][„ ' En el primero de estos Cuadernos3 Pedro Salva-dor de Vicente planteó el problema del concepto de lacolonización, clasificando en tres grupos las definicionesen uso, según que dieran primacía al elemento demográ-fico, al econóinico o al cultural, en la acción colonizado-ra. En realidad, cali© añadir dos clases más : las que des»tacan la primacía del factor político o cío poder, y laseclécticas o mixtas, qas son, sin duda, las inás slnindan-tes. Para el presente ensayo es necesario recoges un .con-cepto integral de la coloaiisación, tjne no «eje fuera BÍII-

giino de SUS elementos tipificadores aran admitiendo quese dan en diferente proporción gegisi los casos, puestocpie, dentro de-la unidad conceptual, los modelos perse-guidos y los restallados prácticos conseguidos constituyennina variada escala de tipos de colonización.

Así, para nuestro estudio—y en esto coincidió .conHoffnian (1)—los rasgos comunes a toda colonización senodio: 1) Emigración, naturalmente inás decisiva en losterritorios templados -de «poiilación». 2) Ocupación, másintensa en los países de administración directa. 3) Espío -tación, e coma se- «fice añora, «enciiadraBiiento», es de-cir, revalorización, más acusada en las colonias «le suele

<1) Ea .¿Cüiverálé Colosiale» (1946-íTs: l a aciipKciáit y le expíalac i á n d a u n , p m s n u e v o p o r u n a c o l e c t t v i d s d o r g a n i z a d a , é a j a l a l a i t áOs laia. metrópoli lejana... es colonización.

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tropical, 4) Diferenciación, que se acentúa más en las co-lonias donde se signe un sistema autonomista, pero quetambién existe en los sometidos a un criterio asimilista.5) J erarqiiía, caracterizada por un mínimo de depemden-

qne puede considerarse como' una extensión jurídica co-'.& la jerarquía. 7) Oy de la autoridad.

da- com ]

elemento local, plural o simple, autóctono mestizo o crio-llo. 8) Finalidad, expresamente formulada o resultantede la política seguida,1 que puede oscilai*. Así concebidala colonización, puede ejercerse mediante infinitos cao-délos y combinaciones políticas, los .cuales se encuadranen foranas que natraralsnc-nte varían sin cesar y cuyos ró-tulos no siempre corresponden .con precisión a 'su conte-nido tal como lo concebirnos; a veces porque las mismaspalabras—y, lo que es más significativo: las mismasideas—tienen, un alcance diferente, según los escenariosy los tiempos.

II.'—Las primeras novedades (?) sobre estos róñalosson: A) La progresiva eliminación de las palabras coló-nia y colonización, consideradas como una supervivenciade tiempos pasados y vinculadas a prácticas incompatiblescon el actual orden mundial; y B) La subsiguiente adop-ción, ya qne.de términos amplios y vagos («dependencia».«territorios), ya de HB concepto finaiístieo imilateralaien-le orientado: «países sin gobierno propio», o como dice'el art. 72 de la Carta-de San Francisco: «que no lian ob-tenido todavía, elple-no gobierno propio». Originando a ?avea otras novedades : 1.a) La esíatifieaeiósi ele las relaciones

, eoícosiaies. eiiininajido la jiríervesieíÓB de las eslidsete»mistas (las liltiinas Compañías de Capia),, 2.a) La imieT-

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nacionalización de esas relaciones, mediante la investí'dura, temporal aunque indefinida, de la administraciónde ciertas dependencias (ahora fideicomisos,, antes man-datos). 8.a) La fiscalización externa de la gestión coloni-zadora. 4.a) La mayor correlación entre las facultades ylas- responsabilidades coloniales, eliminando las formasdesiguales representadas por capitulaciones, garantías,•concesiones y arriendos (si bien a veces reaparecen bajoformas de intervención ráenos colonial). 5.a) La restric-ción geográfica del ámbito de la colonización, mediantela concesión de independencias (con o sin asociación conlas antiguas metrópolis), o la integración en las antiguasmetrópolis. 6.a) La tentativa de constitución de sistemaspolíticos, ya puramente regionales, ya ineiiíliales, pola-rizados en torno a un. poder aglutinante, en los cjpae. en-tran numerosas dependencias. 7.a) La redistribiición depoderes en favor de las dependencias. 8.a) La reagrnpa-ción de dependencias vecinas, sacrificando a las pequeñas.9.a) La disminución de las transferencias de poder a po-der de las dependencias. 10.a) La mayor representacióno participación de los elementos autóctonos. Estas nove-dades influyen, naturalmente, en la evolución de las for-mas políticas de la colonización, la cual subsiste, con osin disfraz, hasta que la evolución política capacitadorasea completa con la emancipación económica y social, sincuya arsnoniosa conjunción no puede considerarse com-pleto el cielo evolutivo de un país dependiente. Esto es"ana gran verdad sobre la que todos están secretamentede acuerdo, aunque convencionalismos y convenienciastayas llevado a declarar y tratar oficialmente como Es-tados independientes a sociedades coloniales no totalmen-te capacitadas para su emancipación. La realidad corri-ge -asta disparidad.

III.—Quedan, pot tanto., fuera del presente estadiolas formas no políticas de la colonización, que constitu-yen sus manifestaciones parciales, pues si bien a vece?la preparan o se derivan de ella, no por ello la suponen;

A) La senii-coloniaación demográfica por vía de emi-gración. Así las- de los pueblos orientales. China e India

,a los Estados- o dependencias del Indico,BO y Caribe; y las de algunos europeos a Aiuérica,

África y más reducidamente a Oriente, incluyendo laemigración española, autora de colonizaciones privadas,corno la del Qranesado. Y el envío de técnicos o profe-sionales a ciertos países. •* •

B) La sena-colonización económica por vía de in-mersión de capitales, realización y disfrute de obras dsvalorización y fomento, posesión de propiedades con osin estatuto privilegiado, otorgamiento de empréstitos congarantías especiales y otras formas semejantes.

