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    1/20

    Traducc in de

    CECILIA

    PASCHERO

    VICTORIAREIFLER BRICKER

    EL CRISTO INDGENA ,

    EL REY NATIVO

    El sustratohistricode la m itologa

    del ritual de

    los

    mayas

    FONDO DE CULTURA ECONMICA

    MXICO

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    2/20

    Primera edicin en Ingls,. 1981

    Primeraedicin en espaol* 1989

    Primera reimpresin, 1993

    Ttulo original:

    Thelndian Christ thelndian King.

    The Historical

    Substrateo/Maya myth

    and ritual

    1981, University of Texas Press, Austin

    ISBN0-292-73824-2

    D. R. 1989, FONDO

    DE

    CULTORA

    ECONMICA, S. A.

    DE

    C. V.

    CarreteraPicacho-Ajusco227; 14200 Mxico,D.F.

    ISBN

    968-l6-3l6l-7

    Impreso en Mxico

    'U"Vi-~ ':.: ";"

    Tal parece que los espaoles trajeron a Cristo aAmrica

    para crucificar al indio.

    ABAD Y Q E I P O

    . Obispo de Michoacn

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    3/20

    I

    NDICE

    Prefaao 9

    Agradecimientos

    11

    Abreviaturas usadas en las notas 17

    Primera Parte

    Introduccin

    I.

    L a

    historicidad del mito

    y

    el mito de la

    historia.

    21

    Segunda Parte

    Las primeras "rebeliones"(1511-1697)

    II .Laconquista deYucatn. 35

    Los primeros contactos:1511-1519 35

    Prim era campaa de Moniejo: 1527-1529 38

    Seg und a campa a de Montejo: 1531-1534 39

    La ltima etapa de la conquista:

    1540-1545

    41

    La ltima resistencia delosmayas:1546-1547 43

    La inquisicin en Yucatn 45

    La conquista de los itzaes 48

    La conquis ta segn la interpretacin maya 54

    III.

    L a

    conquista deGuatemala.

    66

    La conquis ta de los quichs 67

    La conquista de los cakchiqueles 71

    Elalzamientode los cakchiqueles. 74

    La "conquista" pacfica de "el pas de la guerra" 76

    La versin indgena de la conquista 83

    IV.La

    conquista de Chiapas

    91

    La expedicin de LuisMarn 91

    La expedicin de Diego de Mazariegos 95

    Campaas contraloslacandones 97

    Tercera Parte

    Las rebeliones coloniales

    V.

    Santos indgenas enlosAltos deChiapas.

    I l l

    El culto de la virgen en Zinacantn 113

    El culto de la virgen de Santa Marta 114

    Milagros enChcnalh 119

    El cultodela virgenenCancuc 120

    Causas de la rebelin 135

    VI.

    Elrey indgena de Quisteil(1761)

    141

    527

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    4/20

    528 NDICE

    VII.

    E l rey indgena deTotonicapan 1820) 153

    Cuarta Parte

    " Gu er r as d e Casu s" Poscoloniales

    VIII .La guerra de castas de Yucatn

    171

    Antecedentes econmicos de la guerra de castas 172

    A n t ece d en t es p o l t i co s d e l a g u e r r a d e cas t a s

    176

    Cau sasd e la guerra de castas 178

    La ejecucin de Manuel Anton io Ay 186

    Las p r i mer as h o s t i l id ad es 190

    Se vo l tea la suer te 199

    El cu l to de la cruz par la n te 201

    El f in de la guerr a de castas 227

    IX .La guerra de Santa Rosa en

    Chamula

    1867-1870) 235

    Quinta Parte

    La est ructu ra del conf l icto tn ico

    X. Iconografa delconflictotnicoritualizado entre los mayas 249

    El conf l icto tn ico r i tual izado en los Al tos de Chiap as 251

    El carnaval enC hamula, 255; El carnaval en Chcnalh, 259;Elcarnaval en

    Zinacantn, 263; La fiesta de San Sebastin en Zinacantn, 265; Tradicin

    oral, 280.

    Ritualizacin

    del conf l icto tn ico en las al tos de Guate mala 282

    Ri tual izacin del conf l icto tn ico en la pen ns u la de Yucatn 285

    Conclusin 289

    X I.

    El lema de la pasin en el olclor maya 290

    La p r o c l ama deJua n de la Cruz 291

    El cu l to de la pasin en Cha mula 303

    Co n c l u s i n 3 0 5

    X II .

    E lreynativo 307

    XI I I .Acontecimientos contemporneosenlosAltos de Chiapas 1958-1972) 317

    Cul tos de los san tos par lan tes 318

    Con st rucc in de la cap i l la en Zinaca n tn 323

    Co nt inu id ad y d iscon t inu idad cu l tu ral 325

    XIV.Nativismo, sincretismoy estructura d el mito y del ritual. 330

    A p n d i ces 3 3 9

    A p n d i ce A . Do cu men t o Yu ca t ecos 341

    A p n d i c e B.Las guerras de castas en lahistoria Fo lcl r ica de Yucatn . . . . 383

    Ap ndic e C. Fo lclo r del conf l icto tn ic o en los Al tos de Chiapa s 424

    Glosar io 505

    Bibliografa 507

    Este libro

    se

    termin de imprimir

    y

    encuadernar

    en el mes de enero de 1903 en Impresora

    y Encuadernadora Progreso. S. A. de C.V. (IEPSA),

    Calz. de San Lorenzo, 244; 0WM Mxico. D. F.

    Se tiraron 3000 ejemplares.

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    5/20

    MAPA

    1.

    Conquista

    de

    Yucatn 1511-1545)

    ^ ^ uig> PiUtt ili

    '':-Wt-;Vf.

    II.

    LA CONQUISTA DE

    YUCATAN

    EN

    VSPERAS

    de la Conquista, la pennsula de Yucatn estaba dividida en nume

    rosos estados centralizados y confederaciones de pueblos carentes de slidos lazos

    de cohesin. Las dos provincias nativas ms fuertes, Man al oeste y

    Sotuta

    al

    este, eran enemigos tradicionales. Esta divisin poltica elemental entre el este

    y el oeste desempe un papel importante durante la Conquista. El oeste, diri

    gido por los gobernantes

    Tutul

    Xiu, de Man, con el tiempo se ali a

    los

    espaoles.

    El este, al mando de los jefes cocomes de Sotuta, ofreci una resistencia persistente

    a ios conquistadores. Fueslocon la ayuda de las provincias occidentales como los

    espaoles pudieron por fin someter a

    k pennsula.

    1

    Los

    PRIMEROS CONTACTOS:-

    1511-1519

    A pesar de que Yucatn no fue definitivamente conquistada sino hasta 1545,

    su descubrimiento fue un hecho anterior a la dominacin de Tenochtitlan. En

    realidad, Corts desembarc en la isla de

    Cozumel,

    a pocas millas de la costa

    noforiental de la pennsula, antes de partir a la conquista del imperio de Moc

    tezuma.

    En 1511, un barco espaol que haba partido de Panam rumbo a Santo

    D o

    mingo fue apartado de su ruta por una tormenta y naufrag en la costa meri

    dional de Yucatn. Slo sobrevivieron del naufragio dos hombres, Jernimo de

    Aguilar y Gonzalo Guerrero, quienes lograron llegar a tierra firme en un pequeo

    bote. El primero de ellos fue recogido por Corts en Cozumel en

    1519,

    pero

    a Guerrero le result tan agradable la vida entre ios mayas que se neg a reunirse

    con los espaoles. El conocimiento que lleg a tener Aguilar del idioma maya

    le result muy til a Corts durante la conquista de Mxico. A su vez Guerrero

    fue posteriormente de gran ayuda para los mayas, pues conoca las tcticas mili

    tares espaolas (Chamberlain, 194&a:15; B. Daz del Castillo, 1904:1:73-74).

    A pesar de que cuando Aguilar y Guerrero llegaron a Yucatn lo hicieron ms

    como refugiados que como conquistadores, es posible que de una manera incons

    ciente hayan abiertoel camino para la posterior conquista de la pennsula. Parece

    ser que unos aos antes de la llegada de Francisco de Montejo en 1527, la po

    blacin de la pennsula fue devastada por una serie de epidemias probablemente

    de origen europeo. Es muy factible que fueran introducidas por espaoles que

    como Aguilar y Guerrero procedan de barcos arrojados a la costa de la pennsula

    (Morley, 1946:99; Roys, 1933:138n; Tozzer, 1941:42n).

    1

    La mejor fuente de la conquista de Yucatn es a obra de Robert S. Chamberlain,

    The

    Conquest

    and

    Colonization

    of

    Yucatan 1317-15)0 (194&z). La obra deChamberlain

    se basa en una impresionante coleccin de fuentes primarias, qu e incluye documentos en

    los archivos espaoles de Sevilla. H e recurrido mucho a sus investigaciones.

    35

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    36

    LAS PRIMERAS "REBELIONES'-

    El espaol a quien se atribuye el descubrimiento de Yucatn es Francisco Her

    nndez de Crdoba. En

    1517

    Hernndez de Crdoba zarp de La Habana y casi

    de inmediato su barco fue empujado por una tormenta en direccin al sur hacia

    una pequea isla que era o bien Isla Mujeres o la punta

    nororiental

    de Yucatn,

    qu e los espaoles denominaban Cabo Catoche.

    2

    Luego de desembarcar en Ecab,

    donde fueron atacados por los indgenas, los espaoles continuaron su travesa

    siguiendo la costa de la pennsula. A resultas de un nuevo ataque al tratar de

    desembarcar en Champ otn, Hern ndez d e Crdoba result gravemente herid o.

    AI

    comprender que con mucho eran superados en nmero por los indgenas, los

    espaoles decidieron regresar a Cuba, donde Hernndez de Crdoba muri al poco

    tiempo a consecuencia de sus heridas (Chamberlain, 1 9 4 8 : 1 2 ) .

    AI

    ao siguiente zarpa de Cuba, para explorar la

    pennsula,

    una nueva expe

    dicin constituida por cuatro barcos y entre 250 y 300 hombres

    al

    mando de Juan

    de Grijalva. Este desembarc en la isla de Cozumel y tom posesin de la misma

    para la Corona de Castilla. Luego los espaoles recorren

    la

    pennsula hasta llegar

    a Campeche, donde se ven obligados a luchar contra un contingente maya, y luego

    de vencerlo se dirigen hacia el sur pasando por Champotn hasta llegar a la Lagu

    na de Trminos; despus marchan al norte hasta el ro Panuco. En su viaje de

    regreso se detuvieron en Campeche donde volvieron a ser atacados por los ind

    genas (Cnamberiain, 1948a:13-14) .

    Hernn Corts organiza, tambin desde La Habana, la siguiente expedicin a

    Yucatn. Los

    principales

    capitanes de Grijalva: Pedro de Alvarado, Francisco de

    Montejo y Alonso Dvila, se unieron a la expedicin de Corts; tiempo despus

    a Montejo habra de atribursele la conquista de Yucatn (Chamberlain,

    1948*:

    14-15) .

    Corts leva anclas rumbo a Yucatn en

    1519

    al mando de cuatrocientos hom

    bres y diez barcos. Corts desembarca en la isla de Cozumel, donde se entera

    de que hay dos espaoles, Aguilar y Guerrero, sobrevivientes de un naufragio de

    1511, que viven entre los mayas de tierra firme. Por intermedio de indgenas

    amistosos de Cozumel, Corts les enva a Aguilar y a Guerrero sendos mensajes

    invitndoles a volver con los espaoles. Aguilar acept unirse a la expedicin

    de Corts y actu como intrprete durante

    la

    conquista del imperio de Moctezuma.

