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Orientaciones para la familia.
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ADVIENTO EN FAMILIA
Parroquia de San Cristovo das Viñas – A Coruña
CORONA DE ADVIENTO
Primer Domingo
Tod@s: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Reunidos en torno a una sencilla “corona de verde” (se puede hacer con ramas que recogemos en el
campo), y en la que colocamos 4 velitas. Algún miembro de la familia dice:
Padre Bueno, reunidos en tu amor, queremos sentir tu bendición, tu presencia que acompaña nuestras
vidas. Un año más quieres invitarnos a preparar el camino para recibir a Jesús que nace en nosotros. Atentos
a su llamada, estamos dispuest@s a salir a su encuentro. Así lograremos, en este adviento, hacer de nuestra
familia un nuevo Belén donde brille la luz infinita de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Tod@s: Amén.
Se enciende la primera vela de la corona.
Segundo Domingo
Se enciende la vela del domingo anterior.
Tod@s: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Seguimos en vela, despiertos para no perder la luz de la fe que nos conduzca a reconocer a Dios que
está naciendo en la vida.
Escuchemos su Palabra: “Preparad el camino del Señor, enderezad sus senderos”. Hoy encendemos
esta vela, porque hemos descubierto que celebrar la navidad es prepararla en nuestra vida. Como Juan el
Bautista, queremos transformar nuestro corazón y nuestro mundo. Por eso confiamos en Ti que acompañas
nuestros pasos. Tod@s: Amén.
Se enciende la segunda vela.
Tercer Domingo de Adviento
Se enciende las velas de los domingos anteriores
Tod@s: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre Bueno, gracias por regalarnos tu Palabra: “Isabel dijo: Feliz tú porque has creído que de todas
maneras se cumplirán las promesas del Señor, Y dijo María: Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu celebra
jubiloso en Dios mi Salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava”.
Gracias por el testimonio de María, ella te llevo en su interior, como también estás en nosotros, que
seamos capaces, como ella, de darte a luz para que realmente nazcas en nuestras vidas. Tod@s: Amén.
Se enciende la tercera vela.
Cuarto Domingo de Adviento
Se enciende las velas de los domingos anteriores.
Tod@s: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. Amén.
Se enciende la cuarta vela.
Al encender esta última vela, lo hacemos conscientes de que no basta con haber iniciado el camino.
Queremos ser cada día eco de Ti. Como María seremos un SI continúo. Sabiendo que siempre podemos
ayudar a que nazcas, llevando a los demás: tu amor, la alegría, la ilusión y la esperanza. Tod@s: Amén. Cada miembro de la familia puede escribir en un papel que depositamos en la corona de adviento
algún pequeño gesto que queremos vivir este año que muestre el nacimiento de Dios en nosotr@s. Lo
hacemos en silencio y juntos terminamos rezando la oración del Tiempo de Adviento que se sugiere en el
siguiente apartado.
Para cada día de este Tiempo de Adviento
Cada día durante estas cuatro semanas de Adviento, o algún día que marquemos si no es posible a diario, en el mejor momento de la jornada para vuestra familia (puede ser antes de la cena), podéis hacer con la corona encendida esta oración.
Cuando nos llenamos de ideales.
ES ADVIENTO.
Cuando creemos en la utopía.
ES ADVIENTO.
Cuando tenemos sed de justicia.
ES ADVIENTO.
Cuando compartimos paz.
ES ADVIENTO.
Cuando decimos venga tu Reino…
ES ADVIENTO.
Cuando esperamos y construimos un mundo nuevo.
ES ADVIENTO.
Cuando vivimos con esperanza.
ES ADVIENTO.
Cuando mantenemos la paciencia con nosotros.
ES ADVIENTO.
Cuando sembramos gestos de humanidad.
ES ADVIENTO.
Cuando buscamos a Dios.
ES ADVIENTO.
Cada vez que decimos: “Ven”.
ES ADVIENTO.
Cena de Noche Buena
Antes de la cena de Navidad, se encienden las velas de los domingos
anteriores. En torno al “Belén” o a un “Niño Jesús”.
Tod@s: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
En esta noche memorable, todo nos dice que algo especial está sucediendo.
Algo del cielo se respira en esta tierra, los villancicos pregonan el cumplimiento de las profecías. ¡Gracias Señor! Hemos llegado al final del camino y nos damos cuenta que Tú mismo lo has
construido. Esta noche es Noche Buena, porque en ella nos llega la Luz que no se apaga. Esta noche nos dice
que vale la pena perseverar. Esta noche nos da una inmensa alegría y vuelve a resonar en nosotros esa verdad
que llena nuestra vida; ¡Hoy ha nacido el Salvador! Tú eres el Dios con nosotros. Y así queremos acogerte.
El más pequeño de la familia puede dar a adorar al Niño a cada miembro de la familia, mientras se
entona un villancico.