G) Las semi-colonisaciones jurídica y cultural, querepresentan la supervivencia de regímenes legales de ex-cepción (capitulaciones, códigos importados) o la direc-ción intelectual de la vida de uní pueblo joven por insti-tuciones, íxisíriiBieatos (idioiaa) y elementos generalmen-te occidentales; es algunos casos orientales (aliora sovié-ticos, antes japoneses).

Tampoco son maleria de este ensayo las formas deinjerencia de IHI pneMo en la vida de otro, cuantío n«van acompañadas do la colonización, ocupaciones milita-res e influencias políticas, aunque en estos últimos iíesi-pos asistimos a .colonizaciones ícpolítícas» en iionAre é&la -democracia e del comunismo en países que llevabansu milenio de independencia.

XV". . Anticipando el contenido de este ensavo, elasí-

8ficaré las f orinas políticas de la 'colonización en tees gran-des grupos. En el primero incluyo las viejas formas quedesaparecen. En. el segundo, las viejas formas que $ubsi§~•fe». En el tercero, las nuevas formas que aparecen.

El buen juicio del lector asignará a 'cada uno de- esosgrupos las proporciones que realmente tiene. No' se tratadé categorías matemáticas, netas e inconfundibles. Elmurado social está en un perpetuo devenir y difícilmentepuede establecerse el comienzo o el fin de alguna© de lossistemas que lo integran, y menos aún de sus formas po-líticas. Aquí tomo como período .comparativo para la evo-lución estudiada al que separan las dos grandes guerrasmundiales del presente siglo. Pero incluso 'cuando un

esperarse posibles regresiones al viejo orden, de cosas,nunca exactamente reproducido. La persistencia de pro-blemas y situaciones disírassados sólo en su. presentación

formas diferentes, cpie en lo político son a veces, superfi-ciales envolturas, y en otras ocasiones, instrumentos paraactuar demoledoramente sobre aquellas institucioaes. Porotra parte, la abundancia de excepciones y la disparidaddel léxico colonial y político de los pueblos hacen a cadapaso más limitado el alcance de los conceptos desapari-ción, subsistencia j aparición o creación-, asignados a cadaBUG de los tres grupos establecidos. Teniendo presenteestas reservas, la clasificación que queda establecida pue-de ser muy útil para comprender el estado actual de lacuestión.

V. Considero en franca vía de extinción a tres for-mas políticas, en otro tiempo muy desarrolladas : la cois-iridación por compañías de cart&f el vm&Baje colomisl j

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los mandatos; y'en estado avanzado hacia su desapariciónel sistema de wri&ndos coloniales.

De lieclio no existe actualmente ninguna Compañíamayéstáticu operando en suelo colonial. Las dos últimasque existieron, fueron : la británica del Norte de Borneoy la portuguesa de .Manica y Soíala (Mozambique). Conla poniera dio al traste la ocupación japonesa, que pro-

:ó después de la restauración del poder inglés su cadni-lad y rescate por la Corona y el establecimiento de una

colonia en su lugar (15 junio 1946). La segunda conclu-yó' de un naodo normal, previsto en su carta coñeesionaly en el Acta Colonial Portuguesa (art. 12) : la reversiónal Estado al espirar el tiempo legal de vida, creándoseuna provincia más en el África Oriento! Portuguesa consus territorios. Cuando se tabla -de grandes compañíaspara la explotación de África o de otras áreas coloniales,no pensamos en que fácilmente revivan aquella clase decompañías, aunque sí pueden crearse consorcios interna-cionales (bajo hegemonía americana) con facultades eco-nómicas tan amplias qu e limiten o interfieran, los pode-res políticos de las metrópolis sin eliminarlos.

El vasallaje era una institución clasificada por loseuropeos como medieval, que después de la revoluciónfrancesa se localizaba, por lo general, en ios países orien-tales o de civilización oriental, y presuponía formas políti-cas arcaicas consideradas como parecidas a algunas de lasrelaciones entre el señor (o suzerano) y el vasallo o feuda-tario. Turquía liaMa percudo su suzeranía sobre Argel yTúnez al comenzar el siglo xix. La que poseía sobre Egip-to, atenuada desde 1840 e interferida desde 1890, cesó. de fado en 1914 y de inre en 1923 (Tratado de Laíisa-aa). laos Estados vasallos de Rusia (Jiva y Bajara) cedie-ron el paso a las «repúblicas populares» del Joresm y Bii-

jara en 1921, borradas luego al constituirse las llepúbli».e Ttircoinanía, Usbekia (1925), Casacpiia,

Kirguisia (1936). La mzeranía cliina sobre Co«rea, compartida (1895) con Japón, d«ípleto en 1905, cediendo el paso a un pinés, al que siguió la anexión (1910) y la independencia(1947); igual- que las qae afectaban a Mongolis (inde-pendiente bajo influjo rnso: 1915 y 1924). Assani (bri-tánica, 1826-39}s Birsnania (independiente 1785 y bri-tánica entre 1826 y 18o6s independiente desde .1948), yAnnam (independiente desde 1784, protegida por Fran-cia desde 1884). Francia ejerció una fugaa suzeranía so-bre el emirato de Mascara (1884-37), e Inglaterra sobredos pueblos occidentales : las repúblicas hoers de Trans-vaal (Zraid-Afrikaansche Repnbliek) y Oranje (Vrijstaat)entre loSO y 1901. Todos estos son recuerdos históricos.Las últimas relaciones semejantes, pero no iguales, a lasde la antigua suseranía, son las transmitidas por Inglate-rra al Dominio de la India sobre los Estados interiores in-dios (antiguos ccFeudotory States») modificadas eíi IOTL-

clios casas (Baroda, Haiderebacl) y conservadas respectode los Estados fronterizos de Nepal y Bufan (1923). Esmuy dudosa la situación del Tibet, sema-vasallo de Chi-na, bajo la influencia india (Tratados de 1914).