    En cambio Guerrero, quien se haba casado con una mujer maya y haba pasado

    a ser capitn del ejrcito maya, se neg a regresar, posteriormente hizo todo lo

    posible por desbaratar

    los

    intentos de Montejo de conquistar Yucatn (Cham

    berlain,

    1948^:15-;

    Daz del Castillo, 1904:1:73-74, 80) .

    Se cree que Cozumel fue el nico lugar de Yucatn donde Corts desembarc.

    Sus barcos rodearon Cabo Catoche recorriendo la costa hasta la Laguna de Tr

    minos sin detenerse en ninguno de los pueblos mayas. En lugar de ello, se dirigi

    a Tabasco, donde intervino en una batalla de grandes proporciones y sali victo

    rioso, obteniendo entre otras cosas, como botn de guerra, los servicios de la

    2

    Aparentemente los espaoles equivocaron la invitacin de los indgenas,

    contx,

    cotch,

    conex cotch (ko'on

    >

    es,

    K

    J

    otoc,, "Vayamos a nuestras casas "), tomndolo por el nom

    bre del lugar donde desembarcaron (Cogolludo, 1842-1845:1:4).

    ,

    1

    LA CONQUISTA DEYUCATAN

    37

    joven indgena conocida por los espaoles como doa

    Marina,

    quien aos

    ms

    tarde habra de ser inmortalizada en el foldor y la novela histrica mesoame-

    ricana como la Malinche. La joven hablaba tanto

    el

    idioma maya como el nhuatl,

    es decir el habla de los aztecas y el de sus pueblos dominados. Trabajando juntos

    en la traduccin simultnea del nhuatl, el maya y el castellano, la Malinche y

    Aguilar habran de servir como intrpretes durante la conquista de Mxico (Cham

    ber la in , 1948 : l6 ) .

    Ni a Hernndez de Crdoba ni a Grijalva ni a Corts se les haba otorgado

    el

    derecho de conquistar y colonizar Yucatn. Sus expediciones haban sido apro

    badas por el gobernador de Cuba con el nico fin de exploracin y comercio.

    Pero cualesquiera que hayan sido las intenciones de las autoridades espaolas, esas

    expediciones sirvieron para preparar a los mayas para lo que habra de suceder

    ms adelante. Cuando Francisco de Montejo llega a Yucatn en 1527 en calidad

    de "pacificador" de la pennsula nombrado por la Corona, los mayas ya estaban

    diezmados por la viruela y probablemente estaban menos preparados para resistir

    a los espaoles de lo que pudieron estarlo en 1511 o 1517. Los diecisis aos

    transcurridos entre 1511 y 1527 haban constituido tiempo suficiente para que la

    viruela "aplacara" a los mayas debilitando su resistencia a ser conquistados. Por

    otra parte, el periodo de exploracin permiti a los mayas probar a los espaoles

    en

    la

    batalla y familiarizarse con las tcticas milita res de los conquistadores. En

    esto fueron auxiliados por Gonzalo Guerrero.

    Para los mayas, exista una estrecha relacin entre la llegada de los espaoles y

    epidemias de enfermedades hasta ese entonces desconocidas, como lo demuestran

    algunos de sus relatos del arribo de los extranjeros:

    X I

    Once Ahau

    Fue cuando ellos

    llegaron,

    Los poderosos hombres del Oriente.

    Su enfermedad hicieron venir,

    Y lleg

    Por el primero

    Y original tiempo

    Aqu,

    A estas tierras

    De nosotros,

    El pueblo maya de aqu,-

    En el ao

    1513.

    [Roys, 1933:49]

    Habiendo llegado el

    ao.

    Fue el comienzo de la llegada del cristianismo aqu:

    Vmito de sangre [fiebre amarilla],

    Muerte indolora;

    Tiempo de sequa,

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    7/20

    38 LAS PRIMERAS "REBELIONES"

    Tiempo

    de

    langostas;

    Fiebre pustulosa (viruelas}

    F ue

    la

    carga

    dedesgracia,

    El regalo delDemonio,

    Coronilla blanca,[roa}.

    [Roys,

    1933:60]

    As pues, es muy probable que paralos mayas fuesen ms importantes los efectos

    devastadores del contacto con los espaoles quela distincin tcnicay legal entre

    descubrimientoe intento de conquista,ya-que algunas de las armas espaolas ms

    eficaces en dicha conquista fueron las enfermedades que los espaoles importaron

    duranteelperododeexploracin.

    PRIMERA

    C A M P A A

    DE

    M O N T EJ O :

    1527-1529

    A pesardehaber acompaadoaGrijalvay aCortsen lasexpediciones de ex

    ploracin

    de

    Yucatn, Francisco

    deMontejo no

    emprendi

    la

    conquista

    dela

    pennsula sino hasta 1527, pues entre 1519 y 1526 dedic la mayor partede su

    tiempoa aumentar los bienes de Cortsen Nueva Espaay Castilla. Peroel 19

    de noviembre de 1526 solicit formalmente al rey de Espaa

    y

    al Consejo de Indias

    permiso para conquistary colonizar Yucatn (Chamberlain, 1948a:18-19).

    En septiembrede 1527, Montejoy sus hombres llegan encuatro barcos ala

    isiadeCozumel, siendo amistosamente recibidos por el jefe maya de la isla, Naum

    Pat. Los espaoles se dirigieron entonces a tierra firmey, en lasproximidades

    del pueblo de Xelh, Montejo procedi de inmediato a efectuar

    la

    ceremonia para

    declararlas tierras, presuntamente conquistadas, posesin del rey de Castilla (Cham

    berlain, 1948*: 34- 36).

    El siguiente paso deMontejo fuefundar una villa espaola enlas cercanas

    de Xelh, a la que llam Salamanca.A finales de 1527 o principios de 1528,

    luego

    de

    quemar sus barcos para imp edir q ue su s hombre s regresaran

    a

    Cuba

    o

    Espaa,

    parti

    de

    Salamanca encabezando una expedicin que

    se

    dirigi hacia

    el

    norte conel objeto de explorar la costa. ConlaayudadeNaum Pat, estableci

    buenas relaciones con

    los

    habitantes de

    la

    provincia

    de

    Ecab, d onde permaneci

    durante cuatro meses (Chamberlain,

    1948a:

    38-49).

    Desde Ecab, Montejoy sus hombres se internaron enel territorio en direccin

    oeste. Llegaron

    a

    Chauaca

    sin

    hallar resistencia

    en su

    camino, pero

    en esa po

    blacin, luego de ser recibidos amistosamente conel propsito desorprenderlos

    desprevenidos, fueron atacados por cientos de guerreros mayas. Repuestos de la

    sorpresa del primer momento, los espaoles lograron reunir sus fuerzas

    y

    derrotar

    al ejrcito maya. Sufrieron una segunda arremetida al llegar a Ak, pero esa vez

    estaban preparados (Chamberlain, 1948:50-55).

    Satisfecho por haber logrado "pacificar" una considerable partede la penn

    sula, Montejo regresa a Salamanca sobrelacosta,y se prepara para dirigir otra

    LA

    CONQUISTA

    DE YUCATN

    39

    11

    expedicin con fines,

    de

    exploracin h acia el sur, al mando de un barco que acababa

    de llegardeSanto Dom ingo. Luego de navegar a lo largo de lacosta hasta la

    baha deChetumal, losespaoles capturan avarios indgenas durante una co

    rrera nocturna,y los nativos les informan que Gonzalo Guerrero,el.espaol que

    se haba negado a unirseaCorts, eraunodelos je fes militares del seor de

    Chetumal. Montejole enva una carta con uno de los indios capturados, instn

    dolearenunciara sus costumbres paganasyvolveraponerseal servicio del rey

    de Espaa. Guerrero

    se

    niega nuevamente

    a

    retornar con

    los

    espaoles, dando

    como excusa que era esclavo de los indgenasy que no estaba en libertad, de de

    jarlos (Chamberlain, 19484:60-63).

    Las caractersticas de labaha deChetumal convencen aMontejodequees

    un sitiomuy apropiado para fundar una colonia espaola permanente. Pero como

    para lograr su propsito necesita mayor cantidadde.hombresyde provisiones,se

    embarca rumboa Espaa en el mismo barco quelo llevara hasta Chetumal. Mon

    tejo esperaba estar de regresoenpoco s meses con el propsito deorganizar

    el traslado a Chetumal, pero ciertos acontecimientos que estaban ocurriendoen

    otras pautes de Mesoamrica

    le

    hicieron abandonar este plan, poniendo fin

    a su

    intento por conquistar Yucatn desde

    el

    este (Chamberlain, 1948a:65-66).

    SE GUNDA CAMPAA DE MONTE JO: 1531-1534

    Al llegaraEspaa, Montejo vio quese le presentaba la oportunidad de extender

    sus dominios en la provincia de Tabasco, colindante con la parte surocciclentalde

    Yucatn. Los indgenas de dicha provincia eran rebeldesyse resistanaser domi

    nados,alpuntode que hacia finales de 1528, los espaoles que seencontraban

    all queran abandonar la colonia. Aprovechando la situacin, Montejo solicit

    y obtuvo permiso para tratar de sojuzgar la provincia (Chamberlain,

    1948:

    73-74).

    La pacificacin deTabasco mantu vo ocupado a Montejo hasta comienzosde

    1531, fecha en que,a causa de problemaspolticos conelanterior alcalde mayor

    de laprovincia,sevio obligado a dejar Tabasco decidindose a regresar a

    Yu

    catn. Una vezestablecidouncampamento en Campeche, convoc a los jefes

    indgenas

    de la

    regin

    a

    presentarse ante

    l, y en

    esa ocasin muchos

    de

    ellos

    se declararon sus aliados. Posteriormente fund un pueblo espaol en Campeche al

    que tambin puso por nombre Salamanca (en homenaje

    a la

    ciudad

    en

    donde

    haba nacido).

    Al

    punto reparti

    los

    pueblos indgenas que

    le

    haban jurado

    lealtad entre los espaoles de la ciudad recientemente fundada, para que les sir

    vieran segnel sistema de encomienda (Chamberlain, 1948:93-98).

    Aun cuando Mon tejo haba trasladadoel centro de sus operacionesaCampeche

    sobrela costa occidental de Yucatn, no dejaba de interesarse en la parte oriental

    delapennsula. EnviaAlonso Dvila en un viaje de exploracin delas regiones

    meridionales y orientales de Yucatn, con instrucciones de fundar una ciudad

    en la provincia interior de Cochuah, en el caso de que esa zona resultara favorable

    t f c

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    8/20

    4

    LAS PRIMERAS

    "REBELIONES"

    para

    su

    colonizacin.

    De

    lo contraro, Dvila deba fundar

    una

    ciudad

    en

    Chetu

    mal

    o en sus

    proximidades (Chamberlain, 1948*:99-100).

