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I N E V A L i n e v a l i n e v a l 20 A lo largo de la historia, el ser humano ha tenido el inte- rés de explicar las causas de los fenómenos naturales y, algunas veces, anticiparse a ellos. Gracias a los avances tecnológicos, se conoce más sobre estos fenómenos y se ha podido explicar qué los origina y cómo evolucio- nan, qué riesgos existen para los seres vivos y cuáles son las acciones que se pueden tomar frente a la presen- cia de alguno de ellos para minimizar su impacto. La ciencia busca explicar lo que comúnmente llamamos “naturaleza” y se ha preguntado cosas como: ¿Por qué llueve? ¿Qué produce las olas del mar? ¿Qué son los glaciares? ¿Por qué existen los continentes? ¿Cómo se formaron las montañas? ¿Por qué hay fosas en los océanos? De acuerdo con Hubp (1992) la explicación es simple: existen procesos que ocurren en el interior y ex- terior de la Tierra, estos se originan por las actividades permanentes de la materia y energía. Los cambios de temperatura, el viento, la lluvia y las olas marinas, son ejemplos de la actividad del exterior; mientras que las formaciones de la superficie terrestre, la erupción de un volcán, un sismo, la deformación de las capas de rocas que constituyen las montañas, son manifestaciones de la actividad interna. En pocas palabras, ¡la Tierra está viva! Hoy en día, hemos sido testigos de una gran canti- dad de actividad sísmica, deshielo de algunos gla- ciales y erupciones volcánicas que se ha generado en nuestro entorno. La aparición de estos eventos nos recuerda lo frágiles que somos, por tanto hemos realizado múltiples esfuerzos para estar prevenidos y poder tomar acciones oportunas, a esto se le llama gestión de riesgos pero ¿qué implica esta gestión? Antes de hablar sobre ello, es necesario entender algunos conceptos. La ONU ha definido la amenaza como el evento, fe- nómeno o actividad potencialmente perjudicial que podría causar pérdida de vida o lesiones, daños materiales, sociales o económicos o la degradación ambiental. Las amenazas incluyen condiciones que pueden materializarse en el futuro. El riesgo como la combinación de la probabilidad de que se produzca un evento y sus consecuencias negativas. La vul- nerabilidad se conceptualiza como las condiciones, factores y procesos que aumentan la exposición o susceptibilidad de una comunidad o sistema al im- pacto de las amenazas y a los factores que dañan su resiliencia. Convivir con nuestra Tierra viva, aprendiendo a gestionar los riesgos José Daniel Espinosa Rodríguez Coordinador Técnico de Evaluación foto: www.pinterest.com

Convivir con nuestra Tierra viva, aprendiendo a gestionar ... · aprendiendo a gestionar los riesgos José Daniel Espinosa Rodríguez Coordinador Técnico de Evaluación foto: . INEV

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A lo largo de la historia, el ser humano ha tenido el inte-rés de explicar las causas de los fenómenos naturales y, algunas veces, anticiparse a ellos. Gracias a los avances tecnológicos, se conoce más sobre estos fenómenos y se ha podido explicar qué los origina y cómo evolucio-nan, qué riesgos existen para los seres vivos y cuáles son las acciones que se pueden tomar frente a la presen-cia de alguno de ellos para minimizar su impacto.

La ciencia busca explicar lo que comúnmente llamamos “naturaleza” y se ha preguntado cosas como: ¿Por qué llueve? ¿Qué produce las olas del mar? ¿Qué son los glaciares? ¿Por qué existen los continentes? ¿Cómo se formaron las montañas? ¿Por qué hay fosas en los océanos? De acuerdo con Hubp (1992) la explicación es simple: existen procesos que ocurren en el interior y ex-terior de la Tierra, estos se originan por las actividades permanentes de la materia y energía. Los cambios de temperatura, el viento, la lluvia y las olas marinas, son ejemplos de la actividad del exterior; mientras que las formaciones de la superficie terrestre, la erupción de un volcán, un sismo, la deformación de las capas de rocas que constituyen las montañas, son manifestaciones de la actividad interna. En pocas palabras, ¡la Tierra está viva!