"VI. Los mandatos, creación del Tratado tle Tersallps(artículo 22), siguiendo el obligado camino trazado porel reparto directo de las conquistadas posesiones alemanasy turcas durante la primera guerra mundial, se lian es-tingaido, coa IIHS sola exeepci-ón de transitoria sisJbtsssíen-'cia : el África del Sudoeste perteneciente al tipo C. incor-poración" jBiMica al país rnaadatario, qae es la UnióaSuclafrieana. El art. 77, a), de la Carta «e San FSSHCÍS-

CQ contiene una ccinTitaciÓB» (pero no una eomxúnaeión)

él

para transformar los antiguos mandatos en fideicomisos.Así lia sucedido con los de tipo B (incorporación coadi»cionada y parcial a los territorio^ del mandatario) : Canae-rúsi y Togo (en parte británicos, en su mayor parte fran-ceses);, Ruanda-Urundi (belga), Tangañica (británico) yios restantes G : Micronesia (es japonés : único eoüsiirado como situado en «área de seguridad» y coi

•Guinea(australiana) y el conjunto de xíaura, que antes adminis-traban por tamos cuatrienales Inglaterra, Australia yMueva Zelanda, y aiiora Australia en nombre de las tres.Los mandatos A (protectorados .con garantía iaterjiacio-

lau, cedido el paso a reinos independientes, pero alia-

antiguo mandatario (Inglaterra)y .1932 (Tratado de 1930) y TransJordania desde 1946(Tratado de 22 de marzo) y 1948 (Tratado de'18 de mar-zo); o a Repúblicas' que pudieran haber sido aliadas desa antiguo mandatario (Francia): Siria y Líbano (1943-45); Palestina isa sido «renunciada:» por los ingleses(15 abril I948)? constituyéndose en ella el Estado de Is-rael, reconocido de fado o ds iure por la mayoría de tosEstados, y aiaplláiadose Transí ©reíanla con el resto.

El mandato superviviente se rige por su vieja sartaoe 17 de dicienübre. de 1920 y por la Constitución otorga-da por la Unión en 1925 (Acta 42). La Unión rinde cnea-ta de su gestión ai Consejo de Administración Fiduciariascomo sustituto de la Comisión Permanente de Mandatosde la Liga ginebrina. El futuro del mandato se debate en-tre los deseos de la O. 3N. TL (transformaron en fideico-miso, cpie será un caini>ío más formal qae substantivo} J.los de la Unión (constitución de su quinta provincia)-Todo lo aprovechable de la experiencia de los mandatos

lia pasado a los fideicomisos, legítima continuación de lasanteriores.

Vil. Incluyo aquí como vieja forma de colonizaciónen vías de extinción al territorio de Kao-Lung, «arren-dado» por noventa y nueve años en 1893 por China aInglaterra, enfrente do la isla de Hong-ELong, virlualmen-te incorporado a la isla para f orinar rana sola colonia. En.la última reliquia, de una serie de «arriendos», cabezasde puente sobre las esferas de influencia extranjera en ladespedazada China: el alemán» de Kiao-Chcu (1898-1920), japonés hasta 1924 (luego chino), el inglés de Wei-Hai-Wei (1898-1930), y el francés de Iliian-Cheii-üán(1899-1946). Port Arthiir (raso 1899-1904, japonés

1945) y su goma vecina quedan en una situación es-de .condominio teórico chino-ras© (Tratado 12 JE-

No pueden incluirse en este ensavo los arrien-dos en la zona del Caribe, a favor de los Estados Unidos,ya de territorios hispano-americanos (G-iiaJitámanao deCuija, Tratados de 1903 y 1934; Corn, Fonseea y Canalinteroceánico de Nicaragua, Tratado de 1916, y Zona delCanal de Panamá, Tratados de, 1901' y 1936),, ya de te-rritorios ingleses (Placentia en Terranova, futrara pro-vincia canadiense), Beraradas, Cat y Mariguana en lasBaliainas, Kingston en Jamaica, Pcrham y Grsat Bay enlas Antillas menores, La Brea en Trinidad y EssequiiboMouth en G-nayaiia, en virtud de los acuerdos de 1940-42.No representan, a mi juicio, formas políticas de la colo-nización., sino de hegemonía y penetración estratégica.Oíros arriendos de tipo comercial., tampoco lo sos; peroel ifial recuerdo cpie dejaron han. movido a Portugal a con-cluir con la «zona comercial» inglesa en Chinde (Mozass-Mqiie) en 1925; y a la India a acabar en 1947 con lasle>ges, terrams j faetones francesas de Suahi (L), Sara£

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Caliout (L), Balasore ("JL y T), Gurpurdaír (T), Buan»"cliar (T), Gorelby (T), Casimbazar (L), Patea (L), Fa-tua (T), Fuuarek (T), Begasara (T), Sorgnia'(T), Chai-pra (T); ejemplo seguido- por Pakistán respecto de Gual-para (F), Suljet (F), Farídpur (T),- Daca (L), Sola (!%Siranpo.r (T), Yudía (L) y CMttattong (F). En realidadlo que está en juego en la India son. los «establecimieBi-tos», aflora «"Villes .Libres»,- de Chandemagor, Yanaon,Carica!, Malié yPondicliery. También subsiste "el arrien-do «comercial» de Gambela (Etiopía) al Sudán, y los dosingleses a Francia- en Nigeria, de índole teórica.

