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Consideraciones para el control integral de parásitos externos del ganado. Benavides, E. & Romero, A. (2001). Carta Fedegan Nº 70, septiembre – octubre, (Anexo coleccionable “Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades en explotaciones ganaderas 7”), pp. 64-86
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7C O L E C C I O N A B L EF E D E R A C I Ó N C O L O M B I A N A D E G A N A D E R O SF E D E R A C I Ó N C O L O M B I A N A D E G A N A D E R O S
Consideraciones para el control integral de parásitos externos del ganado
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1. Introducción
Este es el segundo artículo de la serie
dedicada al Control Racional y Soste-
nible de los Parasitismos que afectan
a la industria ganadera en las condiciones
del trópico Colombiano. En esta entrega se
tratará el tema del control de los parásitos
externos o ectoparásitos del ganado,
haciendo énfasis en la situación de las
regiones de trópico medio y bajo.
En la naturaleza se conoce como "parási-
tos" a los organismos que viven a expensas
de otro; en el caso de la Medicina Humana
y Veterinaria se admite como "parásitos" a
los artrópodos (moscas y garrapatas) y a los
helmintos (gusanos), pero también a los
organismos microscópicos que ellos trans-
miten (protozoos y rickettsias). De acuerdo
a su ubicación sobre el animal, estos orga-
nismos se pueden clasificar como: parásitos
externos o ectoparásitos (quienes se ubican
sobre la superficie corporal del animal);
parásitos internos o endoparásitos (que se
encuentran en los órganos internos de los
animales) y los que se desarrollan en la san-
gre (hemoparásitos).
Generalmente, en condiciones del trópico
bajo Colombiano se le ha dado una gran
importancia a los organismos del primer
grupo, destacándose las garrapatas, las
moscas picadoras y los nuches, por ser los
de más fácil reconocimiento por parte del
ganadero; sin embargo la presencia cos-
mética del parásito, (cuando el número de
Consideraciones para elcontrol integral de parásitos
externos del ganado
Efraín Benavides Ortíz & Álvaro Romero Nasayó1
1 Respectivamente, Médico Veterinario, MSc., PhD. Investigador principal; y Médico Veterinario, Investigador principiante. ProgramaNacional de Salud Animal. Centro de Investigación en Salud y Producción Animal, CEISA. Avenida El Dorado N° 42 - 42. Bogotá,D. C. Colombia, S.A. Email: [email protected]
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parásitos es moderado) no siempre está
asociada a situaciones de pérdidas en la
productividad del negocio ganadero; en
estos casos la aplicación indiscriminada de
pesticidas y antiparasitarios para su control
podría constituirse en un costo innecesario
de la canasta ganadera.
En las condiciones de nuestro país, la mejor
estrategia es tratar de convivir con los
parásitos manteniéndolos por debajo de un
umbral de daño, porque ellos siempre
estarán presentes bajo nuestras condi-
ciones, además de su habilidad de transmi-
tir patógenos. El problema en el diseño de
un plan de control, es que el esquema ideal
de control podría variar de finca a finca y de
región a región, de acuerdo a las carac-
terísticas propias de los sistemas de pro-
ducción.
Este artículo pretende, brindar una serie de
criterios y puntos clave que podrían orien-
tar al productor y a su asistente técnico a
seleccionar y planear un esquema de con-
trol, sostenible, racional y apropiado de
parásitos externos del ganado en su
explotación. La identificación de la proble-
mática es el primer paso; entonces en la
siguiente sección se brindan herramientas
para el reconocimiento de los principales
ectoparásitos; seguidamente, se presenta
una serie de recomendaciones para el con-
trol dirigido exclusivamente hacia cada tipo
de parásito, utilizando en lo posible
conocimientos sobre la epidemiología para-
sitaria o de validación de esquemas de con-
trol fruto de los esfuerzos de investigación
de nuestro país durante las últimas
décadas. Para diseñar el esquema más ade-
cuado para cada finca, debe analizarse y
tener en cuenta el impacto de estos esque-
mas de control sobre la situación de la
transmisión de los hemoparásitos, lo que
será descrito en el capítulo final de esta
serie. Además, dada la potencia de los
antiparasitarios modernos, se debe tener
en cuenta los impactos indirectos causados
por aplicaciones dirigidas a otros parásitos
(por ejemplo el uso de Avermectinas para el
control de parásitos internos) sobre la epi-
demiología de la plaga que se está que-
riendo atacar.
2. El reconocimiento de los
parásitos externos y su importancia
Los ectoparásitos del ganado todos se con-
sideran como pertenecientes al grupo de
los artrópodos (phylum: Arthropoda), es
decir en términos sencillos, esos organis-
mos del reino animal que se caracterizan
por poseer un esqueleto externo (cutícula)
y patas articuladas, (Soulsby, 1982); los in-
sectos y los ácaros son las más importantes
divisiones de esta escala biológica; a mane-
ra de ejemplo, a los primeros corresponden
las moscas (con capacidad de vuelo) y al
segundo las garrapatas (que no pueden
volar). Buscando simplificar el problema se
podría afirmar que los ectoparásitos más
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importantes del ganado se pueden dividir
en:
• Garrapatas
• Moscas picadoras
• Moscas causantes de miasis o gusaneras
• Otros dípteros picadores
• Piojos y ácaros
A continuación se presenta una breve guía
para el reconocimiento de los principales
tipos de parásitos externos que afectan al
ganado en nuestro país. Se enfatiza la
necesidad de recordar que la simple
presencia del parásito no justifica la necesi-
dad de tratamiento para combatirlo; una
vez identificada la plaga se debe evaluar la
intensidad de infestación y tratar de con-
sultar el conocimiento disponible sobre su
comportamiento poblacional, para así dise-
ñar un esquema apropiado de control.
