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SUPLEMENTO DE ANÁLISIS LEGAL DEL DIARIO OFICIAL EL PERUANO Año 2, martes 21 de febrero de 2006 / Número 82 ILUSTRACIÓN: TITO PIQUÉ ENTREVISTAAL DOCTOR LUIS ARBULÚ ALVA “Debemos esperar más del Consejo Nacional del Trabajo, dándole mucha mayor flexibilidad y apertura en sus aportes, pero de ninguna manera puede sustituir la facultad reguladora del Estado y de la ley. Esa podría ser la sentencia de muerte de este organismo y que lo haga inoperante e improductivo”. Luis Arbulú Alva Complementar para sobrevivir en el derecho Pág. 3 Control del proceso en el Código Procesal Civil ALEXANDER RIOJA BERMÚDEZ Págs. 4 y 5 Miscelánea jurídica Pág. 12 Abogados de ayer y hoy José Faustino Sánchez-Carrión Rodríguez FRANCISCO JOSÉ DEL SOLAR Págs. 8, 9, 10 y 11 Índice de Jurídica DIEGO VEGA CASTRO-SAYÁN Inestabilidad jurídica hace fracasar cualquier intento de mejorar empleo Págs. 6 y 7

control del proceso en el CPC

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analisis del acto de calificacion de la demanda

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SUPLEMENTO DE ANÁLISIS LEGAL DEL DIARIO OFICIAL EL PERUANO

Año 2, martes 21 de febrero de 2006 / Número 82

ILUSTRACIÓ

N: TITO

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É

ENTREVISTA AL DOCTOR LUIS ARBULÚ ALVA

“Debemos esperar más delConsejo Nacional del Trabajo,dándole mucha mayorflexibilidad y apertura en susaportes, pero de ningunamanera puede sustituir lafacultad reguladora del Estadoy de la ley. Esa podría ser lasentencia de muerte de esteorganismo y que lo hagainoperante e improductivo”.

Luis Arbulú Alva

Complementarpara sobrevivir enel derechoPág. 3

Control delproceso en elCódigo ProcesalCivil

• ALEXANDER RIOJA BERMÚDEZ

Págs. 4 y 5

Miscelánea jurídicaPág. 12

Abogados de ayer y hoyJosé FaustinoSánchez-CarriónRodríguez

• FRANCISCO JOSÉ DEL SOLAR

Págs. 8, 9, 10 y 11

Índice de Jurídica

• DIEGO VEGA CASTRO-SAYÁN

Inestabilidadjurídica hace

fracasar cualquierintento de mejorar

empleo• Págs. 6 y 7

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EDITORIAL

SUPLEMENTO DE ANÁLISIS LEGAL

2 / martes 21 de febrero de 2006

Subdirector: Hernán Zegarra Obando | Editor: Francisco José del Solar | Editor Gráfico: Mariano Vásquez ReyesLas opiniones vertidas son de exclusiva responsabilidad de los autores. Sugerencias y comentarios: [email protected]

Democracia

FRANCISCO JOSÉ DEL SOLAREditor

La doctrina, legislación y jurisprudencia en el campo de la medicina es un tema aparentemente nuevo en el derecho peruano. Sibien es cierto que desde hace un tiempo atrás se norma el ejercicio de la medicina en el Perú estableciendo la responsabilidadde los galenos en su quehacer profesional, no es menos cierto que esta legislación no ha sido tratada en forma sistemática, or-denada y científica como lo hace el doctor Enrique Varsi Rospigliosi, autor del importante y sugestivo libro intitulado Derecho mé-dico peruano, quien es profesor en las universidades Nacional Mayor de San Marcos y en la de Lima.

La obra de Varsi Rospigliosi es presentada por Editora Jurídica Grijley en su segunda edición, actualizada, ampliada y revisa-da. Contiene la doctrina, legislación y jurisprudencia de todo el quehacer médico en el derecho peruano. El destacado maestrouniversitario es autor de otros interesantes libros sobre este tema en el que se ha especializado y nos recuerda que el derechomédico no debe ser entendido sólo como un problema jurídico y bioético, al afirmar y demostrar la estrecha relación que existeentre la medicina y el derecho, habida cuenta de que ambas disciplinas técnicamente distintas son dogmáticamente similares, yaque se sustentan en una misma esencia: el bienestar de la vida humana.

Esta obra es presentada con unas palabras preliminares del doctor Baldo Kresalja Rosselló, destacado jurista, profesor uni-versitario y ex ministro de Justicia del actual régimen, quien subraya que esta clásica obra del doctor Varsi Rospigliosi ha pasa-do a ser de un utilísimo manual a un libro de consulta obligada e indispensable para informar y orientar la labor profesional tan-to de médicos como de abogados. (F.del S.)

Director: Gerardo Barraza Soto

EL LIBRO Derecho médico peruanoEnrique Varsi Rospigliosi / Editora Grijley, Lima, 2006

AL margen de las concepciones y definiciones académicas queexisten sobre la democracia, los políticos y juristas deben coin-cidir, respecto de ella, en una apreciación práctica y de fácil en-tendimiento para el pueblo. Ésta podría ser, entre otras, que la

democracia es la convivencia pacífica y armoniosa de los ciudadanos enConstitución y dentro de las leyes, proponiendo ideas, debatiendo éstas,buscando consenso y su aprobación por mayoría para su consecuente ma-terialización, sin violar los derechos fundamentales de las minorías, vale de-cir, sin que se produzca una dictadura popular.

Esto último es sumamente importante porque constituye, en sí, la esen-cia de la democracia, la misma que se sustenta en la comprensión, toleran-cia y participación de todos los ciudadanos: tanto de la mayoría como delas minorías. Sin duda, democracia no es el privilegio de la primera sobrelas segundas; no es la administración o gobierno de los muchos en desme-dro de los pocos, sobre todo si hablamos de pueblos civilizados con un mí-nimo de cultura política y social. Las costumbres bárbaras y antidemocráti-cas deben quedar en el pasado.

En este contexto, los líderes de los partidos políticos deben cultivar,orientar y disciplinar a sus partidarios para ejercer a plenitud y cabalmentela democracia, hasta el extremo de convertirla en un valor que todos debe-mos propender a su práctica para tener una sociedad mejor. Esto va desdereorientar las políticas propuestas en sus planes de gobierno para lograr,sea cual fuere el gobernante, una eficiente y eficaz justicia social que borreel pasado vergonzante de una república frustrada.

No necesitamos recurrir a la historia universal para recordar los errores

y horrores cometidos por seudodemócratas, unos de derecha y otros de iz-quierda. Nuestra historia nacional está plagada de dictaduras militares queen nombre de una equivocada democracia en connivencia con la oligar-quía, sumieron en capitis diminutio o aplastaron a millones de indígenas enplena república, continuando con la política absolutista contra la cual jura-ron luchar y derrotar. En suma, contrario a lo que debió ser, el hombre co-mún y corriente fue discriminado, se le limitó sus facultades y derechos. Enotras palabras, hubo una dictadura de la minoría sobre las grandes mayo-rías nacionales.

El mapa político peruano ha cambiado en los últimos cincuenta años. Hoylas grandes mayorías disminuidas ayer son las que deciden el futuro del país.Sin duda es un triunfo de la democracia. Las minorías –tecnócratas, profesio-nales, dirigentes gremiales, líderes políticos y representantes religiosos, entreotros–, no cuentan si carecen del apoyo de las masas que siguen esperandocambios que hasta hoy no se han producido, en la medida deseada.

Estos cambios estructurales ofrecidos desde la administración del ge-neral Velasco hasta la dictadura de Fujimori y Montesinos, fracasaron porla corrupción y por la equivocada concepción que tuvieron de la democra-cia. El respaldo de la mayoría con el que contaron en su oportunidad, setornó en su principal opositor al cambiar las reglas de juego violando dere-chos fundamentales y engañando al pueblo con pan y circo.

Empero, no se trata de mirar hacia atrás, tampoco olvidar. Hay que verel futuro con optimismo y esperanza de que el mañana puede y debe sermejor, si nosotros lo exigimos y nos lo imponemos como una obligación mo-ral, jurídica y patriótica en beneficio de nuestros hijos y los hijos de éstos ■

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SUPLEMENTO DE ANÁLISIS LEGAL

martes 21 de febrero de 2006 / 3

S E cree que la mayoría de abogados so-mos gente seducida por las letras, y portanto, ajena a otras disciplinas como laeconomía, la administración, la medici-

na, la tecnología, etcétera.Hoy en día, sin embargo,dentro de este mundo ve-

loz en el que las fronteras desaparecen y el más deli-cado de los temas se puede aclarar gracias al simpleacceso a Internet, llega a nosotros la cultura del reto yla complementación: voy a vencer mis miedos y afron-tar un MBA. Porque no es, para muchos de nosotros,estudiar un MBA. Afrontar significa luchar, hacer fren-te al enemigo. Complementar, por otra parte, es inte-grar, añadir algo para lograr la plenitud.

Las entidades que promueven estudios comple-mentarios han querido acercarse a los abogados poruna sencilla razón: saben que el mercado laboral es an-gosto,y que el que supo complementar mejor podrá ha-cerle las cosas más fáciles a sus empleadores. Es decir,será atractivo. Están en la vitrina los Lawyer MBA,Máster en Economía y Derecho y los Máster enFinanzas para Abogados, entre otros.

Cuando el análisis económico del derecho llegó,fue para quedarse. Encaró los diversos problemas ju-rídicos juntamente con las herramientas y metodolo-gías de las teorías económicas, y llegó a ser quizá elobjeto de estudio más trabajado entre los académi-cos del derecho en las últimas décadas. Es, claramen-te, el fruto de la pretendida complementación de laque hablamos. Referentes importantes en este cam-po son Ronald Coase (The problem of social cost,1960) y Richard A. Posner (Economic analysis of law,1973; The economics of justice, 1981); y en el Perú,Alfredo Bullard Gonzales.

Por otro lado, vemos cómo la medicina legal o fo-rense (conocimientos de medicina y biología aplicadosen la resolución de los problemas que plantea el dere-cho) acerca la disciplina jurídica y la de los galenos co-mo ninguna otra. Los profesionales de este campo,porejemplo, son altamente competentes frente a los deli-tos contra la libertad sexual, y colaboran en la clasifi-cación legal de las lesiones, en plena concordanciacon lo establecido en el Código Penal.

