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Copyright 2015 Juan Carlos Zambrana Marchetti.
Todos los derechos reservados
Este libro no puede ser reproducido, total o parcialmente, o utilizado en cualquier
forma o por cualquier medio, electrnico o mecnico, incluyendo fotocopia, gra-
bacin o cualquier sistema de recuperacin y almacenamiento de informacin sin
permiso por escrito del autor, Juan Carlos Zambrana Marchetti.
Servicio editorial: Juan Carlos Zambrana Gutirrez
Diseo de cubierta: Carlos Arrien Rese
Agradecimientos
Un agradecimiento especial
A Juan Carlos Zambrana Gutirrez, por la edicin.
A Carlos Arrien Rese, por el diseo de la cubierta.
Y a Luis Rumbaut, por la primera lectura y sus observaciones.
Sin el valioso aporte de todos ellos, esta obra no hubiese sido posible.
ndice
1 Gnesis del experimento boliviano 1
2 Una llave maestra para abrir las puertas al intervencionismo 27
3 La forma de operar de la intervencin encubierta 61
4 Bases de la nacin contrarrevolucionaria 105
5 Antecedentes de la revolucin de 1958 131
6 La escalada de violencia hacia la revolucin de 1958 159
7 La revolucin de 1958 en su contexto histrico 199
8 La revolucin de 1959 en su contexto histrico 225
9 Restauracin de los cuadros dictatoriales 251
10 Operacin para consolidar la nacin contrarrevolucionaria 295
11 Ms mecanismos de sometimiento 331
12 El destape de la nacin contrarrevolucionaria 351
13 La derrota de la nacin contrarrevolucionaria 421
14 Lecciones de la historia 469
Cuando el saqueo se convierte en una forma de vida para un grupo
de hombres que viven en sociedad, ellos crean para s mismos, en
el transcurso del tiempo, un sistema legal que lo autoriza y un c-
digo moral que lo glorifica.
Frederic Bastiat
Anlisis Pg. 1
Anlisis
La historia de Bolivia siempre ha estado saturada de paradojas y hechos incompren-
sibles, de manera que quienes se asoman a echarle un vistazo no pueden eludir la
estupefaccin, que en este caso viene siempre de la mano de una grandsima parte
de desconcierto. Y es que la historia no oficial de Bolivia, la historia secreta, ese
relato que ha permanecido velado a los ojos del mundo, protegido bajo la categora
de CLASIFICADO dentro de los archivos del Departamento de Estado de los
Estados Unidos, es la pieza clave para superar las paradojas, la incomprensibilidad
y el desconcierto, aunque no se pueda eludir del todo la estupefaccin.
Y es que slo es posible comprender la nebulosa historia contempornea de Bolivia
si se accede a la crnica que explica los mecanismos del saqueo y el sometimiento,
que fueron impuestos por poderes forneos; si se comprueba el indignante concepto
que la voracidad extranjera tena de este pas; si se abren los ojos al chantaje y la
extorsin a la que Estados Unidos tena sometida a Bolivia, por medio de la ayu-
da o asistencia; y si se desentierra el relato que cuenta la vergonzante realidad de
que los representantes del gobierno de Estados Unidos no solamente celebraban la
pobreza boliviana, y promovan la represin en contra del pueblo que resista sus
imposiciones, sino que tambin intervenan directamente como fatales cmplices de
la derecha contrarrevolucionaria, llegando al extremo de promover los asesinatos de
los lderes revolucionarios.
Hace falta coraje para echar una mirada (aunque nos provoque nauseas) a la activa
participacin poltica de la Iglesia catlica, alineada a los intereses de Washington;
al patolgico entreguismo local; a la discriminacin de orden racial; y a cmo la
falta de escrpulos hizo posible que el gobierno de Estados Unidos se sirviera del
racismo. Es inevitable asistir al ms espantoso drama de deshumanizacin de la
poltica, paradigma segn el cual los revolucionarios asesinados, sin que hiciera
diferencia si se contaban en decenas o en millares, slo eran mencionados como
meras cifras que se sumaban al precio que los bolivianos tenan que pagar por el
delito de resistirse al saqueo y la injusticia.
Tambin hay que asistir a la tragedia de la prostitucin de la revolucin, manifesta-
da en su absoluta derechizacin. Ver a la poltica boliviana convertida en una ver-
dadera puesta en escena: una tragicomedia, en palabras del autor del libro, en la
que los lderes locales tenan que doblegarse ante Estados Unidos, en privado, mien-
.
Anlisis Pg. 2
tras que en pblico hacan sonar las fanfarrias celebrando reivindicaciones huecas,
para convencer al pueblo de que ellos no se haban rebajado al nivel de tteres, de
que no se haba perdido ya toda la dignidad, y de que en Bolivia todava exista algo
parecido a la soberana.
Hay que hojear los documentos que nos demuestran que el poder econmico de
Estados Unidos puede destruir naciones sin que los pueblos puedan identificar si-
quiera al destructor, ni a sus verdaderos defensores. Esos mismos documentos prue-
ban que Estados Unidos puede construir naciones antagnicas para que hagan el
trabajo sucio de la contrarrevolucin, al punto en que esa nueva nacin forja su
apcrifo liderazgo al precio de envenenar la conciencia colectiva de su pueblo con
una narrativa totalmente inventada, reforzada con vacuos e infames monumentos.
Sobre todo, es menester advertir que Bolivia fue el conejillo de indias de Estados
Unidos, en el cual experiment y perfeccion unos mecanismos de dominacin que
formaron parte de una sutil y efectiva tecnologa sociopoltica que poda implemen-
tarse en el mundo entero para evitar que la izquierda revolucionaria llegara al poder,
y para derechizar a todo gobierno que pudiera tener alguna consigna revolucionaria.
Es as, a partir de ese relato oculto, y con la fuerza de las evidencias, que Destruc-
cin de Naciones se constituye en un libro indispensable de la historia poltica de
Bolivia, pues nos concede el privilegio de ser libres de la incomprensibilidad que en
otro tiempo se tuvo que abrazar con una resignacin insoportable.
Juan Carlos Zambrana Gutirrez
Licenciado en Relaciones Internacionales
Servicio Editorial
Cuando usted piense en el BID, usted debera pensar en Estados
Unidos. Esto no es un chantaje, es una realidad. []Espero que
usted, como el siguiente presidente de Bolivia, entienda la impor-
tancia de esto.
Embajador David Greenlee, al presidente electo Evo Mo-
rales el 2 de Enero de 2006
Resea Pg. 1
Resea
Loreta Telleria Escobar1
La crnica de una larga operacin encubierta es lo que Juan Carlos Zambrana
Marchetti nos relata en una obra fundamental para entender la otra cara de las re-
laciones diplomticas, polticas, econmicas y de seguridad, entre Bolivia y Esta-
dos Unidos en el periodo 1939-2016. Su libro, Destruccin de Naciones: El Arma
Global de Estados Unidos desarrollada en Bolivia, publicado en 2015, cuenta, con
una precisin asombrosa basada en documentos desclasificados y cables de wiki-
leaks, el cundo, cmo y por qu Estados Unidos desarroll en Bolivia una larga
serie de estrategias con el nico fin de inocular en el pas lo que el mismo autor
define como el virus troyano de la dependencia y el sometimiento.
El texto parte por describir la profeca autocumplida del Excepcionalismo esta-
dounidense, bajo el cual Estados Unidos es el pas elegido por Dios para guiar los
destinos del mundo, lo que de manera discursiva no slo se convierte en un privi-
legio, sino tambin en una obligacin moral. Sin embargo, la historia ha demostra-
do que es a partir de este destino manifiesto que el concepto de Construccin
de Naciones no sera ms que un eufemismo para expresar en forma suave lo que
en realidad es una brutal intervencin en la soberana de otros pases (Pg. 5).
La historia de Bolivia en el siglo XX, relatada desde la perspectiva de sus relacio-
nes bilaterales con Estados Unidos, paradjicamente, es la misma que la historia
oficial, con la distincin de que en esta ltima se comete la omisin, voluntaria o
no, de desconocer a aqul actor externo que movi convenientemente los hilos del
poder para diagramar una historia de pobreza, marginacin y dependencia.
Es de esta manera, que gobiernos con tintes nacionalistas, como fueron los de To-
ro, Busch y Villarroel, en la primera mitad del siglo XX, que aplicaron polticas
encaminadas a recuperar la soberana poltica y econmica de Bolivia Toro con
la nacionalizacin de la Standard Oil, Busch con la nacionalizacin del Banco
Central y sus medidas en contra de la oligarqua minera, y Villarroel con polticas
en desmedro de las empresas extranjeras y la clase dominante, y a favor de los
trabajadores, fueron prcticamente eliminados de la vida poltica y eficiente-
mente sucedidos por gobiernos pro-Estados Unidos.
1 Politloga y economista. Investigadora de temas de seguridad, defensa e injerencia impe-
rial. Correo electrnico: [email protected]
mailto:[email protected]Resea Pg. 2
Al respecto, Zambrana nos muestra que el gobierno del Gral. Enrique Pearanda
(15 de abril de 1940) fue paradigmtico en este sentido. Durante su gestin se fir-
mo un tratado de cooperacin con Estados Unidos, segn el cual Bolivia se com-
prometa a indemnizar a la Standard Oil por haber sido nacionalizada y a venderle
toda su produccin de estao, excepto la que venda a Inglaterra. Posteriormente,
en diciembre de 1941, lleg a Bolivia la Misin Bohan, para empezar a estudiar la
supuesta diversificacin econmica del pas. Sin embargo, con este Plan:
en lugar de la difusin del conocimiento especializado mediante la in-
dustrializacin cientfica de su sociedad, se abriran las puertas a las
transnacionales extranjeras, para que estas trajeran a sus tcnicos e inge-
nieros, monopolizaran el conocimiento, perpetuaran la dependencia y si-
guieran saqueando al pas. En lugar de aplicar una autntica reforma
agraria en sus maravillosas tierras, con el objetivo de darles a sus pueblos
indgenas capacidad productiva, lo cual hubiese generado riqueza social,
se estimulara al sistema capitalista de la hacienda del criollo y de la cor-
poracin agrcola, lo cual concentrara la riqueza en pocas manos, gene-
rando slo riqueza individual y sectorial. Finalmente, en lugar de lograr la
igualdad social para sus pueblos, se consolidara la desigualdad con el en-
riquecimiento de las lites y la postergacin de los grandes sectores popu-
lares. (Pg. 11)
El Plan Bohan se convirti en el preludio del experimento boliviano, aplicado
por Washington para manipular, desideologizar y derechizar cualquier intento de
revolucin latinoamericana. La nueva cara del intervencionismo de guante blanco,
fue implementada por Harry Truman con el anuncio del Programa Punto IV en
enero de 1949, tres aos antes de la Revolucin Nacional. De acuerdo a los docu-
mentos desclasificados, mostrados prolficamente por el autor, el plan consista en
intervenir en los asuntos internos de esos pases, manipular a sus gobiernos, hacer-
los econmicamente dependientes y luego conducirlos inexorablemente a la domi-
nacin perpetua.
