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7 C O L E C C I O N A B L E FEDERACIÓN COLOMBIANA DE GANADEROS FEDERACIÓN COLOMBIANA DE GANADEROS Consideraciones para el control integral de parásitos externos del ganado

Control parásitos externos

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Consideraciones para el control integral de parásitos externos del ganado. Benavides, E. & Romero, A. (2001). Carta Fedegan Nº 70, septiembre – octubre, (Anexo coleccionable “Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades en explotaciones ganaderas 7”), pp. 64-86

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7C O L E C C I O N A B L EF E D E R A C I Ó N C O L O M B I A N A D E G A N A D E R O SF E D E R A C I Ó N C O L O M B I A N A D E G A N A D E R O S

Consideraciones para el control integral de parásitos externos del ganado

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1. Introducción

Este es el segundo artículo de la serie

dedicada al Control Racional y Soste-

nible de los Parasitismos que afectan

a la industria ganadera en las condiciones

del trópico Colombiano. En esta entrega se

tratará el tema del control de los parásitos

externos o ectoparásitos del ganado,

haciendo énfasis en la situación de las

regiones de trópico medio y bajo.

En la naturaleza se conoce como "parási-

tos" a los organismos que viven a expensas

de otro; en el caso de la Medicina Humana

y Veterinaria se admite como "parásitos" a

los artrópodos (moscas y garrapatas) y a los

helmintos (gusanos), pero también a los

organismos microscópicos que ellos trans-

miten (protozoos y rickettsias). De acuerdo

a su ubicación sobre el animal, estos orga-

nismos se pueden clasificar como: parásitos

externos o ectoparásitos (quienes se ubican

sobre la superficie corporal del animal);

parásitos internos o endoparásitos (que se

encuentran en los órganos internos de los

animales) y los que se desarrollan en la san-

gre (hemoparásitos).

Generalmente, en condiciones del trópico

bajo Colombiano se le ha dado una gran

importancia a los organismos del primer

grupo, destacándose las garrapatas, las

moscas picadoras y los nuches, por ser los

de más fácil reconocimiento por parte del

ganadero; sin embargo la presencia cos-

mética del parásito, (cuando el número de

Consideraciones para elcontrol integral de parásitos

externos del ganado

Efraín Benavides Ortíz & Álvaro Romero Nasayó1

1 Respectivamente, Médico Veterinario, MSc., PhD. Investigador principal; y Médico Veterinario, Investigador principiante. ProgramaNacional de Salud Animal. Centro de Investigación en Salud y Producción Animal, CEISA. Avenida El Dorado N° 42 - 42. Bogotá,D. C. Colombia, S.A. Email: [email protected]

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parásitos es moderado) no siempre está

asociada a situaciones de pérdidas en la

productividad del negocio ganadero; en

estos casos la aplicación indiscriminada de

pesticidas y antiparasitarios para su control

podría constituirse en un costo innecesario

de la canasta ganadera.

En las condiciones de nuestro país, la mejor

estrategia es tratar de convivir con los

parásitos manteniéndolos por debajo de un

umbral de daño, porque ellos siempre

estarán presentes bajo nuestras condi-

ciones, además de su habilidad de transmi-

tir patógenos. El problema en el diseño de

un plan de control, es que el esquema ideal

de control podría variar de finca a finca y de

región a región, de acuerdo a las carac-

terísticas propias de los sistemas de pro-

ducción.

Este artículo pretende, brindar una serie de

criterios y puntos clave que podrían orien-

tar al productor y a su asistente técnico a

seleccionar y planear un esquema de con-

trol, sostenible, racional y apropiado de

parásitos externos del ganado en su

explotación. La identificación de la proble-

mática es el primer paso; entonces en la

siguiente sección se brindan herramientas

para el reconocimiento de los principales

ectoparásitos; seguidamente, se presenta

una serie de recomendaciones para el con-

trol dirigido exclusivamente hacia cada tipo

de parásito, utilizando en lo posible

conocimientos sobre la epidemiología para-

sitaria o de validación de esquemas de con-

trol fruto de los esfuerzos de investigación

de nuestro país durante las últimas

décadas. Para diseñar el esquema más ade-

cuado para cada finca, debe analizarse y

tener en cuenta el impacto de estos esque-

mas de control sobre la situación de la

transmisión de los hemoparásitos, lo que

será descrito en el capítulo final de esta

serie. Además, dada la potencia de los

antiparasitarios modernos, se debe tener

en cuenta los impactos indirectos causados

por aplicaciones dirigidas a otros parásitos

(por ejemplo el uso de Avermectinas para el

control de parásitos internos) sobre la epi-

demiología de la plaga que se está que-

riendo atacar.

2. El reconocimiento de los

parásitos externos y su importancia

Los ectoparásitos del ganado todos se con-

sideran como pertenecientes al grupo de

los artrópodos (phylum: Arthropoda), es

decir en términos sencillos, esos organis-

mos del reino animal que se caracterizan

por poseer un esqueleto externo (cutícula)

y patas articuladas, (Soulsby, 1982); los in-

sectos y los ácaros son las más importantes

divisiones de esta escala biológica; a mane-

ra de ejemplo, a los primeros corresponden

las moscas (con capacidad de vuelo) y al

segundo las garrapatas (que no pueden

volar). Buscando simplificar el problema se

podría afirmar que los ectoparásitos más

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importantes del ganado se pueden dividir

en:

• Garrapatas

• Moscas picadoras

• Moscas causantes de miasis o gusaneras

• Otros dípteros picadores

• Piojos y ácaros

A continuación se presenta una breve guía

para el reconocimiento de los principales

tipos de parásitos externos que afectan al

ganado en nuestro país. Se enfatiza la

necesidad de recordar que la simple

presencia del parásito no justifica la necesi-

dad de tratamiento para combatirlo; una

vez identificada la plaga se debe evaluar la

intensidad de infestación y tratar de con-

sultar el conocimiento disponible sobre su

comportamiento poblacional, para así dise-

ñar un esquema apropiado de control.