    Divila

    parti para cumplir

    con su

    misin

    en 1531. Al no encontrar un sitio

    adecuado para fundar unacolonia en Cochuah, decidi seguir la segunda suge

    rencia

    de

    Monte/o, para

    lo

    cual

    se

    intern

    en las

    provincias vecinas

    de

    Uaymil

    y

    Chetumal. Pese

    a no

    encontrar ninguna resistencia

    por

    parte

    de los

    indgenas

    en

    Uaymil, los jefes de Chetumal rehusaron despreciativamente su peticin de for

    mar

    una

    alianza

    con los

    espaoles. Para

    el

    tiempo

    en que

    Dvila llega

    a la

    ciudad

    de Chetumal,

    los

    indgenas

    ya la

    haban abandonado, retirndose

    a un

    lugar

    menos accesible llamado Chequitaqutl, desde el cual, podran lanzar unamejor

    ofensiva (Chamberlain, 1948a:101-104).

    Durante dos meses aproximadamente, los espaoles pudieron permanecer en

    Chetumal

    sin ser

    molestados

    por los

    nativos. Dvila, quien haba interpretado

    errneamente

    la

    pasividad

    con que los

    indgenas

    de

    Cochuah, Uaymil

    y

    algunas

    partes

    de

    Chetumal

    le

    haban recibido, como indicio

    de su

    deseo

    de

    someterse

    al gobierno espaol, distribuy

    en

    encomienda entre

    sus

    hombres

    a los

    indgenas

    de esos distritos (Chamberlain,

    1948a:

    103-104).

    Mientras tanto,

    los

    nativos continuaban construyendo

    las

    defensas

    de

    Chequi

    taquitly preparndose paraunaofensiva contra losespaoles. Al enterarsede sus

    planes, Dvila decide atacar primero, sorprendiendo a los indgenas al amanecer.

    Sorprendidos,

    los

    nativos huyen

    en

    desbandada (Chamberlain,

    1948*: 10 4).

    Pero

    con

    este triunfo

    no se

    complet

    la

    pacificacin

    de la

    regin.

    Uno

    tras otro, casi todos

    los

    pueblos

    que tan

    slo unos meses antes recibieran

    a los

    espaoles pacficamente,

    se

    levantaron

    en

    armas.

    Era

    sta

    la

    regin

    en la

    cual

    Dvila trataba

    de

    introducir

    la

    encomienda, institucin creada para explotar

    a los

    nativos.Eraevidenteque los indgenas hacayamucho tiempoque haban dejado

    de considerar

    a los

    espaoles como inofensivos

    o

    benvolos visitantes. Lleg

    el

    momento

    en que

    Dvila tuvo

    que

    evacuar

    el

    pueblo fundado

    por l en

    Chetumal,

    porque

    los

    indios

    se

    negaron

    a

    abastecer de vveres

    a los

    espaoles,

    con lo

    cual

    de hecho pusieron sitio

    a la

    colonia (Chamberlain,

    1948*:

    105-119).

    Entretanto, Montejosehaba enfrentadoa suspropios problemasen Campeche.

    El 11

    de

    junio

    de 1531, los

    mayas

    de las

    provincias

    de

    Campeche

    y Ah

    Canul

    lanzaron

    un

    ataque contra

    la

    poblacin espaola

    de

    Campeche. Luego

    de

    encar

    nizada lucha,

    los

    indgenas fueron obligados

    a

    replegarse. "Montejo complet

    su

    triunfocon una

    rpida campaa

    en

    contra

    de Ah

    Canul,

    y a

    pesar

    de

    encontrar

    tenaz resistencia, logr restablecer el dominio espaol en toda la provincia"

    (Chamberlain,

    1948*:

    131).

    En

    1532,

    sojuzgadas nuevamente

    al

    gobierno espaol

    lasprovincias

    costeas

    de occidente, Montejo envia su hijo, Francisco de Montejo el Mozo, a llevar

    a cabo

    en las

    provincias norteas

    del

    interior

    lo

    mismo

    que le

    ordenara

    a

    Dvila

    realizar

    en la

    parte meridional

    de la

    pennsula,

    es

    decir, fundar

    una

    colonia

    es

    paola (Chamberlain, 1948:99, 132-133).

    Montejo

    el

    Mozo lleg

    a la

    provincia

    deCupulsin

    hallar resistencia

    a su

    paso.

    Emperolosespaoles siguieron avanzando hasta Chichn Itz, dndesu jefe fund

    ^H '

    ?

    :-.--t

    LA CONQUISTA DE YUCATAN

    41

    una poblacin a la quepuso pornombreGudad Real en homenaje a suhom

    nima castellana.

    Al

    puni envi partidas bien armadas para explorar las. zonas

    aledaas

    y

    procurar conquistar

    la

    alianza

    de los

    jefes locales

    con

    quienes

    se en

    contraran.

    Y,

    desde luego,

    uno de sus

    primeros actosfue distribuir

    los

    indgenas

    d e

    la

    regin entre

    los

    ciudadanos espaoles

    de la

    ciudad siguiendo

    el

    sistema

    de la

    encomienda (Chamberlain, 1948*:134-139).

    Los coplas, como

    los

    indgenas

    del

    lejano

    sur, no se

    sometieron mansamente

    al sistema de

    la

    encomienda.

    Uno de sus

    jefes,

    Nacon Cupul, trat infructuosa

    mente

    de

    matar

    a

    Montejo

    el

    Mozo.

    Los

    dems

    se

    negaron

    a

    servir

    o

    pagar tributo

    a

    los

    espaoles.

    En 1533, los

    coplas decidieron atacar

    la

    colonia espaola.de

    Chichn Itz.

    A

    pesar

    de

    fracasar

    en su

    ofensiva, pusieron sitio

    a la

    ciudaddurante

    varios m eses,

    con lo

    cual obligaron

    a los

    espaoles

    a

    regresar

    a

    Campeche (Cham

    berlain,

    1948*:

    144-149).

    Montejo

    el

    Viejo entr entonces en.campaa

    en un

    esfuerzo

    por

    reconquistar

    el prestigio

    que su

    hijo haba perdido

    en

    Chichn Itz. Hacia

    mediadosde 1534,

    pudo jactarsede haber impuestosu dominio absolutoen lasprovincias indgenas

    de Champotn, Campeche, Ah Canul, CehPech,Ah KinChel y Man. Fund

    una nueva Ciudad Real

    en el

    puerto

    de

    Dziln

    en Ah Kin

    Chel (Chamberlain,

    1948*:

    158-159).

    Las fuerzas espaolas superaban como nunca

    a las de los

    indgenas,

    de

    modo

    qu e

    ya se

    encontraban

    en

    situacin

    de

    poder intentar

    la

    conquista

    del

    interior;

    sin embargo, desafortunadamente en ese preciso momento recibieron noticiasso

    bre

    la

    conquista

    de

    Per

    por

    parte

    de

    Pizarra

    y

    acerca

    de las

    cuantiosas riquezas

    que all haba

    Los

    hombres

    de

    Montejo estaban desalentados

    por no

    haber

    en

    contrado

    oro en

    Yucatn;

    por lo

    tanto, atrados ante

    la

    posibilidad

    de

    enrique

    cerse

    enPer,,

    muchos

    de

    ellos desertaron

    y se

    marcharon

    a

    ponerse

    alas

    rdenes

    de Pizarra (Chamberlain,

    194&z:

    160-161).

    Tan

    debilitadas quedaron

    las

    fuer

    zas de Montejopor el xodo de los colonos espaoles hacia el

    Per,

    que ste

    comprendi

    que a

    menos

    que

    abandonase

    su

    intento

    de

    conquistar

    la

    pennsula,

    tanto

    l

    como

    los

    pocos hombres

    que

    quedaban bajo

    su

    mando seran fcilmente

    liquidados

    por los

    indgenas.

    Aspues, en el

    preciso momento

    en que

    Montejo

    pudo rematar felizmente

    su

    conquista,

    se vio

    obligado,

    por sus

    propios hombres,

    no por los mayas,aretirarseyadmitirsu derrota (Chamberlain, 1948*:

    166-167).

    LA LTIMA

    ETAPA DE LA CONQUISTA:

    1540-1545

    En losaos quesiguieron a suinvoluntaria evacuacinde la pennsula, Montejo

    el Viejo perdi inters

    en

    Yucatn

    y

    volvi

    su

    atencin hacia Honduras.

    No

    intervino, pues,

    en la

    conquista final

    de

    Yucatn, dejndoles dicha tarea

    a su

    hijo

    y a susobrino.

    Como primer paso para lanzarse luego

    a la

    ocupacin

    de la

    pennsula,

    en 1537

    Montejo

    el

    Mozo envi

    a

    Lorenzo

    de

    Godoy

    a

    Champotn para

    que

    estableciera

    all

    una

    base

    de

    vanguardia.

    Los

    espaoles establecidos

    en

    Champotn pasaron

  • 5/19/2018 cristo indigena.pdf

    9/20

    42

    LAS PRIMERAS "REBELIONES"

    LA CONQUISTA DE

    YUCATAN

    43

    varios aos de penurias, principalmente porque a Montejo

    el

    Mozo le resultaba

    sumamente difcil enviarles refuerzos y vveres, pues su padre necesitaba casi

    todas

    las

    fuerzas con que contaban

    los

    espaoles para su conquista de Honduras.

    En 1538, Montejo el Mozo envi a su primo, Francisco de Montejo el Sobrino,

    en remplazo de Godoy (Ch amberlain , 1948z: 189 -190 ).

    A poco de llegar a la base de vanguardia, Montejo el Sobrino tuvo grandes

    problemas, pues

    los

    indios se negaban a pagar tributos y a prestarles a los espa

    oles los servicios que stos les exigan. Al responder a la resistencia indgena

    por medio de la fuerza, Montejo el Sobrino lo nico que consigui fue indisponer

    an ms a los indios, hasta llegar al extremo de que

    el

    campamento estuvo en

    grave peligro de ser atacado y de que sus hombres murieran de inanicin (Cham

    berlain, 1948^:190-195) .

    En 1540, cuando los espaoles se disponan a evacuar el campamento, lleg6

    Montejo el Mozo al frente de sesenta hombres bien equipados. Una de sus pri

    meras medidas fue prometerles a los indgenas de Champotn que "en recom

    pensa por la ayuda prestada a los espaoles, sin importar que a veces lo haban

    hecho con desgano, a partir de ese

    momento

    quedaban relevados del pago de

    tributos y de la prestacin de servicios" (Chamberlain, 1948^:200). Conside

    rando que Campeche estaba mejor ubicado desde el punto de vista estratgico que

    Champotn, Montejo el Mozo abandon el lugar llevndose a todos sus soldados

    hasta Campeche, elegido como base de operaciones (Chamberlain, 1948:201).

    Una vez establecido su campamento en Campeche, Montejo el Mozo convoc

    a los jefes mayas de la regin y durante la asamblea les pidi que

    le

    juraran fide

    lidad. Cuando algunos de estoi jefes de Ah Canul lo desafiaron, el espaol in

    vadi la provincia obligando por la fuerza a someterse a su liderazgo a los jefes

    rebeldes (Chamberlain, 1948^:202-203) .

    En la segunda mitad de 1541, a la cabeza de la totalidad de sus fuerzas se

    dirigi a T-ho y estableci ah el campamento fuertemente fortificado en medio

    de

    las

    ruinas de

    la

    antigua ciudad que en algn tiempo haba existido all. In

    vit a una reunin a los jefes nativos de

    la

    zona, pero

    slo

    respondieron dos o

    tres pueblos. Entonces los espaoles atacaron a las poblaciones de la regin y

    obligaron a sus habitantes a someterse al gobierno espaol.

