CUBIERTA AGOSTO-SEPTIEMBRE 2019.qxp Cubierta · se muestran, por ejemplo, en la diversidad de los escritos del Nuevo Testamento. En ellos se reflejan diversas tendencias, sensi-bilidades

Comunidad Pasionista | Santuario de Santa Gema | 28002 Madrid | Agosto-Septiembre 2019 | Nº 1.049 | Año CII

CUBIERTA AGOSTO-SEPTIEMBRE 2019.qxp_Cubierta 11/07/19 10:04 Página 3

Edita:

PASIONISTAS - Madrid

Director:

MIGUEL GONZÁLEZ, C. P.

Promotor:

VICENTE FERNÁNDEZ, C. P.

Dirección, Redacción y Administración:

Leizarán, 24 y Bidasoa, 11 - 28002 Madrid

Teléfs.: 915 635 407 - 915 635 068

Correo electrónico:

[email protected]

Página Web: www.libreriaelpasionariomadrid.com

Horario de oficina: De 10 a 13 y de 17 a 20 horas.

Colaboran:

ALBERTO BUSTO, J. L. QUINTERO, PABLO GARCÍA,

ANTONIO SAN JUAN, JULIA MERODIO, JUAN CARLOS

PRIETO, JOSÉ LUIS LARRABE, JAVIER GARRALDA,

GREGORIO SANTOS, PEPE F. DEL CACHO, JUAN

IGNACIO VILLAR (VILY), RODRIGO SEVILLANO, RAFAEL

SÁNCHEZ A.

Fotógrafo Artístico: CLISOS

SUSCRIPCIONESORDINARIA .............................. 14 €EUROPA .................................... 20 €DE APOYO ................................ 20 €BIENHECHOR ........................ 25 €EXTRANJERO .......................... 40 $

MODO DE PAGO ADELANTADO:

– Por Giro Postal a Revista Pasionario.– Por Domiciliación Bancaria.

– Por Transferencia Bancaria a Revista Pasionario:

BANCO POPULAR ESPAÑOLIBAN ENTIDAD OFICINA D.C. Nº DE CUENTA

ES20 0075 0005 63 0608104074– Por Talón o cheque nominal a Revista Pasionario.

Agradecemos su colaboración.

Depósito Legal: SA Nº 1 - 1978Imprime: GRÁFICAS DEHON

PP. Reparadores - Tel. 916 751 536Preimpresión: Francisco Antón

SUMARIO

❚ Desde mi ventana MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

❚ Mirada contemplativa al Señor Crucificado JOSÉ LUIS QUINTERO SÁNCHEZ, C.P.

❚ Confidencias del Papa Francisco M.G.

❚ Familia y vida, en verano JULIA MERODIO A.

❚ Convivencia Pasionista ALBERTO BUSTO

❚ La mejor postal: María RAFAEL REY, O.C.D.

❚ Carta “póstuma” al cielo para Monseñor Juan Antonio Menéndez que fuera Obispo de Astorga MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

❚ Teología y vida JAVIER GARRALDA ALONSO

❚ Misiones Pasionistas JUAN IGNACIO VILLAR –VILY– C.P.

❚ De cara al verano Todos ¡menos yo! PABLO GARCÍA MACHO

❚ Alegrémonos juntos RAFAEL SÁNCHEZ A., C.P.

❚ ¿Por qué no? JUAN CARLOS PRIETO TORRES

❚ “Mi taxi” FERNANDO HOLGADO RETES

❚ Escuela de S. Pablo de la Cruz SOR CATI DE LA SS. TRINIDAD, C.P.

❚ Encuentros al caminar PEPE FERNÁNDEZ DEL CACHO

❚ Santa Gema en vacaciones

❚ Amigos y testigos

❚ El evangelio cada día ANTONIO SAN JUAN

❚ Rincón familiar “Santa Gema”


Revista Pasionario | 219

Desde mi ventana

Reparemos, breves momentos, enla foto adjunta. Se trata de un ar-

tista, boliviano, por cierto, que ultima de-talles en una obra que trae entre manos:alto relieves en la fachada, pórtico de en-trada, en una iglesia, en La Paz... Él contempla y mima con cariño su obra. Aella dedica todo sutiempo. Se olvidade que también élestá “en vacacio-nes”. El tiempo, sutiempo, “es oro”. Devez en cuando, dejade lado el cincelpara contemplar elrostro de “su santo”,dejándose llevarpor sentimientos yafectos de admira-ción y de cariñohacia su obra. Sedeja impregnar yenriquecer por labelleza que él eje-cuta, y que va cre-ciendo ante susojos, obra de susmanos de artista.

No sé por qué seme me ocurrió a mípensar que este ar-tista y la obra dearte que él sigue perfilando es tambiénparadigma de lo que pueden ser unas va-caciones de verano. Tiempo de muchacalma. Tiempo y serenidad para contem-plar la multiforme obra de arte que es lanaturaleza, el mar, el campo, las flores.También los amigos cercanos. La genteque veo pasar o recrearse en la playa o en

el parque. Esa multiforme obra de arte, enfin, que yo también contribuyo a perfilar ymejorar, con mis cuidados y atenciones,conversando con la gente, respetando lanaturaleza, proyectando sonrisas y pala-bras “en positivo”.

Todo ello, si le presto la debida aten-ción, irá enrique-ciendo mi espíritu,al tiempo que mereporta serenidadanímica y un mayorequilibrio emocio-nal. Todo ello puedehacer mucho bien a otros, a quienestambién yo puedoenriquecer con unrato de conversa-ción amigable, conuna palabra de op-timismo y espe-ranza.

¡Tantas posibili-dades, en verano!Hay un salmo bí-blico que reza: “loscielos y a tierra pro-claman la gloria delSeñor”. Y un padreapostólico, a suvez, proclamaba:“la gloria del Señor

es el hombre que vive, ama y sueña”.También lo es el hombre que, en veranode manera muy especial, y con mayor in-tensidad, descansa, reflexiona, contemplay reza, con corazón y espíritu agradecidossiempre”.

❚ MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

Ahora en verano

1 PASIONARIO 219 a 233.qxp 11/07/19 09:28 Página 219

Mirada contemplativa al Señor Crucificado

“ENTERRAMIENTO Y RESURECCIÓN”DEL LEÑO DE LA CRUZ

Los comienzos de los primeros gruposcristianos en la cuenca mediterránea estánenvueltos en numerosos interrogantes quese muestran, por ejemplo, en la diversidadde los escritos del Nuevo Testamento. Enellos se reflejan diversas tendencias, sensi-bilidades y procedencias amalgamadas enla confesión del Señor Jesús, el Kyrios,muerto en Cruz y Resucitado. El judaísmode esta época era muy plural, también losmovimientos religiosos y las cosmovisionesfilosófico-místicas que pululaban en el en-torno. Se nota esto, por ejemplo, en las di-ferencias entre los evangelios llamados si-nópticos, Mateo, Marcos y Lucas y elllamado Corpus Joánico formado por elcuarto Evangelio y las cartas atribuidas a lasComunidades del Discípulo Amado. Estotambién se nota en el modo de entender lasalvación ofrecida en Jesucristo y de inter-pretar su ser y su acción. Diversas cosmo-visiones intentaron interpretar, desde suspropias categorías, lo acontecido en Cristo.Se señalan dentro de ellas los movimientosgnósticos que se presentaban como co-rrientes filosóficas y religiosas vinculadasprincipalmente al Platonismo que conside-raba el mundo material como una mani-festación degradada del mundo celeste einvisible, el auténticamente real. Desde ellasse interpretó la muerte y resurrección deCristo como la emanación del nuevo y de-finitivo Eón, la Nueva Creación. Los cre-

LA CRUZ “GLORIOSA”

Signo e instrumento del Triunfo Pascual de Cristoen las primeras generaciones cristianas

yentes y pastores de esta época tomaronalgunos elementos de su lenguaje o de susfilosofías, purificándolos o reinterpretándo-los, para decir y comunicar la fe.

Con el deseo de explicar cómo el ver-dadero Leño de la Cruz, a pesar de la pre-dicación de la jerarquía y la doctrina de losteólogos, y a pesar del fervoroso culto delos fieles, había permanecido oculto du-rante un tiempo, o en la Iglesia judeo-cris-tiana y en la de los gentiles, tanto ortodoxacomo heterodoxa, se elaboraron diversasnarraciones de tipo etiológico-interpreta-tivo sobre el desconocimiento y la epifaníadel mismo. Ecos de ellas quedaron en mu-chos textos de los primeros pastores y teó-logos de la época y en bastantes represen-taciones escultóricas y pictóricas.

NARRACIONES ALEGÓRICAS SOBRELA CRUZ Y SU SIGNIFICACIÓNEN GRUPOS JUDEO-CRISTIANOSDE TENDENCIA GNÓSTICA

Algunos grupos judeo-cristianos, detendencia gnóstica, afirmaban que la Cruzfue sepultada junto al cadáver del Señor;con su alma y su divinidad desciende alseol, por lo que, después de haber evange-lizado a los justos del Antiguo Testamentoque se encontraban en esa situación, en eltercer día, resucitó con el Kyrios, para sercon él exaltada en el cielo y después retor-nar, como signo escatológico, en la Parusíagloriosa del Juicio Final divino.

220 | Nº 1.049 | Agosto-Septiembre 2019



Esta tradición la siguen con esquema si-milar, varias corrientes gnóstico-espiritualesdel II y del III siglo. En la primera mitad delII siglo, el Evangelio apócrifo llamado dePedro (39, 41.42) cuenta que una cruz vi-viente, en el día de Pascua, fue vista si-guiendo la mekabah (corte) angélica quetransportaba al Resucitado desde el seol alcielo; después, entraba en diálogo con elPadre celeste que preguntaba si el evange-lio de la salvación había sido anunciado alos justos de los infiernos y responde que siha sido proclamado. Mas o menos al mismotiempo en los Oráculos Sibilinos, volvién-dose al Leño de la Cruz en el que “Dios haestado” lo proclaman bienaventurado por-que la tierra no lo había podido retener, ha-bitando en una “casa celeste”, iluminadapor el ojo de fuego de Dios, refulgente enel cielo. Todavía en los primeros treinta añosdel siglo IV, en los Hechos de Felipe se hablade una cruz de luz entre el seol y el cieloque servía de escalera para que los justosde los Infiernos, pudieran salir hacia lo alto,hacia la Santísima Trinidad.