Una Maestría en Criminología podría garantizarel estudio de temas ciertamente científicos: toxicolo-gía, patología y genética, así como de psicología ypsiquiatría.

Las tecnologías no son ajenas al abogado de hoy.Para muestra un botón: el derecho de las telecomu-nicaciones, tan en boga en nuestro tiempo. La espe-cialidad creció aceleradamente, y proliferaron espe-cialistas como antenas de telefonía celular en edifi-cios limeños.

Suelto la pregunta en nombre de muchos que, aúnqueriendo, no están dispuestos a verse involucradosen temas como el roaming, las redes de banda anchay las satanizadas reguladoras. Es decir, de los que nosaben ni cambiarle una pila al control remoto (con ce-ro interés en la tecnología). ¿Podemos sobrevivir a es-ta sociedad integradora que me exige improvisar vo-caciones? Imposible imaginar a los juristas de antesestudiando los fundamentos tecnológicos de las co-municaciones. ¡Eso para los ingenieros!

Sin embargo, la respuesta es muy sencilla. ¿Quétiene que ver? Pues mucho. Es más, resulta parte de

DIEGOVEGA

CASTRO-SAYÁN

Abogado por laPUCP y el Centerfor American andInternational Law

(EE UU).Profesor de laFacultad de

Derecho de laUPC.

la vida diaria acercarnos de alguna manera –inclusoinconscientemente– a aquellos rubros. Otro temamuy distinto es dedicar la vida a estudiarlos y desme-nuzarlos. Zapatero a sus zapatos. Que cada quienprofundice en lo que mejor quiera y pueda. Camposiempre habrá para los destacados.

En el otro extremo ubicamos a los que son felicesen el cambio. No podemos negar la existencia de pro-fesionales del derecho realmente comprometidoscon las disciplinas que deciden abarcar, ya no afron-tándolas, sino estudiándolas. Sé de algunos que en-contraron en los Recursos Humanos, por ejemplo, suverdadera vocación, después de siete años en la Fa-cultad de Derecho y varios episodios traumáticos enel Poder Judicial. La Maestría en Recursos Humanosles cayó como anillo al dedo y viven felices.

Otros (muchos) abandonaron las leyes por el pe-

riodismo. La mayoría hace la transición sin preparar-se académicamente. Ingresan al mundo de la prensaconvencidos por completo de que los años de dere-cho son más que suficientes. Y muchos triunfan en elintento.

Quisiera culminar con una frase alegre. Deboaceptar que de la intromisión del abogado en las dis-tintas disciplinas, según he podido ver, ha salido éstemayormente airoso. Me faltó sólo una frase paraconvencerme de que, al fin y al cabo, somos miem-bros de una estirpe vista con curiosidad y a veceshasta con cierta sana envidia. Fue un esmerado eco-nomista, muy serio él, quien me dijo luego de conver-sar sobre la incursión de los abogados en su mundo:“Lo bueno de ustedes, abogados, es que a temas tanfríos, han terminado dándoles un poco de calor y decolor”. Que siga la complementación, por tanto ■

Complementarpara sobreviviren el derecho

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H ACE algún tiempo tuvimos la oportu-nidad de participar en uno de los con-gresos internacionales de DerechoProcesal Civil realizado en la Universi-

dad de Lima y escuchar una posición importanterespecto a los artículos 424 y 425 de nuestro Códi-go Procesal Civil, esta “revolucionaria” posicióncalificada así por uno de los panelistas, busca laderogación de las citadas normas básicamenteporque son fuente de dispendio inútil de actividadjudicial, una óptica interesante para quienes se en-cuentran al otro lado de la acera, o sea, los aboga-dos litigantes.

Al respecto tomemos como premisa las pala-bras del maestro Monroy Gálvez, quien manifies-ta que “el derecho de acción es el medio que per-mite esta transformación de la pretensión materialen procesal pero requiere de una expresión concre-ta, un instrumento llamado demanda, el cual es ladeclaración de voluntad mediante la cual el sujetoexpresa su pedido de tutela jurídica al Estado.

Esta tutela jurídica expresada en la demandadebe y tiene la obligación de cumplir con ciertosrequisitos, todos ellos con la única finalidad de lo-grar que al llegar al demandado se pueda entablaruna correcta relación jurídica procesal, la que seconcreta en los artículos 426 y 427 de nuestra nor-ma adjetiva.

Estos artículos no le conceden al juez un poderonnímodo para establecer in limine un control so-bre la demanda, sino que ésta facultad de “primersaneamiento” se encuentra totalmente estableci-do y señalado en nuestro Código Procesal Civil, elcual también es de conocimiento del letrado queva a preparar su demanda, quien al momento deinterponerla deberá convertirse por un instante en“juez” y calificar antes de su interposición en lasventanillas o mesa de partes su demanda y deter-minar con un grado de inteligencia no muy supe-rior, que su pretensión encaja en el esquema nor-mativo, y con ello percatarse de que ha cumplidocabalmente con su misión de asesor en su condi-ción de letrado patrocinante en la causa.

Es obvio que tendrá cual niño que empieza aarmar un rompecabezas a encajar cada uno de lossupuestos que señalan los artículos 424, 425 y130 y no tener que lamentar que el juez lo “conde-ne” a subsanar la demanda o, en el peor de los ca-sos, a solicitar la devolución de los anexos y proce-der a enmendar la plana; por ende, presentar nue-vamente su demanda en atención a los conside-randos glosados por el juez que declaró in liminesu demanda.

Lamentablemente, muchos hemos comprobadoen el transcurso del tiempo y sobre todo aquellosque trabajaron con la derogada norma procesal, lalentitud con la que estos procesos se desenvolvían.En algunos casos comprendían más de una gene-ración y los litigantes se veían sorprendidos por elhecho de ser notificados con una sentencia que noresolvía el fondo del asunto, sino que señalaba laimprocedencia o la inadmisibilidad de la demandapor el incumplimiento de requisitos previos. Sinembargo, hoy en día, hay quienes la cuestionan.

El gasto no sólo se le genera a las partes quie-

ALEXANDERRIOJA

BERMÚDEZAbogado por la

UPSMP, conMaestría en

Derecho Civil yComercial por su

alma máter.Labora en el

Segundo Juzgadoespecializado en

lo Civil del Callao.Cursante de la

maestría enPolítica

Jurisdiccional enla PUCP.

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Control delproceso en el Código

Procesal Civil

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nes tienen que sostener un proceso judicial del cualestán seguros han de conseguir un resultado finalsobre el fondo, sino, además, de la consiguientepérdida de tiempo, de dinero (que comprende elpago de los honorarios del abogado, aranceles ju-diciales, cédulas de notificación, pago a peritos,movilidad, etcétera). También la consiguiente cargapara el especialista legal y sobre todo para el juez,quien luego de años, si es que tiene la oportunidado la suerte de continuar aún en su cargo, emite elfallo final el cual no le da ni le quita la razón a nin-guna de las partes, y que al modesto entender delos litigantes han realizado un gasto innecesario yen vano, siendo el responsable de este nadar en laplaya “el juez”, y no culpan al ineficiente abogadoque no supo expresar en la demanda el contenidodel petitorio de la parte demandante, ni formularcorrectamente su solicitud de protección ante el Es-tado. Ello, pese a que sabía que su demanda no te-nía ni pies ni cabeza y que como el promedio de losmalos abogados que litigan trasladan su ignoran-cia al Poder Judicial.

Por ello, fijar pautas o requisitos para la presen-tación de una demanda y concederle al juez la po-testad de “administrar justicia” en primera facie nosólo constituye un camino en la búsqueda de lograruna tutela jurídica efectiva, entendida ésta como“aquella situación jurídica de una persona en laque se respetan, de modo enunciativo, sus dere-chos de libre acceso al órgano jurisdiccional, a pro-bar, en defensa, al contradictorio e igualdad sus-tancial en el proceso, a no ser desviado de la juris-dicción predeterminada ni sometido a procedi-mientos distintos de los previstos en la ley, a la ob-tención de una resolución fundada en derecho, a

acceder a los medios impugnatorios regulados, a laimposibilidad de revivir procesos fenecidos, a laactuación adecuada y temporalmente oportuna delas resoluciones judiciales y a la observancia delprincipio de legalidad procesal penal”.

Además de esto a hacer efectivo otros princi-pios procesales y constitucionales, como son elprincipio de dirección del proceso , de economíaprocesal, de celeridad procesal, el principio y la ga-rantía del contradictorio, principalmente del princi-pio constitucional y garantía de motivación de re-soluciones judiciales.

Todos estos principios se pueden englobar en elde la tutela jurisdiccional efectiva, la cual “... no essolo un principio, sino un derecho fundamental detoda persona porque es el fundamento, junto conotros del orden público y de la paz social, según elcual cualquier persona puede y debe ser protegiday amparada en el ejercicio pacífico de sus preten-siones ante la justicia para que les sean satisfe-chas. Lo que no quiere decir aceptadas, sino resuel-tas razonadamente, con arreglo a Derecho y en unplazo de tiempo razonable, a lo largo de un proce-so con todas las personas titulares de derechos eintereses afectados por esas pretensiones, quienespuedan alegar y probar lo pertinente en la defensade sus respectivas posiciones.”

Este control no es pernicioso ni tiene el carácterde tendencioso. Sólo busca –reitero– un previo “sa-neamiento” del proceso, evitando así deja navegaren altamar un barco que terminará a la deriva. Así,el juez se convierte no sólo en fiscalizador de nues-tra actividad y de encaminar el proceso debidamen-te, sino que también realiza una actividad pedagógi-ca. Nos señala el camino del cómo se debe proceder

a entablar el inicio de la actividad jurisdiccional.Si hoy con la casi inmanejable carga con la que

cuentan los despachos judiciales, con la carenciade personal, material y recursos (que son los moti-vos más que representativos que originan que elPoder Judicial se vea cuestionado y se propugneuna reforma, la cual debe –en primer lugar– solu-cionar esos problemas), pestaríamos convirtiendoal juez en un mero y exclusivo tramitador. Con ellodañaríamos más la imagen del Poder Judicial y delos abogados.