2.1. Garrapatas
La más sencilla descripción de una garrapa-
ta es la de que es un parásito externo de los
animales que se adhiere a su piel, posee
ocho patas (en sus fases de ninfa y adulta)
y no tiene capacidad de volar, además de
que es reconocida fácilmente por los
ganaderos. El principal conocimiento que
debe tener el público es que existen diver-
sas especies de garrapata (cada cual
requiriendo un esquema de control dife-
rente), pero también, que cada especie de
garrapata presenta diferentes fases (o esta-
dios) en su ciclo de vida sobre el animal,
tornándose ligeramente diferente. Enton-
ces se podría confundir a dos diferentes es-
tadios de una misma garrapata, como per-
tenecientes a dos especies diferentes.
En Colombia existen más de 40 especies de
garrapatas que afectan a animales domés-
ticos y silvestres; afortunadamente sólo una
pequeña proporción de esas especies es
frecuente sobre el ganado. Las especies de
mayor presencia son la "Garrapata Común
del Ganado" Boophilus microplus y la "Ga-
rrapata Venadera o Tostona" Amblyomma
cajennense. Ambas especies de garrapatas
causan pérdidas directas a los animales
cuando sus poblaciones se ven aumen-
tadas, pero la que más está involucrada en
la transmisión de parásitos de la sangre
causantes de las "ranillas" es la primera
especie.
El ciclo de vida de las garrapatas com-
prende cuatro estadios: huevo, larva, ninfa
y adultos (machos y hembras, diferentes
morfológicamente); una vez emergidas de
los huevos, las larvas esperan un huésped
apropiado en las hojas de los pastos y un
vez alcanzan a prenderse de uno de ellos
empiezan el proceso de succión de sangre,
ya que requieren de las proteínas para com-
pletar cada fase de su ciclo de vida. Existen
garrapatas que completan toda su vida
sobre el mismo animal, las que se conocen
como garrapatas de un huésped (Soulsby,
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1982); tal es el caso de la B. microplus. Por
su parte existen otras especies en las
cuales, una vez terminada una fase del ciclo
de vida, abandonan el animal y mudan en
el suelo, para luego empezar la búsqueda
de un nuevo animal, sobre el que comple-
tan la siguiente fase del ciclo de vida y
luego retornan al suelo, continuando así en
cada estadio; este es el caso de las garra-
patas como A. cajennense. (Esta situación
se ilustra en la figura 1). Al llegar a la fase
adulta, machos y hembras copulan para
dar lugar a la siguiente generación de
huevos, los que son colocados en el suelo
por las hembras ingurgitadas o llenas.
Entonces, el esquema de control no puede
ser igual cuando se está ante la presencia
de una u otra especie de garrapata; es
importante identificar la especie que está
presente para definir como tratar. Aunque
la identificación es en principio una labor
de expertos (taxónomos), el ganadero y
profesionales de campo pueden tener
algunos argumentos de juicio para conocer
qué tipo de garrapata están enfrentando.
2.1.1. La garrapata común
del ganado: Boophilus microplus
Esta es la especie más frecuente, de mayor
distribución en el país (López et al., 1989;
Figura 1Ciclo de vida de las garrapatas de
uno y tres huéspedes
Huevos
Larva
Ninfa
Adulto
Boophilusmicroplus
Todos losestadiosocurrensobre elmismo
huésped
Amblyommacajennense
Cada fase secumple en un
animaldistinto
Un huésped Tres huéspedes
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Arias et al., 1991; Betancourt et al., 1992)
y se considera una garrapata de un
huésped. Su ciclo parasitario dura entre 19-
25 días, cuando las hembras se desprenden
a colocar huevos en el suelo (cada garrapa-
ta puede producir hasta 3.000 huevos).
Luego de un mes aparecen las larvas (con
tres pares de patas), conocidas como "cuí-
tivas" o "pinolillos", las que se ubican
sobre el borde del pasto en masas de miles
de individuos que tienen el tamaño de la
punta de un alfiler. Luego de una semana
de alimentarse sobre el bovino (cuando son
prácticamente no detectables) mudan al
estadio de ninfa (con cuatro pares de
patas), las cuales ya es posible observar
como pequeños granos de color entre gris
- azul oscuro de 1 - 2 mm de tamaño (figu-
ra 2), las que luego de una semana mudan
a adultos; después de una semana adicional
Figura 2.Comparación de tamañoy apariencia de difer-entes estadios del ciclode vida de la garrapatacomún del ganadoBoophilus microplus. Lalámina A presenta doslarvas repletas (izquier-da) y dos ninfas ingurgi-tadas (derecha). En lalámina B, se observa enla fila inferior a laizquierda, dos ninfasingurgitadas y luegoadultos recién mudados,dos machos (centro) ydos hembras. La filasuperior presenta hem-bras en diverso estadode ingurgitación. La rejil-la tiene una escala enmilímetros y el color noes natural debido a lafijación en formol. Foto: E. Benavides & G. López
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sobre el animal, la garrapata hembra in-
gurgitada alcanza un tamaño hasta de 8
mm y esta lista para desprenderse y ovi-
positar.
2.1.2. La garrapata venadera o
tostona: Amblyomma cajennense
Esta garrapata posee piezas bucales más
prominentes y en comparación con la
especie anterior se diferencia por ser más
grande y ágil ("caminadora"), además de
poseer un escudo ornamentado, fácil de
observar a simple vista, con importante
diferenciación entre hembras y machos
(figura 3). Se debe hacer énfasis en que, a
pesar de A. cajennense es la especie más
frecuente, existen variadas especies de
Amblyomma spp. en el territorio co-
lombiano y que su identificación precisa
debe ser realizada por expertos. Sin em-
bargo, en términos generales, su bio-
ecología es similar, lo mismo que el abor-
daje para el control.
Una característica importante de este tipo
de garrapata es de que es capaz de ali-
mentarse sobre animales de diversas espe-
cies, domésticos y silvestres; las fases lar-
varias prefieren animales de piel delgada
como roedores, terneros o perros. Las lar-
Figura 3Comparación entre un macho (izquierda) y una hembra no ingurgitada de la garrapata Amblyomma cajennense. Nótesela ornamentación característica del Escudo. Foto: E. Benavides & G. López.
