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“Técnicas de Estudio para un mejor Aprendizaje”
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Introducción
La función social de una escuela radica en la enseñanza y el
aprendizaje como dos engranajes de un mismo proceso. Cada
estudiante que la integra participa de ese proceso como el actor
principal. Si el alumno/a aprende, entonces la escuela alcanza su
objetivo; pero si el alumno/a aprehende, la escuela cumple su
objetivo eficientemente y logra ofrecer algo distintivo: calidad en
la enseñanza.
La buena enseñanza no está dada por la cantidad de
contenidos que se transmitan, sino por la posibilidad de que el
estudiante las incorpore y las integre a su universo de conocimiento
para saber actuar y pensar. Por otro lado, una escuela que ofrece
calidad educativa es aquella capaz de proveer herramientas a sus
alumnos/as para la creación de un proyecto de vida que les permita
tomar decisiones asertivas en la vida y prepararlos para el futuro.
Este proyecto intenta ofrecer a nuestros/as estudiantes
técnicas de estudio que les permitan acercarse al conocimiento con
seguridad y motivación, acercando significativamente cada clase,
texto, teoría, etc. desde un lugar conocido para cada uno de
ellos/as.
Las técnicas de estudio son herramientas que permiten
redimir el tiempo y mejorar los resultados. Son procedimientos a
disposición del alumno/a que por sí mismos no tienen eficacia sino
en el buen uso y en la adaptación que cada uno/a puede hacer de
ellas con base a sus particularidades. Por este motivo, se les enseña
a los adolescentes las diferentes técnicas disponibles con el fin de
que puedan elegir la que mejor les convenga y la que mejores
resultados arroje en su propia trayectoria escolar.
Por medio de las técnicas, se pueden establecer pasos
pautados y sistematizados mediante acciones determinadas para el
alcance del fin educativo. El docente ofrece su variedad y el/la
estudiante elige la más apropiada. Este proceso de adaptación sólo
se logra si se conocen las diversas técnicas, ensayando con cada una
y recreándolas. Lo fundamental es que cada alumno/a reconozca su
particularidad a la hora de aprender y lo haga de la manera más
efectiva posible.
Por este motivo, el presente proyecto es una guía para
docentes y alumnos/as con el fin de trabajar durante las primeras
clases del Ciclo Lectivo las diferentes técnicas de estudio que
pueden ser útiles para el aprendizaje de los alumnos/as durante
todo el año y lograr al final del Ciclo, óptimos resultados.
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I. Técnicas de Estudio: clases introductorias
1. La importancia de la motivación
Ningún método es eficiente sino está motivado no sólo por el
deseo de saber sino por la utilidad que un conocimiento puede
significar. Motivación significa “moverse”, “poner en movimiento”.
Para aprender es necesario estar dispuesto para la acción valorando
la meta final a la que se apunta. No es sólo rendir bien un examen,
sino comprender lo que se ha estudiado y reconocerlo como
valioso.
Si no hay motivación, nos encontramos con las siguientes frases
comunes:
Esto no me sirve para nada
Esto es aburrido
No entiendo, es muy difícil para mi
En esta primera clase, proponemos claves para evitar la
frustración en el estudio:
A) Creer que podemos. El mayor obstáculo para aprender es
uno/a mismo/a y primero hay que reconocer que sí podemos. Si
bien, hay algunos que pueden aprender más rápido que otros,
todos tenemos la capacidad de crecer en el conocimiento y es
importante saber que con más o menos esfuerzo, podremos
lograrlo. Leamos la siguiente experiencia científica:
En una prueba científicamente supervisada, se elogió a los
estudiantes por su inteligencia y capacidad y, al comienzo de una
prueba, se les aseguró que ésta sería fácil para ellos.
Al elogio, respondieron trabajando mucho mejor que el término
medio y obteniendo notas muy altas.
Luego, los mismos alumnos recibieron otra prueba, igualmente
fácil, pero antes de ésta se los criticó y hostilizó, y se les dijo que era
demasiado difícil para ellos, y que la harían pobremente. El resultado
fue que la hicieron muy pobremente y obtuvieron notas muy bajas.
La moraleja es que la autoestima alta PRODUCE SEGURIDAD
EN UNO MISMO, POR LO TANTO, ES EL BUEN HABITO
EMOCIONAL.
También es “el combustible más potente para obtener altos
rendimientos personales’.
B) Ponernos objetivos alcanzables. Es importante tener metas
razonables para no frustrarnos cuando estudiamos. Esto significa
que debemos ir poco a poco pero en forma constante siguiendo los
temas de las clases. Leer en casa la clase del día o practicar un rato
diariamente los ejercicios, permitirán incorporar gradualmente los
conocimientos.