2.1. Garrapatas

La más sencilla descripción de una garrapa-

ta es la de que es un parásito externo de los

animales que se adhiere a su piel, posee

ocho patas (en sus fases de ninfa y adulta)

y no tiene capacidad de volar, además de

que es reconocida fácilmente por los

ganaderos. El principal conocimiento que

debe tener el público es que existen diver-

sas especies de garrapata (cada cual

requiriendo un esquema de control dife-

rente), pero también, que cada especie de

garrapata presenta diferentes fases (o esta-

dios) en su ciclo de vida sobre el animal,

tornándose ligeramente diferente. Enton-

ces se podría confundir a dos diferentes es-

tadios de una misma garrapata, como per-

tenecientes a dos especies diferentes.

En Colombia existen más de 40 especies de

garrapatas que afectan a animales domés-

ticos y silvestres; afortunadamente sólo una

pequeña proporción de esas especies es

frecuente sobre el ganado. Las especies de

mayor presencia son la "Garrapata Común

del Ganado" Boophilus microplus y la "Ga-

rrapata Venadera o Tostona" Amblyomma

cajennense. Ambas especies de garrapatas

causan pérdidas directas a los animales

cuando sus poblaciones se ven aumen-

tadas, pero la que más está involucrada en

la transmisión de parásitos de la sangre

causantes de las "ranillas" es la primera

especie.

El ciclo de vida de las garrapatas com-

prende cuatro estadios: huevo, larva, ninfa

y adultos (machos y hembras, diferentes

morfológicamente); una vez emergidas de

los huevos, las larvas esperan un huésped

apropiado en las hojas de los pastos y un

vez alcanzan a prenderse de uno de ellos

empiezan el proceso de succión de sangre,

ya que requieren de las proteínas para com-

pletar cada fase de su ciclo de vida. Existen

garrapatas que completan toda su vida

sobre el mismo animal, las que se conocen

como garrapatas de un huésped (Soulsby,

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1982); tal es el caso de la B. microplus. Por

su parte existen otras especies en las

cuales, una vez terminada una fase del ciclo

de vida, abandonan el animal y mudan en

el suelo, para luego empezar la búsqueda

de un nuevo animal, sobre el que comple-

tan la siguiente fase del ciclo de vida y

luego retornan al suelo, continuando así en

cada estadio; este es el caso de las garra-

patas como A. cajennense. (Esta situación

se ilustra en la figura 1). Al llegar a la fase

adulta, machos y hembras copulan para

dar lugar a la siguiente generación de

huevos, los que son colocados en el suelo

por las hembras ingurgitadas o llenas.

Entonces, el esquema de control no puede

ser igual cuando se está ante la presencia

de una u otra especie de garrapata; es

importante identificar la especie que está

presente para definir como tratar. Aunque

la identificación es en principio una labor

de expertos (taxónomos), el ganadero y

profesionales de campo pueden tener

algunos argumentos de juicio para conocer

qué tipo de garrapata están enfrentando.

2.1.1. La garrapata común

del ganado: Boophilus microplus

Esta es la especie más frecuente, de mayor

distribución en el país (López et al., 1989;

Figura 1Ciclo de vida de las garrapatas de

uno y tres huéspedes

Huevos

Larva

Ninfa

Adulto

Boophilusmicroplus

Todos losestadiosocurrensobre elmismo

huésped

Amblyommacajennense

Cada fase secumple en un

animaldistinto

Un huésped Tres huéspedes

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Arias et al., 1991; Betancourt et al., 1992)

y se considera una garrapata de un

huésped. Su ciclo parasitario dura entre 19-

25 días, cuando las hembras se desprenden

a colocar huevos en el suelo (cada garrapa-

ta puede producir hasta 3.000 huevos).

Luego de un mes aparecen las larvas (con

tres pares de patas), conocidas como "cuí-

tivas" o "pinolillos", las que se ubican

sobre el borde del pasto en masas de miles

de individuos que tienen el tamaño de la

punta de un alfiler. Luego de una semana

de alimentarse sobre el bovino (cuando son

prácticamente no detectables) mudan al

estadio de ninfa (con cuatro pares de

patas), las cuales ya es posible observar

como pequeños granos de color entre gris

- azul oscuro de 1 - 2 mm de tamaño (figu-

ra 2), las que luego de una semana mudan

a adultos; después de una semana adicional

Figura 2.Comparación de tamañoy apariencia de difer-entes estadios del ciclode vida de la garrapatacomún del ganadoBoophilus microplus. Lalámina A presenta doslarvas repletas (izquier-da) y dos ninfas ingurgi-tadas (derecha). En lalámina B, se observa enla fila inferior a laizquierda, dos ninfasingurgitadas y luegoadultos recién mudados,dos machos (centro) ydos hembras. La filasuperior presenta hem-bras en diverso estadode ingurgitación. La rejil-la tiene una escala enmilímetros y el color noes natural debido a lafijación en formol. Foto: E. Benavides & G. López

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sobre el animal, la garrapata hembra in-

gurgitada alcanza un tamaño hasta de 8

mm y esta lista para desprenderse y ovi-

positar.

2.1.2. La garrapata venadera o

tostona: Amblyomma cajennense

Esta garrapata posee piezas bucales más

prominentes y en comparación con la

especie anterior se diferencia por ser más

grande y ágil ("caminadora"), además de

poseer un escudo ornamentado, fácil de

observar a simple vista, con importante

diferenciación entre hembras y machos

(figura 3). Se debe hacer énfasis en que, a

pesar de A. cajennense es la especie más

frecuente, existen variadas especies de

Amblyomma spp. en el territorio co-

lombiano y que su identificación precisa

debe ser realizada por expertos. Sin em-

bargo, en términos generales, su bio-

ecología es similar, lo mismo que el abor-

daje para el control.

Una característica importante de este tipo

de garrapata es de que es capaz de ali-

mentarse sobre animales de diversas espe-

cies, domésticos y silvestres; las fases lar-

varias prefieren animales de piel delgada

como roedores, terneros o perros. Las lar-

Figura 3Comparación entre un macho (izquierda) y una hembra no ingurgitada de la garrapata Amblyomma cajennense. Nótesela ornamentación característica del Escudo. Foto: E. Benavides & G. López.