    El

    6 de enero de

    1542,

    Montejo fund la ciudad de Mrida sobre las ruinas de T-ho (Chamberlain,

    1948^ :212-213) .

    A poco tiempo de fundada Mrida,

    el

    gobernante de la provincia de Sotuta,

    achi Cocom,

    dirigi una ofensiva contra dicha ciudad al frente de una coali

    cin de fuerzas mayas. No obstante, a pesar de superar con mucho en

    nmero

    a los espaoles, los indgenas fueron vencidos gracias a la astucia y pericia de sus

    contrincantes. Para completar este triunfo, Montejo envi compaas a los ms

    remotos distritos de la regin, y gracias a estas campaas logr sojuzgar a las

    provincias de

    Chakn, Hocab-Homn

    y a Ah Kin

    Chel

    (Chamberlain, 1948a:

    214-216) .

    Posteriormente Montejo march hacia el este de la pennsula, atacando de sor

    presa y sometiendo a

    Sotuta

    y Cochuah. Una por

    una,

    las restantes provincias

    orientales cayeron bajo el dominio espaol, cuando menos

    nominalmente.

    A dife

    rencia de Cochuah y Cupul, que resultaron difciles de conquistar, Ecab, por el

    contrario, no opuso resistencia (Chamberlain, 1948^:221-229). Acaso la cam

    paa dirigida por Alonso y por Melchor Pacheco en Uaymil-Chetumal fue la

    ms sangrienta de todas:

    Cientos de mayas, lo mismo hombres que mujeres, fueron matados con

    el

    garrote, o bien arrojados a

    los

    lagos con pesos atados a sus cuerpos para que

    se hundieran. Feroces mastines adiestrados para la

    guerra,

    aunque no era la pri

    mera vez que se usaban en Yucatn, despedazaban a los indefensos nativos.

    Se cuenta que los Pacheco mutilaron a muchsimos indgenas cortndoles las

    manos, las orejas y las narices... La campaa de los Pacheco... tuvo efectos

    desastrosos en Uaymil-Chetumal... Algunas zonas, que estaban densamente po

    bladas cuando los Pacheco entraron en la provincia, quedaron diezmadas por

    la excepcional crueldad de la lucha y por

    la

    muerte por inanicin, pues los

    indgenas no podan cultivar sus milpas o remplazar los alimentos que des

    truan o aquellos que

    los

    espaoles les quitaban. Cientos de ellos

    abandonaban

    sus pueblos y se dirigan a regiones ms inaccesibles en un esfuerzo por

    po

    nerse siempre fuera del alcance de los espaoles. Al parecer, algunos han

    emigrado permanentemente a la provincia de

    Peten

    Itz, que se encuentra muy

    tierra adentro, en las cercanas del lago de Peten El cacicazgo de Peten Itz,

    con su fortaleza islea de Tayasal, pas a ser el ltimo refugio de los mayas

    yucatecos. (Chamberlain, 1948d:234-236].

    Con el sometimiento del pueblo de Uaymil-Chetumal, los espaoles consideraron

    completada la conquista de Yucatn; no obstante, no pensaban lo mismo los ma

    yas,

    quienes continuaron su resistencia al dominio espaol hasta finales de 1547.

    LA LTIMA RESISTENCIA DE LOS MAYAS, 1546-1547

    En la noche del 8 al 9 de noviembre de 1546, los mayas del este llevaron a cabo

    su ltimo y ms unificado

    esfuerzo

    por resistir la dominacin

    espaola.

    La fecha

    del levantamiento corresponda al 5 Gmi 19Xul segn el calendario maya. Chn't

    significa "muerte" y

    Xi/l

    "fin" y, de acuerdo con Juan Martnez Hernndez,

    especialista en historia yucateca, probablemente esa fecha fue elegida para sim

    bolizar la muerte anticipada de los espaoles y el final de su dominio en Yuca

    tn (Chamberlain, 1948:240n) .

    Las provincias que intervinieron en la rebelin fueron Cupul, Cochuah, Sotuta,

    Tazes, Uaymil-Chetumal y Chikinchel.

    En su mayora,

    las

    vctimas eran de

    la

    regin de Cupul, aunque tambin hubo

    otras en Uaymil-Chetumal... Algunos eran crucificados bajo los calcinantes

    rayos del sol tropical o se les tomaba como blancos para arrojarles flechas. A

    otros se les mataba por medio del fuego o de lentas torturas. Dos nios espa

    oles fueron achicharrados sobre copal, el incienso

    maya,

    y la ceremonia es-

  • 5/19/2018 cristo indigena.pdf

    10/20

    44 LAS PRIMERAS "REBELIONES"

    tuvo dirigida por sacerdotes nativos. Hubo otros ms, sacrificados por los

    sacerdotes ante sus dolos, a quienes se les abra el pecho para arrancarles el

    corazn segn

    la

    costumbre de los rituales mexicanos

    [Chamberlain,

    1948a:

    241] .

    Por lo que se desprende del texto citado, parece ser que los sacerdotes mayas de

    sempearon un papel importante en esta sublevacin, y es a ellos a quienes Mon-

    tejo atribuye toda la culpa del alzamiento

    (Los indgenas se sublevaron] por culpa de algunos chiiames, a quienes con

    sideran dioses. Uno de ellos pasaba por ser el Hijo de Dios, mientras que

    otros [declaraban] que Dios los haba enviado. [Estos] chiiames le decan a

    la gente que dejara pasar a los espaoles a los pueblos de sus encomiendas, y

    ue [entonces] ellos los deban matar. [Esto tena que hacerse] porque Dios

    era que todos- los espaoles tenan que morir sin que ninguno quedara en

    el territorio... El principal [chilam]... era el que se deca Hijo de Dios, lla

    mado

    Chilam

    Anbal, quien [posteriormente] confes muchas maldades que

    el

    diablo le haba enseado

    [Chamberlain,

    194&*:239]-

    l

    En mi opinin, el sacerdote maya a quien en el texto citado se le denomina Chi

    lam Anbal en realidad era Chilam Balam.

    3

    La explicacin que da Chamberlain

    (194&*:237)

    del levantamiento de los sacerdotes o chiiames mayas en esa poca

    es que "saban perfectamente que era inevitable la desaparicin de la antigua re

    ligin debido al empeo tenaz de los espaoles por imponer el catolicismo, y

    que, por ende, ellos perderan su influencia y poder".

    Esta interpretacin de los

    motives

    que tuvieron

    los

    sacerdotes mayas que inter

    vinieron en la revuelta ha sido refutada por Ann C Collins (1973:3), quien

    afirma:

    Cabe sealar que la influencia de los franciscanos en esta parte oriental de la

    pennsula era insignificante en ese periodo. Toda la obra de los franciscanos

    se realizaba desde las dos misiones principales situadas en Campeche y M-

    rida; y, en realidad, no fue sino varios aos despus cuando los frailes ini

    ciaron la evangelizacin de la parte oriental de Yucatn con el establecimiento

    de una misin base en Valladolid (1353). Con

    ello

    no queremos negar que

    hubiera indgenas cristianos en las provincias orientales en

    la

    poca de la re

    belin: las crnicas indican claramente que los haba, sobre todo entre los na

    tivos vinculados a familias espaolas que vivan en Valladolid. Cabe preguntarse

    por qu, si la afirmacin de Chamberlain es

    correcta, el

    alzamiento no se ori

    gin o bien se extendi a aquellas regiones en las cuales se realizaban esfuerzos

    ms intensos de

    evangelizacin,

    y en las que, por lo tanto,

    los

    sacerdotes o

    nativos tenan razones ms slidas para tomar medidas que contrarrestaran la

    influencia de los

    frailes.

    * Deduzco esto dd hecho de que la consonante final en la primera parte del nombre

    no es /a/ sino /m/, que es lo que debiera ser si el siguiente fonema fuese la labial

    / b / , en

    lugar

    de una

    aspiracin gJtica

    o una

    vocal.

    ;-v .?

    LA CONQUISTA DE YUCATAN 45

    Haba tambin

    chilam

    balames en la regin occidental de la

    pennsula,

    y,

    uno ,de

    los,ms

    famosos viva en M an. A pesar de que tambin el

    cristianismo;consti

    tua una amenaza para la religin tradicional de los mayas de occidente,

    :

    eIlos

    no

    opusieron resistencia a la dominacin

    espaola,

    lo cual sugiere que ms impor

    tantes que los factores religiosos

    fueron los

    de carcter econmico y poltico..

    Existen evidencias de que, incluso en esta fecha tan

    temprana, algunos

    con

    ceptos e ideas cristianos causaron una profunda impresin entre los mayas, inclu

    yendo a los chiiames. La idea que ms influy fue la crucifixin, co mo 'lo.d e

    muestra el hecho de que en 1546 losmayas crucificaran a algunas de sus vctimas

    espaolas (Chamberlain, 194&*:24l). Acaso sta fue la primera vez que se utiliz

    una prctica que habra de repetirse infinidad de veces en la regin maya, para

    gran

    desesperacin

    de los frailes catlicos. Diecisis a os despus, el

    padre

    Diego

    de Landa habra de iniciar una investigacin de esta prctica en el oeste de la

    pennsula.

    Quiz la declaracin por parte del chilam balam de

    Cupul

    de ser el Hijo de

    Dios,

    sea otro ejemplo de la temprana influencia del catolicismo sobre

    la

    religin

    maya. De ser

    as,

    resultara significativo que usara un concepto cristiano para

    lograr objetivos polticos. Con el transcurso del tiempo, fueron introducindose

    cada vez ms elementos cristianos en los sermones y profecas de los chilam bala-

    me s

    e.g., Roys,

    1 9 3 3 ) .

    Les llev ms de cuatro meses a los espaoles aplastar la rebelin, pues los

    mayas defendan sus poblaciones con bravura indmita, y cuando se vean obli

    gados a retirarse destruan sus almacenes de vveres para impedir que los espa

    oles pudieran usarlos y huan a buscar refugio en los matorrales, desde donde

    continuaban combatiendo a los invasores mediante la guerra de guerrillas.. Las

    provincias del este y del sur quedaron reducidas

    a un estado de caos nunca visto. Y los pueblos quedaban abandonados, sus ha

    bitantes dispersos,

    la

    agricultura destruida y la vida nativa totalmente desorga

    nizada. En un xodo continuo, cientos de indios abandonaban sus hogares para

    emigrar a otras regiones, como haba ocurrido durante etapas anteriores de la

    Conquista. No cabe duda de que algunos se dirigan a la lejana y todava libre

    Peten Itz [Chamberlain, 194&*:251].

    Los mayas de Yucatn constituyeron

    el

    grupo indgena

    mesoamericano

    que

    se opuso durante ms tiempo a la dominacin espaola. En tan slo dos aos,

    Corts logr conquistar a los aztecas, pero a los Montejo les llev veinte aos so

    juzgar a los mayas. En 1547, el triunfo de los espaoles an no se haba com

    pletado, pues transcurriran otros 150 ao antes de que los mayas que haban

    huido hacia el sur hasta el lago Peten Itz quedasen sometidos al dominio

    espaol.

