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1 ¡Todos para uno y Uno para todos! Análisis de la Participación del Sindicato en la Tutela del Interés Colectivo en la Ley Nº29497 Por: César Osmar Samillán Arbulu 1 Sumario: I. Antecedentes Introductorios. II. El Conflicto Colectivo y sus Implicancias en el Proceso Laboral Peruano. III. La solución: Necesidad de Nuevos Mecanismos Procesales Idóneos para una adecuada Tutela del Interés Colectivo en el Proceso Laboral Peruano. A modo de conclusión. I. ANTECEDENTES INTRODUCTORIOS. La organización sindical en los últimos tiempos, ha venido ocupando un sitial importante en la defensa de los derechos de los trabajadores 2 , es así, que en nuestro país la organización sindical cumple un rol protagónico, al tutelar una amplia gama de intereses reconocidos en nuestra legislación, como lo son aquellos intereses de los representantes colectivos, que les es propia la tutela al sindicato por poseer personería jurídica gremial; también 1 Abogado por la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, Asociado en VEMCO Project Management Consulting, Maestrante en Derecho & Empresa en la Escuela de Postgrado de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo. 2 STC del 5 Enero del 2006 [Expediente numero N°3311-2005-PA/TC], Fundamento Jurídico. Nº1, es conveniente recordar que los sindicatos de trabajadores no son entidades cuya creación obedezca a la satisfacción de intereses ajenos a quienes lo conforman, sino, contrariamente, su objetivo primordial lo constituye la defensa de los derechos e intereses de sus miembros.

Círculo Juvenil Peruano de Derecho Laboral y Seguridad ... · Web viewII. El Conflicto Colectivo y sus Implicancias en el Proceso Laboral Peruano. III. La solución: Necesidad de

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¡Todos para uno y Uno para todos! Análisis de la Participación del Sindicato en la Tutela del Interés Colectivo en la Ley Nº29497

Por: César Osmar Samillán Arbulu

Sumario:

I. Antecedentes Introductorios. II. El Conflicto Colectivo y sus Implicancias en el Proceso Laboral Peruano. III. La solución: Necesidad de Nuevos Mecanismos Procesales Idóneos para una adecuada Tutela del Interés Colectivo en el Proceso Laboral Peruano. A modo de conclusión.

I. ANTECEDENTES INTRODUCTORIOS.

La organización sindical en los últimos tiempos, ha venido ocupando un sitial importante en la defensa de los derechos de los trabajadores, es así, que en nuestro país la organización sindical cumple un rol protagónico, al tutelar una amplia gama de intereses reconocidos en nuestra legislación, como lo son aquellos intereses de los representantes colectivos, que les es propia la tutela al sindicato por poseer personería jurídica gremial; también tutelando aquellos derechos que por justo titulo no le corresponden, como por ejemplo en la tutela del interese colectivo del grupo al que pretenden representar; los intereses individuales pero de trascendencia sindical y aquellos intereses estrictamente individuales, ya que en estos últimos casos es la Ley quien le confiere tal facultad de representación a la organización sindical.

Centrándonos en el objeto de estudio que es el interés colectivo, iniciamos el presente análisis remitiéndonos al Decreto Supremo Nº 003-80-TR, del 26 de marzo de 1980 quien recogió por primera vez en nuestra normatividad la facultad que posee el sindicato para intervenir en un proceso judicial, con posterioridad le siguió los mismos pasos la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo (en adelante LRCT), quien reconoce la atribución que poseen los sindicatos para representar a los trabajadores, señalado en su artículo Nº 8 literal “a) representar el conjunto de trabajadores comprendidos dentro de su ámbito, en los conflictos, controversias o reclamaciones de naturaleza colectiva”, (…), con lo cual, se expresa una amplia protección para todo tipo de conflicto, controversia o reclamación de índole colectiva. Del mismo modo se manifiesto en el Pleno Jurisdiccional Laboral de 1998 , en el cual se estableció en su acuerdo Nº 4 que “las organizaciones sindicales tienen la representación de los trabajadores en conflictos de naturaleza colectiva (…)”; en este sentido también, la antigua Ley Procesal de Trabajo Ley Nº 26636 (en adelante LPT), quien regulo de manera ambigua la facultad que poseen los sindicatos para tutelar distintos derechos, ya que en su artículo Nº 9 señalaba que “las organizaciones sindicales y asociativas constituidas y reconocidas de acuerdo a ley, tienen legitimación para la defensa de los derechos colectivos que les son propios”.

Es con la entrada en vigor de la Nueva Ley Procesal de Trabajo Ley Nº 29497 (en adelante NLPT), que se ha visto un gran avance en la regulación de la participación del sindicato en el proceso judicial, recaída en sus artículos Nº 8.2 , Nº 8.3 y Nº 9.2, consiguientemente en la tutela del interés colectivo, el sindicato puede también intervenir en defensa de intereses colectivos, ya que el articulo Nº 8.2 de la NLPT señala que “los sindicatos pueden comparecer al proceso laboral (…) en defensa de los derechos colectivos y en defensa de dirigentes y afiliados” , en este sentido encontramos consolidada una vez mas la posibilidad que posee el sindicato para intervenir en el proceso judicial en defensa del intereses colectivo, el cual participará mediante “legitimidad extraordinaria o especial”, ya que ésta es facultada por la propia ley (en este caso la NLPT) para tutelar un derecho del cual no posee titularidad alguna sobre el mismo, de esta manera, teniendo en cuenta que en principio son los trabajadores quienes poseen la titularidad para defender tales intereses colectivos. A esta acertada regulación, se agrega la incorporación del Proceso Impugnativo de Laudos Arbitrales Económicos, regulado en el artículo Nº 50 de la NLPT, el cual se considera además un gran avance en la tutela del interés colectivo, ya que acoge la protección del interés colectivo-económico, algo que en la LPT reguló en su articulo Nº 88 pero en proporciones menores, únicamente centrados en el laudo arbitral, pero no considerando su contenido económico-colectivo y menos su con tenido jurídico-colectivo.

Si bien, la NLPT ayudo a mejorar, ampliar y consolidar la figura del sindicato, puntualizándolo como el ente abanderado de la tutela colectiva de los derechos de los trabajadores en un proceso judicial, podemos además avizorar una gran vacio normativo en este caso, doctrinario y jurisprudencial, el cual se basa en la “amplitud insoslayable que posee el interés colectivo”, ya que este posee un ámbito económico como bien se encuentra regulado en la NLPT, pero además posee un ámbito de intereses de índole netamente jurídica (interés jurídico-colectivo) originados durante la relación laboral, por convenio colectivo o también por una norma emitida por el Estado, en este sentido, el interés colectivo se ha visto minimizado, reducido e limitado únicamente a una simple protección del interés colectivo-económico, dejando de lado abruptamente y sin ninguna explicación a su “otra mitad” como es el interés jurídico-colectivo.

II. EL CONFLICTO COLECTIVO Y SUS IMPLICANCIAS EN EL PROCESO LABORAL PERUANO.

En principio, un conflicto de trabajo es “toda discrepancia que es exteriorizada y por tanto adquiere relevancia jurídica”, en este sentido si dicho conflicto cuenta entre sus sujetos, a partes de un contrato de trabajo y entre su objeto, derechos y obligaciones de referencia laboral, entonces estamos ante un conflicto netamente laboral. En resumidas cuentas, la característica esencial del conflicto colectivo es su afectación indiferenciada a grupos o categorías de trabajadores (de una empresa, rama de actividad, un sector profesional, etc), con lo cual, el conflicto colectivo concurre siempre un interés colectivo, abstracto o de categoría, porque presupone un problema de alcance general en el ámbito correspondiente, de esta manera se ha de distinguir del conflicto individual, ya que este se origina exclusivamente entre un trabajador y su empresario, o del propio conflicto plural que resulta de la mera concurrencia de varios o muchos conflictos individuales. Dentro de su concepción podemos encontrar dos tipos de conflictos colectivos:

a. Conflictos Jurídicos-Colectivos: son aquellos donde la controversia versa sobre “la interpretación o aplicación de una norma prexistente, no se pretende crear derecho, sino cumplir con lo que ya existe”, pues alguna de las partes no cumple lo pactado, niega su existencia o bien porque da un significado diferente. Los conflictos jurídicos radican en una distinta interpretación de la norma jurídica, entendiendo los trabajadores que a tenor de tal acuerdo o ley tienen derecho a una determinada interpretación, mientras el empresario considera que no les asiste tal derecho, o en cualquier caso la norma solo les reconoce un derecho.

b. Conflictos Colectivo-Económicos o de Intereses: son aquellos donde el conflicto gira en torno a”intereses contrapuestos de las partes, por lo cual su posible solución consistirá en que estas lleguen a un acuerdo, en cuyo caso crearán una norma que la materialice tal solución”. Los conflictos de intereses no nacen de la aplicación de una norma, sino de la pretensión de sustituir una norma por otra diferente, con lo cual, este tipo de conflicto se basa en las aspiraciones de los trabajadores representados por uno o mas sindicatos, para mejorar sus ingresos económicos y condiciones de empleo, para lo cual la mayoría de ordenamientos jurídicos ha regulado la figura de la negociación colectiva como medio directo de solución, así el producto de dicha negociación (convenio colectivo) tendrá efectos normativos sobre las relaciones individuales de trabajo a las que se aplica. En este sentido, los conflictos económicos o de intereses serán causados por el “fracaso de la negociación colectiva”, es decir, los surgidos cuando las partes, al negociar la conclusión, prorroga, revisión o extensión de un convenio colectivo no llegan a ponerse de acuerdo y en caso de que mediante el trato directo no se llegue a un acuerdo, las partes podrán recurrir a otros medios alternativos de solución de conflicto.