3 Izq. 3 Der.

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vas ingurgitadas tienen la apariencia de

pequeños frutos morados pequeños de 1

mm de longitud (figura 4). En esta especie

y en cada estadio, después de un periodo

corto (7 días) de alimentación sobre el ani-

mal, las fases repletas de sangre caen al

suelo, donde mudan a la siguiente fase o

las hembras fecundadas caen al suelo para

ovipositar. A. cajennense se caracteriza por

la capacidad de sobrevivir en la fase no

parasítica durante mucho tiempo (por esto

la duración del ciclo de vida es variable); en

nuestro laboratorio hemos mantenido nin-

fas mudadas a partir de larvas ingurgitadas

y adultos procedentes de ninfas ingurgi-

tadas, por períodos cercanos al año.

2.1.3. Otras garrapatas

Otras especies de garrapatas pueden oca-

sionalmente afectar a bovinos en pastoreo,

cuya diferenciación es una labor de exper-

tos; dentro de éstas se destaca la garrapata

común del caballo Anocentor (Dermacen-

tor) nitens, la que se podría firmar que es

una garrapata de color café y de simetría

arriñonada. Otra garrapata que ocasional-

mente puede afectar a bovinos es la ga-

rrapata común del perro Rhipicephalus

Figura 4.Formas inmaduras de la garrapata Amblyomma cajennense en el hocico de un perro; se observa una larva ingurgitada(izquierda junto al bigote) y una ninfa repleta (junto al ojo). Foto: E. Benavides

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sanguineus de color rojizo. En regiones de

trópico alto pueden encontrarse garrapatas

del género Ixodes spp.; por ejemplo, en

una muestra recolectada en 1999 por

Edgar Díaz en las montañas del Tolima, se

ha descrito la presencia de Ixodes bolivien-

sis y en las montañas del Chocó es fre-

cuente la presencia de Ixodes pararicinus

(López, 2000; comunicación personal).

2.2. Moscas picadoras

La mejor descripción de una mosca picado-

ra es afirmar que es un díptero (insecto con

dos alas) que es de un tamaño superior a 3

mm y que posee la capacidad de ingerir

sangre o fluidos biológicos de los animales

(por esto se conocen como Moscas

hematófagas), para lo cual han desarro-

llado unas piezas bucales con capacidad de

penetrar la piel del animal. Dentro de este

grupo se incluye además a la mosca casera

(Musca domestica) a pesar de no ser

hematófaga, debido a su semejanza (todas

pertenecen a la Familia Muscidae), tanto en

características morfológicas como de su

biología básica. Existen otros dípteros pica-

dores, tales como jejenes mosquitos y zan-

cudos, los cuales son de tamaño menor y

se describen en la sección 2.4. Otros

Dípteros.

El ciclo de vida de estas moscas, posee cua-

tro fases: huevo, larva, pupa y adulto. Los

huevecillos son colocados en un substrato

apropiado (diferente para cada especie de

mosca), donde la larva se alimenta por un

período cuya extensión depende principal-

mente de la temperatura, para luego alcan-

zar el estado de pupa; esta se entierra en el

suelo y después de un corto período de

desarrollo surge el adulto (macho y hem-

bra), los cuales luego de la cópula dan lugar

a la producción de huevos en la hembra

(Soulsby, 1982; Bram, 1978). Se considera

que las poblaciones de moscas se han

incrementado de manera alarmante

durante la última década, debido a múlti-

ples circunstancias tales como cambios en

los sistemas de manejo del ganado;

aumento de la densidad animal por unidad

de área y el uso residuos de cosechas para

la alimentación del ganado; factores todos

relacionados con la intensificación de la

producción.

Dos especies de Muscideos se consideran

de mayor importancia veterinaria, dada su

capacidad hematófaga; la "Mosca de Esta-

blo" Stomoxys calcitrans, y la "Mosca de

los Cuernos" Haematobia irritans. Como se

describió arriba, en esta sección se descri-

birá adicionalmente a la "Mosca casera"

Musca domestica, la cual no posee capaci-

dad hematófaga, pero es notoriamente

molesta por su alta capacidad reproductiva

en condiciones de las explotaciones

pecuarias y por su capacidad de contami-

nar fuentes de agua y alimento. Además se

cuenta con los Tábanos (los cuales son de

una familia diferente a los anteriormente

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mencionados) que se caracterizan por su

gran tamaño y robustez, además de poseer

fuertes piezas bucales que producen pica-

duras muy dolorosas.

2.2.1. La mosca del establo:

Stomoxys calcitrans

Es una mosca de tamaño medio, entre 6-10

mm de longitud, la que se ubica preferible-

mente en las extremidades del animal y

abdomen, produciendo picaduras muy

dolorosas gracias a que posee una promi-

nente trompa picadora (figura 5). Son

moscas robustas que puede volar hasta 2

km en búsqueda del huésped, pueden

atacar al ganado, equinos y al hombre; no

suelen permanecer mucho tiempo sobre

los animales, una vez obtenido su alimento

(tanto hembras como machos toman san-

gre) la mosca busca sitios de reposo, ge-

neralmente las paredes de los establos y

otras superficies planas. Para la postura

esta especie prefiere material vegetal en

descomposición, preferiblemente contami-

nado con orina o materia fecal. Es por esto

que se observan explosiones poblacionales

de esta mosca, asociadas a la presencia de

substratos que el hombre le provee; resi-

duos de ensilajes, henos usados como

camas, etc. En Colombia se han observado

problemas con la Mosca del Establo en

regiones aledañas a explotaciones de

Palma Africana, debido a un manejo inade-

cuado de los desechos de las plantas

extractoras de aceite.