El llamado forum shopping no es creación ninace como consecuencia de la presencia de los ar-tículos 426 y 427 del Código Procesal Civil, ni mu-cho menos surge del seno del Poder Judicial, sinofuera de él, se da en la “habilidad” de aquellosabogados que no confían o no están seguros de loque hacen de personas que carecen de un nivel mí-nimo de análisis que le permita dilucidar a prime-ra instancia de una mera evaluación, si su deman-da se encuentra bien redactada en términos que lepermitan al juez convencerlo de que su barco estápartiendo de buen puerto y que llegará a su desti-no sin contratiempo.

Al declarar la inadmisibilidad o improcedenciade la demanda, tanto por su deficiencia de conte-nido como haber omitido la subsanación a tiempo,de manera indicada por el juzgador, no se da unproceso muerto, es decir, no nace ni hay procesoalguno. Sólo intención de recurrir al Estado enbusca de tutela jurídica efectiva, la cual no se lepuede conceder por motivos expuestos en la reso-lución que rechaza su demanda.

Esta posición hoy se halla reforzada con la pro-mulgación del Código Procesal Constitucional, elcual en su artículo 47 señala la improcedencia limi-nar de la demanda de proceso de amparo.Asímismo, el artículo 48 referido a la inadmisibili-dad de estos procesos; el artículo 69 que señala losrequisitos especiales de la demanda de los proce-sos de cumplimiento; el 103 la inadmisibilidad dela demanda en los procesos de inconstitucionali-dad, y el 112 la admisibilidad y procedencia en losprocesos competenciales, normas que no hacenmás que reiterar la función fiscalizadora que debenrealizar nuestros magistrados.

Miremos estas normas, tanto la del Código Pro-cesal Civil como la del novísimo Código ProcesalConstitucional, no como un obstáculo para nuestrafunción como abogados patrocinantes, sino comouna etapa esencial en la que nuestros magistradosnos pueden demostrar que están lo suficiente-mente capacitados para convertirse en capitanesde nuestro barco y llevarlo a buen puerto, luego decumplir con subsanar las advertencias que ésteefectúa mediante el auto de inadmisibilidad o im-procedencia, y que no somos lo suficientementeperfectos al momento de redactar nuestra deman-da, pues existen omisiones que debemos subsanary que permiten una mejor labor no sólo de los abo-gados litigantes, sino también de los magistrados.

Finalmente, diremos que la norma no es mala, si-no que depende de quienes aplicamos el derecho enhacerla efectiva y eficiente y, en ese camino, debe-mos dirigirnos todos los operadores del Derecho ■

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EL doctor Luis ArbulúAlva es uno de los másprestigiosos abogadoslaboralistas del Perú. Es

socio del Estudio Rodrigo, Elías& Medrano, y en la siguienteentrevista evalúa la legislaciónlaboral en el país y ofreceaportes necesarios para mejorarla siempre complicada relaciónentre empleadores ytrabajadores.

Desde la década de 1990, la legislación laboralha tenido cambios radicales orientados a lu-char contra el desempleo.Sin embargo,éste nosólo no se ha reducido, sino que sigue siendouno de los principales problemas del país.¿Cuál es su evaluación? ¿Qué cree que falló?

– Definitivamente ha existido un divorcio entrelo que es una política, a veces tímida, de genera-ción de empleo y una inversión productiva, que eslo que amplía la oferta laboral en cualquier país.Pero sí se debe reconocer que hay mejor calidad deempleo. Es decir, empleos calificados que suponenuna mayor y mejor formación técnica en las activi-dades que se requieren. El problema es amplio,aunque tampoco se puede ser injusto en señalarque no han existido intentos para superarlo. No so-lamente se falló en las razones indicadas, sinotambién en una ausencia de voluntad política deafrontar ciertas lacras y enquistamientos que exis-ten en nuestra legislación laboral.

Muchos consideran que hemos pasadode un extremo al otro: del excesivo protec-cionismo de las décadas de 1970 y 1980, enque incluso se hablaba de una dictadurasindical, a los tiempos actuales en que lostrabajadores están desprotegidos y los sin-dicatos casi no existen...

– Yo no diría que hemos pasado de un extremo

a otro, es una cuestión de enfoque y de realidad.Probablemente hemos estado en el punto interme-dio adecuado y sin darnos cuenta nos hemos exce-dido en una posición, no antisindical sino de controlde los excesos que pudieron haberse presentado.Las dictaduras sindicales han existido por el interés

político de gobernantes o gente vinculada a ese ti-po de poder, para mantener privilegios sin buscarrealmente el bienestar de los trabajadores. Nadiepuede discutir que existe una libertad sindical total,representaciones gremiales, etcétera, pero lo quesucede es que hoy en día existen otros intereses y

SUPLEMENTO DE

Inestabilidad jurídica hacefracasar cualquier intento

de mejorar empleo

ENTREVISTA AL DOCTOR LUIS ARBULÚ ALVA

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expectativas prioritarias para satisfacer las deman-das de los trabajadores y no de un grupo.

¿Es posible reducir el desempleo porley? ¿Qué cambios son necesarios en la le-gislación laboral, a nivel individual y colec-tivo, para promover la creación de nuevospuestos de trabajo?

– La ley ayuda, sin lugar a dudas, puesto queestablece un marco dentro del cual empleadores yfuturos trabajadores coincidirán en el estableci-miento de esa relación. La inseguridad e inestabili-dad jurídicas no pueden aceptarse y esa es la razónpor la cual, probablemente, cualquier ley tendientea mejorar el empleo ha fracasado. Por ello, si unanorma responde a un buen criterio, razonable, jus-to y equitativo, definitivamente ayudará, pero siesa misma norma por razones injustificadas se mo-difica, fracasaremos. Planteo un corte claro en el

régimen legal laboral, sin que eso signifique quitaro privar a nadie de lo que ya tiene. Pero con la ex-periencia obtenida, se podría crear un nuevo régi-men laboral de derechos, productivo, sin mayorescargas ni presiones de costos, que tanto al trabaja-dor como al empleador lo animen a formar una re-

lación. Por ejemplo, tendríamos que analizar unaconsecución gradual de derechos en función de laantigüedad; crear un régimen de remuneración in-tegral por períodos determinados hasta consolidarla relación laboral y el negocio; y garantizar la es-tabilidad laboral en función del rendimiento deltrabajador, reconociéndole evidentemente una in-demnización razonable por el fin del contrato. Asi-mismo, establecer una plena y total libertad para lacontratación laboral, de acuerdo con los requeri-mientos del negocio, facilitando sucesivas renova-ciones para no hacer gravosa esa relación. Debe-mos desterrar las figuras modales reconociendo losderechos y la estabilidad, como se ha indicado, yque las partes fijen su propio plazo. De igual mane-ra, dentro de esta estructura nueva que puede te-ner diferentes beneficios, lograr y plantear la “libredesafiliación” en estos sistemas laborales nuevos.

Uno de los graves problemas que tambiénenfrentan los trabajadores es la informalidad,que los priva de derechos básicos. ¿Qué hacerpara formalizar el empleo?

– Nadie puede discutir que hay informalidad, perouna informalidad incluso legal que el propio Estado hamantenido dentro de su estructura. El ejemplo claro esel de los servicios personales, cuya realidad laboral esobvia. La informalidad del empleo que ya está enquis-tada en nuestro medio, tiene que ser desterrada e in-vitada a la formalización mediante claros incentivostributarios, laborales, etcétera que faciliten ese paso.Tendremos que recurrir en estos casos a la ayuda de laSunat como ente fiscalizador y a una simplificación ra-dical de la administración del empleo. Mientras mássimple sea el régimen legal y administrativo de con-trol, será factible la formalidad.

¿Considera posible la negociación colecti-va con la participación de gremios empresa-riales y sindicales?

– Sí. Pero tendríamos que buscar un mecanismo enel que los gremios empresariales y sindicales puedan te-ner acceso a la negociación colectiva, inicialmente comoasesores,para luego tener –quizá– una mayor participa-ción. De esta manera, las partes tendrán en directo unconocimiento real de lo que pasa en la actividad dentrode la cual se formula la negociación.

¿Está de acuerdo con la negociación por ra-mas de la producción? ¿Es posible en el Perú?

– Habría que analizar cada rama, pues en algunasde ellas es posible la negociación, en otras todavía no.Se me ocurre por ejemplo, en este caso, el gremio dehoteles y restaurantes, que ya están clasificados encinco, cuatro, tres estrellas o tenedores, lo que permitefijar un criterio razonable de igualdad y competitividadentre ellos, que debería mantenerse con este sistema.El gremio exportador podría ser otro, según los pro-ductos, etcétera. Es un punto interesante por analizar.

¿Cuál es su evaluación del Consejo Nacio-nal del Trabajo? ¿Ha funcionado?

– Todo centro de diálogo e intercambio de ideas espositivo, pero no puede servir de tribuna política, ni sin-dical, ni empresarial, sino ser un núcleo técnico y armó-

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nico en búsqueda de los mejores aportes. Debemos es-perar más de este ente, dándole mucha mayor flexibili-dad y apertura en sus aportes, pero de ninguna mane-ra puede sustituir la facultad reguladora del Estado y dela ley. Esa podría ser la sentencia de muerte de este or-ganismo y que lo haga inoperante e improductivo.

¿En el nuevo escenario que plantean suspropuestas de reforma laboral, cuál sería elpapel del Ministerio de Trabajo?

– El ministerio se ha alejado del ámbito laboral,pues con su política distorsionada de “no interven-ción” ha perdido contacto con la problemática laboraldel país, limitándose a funciones inspectivas que, di-cho sea de paso, no han cumplido su rol ni han esta-do bien reguladas. La labor de promoción ha tenidoéxitos aislados, pero es importante que el nuevo go-bierno evalúe la organización y funcionamiento de es-te ministerio. Un rol importante, además de la promo-ción y de la fiscalización, es el de la conciliación.