."VUL . Pasamos ahora a las formas que subsisten, ycomenzamos por las colonias strictu sensu. Constituyen elgrueso de las dependencias, pero bajo rételos diversos,que restringen cada vez el clásico e inequívoco. Así, bajolos Estados Unidos se llaman «territorios exteriores»(Alaska y Hawai), «territorio», sin otras adiciones (Puer-to Rico) o simplemente «islas» (Guaní. Samoa, Swins,Wafce, Howland, Baker y Jarvis), a causa del anticolo-nisnao doctrinario de los Estados Unidos. Hawai y Alaskaestán próximos a la incorporación territorial como Esta-

. dos en la Unión. Puerto Rico, aunque con alguna auto-nomía local desde 1916, pí:esenía un ratero más incierto.«Territorios» o ((islas» con las dependencias de Austra-lia (Papua, Norfolk^ Antartica) y Nueva Zelanda (Cook,Unión, Moss). Bajo Holanda, la palabra colonia, berra-da de la Constitución en la revisión de 1922. y de losEstatutos"coloniales entre 1925 (India Oriental) y 1936(Indias. Occidentales)* lia cedido el paso a denominacio-nes geográficas: Indonesia 5 Surinam. y—desde 1948—-Antillas Holandesas, antes Curaca©,, Araba, Benaire y .San Martín-Saba-San Eustaquio. Bajo Francia lia sidoreemplazada uor la vaga denominaeíóii de «territorios»

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(asociados ó de Ultramar) algunas veees agrupados. Asílos grupos de territorios del A. 0 . F. (Senegal, Mauri-tania, Sudán, Guinea, Costa del Marfil, Alto Volta, Balio-mey y Híger) y A. E.." F. (Gabon y Congo Medio, piró»xnnos a fusionarse, Ubangmi-Cliari y Chad) naás los te-rritorios «le Somalia; Madagascar (cinco provincias) conlas Coinoras y Tierra Aiielia; Nueva Galeiloiiia con lasislas Lealtad, ios «Establecimientos» de Oceanía, inclui-das Clippsrton y Wallis; Tniiii, y Saint Fierre y Migue-Ion. Transitoriamente se consideran como «territorios deUltramar» a los de. la Federación indochina : Repúbli-cas -del "Viet-Ham y CoeMiieliina, Reinos de Camlboya yLaos, y territorio moateñoso del Sur. EspaSa edifica alíiii de «territorio de soberanía», pero sin decidir á in-corporado a la Metrópoli o .como suelo colonial delA. O. E.; y de «zona» al Sekia-el-Hamaara, que es «o-

La denoioinación clásica se conserva por Bélgica enGosigo? por Portugal en todo sin Imperio (donde lasrslisó el artículo 3.° del Acta Colonial, estendién-

al «Estado» <Ie la India), integrado por Caluo Yer-de, Guinea, Santo Tomé-Príacipe-Ayuda, Angola (cenCaaínda). lIosaiaMqiies la India (Din Dama© y Goa)s

Bíacao y Timor (con Lifaii y Pulo-Yak©); per España,• fu Gsimea y Sío de Oro (parte del A. O. E.)i y por IH"glaíerra, en la mayoría ele sus viejas posesioses, aEnqaeempieza a usar la expresión «países ele la-Maneossiiiii-ésííB. Así son colonias todas las americanas (Bernindas.üaliana'as, Belics, jamaica ceia Tiiris, Gáyeos y Merants

Barlovento, Baijaáos9 Sotavento, Trinidad y Tobago.Giiayana, FacHand), es decir: las Malvinas argeaf isasy sus dependencias antarticas. Las europeas: Gíluralttsr-,Malta y Chipre (considerado como laediíerráaeo y no

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como asiático). La ¡mayoría de las oceánicas : "Borneo conLabuan, Sarawak (que era un sultanato protegido hasta15 de mayo de 1946), Síngapiií y dependencias (Cocosy Keeling), pero sin los «establecimientos» de Welles-ley y Malacca, incluidos en la Federación Malaya; Fiyi,Gilbeít-EHice (desde 1916), las Esperadas, Fénix, Pit-eairn y Du.cie. Algunas de las -africanas : ICeíia (dondesubsiste 'ana franja costera conio «protectorado» arren-dado al Sultán, de Eangíliár), Rodéelas del Norte y delSur, Mascareñas, Mauricio y dependencias, Santa Ele-na, Ascensión y Tostaba, y formalmente Baguio (que esun protectorado); más la Costa de Oro, y teosos coste-ros de GaniMa," Sierra Leona y Nigeria, virlsalinente lascapitales respectivas y alrededores en la primera y ter-cera. TtHiíiMéi», alrededor de Aden liay ÍÍII pecjuieño te-rritorio eolosiial, cosió lo es Moiíg-lCong. troenlaiidia ,es considerada como «posesión» por Dinamarca. Pedro I.Bourel y la Antártida gon «dependencias» noriíegas. Ru-sia y Turquía no empicaron nunca la palabra c&leiria(GoMernos, Provincias. Territorios, Padkaljjk5 "Vüaire-tos, Sanyaik). El lígeo era una «posesión» italiana-

~Ni el cambio de dciioniinación. IÚ su subsistencia danidea exacta del grado cíe evolución de las 'formas políti-cas en cada caso concreto. Los «territorios» francesessignen en líneas generales la organización fie las antigás2

colonias de tono central Izador y asisiilista. Sus asa» aJileas locales mantienen a Teces la separación de europeo»y autóctonos ea eolegic-g. Y la resíricciósi de la partici-pación de los segundes a ciertas categorías. Sus poderesson pnraiseate COBPÍÍIÍÍ'VOS y deliberantes, frente a le?sólidos de los gobernadores y los decisivos de la llelré-poli, de corte centralista. Por el coníTario, las celeaifesingleses sigses! desde 1989 tiaa evolución muy seBsacI?