    LA

    INQUISICIN E N Y U C A T N

    Igualmente difcil result la conquista espiritual de Yucatn. Los mayas eran

    eclcticos; su

    reaccin'

    ante los esfuerzos de los misioneros franciscanos por con

    vertirlos al cristianismo fue enriquecer su religin aborigen combinando al-

  • 5/19/2018 cristo indigena.pdf

    11/20

    46

    LAS PRIMERAS "REBELIONES"

    gunas de las creencias y prcticas cristianas con sus propias tradiciones.'En

    1337, un sacerdote indgena de Sotuta orden atar a dos jovencitas en unas

    cruces, pronunciando estas palabras: "Que estas nias colocadas en la cruz mue

    ran como Jesucristo, qu ellos dicen era Nuestro Seor, slo que nosotros n

    sabemos si realmente lo era"

    (Scholes

    y Adams, 1938:1:78). A continuacin,

    baj a las nias de las cruces, les abri el pecho y les arranc el corazn que

    ofreci a los

    dolos.

    Por ltimo, arroj sus cuerpos a un pozo (Scholes y

    Adams,

    1938:1:78). En 1562, en Tecoh, se crucificaron vivos a dos nios, con lasmanos

    clavadas y los pies atados a sendas cruces. Mientras los chicos lanzaban gritos

    de dolor, las cruces fueron alzadas; al rato las bajaron para poder arrancarles

    a los nios el corazn que fue ofrecido a los dolos, mientras sus cuerpos eran

    lanzados a un pozo (Scholes y Adams, 1938:1:94).

    Estos son algunos de los primeros ejemplos del sincretismo religioso maya,

    en el cual se fusionaron aspectos escogidos de dos tradiciones histricas muy

    distintas. Los sacerdotes de Sotuta y Tecoh combinaron, en una sola ceremo

    nia,

    el sacrificio aborigen de extraccin del corazn con la crucifixin cristia

    na.

    Munro S. Edmonson

    (I960)

    y Donald E. Thompson (1934) han sealado

    que el

    sincretismo religioso maya era tambin de carcter vernculo,'* pues la

    fusin del sacrificio del corazn de las vctimas con la crucifixin llevaba im

    plcita la resistencia a renunciar a los antiguos rituales mayas a favor de una

    aceptacin total del catolicismo.

    Al parecer, el padre Diego de Landa, provincial de la orden franciscana du

    rante aquel periodo, tambin se dio cuenta de las implicaciones vernaculares

    del

    sincretismo

    maya.

    Al comprender que no podra llevarse a cabo

    la

    tarea de

    convertir a los indgenas al catolicismo mientras no se extirparan todos ios ves

    tigios de

    idolatra,

    decidi, en el verano de 1562, dirigir una investigacin acer

    ca de esas prcticas con el objeto de descubrir y castigar a los culpables. Se

    inici la famosa Inquisicin de Yucatn.

    La primera investigacin tuvo lugar en Man a finales de junio y durante

    la primera mitad de julio (Scholes y Roys, 1938:594), y se celebraron audien

    cias en Hocab,Homny Sotuta a finales de julio y principios de agosto (Scho

    les y Adams, 1933:1:112-114; Scholes y

    Roys,

    1938:598). Es muy probable

    que las fechas de esta investigacin hayan tenido una enorme significacin

    sim

    blica para los mayas, pues incluan los cinco das infaustos del periodo

    uayeb,

    que en 1562 correspondieron a ios das 21 al 25 de julio (Tozzer, 1941:134).

    No cabe duda que en dicho ao esos das fueron de desgracia, ya que durante

    la investigacin

    156 jefes

    mayas fueron aprehendidos en Mrida (Scholes y

    Adams, 1938:I:lxiv-lxv) y sometidos a tremendas torturas:

    El mtodo que se empleaba con ms frecuencia consista en suspender en el

    aire a los indgenas por medio de sogas atadas a sus muecas. Si esto no daba

    * Eloativismo es "un intento consciente, organizado, por parte de los miembros de una

    sociedad en

    el

    sentido de revivir o perpetuar aspectos escogidos de su

    cultural"

    (Linton,

    1943:230).

    LA CONQUISTA DYUCATN

    47

    resultado, entonces se les ataban pesadas.piedras a los pies. Tambin se les

    azotaba mientras estaban en esa

    posicin,

    y en muchoj casos se dejaban caer

    sobre sus cuerpos desnudos gotas de cera caliente. En determinadas ocasiones

    se recurra al antiguo tormento delagua, como tambin al burro, consistente

    este ltimo en un marco de madera al cual eran atados los- indgenas para

    luego ser sometidos a otras formas de castigo. Tan extremosas eran las me

    didas aplicadas en algunos casos, que causaban lesiones de por vida o bien

    la muerte. Existen tambin testimonios de que algunos indios se suicidaban...

    para escapar a los tormentos o por el miedo a las penitencias que losinquisi

    dores pudieran imponerles como castigo por sus idolatras {Scholesy Roys,

    1938:596].

    Tan grande fue

    el

    descontento provocado por el

    uso

    de estos mtodos por parte

    de la Inquisicin, que algunas autoridades eclesisticas llegaron a temer una

    sublevacin general que pudiera extenderse por toda la provincia (Scholes y

    Roys, 1938:596).

    Con el tiem po, Landa fu am onestado y, relevado de su puesto por emplear

    la tortura, para arrancar confesiones a indgenas recientemente convertidos (Scho

    les y Roys, 1938:595). Empero, su partida no signific el final de las activi

    dades inquisitoriales en Yucatn. Se efectuaron posteriores investigaciones sobre

    idolatra en 1582, 1597, 1607, 1610, 1614, 1721 y 1785 (Greenleaf, 1965:

    143,

    153n,

    164;

    Uchmany, 1967; Snchez de

    Aguilar,

    1953:289-290, 303).

    Empero, hacia comienzos del siglo xvn, las "reincidencias en la idolatra" ya

    no eran, en general, resultado-de esfuerzos conscientes por revivir la religin

    autctona. Los indgenas aceptaban el catolicismo y se esmeraban por realizar

    sus rituales y ceremonias de la manera ms perfecta posible segn su entender.

    Lo movimientos religiosos de revitalizacin ocurridos a partir de esa fecha no

    se oponan al catolicismo en s mismo sino al monopolio espaol de la jerar

    qua eclesistica. Quiz el primer ejemplo de este cambio en cuanto al acento

    de la revitalizacin tuvo lugar en 1610:

    Haba dos indios, uno de ellos llamado Alonso Chabl y el otro Francisco

    Canul, de los cuales el primero presuma de ser el papa y supremo pontfice

    y el segundo un arzobispo, y como tales se presentaron entre los indgenas.

    Adems lograban que se les venerase engaando a los infelices indios catlicos

    con su doctrina

    infernal.

    Pronunciaban misa durante la noche luciendo

    las

    ves

    timentas sagradas de la iglesia que sin duda los sacristanes les haban rega

    lado. Profanaban los santos clices y los leos sacramentales, bautizaban a los

    nios, tomaban confesin a los adultos y les daban la comunin,mientras stos

    rendan culto a dolos que los falsos sacerdotes colocaban en el altar. Orde

    naban a sacerdotes para el servicio, ungindoles las manos con el leo y el

    santocrisma,y para realizar esta ceremonia de ordenacin se ponan una mitra

    y sostenan en sus manos un cayado de obispo. Les ordenaban a los indgenas

    que les hicieran ofrendas y pblicamente enseaban otras espantosas herejas

    [Roys 1933:202].

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    12/20

    r

    48

    LAS PRIMERAS REBELIONES

    Es evidente que estos dos indgenas que se

    autoproclamaban

    "papa" y "arzo

    bispo" no rechazaban el catolicismo, sino que lo que hacan era aduearse de la

    vestimenta,

    los privilegios y las obligaciones monopolizados por los espaoles.

    Segn parece, se puso fin a este sacrilegio sin provocar con ello una reaccin

    violenta por parte de la comunidad indgena.

    LA CONQUISTA DE LOS ITZAES

    S

    Hernn Corts fue

    el

    primer espaol que visit a los itzaes. En 1524, a los

    tres aos de haber completado su conquista de los aztecas, Corts comision

    i

    su amigo, Cristbal de Olid, para que fundara algunas colonias espaolas

    en Honduras. Pero apenas llegado a su destino, Olid se revel contra su jefe.

    Cuando Corts se enter de la traicin de su amigo, decidi marchar a Hon

    duras con

    el

    objeto de castigarlo (Corts, 1971:221) .

    Luego de atravesar pantanos y selvas de Tabasco, Chiapas y Guatemala, Cor

    ts y sus hombres llegaron al lago Peten

    Itz.

    All capturaron a un indgena

    quien les inform que la regin estaba dominada por los itzaes, cuya capital

    era

    Tayasal

    y estaba situada en una isla en medio del

    lago

    (Cor t s , 1971:241) .

    Canek,

    soberano de los itzaes, dio una clida acogida a los espaoles y les in

    form acerca del paradero de

    Olid

    (Corts, 1971:242) . Presumiblemente, Ca

    nek se sinti tan impresionado por lo que los espaoles le ensearon respecto

    del cristianismo que, segn Villagutierre Soto-Mayor (1933:44-45), lleg incluso

    al extremo de prometer que

    destruirr.

    sus dolos, aunque no existen pruebas de

    que cumpliera con su palabra.

    A l

    parecer

    no hubo otros contactos con los itzaes hasta

    614,

    es decir casi

    un siglo despus. Entretanto, casi toda

    la

    pennsula de Yucatn cay bajo

    el

    dominio espaol. Muchos mayas peninsulares huyeron hacia el sur para salvarse

    de la explotacin econmica, y es indudable que algunos de ellos se unieron

    a

    los

    itzaes.

    En 1614, los habitantes de Tayasal enviaron una embajada a Mrida presu

    miblemente en cumplimiento de la profeca segn la cual haba llegado el mo

    mento en que los itzaes deban regresar a la parte septentrional de la pennsula

    (Roys, s.f. 12-13). Munro S. Edmonson (citado ms adelante) ha traducido los

    versos iniciales de esta profeca de la siguiente manera: "Entonces ocurre el

    Las fuentes ms importantes acerca de Ja conquista de los itzaes son:

    1)

    La quinta

    carta de Hernn Corts al rey Carlos V ( 1 9 7 1 ) ;

    2) Historia de la conquista de la

    provin-

    cia de el Itz

    ( 1 9 3 3 ) , d e Juan de Villagutierre Soto-Mayor;

    3) Los tres siglos de la do

    minacin espaolaen Yucatn sea historia de esa provincia

    (1842-1845), de Diego Lpez

    de Cogolludo;

    4)

    La Carta de Agustn Cano dirigida al Rey de Espaa ( 1 9 4 2 ) ; y

    5)

    La

    obra

    Relacin de las Dos Entradasqu e bize a la Conversin de los Gentiles Ytzaex

    (1695-

    1696) , de Andrs Avendao y Loyola. La obra de Avendao nunca se public, aunque

    gran parte de ella se cita en la obra de Philip Ainsworth Means, titulada

    History of the

    Spanish Conquest Of Yucatan and of the lizas

    ( 1 9 1 7 ) . Means tambin cita partes impor

    tantes tomadas de las historias de Lpez de Cogolludo y Villagutierre Soto-Mayor.

    w

    LA CONQUISTA DE YUCATN

    49

    regreso al centro en M ayapn. . . al comienzo de 1611, hacia el fin de 5 Aha u"

    Libro de

    Chtlam Balam

    de Tizimn,

    lneas 2677-26 92) . El texto da a entender

    que los primeros planes de visitar Mrida fueron hechos en 1611.