Figura 5.Vista lateral (A) y Dorsal (B) de la cabeza y piezas bucales de la Mosca del Establo, Stomoxys calcitrans. Note la prominente proboscis y los palpos cortos. Foto A: E. Benavides. Foto B: Foto: G. López & J. Gómez

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Figura 6.Vista dorsal (A) y lateral (B) de la Mosca de Los Cuernos Haematobia irritans.La proboscis tiene la misma longitud que los palpos.Foto: E. Benavides

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2.2.2. La mosca de los cuernos:

Haematobia irritans

Esta mosca era previamente conocida

como Lyperosia, pero la mayoría de la lite-

ratura mundial ya no usa ese nombre. Su

tamaño (4-5 mm) es inferior al de la Mosca

del Establo y aunque también se alimenta

de sangre su picadura es menos molesta,

dado el menor tamaño de su trompa (figu-

ra 6). Esta mosca vive casi todo su tiempo

disponible sobre el huésped al que sólo

abandona para depositar sus huevos en

estiércol fresco del ganado. Se ubica en la

región de la espalda y flancos de los ani-

males; en días soleados o de lluvia, suelen

congregarse en la parte baja del abdomen

de los animales buscando protección.

Esta mosca es la de más frecuente hallazgo

en las condiciones de producción de nues-

tro país; debido a que se multiplica en las

praderas, se considera que las altas pobla-

Figura 7.Cabeza y piezas bucales de un tabanus spp. Se observan las prominentes piezas bucales, el color de los ojos y las aristas antenales en forma de gancho. Foto: E. Benavides

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ciones que se han venido observando

durante la última década son ocasionadas

tanto por la intensificación de la produc-

ción, como por desequilibrios ecológicos,

entre ellos el más importante, la disminu-

ción de enemigos naturales debido al uso

intenso de pesticidas en nuestros campos.

Se ha demostrado que los picos pobla-

cionales están asociados con épocas de alta

precipitación pluvial (Benavides et al.,

2001a).

2.2.3. La mosca casera:

Musca domestica

Esta mosca es muy similar a la mosca de es-

tablo con la excepción de que no posee

trompa picadora. Su importancia para la ga-

nadería radica a su capacidad de conta-

minar alimentos y transmitir diferentes en-

fermedades, gracias a su comportamiento

inquieto de posarse sobre basuras, materias

fecales, alimentos, etc. En las fincas, la ma-

yor fuente de reproducción son las camas

de los galpones, el estiércol acumulado de

las porquerizas y en general cualquier tipo

de basuras en descomposición.

2.2.4. Tábanos

Se trata de unos insectos (dípteros)

hematófagos robustos y de picadura

dolorosa, con grandes piezas bucales (figu-

ra 7); pertenecientes a la familia Tabanidae.

Existen más de 300 especies en el conti-

nente americano (Bram, 1978). Sólo las

hembras son hematófagas, mientras los

machos se alimentan a partir de las plantas;

ellas ponen sus huevos sobre la vegetación

y las larvas requieren de un ambiente semi-

acuático (pantanoso) para sobrevivir; el

período de vida de las fases larvarias es cer-

cano al año. La formación de la pupa

ocurre en sitios más secos y de allí emergen

los adultos a buscar su alimento. En

Sudamérica se ha demostrado que los

tábanos son vectores mecánicos de la tri-

panosomosis bovina; pero se debe afirmar

que es muy poco lo que se conoce acerca

de la biología de esta plaga en nuestras

regiones ganaderas.

2.3. Gusaneras o Miasis

La más apropiada definición de "miasis" o

gusanera es: "La infestación de animales

vertebrados, incluyendo al hombre, por lar-

vas de dípteros, las que al menos por un

período se alimentan sobre los tejidos afec-

tados" (Bram, 1978). Muchos dípteros

podrían causar gusaneras, pero deben

diferenciarse las que son primarias u obliga-

torias, de las que son facultativas o acci-

dentales. En las primeras el parásito es

obligado, sólo puede sobrevivir afectando

el huésped vertebrado; mientras en las

segundas, la larva generalmente se puede

reproducir en cualquier tipo de material en

descomposición y sólo accidentalmente es

parásita. Las moscas causantes de gusane-

ras mas importantes en Colombia son El

Nuche Dermatobia hominis y el "Gusano

Barrenador" Cochliomyia hominivorax.

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2.3.1. El nuche o tórsalo:

Dermatobia hominis

El nuche es una miasis obligatoria impor-

tante en Centro y Sudamérica y afecta no

sólo al ganado sino también a otros ani-

males domésticos (perros) y al hombre. Las

larvas que crecen hasta 25 mm y poseen

una superficie espinosa, producen lesiones

furunculares en la piel de los huéspedes

afectados (Soulsby, 1982; Bram, 1978). El

modo de transmisión es único en la natu-

raleza, ya que la hembra de D. hominis

captura en pleno vuelo a otros insectos

para adherirle sus huevos en el abdomen,

encargándose éstos de llevarlos a la piel del

huésped. Una vez allí, con el calor del ani-

mal, emergen las larvas que se introducen

rápidamente bajo la piel y luego de 30 a 35

días y de pasar por diferentes estadios lar-

varios caen al suelo y se entierran a 5-6 cm

de profundidad donde se transforman en

pupas. Después de 20 a 60 días depen-

diendo de factores climáticos, nace la

mosca adulta. La mosca habita en zonas

con abundante vegetación y se detectan

altas poblaciones en épocas de lluvias

(Benavides & Romero, 2001).

2.3.2. La gusanera corriente

por gusano barrenador:

Cochliomyia hominivorax

Aunque poseer una gusanera en sus ani-

males es el evento más frecuente para una

ganadero en Colombia, es poco el

conocimiento existente sobre la situación

de estos parasitismos. Aunque pueden

existir diversos tipos de gusaneras, se

podría afirmar que la causada por el Gusa-

no Barrenador es de naturaleza obligatoria,

pero se requiere la presencia de una herida

para ser iniciada. La mosca adulta coloca

sus huevos en heridas recientemente pro-

ducidas como el ombligo de los animales

recién nacidos, pero también en heridas

accidentales o quirúrgicas recientes sobre

todo las producidas por castración o

descorne. Las larvas que nacen de éstos

huevos se ubican rápidamente en las partes

mas profundas de la herida, causando

molestia al animal, permitiendo la presen-

cia de otras moscas causantes de gusaneras

y la invasión de bacterias en la herida; éstas

afecciones si no son tratadas adecuada y

oportunamente, pueden llevar a la muerte

del animal.