en los últimos tiempos liada la autonomía; en algunasde gobierno puramente amtocrático, aparecen, pequeñosconsejos consultivos (Aden, Cambia, Guay&na, Belice);en las que los poseen alimenta la participación, del ele-mento no oficial, que llega a veces a ser mayoría (Ilong-ICong, Costa de Oro) y dentro de él una creciente paitees elegida3 con intervención de los indígenas. En otrosge crean legislaturas Mcamerales lejanamente parecidasa la metropolitana,, Finalmente, .se .lia restaurado el go-bierno parcialmente representativo allá donde estaba ensuspenso "(Malta y Chipre, 1947); ge tan constituido des-de 1945 sistemas cíe gobierno seKiirrcpreeentativos, en _ Ja-fsai.ca y Mauricio | y-'Hila colonia autónoma (GeyMsü)'iiapasado a ser dominio (1948), Yirtoalmeníe lo es en sagobierno interior Ilodesia del Sur 'desde 1923. por locual ha asistido ya a la Conferencia de la llancoiíraai-dad íle 1947. Es curiosa la desaparición de los últimosvirreynstos (India» A. O. I.).

IX. Los protectorados (arbitrariamente clasificadoscomo cdnternacionales» o como «coloniales») y los cuasi

lilas subsisten aunque con mutaciones que re-nal ambiente» de tjue gozan .desde 1945 „' por

considerarlos—erróneamente—como supervivencias deun pasado de «tiranía de los jefes» o quisa por móvilesseesioaistas, ocultados con pretextos democráticos. Den-tro del Imperio inglés se mantiene la dualidad entre losProtected- sietes con im soberano (Sultán. Maya) y lossimples protectorales?, que pueden incluir o no un Estadoprotegido, lia desaparecido el protectorado de Saraw-alc,pero subsiste el de Brniiei. v los malayos íle Bsegri-Seni-büán, Pahang, Perak y Selanger (ya federados eia 1895),«pie con los de Kedali, Kelantan, Treaganu, Periís yYoliore han side federadas desde 1946. Subaste el de las

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islas Salomón (apetecido por Australia) y Tongsno) isa Ocesmía; los sultanatos de Maldivas yy los de la costa arábiga desde Citvait, Bahrein, Catar,la Costa Pirata (seis), Omán, Hadramaut (tres gruposcíe sultanatos con Kurfa, Muría y Socotora), Somalia,Nyássa, Uganda (con los reinos de Buganda, Toro, An-kolé y Buñoro), Bechtiajia (seis grupos de tribus), Ba-suto y Siiasi (con régulos nativos). Cambia y Sierra Leo-na -(rollas Interiores de'las homónimas colonias). Ashan-ti (restaurado en 1935 como Estado)-con los territoriosdel Norte de Costa de Oro, y los de Nigeria; Sudoeste,

•• Sudeste y Norte, 'donde están los emiratos haussas de So-coto, Cano, Zaria y oteoé. La organización interna deellos lia variado en algunos casos, pero rara vea lian au-mentado los poderes nativos desde 1939 (Nigeria, 1947;

Dentro del Imperio francés, Unión Francesa actual,subsisten los de Laós (constituidos por la adición en,de todo el territorio homónimo al Reino de Luang-bang), Caraboya, Marruecos y Túnez, destinados a cctrans-formarse en Estados ago'ciados» ante la protesta de losinteresados. Las reformas francesas de 1947 en Túnez yMarruecos han dado mayor intervención al elemento au-tóctono en la Ádniirásteaeióii., pero no mayor autonomíaa los respectivos Estados. España' conserva su protecto-rado jalifiano_ sobre parte de Marruecos. Holanda lia sus-tituido a los trescientos (grosso numero) Estados indíge-nas de Indonesia por las negaras (Estados) o Daerahs (te-rritorios) que han -de fennar los Estados Unidos de la-doaesia. Bajo el fideicomiso belga de Huanda-Urandi ssh-sisten. des sultanatos; también los hay bajo las unidades,adnsifiigtraíÍTas del África Occidental y Ecuatorial fran-cesa. amiQTie Francia lia procurado mucho antes de 1985'

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acabar con los reinos, indígenas más o menos insumisosMadagascar, Bahoínay, TaMtí, y las numerosas del Áfri-ca sudanesa y del Chao). No los hay. en cambio, en las

X.

fundían las palabras «protectorado», «posesión» y «co-Italia los tuvo en Somalia del Norte.Los quasi-protectorados persisten en el Carite

conio producto de una hegemonía de fací®, más cpie deun YÍnonlo jurídico, sepín eran anteriormente. Están muyatenuados desde 1933 («política -del traen vecino», ábro-gración de la enmienda Plalt Y evacuaciones) Cuba,- Nica-ragua, Panamá, Dominicana y Haití son hoy más sobe-ranos que antes. De quasi^protectonulo podemos califi-car a láberia (Tratados de 25 de marzo de 1943 y 8 dejranio siguiente) y a Etiopía, esta última, restaurada en1941 por los ingleses y evacuada en 1943, pero vincu-lada por dos Tratados (31 de enero de 1943 y 19 de di-ciembre de 1944). Más adelante veremos la nueva formade los qii«§i°protect.orado>$: las alianaas desiguales, des-tinadas a reemplazarlos con el tiempo. Quasi-protccto-rado japonés fue de 1931 a 1945 Mamchufcuo, y lo esactualmente la Mongolia soviética.