Pero Bolivia no era cualquier pas, su dominio no slo representaba una pieza del
control imperial, significaba el control de ingentes recursos naturales, tal como lo
expresa el informe enviado por el embajador Florman a Washington en mayo de
1950:
Bolivia tiene todas las riquezas codiciadas por todos los pueblos. Su tierra
producira casi todos los cultivos, algunos cuatro veces al ao. Hay ros
con oro que corre suelto y venas enterradas de metales escasos y minera-
les. La potencial riqueza per cpita de Bolivia supera a la de cualquier
otra nacin. Bolivia tiene un metal (estao) que le fue negado a todos los
otros pases del hemisferio occidental. Ella tiene los productos que noso-
tros necesitamos y los que vamos a necesitar. (Pg. 19)
Al Plan Bohan le sigui el Informe Keenleyside de 1951, diseado por la ONU y
patrocinado por Estados Unidos. Este informe fue aprobado por una Junta Militar,
lo que demuestra cun importantes y oportunos eran los principios democrticos
que la ONU y Estados Unidos decan defender con entereza. Zambrana, a travs de
Resea Pg. 3
una descripcin meticulosa del Informe, demuestra que con la excepcin de la
presidencia de la repblica, toda la administracin pblica quedara en manos de
los expertos de las Naciones Unidas, bajo la batuta del estadounidense Carter
Goodrich. (Pg. 47)
No obstante, en este escenario, un episodio no esperado vendra a aclarar las turbias
aguas de la dependencia. El 9 de abril de 1952, la Revolucin Nacional, encabeza-
da por Vctor Paz Estenssoro, representaba en su gnesis el objetivo de la construc-
cin de un pas diferente. La Reforma Agraria, la Nacionalizacin de las Minas y el
Voto Universal se constituyeron en un programa de gobierno histricamente espe-
rado y buscado por las clases populares y excluidas de Bolivia.
Por humillante que parezca, los documentos desclasificados detallan que no le fue
difcil a Estados Unidos apropiarse de la Revolucin. La primera seal del gobierno
de Paz para congraciarse con el imperio fue la ratificacin de Vctor Andrade en la
Embajada de Bolivia en Washington. Clara abdicacin de una Revolucin que
pretenda reformar el Estado colonial, y que en los hechos, con la ratificacin del
embajador Andrade, mostraba su decisin voluntaria de seguir con los programas
de cooperacin del gobierno de Estados Unidos. Gobierno que, paradjicamente,
aos antes haba sido cmplice de un golpe de estado militar, para negar la presi-
dencia a Paz luego de haber ganado una eleccin democrtica.
Slo cuando Estados Unidos se sinti seguro de que su intervencionismo
sera aceptado por Bolivia, reconoci al gobierno de Vctor Paz y la revo-
lucin boliviana pas a ser la nica revolucin socialista y antiimperialis-
ta de la historia de la humanidad, que fuera apoyada por Estados Uni-
dos. (Pgs. 73-74)
El apoyo signific seguir un plan preestablecido por el gobierno norteamericano.
Se oblig al pas, en lo especfico, a indemnizar a los Barones del Estao por la
nacionalizacin, y en lo general, a seguir al pie de la letra las recomendacin de
poltica econmica impuestas por la Embajada, con lo que se daba inicio a un plan
cuyo fin era abrir las puertas de Bolivia a capitales forneos, reducindola a simple
exportadora de materias primas.
El Cdigo Davenport, promulgado en octubre de 1955, diseado por expertos lega-
les estadounidenses, tal como lo demuestran los documentos desclasificados, en-
treg los hidrocarburos a las transnacionales extranjeras, dejando al pas con las
arcas nacionales en dficit permanente. La gran beneficiaria del Cdigo Davenport
fue la Gulf Oil, empresa transnacional que se llevaba el 89% de las ganancias de la
explotacin petrolera, dejando el 11% a los bolivianos, porcentaje por el cual se
cre una histrica disputa entre Santa Cruz y el gobierno central.
Lo que vendra despus es resumido claramente y sin tapujos en el siguiente prra-
fo:
Lo que hizo Estados Unidos con el control que logro del gobierno boli-
viano es una materia digna de mucho anlisis. La parte visible de la histo-
ria registra que restaur completamente a las Fuerzas Armadas, hasta que
crey oportuno entregarles nuevamente el poder y apoyarlas para que es-
criban una de las pginas ms oscuras de la historia boliviana: la de las
Resea Pg. 4
dos dcadas de sangrientas dictaduras militares, de la eliminacin de los
lderes de la izquierda, de la restauracin de una democracia con go-
biernos condicionados a las polticas de Washington, y las dos dcadas de
imposicin del neoliberalismo econmico que forz la entrega de todas las
empresas nacionales y riquezas naturales a las corporaciones transnacio-
nales. Todo eso, en una supuesta bsqueda de desarrollo. Sin embargo,
con tan desastrosas consecuencias, resultaba sospechoso que Estados
Unidos fuera tan experto en cuanto a su propio desarrollo y tan inepto pa-
ra promover el desarrollo ajeno. Sin duda alguna, algo oculto haba en la
historia oficial de la asistencia estadounidense para el desarrollo de Boli-
via. (Pg. 129).
La restauracin de las Fuerzas Armadas como instrumento de seguridad interna fue
otra seal de la abdicacin del gobierno revolucionario. La firma de tratados de
cooperacin militar en junio de 1956, donde se involucraba la intervencin de mi-
siones militares en el Ejrcito y la Fuerza Area, supuso el dominio monoplico de
los militares norteamericanos sobre las reformas, doctrina, equipamiento, capacita-
cin, etc., de las Fuerzas Armadas de Bolivia.
El sumun de la dependencia, y el fin de la Revolucin, estuvo representado por la
promulgacin, durante el gobierno de Siles Zuazo, del Decreto Supremo de Estabi-
lizacin Monetaria del 15 de diciembre de 1956. Ms conocido como Plan Eder,
fue diseado para tener un completo dominio de la poltica y la economa bolivia-
na. Sus postulados (libertad de contratacin y despido de mano de obra, aumentos
salariales en funcin de la productividad, tipo de cambio libre, etc.) guardan una
similitud maquiavlica con los del DS 21060, que 29 aos despus inaugurara el
gobierno neoliberal en Bolivia.
El Plan Eder vino a configurar un escenario de tensiones sociales y polticas en el
pas, lo que tuvo como respuesta, no slo la aceleracin del fortalecimiento militar
solicitado por el gobierno de Siles a la Embajada de Estados Unidos, sino tambin
la orden gubernamental de dar fin con las milicias campesinas, que en su momento
fueron el bastin de seguridad de la Revolucin Nacional.
La investigacin refleja que frente a la crisis poltica, econmica y social que viva
Bolivia, Estados Unidos mostraba al mundo la imagen de una buena revolucin.
Tan buena haba resultado, que el embajador Philip Bonsal, una vez terminada su
misin en Bolivia, fue nombrado embajador en Cuba2.
2 Segn algunos de los ms autorizados conocedores de la poltica norteamericana de entonces, con su arribo a La Habana, el gobierno de Estados Unidos intent promover dentro de Cuba una poltica reformista, sobre el supuesto de que Estados Unidos estaba dispuesto a aceptar reformas socioeconmicas, a todas luces encaminada a favorecer este nuevo enfoque. Y fue precisamente para llevar a vas de hecho una poltica de ese tipo que Philip Bonsal fue enviado como embajador. l hizo un verdadero esfuerzo para establecer relaciones con los nuevos lderes de Cuba e indicarles que era receptivo hacia aquellas reformas (). Pero aquella poltica de reformas socioeconmicas propuesta por Washington estaba condicionada por el abandono de los principios y objetivos por los que se haba luchado hasta ese momento y, por tanto, no eran negociables. Hevia, Manuel y
Resea Pg. 5
Es obvio deducir que si Bonsal haba sido escogido para lidiar con el
flamante gobierno revolucionario de Fidel Castro y Che Guevara, instau-
rado oficialmente el 1 de enero de 1959, no haba sido porque su gestin
en la Bolivia revolucionaria del MNR hubiese sido un fracaso, sino porque
haba sido exitosa al sumir al gobierno en un estado de dependencia per-
manente y un sometimiento mediante el cual la revolucin estaba siendo
derechizada. (Pg. 228-229).
Por fortuna histrica, el destino de la Revolucin Cubana no fue el mismo que el de
la boliviana. Los lderes de aquella revolucin no claudicaron a sus principios, ni
an bajo la permanente presin, chantaje y conspiracin norteamericana. La estatu-
ra moral de Fidel Castro no desfalleci frente al poder econmico de Estados Uni-
dos, como s sucedi en el caso de Vctor Paz.
Ya en su segundo mandato, iniciado en 1960, Vctor Paz dio fin con cualquier atis-
bo revolucionario. Zambrana nos muestra que ese gobierno de cuatro aos fue sor-
prendentemente eficaz para eliminar las milicias civiles, restaurar las fuerzas arma-
das y consolidar la oligarqua crucea como clase poltica dominante.
Los programas de cooperacin del gobierno de Estados Unidos, como el de Ali-
mentos para la paz, asistencia militar permanente, estabilizacin econmica, etc.,
engranaron perfectamente con el anuncio del presidente Kennedy en marzo de
1961, de la Alianza para el Progreso. Una nueva estrategia con viejos objetivos,
para cumplir el rol de gendarme mundial. Slo unos meses despus, en agosto, se
implement en Bolivia el Plan Triangular, un esfuerzo tripartito entre Estados
Unidos, Alemania y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con el objetivo
aparente de fortalecer la Corporacin Minera de Bolivia (COMIBOL). Sin embar-
go, el fin era promover todo un proceso de desnacionalizacin de la empresa esta-
tal.
