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Hoy en día hay pocas cosas de las cuales se puede estar seguro. Hay personas que creen en fantasmas, ángeles, demonios…Pero siempre habrá quienes digan que no son más que ideas estúpidas de personas con mentes perturbadas. Yo tengo completa certeza de algo: lo que vi ese día era real… Había viajado a la ciudad en la que mi hermana se presentaría como parte del grupo de coristas en una orquesta, me quedaría en su casa hasta el día de la presentación y continuamente la acompañaba a los ensayos. El primer día que puse un pie en el auditorio tuve un escalofrío, tenía la sensación de que algo o alguien estaba observándome. Ignoré esa sensación, pero como transcurrían los días se hacía más recurrente. Un día antes de la presentación, mi hermana olvidó su teléfono en el auditorio tras haber ensayado varias horas, así que regresó mientras yo la esperaba en el auto para volver a casa. Pasaron alrededor de treinta minutos y ella aún no regresaba. Estaba un poco preocupada, decidí entrar, seguramente no recordaba en donde lo había dejado. Abrí la puerta lentamente, todas las luces estaban apagadas excepto las del escenario. Caminé hasta allí y voltee a todos lados esperando ver a mi hermana, me sobresalté cuando la puerta del auditorio se cerró en un golpe haciendo eco en el lugar. ― ¡¿Quién está ahí?¡― exclamé No hubo respuesta, estaba poniéndome cada vez más nerviosa. Entonces escuche algo, era… música. Se escuchaba cada vez más cerca, giré la cabeza a ambos lados buscando la fuente del sonido y cuando miré hacia delante distinguí la silueta de alguien en la sombras. Se acercaba caminando por el pasillo, traté de alejarme pero estaba paralizada, mis piernas no respondían y mis manos estaban frías.

Creppypasta- El Réquiem Eterno

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Hoy en da hay pocas cosas de las cuales se puede estar seguro.Hay personas que creen en fantasmas, ngeles, demoniosPero siempre habr quienes digan que no son ms que ideas estpidas de personas con mentes perturbadas. Yo tengo completa certeza de algo: lo que vi ese da era realHaba viajado a la ciudad en la que mi hermana se presentara como parte del grupo de coristas en una orquesta, me quedara en su casa hasta el da de la presentacin y continuamente la acompaaba a los ensayos.El primer da que puse un pie en el auditorio tuve un escalofro, tena la sensacin de que algo o alguien estaba observndome. Ignor esa sensacin, pero como transcurran los das se haca ms recurrente.Un da antes de la presentacin, mi hermana olvid su telfono en el auditorio tras haber ensayado varias horas, as que regres mientras yo la esperaba en el auto para volver a casa.Pasaron alrededor de treinta minutos y ella an no regresaba.Estaba un poco preocupada, decid entrar, seguramente no recordaba en donde lo haba dejado.Abr la puerta lentamente, todas las luces estaban apagadas excepto las del escenario. Camin hasta all y voltee a todos lados esperando ver a mi hermana, me sobresalt cuando la puerta del auditorio se cerr en un golpe haciendo eco en el lugar. Quin est ah? exclam No hubo respuesta, estaba ponindome cada vez ms nerviosa. Entonces escuche algo, era msica. Se escuchaba cada vez ms cerca, gir la cabeza a ambos lados buscando la fuente del sonido y cuando mir hacia delante distingu la silueta de alguien en la sombras. Se acercaba caminando por el pasillo, trat de alejarme pero estaba paralizada, mis piernas no respondan y mis manos estaban fras.El sujeto se detuvo a pocos metros del escenario pero incluso a solo unos pasos de la luz no poda ver su rostro o vestimenta. Entonces habl, era una voz sombra, como or hablar a la misma muerte. El solo escucharla me hel la sangre por completo, recuerdo claramente sus palabras: Te gusta la msica?Sali de la oscuridad y sent como mi respiracin se cortaba. Tena las cuencas de los ojos vacas y una macabra sonrisa se dibujaba en su rostro. Unas manos manchadas de sangre extendieron lo que pareca ser una caja musical, en ella un corazn humano palpitaba al tiempo que la msica sonaba.Mire hacia abajo aterrada, junto a sus pies, un cuerpo sin vida yaca sobre un charco de sangreEste sujeto haba asesinado a mi hermana! No s como lo hice, pero corr fuera del auditorio. A mis espaldas escuch una risa siniestra. Llegu a mi auto y arranque el motor alejndome de ese lugar para siempre.No habl a nadie de lo que vi esa noche. No quera recordarlo, pero tampoco poda olvidarloNo puedo escapar. Ah est, esa maldita meloda est en cualquier lugar en el que me encuentre Estoy enloqueciendo, est en todas partesYa no lo soporto, voy a acabar con esto de una vez por todasLos detectives encontraron esta carta en la casa de la seorita Hayes mientras investigaban las causas de su suicidio. Tras meses de investigacin, encontraron el auditorio mencionado en la carta e inspeccionaron el lugar sin resultados; Sin embargo, uno a uno los oficiales a cargo del caso comenzaron a suicidarse, pero, no era lo nico por lo que se relacionaban, pues a todos los cuerpos les haba sido extrado el corazn, y dejaban cartas similares en las que describan al mismo ser y una meloda que, segn sus palabras, anunciaba la muerte.