    El padre Diego Lpez de Cogolludo (1842-1845:2:192) es el autor de la

    versin espaola: "Los indgenas itzaes... llegaron en tiempos de este gober

    nador [Antonio de

    Figueroa]

    a la ciudad de Mrida, diciendo que lo hacan

    para jurar obediencia al rey,

    y

    el gobernador en nombre del soberano espaol

    les entreg varas de alcaldes y nombr un consejo, luego de lo cual volvieron

    a su tierra, en el entendimiento de que eran

    subditos

    voluntarios; pero luego

    result ser una mentira."

    A su retorno a Tayasal, los embajadores fueron apresados y castigados por

    haber capitulado ante los espaoles. Edmonson describe de la siguiente manera

    lo que ocurre cuando vuelven a su tierra:

    "Y al

    volver a las ciudades y aldeas,

    los

    reverenciado s nobles fueron aprehen didos y golpea dos. Su regreso fue fu

    nesto.

    Sufrieron

    penitencia

    en cumplimiento

    del

    juramento de su cargo, pero

    tambin por el deseo de las aldeas" (lneas 2733-2750).

    Los espaoles aprovecharon el hecho de que fuese una mentira la promesa de

    sumisin

    al

    rey espaol hecha por esta embajada como pretexto para iniciar

    la

    guerra contra los itzaes: "Sobre todo, puesto que ya haban jurado lealtad

    (aunque fuese falsa) y haban renunciado a ella, quedaba sin efecto

    la

    prohi

    bicin de declararles la guerra; pues si su juramento de fidelidad era autntico

    y sincero, ya eran vasallos del rey; y no cumplir con ese juramento equiva

    la a una rebelin y a un alzamiento; y si en cambio lo haban hecho como im

    postura, por engaar o por algn otro motivo de mala fe, ello equivala a un

    acto de grosera, que no deba quedar impune" (Villagutierre Soto-Mayor, 1933:

    68). De esta manera, el sentido probablemente pacfico de la misin enviada por

    los indgenas fue astutamente tergiversado por los espaoles

    como

    un acto de

    rebelin.

    En 1618, dos curas, los padres Bartolom de Fuensalida y Juan de rbita,

    visitaron Tayasal con el propsito de tratar de convertir a los itzaes al cristia

    nismo. A pesar de ser recibidos cordialmente por el rey, quien como el anterior

    se llamaba Canek, cuando los curas trataron de convencer a los itzaes de que se

    convirtieran al cristianismo, el soberano les dijo "que no haba llegado an

    el tiempo profetizado por sus antiguos sacerdotes en el que deberan dejar de

    rendir culto a sus dioses, pues

    el

    periodo en el que se encontraban en ese mo

    mento, era el que ellos llamaban oxahau [3 Ahau], que significa tercer perio

    d o .

    . . Y por ende,

    les

    peda que no continuaran con eso ya ms, en ese mo

    mento" (Villagutierre Soto-Mayor, 1933:86) . Los

    curas

    espaoles se marcharon

    cuando comprendieron que

    los

    itzaes estaban decididos a resistirse a la adopcin

    del

    cristianismo hasta que llegara

    el

    momento sealado.

    En 1621, fray Diego Delgado decidi hacer otro intento por evangelizar a los

    itzaes, pero fue mucho menos afortunado que Fuensalida y rbita. Al desem

    barcar en

    la

    isla acompaado de una reducida escolta de trece soldados espaoles,

    en el primer momento fueron recibidos sin ninguna muestra de hostilidad. Pero

    V-f |>, 'V

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    13/20

    50

    LAS PRIMERAS "REBELIONES"

    a poco de su

    llegada,

    los indgenas los atacaron. "Dieron muerte a todos los

    soldados, arrancndoles los corazones de

    sus

    pechos, mientras

    que

    las cabezas'

    fueron clavadas en estacas por toda la aldea. Luego se apoderaron de fray Diego,

    lo descuartizaron y tambin clavaron su cabeza en una estaca" (1917:81). La

    muertedeDelgado puso fin a la etapa evangelizados de los esfuerzos espaoles

    por dominar a los

    itzaes.

    Presumiblemente, en los setenta aos siguientes lo espaoles no volvieron a

    molestar a los itzaes (Means, 1917:83). En 1695, Martn deUrza y Arismendi,gobernador interino de Yucatn, y Jacinto de Barrios Leal, presidente de la

    Audiencia de Guatemala, acordaron unirse para conquistar las tierras bajas situa

    das entre las partes pobladasd sus respectivas provincias (vase el captulo rv).

    Los

    choles

    y los lacandones, vecinos de

    los

    itzaes, haban estado hostigando a las

    autoridades guatemaltecas, y por otra parte Urza y Barrios Leal estaban inte

    resados en construir una carretera que uniera las dos provincias, para su mutuo

    beneficio

    econmico. Urza explicaba el proposito de la construccin de ese

    camino en una carta dirigida al rey Carlos V:

    As i pues, propongo a Vuestra Majestad que de mi propio peculio, y sin nin

    gn costo para el Tesoro Real, tan pronto me convierta en gobernador y haya

    hecho mis preparativos, emprender la tarea de abrir una carretera desde las

    provincias de Yucatn hasta las de Guatemala; a la vez que habr de someterse pacficamente, por medio de la prdica evangelizadora, a todos los ind

    genas que se encuentren en aquellas regiones. Empero, la conversin no debe

    anteponerse al objetivo de construir el camino, que es mucho ms importante

    pues posteriormente facilitar el sometimiento de todos aquellos que viven en

    esas regiones merced al continuo movimiento y trfico de espaoles de una

    a otra provincia

    [Villagutierre

    Soto-Mayor, 1933:150].

    En marzo de 1695, Barrios Leal tom la iniciativa al ponerse al frente de una

    expedicin militar que se intern en las tierras bajas.

    Segn

    la crnica del padre

    Agustn Cano, un sacerdote dominicano que acompa a la expedicin, los

    es

    paoles primero atravesaron territorio habitado por choles y mopane s. Fueron

    bien recibidos por esos indgenas, logrando convertir al cristianismo a muchos

    de ellos (Cano, 1942:65-67; vase tambin el captulo n i ) . Luego se dirigieron

    al lagoPeten Itz, en donde les sali al encuentro un grupo de itzaes armados,

    quienes, al enterarse de que la finalidad de la expedicin era convertirlos al

    cristianismo, los atacaron. A pesar de que en el combate salieron victoriosos los

    espaoles, y apresaron a dos de los jefes itzaes, uno de los cuales posteriormente

    logr escapar, decidieron alejarse de la regin lacustre. El padre Cano consider

    intil permanecer en Tayasal por ser evidente que los indgenas no aceptaran

    mansamente convertirse al cristianismo, y por otra paite l no se consideraba

    autorizado para tratar de imponerles la nueva religin por la fuerza (Cano,

    1942:67-68).

    Entre tanto, Urza organizaba en Yucatn una expedicin para penetrar en el

    territorio itz. Nombr al cura franciscano fray Andrs de Avendao y Loyola

    LA CONQUISTA DE YUCATN

    51

    rque

    se encargara de

    la

    conquista espiritual de los indgenas, pero a

    fin'

    de

    gg&asggurarse de que la conversin no "obstaculizara" la construccin de la^ca-

    m

    , -Jarretera, Urza hizo que Avendao fuese acompaado por un numeroso grupo

    j | l | l | ' d

    soldados bien armados (Avendao y Loyola, 1696:3).

    fpSC' La expedicin se puso en marcha

    rumbo

    al lago

    Peten

    Itz el 2 de julio de

    g|1695 (Avendao y Loyola, 1696:1). En el camino, los soldados saquearon al

    l ^

    gunospueblos indgenas, sin hacer caso de las advertencias y consejos del padre

    j |

    Avendaoy los dems curas que estaban bajo sus rdenes,y que se daban cuenta

    SU de que la misin religiosa estaba destinada a fracasar por culpa de los desen-

    Jf>

    frenados soldados. Como stos se negaban a poner lmites a su codicia, pata

    mj

    evitar daos mayores e irreparables, los sacerdotes determinaron volver a M-

    ?W '

    "da,

    ciudad a la cual llegaron el

    17

    de septiembre de 1695, despus de haber

    :7,

    estado muy cerca de llegar al lagoPeten Itz (Avendao y Loyola, 1696:31-42).

    :; ..

    Transcurridos tres meses, Avendao acept hacer un segundo intento por lle-

    ''' gar al lago Peten Itz luego de haber convencido a Urza de que impusiera

    moderacin a sus soldados. Y en efecto, stos se abstuvieron, esa vez,de saquear

    MT- las aldeas indgenas por las q ue pasaban en su, marcha hada el lago (Avendao

    # y- Loyola, 1696:1,42-44, 51-54; Means, 1917:123).

    A su arribo a las orillas del lago Peten Itz sali a recibirles en una embar

    cacin que parti de Tayasal, un grupo de indgenas a cuya cabeza iba el rey

    Canek (Avendao y Loyola, 1696:64). En su conversacin con el soberano,

    Avendao supo, con gran habilidad, utilizar como argumento a favor de su

    mi

    sin, esas mismas profecas que casi ochenta aos antes los itzaes haban usado

    para desalentar a rbita y Fuensada: "Yo soy quien viene a cumplir vuestras

    propias profecas segn las cuales habris de convertiros en cristianos: este bene

    ficio os llegara por intermedio de unos hombres barbados provenientes del este

    quienes, de acuerdo con las predicciones de sus [J/V] profetas, ramos nosotros,

    que llegaramos desde el Oriente, luego de recorrer muchas leguas, surcando los

    mares, sin otro inters que, movidos por nuestro amor hacia sus almas [traer

    les a costa de mucho esfuerzo], ese obsequio, esa proteccin que el verdadero

    Dios les demuestra" (Avendao y Loyola, 1696:66). Al parecer, el momento

    sealado por las profecas para que ocurriera la conversin haba llegado, pues

    esa vez los itzaes se mostraron receptivos al cristianismo, logrando los sacerdotes

    bautizar a cientos de indgenas en las semanas siguientes (Avendao y Loyola,1696:78; Means, 1917:138-139).

    El pueblo sobre el cual reinaba Canek habitaba en veintids distritos, cada uno

    de ellos administrado por un jefe poltico. Era evidente que Canek no ejerca

    un poder absoluto sobre los jefes de distrito, ya que luego de una corta perma

    nencia en Tayasal, los indgenas de uno de los distritos urdieron un plan para

    matar a los espaoles. Al enterarse Canek de esta conspiracin, ayud a Aven-

    dao y a sus compaeros a huir de Tayasal. Despus de vagar por la selva du

    rante muchos das soportando innumerables penurias, los espaoles lograron regre

    sar a Mrida el 6 de abril de 1696 (Avendao y Loyola, 1696:79, 105-139).

    A su regreso, Avendao se enter de que, apenas l partiera de Mrida en

    diciembre de 1695, los itzaes haban enviado una embajada para informarle a

  • 5/19/2018 cristo indigena.pdf

    14/20

    52

    LAS PRIMERAS "REBELIONES"

    Urza que haba llegado el momento de convertirse al cristianismo (Avendao

    y Loyola, 1696 :139 ). As s e explica por qu los itzaes se mostraron tan com

    placientes y flexibles a los esfuerzos de Avendao por convertirlos. Se dice que

    el. sobrino del rey Canek, quien encabezaba la embajada, dirigi el siguiente Mis-

    curso al gobernador de Yucatn:

    Seor:

    Como

    representante de mi to,

    el

    gran

    Can-ek,

    rey y gobernante de

    los

    itzaes, en nombre y de parte de l, vengo para postrarme a vuestros pies,

    y ofreceros su corona real, para que en el nombre de vuestro gran rey, de

    quien sois el representante, nos recibis y admitis en su servicio real, con su

    ayuda y proteccin, y vos nos enviaris a padres sacerdotes para que nos bau

    ticen, nos gobiernen y nos enseen la ley del verdadero Dios. Es por esto que

    he venido, y lo que mi rey quiere

    y

    desea, consentimiento que comparten

    todos sus vasallos [Embajada de los itzaes,

    1846:6}.