Para 1962, todo el cuerpo de seguridad del Estado era, en palabras del autor: Ma-
de in USA. Los documentos desclasificados muestran, por un lado, el enorme
inters del gobierno boliviano por recibir equipamiento militar y policial norteame-
ricano, y por otro, el tambin enorme inters del gobierno de Estados Unidos para
formar una fuerza pblica perfectamente adoctrinada. Las Fuerzas Armadas se
convirtieron en el pivote de la estrategia contrarrevolucionaria, a travs de capaci-
tacin, equipamiento e implementacin de programas como el de Accin Cvica,
que tena el objetivo manifiesto de acercar a los militares con la poblacin median-
te la construccin de obras de carcter civil y ayuda social y humanitaria, no slo
para hacer frente a la actividad guerrillera, como lo mencionan los documentos de
forma explcita, sino tambin, y tal como la historia lo demostr, para poder com-
plotar contra el gobierno de manera expedita.
La relacin histrica de los hechos nos muestra que en octubre de 1963, el presi-
dente Kennedy recibi a su par boliviano, Vctor Paz, en la Casa Blanca. El xito
Andrs Zaldivar, 2015, El rostro oculto de la CIA. Antesala a Playa Girn, Editorial Capitn San Luis, La Habana, Pg. 78.
Resea Pg. 6
de la buena revolucin deba ser mostrado al mundo entero. Para 1964 el pano-
rama interno era desalentador:
En 1964 las milicias obreras haban sido lenta y discretamente dejadas
fuera de las esferas del poder, mediante la organizacin del campesinado
en torno a otros programas. Las fuerzas armadas estaban no slo recons-
truidas, sino tambin fortificadas y adems adoctrinadas en la Escuela de
las Amricas, en Panam. En el rea civil, la nueva clase dominante
agroindustrial estaba tambin fortalecida y haba empezado a acercarse
polticamente al MNR de Vctor Paz. Era el momento de mover todas esas
piezas en el tablero poltico para posicionarlas en torno al poder. En ese
sentido, con la anuencia de su gobierno benefactor, Vctor Paz modifico la
Constitucin Poltica del Estado para introducir un segundo mandato con-
secutivo. Se convocaron las elecciones, y en la frmula del MNR apareci
Vctor Paz como candidato a presidente, y como vicepresidente, la sorpre-
sa del siglo, el general Ren Barrientos Ortuo. (Pg. 336-337)
Barrientos se constituy en el alfil de la estrategia norteamericana para apuntalar el
proceso contrarrevolucionario. El 5 de noviembre de 1964, mediante un golpe de
Estado, toma el poder e inicia un largo periodo de dictaduras militares en el pas,
caracterizadas por la represin social, la violacin sistemtica de los Derechos
Humanos y la consolidacin de un pas pobre y dependiente.
No obstante, la historia de Bolivia muestra que el sndrome de la rebelda circula
no slo por las venas de los excluidos, sino tambin de algunos militares capaces
de hacer frente al saqueo de nuestros recursos naturales. En este escenario, fueron
los gobiernos de Alfredo Ovando Candia y Juan Jos Torres, quienes a travs de
medidas como la nacionalizacin de la Gulf Oil y la expulsin del Cuerpo de Paz
de Estados Unidos, representaron un escollo ms en el camino de la subyugacin
imperial. Torres fue sustituido por el gobierno de facto de Hugo Banzer en agosto
de 1971, y posteriormente, asesinado en el exilio argentino en 1976, como parte de
la Operacin Cndor.
Banzer fue otro militar que al igual que Barrientos, en su poca, tuvo el apoyo di-
recto del gobierno norteamericano, tanto en su formacin y adoctrinamiento militar
como en su toma del poder. Su gobierno, miembro activo de la ola de dictaduras
latinoamericanas avaladas por Estados Unidos en su plan anticomunista, fue el
proemio del neoliberalismo en el pas, desarrollado en su mxima expresin por el
gobierno de Vctor Paz Estenssoro en su segunda fase de estadista pro-Estados
Unidos (1985-1989).
La defensa de los recursos naturales es el hilo conductor de los procesos revolucio-
narios en Bolivia. La Guerra del gas, de octubre de 2003, slo fue posible ante la
presencia de otro proyecto que, una vez ms en la historia, tena por objetivo es-
quilmar los recursos naturales del pas. El plan fraguado por el entonces presidente
Gonzalo Snchez de Lozada, con la intencin de exportar gas natural a Mxico y
Estados Unidos a travs de Chile, signific en ese momento la sntesis del saqueo y
la dependencia econmica en un pas eternamente subyugado.
Resea Pg. 7
Los ltimos captulos del libro se enfocan en el gobierno de Evo Morales, desde su
triunfo indito en las elecciones de diciembre de 2006 hasta el ao 2016. Las fuen-
tes de los datos analizados provienen de los cables de wikileaks, y muestran, al
igual que los documentos desclasificados, un comn denominador de injerencia y
conspiracin.
Slo como una muestra de este periodo, se puede mencionar lo que David Greenlee
escriba das antes de que Evo Morales asumiera el poder:
El 17 de enero de 2006 el embajador Greenlee envi a Washington un in-
forme titulado: Lidiando con el gobierno boliviano liderado por el MAS.
[]Despus de enumerar otros programas, Greenlee concluye que redu-
ciendo el rol de Estados Unidos a un rol de asesora, en lugar de uno ope-
racional, reducira significativamente la huella de su gobierno en Bolivia.
El informe termina con una informacin bastante reveladora:
Hay ideas iniciales, suministradas en el vaco de la salida del gobierno de
Rodrguez y el ingreso del de Morales. Contamos con flechas en la aljaba,
pero ste es tiempo para discrecin y equilibrio, no para duras decisiones
todava. (Pg. 363-365)
Sin duda, la huella de su gobierno en Bolivia era profunda, y las flechas en la alja-
ba representaban presiones de tipo econmicas, que amenazaban con dejar al pas
desprotegido. Al embajador Greenlee le sucedera otro con amplia experiencia en
situaciones divisionistas. Philip S. Goldberg llega a Bolivia en agosto de 2006, y
desde su llegada, de acuerdo a las revelaciones de los cables de wikileaks, no hace
otra cosa que conspirar contra el gobierno de Evo Morales.
A pesar de que an queda mucho por escribir del periodo de gobierno del proceso
de cambio y la estrategia norteamericana para desestabilizarlo a travs de su em-
bajada y sus agencias de cooperacin, el autor nos muestra las claves del complot,
que en los hechos representan la aplicacin sistemtica e integral del golpe sua-
ve.
El nuevo escenario poltico hizo que la cooperacin se distribuya entre los gru-
pos polticos y cvicos opositores al gobierno. Departamentos como Santa Cruz,
Tarija, Beni, Chuquisaca y Pando, fueron depositarios de una serie de programas
destinados a formar un movimiento contrarrevolucionario.
Entre los aos 2006 y 2009 la larga lista de eventos conspirativos y desestabiliza-
dores se cuenta por decenas. Entre los principales se destacan: el llamado a refe-
rndums autonmicos, el sabotaje manifiesto de la Asamblea Constituyente y la
aprobacin de una nueva constitucin, el plan de magnicidio al presidente Evo
Morales y el apoyo econmico a los prefectos y comits cvicos opositores.
Ante la injerencia y conspiracin, las respuestas, como nunca antes, fueron categ-
ricas e irreversibles. En septiembre de 2008 se expuls al embajador Goldberg; en
noviembre del mismo ao se expuls a la DEA; y aos ms tarde, en mayo de
2013, se hizo lo mismo con USAID.
Resea Pg. 8
Ya en la parte final se seala que el 6 de diciembre de 2009 (la aprobacin de la
nueva Constitucin Poltica del Estado) fue el momento histrico de la victoria
definitiva de la Bolivia revolucionaria (Pg. 467). No obstante, es bueno sealar
que si bien se logr refundar Bolivia, an no se logr derrotar al enemigo, ese que
se personifica tanto en el gobierno de Estados Unidos como en las lites polticas y
econmicas nacionales opositoras, que, en un clsico contubernio, prefieren unos
violar sistemticamente los principios bsicos del Derecho Internacional, y los
otros, ser el furgn de cola del capitalismo.
El libro se convierte en una pieza clave de la historia no oficial de Bolivia. Leerlo
es un permanente desafo a lo que la mayora de los bolivianos hemos aprendido en
el sistema educativo. El conocer la existencia de un poder extraterritorial que ma-
nejaba los destinos de un pas permanentemente debilitado por ese mismo poder,
no hace ms que crear en el lector una combinacin de sentimientos que oscilan
entre zozobra, rabia y desencanto.
La investigacin realizada por Juan Carlos Zambrana, no slo por la temtica y las
fuentes consultadas, sino tambin por las condiciones en las que se realiz, median-
te un trabajo ad honoren en el seno mismo del imperialismo, representa un docu-
mento pionero, nico y urgentemente precursor de ms investigaciones. El autor
nos propone pensar la revolucin que hoy vive Bolivia desde el lente de la historia,
sin el cual sufrimos el riesgo de observarla bajo la mirada miope de la ignorancia y
la ambicin personal de los sectores que tratan de defenestrar al proceso de cam-
bio.
Queda abierta, entonces, la invitacin a leer esta importante investigacin, apta
para todo pblico, incluso para aquellos cuya visin ortodoxa mantiene la convic-
cin de que la cooperacin de Estados Unidos a los pases latinoamericanos, como
Bolivia, es desinteresada y altruista.
Lidiar con el gobierno del MAS encabezado por Morales, requerir
una cuidadosa aplicacin de zanahorias y garrotes, para alentar el
buen, y desalentar el mal, comportamiento y la poltica.
Embajador David Greenlee al Departamento de Estado, el
17 de enero 2006
1
Captulo 1 Gnesis del experimento boliviano
En el siglo XXI ya no es un secreto que Estados Unidos interviene en otros pases
para modificar sus polticas, sus formas de vida y sus regmenes de gobierno; ni que
lo justifica con dos de los grandes mitos de su poltica exterior: su excepcionalismo
y su proceso de construccin de naciones. Con el excepcionalismo, Estados Unidos
se adjudica la predestinacin de parte de Dios para guiar al resto del mundo; mien-
tras que el segundo mito, la construccin de naciones, funciona como su mecanis-
mo para intervenir y ejecutar los cambios a su antojo.