Será este Leño, que se ha introducidobajo la tierra y que ha crecido hasta los cie-los, el que como la vid ha destilado no vinosino sangre. Esta es la Cruzque luce, que desde el seolllega a la Trinidad junto conel Resucitado y los justos,la que en el día de la Parusíagloriosa ante el Juicio res-plandecerá como el sol so-bre las nubes del cielo; unamística cruz de palomasque rodean el “UngüentoEsplendente”, del oriente aloccidente.

Otro grupo judeo-cris-tiano, siempre de tendenciagnóstica, pero más realistaque la corriente precedente,afirma que la cruz de leño,

después de un primer hallazgo, fue de nuevosepultada en la tumba de José, para salvarlade los hebreos, los cuales habían amenazadocon destruirla. Pero, un fiel en necesidad lainvocó, siendo encontrada en la tumbacomo Cruz de luz. Santa Elena, después detantos años, habría obligado a los hebreos arevelar este lugar de ocultamiento, y recu-perándola, del 7 de abril al 13 de Septiembredel 327, edificó sobre un montículo en elGólgota, un templo. Después de esta cons-trucción, la Cruz de luz habría retornado alcielo. En esta misma estela puede compren-derse la aparición de la Cruz como señalcelestial a Constantino anunciándole “Coneste signo vencerás” en el Puente Milvio(312), cuando se disponía a luchar contraMajencio.

En un códice de época incierta, la tradi-ción precedente fue narrada con algunasmodificaciones más realistas y menos es-piritualizastes. Bajado Jesús de la cruz, Joséde Arimatea y Nicodemo la dejaron en supuesto en el calvario; pero habiendo oídodecir, que después de la resurrección deCristo, los hebreos querían destruirla, la es-condieron en secreto, junto con el títulode Pilato y las dos cruces de los ladrones ylo guardaron en el mismo Santo Sepulcro ylo sellaron con una gran piedra. Nadie haencontrado la apertura de la gruta, pero sa-bían hacia donde estaba orientada. Todoslos endemoniados que se avecinaban aaquel lugar y que oraban, en virtud de aque-lla cruz potente eran liberados, como entiempo del Señor.

RESONANCIASEN LAS HOMILÍASY CATEQUESIS DELOS PRIMEROS SIGLOS

La preocupación por laCruz está en estrecha rela-ción con lo acaecido enella. El valor escatológicode aquel acontecimiento lapone en estrecha relacióncon la Parusía. El final delevangelio de San Mateo 27,51-53 se sitúa en este mis-mo contexto: “En esto, elvelo del Santuario se rasgó



las cosas, el esqueleto de la tierra, el nudodel mundo que sostiene a todos los pue-blos. Atado por ligaduras invisibles del Es-píritu, está estrechamente unido a Dios yno se separa jamás. Su cima toca lo altodel cielo, sus raíces están hundidas en latierra y desde el centro sus brazos de gi-gante golpean los mil embates del aire. Estodo en todo y en todas partes”.

Como la cruz representa la ley de crea-ción del universo por antonomasia, al finaldel tiempo en la tierra aparecerá en el cielo,como el gran signo luminoso que precedea la venida del Cristo glorioso. En la Dida-ché, libro llamado también Doctrina de losDoce Apóstoles compuesto a finales del si-glo primero, hay un pasaje muy discutidoque puede ser interpretado en este sentido.Al final de los tiempos aparecerán “los sig-nos de la verdad: el primero será el signo,en el cielo, del reposo, a continuación, ven-drá el signo de las tormentas y, finalmente,la resurrección de los muertos”. Este signoen el cielo es la cruz en la que Cristo ex-tiende sus brazos abarcando el cosmos.San Efrén el Sirio (306-373 después deCristo) canta en unos de sus himnos:“Cuando Cristo viene desde Oriente, apa-recerá, precediéndoles, la cruz, como si

fuera un estandarte queprecede al Rey”.

Numerosas expresio-nes artísticas resaltan demodo iconográfico estevalor de la cruz colocán-dola en el seno de la Tri-nidad; en ellas Jesús Re-sucitado porta la cruzsostenida con sus brazos.En otras es colocada triun-fante y victoriosa en la cús-pide de la nave central en-vuelta en luz derramandosu fuerza sobre la huma-nidad. Son otros modos deexpresar la gloria de vida ysalvación que se derramadel Misterio Pascual de Je-sucristo.

❚ JOSÉ LUIS

QUINTERO

SÁNCHEZ, C.P.

en dos, de arriba abajo; tembló la tierra ylas rocas se hundieron. Se abrieron los se-pulcros, y muchos cuerpos de santos di-funtos resucitaron”.

Una homilía de Pascua, del siglo II, atri-buida al ciclo de Hipólito de Roma se ex-presa así ante la cruz, centrándose no tantoen lo que conduce a la cruz, sino en losefectos de la Cruz del Señor muerto y re-sucitado: “La cruz es el árbol de mi salva-ción eterna, de él me nutro, en él me de-leito. En sus raíces crezco, en sus ramasme extiendo, su rocío me alegra y su espí-ritu como la caricia de una brisa me fe-cunda. A su sombra he puesto mi tienda ylejos del tórrido estío he encontrado esterefugio húmedo de rocío. Florezco con susflores, gusto sus frutos exquisitos, los cojoa manos llenas, porque desde el principioestaban destinados paramí. En el hambre es mialimento; en la sed es mifuente, en la desnudez mivestido; ¡sus hojas son es-píritu de vida, y ya no ho-jas de higuera! Es mi de-fensa frente al temor deDios, es mi sostén en elmomento del tropiezo,mi premio en la lucha, mitrofeo en la victoria. Es mi‘angosto sendero’, ‘mi ca-mino estrecho’. Es la es-cala de Jacob, el senderode los ángeles, y en sucima descansa el Señor.Inmenso como el firma-mento, mi árbol se alzade la tierra hasta el cieloy su tronco inmortal seeleva entre el cielo y latierra; es el pilar del uni-verso, el sostén de todas

Mirada contemplativa al Señor Crucificado



Confidencias del Papa Francisco

Alos amigos fieles se les agradecesiempre la sencillez, la espontanei-

dad, la sinceridad, en el trato interperso-nal.

El Papa Francisco es generoso y asíduoen la puesta en práctica de estos condi-cionamientos. Tanto, que muchos se losreprochan. “Demasiado espontáneo, di-cen, y un tanto irreflexivo, dada su con-dición de Sumo Pontífice, dicen tambiénalgunos”. Uno, personalmente, opina queson en él valores para agradecerle alPapa, que llega, incluso, a reconocer “al-gunas equivocaciones”.

Al respecto, me complazco en repro-ducir algunas confidencias de Franciscoen una reciente entrevista a la vaticanistaValentina Alazzaki:

Respecto a ataques por parte de al-gunos ultraconservadores, Francisco dijoque se los tomaba con sentido del humor,

y que no se enfadaba con ellos. “además,rezo por ellos, porque están equivocados,y algunos manipulados. Vi quienes eranlos que firmaban... Sentido del humor yyo diría ternura paternal. No me hierepara nada. A mí me hiere la hipocresía, lamentira. Pero una equivocación así, no¡por favor! Hay que cuidarlos también”.Añadiendo:

“El Papa también tiene su crisis, perosoy optimista, pues creo que la Iglesiaestá cambiando; el hecho mismo de losconatos de reforma que estamos ha-ciendo, que no es mérito mío, porque fuepedido por los cardenales, en el Cón-clave, al Papa que iba a ser elegido...”.

“¿Cuáles de aquellos errores?” se lepreguntó, añadiendo el Papa: “erroressiempre hay... Me confieso cada quincedías, señal de que cometo errores... comolo de Chile, por ejemplo. Algunos erroresde juicio en alguna decisión que despuéstuve que corregir...”.

Finalmente: “Lo más bonito es estarcon la gente... ¡Sé muy bien que a vecesme critican por salir en busca de los ale-jados, pero eso es un piropo para mí! AJesús lo acusaban continuamente. Esteva con los pecadores, come con los pe-cadores... Jesús iba siempre a buscar alos que estaban alejados... ir a buscar...salir. Eso es fundamental. No lo hagosiempre, y me acuso de ello...”.

Como estas, tantas otras confidenciasdel Papa Francisco, un hombre, un Papa,que además desde la razón, habla tam-bién desde el corazón, y para hombres ymujeres dotados, igualmente, de corazóny de sentimientos. Sus palabras son siem-pre portadoras de vida y de esperanza.

❚ M.G.



Familia y vida, en verano

“Cuenta L. Tolstoi que un hombre ricoy emprendedor se horrorizó cuando

vio a un pescador tranquilamente recostadojunto a su barca, contemplando el mar yfumando apaciblemente su pipa, despuésde haber vendido el pescado.

–¿”Por qué no has salido a pescar?” –lepreguntó el hombre emprendedor.

…”Porque ya he pescado bastante porhoy” –respondió el apacible pescador.

–”¿Por qué no pescas más de lo que ne-cesitas?” –insistió el industrial.

–”¿Y qué iba a hacer con ello?” –pre-guntó a su vez el pescador.

–”Ganarías más dinero –fue la res-puesta– y podrías poner un motor nuevo ymás potente a tu barca. Y podrías ir a aguasmás profundas y pescar más peces. Gana-rías lo suficiente para comprarte unas redesde nylon, con las que sacarías más peces ymás dinero. Pronto ganarías para tener dosbarcas... Y hasta una verdadera flota. En-tonces serías rico y poderoso como yo”.

–”¿Y qué haría entonces?” –preguntó denuevo el pescador.

–”Podrías sentarte y disfrutar de lavida” –respondió el hombre emprendedor.

–”¿Y qué crees que estoy haciendo eneste preciso momento?” –respondió son-riendo el apacible pescador”.