En materia de empleo, la campaña electo-ral se centra en quienes están a favor o quie-nes están en contra de la libre desafiliaciónde los trabajadores de las AFP para volver alSNP, y en restablecer la vigencia de la jornadalaboral de las 8 horas y el pago de horas ex-tras, que si bien existen en el papel, casi nadierespeta. ¿Cuál es su opinión?

– Sobre el tema de la jornada laboral y las horasextras, hay que limitarse a cumplir la ley y ejercer la la-bor fiscalizadora. Con el esfuerzo y rendimiento deltrabajador no se puede jugar, pues justamente enforma indirecta se afecta la productividad, el rendi-miento y la generación de empleo.

En cuanto a la libre desafiliación de las AFP, es untema complejo que no puede ser tratado política-mente sino preservando un buen sistema como el delas AFP y mejorar el Sistema Nacional de Pensionesque no ha cumplido el propósito de su creación y hoyen día para un sector específico, es más rentable queuna AFP. Habría que establecer una regulación en lí-mites de edad para aplicar a uno u otro sistema y nofomentar luego no sólo un caos administrativo, sinotambién una afectación al rendimiento del sistema.Podría establecerse una regulación excepcional condeterminadas condiciones y requisitos a una libre de-safiliación o a un mejoramiento del sistema para unsector, pero definitivamente el Sistema Nacional dePensiones debe mejorar.

Por último, ¿considera posible una rela-ción armoniosa entre empleadores y trabaja-dores y que dejen de verse unos a otros comoenemigos y más bien se reconozcan comopartes de un todo?

– Es posible que un sector de trabajadores o deempleadores quiera ver así los términos de la relación,pero eso debe superarse y propiciar en cada centro detrabajo una política de diálogo, entendimiento y armo-nía, en función del respeto de los derechos laborales,así como también el respeto del trabajador a las facul-tades de administración del empleador.Al final, lo queunos y otros buscan es lo mismo: trabajar por el biende sus familias y del país ■

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SUPLEMENTO DE ANÁLISIS LEGAL

8 / martes 21 de febrero de 2006

ABOGADOS DE AYER Y HOY

José FaustinoSánchez-Carrión

Rodríguez

José Faustino Sánchez-Carrión Rodríguez fueel más importante abogado y periodista dela transición política del virreinato a la repú-blica. Con su obra y ejemplo comenzó a for-

jarse una nueva patria que quedó inconclusa o frus-trada, primero, por su repentina muerte y, luego,tanto por la continuidad de la dictadura delLibertador Simón José Antonio de Bolívar y Palacios(1823-26) como la estéril discusión entre liberales yconservadores aprovechada sagazmente por la mori-bunda aristocracia que se abrazó al rampante milita-rismo como única tabla de salvación.

En efecto, la muerte del Tribuno de la Repúblicacomo jurista y político o del Solitario de Sayán comoperiodista, desarticuló el programa de acción políticay jurídica que se había cuajado desde tres décadasatrás en el Real Convictorio de San Carlos, bajo elextenso rectorado del ilustre maestro y jurista ToribioRodríguez de Mendoza Collantes, quien falleció ochodías después de su amado y predilecto ex alumno. Talcomo ya lo hemos consignado en la biografía del ilus-tre rector del Real Convictorio de San Carlos, cuna deperuanidad y cordón umbilical entre este gran prócerde la Independencia y los cientos de alumnos que reci-bieron sus sabias y libertarias enseñanzas. El más pre-claro, probo, desinteresado en los asuntos personalesy el más furibundo republicano y radical demócratanacionalista fue Sánchez-Carrión Rodríguez.

José Faustino nació en Huamachuco (LaLibertad), el 13 de febrero de 1787, y falleció en Lurín(Lima), el 3 de junio de 1825, en la Casa Hacienda dela Congregación de San Felipe Neri, como conse-cuencia de la rotura de un aneurisma en el hígado.Fue hijo de Agustín Sánchez Carrión y de doña TeresaRodríguez, a quien perdió siendo aún niño, por loque su hermana mayor, Fermina, le crió. Su maestrode infancia, en su tierra natal, fue el cura JosephCarrión. A la edad de 15 años pasó al Seminario deSan Carlos y San Marcelo, de Trujillo, dirigido por elpadre Tomás González de Rivero, donde recibió unaesmerada formación religiosa y humanista que, másadelante, le sirvió para sobresalir entre los integran-tes de su generación, según Augusto Tamayo Vargas.

Sánchez-Carrión Rodríguez se trasladó a Lima y,en 1805, ingresó en el Convictorio de San Carlos,regentado, entonces, por el cura liberal y abogadoeclesiástico Rodríguez de Mendoza, quien habíarevolucionado la enseñanza en este colegio mayorde la Universidad Mayor de San Marcos (UMSM).Tuvo por profesores a los jóvenes juristas y maestrosliberales Manuel Lorenzo de Vidaurre y Encalada yJosé Joaquín Olmedo Marurí, y también al conserva-dor Manuel Pérez de Tudela Vilches, a los cuales sus-tituyó prontamente como docente, primero, en elprestigioso instituto carolino y, luego, en la propiauniversidad, encargándosele las cátedras de Leyes,Cánones y Digesto Viejo.

• Dibujo de Álvaro Núñez Rebaza

Abogado.Egresado del Real

Convictorio deSan Carlos.

Profesor dederecho en su

alma máter y enla UMSM.

Político yperiodista.

Prócer de laIndependencia.

Ministro deBolívar.

Consejero deGobierno

Vocal de la CorteSuprema de la

República.

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En su condición de excelente alumno, JoséFaustino fue escogido por el rector carolino para quedirigiera el homenaje al ilustre jurista y maestro san-marquino José Baquíjano y Carrillo, conde de VistaFlorida, quien había sido nombrado Consejero deEstado (20-11-1812). No fue un simple discurso aca-démico, sino una encendida pieza oratoria que movióhasta los cimientos del viejo claustro carolino, exi-giendo un mejor y más justo gobierno de la metrópolipara la colonia. Ahí, la vena lírica de Sánchez Carriónretumba en el Convictorio y puso de manifiesto susideas patrióticas, perfilando la aún distante libertad:“Atado estaba el continente nuevo/ trescientos añoscon servil cadena,/ a cuyo ronco con su acerba pena/su eterna esclavitud llorar solía,/ en triste desventu-ra.// Desde que el padre de la luz salía/ hasta el dulcenacer del alba pura”.

Era una nueva y mejorada edición del discursoque el propio Baquíjano había pronunciado tresdécadas atrás en el homenaje que la UMSM le rindióal virrey de entonces,Agustín de Jáuregui. Frases quellegaron a los oídos del implacable virrey JoséFernando de Abascal y Sousa, marqués de laConcordia, quien decidió seguir, paso a paso, lo quese hacía en el Convictorio y auscultar las intencionesde su rector Rodríguez de Mendoza y de la brillantepléyade de alumnos que le seguían con devoción yplena admiración.

En 1813, José Faustino fue nuevamente elegidopor el rector para rendir homenaje a la Constituciónde Cádiz, con motivo de su primer aniversario. A laceremonia asistió el virrey Abascal y tuvo que tragar-se los sapos del irreverente joven que ya se proyec-taba como el grandilocuente Tribuno de la República,al decir del ilustre historiador y abogado Raúl PorrasBarrenechea, quien apunta:“Esa arenga es una lumi-nosa síntesis de libertades. No parece que el oradorfuera un colegial de la colonia ni que se dirigiera almás autoritario de los virreyes, sino que hablara undefensor de los derechos del hombre de una repúbli-ca libre”. Sobre el particular, Susana Llontop SánchezCarrión, biógrafa y descendiente del prócer, afirma:“El virrey Abascal, disgustado, sin duda, por la osadíadel carolino, recomendó que en el futuro no se le vol-viera a nombrar para hablar en representación delConvictorio”. Igual había sucedido con Baquíjano.

Este hecho confirmó la desconfianza del marquésde la Concordia y disgustado dispuso una investiga-ción a San Carlos, la misma que no se concretó por larenuncia del virrey y su inmediato viaje a España. Sinembargo, las autoridades coloniales iniciaron unaabierta pugna contra el instituto, arguyendo que enél se enseñaba, leía y discutía a Voltaire,Montesquieu, Rousseau y la Enciclopedia. Es por esoque, en 1816, el virrey Joaquín de la Pezuela, mar-qués de Viluma, dispuso que se realizara la “visita” oinspección dispuesta por su antecesor. No obstanteque no se encontró prueba alguna, ni confesión odeclaración de profesor o alumno que confirmara lasospecha, el Convictorio fue clausurado por cuatromeses, a partir del 31 de mayo de 1817, como con-secuencia del informe administrativo realizado por elcomisionado Manuel Pardo y Rivadeneira.

La drástica medida tenía por finalidad “depurar elcuadro de profesores y alumnos”.A la sazón, Sánchez-

Carrión Rodríguez ya era profesor y, a ciencia cierta, sedesconoce si fue expulsado o él renunció poco antesde esta decisión. Sobre el particular hay contradicciónentre Porras y el contemporáneo y amigo del prócer:José Joaquín Larriva. En la famosa necrología, Larrivaafirma: “El virrey Abascal le amenazó varias veces, yPezuela llegó al extremo de botarle del colegio. Estosucedió, por fortuna, cuando ya el colegio necesitabamás de él, que él del colegio”.

El 8 de agosto de 1818, Sánchez-Carrión rindióexamen ante la Real Audiencia de Lima para recibir-se de abogado. En noviembre del mismo año seincorporó al Colegio de Abogados de Lima. Su dis-curso de agradecimiento trató sobre el DerechoIndiano y subrayó la injusticia del mismo para conlos criollos, mestizos e indios y la arbitrariedad delrey Fernando VII al haber desconocido, en 1814, laConstitución de Cádiz (1812), que constitituía unbuen augurio para los indígenas al haber suprimidola mita.

Es, entonces, cuando comienza a ejercer la nobleprofesión de abogar y Larriva le recuerda así, en laceremonia funeral: “En las grandes contiendas judi-ciales tenía casi siempre que intervenir… El podero-so, que le fiaba la suerte de su fortuna, descansabatranquilo sin el temor de aventurarla; y el desvalidoque contaba con la justicia de su parte, no necesitacontar, para que él defendiera su derecho, con poder-le prestar, por sus tareas, las recompensa de estilo,Carrión era el abogado de las causas más célebres yel generoso protector del huérfano y la viuda queestaban injustamente perseguidos en juicio”.