El excepcionalismo
En Estados Unidos es muy comn escuchar, no slo a los polticos sino tambin a
los presentadores de televisin, referirse con orgullo al excepcionalismo estadouni-
dense. Segn esta ideologa, Estados Unidos es cualitativamente mejor que el resto
del mundo, pero lo ms curioso es que todo este fenmeno de excelencia se le adju-
dica a la verdad esencial de que es el pas creado por Dios, y al hecho de que
vive bajo su amparo, privilegio que le genera adems la obligacin moral y la auto-
ridad de guiar al mundo hacia esa perfeccin de origen divino.
El concepto del excepcionalismo estadounidense se apoya en la metfora poltico-
religiosa de que Estados Unidos es el pueblo iluminado en la cima de la montaa,
que funciona como gua para el resto del mundo en oscuridad. Esa creencia surgi
con la fundacin de la colonia puritana de la Baha de Massachusetts en el ao
1630. John Winthrop, su primer gobernador, fue un rico abogado puritano ingls,
quien haba obtenido en Londres tanto la concesin del territorio a nombre de la
compaa Massachusetts Bay Company, como la autorizacin del Rey para gober-
nar esos territorios. En abril de 1630 encabez la migracin en una flotilla de 11
barcos, en la cual incluy a un grupo de pastores contratados para encargarse de la
espiritualidad. Durante el viaje redact, y en algn momento pronunci ante su
congregacin, el sermn que titul Modelo de Caridad Cristiana, con el cual esta-
bleci una doctrina de servicio colectivo a Dios, fundamentado en pasajes bblicos.
En el prembulo del histrico sermn se establece:
Juan Carlos Zambrana Marchetti
2
Dios Todopoderoso, en su ms Santa y sabia Providencia, ha dispuesto as
la condicin de la humanidad: como en todos los tiempos algunos deben
ser ricos, algunos pobres, algunos grandes y eminentes en poder y digni-
dad, otros humildes y en sumisin.1
En el primer punto del sermn, Winthrop establece que ambas categoras de seres
humanos deben ser preservadas para gloria de Dios. En el segundo punto establece
la forma en que cada una de esas categoras adorara a Dios: los ricos lo haran con
actos de bondad y misericordia para con los pobres e inferiores, mientras que stos
ltimos lo haran con el espritu de la obediencia, con la fe y con paciencia para con
los ricos y poderosos, de manera tal que los pobres no se sublevaran contra los ricos
ni se quitaran el yugo.2
De esa manera, el capitalista, pastor y gobernador, John
Winthrop, al apoyar su sermn en citas bblicas que eran reconocidas como la in-
cuestionable palabra de Dios, adjudic cualidad de inapelable a su sistema socio-
econmico de explotacin y sometimiento, que garantizaba la paz social. Luego
anunci que fundaran la nueva colonia bendecida por Dios, que sera la ciudad en
la cima de la montaa, lo cual, por supuesto, tambin figuraba en La Biblia, en el
libro de Mateo, captulo 5, versculos 14, 15 y 16.
Entonces, cul era el ejemplo de sociedad perfecta que se proyectaba difundir por
el mundo? Tomando en cuenta que los seres humanos haban sido clasificados en
categoras de ricos y pobres, con sus propios modos de vida y conducta, la sociedad
perfecta era aquella en la que se preservara la paz social para garantizar la produc-
cin bajo el referido modelo productivo. Eso significaba que los ricos glorificaran a
Dios con la acumulacin de la fortuna generadora de fuentes de trabajo. El pobre lo
hara con su sometimiento a todo abuso en que pudieran incurrir los ricos, y tenien-
do en mente que su recompensa le sera otorgada en el reino de los cielos. As se
descontextualiz La Biblia para imponerle al pobre la obediencia, la mansedumbre
y la bondad, a pesar de las injusticias que pudiera sufrir. Pero adems para darle al
rico el control absoluto sobre el trabajo y la vida del pobre.
En las colonias de la Nueva Inglaterra, la asociacin directa entre las acciones del
gobierno que defenda los intereses del capital y la voluntad de Dios estuvo pre-
sente desde el principio, lo cual fue fundamental para justificar las masacres de los
indgenas, el despojo de las tierras de estos ltimos y la tenencia de esclavos como
simple factor productivo. Por ejemplo, aos despus, ese mismo pueblo que se crea
la ciudad iluminada en la cima de la montaa, empez su expansin hacia los terri-
torios ocupados por los indgenas americanos y lo hizo emulando las masacres b-
blicas. El segundo Gobernador de la Colonia Plymouth, William Bradford, concibi
en esos mismos trminos el ataque de los puritanos a la tribu de los indgenas Pe-
quot.
Para tener una visin clara de lo que sucedi en esa masacre es necesario poner en
perspectiva un dato importante de la logstica en el terreno. La fortificacin de la
tribu Pequot era una palizada alta que slo tena dos vas de acceso. Los colonos
ingleses rodearon sigilosamente la fortificacin y lo primero que hicieron fue tomar
control de las dos vas de acceso para evitar que los indgenas escaparan. Iniciaron
el sorpresivo ataque y le prendieron fuego a las casas de la tribu, desatando un in-
cendio que tuvo consecuencias letales.3 Bradford describe la eficiencia de los hom-
DESTRUCCIN DE NACIONES Captulo 1
3
bres que atacaron a los indgenas, supuestamente amparados por el poder omnipo-
tente de Dios:
Los que escaparon del fuego fueron muertos con la espada; algunos corta-
dos en pedazos, otros atravesados con sus espadas, fueron despachados
rpidamente y muy pocos escaparon. Se calcul que ellos (los colonos) as
destruyeron cerca de 400 en esa oportunidad. Era una escena impresionan-
te ver que ellos se frean en el fuego y el rio de sangre apagando el mismo.
Horrible fue el hedor que sala de ah. Pero la victoria pareca un sacrifi-
cio de amor y dieron las gracias a Dios, quien haba obrado tan maravillo-
samente para ellos y les entreg a sus enemigos en sus manos, y les dio una
victoria tan rpida sobre un enemigo tan orgulloso e insultante.4
As que los colonos ingleses rodearon sigilosamente la tribu, bloquearon las nicas
dos salidas, le prendieron fuego a las casas, descuartizaron a los sobrevivientes y
despus alabaron a Dios por haber hecho de los indgenas un sacrificio de amor, y
por haberles dado una victoria rpida. Ntese que las masacres eran adjudicadas a
Dios, de modo que quienes las ejecutaban no asuman responsabilidad alguna, sino
que daban gracias a Dios. Cuatrocientas personas quemadas y cortadas en pedazos
puede parecer horrendo, pero para los colonos ingleses, esa masacre no slo estaba
justificada por la palabra de Dios, sino que era una matanza pequea comparada con
las masacres Bblicas que servan de precedentes histricos para justificar tan
radical accin. Se puede leer en la Biblia, en el libro de Deuteronomio:
Y le dijo Jehov: He aqu yo he comenzado a entregar delante de ti a Sehn
y a su tierra; comienza a tomar posesin de ella para que la heredes. Y nos
sali Sehn al encuentro, l y todo su pueblo para pelear en Jahaza. Mas
Jehov nuestro Dios lo entreg delante de nosotros; y lo derrotamos a l y
a sus hijos, y a todo su pueblo. Tomamos entonces todos sus pueblos, y des-
truimos todas las ciudades, hombres, mujeres y nios; no dejamos ninguno.
(2: 31-34)
Y las destruimos, como hicimos a Sehn rey de Herbn, matando en toda
ciudad a hombres, mujeres y nios (3:6)
Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehov tu Dios te da por here-
dad, ninguna persona dejars con vida. (20:16)
En la tierra que Jehov tu Dios te d por heredad para que poseas, borra-
ras la memoria de Amalec de debajo del cielo; no lo olvides. (25:19)
La desobediencia de Sal que Dios no perdon, y que fue remarcada en el sermn
de John Winthrop a los puritanos que son considerados los padres de la nacin esta-
dounidense, consisti en que a pesar de cumplir con la misin de Dios, consistente
en derrotar a los Amalecitas desde Havila hasta llegar a Shur en el oriente de Egip-
to, y ejecutar a espada a todo el pueblo, Sal, sin embargo, no ejecut la misin en
su totalidad al tomar prisionero al Rey en lugar de ejecutarlo, y tambin al dejar
vivo a lo mejor del ganado por considerarlo de utilidad. Por eso Dios lo desech y
le quit el reino que le haba prometido. (1 Samuel 15:7-28)
Juan Carlos Zambrana Marchetti
4
Hay muchos otros pasajes Bblicos que ilustran masacres, exterminios y despojos.
Aqu un ejemplos ms, extrado del libro de Samuel, en la Biblia:
Y asolaba David el pas, y no dejaba con vida hombre ni mujer; y se lleva-
ba las ovejas, los asnos, los camellos y las ropas. (1 Sam. 27:9)
Ntese que no se trata de batallas en igualdad de condiciones, lo cual pudiera haber
generado cantidades similares de bajas en ambos ejrcitos. Las masacres bblicas
mencionadas anteriormente fueron campaas de exterminio en las que el pueblo de
Israel proceda a la eliminacin fsica de otros pueblos bajo la premisa de que era
Dios quien los someta y los postraba a sus pies para que se consumara la matanza.
Tan interesado estaba Dios en que se extermine hasta el ltimo ser humano de esos
pueblos, que incluso ayudaba con fenmenos astrofsicos imposibles de imaginar en
el presente, como el hecho de detener el sol, el cual no gira en torno la tierra, para
darle a Josu ms tiempo para terminar de exterminar a los Amorreos.
El sol se detuvo y la luna se par, hasta que la gente se hubo vengado de
sus enemigos. No est escrito en el libro de Jaser? Y el sol se par en me-
dio del cielo, y no se apresur a ponerse casi un da entero. (Josu 10:13)
Las masacres que aquel Pueblo de Dios cometa por la posesin de tierras ocupadas,
fueron recreadas en gran medida por el Pueblo de Dios en nueva Inglaterra. Tanto
as, que la obediencia absoluta al mandato de Dios se convirti en la justificacin
legal y moral para el exterminio del indgena americano y para el imperialismo de
los colonos britnicos. Esto, sin embargo, no significa que la religin era la duea
del poder, sino que el capital corporativo utiliz el enorme poder de las creencias
religiosas como mecanismo conductor de ideologa hacia la consciencia colectiva,
para ejercer control social en defensa de sus intereses econmicos. Al mantener al
pueblo programado para obedecer ciegamente los mandatos bblicos, a esta oligar-
qua le result fcil marcar como enemigos a los pueblos de los territorios hacia los
cuales quera expandirse e iniciar las guerras de conquista, tambin por mandato
de Dios.