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vas ingurgitadas tienen la apariencia de
pequeños frutos morados pequeños de 1
mm de longitud (figura 4). En esta especie
y en cada estadio, después de un periodo
corto (7 días) de alimentación sobre el ani-
mal, las fases repletas de sangre caen al
suelo, donde mudan a la siguiente fase o
las hembras fecundadas caen al suelo para
ovipositar. A. cajennense se caracteriza por
la capacidad de sobrevivir en la fase no
parasítica durante mucho tiempo (por esto
la duración del ciclo de vida es variable); en
nuestro laboratorio hemos mantenido nin-
fas mudadas a partir de larvas ingurgitadas
y adultos procedentes de ninfas ingurgi-
tadas, por períodos cercanos al año.
2.1.3. Otras garrapatas
Otras especies de garrapatas pueden oca-
sionalmente afectar a bovinos en pastoreo,
cuya diferenciación es una labor de exper-
tos; dentro de éstas se destaca la garrapata
común del caballo Anocentor (Dermacen-
tor) nitens, la que se podría firmar que es
una garrapata de color café y de simetría
arriñonada. Otra garrapata que ocasional-
mente puede afectar a bovinos es la ga-
rrapata común del perro Rhipicephalus
Figura 4.Formas inmaduras de la garrapata Amblyomma cajennense en el hocico de un perro; se observa una larva ingurgitada(izquierda junto al bigote) y una ninfa repleta (junto al ojo). Foto: E. Benavides
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sanguineus de color rojizo. En regiones de
trópico alto pueden encontrarse garrapatas
del género Ixodes spp.; por ejemplo, en
una muestra recolectada en 1999 por
Edgar Díaz en las montañas del Tolima, se
ha descrito la presencia de Ixodes bolivien-
sis y en las montañas del Chocó es fre-
cuente la presencia de Ixodes pararicinus
(López, 2000; comunicación personal).
2.2. Moscas picadoras
La mejor descripción de una mosca picado-
ra es afirmar que es un díptero (insecto con
dos alas) que es de un tamaño superior a 3
mm y que posee la capacidad de ingerir
sangre o fluidos biológicos de los animales
(por esto se conocen como Moscas
hematófagas), para lo cual han desarro-
llado unas piezas bucales con capacidad de
penetrar la piel del animal. Dentro de este
grupo se incluye además a la mosca casera
(Musca domestica) a pesar de no ser
hematófaga, debido a su semejanza (todas
pertenecen a la Familia Muscidae), tanto en
características morfológicas como de su
biología básica. Existen otros dípteros pica-
dores, tales como jejenes mosquitos y zan-
cudos, los cuales son de tamaño menor y
se describen en la sección 2.4. Otros
Dípteros.
El ciclo de vida de estas moscas, posee cua-
tro fases: huevo, larva, pupa y adulto. Los
huevecillos son colocados en un substrato
apropiado (diferente para cada especie de
mosca), donde la larva se alimenta por un
período cuya extensión depende principal-
mente de la temperatura, para luego alcan-
zar el estado de pupa; esta se entierra en el
suelo y después de un corto período de
desarrollo surge el adulto (macho y hem-
bra), los cuales luego de la cópula dan lugar
a la producción de huevos en la hembra
(Soulsby, 1982; Bram, 1978). Se considera
que las poblaciones de moscas se han
incrementado de manera alarmante
durante la última década, debido a múlti-
ples circunstancias tales como cambios en
los sistemas de manejo del ganado;
aumento de la densidad animal por unidad
de área y el uso residuos de cosechas para
la alimentación del ganado; factores todos
relacionados con la intensificación de la
producción.
Dos especies de Muscideos se consideran
de mayor importancia veterinaria, dada su
capacidad hematófaga; la "Mosca de Esta-
blo" Stomoxys calcitrans, y la "Mosca de
los Cuernos" Haematobia irritans. Como se
describió arriba, en esta sección se descri-
birá adicionalmente a la "Mosca casera"
Musca domestica, la cual no posee capaci-
dad hematófaga, pero es notoriamente
molesta por su alta capacidad reproductiva
en condiciones de las explotaciones
pecuarias y por su capacidad de contami-
nar fuentes de agua y alimento. Además se
cuenta con los Tábanos (los cuales son de
una familia diferente a los anteriormente
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mencionados) que se caracterizan por su
gran tamaño y robustez, además de poseer
fuertes piezas bucales que producen pica-
duras muy dolorosas.
2.2.1. La mosca del establo:
Stomoxys calcitrans
Es una mosca de tamaño medio, entre 6-10
mm de longitud, la que se ubica preferible-
mente en las extremidades del animal y
abdomen, produciendo picaduras muy
dolorosas gracias a que posee una promi-
nente trompa picadora (figura 5). Son
moscas robustas que puede volar hasta 2
km en búsqueda del huésped, pueden
atacar al ganado, equinos y al hombre; no
suelen permanecer mucho tiempo sobre
los animales, una vez obtenido su alimento
(tanto hembras como machos toman san-
gre) la mosca busca sitios de reposo, ge-
neralmente las paredes de los establos y
otras superficies planas. Para la postura
esta especie prefiere material vegetal en
descomposición, preferiblemente contami-
nado con orina o materia fecal. Es por esto
que se observan explosiones poblacionales
de esta mosca, asociadas a la presencia de
substratos que el hombre le provee; resi-
duos de ensilajes, henos usados como
camas, etc. En Colombia se han observado
problemas con la Mosca del Establo en
regiones aledañas a explotaciones de
Palma Africana, debido a un manejo inade-
cuado de los desechos de las plantas
extractoras de aceite.