En 1819 contrae matrimonio con doña MaríaJosefa Dueñas y un año después nace su primerahija, a quien bautizó como Juana Rosa. En 1820 viajóa su tierra natal ante la grave enfermedad de supadre y ahí se enteró del desembarco del Libertadordel Sur, general José de San Martín y Matorras, enParacas (9-9-1820).Anunciada la proclamación de laIndependencia en Trujillo, para el 29 de diciembre,viaja a esa ciudad. Luego retorna a Huamachuco,donde permanece hasta el fallecimiento de su pro-genitor (Dic., 1821). Ello le impidió participar activa ypersonalmente en las acciones para jurar y procla-mar la independencia nacional, en las que sí partici-paron Rodríguez de Mendoza y sus compañeroscarolinos, como su íntimo amigo y colega FranciscoJavier Mariátegui Tellería.

En diciembre de 1821, José Faustino se reincor-pora a la vida pública y aboga por las ideas republi-canas, demócratas, y se enfrenta abiertamente a lasideas monárquicas de San Martín, aupadas por algu-nos aristócratas (Torre Tagle, Riva Agüero yBerindoaga, entre otros) y defendidas radicalmentepor el ministro Bernardo Monteagudo, con quientuvo fuertes discrepancias que acabaron en inacep-tables amenazas. Sánchez Carrión no pudo, enton-ces, constituir partido, empero, advirtió del peligropolítico y jurídico que significaba la adopción de lasideas que acremente rechazaba. Su viejo maestro ylos carolinos liberales las habían aceptado como malmenor y único camino para expulsar a los godos, yasí acabar con el absolutismo. En todo caso, conce-bían a la monarquía constitucional como una transi-ción, algo temporal que después remediarían

Virrey JoséFernandode Abascal.

VirreyJoaquín dela Pezuela.

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mediante la aprobación de la Constitución.Ante esta realidad política y militar, José Faustino

decidió continuar con su lucha. En todo caso, en elloya era baquiano. Se había enfrentado a los virreyesAbascal y Pezuela. ¿Por qué no hacerlo contra SanMartín? Solo tenía que ponerse a buen recaudo paraasegurar su libertad. De ahí que se trasladó al pueblode Sayán, al noreste de Huacho, y de donde escribiólas célebres cartas de contenido político-jurídico conespíritu republicano, las mismas que firmó bajo elseudónimo de El Solitario de Sayán, oponiéndose a lamonarquía constitucional.

En efecto, el irreverente abogado Sánchez-Carrión envió desde ese alejado pueblo norteño trescartas a la Sociedad Patriótica (Marzo, 1822), en lasque defendía con lucidez y valentía las bondades jurí-dicas de la forma de gobierno republicano adoptadopor Estados Unidos de América, Colombia y en cami-no de aprobarse en otros pueblos. Refutaba el siste-ma monárquico, el cual consolidaba la situación desúbditos para los peruanos, quienes fervientementedeseaban la libertad y la condición de ciudadanos. Enuna primera oportunidad se impidió que éstas fueranleídas, empero, formuladas las exigencias del casopor su antiguo maestro Rodríguez de Mendoza, a lasazón Presidente de la Junta Conservadora de laLibertad de Imprenta, el propio San Martín autorizósu lectura el 12 de abril. Sin duda alguna, ellas con-tribuyeron al triunfo de las ideas republicanas comoforma de gobierno para nuestra naciente república.

En honor a la verdad histórica, debemos precisarque desde Paracas, el egregio general argentino tuvodesconfianza sobre el éxito de su campaña en Perú.No obstante el abierto respaldo que recibió del pue-blo –del hombre común y corriente– a la causa de laindependencia, el dudoso apoyo de la clase domi-nante le llevó a buscar una entrevista con el virreyJosé de La Serna (2-6-1821). Sin resultados positivospara ambos lados, San Martín decidió continuar conla gesta libertadora y declaró la independencia nacio-nal, en Lima (28-7-1821). Entre tanto, los aristócratasperuanos le estimularon sus ideas monárquicas cons-titucionales, a las cuales tenía gran apego por cono-cer, en vivo y directo, el sistema de gobierno británi-co. Las primeras medidas de gobierno –legislación detransición- hacía del protectorado el ineludible cami-no hacia la adopción de un nuevo príncipe. A ello seopuso tenazmente Sánchez-Carrión, quien quedóestupefacto al saber que su viejo ex rector carolinoestaba apoyando semejante plan y su radicalismorepublicano le cegó para no entender que, por elmomento, no había otra alternativa para expulsar yvencer a los españoles.

Pasaba el tiempo y San Martín veía con mayorclaridad su inminente fracaso político y militar. Antelos peruanos divididos, sin metas precisas y con granmezquindad por parte de la oligarquía en su colabo-ración con la causa independentista, el Protectordecidió solicitar apoyo al general Libertador delNorte, Simón José Antonio de Bolívar y Palacios, paralo cual viajó a Guayaquil. Sería una reunión entrehermanos masones, por lo tanto secreta, no obstan-te que él era de rito York (azul) mientras que el ilus-tre caraqueño era Escocés (rojo). Empero, los carac-teres, personalidades, ideas y concepciones políticas

de sendos libertadores también eran antípodas. El 26de julio de 1822, se abrazaron y conversaron entre“la escuadra y el compás”, al pie del río Guayas.

San Martín regresó decepcionado a Lima y seencontró que la ciudad estaba en caos. Su ministroMonteagudo había sido expulsado y los republicanosliberales habían influido en la nación para rechazarde plano los ideales monárquicos. Fue el triunfo deSánchez-Carrión. En este contexto, en agosto de

1822, aparece la Abeja Republicana, bajo la direc-ción de José Faustino y Mariátegui, quien ya se habíaalejado de los planes sanmartinianos. Ahí aparecenpublicadas las cartas de El Solitario de Sayán, quehabían sido leídas anteriormente. San Martín decideabandonar el país y entrega el poder al PrimerCongreso Constituyente, el 20 de setiembre de 1822.En esta magna asamblea van a brillar profesores y exalumnos carolinos como Rodríguez de Mendoza,Sánchez-Carrión, Mariátegui, Olmedo, Pérez deTudela, Manuel Tellería y Vicuña, José MaríaGaldeano y Mendoza y Justo Figuerola Estrada, entreotros. Empero, el clérigo liberal y abogado FranciscoXavier de Luna Pizarro y Pacheco, egresado de laUniversidad de San Antonio Abad de Cusco, por suinteligencia, vehemencia y capacidad de negociaciónobtuvo la presidencia de este histórico Congreso,cuyas juntas preparatorias fueron presididas por elanciano ex rector carolino.

Sánchez-Carrión fue elegido secretario de laPrimera Mesa Directiva del Congreso. Al decir dePorras, “por su ciencia jurídica y social, su culto a lostratadistas de derecho franceses y sajones, el ejem-plo doceañista siempre vivo en él y la fluidez de supluma” le sirvió para que se le nombre integrante dela Comisión encargada de elaborar la Constitución,de la cual será el principal artífice. Él es partidario delsistema federal, defensor del regionalismo, de losjurados en los juicios de imprenta,... Para difundir susideas publica El Tribuno de la República, periódicoque apareció desde el 28-11 al 26-12 del mismo año,con un total de 9 números y 146 páginas. Fue coste-ado íntegramente por él.

En junio de 1823 el Congreso aprueba nombraruna comisión que viaje a Quito para invitar a Bolívara venir al Perú, con la finalidad de continuar con la

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JoséBaquíjano yCarrillo.

Entrevista de Guayaquil, San Martín yBolívar. (Dibujo de la revista Fanal-IPC).

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guerra emancipadora y consolidar la república. El ges-tor y defensor de la moción fue Sánchez-Carrión con lasugestión del general venezolano Antonio José deSucre y de Alcalá. José Faustino y su ex profesor ypoeta guayaquileño Olmedo fueron quienes se entre-vistaron con el Libertador. El ilustre caraqueño llegó aLima el 1 de setiembre, acompañado por los dos cons-tituyentes.Al día siguiente, el propio Congreso le otor-gó plenos y absolutos poderes, le nombró dictador.

Bolívar en el poder, de inmediato llamó a su ladoal radical republicano –igual a él–, para que sea suprincipal colaborador. En la persona de Sanchez-Carrión reúnió los tres ministerios que establecía laConstitución de 1823: Guerra y Marina, Gobierno yRelaciones Exteriores, y Hacienda. En octubre de 1824le nombra ministro general de los negocios de Perú,habida cuenta el concepto que el Libertador tenía deJosé Faustino: “Carrión tiene talento, probidad y unpatriotismo sin límites”. Año de intensa actividad que

su biógrafo y jurista Luis Antonio Eguiguren Escuderoresume así: “intransigencia con el deber de ir al sacri-ficio por los grandes intereses del Perú”.

José Faustino está presente en todo, en los pre-parativos para la guerra y creando instituciones repu-blicanas que vayan consolidando la independencianacional, como su vehemente preocupación por ins-talar la Corte de Justicia en Trujillo (Abril, 1824), sugi-riendo al Libertador que invite a instalarla a su exmaestro De Vidaurre. Y así fue como Bolívar conocióy ganó un nuevo adepto, cuya biografía jurídica lahemos tratado anteriormente. Sánchez-Carrión, allado del Libertador, firma los decretos creando laUniversidad de Trujillo (10.5.1824); la Corte Supremade Justicia (19.12.1824), la Contaduría Mayor de laNación, la Escuela Normal, etcétera.