Correr, ¿para qué?Los dos personajes de Tolstoi continúan

presentes en el mundo de hoy. El que correpara almacenar bienes y poder descansarsiendo feliz y el que descansa siendo feliz sinnecesidad de almacenar esos bienes, viviendoantagónicamente a lo que pide nuestra so-ciedad. Porque ha entendido que, el pasadopertenece a la misericordia de Dios; el futuro,a su providencia y que, de lo único que puededisfrutar es del presente ya que es el únicomomento que le pertenece, pues la vida secompone de continuos presentes.

Pero nosotros esto lo hemos olvidadototalmente. Nos pasamos la vida corriendo,a veces ocupados en no hacer nada. ¡Tristerealidad!

Y ahora está de moda correr. Correr parallegar a tiempo, correr para adelgazar, co-rrer para competir... Cuando te encuentrascon la gente te habla de que han decididoir a correr, a hacer maratones, triatlones... yno sé qué cosas más –porque de esto noentiendo nada– pero sea lo que sea, el casoes correr.

Antes la gente iba pescar sosegada-mente, como muestra el ejemplo de Tolstoi,Hoy no, hoy la gente tiene que correr, hade ir al ritmo que le exige la sociedad.

Además, hoy las personas tienen que co-rrer para huir del estrés, para batir récords,para ser felices... Han de correr para ser máseficientes, para prosperar en un tiempo ré-cord... Se corre también, por el mero hechode correr, pero sobre todo para evitar el riesgode pensar. De ahí que me pregunte ¿no será

Disfrutar la vida

Verano, tiempo para el descanso, y parasoñar y señalizar horizontes nuevos.



que con eso de “correr” lo que en realidad sepretende es huir cada uno de sí mismo?¿Acaso se nos ha ocurrido preguntarnos adónde vamos o a dónde queremos ir?

Carrera virtualAhora llega la segunda parte. El correr

sentado. Cuando ya hemos corrido, lejosde pararnos, de silenciarnos, de relajarnos...buscamos hacer un nuevo recorridopero, –eso sí, de forma virtual– Nos pone-mos delante del televisor, de la tablet, delmóvil... e “interactuamos”. Interactuamos,con gente de distancias impensables, yclaro, lo que estamos haciendo es tan sor-prendente que ni siquiera nos acorda-mos –de lo más básico– de si alguno denuestra casa tiene algo que decirnos, algoque pedirnos, algo que comentarnos... no-sotros estamos “interactuando”.

Y resulta que, estamos tan absortos ennuestro recorrido virtual que, el que estáangustiado, ahí se queda, encerrado en sudolor, mientras nosotros “sabiamente” de-cimos: es su problema, la vida está paradisfrutarla, este “pobre” se halla así porqueno ha sabido posicionarse ante la vida, noha sabido sobresalir... sólo quiere reclamarnuestra atención, es un pesado.

Y, pensándolo bien es una cosa lógica,¡ha pasado tanto tiempo desde que escribióTolstoi este cuentecillo que las cosas hancambiado totalmente!

Pero a mí me parece que el descanso,el sosiego y la paz que nos propone Tolstoi,sólo se pueden encontrar en el silencio y elsosiego que tanta gente –hoy– desconoce,alcanzando su máxima totalidad si ese si-lencio se tiene junto a Dios.

¡Bienvenida, soledad!La soledad no es mala, como nos pa-

rece. La soledad no es ni buena ni mala;nosotros la hacemos buena o mala segúnseamos capaces de vivirla. La soledad esinnata a la persona y junto a nuestra indivi-dualidad forma parte de nuestra riqueza

interior, por eso solamente tenemos queprocesarla debidamente.

Si echamos un vistazo a nuestro derre-dor vemos que, mientras un montón depersonas están destruidas a causa de su so-ledad, otras como los consagrados con-templativos, la usan para engrandecerse yser fermento de vida en el mundo. Y otroscomo, el pescador de Tolstoi, la usan paradescansar y ser felices. De ahí que seríabueno que hoy nos preguntásemos: y yo¿cómo acojo mi soledad? Porque:

❚ JULIA MERODIO [email protected] / Madrid

La soledad, es el lugaridóneo para

encontrarse a sí mismo,pero el lugar equivocado

para esconder nuestras carencias.

Julia Merodio y José Antonio cele-braron recientemente sus bodas de oro,50 años de gozosa y fecunda vida ma-trimonial, Julia es, desde hace años, co-laboradora asidua de nuestra “RevistaPasionario”. Desde aquí les deseamos, ypedimos al Señor para ellos, muchosaños más de fecundo apostoladoy de vida matrimonial gozosa yfeliz, rodeados siempre de sushijos, nietos y demás familiaresy amigos.



Convivencia Pasionista

La llevamos celebrando un montón de años. Allí, en la ribera del Duero, en Peñafiel(Valladolid), nos juntamos para rezar y pasarlo bien una vez al año durante el mesde agosto quienes tenemos el honor y la dicha de pertenecer a la Gran Familia

Pasionista. La que fundó San Pablo de la Cruz, que en paz y en la gloria bendita delcielo descansa y goza de la cercanía de Dios para siempre. ¡Qué envidia!

En esta ocasión, el pasado día 15 de agosto lo celebramos frailes y seglares (hombres, mujeres, jóvenes y niños) procedentes del Santuario de Santa Gema de Madrid; llegados de Alcalá de Henares, de Mieres, Santander...



Me llamo Alberto Zumeta.Yo poeta no lo soy,pero me gusta hacer versosa veces sin ton ni son.Si no me salen los copio,y el que queda bien soy yocuando digo al terminarahuecando más la voz:“Estos versos que han oídolos ha escrito un servidor”.Por ejemplo, el otro día,cuando alguien me contóque iba a haber aquí una fiestaen tal fecha como hoy;como yo esto lo conozco porque me mola un montónel castillo, la cañada,los pinos, el requesón,las cigüeñas allá arribay aquí abajo el Duratón...Les dije a los pasionistasbajando un poco la voz:¡Reverendos, una cosa!Escuchadme ¡por favor!Yo, un tal Alberto Zumeta,voy también a esa excursión.Me acordaba de estos versos. Mirad qué bonitos son.“Era al caer de la tardetodo el pinar un rumor...Entre el dosel de las hojasun rayo de luz se entróy el pinar negro fue todo una sonrisa; el rumorde las hojas parecíade más dulce y claro son.

Se abrieron las florecillas,el aire se embalsamóy entre las ramas los pájaroscantaron más y mejor.¡Todo el milagro se ha hechocon sólo un rayo de sol!Al pinar bueno y humilde¡con qué poco le bastó!¡Qué clara fue su sonrisapara tan corto favor!Señor, yo que tengo el almallena de loca ambición,yo que busqué tantas cosas vanas e inútiles, yoque vi al pinar sonreírseno he perdido la lección...He aprendido a agradecer en mi camino, Señor,el agua de cada fuentey el pan de cada mesón,el cantar de cada pájaroy el olor de cada flor...

No he de olvidar la enseñanzaque el manso pinar me dio...Todo el arte de vivircon paz y resignaciónestá en saber alegrarsecon cada rayo de sol.”

¿Qué no son míos los versos?Pero he puesto yo la voz.

**************

❚ ALBERTO BUSTO

[email protected]

En Peñafiel nos recibieron por la mañana con abrazos y dulces a las puertas delconvento. De allí nos trasladamos al salón de actos y disfrutamos de una representa-ción tan interesante como divertida. Todo, obra de la casa.

La santa misa, en pleno campo y a la orilla misma del río Duratón, la celebrarondiversos sacerdotes (pasionistas, claro) de diferentes conventos. La degustamos y recibimos en ella el Cuerpo de Señor Sacramentado todos los asistentes. Tampocose nos olvidó cantar lo mejor que sabíamos.

Fue después de comer (muy bien por cierto) en el claustro del convento, comosiempre, cuando tomó la palabra un profes del Colegio san Gabriel. Y leyó, micrófonoen mano:



El Evangelista Lucas nos dice: “quemientras Jesús hablaba a las gentes, unamujer de entre el gentío levantó la voz,diciendo: Dichoso el vientre que te llevó ylos pechos que te criaron. Pero Él repuso:Mejor, dichosos los que escuchan la Pala-bra de Dios y la cumplen” (Luc 11, 27-28).

Al hilo de Lucas me agrada pensar quemaría podría decir: “Dichosos los colec-cionistas que persiguen mi belleza, perofelices más bien los que la plasman ensus vidas”.

Si al avaro, al contar y recontar su di-nero, que Papini llamó “el estiércol de Sa-tanás”, se le puede pegar el polvillo delvil metal, al coleccionista ilusionado dever, mirar y contemplar la belleza de Ma-ría, presente en tantos santuarios que jalonan la geografía, se le debería pegarel aroma de las virtudes marianas.

Hoy proliferan los coleccionistas delos temas más variados: insectos, sellos,vitolas, etc., pero son bellezas muertas oefímeras. La belleza creada es un anzueloque atrapa a muchos espíritus selectos,pero la belleza de María es además unreclamo para ir a la zaga de sus encantos.La Sagrada Escritura se hace eco al decir:“Tiene la gloria del Líbano, la belleza delCarmelo y del Sarón” (Isa 35, 1-2).

Su verdadera dimensión no es el dis-frute estético o artístico, ni siquiera unmotivo para asesinar las horas o matar elaburrimiento.

La belleza de María radica en su inte-rior. Si un periodista, cámara al hombro,se desplaza a Nazaret para hacer el re-portaje del año, me temo que volveríadecepcionado. María por fuera es una al-deana más con los rasgos típicos de laetnia judía, pero por dentro ¿quién podráasomarse a la limpia tersura del alma, queenamoró a Dios?

Cada postal, dentro de su aparentefragilidad, es un retazo de vida; fruto talvez de un encuentro que se trocó enamistad, de una sorpresa que rompió lasoledad o que fraguó una vocación, deuna visita ilusionada a alguno de sus san-tuarios.

La mejor postal: MARÍALa mejor postal: MARÍA

A la gran familia de coleccionistasmarianos con quienes he compartido

muchas tareas e ilusiones.