C) Si no nos fue bien, considerarlo como temporal. Si hemos
estudiado para un examen o una lección y nos ha ido mal, no
tenemos que considerarlo como fracaso sino como parte del
aprendizaje. Al revisar el examen hay que ver dónde nos
equivocamos para seguir practicando. De los errores se aprende!! En
este punto, es importante exigir al docente que nos señale las
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equivocaciones e intentar hacerlo de la manera correcta. Debemos
decirnos: “la próxima vez, lo haré mejor!”
D) Tengamos una motivación positiva. Como se expuso antes,
estar motivado significa “estar en movimiento”. Esto significa que no
podremos lograr nada si no ponemos el esfuerzo de nuestra parte.
Si lo hacemos diariamente, un poco cada día, alcanzaremos grandes
resultados. Si esperamos a último momento leer y estudiar todo,
nos veremos abrumados y cansados, y los resultados no serán los
esperados.
E) Aprovecha el tiempo de clases. Muchos alumnos/as
terminan pasando largas horas con profesores particulares porque
no logran entender lo explicado en clase. Si este tiempo es
aprovechado para realizar las tareas, completar lecturas, tomar
apuntes, ejercitar, etc. se comprenderán mejor los temas y no serán
necesarias las clases extras (salvo particularidades especiales)
2. Creando condiciones adecuadas para el estudio
El tiempo de estudio no es sólo el que dedicamos en la escuela.
También debemos acompañar en casa un tiempo dedicado a
repasar, practicar, hacer tareas, etc. Para estudiar bien necesitamos
tener un espacio adecuado. No es lo mismo estudiar con la tv
prendida que concentrarnos en lo que leemos, o estar haciendo
ejercicios de matemáticas mientras chateamos en la computadora.
Si bien, algunas personas pueden estudiar con ruidos o música,
cuanto mayor sea la concentración en lo que se hace, mejores
resultados obtendremos.
¿Cómo podemos tener condiciones adecuadas de estudio?
A. Busca un lugar y un tiempo en tu casa que esté más
tranquilo. Depende de cada uno, este tiempo puede ser por la
tarde, por la noche; también puede ser en la habitación, en el living,
en el patio, etc. La elección del mejor lugar y tiempo es particular
B. Establece una rutina diaria de horarios y actividades.
Dedica un tiempo estipulado y claro en el que puedas
completar las tareas de clase y practicar los temas nuevos. Si
logras esto, nunca tendrás problemas por las entregas fuera
de tiempo o los olvidos de los temas trabajados en clase.
C. Descansa bien antes de cada clase. El tiempo de descanso
es fundamental para optimizar las habilidades cognitivas. Si
estamos cansados, rendiremos menos. Tener momentos de
ocio (no hacer nada productivo) también es importante para
despejar la mente pero no debe ocupar todo ni la mayor
parte de nuestro tiempo. El descanso también significa que
necesitamos dormir las horas necesarias para que el cuerpo
responda mejor. Como dato útil, las personas tenemos que
dormir de 6 a 9 horas según lo que cada uno necesite.
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D. Alimentarse bien. Una sana alimentación ofrece todos los
nutrientes que nuestro cuerpo y mente necesita para rendir
más. Tener una nutrición variada significa que podamos
comer de todo en su proporción justa: ni más ni menos. Es
importante evitar las frituras, grasas y azúcares que no nos
aportan nada y son perjudiciales para nuestra salud y
rendimiento físico y mental.
3. Estar activo en clase: la clave para aprender mejor
Como se ha dicho antes, cuanto mejor aprovechas el tiempo de
clases, mejores resultados obtendrás en tus estudios. Lo importante
es mantenerse activo durante el tiempo de clase tomando apuntes,
haciendo preguntas, ir siguiendo la lectura de un texto, hacer
esquemas, copiar definiciones, etc. Si no haces nada ese tiempo que
el profesor está en el aula, sin duda te aburrirás; además, prestar
atención ofrece varias ventajas como ser:
Estudiar menos para un examen. Los apuntes de clase son
síntesis que te ayudarán a seguir más fácilmente los textos.
Saber lo que el profesor considera más importante y en
consecuencia, lo que seguramente va a solicitar en un
examen.
Cuando estudies, verás que muchas cosas que lees ya la
sabes y sólo será necesario un repaso profundo.
¿Cómo tomar apuntes?
No escribir todo lo que el profesor dice. Escuchar
atentamente la clase y escribir lo que destaca en el discurso,
es decir, lo que es más importante.
utilizar esquemas y redes. Esta es la mejor manera ya que se
van anotando las palabras claves y los nexos que hay entre
una idea y otra. Al terminar la clase, tendrás una buena
síntesis del tema.