Todo ello con minuciosidad y transparencia in-creíbles: “Asombra ver como en un estado de guerra,podía llevarse esa escrupulosidad con tanto orden”

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apunta Eguiguren. Bolívar entiende que hay que faci-litar la gestión de nuestro ilustre jurista y nombra enla cartera de Guerra y Marina a su compatriota gene-ral Tomás de Heres y en Hacienda al médico HipólitoUnanue. Deja Gobierno y Relaciones Exteriores paraSánchez-Carrión, quien en tal condición suscribiójunto con el Libertador la convocatoria al CongresoAnfictiónico de Panamá (7.12.1824), dos días antesdel extraordinario triunfo en Ayacucho. Para que estelugar quede registrado en la historia y en homenajea la victoria, el 15 de febrero de 1825 firmó el decre-to creando el departamento con este nombre, deno-minado antes Huamanga.

El Libertador nombra a Sánchez-Carrión miem-bro del Consejo de Gobierno mientras él decideviajar a los departamentos del Sur, y también comovocal de la Corte Suprema de Justicia, cargo al quejuró el 18 de febrero de 1825. En esa ocasión,subrayó en su discurso la independencia y autono-mía del Poder Judicial respecto a los otros poderes,como fiel seguidor y asiduo lector del Espíritu delas leyes del célebre Montesquieu, leído y releídoen las aulas carolinas. Dijo, entonces, JoséFaustino: “Con este poder queda levantado unmuro entre la potestad directiva del Estado y loque se va a pronunciar sobre los desagravios de lajusticia. Ciertamente, señores, sancionada la volun-tad de los pueblos, mejor diré, dirigida la voz de lanaturaleza por el sendero de la conveniencia públi-ca, la ley es un ente que, para asegurar su imperiosobre la conducta social de los hombres, requiereun brazo independiente del resto de la administra-ción, brazo que naciendo desde el juez de paz, yterminando en el primer jefe de este cuerpo, for-man un orden progresivo de ministros”.

Buscando su indepedencia económica y retiro dela política, Sánchez-Carrión quiso comprar unahacienda y le solicitó ayuda financiera al Libertador,en una carta llena de humildad y sinceridad. Le escri-bió así: “Aseguro a V.E. que sólo la pobreza suma enque me hallo, la larga familia que me rodea, pudie-ran obligarme a pasar por el vergonzoso conflicto depedir, y mucho más cuando mis servicios han sidoningunos…” Bolívar se encontraba en Cusco y nopudo contestar ni ayudar a tiempo a José Faustino,quien falleció a los 38 años de edad y a los pocosdías de enviar la misiva. Enterado de esta irreparablepérdida, el ilustre caraqueño expresó: “Ha fallecidoel fiel compañero del Libertador… Anteayer he teni-do el dolor de saber que mi más respetable, mi másquerido amigo, el digno Carrión, ha dejado huérfanaa su patria y a su familia... ”.

Finalmente, Raúl Porras sentencia:“José FaustinoSánchez-Carrión, caudillo sin armas, colaborador civildel más grande capitán de América y el primerperuano de la República”. Agregamos, nosotros,quiso Dios llevarse a su lado a tan preclaro y hones-to servidor de esta patria, antes de sufrir la decep-ción de conocer la prórroga de la dictadura deBolívar, el planteamiento de su Constitución Vitalicia(1826) y su declaratoria de guerra contra Perú, en1828, a la par de estimular la traición del generalAgustín Gamarra Messia para que abandone al pre-sidente José de La Mar Cortázar, a su suerte, en labatalla de Portete de Tarqui (F. del S.) ■

SimónBolívar(Óleo deJosé Gil deCastro).

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■■ Consejo Andino de Mediadores,Conciliadores y Árbitros

Dando ejecución a los acuerdos adoptados en laPrimera Convención Internacional Andina: inter-mediación y conflicto, experiencias compartidas,llevada a cabo recientemente con la participa-ción de delegaciones oficiales extranjeras ydiversos representantes de la ComunidadAndina, se constituyó e instaló el ConsejoAndino de Mediadores, Conciliadores y Árbitros.

La presidencia de esta flamante instituciónrecayó en el ilustre jurista Juan Vicente Ugartedel Pino ex presidente del Tribunal Andino deJusticia y de la Corte Suprema de Justicia delPerú, ex decano del Ilustre Colegio deAbogados de Lima y de la Facultad de Derecho

y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.Para la vicepresidencia y secretaría fueron elegidos los destacados abogados Raúl

Lozano Merino y Sergio Tapia Tapia, respectivamente. El primero de ellos ha sido pre-sidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA) y, en la actualidad, es vice-presidente nacional de la Unión Internacional de Abogados (UIA).

La juramentación e instalación se efectuó el pasado 20 de enero, en el Salón deGrados de la Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional de Educación EnriqueGuzmán y Valle, bajo la presidencia del rector Manuel Solís Gómez.

■■ Relaciones del Tribunal Constitucionaly el Parlamento Germano

El ilustre jurista y académico alemán Reiner Grote, investigador delMax – Planck – Institut de derecho público comparado y derechointernacional de Alemania, con sede en Heidelberg, dialogó conlos magistrados constitucionales y destacados invitados, entrecongresistas, políticos y juristas, sobre las Relaciones del TribunalConstitucional Federal Alemán y el Parlamento. El coloquio fueorganizado por el Centro de Estudios Constitucionales del TribunalConstitucional del Perú (CEC) que dirige el magistrado CésarLanda Arroyo, y se llevó a cabo el pasado miércoles 15.

El tema tratado, no obstante estar referido a la realidad ger-mana, es de suma importancia para encontrar una respuesta jurí-dica –mas no política– al problema de interpretación sobre la doc-trina y legislación –comparada y nacional– de las facultades que

tiene el TC.Asimismo, la destacada importancia del expositor en el ámbito internacional,nos releva de mayores comentarios sobre los valiosos aportes brindados para hallar solu-ciones viables en bien de la patria, del Estado de derecho y de la justicia constitucionalcomo último baluarte de la defensa de los derechos fundamentales de las personas enla jurisdicción interna del país.

De ahí que el egregio director del CEC, Landa Arroyo, destacó que “aproximarse auno de los más importantes y consolidados modelos del derecho constitucional compa-rado, como es el alemán, dará cuenta de la presencia ineludible de relaciones de tensiónentre ambos órganos constitucionales –Congreso y TC– y, a la vez, la resolución de losmismos a través de los cauces institucionales, es decir, el respeto a la competencia del TCen su rol de ser el supremo intérprete y defensor de la Constitución”.

MISCELÁNEA JURÍDICA

LA PERSONA JURÍDICA EN ELDERECHO CONTEMPORÁNEO

Henry Carhuatocto SandovalJurista Editores E.I.R.L. / Lima, 2005.

La diversidad de personas jurídicas queexisten en el ámbito privado son tratadaspor el autor de este libro que, por su acer-tado enfoque teórico y práctico, puedeconvertirse en útil manual, habida cuentalos ejemplos que aporta para la constitu-

ción de las perso-nas jurídicas y suconsecuente regis-tro correspondien-te de acuerdo conla ley. Adjunta mo-delos de minuta,contratos societa-rios, legislación yjurisprudencia so-bre la materia,amén de una seriede cuadros sinópti-cos que diagramanlos pasos a seguiren cada caso.

Desde el ámbitoteórico, el destacado letrado, aborda te-mas como el de la subjetividad de la per-sona jurídica, la responsabilidad patrimo-nial limitada de sus miembros, la responsa-bilidad civil de la persona jurídica y losgrupos económicos, el procedimiento con-cursal en sus aspectos más relevantes, laarista penal de la utilización fraudulentade la persona jurídica, el daño a la perso-na jurídica, entre otros temas de recurren-te interés.

Por otro lado, el doctor Carhuatoctotambién trata sobre aspectos relacionadoscon los derechos humanos o fundamenta-les a los que podría acogerse la personajurídica, de acuerdo con la más modernainterpretación jurídica. En efecto, analiza,por ejemplo, la voceada reforma del dere-cho internacional que podría otorgarle a lapersona jurídica estatus de sujeto de estederecho. Asimismo, en este contexto, lospronunciamientos del Tribunal Constitucio-nal que reconocen expresamente la capa-cidad de las personas jurídicas de ser titu-lares de derechos fundamentales como elderecho al honor (Exp. N° 0905-2001-AA/TC) o el derecho al debido proceso(Exp. N° 1150-2004-AA/TC).

BIBLIOIURIS

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martes 21 de febrero de 2006

I. COLABORADORES:

Abanto Verástegui, Humberto, Nº 54.Aguirre Chumbimuni, Javier A., Nºs 59,67 y 70.Alarcón Piana, Marco A., Nº 54.Alcócer Povis, Eduardo, Nº 69.Álvarez Carpentier, Teresa, Nº 55.Alvinagorta Salas, Óscar Roberto, Nº 69.Alvizuri Levano, Pedro José, Nº 72.Ampuero Godo, Saúl, Nº 68.Andrade Portugal, Julio Uriel, Nº 59.Arce Ortiz, Elmer G., Nº 71.Ariano Deho, Eugenia, Nº 52.Arredondo Castillo, Alfredo, Nº 58.Atoche Fernández, Paola, Nº 62.Avendaño Arana, Francisco, Nº 53.Avendaño Valdez, Jorge, Nº 68.Ávila Herrera, José, Nº 66.

Balladares Ramírez, Manuel Alberto, Nº 52.Barco L., O. Iván, Nº 68.Barrios Escobedo, Zynhia, Nº 59.Bazán Naveda, César, Nº 72.Becerra Chávez, Luis, Nº 55.Bellido Cárdenas, Carol, Nº 54.Beltrán Pacheco, Jorge, Nºs 52 y 61.Bravo Cucchi, Jorge, Nº 62.

Cabello Matamala, Carmen Julia, Nº 59.Cáceres Mercado, Ernesto, Nº 51.Cairo Roldán, Omar, Nº 59.

Canessa Castellano, Juan, Nº 51.Carbonell O’Brien, Esteban, Nº 73.Casiano Lossio, Iván A., Nº 75.Castillo Freyre, Mario, Nº 53.Castro Muñoz, Jorge Carlos, Nºs y 54 y 70.Céspedes Correa, Eva, Nº 71.Céspedes Suzuki, Erika, Nº 57.Céspedes Zavaleta, Adolfo, Nº 67.Cieza R., Heinz J., Nº 59 y 70.Conde Granados, Jorge L, Nºs 60 y 74.Cossío Aliaga, Sergio, Nºs 54 y 57.