Figura 5.Vista lateral (A) y Dorsal (B) de la cabeza y piezas bucales de la Mosca del Establo, Stomoxys calcitrans. Note la prominente proboscis y los palpos cortos. Foto A: E. Benavides. Foto B: Foto: G. López & J. Gómez
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Figura 6.Vista dorsal (A) y lateral (B) de la Mosca de Los Cuernos Haematobia irritans.La proboscis tiene la misma longitud que los palpos.Foto: E. Benavides
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2.2.2. La mosca de los cuernos:
Haematobia irritans
Esta mosca era previamente conocida
como Lyperosia, pero la mayoría de la lite-
ratura mundial ya no usa ese nombre. Su
tamaño (4-5 mm) es inferior al de la Mosca
del Establo y aunque también se alimenta
de sangre su picadura es menos molesta,
dado el menor tamaño de su trompa (figu-
ra 6). Esta mosca vive casi todo su tiempo
disponible sobre el huésped al que sólo
abandona para depositar sus huevos en
estiércol fresco del ganado. Se ubica en la
región de la espalda y flancos de los ani-
males; en días soleados o de lluvia, suelen
congregarse en la parte baja del abdomen
de los animales buscando protección.
Esta mosca es la de más frecuente hallazgo
en las condiciones de producción de nues-
tro país; debido a que se multiplica en las
praderas, se considera que las altas pobla-
Figura 7.Cabeza y piezas bucales de un tabanus spp. Se observan las prominentes piezas bucales, el color de los ojos y las aristas antenales en forma de gancho. Foto: E. Benavides
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ciones que se han venido observando
durante la última década son ocasionadas
tanto por la intensificación de la produc-
ción, como por desequilibrios ecológicos,
entre ellos el más importante, la disminu-
ción de enemigos naturales debido al uso
intenso de pesticidas en nuestros campos.
Se ha demostrado que los picos pobla-
cionales están asociados con épocas de alta
precipitación pluvial (Benavides et al.,
2001a).
2.2.3. La mosca casera:
Musca domestica
Esta mosca es muy similar a la mosca de es-
tablo con la excepción de que no posee
trompa picadora. Su importancia para la ga-
nadería radica a su capacidad de conta-
minar alimentos y transmitir diferentes en-
fermedades, gracias a su comportamiento
inquieto de posarse sobre basuras, materias
fecales, alimentos, etc. En las fincas, la ma-
yor fuente de reproducción son las camas
de los galpones, el estiércol acumulado de
las porquerizas y en general cualquier tipo
de basuras en descomposición.
2.2.4. Tábanos
Se trata de unos insectos (dípteros)
hematófagos robustos y de picadura
dolorosa, con grandes piezas bucales (figu-
ra 7); pertenecientes a la familia Tabanidae.
Existen más de 300 especies en el conti-
nente americano (Bram, 1978). Sólo las
hembras son hematófagas, mientras los
machos se alimentan a partir de las plantas;
ellas ponen sus huevos sobre la vegetación
y las larvas requieren de un ambiente semi-
acuático (pantanoso) para sobrevivir; el
período de vida de las fases larvarias es cer-
cano al año. La formación de la pupa
ocurre en sitios más secos y de allí emergen
los adultos a buscar su alimento. En
Sudamérica se ha demostrado que los
tábanos son vectores mecánicos de la tri-
panosomosis bovina; pero se debe afirmar
que es muy poco lo que se conoce acerca
de la biología de esta plaga en nuestras
regiones ganaderas.
2.3. Gusaneras o Miasis
La más apropiada definición de "miasis" o
gusanera es: "La infestación de animales
vertebrados, incluyendo al hombre, por lar-
vas de dípteros, las que al menos por un
período se alimentan sobre los tejidos afec-
tados" (Bram, 1978). Muchos dípteros
podrían causar gusaneras, pero deben
diferenciarse las que son primarias u obliga-
torias, de las que son facultativas o acci-
dentales. En las primeras el parásito es
obligado, sólo puede sobrevivir afectando
el huésped vertebrado; mientras en las
segundas, la larva generalmente se puede
reproducir en cualquier tipo de material en
descomposición y sólo accidentalmente es
parásita. Las moscas causantes de gusane-
ras mas importantes en Colombia son El
Nuche Dermatobia hominis y el "Gusano
Barrenador" Cochliomyia hominivorax.
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2.3.1. El nuche o tórsalo:
Dermatobia hominis
El nuche es una miasis obligatoria impor-
tante en Centro y Sudamérica y afecta no
sólo al ganado sino también a otros ani-
males domésticos (perros) y al hombre. Las
larvas que crecen hasta 25 mm y poseen
una superficie espinosa, producen lesiones
furunculares en la piel de los huéspedes
afectados (Soulsby, 1982; Bram, 1978). El
modo de transmisión es único en la natu-
raleza, ya que la hembra de D. hominis
captura en pleno vuelo a otros insectos
para adherirle sus huevos en el abdomen,
encargándose éstos de llevarlos a la piel del
huésped. Una vez allí, con el calor del ani-
mal, emergen las larvas que se introducen
rápidamente bajo la piel y luego de 30 a 35
días y de pasar por diferentes estadios lar-
varios caen al suelo y se entierran a 5-6 cm
de profundidad donde se transforman en
pupas. Después de 20 a 60 días depen-
diendo de factores climáticos, nace la
mosca adulta. La mosca habita en zonas
con abundante vegetación y se detectan
altas poblaciones en épocas de lluvias
(Benavides & Romero, 2001).
2.3.2. La gusanera corriente
por gusano barrenador:
Cochliomyia hominivorax
Aunque poseer una gusanera en sus ani-
males es el evento más frecuente para una
ganadero en Colombia, es poco el
conocimiento existente sobre la situación
de estos parasitismos. Aunque pueden
existir diversos tipos de gusaneras, se
podría afirmar que la causada por el Gusa-
no Barrenador es de naturaleza obligatoria,
pero se requiere la presencia de una herida
para ser iniciada. La mosca adulta coloca
sus huevos en heridas recientemente pro-
ducidas como el ombligo de los animales
recién nacidos, pero también en heridas
accidentales o quirúrgicas recientes sobre
todo las producidas por castración o
descorne. Las larvas que nacen de éstos
huevos se ubican rápidamente en las partes
mas profundas de la herida, causando
molestia al animal, permitiendo la presen-
cia de otras moscas causantes de gusaneras
y la invasión de bacterias en la herida; éstas
afecciones si no son tratadas adecuada y
oportunamente, pueden llevar a la muerte
del animal.
