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claudia-lopez-rodriguez
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CONTRATO SOCIALTodo hombre
nacido esclavo nace para la esclavitud.
La más antigua sociedad es la
familia.
La fuerza constituye el derecho, como el efecto
cambia con la causa, toda fuerza superior a la
primera modificará el derecho.
Su libertad es renunciar a su condición de hombre,
a los derechos de la Humanidad e incluso a
sus deberes.
No hay derecho a matar al enemigo más que cuando no se le puede convertir en esclavo, luego este derecho no proviene del derecho a matarlo.
Ese hombre, no es realmente más que
un particular; su interés, separado del de los demás, será siempre un interés privado.
Un pueblo, dice Grocio, puede darse a un rey.
El hecho por el cual un pueblo elige a un rey sería conveniente estudiar el acto por el cual un pueblo se siente pueblo, va que siendo este acto necesariamente anterior al otro, es el verdadero fundamento de la sociedad.
Una forma de asociación que defienda y proteja, de la fuerza común, la persona y los bienes de cada asociado, y por la cual cada uno, uniéndose a todos los demás, no obedezca más que a sí mismo y permanezca, por tanto, tan libre como antes.
La persona pública que así se constituye, por la unión de
todas las demás, tomaba en otro tiempo el nombre de
Ciudad y hoy el de República o cuerpo político, el cual es
denominado Estado cuando es activo, potencia en relación a
sus semejantes.
El cuerpo político o el soberano su existencia únicamente de la
legitimidad del contrato, no puede obligarse jamás, ni aun con los otros, a nada que derogue ese acto primitivo,
tal como alienar una parte de sí mismo o someterse a otro soberano.
La transición del estado natural al estado civil
produce en el hombre un cambio muy notable, sustituyendo en su
conducta la justicia al instinto y dando a sus
acciones la moralidad de que carecían en principio
Las fuerzas de la sociedad son incomparablemente mayores que las de un individuo, la posesión pública es también de
hecho más fuerte e irrevocable, sin ser
legítima, al menos para los extranjeros.