El futuro de la flamante nacin capitalista, autorizada por Dios para destruir y
reconstruir naciones, se vislumbraba promisorio para las lites colonialistas, pero
extremadamente sangriento para los pueblos que seran destruidos. Nada de eso
cambi con el nacimiento de Estados Unidos como nacin independiente, con pre-
tendidas democracia, libertad y justicia para todos. El exterminio de los pueblos
indgenas continu. Tambin el despojo de sus tierras y, por supuesto, el esclavis-
mo, que ya era parte del modelo productivo que haba sido impuesto al amparo de la
divinidad. Una diferencia fue que la clase dominante tena ya su propio pas, lo cual
le permiti legislar a su gusto para seguir extendiendo su poder sobre otros pueblos
bajo el engao de que lo hara siguiendo el paradigma fundamental de la guerra del
bien contra el mal.
Construccin de naciones
Este es un nebuloso concepto para el cual, curiosamente, no existe una definicin
oficial, pero que funciona como el mantra, por cierto muy vigente, del intervencio-
nismo estadounidense. Construccin de nacin (Nation Building), fue una frase
mencionada constantemente por el presidente Barack Obama, durante su campaa
DESTRUCCIN DE NACIONES Captulo 1
5
electoral del ao 2012, con lo cual se dej implcitamente definido el significado del
concepto.
Uno de los retos en la ltima dcada es que hemos hecho experimentos en
Construccin de Nacin en lugares como Irak y Afganistn y hemos des-
cuidado, por ejemplo, el desarrollo de nuestra economa, nuestros propios
sectores energticos, nuestro sistema educativo.5
Para la comunidad internacional, despus de haber visto la destruccin de Irak, y la
guerra de Afganistn, escuchar a un presidente estadounidense referirse a eso como
a programas de Construccin de Naciones, result incomprensible. Durante toda esa
campaa Obama utiliz esa expresin como sinnimo de guerra, lo cual constituy
un encubrimiento que slo se puede definir como eufemismo: una manifestacin
suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresin sera dura o malsonante.
Entonces, el concepto de Construccin de Naciones, no sera ms que un eufemis-
mo para expresar en forma suave, lo que en realidad es una brutal intervencin en la
soberana de otros pases. Si se toma en cuenta que esa Construccin de Nacin
(Nation Building) siempre empieza con la destruccin de la nacin original, y que la
reconstruccin ya no se realiza; la tan mentada Construccin de Naciones al estilo
estadounidense se limita hoy a la mera destruccin de naciones, como en el caso de
Irak, gran parte del medio oriente y el norte de frica.
Sin embargo, el campo de accin de la Destruccin de Naciones se ha diversificado
tanto que ya no es indispensable que Estados Unidos se muestre destruyendo fsi-
camente a una nacin, en forma directa o indirecta, como en los casos antes men-
cionados. Hace mucho tiempo que funciona alrededor del mundo un proceso de
destruccin tan lento e imperceptible que existe una gran cantidad de pases en ple-
na descomposicin, sin que exista la posibilidad de apuntar directamente a Estados
Unidos por esta destruccin, debido a que desde mediados del siglo pasado Wa-
shington logr desarrollar y poner en marcha a nivel mundial un mecanismo de
Construccin de Naciones que funciona encubierto en programas de asistencia, en
forma constante y sin la intervencin de las Fuerzas Armadas. Se trata de un arma
letal que viene siendo utilizada impunemente a partir de un secreto experimento que
se llev a cabo en el corazn de Latinoamrica despus de la Segunda Guerra Mun-
dial.
Bolivia, fue el pas elegido para realizar esos experimentos, y este libro es la crnica
de esa larga operacin encubierta, reconstruida con los documentos desclasificados
del Departamento de Estado, muchos de los cuales fueron originalmente secretos y
permanecieron as por mucho tiempo.
Antecedentes del experimento boliviano
Bolivia se independiz del imperio espaol en agosto de 1825, y cinco aos despus
las ideas liberadoras de la revolucin francesa llegaron en la persona del renombra-
do naturalista francs Alcide d'Orbigny, quien recorri el territorio nacional durante
tres aos haciendo un trabajo multidisciplinario de registro de las riquezas naturales
para el Museo de Historia Natural de Pars. Respondiendo al pedido del presidente
de Bolivia, en sentido de que diera recomendaciones para la construccin de la na-
Juan Carlos Zambrana Marchetti
6
cin, dOrbigny public una obra dedicada exclusivamente a Bolivia,2 en la que
describi al pas en los siguientes trminos:
Si la tierra desapareciera quedando solamente Bolivia, todos sus climas y
productos se conservaran all; Bolivia es el microcosmos del planeta. Por
su altura y su infinita variedad de matices geogrficos, Bolivia viene a ser
la sntesis del mundo.7
A pesar de los trescientos aos de saqueo que haba llevado a cabo el Imperio Espa-
ol, Bolivia era todava un pas rico hasta la saciedad y poblado por una variedad de
pueblos originarios que, siendo considerados infrahumanos, sobrevivan sometidos
a una minora compuesta por blancos y criollos (nacidos en Bolivia con ascendencia
europea), que concentraba todos los poderes.
Durante su estudio, dOrbigny haba notado que la posesin de la tierra estaba en
manos de los terratenientes criollos y de la iglesia catlica, a los cuales el indgena
les deba absoluta obediencia, al tiempo en que estaba impedido de ejercer actividad
productiva o comercial para beneficio propio. Con respecto a la vida que llevaba el
indgena, dOrbigny explic claramente los efectos negativos que tena la inmiseri-
corde explotacin laboral, tanto para el indgena como para la industria. Apunt que
Bolivia perda una importante riqueza natural slo por tratar mal a sus indgenas. El
cacao, por ejemplo, era un fruto valioso que se reproduca en forma natural y el
trabajo consista simplemente en cosecharlo, pero el indgena haba optado por boi-
cotear la cosecha debido al mal trato que reciba.
Es muy fcil comprender que hay, sin embargo, un motivo para que no
quieran los habitantes recoger lo sobrante del cacao, esto es: porque el cu-
ra o el alcalde no los fuercen a llevar sobre las espaldas, por el espacio de
sesenta u ochenta leguas hasta la capital, el acopio de los frutos. Efectiva-
mente, estos pobres desgraciados son las solas bestias de carga del pas y
se les fleta de igual modo que a las mulas.8
El hecho de que la iglesia catlica y los terratenientes criollos se hayan apoderado
del indgena y de la tierra, haba generado en el indgena una actitud defensiva que
muy probablemente se extenda a otras actividades productivas. La falta de visin
del sector productivo del criollo, al explotar al indgena, fue descrita por dOrbigny
a rengln seguido:
Es evidente que la onerosa ocupacin que en la actualidad pesa sobre estos
infelices, no solamente los entorpece y los hace echar de menos su estado
salvaje, en el que siquiera se vean libres, sino que contribuye tambin a
paralizar uno de los ramos ms productivos del comercio de la repblica.
Despus de registrar la inmensa variedad de recursos naturales y humanos, Alcides
dOrbigny escribi propuestas concretas para multiplicar la produccin, para el
mejor aprovechamiento de los recursos y para la industrializacin, aplicando mto-
dos y tecnologa europea. Segn su criterio, Bolivia tena todo el potencial para
construir all una gran nacin. El plan de accin era obvio, porque consista bsica-
mente en aprovechar todos los recursos productivos, incluyendo por supuesto la
liberacin de la mano de obra que permaneca esclavizada. Los historiadores Juan
Albarracn Milln y Emilio Luizaga Guzmn, presidente y el secretario general de
DESTRUCCIN DE NACIONES Captulo 1
7
la Sociedad Boliviana de Estudios Histricos, rescataron la frmula de dOrbigny
con toda claridad: Bolivia necesitaba con urgencia la industrializacin cientfica
de su sociedad, la reforma agraria en sus maravillosas tierras y la igualdad social
para sus pueblos.9
Tristemente, no eran ni Francia ni dOrbigny quienes tenan ms influencia sobre
Bolivia, sino Estados Unidos, pas poderoso que haba establecido ya su famosa
Doctrina Monroe por la cual se adjudic el derecho de intervenir en Latinoamrica,
en defensa de lo que despus pas a llamar su patio trasero. La construccin de la
nacin boliviana, por lo tanto, qued sujeta a los planes que Estados Unidos tena
para ella, como pieza estratgica en sus planes de control continental.
Ese fue el favorable campo de batalla en el cual la Standard Oil Co., apoyada por su
poderoso gobierno en Washington, le disput el petrleo a un pueblo sumido en la
pobreza y traicionado por sus sucesivos gobiernos que subsistan sometidos al poder
econmico y poltico de Estados Unidos. El imperio Rockefeller logr doblegar de
tal forma a Bolivia, que tambin monopoliz all la industria petrolera, expandiendo
sus concesiones a un total de siete millones de hectreas, en momentos en que la
Ley boliviana solo permita cien mil.10
Sin embargo, Bolivia era muy pequea para la ambicin de la Standard Oil, la cual
haba obtenido derechos tambin en los pases vecinos, y entrado en rivalidad con la
holandesa Shell, que haba obtenido derechos en Paraguay. Esa rivalidad exacerb
el viejo diferendo limtrofe que esos dos pases estaban resolviendo en forma di-
plomtica e instig una guerra de Bolivia con Paraguay en la que murieron 90.000
soldados. Despus de la guerra se comprob que la Standard Oil, habindole negado
carburantes a Bolivia, aduciendo que todava no produca, haba robado petrleo
boliviano y se lo haba vendido a Paraguay a travs de Argentina. De esa forma,
Bolivia descubri que el capitalismo estadounidense no conoce de lealtad para con
el pas que lo acoge, que no tiene remordimiento de conciencia por la pobreza que
genera ni por las enormes prdidas que le ocasiona al pas explotado.