Para conocer el origen de esta criatura, debemos adentrarnos en la historia de un alguien que muri hace mucho tiempo, o por lo menos eso se cree.Leith era un joven con gran gusto por la msica clsica. Desde pequeo, sus padres se encargaron de que recibiera una instruccin musical adecuada al ver su inters en ese arte; Sin embargo, sentan inquietud por la poca capacidad para socializar de su hijo, pues a sus diecisis aos, no tena un solo amigo.Hijo, est todo bien en la escuela? Le pregunt su padre un daLa pregunta dej a Leith un poco confundido Por qu no habra de estarlo?Vers Leith, tu padre y yo estamos un poco preocupados por ti continu su madre nunca sales con nadie ni vienen a visitarte, hay algn problema con tus compaeros de clases?Leith se plante como responder. Haba conversado con sus compaeros en la escuela un par de veces, pero en verdad no le interesaba nada de lo que dijeran, as que prefera estar solo. Ah Es solo que no tenemos mucho en comn respondi al final.Dispuestos a todo para que su hijo conviviera con otras personas, los padres de Leith lo inscribieron en una orquesta juvenil, con la esperanza de que si conoca a ms personas interesadas en la msica saldra de su aislamiento.Los ensayos se llevaban a cabo en un auditorio que se encontraba un poco lejos de la ciudad. La tarde en que Leith asisti por primera vez, fue recibido de buen modo por todos, pero l no demostr gran inters. El director de la orquesta le pidi que eligiera un instrumento para que pudiera integrarse a uno de los grupos. Leith escogi un violn y se sent donde le indicaron.T eres el nuevo, cierto? le pregunt un chico que estaba sentado tras l Espero que puedas llevarnos el ritmo, estar aqu no es un juego, eso deberas saberlo.Eso intentar respondi Leith con sorna. El chico no le dirigi la palabra otra vez durante todo el ensayo.Leith aprendi rpidamente las notas y en un par de horas tocaba igual que los chicos que llevaban ms tiempo en la orquesta, hecho que sorprendi a muchos y despert desprecio en otros cuantos.Pas un mes y las esperanzas de los padres de Leith se esfumaron completamente, porque aunque Leith estuviera ms relacionado con sus compaeros de orquesta que con los de la escuela, no hablaba con ellos ms que para pedirles las partituras de las canciones que l no tena y al llegar a casa, se encerraba en su habitacin y tocaba cancin tras cancin durante todo el da.Al segundo mes, Leith lleg al auditorio con una vieja caja de msica que su abuelo le haba obsequiado unos das antes de fallecer debido a una enfermedad cardiaca. Aquella caja era su tesoro ms preciado y el sonido que produca era, para Leith, la obra de un genio.Se la mostr al director con el fin de convencerlo para tocarla en la presentacin que se llevara a cabo en unas semanas; Sin embargo, este se neg. Dijo que se trataba de una cancin demasiado fnebre como para presentarse en el festival musical. Aunque no lo demostr, Leith estaba molesto y por un momento pens que lo mejor sera dejar la orquesta, pero luego pens en lo mucho que le gustaba ese ambiente y decidi quedarse.Lleg el da de la presentacin y todos se preparaban tras el escenario mientras la gente empezaba a llenar el auditorio. Debido a que se trataba de msica clsica, la ropa que usaran era de un estilo victoriano que a Leith le pareci perfecto, mientras que el resto de los msicos se quejaban, pues se sentan ridculos usando tales ropas.Faltaba por lo menos una hora antes de comenzar. Leith miraba a todos lados, ansioso. Entonces vio a Alec, el chico que le haba hablado