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Corrientes metodológicas de la Historia de Arte Conocidos y determinados ya con mas o menos éxito y consenso general el objeto y los objetivos de la Historia del Arte, hay que abordar el camino, o sea, el método para lograr la valoración estética e histórica de las obras de Arte. Pero es aleccionador hacer un repaso de los diferentes métodos empleados por los historiadores del Arte desde los primeros pasos de nuestra asignatura como ciencia en formación. La Historia del Arte como ciencia de las fuentes y de los documentos: Esta metodología se aplica a la biografía de la obra de Arte para determinar su existencia histórica: su fecha, su paternidad, sus mecenas, los avatares de su conservación y restablecimiento, o los motivos de su traslado o desaparición. Es un método instrumental, previo y necesario para la valoración estética e histórica de la obra de Arte. Antes de estudiar la obra en si, hay que conocer las fuentes y los documentos que aportan los datos básicos para su conocimiento. La Historia del Arte como biografía de los artistas Giorgio Vasari introdujo en el siglo XVI una metodología rigurosa de la Historia del Arte insertando un concepto basado en la descripción de la vida de los artistas singulares. El método formalista La metodología formalista, surgida del siglo XIX, partió de la teoría de la «pura visibilidad». Tiene su iniciador en Wolffin. EI método formalista se llama así porque sólo hace hincapié en los valores formales de la obra de arte. Wolfflin configurará su doctrina de la historia del arte sin nombres menospreciando al individuo, al artista como factor histórico. El supuesto teórico más importante de la historia del arte sin nombres consiste en que la historia de Ia visión obedece a una lógica interna, a principios y normas inmanentes, y no se ve afectada por influjos externos, entre los que hay que tener en cuenta no sólo las condiciones sociales, sino también la constitución psicológica del artista. Para Wolfflin, las formas se desarrollan independientemente, y se enriquecen y transforman por una fuerza intrínseca; de este modo, las obras artísticas parecen obedecer a una ley interna inalterable. Wolfflin niega la conexión de las obras de arte con las ideas de la época, con el proceso histórico. EI reproche que se ha venido hacienda al método formalista es precisamente su despreocupación por todo lo que no sea el mundo de las formas, por no tener en cuenta el contexto histórico, sociológico, ideológico, económico, etc., en que han surgido y se han desarrollado esas formas. El método iconológico EI método iconológico supone una profundización en el significado de las imágenes. La iconología se preocupa del nacimiento, evolución y transmutación del significado de las imágenes presentes en las obras de arte. Este método, que va a tener gran importancia en los estudios artísticos, va a tener su iniciador en Aby Warburg a comienzos del siglo XX; a él se irán uniendo una serie de discípulos, como Panofsky. Warburg logra rescatar a la Historia del Arte del enfoque puramente formalista y esteticista, al examinar en cada caso la interdependencia entre la evidencia pictórica y la literaria, la relación entre el artista y su patrocinador, la estrecha relación entre la obra de arte, su medio social y su finalidad práctica. Panofsky se preocupa de profundizar en las conexiones entre forma y contenido. Según él, cuanto mayor sea el equilibrio entre idea y forma, mejor será el contenido de la obra de arte. Para Panofsky, el contenido, como opuesto a mero asunto, es aquello que una obra

Corrientes metodológicas de la Historia de Arte

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Page 1: Corrientes metodológicas de la Historia de Arte

Corrientes metodológicas de la Historia de Arte

Conocidos y determinados ya con mas o menos éxito y consenso general el objeto y los objetivos de la Historia del Arte, hay que abordar el camino, o sea, el método para lograr la valoración estética e histórica de las obras de Arte. Pero es aleccionador hacer un repaso de los diferentes métodos empleados por los historiadores del Arte desde los primeros pasos de nuestra asignatura como ciencia en formación.

La Historia del Arte como ciencia de las fuentes y de los documentos:

Esta metodología se aplica a la biografía de la obra de Arte para determinar su existencia histórica: su fecha, su paternidad, sus mecenas, los avatares de su conservación y restablecimiento, o los motivos de su traslado o desaparición.

Es un método instrumental, previo y necesario para la valoración estética e histórica de la obra de Arte. Antes de estudiar la obra en si, hay que conocer las fuentes y los documentos que aportan los datos básicos para su conocimiento.

La Historia del Arte como biografía de los artistas

Giorgio Vasari introdujo en el siglo XVI una metodología rigurosa de la Historia del Arte insertando un concepto basado en la descripción de la vida de los artistas singulares.

El método formalista

La metodología formalista, surgida del siglo XIX, partió de la teoría de la «pura visibilidad». Tiene su iniciador en Wolffin.

EI método formalista se llama así porque sólo hace hincapié en los valores formales de la obra de arte. Wolfflin configurará su doctrina de la historia del arte sin nombres menospreciando al individuo, al artista como factor histórico.

El supuesto teórico más importante de la historia del arte sin nombres consiste en que la historia de Ia visión obedece a una lógica interna, a principios y normas inmanentes, y no se ve afectada por influjos externos, entre los que hay que tener en cuenta no sólo las condiciones sociales, sino también la constitución psicológica del artista.

Para Wolfflin, las formas se desarrollan independientemente, y se enriquecen y transforman por una fuerza intrínseca; de este modo, las obras artísticas parecen obedecer a una ley interna inalterable. Wolfflin niega la conexión de las obras de arte con las ideas de la época, con el proceso histórico.