2.4. Otros dípteros
Existe un grupo de dípteros hematófagos
que por lo general poco son considerados
en el manejo de la industria ganadera; los
mosquitos, zancudos y jejenes son un
grupo de insectos que son diminutos
(tamaño inferior a 3 mm) y generalmente
no son notados por el ganadero, por lo que
no se considera una molestia; pero estos
insectos hematófagos pueden ser impor-
tantes transmisores de enfermedades y
producen molestias en épocas de alta
infestación. Tres grupos de dípteros son los
más comunes: los mosquitos de la arena
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(Culicoides spp.) son insectos muy
pequeños (1-2 mm) de color café y alas
manchadas, los cuales tienen horarios
restringidos de actividad; los jejenes o mos-
quitos negros (Simulium spp.) insectos
pequeños (1-3 mm), negros y jorobados
(algunos Jejenes, son considerados vec-
tores del virus de la Estomatitis Vesicular); y
los zancudos propiamente dichos, dee 3 –
6 mm de tamaño y patas largas (Dentro de
los que se encuentran los anofelinos y los
culicinos). Las formas inmaduras de estos
insectos se desarrollan en medios húme-
dos, ríos y otras fuentes de agua; pocos
estudios se han realizado sobre la bio-
ecología de estas especies en el país.
2.5. Piojos y ácaros
Dado que este texto está dirigido para el
control de ectoparásitos en explotaciones
ganaderas de trópico medio y bajo, la
descripción que se hará de estos parásitos
externos, será marginal. Los piojos se trata
de artrópodos con tres pares de patas y sin
alas, pequeños y elongados (tamaño 1-3
mm) que no son hematófagos, sino que
viven sobre la piel del huésped; existen pio-
jos masticadores (Bovicola bovis) y piojos
picadores (Haematopinus eurysternus,
Linognatus vituli y Solenopotes capillatus),
los cuales son especie específicos, es decir;
existe una especie de piojo para cada
especie de huésped. Por su parte, los
ácaros son causantes de las sarnas, la
mayoría de ellas se trata de dermatitis alér-
gicas, caracterizadas por formación de cos-
tras, pérdida del pelo y prurito; Los parási-
tos son sólo reconocidos bajo el microsco-
pio. En bovinos el ácaro más frecuente es
Demodex bovis que es reconocido por su
apariencia vermiforme anular. La presencia
de piojos y ácaros está supeditada a condi-
ciones de higiene y hacinamiento de ani-
males jóvenes que permite la transmisión
directa del parásito entre los animales, prin-
cipalmente los terneros.
3. Control de parásitos
externos del ganado
El control de los parásitos externos del
ganado debe ser abordado desde una con-
cepción integral en el marco de las activi-
dades y características del sistema de pro-
ducción y con un abordaje de Medicina
Veterinaria Preventiva, es decir, el control
debe realizarse antes de que aparezcan los
daños o enfermedad asociados al parásito.
Como las actividades de control parasitario
implican una serie de tareas adicionales a
las actividades rutinarias de la finca, se
debe hacer una adecuada planificación,
con el fin de asegurar de que los recursos
requeridos están disponibles de manera
adecuada.
El primer punto a considerar en el diseño
de un plan de control es tratar de definir la
especie (o especies) objetivo de ataque; sin
embargo, se debe recordar que en oca-
siones, bajo las condiciones reales de la
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finca, siempre existe más de una plaga
afectando al ganado, lo que complica el
diseño de la estrategia de control, ya que
los antiparasitarios utilizados siempre ten-
drán efectos colaterales sobre las otras pla-
gas no objetivo y aún sobre la fauna bené-
fica existente en los potreros.
Durante muchos años el control de parási-
tos se ha basado en el uso de pesticidas
químicos (insecticidas y acaricidas) y otros
productos farmacéuticos antiparasitarios
de amplio espectro (Ivermectinas) llegando
en ocasiones a un uso intensivo y muchas
veces innecesario de los productos. Sin
embargo el exclusivo uso de pesticidas para
el control de parásitos durante tanto tiem-
po ha generado problemas de resistencia
hacia la mayoría de compuestos que se han
utilizado y la posibilidad de usar com-
puestos con diferentes mecanismos de
acción es mínima debido a los altos costos
asociados con su desarrollo. Por esto se ha
sugerido el uso de esquemas integrales de
control (Walker et al., 1988 ), la base de
dichos esquemas es buscar un uso racional
de los antiparasitarios buscando controlar
el desarrollo de resistencia a los productos
(Nari et al., 2000). Un resumen de las bases
para el control integrado de parásitos se
presenta en la tabla 1.
Aunque en el país se ha avanzado en la
generación de los conocimientos requeri-
dos, muchas de las alternativas, antes de su
recomendación, deben validarse y ajustarse
para diferentes regiones del país y sistemas
de producción ganadera. La situación es
compleja ya que no se puede producir una
recomendación única válida para todas las
fincas y regiones; sino que por el contrario
se posee una serie de argumentos que
deben sopesarse paso a paso para tomar la
decisión más acertada. En condiciones de
Australia por ejemplo, se desarrolló un
estudio poblacional donde se demostró
(Jonsson et al., 2000) que algunas de las
recomendaciones más usadas para el con-
Tabla 1Bases para el control racional de
los parásitos que afectan a los bovinos
• Tratar solamente cuando exista una justifi-cación económica.
• No depender exclusivamente de los quími-cos para el control.
• Propender por el uso de estrategias de con-trol no químicas, alternativas de controlbiológico o culturales.
• Planificar el esquema de control por períodosanuales, teniendo en cuenta todos los tiposde plaga existentes. En lo posible utilizar unmismo tipo de compuesto por períodosanuales (sólo rotar compuestos por largosperíodos).
• Conocer la especie, ciclo de vida, dinámicapoblacional y características ecológicas (epi-demiológicas) de la plaga objeto de ataque.Además considerar el impacto del controlsobre la transmisión de enfermedades y elrompimiento de los equilibrios naturales.
• Buscar un tratamiento preventivo pobla-cional, no individual y curativo.