La Tutela Judicial del Interés Colectivo en el Nuevo Proceso Laboral.

El reconocimiento jurídico de las representaciones colectivas en el ámbito material del derecho y la correspondiente atribución de facultades de defensa de intereses de los trabajadores a quienes representan, se traduce en la atribución de facultades jurídicas procesales, con lo cual “la intervención procesal de las organizaciones sindicales en la resolución de conflictos en los que media un interés colectivo se produce en defensa de la colectividad afectada por el conflicto y no solamente de los trabajadores afiliados, al tiempo que los sujetos colectivos se apersonan en el proceso en nombre propio y con independencia de los trabajadores y empresarios afectados, actuado como partes con auténtica legitimidad procesal”.

De esta manera, la intervención de los sindicatos en el proceso judicial, tiene que ver con la función genérica de representación y defensa de los intereses socio profesionales de los trabajadores comprendidos dentro de su ámbito; en este sentido, es evidente que el sindicato no es el titular del interés colectivo, no obstante, por mandato legal contenido en el articulo N° 8 de la LRCT le atribuye de modo exclusivo la “legitimidad para obrar en defensa del interés colectivos”, de tal forma que también pasa a formar parte de “lo propio de la organización sindical”, teniendo como fundamento la defensa de los intereses colectivos que lógicamente se integran dentro de los intereses económicos y sociales reconocidos a las referidas organizaciones, con lo cual la organización sindical queda conferida con la función de representar a la colectividad, en defensa de trabajadores afectados por el conflicto y no solamente a sus afiliados. En este caso, se está legitimando activamente a los sindicatos para que acudan al proceso de trabajo a efectos de cumplir la función que de ellos es dable esperar sin que se entienda que estamos frente a un caso de representación voluntaria dentro del proceso, sino más bien de ”intervención del sindicato en nombre propio y con independencia de los trabajadores afectados por el conflicto colectivo”, aunque la resolución judicial produzca efectos inmediatos sobre los intereses de los trabajadores afectados por el litigio, en otras palabras, nos encontramos frente a un caso de “legitimidad extraordinaria por sustitución”.

En aquellos casos en los cuales se tutelará el interés colectivo, el demandante intervendrá por ejemplo en aquellos conflictos en los que se busca determinar el convenio aplicable a una empresa o conjunto de trabajadores, aquellos en los que se busca determinar si es la ley o el convenio la norma a aplicar a un grupo o categoría profesional, aquellos casos en los que se busca dejar sin efecto una cláusula de un convenio colectivo que vulnera el principio de igualdad o aquellos referidos a la aplicación o interpretación de cláusulas normativas de convenios colectivos, etc.

Que los sindicatos puedan demandar en defensa de los intereses colectivos se desprende no solo de lo regulado en el artículo Nº 8.a de la LRCT, sino también de lo regulado en el artículo Nº 8.2 de la NLPT que establece que “el sindicato puede comparecer al proceso laboral en (…) defensa de los derechos colectivos”, puesto que esta atribución genérica de representar los intereses colectivos de los trabajadores comprendidos en su ámbito es “muy suya” y constituye una de sus más importante finalidades, pero además, es necesario tener en cuenta lo regulado en el artículo Nº 9.2 de la NLPT, que establece “la posibilidad que poseen los sindicatos para demandar cuando se afecte el derecho de libertad sindical, negociación colectiva y huelga”, es evidente que aquí estamos frente a un interés colectivo cuya defensa, de acuerdo con lo analizado, corresponde al sindicato en virtud de la legitimidad especial que le confiere la norma. Aún más, el citado artículo Nº 9.2 extiende esta legitimidad a los “representantes de los trabajadores o cualquier trabajador o prestador de servicios del ámbito”, al permitirles demandar cuando se afecte un derecho que corresponda a un grupo o categoría de prestadores de servicios; consideramos que esto solo es factible en ausencia de sindicato, siempre y cuando estos sujetos tengan una relación directa con el objeto del proceso.

Otra cuestión que no ha sido resuelta por la NLPT es por ejemplo en el caso de pluralidad sindical en un mismo ámbito, en el cual, el sindicato tiene la legitimidad para obrar en defensa de los intereses colectivos, ya que la propia norma autorizaría a que cualquier sindicato del ámbito pueda demandar en defensa de los intereses colectivos al no establecer distinción alguna; esta cuestión es importante debido a que como ya sea señalado, la sentencia que se emita en el proceso afecta a toda la colectividad de trabajadores del ámbito. Sobre este punto, el Tribunal Constitucional Español (en adelante TCE), ha determinado que “no basta con la simple condición de entidad sindical, ha de tratarse, como es obvio, de un sindicato al cual pueda reconocérsele una relación directa con el objeto del litigio por su notoria implantación en el centro de trabajo o en el marco general al que el conflicto se refiera o que “debe existir un vínculo especial y concreto entre dicho sindicato (sus fines, su actividad, etc) y el objeto del debate en el pleito del que se trate, vinculo o nexo que habrá de ponderarse en cada caso y que se plasma en la noción de interés profesional o económico, traducible en una ventaja o beneficio cierto, cualificado o específico derivado de la eventual estimación del recurso entablado”.

En el caso peruano, corresponderá a la jurisprudencia pronunciarse sobre el tema, no obstante, consideramos que un criterio que puede ser tomado en cuenta para determinar qué sindicato demanda en defensa de intereses colectivos, en caso de pluralidad sindical, es el sindicato más representativo (suponiendo que exista tal dentro del ámbito); en el caso que ninguno de los sindicatos fuera el más representativo, consideramos que la solución vendría a través de un “litisconsorcio necesario” que si bien puede generar problemas de efectividad y rapidez del proceso, al menos garantiza que se respeta el derecho de los sindicatos de defender intereses colectivos. Otra circunstancia que debe tomarse en cuenta cuando hablamos de un proceso en los que se discutan intereses colectivos está referida a que el conflicto aparte de ser de índole económica, debe también ser jurídico. El articulo II del Título Preliminar de la NLPT establece que para que el sindicato actúe con legitimidad para obrar, no solo será necesario que el interés que se defienda sea un interés genérico, abstracto, que reside en un grupo no determinado y no individualizable de trabajadores, sino que además, debe tratarse de un conflicto jurídico, es decir un conflicto de aplicación o interpretación de una norma laboral ya existente (norma estatal. Convenio colectivo, etc), cuya vigencia y validez no se discute, sino que por el contrario se aspira a determinar su contenido.

En consecuencia, ¿Es adecuada la Tutela del Interés Jurídico-Colectivo en la NLPT?

Haciendo un análisis general, podemos deducir que en comparación con la LPT, resulta un avance positivo la nueva regulación con respecto a la participación del sindicato en el proceso judicial, ya que explaya la capacidad de la organización sindical para tutelar distintos derechos de los trabajadores; pero volteando la página, podemos observar que una de las novedades que presento la NLPT, fue la incorporación de un proceso que tutelara intereses colectivos del grupo, pero provenientes únicamente de un laudo arbitral, este proceso denominado Proceso Impugnativo de Laudos Arbitrales Económicos, regulado en el articulo Nº 50 de la NLPT, centra otra vez a modo de protagonista a la organización sindical, quien será el accionante de tales derechos; en este sentido, podemos observar que esta incorporación versa sobre aquellos “intereses exclusivamente de carácter económico”, que como tal, un conflicto de carácter económico se considera “la modificación de un derecho existente o la creación de uno nuevo por parte de los protagonistas de la relación laboral a través del principio de la autocomposición de sus intereses”, de esta manera, es notorio apreciar que la presente innovación ha dejado de lado la tutela del interés jurídico-colectivo, ya que este ultimo no cuenta con una vía procedimental para su protección, con lo cual, la NLPT posee un punto flácido en torno a la defensa de derechos de los trabajadores con respecto a una parte de los intereses profesionales, como son los jurídicos-colectivos.

