reas pro-tegidas pero todava no hay muchas experien-cias de este tipo de reas en territorios colec-tivos, por ello, estos casos son innovadores,pero an hay muchas dudas. As que preguntsi yo defino unas reas de conservacin des-

    de los criterios de ser las ms intervenidassignifica que tiene que haber una restriccinal uso, ustedes han discutido eso con la co-

    munidad?, cmo lo van a manejar?.

    Absaln Suarez hace parte del Proceso deComunidades Negras y acompaa este proceso des-de la Mesa de Concertacin Local, la pregunta queestaba en al aire hace parte de sus preocupacionesconstantes, hay que discutir qu alternativas pro-

    ductivas se deben implementar para la gente cuan-do deja de aprovechar la madera, este es un temafundamental en estos procesos, agreg.

    Enrique Murillo llevaba un tiempo escuchando ladiscusin, el hacer parte del Consejo Los Riscales,que quiere crear en su territorio un rea de conser-vacin de casi 27.500 hectreas, su inters en laexperiencia del Consejo Yurumangu es muy grande:Yo creo que en esta tierra se dan cosas como la

    pia, el pltano y el arroz, pero qu va a hacer lagente mientras se dan estos productos?, qu pasamientras los cultivos crecen? Yo creo que ah pue-den haber algunos problemas con el tema de con-servacin.

    Pedro Bermdez nos cuenta su historia antes devolver a la lancha, en el Valle se trabaja en un pro-ceso para crear una refugio de fauna, en donde sereglamentarn las actividades de caza y uso de lafauna y de sus recursos asociados. Esta reserva yatiene lmites y una propuesta de reglamento, ahoraestn en la parte ms difcil del proceso, negociarcon las comunidades estos reglamentos y contarlesa todos en el Valle lo que estn haciendo.

    Ana Beatriz Barona concluye El encuentro sirvi

    para conocer las similitudes y diferencias de los pro-cesos, identificar las dudas y definir los pasos a se-guir, tanto por cada consejo, como en conjunto,pensando en regin. Para las reas de manejo es-pecial, lo prioritario ahora es discutir cul sera lacategora de manejo. Esto pasa por definir muy bienqu se busca con estas reas, cmo se van a mane-jar, y cmo se van a nombrar.

    El paso siguiente es abordar el proceso de declara-toria. Si bien los consejos comunitarios quieren de-clarar autnomamente estas reas, es necesarioacordar cules son los pasos para hacerlo. Esto tam-bin implica el trabajo coordinado con otras institu-ciones, especialmente las autoridades ambientales,para garantizar que se reconozcan estas iniciativaspropias de conservacin.

    Una frase qued en la cabeza de todos el lenguaje

    coloniza y por eso no hablamos de reas de conser-vacin sino de reas de manejo especial del territo-rio, porque estas reas son para conservar pero almismo tiempo hacer un uso de los recursos por par-te de los pobladores, nadie recuerda con precisin

    quin la dijo, pero dej en claro que hay mucho pordiscutir. Lo que s es seguro es que es una propuestadesde las comunidades negras para la conservaciny el manejo de sus territorios, para sus renacientes,para el futuro.

    La papachina de la libertadMara vive de su cultivo de papachina, tiene reparti-da su parcela en dos orillas opuestas del Ro Yuru-mangu. La papachina es un cultivo tradicional de lascomunidades negras, se consume cocinada o frita yacompaa casi todos los platos. Este producto nocuesta mucho en el mercado, la libra vale mil pesos,Mara tendra que vender 25 libras cada da parapagar a la persona que la ayuda.

    La discusin empieza en la tarde, despus de la visi-ta a la finca de Mara. En medio de poemas sobre laraza negra discurre este tejido de historias. Abencio

    tiene claro, a pesar de sus 23 aos de edad, la im-portancia de su territorio y la riqueza de su comuni-dad y ha insistido en hacer de este intercambio unevento cultural.

    Jos Ruperto toma la palabra, en el Golfo de Tribugse trabaja con 57 familias de las que hacen parteOctaviano, Claudio y Heriberto. All tenemos un

    problema y es que los jvenes ya no quieren meter-se a producir, ahora lo hace la gente mayor, peronecesitamos producir comida para la familia, paragenerar excedentes y para los animales.