el primer da de ensayo. Le haca seas para que se acercara. Desde que le dirigi la palabra Leith sinti aversin hacia l, haba algo que no le agradaba pero se acerc con cierta desconfianza.Te veo emocionado dijo Alec guindolo a la parte ms alejada de donde todos se alistaban para la presentacin. Casi no haba iluminacin. En verdad amas la msica, cierto?Eso es ms que evidente respondi Leith.He notado que te gusta estar en el auditorio. Alec dio un paso hacia l con las manos en la espalda.Ms que tu, por supuesto.Alec frunci el ceo y dej caer sus manos a los costados. Con una mano sostena una navaja y con la otra hizo una sea.Entonces te encantar conocer a fondo este lugar.Dos sujetos aparecieron detrs de Leith. Uno lo golpe en la cabeza y lo puso contra el suelo mientras el segundo le vendaba los ojos y le pona cinta en la boca para evitar que gritara.Despus de algunas horas Leith comenzaba a recuperar la conciencia, lo primero que hizo fue escuchar, oa msica, dedujo que estaba cerca por las vibraciones que senta en sus odos. Sinti un dolor agudo en el rostro, saba que sus ojos estaban abiertos pero no voluntariamente, algo mantena sus parpados separados y un filo desconocido se enterraba en su piel.Trat de moverse pero algo en sus tobillos y muecas se lo impeda. Se qued quieto en cuanto escucho unos pasos acercndose junto con unas voces.Bien ya es hora. Esa era sin duda la voz de Alec.Una venda fue retirada de sus ojos y una luz lo deslumbr, pero no poda cerrar sus parpados.hm, parece que est despierto dijo un hombre que se encontraba a su lado.Nadie sabe de este lugar. era la voz de Alec de nuevo. adems, ya me encargue de que todo el mundo piense que se fue porque se puso nervioso.Entonces podemos seguir.dijo otra voz desconocida. Es una ventaja que se est dando el concierto.Leith escuch como si movieran una serie de objetos metlicos y luego el sonido se detuvo. Sinti que la base sobre la que estaba atado bajaba bruscamente, cuando se detuvo, trat de enfocar la imagen de la persona que se inclinaba sobre l pero sus ojos estaban tan irritados que no pudo ver ms que una mancha borrosa. Un dolor agudo se hizo presente cuando sinti como un objeto fri se introduca en uno de sus ojos. Leith comenz a revolverse frenticamente mientras sus gritos eran ahogados por la cinta que cubra su boca.Aquel sujeto retir el objeto metlico al mismo tiempo que sacaba el globo ocular de Leith, accin que repiti con el segundo ojo.El dolor era insoportable y Leith sinti como la sangre corra por los extremos de su cara. No necesitas ojos para escuchar tu adorada msica, Leith. Piensa que le hars un gran favor a otra persona. escuch decir a Alec antes de quedar inconsciente de nuevo a causa del dolor.Pasaron alrededor de veinticuatro horas antes de que Leith despertara. Estaba dbil, su cuerpo vestido con prendas victorianas ensangrentadas se encontraba sentado contra una pared de madera.Usando la poca fuerza que tena, se llev las manos al rostro. No se trataba de una pesadilla. Empez a respirar agitadamente al tocar unos pequeos ganchos que jalaban sus parpados en todas direcciones mientras que el otro extremo de cada uno se incrustaba en la piel que bordeaba esos agujeros oscuros en donde deberan haber estado sus ojos.Se puso de pie a duras penas y trat de andar por ese lugar guindose con sus manos.Entonces escuch algo, eran voces. Desesperado, camin ms rpido. Logr salir de cualquiera que fuera el lugar en el que lo haban encerrado y sigui las voces por un corredor. El sonido de la madera bajo sus zapatos