5
PRIMER DOMINGO DE CUARESMA “CONVIERTANSE Y CREAN EN EL EVANGELIO” (Mc 1, 12-15) Es tiempo de cuaresma. En el transcurso del año litúrgico la Iglesia propone dos tiempos ‘fuertes’, especiales y privilegiados, para analizar, evaluar y, si necesario, cambiar mente y actitudes para que reflejen mejor la coherencia con la fe que profesamos. Cuaresma, en efecto, es uno de ellos. Es tiempo oportuno para retomar el rumbo de la fe y el control de la conducta. Sabemos que el cristianismo, propiamente, no es un conjunto de doctrinas ni un código de ética, sino, más bien, es la ‘vivencia’ y seguimiento de la persona de Cristo, sin embargo, la vivencia y seguimiento de Jesús exigen una conducta adecuada y conforme a sus enseñanzas. Para lograrlo, el tiempo de ‘cuaresma’ es ideal. En efecto, se trata de un periodo de cuarenta días ‘propedéuticos’ a la celebración del misterio ‘pascual’ de Nuestro Señor Jesucristo: de su pasión, muerte y resurrección. Un tiempo, por cierto, muy especial para los creyentes como para descuidarlo y no prepararse espiritual y moralmente a la Pascua. Los ‘cuarenta’ días y la tentación diabólica. Guiado por el Espíritu; mejor, ‘empujado’ por él al desierto, Jesús, antes de empezar su misión 1

Conviertanse y Crean en El Evangelio

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Meditacion

Citation preview

PRIMER DOMINGO DE CUARESMACONVIERTANSE Y CREAN EN EL EVANGELIO(Mc 1, 12-15)

Es tiempo de cuaresma.

En el transcurso del ao litrgico la Iglesia propone dos tiempos fuertes, especiales y privilegiados, para analizar, evaluar y, si necesario, cambiar mente y actitudes para que reflejen mejor la coherencia con la fe que profesamos. Cuaresma, en efecto, es uno de ellos. Es tiempo oportuno para retomar el rumbo de la fe y el control de la conducta. Sabemos que el cristianismo, propiamente, no es un conjunto de doctrinas ni un cdigo de tica, sino, ms bien, es la vivencia y seguimiento de la persona de Cristo, sin embargo, la vivencia y seguimiento de Jess exigen una conducta adecuada y conforme a sus enseanzas. Para lograrlo, el tiempo de cuaresma es ideal. En efecto, se trata de un periodo de cuarenta das propeduticos a la celebracin del misterio pascual de Nuestro Seor Jesucristo: de su pasin, muerte y resurreccin. Un tiempo, por cierto, muy especial para los creyentes como para descuidarlo y no prepararse espiritual y moralmente a la Pascua.

Los cuarenta das y la tentacin diablica.Guiado por el Espritu; mejor, empujado por l al desierto, Jess, antes de empezar su misin salvadora -nos relata el evangelista Marcos- se retir cuarenta das y cuarenta noches en el desierto: en aquel tiempo, el Espritu impuls a Jess a retirarse al desierto, donde permaneci cuarenta das. Jess afronta el desierto como espacio de prueba y de aceptacin de su misin. En efecto, sigue relatando el evangelista, fue tentado por Satans para que aceptara un mesianismo apabullante, milagrero y sin cruz, o sea, diferente del que le peda su Padre.

El nmero cuarenta nos recuerda la peregrinacin de Moiss, durante cuarenta aos con su pueblo en el desierto, y los cuarenta das de soledad, en el monte Sina, para la intimidad con Dios. Tambin, nos recuerda al profeta Elas, en su caminar solitario de cuarenta das para llegar al monte Horeb. La finalidad, de permanecer en la soledad del desierto durante cuarenta das, es la misma para Jess, Moiss y Elas: encontrarse con Dios para discernir mejor el plan que les tiene reservado. Las imgenes inesperadas, que entornan a Jess en su permanencia en el desierto y que nos hablan de pacficos animales salvajes y ngeles serviciales abastecindole de comida, nos sorprenden, sin embargo, parecen simbolizar el retorno al estado de paz paradisiaca, que iniciara con Jess, nuevo Adn, gracias a la victoria sobre Satans. Cuaresma tiempo del espritu.

La cuaresma, con sus cuarenta das, quiere ser, para cada creyente, un tiempo del espritu, estructurado de manera tal que nos permita ms oportunidades para estar con el Seor y meditar su palabra. Todo esto en vista de nuestra conversin real a su estilo de vida, al proyecto del Reino y a una mayor consolidacin de la fe. Slo as podremos derrotar el nefasto poder del mal, a la manera de Jess, en el desierto, quien permaneci fiel al proyecto mesinico del Padre. Si comparamos el desierto a la vida de cada uno bien entenderemos, entonces, el por qu de las tantas pruebas diablicas, con las que tenemos que luchar para conservarnos fieles al Seor y conservar la fe.Cuaresma tiempo de conversin.

Despus del arresto de Juan el Bautista, y slo cuando el precursor termin su obra, sale Jess de la vida oculta y empieza, desde la Galilea, su actividad mesinica, o sea, la misin de predicar el Evangelio de Dios: despus de que arrestaron a Juan el Bautista escribe el evangelista Marcos- Jess se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios. En efecto, Jess mismo reconoce que: se ha cumplido el tiempo. La frase indica la llegada de la hora propicia y de la oportunidad, marcada y establecida por Dios, para que tambin nosotros cumplamos su voluntad.

El objeto, pues, de la predicacin de Jess es la nueva realidad escatolgica del Reino de salvacin, suma de las esperanzas de Israel, que l, en obediencia al Padre, ha venido a anunciar y a hacer realidad: el Reino de Dios est cerca. Sucesivamente, nos indica tambin el camino para que realicemos su proyecto: convirtanse y crean en el Evangelio, es decir, vulvanse a Dios, cambien mentalidad y permtanle reinar. Conclusin.

La conversin es exigencia de fe permanente, de todas las estaciones de la vida. No sera correcto que pensramos en Dios nicamente en este tiempo de cuaresma; no sera coherente que nos disciplinramos slo en estos cuarenta das que anteceden la Pascua. Sera sin razn, en efecto, acondicionar corazn y vida al Evangelio slo por una temporada del ao. El encuentro con Jess debe de producir cambio radical y conversin permanente. La cuaresma, por tanto, debe ser el principio de un camino especial que terminar, simblicamente, en la Vigilia Pascual, con la renovacin del Bautismo. El otro factor, que nos conduce por el camino de la conversin permanente a Dios, desde luego, es la fe en la predicacin de Jess y en su buena noticia: crean en el Evangelio. La adhesin convencida y entusiasta al Evangelio, en efecto, ser la prueba de nuestra conversin y autenticidad cristiana. 3