    La fecha en que se enva esta embajada, como ocurri en el caso de la misin

    de 1614, no fue de-ninguna manera elegida al azar. En 16 18 Canek se haba

    opuesto a los esfuerzos de Fuensalida y

    rbita

    de que su pueblo adoptara el

    cristianismo

    ditndoles

    que era el periodo Katn 3 Ahau, es decir, que an

    no haba llegado el momento para ese cambio sealado por las profecas (Villa-

    gutierre Soto-Mayor, 1933:86). De

    acuefdo

    con las predicciones del

    Chilam

    Ba

    lam de Chumayel, tal como se describen en

    el

    captulo

    i,

    la. destruccin y el aban

    dono de

    la

    capital itz ocurrira en el Katn 8 Ahau (Roys, 1933:135-137).

    En una de las crnicas del Libro de Chilam Balam de Ch umayel se hace coin

    cidir la llegada

    del

    arzobispo Francisco Toral a Yucatn en 1562 con el sexto

    tun (ao de 360 das) de Katn 8 Ahau (Roys, 1933:143). En

    el

    caso de ser

    correcta esta correspondencia de fechas, ello significa entonces que el ao l6l8

    aproximadamente comenz dos aos despus de

    inidado el

    Katn 3 Ahau. Con

    tando a partir de 1616, el ao en que supuestamente empez el Katn 3 Ahau,

    podemos calcular el inicio

    del

    siguiente Katn 8 Ahau que debi ser en 1695.

    a

    El

    hecho de que 1695 haya sido el ao en que los itzaes enviaron sus embajadores

    para hacer saber que ya estaban dispuestos a aceptar la co nversin (Embajada

    de

    los

    itzaes, 1845; Avendao y Loyola,

    1696:139)

    constituye una slida base

    para este razonamiento.

    Fue Urza, el gobernador de Yucatn, quien logr por fin someter a los itzaes.

    Moviliz a los indgenas de varios pueblos yucatecos, incluyendo Soluta, Yaxcab,

    Tixcacal, Peto y Man, para que lo ayudaran en la conquista. stos partieron

    rumbo

    al

    lago

    Peten

    Itz

    el

    23 de enero de 1697'(Means, 1917:182-183).

    6

    "Debido a un arbitrario comienzo al final de Katn 13 Ahau, los nmeros y los

    nombres de los das, siempre ahau, cambian en el ciclo, 11, 9, 7, 5, 3, 1, 12, 10, 8, 6,

    4, 2, 13" (Satterthwaite, 1965: 626) . Esto significa que el tiempo transcurrido entre el

    sexto tun de Katn 9 Ahau (15 62) y el comienzo del siguiente Katn 3 Ahau (16 16)

    es dos katunes, 14 tunes que representa aproximadamente, treinta y cuatro aos. Tambin

    significa que el tiempo entre un Katn 3 Ahau y el siguiente Katn 8 Ahau es aproxima

    damente de ochenta aos, lo cual corresponde al intervalo entre la visita de Fuensalida y

    la de rbita en 1618 y la de Avendao en 1696.

    LA CONQUISTA DE YUCATAN

    53

    -;>

    l

    Cuando los espaoles llegaron al lago

    Peten

    Itz, encontraron que los indios

    estaban preparados para la guerra. La batalla dedsiva tuvo lugar el 13 d e mar

    zo' de 1697. Como frente a la artillera usada por los espaoles, las flechas de

    los

    indgenas resultaban armas inofensivas, stos se desbandaron y huyeron ha

    cia

    el

    lago.

    AI

    da siguiente los espaoles tomaron posesin de Tayasal (Means,

    1917:184-185).

    Aunque en realidad el lago

    Peten

    Itz no formaba parte de la

    peninsula

    de

    Yucatn, en su interpretacin de la historia colonial yucateca los espaoles des

    tacaron la conquista de los itzaes como un acontecimiento de gran importancia.

    Sea o no verdico, tanto los espaoles como los indgenas de la pennsula con

    sideraban que los itzaes eran un pueblo yucateco que haba emigrado

    partierido

    de Chichn Itz al norte de la pennsula, varios aos antes de la llegada de ios

    espaoles (Means, 191 7:10 1). Por ende, mientras continuaban siendo indepen

    dientes; no poda considerarse finalizada la conquista de Yucatn.

    Mayor importancia simblica tena el hecho de que la poca en que ocurre la

    conquista de los itzaes significaba el cumplimiento de una antigua profeca

    maya.

    Conforme

    a las

    predicdones

    del Chilam Balam

    'de

    Chumayel, que

    menrionamos

    anteriormente, la capital itz habra de ser conquistada durante un Katn 8 Ahau,

    y ese ao en cuestin comenz alrededor del

    1695.

    7

    El

    hecho de que los itzaes

    en efecto hayan invitado a los espaoles a que los conquistaran despus de esa

    fecha sugiere que los

    vatidnios

    katunes de los mayas pueden considerarse histri

    cos a la vez que profetices. Al pedirles a los espaoles que los convirtieran en

    el momento preciso establecido por las profecas, los itzaes hicieron que stas se

    cumplieran.

    Es pues discutible interpretar la conversin de los itzaes como una "conquista"

    segn el sen tido comn que tiene dicho trmino. Es evidente que llegada la fecha

    vaticinada desde la antigedad como el momento en que ocurrira la

    destruedn

    de su ciudad, los itzaes trataron de obrar de acuerdo con la profeca invitando a

    que los sacerdotes espaoles regresaran. Es tambin patente que Avendao cono

    ca la profeca y que calcul el momento apropiado para su misin hadendo coin

    cidir la fecha con el comienzo de un Katn 8 Ahau.

    7

    De acuerdo con la correlacin Goodman-Thompson-Martnez del calendario maya con

    el calendario cristiano Katn 8 Ahau no comenzaba sino en julio de 1697 (Roys, 1962:68).

    Esto debi ser varios meses

    despus

    que se hubiera completado la conquista de los itzaes.

    Por otra parte, si se utiliza la correlacin de la fecha de la llegada de Toral a Yucatn

    con el calendario maya, que aparece en el

    Libro de Cbilam Balam de

    Cbumajel Katn 8

    Ahau comen z en 1695 . En ambos casos, resulta evidente que los itzaes esperaban ser con

    quistados despus de diciembre de 1695, cuando enviaron su segunda embajada a Mrda.

    Esto explicara por qu los itzaes se resistieron a los esfuerzos de Cano de cristianizarlos

    en marzo de 1695, pero recibieron bien a Avendao en el siguiente ao.

    Si julio de 1697 como fecha del comienzo de Katn 8 Ahau es correcta, entonces es po

    sible que los itzaes hayan exagerado la cantidad de tiempo que los espaoles necesitaran

    para conquistarlos.

  • 5/19/2018 cristo indigena.pdf

    15/20

    54 LAS PRIMERAS REBELIONES

    LA

    CONQUISTA SEGN

    LA

    INTERPRETACIN MAYA

    La historia maya acerca de

    la

    conquista espaola aparece registrada en los Libros

    de

    Chilam

    Balam que fueron escritos en el alfabeto basado en el latn que los

    frailes franciscanos desarrollaron despus de 1545. Se desconoce la fecha exacta

    en que luego de completarse la conquista comenzaron a escribirse estos libros.

    Las versiones que se conservan parecen datar de finales del siglo

    xvii

    y princi

    pios del xvni, pero, como lo seala Ralph L. Roys (1933:5-6), ciertas caracte

    rsticas lingsticas permiten conjeturar que probablemente fueron copiados de

    manuscritos ms antiguos. Por lo general se considera que el ms antiguo de estos

    libros es

    el

    Libro de Chilam

    Balam

    de

    Tizimn porque "conserva las formas

    mayas de muchas palabras que en otras versiones aparecen traducidas al caste

    l lano"

    (Roys, 1933:120n) .

    Acaso el

    Libro de Chilam Balam de

    Chumayel que fue publicado en ingls

    por Roys (193 3), sea el ms famoso y conocido de todos estos libros. Au nque

    este autor tambin transcribi

    el

    texto de la versin de Tizimn, su traduccin y

    sus notas nunca fueron pub licadas. El manuscrito original de su traduccin y sus

    comentarios crticos se conservan en la coleccin de manuscritos de la Biblioteca

    Latinoamericana de la Universidad de Tulane.

    He basado mi presentacin o relato acerca de la interpretacin maya de la Con

    quista en los Libros de Chilam Balam en sus versiones Chumayel y Tizimn,

    pero cuando las partes histricas son similares el texto citado corresponde a la

    segunda de dichas versiones, por ser quiz ms antigua y, por ende, ms fiel a

    la concepcin que tenan los mayas respecto de los acontecimientos ocurridos

    en la poca de

    la

    Conquista.

    Los libros de Chilam Balam no eran tan slo crnicas histricas; ms que his

    toriadores, los chilames eran profetas, pero sus predicciones a menudo contenan

    tambin material histrico. Un pasaje del Libro de Chilam Balam de Tizimn

    da a entender que los chilames actuaban como intermediarios entre los mundos

    natural y sobrenatural:

    Esta es

    la

    crnica de cmo ocurri

    El descenso

    del

    Dios solar,

    Los trece dioses

    [del

    o t ro mundo] ,

    8 000 dioses

    [i.e.,

    una mirada de dioses],

    Segn las palabras de los sacerdotes,

    Los profetas,

    Chilam Balam

    Y Ah Xupan,

    Napuctn,

    El sacerdote,

    Nahau Pech,

    A h

    Kauil

    Chel.

    Y* l explic

    Sus palabras de consejo para ellos.

    La parbola fue comunicada a ellos.

    LA CONQUISTA DE YUCATN

    55

    Pero ellos no entendieron

    Aquellas palabras

    Que les fueron dichas a ellos all.

    Entonces Chilam Balam fue ah;

    Lo tiraron al suelo.

    Entr en su celda,

    En su casa.

    Ellos cuentan que no se asomaba,

    Ni dejaba ver su rostro

    Mientras

    Hubiera alguien hablando

    Encima de su casa,

    Su hogar.

    Porque l fue all;

    l se subi sentndose a horcajadas

    Arriba de su casa

    Su hogar.

    Y luego van a comenzar

    Las palabras que se pronunciaron all.

    Una multitud de sacerdotes se dirigan ah,

    En presencia de

    Chilam.

    Y

    la

    pronunciacin de la palabra comenz;

    Les llegaba a ellos ah.

    Ellos no saban

    Quin les hablaba.

    Y ellos dijeron:

    Los Cuatro Grandes Seores [los cuatro que marcan la direccin de los

    aos]

    8

    Es as como fluan sus palabras.

    Y apoyaron

    la

    cara

    En el suelo

    Para escuchar estas palabras

    Del profeta,

    #

    Chilam.