Los Condominios tienen en los últimos tiempos elBiisniQ desfavorable ambiente que gozaban en 1939: lospaíses colonizadores prefieren repartirse al colonizado(Samoa, Marruecos, Togo, Camerún) sntes que compar-tir una gestión sobremanera propicia a rivalidades y cho-ques. Subsiste el condominio desigual cíe Inglaterra yEgipto sobre el Sudán establecido diplomáticamente en1899 y mollificado imílateralmente desde 1906=. Las rela-ciones entre los consucños son tormentosas : Egipto pidela ccimidad del Valle del Mió» (.qnckluss) e Inglaterra leceatesta con la autonomía del Korte del psís desde 1942.

También vegeta olvidado el franco inglés sobre las Mue-vas Hébridas establecido en 1904; y se lia creado uno an-gloamericano con carácter provisional sobre las islas En»tleribiaxy y Cantón desde 1939. En la O. N. U., la Indiaha propuesto qiie los fideicomisos se confiaran a variospaíses- a la vez, petición estudiada respecto de ciertos ¡ca»sos (Eritrea, Libia). De ccCoimperium», desigual, pode-mos calificar al complicado régimen de Tánger, según elEstatuto de .1923, restaurado en parte en 1945. Un régi-men <de quasi-condominio nasochino de jacto es el del

XI. No sólo la independencia de ciertos países (Bir •mania, Corea, Filipinas,. Siria y Líbano, etc.) ha dismi-nuid© el número de países dependientes, sino también la

lian desaparecido los de Karafuto, Fornaosa y Corea alJapón, y las de las .cuatro provincias costeras de LiMa aItalia. Subsiste la de grupo formado por los tres Departa-mentos argelinos de Oran, Argel y Costantína a Francia,aumentados por el Estatuto argelino (20 de septienilbrede 1947) pon los antiguos «territorios del Sur» (Aiti-Se»fra, Gardaya, Tuguil y Oasis). Tanibién lian sido ade-más asimilados a la Metrópoli como «departamentos deUltramar» Reunión, Martinica, Guadalupe y Gnayana.Finalmente (sin incluir las islas -fie vieja cuitara que h&eesiglos dejaron de ser coloniales como Córcega, Faroe, Ba-leares, Canarias, Azores y Madera), estás incorporadasa lüspaña las ccPlasag de Soberanía» o antiguos Presidiosy Peñones al norte ele Marruecos, formando "en GoMef-ao general confiado al Alto Comisario español eia Ma-rsraecos; y a Mosaega las Mas Svalbord, Jan Mayen. JOses. Más adelante esaiijiao oteas formas polííieas cíe la

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asimilación íiicorporativa en el caso de territorios con-tiguos.

La última guerra lia '¡colocado bajo la forma política,eminentemente provisional, de ctenitotíos ocupados» aalgunas dependencias : las Mití-íCiu, ex japonesas, «jue,como íwoyima, ocupan los Estados Unidos. Feaaan, exitaliano, ocupado por Francia y dividido a efectos admi-nistrativos entre Argelia y Túnez,, Somalia, Eritrea y Li-bia, del misino origen, ocupados por Inglaterra, 3>T de en-tre los cuales existe ya un Estado nativo en Circnaica :el Emirato seniissita., Groenlandia, bajo la soberanía da-nesa, está ocupada por los Estados Unidos. El Estado in-dependiente—es el futuro—de Corea, está consíitaídode facto por dos zonas ocupadas por rusos y americanos»a pesar -de las teóricas declaraciones de evacuación e ín-

Sur.XII. Be las organizaciones asociativas de tipo polí-

que procedentes del marco colonial se encuadranen el internacional, existía en 1989 una, aclámente des-envuelta desde 1914, y dotada de mn régimen que des-de 1926 asegura la igualdad entre sus integrantes (Esta-tuto de Vestminster de 1931): ig ManeoiiHinidad Britá-nica de Naciones formada por el fieiato Unido,, Canadá,Australia, Nueva Zelanda, Sndáfrica (¿e 1922 a JMO).Labrador (de, 1922 a 1938), India, Pakistán, Cey-lán (desde 1943) y Rodesia del Sur, limitadamente. JLanaturaleza fiexiM-r* de las formas políticas iaitáiiícas serefleja en la evelüc'éia de la Síanconmnidad, en la que lacomún eílegimice a la Corona Y liasía la palabra cabrita-sica» están en trance de revisión. Una ieiidezieia de JtsMaacojüíiinidad mterssante para iiuesíro estudio es la deiaeer intervenir a todos sus laáeianros en les asantes eo-

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loníales de cada uno de ellos, e incluso de redistribiaís: laactual distribución colonial, descargando a la antigua Me-trópoli en beneficio de los Dominios más cercanos. ComoCanadá lia recibido a Terranova, y la india y Pakistána los Estados indios,, Smdáfrica está llamada a reclina: Ba»

Nueva Zelanda quizá las Fiyi. La creación de colonias ogrupos ele colonias en Dominios «regionales» se señalapara África Oriental (núcleo1: Seña), Occidental, Cen-tral (núcleo: el actual quasi-domitiio -de Sodesia delSur) y el Caribe. Todo ello combinado .con la crecienteautonomía local, y a veces con la «preeminencia» teóri-ca de los intereses indígenas.