Surgi entonces el sentimiento patritico de defender los recursos naturales y la
soberana del pas en el contexto de la Revolucin Nacionalista Boliviana. El prime-
ro de esos gobiernos revolucionarios, presidido por David Toro, nacionaliz a la
Standard Oil Co. del imperio Rockefeller, por fraude al Estado11
y cre luego la
empresa estatal del petrleo: Yacimientos Petrolferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
El poltico y escritor boliviano Augusto Cspedes describi el fraude de la Standard
Oil en los siguientes trminos:
Se comprob que la Standard Oil haba tendido un oleoducto clandestino
de Bolivia al territorio argentino, cometiendo as un doble delito: defrau-
dar al pas afirmando que no tena pozos en produccin y proveer indirec-
tamente de petrleo al Paraguay, entretanto que nuestro ejrcito deba
abastecerse de Per y Venezuela.12
El segundo de los presidentes revolucionarios fue Germn Bush Becerra, quien,
intentando escapar del control estadounidense, decidi firmar los tratados con Brasil
que concedan a ese pas la explotacin petrolera en el oriente boliviano. La conce-
sin fue parte de un amplio plan de vinculacin boliviano-brasilero destinado a
Juan Carlos Zambrana Marchetti
8
promover el desarrollo econmico de Santa Cruz, Departamento boliviano colin-
dante con Brasil, donde estaba la mayor parte de las reservas petroleras bolivianas.
Como punto de partida para la concrecin del tan ansiado polo de desarrollo, se
estableci la construccin de un ferrocarril desde la frontera brasilera hasta la ciu-
dad de Santa Cruz, con cargo a las futuras exportaciones petroleras que se haran en
sociedad. Para garantizar el flujo ininterrumpido de recursos para el desarrollo,
Germn Busch estableci el pago de una regala petrolera del 11% de la produccin
bruta, para que se quedara en los Departamentos productores.13
Estados Unidos no se resign tan fcilmente a perder su influencia en Bolivia, ni a
dejar que el polo de desarrollo que se iba a construir en Santa Cruz fuese liderado
por la izquierda revolucionaria y nacionalista. Para evitarlo, en primer lugar, apoy
en forma encubierta a la oligarqua minera en su guerra abierta contra al presidente
Germn Busch. El conflicto del presidente con los magnates exportadores de los
metales bolivianos se deba a que nada de las divisas quedaba en Bolivia, porque
estos hombres reciban sus fortunas directamente en bancos de Suiza y de Estados
Unidos. Con la ayuda de tres pensadores revolucionarios, entre quienes se encon-
traba el Dr. Vctor Paz Estenssoro, el presidente Busch encontr la forma de detener
la sangra del pas, regulando la industria minera mediante la promulgacin de otros
de sus histricos decretos, los del 7 de junio de 193914
y del 7 de julio de ese mismo
ao15
, por medio de los cuales orden que el 100% de los pagos se recibieran en el
Banco Central de Bolivia. Para dicho efecto nacionaliz el mencionado banco y
nombr presidente del mismo al Dr. Vctor Paz Estenssoro.
Al igual que los Bancos Centrales de Guatemala, Colombia, Ecuador, Per y Chile,
el Banco Central de Bolivia haba sido fundado por la misin estadounidense de
Edwin Kemmerer, por supuesto, con participacin de capitales estadounidenses. El
acto del presidente Busch de cortar la fuga de capitales de su empobrecido pas
ordenando la concentracin de los pagos por exportaciones de minerales en Bolivia,
fue heroico al grado en que muchos lo consideraron suicida, por haberse enfrentado
as al podero econmico de una estructura transnacional que promova el saqueo,
con los magnates mineros como vendedores y Estados Unidos e Inglaterra como
compradores.
El desenlace de la confrontacin empez a mediados del ao 1939, en momentos en
que la escalada de violencia hacia la Segunda Guerra Mundial ya haba empezado y
los metales bolivianos pasaban a ser estratgicos para Estados Unidos. Busch reci-
bi una avalancha de presiones polticas, econmicas y diplomticas, hasta que se
qued solo y muri en un misterioso suicidio el 23 de agosto del ao 1939, nueve
das antes de que Hitler invadiera Polonia en el preludio de la Segunda Guerra
Mundial.
Despus de un gobierno transitorio cuya funcin fue restaurar a la oligarqua minera
en el poder y convocar a elecciones presidenciales, Washington promovi abierta-
mente la candidatura de un fiel servidor de sus intereses que le permitiera restaurar
su control sobre la poltica y los recursos naturales de Bolivia. El 15 de abril de
1940 se inaugur el gobierno del Gral. Enrique Pearanda, quien empez a cumplir
esa funcin tratando de encontrar razones y mecanismos para volver a entregarle a
la Standard Oil los derechos que reclamaba sobre el petrleo boliviano. La presin
DESTRUCCIN DE NACIONES Captulo 1
9
era muy fuerte porque en Estados Unidos, Nelson Rockefeller, hijo de John D. Ro-
ckefeller y heredero del imperio petrolero de su familia, era nombrado por el go-
bierno de Franklin D. Roosevelt como coordinador de la Oficina de Asuntos Inter-
americanos. El asesor especial de Rockefeller era el exembajador boliviano Enrique
Snchez de Lozada, quien despus de finalizar su primera misin diplomtica deci-
di quedarse en Washington D.C. (en adelante, simplemente Washington) advir-
tiendo sobre:
la creciente influencia de una incipiente clase media en varios pases lati-
noamericanos, que podra arrebatarle el control de las masas a la oligar-
qua gobernante, problema para el cual propona utilizar la asistencia eco-
nmica estadounidense y multilateral, pblica y privada, para mejorar las
condiciones de vida en esos pases y de ese modo forjar la buena voluntad
de las masas y contrarrestar los esfuerzos Nazis para infiltrarse en la re-
gin.16
En Bolivia, las masas a las que se refera Snchez de Lozada eran los indgenas que
estaban empezando a reclamar el espacio poltico que les corresponda al ser la
mayora de la poblacin. La clase media que estaba surgiendo para tomar la bandera
del indgena que, hasta ese momento no tena derecho al voto, era el movimiento
liderado por el Dr. Vctor Paz Estenssoro, que se haba ganado el prestigio de na-
cionalista por su defensa de los recursos naturales nacionales contra la voracidad
de la Standard Oil, y el de revolucionario por haber defendido al trabajador contra
el abuso y la explotacin.
El 25 de enero de 1941, intelectuales de ese mismo grupo fundaron un partido pol-
tico llamado Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), con el objetivo de
continuar por las vas democrticas la revolucin nacional iniciada por los militares
David Toro y Germn Bush. Mientras eso suceda en la oposicin, el gobierno na-
cional, liderado por Enrique Pearanda, se apresur a firmar un tratado de coopera-
cin con Estados Unidos, segn el cual Bolivia se comprometa a indemnizar a la
Standard Oil por haber sido nacionalizada y a venderle a Estados Unidos toda su
produccin de estao, excepto el que venda a Inglaterra. Estados Unidos, por su
lado, se comprometa a prestar asistencia econmica supervisada, para lo cual en-
viara a Bolivia una comisin de expertos que estudiara las riquezas bolivianas y
propondra un plan de diversificacin de su economa. El MNR no estaba dispuesto
a aceptar dicha asistencia sin analizar y debatir las condiciones bajo las cuales sera
otorgada, porque era obvio que tena todo el potencial para convertirse en un meca-
nismo de control y sometimiento.
La extrema urgencia de Estados Unidos por firmar ese tratado se explica por la
siguiente coyuntura. Ante la eventualidad de que tuviese que intervenir en la Se-
gunda Guerra Mundial, Washington haba dispuesto de un plan de contingencia en
el cual ya haba influido el pensamiento del boliviano Enrique Snchez de Lozada.
Se trataba de la poltica de los Buenos Vecinos, por la cual Estados Unidos ofre-
cera la asistencia econmica, que tanto necesitaban los pueblos latinoamericanos, a
cambio de asegurar la estabilidad poltica regional y la provisin ininterrumpida de
recursos naturales. El problema era que Bolivia le haba nacionalizado las propie-
dades de la Standard Oil Co. y las leyes estadounidenses le impedan al Departa-
Juan Carlos Zambrana Marchetti
10
mento de Estado de los Estados Unidos (la cancillera de este pas) firmar acuerdos
de asistencia con pases que hayan nacionalizado sin indemnizacin propiedades de
corporaciones o ciudadanos estadounidenses. Por lo tanto, Bolivia se haba conver-
tido en un escollo para la firma del tratado de seguridad continental que Washington
quera suscribir con todos los pases de la regin. El tratado deba ser ratificado por
Bolivia lo antes posible, lo cual significaba que los legisladores del MNR deban ser
de alguna forma neutralizados.
Aprovechando la extendida retrica de la amenaza nazi, el 23 de Julio de 1941,
Estados Unidos denunci la existencia de un movimiento subversivo del MNR que
contaba con el apoyo del gobierno alemn para establecer un poderoso rgimen
nazi-fascista y luego expandirlo a los pases limtrofes. La acusacin fue hecha
usando una carta de la Embajada de Bolivia en Berln, con instrucciones para el
golpe de Estado en Bolivia, carta que haba sido falsificada por la inteligencia brit-
nica para presionar a Estados Unidos a que ingresara a la guerra por una supuesta
penetracin nazi en su patio trasero. El MNR neg rotundamente la acusacin,
presentando pruebas en su defensa, pero eso no impidi que la poderosa maquinaria
internacional estadounidense, de control de la opinin pblica, difundiera su propia
narrativa.
Posteriormente, el ataque japons a la base naval estadounidense de Pearl Harbor, el
7 de diciembre de 1941, precipit la aprobacin de los tratados y convirti a Bolivia
en aliada estratgica de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, ya que
buena parte del continente asitico caera pronto bajo control japons, de una mane-
ra tal que Bolivia quedara como el nico pas en el mundo que podra proveer de
estao a los Estados Unidos. Este era un metal estratgico que por el tratado firma-
do por Pearanda le perteneca ya en exclusividad a Estados Unidos. Lo que cambi
a partir del ingreso estadounidense en la conflagracin, con Bolivia como aliada,
fue que el estao boliviano pas a venderse a precios de subvencin para la guerra,
establecidos, por supuesto, por Estados Unidos. Pero como la explotacin minera
era un negocio privado que no poda ser perjudicado, Estados Unidos duplic las
cantidades compradas y oblig al gobierno boliviano a reducir los impuestos a los
magnates mineros para que estos no perdieran ingresos. Eso no slo afect negati-
vamente a los ingresos de Bolivia, sino que adems afect a los trabajadores mine-
ros, quienes empezaron a trabajar en condiciones de hacinamiento y a ritmo forza-
do.