María, en Pentecostés



María, que viajó con premura por lasmontañas de Ain Karim, sigue viajando alos puntos más lejanos, dentro del brevelímite del sobre. Ella ahuyenta temores,despierta alegrías, enciende ilusiones.Hace años surgió una asociación filatélicacon este eslogan: “Por el sello a María”.No sé qué alcance tendría, pero podía seruna meta posible para otras asociacio-nes.

¡Que perdemos el tiempo! Más inútilesson los llorones. En el mundo sobra esalarga cofradía de agoreros de infortunios,de coleccionistas de horrores, de charla-tanes de café, de comadrejas de tertulia.¡Cuántas veces una gran tarea en la vidapuede ir protegida por otras aficiones queconstruyen el alma!

Resulta hermoso pensar, que cadapostal es un trocito de la belleza de María,anticipo y preanuncio de la mejor postalque será ella misma. Sin ella nuestras co-lecciones resultarán incompletas. En elcielo siempre es domingo y se la puedecontemplar a diario.

❚ RAFAEL REY, O.C.D.MADRID

Virgen de la Candelaria,Tenerife. Patrona de Canarias

Amigo suscriptor:Recuerde y pregúntese,“¿estoy al día en el pagode mi suscripcióna mi Revista “Pasionario”?Este puede ser un buen momentopara renovar y pagar mi suscripción”



Carta “póstuma” al cielopara Monseñor Juan Antonio Menéndez,

que fuera Obispo de Astorga

¿Cómo estás,Juan Anto-

nio? Yo, bien. Tú, se-guro que mejor, ahí enun cielo azul, para miaún inabarcable. Y yoaquí, sí, con la nostal-gia de tu partida, to-davía reciente, haciaesa región de unaeternidad feliz, todaluz, y ya sin presionesy amarguras de las de aquí abajo.

Aunque sé que estás al tanto de todo,quiero compartirte algunas pocas cosasde las que aquí se han recordado a raízde tu muerte inesperada e inoportuna.

Se ha recordado que llegaste a Astorgahace cuatro años, como auténtico regalode Dios, y de Asturias, como Pastor deesta Diócesis, rural y empobrecida, perotodavía creyente.

La Diócesis, clero y pueblo, te acogió,luego de prolongada espera, con alegríadesbordante. A ti se te veía contento eilusionado, y con ilusión de Buen Pastor,llegasta muy luego, caminando por tro-chas y veredas, a todos los confines de tuextensa Diócesis. Se te veía feliz estre-chando manos, abrazando a niños y an-cianos, compartiendo con los más pobres,y con los otros. Disponible siempre ante

las llamadas de tus cu-ras, compartiendo conellos encuentros y ce-lebraciones, haciendoy alentando siempre el“Camino de Santiago”,y peregrinando contus diocesanos, a Brin-dis, Italia, lugar de ori-gen de San Lorenzo deBrindis, cuyo sepulcroVillafranca guarda co-

mo un tesoro.Pero no solo eso, Juan Antonio. Tu ra-

dio de acción se extendió muy luego másallá de tus fronteras diocesanas, conquis-tando afectos y multiplicando tus traba-jos... Tus hermanos Obispos te designaronmuy pronto Presidente de la ComisiónEpiscopal de Migraciones, trabajo y em-peño por demás árduo. En ella, como al-guien dijo, “conjugar la acción pastoral ysocial, fue todo tu empeño”.

Como si fuera poco, y luego de tu granempeño e impagable trabajo, y por en-cargo de la misma Conferencia Episcopal,la programación y puesta en práctica denormas y medidas eficaces contra la pe-derastia y sus secuelas, como Presidentede la Comisión.

Por aquí se comenta también, Juan An-tonio, que tu trabajo fue además tu cruz.

El 15 de mayo, en infarto fulminante, fallecía, en su ciudad,Monseñor Juan Antonio Menéndez. Centenares de fieles, y30 Obispos, participaron en sus honras fúnebres, el día 17, ensu catedral de Astorga. A él va dirigida esta mi “carta póstuma”



hombre y gran Obispo, con personalidadsiempre dialogante”. “Un hombre y unObispo íntegro”. “Las armas de su tratofueron siempre la discreción, la manse-dumbre y la bondad...”.

¡Gracias por todo, Juan Antonio! Y¡Hasta siempre!

❚ MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

La cruz de la incomprensión e incluso lacalumnia, llevadas a extremos inconfesa-bles. Quizá esa cruz multiforme acelerótu muerte, a tus sesenta y dos años.

Todo pasó ya, Juan Antonio. Ahoraqueda solamente la clara y eterna verdadque tu disfrutas en el cielo. Y aquí, en elsuelo, inolvidables y perdurables, algunosde los elogios que tú suscitaste: “un gran

Amigo suscriptor,siempre puede surgir una oportunidad

para difundir nuestra revista, su revista “Pasionario”,la revista de Santa Gema, entre familiares,

amigos o conocidos.

¡Muchas gracias!

Astorga: Palacio de Gaudí y Catedral histórica-monumental.



Teología y vida

Sed espiritualA la sed física le responde el agua ¿la sed de felicidad no tendría respuesta?

¿El hombre, un ser equivocado?

Vemos que en to-dos los hombres se dauna aspiración a la inmortalidad, a la feli-cidad y a la paz ver-dadera.

Y comprobamosen la Naturaleza quepara toda aspiraciónnatural existe algo quela satisface. Así el ani-mal tiene sed y el aguaexiste; tiene hambre yexiste la comida.

¿Sería el hombre laúnica criatura equivo-cada, que por su na-turaleza buscara la in-mortalidad, la felicidady la paz y éstas noexistieran, no fueransino deseos ilusorios? Estorepugna a la razón quecomprueba que todo de-seo natural tiene su corres-pondiente satisfacción.

También es verdad queesa naturaleza del hombretrasciende la naturalezaanimal y material. Sus de-seos y aspiraciones son deotro reino (sobrenatural).La naturaleza del hombreno es sólo material sinotambién espiritual. ¿Cuán-tas palabras vacías em-plean los psicólogos ateos

para explicar el gozo porel bien cumplido y el re-mordimiento por el malrealizado?

El aguaque apagala sed

La ofensa que se noshace por carta o por telé-

fono y que nos causatan vivo sufrimiento,no ha golpeado nin-guna parte de nuestrocuerpo, sino que haherido más bien nues-tra alma [Ibidem, pág.156].

Pues bien si el ani-mal que tiene sedsabe instintivamenteque existe el agua y labusca hasta encon-trarla y saciar su sed,el hombre que tienesed de Dios ha debuscarlo con la segu-ridad de encontrarlo.En efecto, sólo enDios encontrará satis-facción a sus anhelos

de inmortalidad, felicidady paz que no sea de estemundo.

Estas verdades tan evi-dentes, a veces se vuelvenoscuras. Esta luz a vecesno es percibida. Es comosi la razón y el embrión defe resultaran oscurecidospor espirituales cataratas.Es como si el hombre,como animal enloquecido,buscara el agua en el de-sierto. El animal sano sedeja guiar por su instinto yda con el agua aunque

¡Cristo vive! Convicciónfirma de todo creyente



esté escondida. Del mismomodo el hombre sano sedeja guiar por su vista es-piritual y da con la luz.

Pero si amontona ob-jetos opacos ante sus ojos,impide el paso de la luz yno puede descubrir dóndese halla su salvación, susalud.

Buenavoluntadpara llegara la verdad

En realidad, para llegara la Verdad no es precisauna inteligencia superior,sino una inteligenciaalumbrada por una mí-nima bondad, por una mí-nima buena voluntad. Yaque está dicho que valemás la bondad que el sa-ber. Y quien busca conojos buenos, con amor,halla la luz que está de-seando iluminar a todohombre [Cfr. “El hom-bre-Dios”, María Valtorta(3.8.1945)].

Hemos dicho que elhombre tiene aspiracionesa la felicidad, a la paz y a lainmortalidad. No es pre-ciso demostrar la aspira-ción a la felicidad, y a lapaz como aspecto de ella.Y que la aspiración a la in-mortalidad es también pa-trimonio de todo hombre

queda de relieve por algu-nos casos pintorescos:

Así saltó a los mediosde comunicación cómouna joven en sus últimasvoluntades pedía que sucuerpo fuera conservadocon una modalidad decongelación a la espera deque la ciencia en suavance la retornara a lavida años más tarde. Tam-bién un renombrado cien-tífico, o seudo-científico,dejó a todo el mundo es-tupefacto al asegurar que,dado el avance exponen-cial de la ciencia, dentrode 30 años (“sic”) se alcan-zará la inmortalidad delhombre.

Ahora bien, si de algopodemos estar seguros esde que hemos de morir,por tanto la satisfaccióndel instinto de inmortali-dad se conseguirá más alláde este mundo, comoDios ha establecido en susabiduría infinita.

La Biblia,palabrasclaras

Y acabemos refiriéndo-nos a este tema en la Bi-blia: Hay un salmo, el 49(ó 48), que nos habla deque ningún hombre puedecomprar su vida “no haydinero que valga” y se nosafirma que todos morire-

mos: “Nadie puede resca-tar su vida de la muerte,nadie puede dar a Dios suprecio” (versículo 8).

Pero el salmista tieneuna esperanza firme deque vivirá con Dios, de suinmortalidad en Dios:“Pero Dios rescatará mialma del poder del abismo,porque me elevará a Sí”(versículo 16) (Otra traduc-ción: “Pero a mí Dios merescatará la vida de las ga-rras del reino de los muer-tos para tomarme con Él”).

❚ JAVIER GARRALDA

ALONSO

BARCELONA

Vivir es también caminarpor sendas oscuras, haciala Luz de la verdad plena.



Misiones Pasionistas

Venezuela

Ha resultado una ex-periencia de contrastes.Por un lado la alegría yel gozo de la Ordena-ción de Diácono denuestro co-hermanoCarlos Bracho, la fiestade Santa Gema Gal-gani (en el colegio de Caracas) y la Virgende Nuestra Señora de Fátima (en la Pa-rroquia en Caracas), y a la vez, la inexpli-cable y cómica-trágica situación que estáatravesando un país, en caos, por el in-terés y sinsentido de sus dirigentes.