Enumerar las horas. Si vas a usar un cuaderno no te lo
olvides! Si vas a usar hojas sueltas, es fundamental que las
enumeres ya que puede simplificarte a la hora de estudiar y
no se mezclan entre sí.
Leer los apuntes en el momento de estudiar para un examen
o lección. Generalmente nos olvidamos de los apuntes y
quedan fuera del material de estudio. Si bien es fundamental
que leas los textos, no te olvides de acompañarlo con la
lectura y revisión de esos apuntes.
No uses los apuntes de otros. Cada apunte es personal
porque cada uno tiene su propio estilo y en ellos se escriben
lo que ha sido significativo. Seguramente, si lees el apunte
de otro compañero, no logres entender nada.
No estudies sólo de los apuntes. A veces no escuchamos
bien o nos equivocamos al escribir, por lo que esos apuntes
deben ser revisados con los libros de textos a la hora de
estudiar y prepararse para rendir un examen.
Trata de ser prolijo/a. Si bien los apuntes de clase son para
uso personal, es importante que sean claros y prolijos ya que
de lo contrario, puede que ni siquiera nosotros mismos nos
entendamos.
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II. Técnicas de Estudio
1. Lectura.
La lectura es uno de los métodos más importantes para el
estudio. Todos hemos aprendido a leer, sin embargo, no todos
leemos bien. En esta sección aprenderemos a leer de manera más
eficiente reconociendo que cuanto más practicamos la lectura,
mejores resultados obtendremos.
A. Prelectura. Implica leer rápidamente el texto para tener una
visión global de lo que dice. En general, cuando nos dan una tarea
con preguntas, vamos inmediatamente al texto a buscar las
respuestas y muchas veces las respuestas no son las apropiadas.
Para saber qué contestar, primero debemos saber de qué se trata el
texto y una lectura rápida facilita este proceso.
Frente a esta primera lectura debemos preguntarnos:
¿De qué trata el texto?
¿Cuál es el tema principal?
Actividad:
Haz una lectura rápida del siguiente texto y contesta las
preguntas anteriores:
Desde antes de nuestro nacimiento hasta antes de nuestra muerte
la alimentación es un factor dominante y necesario en nuestra vida
diaria.
Los alimentos nos proporcionan energía para nuestra actividad
diaria y para nuestras funciones vitales como la respiración, la
contracción del corazón, el mantenimiento de nuestra masa ósea y
muscular, la regulación del movimiento de nuestros músculos, el
mantenimiento de la masa de nuestros huesos, la función adecuada
de nuestro sistema nervioso y así podríamos seguirnos con todos
los órganos de nuestro cuerpo desde la piel hasta el uso de nuestras
funciones intelectuales.
Pero el alimento es mucho más que un simple nutriente, ya que
todos nosotros encontramos un placer en el comer. El alimento nos
hace sentirnos contentos y seguros, es en muchas ocasiones un acto
de convivencia con nuestros amigos, nos sirve para llevar a cabo un
negocio, nos hace sentir más placenteras nuestras vacaciones y
hasta incluye un simbolismo religioso (la cuaresma, no comer cerdo,
no mezclar lácteos y carnes, no ingerir alimentos sólidos etc.
B. Subrayado. Esta acción implica una segunda lectura donde
se subrayan las frases u oraciones más importantes. Lo
importante es no subrayar todo el texto sino aquello que
amplifica el tema principal.
Ejemplo:
Desde antes de nuestro nacimiento hasta antes de nuestra muerte
la alimentación es un factor dominante y necesario en nuestra vida
diaria.
Los alimentos nos proporcionan energía para nuestra actividad
diaria y para nuestras funciones vitales como la respiración, la
contracción del corazón, el mantenimiento de nuestra masa ósea y
muscular, la regulación del movimiento de nuestros músculos, el
mantenimiento de la masa de nuestros huesos, la función adecuada
de nuestro sistema nervioso y así podríamos seguirnos con todos
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los órganos de nuestro cuerpo desde la piel hasta el uso de nuestras
funciones intelectuales.
Pero el alimento es mucho más que un simple nutriente, ya que
todos nosotros encontramos un placer en el comer. El alimento nos
hace sentirnos contentos y seguros, es en muchas ocasiones un acto
de convivencia con nuestros amigos, nos sirve para llevar a cabo un
negocio, nos hace sentir más placenteras nuestras vacaciones y
hasta incluye un simbolismo religioso (la cuaresma, no comer cerdo,
no mezclar lácteos y carnes, no ingerir alimentos sólidos etc.)