En este sentido, el legislador peruano deja de lado aquellos derechos colectivos (de índole jurídico) que como se ha detallado pueden ser originados durante la relación laboral o también como resultado de la negociación colectiva, recaída en el propio convenio colectivo, por lo tanto podemos apreciar que existe un vacío normativo en aquellos supuestos en que se pretenda tutelar aquellos conflictos colectivos de índole jurídico de los trabajadores y no de aquellos intereses producto de un laudo arbitral estrictamente; como se sabe este último se centra únicamente en aquellos conflictos de índole económico, que son aquellas “discrepancias en las que no hubo acuerdo entre ambas partes (sindicato y empleador) producto de una negociación colectiva frustrada y que solucionadas con posterioridad en un laudo arbitral puede ser impugnado en vía judicial”. Así mismo, el articulo II del Titulo Preliminar de la NLPT establece que para que el sindicato actúe con legitimidad para obrar, no solo será necesario que el interés que se defienda sea un interés genérico, abstracto, que reside en un grupo no determinado y no individualizable de trabajadores, sino que además, debe tratarse de un “conflicto jurídico”, es decir que se defienda un conflicto de aplicación o interpretación de una norma laboral ya existente (norma estatal, convenio colectivo, etc), cuya vigencia y validez no se discute, sino que por el contrario se aspira a determinar su contenido .

Hay que rescatar que el conflicto colectivo para que sea tomado en cuenta como un conflicto de carácter “especial” tiene que poseer diversos aspectos que lo configuran como tal, no hay que olvidar como ya lo señalamos, necesita de una legitimidad especial para poder demandar en defensa de un conflicto colectivo, esto significa que la sentencia también poseerá características especiales y por el propio hecho de defender y amparar a un colectivo de trabajadores se le configura al “conflicto colectivo poseedor de un carácter de especialidad”.

De esta manera, en un convenio colectivo, tanto “las clausulas como el propio convenio tienen el carácter de una norma jurídica”, es por esto, que su contenido y cuerpo normativo podría verse vulnerado por parte del empleador, que en un principio podría desconocerla, inaplicarla o interpretarla de forma errónea, afectado indiscutiblemente a los propios trabajadores, en este sentido, podemos apreciar la precaria condición en que la NLPT tutela a aquellos trabajadores con respecto a aquellos conflictos de índole jurídico;en este mismo sentido ESPINOZA ESCOBAR, señala que “otra circunstancia que debe tomarse en cuenta cuando hablamos de proceso en los que se discutan intereses colectivos está refería a que el conflicto debe ser jurídico” y aplicable a su protección.

Con este primer planteamiento, podemos observar y deducir que la Libertad Sindical representada e internalizada en el conflicto colectivo de trabajo, necesita de una vía independiente y satisfactoria que pretenda su regulación y tutela idónea, por que al ser un derecho constitucional y por su carácter supraindividual necesita de una vía especializada, en la cual pueda ser protegida, ya que de esta manera esta en juego el interés de un colectivo de trabajadores y también de aquel trabajador sindicalizado que al vulnerarse un interés propio tenga repercusión en el colectivo susceptible de ser objeto de vulneración.

III. LA SOLUCIÓN: NECESIDAD DE NUEVOS MECANISMOS PROCESALES IDONEOS PARA UNA ADECUADA TUTELA DEL INTERES COLECTIVO EN EL PROCESO LABORAL PERUANO.

Como hemos venido señalando, la NLPT no contempla una vía procedimental idónea para resguardar derechos colectivos originados en virtud de conflictos jurídico-colectivos, según el articulo Nº 8.2 NLPT antes mencionado, “estaría facultado el sindicato en participar en sede judicial”, de esta manera se “necesitaría de una vía idónea para poder tutelar tales derechos, así como la NLPT le otorga protección a aquellos conflictos de intereses jurídico-económicos”, en este sentido no puede existir una protección ”a medias”. En consecuencia, como respuesta a tales vacios normativos, nos vemos en la necesidad de proponer una “doble vía satisfactoria para la tutela de tales derechos colectivos de índole jurídico”; el primero de ellos denominado “Proceso de Conflictos Colectivos”, como una segunda vía el “Proceso Especial de Impugnación de Convenios Colectivos”, ambos nuevos procesos encausarán pretensiones derivadas únicamente hacia la tutela de derechos colectivos de índole jurídico y no de intereses económicos, ya que, en nuestra vigente normatividad no encontramos una respuesta para poder amparar aquellas pretensiones jurídico-colectivas, caso contrario ocurre con aquellos intereses económicos, los cuales si poseen una vía satisfactoria.

A. Proceso de Conflictos Colectivos.

El Convenio Nº 87 de la OIT, confiere a las organizaciones sindicales y de empleadores “el derecho de redactar sus estatutos y reglamentos administrativos, el de elegir libremente a sus representantes, el de organizar su administración y sus actividades y el de formular su programa de acción”, en este sentido, el Proceso de Conflictos Colectivos (en adelante PCC), está relacionado con la libertad de funcionamiento de las organizaciones sindicales, una de las expresiones de la Libertad Sindical. Esa capacidad que poseen las organizaciones sindicales para defender los intereses colectivos de índole jurídico-normativo de los trabajadores dentro del respeto de la legalidad, así como aquella posibilidad de entregarse a actividades lícitas en defensa de sus intereses profesionales, así como por su calidad de derecho fundamental, resulta congruente que tenga una expresión especial en materia procesal laboral, constituyéndose en un cauce idóneo para el tratamiento de los derechos colectivos de los trabajadores representados por las organizaciones sindicales, ya que al no encontrarse regulado en nuestro ordenamiento jurídico, sin duda “los empleadores preferirán discutir en un solo proceso el mismo problema que discutirían en decenas o cientos de procesos idénticos”.

La doctrina comparada, en este caso la Española conceptúan dentro de su normativa (en la derogada Ley de Procedimiento Laboral Española Real Decreto Legislativo 2/1995 y la vigente Ley Reguladora de la Jurisdicción Social Ley 36/2011) utilizada como un referente y antecedente normativo regula al PCC, de esta manera DE LA VILLA, señala que “el Proceso de Conflicto Colectivo encauza una pretensión de relevancia colectiva, en la que litigan sujetos colectivos en representación de los trabajadores y empresas afectadas. En general y descriptivamente, atendiendo a las características más habituales, esta modalidad procesal se propone resolver litigios de contenido jurídico que afecten a una pluralidad de trabajadores mediante sentencia declarativa que interpreta el derecho aplicable”.

De esta manera, el PCC resulta una novedad importante en materia procesal laboral, pues tendería a “aligerar la carga procesal al concentrar en un solo proceso innumerables casos individuales idénticos”; en este proceso se centran controversias colectivas de carácter jurídico, esto quiere decir controversias sobre “interpretación o aplicación de normas que afectan a un grupo genérico de trabajadores”, y por lo tanto, la jurisdicción laboral debe darle el tratamiento de un solo proceso, con lo cual no tendría ningún sentido que el estado desperdicie sus escasos recursos realizando decenas y centenares de procesos idénticos, cuando podría realizar uno solo con mayor profundidad y sin el riesgo de incurrir en sentencias contradictoras que solo generan mayores pleitos. Como quiera que este proceso afecte a un colectivo de trabajadores, y por lo tanto se trata de una afectación mayor que un caso individual, debe también tener carácter de “urgente y la preferencia en el despacho debería ser absoluta sobre cualquiera otra”, salvo los de tutela de la Libertad Sindical y demás derechos fundamentales.

En consecuencia, su ausenta regulación en la NLPT evidencia una “falta de adecuación del proceso laboral ordinario para tramitar este tipo de litigios y la consiguiente necesidad de regular procesos específicos”, que prestarán particular atención a los aspectos relacionados con la legitimación colectiva en la resolución de conflictos de carácter jurídico, en el planteamiento de este tipo de pretensiones, que como se evidencia es de “urgente tratamiento”.

Objeto del Proceso de Conflictos Colectivos.

La pretensión acogida bajo esta modalidad aparece definida en la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social Española (en adelante LRJS), la cual manifiesta que “se tramitan a través del presente proceso las demandas que afecten a intereses generales de un grupo genérico de trabajadores o a un colectivo genérico susceptible de determinación individual y que verse sobre la aplicación e interpretación de una norma estatal, convenio colectivo, cualquiera que sea su eficacia, pactos o acuerdos de empresa, o de una decisión empresarial de carácter colectivo o práctica de empresa”; en este sentido, el objeto del PCC está destinado a dar solución a las controversias que se produzcan entre trabajadores y empresarios, expulsando de su ámbito otras controversias que no suponen el enfrentamiento de ambos sujetos sociales, por lo tanto quedarían excluidas del presente proceso aquellos conflictos entre organizaciones sindicales, asociaciones empresariales, grupos de trabajadores, o las organizaciones sindicales o asociaciones empresariales y sus miembros.