Pearanda, como fiel servidor de los intereses estadounidenses, prohibi el derecho
a huelga y militariz las minas, condenando a los trabajadores a soportar callados
las condiciones infrahumanas en que sobrevivan. Washington necesitaba con ur-
gencia poner en marcha un proyecto que le permitiera ingresar a Bolivia para con-
trolar no slo la explotacin de sus recursos naturales, sino tambin su anhelado
plan de desarrollo. Fue as que el 17 de diciembre de 1941, diez das despus del
ataque a Pearl Harbor, lleg a Bolivia la Misin Bohan, para empezar a estudiar la
diversificacin econmica del pas. Era obvio que el proyecto estaba orientado a las
necesidades y objetivos de Estados Unidos y no as de Bolivia, donde las conse-
cuencias negativas de la actividad econmica empezaban a ser notorias.
DESTRUCCIN DE NACIONES Captulo 1
11
Los trabajadores mineros no aguantaron por mucho tiempo las infrahumanas condi-
ciones de trabajo y salieron como hormigas de los socavones, formando una masa
obrera de 8000 personas que march en protesta hacia la ciudad de Catavi, donde se
encontraba la gerencia local de la Patio Mines and Enterprises, con sede en Nueva
York. El Departamento de Estado de los Estados Unidos tuvo miedo por la seguri-
dad de los ejecutivos estadounidenses en las oficinas locales de Catavi y pidi al
gobierno de Pearanda mano dura para impedir que la marcha llegara a esa loca-
lidad. Incapaces de detener a los marchistas, los militares terminaron abriendo fue-
go desde una colina contra la multitud compuesta de hombres, mujeres y nios,
desatando lo que fuera a conocerse como la Masacre de Catavi, del 21 de diciembre
de 1941. Despus del desbande de los sobrevivientes hacia sus comunidades, el
ejrcito presuntamente tom control de la escena del crimen y ejecut una opera-
cin secreta orientada a hacer desaparecer la gran mayora de los cadveres. Luego
entreg slo una veintena de cuerpos, y el gobierno reconoci slo esa cantidad de
bajas. Los trabajadores denunciaron la desaparicin de ms de 400 personas, lo cual
sugera que la masacre haba sido de esa magnitud. Sin embargo, el gobierno des-
virtu fcilmente esa especulacin, con el argumento de que careca de pruebas.
Fue as que la verdad de lo que sucedi en Catavi qued envuelto en la controversia,
mientras el gobierno pas a distraer a la opinin pblica con asuntos supuestamente
ms importantes.
El 21 de mayo de 1942 la Misin Bohan termin su trabajo, regres a Washington y
el 15 de agosto del mismo ao present su informe al Departamento de Estado, en
el cual no haca ms que coincidir en la obvia modernizacin y diversificacin eco-
nmica de Bolivia propuesta por dOrbigny, con la salvedad de que no se hara
utilizando conocimientos y tecnologa europea, sino bajo las condiciones impuestas
por Estados Unidos. Qu sucedera entonces con las recomendaciones de Alcides
dOrbigny para la construccin de la nacin boliviana? La respuesta es muy simple:
no slo se ignoraran, sino que se hara todo lo contrario a lo sugerido por
dOrbigny.
En lugar de la difusin del conocimiento especializado mediante la industrializa-
cin cientfica de su sociedad, se abriran las puertas a las transnacionales extranje-
ras, para que estas trajeran a sus tcnicos e ingenieros, monopolizaran el conoci-
miento, perpetuaran la dependencia y siguieran saqueando al pas. En lugar de apli-
car una autntica reforma agraria en sus maravillosas tierras, con el objetivo de
darles a los pueblos indgenas capacidad productiva, lo cual hubiese generado ri-
queza social, se estimulara al sistema capitalista de la hacienda del criollo y de la
corporacin agrcola, lo cual concentrara las riquezas en pocas manos, generando
slo riqueza individual y sectorial. Finalmente, en lugar de lograr la igualdad social
para sus pueblos, se consolidara la desigualdad con el enriquecimiento de las lites
y la postergacin de los grandes sectores populares.
Tampoco se respetara la visin del desarrollo de Santa Cruz que haba iniciado el
presidente revolucionario Germn Busch Becerra, la cual se plante emancipada del
control de Estados Unidos y ligada ms a Brasil, socio natural de Santa Cruz. En
resumidas cuentas, en lugar de aplicarse un proyecto revolucionario de defensa de
los intereses nacionales para construir la grandeza de Bolivia, se aplicara el plan
Juan Carlos Zambrana Marchetti
12
estadounidense para consolidar su hegemona continental e imponer su modelo de
capitalismo voraz y depredador, que condenara a Bolivia a ser saqueada, a la de-
pendencia y al sometimiento. La ejecucin de ese proyecto de desarrollo en manos
de Estados Unidos tendra adems un profundo contenido ideolgico.
Los sentimientos antiimperialistas proliferaron en Bolivia por la masacre de Catavi
y, en ese ambiente de descontento, el Movimiento Nacionalista Revolucionario
(MNR) interpel en el Congreso al gobierno de Pearanda. Lo hizo en sendos deba-
tes pblicos que socavaron la estabilidad poltica del presidente y condujeron a su
derrocamiento.
El siguiente fue un gobierno que sirvi como ejemplo o modelo del tipo de gobierno
nacionalista y revolucionario que Estados Unidos derrocara por cualquier medio.
Se trata del gobierno presidido por Gualberto Villarroel, en el cual tambin partici-
paron los lderes del MNR, ocupando ministerios y apoyando desde el poder legis-
lativo. Villarroel trat de mantener buenas relaciones con Washington, pero pidi
unos centavos ms por el estao boliviano y estableci que todos los contratos por
venta de minerales tendran que incluir una clusula social destinada a beneficiar
a los trabajadores. Eso lo enemist con la oligarqua minera y con Estados Unidos.
Luego aboli la servidumbre, la versin latinoamericana del esclavismo, lo cual lo
enemist con el sector estanciero que explotaba al indgena tanto en el campo como
en la ciudad. En el rgimen familiar, Villarroel aprob el matrimonio de hecho,
despus de dos aos de vida como pareja y estableci la igualdad de derechos entre
los hijos legtimos y naturales. Esa norma orientada a defender los derechos de la
mujer y el nio campesino, que no podan cumplir con las leyes del blanco, lo
enemist con la Iglesia Catlica.
Por esas razones, Villarroel tuvo que enfrentar una ola de protestas bien orquestadas
en las que particip Estados Unidos a travs de su Embajada y su Centro Boliviano
Americano CBA, cuyo presidente, Hctor Ormachea Zalles, tambin Rector de la
Universidad Mayor de San Andrs, actu como articulador y jefe de la contrarrevo-
lucin.17
Despus de un periodo de preparacin psicolgica para organizar un golpe de Esta-
do, lleg el momento en que un grupo de empleados del peridico La Razn (el
principal peridico de la oligarqua minera que desde el principio haba mantenido
una intensa campaa de difamacin contra Villarroel), decidi pasar a las acciones
subversivas. Comandados por su director Willy Gutirrez tomaron la base area de
El Alto, en La Paz, y enviaron aviones a bombardear el Palacio de Gobierno. Las
fuerzas leales a Villarroel llegaron para recuperar las instalaciones y en ese enfren-
tamiento muri uno de los sediciosos, fue herido Willy Gutirrez y los dems fue-
ron detenidos.18
El bando de Villarroel tambin sufri dos vctimas fatales, pero
como la opinin pblica estaba controlada por la oposicin, la defensa un gobierno
popular fue difundida como criminalidad nazi-fascista. De ese modo se exacerb el
nimo de los sectores manipulados contra Villarroel hasta el punto de la inevitable
reaccin, la cual se produjo el domingo 21 de julio de 1946, cuando la turba com-
puesta por elementos de todos los frentes comprometidos con el asalto se concentr
en la Plaza Murillo. El presidente y sus inmediatos colaboradores fueron masacra-
dos hasta quedar desfigurados. Fueron apualados, lanzados a la calle desde los
DESTRUCCIN DE NACIONES Captulo 1
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balcones del palacio, desnudados y vueltos a golpear, arrastrados hasta la vereda de
enfrente y colgados en los faroles del alumbrado pblico.19
Como ya era habitual despus del derrocamiento de un gobierno popular, tambin
despus del asesinato del presidente Villarroel la derecha se restaur en el poder
para imprimir un giro de timn de 180 grados en la poltica boliviana, en beneficio,
por supuesto, de los intereses de Estados Unidos.
Empieza el experimento boliviano
Hasta mediados del Siglo XX Washington aplicaba una modalidad de intervencio-
nismo abierto que produca resentimientos en el pueblo afectado y exacerbaba su
antiimperialismo. El anuncio del programa Punto IV hecho por el presidente Harry
Truman el 20 de enero de 1949 dio una pauta de la urgencia que tena Estados Uni-
dos de darle un giro de timn a su poltica exterior. Le urga desarrollar un progra-
ma que tuviera una buena imagen y que, de alguna forma, legitimara el intervencio-
nismo. Un programa de asistencia que abriera las puertas de los pases subdesarro-
llados a las diversas agencias del gobierno de Estados Unidos y les diera el derecho
de operar abiertamente. Ms concretamente, un mecanismo legtimo de penetracin
para ingresar a esos pases e implantar, en todos sus sectores estratgicos (econo-
ma, poltica, salud, educacin, militar) el virus troyano de la dependencia y el so-
metimiento. En esas condiciones, Estados Unidos empezara por intervenir en los
asuntos internos de esos pases, luego tomara el timn a travs de gobiernos tteres
y finalmente conducira el rumbo de esas naciones hacia la destruccin de su nacio-
nalismo econmico y a la reconstruccin como naciones sometidas a Estados Uni-
dos.
El problema era que para lanzar un programa tan intruso y tan extenso era necesario
tener una muy buena justificacin. Truman solucion esa formalidad apoyando su
programa en los principios esenciales de la fe cristiana de su pueblo, la cual haba
sustentado a sus gobiernos desde los tiempos de la colonia. Lo que no se menciona-
ba en la propaganda del programa, era que estaba claramente relacionado con la
parte medular de la poltica exterior de la administracin Truman, la cual era la
expansin de los intereses geopolticos de Estados Unidos en el marco de la Guerra
Fra.