C. Ideas principales. Otra actividad importante en la lectura es
encerrar o subrayar las ideas principales del texto. Son las
ideas fundamentales relacionadas directamente con el tema
del texto. Aprender a distinguirlas nos permite saber
diferenciar lo fundamental de lo secundario, no sólo en un
texto sino también en distintas actividades cotidianas.
Encontrarlas en un texto sólo puede lograrse si lo hemos
leído varias veces de modo que podamos captar los
conceptos que significan el tema central.
El tema del texto generalmente está sintetizado en el
título y esta es la mejor ayuda para encontrar las ideas
principales. Si el texto carece de título, deberás buscar el
tema por tu cuenta.
D. Ideas secundarias. Son aquellas que se derivan de las
principales y tienen la función de ampliar el tema, agregando
información complementaria o dando ejemplos para
clarificarlo.
Para señalar las ideas principales y secundarias, es
recomendable utilizar dos colores diferentes, tal cual se
muestra en el siguiente ejemplo:
(Las ideas principales están en amarillo y las secundarias en
verde)
Crisis en la Adolescencia
La madurez no es un estado que se alcanza por el simple hecho de
cumplir la mayoría de edad, sino que es un largo y complejo
proceso que atraviesa etapas críticas, y que requiere de condiciones
adecuadas para que evolucione lo más favorablemente posible.
Pero la evolución favorable no significa que no deba haber etapas
críticas.
La adolescencia es, en general, la más crítica de estas etapas. ¿Qué
les pasa a los adolescentes, que parece tan difícil entenderles?
Simplemente, que están aprendiendo a ser adultos, y ello significa,
básicamente, empezar a ensayar la autonomía y la
autodeterminación que deben tener cuando sean adultos. Pero
como personas que están empezando en algo sin tener ninguna
experiencia, es lógico que hagan cosas ilógicas. Son sus primeras
pinceladas de autonomía; por tanto, son intensas e incoherentes.
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Son, además, contrastantes para dejar patente que son sus propias
pinceladas. Con ello van tratando de hacerse un lugar por sí
mismos.
Con las primeras iniciativas de autonomía va asociada la inseguridad
que provoca su inexperiencia, por lo que es lógico que busquen
apoyo, pero no lo van a buscar en aquel de quien se tienen que
independizar, porque es, en teoría, “el enemigo”, por decirlo de
alguna forma. Por ello es normal que se refugien en la confidencia
de amigos que están en la misma situación, o que ya la pasaron.
Tienden a seguir modas de otros porque su deseo de autonomía les
hace actuar diferente a la familia, pero su inexperiencia no les
permite actuar con criterio propio, porque aún no lo tienen
formado. El actuar o pensar hoy de una forma y mañana de otra son
ensayos naturales a través de los cuales va formando su propio
criterio.
E. Lectura comprensiva. Ahora que ya has leído globalmente
el texto, has subrayado lo más importante y/o has marcado
las ideas principales y secundarias, podrás hacer una lectura
más profunda relacionando lo que lees con lo que ya has
aprendido. Este es el tipo de lectura más importante ya que
es la que te permite comprender lo que estás leyendo, por
lo que implica mayor concentración.
Hay un método clásico para profundizar la lectura que
puede ser un buen ejercicio a la hora de leer
comprensivamente y consta de los siguientes pasos que
resumen a su vez los pasos anteriores:
A. Examinar. Significa hacer una lectura rápida del texto sin
detenernos en los detalles. Esta lectura nos permite dar cuenta de
las ideas principales.
B. Preguntar. Hacer o escribir preguntas al margen del texto
nos permiten interiorizarnos con el mismo y darle un significado
para nosotros.
C. Leer. Es la forma de leer comprensivamente ya que nos
concentramos aún más en lo que dice el texto relacionándolo con lo
que ya sabemos o hemos escuchado en clase.
D. Repetir. Hacer una segunda lectura comprensiva ayuda a
retener más los conceptos ya que estos pueden olvidarse
rápidamente si no los reforzamos. No significa memorizarlo sino
repetir con propias palabras lo que se ha leído.
E. Repasar. Una vez concluido los pasos anteriores, siempre es
importante volver a repasar el tema agregando toda la información
y conocimiento obtenido para ella y para verificar que se lo ha
comprendido bien.
4. Redes conceptuales. Esta puede ser la técnica más eficaz ya
que permite desplegar nuestra capacidad de análisis y observación,
como también desarrollar la comprensión y la estructuración de
ideas. Por medio de ellas, se logra representar relaciones
significativas entre conceptos en forma de proposiciones más
sencillas.