Venezuela recibió a los primeros pa-sionistas hace 92 años (1927-2019), contoda su prosperidad a su disposición, para

compartir el arduo trabajo de caminarjuntos, en un despliegue pastoral yapostólico precioso. Levantaron siete

iglesias con sus res-pectivas casas-comu-nidades y, en algúncaso, también 4 cole-gios, de los cuales es-

tamos presentes en dos de ellos. Fue du-rante muchos años Vicariato Nª Sª deCoromoto, con 40 religiosos quienes, ensu mayoría, llegaron al país, en pleno vigor y con un talante marcadamente misionero.

En estas tierras, se desarrollaron lossueños misioneros de jóvenes pasionistasespañoles que dejaron la vida aquí, en-tregados a un servicio amoroso, en estepaís, y a sus gentes. Todo esto me con-mueve y provoca en mí, agradecimientoy aprecio a su labor y misión.

Hoy en día, la realidad de los Pasio-nistas en Venezuela es diferente. Haycuatro presencias; Fátima y Santa Edu-wigis, en Caracas, Maracay y Barquisi-meto, donde 9 religiosos (7 sacerdotes,1 diácono, 1 co-hermano en año de Pas-toral) y 2 aspirantes sostienen y alientan,con falta de recursos y mucho desgaste,la animación de las comunidades cristia-nas.

Me atrevo a decir que Venezuela seha derrumbado; las cosas que alguna vezse dieron por asentadas ya no existen.Incluso los alimentos básicos son esca-sos, y muchas personas se ven obligadasa buscarlos en la basura, y hasta debenguardar turno para buscar restos quecompartir.

Dispone de todo, excepto de lo básico, (para la mayoría de la población) Agradezco, de corazón, la posibilidad de permitirme viajar a Venezuela (mayo de

2019), para acompañar, abrazar y animar a nuestros hermanos religiosos y a loslaicos de la Familia Pasionista.



Las calles han perdido alegría; elmiedo ha ocupado su lugar y la insegu-ridad ha crecido a pasos agigantados. Lacorrupción de algunos políticos es abis-mal, lo que ocasiona disparidad y aliena-ción. Sólo aquellos que tienen los recur-sos para pagarle a alguien por unpasaporte pueden soñar con un destinodiferente en Europa. En total, son casicinco millones de venezolanos, los quehan salido a los países vecinos.

Quienes aún encuentran motivos parapermanecer en Venezuela, simplementeno tienen los recursos para irse, y vivenresignados a tener agua algunos días,



electricidad e internet (cuando se tiene)inestable y una dieta que depende de loque esté disponible. Para cargar el tanquede gasolina hay que hacer colas de horasde espera. Se recibe ya, con cierta nor-malidad, la noticia de un ser querido ase-sinado, a manos de un delincuente (conuniforme o no).

Los Pasionistas en Venezuela estáncansados física y mentalmente, como lamayoría de la población venezolana. Conellos he aprendido a… Esperar que vuelva la luz, el agua y el wifi, Comprar comida en un supermercado ca-rente de productos básicos e inaccesiblespara la mayoría, Hacer trueque de gasolina por arroz y pastaen un garaje, Buscar medicamentos para un enfermo quetiene las horas contadas, Controlar las reacciones de ira y rabia ante elsinsentido, Tomar helado como algo excepcional, Orar para que en tiempo de crisis no escaseeel amor, Pensar en positivo ante tanto desgaste físicoy mental, Reservar un lugar en una fila de horas deespera para acceder a la gasolinera,banco o tienda, Vivir con el sueldo mínimo de cuarenta milbolívares al mes (busca la equivalenciahoy que mañana será otra), Adaptar el tiempo al ritmo de los aconteci-mientos sin desesperar,

Resistir la infracción que impide hacer pro-yectos a corto plazo, Acoger la impotencia ante un hecho cómicoe inexplicable, Poner mucha Consciencia+Paciencia para haceramable y llevadera la vida, Confiar para que “algo” suceda sin violenciaen una Venezuela en caos.

Gracias a los religiosos Pasionistas quehace 92 años llegaron a este país, a losque a lo largo de las décadas trabajaronen la construcción del reino, y a los Va-lientes del Ahora, por estar en el Aquí deVenezuela y esperan con confianza, con-tra toda desesperanza.

¡Por favor, que acontezca algún tipode Acuerdo-Pacto que haga saltar porlos aires la Gran Mentira de la Venezuelaactual.

❚ JUAN IGNACIO VILLAR –VILY– C.P.



De cara al veranoTODOS ¡MENOS YO!

Una de las muchas cosas buenas queha conseguido nuestra sociedad actualson las vacaciones. Lo cual no quiere de-cir que todos puedan disfrutar de ellas y,mucho menos, que estén en condicionesde alejarse de casa, ir a la playa o a lamontaña, o incluso a lugares exóticos ymuy lejos de su domicilio.

Ordinariamente, las vacaciones se to-man en tiempo de calor, y uno de lospeligros del verano es que puede con-vertirse en invierno para no pocas almas,que se olvidan de Dios, que se compor-tan algo así como paganos: modo devestir, ciertas playas y diversiones, gastosdesmesurados, olvidos de Dios y de losvalores religiosos, etc. De hecho cuántosmatrimonios se rompen o comienzan adesmoronarse en tiempo de vacaciones,cuando debería ser lo contrario, ya quedisponen de más tiempo para estar jun-tos los esposos; y cuántos que, duranteel año son fieles a la misa dominical, alregresar de vacaciones se confiesan,como de lo más natural, de que durantetodo ese tiempo han perdido la misa,aunque hubiera podido ir, si hubieranquerido.

Sobre esto, te voy a contar un hechoque apareció, hace ya algún tiempo, enuna revista religiosa. Se trataba de un sa-cerdote que, al entrar en su iglesia, la en-contró vacía y, dirigiéndose al Señor enel sagrario, le dice: Ya ves, es verano ytodo el mundo está de vacaciones.

Mientras avanzaba hacia el altar, elpiadoso sacerdote tuvo la sensación deoír la voz de Jesús, que, desde dentro, lerespondía entristecido: ¡Menos yo!

Lo decía entristecido, no porque él nose iba de vacaciones, sino porque le de-jaban solo y abandonado. Como se dejaen ese tiempo a tantos animales de com-pañía o, incluso, a no pocos ancianos, a

quienes, en el mejor de los casos, se leslleva a una residencia.

No, Jesús sacramentado no se va devacaciones. Está siempre ahí, en el sa-grario, atento, a tu disposición. Te quieredemasiado para dejarte solo.

Recuerda a aquel niño que, a poco desalir un día del templo, se encuentra conun amigo suyo, que le pregunta: ¿Dedónde vienes? A lo que él contesta: Deestar un rato con Jesús. No le gusta estarsolo, ¿sabes? Tampoco a mí.

Piensa en la triste realidad de tantossagrarios, en los que Jesús sacramentadoestá muchos días solo y como abando-nado.

Piensa también en la lamentable situa-ción de tantos cristianos, muy ocupadosen miles y miles de cosas a veces banalesy sin importancia, pero que por ellas dejana Jesús todo el día solo en los templos.

Y vete a hacerle una visita, aunque seabreve. Ya en su compañía, dile desde lomás hondo de tu corazón:

Tampoco a míme gusta estar solo,

¿sabes?

❚ PABLO GARCÍA MACHO, ZARAGOZA

Las maravillasde la Creación,nos hablan tambiéndel amor de nuestro Padre Dios,a quien nunca debiéramos“dejar en soledad”.



Alegrémonos juntos

fumaba el planeta con su fragancia. Elprincipito ansiaba ser amigo y tener unamigo. El afán de nuestro protagonista detener un amigo era razonable y admirable.Una vez tomada la decisión, emprendió laaventura con determinación.

Región de seis asteroides

Empezó a recorrer la región de seis as-teroides. En cada asteroide que visitó,trató con unos individuos que, en ciertamanera, por sus actitudes peculiares, eranun serio escollo para el cultivo de unaprometedora y profunda amistad. En to-dos ellos había un común denominador,a saber: no amaban a los demás, sino quevivían encerrados en ellos mismos (‘ensi-mismados’), inmersos en ‘sus cosas’, preo-cupados de su rango y ocupación: [1]

La aventura de un ‘hombrecito extraordinario’ en busca de un amigo

El Principito… ¿Qué nos puede ense-ñar este personaje literario? Sobreun valor sustancial en la existencia

humana. Una afirmación de Jesús nos in-dica cuál es el valor: “Ya no os llamo sier-vos, porque el siervo no sabe lo que hacesu señor: a vosotros os llamo amigos,porque todo lo que he oído a mi Padreos lo he dado a conocer” (Jn 15, 15).

El Principito es una obra del escritorfrancés Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944). Fue aviador civil y, debido a su tra-bajo, conoció países con diferentes cos-tumbres, culturas y tradiciones. Su vida,por lo visto activa y trepidante, estuvo mar-cada, sin embargo, por la reflexión de de-terminados valores significativos para llevaruna vida saludablemente humana (la res-ponsabilidad, el esfuerzo, la amistad, entreotros). En su obra, publicada en el año1943 (hace 76 años), subyace un huma-nismo de altos ideales. El protagonista(‘hombrecito extraordinario’) había aban-donado su diminuto planeta, apenas másgrande que él, el asteroide B-612, por unarazón apremiante: tenía necesidad de unamigo. El libro del Eclesiástico afirma demanera categórica: “Al amigo fiel tenlo poramigo, el que lo encuentra, encuentra untesoro.” (Si 6, 14) Ciertamente, un buenamigo es un permanente oasis en el de-sierto de nuestras soledades. La necesidadde buscar un amigo trajo consigo que elPrincipito tomara una decisión arriesgada:abandonar su pequeño planeta y lo quehabía en él: tres volcanes en miniatura (dosen actividad y uno extinguido); los brotesde baobabs que, cada día, tenía que arran-car para que sus raíces no perforaran elreducido planeta y lo hicieran estallar; yuna única flor, bastante engreída, que per-



asteroide 325, habitado por un rey conaire autoritario, que no tenía súbditos enquien ejercer su soberano poder; [2] aste-roide 326, residía un vanidoso que soloestaba dispuesto a escuchar elogios paraél; [3] asteroide 327: su único habitanteera un bebedor, que bebía para olvidarque tenía vergüenza de beber; [4] aste-roide 328, donde moraba un hombre denegocios que, con mucha seriedad, se de-dicaba a contar las estrellas, las cualesconsideraba de su propiedad; [5] asteroide329, era el más pequeño de todos. Habíaapenas lugar para un farol y un farolero.El Principito se percató que, a diferenciade los otros, este habitante desempeñabauna actividad ajena a sí mismo; asteroide330, era un planeta extenso habitado porun anciano geógrafo que, desde su des-pacho, escribía enormes libros de geo-grafía, sin haber estado en los lugares quedescribía, guiándose por las observacionesque le proporcionaban los exploradoresque, ocasionalmente, visitaban su planeta.Aconsejó al Principito que fuera al planetaTierra porque, según su conocimientoteórico, “tiene buena reputación…”