Con el programa Punto IV, el presidente Truman, en realidad, estaba creando el
mecanismo para mover libremente sus piezas en el tablero planetario. Si la Segunda
Guerra Mundial convirti a Estados Unidos en el acreedor y polica del mundo, el
programa Punto IV, aprobado por su congreso el 5 de junio de 1950, fue el meca-
nismo que le permiti hacer uso de ese poder para extender su dominio alrededor
del mundo sin la intervencin militar. Fue la llave maestra que le abri de par en par
las puertas de los pases vulnerables en donde Estados Unidos tena intereses eco-
nmicos o geopolticos.
Si el imperialismo, como lo define la Real Academia Espaola, es la actitud y doc-
trina de quienes propugnan o practican la extensin del dominio de un pas sobre
otro u otros, por medio de la fuerza militar, econmica o poltica, entonces la
Construccin de Naciones por la va militar corresponde a la primera forma de
Juan Carlos Zambrana Marchetti
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imperialismo practicada por los Estados Unidos y que inicia con bombardeos e
invasiones militares, mientras que la que se lleva a cabo sin la intervencin militar
equivale a la segunda modalidad de imperialismo, en la cual el sometimiento se
obtiene por medios polticos o econmicos.
Con la aprobacin del programa, en junio de 1950, Estados Unidos haba dado el
primer paso hacia sus ambiciosos objetivos de control planetario, pero haba an
mucho por hacer, ya que el presupuesto tambin tendra que ser aprobado por el
congreso y el plan de implementacin estaba siendo elaborado por Nelson Rockefe-
ller en el Consejo de Asesora para el Desarrollo Internacional. Mientras Estados
Unidos se preparaba arduamente para la penetracin de una larga lista de pases,
trabajaba tambin en la preparacin de los pases receptores o mejor dicho, en la
inmovilizacin de los pases que iban a ser inoculados por la fuerza con el virus
troyano de la dependencia.
En Bolivia, el pas escogido como conejillo de indias para ejecutar los primeros
experimentos, el gobierno de Estados Unidos enfrentaba el reto de mantener en el
poder a los individuos que estaban dispuestos a firmarle los tratados bilaterales
mediante los cuales legitimara, en el futuro, su intervencin encubierta en el pas.
El 10 de febrero de 1950, James Espy, Encargado de Negocios de la Embajada de
Estados Unidos en La Paz, envi al Departamento de Estado un informe secreto de
22 pginas, sobre la situacin socioeconmica de Bolivia. En ese documento qued
claramente expuesta la naturaleza del gobierno boliviano con el cual Estados Uni-
dos firmara el tratado.
El Gobierno, bajo la presidencia del Dr. Mamerto Urriolagoitia, por lo que
se aprecia desde afuera por lo menos, est en firme control del pas. Su r-
gimen, desde que se convirti en presidente interino de Bolivia el 7 de ma-
yo de 1949 y presidente constitucional el 19 de octubre de 1949, ha mane-
jado con xito la desobediencia civil de mayo y junio pasado, y la revolu-
cin del pasado agosto y septiembre. Tom medidas preventivas.20
Lo que la Embajada describe como desobediencia civil era en realidad el clamor
del pueblo boliviano, en especial de los sectores ms empobrecidos de la sociedad,
exigiendo reformas al modelo feudal de explotacin en el que sobrevivan. Las ma-
nifestaciones se hacan principalmente en torno al liderazgo poltico del MNR. En
cuanto a las medidas preventivas mencionadas por el informe de la Embajada,
eran las brutales medidas represivas que incluan arrestos extrajudiciales, confina-
mientos y destierros de los lderes de oposicin. Aunque haciendo uso del prover-
bial eufemismo de la diplomacia estadounidense, con el cual se dice en forma encu-
bierta algo que dicho en forma clara sera duro o malsonante, el informe incluye
algunas pautas de la naturaleza represiva y servil (a los intereses del saqueo) que
tena el gobierno de Urriolagoitia.
El uso de la palabra democrtico a lo largo de este informe, en referen-
cia al presente gobierno de Bolivia, debe ser entendido en su sentido limi-
tado, que distingue al tipo de gobierno que combate a la dictadura, a reg-
menes comunistas, etctera, en vez del que abraza todos los conceptos ge-
neralmente aceptados en el significado del adjetivo democrtico. Puede,
DESTRUCCIN DE NACIONES Captulo 1
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de otra manera ser descrito como una liberal oligarqua constitucional.
Una condicin debe ser aadida, que el gobierno ha mandado durante la
mayor parte de su periodo mediante estado de sitio y con frecuentes viola-
ciones del Estado de derecho.21
El informe hace tambin un anlisis bastante curioso de Bolivia y del ciudadano
boliviano. Una visin subjetiva que contiene descripciones dolorosas para los boli-
vianos, pero tambin conclusiones errneas utilizadas para hacer encajar a Bolivia
en la retrica mesinica de Estados Unidos. En otras palabras: si esa potencia mun-
dial que se defina como la luz del mundo se estaba preparando para resucitar a
Bolivia, entonces era conveniente que Bolivia fuese declarada muerta antes de ser
resucitada. En la pgina 19 el informe establece que el boliviano tena una forma
particular de afrontar la vida, que hasta que no pudiera cambiar, continuara siendo
uno de los ms grandes obstculos para el feliz, prospero e integral desarrollo del
pas. Se trataba, segn el informe, de la dependencia que el boliviano tena respecto
de la Divina Providencia para hacerse cargo de Bolivia, sin mayor esfuerzo para el
boliviano. Luego el informe explica que la mente del boliviano razonaba en sentido
de que la Divina Providencia haba provisto histricamente para el pas y que por lo
tanto no haba razn alguna para creer que lo dejara de hacer. Menciona que por
400 aos, desde que Bolivia fue conquistada, este fenmeno es manifestado, prime-
ro en el tesoro de la montaa de plata del cerro de Potos, luego cuando esa fuente
se agot apareci el estao, suplementado por la goma y finalmente, cuando el pas
se dio cuenta de que le era imposible depender enteramente del estao, vino la ge-
nerosidad de Estados Unidos.
Con lo de generosidad, la Embajada haca total abstraccin del enorme dao eco-
nmico que sus corporaciones, sus imposiciones comerciales y polticas de go-
bierno le haban ocasionado al pueblo boliviano. Estados Unidos manejaba ya a
Bolivia mediante la modalidad de quid pro quo, lo cual significaba un intercam-
bio de favores bastante corrupto. Una cosa por otra: Te compro estao, pero me lo
vendes slo a m, a precios bajos, y reprimes a los trabajadores mineros. El quid
pro quo, era una modalidad mafiosa de relacin que le permita a Washington con-
trolar a toda clase de gobiernos, por lo general corruptos, serviles y dictatoriales,
pero siempre contrarrevolucionarios.
Desde Washington, por el contrario, se haba difundido al mundo entero la cantaleta
de que la poltica exterior estadounidense era desinteresada y que su asistencia era
humanitaria, porque ayudar al pobre era la naturaleza cristiana del pueblo estadou-
nidense. No era extrao que la versin estadounidense de la realidad en pases como
Bolivia encajara en esa retrica mesinica haciendo abstraccin de los daos que
provocaban sus imposiciones implcitas en el intercambio de favores para hacer
figurar la parte que le corresponda dar en el intercambio (la carnada) como si fuese
simplemente una ayuda desinteresada a un pas desamparado. Para darle validez a la
intervencin que se haca y se planeaba incrementar en la nacin defectuosa era
necesario que esa nacin sea definida como inviable o Estado fallido, trabajo que se
iniciaba con los informes desde el terreno, enviados a Washington por las misiones
diplomticas en esos pases.
Juan Carlos Zambrana Marchetti
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El informe de la Embajada de Estados Unidos en La Paz, del 10 de febrero de 1950,
indica que Bolivia no poda an dejar de tener la idea de que en cualquier momento
poda contar con Estados Unidos para que le resolviera sus problemas. Menciona,
como fuente de tal actitud, esencialmente tres presunciones con respecto al rol que
se esperaba que Estados Unidos desempeara en la forma de vida de los bolivianos.
La primera presuncin era aquella de que Estados Unidos tena la obligacin moral
de ayudar a Bolivia porque este pas sudamericano le haba vendido sus metales en
condiciones desfavorables durante la Segunda Guerra Mundial. La segunda presun-
cin era que Estados Unidos seguira necesitando los materiales estratgicos de
Bolivia porque en el futuro inmediato se vera envuelto en una guerra con Rusia. La
tercera creencia era que Estados Unidos, por su propio inters, deba ayudar a Boli-
via para prevenir que cayera en manos de los comunistas.
Obviamente, el informe fue escrito con el propsito de demostrar cun errneas
eran las expectativas de Bolivia en la Divina Provincia, en la obligacin moral de
Estados Unidos, en la necesidad futura que tendra Estados Unidos de los recursos
naturales de Bolivia y finalmente, en que era en inters de Estados Unidos que Bo-
livia no cayera en manos de los comunistas. Irnicamente, la historia demostrara
muy pronto que era Estados Unidos el pas que tena esas creencias y que hara uso
de ellas con toda impunidad. Los cuatro puntos probaran ser ciertos y utilizados por
Estados Unidos, incluso el de la Divina Providencia, que no era ms que su retrica
mesinica, expresada desde el punto de vista del pas receptor del milagro, para
que se cumpliera la profeca.
Llama la atencin en el informe que, despus de 19 pginas describiendo a los boli-
vianos como ilusos, flojos e incapaces de decidir sus propios destinos, la Embajada
insert una nota aclaratoria con respecto a lo que deba entenderse como boli-
viano:
Bolivia y bolivianos son usados aqu describiendo a la clase educada
y dominante de gente, y no se refiere al indio trabajador u otro trabajador
manual, ineficiente y de baja productividad como sus trabajos puedan
ser.22
Entonces, la fe ciega, la flojera y la dependencia, eran problemas del ciudadano
boliviano blanco y criollo que manejaba el pas y no as del indgena, que estaba
excluido de la bolivianidad. La observacin de la Embajada reflejaba no slo la
realidad boliviana, sino tambin la experiencia estadounidense, ya que en Estados
Unidos los indgenas y los esclavos haban corrido la misma suerte de no ser conta-
dos como ciudadanos.
El 18 de febrero lleg a La Paz el nuevo embajador de Estados Unidos, Irving
Florman, quien present sus credenciales ante el presidente Urriolagoitia el 27 de
febrero, en una ceremonia que la Embajada describi como impresionante.23
De
inme