D’azevedo García, Martín, Nºs 57, 61 y 65.Danós Ordóñez, Jorge, Nº 58.De La Haza Barrantes, Antonio, Nº 65.Del Río Gonzáles, Óscar, Nº 69.Del Solar, Francisco José, Nºs 56, 72, 73, 74 y 75.Díaz Pinillos, Erika, Nº 51.

Esteban Delgado, Sara, Nº 61.

Falconí Gálvez, Juan T., Nº 70.Fernández Campos, Jorge Armando, Nº 71.Fonseca Sarmiento, Carlos A., Nº 53.

Gálvez Calderón, Álvaro, Nº 60.Gamarra Herrera, Ronald, Nº 65.

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C M Y KC M Y KII IIIGamboa Vilela, Patricia, Nº 64.

Haro Carranza, Julio E., Nº 55.Herrera Velarde, Eduardo, Nºs 58 y 66.Huapaya Nava, Mario, Nº 57.Hurtado Cruz, Isaac, Nº 71.

Justicia Viva, Nºs 65 y 70.

Kühn Baca, Werner, Nº 63.

Lama More, Héctor E., Nºs 57 y 60.Lara Márquez, Jaime, Nº 72.León, Leysser L., Nº 68.Loza Ávalos, Giulliana, Nº 53.Lozano Hernández, Julio Carlos, Nº 67.Luján Segura, Helder, Nº 64.Luna Escalante, Esben, Nº 60.

Mállap Rivera, Johnny, Nº 52.Matheus López, Carlos Alberto, Nº 56.Matos Bartola, Alan Emilio, Nº 63.Meloni García, Ray Augusto, Nº 56.Miranda Vargas, Alonso, Nº 62.Miranda & Amado Abogados, Nºs 55 y 69.Monroy Gálvez, Juan, Nº 52.Monroy Palacios, Juan, Nº 66.Montoya Mendoza, Andrés A., Nº 65.Moreano Valdivia, Carlos, Nº 67.Muelle Góngora, Édgard, Nº 64.

Noriega Ludwick, José Luis, Nº 64.

Olaya del Carpio, Garlandi Liliana, Nº 69.Olmos Huallpa, René G., Nº 64.Oré Guardia, Arsenio, Nº 53.Oré Sosa, Eduardo A., Nº 70.

Palomino Manchego, José F., Nº 75.Paredez Neyra, Magno Iván, Nº 55.Pereira Chumbe, Roberto, Nº 65.

Quispe Mansilla, Tania, Nº 62.Quispe Salsavilca, David Percy, Nº 53.

Ramos Michuy, Benito Felimón, Nº 66.Ravina Sánchez, Raúl, Nº 52.Retamozo Escobar, Jaliya, Nº 63.Robilliard D’Onofrio, Paolo, Nº 56.Rodríguez Urbina, Ángel, Nºs 62, 63, 66, 69 y 74.Romero Zavala, Luis, Nº 71.Ruíz Cernades, Daniel, Nº 56.

Salas Beteta, Christian, Nº 54.Salas Ferro, Percy, Nº 59.Sánchez Huarcaya, Luisa Flora, Nº 70.Santillán Bartra, Asunta, Nº 57.Silva del Carpio, Cruz, Nº 61.Solís Córdova, Mario, Nºs 71 y 75.Suárez Vargas, Luis, Nºs 55, 58, 61 y 72.

Tejada Gurmendi, Jaime, Nº 60.Ticona Ura, Juan Francisco, Nº 62.Toledo Toribio, Omar, Nº 54.Torres Morales, Rafael, Nº 58.Torres Montoya, Fernando B., Nº 64.Torres Zúñiga, Natalia, Nº 62.Toyama Miyagusuku, Jorge, Nº 63.Tucto Calderón, Pedro Enrique, Nºs 57, 58 y 61.

Ugáz Olivares, Mauro Antonio, Nº 51.Urquizo Maggia, Daniel, Nº 72.

Valdez Muñoz, Walter, Nº 54.Valdivia Villanueva, Claudia, Nº 66.

Vargas Apolinario, Andrés, Nº 60.Varsi Rospigliosi, Enrique, Nº 62.Vásquez Telenta, Víctor, Nº 62.Vidal Ramírez, Fernando, Nº 71.Villanueva Gutierrez, Walter, Nº 54.Villavicencio Ríos, Alfredo, Nº 61.

Yacolca Estares, Daniel Irwin, Nº 69.

Zabarburu Saavedra, Gonzalo, Nº 61.Zevallos Ruete, Gustavo, Nº 74.Zubieta Béjar, José Federico, Nº 74.

II. TEMÁTICA:1. BIOGRAFÍAS JURÍDICAS:

Gálvez Egusquiza, José Gabriel, Nº 74.García-Calderón Landa, Francisco, Nº 73.León Barandiarán, José, Nº 72.Morales y Duárez, Vicente, Nº 75.

2. DERECHO:A. ADMINISTRATIVO:- Entidades privadas y administración pública, Nº 53.- Judges Wars: La génesis del nuevo proceso con-tencioso administrativo, Nº 53.- Los hechos reservados y la doble instancia admi-nistrativa, Nº 62.

B. AMBIENTAL:- Intereses difusos en materia ambiental, Nº 57.- La problemática de la contaminación ambiental,Nº 69.

C. ARBITRAL:- Arbitraje, debido proceso y amparo, Nº 54.- Arbitraje, jurisdicción y proceso, Nº 66.- Arbitraje y conciliación como solución de contro-versias, Nº 72.- El Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacio-nal, Nº 59.- El Convenio Arbitral, Nº 72.- Independencia e imparcialidad del árbitro, Nº 56.

D. CIVIL:- El recurso de reposición civil, Nº 55.- ¿Se puede obligar a vender o comprar una pro-piedad inmueble?, Nº 66.- Teoría de la causalidad adecuada, Nº 52.- Teoría de la causalidad virtual, Nº 61.

d.1. Derecho Concursal:- Evolución del Derecho Concursal en el Perú, Nº 67.d.2. Derecho de las personas:- Confundiéndolo todo, Nº 53.- ¿Confundiéndolo todo…?, Nº 63.

E. COMERCIAL:- Cómo constituir una empresa. Trámites y re-quisitos, Nº 67.

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martes 21 de febrero de 2006

A D E N D A

- El negocio jurídico según Rodolfo Sacco, Nº 68.- Extinción de la fianza por transacción del acree-dor y uno de los fiadores solidarios, Nº 72.- Los shopping center y las municipalidades, Nº 51.- Los squeeze-outs en el Derecho Societario, Nº 60.- Nulidad e impugnación en la Ley General de So-ciedades, Nº 61.- ¿Pueden impugnarse los acuerdos de directorio?, Nº 74.- Responsabilidad social empresarial, Nº 55.- Salida viable a crisis empresariales, Nº 73.- Salvaguardias de transición en la OMC, Nº 60.- Sociedades Anónimas Abiertas, Nº 60.

F. CONSTITUCIONAL:- La importancia de la ponderación en la interpre-tación constitucional, Nº 70.

G. DE INFORMACIÓN:- Transparencia y acceso a la información públicacomo mecanismo de control ciudadano, Nº 74.

H. DERECHOS HUMANOS:- La Corte Penal Internacional y el Acuerdo Bilate-ral de Inmunidad, Nº 62.- La zona gris de los derechos humanos (derechoseconómicos, sociales y culturales), Nº 64.- Los derechos humanos, Nº 69.- Proceso de la anulación de las leyes sobre amnis-tía, Nº 63.- Protección de los derechos humanos, Nº 54.

I. FAMILIA:- Derecho a la identidad de los hijos extramatrimo-niales, Nº 64.- La separación de hecho como causal de divorcio,Nº 59.- Los vientos nuevos del sur en materia de filia-ción, Nº 62.

J. FINANCIERO:- Interés y Usura, Nº 62.- Las tasas de interés… ¿pueden bajar más?, Nº 54.- Prevención de lavado de activos en el sistema fi-nanciero, Nº 65.

K. INTERNACIONAL PÚBLICO:- El abogado general en el Derecho Procesal Co-munitario, Nº 63.- Reglas de la ONU para el tratamiento de los re-clusos, Nº 66.

L. JUSTICIA MILITAR:- Desafío de adecuar la Justicia Militar a los cáno-nes constitucionales, Nº 65.- ¿De qué reforma estamos hablando?, Nº 65.- Tribunal Constitucional y la alternativa de la Jus-ticia Militar, Nº 65.

M. LABORAL:- ¿Derecho del trabajo o derecho al empleo?, Nº 63.- El outsourcing no pasará al “lado oscuro”, Nº 54.- El procedimiento sancionador en la administra-ción pública, Nº 69.- La tercerización laboral, Nº 51.- Subordinación y nuevas tendencias en el derecholaboral, Nº 69.

- Un pretexto para el empleo precario. Forma-ción profesional, Nº 71.

N. MINERO:- Procedimiento ordinario minero, Nº 60.

Ñ. MUNICIPAL:- Arbitrios municipales, Nº 67.- Arbitrios y abuso del derecho, Nº 64.

O. PENAL:- Concurso de delitos, Nº 70.- El principio non bis in idem (en el derecho admi-nistrativo sancionador), Nº 56.- Justicia: piedad o crueldad, Nº 56.- La detención contra el arresto ciudadano, Nº 57.- La legítima defensa, Nº 63.- Libertad, retroactividad y ultractividad benigna, Nº 67.- Los límites del ius puniendi, Nº 62.- ¿Seguridad ciudadana versus seguridad jurídica?, Nº 66.- Una aproximación a los sistemas acusatorios re-formados en América Latina, Nº 74.

P. PROCESAL GENERAL:- Los dramáticos efectos de una sentencia vincu-lante, Nº 60.- Pluralidad de la instancia como principio proce-sal, Nº 52.

p.1. Procesal Constitucional:- El amparo residual y el estado de la justiciaconstitucional, Nº 59.p.2. Procesal Penal:- Análisis de la teoría del caso, Nº 53.- El principio de oportunidad, Nº 54.- El proceso penal, su reserva y el derecho dedefensa del inculpado, Nº 61.- La apelación en el proceso penal, Nº 58.- Presunción de inocencia,duda y certeza,Nº 58.- ¿Recurso de nulidad excepcional?, Nº 59.