Planeta Tierra

El séptimo planeta que visita el Princi-pito es la Tierra. Allí encuentra, multipli-cado, los personajes con los que ha tra-tado en los anteriores asteroides. Realizauna incursión en búsqueda de algún serterrestre con el que forjar una amistad. Suestadía es de un año, a lo largo del cual serelaciona con diversos ‘entes’ del reino ve-getal y animal, sin olvidar a la especie hu-mana: [1] conoce a una serpiente que seofreció a ayudarle en lo que hiciera falta;[2] descubrió una flor de tres pétalos conla que mantuvo una fugaz conversación;[3] en una elevada montaña se sorprendióque algo o alguien invisible le devolvierasus propias palabras lanzadas al viento (leera extraño el eco); [4] un jardín florido

de rosas despertó en el Principito afliccióny llanto al comprobar que su flor ‘altanera’no era la única de su especie en el uni-verso; [5] el Principito le propuso a un zo-rro que jugara con él porque se sentíatriste. Pero el zorro le contestó que, pri-mero, tenía que domesticarlo. Y añadió:“Los hombres ya no tienen tiempo de co-nocer nada. Compran cosas hechas a losmercaderes. Pero como no existen mer-caderes de amigos, los hombres ya no tie-nen amigos. Si quieres un amigo, ¡domes-tícame!”. Con el zorro aprendió algunascosas sencillas y edificantes. Con respectoa su flor le dijo: “Lo esencial es invisible alos ojos (…) El tiempo que perdiste por turosa hace que tu rosa sea tan importante.”;[6] un guardagujas (el que cambia la agujaen las vías de ferrocarril) le revela algo des-concertante de los hombres: viajan a granvelocidad (sociedad de las prisas), pero nosaben lo que buscan; [7] un mercader quevende píldoras perfeccionadas que quitanla sed; [8] finalmente, el Principito da conun piloto de aviones, narrador de esta his-toria, en el desierto de Sahara, cuando in-tentaba reparar su avioneta. Con él laamistad recíproca resplandeció con inten-sidad y belleza.

El final de la historia es desapacible. Alcumplirse un año de estar en la Tierra, elPrincipito acudió a la serpiente para que lehiciera un favor: que le mordiera en el to-billo en el mismo sitio donde él descendióa este planeta. Antes de partir al reino de laluz, le dijo a su amigo aviador: “Por la no-che mirarás las estrellas. No te puedo mos-trar dónde se encuentra la mía, porque micasa es muy pequeña. Será mejor así. Miestrella será para ti una de las estrellas. En-tonces, te agradará mirar todas las estre-llas… Todas serán tus amigas.” Enseña elautor sapiencial: “No olvides a tu amigofiel en tu corazón, ni pierdas su memoriaen medio de tus riquezas.” (Si 37, 6).

❚ RAFAEL SÁNCHEZ A., C.P.



¿Por qué no?Vivimos en una

sociedad de con-trastes donde exis-ten justificacionespara todo. Lo quepara unos es ade-cuado para otros nolo es. Por otra partehay ciertos temasque generan polé-mica porque “hierenla sensibilidad” o almenos eso dicen al-gunas personas. Pero ¿quiéndetermina lo que producedaños y se divulga o bien espreferible ocultarlo porqueno conviene ser mostradodebido a intereses económi-cos, políticos o comercialesque están en juego?

Posiblemente recuerdenla controvertida campaña, entorno al año 2010, que obli-gaba a que en las cajetillasde tabaco aparecieran imá-genes donde se mostraranclaramente los riesgos a losque se enfrentan los fuma-dores: como cáncer de pul-món, problemas dentales oenfermedades cardiacas. Pa-samos de la frase: “Fumarperjudica seriamente la sa-lud” a textos más directoscon imágenes impactantescon la advertencia de “fumaracorta la vida, obstruye lasarterias, provoca cardiopa-tías y accidentes cardiovas-culares”. Todo aquello ge-neró una fuerte polémicapor ser tan explícitas las fo-tografías, hasta el punto deque se pidió que se retiraranpero como era una decisióndel Congreso de Ministros ydel Ministerio de Sanidad,agachamos la cabeza y “chi-

Todo ello me lle-va a la reflexión deque hay otras ma-neras que generanmuerte de forma in-directa como el con-sumo excesivo deproductos tecnoló-gicos de teléfonosmóviles, ordenado-res o pantallas deplasma entre otros.Para su fabricación

es necesario el uso del coltáncuya extracción es causa deconflictos entre los paísescercanos a la República De-mocrática del Congo que tie-ne grandes reservas. Los in-tereses del propio Estado, delos países fronterizos, las gue-rrillas, las multinacionales ylos contrabandistas han pro-ducido 6 millones de muertosen los últimos años. ¿Por quéno poner en nuestros orde-nadores, tables y móviles imá-genes de las muertes y con-flictos que provocan la po-sesión del coltán?

Sin pretender ser morboso,pero sí crítico, creo que al-gunas campañas pueden ayu-dar a tomar conciencia de lasconsecuencias que generaconsumir ciertos artículos. Serdenuncia de las distintas for-mas de injusticia que se ge-neran en nuestro mundo esnecesario y urgente. No eslegítimo permitir que los in-tereses económicos o polí-ticos estén por encima de lasalud y la vida de las perso-nas. A veces las palabrasno son suficientes.

❚ JUAN CARLOS PRIETO TORRES

[email protected]

tón”. No hay sensibilidad quevalga.

Cada vez que vuelvo a vereste tipo de imágenes mepregunto porqué no aplicanla misma medida a otros pro-ductos como las bebidas al-cohólicas cuyo consumo ex-cesivo supone grandes riesgospara la salud, causando dañosfísicos en el aparato respira-torio y circulatorio, deterioromental y del hígado, infec-ciones pulmonares o cánceren el aparato digestivo. Ade-más genera otros daños co-laterales como los problemaspersonales de soledad o de-presión; conflictos familiarescomo la agresividad verbal ofísica; consecuencias socialescomo la pérdida de amistades,accidentes de tráfico, reper-cusiones negativas laboraleso económicos. En Españaanualmente 37.000 personasmueren por culpa del alcohol.En el mundo se calcula enunos 2,8 millones los falleci-mientos son atribuidos al abu-so del alcohol. Realmente conestos datos es para plantearseque habría que hacer algo alrespecto pero por algún mo-tivo no se hace frente a estacuestión.



“MI TAXI”Debemos valorar y respetar al taxista y su taxi, como debemos respetar todas las

instituciones y profesiones que durante décadas, nos han venido prestando tannecesarios servicios y lo siguen haciendo.

El taxista es el embajador anónimo que recibe al forastero en cada ciudad. Llegasen AVE, avión u otro medio, y lo primero... un taxi, que por pocos euros te lleva a tucasa u hotel, etc... Al mismo tiempo, te responde a cuantas preguntas einformaciones precisas, dónde se puede comer aquí bien y económico... etc...

No tiene precio, sobre todo para las personas mayores, el servicio del taxi, depuerta a puerta, de tu casa a tal barrio, a tal médico, etc. Lleva su coche y sucompañía, su protección, su experiencia y su ayuda. No tienen hora, y todo conrapidez.

El taxista también corre sus riesgos.El buen taxista, guarda secretos, custodia lo que lleves y si algo te olvidas lo tienes

seguro.¡Respetemos al taxista en su taxi!

❚ FERNANDO HOLGADO RETES

VILLAMARTÍN, CÁDIZ



Escuela de San Pablo de la Cruz

“Señor, no permitas que me aparte de ti”

PERMANECER CON CRISTO

Una vez que hemos suplicado a Je-sús ser escondidos dentro de sus Lla-gas, la plegaria “Alma de Cristo” reza asíNo permitas que me aparte de Ti o dichode otro modo, con las palabras de Je-sús, “Permaneced en Mí y yo en vosotros”(Jn 15,4).

Permanecer con Jesús y Jesús connosotros no puede darse lo uno sin lootro. Son dos partes de un todo. Si no-sotros permanecemos en Jesús por lafe, Él permanece en nosotros en elamor y entonces damos fruto como elsarmiento unido a la vid. Toda nuestravida de creyentes crece en la medidaen que vivimos esta realidad. Avanza-mos y profundizamos en el camino de la fe hacia Dios no cuando somos

autosuficientes sino cuanto más de-pendemos de Él, hasta tomar concien-cia que nada, absolutamente nada, po-demos hacer sin nuestro Señor, porque“Sin Mí no podéis, podemos, hacer nada”(Jn 15,6).

A lo largo de la historia, la Iglesia hatenido que defender esta primacía deDios en el creyente. Desde los primerossiglos se levantaron voces heréticas quepretendían dar tanto valor al esfuerzohumano que lo hacían capaz de con-seguir y “comprar” la Gracia. S. Agustínnos dejó abundantes escritos de estalucha doctrinal contra Pelagio.

UN PEQUEÑO CATECISMO

En la primera mitad del s. V la Iglesiade Roma recogió la doctrina de la Gracia

Principio y fundamento de toda acción misionera: enseñar que Jesúses siempre nuestro mejor amigo, y a permanecer siempre con Él.



en un breve catecismo, a modo de com-pendio. Será bueno recordar algunas desus proposiciones acerca de la súplica“no permitas que me aparte de Ti”.