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trol parasitario tenían el efecto negativo de
seleccionar más rápidamente la aparición
de genes resistentes en las poblaciones de
parásitos. Por otra parte, en países templa-
dos se han desarrollado sistemas expertos
para orientar al productor en la toma de
decisiones en lo relacionado con el control
de parásitos externos, el cual está
disponible en el Internet (Axtell, 1996).
Aunque existen obvias diferencias entre el
trópico y las regiones templadas, se invita al
público a tratar de usar esta herramienta,
como ejercicio conceptual. Por su parte,
nuestro grupo de trabajo ya ha adelantado
contacto con esos investigadores, para
tratar de adaptar ese modelo a nuestras
condiciones.
3.1. Selección del (los) producto(s) y
método de aplicación a utilizar
Los antiparasitarios de síntesis química
proveídos por la industria farmacéutica ve-
terinaria han sido la herramienta más im-
portante para el control parasitario, al
menos durante las últimas cuatro décadas y
la perspectiva es que lo seguirán siendo por
lo menos durante las siguientes dos déca-
das. Sin embargo, debido al desarrollo de
resistencia a estos productos y a los proble-
mas de residuos, existe un urgente llamado
a racionalizar su uso. En la planeación de
una estrategia de control es importante
tener en cuenta la gama de productos exis-
tentes en el mercado para el control de los
parásitos externos, considerando sus venta-
jas, espectro de acción y desventajas,
además de aspectos de economía y logísti-
ca; como precio y modo de aplicación.
Entonces, en ocasiones la selección del pro-
ducto está determinada por la infraestruc-
tura o recursos disponibles en la finca.
Una descripción detallada de los productos
disponibles para el control de ectoparásitos
en Colombia está fuera del alcance de este
texto y puede hallarse en los respectivos
Vademecum o información de cada labora-
torio. Aquí solo se relacionará de manera
somera los tipos de producto disponible y
sus principales características, dentro de los
que se destaca:
• Organofosforados y Carbamatos: Ac-
túan inhibiendo la transmisión neuro-
muscular del artrópodo afectando la
enzima acetil colinesterasa. Son me-
dianamente tóxicos para el huésped y la
persistencia varía acorde a la molécula
utilizada. Se utilizan tanto como mos-
quicidas como acaricidas.
• Piretroides sintéticos: Actúan atacan-
do la union neuromuscular, esta vez so-
bre los canales de sodio y la molécula
GABA. Su gran ventaja es que son de
baja toxicidad para el mamífero y po-
seen alta persistencia. Sin embargo la re-
sistencia hacia este tipo de compuestos
es amplia. Existen compuestos y formu-
laciones tanto mosquicidas, como acari-
cidas
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• Amitraz: Su modo de acción es diferen-
te, siendo un agente de desprendimien-
to. No es mosquicida y en Colombia es
el acaricida de mayor uso. Posee proble-
mas de estabilidad (requiere medios
alcalinos) en formulaciones para tan-
ques de inmersión
• Inhibidores de Quitina: Poco se ha de-
sarrollado el mercado para estos produc-
tos en el país, actúan alterando el desa-
rrollo de las fases del parásito y la
producción de huevos; por lo que su
efecto generalmente es a largo plazo y
poblacional.
• Lactonas Macrocíclicas (Ivermecti-
nas): Son los antiparasitarios de última
generación obtenidos de la fermenta-
ción de hongos en el laboratorio, actúan
sobre la molécula GABA. Su gran venta-
ja es su amplio espectro de acción ya
que es eficaz contra parásitos internos y
externos; pero esto puede considerarse
una posible desventaja en lo relacionado
con la exposición no intencional de
especies no objetivo.
En lo relacionado con la selección del méto-
do de aplicación (aspersión, inmersión,
pour-on o inyectable), esto depende de las
facilidades disponibles en cada finca; debe
recordarse que en Colombia el método
más utilizado de aplicación es el uso de la
Bomba de espalda y que se han reportado
diversos problemas en su uso (No sujeción
individual de animales, boquillas defi-
cientes, volumen insuficiente de producto,
etc.). El productor debe recordar, que si
quiere alcanzar la mayor eficacia con la
aplicación de un producto (y por ende la
mayor relación beneficio/costo) debe ase-
gurar que todos estos aspectos operativos
están adecuadamente corregidos; de otra
manera puede correr el riesgo de perder la
inversión que realiza con la compra y apli-
cación de un producto.
3.2. Control de garrapatas
Dado que nuestras condiciones climáticas
ofrecen amplias ventajas para el desarrollo
de garrapatas, no es factible y resulta
contraproducente eliminarlas del todo.
Adicionalmente, se debe considerar que la
presencia de garrapatas sobre el ganado no
implica necesariamente la existencia de
pérdidas económicas y al contrario la per-
manencia sobre los animales de algunas
pocas garrapatas actúan como "vacuna"
natural contra las enfermedades hemopa-
rasitarias.
Definido el tipo(s) de parásito(s) presentes
en los animales y evaluado su grado de
intensidad (que justifique), lo importante es
definir la estrategia. A continuación se pre-
senta recomendaciones puntuales que
pueden ayudar al control de cada especie.
3.2.1. Boophilus microplus
Existen dos principales alternativas para el
control de esta especie; la primera se llama
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"tratamiento con base en niveles críticos";
es decir, aplicar el garrapaticida solamente
cuando se sobrepasen ciertos niveles.
Aunque estos niveles deben ser calculados
para cada sistema de producción y de
acuerdo a la composición racial del hato,
en términos generales se recomienda el
tratamiento cuando se cuenten por un lado
del animal, más de 20 garrapatas estándar
(tamaño superior a 4 mm.). En caso de que
sea posible, la elección del compuesto a
utilizar en los baños debe estar basado en
resultados de las pruebas de resistencia en
el laboratorio que actualmente ofrece en el
Centro de Investigación en Salud y Produc-
ción Animal (CEISA) de CORPOICA en Bo-
gotá. Se debe asegurar que el producto se
dosifique correctamente de acuerdo al
peso del animal, siguiendo las recomenda-
ciones que vienen en las etiquetas. En los
baños por aspersión, se debe garantizar un
buen cubrimiento del cuerpo con el pro-
ducto, lo que se logra aplicando 1 litro de
solución garrapaticida por cada 100 kg de
peso vivo, usando boquillas adecuadas de
los equipos de aplicación y sujetando ade-
cuadamente el animal.