La segunda Guerra Mundial lia aportado dos nuevossistemas de ese jipo : la Mancomunidad iMeerlandoimdo-nésica y la Unión Francesa. La Mancomunidad abogadaen el Pacto de ünggadyati (25 de margo de 1947) lia de«Mistar <Je dos miembros: Holanda, que incluirá as, Su-rinain y las Antillas; y los Estados Unidos de Indonesia»Estes a su ves lian de constar de tres iniembros : la «Re-públicas» iie Indonesia, localizada en. Java, Sumatra yMadura (de facto operante en. parte de esas idas), Bor-neo y el Gran Este. En la práctica, los liolaadeseacreado los Estados de Indonesia Oriental, Pasnndam, Smatra Oriental, Sumatra Meridional y Madura, más lterritorios de Borneo Occidental, Borneo Oriental,yar. Borneo Sudorienta!, Bangfca-BílIitoii-SioTiw yDayak, conservando tajo régimen militar o pro"¥ÍsionsI &Mueva Guinea, Padang, Java Central y Oriental yBarindyin. Es evidente la contradicción entre estema orgánico y el apartado ea UaggadyaíL siendomuy proTisáonal el futuro íle la Mancomunidad y si,

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parece, lia de subsistir la distribución de loa poderes den-tro de ella,

La Unión Francesa tiene ya su régimen en la propiaconstitaeión de la IY República de 27 de octubre de 1946,donde aparecen sus órganos propios : Presidencia, Asam»blea y Alto Consejo. La Unión consta de Francia, queincluye a los departamentos (y grupos de departamen-tos como Argelia) y territorios de Ultramar (con los gru-

teiTÍtorios), poi* rana parte, y de los Estados aso-(aunque también se Iiabla. de territorios asocia-

dos, ' al parecer Togo y Camerún, sin aclarar su posi=ción); de otra parte, Marruecos, Tunea y la FederaciónIndochina. Hay que tener en cuenta dos cosas: qae laConstitución prevé el posible pase de una categoría aotira5 y que todavía no han cristalizado en fórmulas com-pletas los estatutos de los futuros Estado» asociados.

Xffl. Al pasar a estudiar las «nuevas» formas po-líticas de la' colonización insistimos en que el lector seponga en guardia contra la esperanza de ana excesiva-originalidad. Si bajo el sol hay poco nuevo, ni bajo elsol nublado de Potsclam. ni bajo el brillante california-no de San Francisco lian brotado fórmulas mágicas, comoel ruido de ciertas propagandas liaría pensar.

La primera forma nueva que tropezamos son los fidei-comisos. Ya lie señalado que son la continuación de losmandatos, pero una continuación que no los mejora. Escierto que se señalan objetivos ambiciosos y muy concre-tos para su régimen en la Caria {Capítulo SU), per»eesiípatrece ía distinción entre los tipos A., B. y C «te-SSasdaíos para ceder el lugar a dios tipos : general y es-&íjíégiee (el smerísaao de llieraaesia);, «pie es la prác-tica lig"?i "vesislo a establecer un régimen inierEieílí© CIÍ-tr-e las «los últimas eaieserías «le inasáatos. I«a agrupa-

ción de los ficleicoiiiisos coa oteas dependencias (Tanga-ñica, inglés, con Uganda, Kefia y Zanzíbar; Ruanda-Urandi» belga, con e! Congo; Togo y Camerún, france-ses, 'con. las del Á. O. F. y A. E. F.), a veces su absor-ción por ellas (Costa de Oro, Nigeria), la escasa autono-mía de los poderes nativos y otras peculiaridades, debenseñalarse. Hasta ahora todos los fideicomisos son anti-guos mandatos B. y C. Conjunto no hay ninguno, pues el

posee sólo Australia, si bien por sí el ReinoZelanda,

La variación de la composición del Consejo de Ad-ministración Fiduciaria, respecto de la antigua Comisiónde Mandatos, y la ligera extensión de sus poderes res-pecto de íos de ésta (envío de visitas) son ampliamentecompensadas por el respeto a los «derechos (?) adquiri-dos» (artículo 80 de la Carta) y la omisión de toda esti°pxalacióii sobre el fin de la Administración fiduciaria.Hasta ahora los fideicomisos sólo son nina especial y tí-pica forma política de la colonización, que todavía esprematuro juzgar, y más aún proclainar como «escuelapara la independencia» o futuro modelo general.

tas alianzas como formas políticas de la coloniza-ción se caracterizan por rana serie de peculiaridades, quese suelen encontrar en los respectivos tratados, estable-ciéndolas Ssí: a) La desigualdad de las estipulaciones qneautoriza a nina de las partes a intervenir en los asuntosde la otra, sin reciprocidad; b) Su duración, y la exigen-cia a veces del mutuo acuerdo para sustituirlas, y c) Elhaberse concertado entre países que anteriormente esta-ban en una relación colonial, aunque no se tratara de me-trópolis- y colonias strictu sensus para sustituirla. Son*,en realidad, una forma bastante limitada de la coloniza-ción ; Tona fonna de liquidación de una colonización sa-

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perada, que a la vea que conceden o reconocen la inde-pesidencia y garantizan la defensa, la gestión exterior ya veces ciertos derechos pecuniarios al aliado débil, ga-rantizan ciertas situaciones creadas en la época prece-

total o parcial (bases), permanente o temporal (guerra)del territorio del protegido o su uso; consulta mutua enasuntos de interés común y relaciones exteriores (régi-men aduanero o'comercial); suministro de técnicos (ci-viles o militares), y de elementos (armamento, etc.), siib-sidio (eventixalmente). Alianzas de este tipo existen en-tre Inglaterra y'Egipto (Tratado de 1936), Irak (1930),Transjordania (1946-48) y Birmania (1947 : limitada aluso de bases, intervención en la zona Karen y relacio-nes mercantiles). Los Estados Unidos tienen un régimenparecido, pero más laxo, con Filipinas (acuerdos de asis-tencia y bases de 1947), y Francia los lia tenido con Si»ria y Líbano (1936-41) y los lia intentado con Viet-Hani(1947). Esta forina florecerá a medida que los países co-loniales se .capaciten políticamente, marchando más re-trasadas sus posibilidades de autoprotección internacio-nal y autarquía económica.