En este pequeño catecismo, llamado“Indiculus”, se dice:

• Cómo nadie, aunque esté bauti-zado, puede superar las tentacio-nes ni vencer sus malas inclinacio-nes si no es por la ayuda diaria deDios: “Forzoso es, en efecto, quesi con su auxilio vencemos, si Élno nos ayuda, seamos derrotados”(Indiculus, 3). Es preciso orarsiempre, pedir la ayuda de Diospara todo.

• Y también, cómo todo lo buenoque hay en nosotros procede deDios: “El santo pensamiento, elbuen consejo y todo movimiento debuena voluntad procede de Dios,pues por Él podemos algún bien, sinel cual no podemos nada” (Indicu-los, 6).

• Esta dependencia total del cris-tiano de Dios, nuestro Señor, nole resta libertad; todo lo contrario;le libera “a fin de que de tenebrosose convierta en lúcido, de torcidoen recto, de enfermo en sano, deimprudente en próvido” (Indicu-lus, 9).

El Sto. Padre Benedicto XVI, a pro-pósito de la oración de súplica enseñóque, si bien Dios ya conoce todas nues-tras necesidades y dificultades, nuestraspruebas y tragedias, es preciso suplicar.Porque cuando pedimos al Señor,nuestro corazón abre sus compuertaspara recibir a Dios y sus dones. No esque Dios necesite nuestra oración desúplica sino que somos nosotros quie-nes necesitamos suplicar para abrirnuestro ser a Dios, nuestro Señor.

EL SER DEL HOMBRE Y SU DESTINO

Cuando S. Juan Pablo II era todavíaun joven sacerdote en Polonia, escribióy representó algunas obras de teatro.En una de ellas titulada El taller del or-febre se presenta un matrimonio enpeligro de romperse. La chica deses-perada y desencantada de su maridova al joyero para vender su alianza deboda. El joyero le dice: “Este anillono pesa nada, la aguja no se mueve decero y no consigo hacer que me muestresiquiera un milígramo. Su marido debede estar vivo, en cuyo caso ninguno desus anillos por separado, pesará nada;solo juntos registrarán algún peso. Mibalanza de joyero tiene esa peculia-ridad, la de pesar no el metal, sinotodo el ser del hombre y su destino”(El taller del orfebre de Carol Wojtyla1960).

Podemos transferir las palabras deaquel orfebre y afirmar que nuestra vidaseparada de nuestro Señor no pesanada. Es decir, sin Él no tenemos con-sistencia ni orientación última. Sola-mente unidos a Cristo nuestro ser hu-mano adquiere firmeza, crecemoscomo personas y con sentido. Cristoes quien nos revela de dónde venimos,qué manos nos sostienen, y cuál esnuestro destino.

“En esto conocemos que permanecemosen Él y Él en nosotros: en que nos hadado de su Espíritu... Quien confieseque Jesús es el Hijo de Dios, Dios per-manece en Él y él en Dios... y esta es lapromesa que Él mismo nos hizo: la vidaeterna” (1Jn 4, 13.15; 2, 25).

❚ SOR CATI DE LA SS. TRINIDAD, C.P.OVIEDO



Encuentros al caminar

ELIA STELLUTO,El muchacho que fotografió al Padre Pío de Pietrelcina

almendras, pequeñas yamargas, pero el ham-bre era grande nos lascomimos hasta que nospilló la señora y nos re-gañó... la verdad creoque le dimos pena y nostrajo pan, ese día mehice amigo del fotó-grafo y me encargabapequeños recados quehacía con la bicicleta yasí, día a día, entendíacómo trabajaba en elestudio fotográfico ynació en mí una pun-zante vocación a inmor-talizar momentos en elpapel... Un día, cuandosupo que íbamos muytemprano al Convento,a la primera misa del día,me dio una cámara yme encargó que le hi-ciera fotos al Padre Pío...y así empecé mi vidacomo fotógrafo.

–Y, ¿cómo reac-cionó el Padre Pío?

–”Yo era uno de losmonaguillos y digamosque tenía enchufe, peroel Padre Pío era muy se-vero al verse, y no legustaban las fotos nique le grabaran... y, a

Dios gracias, lo tomó comoun juego de muchachos yme lo permitió. El PadreAgostino era el Superior ymuy duro para estas cosaspero a mí me daban cara-melos, yo hacía que pasaranjunto al Padre Pío y eso lesgustaba... menos mal por-que de lo contrario no hu-biéramos tenido este mate-

Elia Stelluto nacióel 6 de enero de

1935 en Foggia capitalde la provincia de la re-gión italiana de Apulia ydurante años (hasta1968 fecha del falleci-miento del Padre Pío)fue su fotógrafo perso-nal en el convento deSan Giovanni Rotondo,inmortalizando los mo-mentos más importan-tes de la vida del santocapuchino. Ha expuestosus fotografías en im-portantes centros cultu-rales y religiosos, quizála más significativa fuela del Convento de SanGiovanni en el 25º ani-versario de la Visita Pas-toral del Papa Juan Pa-blo II, fecha y figuraclave en el impulso desu Proceso de Beatifica-ción (1999) y Canoniza-ción (2002).

–Elia, ¿cómo cono-ció al Padre Pío?

–Lo conocí durantela Segunda Guerra Mun-dial, yo enía 12 años enun tiempo difícil, tenía-mos hambre, las escue-las estaban cerradas, en elpueblo de San Giovanni Ro-tondo no había nada, íba-mos al Convento a pedir ylos frailes nos daban pancon un poco de azúcar. Re-cuerdo que un día, despuésde la primera misa, yo eramonaguillo, no nos dieronla rebanada y el fraile de laportería nos dijo que ese día

En el estudio de Elia Stellutoy las dos fotos del Padre Píomás significativas para él.

no había pan ni siquierapara ellos... al volver al pue-blo (que dista unos kilóme-tros del Convento) pasamospor la casa del fotógrafo Fe-derico Abresch y como te-nía un pequeño huerto con


El fotógrafo “foggiani” Elia Stelluto junto a Pepe Fernándezdel Cacho en San Giovanni Rotondo, al fondo en la pared,

el día de su marcha a Argentina en 1954,apenas seis meses de estancia y vuelta a su pueblo

y a las fotos con el Padre Pío de Pietrelcina.


rial único. Un día mi pa-trono, el Señor Abresch, mepidió que le retratara ben-diciendo y que se vieran lasllagas... uf, menudo reto, laverdad es que me ayudaronlas señoras pías que trata-ban más al fraile, sobretodo, Cleonice Morcaldi, to-tal que un día la hice conflash y asusté al Padre quegritó antes de acabar lamisa: “¡Qué es esto! ¡Llamena los carabineros!” Ese díacasi acabo entre rejas pero,rápidamente, fui a la sacris-tía, le pedí mis disculpas yél viendo mi vergüenza, es-taba todo “colorao” dijo:“¡Era, Elia, está bien, hazlaspero sin resplandores!”. ElPadre Pío era muy cari-ñoso... pero la Iglesita delConvento muy oscura, solola luz de los dos candela-bros y aún así salieron per-fectas y estoy convencidoque fue por la luz que ema-naba del Padre porque eneste tiempo no había carre-tes de gran sensibilidad...Abresch cuando las vio, mecontrató con cinco mil lirasal mes, entonces un tesoro,así podía ayudar en casa...pero como mi padre y mu-chos otros tuvieron queemigrar a Argentina, yo leacompañé y le pedí al PadrePío hacerme una foto conél el día de mi despedida ygustoso lo hizo. Mi estanciaen Argentina duró poco, lle-gué en 1954 y a los seis me-ses regresé a San GiovanniRotondo y a mi vocación defotógrafo con el Padre Pío,que nunca me dijo nada, ycomo cada día iban tantosallí, los fotografiaba, así seconservan los momentosen foto de un niño reci-biendo la Primera Comu-

nión o las bendiciones quesiempre daba a todos losperegrinos que llegaban...He de decir que en estetiempo no era ya monagui-llo pero era de la familia ca-puchina y así ningún fotó-grafo pudo hacer las fotosque con las máquinas delSeñor Abresch hacía yo.

–Y entre tantas, ¿cuál estu foto preferida?

–”Muchas, mejor dicho,todas porque en todas estáÉl, el Santo de los Estigmas,un hombre de Dios... Un Pa-dre que me cuidó siempre...Tengo querencia por la queestá saludando a Aldo Moroy al Presidente Pella, pero deentre todas, me quedo conla que está enfermo el díaque llegaba la Virgen de Fá-tima, fui a avisarle pero alverle enfermo y así en lacama, hice una foto que tie-nen en su habitación todoslos enfermos que vienen a

San Giovanni Rotondo... Esedía el Padre Pío dijo: “Virgen-cita vienes a verme y nopuedo estar contigo, estoyenfermo...”. Dicen los librosescritos sobre la vida del Pa-dre Pío que por la interce-sión de la Virgen fue curado.Fue el 5 de agosto de 1959...El Padre Pío fue y seguirásiendo lo mejor de mi vida.El haber sido monaguillo, suamigo y su fotógrafo hizo demí un hombre nuevo, ade-más de haber curado haceunos años a mi hermanaMaría de una terrible enfer-medad. Ser sus hijos espiri-tuales marca la vida de losque se acercan al Padre Pío”.

Hoy, Elia Stelluto, ca-mino de los 85 años, siguesiendo embajador de la ale-gría, portador de la figuradel Padre Pío, un santo cer-cano que nos lleva a Dios.

❚ PEPE FERNÁNDEZ DEL CACHO



ba, pero disfrutaba viéndonos nadar a nosotros. Gema ac-tuaba siempre con mucha naturalidad,siempre sencilla y co-rrecta. No hablabamucho, pero nuncadio señales de seruna joven taciturnao descontenta.

En Viareggio alo-jábamos en la pen-sión llamada “Paes-setta, y en Motrone,muy cerca de la playa. Muy cercatambién había unacapilla, en la que el reverendo señor

Agrimonti, que veraneabatambién con nosotros, ce-lebraba la misa, en la queGema participaba todos losdías. En Viareggio, lo mis-mo, en la iglesia de SanAndréss. Así, por dos años,del 7 al 17 de agosto. Luego,regresábamos a Luca.Gema, siempre feliz contodo y con todos.