La segunda alternativa es el uso de "esque-
mas estratégicos", los cuales se diseñan de
acuerdo al ciclo anual de la garrapata. Este
método se diferencia del tratamiento con
base en niveles críticos, en que el baño se
realiza durante la fase más crítica para el
parásito, que corresponde a la época de
verano. Con esta estrategia se reduce el
número de garrapatas adultas capaces de
producir huevos en los pastos y así se logra
una reducción progresiva en el nivel de
infestación de los animales. En Colombia se
sugiere iniciar los tratamientos tres o cuatro
semanas luego de finalizar la temporada de
lluvias, generalmente cuatro a seis baños,
correctamente aplicados cada 21 días a
todo el ganado, siendo suficientes para
obtener una reducción poblacional durante
el resto del año. Este esquema es particu-
larmente favorable en zonas de trópico
seco y húmedo del país (Costa Atlántica,
Llanos Orientales) iniciando el esquema en
el mes de enero. Para las regiones de Valles
interandinos donde existe un patrón
bimodal de lluvias, con un período seco
más fuerte a mitad de año, se sugiere ini-
ciar este esquema al finalizar el las lluvias
del primer semestre.
En cuanto a los métodos alternos al control
químico, en los últimos años han existido
importantes avances en la generación de
los conocimientos requeridos, sin embargo,
muchas de éstas alternativas para ser
recomendadas deben primero validarse
bajo las condiciones de nuestros sistemas
de producción, resaltando la importancia
de la investigación. Las siguientes son las
alternativas que merecen destacarse.
Vacuna anti-garrapata: Esta nueva alter-
nativa no química para el control, es un
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biológico constituido por proteínas del
intestino de la garrapata B. microplus, las
que al ser aplicadas al ganado inducen una
respuesta inmune que afecta el intestino
del parásito, produciéndole una tonalidad
rojiza, debido al escape de las células san-
guíneas que ha extraído del huésped, hacia
su propia hemolinfa. A diferencia de los
compuestos químicos, la vacuna no mata
inmediatamente las garrapatas, sino que
ejerce su acción sobre la fertilidad de la ga-
rrapata y su efecto es visto solo a largo
plazo, esto quiere decir que reduce progre-
sivamente el nivel de poblaciones de garra-
patas en las pastura y en consecuencia el
nivel de infestación sobre los animales. Por
estas razones, es de esperarse que la sola
vacunación no proveerá un control absolu-
to de las garrapatas y se debe entender que
la mayor bondad de esta herramienta es la
reducción en el número de baños garra-
paticidas en el año. En Colombia es
urgente validar el uso de esta alternativa de
control en condiciones de finca.
Uso de ganado resistente: La utilización
de ganado resistente, especialmente ani-
males tipo Cebú, reduce notablemente las
poblaciones de garrapatas. La resistencia
del ganado a las garrapatas se debe a acti-
tudes de comportamiento y reacciones
inmunitarias que cada animal individual
adquiere a medida que madura. Las razas
cebuínas presentan una gran habilidad
para adquirir resistencia, mientras que en la
mayoría de las razas europeas es pobre. En
condiciones de finca es posible incrementar
la resistencia del hato mediante la ob-
servación y descarte de los animales que
portan muchas garrapatas (animales "dul-
ces") o a través del cruzamiento progresivo
con razas tipo Cebú.
Rotación de praderas: Esta estrategia se
basa en la desocupación de las praderas
hasta que la mayoría de las larvas que se
encuentra en fase libre mueran al no
encontrar hospedero. Para la utilización de
esta práctica es necesario conocer en cada
zona, el periodo de sobrevivencia de las lar-
vas en las pasturas para así establecer el
tiempo de descanso de las mismas. En
algunas zonas de Colombia por ejemplo,
en épocas cálidas y secas, las larvas sólo
pueden sobrevivir sobre las hojas de los
pastos entre cuatro y seis semanas. Si una
pradera se deja libre de ganado durante
este periodo y se tratan los animales antes
de su reintegro a la pradera, se reducirá
enormemente la necesidad de tratamiento.
En el caso de Amblyomma cajennense, sus
formas adultas pueden permanecer en las
praderas por más de un año, haciendo que
este método de control sea ineficaz para
este parásito.
Otras alternativas: El suministro de azu-
fre, el uso de hongos entomopatógenos y
la aplicación de extractos vegetales se
encuentran dentro de las alternativas de
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control que se encuentran bajo evaluación.
En cuanto al uso del azufre, diversos estu-
dios de campo han demostrado que a los
animales que se les adiciona azufre a la sal,
presentan un menor número de garrapatas
en comparación a los animales que no se
les suministra; este efecto parece ser causa-
do por una mejor conversión proteica (y
por ende mejor inmunidad) de los animales
cuando pastan en regiones que son defi-
cientes en azufre.
Actualmente en varios países se investiga
activamente el posible uso de Hongos
entomopatógenos para el control de
ectoparásitos y nuestro grupo de trabajo
adelanta observaciones sobre el particular.
Recientemente se ha concluido la eva-
luación preliminar de diez cepas de los hon-
gos Beauveria bassiana, Verticillum lecani y
Metarhizium anisopliae, los que han de-
mostrado actividad biológica sobre garra-
patas. Sin embargo el uso dee esta herra-
mienta por parte de los ganaderos
requerirá de bastante investigación sobre el
tema, incluyendo aspectos de formulación
y estabilidad del hongo. Por otra parte se
han adelantado observaciones usando
extractos de la semilla del árbol del Neem
(Azadirachta indica) aplicados por asper-
sión, demostrando reducen los niveles de
garrapatas sobre los animales (Benavides et
al., 2001b). Esta alternativa se torna intere-
sante por cuanto el árbol ha demostrado
un adecuado desarrollo en la mayoría de
zonas cálidas del país; pero se requiere de
mayor investigación antes de poder reco-
mendar ampliamente esta estrategia.