Q. PROPIEDAD INTELECTUAL:- Elección y protección de una marca, ¿fórmulamágica?, Nº 66.- Signos genéricos:El caso del suspiro limeño,Nº 64.- Su nombre es Pisco y su apellido, Perú, Nº 56.

R. PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR:- Comisión de Protección al Consumidor, Nº 71.

S. PUBLICITARIO:- La obra publicitaria, Nº 51.

T. REGISTRAL Y PREDIAL:- Análisis del régimen aplicable a los departamen-tos en edificios, Nº 63.- De los pueblos jóvenes a las casas de playa: in-formalidad y creatividad, Nº 53.- La Fe Pública en el Sistema Registral Peruano, Nº 74.- La publicidad en el Registro de Predios, Nº 60.- La Superintendencia Nacional de Registros Públi-cos, Nº 73.- Modificaciones al reglamento de edificaciones,Nº 52.

U. TRIBUTARIO:- Acuerdos de la Sala Plena del Tribunal Fiscal,Nº 72.- El drawback y las exigencias de la administracióntributaria, Nº 68.- La doble imposición en la Decisión 578, Nº 55.- La (doble) no imposición, Nº 62.- Principio de legalidad en el Perú aplicado al De-recho Tributario, Nº 68.- Procedimiento de suspensión de retenciones ypagos a cuenta del impuesto a la renta de cuartacategoría, Nº 54.- Reinicio de las retenciones y los pagos a cuenta delImpuesto a la Renta de cuarta categoría, Nº 57.- Una visión sobre los precios de transferencia enel Perú, Nº 62.

3. COBRANZA COACTIVA:- Cobranza coactiva de obligaciones tributarias, Nº 54.- El recurso de revisión en la Ley de EjecuciónCoactiva, Nº 70.

4. CONSULTORIO LEGAL:A. MATERIA CIVIL:- Implicancias legales de la variación de domiciliofrente a los acreedores, Nº 61.- ¿Qué hago con el inquilino de la casa que acabode comprar?, Nº 57.

B. MATERIA COMERCIAL:- ¿Qué debo saber antes de firmar una letra decambio en blanco?, Nº 58.

C. MATERIA PREVISIONAL:- Obligaciones de efectuar contribuciones de Essa-lud y ONP cuando se trabaja en el extranjero,Nº 69.

5. DESCENTRALIZACIÓN:A. GOBIERNOS REGIONALES Y MUNICIPALES:- Actividad empresarial de los gobiernos regionales, Nº 57.- Autonomía política y gobiernos regionales, Nº 67.- Ley injusta y discriminatoria, Nº 65.- Niveles de gobierno y asuntos competenciales,Nº 61.

• José LeónBarandiarán.

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C M Y KC M Y Kmartes 21 de febrero de 2006

A D E N D AIVB. LA DESCENTRALIZACIÓN COMO PRO-CESO LEGAL:- El presupuesto participativo, Nº 52.- Principio de subsidiariedad y su ámbito de apli-cación, Nº 52.

6. EL JURISTA:- Pizzorusso, Alessandro, Nº 73.

7. ENTREVISTAS:- Calonge, Antonio, Nº 61.- Canelo Rabanal, Raúl, Nº 71.- Castillo Freyre, Mario, Nº 75.- De Belaunde López de Romaña, Javier, Nº 70.- Ferrero Costa, Raúl, Nº 73.- García Belaunde, Domingo, Nºs 72 y 75.- Landa, César, Nº 75.- Medrano Cornejo, Humberto, Nº 51.- Montero Aroca, Juan, Nº 71.- Peyrano, Jorge, Nº 52.- Ugarte del Pino, Vicente, Nº 68.- Valle Riestra, Javier, Nºs 68 y 73.

8. ESTADO:- Apelación en las controversias, Nº 59.- El amparo electoral, Nº 71.- El Jurado Nacional de Elecciones, Nº 70.- El rol del Estado Peruano en el sector eléctrico, Nº 75.- Hacia la solución de consenso, Nº 72.- La irrevisabilidad de las resoluciones del JuradoNacional de Elecciones, Nº 71.- Reniec descentraliza los Registros Civiles,Nº 74.

9. JUDICIAL:- Hacia una verdadera especialidad comercial en elPoder Judicial, Nº 57.- Juez y ley, producto semielaborado, Nº 52.- La defensa de oficio en el Perú, Nº 69.- La sobrecarga procesal, Nº 59.- Las reformas pendientes en el CNM, Nº 61.- Legislativo y judicial: ¿colisión de poderes?, Nº 64.- ¿Por qué es necesaria en el país? La predictibili-dad, Nº 70.- Proceso de selección de magistrados supremos, Nº 61.- ¿Pueden los jueces desvincularse de los criteriosdel TC?, Nº 65.

10. LEGISLACIÓN:A. AMBIENTAL:- La Ley General del Ambiente. Implicancias pena-les, Nº 69.

B. CIVIL:- Ni urgente, ni necesario: mejor (Anteproyecto deTítulo Preliminar del Código Civil), Nº 56.

C. CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO:- Ley Nº 28531: rompiendo esquemas, Nº 68.

D. FAMILIAR:- Deficiencias de la Ley Nº 28457, Nº 57.

E. INFORMÁTICA:- Ley antispam: alcances normativos, Nº 58.

F. JUDICIAL:- Nuevo reglamento para el nombramiento de ma-gistrados y la participación ciudadana, Nº 58.

G. LABORAL:- Análisis de la Ley General de Empleo Público, Nº 58.- Legislación laboral en debate, Nº 51.- Ley General del Trabajo, Nº 55.- Observaciones a la ley sobre modalidades forma-tivas laborales, Nº 51.

H. LEY DE PARQUES INDUSTRIALES:- Acerca de la Ley de Parques Industriales, Nº 55.

I. PENAL:- Procedimiento de Homonimia, trámites y requisi-tos, Nº 70.

J. PROCESAL CONSTITUCIONAL:- Medidas cautelares en el nuevo Código ProcesalConstitucional, Nº 58.

K. PROCESAL PENAL:- El Código Procesal Penal y los principios de igual-dad ante la ley y favorabilidad penal, Nº 66.- El nuevo Código Procesal Penal y los estándaresmínimos internacionales, Nº 64.

L. RÉGIMEN DE PENSIONES:- Amparización en materia pensionaria, Nº 55.- La reforma del régimen pensionario del DecreroLey Nº 20530, Nº 55.

11. LIBROS COMENTADOS:- Carrera judicial: una propuesta de reforma verda-deramente estructural, Justicia Viva, Nº 60.- Constitución y procesos constitucionales, Samuel,B., Abad Yupanqui, Nº 64.- Construyendo justicia: verdad, reconciliación yprocesamiento de violaciones de derechos huma-nos, varios autores, Nº 53.- Delitos privados contra el honor, Gonzalo GabrielMendoza, Nº 71.

- Derecho Genético y Procreático, Enrique VarsiRospigliosi, Nº 63.- Derecho Penal Contemporáneo, revista interna-cional, Nº 61.- Derecho Regional, normatividad esencial del pro-ceso de descentralización peruano, Adolfo Céspe-des Zavaleta, Nºs, 64 y 75.- El acto jurídico según el Código Civil Peruano:Curso teórico, histórico y comparativo, FranciscoMoreyra García Sayán, Nº 56.- El Derecho de libertad de conciencia y de religiónen el ordenamiento jurídico peruano, Susana Mos-quera Monelos, Nº 66.- El Perjuicio del título valor y sus efectos, J. MaríaElena Guerra Cerrón, Nº 55.- El Proceso de selección en los contratos de adquisicio-nes y suministros, Julio Uriel Andrade Portugal, Nº 58.- El Seguro de Fianza: garantía única, HernandoGalindo Cubides, Nº 52.- El vértice ambiguo, Michele Taruffo, Nº 69.- En el camino de la reforma del empleo público,Congreso de la República, Nº 70.- Fraude en la administración de personas jurídicasy delitos contra la confianza y la buena fe en losnegocios, Percy García Cavero, Nº 67.- Hábeas Corpus, Javier Valle Riestra, Nºs 68 y 74.- Hacia una justicia de paz; un asunto de interésnacional, María Elena Guerra Cerrón, Nº 54.- Historia de las Constituciones Nacionales, JoséPareja Paz Soldán, Nº 52.- Interpretación jurídica y creación judicial del De-recho, Luis Prieto Sanchis, Nº 70.- Jurisprudencia Penal, tomo II,Yolanda Murillo Ar-mas y Paulo Césare Sifuentes, Nº 73.- La consolidación democrática. Escritos y estudios(2001-2005), Raúl Ferrero Costa, Nº 72.- La garantía del contenido esencial de los dere-chos fundamentales, Antonio Luis Martínez Pujal-te, Nº 55.- La protección constitucional del ciudadano, JuanCarlos Ezquerra Portocarrero, Nº 54.- La utilización fraudulenta de la persona jurídica,Henry Carhuatocto Sandoval, Nº 68.- Los Derechos Constitucionales, elementos parauna teoría general, Luis Castillo Córdova, Nº 65.- Los principios contenidos en el Título Preliminardel Código Civil peruano de 1984, Juan EspinozaEspinoza, Nº 56.- Ni urgente, ni necesario, más bien: defectuoso. Co-mentarios muy críticos al anteproyecto oficial de re-forma del Código Civil de 1984, Mario Castillo Frey-re, Nº 68.- Perú: Secuestro y Rescate de la Democracia(1992-2000), Raúl Ferrero Costa, Nº 75.- Quaestio facti, Daniel González Lagier, Nº 69.- Reglas simples para un mundo complejo, RichardA. Epstein, Nº 51.- Temas de derecho electoral peruano, Luis Rome-ro Zavala, Nº 71.- Teoría Impura del Derecho, Diego Eduardo LópezMedina, Nº 56.- Tratado de los Contratos típicos: suministro-do-nación, Mario Castillo Freyre, Nº 66.- Unilateralismo y negociación colectiva en la ad-ministración pública, Edgardo Balbín Torres, Nº 67.