    En el Golfo de Tribug el proyecto aport acompa-amiento tcnico, insumos y materiales para que en

    sus fincas las familias desarrollaran las actividadesagrcolas y forestales de mejor manera. Heribertocont que antes la gente cultivaba cualquier pro-

    ducto, sembraba por sembrar, ahora dentro de unaparcela de 1 hectrea cabe todo, ah est la yuca, lapapa china, y son adems una unidad de cultivos.Cuando el pltano se muere hay ms productos yqueda el pan coger para el sustento de la casa.

    La propuesta de capacitacin y accin para la pro-duccin que se desarrolla en este Mosaico parti dela experiencia prctica de Faros Agroecolgicos, unmodelo probado con xito en otras comunidadesdel Pacfico por la Fundacin Swissaid.

    A pesar de las dificultades del trabajo durante estosdos aos el rea sembrada en las fincas de Jurubid,

    Tribug y Pangu se increment de 108 has., al iniciodel proyecto, a 171,17 has., lo que representa unincremento de 58%. Adems se ha incrementado laproduccin de alimentos como el banano, que pasde 38 racimos en el 2009 a 943 en 2010, y es uno delos productos que se comercializa en los restauran-tes y tiendas de Nuqu.

    Al principio no tenamos cmo sacar el producto,

    luego el Consejo de Los Riscales busc una soluciny se empez a sacar el producto en lancha, pero eracostoso, as que el Consejo habl con la Alcalda yconsiguieron que les prestara un carro para sacar elproducto por la playa. Ah sacamos maz, yuca, pa-pachina, papaya y ahuyama, y con un buen pago,por eso nos sentimos contentos, y cuando vamospor la playa llevando el producto, que ya no cabe enel carro, la gente sale y nos dice que le vendamos,pero nosotros ya lo tenemos vendido, dice Eliseo.

    Jos Ruperto cerr la intervencin del Consejo LosRiscales asegurando que para nosotros el proyecto

    ha dado resultados por muchas razones. La primeraes porque en las comunidades donde se desarrollahay competencia local, porque cuando ven los bue-nos productos que se sacan y la gente vuelve con lapltica a la comunidad, otras personas quieren culti-var. Hoy podemos contar que tuvimos una crisisalimentaria pero que ahora estamos en una bonan-za, porque tomamos la decisin de hacer el proyec-to y trabajar en el tema, y el Consejo de Los Riscalesbusc socios para hacerlo.

    Por su parte Felipe, del equipo de Parque Farallonescerr esta sesin de la tarde diciendo esto de la

    siembra y la produccin de alimento no es una ex-periencia nueva es el mismo trabajo que hace lagente, pero fortalecido por otros conocimientos.Hoy la exigencia es que uno trabaje con la gente yque se enfoquen las propuestas en cada finca deacuerdo con las necesidades.

    A esto, Pepa agreg, desde una esquina del saln,que hay que resaltar de ambas experiencias y de

    lo que nos cuentan los compaeros de Tribug,que lo productivo nace de la necesidad de tenerautonoma alimentaria, de no depender de cosasde afuera. La apuesta es tener productos suficien-tes y de calidad para la poblacin Yurumanguire-a.

    rboles de un mismo bosquePatricia y Pepa contaron el proceso de trabajo en-tre el Parque y los consejos comunitarios, resaltan-do que esta relacin se basa en el reconocimientode las motivaciones de cada uno y en ponerse deacuerdo sobre los puntos comunes. Cesar Arlexnarr el trabajo con el Cedro, y con Riscales.

    El Programa Mosaicos facilit y fortaleci esta alian-za, que se refleja en acuerdos polticos como el deUramba firmado por Parques Nacionales y las co-munidades negras que reconoce los temas y laspreocupaciones comunes, y la importancia de aliar-se para abordarlos.

    Este encuentro ha sido una oportunidad para pro-fundizar en esa discusin que viaja desde Tribug,hasta Yurumangu, desde lo puntual a lo general. Yes por ello, que los consejos comunitarios, en cabe-za de Absaln invitan a Patrimonio a vincularse alacuerdo de Uramba, para aportar desde los apren-dizajes de las experiencias apoyadas con los par-ques y los consejos en el Programa Mosaicos.

    Con la noche se acaban las historias pero quedan laspromesas: compartir semillas, visitar el Golfo deTribug, pero sobre todo contribuir a esta mingapara conservar el Pacfico Colombiano.

    Jos Ruperto Murillo, Consejo Los Riscales

    Eliseo, Octaviano y un cortero de Yurumangu

    Mara del Consejo Comunitario de Yurumangu