2.4. Otros dípteros

Existe un grupo de dípteros hematófagos

que por lo general poco son considerados

en el manejo de la industria ganadera; los

mosquitos, zancudos y jejenes son un

grupo de insectos que son diminutos

(tamaño inferior a 3 mm) y generalmente

no son notados por el ganadero, por lo que

no se considera una molestia; pero estos

insectos hematófagos pueden ser impor-

tantes transmisores de enfermedades y

producen molestias en épocas de alta

infestación. Tres grupos de dípteros son los

más comunes: los mosquitos de la arena

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(Culicoides spp.) son insectos muy

pequeños (1-2 mm) de color café y alas

manchadas, los cuales tienen horarios

restringidos de actividad; los jejenes o mos-

quitos negros (Simulium spp.) insectos

pequeños (1-3 mm), negros y jorobados

(algunos Jejenes, son considerados vec-

tores del virus de la Estomatitis Vesicular); y

los zancudos propiamente dichos, dee 3 –

6 mm de tamaño y patas largas (Dentro de

los que se encuentran los anofelinos y los

culicinos). Las formas inmaduras de estos

insectos se desarrollan en medios húme-

dos, ríos y otras fuentes de agua; pocos

estudios se han realizado sobre la bio-

ecología de estas especies en el país.

2.5. Piojos y ácaros

Dado que este texto está dirigido para el

control de ectoparásitos en explotaciones

ganaderas de trópico medio y bajo, la

descripción que se hará de estos parásitos

externos, será marginal. Los piojos se trata

de artrópodos con tres pares de patas y sin

alas, pequeños y elongados (tamaño 1-3

mm) que no son hematófagos, sino que

viven sobre la piel del huésped; existen pio-

jos masticadores (Bovicola bovis) y piojos

picadores (Haematopinus eurysternus,

Linognatus vituli y Solenopotes capillatus),

los cuales son especie específicos, es decir;

existe una especie de piojo para cada

especie de huésped. Por su parte, los

ácaros son causantes de las sarnas, la

mayoría de ellas se trata de dermatitis alér-

gicas, caracterizadas por formación de cos-

tras, pérdida del pelo y prurito; Los parási-

tos son sólo reconocidos bajo el microsco-

pio. En bovinos el ácaro más frecuente es

Demodex bovis que es reconocido por su

apariencia vermiforme anular. La presencia

de piojos y ácaros está supeditada a condi-

ciones de higiene y hacinamiento de ani-

males jóvenes que permite la transmisión

directa del parásito entre los animales, prin-

cipalmente los terneros.

3. Control de parásitos

externos del ganado

El control de los parásitos externos del

ganado debe ser abordado desde una con-

cepción integral en el marco de las activi-

dades y características del sistema de pro-

ducción y con un abordaje de Medicina

Veterinaria Preventiva, es decir, el control

debe realizarse antes de que aparezcan los

daños o enfermedad asociados al parásito.

Como las actividades de control parasitario

implican una serie de tareas adicionales a

las actividades rutinarias de la finca, se

debe hacer una adecuada planificación,

con el fin de asegurar de que los recursos

requeridos están disponibles de manera

adecuada.

El primer punto a considerar en el diseño

de un plan de control es tratar de definir la

especie (o especies) objetivo de ataque; sin

embargo, se debe recordar que en oca-

siones, bajo las condiciones reales de la

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finca, siempre existe más de una plaga

afectando al ganado, lo que complica el

diseño de la estrategia de control, ya que

los antiparasitarios utilizados siempre ten-

drán efectos colaterales sobre las otras pla-

gas no objetivo y aún sobre la fauna bené-

fica existente en los potreros.

Durante muchos años el control de parási-

tos se ha basado en el uso de pesticidas

químicos (insecticidas y acaricidas) y otros

productos farmacéuticos antiparasitarios

de amplio espectro (Ivermectinas) llegando

en ocasiones a un uso intensivo y muchas

veces innecesario de los productos. Sin

embargo el exclusivo uso de pesticidas para

el control de parásitos durante tanto tiem-

po ha generado problemas de resistencia

hacia la mayoría de compuestos que se han

utilizado y la posibilidad de usar com-

puestos con diferentes mecanismos de

acción es mínima debido a los altos costos

asociados con su desarrollo. Por esto se ha

sugerido el uso de esquemas integrales de

control (Walker et al., 1988 ), la base de

dichos esquemas es buscar un uso racional

de los antiparasitarios buscando controlar

el desarrollo de resistencia a los productos

(Nari et al., 2000). Un resumen de las bases

para el control integrado de parásitos se

presenta en la tabla 1.

Aunque en el país se ha avanzado en la

generación de los conocimientos requeri-

dos, muchas de las alternativas, antes de su

recomendación, deben validarse y ajustarse

para diferentes regiones del país y sistemas

de producción ganadera. La situación es

compleja ya que no se puede producir una

recomendación única válida para todas las

fincas y regiones; sino que por el contrario

se posee una serie de argumentos que

deben sopesarse paso a paso para tomar la

decisión más acertada. En condiciones de

Australia por ejemplo, se desarrolló un

estudio poblacional donde se demostró

(Jonsson et al., 2000) que algunas de las

recomendaciones más usadas para el con-

Tabla 1Bases para el control racional de

los parásitos que afectan a los bovinos

• Tratar solamente cuando exista una justifi-cación económica.

• No depender exclusivamente de los quími-cos para el control.

• Propender por el uso de estrategias de con-trol no químicas, alternativas de controlbiológico o culturales.

• Planificar el esquema de control por períodosanuales, teniendo en cuenta todos los tiposde plaga existentes. En lo posible utilizar unmismo tipo de compuesto por períodosanuales (sólo rotar compuestos por largosperíodos).

• Conocer la especie, ciclo de vida, dinámicapoblacional y características ecológicas (epi-demiológicas) de la plaga objeto de ataque.Además considerar el impacto del controlsobre la transmisión de enfermedades y elrompimiento de los equilibrios naturales.

• Buscar un tratamiento preventivo pobla-cional, no individual y curativo.