le era familiar, estaba en el auditorio. Las voces se escuchaban ms cerca y su camino fue bloqueado por una gran cortina de seda, pero pudo or lo que decan del otro lado.Lo buscamos por todas partes. dijo una voz masculina. Encontramos sangre en la parte trasera del auditorio lo que nos lleva a pensar que su hijo pudo ser asesinado.Hijo? Sus padres estaban ah?!Le agradecemos todo su esfuerzo, oficial. Esa era la voz de su madre. Pero por alguna razn no sonaba desconsolada, como era de esperarse.Leith era un chico con bastantes problemas. escuch decir a su padre. Cuando lo adoptamos no pensamos que fuera a ser diferente de los dems. Tal vez lo que passimplemente deba suceder. pens Leith quedndose inmvil tras la cortina del escenario. No se movi hasta que escuch a las tres personas abandonar el edificio. Estaba furioso, por primera vez experimentaba la sensacin de un odio creciente hacia cada maldita persona que haba conocido. Toda su parentela lo consideraba extrao, ahora entenda porque nunca le haban demostrado cario, entenda porque lo miraban con desagrado y no dejaban que sus primos pequeos se le acercaran demasiado. La nica persona que realmente lo haba amado, la persona que le haba mostrado la msica, su abuelo. Estaba muerto.Ahora todos crean que a l lo haban asesinado, por lo que ya no tena motivos para volver, y tampoco tena ojos para ver a esas escorias hipcritas. Ya no tena nada para lo cual vivir.Tropez con algo pesado que lo hizo caer al suelo, entonces record esa meloda.Pase sus manos por el suelo hasta encontrar el objeto que lo haba hecho tropezar, cuando lo encontr, lo sostuvo frente as y lo recorri con sus dedos. Su caja de msica.La abri, pero de ella no sala sonido alguno. Leith supuso que el pequeo motor que haca sonar al mecanismo haba dejado de funcionar.Deba encontrar la forma de repararla para satisfacer su necesidad de escuchar el dulce sonido del rquiem que el director de la orquesta haba despreciado.

Pas un mes desde que Alec se haba deshecho de Leith.Le hice un favor a todos. Dijo Alec para s mismo mientras doblaba en la esquina que lo conducira a su casa.Entonces la escuch, una meloda familiar pero distante. No saba en donde la haba escuchado pero trat de ignorarla y sigui su camino; Sin embargo, al llegar a casa y saludar a su familia, la meloda segua all.Lleg la noche y Alec trataba de dormir sin poder dejar de escuchar esa meloda. Se levant cuando escuch un sonido en el jardn y fue a inspeccionar.Sali al fro nocturno y miro los alrededores, entonces la puerta tras l se cerr de golpe. Cuando se gir, lo vi.De pie frente a l, se encontraba Leith. Tena la misma apariencia que cuando lo dej en el auditorio para que se pudriera como la basura que era.Alec estaba perplejo, Cmo demonios es que segua vivo?!Ha dejado de sonar. dijo Leith sonriendo como un maniaco al tiempo que sostena la vieja caja musical que haba llevado consigo al auditorio.Alec se percat de que la meloda haba desaparecido, mir como Leith abra la caja y extraa de ella los restos de un corazn humano, dejndolo caer sobre el pasto.Aquella escena causo en Alec un terror absoluto y por poco vomita. E-eres un maldito enfer se detuvo sintiendo como un cuchillo haca un corte profundo bajo su caja torcica.Leith lo empuj al suelo y saco el cuchillo para luego introducir su mano por el corte, buscando arrancar el corazn de Alec mientras este mora por el desangramiento.Alec dijo sacando su mano de la herida y sosteniendo con fuerza el corazn aun palpitante del cuerpo sin vida. Te gusta la msica?