Sencillez, bondad, com-prensión y delicadeza. Ad-mirable el programa y elproceder de Gema en susvacaciones de verano. Queella nos ayude para ponerloen práctica también en lasnuestras.

❚M.G.

Santa Gema fuehija de familia

muy creyente, declase media alta, perovenida a menos. Suspadres, Enrique y Au-relia, murieron pre-matura e inespera-damente. Gema que-dó huérfana y muysola en la vida siendoacogida y cuidadapor la familia Gianninicomo una hija más.El matrimonio Gian-nini hizo para conGema las veces depadre-madre. La se-ñora Cecilia, sobretodo, fue una autén-tica madre para ella. Gemala acompañaba siempre,también en sus vacacionesde verano. Mariano Gianninidejó escrito: “Gema fue yvivió siempre inseparablede la señora Cecilia. Tam-bién en verano, donde lafamilia se desplazaba, bien

Santa Gema en vacaciones

Playa de Viareggio.

a la costa, a Viareggio, o ala montaña, a San Cassianodi Controne, o al campo, aCarignano. Gema pasabaalgunos días con nosotros,y nosotros felices de podercompartir con ella. Estandoen la costa, bajaba tambiéna la playa, nunca se baña-


Revista Pasionario | 247Revista Pasionario | 247

Amigos y testigos

El es un valor artístico incombustible. Oriundo de República Dominicana, esportador y portavoz asíduo de la música latina por estos lados, y en España de

manera muy especial. La canción y el baile son lo suyo. “El merengue, el jazz, la salsa,el góspel”. También la Biblia, el evangelio, desde la fe y desde un amor cristiano a todaprueba.

J. L. Guerra se explicaba así, en los medios, tiempo atrás, además de en sus discosy sus canciones: “El problema más importante que afrontamos hoy como sociedad esla crisis de espiritualidad. La humanidad pareciera andar perdida porque no quiereaceptar el amor de Jesús... “Son de mamá”; se trata de un tema para alabar a Dios. Pa-reciera que las nuevas generaciones están aparcando la fe. Se trata de un cántico parano perder la confianza en el Señor. Debemos dejarnos conducir por su palabra, estarcerca de los más humildes, combatir los problemas de salud, la corrupción... Para mí,mi mujer, mi familia, Dios, son lo más importante... En Colombia di un conciertobenéfico, a favor de Venezuela. Como hombre de fe, espero que la situación allí vayaa cambiar. Mi nuevo disco “no tiene madre” es una crítica social. Es que de ordinario,juzgas por las leyes que dicta Don Dinero, y vives en la tierra como si no hubieracielo... El corazón del pueblo se levanta y grita también... con ritmos tropicales”.

Aleccionador, ¿verdad? Atreverse a proclamar, cantando, valores éticos y cristianosfundamentales, no es hoy en día de todos los artistas. Por eso, me complace destacarhoy aquí la palabra y los ecos del artista singular que es Juan Luis Guerra.

Juan Luis Guerra...¿Les suena este nombre?



El evangelio cada día

Jesús ya había adver-tido a sus discípulos querezaran sin desfallecer;pero que no se creyeranmejores que los demás,por orar más o por ser dis-cípulos suyos. Y esta pa-rábola viene a ser el re-chazo más duro de lapostura de algunos que secreían mejores que los de-más, hasta el punto de lle-gar a despreciarlos por noser de los suyos, o no pen-sar como ellos.

Es la tentación que nosronda a los que podemosconsiderarnos buenos: lade utilizar la oración paraquedarnos satisfechos dela vida.

ESE MODO DE ORARQUE NOS CONDENA

Y aún resulta peor elutilizar la oración paramenospreciar a nuestroprójimo, como hace el

Orar como Dios quiere

Por algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos ydespreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola:

Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era un fariseo; el otro, un publicano.El fariseo, erguido, oraba así en su interior: Oh Dios, te doy gracias, porque no soycomo los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dosveces por semana y pago diezmo de todo lo que tengo.

El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos alcielo; solo se golpeaba el pecho diciendo: Oh Dios, ten compasión de este pecador.Os digo que este bajó a su casa justificado y aquel no. Porque todo el que se enal-tece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

(Lc 18,9-14)

Dios escucha siempre la oraciónde los humildes y sencillos

fariseo de la parábola.Pues en modo algunopuede ser cristiano aqueltrato con Dios que puedallevarnos al menospreciode cualquiera de sus hijos.¿Cómo puedes estar bus-cando la comprensión deDios, si estás negando esa

comprensión a tu her-mano, hijo suyo como tú?

Jesús condena al fari-seo del templo que, paraagradecerle a Dios labondad que ha tenidocon él, siente la necesi-dad de condenar a suprójimo. Ese orante, y


El pobre publicano notiene nada de que presu-mir. Solo necesita que Diostenga misericordia de él yle perdone. Y vuelve a sucasa justificado, por en-tender muy bien que suvida no está a la altura delo que Dios le estaba pi-diendo.

Y al contrario, el fariseovuelve a su casa descalifi-cado, porque nada tieneque pedir; porque nada ne-cesita de su Dios. Tiene aDios como alguien antequien puede lucirse, com-parándose con el publicano

que, de rodillas ni se atrevíalevantar los ojos al cielo.

La oración verdaderanunca nos llevará a sentir-nos mejores que los de-más. Si lo es de verdad, laoración solo nos dará en-trañas de misericordia,como entrañable es la mi-sericordia de nuestro Dios.

ORAMOS LA PARÁBOLA

Jesús nos ha puesto fá-cil orar al decirnos que,para obtener el favor de suPadre-Dios, no tenemosque presentarle nuestravida como una hoja deservicios que hemos cum-plido; al indicarnos quepara orar no hay que sen-tirnos mejores que los de-más. Basta que no menos-preciemos al que no es nipiensa como nosotros, nique acudamos a Dios, se-guros de nuestros méritossino del poder de su amory su misericordia.

“Por eso terminamosdándote gracias, Dios-Pa-dre, de todo corazón, por-que tú te fijas en el publi-cano que ora en el últimorincón del templo; tú tevuelcas sobre el más sen-cillo y pequeño. Mientrasque nosotros queremosparecer más grandes e im-portantes que los demás.Haznos como tú, Señor,pequeños por fuera peromuy grandes pordentro”.

❚ANTONIO SAN JUAN

todo orante que se lepueda parecer, saldrásiempre de la presenciade Dios de espaldas a subondad y con las manosvacías.

Jesús no puede apro-bar al fariseo que ha su-bido al templo, no paraorar sino para que Dios leadmire y aplauda su pie-dad. Pero el Señor apruebala oración del publicanopecador, que sube al tem-plo para pedir perdón aDios, consciente de queera mucho peor de lo queDios esperaba de él.

Orar es también elevar el corazón y la miradaal cielo, para contemplar y agradecer

las maravillas del Señor.




Rincón familiar “Santa Gema”

(En memoria del Padre Leandro G. Monge, Pasionista)

DonacionesA.Z., 20 €; Una devota 70 €; Inmaculada Vega (Santa Cruz de Tenerife) 50 €.

Esta Beca se destina a la formación de jóvenes aspirantes al sacerdocioy a la vida pasionista, en España y América.

Agradecen y piden favores a Santa GemaRosa Iglesias Crespo (Madrid), Devotas de Chañe (Segovia), Victoriana ReñonesLuengo (Madrid). Santa Gema, una vez más te doy las gracias por mi nuevo nieto. Túestás siempre con nosotros, tu fiel devota, Maruja Polo. Gracias, Santa Gema amigapor tu nuevo favor. Protégenos siempre. Te quiero muchísimo, Gema Gibello(Cáceres). Súplica de una abuela agradecida: “Santa Gema, amiga, hoy quiero agra-decerte los múltiples favores que me has otorgado, desde hace ya 50 años. Quiero,además, pedirte hoy un favor muy especial: que ayudes y protejas a mi nietecita ensu enfermedad. La dejo en tus manos, ayúdala. Y a mí dame fortaleza para seguir lu-chando. Mi nietina es un angelito y también una luchadora. Ayúdale, por favor,como siempre. ¡Muchas gracias! C.Z. (Oviedo, Asturias).

Cuantos agradecen y piden favores a Santa Gema, si desean salir en esta página,deben dirigirse a REVISTA PASIONARIO, C/ Leizarán, 24. 28002 Madrid,

Teléfono 915 635 407. http://www.libreriaelpasionariomadrid.com

Descansan para siempre en el SeñorAdrián Ortiz Expósito (Alcaudete, Jaén). En Madrid,falleció el 3 de julio la Hermana Severina de la Vir-gen Dolorosa, Religiosa Pasionista de clausura.

Por su eterno descanso celebramos la Santa Misaen el Santuario el día 14 de cada mes

a las cuatro de la tarde

Francisco Aguado García,recientemente fallecido.Gran devotode Santa Gema,Suscriptor de nuestra Revistapor más de 50 años.

Santa Gema que se veneraen la Iglesia Madre de Dios”en Almagro (Ciudad Real).

ARCHIVO ICONOGRÁFICO

DE FRANCISCO SALLERAS.


Algunos libros sobre Santa Gema(PEDIDOS A NUESTRA EDITORIAL)

15,00€

7,00€

18,00€

4,50€


Santa María de la Asunción que se venera enla Iglesia de Religiosas Premostratenses,

en Villoria de Orbigo (León).

Doncella de Nazaret,elevada hoy a las alturas,

desde el cielo donde habitasalumbras con luz de luna

nuestros días, nuestras noches,nuestras nubes y penumbras.

Desde ti, todo es luz, María,todo es gozo, todo es paz,todo es vida y es dulzura.Muchas gracias, María, Madreporque desde el cielosiempre nos acoges,¡y nos escuchas!

15 DE AGOSTOAsunción de María al Cielo

Plegaria

M.G.


Documents

CUBIERTA AGOSTO-SEPTIEMBRE 2019.qxp Cubierta · se muestran, por ejemplo, en la diversidad de los escritos del Nuevo Testamento. En ellos se reflejan diversas tendencias, sensi-bilidades