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trol parasitario tenían el efecto negativo de

seleccionar más rápidamente la aparición

de genes resistentes en las poblaciones de

parásitos. Por otra parte, en países templa-

dos se han desarrollado sistemas expertos

para orientar al productor en la toma de

decisiones en lo relacionado con el control

de parásitos externos, el cual está

disponible en el Internet (Axtell, 1996).

Aunque existen obvias diferencias entre el

trópico y las regiones templadas, se invita al

público a tratar de usar esta herramienta,

como ejercicio conceptual. Por su parte,

nuestro grupo de trabajo ya ha adelantado

contacto con esos investigadores, para

tratar de adaptar ese modelo a nuestras

condiciones.

3.1. Selección del (los) producto(s) y

método de aplicación a utilizar

Los antiparasitarios de síntesis química

proveídos por la industria farmacéutica ve-

terinaria han sido la herramienta más im-

portante para el control parasitario, al

menos durante las últimas cuatro décadas y

la perspectiva es que lo seguirán siendo por

lo menos durante las siguientes dos déca-

das. Sin embargo, debido al desarrollo de

resistencia a estos productos y a los proble-

mas de residuos, existe un urgente llamado

a racionalizar su uso. En la planeación de

una estrategia de control es importante

tener en cuenta la gama de productos exis-

tentes en el mercado para el control de los

parásitos externos, considerando sus venta-

jas, espectro de acción y desventajas,

además de aspectos de economía y logísti-

ca; como precio y modo de aplicación.

Entonces, en ocasiones la selección del pro-

ducto está determinada por la infraestruc-

tura o recursos disponibles en la finca.

Una descripción detallada de los productos

disponibles para el control de ectoparásitos

en Colombia está fuera del alcance de este

texto y puede hallarse en los respectivos

Vademecum o información de cada labora-

torio. Aquí solo se relacionará de manera

somera los tipos de producto disponible y

sus principales características, dentro de los

que se destaca:

• Organofosforados y Carbamatos: Ac-

túan inhibiendo la transmisión neuro-

muscular del artrópodo afectando la

enzima acetil colinesterasa. Son me-

dianamente tóxicos para el huésped y la

persistencia varía acorde a la molécula

utilizada. Se utilizan tanto como mos-

quicidas como acaricidas.

• Piretroides sintéticos: Actúan atacan-

do la union neuromuscular, esta vez so-

bre los canales de sodio y la molécula

GABA. Su gran ventaja es que son de

baja toxicidad para el mamífero y po-

seen alta persistencia. Sin embargo la re-

sistencia hacia este tipo de compuestos

es amplia. Existen compuestos y formu-

laciones tanto mosquicidas, como acari-

cidas

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• Amitraz: Su modo de acción es diferen-

te, siendo un agente de desprendimien-

to. No es mosquicida y en Colombia es

el acaricida de mayor uso. Posee proble-

mas de estabilidad (requiere medios

alcalinos) en formulaciones para tan-

ques de inmersión

• Inhibidores de Quitina: Poco se ha de-

sarrollado el mercado para estos produc-

tos en el país, actúan alterando el desa-

rrollo de las fases del parásito y la

producción de huevos; por lo que su

efecto generalmente es a largo plazo y

poblacional.

• Lactonas Macrocíclicas (Ivermecti-

nas): Son los antiparasitarios de última

generación obtenidos de la fermenta-

ción de hongos en el laboratorio, actúan

sobre la molécula GABA. Su gran venta-

ja es su amplio espectro de acción ya

que es eficaz contra parásitos internos y

externos; pero esto puede considerarse

una posible desventaja en lo relacionado

con la exposición no intencional de

especies no objetivo.

En lo relacionado con la selección del méto-

do de aplicación (aspersión, inmersión,

pour-on o inyectable), esto depende de las

facilidades disponibles en cada finca; debe

recordarse que en Colombia el método

más utilizado de aplicación es el uso de la

Bomba de espalda y que se han reportado

diversos problemas en su uso (No sujeción

individual de animales, boquillas defi-

cientes, volumen insuficiente de producto,

etc.). El productor debe recordar, que si

quiere alcanzar la mayor eficacia con la

aplicación de un producto (y por ende la

mayor relación beneficio/costo) debe ase-

gurar que todos estos aspectos operativos

están adecuadamente corregidos; de otra

manera puede correr el riesgo de perder la

inversión que realiza con la compra y apli-

cación de un producto.

3.2. Control de garrapatas

Dado que nuestras condiciones climáticas

ofrecen amplias ventajas para el desarrollo

de garrapatas, no es factible y resulta

contraproducente eliminarlas del todo.

Adicionalmente, se debe considerar que la

presencia de garrapatas sobre el ganado no

implica necesariamente la existencia de

pérdidas económicas y al contrario la per-

manencia sobre los animales de algunas

pocas garrapatas actúan como "vacuna"

natural contra las enfermedades hemopa-

rasitarias.

Definido el tipo(s) de parásito(s) presentes

en los animales y evaluado su grado de

intensidad (que justifique), lo importante es

definir la estrategia. A continuación se pre-

senta recomendaciones puntuales que

pueden ayudar al control de cada especie.

3.2.1. Boophilus microplus

Existen dos principales alternativas para el

control de esta especie; la primera se llama

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"tratamiento con base en niveles críticos";

es decir, aplicar el garrapaticida solamente

cuando se sobrepasen ciertos niveles.

Aunque estos niveles deben ser calculados

para cada sistema de producción y de

acuerdo a la composición racial del hato,

en términos generales se recomienda el

tratamiento cuando se cuenten por un lado

del animal, más de 20 garrapatas estándar

(tamaño superior a 4 mm.). En caso de que

sea posible, la elección del compuesto a

utilizar en los baños debe estar basado en

resultados de las pruebas de resistencia en

el laboratorio que actualmente ofrece en el

Centro de Investigación en Salud y Produc-

ción Animal (CEISA) de CORPOICA en Bo-

gotá. Se debe asegurar que el producto se

dosifique correctamente de acuerdo al

peso del animal, siguiendo las recomenda-

ciones que vienen en las etiquetas. En los

baños por aspersión, se debe garantizar un

buen cubrimiento del cuerpo con el pro-

ducto, lo que se logra aplicando 1 litro de

solución garrapaticida por cada 100 kg de

peso vivo, usando boquillas adecuadas de

los equipos de aplicación y sujetando ade-

cuadamente el animal.