    [Roys, s.f.:13-14]

    En

    los

    libros de Chilam Balam se hace coincidir

    la

    llegada de

    los

    espaoles con

    el periodo de veinte aos o katn llamado 11 Ahau:

    11 Ahau

    Fue el

    katn.

    El primero,

    El original

    Nmero de katn,

    El

    primer katn

    [Cuando] los hombres blancos llegaron.

    8

    sta es una probable referencia a los cuatro das

    el nuevo ao maya (vase Edmonson, 1976:713).

    'portadores de ao" que iniciaban-

  • 5/19/2018 cristo indigena.pdf

    16/20

    56 LAS PRIMERAS "REBELIO NES"

    En Mrida el

    katn

    fue fijado.

    O h rojas eran las barbas de los hijos del Sol,

    Los hombres blancos.'

    Cmo oramos

    Cuando ellos llegaron.

    Desde el oriente ellos vinieron

    Y arribaron aqu,

    Los hombres barbados,

    Los hechiceros,

    Con su signo de Dios

    Combndose sobre el rbol arriba.

    9

    [Roys,

    si .:29]

    De acuerdo con Roys (I933:81n) , "La conquista espaola del norte de Yucatn

    se complet y Mrida fue fundada a principios del Katn 11 Ahau, p ero fue

    durante

    el

    katn anterior que Montejo desembarc por primera vez en la costa

    oriental de Yucatn". Tambin fue durante el katn precedente, llamado Katn

    1.3 Ahau, cuando Corts desembarc en Cozumel (Roys, 1933:186) . Empero, al

    gunos de los

    acontecimientos

    que en realidad tuvieron lugar durante el Katn

    13 Ahau son atribuidos al Katn

    11

    Ahau en el siguiente pasaje tomado del

    Libro

    de Chilam Bdam de Chumayel:

    La cuenta de los katunes

    Y

    los

    aos

    [Cuando] la pennsula

    de Yucatn fue tomada por primera vez

    Por los extranjeros,

    Los hombres blancos.

    Fue durante el

    11

    Ahau

    Katn cuando esto ocurri,

    Su toma del puerto

    de Ecab.

    Del oriente vinieron

    Cuando ellos llegaron.

    Fueron los primeros en desayunar con guanbanas.

    sa es

    la

    razn de que se los llamara

    Los "extranjeros de la manzana de estanque";

    Los "forasteros que chupaban guanbanas" era su nombre.

    Ellos dicen que ste es el nombre

    De su husped

    A quien ellos apresaron all

    En Ecab:

    Capitn Jaguar

    9

    Se trata de una descripcin metafrica del cuerpo de Jesucristo hundido en la Cruz.

    Lis palabras s.th

    uaom

    significan literalmente "preado", que es una referencia al abdomen

    sobresaliente que se observa en muchos retratos del cuerpo crucificado.

    LA CONQUISTA DE

    YUCATAN

    57

    I

    I

    Era su nombre.

    Fue el primero en ser apresado all en Ecab

    Por el primer capitn,

    Don Juan de Montejo,

    10

    El primer conquistador.

    Aqu en

    la

    pennsula

    de Yucatn fue donde ocurri.

    Fue todava durante este katn que all sucedi

    La llegada de ellos all en Mrida.

    En el ao

    1513.

    13 Ahau

    Fue el katn

    [Cuando] all ocurri

    La toma por parte de

    ellos

    de Campeche.

    Ellos permanecieron all

    Durante un katn.

    Ah Kin Caamal de Campeche

    Acogi a los extranjeros

    Aqu

    En la pennsula.

    Hoy,

    El

    20 de agosto

    Del ao

    1541,

    He dado a conocer el nombre de los aos

    Cuando

    el

    cristianismo comenz aqu.

    El ao

    1519

    lleg.

    Siete veintenas de aos

    Y once aos

    [Cuando] all ocurri

    el

    acuerdo con los forasteros

    Por cuya causa

    Nosotros pagamos por la iniciacin

    De la guerra

    De los forasteros

    Con los otros hombres

    Aqu

    En

    los

    pueblos.

    Fueron aquellos capitanes de los

    pueblos

    [quienes hicieron la guerra] en

    [ese entonces;

    Somos nosotros quienes pagamos por ello ahora.

    Hoy

    He escrito

    Que en el ao

    1541

    10

    Juan de Montejo se confunde aqu con Francisco de Montejo el Viejo

    ( c / .

    Roys,

    I933:81n3.

    12n3 ,

    H 9 n 3 ) .

  • 5/19/2018 cristo indigena.pdf

    17/20

    58 LAS PRIMERAS "REBELIO NES"

    Los extranjeros llegaron por primera vez

    Desde el oriente;

    Ecab

    Era su nombre.

    En ese ao ocurri

    La llegada de ellos

    Al puerto de Ecab,

    En el pueblo del Capitn Jaguar

    En el preciso primer da

    Del ao

    Del katn,

    Katn

    11 Ahau.

    [Roys,

    1933:21-22]

    En esta crnica, se han fusionado en un

    solo

    periodo dos de veinte aos cada

    uno, con el consiguiente error en cuanto al katn en que ocurri la primera

    campaa de Montejo. Pero,

    como

    lo seala Chamberlain ( l94&z:347-348) , tam

    poco los historiadores espaoles fueron cuidadosos en cuanto a indicar las fechas

    correctas de los acontecimientos, ya que unieron en una

    sola

    las dos primeras cam

    paas de Montejo:

    La historia de ia Conquista, tal como se daba a conocer en forma impresa

    hasta que se puso al

    aicance

    del pblico en general la obra completa de Oviedo

    gracias a su publicacin entre 1851 y 1855, se volvi confusa en un lapso

    relativamente

    breve luego que los espaoles lograron por fin colonizar Yu

    catn. En su Historia general,

    Gomara

    no se toma la molestia de esclarecer las

    etapas de la Conquista de modo que presenta un resumen superficial y pla

    gado de errores. . . En su famosa

    Relacin de las cosas de Yucatn

    tal como

    se conserva hasta el presente, el arzobispo Diego 'de Landa confunde en una

    sola las etapas primera y segunda de la Conquista y no da ningn dato o

    indicio exacto sobre los acontecimientos ocurridos en Taba sco. . .

    En la segunda mitad del siglo XVII, otro franciscano, Diego Lpez de Co-

    golludo, escribi lo que durante largo tiempo sera la historia de autoridad

    reconocida de Yucatn durante su primer siglo como provincia espa ola. Esta

    obra, Historia de Yucatn, fue primero publicada en

    Ma'drid

    en 1688. . . A

    pesar del hecho de haber consultado documentos originales. . . Lpez de Co -

    golludo acepta como verdicos los

    elementos

    esenciales de los relatos de Landa,

    Herrera y Crdenas y Valencia acerca de una continua, fusionada primera y

    segunda entrada [cam paa]. . .

    Eli

    *

    . . - -

    la

    int

    ra

    de

    , , ,

    hizo Hubert H. Bancroft en su relato sobre la ocupacin de Yucati. ^..

    u

    Historia de Mxico en tres volmenes (San Francisco, 1886 -188 7) . Amb os

    historiadores cayeron

    en

    el mismo viejo error, a pesar de que ya haba sido

    publicada

    la

    obra completa de Oviedo entre

    1851

    y 1855.

    tan en su

    . 1

    '

    LA CONQUISTA DE YUCATN

    59

    Cabe sealar, sin embargo, que a diferencia de los mayas, los historiadores es

    paoles no funden las dos etapas de exploracin y conquista de la historia del

    sometimiento de Yucatn; en efecto,

    lo

    que ellos fusionan son acontecimientos

    ocurridos

    dentro

    de esas etapas. P resumiblem ente, para los espaoles era ms

    importante la distincin entre las dos etapas de la Conquista, que la determina

    cin cronolgica d e los sucesos ocurridos en dichas etapas. Por el contra rio, los

    historiadores mayas incluyeron los dos momentos de la Conquista en un nico

    periodo

    de

    veinte aos de su calendario, y no disting uen diferencias funcionales

    entre las varias expediciones. Empero , aun cuando las fechas que ellos atribuyen

    a los sucesos ocurridos entre 1511 y 1545 con frecuencia estn equivocadas, el

    orden cronolgico relativo que establecen para las tres campaas de Montejo es en

    esencia correcto. En otras palabras, los historiadores espaoles fusionan acon

    tecimientos que los mayas han considerado acertadamente como separados o inde

    pendientes, y a su vez

    los

    segundos cometen el error de incluir en un solo periodo

    de veinte aos sucesos que a juicio de los historiadores espaoles deben atribuirse

    a dos etapas funcionalmente distintas.

    En otro pasaje de la misma seccin del

    Libro de

    Chilam Balam

    de

    Chumayel

    se insina que lo que tuvo importancia para

    los

    mayas fue el hecho 'de que los

    espaoles fuesen extranjeros, ms que los motivos que tuvieran para emprender

    expediciones en la pennsula. Este pasaje, que viene a continuacin del que se

    cit anteriormente, tambin describe la llegada de otro grupo de forasteros, los

    itzaes:

    Y entonces ellos estuvieron de acuerdo

    Sobre qu era prudente.

    No exista ningn pecado en esc entonces;

    En su santa contricin

    Transcurra su vida.

    No exista ninguna enfermedad en ese entonces;

    No tenan ningn dolor de huesos entonces;

    No tenan fiebres altas en ese entonces;

    No tenan fiebre pustulosa [viruela] entonces;

    No tenan ardores en el pecho en ese entonces;

    No tenan dolores abdominales;

    N o

    tenan -consumicin

    o tisis en ese entonces;

    No conocan los dolores de cabeza en ese entonces;

    Li

    marcha de la humanidad era ordenada en ese entonces.

    Los forasteros la cambiaron

    Cuando llegaron aqu.

    Trajeron cosas ignominiosas

    Cuando vinieron.

    Y ellos

    pendieron

    su inocencia en la perversin sexual;

    Ellos perdieron su inocencia en la perversin sexual

    De Quetzalcatl la Flor,

    En la perversin sexual de sus compaeros.

    No hubo das venturosos

    Sealados a nosotros en ese entonces.

  • 5/19/2018 cristo indigena.pdf

    18/20

    m

    60 LAS PRIMERAS "REBELIONES"

    ste fue el origen de la batalla de dos das,

    El reinado de dos das.

    11

    Esta fue la causa

    . De muerte para nosotros tambin.

    N o hubo tampoco das venturosos para nosotros.

    N o hubo ning n juicio sensato para nosotros.

    Al final de nuestra prdida de la visin

    Y de vergenza

    J_

    Todas las cosas se vieron reveladas.

    N o haba ningn gran maestro;

    No haba ningn gran

    orador;

    No haba ningn soberano sabio

    12

    Cuando hubo este cambio de gobernantes,

    Cuando ellos llegaron aqu.

    Lujuriosos eran sus sacerdotes

    Quienes vinieron

    Para ser impuestos aqu

    Por los forasteros.

    Y entonces ellos dejaron a sus hijos nacidos,

    A sus hijos engendrados

    Aqu,

    En Tancah [Mayapn].

    En aquel ao ellos recibieron su desgracia;

    Les ocurri que fuesen cogidos

    [Por] esos extranjeros aqu.

    Los itzaes se marcharon.

    Tres veces acaso

    Los forasteros se marcharon.

    Porque en aquel ao

    [Cuando] alcanzbamos tres veintenas de aos

    E