Por otra parte, el ordenamiento jurídico al tener en cuenta el presente proceso debe únicamente contemplar el conflicto cuando ha sido “exteriorizado” a través de hechos concluyentes (cuando la vulneración colectivo-normativa ha sido fehaciente), solo entonces alcanza relevancia jurídica y desde el punto de vista de la modalidad procesal especifica, lo es a través de su planteamiento para la resolución judicial de los conflictos colectivos de trabajo, con sometimiento del conflicto a los órganos judiciales laborales, de esta manera que “el acto de perfección que activa el proceso especial consiste en la presentación de la demanda o el planteamiento de la cuestión ante esta última, con lo cual la formalización es una conducta jurídica que abriría el cauce judicial”.

¿Como seria la participación del Sindicato en el Proceso de Conflictos Colectivos?

Las organizaciones sindicales, en atención al papel de actuación en el PCC podrán intervenir “siempre que actúen en defensa de los intereses de sus representados y además por ser un interés colectivo protegido” y en aplicación de la representación institucional explicita “el sindicato tutelará en tanto a este interés que los trabajadores afiliados a la organización sindical y a los no afiliados”, con lo cual no se trata por tanto de una concepción del sindicato como defensor abstracto de la legalidad, por lo que es preciso que se de una cierta conexión de este con el conflicto (en este caso jurídico) de que se trate, sin que pueda confundirse esta conexión con la implantación exigida para ser considerado como mas representativo.

En este sentido, la participación de la organización sindical prevé distintos sujetos capacitados en razón a la extensión de la controversia:

· Cuando de un conflicto de empresa o ámbito inferior se trata, podrán instaurar actuación de los tribunales, de un lado, el empresario, de otro los órganos de representación legal o sindical para defender los intereses no solo de sus afiliados, sino también de los trabajadores de las empresas a quienes alcanza el conflicto, siempre y a condición de que tenga una relación directa con el objeto del litigio.

· Si el conflicto extiende sus consecuencias a una esfera supraempresarial, los sindicatos son los únicos habilitados para instar la demanda. Ambas representaciones, no obstante deberán cumplir el requisito de que su ámbito de actuación coincida o sea más amplio que el del conflicto.

La regla que rige es la del “carácter colectivo necesario” de los sujetos que intervienen como partes en el proceso, habrán de ser necesariamente representantes de trabajadores y empresarios legitimados, tanto activos como pasivos. Según lo establece la doctrina Española, “el reconocimiento de la legitimación procesal a las representaciones colectivas lo es en términos de exclusividad, ya que de esta manera se les niega implícitamente y tajantemente a los trabajadores y empresarios individualmente considerados”. En este sentido y en aplicación del presente proceso a la normativa peruana, no compartimos la idea del legislador Español, ya que según el articulo Nº 8 de la LRCT y además el articulo Nº 8.9 de la NLPT, el sindicato puede tutelar los derechos colectivos de los trabajadores, en este sentido según esta premisa, el titular de la acción a acudir a la vía judicial y tutelar tales derechos son los propios trabajadores, pero por propia disposición normativa se le confiere legitimación extraordinaria a la organización sindical para que tutele tales derechos en defensa de los trabajadores afiliados y no afiliados.

Otro punto a tratar es ¿y que sucede con aquel iteres individual que posee repercusión colectiva?, no podemos ser indiferentes con respecto a este tipo de interés, como ya se ha establecido, el titular de este interés es estrictamente el propio trabajador afectado, con lo cual al tener repercusión colectiva su pretensión no puede ser objeto del PCC, ya que el objeto del presente proceso recae en la tutela de un interés jurídico-colectivo estricto. Es por esta razón, que creemos conveniente que este interés individual que posee una repercusión en el colectivo sea tutelado a través del Proceso Abreviado Laboral regulado en el artículo N° 2.3 de la NLPT, el cual sostiene que “se tramitara en el proceso abreviado laboral, las pretensiones relativas a la vulneración de la libertad sindical”, en este sentido se alegará la propia vulneración de la libertad sindical en su aspecto individual, de esta manera este proceso es una vía igualmente satisfactoria.

Efectos del Proceso de Conflictos Colectivos.

Al tratarse de un proceso de carácter colectivo, los efectos del PCC recaídos en la sentencia son los siguientes:

· Produce una eficacia “erga omnes” sobre la cuestión planteada, ello trae con sigo efectos muy singulares sobre los procesos individuales que pudieran plantease y que versen sobre idénticos objeto y causa de pedir a los delimitados y por la pretensión correspondiente al proceso colectivo.

· La sentencia dictada a través del PCC “no alcanzará a las situaciones jurídicas creadas por las sentencias firmes ya dictadas en procesos individuales que versen sobre idéntico objeto”, estas sentencias individuales han producido efectos de cosa juzgada sobre quienes formaron parte de dicha relación procesal, de modo que la misma no puede verse alterada por una posterior sentencia colectiva.

· La resolución dictada en virtud de un PCC posee “un valor de generalidad”, no propio de las resoluciones ordinarias; la extensión subjetiva de la sentencia es general, aplicable a todos los sujetos que queden incluidos dentro del campo de aplicación de la norma o practica empresarial objeto de enjuiciamiento, de esta manera, la sentencia afectara a todos los trabajadores que fueron parte material y a todos ellos se extenderán los efectos de cosa juzgada.

B. Proceso Especial de Impugnación de Convenios Colectivos.

El convenio colectivo constituye un acuerdo escrito, celebrado entre una representación de trabajadores sindicalizados y el empresario que permite crear, modificar o extinguir derechos y obligaciones referidas a remuneraciones, condiciones de trabajo, productividad y demás aspectos concernientes a las relaciones laborales. Según nuestra la Carta Magna, en su artículo Nº 28, le otorga al convenio colectivo “fuerza vinculante en el ámbito de lo concertado”, de esta el artículo Nº 42 de la LRCT, también regula este punto, que viene a significar que “el convenio colectivo constituye una fuente del derecho que emana de la capacidad de regulación que la propia constitución ha reconocido a los actores sociales para regular sus intereses”. En este sentido, salta a la vista el ¿Por qué regular al convenio colectivo en un proceso especial independiente, si este esta dentro del ámbito del conflicto colectivo-normativo y por ende del Proceso de Conflictos Colectivos?, según jurisprudencia del Tribunal Constitucional (en adelante TC), exactamente la sentencia Nº0008-2005-AI que posee la categoría de Pleno Jurisdiccional, el cual en el fundamento C.4.4.2, manifiesta que “el convenio colectivo posee una característica esencial denominada “la supraordinación del convenio colectivo ,que por su contexto pose un carácter de norma jurídica especial y por lo tanto tiene primacía sobre el contrato de trabajo; ello en virtud  a que  el  primero puede modificar los aspectos de la relación laboral pactada a título individual, siempre que sea favorable al trabajador”, es por este carácter especial que posee el convenio normativo que es tratado independientemente y no en el PCC.

De esta manera, el convenio colectivo a pesar de su origen contractual, la eficacia normativa de este implica que la regulación contenida en él “actúa de manera general, abstracta y automática sobre todas las posibles situaciones presentes o futuras comprendidas en el supuesto de hecho de la cláusula en mención” y que se aplica, directa e inmediatamente, a las relaciones incluidas en su ámbito, es imperativa para los sujetos del contrato de trabajo, de tal forma que no pueden pactar condiciones menos favorables o contrarias a las fijadas en aquel y que los derechos establecidos con tal carácter en el convenio son indisponibles para el trabajador. La necesidad de que el convenio colectivo se someta al control judicial se basa en que al tener carácter de norma jurídica, politiza el ordenamiento y por ende ha de someterse al test de constitucionalidad y de legalidad al que se someten todas las normas. En este caso el carácter de norma jurídica que posee el convenio colectivo obliga y ordena al legislador a que garantice el derecho a la negociación colectiva y la fuerza vinculante de los convenios colectivos, incorporando estos al ordenamiento jurídico como fuente de derecho.

Este proceso de Impugnación de Convenio Colectivo (en adelante PEICC), verificaría la legalidad de las clausulas y el propio convenio colectivo, ya que al tener carácter de norma jurídica pueden ser objeto de conflictos sobre interpretación errónea, afectación de la legalidad vigente, afectación a los trabajadores y vulneración de derechos hacia terceras personas, este nuevo proceso seria una opción más aparte del ya estudiado Proceso Impugnativo de Laudos Arbitrales Económicos y del anteriormente mencionado PCC (que tampoco esta regulado en nuestra normativa peruana), puesto que el ya mencionado PCC no se encuentra regulado en la normativa laboral peruano y su inclusión seria un gran paso para la resolución de este tipo de conflictos.

De esta manera, el PEICC se considera un proceso “especial paralelo al proceso de conflictos colectivos”, el cual ambos poseen el mismo trámite, pero es una modalidad singular y sustantiva que introduce especialidades relevantes, por este motivo su tratamiento es independiente al de conflictos colectivos. La impugnación de convenios colectivos se sustenta en que “la relación de trabajo se encuentra normada, con carácter preferente, por los convenios colectivos, cuya eficacia y fuerza de obligar dimana de la capacidad normativa que en esta materia reconoce a los interlocutores sociales como son la constitución y el estatuto de los trabajadores, reflejo del derecho a la negociacióncolectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios”.