La segunda alternativa es el uso de "esque-

mas estratégicos", los cuales se diseñan de

acuerdo al ciclo anual de la garrapata. Este

método se diferencia del tratamiento con

base en niveles críticos, en que el baño se

realiza durante la fase más crítica para el

parásito, que corresponde a la época de

verano. Con esta estrategia se reduce el

número de garrapatas adultas capaces de

producir huevos en los pastos y así se logra

una reducción progresiva en el nivel de

infestación de los animales. En Colombia se

sugiere iniciar los tratamientos tres o cuatro

semanas luego de finalizar la temporada de

lluvias, generalmente cuatro a seis baños,

correctamente aplicados cada 21 días a

todo el ganado, siendo suficientes para

obtener una reducción poblacional durante

el resto del año. Este esquema es particu-

larmente favorable en zonas de trópico

seco y húmedo del país (Costa Atlántica,

Llanos Orientales) iniciando el esquema en

el mes de enero. Para las regiones de Valles

interandinos donde existe un patrón

bimodal de lluvias, con un período seco

más fuerte a mitad de año, se sugiere ini-

ciar este esquema al finalizar el las lluvias

del primer semestre.

En cuanto a los métodos alternos al control

químico, en los últimos años han existido

importantes avances en la generación de

los conocimientos requeridos, sin embargo,

muchas de éstas alternativas para ser

recomendadas deben primero validarse

bajo las condiciones de nuestros sistemas

de producción, resaltando la importancia

de la investigación. Las siguientes son las

alternativas que merecen destacarse.

Vacuna anti-garrapata: Esta nueva alter-

nativa no química para el control, es un

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biológico constituido por proteínas del

intestino de la garrapata B. microplus, las

que al ser aplicadas al ganado inducen una

respuesta inmune que afecta el intestino

del parásito, produciéndole una tonalidad

rojiza, debido al escape de las células san-

guíneas que ha extraído del huésped, hacia

su propia hemolinfa. A diferencia de los

compuestos químicos, la vacuna no mata

inmediatamente las garrapatas, sino que

ejerce su acción sobre la fertilidad de la ga-

rrapata y su efecto es visto solo a largo

plazo, esto quiere decir que reduce progre-

sivamente el nivel de poblaciones de garra-

patas en las pastura y en consecuencia el

nivel de infestación sobre los animales. Por

estas razones, es de esperarse que la sola

vacunación no proveerá un control absolu-

to de las garrapatas y se debe entender que

la mayor bondad de esta herramienta es la

reducción en el número de baños garra-

paticidas en el año. En Colombia es

urgente validar el uso de esta alternativa de

control en condiciones de finca.

Uso de ganado resistente: La utilización

de ganado resistente, especialmente ani-

males tipo Cebú, reduce notablemente las

poblaciones de garrapatas. La resistencia

del ganado a las garrapatas se debe a acti-

tudes de comportamiento y reacciones

inmunitarias que cada animal individual

adquiere a medida que madura. Las razas

cebuínas presentan una gran habilidad

para adquirir resistencia, mientras que en la

mayoría de las razas europeas es pobre. En

condiciones de finca es posible incrementar

la resistencia del hato mediante la ob-

servación y descarte de los animales que

portan muchas garrapatas (animales "dul-

ces") o a través del cruzamiento progresivo

con razas tipo Cebú.

Rotación de praderas: Esta estrategia se

basa en la desocupación de las praderas

hasta que la mayoría de las larvas que se

encuentra en fase libre mueran al no

encontrar hospedero. Para la utilización de

esta práctica es necesario conocer en cada

zona, el periodo de sobrevivencia de las lar-

vas en las pasturas para así establecer el

tiempo de descanso de las mismas. En

algunas zonas de Colombia por ejemplo,

en épocas cálidas y secas, las larvas sólo

pueden sobrevivir sobre las hojas de los

pastos entre cuatro y seis semanas. Si una

pradera se deja libre de ganado durante

este periodo y se tratan los animales antes

de su reintegro a la pradera, se reducirá

enormemente la necesidad de tratamiento.

En el caso de Amblyomma cajennense, sus

formas adultas pueden permanecer en las

praderas por más de un año, haciendo que

este método de control sea ineficaz para

este parásito.

Otras alternativas: El suministro de azu-

fre, el uso de hongos entomopatógenos y

la aplicación de extractos vegetales se

encuentran dentro de las alternativas de

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control que se encuentran bajo evaluación.

En cuanto al uso del azufre, diversos estu-

dios de campo han demostrado que a los

animales que se les adiciona azufre a la sal,

presentan un menor número de garrapatas

en comparación a los animales que no se

les suministra; este efecto parece ser causa-

do por una mejor conversión proteica (y

por ende mejor inmunidad) de los animales

cuando pastan en regiones que son defi-

cientes en azufre.

Actualmente en varios países se investiga

activamente el posible uso de Hongos

entomopatógenos para el control de

ectoparásitos y nuestro grupo de trabajo

adelanta observaciones sobre el particular.

Recientemente se ha concluido la eva-

luación preliminar de diez cepas de los hon-

gos Beauveria bassiana, Verticillum lecani y

Metarhizium anisopliae, los que han de-

mostrado actividad biológica sobre garra-

patas. Sin embargo el uso dee esta herra-

mienta por parte de los ganaderos

requerirá de bastante investigación sobre el

tema, incluyendo aspectos de formulación

y estabilidad del hongo. Por otra parte se

han adelantado observaciones usando

extractos de la semilla del árbol del Neem

(Azadirachta indica) aplicados por asper-

sión, demostrando reducen los niveles de

garrapatas sobre los animales (Benavides et

al., 2001b). Esta alternativa se torna intere-

sante por cuanto el árbol ha demostrado

un adecuado desarrollo en la mayoría de

zonas cálidas del país; pero se requiere de

mayor investigación antes de poder reco-

mendar ampliamente esta estrategia.