3.2.2. Amblyomma cajennense
El control de esta especie es bastante com-
plejo ya que se debe contemplar por sepa-
rado la dinámica de larvas, ninfas y adultas
en las praderas, mientras las garrapatas se
multiplican en diversas especies de ani-
males. Tal vez un efecto poblacional puede
alcanzarse con 3-5 baños con frecuencia
semanal (estricto) a todos los animales del
hato, incluyendo, caballos y perros. La apli-
cación de Lactonas Macrocíclicas (Abamec-
tina, Ivermectina, Doramectina) puede
resultar práctico por el efecto protectivo
que confieren (2 a 3 semanas). Especial
énfasis se debe prestar a los grupos de ani-
males que "despuntan" los potreros, ya
que estos son los grupos más expuestos a
las diferentes formas del parásito.
3.3. Control de moscas
Aunque existen muchos insecticidas que
pueden controlar las moscas (principalmen-
te a base de piretroides sintéticos y organo-
fosforados), estos no deben ser utilizados in-
tensivamente por que las moscas se vuelven
resistentes a ellos y son por demás, dañinos
para el medio ambiente y para el hombre
(McKenzie & Byford, 1993). Por principio, el
control de moscas debe ser basado en
estrategias culturales y uso de trampas
reservando el uso de pesticidas para épocas
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críticas de alta infestación (Pickens et al.,
1994). Se realiza una breve descripción de
estrategias para cada especie:
3.3.1. La mosca del establo:
Stomoxys calcitrans
EL umbral económico para esta mosca es
muy bajo, cercano a las 25-30 moscas por
animal. El control debe basarse en prácticas
culturales, controlando los sitios de repro-
ducción de larvas, como los residuos de
pasto de corte o ensilajes. Para ello se
acude a la formación de pilas de estos
materiales "compost", ojalá bajo techo y
cubiertos de plástico; Las larvas que se
estén desarrollando en el material se
morirán por el efecto de las altas tempera-
turas. El material resultante puede ser uti-
lizado posteriormente para la fertilización
de las praderas.
Una segunda opción que puede ayudar a
reducir las poblaciones de moscas es el uso
de trampas. Nuestro grupo del Programa
de Salud Animal ha perfeccionado el dise-
ño y evaluado el funcionamiento de una
trampa tipo piramidal (figura 8), la cual se
cubre con material adeherente. Las tram-
pas deben colocarse a una distancia no
mayor de 3.5 metros de las áreas de repro-
ducción de las moscas.
3.3.2. La mosca de los cuernos:
Haematobia irritans
El control cultural es casi imposible con esta
mosca ya que se multiplica en los potreros.
El control químico reduce rápidamente los
niveles, pero solo es recomendable cuando
los niveles sobrepasan las 200 moscas por
animal. También son utilizadas en estos
casos las orejeras impregnadas con insecti-
cidas que tienen un efecto residual de 4
meses; sin embargo, la exposición prolon-
gado de las moscas al químico pueden
generar la presencia de resistencia en el
seno de estas poblaciones (Spradbery &
Tozer, 1996). En Australia se han utilizado
Figura 8Trampa piramidal para el Control de la Mosca delEstablo Stomoxys calcitrans y de la Mosca Casera Muscadomestica. Los páneles de la trampa se recubren deplástico y de un material adherente.
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trampas por las que pasa el ganado y las
moscas quedan atrapadas, pero su uso es
bastante complicado para hacerlo atracti-
vo. Dado que en el Caribe Colombiano se
ha demostrado asociación entre los niveles
de moscas y la precipitación pluvial
(Benavides et al., 2001a), se sugiere reser-
var los tratamientos para el inicio de las
temporadas de lluvia, para coartar el desa-
rrollo de altas poblaciones.
3.3.3. La mosca casera:
Musca domestica
Un buen control se logra con la eliminación
de basuras producidas en la casa y la ade-
cuada disposición de los desechos de
establo y galpones, tal y como se explicó
con S. calcitrans. Igualmente en el caso de
que existan porquerizas, éstas deben
lavarse periódicamente. El uso de la una
trampa cubo-cónica invertida puede ayu-
dar a reducir la población de moscas si se
coloca en cantidades suficientes en los
sitios correctos y si se utiliza un buen cebo
que las atraiga. Una última estrategia que
ha resultado exitosa para el control de
mosca doméstica es el control biológico
con avispitas (parasitoides). Estas avispitas
matan los estadios inmaduros de las
moscas y son inofensivas para los humanos
y el ganado. Varias especies de parasitoides
son distribuidas comercialmente, pero su
uso debe ser combinado con las prácticas
de manejo anteriormente mencionadas.
3.4. Control de gusaneras o miasis
3.4.1. El nuche o tórsalo:
Dermatobia hominis
El control debe ser establecido de acuerdo
al régimen de lluvias, utilizando productos
sistémicos como los organofosforados y las
lactonas macrocíclicas. Este último grupo
de compuestos no deben ser aplicadas en
vacas en producción de leche, por la
presencia de residuos. En estos animales se
recomienda el uso de organofosforados
por aspersión o mezclado con aceite que-
mado. En un estudio llevado a cabo en
zonas de Huila y Cundinamarca, se obtuvo
un adecuado control poblacional de nu-
ches cuando se realizaron tres tratamientos
de lactonas macrocíclicas cada 40 a 50
días, aplicados a todos los animales del
hato en el inicio de la época de lluvias
(Benavides & Romero, 2001).
3.4.2. El gusano barrenador:
Cochliomyia hominivorax
Las medidas de control deben están dirigi-
das a romper el ciclo de la mosca. Es impor-
tante inspeccionar los animales en pastoreo
en forma periódica y curar las heridas
inmediatamente con larvicidas (organofos-
forados o lactonas macrocíclicas). Las cura-
ciones de ombligo en animales recién naci-
dos deben realizarse lo más pronto posible
así como también a las heridas quirúrgicas.
Bibliografía
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