Objeto del Proceso Especial de Impugnación de Convenios Colectivos.

El cometido del órgano judicial, en esta novedosa modalidad procesal consiste genéricamente en “contrastar la norma impugnada con el resto del ordenamiento jurídico, declarando en su caso, la invalidez de la norma controvertida”, ya que teniendo en cuenta lo establecido por la doctrina comparada, el convenio colectivo puede ser impugnado, “a) cuando se estima que conculca la legalidad vigente, b) lesiona gravemente el interés de tercero”. Tal impugnación supone una “vía directa y satisfactoria para realizar el control de la legalidad del convenio”, en consecuencia se ataca directamente la legalidad de lo regulado en el convenio, de este modo, el órgano jurisdiccional efectúa el pronunciamiento directo acerca de su adecuación a los imperativos de normas jerárquicamente superiores. De tal manera, “el fallo que se emita anulará el clausulado del convenio en relación con todos los sujetos incluidos dentro del ámbito de aplicación de la norma convencional”; pero, precisamente lo que caracteriza a una pretensión impugnatoria es el hecho de tratarse de un grupo genérico de trabajadores, en otros términos, resulta imposible imaginar una acción de impugnación que será articulable por un proceso ordinario en base a que adolece de conflicto colectivo.

Aquí nos encontramos por ejemplo ante el cuestionamiento por parte de un trabajador de la aplicación de una cláusula del convenio colectivo que le es extensivo; la relativa al otorgamiento de una bonificación por retorno de vacaciones. Lo que decida el Juez laboral tendrá implicancias en el colectivo de trabajadores a quienes se les aplique el convenio, por ello, es válido el actuar del sindicato en la medida que de la solución al conflicto individual se derivará de un interés colectivo defendido por este, ya que según lo analizado, la propia normativa (en el caso español) le brinda la legitimidad para que pueda tutelar tales intereses colectivos en el proceso especial de impugnación de convenios colectivos.

En consecuencia, cabe resaltar y diferenciar entre lo que es el resultado de la negociación entre partes ( texto del convenio colectivo) y toda la fase precedente que va desde la negociación hasta la adopción del acuerdo final y su remisión a la AAT a efectos de su registro y publicación, tal separación entre el texto de la norma convencional (convenio colectivo) y el proceso negocial, lleva en principio a afirmar que sólo el primero de ellos es objeto directo del proceso de impugnación del convenio colectivo. No obstante, hay que tener en cuenta que de forma indirecta, el presente proceso especial se emplee como “medio de apreciación de la licitud de la fase previa negocial”, en la medida en que la legalidad global del convenio finalmente aprobado sea puesta en duda por los demandantes, basándose para ellos en las infracciones cometidas a lo largo del proceso de negociación colectiva, de esta manera la resolución judicial necesariamente tendrá que entrar en el análisis de la corrección legal del citado proceso.

¿Como seria la participación del Sindicato en el Proceso Especial de Impugnación de Convenios Colectivos?

La impugnación de un convenio colectivo, basados en la doctrina comparada, en este caso la Española, se encuentra en las estipulaciones del artículo Nº 163 de la LRJS, la cual señala que “la legitimación activa para impugnar un convenio colectivo, cualquiera que sea su eficacia, por los tramites del Proceso de Conflictos Colectivos corresponde: a) si la impugnación se fundamenta en la ilegalidad, a los órganos de representación legal o sindical de los trabajadores, sindicatos. b) si el motivo de la impugnación fuera la lesividad a terceros cuyo interés haya resultado gravemente lesionado. No se tendrá por terceros a los trabajadores y empresarios incluidos en el ámbito de aplicación del convenio”.

Según lo analizado, la idoneidad de la vía del PEICC, “consolida la facultad de las representaciones colectivas de trabajadores para que procedan directamente a efectuar la impugnación”, de esta manera, los sindicatos poseen legitimidad para impugnar directamente la legalidad de un convenio colectivo, con lo cual corresponderá “solo” a los sindicatos la legitimación para impugnar el presente convenio (entendido únicamente para tratar la ilegalidad del convenio). No se puede olvidar al efecto, que la negación de legitimación activa a los trabajadores y empresarios a titulo individual no los pone en situación de indefensión, en este sentido, el Tribunal Constitucional Español (en adelante TCE) sostiene que “el interés particular de trabajadores individuales incluidos bajo el ámbito de un convenio colectivo no les legitima para demandar la nulidad, anulabilidad o inaplicación genérica del mismo, pues el vicio alegado afecta necesariamente a un colectivo, titular por tanto del correspondiente interés general, absoluto e indivisible, lo que lleva consigo que tal legitimación activa pueda atribuirse solo a aquellos sujetos que representen dichos intereses”.

Efectos del Proceso Especial de Impugnación de Convenios Colectivos.

El efecto principal recaerá en la emisión y el propio contenido de la resolución judicial, tratándose de una pretensión impugnatoria, no puede ser otro que el de declaración de validez o no del convenio colectivo correspondiente. En caso de ser una resolución estimatoria del convenio impugnado o exclusivamente de la parte que se considere ilegal o lesiva.

· En este sentido y como efecto principal del PEICC, es la “nulidad total del convenio colectivo que viene determinada por infracciones cometidas a lo largo del proceso negocial”, estas a su vez pueden determinar la nulidad de toda la fase de negociación del convenio, o bien simplemente el retrotraer el proceso negocial a un momento determinado por haber sido en ese instante cuando se cometió el incumplimiento de las exigencias legales correspondientes, lo que no debe dar lugar a la nulidad de los pasos previos.

A modo de conclusión.

Nuestra legislación actual, recaída en la NLPT legitima de una manera positiva a la organización sindical con respecto a la defensa de intereses colectivos regulado en el articulo Nº 8.2, 8.3 y 9.2 de la NLPT, en este sentido, la doctrina peruana debería acoger la teoría de a representación de carácter institucional extrínseca, ya que según esta, “los efectos de la representación colectivas recaerían tanto a los afiliados como a los no afiliados de acuerdo al interés del colectivo que se pretende tutelar”. Además, se pudo aprecia una notable inobservancia de la tutela de conflictos jurídicos-colectivos en nuestra legislación, los cuales son controversias que se originan en la aplicación o interposición de una norma preexistente (ley, contrato, estatutos, convención colectiva, pacto colectivo) y que no es tutelada en la NLPT, ya que esta ultima únicamente regula una parte del interés colectivo como lo es el interés colectivo-económico, a través del Proceso Impugnativo de Laudos Arbitrales Económicos y este únicamente pretende solucionar problemas de interés únicamente monetario y no de derecho como sucede normalmente en los procesos individuales laborales, pero, volviendo a la problemática, no se tuvo en cuenta la existencia de conflictos jurídico-colectivos y que afectan tanto al colectivo de trabajadores afiliados al sindicato como a los no afiliados.

Por poseer un “carácter de especialidad el conflicto colectivo” es que debe tener un tratamiento especial, idóneo y de manera autónoma dentro del proceso laboral, ya que tiene caracteres puntuales que lo distinguirán de otros procesos, como el carácter especial que posee la sentencia y la legitimación especial que poseerán las organizaciones sindicales para poder interponerlo en defensa del colectivo afectado; sobre este punto recae nuestra propuesta de instaurar una doble vía, radicada en el hecho de una adecuada tutela del interés colectivo en su expresión jurídico-colectiva (que no se encuentra del todo regulada en la NLPT); de este modo se propone el Proceso de Conflictos Colectivos, en los cuales únicamente serán objeto de tal proceso aquellas afectaciones a intereses generales de un colectivo y que tengan origen en la aplicación e interpretación de una norma estatal, convenio colectivo o acuerdos de empresa, además se propone el Proceso Especial de Impugnación de Convenios Colectivos, el cual únicamente se podrá impugnar aquellos convenios colectivos cuando este vulnera la legalidad vigente o lesiona derechos de terceros; estas serian propuestas muy interesantes a tener en cuenta por nuestros legisladores ya que ayudarían a una dinámica y completa tutela del interés colectivo y aliviarían a un “mal genérico” de nuestro sistema judicial el cual es su extenuante carga procesal.

BIBLIOGRAFÍA

Libros:

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Revistas.

9. CRUZ VILLALÓN, Jesús, “La Intervención de las Representaciones Colectivas en el Proceso de Trabajo”, En: Lecturas Sobre la Reforma del Proceso Laboral, Ministerio de Justicia, Madrid, 1991.

10. CRUZ VILLALON, Jesús, “Las Modalidades Procesales de Carácter Colectivo y Sindical en el Nuevo Texto de la Ley de Procedimiento Laboral”. En: Lecturas sobre la Reforma del Proceso Laboral, Ministerio de Justicia, Madrid, 1991.