3.2.2. Amblyomma cajennense

El control de esta especie es bastante com-

plejo ya que se debe contemplar por sepa-

rado la dinámica de larvas, ninfas y adultas

en las praderas, mientras las garrapatas se

multiplican en diversas especies de ani-

males. Tal vez un efecto poblacional puede

alcanzarse con 3-5 baños con frecuencia

semanal (estricto) a todos los animales del

hato, incluyendo, caballos y perros. La apli-

cación de Lactonas Macrocíclicas (Abamec-

tina, Ivermectina, Doramectina) puede

resultar práctico por el efecto protectivo

que confieren (2 a 3 semanas). Especial

énfasis se debe prestar a los grupos de ani-

males que "despuntan" los potreros, ya

que estos son los grupos más expuestos a

las diferentes formas del parásito.

3.3. Control de moscas

Aunque existen muchos insecticidas que

pueden controlar las moscas (principalmen-

te a base de piretroides sintéticos y organo-

fosforados), estos no deben ser utilizados in-

tensivamente por que las moscas se vuelven

resistentes a ellos y son por demás, dañinos

para el medio ambiente y para el hombre

(McKenzie & Byford, 1993). Por principio, el

control de moscas debe ser basado en

estrategias culturales y uso de trampas

reservando el uso de pesticidas para épocas

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críticas de alta infestación (Pickens et al.,

1994). Se realiza una breve descripción de

estrategias para cada especie:

3.3.1. La mosca del establo:

Stomoxys calcitrans

EL umbral económico para esta mosca es

muy bajo, cercano a las 25-30 moscas por

animal. El control debe basarse en prácticas

culturales, controlando los sitios de repro-

ducción de larvas, como los residuos de

pasto de corte o ensilajes. Para ello se

acude a la formación de pilas de estos

materiales "compost", ojalá bajo techo y

cubiertos de plástico; Las larvas que se

estén desarrollando en el material se

morirán por el efecto de las altas tempera-

turas. El material resultante puede ser uti-

lizado posteriormente para la fertilización

de las praderas.

Una segunda opción que puede ayudar a

reducir las poblaciones de moscas es el uso

de trampas. Nuestro grupo del Programa

de Salud Animal ha perfeccionado el dise-

ño y evaluado el funcionamiento de una

trampa tipo piramidal (figura 8), la cual se

cubre con material adeherente. Las tram-

pas deben colocarse a una distancia no

mayor de 3.5 metros de las áreas de repro-

ducción de las moscas.

3.3.2. La mosca de los cuernos:

Haematobia irritans

El control cultural es casi imposible con esta

mosca ya que se multiplica en los potreros.

El control químico reduce rápidamente los

niveles, pero solo es recomendable cuando

los niveles sobrepasan las 200 moscas por

animal. También son utilizadas en estos

casos las orejeras impregnadas con insecti-

cidas que tienen un efecto residual de 4

meses; sin embargo, la exposición prolon-

gado de las moscas al químico pueden

generar la presencia de resistencia en el

seno de estas poblaciones (Spradbery &

Tozer, 1996). En Australia se han utilizado

Figura 8Trampa piramidal para el Control de la Mosca delEstablo Stomoxys calcitrans y de la Mosca Casera Muscadomestica. Los páneles de la trampa se recubren deplástico y de un material adherente.

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trampas por las que pasa el ganado y las

moscas quedan atrapadas, pero su uso es

bastante complicado para hacerlo atracti-

vo. Dado que en el Caribe Colombiano se

ha demostrado asociación entre los niveles

de moscas y la precipitación pluvial

(Benavides et al., 2001a), se sugiere reser-

var los tratamientos para el inicio de las

temporadas de lluvia, para coartar el desa-

rrollo de altas poblaciones.

3.3.3. La mosca casera:

Musca domestica

Un buen control se logra con la eliminación

de basuras producidas en la casa y la ade-

cuada disposición de los desechos de

establo y galpones, tal y como se explicó

con S. calcitrans. Igualmente en el caso de

que existan porquerizas, éstas deben

lavarse periódicamente. El uso de la una

trampa cubo-cónica invertida puede ayu-

dar a reducir la población de moscas si se

coloca en cantidades suficientes en los

sitios correctos y si se utiliza un buen cebo

que las atraiga. Una última estrategia que

ha resultado exitosa para el control de

mosca doméstica es el control biológico

con avispitas (parasitoides). Estas avispitas

matan los estadios inmaduros de las

moscas y son inofensivas para los humanos

y el ganado. Varias especies de parasitoides

son distribuidas comercialmente, pero su

uso debe ser combinado con las prácticas

de manejo anteriormente mencionadas.

3.4. Control de gusaneras o miasis

3.4.1. El nuche o tórsalo:

Dermatobia hominis

El control debe ser establecido de acuerdo

al régimen de lluvias, utilizando productos

sistémicos como los organofosforados y las

lactonas macrocíclicas. Este último grupo

de compuestos no deben ser aplicadas en

vacas en producción de leche, por la

presencia de residuos. En estos animales se

recomienda el uso de organofosforados

por aspersión o mezclado con aceite que-

mado. En un estudio llevado a cabo en

zonas de Huila y Cundinamarca, se obtuvo

un adecuado control poblacional de nu-

ches cuando se realizaron tres tratamientos

de lactonas macrocíclicas cada 40 a 50

días, aplicados a todos los animales del

hato en el inicio de la época de lluvias

(Benavides & Romero, 2001).

3.4.2. El gusano barrenador:

Cochliomyia hominivorax

Las medidas de control deben están dirigi-

das a romper el ciclo de la mosca. Es impor-

tante inspeccionar los animales en pastoreo

en forma periódica y curar las heridas

inmediatamente con larvicidas (organofos-

forados o lactonas macrocíclicas). Las cura-

ciones de ombligo en animales recién naci-

dos deben realizarse lo más pronto posible

así como también a las heridas quirúrgicas.

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Bibliografía

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