EI reproche que se ha venido hacienda al método formalista es precisamente su despreocupación por todo lo que no sea el mundo de las formas, por no tener en cuenta el contexto histórico, sociológico, ideológico, económico, etc., en que han surgido y se han desarrollado esas formas.

El método iconológico

EI método iconológico supone una profundización en el significado de las imágenes. La iconología se preocupa del nacimiento, evolución y transmutación del significado de las imágenes presentes en las obras de arte.

Este método, que va a tener gran importancia en los estudios artísticos, va a tener su iniciador en Aby Warburg a comienzos del siglo XX; a él se irán uniendo una serie de discípulos, como Panofsky.

Warburg logra rescatar a la Historia del Arte del enfoque puramente formalista y esteticista, al examinar en cada caso la interdependencia entre la evidencia pictórica y la literaria, la relación entre el artista y su patrocinador, la estrecha relación entre la obra de arte, su medio social y su finalidad práctica.

Panofsky se preocupa de profundizar en las conexiones entre forma y contenido. Según él, cuanto mayor sea el equilibrio entre idea y forma, mejor será el contenido de la obra de arte. Para Panofsky, el contenido, como opuesto a mero asunto, es aquello que una obra delata, pero no exhibe. EI contenido son los supuestos de que parte el artista y que son, para su época, obvios, pero que la historia o la crítica de una época posterior tienen que esforzarse en hacer patentes.

El método sociológico

La Sociología del Arte surge como una disciplina preocupada por el análisis de las condiciones de creación de la obra de arte, y de las relaciones de dicha creación con el contexto en que surge dicha obra. Papel fundamental en la creación artística lo desempeña el artista, que al realizar una obra de arte hace un trabajo, como cualquier otro, social, y que está inmerso en un contexto socioeconómico, ideológico y cultural determinado.

EI artista, aparte de reflejar su propia personalidad en la obra de arte, sirve también de vehículo, por medio del cual un grupo o clase social, grupo religioso, político, etc. expresa su ideología. No existe contradicción alguna al considerar un cuadro o una escultura como obra de arte, y, a la vez, como documento de su tiempo. Se establece pues, una influencia mutua entre obra de arte y sociedad, desde el momento en que la obra de arte revierte al contexto del que ha surgido, pudiendo Ilegar a provocar cambios sociales; pero de igual manera, la sociedad halla en el arte una manera de expresar sus propósitos.

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Aportaciones de Winckelmann y del Positivismo a la Historia del Arte:

Winckelmann abandona en su obra Historia del Arte en la Antigüedad, publicada en 1764, el esquema biográfico de Vasari y adopta una metodología a la vez descriptiva e interpretativa con un rigor y un cientifismo nuevos respecto a1 pasado, constituyendo el inicio definitivo de la disciplina histórico-artística.

L. Lanzi propone un estudio directo de las obras de arte en contacto con su lugar de producción, su tiempo y los acontecimientos del momento y clasificadas en escuelas regionales, géneros, escuelas individuales. De aquí surge e1 experto, un nuevo tipo de critico, exigido por e1 coleccionismo, la catalogación de los museos y galerías, etc. En esta corriente Giovanni Morelli adopta una metodología fundada en la comparación formal que hace a través de la confrontación de pequeños detalles, método preciso y detallista.

La Historia de los grandes artistas, basada en la idea romántica de genio y e1 conocimiento de la obra concreta con detalle y documentación escrita, se impone como un nuevo genero, que cultivan Cavalcasselle, Crowe, Justi, Semper…siendo el representante mas característico H. Tame, que lleva a su extremo esta corriente, positivista afirmando que la raza, el medio y e1 memento determinan la obra del artista.

La superación del Positivismo por Burckhardt:

A J. Burckhardt se debe la superación del positivismo y la inserción de la Historia del Arte en un contexto más amplio como historia de la cultura. Los hechos históricos y culturales debian ser explicados confrontándolos con otros, hechos políticos con cultura1es, literarios, etc. El reparo que se hace a la obra de Burckhardt es que prescinde de los problemas técnicos, las instituciones, la economía, etc,, situando la obra de Arte en un contexto exageradamente antimaterialista.

Entre 1550 y 1568 el italiano Giorgio VASARI publica Las vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos, un relato biográfico de las principales figuras del renacimiento italiano, claro exponente de la alta consideración a que habían llegado los artistas.

Con WINCKELMANN, la historia del arte adquiere un sentido científico. WINCKELMANN huye de la anécdota biográfica, para profundizar en el estudio de las obras, de sus formas y la evolución; creando una clasificación de las formas con criterios estilísticos y evolutivos.

Jacob BURCKHARDT en 1860 (La cultura del renacimiento italiano) trata de encuadrar el estudio de los hechos artísticos en su contexto histórico.

A finales del siglo XIX, surgen dos grandes tendencias, aún vigentes: el formalismo y la iconología.El formalismo (WÖLFFLIN, FOCILLON) se interesa por los aspectos estéticos y estilísticos de la obra de

arte. Las actuales clasificaciones estilísticas del arte occidental (Románico, Gótico, Renacimiento, Barroco…) son producto de la historiografía formalista.

La iconología (PANOFSKY, GOMBRICH, WITKOWER) se ocupa de las temática y el contenido de las artes visuales con el objetivo de averiguar el significado original de las obras de arte.

Otras aproximaciones son la psicología del arte (FREUD, René HUYGHE) que considera la obra como una manifestación del espíritu y de la personalidad del artista; la historia social del arte (HAUSER, FRANCASTEL, ANTAL) investiga las relaciones entre el arte y la sociedad.