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15. UGAZ OLIVARES, Mauro, “Derechos Laborales Colectivos en la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional”, En: II Congreso Nacional de la Sociedad Peruana de Derecho al Trabajo y de la Seguridad Social.

Jurisprudencia.

16. STC del 5 Enero del 2006 [Expediente Número N°3311-2005-PA/TC]

17. STC de la Segunda Sala Laboral de Lima [Expediente Número 4169-98-IDL-A]

18. STC de la Sala Laboral del Callao [Expediente Número 98-471-070701-JL04]

19. STCE del 29 de noviembre de 1982 [Expediente Número N°70/1982]

20. STCE del 30 de noviembre de 1982 [Expediente Número N°70/1982]

21. STCE del 14 de febrero del 2005 [Expediente Número N°28/2005]

22. STCE del 4 de Mayo de 1990 [Expediente Número N°81/1900]

23. STCE del 26 de Diciembre de [Expediente Número N°9635/1997]

� Abogado por la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, Asociado en VEMCO Project Management Consulting, Maestrante en Derecho & Empresa en la Escuela de Postgrado de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo.

� STC del 5 Enero del 2006 [Expediente numero N°3311-2005-PA/TC], Fundamento Jurídico. Nº1, es conveniente recordar que los sindicatos de trabajadores no son entidades cuya creación obedezca a la satisfacción de intereses ajenos a quienes lo conforman, sino, contrariamente, su objetivo primordial lo constituye la defensa de los derechos e intereses de sus miembros.

� De esta manera, el sindicato podrá intervenir en la defensa de intereses, tales como: 1) intereses propios de los representantes colectivos; 2) intereses colectivos del grupo al que pretenden repre�sentar; 3) intereses individuales, pero de trascendencia sindical y, 4) intereses es�trictamente individuales, CRUZ VILLALÓN, Jesús, “La Intervención de las Representaciones Colectivas en el Proceso de Trabajo”, En: Temas Laborales, Consejo Andaluz de Relaciones Laborales, Nº 15, 1989, p. 43; En la Ley Nº 29497 se observa solamente la tutela de tres de ellos, faltando una regulación sobre aquellos intereses individuales propios de cada trabajador, pero que su afectación puede acarrear consecuencias y relevancia a todo el colectivode trabajadores

� El Decreto Supremo N°003-80-TR del 26 de abril de 1980, derogó el Decreto Supremo N° 007-71-TR, estableciendo una nueva y única regulación de los procesos laborales. Este Decreto Supremo retomó aspectos fundamentales de su norma antecesora pero le introdujo variaciones sobre todo en materia de Comunidades Laborales e igualmente en el tema relativo a la reposición, pues el Decreto Ley N°22126 del 21 de marzo de 1978 que era la nueva ley sobre la materia, pero con un contenido menos protector del trabajador.

� Ley Nº26636, Ley Procesal de Trabajo, cuerpo normativo legal que ha regulado nuestro proceso de trabajo desde junio del año 1996 hasta julio del año 2010.

� Ley N º29497, Nueva Ley Procesal de trabajo, cuerpo normativo promulgado el 15 de enero del año 2010, esta norma legal ha derogado a la Ley Nº26636. según la novena disposición com�plementaria de la Ley Nº29497, esta entró en vigencia en julio de 2010

� Artículo Nº 8.2 NLPT Los sindicatos pueden comparecer al proceso laboral en causa propia, en defensa de los derechos colectivos y en defensa de sus dirigentes y afiliados.

� Artículo Nº 8.3 NLPT. Los sindicatos actúan en defensa de sus dirigentes y afiliados sin necesidad de poder especial de representación; sin embargo, en la demanda o contestación debe identificarse individualmente a cada uno de los afiliados con sus respectivas pretensiones. En este caso, el empleador debe poner en conocimiento de los trabajadores la demanda interpuesta. La inobservancia de este deber no afecta la prosecución del proceso.

� Artículo Nº 9.2 NLPT. Cuando se afecten los derechos de libertad sindical, negociación colectiva, huelga, a la seguridad y salud en el trabajo y, en general, cuando se afecte un derecho que corresponda a un grupo o categoría de prestadores de servicios, pueden ser demandantes el sindicato, los representantes de los trabajadores, o cualquier trabajador o prestador de servicios del ámbito.

� Se presenta cuando las normas legitiman a sujetos no titulares de las relaciones jurídicas sustanciales o de los intereses en juego, a pretender la prestación de la actividad jurisdiccional al lado o con exclusión de los sujetos titulares HURTADO REYES, Martín, Fundamentos del Derecho Procesal Civil, 1ªed, Lima, Idemsa, 2009, p.277; se aplica cuando se ejercita una acción por un derecho ajeno pero en interés y nombre propio BANACLOCHE PALAO, Julio, CUBILLO LOPEZ, Julio, Aspectos Fundamentales de Derecho Procesal Civil, 1ªed, Madrid, Servicio de Publicaciones de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, 2004, p. 114.

� Articulo Nº 88 LPT. Impugnación de Laudos Arbitrales. Cualquiera de las partes que haya intervenido en un procedimiento arbitral derivado de la negociación colectiva, puede impugnar el laudo recaído en aquel, ante la Sala Laboral o Mixta de la jurisdicción correspondiente.

� UGAZ OLIVARES, Mauro, Derechos Laborales Colectivos en la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional, ubicado en II Congreso Nacional de la Sociedad Peruana de Derecho al Trabajo y de la Seguridad Social, p.394.

� Cfr. UGAZ OLIVARES, Mauro, Op. Cit, p. 394.

� Cfr. MARTIN VALVERDE, Antonio, RODRIGUEZ SAÑUDO GUTIEREZ, Fermín, GARCIA MURCIA, Joaquín, Derecho del Trabajo. 16ªed, Madrid, Tecnos, 2007.

� ROMERO PALACIOS, Luis Miguel, “El Arbitraje Laboral como medio de Solución de Conflictos Colectivo-Económicos”, En: Soluciones Laborales, Gaceta Jurídica, Lima, Julio 2012, p.93.

� ORTIZ LALLANA, María del Carmen, La Intervención del Sindicato en el Proceso de Trabajo, 1ªed, Madrid, Consejo Económico y Social, 1994, p. 119.

�La doctrina Peruana atribuye a la tutela de intereses colectivos una legitimad extraordinaria especial; en el caso Español se le reconoce como representación de carácter institucional efectuada por la llamada persona jurídica representativa. La representación institucional puede ser explícita “cuando la relación institucional se produce de modo voluntario, de manera que la adhesión a una institucional comporta una aceptación de su sistema jurídico y por lo tanto de su sistema representativo o implícita “cuando el ordenamiento jurídico confiere a un ente la defensa y gestión de los derechos e intereses de categorías o grupos de personas

� En la doctrina Española existe y se aplica la figura denominada “la Representación Institucional Implícita”, en lo cual, con respecto a la tutela del interés colectivo por parte del sindicato, no solo el sindicato actúa en defensa de sus afiliados, sino de la colectividad de trabajadores afectados al conflicto. CRUZ VILLALÓN, Jesús, “La Intervención de las Representaciones Colectivas en el Proceso de Trabajo”, Ibídem, p. 302. De esta manera en aplicación al caso peruano respecto de la intervención del sindicato en defensa de intereses colectivos, nos encontramos frente a este mismo tipo de representación, en la medida que es la Ley la que confiere a los sindicatos la función de representar a la colectividad en defensa de intereses colectivos pero no solo del propio ámbito, sino además de aquellos trabajadores que no perteneciendo al sindicato se vean también afectados por el conflicto colectivo, con lo cual la resolución judicial va a producir efectos inmediatos sobre los intereses de los trabajadores (afiliados y no afiliados al sindicato) afectados por el conflicto. Sentencia del Tribunal del Constitucional Español (en adelante STCE) del 30 de noviembre de 1982 [Expediente Número N°70/1982], Fundamento Jurídico Nº 41, la doctrina Española respecto a los sindicatos será preciso traer a colación lo que la presente resolución trata sobre la “representación institucional implícitas”, conforme a la cual el sindicato actúa en defensa de los derechos e intereses de la totalidad delos trabajadores y no solamente de los sindicatos. De esta manera, las partes han de actuar en defensa de la totalidad de afectados por el conflicto y no exclusivamente de sus afiliados.

�STCE del 29 de noviembre de 1982 [Expediente Número N°70/1982], Fundamento jurídico Nº 88.

�BAZ TEJEDOR, José Antonio, La Tutela de los Derechos Fundamentales en el Proceso de Trabajo, Lex Nova, Valladolid, 2006, p. 116.

�BAZ TEJEDOR, José Antonio, Op. Cit, p. 116.

�STCE del 30 de noviembre de 1982 [Expediente Número N°70/1982], Fundamento Jurídico Nº 6.