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Los que tienen más práctica en esta técnica, pueden
realizar la red con una lectura comprensiva del texto o
tomando apuntes en una clase. Para desarrollar esta
habilidad te proponemos los siguientes pasos:
a. Realizar una prelectura (tal como desarrollamos en puntos
anteriores)
b. Encierra o subraya las palabras claves y las ideas principales.
c. Utiliza cuadros y círculos para unir esas palabras e idas
principales. También puedes utilizar conectores, flechas, corchetes,
símbolos para integrarlas.
Te ofrecemos un ejemplo sencillo:
5. Resumen. Es una manera de sintetizar un texto. Uno de los
errores más comunes de los resúmenes es copiar el texto llevándolo
a un formato más breve. Si bien, la brevedad es la clave de este tipo
de síntesis, copiar tal cual está escrito no aporta nada. Un resumen
tiene que estar escrito con nuestras propias palabras y para que esté
completo debe contener:
La idea principal del texto. Tal como lo venimos
desarrollando en clases anteriores
Las partes que tiene. Se debe respetar la forma que el autor
le ha dado
El tema de cada parte. Aquí se incluyen los temas
secundarios, es decir, aquellos que amplían la idea principal
del texto.
Las opiniones del autor. Siempre hay que tener en cuenta
que todo texto es escrito por alguien, éste constituye su
AUTOR; por lo que hay que respetar qué quiso decir y cómo
lo escribe.
La opinión propia. Lo anterior no significa que todo lo que
leamos debamos aceptarlo sin más. Es fundamental ir
aprendiendo a tener una visión crítica de la realidad, esto es,
tener nuestro propio criterio y opinión de las cosas. Cuanto
más sepamos de algo, cuanto más aprendamos, mayor
posibilidades tendremos de ejercer esta capacidad crítica y
constructiva.
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6. Cuadro comparativo. Esta técnica nos permite encontrar
similitudes y diferencias entre dos temas. Permite organizar la
información de acuerdo a las características de los conceptos,
eventos, temas, que se quiere comparar. Su elaboración es sencilla
pero tiene que estar bien ordenada. Para lograrlo, te ofrecemos una
manera práctica de hacerlo:
a. Tiene que estar formado por un número delimitado de
columnas que se lee en forma vertical.
b. Hay que identificar los temas que se quiere comparar.
c. Reconocer las características de cada tema a comparar. Es
fundamental en este punto no pegar-cortar lo que dice el texto sino
escribirlo con propias palabras y en forma resumida.
Observa el siguiente ejemplo. Verás un texto y un cuadro
comparativo que lo comprende:
ESTADOS DE AGREGACIÓN DE LA MATERIA
En física y química se observa que, para cualquier sustancia o
elemento material, modificando sus condiciones de temperatura o
presión, pueden obtenerse distintos estados o fases,
denominados estados de agregación de la materia, en relación con
las fuerzas de unión de las partículas (moléculas, átomos o iones)
que la constituyen.
Todos los estados de agregación poseen propiedades y
características diferentes, los más conocidos y observables
cotidianamente son tres, las llamadas fases sólida, líquida, gaseosa.
Los objetos en estado sólido se presentan como cuerpos de forma
definida; sus átomos a menudo se entrelazan formando estructuras
estrechas definidas y tienden a vibrar. Los sólidos son calificados
generalmente como duros y resistentes, y en ellos las fuerzas de
atracción o cohesión son mayores que las de repulsión. Tienen un
volumen constante.
Las sustancias en estado líquido tienen como característica principal:
la capacidad de fluir y adaptarse a la forma del recipiente que lo
contiene. Tienen un movimiento desordenado con cierta cohesión
entre los átomos del cuerpo, aunque mucho menos intensa que en
los sólidos. Tienen un volumen definido y poseen fluidez.
Las sustancias en estado gaseoso tienen ciertas características
como: Las moléculas del gas se encuentran prácticamente libres, de
modo que son capaces de distribuirse por todo el espacio en el cual
son contenidos. La fuerza de cohesión es casi nula, no tienen forma
definida. Son fluidos como los líquidos y su volumen es variable.
Pueden comprimirse fácilmente, las moléculas que lo contienen se
mueven libremente.
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Sólido Liquido Gaseoso
Movimiento Vibran Se mueven
desordenadamente
Se mueven
libremente
Fluidez Nula Tienen fluidez Tienen
fluidez
Fuerza de
cohesión
Bastante Poca Nula
Forma Definida Adopta la forma del
recipiente
Adopta la
forma del
recipiente
Volumen Definido Definido Indefinido
Comprensibilidad Nula Poca Bastante