XIV. La última «novedad» para nuestro estudio esla acción de las organizaciones regionales y especializa-das, como preparatoria de nuevas formas políticas de laColonización.

Así la Liga Árabe, promoviendo la independencia delos países islámicos bajo flominio ajeno («Frente de De-fensa del Norte de África») o pretendiendo la toteia¿e parte de las antiguas colonias, italianas, e incluso delSudán.

También la Liga de Relaciones Asiáticas, ocupándo-se de indonesia (II Conferencia de iNiieva De!tó5 1949).

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•decididamente, los Estados americanos establecie-ron en la Conferencia de La Habana (julio 1940) na sis-tema de adiMinistració'n provincial autonómico de los te-

para evitar su transferencia a otros países europeos. Enél se preveía al final la posible retrocesión del tejritori©administrado, asemejándose sus condiciones a las de losmandatos. En ia IX Conferencia Interainericana (Bogo-tá, .1948) se estableció una Comisión Americana de Te»rritorios Dependientes con funciones de orientación e in-forme bien modestas. El colonismo europeo en América,amenazado por las reivindicaciones hispanoamericanas(Guatemala, Belice, Argentina, Malvinas) y por la ke-gemonía-yanqui, parece destinado a desaparecer o trans-formarse, pero sin crear nuevas formas políticas en ssocaso. De modo indirecto, las organizaciones especializa-das, y a su cabeza la O. I. T., también cooperan a laevolución de las formas políticas de la .colonización me-áiante la transformación de sus sectores nativos por lapolítica social que capacita a minorías defensoras de laautonomía o independencia. Y,_ por último, los organis-mos de cooperación técnica : Comisiones del Caribe y <3blos mares del Sur, coino antes las de Abastecimiento delOriente Medio.

XV. Finalmente, hay que recordar la gran canti-"dad de territorios y poblaciones coloniales, ofieialmentO"sometidas a la inisina forma política constitucional cjaesus antiguas y contiguas metrópolis, y a ciertos territo-rios vecinos -a otros evolucionados son los cpie antesestuvieron unidos bajo una forma colonial. Ko ais refie-ro aquí a territorios asánoiladas por el estilo cío los dtepaí>faiaeatos de Argelia, anteriormente examinados, sis® a

territorios contiguos, en el Ártico, Csizcaso, Asia, Asae-

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rica y Australia, En el Ártico quizá Larelía y los territo-rios Coini y Nenez. En el Cáncaso tenemos a los de laW. 21. S. S. digtribiaídos- entre la República Federal Musa

te y territorio .circasiano), la de Georgia (Repúblicas Ab-jasia,, Adyaria y territorio Oseta del Sur), de Aserbaiyan(territorio Karabazb. y República Najicheva) y de Arme-nia,, En Asia y bajo la Rusia soviética, las Repúblicas Bu-riata y Yacsita, y los, territorios Oirato, Jacasio, de Tavay Judio de Biro-Biyan.,_ con los territorios y distritos «na-cionales» de los Yamalos, Gstiacos, Clmcoktas, Coriaeos,Ordines y Agines. Bajo, la República soyiética. Usbeca alterritorio Karapalcalco. Bajo la Tayica, el Badachtamo.Esas dos Repúblicas y las Turcomana", Kitgaisla y Cosa-ca son en gran parte zonas coloniales. También lo "sonlas provincias .chinas de Nimg-Hsia, Challar, Sni-Yutan,Si-Kang y CMng-Hai; las «áreas montañosas» y tribalesde Birniania (Chin, Karenni, Arakan), la mayoría delsaelo. tailandés e iraniano y los vilayalos tercos del Este.En África del Sur son coloniales los trozos be.eÍHiajia yíransfceyano de El Cabo y gran, parte de Natal. En Amé-rica lo son los territorios del NO. del Canadá (FrankHa.»Mackenzie y Keewatín), más el de Ynlcon. Huellos delos Estados del Sur y Oeste norteamericanos, el territo-rio de la Baja California mexicana (y hasta 1934 el tle

. Quintana Roo, en Yucatán), aparte de amplias zonas entos Estados federales de esta Unión lo parecen, aianqueeu. vías de inminenle transformación; 3/ así el Peles y\*erapaz, en Guatemala; el de Atlántico y Olancli©, enHoinkiras; las Segarías y Zelava, en Nicaragua; garfe deios de Punta ..arenas y Píierto Líaián-. en Costa Micas yía mayoría de les panameños de Daríen, Becas del Toroy C-Mriíjíii. Las «Comisarías» colosobianas de Goajira,

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Aratzca, Vichada, Vaupés/ Cagueta y Putumaño, yzá las ídntendeiioias» de San Andrés, lleta Chocó-y Amazonas. La «Región Oriental» ecuatoriana, con buena parte del "Perú (Loreto, Madre de Dios, San Martín), Boli

tal) e incluso Argentina (Misiones, Chaco, Tierra «leíFuego) con parte de algunas provincias andinas y gober-naciones patagónicas. En Venezuela y Brasil no sólo losterritorios propiamente dichos (Delta Amacuro y Ama-zonas, en la primera; Añapa, Río Branco^ Acre, Guapo-re, Ponta-Porá e Iguassú, en la segunda), sin.» gran parte,de sus Estados federales. En Australia, el territorio' delNorte y parte del Queemland y del Oeste y Sur. Comose ve vive tajo forinas políticas de ©cuitamiento^ o dis-fraz un tercio del mundo colonial, con la esperanza desu definitiva transformación, que la mayoría de las Cons-titaciones establecen para el momento en que el territorioafestado reúna ciertos requisitos de población y riqtieaa.Después de todo, es mi mundo que vive engañándose; eclógico que suprimiendo el rótulo de colonia se crea haberresuelto el problema colonial.

JOSÉ MASÍA COKDEKO TORILES.

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