� Se presenta cuando las normas legitiman a sujetos no titulares de las relaciones jurídicas sustanciales o de los intereses en juego, a pretender la prestación de la actividad jurisdiccional al lado o con exclusión de los sujetos titulares, HURTADO REYES, Martin, Fundamentos de Derecho Procesal Civil, Ibídem, p.277; se ejercita una acción por un derecho ajeno pero en interés y nombre propio, BANACLOCHE PALAO, Julio, CUBILLO LOPEZ, Ignacio, Aspectos Fundamentales de Derecho Procesal Civil, Ibídem, p. 114.

� Segunda Sala Laboral de Lima, [Expediente Número 4169-98-IDL-A], Fundamento Jurídico. Nº 9, la sentencia emitida por la Segunda Sala Laboral de Lima sobre incumplimiento de normas legales y convencionales, en los seguidos por el Sindicato de Trabajadores Mineros contra Compañía de Minas Buenaventura S.A, en ella se señala que “la configuración del conflicto colectivo exige que los intereses en juego correspondan al grupo a diferencia del conflicto individual en el cual pudiendo existir incluso una pluralidad de sujetos (litisconsorcio activo), este responde a intereses en pugna de sujetos aislados al tener carácter colectivo el conflicto, se atribuye su tutela judicial a las organizaciones sindicales que tienen la representación colectiva”; Sala Laboral del Callao, [Expediente Número 98-471-070701-JL04], Fundamento Jurídico Nº 3 y 4. Caso Federación Nacional de Trabajadores de la Empresa nacional de Puertos contra ENAPU S.A, se manifiesta que “los conflictos de aplicación e interpretación de los convenios colectivos son conflictos jurídicos colectivos”� y por lo tanto al sindicato “no puede negársele legitimación para obrar cuando sustenta su pretensión en una convención

�STCE del 14 de febrero del 2005 [Expediente Número N°28/2005], Fundamento Jurídico. Nº 3.

�El articulo Nº154 LRJS. establece quienes se encuentran legitimados para promover procesos sobre conflictos colectivos, son: a) los sindicatos cuyo ámbito de actuación se corresponda o sea mas amplio que el del conflicto, asimismo el articulo N° 155 LRJS, establece que “ en todos caso los sindicatos representativos de conformidad con los artículos N°6 y 7 de la Ley Orgánica de Libertad Sindical Española (en adelante LOLS); las asociaciones empresariales representativas en los términos del articulo N° 87 del texto refundido de la Ley del estatuto de los trabajadores y los órganos de representación legal o sindical podrán apersonarse como partes en el proceso, aun cuando no lo hayan promovido, siempre que su ámbito de actuación se corresponda o sea más amplio que el del conflicto”.

� La doctrina ha establecido también una diferenciación entre los llamados conflictos jurídicos o de aplicación que son aquellos que derivan de discrepancias relativas a la interpretación de una norma preexistente, estatal o convenida colectivamente y los conflictos económicos o de intereses que tienden al establecimiento de nuevas condiciones de trabajo cuya solución se encontrara en el convenio colectivo, actividad normativa no ejecutiva de lo previamente normado.

�Articulo N° 153 LRJS, se tramitan a través del presente proceso las demandas que afecten intereses generales de un grupo genérico de trabajadores o un colectivo genérico susceptible de determinación individual y que versen sobre la aplicación e interpretación de una norma estatal, convenio colectivo, cualquiera que sea su eficacia, pactos o acuerdos de empresa, o de una decisión empresarial de carácter colectivo, o práctica de empresa y de los acuerdos de interés profesional de los trabajadores autónomos económicamente dependientes. También se tramitará en este proceso la impugnación de convenios colectivos de conformidad con lo dispuesto en capitulo IX del presente titulo.

�MONTERO AROCA, Juan, CARRATALA TERUEL, José Luis, MEDIAVILLA CRUZ, María Luisa, Proceso Laboral Práctico, 1ªed, Navarra, Aranzadi, 2003, p. 629.

� Articulo N° 50 NLPT. Además de los requisitos de la demanda, la sala laboral verifica si esta se ha interpuesto dentro de los diez (10) días hábiles siguientes de haberse notificado el laudo arbitral que haciendo las veces de convenio colectivo resuelve el conflicto económico o de creación de derechos, o su aclaración; en caso contrario, declara la improcedencia de la demanda y la conclusión del proceso (…).

�CRUZ VILLALON, Jesús, “Las Modalidades Procesales de Carácter Colectivo y Sindical en el Nuevo Texto de la Ley de Procedimiento Laboral”. En: Lecturas sobre la Reforma del Proceso Laboral, Ministerio de Justicia, Madrid, 1991, p. 465.

�ESPINOZA ESCOBAR, Javier Hildebrando, “La Legitimidad para Obrar de los Sindicatos. A propósito de la Nueva Ley Procesal de Trabajo”, En: Actualidad Jurídica, Lima, 2010, p. 3.

� Convenio Nº 87 de la OITde 1948 referido sobre “La Libertad Sindical y la protección del Derecho de Sindicación”.

� Artículo N° 3 del Convenio N°87. 1) Las organizaciones de trabajadores y de empleadores tienen el derecho de redactar sus estatutos y reglamentos administrativos, el de elegir libremente a sus representantes, el de organizar su administración y sus actividades y el de formular su programa de acción. 2) Las autoridades públicas deberán abstenerse de toda intervención que tienda a limitar este derecho o a entorpecer su ejercicio legal.

� OIT, Libertad sindical y negociación colectiva, Estudio general de las memorias sobre el Convenio (núm. 87) sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948, y el Convenio (núm. 89) sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva, 1949, Informe de la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones, CIT 1994, Ginebra, 1994, p. 60. Este precepto ha sido interpretado en el sentido que “la libertad sindical confiere a las organizaciones de trabajadores el derecho de organizar con plena libertad sus actividades y de formular su programa de acción, con miras a defender todos los intereses profesionales de sus miembros, dentro del respeto de la legalidad; Recopilación de decisiones y principios del Comité de Libertad Sindical del Consejo de Administración de la OIT, Op Cit, p.109. Por otra parte, el Comité de Libertad Sindical ha señalado reiteradamente que “la libertad sindical no implica solamente el derecho de los trabajadores y empleadores a constituir libremente asociaciones de su elección, sino también el de las asociaciones profesionales mismas a entregarse a actividades lícitas en defensa de sus intereses profesionales o colectivos

�La Libertad de Asociación y la Libertad Sindical y el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva, fue establecido como uno de los principios relativos a los derechos fundamentales, por la Declaración de Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo de la OIT, aprobada en la 86 reunión de la C.I.T en Ginebra, en junio de 1998.

� DE LA VILLA GIL, Luis Enrique, Ley de Procedimiento Laboral. Comentada y con Jurisprudencia, 1ªed, Madrid, La Ley, 2006, p. 1122.

� El Proceso de Conflictos Colectivos, que está relacionado con la libertad de funcionamiento de las organizaciones sindicales de empleadores y de trabajadores, una de las expresiones de la Libertad Sindical.

� Artículo N°159 LRJS. Este proceso tendrá carácter urgente. La preferencia en el despacho de estos asuntos será absoluta sobre cualesquiera otros, salvo los derechos fundamentales y libertades públicas.

�Artículo N°151.1 LRJS.

� La controversia recaída en el Proceso de Conflictos Colectivos sometida al criterio del juzgador ha de cumplir un triple requisito: Criterio Objetivo: al ser necesaria la presencia de un grupo genérico de trabajadores, “entendiendo como tal no la mera pluralidad, suma o agregado de trabajadores en general igualmente considerados, sino un conjunto estructurado a partir de un elemento de homogeneidad”; Criterio Subjetivo: ha de quedar afectado el interés general del colectivo, definido como “un interés indivisible correspondiente al grupo en su conjunto y por tanto, no susceptible de fraccionamiento entre sus miembros, es preciso que tal interés esté afectado en la condición de miembros de un grupo y no una mera acumulación de pretensiones similares o incluso idénticas”; Criterio Medial: ha de versar sobre “la aplicación e interpretación de una norma jurídica, un convenio colectivo o una decisión o práctica empresarial, esta es una pretensión basada en la afectación de un derecho colectivo de índole jurídico”, en este sentido nunca podrá consistir en “una controversia de contenido económico o de reglamentación”. CRUZ VILLALÓN, Jesús,“La Intervención de las Representaciones Colectivas en el Proceso de Trabajo”, Ibidem, p.396.

� La controversia en los procesos de conflictos colectivos se centra en derechos ya existentes, admitiendo y posibilitando por ello una solución jurisdiccional, a diferencia de los conflictos de intereses económicos en los que la pretensión de las partes es bien modificar una norma o acuerdo preexistente, procediendo a su sustitución, o bien crear una norma donde no existe, estando en cualquiera de los casos ante un conflicto de creación de derecho.