Hoy en día, hemos sido testigos de una gran canti-dad de actividad sísmica, deshielo de algunos gla-ciales y erupciones volcánicas que se ha generado en nuestro entorno. La aparición de estos eventos nos recuerda lo frágiles que somos, por tanto hemos realizado múltiples esfuerzos para estar prevenidos y poder tomar acciones oportunas, a esto se le llama gestión de riesgos pero ¿qué implica esta gestión? Antes de hablar sobre ello, es necesario entender algunos conceptos.

La ONU ha definido la amenaza como el evento, fe-nómeno o actividad potencialmente perjudicial que podría causar pérdida de vida o lesiones, daños materiales, sociales o económicos o la degradación ambiental. Las amenazas incluyen condiciones que pueden materializarse en el futuro. El riesgo como la combinación de la probabilidad de que se produzca un evento y sus consecuencias negativas. La vul-nerabilidad se conceptualiza como las condiciones, factores y procesos que aumentan la exposición o susceptibilidad de una comunidad o sistema al im-pacto de las amenazas y a los factores que dañan su resiliencia.

Convivir con nuestra Tierra viva, aprendiendo a gestionar los riesgos

José Daniel Espinosa RodríguezCoordinador Técnico de Evaluación

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De acuerdo con Nizam Damani (2003) la gestión de riesgos es un enfoque proactivo frente a posibilidad de ocurrir algún fenómeno natural y su objetivo es evitar o minimizar los daños. Este proceso identifica posibles situaciones asociadas a la presencia de los fenómenos y evalúa su potencial impacto. A partir de esa infor-mación, planifica acciones para reducir la probabilidad de ocurrencia de problemas o limitar los daños en la aparición y desarrollo del fenómeno.

El proceso de gestión de riesgos puede dividirse en cuatro etapas: 1) Análisis de riesgos que consiste en la identificación de amenazas, vulnerabilidades y ries-gos existente al interior y periferias de los asentamien-tos humanos; 2) Reducción de riesgos, donde se establecen actividades de prevención con la finalidad de eliminar, reducir o mitigar los riesgos identificados en el análisis; 3) Preparación y respuesta, donde se elabora un plan de acción y protocolos de respuesta que regulan los procesos, funciones y coordinan ac-ciones ante la ocurrencia de eventos adversos; 4) Re-cuperación, en ella se detallan las posibles acciones posteriores al impacto del evento, pretende el esta-blecimiento de condiciones adecuadas y sostenibles de continuidad de servicios mediante la rehabilitación, reparación o reconstrucción del área afectada, de los bienes y servicios interrumpidos y deteriorados (Se-cretaría de Gestión de Riesgos, 2014).

La información oportuna y permanente permite tener conocimiento de cuáles son los posibles riesgos y

amenazas, así como las acciones que se deben hacer antes, durante y después de un evento en particular. Por lo tanto, la gestión de riesgos es una actividad fun-damental en la vida cotidiana de las personas y es ne-cesario educar a la ciudadanía en este tema; así como establecer meca-nismos de participación en los hogares y en los diferentes espacios de convivencia para estar preparados ante cualquier situación.

En el sistema educativo se debe continuar impulsando la gestión de riesgos como eje transversal en la forma-ción de niños y jóvenes, ade-más las instancias responsables deben llevar a cabo, de forma perma-nente, capacitaciones a las comunidades vulnerables y a la sociedad en general sobre cómo establecer acciones concretas que ponen a salvo la vida y que minimizan los posibles daños asociados a estos fenómenos.

¡La Tierra está viva! y por ende debemos aprender a convivir con ella, a valorar todo aquello que nos permite comprender lo que ocurre a nuestro alrededor y promo-ver la participación ante cualquier situación que pueda ponernos en riesgo; cuidarnos entre todos demuestra la responsabilidad y compromiso que tenemos como comu-nidad y sociedad al convivir con el entorno.

ReferenciasDamani, N. N., & Emmerson, A. M. (2003). Manual of infection control procedures (Vol. 4). Cambridge University Press. Hubp, J. L. (1992). La superficie de la Tierra. SEP. México.Secretaría de Gestión de Riesgos. (2014) Manual del Comité de Gestión de Riesgos. Biblioteca Virtual SGR. Ecuador.Thomas, L., & Parker, T. (1974). The lives of a cell (p. 116). New York: Viking Books.UNISDR, M. (2009). UNISDR Terminology for Disaster Risk Redution. United Nations International Strategy for Disaster Reduction (UNISDR) Geneva, Switzerland.

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