� ORTIZ LALLANA, María del Carmen, La Intervención del Sindicato en el Proceso de Trabajo, Ibídem, p. 243

� STCE del 26 de Diciembre de 1997 [Expediente Número N°9635/1997], Fundamento Jurídico Nº 5, La legitimación vendrá determinada por el ámbito del conflicto. Presenta además, una clara referencia por las representaciones colectivas de trabajadores y empresarios, el trabajador individual carecerá de capacidad a estos efectos (salvo que sea un interés jurídico-colectivo individual que posea relevancia colectiva, en este sentido se tramitara vía proceso abreviado laboral) y únicamente el empleador podrá actuar a titulo particular, podrán actuar en esta clase de procesos siempre que actúen en defensa de los intereses de sus representados.

� Artículo N°154, inc c) LRJS.

� Artículo N°154, inc a) y b) LRJS.

� No compartimos la opinión que establece la doctrina Española, ya que el interés primigenio del colectivo de trabajadores pertenece a ellos mismo y no a organización sindical; el hecho de que por mecanismo de una mejor protección y tutela el sindicato tenga la obligación de la tutela del interés colectivo no quiere decir que se le va a eliminar, no reconocer y excluir de plano al colectivo de trabajadores, como así sostiene la normativa comparada.

� El sindicato puede intervenir en defensa de intereses individuales con trascendencia sindical, ya que según el articulo Nº 8.2 y Nº 9.2 de la NLPT es el sindicato quien puede intervenir en la defensa de la libertad sindical, que es un derecho colectivo pero en su aspecto individual, como es evidente corresponde a cada trabajador individualmente considerado en principio la tutela de tales derechos, de esta manera tomando como referencia la normativa comparada, es la LOLS- Real Decreto Legislativo Nº11/1985 en su artículo Nº 14 manifiesta que “en este tipo de tutela de derechos, el sindicato puede intervenir como un colaborador, con la finalidad de ayudar procesalmente a las partes”, conjugando lo señalado anteriormente con nuestra normatividad, según lo estipulado por el articulo Nº 97 del Código Procesal Civil el sindicato puede intervenir como un “tercero coadyuvante”, en consecuencia es importante la regulación de la tutela de este tipo de derechos en nuestro ordenamiento jurídico laboral.

�El Proceso Abreviado Laboral es una vía igualmente satisfactoria que el Amparo Laboral para la tutela del Derecho de Libertad Sindical, así como lo establece el Pleno Jurisdiccional Laboral 2012.

�Articulo Nº 160 LRJS. La sentencia firme de conflicto colectivo producirá efectos de cosa juzgada sobre los procesos individuales pendientes de resolución o que puedan plantearse, que versen sobre idéntico objeto.

� CRUZ VILLALON, Jesús, “Las Modalidades Procesales de Carácter Colectivo y Sindical en el Nuevo Texto de la Ley de Procedimiento Laboral”. Ibídem, p.420. Ellos supone que en un virtual proceso individual, que pudiera plantearse con posterioridad a la sentencia colectiva, no se podrán reproducir las cuestiones que fueron resueltas en el proceso colectivo, ello no limita la procedibilidad de un proceso individual posterior, sino que lo limita al análisis de las circunstancias personales de las partes del proceso, a la constatación de hasta qué punto concurren en dichas personas las circunstancias de hecho determinantes de la interpretación efectuada con carácter genérico en el proceso colectivo.

� MONTERO AROCA, Juan, CARRATALA TERUEL, José Luis, MEDIAVILLA CRUZ, María Luisa, Proceso Laboral Práctico, Ibídem, p. 268-287.

�Artículo Nº 43 LRCT, f) debe formalizarse por escrito en tres ejemplares, uno para cada parte y el tercero para su presentación a la autoridad de trabajo con el objetivo de su registro y archivo; Los puntos importantes en que radica un convenio colectivo son: 1) los sujetos que lo celebran (representantes de los trabajadores y empresarios), 2) el procedimiento negocial a través del cual se alcanza el acuerdo, 3) el objeto sobre el que incide y que constituye su contenido posible (regulación de las condiciones de trabajo y empleo y de las relaciones laborales, 4) la forma escrita en que se presenta.

�Artículo Nº 41 LRCT, convención colectiva de trabajo es el acuerdo destinado a regular las remuneraciones, las condiciones de trabajo y productividad y demás, concernientes a las relaciones entre trabajadores y empleadores, celebrado de una parte, por una o varias organizaciones sindicales de trabajadores o, en ausencia de éstas, por representantes de los trabajadores interesados, expresamente elegidos y autorizados y de la otra, por un empleador, un grupo de empleadores o varias organizaciones de empleadores (…).

�Artículo Nº 28 CPP, el estado reconoce los derechos de sindicación, negociación colectiva y huelga. Cautela su ejercicio democrático: 1. Garantiza la libertad sindical, 2. Fomenta la negociación colectiva y promueve formas de solución pacifica de los conflictos laborales. La convención colectiva tiene fuerza vinculante en el ámbito de lo concertado (…).

� Articulo Nº 42 LRCT, la convención colectiva de trabajo tiene fuerza vinculante para las partes que la adaptaron. Obliga a éstas, a las personas en cuyo nombre se celebró y a quienes les sea aplicable, así como a los trabajadores que se incorporen con posterioridad a las empresas comprendidas en la misma, con excepción de quienes ocupan puestos de dirección o desempeñan cargos de confianza.

� La Recomendación N°91 de la OIT señala la fuerza normativa que poseen los convenios colectivos, en la cual expresamente señala�; a) Todo convenio colectivo debería obligar a sus firmantes, así como a las personas en cuyo nombre se celebre el contrato. Los empleadores y los trabajadores obligados por un convenio colectivo no deberían poder estipular en los contratos de trabajo disposiciones contrarias a las del convenio colectivo; b) Las disposiciones en tales contratos de trabajo contrarias al contrato convenio colectivo deberían ser consideradas como nulas y sustituirse de oficio por las disposiciones correspondientes del convenio colectivo; c) Las disposiciones de los contratos de trabajo que sean más favorables para los trabajadores que aquellas previstas por el convenio colectivo no deberían considerarse contrarias al convenio colectivo, Recomendación N°91 de la Recopilación de decisiones y principios del Comité de Libertad Sindical del Consejo de Administración de la OIT, Op. Cit, III efectos de los convenios colectivos.

�ESPINOZA ESCOBAR, Javier, “La Eficacia Limitativa del Convenio Colectivo derivada de la menor representatividad: A propósito de la casación Nº 2864-2009-Lima”, en: Revista de Investigación Jurídica IUS, Volumen I, Chiclayo, Enero-Junio del 2011. En este mismo sentido VALVERDE, Antonio Martín, RODRIGUEZ-SAÑUDO GUITIERREZ, Fermín, GARCIA MURCURCIA, Joaquín, Ibídem, p.343. en el mismo sentido, MONTOYA afirma que la naturaleza normativa del convenio colectivo genera, cuando menos, dos efectos : 1) que el contenido normativo del convenio colectivo se imponga a la del contrato individual de trabajo, el cual no puede establecer válidamente condiciones que perjudiquen al trabajador por ser menos favorables o contrarias a las fijadas en convenio colectivo; 2) la indisponibilidad de los derechos reconocidos al trabajador por normas estatales de derecho necesario alcanza también a los derechos establecidos con carácter mínimo en los convenios colectivos, derechos que ni pueden ser reducidos o anulados ni siquiera por vía de absorción en un conjunto de mejoras individuales ulteriores.

�LOPEZ CUMBRE, Lourdes, La Impugnación del Convenio Colectivo por Sujeto Firmante, 1ª ed, Madrid, Cinca, 2006, p.71.

� ORTIZ LALLANA, María del Carmen, Ibídem, p. 205-206

�Artículos N°90.5 Et y N°163 LRJS.

�CRUZ VILLALON, Jesús, “Las Modalidades Procesales de Carácter Colectivo y Sindical en el Nuevo Texto de la Ley de Procedimiento Laboral”. Ibídem, p. 445.

� De esta manera, el presente proceso tendría por objeto la impugnación abstracta (no solicitud de inaplicación) de un convenio colectivo, de este modo se ejercitara una pretensión dirigida al control de la legalidad de un convenio colectivo pactado entre los representantes de los trabajadores y los empresarios, sobre la adecuación de su clausulado a las prescripciones previstas en la normativa y en general en disposiciones de rango jerárquico superior. CRUZ VILLALON, Jesús, “Las Modalidades Procesales de Carácter Colectivo y Sindical en el Nuevo Texto de la Ley de Procedimiento Laboral”. Ibídem, p. 436.

�CRUZ VILLALON, Jesús, ibídem, “Las Modalidades Procesales de Carácter Colectivo y Sindical en el Nuevo Texto de la Ley de Procedimiento Laboral”, Ibídem, p.437.

�STCE del 4 de Mayo de 1990 [Expediente Número N°81/1900], Fundamento Jurídico Nº4.

�Articulo N°166 LRJS.

�CRUZ VILLALON, Jesús, “Las Modalidades Procesales de Carácter Colectivo y Sindical en el Nuevo Texto de la Ley de Procedimiento Laboral”. Ibídem, p. 447.